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Ricardo Gómez Calmaestra, David César Manceñido, Juan Gabriel Martínez, Yeray
Monasterio, Amparo Mora, Miguel L. Munguira, Constanti Stefanescu y Alberto Tinaut
BASES TÉCNICAS
PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS
LEPIDÓPTEROS
AMENAZADOS
EN ESPAÑA
Fernando Jubete (Coordinador), José Miguel Barea-Azcón, Ruth Escobés, Eduardo Galante,
Ricardo Gómez Calmaestra, David César Manceñido, Juan Gabriel Martínez, Yeray Monasterio,
Amparo Mora, Miguel L. Munguira, Constanti Stefanescu y Alberto Tinaut
BASES TÉCNICAS
PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS
LEPIDÓPTEROS
AMENAZADOS
Citación bibliográfica de la obra completa: EN ESPAÑA
Jubete, F. (coord.), J.M. Barea-Azcón, R. Escobés,
E. Galante, R. Gómez-Calmaestra, D.C. Manceñido,
J.G. Martínez, Y. Monasterio, A. Mora, M.L.
Munguira, C. Stefanescu y A. Tinaut. 2019. Bases
técnicas para la conservación de los lepidópteros
amenazados en España. Asociación de Naturalistas
Palentinos.
Agradecimientos 9
Prólogo 11
Introducción 12
Eriogaster catax
Fernando Jubete 149
Proserpinus proserpina
Fernando Jubete 163
agradecimientos
L
A FAUNA LEPIDOPTEROLÓGICA IBÉRICA es una de las más ricas y diversas de Euro-
pa. Cuenta con un importante número de especies endémicas como, por ejem-
plo, la niña de Sierra Nevada (Polyommatus golgus), rayada bética (Polyommatus
violetae), azufrada ibérica (Euchloe bazae) o erebia cantábrica (Erebia palarica). Otras
especies son sencillamente espectaculares por sus formas o diseño, como es el caso de
la mariposa Apolo (Parnassius apollo), macaón (Papilio macaon) y otras especies menos
conocidas de mariposas nocturnas como la isabelina (Actias isabelae), Aglia tau o Arctia
dejeanii.
Además, los lepidópteros en su calidad de consumidores primarios son especialmente
sensibles a los cambios o modificaciones ambientales, por lo que son excelentes bioin-
dicadores del cambio global. Por último, tampoco podemos olvidar el imprescindible pa-
pel que los lepidópteros desempeñan como especies polinizadoras, así como el recurso
alimenticio de primer orden que suponen para otras especies superiores vertebradas e
invertebradas.
Dada la indudable importancia y atractivo de este grupo, hay que mantener los esfuerzos
y trabajar firmemente en su conservación. La impresionante riqueza de especies y el gra-
do de amenaza de muchas de ellas, deben implicarnos a todos para lograr que los recur-
sos económicos y humanos invertidos en su conservación en comparación, por ejemplo,
con las especies vertebradas, sean cada vez mayores.
Avanzar en la conservación de las especies invertebradas en general y de los lepidópte-
ros en particular, debe ser un reto que todas las administraciones y actores implicados
en la conservación de la naturaleza debemos acometer de forma inminente, un trabajo
al que la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica muestra su
apoyo y compromiso desde hace años.
El contenido de este libro incluye un compendio con la información básica de diez de las
doce especies de lepidópteros amenazadas en España. En segundo lugar, y sin lugar a
dudas la parte más importante del manual, es la redacción de unas directrices básicas
de conservación para cada una de estas especies, un importante punto de partida que
administraciones, empresas y particulares debemos tener en cuenta para salvaguardar
una importante parte de nuestro patrimonio natural.
Desde la Fundación Biodiversidad seguiremos apoyando la puesta en marcha de políti-
cas activas dirigidas a la conservación de las especies invertebradas, en consonancia con
las recomendaciones que viene realizando en los últimos años la propia Unión Europea.
Foto: Eduardo Galante.
Scarabaeus laticollis.
11
INTRODUCCIÓN
L
OS TRABAJOS Y ESFUERZOS EN LA CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL, en especial Uno de los principales problemas que se encuentran los gestores a la hora de aplicar
en lo que se refiere a la ejecución de programas para la recuperación de es- medidas o programas de conservación de las especies invertebradas es la falta de
pecies amenazadas han experimentado importantes avances en los últimos información sobre su biología y problemática de conservación. El manual Bases téc-
años. Pero estos esfuerzos no han sido parejos hacia todos los grupos faunísticos. Las nicas para la conservación de los lepidópteros amenazados en España se crea con
“grandes” especies han sido las principales beneficiarias de estos programas de con- la intención de suplir esas carencias. Es una obra dirigida especialmente a gestores,
servación, sirviendo como ejemplo los casos del oso pardo, lince ibérico, águila impe- técnicos de administraciones o de empresas que tengan responsabilidades en la
rial, quebrantahuesos o cigüeña negra, por citar algunos de los más conocidos. conservación de estas especies. El objetivo principal es proporcionar una información
concisa sobre aspectos claves como la biología, hábitats ocupados, actualización de
Un buen ejemplo de un grupo de especies “olvidadas” puede ser el caso de los lepi- su área de distribución, problemática de conservación y, especialmente, unas direc-
dópteros. Este orden de insectos cuenta con casi 5.000 especies en España. Sin em- trices que pueden ayudar en la toma de decisiones para conservar una especie, en
bargo, de este importante número, tan solo 13 especies están incluidas en el Listado las limitaciones de usos o actuaciones que pueden tener un impacto negativo para
de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y de ellas tan solo dos se su conservación o en la necesidad de poner en marcha programas y actuaciones que
encuentran incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, la niña de Sie- pueden contribuir a la recuperación de sus poblaciones.
rra Nevada (Polyommatus golgus) en la categoría “En peligro” y la hormiguera oscura
(Phengaris nausithous) en la categoría de “Vulnerable”. Este libro contiene una información precisa y concisa sobre diez de las trece especies
de lepidópteros presentes en la Directiva Hábitat y en el Real Decreto 139/2011 para
Si comparamos estos esfuerzos de conservación normativa con otros grupos, por el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y
ejemplo con el de las aves, nos encontramos que frente al 0,2% de especies de le- del Catálogo Español de Especies Amenazadas. Los textos han sido redactados por un
pidópteros incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección grupo de especialistas, conocedores de cada una de las especies y cuentan con un ex-
Especial las aves cuentan con un 55,7%. La situación es similar en lo que se refiere al haustivo trabajo de revisión bibliográfica que actualiza los conocimientos existentes.
Catálogo Español de Especies Amenazadas, un 9,8% en el caso de las aves frente a
un 0,04% de especies de lepidópteros. Confiamos plenamente en que este manual se convierta en un trabajo de referencia
para que gestores y responsables de las diferentes administraciones españolas abor-
Pero es que además las poblaciones de lepidópteros se encuentran sumidas en un den y pongan en marcha de forma inmediata las acciones y medidas necesarias para
fuerte declive poblacional, posiblemente superior al de otros grupos animales como garantizar la conservación de nuestras especies de lepidópteros más amenazadas.
las aves o los mamíferos. Un par de ejemplos, los datos del informe The European Bu-
tterfly Indicator for Grassland species: 1990-2015 muestran un descenso del 30% en
las poblaciones de mariposas de pastizales y medios abiertos en Europa en un plazo
de tan solo 25 años. La situación de las mariposas nocturnas es similar, el informe Fernando Jubete
The State of Britain’s Larger Moths 2013, realizado en el Reino Unido presenta un des- Asociación de Naturalistas Palentinos
censo del 28% para este grupo de insectos en el periodo 1968-2007.
Pese a estos datos y a la existencia de un importante número de estudios científicos
que alertan sobre el declive de las especies de invertebrados y la crisis biológica y
económica que ello está suponiendo, los esfuerzos y recursos dedicados por las ad-
ministraciones para paliar este desastre han sido muy reducidos o casi inexistentes.
La conservación de los invertebrados debe convertirse en una prioridad y una tarea
urgente de acometer y una forma interesante de lograr este objetivo es a través de las
“especies paraguas”, es decir, desarrollar programas de conservación sobre un grupo
de especies más reducido, pero consiguiendo con ello proteger a otros cientos de es-
pecies de invertebrados que viven en su mismo hábitat.
12 13
Los Insectos, esos pequeños
seres imprescindibles para
nuestra vida
Eduardo Galante
Asociación Española de Entomología (AeE)
y Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO),
Universidad de Alicante.
H
ACE MÁS DE 350 MILLONES DE AÑOS, durante el Devónico, los insectos hicie-
ron su aparición en la Tierra y comenzaron su gran aventura colonizando
todos los rincones de nuestro planeta. Han sido testigos del nacimiento y
la extinción de los dinosaurios, conquistaron el cielo mucho antes que las primeras
aves, han acompañado en su origen y evolución a los mamíferos y contemplaron la
aparición del hombre sobre la tierra. A lo largo de los últimos 300 millones de años,
miles de seres vivos han surgido y desaparecido, y en ese camino los insectos han
continuado su aventura de la vida, han sobrevivido a profundos cambios ambienta-
les y han llegado hasta nosotros como seres imprescindibles para el funcionamiento
y supervivencia de los ecosistemas terrestres y de agua dulce.
Este grupo de anímales se ha adaptado a todo tipo de ambientes, ha ocupado multi-
tud de nichos ecológicos y sus hábitos alimenticios, reproductores y defensivos son
extremadamente variados.
16 17
Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida
mas de conservación sólo puede ser fruto del desconocimiento del importante papel porcionan alta resiliencia a
18 19
Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida
20 21
Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida
Bibliografía
22 23
Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida
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24 25
Estado de conservación
y protección de los
lepidópteros en España
N
O EXISTE UNA VALORACIÓN
Cupido minimus.
28 29
Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España
30 31
Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España
Estas evaluaciones
Foto: R. Gómez Calmaestra.
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Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España
De nuevo se pone de manifiesto la necesidad de contar con información que permita cies Silvestres en Régimen de
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Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España
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Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España
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Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España
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Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España
Apolo
Parnassius apollo
(Linnaeus, 1758)
a su estatus de protección legal adecuado. Además, están enfocadas a recopilar
información útil para la gestión (incluyen los requerimientos de hábitat, el área de
distribución, aspectos biológicos más relevantes, problemática de conservación y,
especialmente, una propuesta de medidas de conservación).
Así, las medidas que se proponen son realistas y aplicables, y consideran tanto as-
pectos ecológicos como sociales, incluyendo los usos existentes en el territorio. Por
Alberto Tinaut1
tanto, constituyen una herramienta de apoyo de indudable utilidad para que, desde
Juan Gabriel Martínez1
la gestión se pueda avanzar en garantizar la conservación de los lepidópteros en
José Miguel Barea-Azcón2
España.
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Foto: J. Miguel Barea-Azcón.
Valle de Urbía.
Distribución de Parnassius apollo.
nalmente a finales de mayo o Efectos del cambio zo montañoso, el seguimien- podido comprobar de forma
Descripción
Ficha Técnica La lopinga (Lopinga achine res muestra una banda blan-
Nombre común: Scopoli, 1763) es una mari- ca y una serie de llamativos
Lopinga. posa diurna de la familia Sa- ocelos en toda el área sub-
Nombre científico: tyridae. marginal. Estos aspectos per-
Lopinga achine Es de tamaño mediano, con miten diferenciarla sin difi-
(Scopoli, 1763). cultad de Aphantopus hype-
un vuelo característico y una
Nombre en inglés: envergadura alar de 50 a 54 ranthus, con la cual compar-
Woodland brown. mm (García-Barros et al., te hábitat.
Envergadura alar: 2013). Su diseño alar la ha-
50-54 mm ce inconfundible, con una to-
(García-Barros et al., 2013) nalidad general marrón. En el
reverso de las alas posterio- Mosaico de prados de siega en el seno del bosque mixto, uno de los hábitats de Lopinga achine en Picos de Europa.
