Destruya al espíritu de “Rechazo”
Introducción La humanidad entera deberá llevar a cuestas esta
El rechazo es uno de los espíritus demoniacos más
destructivos que pueden entrar en la vida de una
persona.
“Mas este es pueblo saqueado y pisoteado,
todos ellos atrapados en cavernas y
escondidos en cárceles; son puestos para
despojo, y no hay quien libre; despojados, y no
hay quien diga: Restituid. ¿Quién de vosotros
oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará
respecto al porvenir?” (Isaías 42:22-23)
Saqueado: Aquella persona a quien se le
ha quitado lo que tenía.
Caverna, cárcel: Sensación de estar
cautivos y atados.
Puestos para despojo: Ser cazado o
perseguido.
Despojado: Violado, expuesto,
desprotegido, vulnerable.
Restituid: Volver algo a quien lo tenía
antes.
¿Cuál es el objetivo del espíritu de rechazo?
- Nos imposibilita desarrollar una personalidad
estable.
- Sabotea nuestras vidas, al hundirnos cada vez
más en el pecado y la destrucción.
Sabotear: arruinar
- Nos roba la dignidad, la identidad, la posición.
- Privar a Jesucristo de su legítimo señorío en la
vida de sus hijos, robándoles la vitalidad y
calidad de vida que Jesús desea darles.
El Rechazo Divino
La desobediencia de Adán y Eva
provocó el rechazo de Dios para con
sus vidas; al haberse revelado contra
Dios le abrieron la puerta de sus vidas
y de sus descendientes al “espíritu de
rebelión” y al “espíritu de rechazo”,
causantes principales de la
desolación en la vida del hombre.
herencia de maldición, es decir están sujetos a vivir
manifestaciones marcadas por el “espíritu de
rechazo” y ser oprimidos por un “espíritu de
rebelión”.
Veamos las siguientes manifestaciones de rechazo:
a. Rechazo generacional:
- Tener padres que fueron criados con rechazo.
- Abandono de uno o ambos padres
(intencional o no).
- Abuso físico o emocional por parte de las
figuras de autoridad.
- Descuido parental.
- Padre sobreprotectores o perfeccionistas.
- Sentir el favor de los padres por otro hijo.
b. Rechazo en el vientre:
- Hijo no deseado e ilegítimo (nacer fuera del
matrimonio).
- Por la manera y el momento en el que fue
concebido.
- Por experiencias adversas en el parto.
- El vínculo madre e hijo después del
nacimiento.
c. Rechazo durante la infancia:
- Acoso
- Estereotipos
- Se nos aparte o se nos impida participar en
ciertas actividades en la escuela, en el barrio,
etc.
d. Rechazo producto de la relación entre los padres:
- Presenciar la manera en que un padre abusa
de la madre de manera verbal, física o sexual.
- Vivir en un hogar con padres infelices que
discuten, pelean o no se hablan.
- Vivir en un hogar donde uno o ambos padres
son adictos al alcohol o las drogas.
e. Rechazo producto de la relación de los padres
con sus hijos:
- Tener un padre débil, apático o pasivo.
- Criticar a los hijos constantemente,
minimizarlos.
- Hijos criados por padres con suficientes
recursos económicos pero que son mezquinos
con ellos.
- Padres que muestran más interés en las
amigas de su hija que en su propia hija.
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 - Dejar a los hijos solos en casa porque los Espíritus demoniacos que son característicos de las
padres están mentes reprobadas: (Romanos 1:29-31)

trabajando, o porque nos les interesa el - Injusticia - Chismosería

bienestar de sus hijos.
- Hijos que sienten frialdad o aspereza por - Perversidad - Murmuración
parte de sus padres. - Avaricia - Enemistad con Dios
- Hijos que jamás son perdonados o sienten que - Maldad - Insolencia
no son dignos de la confianza de sus padres. - Envidia - Vanidad
f. Rechazo producto de características físicas - Asesinato - Orgullo
involuntarias: - Pendenciería - Mentira
- Desobediencia a
- Ser fastidiado, acosado o burlado debido a - Engaño
los padres
una característica física poco común. - Necedad - Falta de piedad
g. Rechazo producido en la escuela: - Deslealtad - Implacable

- Ser expulsado de la escuela por mal
comportamiento.
h. Rechazo producido por un abuso o trauma:
- Experiencia de un abuso o trauma en la niñez
por parte de una familiar o desconocido.
Nadie que se arrepienta y venga a Dios con fe, será
rechazado:
“Todos lo que el Padre me dé, vendrán a mí, y
los que vengan a mí, no los echaré afuera”
(Juan 6:37)

i. El rechazo en una etapa más tardía de la vida:
- Al tener problemas para alcanzar acuerdos
con su conyugue en relación con las creencias
y prácticas religiosas.
- Debido al rompimiento de una relación
romántica importante y el consiguiente
sufrimiento.
- Al ser despedido de un trabajo por
incompetencia, o por ser incapaz de hallar un
empleo durante un largo periodo de tiempo.
j. Rechazo étnico o cultural:
- El racismo es demoniaco de por sí, pero este
también desata una respuesta demoniaca en
sus víctimas.
- El prejuicio y el racismo son comportamientos
graves ante Jesús.
Las manifestaciones de rechazo producen una
insatisfacción en el corazón del hombre, siendo la
amargura la que impulsa al hombre a expresarse a
través del “espíritu de rebelión” presente en su ADN
espiritual; es la rebelión del hombre quien lo entrega
a un “espíritu de perversión”, para finalmente
terminar siendo arrastrado por un “espíritu de
destrucción” como pago a sus prácticas llenas de
maldad.
“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a
Dios, Dios los entregó a una mente reprobada,
para hacer cosas que no convienen;”
(Romanos 1:28)
Mente reprobada: Formas de pensar
despreciable.
“Vengan a mi todos los que están agobiados
y cargados, y yo les daré descanso” (Mateo
11:28)
Si decidimos venir a Dios deberíamos querer
complacerlo y crecer en su conocimiento. Rechazar
a Dios no solo es resistirse venir a Él, sino también
rechazar el conocimiento (falta de exposición al
conocimiento de Dios o renuencia a aceptarlo).
No debemos querer perseverar por el camino de la
desobediencia y la rebelión, como el pueblo de
Israel, ya que al final ese camino también nos llevará
a la destrucción y la desolación.
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó
conocimiento. Porque rechazaste el
conocimiento, Yo también te
rechazaré como sacerdote
para mí; porque olvidaste
la ley de tu Dios, Yo
también olvidaré de tus
hijos.” (Oseas 4:6)
La desolación del Rechazo
Ser amados y aceptados es una necesidad humana,
en nosotros está el deseo dado por Dios de amar,
ser amados y aceptados. Necesitamos recibir el
amor de Dios para sentirnos realmente aceptados y
amados.
Cuando no recibimos ese amor y aceptación por
parte de Dios, lo buscamos en el hombre, esto hace
que experimentemos el rechazo constantemente y

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reaccionemos de una forma destructiva por la
insatisfacción del alma.
Manifestaciones demoniacas:
La rebelión es el “espíritu del anticristo”, de
desobediencia y de falta de respeto por la
autoridad. Dios ha establecido la autoridad en el
hogar, en la iglesia, y en el gobierno civil. Dios
mismo en nuestra suprema autoridad. Afirmar la
obstinación por encima de cualquier nivel de la
autoridad en el orden divino de Dios, es agradar
a los demonios de la rebeldía.
Obstinación: testarudez espiritual, un
corazón cerrado en su propio
pensamiento.
Cuando Adán decidió desobedecer a Dios le
abrió la puerta al “espíritu de rebelión” sobre
todos sus descendientes, es decir el hombre
viviría sujeto a una raíz de rebelión (maldición
generacional hereditaria) a lo largo de su vida.
Para mantener esta área liberada se necesita
una completa sumisión a toda autoridad
constituida por Dios.
Es producto de la rebelión del primer hombre que
le sobrevino un rechazo divino, por lo tanto, fue
abierta la puerta al “espíritu de rechazo” sobre
su vida y las de sus generaciones; debido a esta
raíz de rechazo (maldición generacional
hereditaria) el hombre se verá oprimido por el
“espíritu de rechazo” a lo largo de su existencia.
Con las experiencias de rechazo el “espíritu de
rechazo” tiene la facultad de convertirse en un
monstruo de tres cabezas:
espíritu de espíritu de espíritu de
temor al autorrechazo
rechazo rechazo
La presencia de estos demonios se demuestra
con rapidez por la incapacidad del individuo
para recibir amor o para dar amor a otros. Como
ha sido rechazado teme las relaciones cercanas
que podrían causarle posteriormente una herida
mayor. Teme aceptar el amor de otros y se
mantiene a distancia. Así se ha abierto la vía
para el “temor al rechazo”.
El “autorrechazo” se agrega a este tormento. La
persona que se siente rechazada decidirá que
hay algo malo dentro de sí que hace que los otros
no gusten de ella. Vuelve sus pensamientos a su
interior, se hace introvertida y comienza a
odiarse a sí misma por lo que es.
La primera experiencia de rechazo a temprana
edad produce que la mente se estanque, estas
personas permanecen inmaduros en su
comprensión de la vida, manejo emocional, trato
hacia los demás, egoísta y egocéntrico. Pareciera
que el tiempo no pasara para ellos.
Cuando se padece de una atrofia del desarrollo,
la mente retrocede a un punto intermedio entre
el nacimiento y los trece años. Muchos de los que
están atados por este espíritu terminan tratando
de escapar de las dificultades de la vida por
medio de las drogas o alcohol.
El objetivo del “espíritu de atrofia del desarrollo”
es retrasar el crecimiento espiritual y físico,
avergüenza su víctima en cada momento, le
hace dudar de su capacidad para tomar
decisiones maduras.
Hay tres estados en los cuales el espíritu de
atrofia del desarrollo trata de mantener a la
persona:
a. Hablando como niño:
“Cuando yo era niño, hablaba como
niño, pensaba como niño, juzgaba como
niño; más cuando ya fui hombre, dejé lo
que era de niño.” (1 Corintios 13:11)
b. Comprendiendo como niño:
“; habéis llegado a ser tales que tenéis
necesidad de leche, y no de alimento
sólido. Y todo aquel que participa de la
leche es inexperto en la palabra de
justicia, porque es niño;” (Hebreos 5:13)
c. Pensando como niño:
Fantasía.
Escape de la realidad.
Miedo a la oscuridad.
Terror nocturno.
Pesadillas.
(controlada por un
incubo)
“Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por
ella muchos sean contaminados;”
(Hebreos 12:15)
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La “raíz de amargura“ es responsable de
muchas “perturbaciones”. La amargura que se
guarda en el corazón por mucho tiempo abrirá la
puerta a la invasión de demonios. Esta es
probablemente la abertura más común para la
actividad de demonios.
amargura: específicamente, veneno;
metafóricamente, de una raíz de
amargura, productora de frutos
amargos.
Los espíritus de amargura mantienen vivos los
incidentes que nos hirieron:
Falta de perdón.
Rabia
Resentimiento
Represalia
Violencia
Ira
Odio
Homicidio
Las cosas que sucedieron hace muchos años aún
están frescas y vivas en la memoria como si
apenas hubiesen tenido lugar ayer. De esta
manera la persona no solamente rivaliza con los
problemas actuales, sino que siempre se
enfrenta con una gran carga de heridas en el
pasado. El “espíritu de la falta de perdón”
mantiene vivos todos estos golpes y los revive de
manera constante en la mente de la persona. Así,
la herida más trivial nunca se perdona ni se
olvida.
Dondequiera que se observe una raíz de
amargura, se puede esperar la presencia de los
espíritus de “amargura, de resentimiento y de
odio”. En algunas ocasiones esta cadena de
espíritus continua para incluir otros espíritus o
todos los del grupo.
(mente)
“El hombre de doble ánimo es inconstante
en todos sus caminos.” (Santiago 1:8)
“Pecadores, limpiad las manos; y vosotros
los de doble ánimo, purificad vuestros
corazones” (Santiago 4:8)
La frase “doble animo o de dos mentes” proviene
de una voz griega compuesta que
significa “dos almas”. La
esquizofrenia es una
perturbación, una
desintegración en el
desarrollo de la
personalidad.
La “esquizofrenia” siempre comienza con
“rechazo”. Comúnmente se inicia en la niñez o en
la infancia , y a veces mientras el niño aún está
en el vientre de la madre. La persona
esquizofrénica continuamente crea “tormentas”
a su alrededor frente al rechazo. Estos momentos
de tormenta hacen que la “raiz de amargura” se
forme y que se introduzca cada vez más
profundamente.
Es a partir de aquí donde se desarrolla una
personalidad doble, siendo el “demonio del
rechazo” quien controla una de las
personalidades que están dentro del
esquizofrénico. El “rechazo” muestra un tipo de
personalidad retirada. Es un sentimiento interior,
es una agonia interna, es un morir de hambre de
amor, es inseguridad, es inferioridad, es fantasia,
es irrealidad, y todo está en el interior. En una
personalidad asi se instalan los demonios.
La segunda personalidad puesta por los
demonios es la “rebeldia”. Cuando un niño no
tiene una relacion amorosa satisfactoria en su
vida, entonces crece incapaz de sentir y de
compartir sus relaciones en amor. La rebeldia se
instala y mientras comienza a
luchar por amor, maltrata y
satiriza a quienes le han dejado
morir de hambre y no le han
ofrecido amor. La rebeldia se
afirma en terquedad, en
obstinacion, en egoismo. Esta
espíritu de amargura
espíritu de rechazo
espíritu de rebeldía
personalidad no es introvertida y
no esta en retirada. Es una
personalidad agresiva que
embiste en ira, en amargura, en
resentimiento, en odio y en
venganza. El esquizofrénico
literalmente está bajo dos
poderes opuestos. Puede saltar El rechazo, la
de un tipo de personalidad a otro raíz de
en un instante. amargura y la
rebeldía
actúan como
“¿Andarán dos juntos, si un cordón de
no estuvieren de tres dobleces.
acuerdo?” (Amos 3:3)
Naturalmente esto trae mucha confusión tanto a
la persona misma como a quienes le rodean. El
esquizofrénico no conoce su yo real. Los
demonios no han permitido que el yo real se
desarrolle.
Revelación sobre la esquizofrenia por:
“Ida Mae Hammond”
La naturaleza esquizofrénica se ve representada
por dos manos juntas con la palmas enfrentadas
y los dedos firmemente entrelazados. Cada
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mano representa una de las dobles carnal comenzará a buscar su clase de amor,
personalidades (rechazo y rebeldia) dentro el el amor sensual. De esta manera se abre la
esquizofrénico, pero ninguna de ellas es el yo puerta para que entre el espíritu de lujuria. Un
real. Cada mano contiene el nido de los espiritus espiritu compañero en este grupo es la
demoniacos que constituyen la esquizofrenia y “fantasía lujuriosa”, hace que las personas se
que entraron en la vida de la persona cuando era imaginen que son como los grandes amantes
muy joven. del mundo del cine o que experimenten
fantasias sexuales como preludio a los actos
Miremos que representa cada dedo de la mano abiertos. El “espiritu de prostitución” puede
izquierda: manifestarse inicialmente en el vestido y en la
provocatividad. Las “perversiones sexuales”
representan los esfuerzos e intentos extremos
para vencer el rechazo. Las experiencias
Temor al rechazo sexuales, reales o imaginarias, nunca pueden
Autorechazo
Fantasías lujuriosas Confesión compulsiva satisfacer la necesidad de un amor genuino.
Prostitución Son sustitutos del diablo en cambio de un
Perversión sexual
amor real y dejan a una persona rendida y
atada con frustracion y culpa.

