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UNA APROXIMACIÓN A LA INFLUENCIA DE LA TEORÍA CIBERNÉTICA EN LA

PROPUESTA DE LO SIMBÓLICO DE JAQUES LACAN

David Escobar Castañeda

“Lo que sigue es especulación a menudo de largo vuelo, que cada cual estimará o desdeñará de
acuerdo con su posición subjetiva. Es además, un intento de explorar consecuentemente una idea,
por curiosidad de saber adónde lleva”
Sigmund Freud, Más allá del principio del placer, pág. 24
“Entran ustedes en la dimensión donde el pensamiento trata de ordenarse y hallar su símbolo
correcto, que su F mayúscula suceda a la E mayúscula. En el actual estado de cosas, se trata de la
cantidad de información”
Jacques Lacan, Seminario 2, pág. 130

A lo largo del Seminario 2 El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica,


Jacques Lacan conduce e introduce a su público en unas ideas de cosecha
reciente en la comunidad científica. Con el estilo misterioso que lo caracteriza, no
profiere demasiado pronto o demasiado tarde sus conclusiones, va entretejiendo
de forma paulatina ideas que provienen de campos aparentemente distantes. El
recorrido del seminario tiende a señalar que la cercanía probable entre la teoría de
Freud sobre el aparato psíquico- concluida en el enigma de la compulsión de
repetición en Más allá del principio de placer- y la teoría cibernética, parece
encontrarse alrededor del develamiento del funcionamiento autónomo del orden
simbólico.

¿Por qué estas máquinas nos sorprenden tanto? Quizás tenga esto algo
que ver con las dificultades encontradas por Freud. Pues la cibernética
también da lugar a un movimiento de sorpresa, cuando se ve al lenguaje
humano funcionando casi por sí solo y pareciendo ganarnos la partida”
(Lacan, 2022/1954-55, pág. 182)
Una idea que parece cercar la lectura de Lacan sobre la obra de Freud es la de
estimar que la naturaleza del descubrimiento de su obra se cierra en sí misma1,
concluye su mensaje en el texto Más allá del principio del placer2.

Por el apremio de conceptualizar las anomalías, los fenómenos que no explica un


modelo regido por el imperio del principio del placer, Freud se ve llevado a
escarbar en el baúl de los orígenes e incorporar en su teoría pulsional un punto
clave en la propuesta elaborada en el Proyecto de psicología para neurólogos, un
escrito considerado por muchos, llave para comprender la fundación del campo
analítico.

Al retomar la propuesta en dicho escrito a la luz de nuevos fenómenos, Freud se


aparta -forzado por la ratio- del paradigma energético sostenido únicamente en el
principio del placer e incorpora en su modelo la realidad de un resto y de un monto
de energía que circula por el sistema como puro gasto energético irrecuperable a
la exigencia de producción de ligaduras, insistiendo en su condición de no-ligado.

Bajo el enigma de la pulsión de muerte que señala Freud en Más allá, se abre
espacio a un nuevo paradigma en psicoanálisis. Este nuevo paradigma es para
Lacan compatible con la propuesta de Norbert Weiner y los cibernéticos sobre la
entropía en relación con la noción de información en los sistemas de
telecomunicación. (Puntualizar). La introducción a la argumentación que expondría
la influencia de la teoría cibernética en la relectura que realiza Lacan al modelo
energético de Freud y su propuesta inédita en el campo de la comunicación es el
objetivo del presente ensayo.