Área de distribución Val d’Aran (Raymond et al., mapa donde la especie ocupa bro Rojo de los Invertebrados hábitats propicios para la Asumiendo la existencia de
2018). 7 cuadrículas UTM de 10x10 Amenazados de España (Ver- especie. Se ha buscado en una estructura metapoblacio-
La lopinga se conoce en la pe-
km, pero sólo 5 de ellas coin- dú et al., 2011) que no se in- el municipio de Cabrales, nal, el criterio seguido para la
nínsula ibérica a día de hoy El Atlas y Libro Rojo de los In-
cidentes con las de 2011. Es- cluyen en la tabla de localida- en hábitats favorables, sin determinación de núcleos ha
en tres áreas: Picos de Eu- vertebrados Amenazados de des confirmadas son: éxito hasta el momento. sido el de agrupar los puntos
to se debe a la supresión de
ropa (León, Asturias, Canta- España (Verdú et al., 2011),
dos cuadrículas de las citadas 3
0TUN28, referente al Par-
bria), montes Vascos (Araba/ presentaba un mapa indican- Tabla 1
por Verdú et al. (2011), por no que Natural de Ponga. Esta
Álava, Bizkaia) y Pirineo (Llei- do su presencia en 7 cuadrí- Fuente Visitada Localidad Provincia UTM
estar confirmadas, y a la adi- localización no se ha vuel-
da) en la frontera con Francia culas UTM de 10x10 km. In- Equipo PN Picos 2017 Valle Llorgosu Asturias 30TUN38
ción de las dos nuevas cua- to a visitar desde la publi- Equipo PN Picos 2018 Baenu Asturias 30TUN38
(ver mapa). En 2017 se han corporando la nueva informa-
drículas dadas a conocer en cación del Libro Rojo y no Equipo PN Picos 2011 Angón Asturias 30TUN38
producido dos hallazgos muy ción publicada en 2018 y los Equipo PN Picos 2018 Corona León 30TUN48
2018 (ver tabla 1). existe ninguna referencia
importantes, apareciendo la datos inéditos disponibles por Equipo PN Picos 2014 El Cuadro León 30TUN48
bibliográfica que la susten- Equipo PN Picos 2014 Canal de Trea León 30TUN48
especie en los montes de Vi- los autores de este documen- Las cuadrículas de 10x10 te. En cualquier caso, sí te- Equipo PN Picos 2018 Canal de Ría León 30TUN48
toria (Domingo, 2018) y en el to, se obtiene igualmente un km incluidas en el Atlas y Li- nemos datos de presencia Equipo PN Picos 2011 Sierra de Hoja Cantabria 30TUN68
Asociación ZERYNTHIA 2014 Subida al Tologorri Bizkaia 30TVN96
confirmada en Valle Llor- Asociación ZERYNTHIA 2013 San Vítores 1 Bizkaia 30TVN96
gosu, también dentro del Asociación ZERYNTHIA 2014 San Vítores 2 Bizkaia 30TVN95
de presencia distantes entre sí tándose de hierbas de las fa- En cuanto a la densidad de las 2003; Bal et al., 2007; Berg-
otros múltiples aspectos, es- miento del medio, intentan- sensibilización hacia volun- Amenazada del Ministerio
tán pendientes de ser estu- do beneficiar a la lopinga y a tarios y aficionados que pu- de Medio Ambiente (Irion-
diados. muchas otras mariposas e in- dieran colaborar en tareas de do, 2011).
Aunque se ha avanzado en el sectos. Estas acciones han te- localización de poblaciones y falta de personal disponi-
La
conocimiento de algunos de nido lugar desde 2015 y han de seguimiento de las ya co- ble para realizar los mues-
estos aspectos en áreas co- formado parte del proyecto nocidas. treos en el período adecua-
mo la sierra Sálvada, estos Interreg Sudoe SOS Prade- do. La fenología de la espe-
Finalmente, es positivo invo-
aspectos se desconocen casi ras (SOE1/P5/E0376) entre cie es cambiante y es ne-
lucrar a las poblaciones loca-
en su totalidad en otras zonas 2016 y 2018. El objetivo es cesario controlar la época
les en el conocimiento de los
de reciente descubrimiento, mantener mosaicos de pra- de emergencia de los adul-
valores naturales que les ro-
como el Pirineo leridano. dos abiertos y bosque mix- tos y realizar un seguimien-
dean. A menudo, los propios
to lo más grandes posibles e to que determine un máxi-
habitantes de un lugar des-
Gestión del hábitat interconectados entre sí. Se- mo de individuos cada año,
conocen estos recursos y su
ría necesario respaldar estas para lo cual son necesarias
En muchas de las localida- acercamiento favorece las ta-
medidas con un seguimiento cuatro o cinco visitas a ca-
Taller divulgativo sobre lepidópteros para personal del Parque Nacional des donde la lopinga está pre- reas de conservación de es-
científico para evaluar su im- da localidad cada año.
Picos de Europa, impartido por Georges Verhulst. sente, aprovecha condiciones pecies que, como esta, están
pacto concreto. A estos efec-
creadas por el ser humano. Ya estrechamente ligadas a los El Programa de Seguimiento
tos, se hace imprescindible la
servadores aficionados que, Estudio de su ecología sean prados de siega que ac- usos agrícolas y ganaderos. de Mariposas Diurnas del País
colaboración con Universida-
mediante la fotografía y las di- básica en las túan como claros en el bos- Vasco ubicó uno de sus recorri-
des y centros del CSIC. Programa de
versas plataformas públicas poblaciones ibéricas que, o pistas forestales y cor- dos en la sierra Sálvada para la
de ciencia ciudadana, puedan tafuegos que mantienen tam- Educación ambiental seguimiento recogida de información de es-
aportar nuevas localizaciones. Resulta necesario profundizar bién franjas de hábitat dispo- y sensibilización de la Un seguimiento a largo plazo te taxón y se dispone de infor-
en el conocimiento de aspec- nible. Estos lugares pueden
Los principales factores li- población de las distintas poblaciones o mación longitudinal. Sin em-
tos básicos de su biología en ser mantenidos respetando
mitantes para la recogida de al menos de una de ellas en bargo, el total de avistamientos
cada una de las poblaciones los manejos tradicionales que Es vital que los profesiona-
nueva información son el re- cada área de distribución re- registrados es bajo, debido a su
ibéricas. Por ejemplo, se debe han permitido a la mariposa les que desarrollan su la-
ducido período de vuelo de sulta imprescindible para po- reducida densidad.
trabajar en la caracterización sobrevivir en ellos, es decir, bor sobre el terreno (agen-
los adultos, de apenas un der evaluar la evolución de la La coordinación de posibles
del hábitat de una manera uni- efectuando una siega tardía en tes medioambientales, agen-
mes, y la meteorología ines- especie. colaboradores voluntarios y
forme y en la definición de las verano y con una mínima pre- tes forestales, técnicos) co-
table de los lugares donde se plantas nutricias empleadas sión de pastoreo en el otoño. nozcan esta especie y su pro- En los intentos de seguimien- el volcado de datos a alguna
encuentra. Para poder obte- por las orugas y los imagos. blemática y tengan las he- to efectuados en Picos de Eu- plataforma común sería de
ner buenos resultados en po- En el Parque Nacional de gran utilidad para poder cu-
rramientas para reconocerla ropa se han detectado dos di-
También el rango de disper- los Picos de Europa se es-
co tiempo, es imprescindible sobre el terreno, comunicar ficultades principales: brir cada año estas visitas.
sión de los adultos, el grado tán efectuando siegas en pra-
dedicar una gran cantidad de sus observaciones y detectar carencia de un protoco-
de interconexión de las dis- dos de siega abandonados, La
tiempo, aprovechando el es- amenazas relevantes para su
tintas poblaciones, el tama- con consentimiento de sus lo concreto y estandariza-
caso periodo de presencia de conservación.
ño efectivo de las mismas, dueños, donde la lopinga es- do de seguimiento, al estilo
los imagos.
el período de hibernación y tá presente. Se pretende con Sería también de gran utili- del protocolo aplicado en
crecimiento de las larvas y esta medida evitar el cerra- dad dirigir una campaña de el Atlas de Flora Vascular
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Ondas
Directrices básicas para la conservación
de la mariposa lopinga
rojas
Primera. Realizar búsquedas dirigidas y coordinadas de poblaciones en localidades
europea
preseleccionadas con la ayuda de herramientas SIG. En los últimos años se ha demos- Euphydryas aurinia
trado que existen áreas potenciales de distribución que no han sido prospectadas en las (Rottemburg, 1775)
épocas adecuadas. La colaboración de voluntarios y aficionados puede ser muy útil en
estas tareas.
Segunda. Estudio de la ecología básica de algunas de las poblaciones conocidas (ta- Constantí Stefanescu
maño efectivo, área de actividad, fenología, dinámica de poblaciones, planta nutricia,
caracterización del hábitat, etc.). Se necesita este conocimiento básico de las poblacio-
nes ibéricas, como base sólida para el diseño de medidas de conservación.
Tercera. Creación, ampliación y mantenimiento de claros de bosque y de corredores
naturales como caminos y pistas forestales en áreas de presencia de la especie, dando
prioridad a aquellas poblaciones más escasas y donde se intuyen tendencias regresivas.
En la gestión del hábitat es necesario reducir lo máximo posible las plantaciones fores-
tales con especies alóctonas, que funcionan como barreras y fragmentan los diferentes
núcleos de población.
Cuarta. Promoción y gestión activa de la ganadería extensiva en los lugares donde se
considere una medida de utilidad, como los montes Vascos, con el objetivo de mantener
etapas primarias de sucesión en los claros útiles para la especie. Las cargas ganaderas
deben de estar ajustadas al espacio disponible en cada zona, buscando un equilibrio.
Quinta. Monitoreo a largo plazo de las poblaciones conocidas. Es necesario adoptar
un protocolo estandarizado de seguimiento y realizarlo al menos sobre una de las po-
blaciones en cada área de distribución. Estos trabajos requieren un mínimo de cinco
visitas por localidad anualmente. Sin este conocimiento básico sobre la demografía de
la población no será posible evaluar los cambios en el hábitat ni la influencia del cambio
climático sobre las poblaciones.
Sexta. Seguimiento de la efectividad de las medidas de gestión del hábitat. Es necesario
integrar e interrelacionar la investigación de la ecología básica de la especie, la planifi-
cación de medidas de conservación, la aplicación de las mismas y la evaluación de su
efectividad.
Séptima. Buscar la colaboración de voluntarios, aficionados y profesionales presentes
en el medio natural, como los guardas o agentes medioambientales, para la recogida de
nueva información. Para ello, será necesario garantizar su formación a través de charlas
y talleres.
Foto: j. Jubany.
Esta especie es muy variable rece en zonas de altitud inter- riclymenum que son plantas
en cuanto a coloración y eco- media en Cataluña. lianoides que viven sobreto-
Foto: C. Stefanescu.
que vive relegada al ambien-
Ficha Técnica te alpino en los Pirineos, y que
La ondas rojas europea es terior. El reverso alar presen- se caracteriza por un tamaño
Nombre común:
Ondas rojas europea. una mariposa diurna de la fa- ta un patrón más homogéneo, marcadamente menor y una
milia Nymphalidae, subfa- con predominio del anaranja- coloración mucho más apa-
Nombre científico: milia Nymphalinae. El dorso do y con menos presencia de
Euphydryas aurinia gada y oscura. Una tercera
alar es anaranjado, con ve- tonalidades oscuras. En el ala subespecie, kricheldorfii (Co-
(Rottemburg, 1775).
nas negras y bandas forma- posterior las bandas amari- llier, 1933), podría correspon-
Nombre en inglés: das por manchas amarillen- llentas aparecen más marca- der a una forma de transición
Marsh fritillary. tas y negras. Una línea negra das y, además, hay una serie entre las subespecies ante-
Envergadura alar: submarginal delimita lúnu- postdiscal de pequeños pun- riores y, de hecho, presenta el
Ala anterior 15-27 mm. las marginales anaranjadas o tos negros conspicuos, in- fenotipo típico de la subespe-
19,6 mm. amarillentas, tanto en el ala cluidos en pequeños círcu- cie nominal. Esta subespecie,
23,1 mm. anterior como posterior. Se- los amarillentos. Presenta di- que es la propia de los am-
rie de puntos submarginales morfismo sexual, siendo la bientes de carácter centroeu-
claros en el ala anterior, y de hembra considerablemente ropeo, predomina en el oeste Prados húmedos con Succisa pratensis en el Valle de Aran, a 2100 m,
puntos negros en el ala pos- mayor que el macho. peninsular pero también apa- donde se localiza una población de E. aurinia pyrenesdebilis.
