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imposibilidad. Hacia fines de diciembre de 1979, el conflicto se hizo insostenible entre una corriente que defendié la necesidad de encontrar un tratamiento politico, y no violento, para las demandas y manifestaciones populares y 1a que invocaba ol uso de la fuerza pard mantener la estabilidad. Como una contraparte de la diferencia ético politica se encontraba la inviabilidad del patron del bloque histérico que habia llegado a un punto de rigidez frente a las expectativas sociales. La conservacién-del mismo solamente podia intentarse mediante el empleo creciente de los instrumentos militares, lo cual, a su vez, representaba la restriccién de los espacios para la participacién de grupos subalternos en 1a sociedad politica. Eso fue lo que ocurrié con la desintegracién del gobiemo de octubre y la posterior reorganizacién sobre la base del pacto del PDC con la Fuerza Armada. Desde otro angulo, el sedimento ideolégico quedé rebasado por la constelacién, de elementos utopicos existentes en Ia sociedad de aquel entonces. B. Las rearticulaciones post-transicionales, E19 de enero de 1980 se conocié la composicién de una nueva Junta de Gobierno, formada sobre la base de un pacto suscrito entre representantes del Partido Demécrata Cristiano y la Fuerza Armada, La desintegracién del gabinete de-octubre y la posterior reorganizacién de la Junta de Gobierno epresentaron una definicién de fuérzas favorables para que 1a sociedad politica se remodelara al amparo de una transicién de la seguridad nacional hacia el disofio de una estrategia contrainsurgente. Pero, al mismo tiempo, en ese proceso se pueden visualizar factores iniciales del proceso de reconstitucién. En efecto, tanto el gabinete de octubre como la Junta de enero se tradujeron en una nueva composicion de los grupos dirigentes, aunque tales movimientos no se convirtieran todavia en Ia articulacién consolidada de un nuevo bloque politico ideolégico. ‘Mientras, por un lado el liderazgo militar conservaba su sitio predominante, ahora como asiento fundamental de las formas de dominacién, por otro se desplazaba de sus aliados tradicionales hacia otros nuevos, que representaban a las fuerzas econémico sociales no oligérquico 147 concentradoras. De la nueva composicién emrgieron dos procesos principales: uno, el de las reformas sociales y dos, el de la busqueda de una nueva legitimidad. Sin embargo, ambos fueron dominados por una concepcién de lucha contrainsuirgente que se correspondia con la correlation general de fuerzas politico militares del pais. Si aquello ocurria como fenémeno transicional en el bloque dirigente, en el subalterno se operaron cambios igualmente importantes, tal fue el caso de la evolucién de un proceso amplio de convergencia de fuerzas politico sociales que se concreté primero en la Coordinadora Revolucionaria de Masas y en el Frente Democritico Revolucionario después. El tipo de enfrentamiento que se estaba gestando también puede ser interpretado a través de las, formas nuevas de intelectuales que se configuraban. En el aparato de dominacién, el tradicional grupo dirigente, el militar, junto a un nuevo segmento de politicos y técnicos, asumia nuevos roles intelectuales vinculados a las técnicas de contrainsurgencia y a las modalidades de reforma. Es decir, a nivel individual un nuevo cuerpo de funcionarios integraba el aparato gubernamental, y anivel orgénico un nuevo partido trataba de capitalizar las rearticulaciones post-transicionales. Otro tanto se registraba en los grupos subalternos al verse engrosados por un nuevo cuerpo de dirigentes que, independientemente de su estraccién social, acuerpaban la defensa de los intereses populares (de trabajadores, pequefios y medianos empresarios); a nivel individual, una nueva generacién de ditigentes y a nivel orgénico, el rol preponderante de un nuevo tipo de movimiento politico social, el revolucionario de masas vinculado a un partido clandestino de caricter politico militar. . La confluencia de los procesos de recomposicién que se desarrollaban en el bloque dominante E y-en el subaltemo, planted