Meñique: “Inseguridad e inferioridad”, la

persona que tiene un profundo sentimiento de
rechazo se siente insegura e inferior.

Indice: “Autoacusación”, este demonio hace

que una persona se vuelva contra si misma y
desgarre su sentido de dignidad personal. En
la mayoria de los casos hemos encontrado la
“autoacusación” asociada con la “compulsión
a confesar”.
Desespero
Desanimo
Usualmente la
Desesperanza persona confiesa a
quienes deberían
mostrarle el máximo
amor, en su esfuerzo
por impresionarlos
– Indignidad para que le den una
Condenación atencion forzada y
Vergüenza
Fracaso por tanto encontrar
No valía algo asi como un
Orgullo
Intolerancia
sustituto del amor.
Vanidad
Frustración d. (fase paranoide de la esquizofrenia):
Ira
Ego
“Celos y envidia” , tiene sus raices en el
Impaciencia rechazo, quienes tienen una deficiencia en las
– Irrealidad
relaciones de amor reciproco se vuelven
celosos y envidian a quienes experimentan un
amor satisfactorio.
timidez Los demonios cuya lista aparece en la parte
inferior de la mano izquierda son representativos
– Nerviosismo de otros espiritus que comunmente se
Tensión
Gente encuentran dentro del lado del rechazo en el
Locura mental cuadro de la esquizofrenia. Habrá algunas
Gérmenes variaciones de persona a persona. La lista es más
bien sugerente en lugar de ser exhaustiva. Es
Anular: “Lujuria”, este demonio desposa a obvio que en muchas ocasiones los demonios
una persona con el mundo por amor. La que aparecen en la mano izquierda, de alguna
lujuria tiene su raiz en el rechazo. Si no se ha forma se asocian con la triada de espiritus del
recibido amor satisfactoriamente a traves de tipo rechazo: “rechazo, miedo al rechazo y
los canales normales de la vida, la naturaleza autorrechazo.”

