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Curso: Enfrentemos a nuestros gigantes 10:00 AM
No 30

DERRIBEMOS A GOLIAT (III PARTE)

“Tomó su bastón, escogió cinco piedras lisas del arroyo, las metió en la bolsa que traía consigo y, con su
honda en la mano, se enfrentó con el filisteo” (1 de Samuel 17,40)

La oración de un corazón confiado y centrado en el Señor alcanza la paz y se llena de una seguridad que
de Dios es la victoria, y que Él mostrara su poder a favor de aquellos que vean en sus aflicciones oportuni-
dades en las cuales el nombre su Dios sea exaltado. “Ahora el Señor te entregará en mis manos, y hoy
mismo te mataré y te cortaré la cabeza…Todos los aquí reunidos sabrán que el Señor no salva con espada
ni con lanza. Esta batalla es del Señor…” (1 Samuel 17,46- 47)

Guardemos en nuestro corazón las piedras de la oración y la prioridad y vayamos por las siguientes:

4. la piedra de la pasión.

“El filisteo se levantó y salió al encuentro de David, quien, a su vez, rápidamente se dispuso a hacer frente
al filisteo: metió su mano en la bolsa, sacó una piedra y, arrojándola con la honda contra el filisteo, lo hi-
rió en la frente. Con la piedra clavada en la frente, el filisteo cayó de cara al suelo.” (1Samuel 17,48-49)

David corrió no para escaparse, sino hacia el gigante, ni hizo caso a las burlas de Goliat y de los filisteos,
ni al temor y desconfianza de Saúl y su ejército. Cuando nadie daba nada por el, corre a enfrentar al gi-
gante, con determinación porque el sabe que Su Dios esta con el.

¡Haga usted lo mismo! No pase el tiempo considerando sus problemas, fijando su atención en ellos, ha-
ciendo una lista de sus heridas, clasificando los rechazos sufridos ¿Qué de bien hace esto? ¿Eso le ha ayu-
dado? ¿Ha sanado algo en su corazón? No. Determínese a derribar con rapidez a su gigante, corra hacia el,
hunda la piedra en su frente y destaque el poder de Dios en su vida.

5. piedra de la persistencia

¿Por qué David tomo cinco piedras? ¿Acaso no bastaba una? ¿Pudo ser porque Goliat tenía cuatro herma-
nos de tamaño Familiar? (2 Samuel 21, 16-22) David sabía que ellos vendrían corriendo por las colinas a
defender a su hermano. David estaba listo para vaciar su bolsa en ellos. Tengamos en cuenta que no son
pocos los enemigos; a veces al superar un problema, en seguida asoma otro.

Nunca abandone la pelea “Sométanse, pues, a Dios. Resistan al diablo, y este huirá de ustedes.”(Santiago
4,7) Una oración quizás no sea suficiente; una disculpa podría no serlo; un día o un mes de determinación
podrían no bastar. Tal vez lo derriben un a dos veces… pero no se aparte de Dios, manténgase cargando
las piedras, mantenga balanceando la honda. David tomo cinco piedras. Tomo cinco decisiones. Haga us-
ted lo mismo (Recuerdo, Oración, Prioridad, Pasión y Persistencia). La próxima vez que Goliat lo des-
pierte, tome una piedra. Lo más probable es que huya antes que Usted cargue su honda.

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