una correlacién favorable para la transformacién del patrén del bloque jstérico. A nivel de la articulacién general del bloque histérico tomaron forma nuevos f fendmenos, el principal de los cuales fue el proceso de la reforma agraria y las nacionalizaciones de la banca y del comercio exterior. Estos fendmenos tuvieron un doble significado, pues por una Fparte representaron el fin de la ideologia caracteristica del patrén histérico, que tenia en los [ointereses del frente agrario y en la propiedad privada dos de sus bastiones principales, y por otra 148 significaron el fin del predominio econémico social ejercido por el bloque agroexportador a lo largo de un siglo. Las relaciones de produccién caracteristicas del bloque histérico tuvieron un replanteamiento fundamental, ya que pasaron de la tradicional hegemonia privada individual a la coexistencia de ‘esas con las nuevas formas de propiedad. Este proceso, por tanto, representaraé un eslabén importante de la configuracién final del proceso de reconstitucién del Estado, ya que ha implicado que, por primera vez en cien alfos, se han modificado las caracteristicas de las relaciones sociales establecidas desde el triunfo liberal. ‘Ahora bien, los: movimientos que se plantean para esta fase deben ser interpretados como procesos que evolucionan cambiantemente, dinamizando otros ‘elementos y sujetindose al ritmo que marca la guerra que tendia a dominar todos los ambitos de la vida nacional. En el contexto de hegemonia tiende a producirse en, al menos, tres espacios de la guerra, la reconstrucci6n (©) en un espacio relativamente amorfo de generales: (a) En el dominante; (b) en el subalterno; los grupos sociales que oscilan entre los dos anteriores o proyectan sus propias iniciativas “informales" C. La guerra y sus transformaciones. EL 10 de enero de 1981 el-FMLN-desplegé'sus fuerzas en Ia ejecucién de un plan de ofensiva ral, Los insurgentes fallaron en la conquista de las metas que se habian propuesto, ya que gener jerra se convirtié contemplaban, al menos, una recomposicién de los aparatos de poder, pero la gu en el factor de primer orden de Ja vida nacional. A partir de 1981, la guerra se convirtié en el fendmeno mas importante de El Salvador y, con ello, todos los ambitos de la vida nacional se modificaron, ineluyendo los de la cotidianeidad, los sedimentos culturales, religiosos, el lenguaje. La modificacion de la guerra no s6lo debe ser vista ‘a partir de su inherente secuela de perversidades destructivas, sino que también debe comprender 149) “Los cambios en los patrones culturales que se producen en un contexto dominado por Ja guerra, El mas importante de estos cambios es el de Ia migracion de miles de salvadoreiios, especialmente hacia Estados Unidos. “Los cambios enumerados, que se producen en un contexto creciente de- guerra, refuerzan el dinamismo del proceso de reconstitucion estatal. La guerra y su solucién, En octubre de 1984, en La Palma, se produjo el encuentro espectacular entre as delegaciones del MLN. Esta ronda de conversaciones dejé pocos resultados, y los que quedaron gobierno y del FI sunign de Ayagualo. Sin embargo, signific6, de hecho, el reconocimiento se disolvieron en 1a re\ ‘mutuo entre los principales liderazgos enfrentados en la guerra in esta fase Ia evolucién global se produce a partir de los distintos procesos y transformaciones que ya se han planteado, pero tomando rasgos caracteristicos. titica consigue una estabilidad precari, tanto por la guerra como-por los i bien la sociedad pol 1 sacuden, no logra superar los limites dentro de la sociedad civil. Al conflictos intemos que I contrario, esta fase presenta como uno de sus rasgos caracteristicas el auge de las formas de organizacién que som portadoras:de'la-hegemonia del bloque subalterno. ‘A nuestro juicio, el signo caracteristico de esta fase es una peculiar delimitacién basica de las fuoraas que se agrupan en eada uno de los tres espacios de produccién de hegemonia, Primero, una guerra como Ia salvadorefia es en si misma la negacién de una hegemonia general y de un grupo dirigente de cardcter nacional. 