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Miremos que representa cada dedo de la mano
derecha:
Testarudez
Egoísmo
Proyección Inenseñable
Auto seducción
Orgullo
– Indignidad
No perdonador
– Ira
Venganza
Rencor
Recuerdos
recurrentes
a. Medio: “Rebeldia”, este grupo de demonios se
puede considerar como espiritus
compensadores del “rechazo”. La rebeldia es
lo opuesto al rechazo. Es expresiva y
turbulenta.
b. Anular: “Obstinacion” o “voluntariedad”, este
demonio compromete a una persona con los
deseos egoistas. Esto abre el camino a la
“terquedad, el egoismo y la inenseñabilidad.”
De nuevo vemos que esto es una
compensacion para el rechazo. Como la
persona ha sido rechazada o teme al rechazo,
es dirigida a consentirse, a mimarse. Asi, por
tanto, trata de vencer lo sentimientos de
rechazo.
c. Indice: “Acusacion”, es un demonio
compensador, que procura hacer que no se
considere el rechazo. Busca eliminar la
atencion sobre uno mismo y la dirige hacia
otros, señalando culpables. De esta manera el
demonio de la acusacion abre la puerta para
los espiritus compañeros de “enjuiciamiento”.
d. Meñique: “Autoengaño”, sus compañeros son
“las ilusiones, la autoseduccion y el orgullo”. El
“orgullo” es otros mecanismo compesatorio
para el rechazo. Quien se siente rechazado
quiere sentirse importante. El ego que ha sido
herido parece que recibe un empujon hacia
arriba. Pero todo esto es demoniaco y solo
lleva a una mayor frustración y a un mayor
descorazonamiento.
e. Pulgar (fase paranoide de la esquizofrenia):
“Desconfianza”, “sospecha”, “miedos”,
“persecucion”, hay otro demonio en este
grupo que se llama “confrontacion con
honestidad a toda costa” . La sospecha y la
desconfianza crecen en el individuo hasta
cuando se ve obligado a confrontar a la otra
persona. Despues de la confrontacion las
presiones disminuyen dentro de el durante un
tiempo. Pero deja a la persona atacada que
maneje sus heridas. La persona que actua
bajo la influencia de “demonios paranoides”
es bastante insensible en lo que respecta a las
muchas heridas que causa, pero es
supersensible a toda ofensa hacia si misma.
La lista de los demonios en la palma de la mano
derecha incluye el control y la posesión que se
relacionan directamente con la rebeldia.
“Porque como pecado de adivinación es la
rebelión, y como ídolos e idolatría la
obstinación.” (1 Samuel 15:23)
Para Dios la rebeldia es tan abominable como la
hechiceria. Quien tiene una naturaleza rebelde
tiene una naturaleza de brujo. El propósito de la
brujeria es controlar. Es el control de otra
persona por el empleo, a sabiendas o sin saber,
del poder que tienen los espiritus del mal. La
rebelión a menudo conduce al control.
Continuando hacia abajo con la mano derecha.
Hay una “raiz de amargura” . En toda vida
siempre hay conflictos. Hay cosas que suceden y
palabras que se dicen y requieren una actitud de
perdón. Aquí reside el problema con el
esquizofrenico. Es incapaz de perdonar. Tiene un
“espiritu no perdonador”. La cosas que
sucedieron hace treinta años estan tan vivas
como si hubieran sucedido hace un minuto. La
raiz de amargura se mantiene viva y de ella salen
resentimiento, odio, ira, desquite, venganza,
rencor, violencia, homicidio. Puede haber
muchas mas demonios adheridos a tales raices
de amargura.
¿Cómo hace el esquizofrénico para salir de toda
esta mescolanza?
Los espíritus satánicos en el esquizofrénico se
deben separar, expulsar y derrotar. Las tres
áreas principales que se deben conquistar son:
“rechazo, rebeldía y la raiz de amargura”. A
medida que estas áreas son conquistadas la
“casa”, es decir la vida, se debe llenar por dar y
recibir amor, por someterse a toda autoridad
válida, y por perdonar a todas las personas, sin
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tener en cuenta las circunstancias. Cuando se
conquistan estas tres áreas, los otros espíritus
relacionados pierden su fortaleza.
“pues Dios no es Dios de confusión, sino de
paz. Como en todas las iglesias de los
santos,” (1 Corintios 14:33)
A medida que el proceso de liberación tiene
lugar, despues de un período de tiempo el “yo
real” debe emerger, y apartarse de las
personalidades esquizofrénicas falsas al dejar de
estar de acuerdo con todas sus influencias y todo
lo que representan. El “yo real” se debe constituir
y tomar la naturaleza del mismo Señor Jesús a
través de los ejercicios espirituales como el
estudio de la Biblia, la oración, el ayuno, la
alabanza y el compañerismo con otros
creyentes. Estos ejercicios del espiritu también
van a acelerarel proceso de liberación, a medida
que la vida de la persona se llena con las cosas
positivas de nuestro Señor Jesucristo.
Al rechazar constantemente a Dios y sus
caminos, Dios entrega al hombre a una mente
reprobada; es decir el hombre ha sido entregado
a un “espíritu de perversión”, un reino espiritual
cuyo objetivo es abrir la puerta al “espíritu de
destrucción” en la vida del hombre.
“porque, aunque ellos conocen quien es
Yahweh, no le glorifican como a Elohim ni le
dan gracias. Por el contrario, se
envanecieron en sus pensamientos; y su
necio corazón fue entenebrecido.”
(Romanos 1:21)
“Por esto, Yahweh los entregó a la vileza de
la lujuria de sus corazones, al mal uso
vergonzoso de los cuerpos de cada uno con
los otros.” (Romanos 1:24)
“En otras palabras, puesto que no han
considerado a Yahweh digno de conocer,
Yahweh los ha entregado a formas de
pensar despreciables, para que hagan las
cosas impropias. Están llenos de toda clase
de perversidad, maldad, avaricia y vicio;
repletos de envidia, asesinatos, disputas,
engaños y mala voluntad; son
murmuradores, calumniadores,
aborrecedores de Yahweh; son insolentes,
arrogantes y jactanciosos; traman hechos
malvados; son desobedientes a sus padres;
son estúpidos, desleales, despiadados e
implacables. Conocen muy bien el decreto
justo de Yahweh, que los que hacen tales
cosas merecen la muerte; pese a ello, no
solo continúan haciéndolas, sino que
aplauden a otros que hacen lo mismo.”
(Romanos 1:28-32)
Perversidad: cualidad de
distorsionado, torcido
La “perversión” es un estado del corazón
Todos los pecados se originan en el corazón, si
hemos tratado de arrepentirnos, si hemos
buscado liberación, si nos hemos levantado, en
contra de los poderes de las tinieblas y hemos
declarado: “no voy a volver hacer esto”, pero no
hemos tratado con nuestro corazón, jamás
obtendremos una victoria al respecto. Dios tiene
que trabajar en el corazón. Cuando el Espíritu
Santo examina el corazón halla más que solo
“pecado”, también encuentra “raíces
pecaminosas de ese pecado”. Cosas del corazón
que nos hace involucrarnos en ese pecado.
Ejemplo:
- Rechazo
- Amargura
- Miedo
- Celos
- Envidia
Debemos pedirle a Dios limpie nuestro corazón,
que nos revele lo que hay en nuestros corazones
que puede estar ocasionando que caigamos una
y otra vez. Sin la ayuda del Espíritu Santo no
sabremos lo que hay en nuestro interior.
“Examíname, Elohim, y conoce mi corazón;
pruébame, y conoce mis caminos. Mira si
hay en mi algún camino de iniquidad, y
condúceme por la senda eterna.” (Salmos
139:23-24)
“Los de corazón torcido son abominación a
Yahweh, más aquellos que son sinceros en
sus sendas son su delicia” (Proverbios
11:20)
Demonios que operan en el “reino de la
perversión”
“Por esto, Yahweh los entregó a la vileza de
la lujuria de sus corazones, al mal uso
vergonzoso de los cuerpos de cada uno con
los otros.” (Romanos 1:24)
“En otras palabras, puesto que no han
considerado a Yahweh digno de conocer,
Yahweh los ha entregado a formas de
pensar despreciables, para que hagan las
cosas impropias. Están llenos de toda clase
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 de perversidad, maldad, avaricia y vicio;
repletos de envidia, asesinatos, disputas,
engaños y mala voluntad; son
murmuradores, calumniadores,
aborrecedores de Yahweh; son insolentes,
arrogantes y jactanciosos; traman hechos
malvados; son desobedientes a sus padres;
son estúpidos, desleales, despiadados e
implacables. (Romanos 1:28-31)
a. Fornicación: Relaciones sexuales ilícitas,
inmoralidad sexual.
Comprende:
- Homosexualidad - incesto
- lesbianismo - pedofilia
- fetichismo - sodomía
- acoso sexual - adulterio
- masturbación - fornicación
- pornografía - prostitución
- fantasías sexuales - seducción
“Por esto, Yahweh los ha entregado a
pasiones degradantes; de tal modo que
sus mujeres cambian las relaciones
sexuales naturales por las contra a su
naturaleza; y asimismo los hombres,
dejando las relaciones naturales con el
sexo opuesto, se queman con pasión el
uno por el otro, hombres cometiendo
actos vergonzosos con otros hombres y
recibiendo en su propio cuerpo el
castigo apropiado a sus perversiones.”
(Romanos 1:26-27)
Una persona con “espíritu de rechazo” puede
abrirse al “espíritu de fornicación” en su
búsqueda de amor y atención. Además, como
resultado del rechazo que entra en la vida de
una persona por medio del abuso sexual,
acoso sexual, incesto o violación.
b. Maldad: (Espíritu de Belial)
Malvado: violento, despiadado,
asquerosamente desagradable,
vil, que causa o que puede causar
daño, angustia o problemas.
c. Codicia: Sentir o mostrar un deseo muy fuerte
por algo que no se posee, especialmente, por
algo que pertenece a otra persona.
“porque todas las cosas del mundo: los
deseos de la vieja naturaleza, los deseos
de los ojos, y las pretensiones de la vida,
no son del Padre, sino del mundo.” (1
Juan 2:16)
d. Malicia: Deseo de causar dolor, daño o
angustia a otro. La gente maliciosa quiere ver
sufrir a los demás.
e. Envidia: Acción de asumir de manera
dolorosa y hostil la ventaja que otro disfruta,
aunada al deseo de poseer la misma ventaja.
“Están llenos de toda clase de
perversidad, maldad, avaricia y vicio;
llenos de envidia, asesinatos, disputas,
engaños y mala voluntad; son
murmuradores,” (Romanos 1:29)
llenos de envidia: celos + desagradecimiento
f. Asesinato: Este demonio entra por el odio, la
rabia y la amargura.
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: No
matarás; y cualquiera que matare será
culpable de juicio. Pero yo os digo que
cualquiera que se enoje contra su
hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su
hermano, será culpable ante el concilio;
y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará
expuesto al infierno de fuego.” (Mateo
5:21-22)
g. Conflicto: Se refiere a los individuos que les
gusta debatir, dividir y sembrar discordia y
desacuerdo. Siempre quiere discutir y nunca
quieren oír los puntos de vista de los demás.
h. Engaño: Incluye espíritus engañadores como
la astucia, la mentira y la manipulación.
i. Chisme: Forma negativa y divisiva de
expresarse, incluye al espíritu de la calumnia.
j. Calumnia: Incluye la mentira, el chisme, el
falso testimonio, la crítica y similares.
k. Odio a Dios: Existe mucha gente que quiere
acallar el nombre de Jesús. El mundo tolera
todo, menos las cosas de Dios.
l. Insolencia: Actitud insultante y despectiva en
el habla o conducta.
m. Orgullo:
Dentro de la personalidad de rechazo, el
“espíritu de orgullo” convence a las personas
diciéndoles que tienen muchas razones por la
cual sentirse el mayor entre los demás.
Los espíritus que actúan dentro del grupo
demoniaco del orgullo son:
8
 - Arrogancia - Burla
- Actitud
- Soberbia
desafiante
- Vanidad - Falta de sumisión
- Exaltación propia - Egoísmo
- Ínfulas de
- Arrogancia perfección
- Espíritus de
- Rebelión
Rahab y Orión
- Terquedad
“La soberbia va delante de la
destrucción, y la insensatez antes del
fracaso” (proverbios 16:18)
“Reprendiste a los soberbios, los
malditos, que se desvían de tus
mandamientos.” (Salmos 119:21)
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice:
Dios resiste a los soberbios, y da gracia
a los humildes” (Santiago 4:6)
“El temor de Jehová es aborrecer el mal;
la soberbia y la arrogancia, el mal
camino, y la boca perversa, aborrezco.”
(Proverbios 8:13)
“Entonces revela al oído de los hombres,
y les señala su consejo, para quitar al
hombre de su obra, y apartar del varón
la soberbia. Detendrá su alma del
sepulcro, y su vida de que perezca a
espada.” (Job 33:16-18)
“Alábate el extraño, y no tu propia boca;
el ajeno, y no los labios tuyos.”
