Un Otoño de juguete

DELFINA NO SABÍA QUÉ ESTABA PASANDO CON EL ÁRBOL

DE LA VEREDA PERO ELLA VEÍA QUE LAS HOJITAS YA NO
ESTABAN EN SU LUGAR… SE ESTABAN CAYENDO UNA
POR UNA.
ENTONCES DECIDIÓ AYUDAR A SU QUERIDO ÁRBOL
LEVANTÓ LAS HOJAS Y LAS PEGÓ CON UN POCO DE
GOMA DE PEGAR…, NO FUNCIONÓ. LAS HOJITAS
SEGUÍAN CAYENDO UNA POR UNA.
DESPUÉS LES PUSO UN POCO DE CINTA DE PEGAR…, Y
TAMPOCO. LAS HOJITAS VOLABAN COMO PAPELITOS
CAYENDO HASTA EL SUELO.
ENTONCES DECIDIÓ ATARLAS CON UN MOÑO…, PERO ESO
TAMPOCO FUNCIONÓ. LAS HOJAS CAÍAN FORMANDO UN
HERMOSO COLCHÓN AMARILLO EN EL PISO.
 Y ENTONCES PENSÓ:
- SI LAS HOJAS QUIEREN JUGAR EN EL PISO,
ENTONCES… ¡JUGUEMOS EN EL PISO!
 Y ASÍ FUE COMO EMPEZÓ A CORRER ENTRE LAS
HOJAS, A SALTARLAS COMO UN CONEJO, A
LEVANTARLAS CON LAS MANOS Y A FORMAR NUBES, A
SACUDIRLAS CON LOS PIES, A RECORRER CAMINITOS
INVENTADOS, A PISARLAS UNA POR UNA, A
ESCONDERSE ENTRE LAS HOJAS Y A HACERSA UN
HERMOSO SOMBRERO CON LAS HOJAS AMARILLAS DEL
OTOÑO.