151 ‘Segundo, con las caracteristicas del proceso que se perfil desde 1982-1984, se crearon Jas condiciones para la configuracién de los tres espacios de produccién de hegemonia, dentro de los cuales tendieron a ubicarse distintas fuerzas y grupos sociales. ~~ ‘Tercero, en esta fase (1984-1989) los grupos sociales principales han tomado posicién dentro de alguno de los tres espacios. Cuarto, desde esos espacios se interactdaron y proyectaron nuevas posibilidades de alianzas y coaliciones. Ahora bien, simulténeamente se plantearon las condiciones de inviabilidad para cualquier proyecto de acumulacién productiva debido a los niveles de la guerra; de manera que si se habia desarticulado el patrén histérico y su circuito de acumulacién caracteristico, no se planteaban condiciones viables para el surgimiento de otro sustitutivo. En esa configuracién general’ se encontraria la base objetiva para la creacién de hegemonias parciales y para la gestacién de una correlacién de fuerzas favorable a la solucién politica de la guerra, Entre 1984 y 1989, Ia sociedad politica se mostré con Ja fuerza suficiente para mantener su continuidad resistiendo a la guerra; pero no para crear las condiciones para una hegemonia general, ni para un proyecto econsmico social viable que se sobrepusiera a la guerra. Por otra parte, en 1a misma fase, el bloque altemativo demostré capacidad para continuar la guerra, pero no para convertirse, desde Ia guerra, en un grupo dirigente de cardcter nacional. En el caso del tercer espacio, 1a consolidacién de las tendencias propias, independientes a las hegemonias parciales procedentes de los dos bloques, convirtié a sus grupos sociales en relativamente inconquistables. Pero, ademés, este espacio tomé nuevos dinamismos en tanto que cont con. la articulacién de’ un’ planteamiento independiente, procedente de instancias intelectuales que criticaban el unilateralismo de los dos espacios principales. © esa forma se produjo una modificacién notable en los aparatos caracteristicos de la sociedad vil, El rasgo més notable es el representado por el mundo de organizaciones que son producto 152 pensamiento que se distancia de los unilateralismo bipolares y que refuerza la bisqueda de una solucién politica. El pensamiento que postula la UCA seria uno de los casos més desarrollados y coherentes de este fendmeno. A partir de la composicién particular de los tres espacios es que adquiere un dinamismo propio Ja bisqueda de planteamientos nacionales que superen la visién de las hegemonias parciales. Y en tanto que este dinamismo contaba con un sustrato econémico social transformado, con nuevos sujetos y actores econémico sociales al mismo tiempo que con espacios de inviabilidad para los actores que procedian del patron histérico tradicional, adquiria capacidad para incidir en los dos espacios mas fuertes. Ese cuadro de agrupaciones, que a partir de 1989 cristaliza en el proceso de negociaciones y més tarde en los Acuerdos de Paz, no s6lo plantea una modificacién radical de las modalidades hegeménicas tradicionales, procedentes desde la expansién del Estado liberal cafetalero, sino también de las producciones de hegemonia parcial. En esta perspectiva los Acuerdos de Paz representan una reconstitucién del Estado en un doble sentido, Primero, en cuanto que replantean l Estado de guerra y Ia produccién parcial de hegemonias. Segundo, porque reorientan las. ‘modalidades y aparatos de hegemonia vigentes desde la expansién del Estado liberal oligérquico, E. Las bases de nuevas composiciones ideolégico utépicas. La situacién socio-politica por la que ha atravesado el pais podria interpretarse, generalizando la idea mannheimiana, como la fucha entre la utopia de las fuerzas progresistas y la ideologia de los grupos conservadores. Sin embargo, creemos que el proceso no se constrifie a un enfrentamiento bipolar. La utopia hegeménica dentro del bloque subalterno se movid, desde los inicios de la década de los afios ochenta, de un énfasis marcadamente socialista a la lucha por una democracia 153 participativa, Para ese trénsito ha sido importante el proceso de negociacién de los Acuerdos de Paz, asi