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Las teles malvadas Las teles malvadas

Érase una vez un niño que se distraía tanto con la tele que Érase una vez un niño que se distraía tanto con la tele que
siempre llegaba tarde a todos los sitios, ni acababa de siempre llegaba tarde a todos los sitios, ni acababa de
desayunar, ni de comer, ni nada. Un día, apareció en su desayunar, ni de comer, ni nada. Un día, apareció en su
buzón un misterioso paquete. Eran unas gafas especiales, buzón un misterioso paquete. Eran unas gafas especiales,
con un papel que decía con esto podrás ver el tiempo. El niño con un papel que decía con esto podrás ver el tiempo. El niño
no lo entendió hasta que al mirar a su hermano vio una no lo entendió hasta que al mirar a su hermano vio una
enorme montaña de florecitas sobre su cabeza que caían poco enorme montaña de florecitas sobre su cabeza que caían poco
a poco. Y como con su hermano, pasaba lo mismo con todo a poco. Y como con su hermano, pasaba lo mismo con todo
el mundo, pero cuanto más viejecitos eran, más pequeña era el mundo, pero cuanto más viejecitos eran, más pequeña era
la montaña. Y según lo que hiciera cada uno, la montaña la montaña. Y según lo que hiciera cada uno, la montaña
crecía, o perdía flores. A la mañana siguiente, mientras crecía, o perdía flores. A la mañana siguiente, mientras
desayunaba, se acordó de las gafas y al ponérselas quedó desayunaba, se acordó de las gafas y al ponérselas quedó
horrorizado: de su propia montaña de florecillas salía un horrorizado: de su propia montaña de florecillas salía un
torrente de flores en dirección a la televisión, en la que torrente de flores en dirección a la televisión, en la que había
había surgido una enorme boca que devoraba las flores surgido una enorme boca que devoraba las flores
ferozmente. Y por todas partes empezó a ver fieras ferozmente. Y por todas partes empezó a ver fieras
televisiones devorando florecillas. televisiones devorando florecillas.
Así que, viendo cómo eran en verdad las televisiones, Así que, viendo cómo eran en verdad las televisiones, decidió
decidió que nunca más las dejaría devorar su tiempo. que nunca más las dejaría devorar su tiempo.

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