Bogotá D.C.

, 18 de marzo de 2024

COMUNICADO DE LEOPOLDO MÚNERA RUIZ A LA COMUNIDAD DE LA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

El pasado 12 de marzo los tres estamentos de la comunidad universitaria

convocados para parLcipar en la consulta para la designación de rector
manifestaron de manera contundente su apoyo a la visión de universidad que
he consignado en mi programa. Sin embargo, desde el día 17 de marzo,
circularon comunicaciones del candidato a la rectoría Jorge Eliécer Córdoba
Maquilón y del representante del Consejo Nacional de Educación Superior
(CESU) ante el Consejo Superior Universitario (CSU) Humberto Rafael Rosanía
Ortega, dirigidas al CSU, solicitando la suspensión del procedimiento
conducente a la designación de Rector de la Universidad Nacional de Colombia,
aduciendo que se presentó un presunto fraude en el proceso de consulta, con
fundamento en un documento anónimo, como los mismos peLcionarios lo
reconocen. Frente a este hecho, he considerado que es mi responsabilidad
exponer las siguientes consideraciones:

1. En la comunicación del profesor Córdoba Maquilón se advierte que, tanto

los mensajes llegados a su WhatsApp el 15 de marzo a las 10:18PM, como
el PDF recibido por el mismo medio el 16 de marzo, carecen de
idenLficación; es decir, que se desconoce su autoría y, por lo tanto, son
anónimos. Esta circunstancia es avalada por el señor Rosanía Ortega al
pedir que la solicitud del profesor Córdoba Maquilón se considere por el
CSU en la sesión prevista para el 19 de marzo, antes de la presentación
de los candidatos ante ese organismo superior de la Universidad, para
que se aprecie si existen garaneas para conLnuar con el proceso, se
analice si el CSU puede obrar con objeLvidad e imparcialidad, y para que
se establezca si se debe solicitar la intervención de un tercero que estudie
desde el punto de vista forense la consulta realizada.

2. Al respecto, considero que una autoridad académico-administraLva,

como lo es el CSU, no puede subordinar su actuación a las informaciones,
imágenes, afirmaciones o esLmaciones que se le aportan a sabiendas de
que se desconoce absolutamente su autoría ¿Quién es el remitente de

1
 los mensajes recibidos por WhatsApp y quienes son, además, las otras
personas indeterminadas a las que se hace referencia como
corresponsables de los supuestos hechos fraudulentos? ¿Cómo pueden
ser acogidas de manera responsable tales informaciones anónimas para
sustentar la solicitud de la suspensión e interrupción del procedimiento
regular de designación de Rector? La comunidad universitaria debe saber
que el proceso de consulta fue conocido y avalado en términos de su
seguridad informáLca por la comisión de acompañamiento que fue
conformada por los delegados y delegadas de los diez candidatos a la
rectoría. Esta comisión designó, además, a tres ingenieros para que
acompañaran el proceso in situ durante toda la jornada de consulta. Al
finalizar dicha jornada, ninguna de las personas designadas expresó
inconformidad alguna con el proceso ni con su fiabilidad.

3. Más allá de los soportes anónimos de las peLciones, que bien podrían
servir de fundamento para adelantar invesLgaciones disciplinarias o
penales, es cierto que su contenido es totalmente cuesLonable desde el
punto de vista técnico, pues han sido consultados varias y varios
ingenieros de la Universidad que afirman la falta de fundamento en el
concepto que acompaña la carta firmada por el profesor Córdoba
Maquilón y por el señor Rosanía Ortega. Si después de escuchar los
informes de la administración de la Universidad, el CSU Lene alguna duda
sobre el procedimiento de consulta electrónica aprobada por sus
integrantes puede solicitar en forma autónoma una auditoría forense.

4. Con base en lo anterior, considero que la conducta asumida por los

mencionados peLcionarios atenta gravemente contra la estabilidad de la
Universidad y la puede exponer a una crisis interna absolutamente
indeseable y con consecuencias imprevisibles.

En consecuencia, en defensa de la Universidad Nacional de Colombia, de su

insLtucionalidad y su autonomía, esLmo que el proceso para la designación de
Rector debe conLnuar y concluir. Si las personas peLcionarias conLnúan
considerando que el proceso ha sido alterado fraudulentamente, ellos y otras
personas interesadas cuentan a su disposición con todas las vías que ofrece
nuestro ordenamiento jurídico para formular las pretensiones correspondientes
ante las autoridades competentes aportando el acervo probatorio requerido y
acudiendo al rigor jurídico y técnico que una denuncia tan grave amerita.

2
Un análisis de los hechos en curso permite señalar que hay fuerzas interesadas
en deslegiLmar la consulta a los estamentos universitarios y en cuesLonar los
procedimientos democráLcos existentes hoy en la Universidad. En estos
momentos es preciso hacer un llamado a preservar la insLtucionalidad y a
cuidar la expresión libre y democráLca de la comunidad universitaria.

Invito a la comunidad universitaria a que analice reflexivamente y con toda

serenidad la coyuntura por la que atraviesa nuestra universidad. Evitemos que
este proceso histórico se vea empañado por controversias sin fundamento.