como le correlacién de fuerzas intemas del pais y de los Estados Unidos. Frente a esa utopia se opuso, por una parte, la ideologia de un sector del bloque dominante que traté de sostenerse con base en un concepto de contrainsurgencia, y por otra parte, la de otro sector que aceptaba modificaciones al sistema de dominacién por medio de una democracia representativa. Principalmente éste dltimo logré una incidencia considerable en los contenidos de Jos Acuerdos de Paz. La composicién ideolégica utépica de los Acuerdos de Paz debe ser'visualizada tomando en cuenta el proceso de crisis y de recomposicién de hegemonia y los distintos espacios de creacién hegeménica. Primero, la sociedad civil tradicional se articulaba por una coexistencia entre ideas de desarrollismo industrial y de conservadurismo agrario, El inicio de su proceso de crisis estuvo marcado por un movimiento en las posiciones hegeménicas, mediante el cual el conservadurismo agrario se convirtié en el predominante en el concepto ético politico hegeménico y en los planes gubernamentales. En este movimiento hegeménico dentro del bloque dominante es que la doctrina de la seguridad nacional se convirtié en el pivote de la actividad gubernamental. Segundo, el proceso de crisis, sin embargo, no condujo a una situacién estitica sino que a una dominada por el dinamismo dé la recomposicién, En la segunda fase del proceso de crisis n se acentué Ia erosién del andamiaje de la hegemonia agrario conservadora con y recomposi Ja ejecucién de la reforma agraria, la nacionalizacién de la banca y la nacionalizacién del comercio exterior. El proceso de reformas, aunque se produjo en un contexto ideolégico dominado por el concepto de Ia contrainsurgencia, significé la transformacién, por primera vez en cien afios, de la arquitectura hegeménica del bloque dominante. Por mucho que el objetivo que se encontraba por encima de las reformas fuera el de la guerra, se habia operado una mutacién en el sedimento ideoldgico. Ain més, se trataba de un elemento que ocupaba un lugar privilegiado dentro de la constelacién ut6pica del bloque subalterno. La idea de robar banderas, 154 de quitar agua al pez, expresaba precisamente esa incorporacién de un elemento utépico a un cuerpo ideolégico. Tercero, en la tercera fase del proceso de crisis-recomposicién se produjo el cambio de la sociedad politica y de las formas de hegemonia en el seno del bloque dominante. Conceptos entrafiables para el liberalismo, como la practica de elecciones disputadas por partidos politicos en igualdad de oportunidades, o formas de democracia democracia, fueron puestas en préctica en EI Salvador y, por primera vez en 50 afios;” toma posesién un civil como presidente de la Repiiblica. Es cierto que toda la situacién del pafs seguia dominada por la guerra, y que los cambios mencionados seguian inscritos subordinadamente al concepto de contrainsurgencia, pero también que las nuevas formas politico hegeménicas tomarian una dinémica propia a partir de Ja competencia interpartidaria, Si en el caso anterior se habfa operado una mutacién mediante la importacién de un elemento utépico a un cuerpo ideolégico, en este caso el elemento ideolgico - -el partidista electoral-- adquiriria importancia hasta para el cuerpo utdpico del bloque subaltemo. Cuarto, la expansién de Ia guerra significé 1a ausencia de una fuerza, de un grupo con cardcter hegeménico nacional, asi como la existencia de diversos espacios de creacién de hegemonia, Una y otra confluyeron en la disputa por puestos hegeménicos y en la decantacién de las constelaciones ideolégico utépicos. Por eso, hasta los tipicos representantes de la corriente agrario conservadora tuvieron que aceptar la reforma agraria de 1980; por eso, los representantes del bloque subaltemo tuvieron que-admitir el sistema partidista electoral. Por otra parte, también ji toda a funcionalidad de las formas hegeménicas Ja generalizacion de la guerra-rompi tradicionales. La educacién, las précticas religiosas, la vida civica, y hasta las pautas del lenguaje sufrieron modificaciones como producto de la guerra. Quedaron, asi, vacios que fueron ocupados por pautas 0 conceptos inscritos en el tercer espacio de creacién de hegemonia. Quinto, en el contexto de una ausencia hegeménica nacional, la intervencién de los | Estados Unidos adquirié un rol decisivo en la configuracién del poder-del bloque dominante y © con excepeisn del corto periodo presidencial de Rodolfo Eusebio Cordén en 1962. 