(proverbios 27:2)
El Leviatán: El rey sobre todos los soberbios
El orgullo es un reino demoniaco, donde el rey
es Leviatán. Este reino toma posesión del alma
de una persona que está oprimida por un
espíritu de rechazo.
La mayoría de las personas que tienen este
poderoso espíritu jamás logran liberarse. Ya
que una de sus tareas principales es bloquear
esa liberación.
“¿Sacarás tú al leviatán con anzuelo, o
con cuerda que le eches en su lengua?”
(Job 41:1)
“Menosprecia toda cosa alta; es rey
sobre todos los soberbios.” (Job 41:34)
Características del espíritu de Leviatán
▪ No puede fluir en el Espíritu Santo:
“La gloria de su vestido son escudos
fuertes, cerrados entre sí
estrechamente. El uno se junta con el
otro, que viento no entra entre ellos.”
(Job 41:15-16)
viento ≈ Espíritu Santo
El Leviatán bloqueará el flujo y las
manifestaciones del Espíritu Santo entre los
creyentes. La humildad es clave para
operar en el poder del Espíritu Santo.
▪ Se defiende a sí mismo:
Las escamas del Leviatán son su orgullo. Si
queremos vencerlo, debemos atacarlo y
quitarle sus escamas.
▪ Bloquea la oración y el ministerio de
oración:
“¿Multiplicará él ruegos para
contigo?,” (Job 41:3)
Rogar es orar, y el Leviatán es demasiado
orgulloso para rogar. Por lo tanto, intentará
bloquear la oración y atacará los
ministerios de oración. El orgullo hará que
nos esforcemos por resolver las cosas
nosotros mismos. Cuando oramos,
debemos acercarnos a Dios con un espíritu
de humildad.
▪ Dice palabras duras:
“¿Te hablará él lisonjas?” (Job 41:3)
Las palabras ásperas, el hablar
duramente, sin ternura, ni bondad, son
otra característica del Leviatán.
“Su aliento enciende los carbones, y
de su boca sale llama.” (Job 41:21)
Aquellos que están bajo el poder de
Leviatán se vuelven críticos, prejuiciosos, y
sus palabras tienen el efecto de destruir. El
orgullo es un espíritu malvado, las
personas orgullosas son indiferentes a los
sentimientos y las necesidades de los
demás.
▪ Rompe alianzas:
“¿Hará pacto contigo?” (Job 41:4)
9
 El Leviatán no hace alianzas, por el
contrario, es un espíritu que las rompe. Nos
hace pensar que no necesitamos de nadie,
nos hace ver a los demás como recursos
que podemos aprovechar y utilizar para
alcanzar nuestros propios objetivos. Nos
impide ver el valor de los demás. Rechazan
todo tipo de alianza, incluso las alianzas
con Dios.
▪ Odia servir, pero le gusta que le sirvan:
“¿Hará pacto contigo para que lo
tomes por siervo perpetuo?” (Job
41:4)
El Leviatán no sirve a nadie. El orgullo nos
impide servir a otros. Servir es un acto de
humildad, y el Leviatán lo odia. Cuando la
persona está controlada por este espíritu,
siente que necesita y merece ser servida.
▪ Con él no se juega:
“¿Jugarás con él como con pájaro, o
lo atarás para tus niñas?” (Job 41:5)
Este espíritu no puede ser domesticado y,
por lo tanto, tiene que renunciar por
completo a él.
▪ Difícil de derrotar:
“Pon tu mano sobre él; te acordarás
de la batalla, y nunca más volverás.”
(Job 41:8)
El orgullo es muy fuerte para derrotarlo,
será necesario contar con una
determinación feroz.
▪ Obstinado y terco:
“En su cerviz está la fuerza, y delante
de él se esparce el desaliento.” (Job
41:22)
La terquedad y la rebelión son signos del
Leviatán.
“Porque como pecado de
adivinación es la rebelión, y como
ídolos e idolatría la obstinación.” (1
Samuel 15:23)
▪ Duro de corazón:
“Su corazón es firme como una
piedra, y fuerte como la muela de
abajo.” (Job 41:24)
La dureza de corazón está conectada a la
incredulidad y a la incapacidad para
entender y comprender las cosas
espirituales.
▪ Profundamente arraigado:
“Hace hervir como una olla el mar
profundo, y lo vuelve como una olla
de ungüento.” (Job 41:31)
mar ≈ naciones
El Leviatán habita en las profundidades.
Hace que las profundidades hiervan y es
responsable de la intranquilidad.
▪ Es controlador y resiste a la sumisión:
El Leviatán quiere tener el control. Aquellos
que están bajo su influencia quieren
controlar las situaciones en las que se
encuentran. Resisten a la sumisión de la
verdadera autoridad espiritual.
El Leviatán es un espíritu de burla, y utiliza
la burla como una manera de atacar a los
demás. Lo único que importa son sus
opiniones, se vuelven insensibles.
▪ Es mentiroso:
El Leviatán tuerce la verdad. Aquellos que
están bajo su influencia escuchan las cosas
de una manera retorcida, y luego creen
que esta versión retorcida es la verdad. No
se puede razonar con este espíritu, ya que
aparta a los demás de la verdad.
En un instante, el cocodrilo se lleva su presa
y la retuerce, hasta quitarle la vida. El
enemigo se lleva a las personas buenas y
las retuerce hasta dejarlas confundidas.
Tergiversar: de espaldas al sentido
de dirección.
Derrotemos al Leviatán con el poder de Dios y
del ayuno
“Magullaste las cabezas del leviatán, y
lo diste por comida a los moradores del
desierto.” (Salmo 74:14)
Dios es nuestro rey, el que trabaja en la
salvación (liberación) de la tierra, y da fuerzas
para combatir este terco demonio.
“Afligí con ayuno mi alma,” (Salmo
35:13)
}
10
 “Pero él da mayor gracia. Por esto dice:
Dios resiste a los soberbios, y da gracia
a los humildes.” (Santiago 4:6)
Liberarse del Leviatán trae paz, favor, alegría
y libertad. La prosperidad llega a la vida de
una persona cuando esta se libera del
Leviatán.
Faraón ≈ Leviatán
El espíritu de Leviatán solo puede ser vencido
por medio de la actividad sobrenatural del
Espíritu de Dios, y no por ningún medio
humano. La batalla contra este espíritu será la
más dura de todas, debido a que está
arraigada a nuestra naturaleza caída y
profundamente conectada con el espíritu del
hombre.
n. Jactancia: Se relaciona estrechamente con el
orgullo. Consiste sentirse superior y alardear
de ello.
“sino que lo necio del mundo escogió
Dios, para avergonzar a los sabios; y lo
débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte;” (1 Corintios 1:27)
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice:
Dios resiste a los soberbios, y da gracia
a los humildes.” (Santiago 4:6)
o. Maquinaciones malvadas: La gente idea
nuevas formas de hacer el mal, nuevas
maneras de oprimir, torturar y manipular a
los demás.
p. Desobediencia a los padres:
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros
padres, porque esto es justo. Honra a tu
padre y a tu madre, que es el primer
mandamiento con promesa; para que
te vaya bien, y seas de larga vida sobre
la tierra.” (Efesios 6:1-3)
Honrar: Estimar a través de la
obediencia, el respeto, la
admiración, y la retribución.
La rebelión en contra de los padres hace que
los jóvenes estén expuestos a ser afligidos a
muchos demonios.
q. Falta de comprensión: El diablo bloquea
nuestro entendimiento. Nos ciega y nos deja
en la oscuridad.
“El principio de la sabiduría es: ¡Adquirir
sabiduría! y junto con todo lo que
alcanzas, ¡Alcanza el discernimiento!
(Proverbios 4:7)
Sabiduría inspirada: Lo que se nos ha
enseñado.
Sabiduría procesada: Discernimiento
(entendimiento).
Conocimiento: Conocimiento real de
Dios.
r. Incapacidad de mantener un compromiso:
Los que están involucrados en perversiones
inician y terminan relaciones con facilidad,
suelen ser promiscuos y no mantienen
compromisos.
s. Sin afecto natural: “sin amor” o “desprovisto
de afecto”,” un corazón duro hacia los
semejantes”, “un corazón duro hacia su
propia familia”.
t. Son implacables: No se puede hacer las paces
o tener una tregua con ellos.
u. Sin misericordia:
“Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.”
(Mateo 5:7)
No tienen misericordia, ni compasión,
simplemente son crueles y egoístas. Antes de
recibir la compasión de Dios uno deberá
apartarse de este comportamiento, la
compasión es lo que mueve a Dios a intervenir
en nuestras vidas para traernos liberación,
sanidad y progreso.
Guardemos nuestro corazón
Cuando cerramos nuestro corazón a la
profanación del enemigo, no hay nada que el
diablo pueda hacer para introducirse en nuestro
corazón.
“sobre toda cosa guardada, guarda tu
corazón; porque de él mana la vida”
(Proverbios 4:23)
Lo que viene a nuestra vida fluye del corazón.
Como terminemos en la vida depende como lo
guardemos. No podemos pensar en el pecado,
meditar en el y esperar no involucrarnos en eso
después. No triunfaremos sobre el pecado hasta
que tengamos autoridad sobre nuestra manera
de pensar.
11
 “Nosotros derribamos argumentos y toda
clase de arrogancia que se levante contra
el conocimiento de Yahweh, y llevamos
cautivo todo pensamiento, y lo hacemos
obedecer al Mesías” (2 Corintios 10:4-5)
Dios nos quiere dar un nuevo corazón
“Yo te daré un nuevo corazón y pondré un
nuevo Espíritu dentro de ti; Yo sacaré tu
corazón de piedra de adentro de tu carne
y te daré un corazón de carne” (Ezequiel
36:26)
nuevo Espíritu: Espíritu Santo en vez
del espíritu de leviatán (endurece los
corazones de aquellos en los que
habita)
corazón de piedra: corazón orgulloso
Dios nos dará un nuevo corazón, libre de las
ataduras de la perversión.
“Un corazón feliz es buena medicina, más
el espíritu triste seca los huesos”
(Proverbios 17:22)
Muchas enfermedades y dolencias físicas tienen
sus raíces en el rechazo y la amargura. Pero Dios
nos ha dado la bendición del ministerio de
liberación para sanar nuestra alma y cuerpo.
“Pero su forma era innoble, e inferior a la
de los hijos de hombre, un hombre de
sufrimiento, con conocimiento de tener
enfermedades. Como alguno de quien la
gente vuelve el rostro, fue despreciado,
nosotros no lo estimamos. De hecho, El
cargó nuestras enfermedades, nuestros
dolores, los cuales El sufrió. Sin embargo, lo
tuvimos por castigado, golpeado y afligido
por Yahweh Elohim. Pero Él fue herido por
causa de nuestros pecados, machacado
por nuestras iniquidades; el castigo de
nuestra paz cayó sobre El y por sus llagas
hemos sido sanados.” (Isaías 53:3-5)
“Cuando la noche, le trajeron muchas
personas dominadas bajo el poder de
demonios. Echo fuera los demonios con
una palabra, y sano a todos los que
estaban enfermos. Esto lo hizo para
cumplir lo que fue dicho por el profeta
Isaías: “El mismo se llevó nuestras
debilidades y cargó con nuestras
enfermedades.” (Mateo 8:16-17)
Una de las estrategias principales para destruir
el “espíritu de rechazo” es la revelación del
rechazo de Cristo. Hay una conexión entre el
rechazo de Cristo y haber cargado nuestros
dolores y quebrantos.
El rechazo es como el portero del mundo
demoníaco. Es un problema de raíz, un demonio
de raíz. Descubriremos que el rechazo es la raíz
de la mayoría de los dolores y quebrantos que
experimentamos. En la liberación tenemos que
llegar a la raíz. El hacha siempre se deja caer
sobre la raíz. El problema con las raíces es que no
se pueden ver con el ojo físico. Muchas veces se
ocultan bajo tierra, y solo pueden ser discernidas
por el Espíritu de Dios.
Toda persona está hecha de espíritu, alma y
cuerpo. El Espíritu Santo mora en la parte
espiritual del hombre (corazón: mente). Los
demonios habitan en el alma (corazón: sentir).
La presencia de demonios en esta área es la
razón por la que la Biblia dice que el Padre nos
dará unidad de corazón.
“Y Yo les daré unidad de corazón. Yo
pondré un nuevo Ruaj entre ustedes. Yo
removeré de sus cuerpos los corazones de
piedra y les daré corazones de carne; para
que caminen por mis mandamientos,
obedezcan mis ordenanzas y las hagan.
Entonces ellos serna mi pueblo, y Yo seré su
Elohim.” (Ezequiel 11:19-20)
unidad de corazón: unidad en la
manera de pensar y sentir.
corazón de piedra: corazón orgulloso
corazón de carne: corazón humilde
“Querido amigo, estoy orando que todo
prospere contigo, y estés en buena salud,
igual como sé que estas prosperando en el
espíritu” (3 Juan 1:2)
La amargura proviene de la ira y la rabia
reprimidas, que por lo general se originan en la
incapacidad de perdonarnos a nosotros mismos,
a otros o a Dios.
“Entonces el amo mando a llamar al siervo,
y le dijo: ¡Siervo malvado! Yo te perdone
toda aquella deuda, porque me lo rogaste.
¿No debiste tu haber tenido compasión con
tu compañero, como la tuve yo contigo? Y
con ira, su amo le entregó a los carceleros
para castigarlo hasta que pagara todo lo
que debía. A si es como mi Padre celestial
