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Saxofón

El saxofón, también conocido como saxófono o simplemente saxo,1 es un instrumento


musical cónico, de la familia de los instrumentos de viento-madera, generalmente hecho
de latón que consta de una boquilla con una caña simple al igual que el clarinete. Fue
inventado por Adolphe Sax a principios de la década de los años 1840. El saxofón se asocia
comúnmente con la música popular, la música de big band y el jazz. A los intérpretes del
instrumento se les llama saxofonistas2 o saxos, aunque esta última se emplea para denominar
al propio instrumento de viento.1
Se desconoce el origen de la inspiración que llevó a Sax a crear el instrumento, pero la teoría
más extendida es que, basándose en el clarinete, instrumento que él tocaba, empezó a
concebir la idea de construir un instrumento que tuviera la fuerza de uno de metal y las
cualidades acústicas de uno de madera, una especie de "clarinete de metal". Pero después de
un intenso trabajo de pruebas y experimentos sobre modificaciones para lograr una mayor
sonoridad y un sonido más metálico, Sax se dio cuenta de que había construido un nuevo
instrumento: el saxofón.

Descripción[editar]

Diez miembros de la familia del saxofón:


- contrabajo en mi♭,
- bajo en si♭,
- barítono en mi♭,
- tenor en si♭,
- melódico en do,
- alto en mi♭,
- mezzosoprano en fa,
- soprano en si♭,
- soprano en do y
- sopranino en mi♭.

El cuerpo del saxofón está compuesto por un tubo cónico y delgado, comúnmente de latón,
que se ensancha en su extremo para formar una campana. A lo largo del tubo existen entre 20
y 23 agujeros de tono de tamaño variable, incluyendo dos agujeros muy pequeños de
octava para ayudar a la interpretación del registro superior, aunque éstos no sean
esencialmente necesarios para interpretar dicho registro. Estos agujeros están cubiertos por
almohadillas, que presionan los agujeros para producir un sello hermético. En reposo, algunos
agujeros están abiertos y otros están cerrados por las almohadillas, que se controlan mediante
varias llaves con los dedos de ambas manos, mientras que el pulgar derecho se sitúa debajo
de un soporte que ayuda a mantener el saxofón equilibrado. La digitación del saxofón es una
combinación entre la digitación del oboe y el sistema Boehm, siendo muy similar a la
digitación de la flauta travesera o el registro superior del clarinete. En los instrumentos más
grandes, la palanca requerida para interpretar las notas más bajas (que habitualmente se
tocan con los meñiques de ambas manos) es bastante grande, por lo que se introduce un
conjunto de llaves adicional para permitir interpretar dichas notas con los pulgares.
El cuerpo cónico del saxofón le otorga propiedades más similares a las del oboe que
al clarinete. El diseño más simple del saxofón es un tubo recto troncocónico y los saxofones
sopranino y soprano tienen, por lo general, este diseño recto. Sin embargo, como los
instrumentos con notas graves serían inaceptablemente largos si fueran totalmente rectos, por
motivos ergonómicos los instrumentos más grandes, por lo general, incorporan un recodo en
forma de U en el tercer agujero de tono más grave o ligeramente encima de él. Como esto
causaría que la campana del instrumento señalara casi directamente hacia arriba, el final del
instrumento es o biselado o inclinado ligeramente hacia adelante. Este recodo se ha
convertido en un rasgo icónico de la familia del saxofón, hasta el punto de que el saxofón
soprano, e incluso el sopranino, a veces están fabricados en el estilo curvo aun cuando no sea
estrictamente necesario. En cambio, aunque los altos y tenores rectos también existen, son
más raros.3 4 Sin embargo, lo más común es que los saxofones alto y tenor incorporen un
recodo curvo encima del agujero de tono más alto, pero debajo de la llave de octava superior,
inclinando la boquilla formando un ángulo recto. El barítono, el bajo y el contrabajo amplían la
longitud del calibre principalmente por el plegado doble de esta sección.
Con una digitación sencilla, el saxofón moderno es generalmente considerado un instrumento
fácil de aprender, especialmente cuando se procede de otros instrumentos de viento madera,
aunque a pesar de esto se requiere una cantidad considerable de práctica y trabajo para
alcanzar un sonido con color y correctamente afinado.

