Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EL SISTEMA NERVIOSO
El sistema nervioso (SN) es la sede de control y regulación de la mayor parte de las actividades
que lleva a cabo nuestro organismo. A través de los circuitos especializados de células que lo
componen, este es capaz de recibir información del medio, tanto interno (el resto de sistemas de
órganos corporales) como externo (el ambiente en el que se encuentra inmerso el individuo) a
través de los sistemas sensoriales, para procesarla y llevar acabo la acción adecuada en cada
situación. El SN de cada individuo se desarrolla de forma diferente, a partir de la influencia de
factores filogenéticos, genéticos y epigenéticos, que interactúan conjuntamente a lo largo de la
vida del organismo. De esta manera, el desarrollo filogenético
es el resultado de la evolución de nuestra especie y nos dota de un modelo de organización
neural común. La forma en que se transmiten y expresan los genes de cada individuo está
mediada por factores genéticos heredados que esculpen las características funcionales y
estructurales individuales del SN en función de las demandas que plantea el ambiente, el factor
epigenético, que regula la manera en que se expresan los genes en interacción con el ambiente.
Desarrollo del tubo neural. Las secciones transversales muestran la secuencia del cierre del tubo
neural.
Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso
A medida que el embrión evoluciona, se van dando varios procesos. Una banda longitudinal
(rostrocaudal) de ectodermo se engrosa para formar la placa neural. Este proceso se inicia
debido a la presencia de la notocorda, que es el inductor primario en el embrión temprano.
Pronto aparece un surco en la línea media, en la porción posterior de la placa neural, y esta
comienza a plegarse hacia adentro. A medida que el surco neural se profundiza, aparecen los
pliegues o crestas neurales a ambos lados del surco. Estos pliegues comienzan a aproximarse
entre sí y, al final de la tercera semana del desarrollo, comienzan a fusionarse, formando el tubo
neural.
La fusión del tubo neural ocurre desde la línea media hacia los extremos rostral y caudal y, a
medida que esto ocurre, células de la cima o cresta de cada pliegue neural se disocian del tubo
neural y migran lejos de este, y se diferencian en una variedad de tipos celulares, que incluyen
las neuronas sensitivas en los ganglios de los nervios espinales y algunos nervios craneales (V,VII,
VIII, IX y X), neuronas posganglionares del sistema nervioso autónomo, las células de Schwann
del sistema nervioso periférico y la médula suprarrenal. A medida que el tubo neural se cierra, se
separa de la superficie ectodérmica, por lo que queda contenido dentro del cuerpo. Antes de su
cierre completo, las aberturas que permanecen en ambos extremos se denominan neuroporos. El
neuroporo anterior se cierra a los 25 días de desarrollo (una falla que ocurriera en este preciso
momento originará anencefalia o falta de encéfalo) y la abertura caudal o neuroporo posterior se
cierra entre los días 27 a 28 posteriores a la concepción (si se presentara una falla en su cierre, da
origen a espina bífida).
Es importante saber que cuando el tubo neural empieza a plegarse las células que se encuentran
ahí ya se están preparando para especializarse, para hacer migración o tener una ocupación
espacial especifica. El tubo neural tiene 4 grandes áreas espaciales, una placa de techo, una placa
basal y dos placas laterales, de ellas hay una ventral o anterior y una dorsal o posterior y
dependiendo a la ubicación, las células neuroepiteliales saben su destino, unas van a ser
neuronas motoras y otras van a ser neuronas sensitivas.
El desarrollo del cerebro se inicia en la cuarta semana de gestación, cuando el crecimiento
diferencial provoca un aumento de tamaño y surgen 3 vesículas primarias en el extremo rostral
del tubo neural: procenséfalo, mesencéfalo y rombencéfalo.
Alrededor de la quinta semana, las vesículas del prosencéfalo y rombencéfalo se vuelven a
dividir, cada una en dos vesículas. El prosencéfalo se divide: en telencéfalo (el cual dará origen a
los hemisferios cerebrales primitivos) y en diencéfalo (que desarrollará tálamo, hipotálamo y
subtálamo), mientras que el rombencéfalo se divide en metencéfalo (futuros cerebelo y
protuberancia) y en mielencéfalo (bulbo raquídeo).