70 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 71
Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)
sea abundante Succisa pra- Excepcionalmente, en una tre 1900-2400 m. En este y, hacia el oeste, por gran par-
Foto: C. Stefanescu.
tensis, la planta nutricia princi- misma localidad catalana se ambiente aparece ocupan- te del Asia temperada has-
pal. Esta es también la planta han encontrado los dos eco- do dos tipos de hábitats bien ta Corea. El límite meridional
nutricia más ampliamente uti- tipos anteriores, cada uno distintos: prados muy húme- de su distribución lo constitu-
lizada por las poblaciones del especializado en el uso de dos con Succisa pratensis, yen las montañas del Magreb,
centro y norte de Europa. Más su planta nutricia principal y y prados secos donde el re- donde sobreviven poblacio-
ocasionalmente se ha com- mostrando una diferenciación curso trófico de las larvas es nes muy locales en algunas
probado el uso de Knautia ar- genética significativa (Mikhe- zonas de Marruecos y Argelia.
Gentiana acaulis.
vensis y Scabiosa columbaria, yev et al. 2013).” En la Península Ibérica tam-
pero posiblemente se trata de Área de distribución bién se halla bien distribui-
plantas nutricias secundarias Finalmente, la ssp. pyrenes-
da, faltando únicamente de
que son solamente utilizadas debilis es propia del piso al- Especie ampliamente distri-
extensas zonas del cuadran- Puestas de tres hembras en una misma hoja de Succisa pratensis.
cuando la hembra no encuen- pino, y las poblaciones se en- buida en Europa (hasta apro- Es habitual que ciertas plantas sean fuertemente seleccionadas para la
te sud-oriental y de las áreas
tra la principal, S. pratensis. cuentran generalmente en- ximadamente la latitud 62ºN) cultivadas de La Mancha, ovoposición y reciban puestas de varias hembras.
Foto: J. Jubany.
Guadalquivir. No está presen-
te en las Islas Baleares pe-
ro sí, en cambio, en las islas
Cíes, donde además las po-
blaciones alcanzan unas den-
sidades enormes.
Biología de la especie
La ondas rojas es una espe-
cie univoltina, que inverna co-
mo larva de cuarto estadio. El
período de vuelo es relativa-
mente corto, abarcando apro-
ximadamente un mes y me-
dio. En los ambientes medi- A principios de verano, los nidos de prediapausa pueden llegar a ser muy
conspicuos, sobre todo cuando proceden de la fusión de varias puestas en
terrános existe una marca- una misma planta. En este caso, la planta nutricia es Lonicera implexa.
da proterandia, es decir, la
emergencia de los machos dría ser una adaptación para En los ambientes mediterrá-
Citas posteriores a 1999.
se avanza en promedio unos disminuir el riesgo de no sin- neos, la máxima abundan-
Citas anteriores al año 2000. días respecto a la de las hem- cronizar la emergencia bajo cia de los adultos se obser-
Sin información exacta de la fecha. bras. En cambio, en una po- condiciones climáticas muy va en mayo, pero no son ra-
blación alpina no se detectó fluctuantes y severas (Junker ros los primeros avivamien-
Distribución de Euphydryas aurinia. dicha proterandia y ello po- et al. 2010). tos en abril. En los ambien-
72 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 73
Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)
finales de junio hasta finales Las larvas nacen unos 3-4 se- ta mudar al sexto y último es- donan generalmente la planta
Foto: J.M. Sesma.
de julio. manas después de la puesta e tadio. Mientras son gregarias nutricia y buscan lugares res-
Para localizar a las hembras, inmediatamente tejen un nido son muy conspicuas, tanto por guardados entre la vegetación
los machos combinan una es- sedoso sobre la planta nutri- su coloración negra con pe- muerta, debajo de piedras,
trategia patrulladora con un cia. En el caso de que haya va- queños puntos blancos como etc. para crisalidar. La fase de
comportamiento territorial rias puestas sobre una misma por el hecho de agregarse en crisálida se completa en poco
en claros de bosques y már- planta, varios nidos pueden las partes más visibles de las menos de dos semanas.
genes soleados. Los distintos fusionarse y ser muy aparato- plantas nutricias para absor- Entre los enemigos natura-
estudios de captura y recap- sos. El desarrollo pre-hibernal ber la energía del sol y acele- les de la ondas rojas destacan
tura realizados hasta la fecha es rápido y en un par de se- rar de ese modo el desarrollo muy especialmente los para-
indican que las hembras son manas las larvas mudan ya al (Porter 1982). Durante los dos sitoides, sobre todo los hime-
más sedentarias que los ma- cuarto estadio, construyen un últimos estadios no son ra- nópteros bracónidos especia-
chos, si bien la capacidad dis- nido más denso generalmente ras las defoliaciones comple- listas Cotesia melitaearum y
persiva de ambos sexos de- en la base de la planta nutricia, tas de la planta nutricia, es- Cotesia bignelii, y el díptero ta-
Al salir de la hibernación, las larvas mantienen un comportamiento gre-
gario hasta mudar al sexto y último estadio. Gracias a este comporta- pende fuertemente de la po- y entran en diapausa. La acti- pecialmente cuando ésta reci- quínido Erycia furibunda, que
miento y a su coloración negra, absorben de manera eficiente la energía blación en cuestión (Casacci vidad no se retoma hasta fina- be puestas de varias hembras. atacan a las larvas y pueden
solar y así aumentan su temperatura corporal y aceleran el desarrollo. et al. 2015). les de febrero, marzo o abril, En ese caso, las larvas pueden causar importantes mortali-
dependiendo de la dureza cli- dispersarse varias decenas de dades y originar grandes fluc-
Fotos: J.M. Sesma.
74 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 75
Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)
países del continente y es- la información disponible pa- 2005, Bulman et al. 2007). Para compensar dichas extin- de estaciones según la región Más puntualmente, las accio-
tá incluida en el Anexo II de ra el ecotipo mediterráneo, Las poblaciones locales co- ciones periódicas son crucia- climática. Por tanto, la situa- nes destinadas a reducir el ni-
la Directiva Hábitats. Las re- más ampliamente distribuido rren un alto riesgo de sufrir les los procesos dispersivos ción en Cataluña no es tan di- vel de inundación de los pra-
gresiones han sido especial- en la Península Ibérica, es, en extinciones locales por cau- antes aludidos, al reforzar el ferente como la del resto de dos húmedos donde se con-
mente severas en países del cambio, muy escasa. sas naturales (p. ej. impacto número de efectivos y el flujo Europa, con evidencias cla- centra Succisa pratensis (una
norte y centro de Europa oc- del parasitismo: Lei & Hans- génico en la población recep- ras de que los dos ecotipos acción que se ha observa-
A una escala regional, el pa-
cidental, de manera que a es- ki (1997); sequías que redu- tora y, eventualmente, per- más extendidos (ssp. becke- do que afecta poblaciones
cala continental existe un gra- trón de los declives se rela- cen la disponibilidad de los mitir nuevamente el estable- ri y ssp. nominal) están dismi- de Phengaris nausithous en
diente latitudinal en la magni- ciona con la configuración es- recursos tróficos: Ehrlich et al. cimiento de poblaciones ex- nuyendo. Aunque no se pue- el norte peninsular) también
tud de la regresión por país pacial de las poblaciones, que (1980); sucesión de las comu- tinguidas. Por todo ello, cual- de extrapolar esta tendencia tienen un efecto negativo so-
en las últimas décadas (Tho- afecta directamente a una di- nidades vegetales: Wahlberg bre las poblaciones del ecoti-
quier modificación del paisaje al conjunto del territorio pe-
mas et al. 2008). Se ha suge- námica de tipo metapoblacio- et al. (2002), etc.), especial- po centroeuropeo.
que reduzca tanto el área ocu- ninsular, creemos que la pro-
rido que este patrón, en rea- nal (Thomas et al. 2008). En mente cuando ocupan áreas pada por una población como blemática de las poblaciones
lidad, refleja un gradiente de efecto, la ondas rojas es un pequeñas y están compues-
Manejo incorrecto
la conectividad entre las po- catalanas debe ser, a grandes
intensificación agrícola como clásico ejemplo de mariposa tas por pocos individuos. Se rasgos, plenamente compa- del hábitat con
blaciones supone un mayor
causa principal de los decli- que vive formando metapo- ha comprobado, además, que riesgo de extinción de todo el rable a la del resto de la po- repercusión negativa
ves europeos, de manera que blaciones, es decir, como un las poblaciones pequeñas son sistema. En definitiva, una es- blaciones ibéricas. sobre la disponibilidad
la magnitud de la regresión conjunto de poblaciones más propensas a sufrir erosión ge- pecie como la ondas rojas es de las plantas
por país se correlaciona fuer- o menos aisladas pero conec- nética y consanguinidad, au- Las problemáticas concretas
particularmente sensible a la que se han identificado como nutricias
temente con las toneladas de tadas por la dispersión de in- mentando así su riesgo de ex- destrucción y fragmentación
consumo de fertilizante por dividuos entre ellas (Wahlberg tinción (Joyce & Pullin 2003, principales causantes de las La calidad del hábitat es un
de los hábitats, y también a la regresiones a nivel europeo y,
km2 (Thomas et al. 2008). Es- et al. 2002, Schtickzelle et al. Sigaard et al. 2008). aspecto esencial para la per-
creación de barreras que difi- por extensión, a nivel penin-
tas regresiones generaliza- sistencia de las poblaciones.
culten la dispersión entre po- sular son:
das han estimulado la proli- La ondas rojas ocupa hábi-
blaciones.
feración de estudios científi- Destrucción tats que corresponden a es-
cos con una orientación con- La información sobre las ten- tadios tempranos de la suce-
dencias de las poblaciones del hábitat sión, especialmente el ecoti-
servacionista, lo cual ha per-
mitido recopilar mucha in- ibéricas sólo se conoce con Como ocurre en el conjunto po centroeuropeo que depen-
formación sobre los requeri- cierto detalle para Cataluña. de Europa, una parte impor- de de Succisa pratensis pero
mientos ecológicos de las po- En esta región la ondas ro- tante de las poblaciones de también, en menor medida, el
blaciones y el manejo de los jas ha sufrido una regresión ondas rojas han sido afecta- ecotipo mediterráneo asocia-
hábitats para la conservación moderada en los últimos 25 das por la destrucción de los do a las madreselvas e inclu-
de la especie. Hay que recal- años (Fig. 1). Esta tendencia hábitats en las últimas déca- so el ecotipo alpino que utiliza
car, no obstante, que la enor- negativa se observa tanto en das. Entre las causas princi- S. pratensis y Gentiana acau-
me mayoría de dicha informa- los ambientes mediterráneos pales de esta destrucción po- lis. Como es habitual en mari-
ción se refiere al ecotipo aso- como en los centroeuropeos, demos mencionar la agricul- posas con requerimientos si-
ciado con praderas húme- como así lo pone de manifies- tura intensiva, la construcción milares, la fórmula óptima de
Fig. 1. Tendencia de la ondas rojas entre 1994 y 2018 en 77 estaciones
das que utiliza Succisa pra- del Catalan Butterfly Monitoring Scheme. De acuerdo con el programa to un análisis de las tenden- de carreteras y otras infraes- manejo del hábitat consiste
tensis como planta nutricia; TRIM, la especie ha sufrido una regresión moderada. cias separando dos grupos tructuras y la urbanización. en hallar presiones de pasto-
76 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 77
Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)
reo o de siega adecuadas que (p. ej. Munguira et al. 1997, Asimismo, el ecotipo alpino Cambio climático Necesidades de Europa se han llevado a cabo
eviten un cerramiento exce- Junker & Schmitt 2010), los re- también parece ser más se- estudios muy detallados so-
sivo del hábitat pero que a la sultados sin duda están sesga- dentario, un comportamien-
Las poblaciones del ecotipo conservación bre el tipo de gestión que re-
alpino corren un riesgo adi-
vez mantengan una alta den- dos por un problema de escala to que se interpreta como una Mapeado de las quieren las poblaciones de E.
