Desarrollo del comportamiento animal Genes y conducta.
El comportamiento animal incluye todas las maneras en que los
animales interactúan con otros organismos y el medio físico. El comportamiento también puede definirse como un cambio en la actividad de un organismo en respuesta a un estímulo, una señal externa o interna, o una combinación de señales. Para entender completamente un comportamiento, queremos saber qué lo provoca, cómo se desarrolla en un individuo, cómo beneficia a un organismo y cómo evolucionó. Algunos comportamientos son innatos, o programados genéticamente, mientras que otros son aprendidos, o desarrollados por la experiencia. En muchos casos, los comportamientos tienen un componente innato y un componente aprendido. La selección natural moldea el comportamiento. Muchos comportamientos aumentan directamente la aptitud de un organismo, es decir, le ayudan a sobrevivir y reproducirse. en el intento incansable de los psicólogos por comprender la influencia de los genes en los rasgos de conducta, se han ideado bastantes experimentos. Los estudios de raza; las razas surgen de la consanguinidad de varias generaciones de parientes cercanos, las razas son genéticamente similares, estudios así no pueden realizarse en humano, por lo que se realizan sobre animales como los ratones, con estos animalitos se ha logrado demostrar que la diferencia entre razas demuestra que en las mismas tareas diferentes razas reaccionan de distinta manera porque su herencia genética así lo ha predispuesto. Los genomas de casi todos los seres vivos, tanto plantas como animales, consisten en ADN (ácido desoxirribonucleico), la cadena química que incluye los genes que codifican las distintas proteínas y las secuencias regulatorias que activan y desactivan a esos genes. La secuencia en la que los cuatro componentes básicos, es decir, adenina (A), timina (T), citosina (C) y guanina (G), se colocan a lo largo de la estructura de la doble hélice torcida de ADN, es lo que determina precisamente qué gen produce qué proteína. Su labor es determinar cuál es la aportación de la herencia y cuál la del ambiente, a un comportamiento particular, así como las predisposiciones genéticas a los trastornos psicológicos y neurológicos. Está claro que los genes no causan directamente la conducta, más bien afectan al desarrollo y funcionamiento de los sistemas nervioso y endocrino, aportan algo con respecto, por ejemplo, a la capacidad de aprendizaje o a la tendencia a las depresiones, lo cual influye a su vez en la probabilidad de que cierta conducta ocurra bajo ciertas circunstancias. El ser humano es producto de la interacción de la herencia (transmisión genética de las características físicas y psicológicas de los padres) y el ambiente (suma de todas las condiciones externas que afectan al desarrollo). La conducta no se hereda, lo que se hereda es el ADN La conducta surge del impacto de los factores ambientales sobre el organismo en desarrollo, los métodos usados por los genetistas conductuales son la genética conductual animal (estudios realizados con animales), genética conductual humana (estudios de familias, gemelos, adopción etcétera) y genética molecular (estudio del código genético humano).
Más allá del ADN: La Revolución Epigenética: Desde Mecanismos Celulares hasta Factores Ambientales: Cómo la Epigenética Moldea Nuestro Destino Biológico y las Implicaciones para la Salud, el Comportamiento y el Futuro de la Investigación