La Privación de Libertad es la acción consistente en despojar a
alguien de su libertad ambulatoria, recluyéndola sin tener en cuenta su voluntad, en un edificio cerrado destinado a tal efecto.
Hay distintas formas de Privación de Libertad. La forma más común
viene a través de la detención. La autoridad policial y/o judicial, tienen conferidas facultades legales para poder detener a una persona y por tanto producir la Privación de Libertad, en varios supuestos: si intenta cometer un delito, si se le sorprende cometiéndolo, o incluso, si se tienen indicios racionales para suponer que lo ha cometido.
También es susceptible de sufrir la Privación de Libertad quien se
fuga de un establecimiento carcelario, o está bajo orden de busca y captura por orden de un juzgado o tribunal. Artículo 364
Se impondrá de seis meses a tres años de prisión y de veinticinco a
cien días multa:
I.- Al particular que prive a otro de su libertad. Si la privación de la
libertad excede de veinticuatro horas, la pena de prisión se incrementará de un mes más por cada día.
La pena de prisión se aumentará hasta en una mitad, cuando la
privación de la libertad se realice con violencia, cuando la víctima sea menor de dieciséis o mayor de sesenta años de edad, o cuando por cualquier circunstancia, la víctima esté en situación de inferioridad física o mental respecto de quien la ejecuta.
La persona que está sometida a Privación de Libertad, tiene derecho
a ser informada de los motivos de la detención y de sus derechos. La situación de Privación de Libertad es absolutamente excepcional, por lo tanto, debe limitarse temporalmente y sólo se debe permanecer bajo custodia policial en Privación de Libertad, el tiempo necesario para la recogida de los datos esenciales que permitan al juez en su caso, hacer una valoración de los hechos en los que haya participado el detenido.