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Los contratos de servicio en la industria petrolera 1. El derecho petrolero LL. EL DERECHO MINERO @Existe un derecho petrolero propiamente dicho? Y, fen caso afirmativo: ges el mismo un derecho auté- nomo? Para responder a estas interrogantes es necesario ‘comenzar formulando algunas consideraciones con res ee existian normas sobre la m: pecto al derecho minero. cn las Partidas de Alfonso el Sabio~ y cn mi ‘al mundo modermo y contemporineo con una vieja tradicién. El derecho minero tiene su Su contenido se refiere fundamentalmente a: -benofiio de los ineralessextraldosy otras ective dades comerciales, El derecho minero se presenta asi como una rama. con principios generales pro- l, la atribucién del se ha presentado siempre como una ‘cuestion de la mis alta primacia juridica, cuya génes se debe buscar a partir del moment ne se tuvo idea de que Alli surgié el problema de saber a quién debian pertenecer las sustancias minerales: si * I autor es abogado, de la Universidad de Montevideo, Uruguay, asesor juridico de anret. y de atanan. 39 latinoamericana Pepno N. Moxpixo* al propietario del suelo donde ellas se encontraban 0 al Estado como representante de los intereses gene rales de Ia sociedad, Acte ponde ee eae es decir, quién se debe considerar de aquéllos y quién puede explotarls. Conviene sefialar que tanto en el derecho miner como en el Magne que 22 stents. Se propidnd presenta caracteres diferenciales de Ia propiedad co- iin , por tanto, w Hig do aeverdo con SSIES ‘peetficas que son precisamente la base del derecho minero y del derecho petroloro, Se destacan asi dos principios fundamentales: ave representan un bien diss fen que se encuentran; que existe un interés de orden piblico en que se cexploten regular y racionalmente. Por otra parte, corresponde distinguir entre la pro- piedad de los depésitos o yacimieatos y Ia de las sus tancias que de ellos se extraen. LLL. Son varios [68]SSERAE que se refieren a Ia Binge unos of dso gion do os yacimientos situados en el subsuelo 0 contundidos con el suelo. Los princiy ce se balla; el do mente y Ia trabaja; yl sistema dominial o regalista, que considera que las minas pertenecen originaria- ‘mente al Estado. En este ultimo caso se trata en reali- dad de dls Sistemas que se confunden en la préctica 1 dominial conceptia a las minas como parte inte- grante del patrimonio privado del Estado, y represen- ta una idea més absoluta. En cl regalista, mils amplio, prevalece la idea de que las minas pertenocen al Es- tado en virtud del ejercicio de la soberania misma, de donde el dominio que ejerce sobre la riqueza minera no emana del derecho de propiedad ni de derecho real alguno, sino del imperium del Estado, EL » por ende, el AéreeHio se estructuran prineipalmente sobre estos iiltimos sistemas, en particular en los derechos de rai- ‘gambre hispinica como los Iatinoamericanos, ya que ‘en los de origen angloamericano suele perdurar el sis- tema de Ia accesién y de la ocupacién. 1.12. Fn lo relativo a Ja autonoméa del derecho mi- nero, Edmundo) Femando Catalano (Curso de dere- cho minero y régimen legal del petréleo y de los mi- nerales nucleares) sefiala que las riquezas mineras for- man un género especial de propiedad, cl escenario de tuna industria nueva y distinta cuando no contraria a Ja de la superficie, que debe ser objeto de un trata- miento particular de la ley, destacéndose asi los si- guientes elementos: el caricter particular de la industria minera, esen- cialmente extractiva y destructiva; el escenario donde se Tleva a efecto la explotacién, fuente de recfprocas y complicadas relaciones entre el superficiario y el minero; fe las laltas funciones de vigilaneia que so arroga el Estado; cl conjunto de privilegios que se asigna a las minas por su misma condicién juridica de bienes de utilidad piiblica, 12, LAS LEGISLACIONES PETROLERAS Muchos de los clementos considerados se traslada- ron al derecho petrolero, cuya normativa se ha venido configurando con rasgos espectficos. No obstante, no es posible todavia hablar en carike- ter general, universal, de la autonom‘a del derecho petrolero, ya que esta materia ha merecido muy dife- rente tratamiento por parte de los distintos paises. 