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JONATHAN CORTES 21 DE FEBRERO DEL 2023

ARQUITECTURA VIRREINAL

El templo Señora del Carmen


El Templo Conventual de Nuestra Señora del Carmen actualmente conocido como Iglesia de la virgen del Carmen es un
templo religioso de culto católico que pertenece a la jurisdicción eclesiástica de la Arquidiócesis de Puebla de los Ángeles,
bajo la advocación de la Virgen del Carmen.1​Es un ejemplo de la arquitectura barroca de Puebla de principios del siglo
xvii, dos de sus capillas son de notable factura y decoración, al igual que la nave principal que contiene pinturas como la
Santísima Trinidad de Cristóbal de Villalpando y su retablo neoclásico que alberga la imagen de la Virgen titular, obra del
escultor José Antonio Villegas Cora. Se celebra fiesta patronal el 16 de julio.

Una ermita dedicada a la Virgen de los Remedios


En 1548 el regidor Hernando de Villanueva recibió del Ayuntamiento un solar para erigir una ermita dedicada a Nuestra
Señora de los Remedios. Esta ermita se ubicaba en el camino real a Atlixco, camino que con el tiempo se convertiría en uno
de los cuatro ejes que dividieron a la ciudad de Puebla, la actual avenida 16 de septiembre. Al año siguiente, 1549 la ermita
obtuvo la merced de otros tres solares. La tradición según Cerón Zapata y Mariano Fernández de Echeverría y Veytia
refiere que el regidor Hernando de Villanueva se recuperó milagrosamente después de una lidia invocando a Virgen de los
Remedios tras lo cual y en gratitud erigió la ermita colocando su imagen en el altar. Para su mejor cuidado y asistencia
Villanueva la cedió en 1552 al gremio de los sastres quienes a su vez se erigieron en cofradía dos años después. Veytia sugirió
que la construcción de la ermita quizá este ligado a la celebración de corridas de toros que antiguamente se celebraban en el
sitio de la actual plazuela del Carmen.
El templo es de planta de cruz latina con cuatro capillas del lado del Evangelio, la del Niño Jesús de Praga; la de la Santa
Cruz de Huatulco; y otra que guarda la imagen de un hombre vestido de traje, es Cristo transformado en San Homobono,
abogado de los sastres y las costureras. Sus bóvedas son de luneto con cúpula central, sin tambor. Carece de torre, en su
lugar posee una espadaña que se yergue perpendicular y arriba de la fachada, tiene cuatro vanos que albergan cuatro
campanas y remata en una especie de sol; las espadañas fueron estructuras muy comunes en los templos carmelitas de la
época virreinal y que sustituían a las torres. Su altura es de alrededor de 13.75 metros
Interior[editar]
Los muros de la nave están decorados con azulejos de colores y con pinturas al óleo alusivos a los santos carmelitas. La
Virgen del Carmen puede verse bellamente vestida en el ciprés del altar mayor.
Fachada[editar]
La fachada dentro del atrio se hizo de petatillo ordenado en espiga y talavera poblana así como abundante obra de cantería
en grís. La portada de acceso está dividida en tres partes a la manera carmelita. En la primera se halla la puerta formada con
un arco de medio punto que da entrada al templo y en ambos lados dos pequeños vanos enrejados del mismo arco, en la
segunda sección se observa la ventana del coro y en ambos costados se repite el escudo carmelita con el brazo de San Elías
que porta la espada con lenguas de fuego, abajo de la ventana se observa una pequeña imagen de la Virgen de los Remedios
en talavera que recuerda la primera advocación del templo. La parte superior esta cubierta de petatillo y talavera de colores
interrumpido por un pequeño nicho que resguarda a la Virgen del Carmen sosteniendo al niño Jesús. Remata el conjunto un
pequeño frontón que tiene una cruz con un ángel a cada lado. Mide alrededor de 13.75 metros de alto
Atrio[editar]
El atrio del Carmen está ubicado junto a la avenida 16 de Septiembre, es un patio de pequeñas dimensiones cubierto de lajas
de piedra y rodeado de muros altos revestidos de ladrillo y talavera, dos puertas dan acceso al atrio una de las cuales, en su
remate, muestra la imagen de la Virgen del Carmen cargando al niño Jesús en talavera. Al fondo del atrio se aprecia la
fachada de la portería del ex convento carmelita, posee una rica decoración de azulejos y un gran relieve en forma de
estrella.
Capilla de Santa Teresa de Ávila[editar]
Es de planta octagonal y es la más grande de las capillas del Carmen. Su cúpula se adorna con pasajes de la vida de Santa
Teresa de Ávila. En el altar se halla una cajonera de madera taraceada y en el muro del ábside las imágenes de los profetas
Elías y Eliseo. A un costado se halla la imagen de la Virgen de los Dolores vestida con un traje bordado en oro con capa de
flores y estrellas de igual manera bordadas y una daga clavada en su corazón.
Capilla de la Santa Cruz de Huatulco[editar]
Se encuentra del lado del Evangelio, también llamada de las Reliquias, nombre que se le dio originalmente porque con ese
fin se comenzó a edificar en 1630 por fray Juan de Jesús María Borja, quien la dotó de nichos estratégicamente distribuidos
para el resguardo de las reliquias que tenía bajo su costodia el convento. El nombre de la santa Cruz de Huatulco lo recibió
por haber depositado ahí un fragmento de la Cruz de Huatulco el Dr. Antonio de Cervantes Carvajal, canónigo de la
Catedral de Puebla. Estos hechos ocurrieron casi simultáneamente antes de 1637, año en que la capilla se había terminado
de construir.
El Ex Convento de Santa Rosa fue construido en el
TEMPLO DE SANTA ROSA siglo XVII. Este recinto, primero beaterio de las
monjas dominicas, posteriormente fungió como
convento dedicado a Santa Inés, para después ser
renombrado en honor de Santa Rosa de Lima (la
primera santa del continente americano). Años más
tarde y debido al movimiento de las Leyes de
Reforma, todas las propiedades del clero se
nacionalizarían, convirtiéndose en cuartel, luego en
hospital psquiátrico y para 1968 en una vecindad
que albergaba aproximadamente más de un millar
de personas. Fue hasta 1973 que se convertiría en
el Museo de Arte Popular, donde hoy se exponen
artesanías propias de las siete regiones de Puebla,
así como frescos que pertenecieron al convento.

Lo que cautiva del complejo del Monasterio de


Santa Rosa, sin duda es su monumental cocina de
tres techos abovedados, que según guías del
museo, más que un par de centenares de azulejos
de Talavera le revisten, haciendo de ella una joya
arquitectónica de la época, que no sólo capta la
atención por su suntuosidad, sino porque se dice
que ésta, la cocina del Ex Convento de Santa Rosa
,es la que vio nacer al famosísimo mole poblano.

Fueron las manos de Sor Andrea de la Asunción


quienes combinaron a la perfección esta sinfonía
de sabores para honrar la visita del Virrey de Nueva
España, Tomas Antonio. Entre aromas mezclados,
ingredientes prehispánicos y otros tantos
importados de tierras lejanas, fue cocinándose a
fuego lento esta ancestral receta que aún hoy en
día satura los paladares de gustoso placer. Chiles,
especias, chocolate, se fusionaron en un delicado,
pero complejo platillo, que hoy en día no podemos
dejar de degustar, siendo como es, parte
imprescindible del acervo gastronómico de la
cocina poblana.

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