los tratará si cada uno no perdona de
corazón a su hermano.” (Mateo 18:32-35)
12
 carceleros: espíritus atormentadores
Jehová “Rafa”: Jehová tu sanador
Dios no quiere que vivamos una vida destruida
por el rechazo, ni que tengamos que llevar
nuestras heridas toda la vida. Él quiere endulzar
los lugares amargos de nuestra vida, así como lo
hizo para el pueblo de Israel.
“Ellos arribaron en Mara, pero no podían
beber el agua allí; porque estaba amarga.
Por esto lo llamaron Mara. El pueblo
murmuró contra Moisés, y preguntó: ¿Qué
beberemos? Moisés clamó a Yahweh; y
Yahweh le mostró un cierto pedazo de
madera, el cual el echó en el agua, hizo que
el agua supiera bien. Allí Yahweh hizo leyes
y reglas de vida para ellos, y allí El los
probó, Él dijo: “Si tú escucharas
intensamente a la voz de Yahweh tu
Elohim, haces lo que El considera correcto;
prestas atención a sus mandamientos y
observas sus leyes, Yo no te afligiré con
ninguna de las enfermedades que Yo traje
sobre los egipcios; porque Yo soy Yahweh
tu sanador.” (Éxodo 15:23-26)
mara ≈ amargura ≈ desobediente,
resistir, rebelarse.
trozo de madera ≈ Jesucristo y su cruz
El madero que representa la cruz en la que Cristo
fue colgado, endulza la vida de cada persona que
acepta su sacrificio. A través de la salvación; que
incluye la liberación de la amargura, la ira, el
resentimiento, el rechazo, el orgullo y la rebelión;
la vida se vuelve dulce. Dios quiere aliviar
nuestras dolencias. Jesús salva, sana, libera,
restaura y unifica.
La amargura y la sanidad van de la mano. Israel
acababa de salir de Egipto, dando punto final a
400 años de cautiverio. Cuando se está en
cautiverio por tanto tiempo, hay una gran
probabilidad de que se albergue rencor y
resentimiento hacia aquellos que causaron el
cautiverio. Pero Dios se hace cargo de nuestra
amargura y nos da dulzura a cambio, alegría por
dolor y belleza por cenizas.
Perdonar por la fe
Cuando nos negamos obstinadamente a dejar el
rencor contra alguien, cuando nos negamos a la
liberación y a perdonar, significa que hemos
decidido mantenernos alejados del perdón.
“Y como ídolos e idolatría es la
obstinación” (1 Samuel 15:23)
El mandato de Dios es perdonar; el perdón no
solo es un acto de fe, sino también un acto de
voluntad. El perdón y la liberación traerá sanidad
a nuestro espíritu, alma y cuerpo.
Es bueno perdonar a los demás, pero lo más
importante que hay que hacer para
experimentar una victoria completa es
perdonarse a sí mismo. La culpa es un demonio
terrible. Si usted sabe que alberga sentimientos
de culpa, vergüenza, arrepentimiento o falta de
dignidad, tiene que liberarse.
La muerte actúa como un ejecutor que causa el
fallecimiento de un individuo. Dios considera al
espíritu de la muerte un enemigo.
“Porque él tiene que reinar hasta que haya
puesto a todos sus enemigos bajo sus pies.
Y el ultimo enemigo que será destruido es
la muerte.” (1 Corintios 15:25-26)
“Porque Yahweh pasará matando a los
egipcios, pero cuando El vea la sangre en el
dintel y los dos postes, Yahweh pasará por
encima de la puerta y no permitirá al
matador entrar en sus casas y matarlos a
ustedes.” (Éxodo 12:23)
La muerte, siendo un enemigo y un espíritu
maligno, cae bajo el control del creyente.
“Recuerden, les he dado autoridad para
que puedan hollar serpientes y
escorpiones, en realidad sobre todas las
fuerzas del enemigo; y permanezcan
completamente sin que los dañe.” (Lucas
10:19)
Nosotros tenemos las llaves del infierno y de la
muerte.
En muchos casos el espíritu de la muerte se
manifiesta durante las sesiones de sanidad. El
“espíritu de enfermedad” y el “espíritu de
muerte” trabajan juntos. La muerte algunas
veces trabaja en un largo periodo de tiempo,
como en una enfermedad prolongada o de
momento, como en un accidente. Antes de que
tenga lugar la sanidad, con frecuencia se
necesita atar y echar fuera al espíritu de la
muerte. Desde luego que el Espíritu Santo es el
libertador y en muchos de los casos de sanidades
Él se mueve soberanamente en el área de los
milagros.
13
El rio Jordán: Un tipo y sombra del “espíritu
de muerte”
La Palabra de Dios indica que cuando el arca del
Pacto iba adelante y el pueblo mantenía los ojos
fijos en ella, el rio Jordán retrocedió sus aguas y
el pueblo paso en tierra seca.
“Cuando todos los reyes de los amorreos
que estaban al otro lado del Jordán al
occidente, y todos los reyes de los
cananeos que estaban cerca del mar,
oyeron como Jehová había secado las
aguas del Jordán delante de los hijos de
Israel hasta que hubieron pasado,
desfalleció su corazón y no hubo más
aliento en ellos delante de los hijos de
Israel.” (Josué 5:1)
Jordán: Que desciende
El Jordán fue un tipo y sombra de las cosas
celestiales por venir. Un día, los elegidos de Dios
caminarán hacia la Tierra prometida sin probar
muerte. Ellos mantendrán sus ojos fijos en
Jesucristo, el arca del Pacto.
La Biblia con frecuencia asemeja la muerte con
las aguas. Dios, por supuesto, tiene poder total
sobre las aguas.
“Los fantasmas de los muertos tiemblan
debajo del agua, con sus criaturas. El Seol
está desnudo delante de Él; el Abadón yace
descubierto” (Job 26:5-6)
Por consiguiente, cuando ministre liberación,
pídale a Dios que seque las aguas de la muerte,
que traiga Su luz para que brille sobre la muerte
y derribe las puertas de la muerte.
“¿Has descendido a las fuentes del mar o
explorado los límites de las profundidades?
¿Han sido reveladas a ti las puertas de la
muerte, las puertas de la oscuridad de
muerte?” (Job 38:16-17)
La sangre de Jesús derrota la muerte
Cuando Moisés dirigió a la nación hebrea al salir
de Egipto, Dios instruyó a Moisés que el pueblo
tenía que matar un cordero perfecto y salpicar la
sangre en los postes y el dintel de la puerta. A la
medianoche, el “espíritu de muerte” pasaría y
mataría a los primogénitos de cada
familia. Cuando el “espíritu de
muerte” veía la sangre en el portal,
no se detenía. Dios no le permitía
entrar en esa casa. Y así, el espíritu de
muerte debe pasar de lejos cuando ve la
sangre de Jesús en nuestra puerta.
Cuando ministre liberación, clame la sangre del
Cordero de Dios en la puerta de la persona que
está siendo liberada. Esparza la sangre de Jesús
en todas las puertas de su “cuerpo y alma”. La
muerte debe pasar de lejos.
Restauración
“Como ciudad con brecha, sin muros, es una
persona que hace cualquier cosa sin consejo”
(Proverbios 25:28)
El hombre que no controla sus pensamientos,
emociones es como una ciudad sin muros, ni
restricción alguna. Han cedido espacios al demonio,
convirtiéndose en el blanco de sus planes. Lo dejan
entrar a destruir y devastar sus vidas.
El enemigo intenta destruirnos valiéndose de un
trauma, del rechazo, un pecado, de nuestra
rebelión, etc. Como resultado de vivir amargados y
molestos el enemigo nos ata, e intenta destruir
nuestras vidas.
“Ellos me respondieron: El remanente del
cautiverio dejado allí en la Tierra está en gran
angustia y ellos están siendo despreciados, el
muro de Jerusalén está en ruina, y sus puertas
han sido quemadas con fuego.” (Nehemías
1:3)
He aquí la imagen: el remanente de Israel estaba
profundamente afligido; es decir, el pueblo se
encontraba atormentado, oprimido, golpeado por
la pobreza. Debido al cautiverio y al estado de
destrucción que se encontraba en Jerusalén,
sentían una gran culpa como resultado de la
rebelión. Pero Dios tenía planes para restaurarlos,
así como los tiene con nosotros.
“Al oír estas palabras, me senté y lloré; estuve
de duelo por algunos días, ayunando y orando
delante del Elohim del cielo.” (Nehemías 1:4)
Nehemías significa “Jehová consuela”. El Espíritu
Santo es conocido como el Consolador, de ahí que,
en la época de la restauración en la
historia de Israel, Nehemías
representó el Espíritu de Dios.
Sus deberes son la restauración,
liberación y la ayuda para que
podamos recobrar nuestras
vidas. Nehemías fue la
representación de su obra.
La liberación es obra del
Espíritu y no del hombre.
14
Veamos a continuación los pasos que Nehemías
tomo para reedificar los muros y las puertas físicas
de Jerusalén, para que así podamos aprender como
restaurar los muros y puertas espirituales en
nuestra vida:
“Al oír estas palabras, me senté y lloré;
estuve de duelo por algunos días,
ayunando y orando delante de Elohim del
cielo.” (Nehemías 1:4)
La restauración va siempre de la mano con un
espíritu adolorido, contrito, junto con la oración y
el ayuno.
Ante una vida destrozada, lo mejor que se puede
hacer es humillarse y llorar.
“Cercano está Jehová a los quebrantados
de corazón; y salva a los contritos de
espíritu.” (Salmo 34:18)
El ayuno humilla al espíritu. Este además de la
oración, conforma los pilares de la restauración,
especialmente en casos complejos en los que la
desolación es mucha. Llorar muestra una tristeza
de espíritu, la cual de acuerdo a 2 Corintios 7:10,
produce arrepentimiento para la salvación.
“Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los
cielos, fuerte, grande y temible, que guarda
el pacto y la misericordia a los que le aman
y guardan sus mandamientos; esté ahora
atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la
oración de tu siervo, que hago ahora
delante de ti día y noche, por los hijos de
Israel tus siervos; y confieso los pecados de
los hijos de Israel que hemos cometido
contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos
pecado. En extremo nos hemos
corrompido contra ti, y no hemos
guardado los mandamientos, estatutos y
preceptos que diste a Moisés tu siervo.
Acuérdate ahora de la palabra que diste a
Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros
pecareis, yo os dispersaré por los pueblos;
pero si os volviereis a mí, y guardareis mis
mandamientos, y los pusiereis por obra,
aunque vuestra dispersión fuere hasta el
extremo de los cielos, de allí os recogeré, y
os traeré al lugar que escogí para hacer
habitar allí mi nombre. Ellos, pues, son tus
siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con
tu gran poder, y con tu mano poderosa.”
(Nehemías 1:5-10)
El ayuno demuestra compromiso, debemos estar
comprometidos y creer que nuestra vida
es valiosa, tanto para vivirla como para pelear
por ella y verla restaurada. La liberación y la
restauración existen para aquellas que
realmente lo desean.
“Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías
el siervo amonita, les disgustó en extremo
que viniese alguno para procurar el bien de
los hijos de Israel.” (Nehemías 2:10)
El enemigo no verá con buenos ojos que usted
inicie la búsqueda de la restauración. El demonio
hará lo que tenga en su poder para detenerlo. Él
no quiere que usted reedifique sus puertas o
muros, sino que ansía que usted permanezca en
un estado vergonzoso y desolado.
Así como los enemigos de Israel (Sanbalat y
Tobías) disfrutaban ver a la nación en ruinas, el
demonio disfruta vernos destrozados. El hará
todo lo que este a su alcance para desalentarnos,
combatirnos y ponernos trabas.
La restauración es un proceso, no permita que
sus enemigos lo distraigan de lo que tiene que
hacer. Se trata de su vida. No deje que sus
enemigos logren que usted pierda su propósito.
Sanbalat le dijo a Nehemías que quería que
bajara a conversar con él. Su respuesta fue:” No
hay nada de qué hablar. ¿Quién eres?”.
Nehemías abandonó su trabajo para ir a hablar
con Sanbalat y sus compinches porque no quería
distraerse con nada. No debemos negociar con el
demonio. Nuestro proceso de liberación y
restauración no puede ser negociado.
“Y salí de noche por la puerta del Valle
hacia la fuente de la Higuera y a la puerta
del Muladar; y observé los muros de
Jerusalén que estaban derribados, y sus
puertas que estaban consumidas por el
fuego.” (Nehemías 2:13)
Lo primero que hizo Nehemías al llegar al área
donde se necesitaba reparación, fue examinar la
situación. Debemos sentarnos y examinar cual es
nuestra situación, comenzar a analizar todo lo
que estamos enfrentando.
Sin duda es positivo que pueda evaluar en el
espíritu aquello que usted está enfrentando. Es
beneficioso tener un objetivo, que le permite
avanzar por sí mismo en el camino de la
liberación, manteniendo limpia su mente, así
como sellando cualquier fisura que existe en sus
muros y sus puertas.
15