adaptación a un clima muy cional a causa del cambio cli- aurinia asociadas a praderas
sidad y calidad de la plan- (Schneider 2003). Así, el único poblaciones ibéricas,
hostil que supone un alto ries- mático, al estar estrictamen- húmedas con Succisa praten-
ta nutricia. Dicho balance de- estudio que se ha llevado a ca- en especial del ecotipo
bo a gran escala (150.000 ha), go de mortalidad para aque- te adaptadas a unas condicio- sis. La información que contie-
penderá de cada caso en par-
llos ejemplares que abando- nes muy específicas (Junker alpino nen dichos estudios puede ser
ticular (clima, tipo de gana- considerando simultáneamen-
do utilizado, etc.) y por lo tan- te todas las poblaciones de la nan los parches de hábitat et al. 2010) y susceptibles de La ondas rojas es una especie muy útil y plenamente aplica-
to se tendrá que determinar República Checa, permitió de- (Junker et al. 2010, Casacci modificarse rápidamente de bien extendida por el territo- ble a las poblaciones ibéricas
a partir de la gestión activa y tectar algunos movimientos de et al. 2015). acuerdo con las proyecciones rio ibérico y conocida de mu- que viven en el mismo tipo de
el monitoreo de las poblacio- mucho mayor alcance, que in- futuras (European Environ- chas localidades. Sin embar- hábitat. Sería muy recomen-
En todo caso, la fragmenta- ment Agency 2012).
nes. En el caso de Cataluña, cluso pueden exceder los 10 ción del hábitat y la creación go, justamente debido a es- dable llevar a cabo un vaciado
se dispone de datos que indi- km. A pesar de ser escasos, es- de barreras para la dispersión Sin embargo, este problema ta relativa extensión, no se ha exhaustivo de dichos trabajos
can como la desaparición re- tos movimientos pueden ser entre poblaciones es un pro- afecta también el resto de dedicado demasiada atención y tabular la información que
ciente del pastoreo ha com- importantes al favorecer el flu- blema importante para esta las poblaciones ibéricas. Por a mapear con rigor las pobla- contienen sobre requerimien-
portado la disminución pro- jo génico en el conjunto de una especie, que sin duda afecta ejemplo, las sequías estivales ciones, lo cual no permite co- tos de la especie y pautas con-
gresiva de los recursos tró- metapoblación e incluso en- cada vez una proporción ma- y la irregularidad en la preci- nocer con detalle la magnitud cretas del manejo del hábitat .
ficos de la mariposa, con la tre metapoblaciones. Los da- yor de las poblaciones ibéri- pitación han sido responsa- de la regresión geográfica de Entre los estudios más des-
eventual desaparición de al- tos del CBMS sugieren también cas. bles de la extinción de pobla- la especie. tacados en relación con
gunas poblaciones. la existencia de movimientos ciones de la especie próxima la gestión pueden citarse:
Efectos negativos de Por otra parte, continúa siendo
de este tipo, ya que periódica- Euphydryas editha en zonas Warren (1994), Lewis & Hur-
Fragmentación del la consanguinidad en muy desconocida la situación
mente se detectan ejemplares de California con clima me- ford (1997), Wahlberg et al.
hábitat y disminución poblaciones pequeñas de las poblaciones del ecoti-
aislados en localidades aleja- diterráneo (McLaughlin et al. (2002), Anthes et al. (2003),
de la conectividad po alpino, sobre todo debido
das varios km de las poblacio- La fragmentación y destruc- 2002). En ese caso, la cau- Konvicka et al. (2003), Hula
a la inaccesibilidad del hábitat
entre poblaciones nes más cercanas (C. Stefanes- ción del hábitat repercuten sa ha sido la incapacidad de et al . (2004), Saarinen et al.
combinado con el corto perío-
La capacidad dispersiva de cu, obs. pers.). en una reducción del tamaño las larvas de los primeros es- (2005), Betzholtz et al. (2007),
do de vuelo que presentan.
la especie ha sido estimada No obstante, en general se y un mayor aislamiento de las tadios para completar el de- Schtickzelle et al. (2005), Bo-
en varios estudios de captu- trata de una especie con es- poblaciones. Ambos fenóme- sarrollo hasta el cuarto esta- Vaciado bibliográfico tham et al. (2011), Brunbjerg
ra, marcaje y recaptura (p. ej. casa movilidad y poco pro- nos conllevan la erosión ge- dio (estadio invernante) al se- de los estudios sobre et al. (2017), entre otros.
Wahlberg et al. 2002, Wang pensa a efectuar largos des- nética de estas poblaciones carse las plantas nutricias por el manejo del hábitat Investigación de las
et al. 2004, Schtickzelle et al. plazamientos. Los resultados (Joyce & Pullin 2003, Sigaard falta de precipitación. Las se-
et al. 2008) y una reducción en poblaciones que necesidades y dinámica
2005, Fric et al. 2010, Casac- obtenidos hasta ahora sugie- quías severas que en los últi-
de su viabilidad, tal como dependen de Succisa de los ecotipos medite-
ci et al. 2015). Aunque la ma- ren que en las metapoblacio- mos años han afectado mu-
yoría de estudios estiman mo- nes formadas por poblacio- han demostrado Saccheri et chas regiones mediterráneas
pratensis rráneo y alpino
vimientos de muy poco alcance nes más pequeñas y aisladas al. (1998) para una especie ibéricas podrían tener un Después de constatarse una Si bien existe mucha infor-
dentro de las poblaciones, infe- próxima, Melitaea cinxia. efecto muy similar al descrito regresión generalizada de la
la capacidad dispersiva es mación sobre la ecología de
riores a un centenar de metros menor (Casacci et al. 2015). para E. editha. especie, en muchos países de las poblaciones que viven en
78 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 79
Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)
prados húmedos y dependen ga es excesiva y conlleva una do se haya restaurado el hábi- Bibliografía
de Succisa pratensis, no ocu- disminución de la abundancia tat y se gestione correctamen-
Anthes, N., Fartmann, T., Hermann, Balletto, E., Viterbi, R., Bonelli, S. fragmented landscape? J. Insect
rre lo mismo con los ecotipos de las plantas nutricias). te. La viabilidad de proyectos
G., Kaule, G. 2003. Combining lar- 2015. Dispersal and connectivi- Conserv, 14: 237-246.
mediterráneo y alpino. To- de reintroducción de la ondas ty effects at different altitudes in
Aunque existe numerosa bi- val habitat quality and metapopu- Junker, M., Wagner, S., Gros, P., Sch-
mando como modelo la gran rojas está avalado por el tra- lation structure - the key for suc- the Euphydryas aurinia complex.
bliografía sobre este aspec- mitt, T. 2010. Changing demogra-
cantidad de estudios de cali- bajo de Porter & Ellis (2011) cessful management of pre-alpine J. Insect Conserv., 19: 265-277. phy and dispersal behaviour: eco-
to en el caso de Succisa pra- Euphydryas aurinia colonies. J. In-
dad que se han llevado a ca- tensis (ver apartado 6.2.), no y por la relativa facilidad con European Environment Agency logical adaptations in an alpine bu-
sect Conserv., 7: 175-185. 2012. Climate change, impacts tterfly. Oecologia, 164: 971-980.
bo sobre la ondas rojas en el ocurre lo mismo para las ma- que puede conseguirse mate-
Betzholtz, P.-E., Ehrig, A., Lindeborg, and vulnerability in Europe 2012. Konvicka, M., Hula, V., Fric, Z. 2003.
centro y norte de Europa, se- dreselvas que constituyen el rial de cría procedente de po-
M. 2007. Food plant density, patch EEA Report No. 12/2012, Copen- Habitat of pre-diapausing larvae
ría muy interesante diseñar recurso de la mayoría de po- blaciones ibéricas, y manipu- isolation and vegetation height de- hagen. of the endangered buttrefly Eu-
estudios para profundizar en blaciones ibéricas de la on- larlo en el laboratorio. termine occurrence in a Swedish Ehrlich, P.R., Murphy, D.D., Singer, phydryas aurinia (Lepidoptera:
el conocimiento de la ecolo- das rojas. Identificar las pau- metapopulation of the marsh friti- M., Sherwood, C.B., White, R.R., Nymphalidae): What can be lear-
gía de los ecotipos mencio- tas de gestión más adecuadas
llary Euphydryas aurinia (Rottem- Brown, I.L. 1980. Extinction, re- ned from vegetation composition
nados. Conseguir datos sobre burg, 1775) (Lepidoptera, Nym- duction, stability and increase: and architecture? Eur. J. Entomol.,
en cada caso requiere un tra- phalidae). J. Insect Conserv., 11: The responses of checkerspot but- 100: 313-322.
aspectos tales como la prefe- bajo experimental, con moni- 343-350. terfly (Euphydryas) populations to Korb, S.K., Bolshakov, L.V., Fric, Z. F.,
rencia de hábitat y de micro- toreo de poblaciones en par- the California drought. Oecologia,
Botham, M.S., Ash, D., Aspey, N., Bartonova, A. 2016. Cluster biodi-
hábitat, la dispersión y la de- ches de hábitats sometidos Bourn, N.A.D., Bulman, C.R., Roy, 46: 101-105. versity as a multidimensional struc-
mografía de las poblaciones a diferentes condiciones de D.B., Swain, J., Zanesse, A., Pywe- Fric, Z., Hula, V., Klimova, M., Zim- ture evolution strategy: checkerspot
sería muy valioso para dise- gestión. Parte de este traba-
ll, R.F. 2011. The effects of habi- mermann, K., Konvicka, M. 2010. butterflies of the group Euphydryas
ñar planes efectivos sobre la tat fragmentation on niche requi- Dispersal of four fritillary butter- aurinia (Rottemburg, 1775) (Lepi-
jo de investigación aplicado rements of the marsh fritillary Eu- flies within identical landscape. doptera: Nymphalidae). Sys. Ento-
conservación de la especie. a la conservación se podría phydryas aurinia (Rottemburg, Ecol. Res., 25: 543-552. mol, 41: 441-457.
Determinar para cada realizar en parques naturales, 1775) on calcareous grasslands in Hula, V., Konvicka, M., Pavlicko, A., Lei, G.-C., Hanski, I. 1997. Metapo-
donde los equipos de gestión southern England. J. Insect Con- Fric, Z. 2004. Marsh fritillary (Eu- pulation structure of Cotesia meli-
población el manejo pueden destinar recursos y serv., 15: 269-277. phydryas aurinia) in the Czech Re- taearum, a specialist parasitoid of
adecuado del hábitat, poner en práctica este tipo de Brunbjerg, A.K., Hoye, T.T., Eskildsen, public: monitoring, metapopula- Melitaea cinxia. Oikos, 78: 91-100.
que favorezca las A., Nygaard, B., Damgaard, C.F., tion structure, and conservation of Lewis, O.T., Hurford, C. 1997. Asses-
experimentos. Ejrnaes, R. 2017. The collapse of an endangered butterfly. Entomol. sing the status of the marsh fritillary
poblaciones de la marsh fritillary (Euphydryas au- Fenn., 15: 231-241. butterfly (Eurodryas aurinia): an
Reintroducción
planta nutricia rinia) populations associated wi- Joyce, D.A., Pullin, A.S. 2003. Con- example from Glamorgan, UK. J. In-
de poblaciones th declining host plant abundan- servation implications of the dis- sect Conserv., 1: 159-166.
Un manejo incorrecto pue- extinguidas una vez ce. Biol. Conserv., 211: 117-124. tribution of genetic diversity at di- Mikheyev, A.S., McBride, C.S., Mue-
de deberse tanto al abando- Bulman, C.R., Wilson, R.J., Holt, fferent scales: a case study using ller, U.C., Parmesan, C., Smee,
se haya restaurado el
no del pastoreo o de la siega A.R., Gálvez Bravo, L., Early, R.I., the marsh fritillary butterfly (Eu- M.R., Stefanescu, C., Wee, B., Sin-
(con lo que el hábitat se cie-
hábitat Warren, M.S., Thomas, C.D., 2007. phydryas aurinia). Biol. Conserv., ger, M.C. 2013. Host-associated
rra excesivamente y las plan- Como medida extrema, existe Minimum viable metapopulation 114: 453-461. genomic differentiation in con-
size, extinction debt, and the con- Junker, M., Schmitt, T. 2010. De- generic butterflies: now you see
tas nutricias acaban siendo la posibilidad de reintroducir
servation of a declining species. mography, dispersal and move- it, now you do not. Mol. Ecol., 22:
desplazadas por otras espe- la especie en parches de hábi- Ecol. Appl., 17: 1460-1473. 4753-4766.
ment pattern of Euphydryas au-
cies vegetales), como al ca- tat donde se haya podido do- Casacci, L.P., Cerrato, C., Barbero, F., rinia (Lepidoptera: Nymphalidae) McLaughin, J.F., Hellmann, J.J., Bo-
so contrario (cuando la pre- cumentar la extinción de una Bosso, L., Ghidotti, S., Paveto, M., at the Iberian Peninsual: an alar- ggs, C.L., Ehrlich, P.R. 2002. Cli-
sión del pastoreo o de la sie- población, siempre y cuan- Pesce, M., Plazio, E., Panizza, G., ming example in an increasingly mate change hastens population
80 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 81
Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)
82 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 83
Apolo
Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)
(Parnassius apollo)
Manto
violeta
Lycaena helle
Séptima. En casos extremos, se puede considerar la reintroducción de poblaciones (Bergsträsser, 1758)
extinguidas si previamente se ha restaurado el hábitat en la zona seleccionada. La
obtención de material ibérico para cría en laboratorio es perfectamente factible, la
cría de la especie en cautividad no es complicada y, además, existen experiencias
exitosas sobre reintroducciones. No obstante, la reintroducción no debería conside-
David César Manceñido1
rarse más que como un último recurso para la conservación de la especie Amparo Mora Cabello de Alba2.