40 En Estados Unidos, pais de larga tradicién petrole- ya, se ha ido configurando un régimen juridico muy ampli y complejo relativo a los hidrocarburos. Partiendo de lx DEVIMGGR GEIST —relativa a la pertenencia de sustancias minerales que se presentan en vetas 0 filones y los placeres, incluyendo el uranio— se dictan luego las siguientes leyes: que abarca todos los yacimientos de carbén, fosfato, sodio, potasio, pe- trdleo, aceite de esquistos y gas; fs de so mili de 1954 195 ae pemiton cl uso conjunto de las mismas Areas de tierras publi- ‘cas para la explotactén minera y no minera, A clo se agregan las disposiciones legales relativas a tierras del dominio federal, estatal 0 privado, y un conglomerado de organismos relativos a la administra- cién y control de las actividades petroleras asi como normas tributarias especificas y de control de im- portaciones, produccién, refino, etcétera. En los délititnés paises que son miembros de la [Gee (Organizacién para la Cooperacién y Desarrollo Feondmico), los recursos minerales, incluyendo a los hidrocarburos, estén, en términos generales, controla~ dos por el Estado, por lo que se rigen por la legisla- cién, dentro de la cual cabe distingui », TERE, on ta cu existen: 4) Estados con legislaciin especial que regula Ios hidrocarburos, tal como sucede en Bélgica, Alemania, Grecia, Italia, Espafia, Suecia, Turquia y el Reino Uni- 0; al mismo tiempo, en Bélgica, Italia y Espaiia la legislacién minera general cs aplicable en tanto sus previsiones no contravengan la ley especial; bb) Estados en los cuales Ta Tegislacién minera refe- rente a los hidrocarburos se basa en una combinacton de la ley minera general y de previsiones 0 disposicio- nes especiales, Tal es el caso de Austria, Dinamarca, Francia, Irlanda, Portugal y Suiza; cc) Bstados donde los hidrocarburos estin regidos por la ley minera general sin ninguna modificacién specifica, como Finlandia, Luxemburgo, Holanda y Noruega. mania. en [a cual se cuentan: estin regidas por una Js es el caso de Ia mayoria de los paises; sm RA con I-pod ge Ja Jey minera ieee a oe ay so ipo 5) i sn mre a E por otro lado, se puede apreciar una jue ha venido confiriendo ca 0, ¥ cuyos rasgos salientes son: dl para pasar a otras férmulas como las de los contratos de servicio; a de Ta pro- ‘Bledad| de los yuclmtentos y de la creacién, como consecuencia 2 de empresas (oxave, “la nacionalizaion de la industria peter. En cuanto se refiere a la atribucién al Estado del dominio minero y del hidrocarburifico en particular, cabe destacar que algunos paises latinoamericanos es- tabloceren les precepescorespondlenar en sts cose tituciones, en tanto otros lo han hecho por medio de Ta ley. Entre Tos primeros se pueden sefialar los siguientes: Argentina: 1a ConstiNGGA Ae 1949, en su articulo 40, disponia: “Los minerales, las caidas de agua, los ya- cimientos de petréleo, de carbén y de gas son propie- dades imprescriptibles ¢ inalienables de la Nacién, con la consiguiente indemnizacién que se convendré con las Provincias”. Guatemala ( Coe SSHRTEI, articulo 89, inciso 72): “Son bienes de la Nacién: ...cl subsuelo de la Nacién, los yacimientos de hidrocarbu- a 10s y los minerales, asi como todas las sustancias or- inieas o inorgénicas que