“Pero cuando lo oyeron Sanbalat horonita,
Tobías el siervo amonita, y Gesem el árabe,
hicieron escarnio de nosotros, y nos
despreciaron, diciendo: ¿Qué es esto que
hacéis vosotros? ¿Os rebeláis contra el
rey?” (Nehemías 2:19)
Una de las primeras cosas que el enemigo
intentará hacer es burlarse y reírse de nosotros,
“no puede hacerlo, no vas a tener éxito, no vas a
lograr sanarte y restaurarte. Estas acabado, es
demasiado, es imposible”. A Dios le encanta lo
imposible, porque Él es Dios de lo imposible. No
escuchemos al enemigo, ya que el hará lo que
tenga a su alcance para desanimarnos, hacernos
retroceder y desistir.
En representación del Consolador, Nehemías nos
mostró que el Espíritu de Dios nunca permitirá
que cualquier persona o circunstancia lo detenga
en su deber de sanarnos y ayudarnos. Dios lo
envió para que nos ayudara.
(Nehemías
3:1-32)
El libro de Nehemías registra la restauración de
las puertas de Jerusalén. Había doce puertas en
total alrededor de la ciudad, y cada uno tiene un
significado profético en nuestras vidas.
(Nehemías 3)
En principio la razón por la que Israel estaba en
ese estado era porque el pueblo se había
apartado de la ley y no la obedecía, por ello todas
sus puertas fueron destruidas.
Así como Nehemías y el pueblo restauraron cada
una de las puertas de Jerusalén, nosotros lo
haremos con las puertas desoladas de nuestra
vida:
a. Puerta de las Ovejas:
La “Puerta de las ovejas” es un símbolo de
nuestro Señor Jesucristo:
“Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto,
de cierto os digo: Yo soy la puerta de las
ovejas.” (Juan 10:7)
“Yo soy la puerta; el que por mí entrare,
será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos.” (Juan 10:9)
Todo proceso tiene un principio, y esta puerta
marca el inicio de la restauración de las
fortalezas de todo creyente.
b. Puerta del Pescado:
La “Puerta del pescado” simboliza a los
escogidos, aquellos que están dispuestos a
observar la ley y guardarla.
“También sucede que el Reino de
Yahweh es como la red que se tiró al
lago y recogió toda clase de peces.
Cuando estaba llena, los pescadores la
sacaron a la orilla, se sentaron a recoger
el pescado bueno en canastas, pero el
malo lo tiraron fuera. Así también
sucederá al cerrar esta época; los
ángeles saldrán adelante, para separar
a los que no guardan la Torá de los
justos,” (Mateo 13:47-49)
“pues muchos son los invitados, pero
pocos los escogidos” (Mateo 22:14)
c. Puerta Vieja:
La “Puerta vieja” simboliza la puerta vieja de
nuestra alma, es decir: heridas, pensamientos
erróneos, pecados ocultos que necesitan ser
dejados atrás.
“De modo que, si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas” (2 Corintios 5:17)
Debemos renunciar a lo que éramos y
caminar en pos de nuestro llamado, no
debemos cometer el error de Israel que anheló
lo que había dejado atrás en Egipto.
“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos,
y mirad, y preguntad por las sendas
antiguas, cuál sea el buen camino, y
andad por él, y hallaréis descanso para
vuestra alma. Mas dijeron: No
andaremos.” (Jeremías 6:16)
16
d. Puerta del Valle:
La “Puerta del valle” simboliza los momentos
difíciles y las adversidades. Los valles en
nuestra vida son aquellos momentos de
frustración, de depresión, de dolor, de
oscuridad, de sombra, de escasez espiritual,
de sequedad, desierto, etc. Momentos en que
te sientes lejos de Dios y sientes desmayar.
“Hermanos míos, tened por sumo gozo
cuando os halléis en diversas pruebas,
sabiendo que la prueba de vuestra fe
produce paciencia. Mas tenga la
paciencia su obra completa, para que
seáis perfectos y cabales, sin que os
falte cosa alguna.” (Santiago 1:2-4)
Hay lecciones espirituales que solo se
aprenden en los valles. No debemos tener
miedo de los valles, sino que debemos tener
expectativa de lo que el Señor hará en esos
tiempos. Pero, mientras más dóciles seamos,
más rápido podremos salir de esos valles, los
cuales son necesarios para que maduremos
espiritualmente.
Sin una puerta del valle no hay una puerta del
muladar. Es precisamente a través de la
experiencia en el valle donde toda la basura
saldrá por la puerta del muladar. A través de
los tiempos difíciles, Dios comienza a mostrar
al creyente aquello que obstaculiza su
caminar cristiano para poder desecharlo.
Cuando un vaso es golpeado se derrama lo
que hay en su interior, si es algo dulce, dulzura
saldrá, si era amargo, la amargura se hará
evidente.
Dios promete llevar a la iglesia de victoria en
victoria, de triunfo en triunfo, pero debemos
entender que lo que está entre una victoria y
otra es siempre una batalla. Entre una cumbre
y otra hay un valle.
e. Puerta del Muladar:
La “Puerta del muladar” simboliza todo lo que
se debe eliminar, toda la basura que puede
corromper o contaminar su morada.
“Pero en una casa grande, no
solamente hay utensilios de oro y de
plata, sino también de madera y de
barro; y unos son para usos honrosos, y
otros para usos viles. Así que, si alguno
se limpia de estas cosas, será
instrumento para honra, santificado, útil
al Señor, y dispuesto para toda buena
obra.” (2 Timoteo 2:20-21)
La palabra “basura” sugiere algo sin valor,
indigno de ser aceptado. La única manera que
la iglesia va prevalecer es purgándose a sí
misma de las cosas sucias.
f. Puerta de la Fuente:
El agua para beber es símbolo del Espíritu
Santo.
Como recompensa de restaurar la Puerta del
muladar (ministración del alma) vendrá el
fluir de una fuente en nosotros.
Cuando hay una ministración del Espíritu
Santo fluirá: palabra profética, de ciencia o de
sabiduría. Así que estando ya limpios fluirá en
nosotros la fuente.
Restaurar la “Puerta de la Fuente” es
recuperar una facilidad o habilidad espiritual
perdida desde el Edén. Es tener la
comunicación divina en un estado de éxtasis
o extasiado; es una revelación que lleva un
mensaje por medio de la visión dada.
“Sin profecía el pueblo se desenfrena;
más el que guarda la ley es
bienaventurado.” (Proverbios 29:18)
g. La Puerta de las aguas:
En la Biblia el agua representa la Palabra de
Dios:
“para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por
la palabra, a fin de presentársela a sí
mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin
mancha.” (Efesios 5:26-27)
h. Puerta de los caballos:
La “Puerta del caballo” simboliza el poder del
Espíritu Santo sobre la vida del creyente. El
cristiano es equipado con “poder” para tomar
parte de la guerra espiritual por las almas.
“pero recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra.” (Hechos 1:8)
“Entonces viendo el denuedo de Pedro y
de Juan, y sabiendo que eran hombres
sin letras y del vulgo, se maravillaban; y
les reconocían que habían estado con
Jesús.” (Hechos 4:13)
17
i. Puerta Oriental o del ángulo:
La “Puerta del Ángulo” simboliza a Cristo
como la piedra angular que une en perfecta
unidad a la iglesia. La restauración de la
fortaleza, la calidad espiritual y armonía de la
iglesia es obra de Cristo,
“La piedra que desecharon los
edificadores ha venido a ser cabeza del
ángulo.” (Salmo 118:22)
“por tanto, Jehová el Señor dice así: He
aquí que yo he puesto en Sion por
fundamento una piedra, piedra
probada, angular, preciosa, de cimiento
estable; el que creyere, no se apresure.”
(Isaías 28:16)
“Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el
cual es Jesucristo.” (1 Corintios 3:11)
La iglesia es el templo, los apóstoles y profetas
son las columnas y Cristo el fundamento como
cabeza del ángulo del edificio.
“Mas no ruego solamente por estos, sino
también por los que han de creer en mí
por la palabra de ellos, para que todos
sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo
en ti, que también ellos sean uno en
nosotros; para que el mundo crea que tú
me enviaste. La gloria que me diste, yo
les he dado, para que sean uno, así
como nosotros somos uno.” (Juan
17:20-22)
j. Puerta del Juicio o de la Inspección:
La “Puerta del Juicio” simboliza la inspección
de la condición de cada miembro del ejército,
lo examina y registra.
“Jehová de los ejércitos pasa revista a
las tropas para la batalla.” (Isaías 13:4)
Una de las cualidades de Dios es probar, El
somete a prueba al hombre creyente, lo
examina, lo evalúa. Dios juzga nuestras obras.
“El fin de todo el discurso oído es este:
Teme a Dios, y guarda sus
mandamientos; porque esto es el todo
del hombre. Porque Dios traerá toda
obra a juicio, juntamente con toda cosa
encubierta, sea buena o sea mala.”
(Eclesiastés 12:13-14)
Además, la “Puerta del Juicio” simboliza los
juicios de Dios hacia el creyente que pierde el
temor de Jehová. Dios es amor, pero también
es fuego consumidor.
Estos juicios se dan en todos los tiempos, no
tienen el objetivo de destruir sino restaurar
para que se tenga bien claro en el corazón el
temor de Jehová. El juicio es correctivo para el
hijo de Dios.
“y habéis ya olvidado la exhortación
que como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina
del Señor, ni desmayes cuando eres
reprendido por él; porque el Señor al que
ama, disciplina, y azota a todo el que
recibe por hijo.” (Hebreos 12:5-6)
k. Puerta de Efraín:
Efraín: Dios me hizo fructificar en
la tierra de mi aflicción, fruto
duplicado o fruto doble.
No puede haber madurez sin frutos, ni frutos
sin crecimiento, ni crecimiento sin prueba.
“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad
y multiplicaos;” (Génesis 1:28)
La multiplicación es aumentar en gran
número, es poder convertirse en muchos, en
gran cantidad, es poder crecer y aumentar en
cualquier cosa.
“Porque ya conocéis la gracia de
nuestro Señor Jesucristo, que por amor
a vosotros se hizo pobre, siendo rico,
para que vosotros con su pobreza
fueseis enriquecidos.” (2 Corintios 8:9)
“Todo pámpano que en mí no lleva
fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva
fruto, lo limpiará, para que lleve más
fruto.” (Juan 15:2)
l. Puerta de la Cárcel o de la Guardia:
La “Puerta de la Guardia” simboliza el
gobierno de Dios en nuestra vida.
Al restaurar esta puerta nuestra
responsabilidad será: velar, defender,
custodiar, amparar y proteger nuestra alma;
para que los muros y las puertas no sean
destruidas nuevamente.
(Nehemías 4:6;
Nehemías 6:1)
Lo material siempre puede ser reconstruido o
reemplazado. Lo espiritual es lo más importante,
porque lo que allí ocurre afecta lo físico. Si usted
no está bien del espíritu, tampoco lo estará en su
18
vida. No puede cambiar lo externo sin tocar lo
interno. La Palabra de Dios nos transforma de
adentro hacia afuera, nuestros muros serán
reconstruidos. Seremos fortalecidos y protegidos
del enemigo, y nuestra vida será segura y
próspera. El enemigo no será capaz de hacer lo
que le plazca con nuestra vida. La Palabra de
Dios es lo único que puede preservarnos y
mantenernos, del mismo modo que los muros
preservan a un pueblo de la destrucción.
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó
conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del sacerdocio;
y porque olvidaste la ley de tu Dios,
también yo me olvidaré de tus hijos.”
(Oseas 4:6)
Si no queremos ser destruidos debemos tener
conocimiento. Israel rechazó el conocimiento de
Dios, Su Palabra, no querían adherirse a sus
estándares y fue destruido. Si deseamos ser
parte de su pueblo, una de las señales de que
formamos parte de Él, es que tenemos
conocimiento.
“Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de
qué avergonzarse, que usa bien la palabra
de verdad.” (2 Timoteo 2:15)
“Entonces oramos a nuestro Dios, y por
causa de ellos pusimos guarda contra ellos
de día y de noche.” (Nehemías 4:9)
En el transcurso de nuestro proceso de
restauración y sanación es mantenernos alertas
frente al enemigo. Es un principio de la oración y
la intercesión establecer momentos específicos
de oración y guerra espiritual.
Tan pronto como los israelitas descubrieron que
el enemigo intentaba detenerlos, colocaron
vigilantes en los muros para que custodiaran y
alertaran en caso que el enemigo intentara
acercarse.
Ellos sabían que era probable que sus enemigos
intentaran un ataque mientras estaban
reconstruyendo los muros. Los vigilantes
simbolizan los intercesores, los guerreros de
oración y los profetas.
“Y dijo Judá: Las fuerzas de los
acarreadores se han debilitado, y el
escombro es mucho, y no podemos edificar
el muro.” (Nehemías 2:10)
Luego de que los muros fueron quemados,
destruidos, había que desechar un montón de
piedras y madera, escombros y desechos. Es
fundamental deshacerse de los escombros antes
de traer nuevas piedras para reconstruir los
muros. Tal acción simboliza la liberación. La
basura representa los espíritus pecaminosos, así
como los desperdicios que existen en nuestra
vida y que requieren ser eliminados antes de que
podamos ser restaurados.
El rechazo es un reducto poderoso que produce
una infestación de demonios. Esta raíz debe irse:
“Oh Dios, tú nos has desechado, nos
quebrantaste; te has airado; ¡vuélvete a
nosotros!” (Salmo 60:1)
¿Cómo ser libre del rechazo?
a. Acepte que su liberación procede del rechazo
que padeció Cristo por usted
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres.” (Juan 8:36)
Cuando Jesús vino a la tierra, no fue bien
recibido, El llevó nuestro rechazo sobre sus
hombros para que nosotros pudiéramos ser
liberados de él. Cristo sufrió todas sus formas
existentes. El está familiarizado con nuestro
rechazo, nuestro dolor y nuestra pena.
El rechazo más grande ocurrió cuando dijo:
“Dios mío, Dios mío, ¿porque me has
desamparado?” (Mateo 27:46). Fue en ese
momento que Él se hizo pecado y experimentó
al rechazo divino. Dios siempre rechazó el
pecado. Cristo se hizo pecado, experimentó el
rechazo, padeció, fue golpeado y herido para
liberarnos de todo obstáculo demoniaco y de
todo ataque producto del rechazo.
La falta de conocimiento trae destrucción. Por
lo tanto, buscar el conocimiento de Dios trae
liberación.
“más los justos son librados con la
sabiduría” (Proverbios 11:9)
Satanás solo puede gobernar donde hay
oscuridad e ignorancia, así que la luz y la
revelación exponen y debilitan su poder. La
aceptación en Cristo es el aspecto central de
la liberación y la salvación.
“según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante
19
 de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad, para
alabanza de la gloria de su gracia, con
la cual nos hizo aceptos en el Amado,”
(Efesios 1:4-6)
Esta es la gran bendición del cristianismo, la
salvación por medio de la gracia. Jesús ganó
esa salvación para nosotros y podemos
recibirla por medio de la fe. Cristo es el único
fundamento para la salvación. No
necesitamos trabajar incansablemente para
ser aceptados por la sociedad y Dios. La
verdad es que solo podemos ser aceptados
por la gracia, la fe y la piedad.
b. Procure despejar el camino para recibir
liberación del espíritu de rechazo
Una persona que esta oprimida o influenciada
y desea con todo su corazón ser libre, debe:
- Estar segura de que no tiene falta de
perdón contra alguien.
- Estar consciente de que no tiene falta de
arrepentimiento en su vida.
- Dejar de vivir en pecado.
c. Ejerza su autoridad en Cristo y libérese de la
opresión del enemigo.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por
cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a
sanar a los quebrantados de corazón; a
pregonar libertad a los cautivos, y vista
a los ciegos; a poner en libertad a los
oprimidos;” (Lucas 4:18)
cautivo: Dicho de una persona hecha
prisionera.
oprimir: Producir agobio grave a
alguien/tormento.
Uno de los principios más importantes de la
batalla espiritual es el uso de nuestra
autoridad en Cristo por sobre los poderes del
enemigo.
“He aquí os doy potestad de hollar
serpientes y escorpiones, y sobre toda
fuerza del enemigo, y nada os dañará.”
(Lucas 10:19)
Potestad: autoridad, poder (por
implicación deber ser uno con Dios para
ejercerla)
Debemos ejercer nuestra autoridad, y una de
las maneras de hacerlo es a través de la
oración, atando y desatando, y formulando
órdenes y decretos. Debemos ejercer nuestra
autoridad sobre el enemigo de forma
constante, solo al hacerlo podemos recibir la
promesa de Dios de que nada nos dañará.
Los demonios tratan de bloquear nuestro
camino. Debemos atar y reprender en el
nombre de Jesús cualquier demonio que trata
de bloquear nuestra ruta o camino. (Mateo
8:28)
“Sobre el león y el áspid pisarás;
hollarás al cachorro del león y al
dragón.” (Salmo 91:13)
Hollar: pisotear, pisar.
¡Libérese!
c.1 Perdone y renuncie a toda falta de perdón
contra todas las personas que le han
rechazado en cualquier etapa de su vida;
ahora ordene a todo espíritu de falta de
perdón, amargura, odio, ira, violencia,
homicidio, etc., que se vaya en el nombre
de Jesús.
c.2 Renuncie, verbalmente, a todo espíritu de
rechazo: rechazo a sí mismo y temor al
rechazo. Renuncie a toda maldición
generacional hereditaria de rechazo que
viene a través de la línea sanguínea de
sus padres y antepasados, y ordene a
todo espíritu detrás de esa maldición que
se vaya en el nombre de Jesús.
c.3 Renuncie a todo espíritu que ingresó a
través del “espíritu de rechazo”, los
cuales son: “espíritu de rebelión”,
“espíritu de atrofia del desarrollo”,
“espíritu de ánimo dual”, “espíritu de
perversión”, “espíritu de destrucción”,
“espíritu de enfermedad”, “espíritu de
muerte”, entre otros; además de los
espíritus afines a cada uno de estos.
c.4 Medite en la Escritura todos los versos que
hablen acerca de que usted es aceptado
en Cristo.
El rechazo es el plan maestro del enemigo
para destruir al pueblo de Dios, pero
donde entra el conocimiento acerca de
esto, el enemigo no puede reinar ni
controlar.
20
 c.5 Pídale al Señor que llene esos vacíos que
quedaron en su vida con la Palabra y el
Espíritu Santo.
“Y cuando oyeron nuestros enemigos que
lo habíamos entendido, y que Dios había
desbaratado el consejo de ellos, nos
volvimos todos al muro, cada uno a
su tarea. Desde aquel día la mitad
de mis siervos trabajaba en la
obra, y la otra mitad tenía
lanzas, escudos, arcos y
corazas; y detrás de ellos
estaban los jefes de toda
la casa de Judá.”
(Nehemías 4:15-16)
Fíjese que la mitad de ellos construía, mientras
que la otra mitad estaba preparada para la
guerra. Esto nos muestra que la restauración no
tiene que ver solamente con el edificio, sino
también con batallar. Se trata de estas alertas,
ya que nos tocará combatir a lo largo del
proceso.
Nehemías y los israelitas tenían armas físicas
porque afrontaron un muro físico, pero nosotros
contamos con armas espirituales: La Palabra de
Dios, la confesión, la oración, el ayuno, el escudo
de la fe, la sangre de Jesús, la alabanza, la
devoción, etc. Todas estas armas pueden ser
usadas contra los poderes del infierno.
“Nosotros, pues, trabajábamos en la obra;
y la mitad de ellos tenían lanzas desde la
subida del alba hasta que salían las
estrellas. También dije entonces al pueblo:
Cada uno con su criado permanezca
dentro de Jerusalén, y de noche sirvan de
centinela y de día en la obra.” (Nehemías
4:21-22)
El trabajo que haya logrado debe ser protegido y
defendido del enemigo.
Además de representar la protección contra el
enemigo, las puertas representan la autoridad.
Las personas cuyas puertas están destrozadas
no tienen autoridad. El demonio hace con ellos y
con sus vidas lo que les plazca.
Puerta caída ≈ voluntad inconstante
Cuando sus puertas sean restauradas, también
lo será su autoridad. El demonio no podrá seguir
haciendo lo que le plazca. Todo lo que atemos en
la tierra, será atado en el cielo, y todo lo que
desatemos en la tierra, será desatado en el cielo.
(Mateo 18:18). Será restaurada nuestra
capacidad de hollar serpientes y escorpiones y
nuestra autoridad sobre toda fuerza del
enemigo. (Lucas 10:19)