86 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA MANTO VIOLETA | 87
Manto violeta (Lycaena helle)
Área de distribución Dentro de la Península Ibérica en observaciones más recien- Biología de la especie
88 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA MANTO VIOLETA | 89
Manto violeta (Lycaena helle)
No puede permitirse en modo tan; heladas tardías que dañen por redescubrir las antiguas
Destrucción y alguno el drenaje de la zona o la vegetación o sequías pertin- colonias cántabras y pirenai-
alteración del hábitat áreas cercanas ni la construc- aces en verano. cas y se debe establecer un
ción de presas ni pozos que programa de búsqueda de la
Del mismo modo que para
alterarían el nivel freático del Necesidades de manto violeta por otras áreas
la mayoría de los insectos, la
claro de bosque. conservación adyacentes a la colonia cono-
destrucción del hábitat es la
mayor amenaza para la su- cida en León.
Cambio climático Programa de
pervivencia de la especie, al- seguimiento Educación ambiental
go que en este caso ya es- Podría ser un factor a tener en
cuenta en el caso de suponer Se debe llevar a cabo un pro- y sensibilización de la
tá ocurriendo, puesto que el
uso tradicional de este prado una merma en el caudal del grama de seguimiento de la población
ya no se da; actualmente so- río cercano o una disminución colonia actualmente cono- La manto violeta es ahora
lo lo utilizan los herbívoros sil- del nivel freático de la prade- cida. Se deben contabilizar mismo nuestra mariposa más
vestres. ra, lo que traería consigo un los ejemplares observados y, amenazada, por lo que debe
Oruga de Lycaena helle.
cambio en el elenco de es- de esta manera, detectar las explicarse a la población de
Dado lo reducido del área
ce ser de gran importancia. Si Las orugas consumen la cu- pecies vegetales presentes y fluctuaciones de la colonia. las localidades cercanas, así
ocupada, cualquier alteración
el suelo del sitio es muy húme- tícula inferior de las hojas y una desestabilización fatal en como a la guardería del Par-
en su medio puede desem- Búsqueda de nuevas
do con pocos pies de P. bistor- producen “ventanas” trans- el frágil equilibrio actual. que Regional su alto valor
bocar en su inminente des-
ta L. (bistorta) pero muchos de lúcidas características cuan- Otros factores de riesgo que
poblaciones biológico y su extrema fragili-
aparición. Cabe esperar que
Succisa pratensis Moench (bo- do son jóvenes. Permanecen su presencia dentro de un te- puede traer aparejado el cam- Este apartado resulta funda- dad, para tratar de involucrar
cado del diablo), no es utiliza- bajo las hojas hasta que se las rritorio protegido, como es el bio climático son episodios de mental para poder garantizar al mayor número de personas
do para la ovoposición. han comido completamente y Parque Regional de Picos de lluvias torrenciales que arras- la pervivencia de este insec- posible en su conservación.
90 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA MANTO VIOLETA | 91
Manto violeta (Lycaena helle)
92 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA MANTO VIOLETA | 93
Manto violeta (Lycaena helle)
Hormiguera
oscura
Phengaris nausithous
(Bergsträsser, 1779)
Fernando Jubete1
Descripción
Hábitat
Ficha Técnica
El hábitat de Phengaris nau-
Nombre común: sithous está condicionado por
Hormiguera oscura
o limbada. dos elementos, la presencia
de la sanguisorba o pimpine-
Nombre científico: la mayor (Sanguisorba offici- Formaciones de sanguisorba en pastizales de la Montaña Palentina.
Phengaris nausithous
nalis), su planta nutricia, y la gran en el orden fitosocioló- no, así como ciertas comuni-
(Bergsträsser, 1779).
existencia de colonias de hor- gico Molinietalia caeruleae W. dades megafórbicas, que se
Nombre en inglés: migas del género Myrmica,
Dusky large blue. Koch, 1926, dentro de la cla- desarrollan sobre suelos muy
hospedadoras de sus larvas. se Molinio-Arrhenatheretea R. húmedos, con horizonte de
Envergadura alar: Tx., 1937. Este orden se de- gley y nivel freático elevado
Las comunidades vegetales
28 a 34 mm
28 a 38 mm. que conforman el hábitat de fine como “juncales y prade- durante todo el año” (Fernán-
Phengaris nausithous se inte- ras higrófilas, enmendadas o dez-González, 1988).
Las colonias conocidas en semiturbosos. Estas zonas hú- Área de distribución Tres cuadrículas están distribui- cuadrículas), Palencia (cua-
Biología de la especie
Esta especie desarrolla uno Hembra de hormiguera oscura
de los ciclos biológicos más ovopositando en una cabezuela de
complejos en el mundo de los Sanguisorba officinalis.
lepidópteros, que incluye una
bras sobrevuelan las plantas de
relación de parasitismo o pre-
sanguisorba mayor (Sanguisor-
dación de larvas de hormigas
Distribución de Phengaris ba officinalis), su única planta
conocida como mirmecofilia
nausithous en el trabajo de Vicente nutricia, donde depositan entre
et al. (2013). (Thomas, 1984).
dos y tres huevos en cada capu-
La mariposa hormiguera os- llo floral, aunque algunas flores
cura comienza a volar desde pueden llegar a recibir la puesta
mediados de junio y hasta de varias hembras.
finales de agosto (García Ba-
Los huevos eclosionan entre
rros et al., 2013). El periodo
los 7-10 días. En esta prime-
de vida de los imagos es muy
ra fase, y hasta que realiza las
corto, de entre 3 a 10 días
tres primeras mudas, la larva
Citas posteriores a 1999. (Nowicki et al., 2005).
muestra un comportamiento
Citas anteriores al año 2000. Tras emerger los imagos tiene endófito, alimentándose ex-
Sin información exacta de la fecha. lugar el cortejo de los machos, el clusivamente de las flores de
Ampliación de la distribución de
Phengaris nausithous en el trabajo emparejamiento y las cópulas. pimpinella mayor (Thomas,
Distribución de Phengaris nausithous. de Jubete & Román (2016). Una vez fecundadas, las hem- 1984).
98 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 99
Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)
100 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 101
Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)
A este problema hay que aña- extensiva con una carga gana-
dir también el del sobrepas- Los modelos climáticos pro-
dera ajustada a los recursos
toreo, una amenaza consta- yectados predicen una impor-
del medio, que permitan man-
tada en varias colonias palen- tante contracción de sus po-
tener un estado de conserva-
tinas y leonesas donde, ade- blaciones en toda su área de
ción favorable de las colonias
más de la siega, las maripo- distribución en el año 2020 y
durante el periodo de vuelo de
sas tienen un duro compe- la práctica desaparición de la
especie de su área de distri- la hormiguera oscura.
tidor con una carga ganade-
ra muy elevada. El efecto del bución actual en el año 2050. Este objetivo puede ser con-
pastoreo de vacas y yeguas seguido mediante una herra-
sobre la planta nutricia puede Necesidades de mienta como es la firma de
llegar a ser muy negativo, lle- conservación acuerdos de custodia del terri-
gando además a zonas que no Modelización de la evolución de la torio con ganaderos y propie-
han sido segadas por encon- población de mariposa hormigue- Gestión del hábitat me- tarios de pastizales. Esta figu-
ra oscura según el Climatic Risk
trarse inundadas o ser de difí- Atlas of European Butterflies.
diante la custodia del ra de gestión del territorio está
cil acceso para la maquinaria. territorio incorporada a la actual legisla-
Aspecto de una colonia de hormiguera oscura después de las labores
de siega. Las únicas zonas donde quedan plantas nutricias para la para la mariposa hormiguera ción, concretamente en el artí-
La gestión del hábitat es la me-
mariposa son los bordes de arroyos o zonas semiturbosas. Cambio climático oscura (Settele et al. 2008, culo 72 de la Ley 42/2007 del
dida más urgente de poner en
Romo et al., 2015) y, de no Patrimonio Natural y de la Bio-
guera oscura los prados estén En los últimos años comien- El cambio climático es una marcha para garantizar la con-
revertir esta situación, ame- diversidad.
ya segados cuando vuelan los zan a realizarse cada vez con amenaza invisible, pero que servación de esta amenazada
imagos. más frecuencia labores de no debe ser infravalorada. naza con hacer desaparecer especie. Es una prioridad arti- Como experiencia previa se
siega mediante el ensilado en De hecho, ha sido ya descrita la mayor parte de sus pobla- cular mecanismos que permi- encuentran las actuaciones
102 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 103
Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)
gar de entre 2 a 4 metros de prácticas ganaderas y de la con los trabajos de prospec- de los adultos. Estas visitas
Foto: Fernando Jubete.
anchura. Estas franjas se ubi- eco-condicionalidad de la ción en pastizales y turberas, deben incluir la realización
can normalmente en los már- Política Agraria Común. La donde seguramente se encon- de transectos con banda pa-
genes de la finca, pequeños creación de una línea de ayu- trarán nuevas colonias. La in- ra contabilizar los ejemplares
arroyos o bandas perimetrales das que fomente este tipo de ventariación cartográfica de las observados, obtener datos
a las áreas turbosas existentes prácticas ganaderas redunda- colonias es, como resulta ob- sobre densidad, conocer la
en los prados. De esta forma, ría de forma inmediata en la vio, la primera medida de con- tendencia de cada colonia y de
se garantiza la existencia de conservación de esta y otras servación necesaria de llevar a la población en general.
una superficie mínima sin se- especies de invertebrados. cabo para preservar a estas zo- Este programa de seguimiento
gar donde se mantienen bue- nas de posibles amenazas. debería incluir especialmen-
nas densidades de Sanguisor- Programa de
te las colonias que han sido
ba officinalis. seguimiento Una segunda opción necesaria
objeto de programas de cus-
de desarrollar es la de diseñar
Hasta la fecha se han firma- Aunque los avances conse- todia del territorio para, de
y llevar a cabo un programa de
do seis acuerdos de custodia guidos en los últimos años esta forma, comprobar si las
Foto: Fernando Jubete.
104 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 105
Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)
106 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 107
Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)
108 ||BASES
BASESTÉCNICAS
TÉCNICASPARA
PARALA
LACONSERVACIÓN
CONSERVACIÓNDE
DELOS
LOSLEPIDÓPTEROS
LEPIDÓPTEROSAMENAZADOS
AMENAZADOSEN
ENESPAÑA
ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 109
Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)
Hormiguera
de lunares
Phengaris arion
Estas acciones de seguimiento deben incluir trabajos que permitan conocer la distri- (Linnaeus, 1758)
bución, dinámica poblacional, amenazas y requerimientos de hábitat de las hormigas
del género Myrmica, así como a conocer con detalle el área de distribución y evolu-
ción de las comunidades de Sanguisorba officinalis, planta nutricia de la mariposa
hormiguera oscura.
Decima. Es necesario poner en marcha programas de educación ambiental y sensibi- Miguel L. Munguira1
lización dirigidos especialmente hacia la población local.
La ejecución de trabajos de voluntariado, por ejemplo con actuaciones para el segui-
miento de poblaciones o mejora del estado de conservación de las colonias, puede
ser también una interesante medida para incrementar la sensibilidad ambiental de
la población.
Hábitat
Foto: ML Munguira.
Ficha Técnica Es una especie que vive en
Nombre común: praderas o herbazales en zo-
Hormiguera oscura nas de distinto tipo de bosque
o limbada.
(robledales, hayedos o pina-
Nombre científico: res) (Munguira, Martín 1993).
