The Tortoise and the Hare

Once upon a time there was a hare who spent all day bragging about how fast
he could run. Tired of hearing him boast, the tortoise challenged him to a race.
“You must be kidding!” said the hare laughing. “I am so much faster than you.”
“We shall see,” the tortoise replied.
The next day, the animals of the forest gathered to watch the race. Everyone
wanted to see if the tortoise could beat the hare.
The bear started the race yelling “On your mark, get set, go!”
The hare immediately raced ahead, running faster than ever. He looked back
and saw the tortoise was only a few steps away from the starting line.
“Foolish tortoise, ” thought the hare. “He is so slow. Why would he want to race
me if he has no chance to win?”
Confident that he was going to win the race, the hare decided to stop in the
middle of the road to rest under a tree. The cool and pleasant shade of the tree
was very relaxing, so much so that the hare fell asleep.
Meanwhile, the tortoise continued walking slowly, but steady. He was
determined not to give up. Soon, he found the hare sleeping peacefully.
The tortoise was winning the race!
When the tortoise approached the finish line, all the animals in the forest began
cheering with excitement. The noise woke the hare, who could not believe his
eyes: the tortoise was crossing the finish line and he had lost the race.

La Tortuga y la liebre
Érase una vez una liebre que se pasaba todo el día presumiendo qué tan
rápido podía correr. Cansada de oírla burlarse de ella por esto, la tortuga, la
retó a una carrera.
"Debes estar bromeando!" dije ella riéndose "Soy mucho más rápida que tú."
"Ya lo veremos." dijo la tortuga.
Al día siguiente, los animales del bosque fueron a ver la carrera. Todos querían
ver si la tortuga realmente vencería a la liebre.
El oso inició la carrera gritando " A sus puestos, listos, ¡fuera!"
La liebre corrió inmediatamente, más rápido que nunca. Atrás de ella podía
visualizar que la tortuga apenas había avanzado unos pasos desde la línea de
inicio.
"Tortuga necia", pensó la liebre. " Es demasiado lenta. Por qué ella quería
retarme si no tenía chances de ganarme?"
Segura que ella ganaría la carrera, la liebre decidió parar en el medio de la
pista para descansar debajo del árbol. La fresca sombra de el árbol era
demasiado relajante, tanto así que la liebre se quedó dormida
Mientras, la tortuga continuó caminando lenta, pero segura. Ella estaba segura
que no se rendiría. Justo, la tortuga encontró a la liebre durmiendo
plácidamente.
¡La tortuga estaba ganando la carrera!
Cuando la tortuga cruzó la línea de llegada, todos los animales en el bosque
empezaron a chillar con emoción. El ruido levantó a la liebre, quien no podía
creer lo que sus ojos le estaban mostrando: la tortuga había cruzado la meta y
ella perdió la carrera.