“Los que edificaban en el muro, los que

acarreaban, y los que cargaban, con una
mano trabajaban en la obra, y en la otra
tenían la espada. Porque los que
edificaban, cada uno tenía su espada
ceñida a sus lomos, y así edificaban; y el
que tocaba la trompeta estaba junto a mí.
Y dije a los nobles, y a los oficiales y al resto
del pueblo: La obra es grande y extensa, y
nosotros estamos apartados en el muro,
lejos unos de otros. En el lugar donde “Nunca más se oirá en tu tierra violencia,
oyereis el sonido de la trompeta, reuníos destrucción ni quebrantamiento en tu
allí con nosotros; nuestro Dios peleará por territorio, sino que a tus muros llamarás
nosotros.” (Nehemías 4:17-20) Salvación, y a tus puertas Alabanza.”
(Isaías 60:18)
¡Dios peleará por usted! No está solo. Nehemías
no contaba con los suficientes hombres para
defender el muro, pero Nehemías confiaba en
que Dios lo había enviado y que podría “Y toda la congregación que volvió de la
imponerse a pesar de lo que se viniera en su cautividad hizo tabernáculos, y en
contra. Si usted desea ganar la batalla debe tabernáculos habitó; porque desde los días
entender los siguiente: Dios está con usted y de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no
quiero verla triunfar. Él lo ayudará en la pelea. habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo
alegría muy grande. Y leyó Esdras en el

