Historia del censo

El primer censo que se hizo en la historia fue hecho en 15, 16 y 17 septiembre de 1869
bajo la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento. La cédula censal, se diseñó cómo
una lista de personas con apellido y nombre, se incluyeron 8 preguntas: Edad, genero,
estado civil y nacionalidad, provincia de nacimiento o profesión. El interés de
Sarmiento por la educación, se reflejó la pregunta “¿sabe leer y escribir?”, casi el 74%
de la población aseguró que no sabe leer y 76% dijo que no sabe escribir, la declaración
de edad presentó problemas, por el desconocimiento de la población acerca de la fecha
precisa de su nacimiento.
Entre los hombres predominaban los agricultores, militares, educadores, mineros,
abogados, médicos y curanderos. Y entre las mujeres se destacaban las costureras,
lavanderas y amasadoras.
El Censo de 1869 marcó un hito en la estadística de nuestro país. Sin embargo, tuvo que
pasar un cuarto de siglo hasta llegar al segundo Censo Nacional de Población.
El tercer censo nacional se realizó el 1 de junio de 1914 bajo la presidencia de Roque
Sáenz Peña.
Habían pasado 19 años desde el relevamiento de 1895.
Como novedad, se dejó de lado la “lista nominativa”, en la que cada fila de la cédula
censal correspondía a cada persona, y se utilizaron fichas personales con 16 preguntas.
El censo arrojó que, en casi dos décadas la población se había duplicado, y alcanzaba
los 7.903.662 habitantes.
Además, se registró la mayor proporción de población no nativa de nuestra historia: El
29,9% había nacido en el extranjero. Tal era el peso de la inmigración, que se contaron
más varones extranjeros que varones nativos de entre 25 y 79 años.
Pero el crecimiento poblacional fue desigual: La capital federal aumentó su población
un 137% en el periodo intercensal.
También sobresalió el aumento de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y
Mendoza.
La otra cara de la moneda se presentó en San Juan, La rioja, Catamarca, Salta y Jujuy,
donde el crecimiento demográfico resultó menor por la desconexión con el puerto.
Las grandes ciudades estaban en auge.
El primer Censo del siglo XX registró que la población argentina se había vuelto
mayoritariamente urbana.