Boquilla[editar]

Dos boquillas para saxofón tenor, a la izquierda la de ebonita y a la derecha la de metal. En pie, el
boquillero que se emplea para proteger la caña cuando no se está tocando el instrumento.

Artículo principal: Boquilla

El saxofón usa una boquilla con una sola caña similar a la del clarinete, aunque es mayor la
del saxofón y posee una cámara interior hueca redonda o cuadrada y es más amplia que la
del clarinete. La boquilla del saxofón también carece de la ensambladura cubierta
por corcho que tiene la boquilla del clarinete porque el tudel del saxofón se inserta
directamente en la boquilla mientras que esa parte de la boquilla del clarinete es insertada en
la parte superior del instrumento. La diferencia más importante entre una boquilla de saxofón y
una boquilla de clarinete es que la boquilla de saxofón debería entrar en la boca en
un ángulo mucho más inferior o plano que la del clarinete.
Las boquillas están fabricadas en una amplia variedad de materiales, las hay tanto metálicas
como no metálicas. Las boquillas no metálicas son normalmente de ebonita, de plástico o
de caucho duro, a veces de madera, y raras veces de cristal, de porcelana e incluso hueso. A
las boquillas de metal algunos le atribuyen un sonido distintivo, descrito a menudo como "más
brillante" que las no metálicas. Algunos músicos creen que las de plástico no producen un
buen timbre. Otros saxofonistas, como el profesor Larry Teal, afirman que el material tiene
poca repercusión en el sonido, si es que tiene alguna, y que son las dimensiones físicas las
que le dan a la boquilla su color tímbrico.5
Las boquillas con una cámara cóncava son las más cercanas al diseño original de Adolphe
Sax y funcionan muy bien en la interpretación clásica, ya que producen un sonido más suave
o menos desgarrador. Por el contrario, en el jazz y la música popular los saxofonistas tocan a
menudo con cañas normalmente flojas y con boquillas abiertas. Están adecuadas de manera
que el bafle, o "techo", de la misma esté más cercano a la caña. Por esa razón se crea un flujo
de aire más rápido. Esto produce un sonido más claro que acorta fácilmente las distancias
existentes en una big band o entre instrumentos amplificados. Aunque las aberturas grandes,
y el sonido resultante, están comúnmente asociadas con las boquillas metálicas, cualquier
boquilla puede tener una. De esta manera se permite una mayor flexibilidad en la afinación,
dando cabida a efectos como el bending, común en el jazz y el rock. Los intérpretes clásicos
por lo general suelen optar por cañas más duras y por una boquilla con una abertura estrecha
y un cámara más baja, produciendo un sonido más oscuro y estable (y más aviolinado).

Cañas[editar]

Caña de lengüeta simple de un saxofón.

Artículo principal: Lengüeta

Al igual que los clarinetes, los saxofones usan una única caña o lengüeta.éstas son
generalmente más anchas y más cortas que las del clarinete. Habitualmente, las lengüetas
están fabricadas con caña común, pero desde el siglo XX también se han fabricado cañas
de fibra de vidrio. Estas cañas son más duraderas pero generalmente se considera que tienen
una menor calidad tonal. El tamaño de la caña también depende del tipo de saxofón
(soprano, alto, tenor, barítono, bajo, contrabajo, etc.) al que está destinada.
Las cañas distribuidas comercialmente dependen de una gran serie de marcas, estilos y
durezas. Cada saxofonista experimenta con cañas de dureza y material diferente para
encontrar la adecuada a su boquilla, embocadura y estilo de interpretación. La dureza se mide
habitualmente usando una escala numérica que va del 1 al 4 (con grados intermedios), siendo
la 4 la más dura y 1 la más blanda (excepto en el saxofón barítono cuya numeración llega al
5). Normalmente a los principiantes se les recomienda la central; ésta es la caña de 2 1/2. Las
cañas están sujetas a la boquilla gracias a una abrazadera, que sujeta la caña en la boquilla,
evitando el desplazamiento de esta a la hora de tocar.

