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Instituto Francisco Possenti

Nombre: Melissa Danae Paredes García

Grupo: Área I, 6010

Titular: Norma Castillo Cervantes 22 de abril de 2023


Última Escuela para Padres
A lo largo de todas las sesiones de Escuela para Padres, se recalcó, desde diferentes
enfoques, la importancia del vínculo entre padres, hijos y su entorno académico, con la
finalidad de servir como apoyo para el óptimo desarrollo del alumno dentro de su ambiente
familiar, permitiendo un desenvolvimiento saludable y que aprenda de su entorno para
formar como persona funcional. Durante esta última sesión se reiteró la importancia del
acompañamiento de los padres en esta etapa de la adolescencia, cerrando con broche de
oro este ciclo escolar que ya está llegando a su fin, marcando también el término de una
etapa muy importante en nuestras vidas.

En un inicio, se presentó la premisa de que en la actualidad nosotros nos encontramos sobre


estimulados, pero que sin embargo, ya no resulta válido seguir culpando a la pandemia,
pues a pesar de que está claro que afectó nuestro desarrollo y que perdimos muchas
experiencias de vida, fuimos afortunados de tener en casa todas las herramientas para
poder salir adelante y continuar, lo que impidió que la situación se agravara.

Con la pandemia el uso de los dispositivos y de las tecnologías aumentó de manera


significativa, lo que ha tenido un impacto en nuestra formación post-pandemia. El uso del
celular es un distractor para los alumnos, quienes tienden a usarlo tanto en casa como en
clases, algo de lo que puedo ser testigo. En este caso, no solo es responsabilidad de los
padres monitorear dicho uso excesivo, sino que pienso que nosotros también debemos tener
un compromiso en este aspecto.

Un conflicto que existe actualmente es que como adolescentes no sabemos lidiar con la
presión ni manejar la frustración, lo cual claramente nos perjudica. Estas habilidades
resultan fundamentales para llevar a cabo nuestros distintos procesos mentales, así que si
no las desarrollamos, puede afectarnos en diversas áreas de nuestra vida, desde nuestra
salud y relaciones sociales, hasta nuestro desempeño académico, provocando que seamos
personas inseguras y vulnerables ante la constante tensión presente en el mundo; creo que
es aquí cuando lo ideal es que tanto padres como la escuela formen un equipo para
ayudarnos en este aspecto, ya que son ellos quienes observan nuestros quehaceres diarios.

Sin embargo, que los padres estén ahí para nosotros no implica el hecho de que no
establezcan límites y reglas constantes, pues esto nos permitirá comprender que en esta
vida no todo es fácil, que existen esquemas que deben de ser respetados dentro de la
sociedad y que sobrepasar los límites tiene consecuencias. Se debe fomentar la
negociación, el llegar acuerdos y el cooperar para aprender a resolver problemas.

Como se ha mencionado anteriormente en otras sesiones, como adolescentes estamos en


una etapa intermedia entre la adultez y la niñez, inclinándose hacia alguna de ellas cuando
nos conviene, a veces queremos ser tratados como adultos, pero otras veces deseamos
seguir siendo niños. El llegar a la adolescencia supone la búsqueda de nuevos horizontes, sin
embargo, creo que debemos poner de nuestra parte también para lograr una buena
convivencia con nuestros padres y tener la madurez para comprender sus acciones y las
normas o límites que establecen y, por supuesto, recordar que ninguna familia es perfecta,
que todos tenemos nuestros propios conflictos, pero que las buenas relaciones surgirán de
cómo nosotros sobrellevemos las problemáticas.

Por lo anterior, la comunicación entre padres e hijas debe ser clara y precisa, como hijos, no
molestarnos de manera apresurada ante una negativa de los padres, sino que tratar de dar
nuestros puntos de vista de una manera respetuosa, de esta manera se podrán encontrar
soluciones rápidas y conseguir una postura adecuada. Como padres, puedo entender el
cambio drástico que han tenido que presenciar y vivir a lo largo de los años, la situación en
el mundo con respecto a los jóvenes es cada vez más complicada, pues agregamos diversos
factores que afectan su desarrollo, como el uso de las redes sociales.

La adolescencia es un periodo lleno de ajustes neurológicos y emocionales, es importante


que los padres pidan a sus hijos que piensen antes de actuar, algo que a mi consideración es
algo que ya debemos de saber, pero que en muchas ocasiones no aplicamos.

Algo que me gustó mucho de lo que me comentaron mis papás, es que durante la plática se
mencionó que cada uno de nosotros madura a diferente ritmo y que por tanto existen veces
donde necesitamos nuestro propio espacio y contención. El educar a un adolescente
requiere de mucha paciencia, pues hay que ayudar a que autorregulen sus conductas, una
tarea que no siempre se puede hacer por sí mismo.

Los padres deben de aceptar el hecho de que ya no somos niños y que por tanto,
buscaremos personas fuera del núcleo familiar que compartir nuestras afinidades o
intereses, es parte del ciclo de la vida.

A su vez, los padres deben tener en claro que la escuela solo es un colaborador, y que no
resulta congruente otorgarles la responsabilidad por lo que hacemos, puesto que eso ya
recae en nuestra cuenta y en el esfuerzo de nuestros padres por procurar que sigamos las
reglas establecidas y con eso, fortalecer el proceso de educación y aprendizaje.

Otro aspecto importante es en cuanto a la resolución de conflictos, lo más recomendable


siempre es hablar de manera asertiva, sin influencia de emociones negativas como la ira, la
tristeza o aquellas causadas por la frustración, de esta manera evitaremos ser hirientes y
estaremos en disposición de escuchar a la otra parte. Los padres deberían tener en
consideración lo que decimos, pero esto es recíproco, es decir, nosotros también debemos
escuchar a nuestros padres, pues solo así llegaremos a un acuerdo. Nuestros padres no
siempre nos pueden decir que sí y eso hay que comprenderlo.

Durante la conferencia se mencionó que los padres deben hacer un esfuerzo por tratar de
conocernos sin llegar a un interrogatorio, explorar nuestros gustos, sueños y deseos, pero
creo que nosotros también debemos hacer los mismo con nuestros padres y así, entender
cuál fue su historia de vida y cómo eso nos puede ayudar o servir de ejemplo.

A veces estamos tan ocupados buscando la novedad, en tratar de sentir determinadas


emociones o en realizar actividades placenteras, que a veces nos olvidamos que debemos
medir los riesgos presentes en el mundo.

Finalmente, se comentó en la reunión que si bien, es importante que los padres nos hagan
darnos cuenta de nuestros errores, también es de suma importancia reconocer nuestros
logros y ayudarnos a tener expectativas claras y realistas sobre nosotros y el mundo. Los
padres son nuestro pilar, de ellos aprendemos de primera mano lo que es la responsabilidad
o la falta de ella, que todas nuestras acciones tienen consecuencias, ya sean negativas o
positivas y que debemos buscar el sentirnos bien con nosotros mismos, el no olvidar la
relevancia de expresar gratitud. Esto siempre se tiene que hacer en el hogar, y no buscar
exponernos a la humillación frente a otras personas.

Para concluir, solo quiero decir que hablar con mis papás de todo lo que se habló en las
escuelas para padres resultó muy gratificante, pues me ayudó a percatarme de las cosas
que ellos hacen por la familia y me llevó a admirarlos mucho más, además, ellos siempre
estuvieron contentos con los temas tratados durante cada plática.

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