HOMEOSTASIS Y DESCARGA

El trabajo de Freud en el Proyecto puede resumirse como “una teoría energética


que nos habla del funcionamiento de un sistema obligado por estímulos

1
Freud también formula modificaciones a su teoría de los sueños en "Complementos a la doctrina de los
sueños" de 1920. Allí introduce una nueva categoría de clasificación de los sueños, los sueños de punición y
sueños traumáticos
2
" Dentro de la serie de escritos Metapsicológicos de Freud, puede considerarse que Más allá del principio del
placer inaugura la fase final de sus concepciones" (James Strachey en Nota introductoria a Más allá del principio
del placer, Freud, 1920)
endógenos a la producción de energía que así estará en condiciones de cumplir
con las funciones necesarias para la vida” (Venturini, 2014). Freud asigna al
sistema Ψ la tarea de ligar la energía para mantener el organismo dentro de los
márgenes de un mítico equilibrio, tarea que está destinada al fracaso por la
insistencia del proceso primario en conservar la energía móvil y desligada. El
sistema Ψ no solo no logra el tan anhelado equilibrio, sino que la energía libre,
descubrirá 25 años después, seguirá circulando entre los sistemas exigiendo al
sistema Ψ trabajo de ligadura y compulsando a la repetición.

“(Freud) tiene que tomar partido sobre este descubrimiento, aceptarlo o


desconocerlo, como hicieron todos los otros que también se le acercaron.
Es un hito tan decisivo que no supo en absoluto lo que pasada. Fue
menester que recorriera aún veinte años (desde la publicación de La
Interpretación de los sueños) de una existencia que en el momento de este
descubrimiento ya estaba muy avanzada, para poder volver sobre sus
premisas y tratar de descubrir qué quiere decir eso en el plano energético”
(Lacan, 2022/1954-55, pág. 121)

Freud formula el concepto de pulsión de muerte tras el intento de integrar dentro del
paradigma energético los fenómenos caracterizados por la repetición, que, sin
saberlo, ordenaba su pensamiento a través del principio del placer. La realidad que
designa como pulsión de muerte estuvo ahí desde el inicio, había que nombrarla,
asignarle su símbolo para que ante aquellos inmersos en el campo psicoanalítico
se abriera -y cerrara al tiempo- la posibilidad de crear nuevas categorías de
pensamiento, que lograran ordenar los fenómenos -anómalos al paradigma anterior-
despejados bajo el alumbramiento de un nuevo orden del pensamiento.

“El pensamiento moderno está intentando atraparlo por vías frecuentemente


ambiguas y hasta confusionales, y no pueden ustedes desconocer que son
contemporáneos de su alumbramiento. Diré más: en la medida en que están
aquí, siguiendo mi seminario, están cayendo en ese alumbramiento” (Lacan,
2022/1954-55, pág. 130)
Retomando la propuesta de Freud en El Proyecto, son tres los principios que desde
el comienzo del escrito rigen su propuesta: la teoría de la neurona, el Quantum de
energía y la inercia neuronal, sin embargo, dos de aquellos que ordenan el
pensamiento base de la propuesta responden a otras categorías. El principio de
constancia y el principio del placer. El principio de inercia neuronal, también llamado
de descarga neurónica integral se opone en su elaboración al principio de
constancia. El principio de constancia puede ser definido como la exigencia de
producción de energía en el organismo para la conservación de una tensión
constante, el principio de inercia neuronal exigiría al organismo el cese de toda
tensión, la descarga total de la energía.

Ahora, el principio del placer, aún no mencionado en relación con la propuesta en


El Proyecto, es la tendencia del sistema de llevar las tensiones al nivel más bajo
alrededor de un punto equilibrio. Freud mantendrá como principio rector del
funcionamiento del aparato anímico al último de estos principios, el cual se
fundamenta en la hipótesis de que “el aparato anímico se afana por mantener lo
más baja posible, o al menos constante, la cantidad de excitación presente en él”
(Freud, 1920). Está hipótesis es para Lacan lo que actualmente se conoce con el
concepto de homeostasis.

