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Trabajo Joaquim Mior & Bernardo Mantelli

Los apagones en Puerto Rico fueron muy difíciles para la gente de allí.
No solo significaron quedarse sin luz por un rato, sino que también mostraron
que el sistema eléctrico no estaba funcionando bien. La compañía a cargo, la
Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), no pudo mantener todo en buen estado,
lo que causó muchos problemas.
Estos cortes de luz afectaron a mucha gente. Hubo problemas para la
salud, la seguridad y la economía de la isla. Algunas personas dependían de
máquinas médicas que necesitaban electricidad, y los negocios perdieron dinero
porque no podían trabajar.
El gobierno tampoco actuó rápido ni organizadamente para resolver la
crisis. Esto hizo que la gente perdiera la confianza en las autoridades.
La reciente tendencia de empresas que compran casas en Puerto Rico y
sacan a los residentes está preocupando a mucha gente en la isla. Esto está
pasando porque hay beneficios fiscales y políticas que favorecen la inversión,
pero está causando gentrificación y forzando a la gente a dejar sus
comunidades.
Para muchas personas, especialmente en áreas de la ciudad donde los precios de
las casas están subiendo mucho, vender su casa a inversores extranjeros o
grandes empresas significa perder su hogar. A menudo, estas familias tienen
dificultades para encontrar otro lugar donde vivir que sea accesible y adecuado
para ellos.
Es una pena para las personas que estaban allí ver cómo sus hogares son
adquiridos por empresas y luego son desalojados. Es una situación difícil perder
el lugar donde han construido sus vidas y comunidades. Para muchos, estas
casas no solo son espacios físicos, sino que también representan recuerdos,
historias y conexiones emocionales profundas. El desplazamiento forzado puede
causar estrés, ansiedad y dificultades financieras, dejando a las personas en una
situación precaria y sin un lugar al que llamar hogar.

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