Material[editar]

Parte inferior de un saxofón. Se pueden apreciar las llaves de tacto de nácar y las almohadillas (en color
verde).

Un saxofón fabricado con bronce al fósforo.

La mayor parte de los saxofones, tanto los antiguos como los modernos, están fabricados
en latón. A pesar de ello, son clasificados como instrumentos de viento-madera más que
como instrumentos de viento-metal porque las ondas sonoras son producidas por una caña
oscilante, no por los labios del intérprete contra una boquilla, como ocurre en los metales, y
porque se producen notas diferentes abriendo y cerrando llaves. El latón es usado para
fabricar el cuerpo del instrumento, el soporte de las almohadillas, las barras que unen las
almohadillas a las llaves, las propias llaves y los soportes que sostienen las barras y llaves al
cuerpo del instrumento. Los tornillos que unen las barras a los soportes y los muelles que
hacen que las llaves vuelvan a su posición inicial después de ser liberadas, generalmente
están fabricados de acero inoxidable. Desde 1920, la mayor parte de los saxofones tienen
llaves de tacto (que son piezas decorativas lisas colocadas donde los dedos tocan el
instrumento) fabricadas de plástico o de nácar.
Se ha intentado fabricar saxofones con otros materiales, con distintos grados de éxito, saxofón
Grafton de plástico fabricado en los años 1950. Unas empresas,
como Yanagisawa6 y Bauhaus Walstein,7 han construido modelos de saxofón de bronce al
fósforo (una aleación de 3,5 al 10% de cobre con un alto porcentaje de fósforo, superior al 1%)
debido a sus calidades tonales ligeramente diferentes de este material.8 Por ejemplo, aunque
sus diseños sean idénticos dejando a parte el metal usado, el Yanagisawa A992 y el T992,
fabricados con bronce al fósforo, suenan perceptiblemente "más oscuros" que el A991 y el
T991, fabricados de latón. Un saxofón construido con bronce al fósforo es más pesado que
uno de latón, debido a su contenido más alto de cobre, que le da una masa mayor. Tanto
Yanagisawa como algunos otros fabricantes han fabricado cuellos de saxofón o instrumentos
enteros con plata Sterling,9 cobre, alpaca o materiales sintéticos. Los saxofones
de Canonball de Salt Lake City (Utah) usan principalmente metales sin cobre en sus procesos
de fabricación; como por ejemplo el revestimiento de níquel negro anodizado.10 Julius
Keilwerth desarrolló un saxofón con un cuerpo de alpaca como el de una flauta travesera, con
un revestimiento de níquel negro.11
Después de completar el instrumento, los fabricantes por lo general aplican un revestimiento
fino de laca acrílica o son chapados en plata sobre el latón desnudo. La laca o el chapado
sirven para proteger el metal de la oxidación y mantienen su aspecto brillante. A lo largo de los
años se han usado diferentes tipos y colores para la superficie del instrumento. También es
posible chapar el instrumento con níquel u oro.12 El chapado con oro de los saxofones es un
proceso caro porque el oro no se adhiere directamente al metal. Por consiguiente, el metal es
cubierto en primer lugar de plata (que se adhiere al instrumento) y luego chapado de oro sobre
la capa de plata.
Hay quienes argumentan que el tipo de lacado o chapado, o su ausencia, puede realzar la
calidad sonora de un instrumento. Los posibles efectos de los diferentes acabados sobre el
tono son un asunto fuertemente discutido, no menor porque otras variables pueden afectar
los timbres de un instrumento, como por ejemplo el diseño de la boquilla y las características
físicas del intérprete. En cualquier caso, el hecho de que constituya un tono agradable es un
asunto de preferencia personal y los gustos varían.13 14

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