155 en el mapa ideolégico utépico. Apoyaron un esquema combinado de reformas, liberalismo y ‘guerra contrainsurgente, que se plasmé en las formas de guerra, conservacién de las reformas, elecciones y reactivacion de la economia. Mas que promotores ‘de una determinada propuesta ideolégico utépica, Estados Unidos se enfrascé en la busqueda de recomposicién de la hegemonia del bloque politico social dominante, mediante una democratizacién controlada dirigida a legitimar a un gobierno civil. Sexto, los movimientos planteados, en un marco de ausencia hegeménica nacional y desarticulacién del patron del bloque historico y de sus dominaciones tradicionales, fueron Ta base ideolbgico utdpica de los Acuerdos de Paz. Al igual que en el proceso de constitucién del Estado salvadorefio, cuando la utopia original fue transformada por Ia confluencia de elementos procedentes de distintos cuerpos que dieron lugar a una utopia altemativa, en el caso de la guerra, la negociacién y los Acuerdos de Paz. habria emergido un cuerpo utépico nuevo, diferente a los originales. {Cual seria esa nueva utopia? Se puede pensar que un modo de vide, a partir del funcionamiento y consolidacién de la institucionalidad y legislacién procedente de los Acuerdos de Paz, que se caracteriza por su acentuados rasgos democriticos. La utopia mannheimiana tiene por funcién apuntar a la transformacién total o parcial del orden social establecido. Y precisamente a eso apuntan los Acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno de El Salvador y el FMLN: a transformar el proyecto de dominacién que ha prevalecido historicamente. En los Acuerdos.de Paz convergen distintos cuerpos de ideas de rasgos ut6picos ‘ia reorganizacion radical de los elementos constitutivos que, integrados, oftecen Tas del Estado, Al mismo tiempo, en tanto que no son ain una realidad tangible que tenga vigencia plena, se convierten en un proyecto nacional con destacados elementos de utopia. 156 5, Los resultados de la negociacién: Hacia Ia nueva hegemonia o nueva utopia relativa El proceso de crisis y reconstituciém desemboe6 en los acuerdos alcanzadas entre Gobierno de El Salvador y el FMLN, que van desde los puntos convenidos en Ginebra hasta los de Chapultepec.* Los Acuerdos de Paz abrieron el espacio para que se plantearan nuevas modalidades de hegemonia en la sociedad salvadorefia, al producirse un viraje hist6rico: se puso fina un conflicto por medio del didlogo-negociacion; y se logtaron cambios sustanciales en Jos aparatos tradicionales de la sociedad politica y civil, como se expresa en algunas de las interpretaciones més significativas que se han formulado. A. La posicién del Gobierno. El discurso pronunciado por el presidente Cristiani, el 16 de enero de 1992, muestra algunos de los cambios que se han producido en el contexto: ideolégico utépico nacional, asi como en el de la derecha salvadorefia. Las alusiones al surgimiento de una nueva patria, a las causas histéricas del conflicto, el reconocimiento al método empleado para alcanzar los acuerdos y a los organismos intemacionales, muestran un panorama inédito en et bloque dominante. Para el Presidente "...un solo y fundamental propésito de concordia nos hace vislumbrar la nueva patria salvadorefia que surge de-las-convulsiones de una gran prueba historica, asistido por el aliento vigoroso de una racionalidad-que no tiene précedentes en nuestros métodos sociales y politicos para resolver profundas diferencias (...) En realidad, entendemos que desde lo que ahora comienza ‘a ocurrir en El Salvador no es el restablecimiento de una paz preexistente, sino la inauguracion de una paz auténtica, fundada en el consenso social, en la armonia basica entre sectores sociales, politicos e ideolégicos y, sobre todo, en Ia concepcién del pais como totalidad sin exclusiones _- de ninguna indole".