“El principio de homeostasis obliga a Freud a inscribir todo lo que deduce


en términos de investidura, carga, descarga, relación energética entre los
diferentes sistemas. Ahora bien, se da cuenta de que allí dentro hay algo
que no funciona. Más allá del principio del placer, es eso, ni más ni menos”
(Lacan, 2022/1954-55, pág. 99)

EL PRINCIPIO DEL PLACER Y LA MÁQUINA ENERGÉTICA

El principio del placer, que funda la dimensión económica del aparato psíquico, en
relación con el principio de inercia neuronal y de constancia, parece introducido
forzosamente en la propuesta de El Proyecto. Los dos últimos principios exigen al
organismo la producción de energía para mantener una tensión constante o para
eliminarla, no se contempla allí el equilibrio o la autorregulación del sistema.
Esta particularidad del principio del placer es señalada por Lacan en la clase
Homeostasis e Insistencia del Seminario 2, el principio del placer es “el principio de
regulación que permite inscribir en un sistema coherente de formulaciones
simbólicas el funcionamiento concreto del hombre considerado como una máquina”
(Lacan, 2022/1954-55). Así, para Lacan el principio del placer es introducido en el
pensamiento por la época de la máquina productora de energía, más
específicamente la máquina de vapor, pues fue necesaria “su exploración industrial,
proyectos de administración, balances, para preguntarse: ¿qué rinde una
máquina?” (Lacan, 2022/1954-55). El principio del placer no se deduce de la teoría
de Freud, sino que parece encontrarse en la base de su pensamiento. El principio
del placer en la propuesta teórica de Freud es para Lacan un pensamiento de época,
fundamenta su obra en la medida en que la época piensa en ese registro.

El pensamiento ordenado bajo el imperio del principio del placer concibe al ser
humano como una máquina. Esta idea fue introducida en la modernidad (o
precisamente fundó el pensamiento moderno) por Descartes a través de la
hipótesis del cuerpo como máquina en el Tratado del hombre, que adoptada en la
medicina moderna llega a Freud a través del paradigma fisiológico-anatómico en
donde se formó.3 Para Lacan la máquina que en el origen jugo un papel
fundacional en la concepción que Descartes propone del ser humano fue el reloj,
máquina que entro en el mundo para encarnar un concepto, misterio de todos los
misterios: el tiempo. Sucede así mismo con la máquina de vapor y su influencia en
la producción de las leyes de la termodinámica en la física, la introducción del
paradigma energético en el pensamiento científico se da gracias a los esfuerzos
de algunos físicos por organizar simbólicamente lo que sucedía en términos
energéticos en estas máquinas que impulsaron la primera revolución industrial.

Frente a estos primeros hechos en la relación entre humano-máquina, una


hipótesis se hace necesaria: existe una influencia fundamental de estos curiosos
inventos “humanos” en la forma como se ha organizado el pensamiento moderno,

3
“frente al cuerpo, el médico tiene la actitud del señor que desmonta una máquina” (Lacan, 2022/1954-55)
los cuales devuelven un mensaje sobre su Creador que reducido a los
mecanismos es inaprehensible.

“¿Qué es lo que está en juego en la máquina? El hecho de que para la


misma época un tal Pascal se hubiese dedicado a construir una máquina,
todavía muy modesta, de hacer sumas, nos indica que la máquina está
ligada a funciones radicalmente humanas. No es un simple artificio, como
se podría decir de las sillas, de las mesas y de los otros objetos, más o
menos simbólicos, en medio de los cuales habitamos sin darnos cuenta de
que son nuestro propio retrato. Con las máquinas es diferente. Los que las
hacen ni se sospechan hasta qué punto están del lado de lo que realmente
somos” (Lacan, 2022/1954-55, pág. 118)

La realidad de las máquinas en el mundo humano señala un camino aún


insondable por el pensamiento. Como recalca Lacan en la cita, dichos objetos no
son simples artefactos de la imaginación, responden a una necesidad diferente. Lo
que los constituye es de naturaleza equivalente al sustrato material que permite la
emergencia del sujeto en el mundo. Su funcionamiento se da gracias a la
existencia del número y sus operaciones combinatorias. De allí que para Lacan
sea indispensable sumergirse en el estudio matemático de la comunicación, cuyas
bases se encuentran en el campo de la cibernética, curiosamente un campo que
se dedicó en sus inicios a estudiar un ejercicio ingenieril en la industria emergente
de las telecomunicaciones, el de cuantificar la comunicación.