Los hemisferios cerebrales presentan un desarrollo intenso en el cerebro humano. Se expanden
en dirección anterior para formar los lóbulos frontales; en dirección lateral y superior, para
formar los lóbulos parietales y en dirección posteroinferior para formar los lóbulos temporales y
occipitales. El crecimiento y expansión continúan hasta que los hemisferios cerebrales toman la
forma de un gran arco o “C” que cubre al diencéfalo, mesencéfalo y protuberancia o puente.
En la histogénesis cerebral se lleva a cabo otro proceso interesante, además del de diferenciación
y el de multiplicación celular y es la migración celular, que se describirá en detalle en el módulo
de cerebro.
2
Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso
4
Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso
6
Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso
NEURONAS
La unidad funcional básica del SN es la neurona, cuya función es la de procesar y transmitir
información. Se estima que existen en el SN humano aproximadamente 100 mil millones de
neuronas. Sin embargo, su funcionamiento no es azaroso, ya que cada neurona forma
conexiones con otras, produciendo una serie de complejos circuitos de comunicación que
recorren todo el SN y permiten llevar a cabo la conducta. Las neuronas, además de su capacidad
de procesar información, poseen las mismas funciones básicas que las demás células del
organismo. La mayoría de las neuronas de nuestro SN nunca son reemplazadas, y su
supervivencia depende del número de conexiones que mantengan con otras neuronas, y de lo
útiles que sean estos enlaces. A lo largo de la vida cualquier individuo normal pierde
paulatinamente gran número de neuronas por este motivo. No obstante, las neuronas restantes
forman entre ellas conexiones tan específicas que la “poda” de células nerviosas no es más que
un proceso de especialización que hace al SN mucho más adaptativo en términos de gasto
energético y eficiencia. Sin embargo, existen ciertos centros en el encéfalo encargados de la
nueva creación de neuronas, un proceso llamado neurogénesis, que desarrollaremos más
adelante.
Se hallan en encéfalo, médula espinal, ganglios y núcleos. La forma y función de la neurona se ve
modificada enormemente a lo largo del tiempo con motivo de cambios genéticos (por ejemplo
los metabólicos) o epigenéticos (como el aprendizaje). Con todo, y salvo excepciones, en la
mayor parte de las neuronas se pueden encontrar tres estructuras básicas:
Como se puede ver en la figura de arriba, las neuronas pueden presentar multitud de formas, por
lo que, para llevar a cabo una clasificación de las células nerviosas se puede hacer alusión a su
función o a su disposición estructural o polaridad.
Según su función, las neuronas pueden ser de varios tipos: las neuronas sensoriales reciben
información del entorno o del medio interno del cuerpo y la envían al SNC para que sea
procesada; las neuronas motoras (o motoneuronas) son aquellas que reciben la información
procesada del SNC para llevar a cabo acciones efectoras, como el movimiento; y las neuronas que
establecen conexión (sinapsis) con otras neuronas. Éstas últimas comprenden la gran mayoría de
células que componen el SN, y se denominan interneuronas si sus conexiones se dan a nivel
local, es decir, no salen del núcleo al que pertenecen; o neuronas de proyección si sirven de
puente de comunicación hacia otros núcleos de neuronas a través de vías nerviosas.
Según su polaridad, o disposición estructural, se pueden distinguir varios tipos en función del
número y disposición de sus prolongaciones. Así, la neurona unipolar posee una sola pro-
8
Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso
longación (el axón) procedente del soma. Existen además neuronas que, pese a poseer solo una
ramificación procedente del soma son llamadas pseudounipolares, debido a que esta se bifurca,
produciendo como resultado un axón principal en una dirección y uno periférico en la otra. La
neurona bipolar es aquella de la que emergen dos prolongaciones del cuerpo celular, por un lado
el axón, y por otro las dendritas. Por último, la neurona multipolar es el tipo celular más común
en el SN, y de su soma se producen el axón y numerosas prolongaciones dendríticas.