Phengaris arion El sustrato puede ser tanto
(Linnaeus, 1758). calcáreo como silíceo (Mun-
Nombre en inglés: guira, Martín 1993). Las for-
Large Blue. maciones vegetales sobre las
Envergadura alar: que se ha citado son queji-
ala anterior, macho gares (Violo-Quercetum fagi- Hábitat de Phengaris arion en el valle de Hecho, Pirineo de Huesca.
18,7 mm. neae), hayedos (Fagion) o pi-
Foto: ML Munguira.
19,4 mm. nares (Pino-Juniperetea, Rho-
dodendro-Vaccionon) (Gar-
Descripción cía-Barros et al. 2013). Las
larvas de la mariposa son pri-
La hormiguera de lunares, mero fitófagas y luego parasi-
Phengaris arion (Linnaeus, tan nidos de hormiga, por lo
1758) es una mariposa diur- que el hábitat de la especie
na de la familia Lycaenidae. debe contener tanto sus plan-
Su tamaño es pequeño, aun- tas hospedadoras (Thymus
que destaca por su mayor en- praecox, T. pulegioides, T. go-
vergadura relativa con res- dayanus, Origanum vulgare y
pecto a otros licénidos. La ca- O. virens), como hormigas de
ra dorsal de las alas es azul la especie Myrmica sabuleti.
metálico con puntos discales Las praderas en las que vive la
y postdiscales negros alarga- Vista dorsal y ventral de la hembra de hormiguera de lunares. especie pueden considerarse
dos en ambas alas. El mar- húmedas, como las de los va-
Herbazales xéricos que albergan una población de la hormiguera de lu-
gen alar es de color gris oscu- nales y marginales están bien bras son de morfología simi- lles del pirineo o la cordille- nares en Frías de Albarracín, Teruel.
ro. La cara ventral de las alas desarrolladas y compren- lar, aunque las hembras son ra cantábrica, o secas como
es de color pardo grisáceo, algo mayores. Para determi- en las sierras prepirenaicas y taña, en los pisos montano o bajas de la cornisa cantábrica
den una semiluna gris o ne-
con una zona basal verde azu- nar adecuadamente el sexo el Sistema Ibérico. La espe- supramediterráneo. y en la cordillera Cantabro-Pi-
lada y fimbrias ajederzadas. gra y un punto del mismo co- renaica. También en el Siste-
es necesario observar el ab- cie se encuentra en praderas
Los puntos negros discales lor. Faltan las marcas naran-
domen de los ejemplares. desde el nivel del mar hasta Área de distribución ma Ibérico, tanto septentrio-
y postdiscales son grandes y jas submarginales frecuen- los 2000 m, si bien predomi- Está presente en una amplia nal como meridional. Su dis-
están rodeados por un anillo tes en otras especies de licé- nan las poblaciones asenta- zona que abarca desde Gali- tribución fue recopilada por
blanco. Las marcas submargi- nidos. Los machos y las hem-   das en zonas de media mon- cia hasta Cataluña, en zonas Munguira (1989) y luego por
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Hormiguera de lunares (Phengaris arion)
Foto: ML Munguira.
Foto: JP Cancela.
Cópula de la hormiguera de lunares en Frías de Albarracín, Teruel.
Foto: ML Munguira.
Phengaris arion en su fase fitófaga
sobre Thymus praecox, en el Valle
de Hecho, Pirineo de Huesca.
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Hormiguera de lunares (Phengaris arion)
Problemática de no, que ha causado la extin- ña. Por otra parte la urbaniza- El abandono rural y la reduc- do de forma dramática en las montaña. Dado que la espe-
ción de algunas poblaciones. ción y la construcción de em- ción de la cabaña ganadera es últimas décadas, con espe- cie necesita espacios abier-
conservación La drástica reducción del pas- balses han hecho despare- tos como praderas o herbaza-
un proceso que se ha produci- cial incidencia en las zonas de
Munguira y Martín señalaron toreo en los valles pirenaicos, cer otras poblaciones. En las les para su supervivencia, es-
en 1999 que la hormigue- y en otras zonas de monta- zonas donde la especie es- te proceso ha significado su
ra de lunares está amenaza- ña, es probablemente el ma- tá presente en Europa se han extinción en ciertas áreas o la
da en España por la reducción yor problema para la conser- citado como principales cau- reducción de los efectivos po-
de la ganadería o su abando- vación de la especie en Espa- sas de amenaza las siguien- blacionales en otras. En Cata-
tes, ordenadas por orden de luña, la especie ha desapare-
importancia: la intensifica- cido por completo en el Mont-
ción agrícola (uso de pestici- seny, donde también otras
das, fragmentación del hábi- especies han sufrido impor-
tat, sobrepastoreo), las plan- tantes declives (Herrando et
taciones de árboles, el aban- al.2016). El abandono gana-
dono o reducción del pas- dero es también una de las
toreo, la construcción de in- posibles causas de la extin-
fraestructuras, la urbaniza- ción de la especie en el Valle
ción y la recolección. de Ordesa tras la declaración
de este espacio como Parque
Con la excepción de los da- Nacional (Munguira 1989).
tos aportados por el BMS ca-
talán, carecemos de datos de La intensificación agrícola y las
plantaciones de árboles han
tendencias de las poblacio-
Regresión moderada de las poblaciones de hormiguera de lunares en Ca- afectado con seguridad a po-
taluña, según datos del Catalan BMS. nes ibéricas. Los datos cata-
blaciones de la cornisa cantá-
lanes muestran una regre-
brica, pero en este caso no te-
sión moderada de sus pobla-
nemos datos que indiquen ex-
Foto: ML Munguira.
ciones (www.catalanbms.org).
tinciones de poblaciones con-
La causa principal de este de-
cretas como sí ocurre para el
clive es con toda probabilidad
caso del abandono. En conjun-
el abandono de los usos ga-
to es probable que este factor
naderos extensivos. tenga una incidencia menor
sobre la especie, aunque pue-
La reducción de la cabaña da afectar a poblaciones con-
ganadera está provocando
el crecimiento de matorrales cretas de su área de distribu-
(principalmente rosales) en ción.
las praderas con presencia de
Phengaris arion y P. alcon de La construcción de infraes-
Panticosa, Huesca. Evolución del área favorable (colores naranja y marrón) para la
presencia de Phengaris arion en distintos escenarios del cambio tructuras y la urbanización han
climático según el Climatic Risk Atlas (Settele et al. 2008). tenido un considerable impac-
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Hormiguera de lunares (Phengaris arion)
to negativo sobre la especie en cen los modelos, el cambio nometrados (timed counts en Reintroducción tras riposas supone una actividad
nuestro territorio. Esta amena- climático podría estar ejer- inglés), que permiten obtener acondicionar un costosa desde el punto de
za ha sido especialmente rele- ciendo un efecto negativo so- datos fiables con un esfuer- hábitat adecuado vista económico, conviene
vante en el País Vasco donde bre las poblaciones de es- zo de muestreo relativamen- y campañas de emprender un proyecto de es-
la expansión del área urbana ta zona del Sistema Ibérico. te pequeño. sensibilización te tipo tan solo en un limitado
ha ejercido una acción sinér- El hecho de que estas pobla- número de zonas previamen-
ciones sean las más meridio-
Protección de Como resultado del censo de
gica con el abandono y la in- te seleccionadas y donde el
tensificación agrícola. Por otra nales de la especie en Espa- poblaciones poblaciones propuesto se co- manejo adecuado pueda ga-
parte, la construcción del Em- ña, las hace sin duda más vul- representativas y nocerán poblaciones donde rantizarse a largo plazo.
balse de Riaño en León (1987) nerables a los impactos gene- manejo del hábitat la especie habitaba, pero se
hizo desparecer las pobla- rados por el cambio climático. ha extinguido. Por otro lado
Es necesario delimitar algu-
ciones de hormiguera que se conocemos al menos dos lu-
nas poblaciones en las que
asentaban en las praderas del Necesidades de gares donde la especie se ha
la especie mantiene efectivos extinguido a lo largo del siglo
fondo del valle, que resultaron conservación suficientes y protegerlas me-
anegadas por el embalse. XX y la situación puede rever-
Investigación diante microrreservas u otras tirse: el valle del Arazas en el
Aunque no se citara en análi- medidas de protección. Da- Parque Nacional de Ordesa y
Si bien la información básica do que el futuro de la especie
sis previos, el cambio climá- Monte Perdido, y la Sierra del
sobre la especie en España
tico va a suponer uno de los no está garantizado, es ne- Montseny. Tanto en estos dos
es suficiente, aún quedan por
grandes retos para la super- cesario crear una red de zo- lugares emblemáticos, como
estudiar muchos aspectos de
vivencia de la mariposa. Los nas protegidas en las que se en otras localidades represen-
su biología y dinámica pobla-
modelos climáticos predicen pueda salvaguardar la super- tativas sería recomendable
cional. La prioridad con esta
una drástica reducción del vivencia de la especie. El ma- desarrollar programas de rein-
especie es conocer qué po-
área favorable para esta es- nejo adecuado de estas zo- troducción de la mariposa.
blaciones de las citadas his-
pecie en la Península Ibéri- tóricamente sobreviven en la nas es la ganadería extensiva Para ello es necesario res-
ca en el futuro. Por efecto del actualidad. Por otra parte se o las cortas de matorral que taurar el hábitat para hacerlo
cambio climático la presencia necesitan censos de las po- aseguren que la cubierta se adecuado para la especie.
de la especie puede verse re- blaciones supervivientes pa- mantiene por debajo del 20% Normalmente esto implica eli-
ducida a pequeñas áreas de ra tener un índice de cuál es de la superficie. Tan solo exis- minar el matorral o arbolado
la Cordillera Cantábrica y el la situación real de la especie te un precedente de este tipo que ha colonizado las prade-
Pirineo (Settele et al. 2008). en nuestro territorio. Algunas de estrategia en la población ras que constituyen el hábitat
En un estudio reciente reali- poblaciones tienen un núme- de Revilla en el Pirineo oscen- de la hormiguera. La presen-
zado en Teruel hemos cons- ro de individuos muy peque- se. La experiencia acumulada cia de una densidad adecuada
tatado que las poblaciones de ño, por lo que su persistencia en esta localidad puede ser- de nidos de la hormiga hos-
la hormiguera de lunares tie- a largo plazo puede estar se- vir de ejemplo para la imple- pedadora debe ser también
nen efectivos bastante mer- riamente comprometida. Los mentación de medidas simi- favorecida, ya que sin esta
mados. Desconocemos cua- censos pueden llevarse a ca- lares en otras localidades dis- premisa, la supervivencia de
les son las causas de este he- bo mediante métodos especí- persas por el rango de distri- la mariposa es inviable. Dado
cho, si bien, tal como predi- ficos como los recuentos cro- bución de la especie. que la reintroducción de ma-
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Hormiguera de lunares (Phengaris arion)
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Hormiguera de lunares (Phengaris arion)
Niña de
Sierra
Sexta. Como alternativa al uso ganadero y en zonas donde la explotación ganadera
Nevada
ha dejado de ser rentable, deberían realizarse cortas en rotación de matorral de zo- Polyommatus (Plebicula) golgus
nas abandonadas. El objetivo de estas cortas es mantener la cobertura de matorral (Hübner, 1813)
por debajo del 20% en las zonas donde sobrevive la especie (van Swaay et al. 2012).
Las hormigas hospedadoras de la especie Myrmica sabuleti son muy sensibles a la José Miguel Barea-Azcón1
presencia de matorral, por lo que esta medida es necesaria para que la presencia de Miguel L. Munguira2
la especie pueda ser viable a largo plazo.
Séptima. La reintroducción de especies en lugares donde ha tenido lugar una ex-
tinción previa debe limitarse a casos excepcionales, ya que se trata de una medida
de elevado coste y difícil planificación. Estas reintroducciones han sido llevadas a
cabo con éxito en Gran Bretaña, donde la especie se había extinguido por completo
(Thomas et al. 2009). Para realizar una reintroducción es necesario que el hábitat
se haya restablecido y que la presencia de plantas nutricias y colonias de hormigas
esté en proporciones adecuadas. Dos localidades donde se podría llevar a cabo esta
acción son el Valle del Arazas en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
(Aragón) y el Parque Natural del Montseny (Cataluña), lugares donde la especie se
extinguió en distintos momentos del siglo XX.