LA REPETICIÓN Y LA MÁQUINA CIBERNÉTICA

A pesar del descubrimiento de la autonomía del símbolo en la realidad del soñante


-en La interpretación de los sueños-, no es sino hasta Más Allá del principio del
placer donde Freud se ve obligado a volver sobre sus premisas e intentar elaborar
lo que tendría que decir dicha autonomía en términos energéticos, de allí surge la
pulsión de muerte.

El recorrido de Lacan a lo largo del seminario 2 tiene un primer punto clave en el


cual detenerse que según mi lectura se ubica en la clase VII llamada El Circuito.
Allí retoma la discusión a apropósito de una conferencia recientemente realizada
por Merleau-Ponty para poner a girar su discurso alrededor de la noción de
comprensión en el campo analítico4. Esto es relevante para los fines del
seminario, dado que a propósito de las dificultades de Freud en Más allá, hay algo
irreductible de la realidad humana que escapa a los propósitos unificadores de un
sistema. La dificultad de Freud reside en la tarea de asimilar la compulsión de
repetición del aparato a los mecanismos regidos por el principio del placer, que,
como ya lo he señalado, responden a la necesidad de concebir al ser humano
como una máquina, más específicamente como una máquina de producción de
energía. Lo que se le olvido a Freud en la ecuación es el gasto/perdida de energía
que ahora lo ve retornar en forma de repetición.

La discusión sobre el aparato psíquico a la altura del Más allá gira ahora entorno a
dos tendencias fundamentales -una de ellas inédita a la teoría- nombradas por
Lacan como: tendencia restitutiva y tendencia repetitiva.

Una pregunta marcará un nuevo derrotero en el desarrollo del seminario, pues nos
permite dar un paso afuera del paradigma energético -sin dejarlo atrás- para
pensar tanto a la máquina como a lo humano en un paradigma diferente: ¿En qué
nivel se sitúa la necesidad de repetición? Lacan nos da una pista “Y, una vez más
vamos a encontrar nuestra referencia a cierta distancia” (Lacan, 2022/1954-55).5
Por consiguiente, Lacan propone leer la tendencia restitutiva en relación con la
segunda ley de la termodinámica que formula el principio de la entropía, pero con
un agregado traído del campo de la cibernética.

La experiencia del origen de las telecomunicaciones es muy ilustrativa para este


fin.

4
¿Qué es lo que se quiere comprender del ser humano? ¿Es acaso la totalidad de su existencia? ¿No es esa
totalidad propiedad de un orden simbólico cerrado?
5
La necesidad de repetición, según Lacan, no se puede explicar usando únicamente términos de la misma
teoría de Freud dada la limitación de su marco epistemológico, en otras palabras, por encontrarse en un
paradigma energético. La sugerencia es ir a un campo diferente para traer de allí los conceptos que nos
permitirían aproximar una explicación a la repetición.
El primer sistema de comunicación eléctrico que permitió enviar información sin la
necesidad de un mensajero humano o animal fue el telégrafo. El principio de la
telefonía se entiende al describir el funcionamiento de dicho aparato. Éste emplea
señales eléctricas que codificadas a partir de la apertura o el cierre del paso de la
corriente permiten transmitir mensajes de texto mediante cables y comunicaciones
de radio. De ahí en adelante la incorporación de dispositivos que modulan de
forma más precisa y sofisticada la corriente permitió el avance en las
telecomunicaciones.

Si bien estás máquinas utilizan la energía eléctrica como sustrato, su función es la


de transmitir información dentro del campo de la comunicación humana.