NEUROGLIA O GLÍA
Astrocitos: así llamados por la forma en estrella de sus prolongaciones. En el SNC son la glía más
numerosa. Proporcionan consistencia al encéfalo al encontrarse diseminados entre las neuronas,
aislándolas para que no haya interferencias entre sinapsis muy próximas. Asimismo, tienen la
función de limpiar el medio extracelular (ante todo las zonas cercanas a las sinapsis) de
sustancias sobrantes que puedan entorpecer la transmisión de información. Suministran
nutrientes a las células nerviosas, transportando glucosa desde los vasos sanguíneos, y cubren las
zonas donde alguna neurona ha sido dañada o eliminada.
Oligodentrocitos: son células de pequeño soma y numerosas prolongaciones que emiten hacia
los axones de las dendritas del SNC. Estas prolongaciones se enrollan alrededor del cuerpo axonal
y forman la vaina de mielina. Sin embargo, el recubrimiento de la vaina de un axón no es
constante, ya que se encuentra dividido en segmentos separados por el llamado nódulo de
Ranvier, donde la membrana plasmática del axón queda al descubierto. Por tanto, una célula glial
de este tipo provee de segmentos de mielina a muchas neuronas, pero cada axón es recubierto
por varios oligodendrocitos. La función de la mielina es la de proporcionar aislamiento al axón
para que el impulso nervioso se propague en las mejores condiciones.
Microglias: son las menos abundantes de las células gliales del SNC. Su ínfimo tamaño permite
que se muevan entre el resto de células del encéfalo para ayudar a interconectar neuronas o
fagocitar las células que han muerto y el tejido pueda cicatrizar rápidamente.
Células de Schwann: tienen las mismas funciones que las glías presentadas anteriormente, con la
salvedad de que las llevan a cabo en el SNP y no en el SNC. No obstante, su principal función es la
de proporcionar vaina de mielina a los axones, pero, a diferencia de los oligodendrocitos, las
células de Schwann solo pueden envolver de mielina un segmento de un axón. Cuando no tienen
una función mielinizante pueden envolver varios axones para darles soporte.
Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso
Células nerviosas
Mielinización
Con respecto a la mielinización, cabe aclarar que este proceso está a cargo de los
oligodentrocitos en el SNC, ya que, en el SNP, la mielinización es un proceso a cargo de las células
de Schwann.
La mielina es un material adiposo de color blanco compuesto de agua (40%), lípidos (45%) y
proteínas (15%); forma parte de la “materia blanca” del cerebro. Comienza en la médula en el
cuarto mes fetal y lo primero que se mieliniza son las fibras sensitivas. Las últimas fibras son las
motoras (descendentes). La mielinización del encéfalo comienza en el sexto mes de vida fetal.
Pero el proceso es lento, de modo que al nacer, el encéfalo sigue siendo amielínico. En el recién
nacido existe muy poca función cerebral, por lo que las reacciones motoras como la respiración,
la succión y la deglución, son reflejas.
El crecimiento cerebral y, por lo tanto, el crecimiento de la materia blanca, es más veloz durante
los dos primeros años de vida, especialmente en la parte frontal del cerebro, que es la sección
que participa más activamente en la memoria de trabajo, el pensamiento y la planificación. Es
probable que las mejoras que observamos en estas funciones cognitivas durante el desarrollo
temprano se deban en parte a la mielinización, que reduce la dispersión de las señales axónicas y
aumenta su velocidad. Aparte de los efectos directos en el funcionamiento cognitivo, las
deficiencias en la mielinización pueden surtir efectos indirectos en el desarrollo infantil, ya que
afectan su capacidad de interactuar, puede recibir menos enriquecimientos ambientales y apoyo
para su desarrollo (Georgieff, 2007).
Se cree que la mielinización de algunas fibras nerviosas no se completa hasta la pubertad.
10