21
 libro de la ley de Dios cada día, desde el
primer día hasta el último; e hicieron la
fiesta solemne por siete días, y el octavo día
fue de solemne asamblea, según el rito.”
(Nehemías 8:17-18)
Este pasaje describe la Fiesta de los
Tabernáculos, que era una festividad dedicada a
la cosecha. Era la celebración más alegre de
todas, ya que implicaba la llegada de la época
del dinero.
Dios desea que nos regocijemos con los frutos de
nuestra obra. No todo es trabajo, trabajo y más
trabajo, sin ningún tipo de disfrute. Es necesario
cosechar; de lo contrario, odiaremos la vida.
La Fiesta de los Tabernáculos nos enseña que una
vez que somos sanados y restaurados, nos
convertimos en el Tabernáculo de Dios, y Él mora
en nosotros. En donde está su presencia
tendremos vida en abundancia, una alegría
inmensurable y nos sentiremos llenos de gloria.
Habrá gloria, regocijo y celebración.
“Luego les dijo: Id, comed grosuras, y
bebed vino dulce, y enviad porciones a los
que no tienen nada preparado; porque día
santo es a nuestro Señor; no os
entristezcáis, porque el gozo de Jehová es
vuestra fuerza.” (Nehemías 8:10)
El Dios de la abundancia
“Tierra, no temas; alégrate y gózate,
porque Jehová hará grandes cosas.” (Joel
2:21)
Cuando comenzamos a sanar de la devastación
o el rechazo, y comenzamos a reconstruir las
puertas y los muros que estaban destruidos en
nuestra vida, obtenemos la capacidad de
mantenernos y morar en las bendiciones y
abundancia de Dios. Con la ayuda del Espíritu de
Dios, primero nos desharemos de la basura y de
los escombros en la liberación para luego
comenzar a reedificar las puertas y los muros
que nos defenderán del enemigo. Una vez
restaurados, el enemigo no podría robarnos o
entorpecer las bendiciones de Dios para
nosotros.
Joel 2:21-29 habla de la restauración de Israel y,
una vez más, se trata de una ilustración de
nuestras vidas cuando buscamos a Dios para
recibir salvación, sanación y restauración.
La palabra profética de Joel está dirigida a Israel.
Los israelitas sufrieron lo que se denominó como
“invasión de las langostas”. Dios se encargó de
enviar estos insectos, langostas, orugas,
ciempiés para que estas arrasaran con la tierra
y la dejaran desolada. Israel estaba desolada y
había sufrido el juicio de Dios, pero Él les dio Su
Palabra de que repararía los años que las
langostas se habían comido.
Lo que nos muestra este revés es que, a pesar de
la desolación que puede haber en nuestra vida
producto del rechazo, la desobediencia o la
rebelión, Dios es misericordioso y restaurara el
tiempo perdido. Además, cuando Dios restaura
algo, no solo devuelve lo que hemos perdido, sino
que nos da mucho más.
“Y bendijo Jehová el postrer estado de Job
más que el primero; porque tuvo catorce
mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de
bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres
hijas.” (Job 42:12-13)
Narración de la liberación y restauración de
Israel, en el Antiguo testamento según Joel 2:21-
29:
a. Dios hará cosas maravillosas:
“Tierra, no temas; alégrate y gózate,
porque Jehová hará grandes cosas.”
(Joel 2:21)
Esa fue la palabra dirigida a Israel, que
también aplica para nosotros. Necesitamos
recibirla hoy. Dios no quiere hacer cualquier
cosa en nuestra vida, sino cosas grandes. La
palabra grande significa de gran tamaño,
fenomenal y maravilloso; algo que va más allá
de lo común.
b. Dios restaurará la prosperidad:
“Animales del campo, no temáis;
porque los pastos del desierto
reverdecerán, porque los árboles
llevarán su fruto, la higuera y la vid
darán sus frutos.” (Joel 2:22)
22
 Cuando la restauración, Dios nos devuelve la
prosperidad. La desolación, la escasez y la
pobreza son una maldición, mientras que la
prosperidad y la abundancia representan
bendición y restauración. Dios dice que la vid
y la higuera ceden su fuerza, lo que implica
que a medida que Dios comienza a restaurar
la fuerza en nuestra vida, nos da la capacidad
de producir frutos para manifestar la
abundancia.
“; y serán llamados árboles de justicia,
plantío de Jehová,” (Isaías 61:3)
Dios quiere eliminar toda esterilidad de
nuestra vida. Él quiere que nazca el fruto del
Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, etc.
(Gálatas 5:22-23). Dios quiere que nuestra
vida sea fructífera, porque cuando es así,
otras personas pueden comer de nuestro
fruto.
c. Dios abrirá las ventanas del cielo en nuestra
vida:
“Vosotros también, hijos de Sion,
alegraos y gozaos en Jehová vuestro
Dios; porque os ha dado la primera
lluvia a su tiempo, y hará descender
sobre vosotros lluvia temprana y tardía
como al principio.” (Joel 2:23)
En la Biblia, la lluvia simboliza la bendición,
fertilidad y abundancia. Cuando esta falta en
la vida de una persona, representa maldición,
esterilidad y desolación.
Jamás crea que la voluntad de Dios es que
usted esté desolado o que los cielos estén
cerrados para usted. Por el contrario, El
anhela dejar caer sobre usted no solo lluvia,
sino lluvia en abundancia.
d. Dios rebosará su vida:
“Las eras se llenarán de trigo, y los
lagares rebosarán de vino y aceite.”
(Joel 2:24)
Independientemente de aquello en lo que
necesitamos ser restaurados, cuando Dios lo
haga, nos rebosará de una bonanza que
sobreabundará. Abrirá las ventanas del cielo
y dejará caer sobre nosotros tantas
bendiciones que no tendremos espacio
suficiente para recibirlas.
La inundación es una de las señales de la
restauración. Dios dijo que como
consecuencia de la lluvia, una gran cosecha
crecería en Israel, que el pueblo tendría
enormes cantidades de trigo, vino y aceite, y
que sus depósitos estarían repletos. Sus vetas
desbordarían vino y aceite, y habría
abundancia.
e. Dios restaurará lo que se perdió en el pasado:
“Y os restituiré los años que comió la
oruga, el saltón, el revoltón y la langosta,
mi gran ejército que envié contra
vosotros.” (Joel 2:25)
Las plagas presentadas en estos versículos
simbolizan demonios. Las langostas, las
orugas, los saltones y los revoltones reflejan
espíritus impuros. Estas plagas vinieron
físicamente como un ejército que Dios envió
para que devorara la tierra y los cultivos luego
de que el pacto fue quebrantado, pero en lo
espiritual, aun en la actualidad, representan
espíritus de demonios que llegan a arrasar
con las bendiciones de Dios en nuestra vida.
Jehová quiere que nos libremos de ellos,
porque quieren acabar con nuestras finanzas,
gozo, matrimonios, familias, hijos, pastores y
todos los demás que hayamos conseguido.
Incluso quieren acabar con nuestro tiempo.
Por eso el Señor dice: “Voy a restituirte los
años”.
f. Estaremos satisfechos:
“Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el
nombre de Jehová vuestro Dios, el cual
hizo maravillas con vosotros; y nunca
jamás será mi pueblo avergonzado.”
(Joel 2:26)
Saciarse significa que usted no necesitara
nada. Se sentirá satisfecho, tendrá suficiente,
no solo en lo financiero, sino también en lo que
respecta a la alegría, paz, justicia, las
bendiciones, favores, unción, adoración y
alabanza. Representa todo lo que se obtiene
al servir y adorar a Dios. Estaremos
satisfechos.
g. Jamás nos sentiremos avergonzados:
“Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el
nombre de Jehová vuestro Dios, el cual
hizo maravillas con vosotros; y nunca
jamás será mi pueblo avergonzado.”
(Joel 2:26)
En un individuo que ha sido despojado y
malogrado por el enemigo surge un espíritu de
23
 vergüenza y culpa. Al restaurarlo, Dios quiere
hacer algo en usted que garantice que nunca
más se sienta avergonzado, para que no
vuelva a estar cabizbajo y nadie lo vea por
encima del hombro. Dios desea hacer algo tan
maravilloso en su vida, que causará asombro
en aquellos que creían conocerlo bien. Todo el
que se haya burlado de usted, o que lo ha
criticado, lo verá restaurado y dirá: “No sé qué
ocurrió, pero sin duda Dios ha hecho un buen
trabajo”.
Dejará atrás la vergüenza, y comenzará a
sentir confianza por el que lo levantó y lo sacó
de esa pesadilla.
h. Seremos llenos del Espíritu Santo:
El derramamiento del Espíritu Santo lo hará
soñar de nuevo:
“Y después de esto derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y profetizarán
vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros
ancianos soñarán sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones.” (Joel 2:28)
El Señor dice que derramará de su Espíritu. La
venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés
fue el comienzo de una vida restaurada. Tan
pronto nuestra vida es restaurada llega la
unción profética. Dios dijo: “Vuestros hijos e
hijas profetizaran”
Con la llegada del Espíritu Santo,
comenzaremos a soñar de nuevo, y
recibiremos la visión. Dios restituirá la
capacidad de ver el futuro y ya no habrá
desesperanza. Comenzaremos a ver lo que no
veíamos.
Dios envió su espíritu, nuestro Consolador,
para que nos trajera restauración. Cuando
nos llenamos del Espíritu Santo y
comenzamos a caminar de su mano, nos
volvemos capaces de lograr cosas grandes y
maravillosas. La unción del Espíritu Santo no
solamente significa que hablemos en lenguas.
También trae consigo una capacitación
sobrenatural para tener una vida llena de
milagros, sanaciones, bendiciones y rechazo. Él pudo haber cambiado su ofrenda,
prosperidad.
El cuerpo de Cristo necesita que haya más
personas plenas del Espíritu Santo. No que
hablen solo en lenguas, sino que vivan y
caminen en El. Los que están llenos del Espíritu
y la unción de Dios, creen en el poder del Señor
ante cualquier circunstancia.
Si usted está verdaderamente lleno del
Espíritu Santo, puede decir:
“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los
habéis vencido; porque mayor es el que
está en vosotros, que el que está en el
mundo.” (1 Juan 4:4)
El más grande mora en usted.
Aprenda a manejar el rechazo
Como una persona restaurada que está de vuelta
en el mundo real, enfrentará rechazo e incluso un
sin número de circunstancias conflictivas; por lo
tanto, usted deberá aprender a afrontar el rechazo
positivamente, para evitar que la desolación ingrese
nuevamente a su vida.
“Estas cosas os he hablado para que en mí
tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan
16:33)
Algo que se aprende en la vida es que, ante el
rechazo, sea humano o divino, nuestro espíritu
reacciona y buscamos la manera de manejar la
situación. Ciertamente hay modos no productivos y
restaurativos para enfrentar el rechazo, como la
amargura y la rabia; pero también hay medios
constructivos que nos colocan en medio de la
restauración y del poder sobre el enemigo.
Puede que haya circunstancias en las que el
rechazo humano o divino sea válido. No todo
rechazo proviene del demonio. Hay normas y
requerimientos para participar en las diferentes
facetas de la sociedad. Este tipo de rechazo no es
personal y no busca destruir su vida.
Cuando Dios rechazó a Caín no lo hizo por quien
era, sino por la ofrenda. No fue nada personal,
pero el, en lugar de entender la razón por la cual
fue rechazado, se molestó y asesinó a su
hermano.
Caín no reaccionó de forma correcta ante el
ofrecer la correcta y ser aceptado por el Señor.
Pero permitió que el rechazo lo llevara por el
camino de la autodestrucción, la rabia, la ira, la
amargura, el asesinato y finalmente la maldición.
Debemos pensar las razones por las que fuimos
rechazados, reexaminar los requerimientos para
un nuevo intento valiéndonos de lo que es
correcto, y quizás entonces seamos aceptados.
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 “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te
has ensañado, y por qué ha decaído tu
semblante? Si bien hicieres, ¿no serás
enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado
está a la puerta; con todo esto, a ti será su
deseo, y tú te enseñorearás de él” (Genesis
4:6-7)
Dios acepta la humildad, la constricción, el temor
y la rectitud. Es por esta razón que Dios aceptó al
rey David, a pesar de haber cometido homicidio
y adulterio. Aunque no hay excusas para lo que
hizo, se arrepintió, por lo que Dios lo corrigió y lo
aceptó. Dios nunca nos rechazará si acudimos a
Él. Si somos humildes, no nos cerrará la puerta en
la cara. El simple hecho de cometer un error no
implica que Dios nos va a rechazar, porque Él ve
nuestro corazón, mientras que el hombre solo ve
la apariencia externa.
Si usted siente que Dios no está escuchando sus
oraciones, revise su corazón. Si siente que sus
oraciones no van hacia ningún lado, revise su
corazón. Si siente que Dios no lo acepta, revise su
corazón.
“Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado; al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
(Salmo 51:17)
En ocasiones debemos parar y preguntarnos por
qué fuimos rechazados. A través del
discernimiento, podemos traer liberación y
progreso a nuestra vida y las de aquellos que nos
rodean. Ante el rechazo mantengamos un
corazón puro, perdonemos y esperemos a que
haya una salida sobrenatural.
La mayoría no es capaz de enfrentar el rechazo
con discernimiento. En lugar de afrontarlo con
gracia y perdón, conscientes de que el Señor está
disponiendo todo para su bien, lo toman a modo
personal, terminando amargados y llenos de
rabia.
La única razón por la que recibimos una
aceptación verdadera es porque Dios nos ha
aceptado por medio de Jesucristo. A través de su
sangre podemos ser aceptados.
“También sucede que el Reino de Yahweh
es como la red que se tiró al lago y recogió
toda clase de peces. Cuando estaba llena,
los pescadores la sacaron a la orilla, se
sentaron a recoger el pescado bueno en
canastas, pero el malo lo tiraron fuera.”
(Mateo 13:47-48)
rechazo: rehusarse a aceptar;
negarse a escuchar, recibir o admitir;
deshacerse de todo lo que no tenga
valor; descartar lo inútil o de bajo
valor.
Los estándares de Dios son tan perfectos que no
hay forma de cumplirlos sin la sangre de Jesús.
Por ello, siempre debemos poner nuestra de en
El. No se trata de lo que podamos o no hacer;
nunca seremos lo suficientemente buenos para
Dios. La única manera de serlo, es siendo
justificados por medio de la fe. Eso es todo.
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios;”
(Hebreos 11:6)
Todo lo que no sea perfecto, no será aceptado
por Dios. Solo las personas perfectas irán al cielo,
y eso no lo logramos por nuestro propio esfuerzo.
Usted es perfecto porque Jesús es perfecto.
Usted es justo porque Él lo es. Su perfección se
convierte en la de usted. Usted es justificado por
su fe en El.
“Así será el fin del siglo: saldrán los ángeles,
y apartaran a los malos de entre los justos,
y los echaran en el horno de fuego; allí será
el lloro y el crujir de dientes.” (Mateo 13:49-
50)
Dios rechaza a todos, a menos que usted venga
a Él a través de Cristo, aceptando su sacrificio en
la cruz. La sangre de Jesús lo cubrirá y lo
mostrará sin pecados delante de Dios. Solo así
estará calificado para ser aceptado por Dios.
Dios acepta a quien procura, a quien sabe que se
necesita y como lograrlo. Solo quienes tienen
claro que se requiere y cumplen con esos
criterios, recibirán los beneficios de la aprobación
que buscan.
“Si alguno me ama, el guardará mi
Palabra; y mi Padre le amará, e iremos a Él
y haremos nuestro hogar con El.” (Juan
14:23)
“Si ustedes me aman, guardarán mis
mandamientos” (Juan 14:15)
No podemos impresionar a Dios. Él no nos acepta
por nuestra posición, titulo o aspecto. Dios ve el
corazón. Dios busca personas que le temen y
hacen lo correcto. El acepta a esas personas que
fueron justificados por medio de la sangre de
Jesús y que llevan esa justicia en su estilo de vida
consagrada.
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 “Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En
verdad comprendo que Dios no hace
acepción de personas, sino que en toda
nación se agrada del que le teme y hace
justicia.” (Hechos 10:34-35)

Cuando usted dice: “Tengo fe” y vive como si Dios

no tuviera normas. La pregunta es: Conoce
realmente al Señor. La fe va más allá de las
palabras: También requiere acciones.

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si

alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?
¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o
una hermana están desnudos, y tienen
necesidad del mantenimiento de cada día,
y alguno de vosotros les dice: Id en paz,
calentaos y saciaos, pero no les dais las
cosas que son necesarias para el cuerpo,
¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no
tiene obras, es muerta en sí misma. Pero
alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras.
Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te
mostraré mi fe por mis obras.” (Santiago
2:14-18)

“¿No fue justificado por las obras Abraham

nuestro padre, cuando ofreció a su hijo
Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó
juntamente con sus obras, y que la fe se
perfeccionó por las obras? Y se cumplió la
Escritura que dice: Abraham creyó a Dios,
y le fue contado por justicia, y fue llamado
amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el
hombre es justificado por las obras, y no
solamente por la fe.” (Santiago 2:21-24)

En otras palabras, Abraham probó su fe al

demostrar que estaba dispuesta a sacrificar a su
hijo. Sabía que, si asesinaba a su hijo, Dios lo
resucitaría, porque sabía que era su heredero.
Así de grande era su fe. Abraham estaba
totalmente convencido de que su hijo
sobreviviría. Su fe demostró que era hombre
justo lleno de fe.

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