Ahora, el cálculo de quienes operan estas nuevas máquinas no se hace


únicamente en términos energéticos como si lo hacían quienes administraban
industrias impulsadas por la máquina de vapor. La información es el nuevo
símbolo en la ecuación pues adquiere un papel fundamental dentro del cálculo en
esta nueva industria, y con ello la cuestión de la comunicación humana entra como
un problema matemático en tanto cuantificación de la información. (Se pueden
decir más cositas) De esta manera, un asunto fundamental al campo analítico es
llevado al primer plano de los problemas por resolver en el campo de las
telecomunicaciones y la cibernética, la materialidad del lenguaje humano.

El concepto matemático de información es el nuevo símbolo que el pensamiento


necesita para concebir la intromisión de lo simbólico en forma de entropía en el
aparato psíquico freudiano “Porque la información, si se introduce en el circuito de
la degradación de la energía, puede hacer milagros” (Lacan, 2022/1954-55).
Añadir una I al lado de la E puede hacer milagros en la tarea que tendríamos los
analistas de conceptualizar el fenómeno de la repetición y sus consecuencias en
la vida humana.

“(el concepto matemático de información) una medida que indica la


probabilidad que tiene un mensaje de ser seleccionado dentro de un set de
mensajes posibles, sin referencia alguna al problema del significado. Este
nuevo concepto permitiría adicionalmente una segunda operación inédita: la
posibilidad de medir su propia pérdida, pérdida de información o ‘entropía
cibernética’” (Cembrano, 2015, pág. 136)

Por tanto, existe la probabilidad, que en el ejercicio mismo de comunicar se pierda


información como consecuencia de las condiciones físicas de la propagación del
mensaje. La ley entrópica lo dictamina de esa manera. (Phillips, 1963) No todo es
comunicable. Habrá información que no pase por los hilos destinados para la
transmisión de mensajes, habrá perdida en el proceso, degradación, según Lacan,
esto es asimilable a lo que en psicología se conoce como Jam un concepto que
define “esa tendencia que hay en la comunicación a dejar de ser comunicación, es
decir, a no comunicar ya nada en absoluto” (Lacan, 2022/1954-55).

El parentesco de la entropía con la información es que la información va en


dirección opuesta a la entropía. La información se resiste a la desorganización,
siempre de manera fallida pues la entropía prevalece. La desorganización
acontece y con ello la perdida. La apuesta de Lacan en el Seminario 2 es, según
Cembrano (2015), considerar la repetición como una figura clave para pensar las
perdidas y desorganizaciones de origen simbólico. ¿Qué pasa con la información
que se pierde en la comunicación? ¿Acaso retorna en forma de mensaje?

Se ha agregado un nuevo símbolo en la ecuación. La propuesta insipiente de


investigación se soporta en estimar el aporte teórico de Lacan para superar el
paradigma energético como clave de lectura del comportamiento humano y
adoptar el paradigma cibernético e internarnos en las discusiones a propósito de
los fenómenos materiales de la comunicación humana. En este campo Lacan nos
propone un ejercicio didáctico a propósito del análisis del juego del Par e impar
que realiza en las clases XV y XVI del Seminario 2 y en uno de sus Escritos.
¿Cómo juega una máquina?

Bibliografía

Cembrano, J. M. (2015). ¿Cómo combinar la E mayúscula y la I mayúscula? Psicoanalistas y


escritores tras el enigma de la doble entropía. Taller de Letras (56), 133-141.
Freud, S. (1920). Más allá del principio del placer. En S. Freud, Obras Completas Vol XVIII (pág. 8).
Buenos aires: Amorrortu editores.

Lacan, J. (2022/1954-55). Seminario 2. El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanlítica.


Buenos Aires: Paidós.

Phillips, A. A. (1963). LOS ROBOTS NO TIENEN A DIOS EN EL CORAZÓN. Santiago: Editoral Andrés
Bello.

Venturini, J. (2014). Estructura ternaria. Elementos del simbólico en los comienzos de la enseñanza
de Lacan. En A. M. Caraballo, El aprendizaje en cuestión (pág. 42). Montevideo: Ediciones la
Fuga.

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