Octava. Si bien la declaración de la reserva de Revilla en Huesca llevó aparejada
una notable campaña de sensibilización, es cierto que todavía queda mucho por
hacer para que esta especie sea conocida por el gran público. Sería necesario di-
fundir folletos explicativos sobre la problemática de la especie y promover el mayor
conocimiento de la especie en centros formativos y culturales, especialmente en
aquellas zonas donde la mariposa aún está presente. Las actividades de ciencia ciu-
dadana y las colaboraciones para el manejo de determinadas localidades podrían
contribuir también en este sentido.
Foto: J.M. Barea-Azcón.
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Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)
tos circundados por formacio- cial en el caso de las poblacio- el tiempo de permanencia de La totalidad de las pobla-
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Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)
128 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA NIÑA DE SIERRA NEVADA | 129
Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)
dos, podríamos adelantar que modelo empleado, lo cual su- minadas montañas de la Pe- ecológico alpino (por ejemplo
Foto: J.M. Barea-Azcón.
la zona de la Loma del Vele- giere cierta incertidumbre en nínsula Ibérica (ver por ejem- el paseriforme Prunella colla-
ta podría ser una de las loca- la simulación de este paráme- plo Alados et al., 2011 en el ris), como es el caso de esta
lidades más afectadas por es- tro. Los modelos ofrecen una Parque Nacional de Ordesa). mariposa.
ta casuística. Desde el Parque reducción hacia finales del S. En Sierra Nevada se está pro-
En las sierras del nordeste de
Nacional y Parque Natural de XXI. El incremento de tempe- duciendo una expansión del
la provincia de Granada y en el
Sierra Nevada se está hacien- raturas y la muy probable re- piorno (géneros Genista, Cyti-
conjunto de Cazorla, la infor-
do un esfuerzo por reordenar ducción de las precipitacio- sus y Erinacea) y también de
mación relativa a los impac-
los senderos de esta área. En nes conlleva una reducción en especies como Hormatophy-
tos del cambio climático so-
estos trabajos de reordena- la cubierta de nieve, que se si- lla spinosa en las zonas más
bre la biodiversidad no es tan
ción se ha tenido en cuenta la túa en una disminución de la altas. Los cambios en la co-
completa como en el caso de
presencia de poblaciones co- permanencia de nieve de 3 a bertura de estas especies fa-
Sierra Nevada, aunque los da-
nocidas de Polyommatus gol- 8 días a 2.500 m. a lo largo vorecen la entrada y prolife-
tos disponibles apuntan en la
gus. La afluencia de personas de los últimos 14 años. Esta ración de otras por medio de
misma dirección. En estas lo-
a determinados enclaves de tendencia es más intensa en procesos de facilitación, mo-
calidades, existe un proble-
Sierra Nevada y de la Sierra las zonas elevadas. Los efec- dificando sustancialmente la
ma adicional que hace que los
de la Sagra se incrementa año tos de estos estresores am- comunidad vegetal. Este pro-
Las acequias tradicionales de careo de Sierra Nevada contribuyen a la efectos del cambio climáti-
mitigación del cambio climático a la vez que facilitan la adaptación de los tras año, por lo que es de es- bientales sobre las poblacio- ceso es fruto de una acción
co se prevean como especial-
ecosistemas a los nuevos escenarios de incremento de la temperatura y perar que una mayor influen- nes de la niña de Sierra Ne- sinérgica entre el cambio cli-
mayor incidencia de las sequías. mente acuciantes, y es que las
cia de este impacto a corto vada de momento no han si- mático y las variaciones en el
colonias se encuentran en las
plazo. do estudiados, aunque si hay uso de espacio por parte de
hábitats de la mariposa y el fe- 1.3. Pisoteo zonas de cumbres. Esto impli-
datos para otros grupos bioló- la cabaña ganadera, así como
nómeno de la herbivoría son 2. Cambio climático ca que el margen de migración
El tránsito de personas, y gicos. En el caso de las plan- de una reducción en el núme-
negativos, aunque también altitudinal sea prácticamente
también de ganado, sobre El cambio climático puede tas se ha comprobado un in- ro de cabezas de ganado. Pa-
hay que tener en cuenta que la nulo. En estos casos, una re-
las poblaciones produce da- considerarse como la amena- cremento de la cobertura de ra otros grupos faunísticos se
ausencia de ganado domésti- tracción de los límites de dis-
ños en el suelo y en la vegeta- za más preocupante para la especies mejor adaptadas a han constatado cambios en la
co podría resultar igualmente tribución inferiores podría aca-
ción. Además, se puede pro- conservación de esta especie. climas más cálidos (Gottfried distribución, resultantes en
negativa. Sin duda, hacen fal- rrear extinciones locales.
ducir la muerte accidental por En el caso concreto de Sierra et al., 2012) en el conjunto desplazamientos altitudina-
tan estudios adicionales so- aplastamiento de larvas y cri- Nevada, en donde se encuen- de Europa, en lo que viene a les hacia zonas más elevadas Nuestros datos sugieren que
bre este tema, partiendo de la sálidas. Este problema (que tra la mayor parte de los efec- denominarse como un pro- y por lo tanto más frescas. Se P. golgus muestra preferencia
certeza de que la pérdida del afecta al 15,4% de las pobla- tos poblacionales de P. gol- ceso de termofilización de la han descrito adelantos feno- por lugares relativamente hú-
pastoralismo y otros usos tra- ciones, según Munguira et al., gus, el incremento de tempe- montaña. Es decir, la estruc- lógicos en el periodo de vuelo medos y frescos en el contex-
dicionales de la montaña va a 2017) es relativamente lo- raturas para lo queda de siglo tura y la composición de las de otras especies de maripo- to de los sistemas montaño-
repercutir negativamente so- cal ya que los sitios de paso se sitúa en un rango de +2,56 comunidades vegetales de sas diurnas. También se han sos que ocupa, lo cual supo-
bre la biodiversidad. Favorecer de personas y ganado en las y 6,22 ºC para las máximas y las montañas europeas están detallado procesos de colo- ne un indicio adicional de que
estos usos es uno de los gran- zonas donde habita la niña de 1,81 y 4,38 ºC para las míni- cambiando rápidamente. Hay nización de especies de aves la erosión de estas condicio-
des retos a los que se enfren- Sierra Nevada se encuentran mas. En el caso de la preci- datos que sostienen un pau- más propias de zonas menos nes características de la alta
tan las áreas protegidas mon- relativamente localizados. A pitación se ponen de relieve latino incremento en la co- elevadas, así como la rarifi- montaña mediterránea pue-
tañosas en el siglo XXI. falta de estudios más detalla- diferentes patrones según el bertura de matorral de deter- cación de elementos de perfil de acarrear efectos negativos
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Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)
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Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)
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Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)
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Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)
Isabelina
Actias Isabelae
(Graells, 1849)
Quinta. Se propone mitigar el impacto de la estación de esquí a través de la res-
tauración de hábitat en los parches de terreno natural no afectado por las pistas.
En estos parches se propone la plantación de Anthyllis vulneraria y de otras espe-
cies vegetales, importantes para los adultos, como Arenaria tetraquetra, Hieracium
pilosella, Jasione crispa, Sedum album, Dorycnium pentaphyllum, Silene rupestris
y Thymus serpylloides. Esta actuación tiene como objetivo el permitir el manteni- David César Manceñido
miento de una metapoblación sobre la estación de esquí.
Sexta. En Sierra Nevada, la carretera que antiguamente conectaba las dos ver-
tientes de Sierra Nevada atravesando cerca de la cumbre del Pico Veleta se
cortó al tráfico hace 20 años. Sin embargo, esta carretera mantiene aún tránsito
de vehículos vinculados a la gestión de la estación de esquí, del Parque Nacional
de Sierra Nevada y furgonetas del SIAC (Servicio de Altas Cumbres, http://www.
reservatuvisita.es/es/establecimiento/servicio-de-interpretaci%C3%B3n-de-al-
tas-cumbres-vertiente-norte). Se propone instalar resaltes y señales en los tramos
en donde se atraviesan colonias significativas de la niña de Sierra Nevada a finde
evitar atropellos.
Séptima. La protección de las poblaciones de la Sagra y de la Sierra de la Guilli-
mona es muy importante, dado que representan más de la mitad de los efectivos
de la subespecie sagratrox. En la Sagra se han identificado hasta 114 especies de
mariposas diurnas diferentes y una cantidad nada desdeñable de insectos endé-
micos que se verían beneficiados de esta mejora en el estatus de protección de los
territorios que ocupan.
Octava. Poner a punto un protocolo de cría en cautividad y propagación ex situ
de su planta hospedadora. Esta medida no presenta una prioridad alta, pero si es
recomendable comenzara a dar los primeros pasos en relación a la definición de
procedimientos y la puesta a punto de protocolos de actuación. Foto: J.P. Cancela
Biología de la especie
Si bien en algunos años con-
cretos pueden empezar a ob-
servarse ejemplares adultos a
Valsaín (Segovia), hábitat típico de Actias isabelae. finales de marzo, lo habitual
es que el periodo de vuelo de
albar o silvestre (Pinus sylves- mo en territorio andorrano. En esta mariposa nocturna abar-
tris L.) o por pino laricio (Pinus Suiza, en el Cantón du Valais que los meses de mayo y ju-
nigra J. F. Arnold), dentro de hay una serie de poblaciones nio, con registros extremos en
los pisos bioclimáticos mon- que se consideran como in- el mes de agosto.
tano y oromediterráneo. Sin troducciones intencionadas y
embargo, a pesar de tratarse no una distribución natural de La esperanza de vida de los
de una especie eminente- la especie. imagos está muy estudiada y
mente montana, no todas sus oscila entre los 5 y los 8 días,
Dentro de la Península Ibéri- pero puede ir desde los 2 hasta
colonias lo son, puesto que al- ca, este insecto se distribuye
gunas poblaciones catalanas los 16. Es un periodo muy cor-
en cinco grandes núcleos po- to debido a que el adulto no se
Descripción se sitúan en torno a los 100 blacionales: Sistema Bético alimenta y vive tan solo de las
Ficha Técnica La isabelina (Actias isabelae res, más alargadas en el caso
m de altitud y cerca de zonas (incluye territorios de las pro- reservas de grasa acumuladas
costeras. Su rango altitudinal vincias de Albacete, Almería,
Nombre común: Graells, 1849) es una polilla de los machos que, además, por la oruga. En este periodo de
Isabelina. en la Península Ibérica oscila Jaén y Murcia), Sistema Ibé-
de la familia Saturniidae. El tienen las antenas con unas entre 95 y 1750 m de altitud. tiempo deben localizar una pa-
Nombre científico: pectinaciones mucho más rico (incluyendo parte de Cas-
patrón de coloración tanto de reja, aparearse y poner los hue-
Actias isabelae (Graells, largas y aparentes que las de tellón, Cuenca, Guadalajara,
machos como de hembras es Área de distribución Tarragona, Teruel y Valencia),
vos: entre 17 y 200, con una
1849). similar, de un bello tono ver- las hembras. media de 100 y ovopositados
La isabelina se localiza única- Sistema Central (afectando a
Nombre en inglés: de con los bordes de las alas en varias noches.
Hábitat mente en pinares de la mitad Ávila, Guadalajara, Madrid y
Spanish Moon Moth. y las venas muy marcadas de Entre 12 y 40 días después de
oriental peninsular. Fuera de Segovia), Pirineos occidenta-
Envergadura alar: color pardo rojizo y un apa- Esta mariposa habita única- nuestras fronteras cuenta con les (englobando porciones de la puesta (28 como media),
80-110 mm. rente ocelo en el centro de mente en el interior de pina- poblaciones en la región del terreno de Huesca, Navarra eclosionan las orugas que van
80-110 mm. cada una de sus cuatro alas. res, generalmente de media Jura y los Alpes meridionales y Zaragoza) y Pirineos orien- a alimentarse de las acículas
Ambos sexos presentan sen- altitud, y habitualmente pi- franceses. Una de las colonias tales (que comprende terri- de los pinos, principalmen-
das colas en las alas posterio- nares conformados por pino pirenaicas se adentra asimis- torios de Barcelona, Girona, te pino albar o silvestre (Pi-
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Isabelina (Actias Isabelae)
nus sylvestris L.) y pino lari- dar), va aprovechando acícu- Llegado el momento, las oru- diciones son favorables. Para
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Isabelina (Actias Isabelae)
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Isabelina (Actias Isabelae)
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Isabelina (Actias Isabelae)
Eriogaster
catax
Eriogaster catax
Quinta. La creación de reservas entomológicas, como las puestas en marcha por la (Linnaeus, 1758)
asociación Zerynthia en Aranguren (Navarra) o Peguerinos (Ávila), es otra herramien-
ta que resulta de gran utilidad para garantizar la conservación de las poblaciones de
invertebrados (Galante et al., 2015). La declaración de microrreservas de mariposas
puede ser especialmente recomendable en el caso de especies como la isabelina,
cuyas poblaciones están completamente ligadas a los pinares ibéricos. Fernando Jubete1
Sexta. Es necesario definir e implementar un programa de seguimiento de las co-
lonias conocidas. Este seguimiento debería ser anual e incluir varias visitas a cada
colonia durante el periodo de vuelo de los imagos.