determine la ley”. Honduras (Constitucién del 28 de marzo de 1996, articulo 152): “Corresponde al Estado el dominio di- recto e impreseriptible de las riquezas naturales que se encuentran en el subsuelo, Su explotacién ¥ bene- ficio serdn determinados en las leyes respectivas”. (Gea ascend, articulo 108): “Son del dominio originario del Estado, 1 més de los bienes a los que actualmente la ley da esa calidad, todas las sustancias del reino mineral”, Mixiéo ( 4 tieulo 27, pérrafo 4°): “Corresponde a la Nacién el dominio directo de todos los minerales o sustancias que fen vetas, mantos, masas 0 yacimientos, constituyan depésitos cuya maturaleza sea distinta de los compo- nentes de los terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan y metaloides wtilizados en Ta industria; «los combustibles minerales sélidos, el petréleo y to- dos los carburos de hidrégeno sélides, liquidos y gaseosos", En. se expresan las CORStRIGORET Ae 10 Nicaragua (Constitucién del 21 de enero de 1948, articulo 225), Panam (Consti- tucién del 1° de mayo de 1946, articulo 208, inciso 5°), Repiiblica Dominicana (Constitucién del 10 de enero de 1947), Brasil (articulo 152 y 153 de su Constitu- cién), Colombia (articulo 202 de su Constitucién), Perti (Constitucién del 9 de abril de 1983, articulo 37) En cuanto a los paises que establecieron esta clase de preceptos por medio de la ley, entre los que se cuenta Uruguay, eabe recordar que la leyislacin mi fiola —arrancando de antiguo y pasando por la de 1584 Imada del Nuevo Cuadero, por el ordenamiento dictado por Felipe 1 y por la de- nominada Novisima Recopilacié juez por el rey los 11, le mayo de 1783, el régimen que fue aplicado a las colonias, inspirindose en el Esta dltima ordemanza, en efecto, disponia: “Las minas son propiedad de mi real corona ast por su nate raleza y origen como por su reunién dispuesta por Ia Ley 48, Titulo 15, Libro 6° de la Novisima Recopilacién” Y agregaba: “Asimismo concedo que se puedan descubrir, solicitar, re- sistrar y denunciar, en ln forma referide, no s6lo las minas de ‘oro y plata sino también las de piedras preciosas, cob, plomo, azogue, antimonio, piedra calaminar, bismuto y sil gema ¥ cualesquiera otros fésiles, ya sean metales perfectos o me dios minerales, bitimenes o jugos de la tiers, dindose pi su logro, beneficio y labore, en los casos ocurtentes, las pro- Bajo Ia denominacién de “bitimenes o jugos de | Sukie Producida la independencia de la metrépoli, las constituciones americanas que no establecieron en su. texto el régimen de propiedad minera contienen, sin embargo, disposiciones como la de la Constitucién uru- guaya de 1830, que en su articulo 148 estableci "Se declan en su fuerza y vigor Ias leyes que basta aq than rogido en todas las materias y puntos que directa o ind rectamente no se opongan a esta Constituciéa ni a los Deere tos y Leyes que expida el Cuerpo Leisativo”, Es asi que por la sucesién del Estado espaiicl, due- fio de las minas segin Ia Ordenanza de Minerfa de Nueva Espafia, que las declaraba propiedad de la Co- zona, se traspas6 a los nuevos Estados de América his- pinica, al producirse Ia emancipacién, ese derecho de dom Por consiguiente, atendiendo a Ja naturaleza tan par- ticular de la propiedad minera, que la distingue sus- tancialmente de la propiedad comin, y al origen jurf= dico de aquélla, no cabe duda alguna en cuanto al derecho de la Nacién respecto de las minas, y, en particular, de fos depésitos de hidrocarburos, y sobre Ta base de ello, a Ia viabilidad del dictado de leyes que determinen las condiciones particulares que en ‘cada caso se estimen mas adecuadas para su ejerci Conforme a Io expuesto, se advierte que el articu- lo 1? de la ley N® 14.181 se inscribe dentro del sistema dominial o