* % Ver Anexo de este capitulo. ©» epsscuego pronunctade por el senor presidente de la Repiblics de El Salvador", ECR, enero- febrero de 1992, p» 165. He 137 El presidente Cristiani también reconocié la existencia de causas profundas para el conflicto militar que se generé en la década pasada, de manera que "(...)la crisis en que se vid envuelta Ja nacion salvadorefia, en el iltimo decenio, no surgié de la nada ni-fue producto-de-voluntades aisladas, Esta crisis tan dolorosa y tragica tiene antiguas y profundas taices sociales, politicas, ‘econémicas y culturales. En el pasado, una de las pemiciosas fallas de nuestro esquema dé vida incia de los espacios y mecanismos necesarios para permitir nacional fue la inexistencia o insufi cl libre juego de las ideas, el desenvolvimiento natural de los distintos: proyectos politicos derivados de la libertad de pensamiento y de accién. En sintesis, la ausencia de un verdadero s profunda hizo surgit la posibilidad real de la democracia esquema democritico de vida La ci en nuestro pais..”.@ FI discurso presidencial también proclamé el cardcter de plataforma nacional de los Acuerdos de Paz. "De cara al futuro, el Acuerdo de paz es un acto de plena libertad y perfectibilidad de todo tun pueblo, cuyo suftimiento y estoicismo le han dado un supremo derecho a la esperanza; esa esperanza en una vida més humana y més pleng, sin exclusiones y privilegios, toma cuerpo en el Acuerdo de Paz y por ello decimos que este Acuerdo es una plataforma de armonfa para el presente y para el futuro" *” Como en pocas ocasiones, también hubo una exaltacién a las bondades del debate razonable para buscar soluciones a las diferencias, porque "(...) lo que tiene valor como producto positivo de un esfuerzo constructive y-concertado es el.método mismo del didlogo, del entendimiento razonable y de la busqueda sensata y efectiva de Soluciones a los problemas mas agudos y dificiles, lo que ahora destacamos también como algo enormemente significative para el desarrollo de la democracia salvadorefia".* © aid, pag. 169-266, 4 id, pags 165. © reid, pag. 165. 158 En el discurso también se enfatiza el rol que la comunidad internacional tuvo en el proceso negociador,® con Io que se fortalece Ia institucionalidad intemacional como participe de s nacionales-sin-que-ello se-interprete mecanismos que permitan ayudar a dirimir los cont ‘como injerencia en los asuntos internos de cada pais. Pero el discurso de Cristiani presenta una evasion peligrosa para el futuro: "El conflicto ha quedado atris, Queremos y debemos todos ver hacia el futuro, que es el tiico sitio donde podemos construir ese El Salvador grande, prospero, libre y justo, que todos fundamentalmente anhelamos. Las lecciones aprendidas tienen que asimilarse y fructificar para una vida mejor, pero no vamos a lorar sobre las cenizas, el pais no nos da tiempo més que para el trabajo, para la reconciliacién y para la paz’. La desconsideracién con la importancia de la memoria histérica puede favorecer la repeticién del pasado de guerra y de injusticia. Si bien es cierto que hay que ver hacia adelante y enearar los nuevos retos planteados y cumplir con los Acuerdos de Paz firmados, es también cierto que un pais que olvida su pasado corre el riesgo de repetir lo que ocurrié, méxime si este es un pasado negativo para Ia historia del pais. Por ello es necesario hacer énfasis en que Ia historia no solo ‘camina hacia adelante, sino que también el caminar adelante implica saldar las cuentas pendientes ‘con el pasado que no se ha cumplido. El discurso.del- presidente Cristiani muestra elementos que se ajustan a las caracteristicas del proceso de recomposici6it hegemonica que se ha postulado antes. Para el caso de El Salvador, el concepto de una nueva patria, fundada en el consenso y en Ia nocién del pais como totalidad, imperaban dentro suponen una generacién de nuevos valores ético politicos distantes de los qu de la arquitectura ideolégica agraria conservadora. © wid, pag. 166. tid, pag. 166. 159

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