Séptima. Se hace necesario dar continuidad a los trabajos de educación ambiental
y sensibilización de la población local ya realizados en diferentes localidades como
Peguerinos (Ávila) o Aranguren (Navarra). En este sentido sería muy recomenda-
ble diseñar un programa de charlas y actividades en centros educativos, así como
charlas informativas en centros culturales de los municipios donde se distribuye la
especie. La ejecución de trabajos de voluntariado, por ejemplo con actuaciones para
el seguimiento de poblaciones o mejora del estado de conservación de las colonias,
puede ser también una interesante medida para incrementar la sensibilidad am-
biental de la población. También puede editarse material divulgativo como folletos,
pósters, pegatinas… que ayuden a crear un vínculo entre la población y la mariposa.
Hábitat
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Eriogaster catax (Eriogaster catax)
la presencia de valles frescos, al tercio norte peninsular, en tema ibérico, las serranías de Biología de la especie
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Eriogaster catax (Eriogaster catax)
mente protegidas) del Conve- La conservación de áreas boscosas que alternen con pastizales natura-
nes permanecen en diapau- les y áreas de setos vivos es una prioridad para la conservación de es-
sa hasta dos y tres años si las nio de Berna. En el ámbito na- ta especie.
condiciones ambientales no cional, la especie está consi-
son adecuadas. derada como “Vulnerable” en conservación se describe a de estas formaciones arbus-
el Catálogo Español de Espe- continuación. tivas de bajo porte como la
No existe mucha información cies Amenazadas (Real De-
Destrucción y principal amenaza para la es-
sobre la tendencia y evolu- creto 139/2011). La UICN in- pecie (Kadej et al., 2018).
ción de las poblaciones de la cluye esta especie en la cate- alteración del hábitat
especie, aunque parece en- goría DD “datos deficientes” En este sentido, resultan es-
Crataegus monogyna y Prunus
contrarse en regresión en los (WCMC, 1996), la misma ca- pecialmente graves los traba-
spinosa, principales plantas
países del oeste y centro de talogación que tiene la espe- jos de concentración parcelaria
nutricias de la especie for-
Europa (De Freina, 1996), ha- cie en el libro rojo de los in- que, en la mayoría de las oca-
man parte habitual de los se-
biendo desaparecido en Bél- vertebrados de España (Ver- siones, suponen la eliminación
tos vivos que acompañan a la
gica y Holanda (Van Helsdin- dú el al, 2011). de decenas de kilómetros de
El endrino (Prunus spinosa) es un arbusto también utilizado por Eriogaster gen, et al. 1998). En los paí- orla forestal y áreas abiertas
catax como planta nutricia. En España no existe infor- próximas a los bosques. Es- formaciones lineales de arbus-
ses del Este su estado de con- tos, bien por encontrarse en
servación resulta más favora- mación suficiente para poder tos setos son frecuentemente
mente se alimentan en las morregular o para realizar las evaluar la tendencia pobla- objeto de talas o quemas pa- bordes de pequeñas fincas que
proximidades del nido, pe- mudas. Algunos autores in- ble, con algunas áreas donde
cional de esta especie y tam- ra incrementar la superficie pasan a formar unidades ma-
ro a medida que van crecien- dican que las orugas perma- la especie puede llegar a ser
poco se conocen con exacti- agrícola o de pastos. Algunos yores o debido a los trabajos de
localmente muy abundante
do, comienzan a desplazar- necen en el nido hasta la úl- tud los principales problemas autores señalan directamen- encauzamiento de ríos y arro-
(András, et al., 2010).
se a otros pies próximos, re- tima muda (Gómez-Bustillo & de conservación. Una relación te a la intensificación agríco- yos que eliminan la vegetación
tornando al refugio para ter- Fernández Rubio, 1976; Bolz, de sus posibles problemas de la (Fox, 2013) y la destrucción arbustiva, corrigen el curso de
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Eriogaster catax (Eriogaster catax)
Falta de información el verdadero impacto de es- tro de masas monoespecífi- a las consecuencias que esta
Foto: Fernando Jubete.
sobre la especie te tipo de ataques y conocer cas de bosques de coníferas, biotecnología pueda estar te-
por lo tanto si puede o no ser pero si emplea con frecuen- niendo sobre las especies no
La información disponible so- un limitante para el desarro- cia zonas arbustivas y de se- objetivo del tratamiento.
bre su área de distribución es llo de sus poblaciones. Si exis- tos vivos en claros o bordes
claramente deficiente, así co- Es también necesario abor-
te una amplia literatura sobre de pinares. Este es el caso de
mo información precisa so- dar trabajos de campo que
la afección de parasitoides so- algunas poblaciones del pre-
bre aspectos como el micro- permitan conocer con exac-
bre otras especies de lepidóp- pirineo, donde además se ha
hábitat o fenología de la espe- titud el mapa de distribución
teros, llegando esta a ser muy constatado la ausencia de la
cie durante sus diferentes es- de la especie, definir los hábi-
elevada para muchas especies especie en las zonas afecta-
tadios. Los imagos de esta es- das por incendios forestales tats que ocupa y obtener in-
de mariposas diurnas y noc-
pecie vuelan durante el perio- (Murria, 2006). formación sobre la fenología
turnas (Peigler, 1985; Bosque
do otoñal, unas fechas ya no et al., 1996; Spieth & Schwar- de vuelo de los adultos o las
muy habituales para la realiza- zer, 2001; Hrcek, 2013). Necesidades de plantas nutricias empleadas
ción de trabajos de muestreo por la especie. Estos traba-
Atracción lumínica conservación jos deberán incluir la realiza-
de lepidópteros nocturnos, lo
que puede explicar la escasez Las especies del género Erio- El mantenimiento de las zo- ción de muestreos de adultos
Las actuaciones de concentración parcelaria en áreas de montaña supo- nas boscosas donde se distri- durante el periodo de vuelo
nen una grave simplificación del paisaje, eliminando los setos vivos don- de citas existentes en España. gaster presentan un mar-
de se encuentran las principales plantas nutricias de la especie. cado fototropismo (Murria, buye la especie, en especial de los imagos y, especialmen-
Mortalidad causada de las formaciones de setos te, la búsqueda activa de oru-
2006), resultando frecuen-
muchos de ellos y descienden junto de los insectos (Gibbs et por parasitoides y temente atraídas por fuen- vivos donde se encuentran gas y nidos durante los meses
de forma muy peligrosa el nivel al.; 2009; Gilburn et al., 2015; microorganismos tes de iluminación artificial sus plantas nutricias, resul- de primavera (Murria, 2006;
Sánchez-Bayo & Wyckhu- o urbana. Aunque se desco- ta la medida más importante Baillet, 2013). En este sen-
freático en el subsuelo. Algunos autores han señala-
ys, 2019). Es necesario eva- nocen los efectos que esta para garantizar la conserva- tido hay que recordar que el
Empleo de productos do una elevada tasa de ata- ción de esta especie.
luar el efecto que puede es- atracción pueden tener so- capítulo dedicado a esta es-
ques por parasitoides y mi-
fitosanitarios para el tar teniendo sobre las orugas bre su comportamiento, es Hay que poner en marcha pro- pecie en las “bases ecológi-
croorganismos patógenos en
control de plagas de Eriogaster catax el empleo un hecho indudable que esta gramas de investigación que cas preliminares para la con-
los estados inmaduros (Pérez
de insecticidas para el control atracción favorece la preda- determinen el verdadero efec- servación de las especies de
Aunque no existe informa- de Gregorio et al., 2001). Gar-
de plagas forestales, en espe- ción de ejemplares, su muer- to que insecticidas de uso interés comunitario en Espa-
ción precisa sobre esta ame- cía-Perez et al. (2009) seña-
cial de la procesionaria del pi- te accidental al quedar atra- agrícola o tratamientos bio- ña”, publicado en 2012, ya re-
naza, parece bastante proba- lan también la muerte de va-
no, pero también para el con- pados dentro de farolas (Mu- lógicos contra la procesiona- comendaba, describía e in-
ble que el incremento del em- rias orugas colectadas y con
trol de otras plagas como fo- rria, 1994) y reduce el ya de ria del pino pueden estar te- cluso presupuestaba el cos-
pleo de productos fitosanita- síntomas de haber sufrido
restales como Lymantria. Los por si escaso tiempo que la niendo sobre Eriogaster catax. te económico de un progra-
rios experimentado en los úl- una infección vírica, así como
tratamientos contra las oru- especie tiene para conseguir Estos estudios deben incluir ma de seguimiento para esta
timos años tiene que estar dos orugas parasitadas por
gas de procesionaria se pro- aparearse. también la posible afección de especie en las diferentes Co-
afectando de forma muy ne- el himenóptero Cotiheresiar-
ducen a principios de vera- tratamientos biológicos para munidades Autónomas, tra-
gativa a esta especie (De Frei- ches dirus. Incendios forestales
no, pudiendo coincidir con los el control de plagas forestales bajos que no han sido reali-
na, 1996), al igual que ya ha últimos días como oruga de Con la información disponi- Eriogaster catax no es una es- que emplean Bacillus turin- zados hasta la fecha (Romo et
sido constatado para el con- Eriogaster catax. ble resulta imposible evaluar pecie que se distribuya den- gensis, con especial atención al., 2012).
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Eriogaster catax (Eriogaster catax)
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Eriogaster catax (Eriogaster catax)
160 ||BASES
BASESTÉCNICAS
TÉCNICASPARA
PARALA
LACONSERVACIÓN
CONSERVACIÓNDE
DELOS
LOSLEPIDÓPTEROS
LEPIDÓPTEROSAMENAZADOS
AMENAZADOSEN
ENESPAÑA
ESPAÑA ERIOGASTER CATAX | 161
Eriogaster catax (Eriogaster catax)
Proserpinus
proserpina
Proserpinus proserpina
(Pallas, 1772)
Fernando Jubete1
Hábitat
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Proserpinus proserpina (Proserpinus proserpina)
Área de distribución citas más escaso en la mitad ción (Pérez de Gregorio et al., portamiento solitario y tar-
166 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA PROSERPINUS PROSERPINA | 167
Proserpinus proserpina (Proserpinus proserpina)
168 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA PROSERPINUS PROSERPINA | 169
Proserpinus proserpina (Proserpinus proserpina)
170 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA PROSERPINUS PROSERPINA | 171
Apolo
Proserpinus proserpina (Proserpinus proserpina)
(Parnassius apollo)
172 ||BASES
BASESTÉCNICAS
TÉCNICASPARA
PARALA
LACONSERVACIÓN
CONSERVACIÓNDE
DELOS
LOSLEPIDÓPTEROS
LEPIDÓPTEROSAMENAZADOS
AMENAZADOSEN
ENESPAÑA
ESPAÑA
L a conservación de los invertebrados, y en particular de los lepidópteros,
es todavía una tarea pendiente en buena parte del territorio español.
Para la mayor parte de las especies se desconocen todavía aspectos básicos
de su biología, su área de distribución, las principales amenazas y las actuaciones
necesarias de llevar a cabo para garantizar la conservación de sus poblaciones.
El presente manual es una obra colectiva en la que han participado doce autores,
todos ellos especialistas en el estudio de un total de diez de las doce especies
que se encuentran en Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección
Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Cada capítulo contiene una actualización de los conocimientos disponibles
hasta la fecha de cada especie, una detallada descripción de las necesidades
de conservación y, especialmente, unas directrices de conservación que deberían
ser puestas en marcha para revertir el desfavorable estado de conservación que
pesa sobre cada una de ellas.
El libro está especialmente dirigido a gestores, técnicos de campo o personal
vinculado a las diferentes administraciones con competencia en materia de
conservación de estas especies de lepidópteros.
ASOCIACIÓN DE
NATURALISTAS
PALENTINOS
Entidades colaboradoras: