7 de diciembre de 1975: 3 años después de la misión apolo 17 se llevó a cabo otra misión a la luna, esto con fines aun desconocidos, los integrantes de esta misión fueron los mismos que de la anterior misión apolo 17, Eugene Cernan y Harrison Schmitt partieron el 7 de septiembre de 1975 a las 5 am con dirección a la órbita lunar con un tiempo estimado de 1 semana de viaje, durante la semana que estuvieron dirigiéndose a la órbita lunar el cosmonauta Eugene Cernan investigaba algunos documentos sobre las supuestas expediciones espaciales de la U.R.S.S “Jajaja, que idiotes no? Me parece tonto creer que esos inútiles socialistas inventen historias como que ellos llegaron a la luna mucho antes que E.E.U.U” dijo Eugene Cernan, a esto Harrison Schmitt contesto “Aun que te parezca difícil de creer, esos socialistas están locos, he visto cosas que nunca me creerías ellos tienen una tecnología igual o incluso mayor a la americana, hasta yo tengo que admitir que esos sujetos dan miedo...” Eugene Cernan solo acertó a dar una mirada pensativa, se mantuvieron callados el resto del viaje a la órbita lunar, ya estando por llegar a la órbita el cosmonauta Eugene Cernan se percató de un objeto, algo que se asemejaba a una nave parecida a la de ellos, junto a esa maquinaria rara pudo notar una bandera, pero todo esto no lo pudo distinguir bien ya que se encontraba en la parte oscura de la luna, el cosmonauta Eugene Cernan intento explicarle esto a su compañero pero Harrison Schmitt solo le dijo “Mira, no me sorprendería tanto la idea de que los soviéticos llegaran a la luna, pero hasta para mí me es difícil creer lo que me dices, quizás solo fue una mancha en la ventana lo que vistes, mejor concéntrate en que el aterrizaje salga bien” Eugene Cernan hizo caso a su compañero y empezó con los preparativos para el aterrizaje, todo salio según lo planeado, no hubo ningún descuido o algún percance inesperado, el cosmonauta Eugene Cernan con su traje espacial sale de la nave y después de 3 largos años pisa suelo lunar, “aún recuerdo cuando vi en vivo el lanzamiento de Apolo 11, cielos, fue el momento donde la humanidad dio un gran paso hacia adelante” dijo el cosmonauta Eugene Cernan detrás de el venia su compañero Harrison Schmitt, Eugene Cernan decidio recolectar algunas muestras de tierra lunar y rocas “es raro, porque E.E.U.U necesita más de estas rocas? Tengo entendido que ya tienen muchas” dijo Eugene Cernan a esto su compañero respondió “lo estas sobre pensando, solo tenemos que hacer caso a las indicaciones que nos dieron” en cuanto Harrison Schmitt se descuida recolectando las muestras el cosmonauta Eugene Cernan camina hacia el lado oscuro de la luna y se encuentra con lo que había visto por la ventana en el aterrizaje “No-… No puede-… No puede ser verdad...” dice Eugene Cernan tartamudeando por el impacto de la situación, era una nave de La Unión Soviética, al lado de esta estaba su respectiva bandera, la nave de esta era por lo menos 10 veces más grande que la suya, muy posiblemente no sea una nave si no una base lunar, los soviéticos estaban demasiado adelantados a su época... Eugene Cernan entra a la base lunar y encuentro lo que parece ser cadáveres de cosmonautas soviéticos, el lugar estaba abandonado y sin luz, Eugene Cernan camino por las instalaciones y se encontró con una libreta y empezó a leerla, esta libreta tenia los secretos de como reanimar a las personas muertas, puesto que los rusos junto a los soviéticos descubrieron el cómo lograr esto mediante experimentos inhumanos en contra de la naturaleza, en ese momento el traje de Eugene Cernan fallo y sus luces se apagaron por 10 segundos, cuando regreso la luz al traje, el cosmonauta se dio cuenta que ya no estaban los cuerpos de los cosmonautas... se dio cuenta demasiado tarde antes de ver como la nave de su compañero despegaba de la órbita lunar... el cosmonauta no se podia creer lo que estaba pasando “¡Houston! ¿¿Que está pasando?? Porque la están despegando sin mi” grita Eugene Cernan a su comunicador, “Lo siento Eugene Cernan, pero la misión de recolectar rocas lunares nunca fue nuestro objetivo principal, nuestra verdadera meta era recolectar información de la base lunar que usted encontró, los experimentos rusos, necesitas esa información para poder ganar la guerra fría, como podrá ver ellos sabían muchas cosas” responde la base en órbita terrestre, “Pero porque me dejaron aquí??" Pregunta exaltado Eugene Cernan, “usted sabe demasiado, sabe todo lo que intentábamos ocultar, nos entristece hacer esto con usted, además usted está ahí por una razón, para que Harrison Schmitt puedo recolectar la información sin ser atacado” a esto Eugene Cernan pregunta “¿¿Sin ser atacado?? ¿Atacado por qué?”, la base terrestre responde con esto: “Atacado por... Ellos...” rápidamente el cosmonauta Eugene Cernan siente una mordida en su hombro, era uno de esos cosmonautas reanimados por aquellos experimentos rusos, Eugene Cernan intenta correr a la salida pero uno de los cosmonautas zombi muerde y rompe uno de los cables de oxígeno de Eugene Cernan, este último logra salir de la base lunar pero detrás de el había una gran horda de por lo menos 10 cosmonautas reanimados, Eugene Cernan voltea arriba y solo mira como la nave que lo llevaria a casa se aleja cada vez mas, intenta desesperadamente tontactar con su compañero pero no sirve de nada, sin oxígeno, sin energía, sin comida, sin forma de regresar a casa, sin esperanza y cansado, Eugene Cernan solo observa como esas cosas corren hacia el en la deriva del espacio exterior. Posterior a Apolo 18 mucha gente y en especial astrónomos reportaron ver figuras moviéndose en la luna, La Nasa negaba todas estas acusaciones y las refutaba diciendo que posiblemente era basura espacial en la órbita terrestre que se confundia con esas supuestas figuras en la luna.