regalista, cuyos matices diferenciales se hhan sefialado precedentemente, y en particular dentro del dominial, ya que a tenor de dicho articulo: “Todos los depésitos de hidrocarburos y sustancias que los acompafian... pertenecen a la Nacién como propie- dad impreseriptible ¢ inalienable”, Yen cuanto al ejercicio de ese derecho de dominio, el articulo 2° preceptiia que: “Los depésitos de hidro- ccarburos liquidos y gaseos0s, combustibles fésiles y rocas bituminosas, solamente pueden ser explorados y explotados por el Estado”, La ley ha distinguid 42 13, MATERIA DEL DERECHO PETROLERO Para comprender el ano del dovech pele es necesario determinar a qué actividades es o puede ser aplicable. Existen opiniones que entienden que el derecho trolero est Las de- mds fases 0 etapas de esta industria continuarian re- guléndose por las normas juridicas pertinentes: dere- cho administrativa, comercial, etcétera. Ot coriente doctrinaria postula que el y dicha industria, En tercer lugar, hay quienos entienden que el La primera posicién se encuentra favorecida por ‘una razén hist6rica: al presente, In mayoria de las le~ gislaciones han abordado Ia estructuracién de un dere- cho petrolero Plotacién. ‘No obstante, existe una importante corriente doctri- naria, que cada vez. cobra més adeptos, que postula la configuracién de un derecho petrolero aplicable a to- das las fases y materias que abarca la industria petro- lera: =e pti oe asindose en las caracteristicas muy de esta industria y en su especial mo- dalidad operativa. En lsd, ae ee Se centre las conclusiones de su Reunién de Monte- ‘video del 25.29 de noviembre de 1974, consideré que: “T.—Tenlendo en eventa Ta naturaleza especifica de la ine dustria de hidrocarburos y las particulares modalidades de su forma de actuacién, se estima conveniente que los aspectos juridicos relatives a todas las fases y- matesias referentes a die ‘cha industria sean contemplados en un cuerpo legal orginteo Y sistematizado, en cada uno de Tos paises a que pertenscen Jas Empresas Miembros de Anes ¥ entre los temas sugeridos para ser estudiados por cesta Comisin se sefialé: “e) Factibildad de la claboracién de un Cidigo Petroero fen cada uno de los paises a que pertenecen las Empresas Miembros de aRrex”. ta estutuié del seo petro cone ana ‘el dorecho de a Enea es la posiiénadoptad por ‘el profesor doctor Walter T. Alvares, director del Tns- tituto de Derecho de la Energia de Minas Gerais (ex- puesta en su libro Direito da Energia), quien después de considerar caracterizado como un nolégico, incluye como ramas del mismo el a (0 derecho de la clectricidad), el (0 derecho atémico), (aquel relacionado con mineral les y fisionables), y Taco doe enn dun (oq econ ccon el aprovechamiento de Ia fuerza motriz del agua). Después de surgir Ia legislaciin adecuada, podriamos tener a, ‘como la de la energia solar, Ia eélica, de las mareas, geotérm dela Respecto del , expresa 1 profesor Alvares que en una exacerbacién de la espe- Gillzaién temitica, los autores, aun admitiondo Ie 80 , todavia recla- para lo que ellos desig- 6, segiin Ta termino- , pero, en esta man una nan como logia italiana, posicién colocan Ia materia ‘minerario, de alli la denominacién integrada de diritto minerario degli idrocarburi. Este enfoque, agrega, otorga predominio al derecho de minas, cuya necesidad de apoyo, en su parte gene- ral, pone de manifesto; mientras que, segiin el enfoque del profesor Alvares, el predominio debe ser vineulado a la sustancia, al fin iiltimo, es decir, a la energia. Asi, sugiere el concepto de energia mineraria, de donde deriva el derccho de la energia mineraria, en el cual se incluye el petréleo, y, si se desea enfatizar la espe

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