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El pasado 3 de junio, día de inicio de la campaña de las elecciones andaluzas que han
dado la mayoría absoluta al Partido Popular, @VOXSevilla_ publicaba un tuit en el que
se podía leer: “¡Empieza el cuenta atrás! Con Vox en San Telmo legará una bocanada
de aire fresco en los pulmones podridos de la política andaluza y española”. Gracias a
esta metáfora sanitaria, en pocas palabras “VOX activó en el receptor todo un universo
de significado en el que la formación aparece como un elemento nuevo, fresco y sano
que curará un sistema político definido como enfermo”, explica Arantxa Capdevila ,
investigadora del Departamento de Estudios de Comunicación, que ha participado en el
estudio. La metáfora, por su capacidad de condensación del significado y por su
potencial para enmarcar temas políticos, es de utilidad para el discurso populista en
Twitter, favoreciendo la economía de la atención. Justo hace cuatro años, en el marco
de las elecciones al Parlamento andaluz de 2018, VOX entró por primera vez en una
institución española. Se rompía así la tendencia que mantenía a la extrema derecha
fuera de las instituciones y se abría la puerta al acceso de la formación (y consolidación
de su presencia) en las Cortes Generales durante las elecciones de 2019.