El Templo Conventual de Nuestra Señora del Carmen actualmente conocido como Iglesia de la virgen del Carmen es un templo religioso de culto católico que pertenece a la jurisdicción eclesiástica de la Arquidiócesis de Puebla de los Ángeles, bajo la advocación de la Virgen del Carmen.1Es un ejemplo de la arquitectura barroca de Puebla de principios del siglo xvii, dos de sus capillas son de notable factura y decoración, al igual que la nave principal que contiene pinturas como la Santísima Trinidad de Cristóbal de Villalpando y su retablo neoclásico que alberga la imagen de la Virgen titular, obra del escultor José Antonio Villegas Cora. Se celebra fiesta patronal el 16 de julio.
Una ermita dedicada a la Virgen de los Remedios
En 1548 el regidor Hernando de Villanueva recibió del Ayuntamiento un solar para erigir una ermita dedicada a Nuestra Señora de los Remedios. Esta ermita se ubicaba en el camino real a Atlixco, camino que con el tiempo se convertiría en uno de los cuatro ejes que dividieron a la ciudad de Puebla, la actual avenida 16 de septiembre. Al año siguiente, 1549 la ermita obtuvo la merced de otros tres solares. La tradición según Cerón Zapata y Mariano Fernández de Echeverría y Veytia refiere que el regidor Hernando de Villanueva se recuperó milagrosamente después de una lidia invocando a Virgen de los Remedios tras lo cual y en gratitud erigió la ermita colocando su imagen en el altar. Para su mejor cuidado y asistencia Villanueva la cedió en 1552 al gremio de los sastres quienes a su vez se erigieron en cofradía dos años después. Veytia sugirió que la construcción de la ermita quizá este ligado a la celebración de corridas de toros que antiguamente se celebraban en el sitio de la actual plazuela del Carmen. El templo es de planta de cruz latina con cuatro capillas del lado del Evangelio, la del Niño Jesús de Praga; la de la Santa Cruz de Huatulco; y otra que guarda la imagen de un hombre vestido de traje, es Cristo transformado en San Homobono, abogado de los sastres y las costureras. Sus bóvedas son de luneto con cúpula central, sin tambor. Carece de torre, en su lugar posee una espadaña que se yergue perpendicular y arriba de la fachada, tiene cuatro vanos que albergan cuatro campanas y remata en una especie de sol; las espadañas fueron estructuras muy comunes en los templos carmelitas de la época virreinal y que sustituían a las torres. Su altura es de alrededor de 13.75 metros Interior[editar] Los muros de la nave están decorados con azulejos de colores y con pinturas al óleo alusivos a los santos carmelitas. La Virgen del Carmen puede verse bellamente vestida en el ciprés del altar mayor. Fachada[editar] La fachada dentro del atrio se hizo de petatillo ordenado en espiga y talavera poblana así como abundante obra de cantería en grís. La portada de acceso está dividida en tres partes a la manera carmelita. En la primera se halla la puerta formada con un arco de medio punto que da entrada al templo y en ambos lados dos pequeños vanos enrejados del mismo arco, en la segunda sección se observa la ventana del coro y en ambos costados se repite el escudo carmelita con el brazo de San Elías que porta la espada con lenguas de fuego, abajo de la ventana se observa una pequeña imagen de la Virgen de los Remedios en talavera que recuerda la primera advocación del templo. La parte superior esta cubierta de petatillo y talavera de colores interrumpido por un pequeño nicho que resguarda a la Virgen del Carmen sosteniendo al niño Jesús. Remata el conjunto un pequeño frontón que tiene una cruz con un ángel a cada lado. Mide alrededor de 13.75 metros de alto Atrio[editar] El atrio del Carmen está ubicado junto a la avenida 16 de Septiembre, es un patio de pequeñas dimensiones cubierto de lajas de piedra y rodeado de muros altos revestidos de ladrillo y talavera, dos puertas dan acceso al atrio una de las cuales, en su remate, muestra la imagen de la Virgen del Carmen cargando al niño Jesús en talavera. Al fondo del atrio se aprecia la fachada de la portería del ex convento carmelita, posee una rica decoración de azulejos y un gran relieve en forma de estrella. Capilla de Santa Teresa de Ávila[editar] Es de planta octagonal y es la más grande de las capillas del Carmen. Su cúpula se adorna con pasajes de la vida de Santa Teresa de Ávila. En el altar se halla una cajonera de madera taraceada y en el muro del ábside las imágenes de los profetas Elías y Eliseo. A un costado se halla la imagen de la Virgen de los Dolores vestida con un traje bordado en oro con capa de flores y estrellas de igual manera bordadas y una daga clavada en su corazón. Capilla de la Santa Cruz de Huatulco[editar] Se encuentra del lado del Evangelio, también llamada de las Reliquias, nombre que se le dio originalmente porque con ese fin se comenzó a edificar en 1630 por fray Juan de Jesús María Borja, quien la dotó de nichos estratégicamente distribuidos para el resguardo de las reliquias que tenía bajo su costodia el convento. El nombre de la santa Cruz de Huatulco lo recibió por haber depositado ahí un fragmento de la Cruz de Huatulco el Dr. Antonio de Cervantes Carvajal, canónigo de la Catedral de Puebla. Estos hechos ocurrieron casi simultáneamente antes de 1637, año en que la capilla se había terminado de construir. El Ex Convento de Santa Rosa fue construido en el TEMPLO DE SANTA ROSA siglo XVII. Este recinto, primero beaterio de las monjas dominicas, posteriormente fungió como convento dedicado a Santa Inés, para después ser renombrado en honor de Santa Rosa de Lima (la primera santa del continente americano). Años más tarde y debido al movimiento de las Leyes de Reforma, todas las propiedades del clero se nacionalizarían, convirtiéndose en cuartel, luego en hospital psquiátrico y para 1968 en una vecindad que albergaba aproximadamente más de un millar de personas. Fue hasta 1973 que se convertiría en el Museo de Arte Popular, donde hoy se exponen artesanías propias de las siete regiones de Puebla, así como frescos que pertenecieron al convento.
Lo que cautiva del complejo del Monasterio de
Santa Rosa, sin duda es su monumental cocina de tres techos abovedados, que según guías del museo, más que un par de centenares de azulejos de Talavera le revisten, haciendo de ella una joya arquitectónica de la época, que no sólo capta la atención por su suntuosidad, sino porque se dice que ésta, la cocina del Ex Convento de Santa Rosa ,es la que vio nacer al famosísimo mole poblano.
Fueron las manos de Sor Andrea de la Asunción
quienes combinaron a la perfección esta sinfonía de sabores para honrar la visita del Virrey de Nueva España, Tomas Antonio. Entre aromas mezclados, ingredientes prehispánicos y otros tantos importados de tierras lejanas, fue cocinándose a fuego lento esta ancestral receta que aún hoy en día satura los paladares de gustoso placer. Chiles, especias, chocolate, se fusionaron en un delicado, pero complejo platillo, que hoy en día no podemos dejar de degustar, siendo como es, parte imprescindible del acervo gastronómico de la cocina poblana.