Cuestionario de exploración ministerial

1. ¿Qué te motivó inicialmente a considerar el ministerio pastoral?

A) Un sentido de llamado personal.

B) La influencia o el ejemplo de otros líderes religiosos.

C) El deseo de servir a la comunidad y ayudar a los demás.

D) La búsqueda de un propósito o significado más profundo en la vida.

2. ¿Cómo describirías tu llamado al ministerio?

A) Como una revelación clara y directa de Dios.

B) Como un proceso gradual de entendimiento y aceptación.

C) Como resultado de consejos y confirmación de otras personas.

D) Estoy aún en proceso de discernimiento sobre mi llamado.

3. ¿Cuál consideras que es la función principal de un pastor o pastora?

A) Predicar el evangelio y enseñar la Biblia.

B) Aconsejar y guiar espiritualmente a los miembros de la iglesia.

C) Organizar y liderar las actividades comunitarias y de servicio.

D) Defender valores y principios cristianos en la sociedad.

4. ¿Qué aspecto del ministerio pastoral encuentras más atractivo?

A) La oportunidad de estudiar y enseñar la Palabra de Dios.

B) La capacidad de influir positivamente en la vida de las personas.

C) El desafío de liderar una comunidad de fe.

D) La posibilidad de promover cambios sociales desde una perspectiva cristiana.

5. ¿Cómo te preparas para enfrentar los desafíos del ministerio pastoral?

A) A través de la oración y la dependencia de Dios.

B) Buscando formación teológica y capacitación ministerial.

C) Creando una red de apoyo con otros líderes religiosos.

D) Manteniéndome informado/a sobre las necesidades y tendencias sociales.

6. ¿Qué importancia le das a la comunidad y el trabajo en equipo dentro del ministerio?

A) Es fundamental, no se puede hacer ministerio eficazmente en soledad.

B) Es importante, pero el liderazgo claro y directo es igualmente crucial.

C) Es útil, aunque la autonomía en la toma de decisiones es necesaria.

D) Es secundaria, la relación personal con Dios es lo más importante.

7. ¿Cuál crees que es el mayor desafío para el ministerio pastoral hoy en día?

A) Mantener la relevancia del mensaje cristiano en una sociedad secular.

B) Navegar las diferencias teológicas y doctrinales dentro de la iglesia.

C) Enfrentar las presiones y expectativas sociales sobre la iglesia.

D) Desarrollar un liderazgo efectivo y adaptativo.