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¿Qué define realmente a una persona como capaz o discapacitada?

¿Acaso se
encuentra en cómo se perciben las diferencias individuales? Este ensayo tiene como propósito
analizar ambos conceptos frente a la definición del Código Civil de Puebla, el Compendio de
Derecho Civil de Rafael Rojina Villegas y el libro de Derecho y Familia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación.
El Código Civil del Estado de Puebla define la capacidad como el atributo más
importante de una persona, que se adquiere con el nacimiento y se pierde con la muerte.
Según Villegas, esta se divide en dos: de goce y de ejercicio. La primera se refiere a la aptitud
para ser titular de derecho y sujeto de obligaciones, mientras que la segunda consiste en la
aptitud de participar en la vida jurídica, es decir, de hacerlo personalmente.
Todo sujeto de derecho, dice Villegas, debe tener capacidad jurídica, pues la
capacidad de ejercicio es la regla: al existir la capacidad de goce debe existir la capacidad de
ejercicio, a excepción de los menores de edad y los que sufran perturbaciones mentales o
carezcan de inteligencia. A esto lo llamamos incapacidad jurídica; se define en el Código
Civil de Puebla como “simples restricciones al ejercicio de los derechos por el titular de
éstos, pero el incapaz puede ejercitar sus derechos, contraer obligaciones y comparecer en
juicio por medio de quien lo represente. Los actos jurídicos efectuados por una persona
incapaz son nulos, como dice el Artículo 48 del mismo: “Son nulos los actos jurídicos
realizados por los menores de edad no sujetos a patria potestad, y por los mayores incapaces,
antes del nombramiento de tutor, si la minoridad o la causa de la incapacidad eran patentes y
notorias en el momento de realizarse los actos”

La incapacidad jurídica como excepción debe estar declarada en la ley y únicamente la ley
puede decretarla, como dice el artículo 42 del Código Civil de Puebla: Son incapaces I. El
menor de edad; II. El mayor de edad privado de inteligencia por locura, alcoholismo crónico
o cualquiera otro trastorno mental, aunque tenga intervalos lúcidos; III. El mayor de edad
sordomudo, que no sepa darse a entender por escrito o por intérprete mediante lenguaje
mímico; IV. El mayor de edad que suele usar no terapéuticos enervantes, estupefacientes,
psicotrópicos o de cualquier otra sustancia que altere la conducta y produzca
farmacodependencia.

Esta definición permite la reflexión


de si es lo mismo incapacidad que
discapacidad. La incapacidad
jurídica, es la privación total o
parcial de la capacidad de obrar, es
decir, de la capacidad para realizar
actos jurídicos por sí mismo. La
discapacidad, por otro lado, se refiere
a la dificultad que una persona puede
tener para realizar ciertas actividades debido a una deficiencia física, mental, sensorial o
intelectual.
Debido a que la incapacidad jurídica impide que el individuo haga valer sus derechos,
célebre actor jurídicos y cumpla con sus obligaciones, se usa la representación legal como
herramienta auxiliar pues de nada sirve al menor o sujeto incapaz ser titular de derechos sin
un representante para hacerlos valer. Esto supone que el representante actúe en nombre del
representado, de modo que cualquier acto celebrado afectará al status del representado.
Dependiendo la causa de incapacidad y el grado de discapacidad, el incapaz podrá obrar por
sí mismo con colaboración o bajo el control de un asistente. Este precepto se rige por el
Artículo 45 del Codigo Civil Poblano: A la patria potestad, tutela, curaduría y adopción, le
corresponde la atención de los incapaces por los ascendientes, tutores, curadores, adoptantes,
funcionarios judiciales, administrativos y demás servidores públicos.
En 1932, en Veracruz, México, hubo leyes que intentaban evitar que personas en
condición de discapacidad contrajeran matrimonio o tuviesen familias llamado Reglamento
de Eugenesia e Higiene Mental. Estas leyes contemplaban esterilizar a personas con
discapacidades consideradas "indeseables" para que no pudieran tener hijos. Estas mezclaban
ideas científicas anticuadas sobre la herencia de enfermedades con un proyecto político de
nacimiento, usando la capacidad legal para excluir a ciertos grupos. Sin embargo estos
conceptos no son estáticos y en las últimas décadas se ha dado un giro fundamental en la
comprensión de la capacidad: en la medicina tradicional se consideraba a la persona con
discapacidad como un individuo con deficiencias y limitaciones inherentes, hoy se ha dado
paso al modelo social de la discapacidad, que reconoce que la discapacidad no es una
condición individual sino una construcción social que surge de la interacción entre las
personas con deficiencias y las barreras del entorno.

En cuanto a los avances en la legislación mexicana en materia de discapacidad: se


reformó la Ley General para la Inclusión de personas con Discapacidad que establece
medidas para garantizar la igualdad de oportunidades o condiciones con las demás personas y
la no discriminación de las personas con discapacidad. Desde 2006 México reconoce que las
personas con discapacidad tienen personalidad y capacidad jurídicas en todos los aspectos de
la vida, quiere decir que la regla general también es aplicable y no se hacen restricciones de
goce y ejercicio de la capacidad jurídica basándose en la condición de discapacidad.

Finalmente, es necesario que se proteja la capacidad jurídica de las personas con


discapacidad, pues es su derecho y debe ser reconocido debidamente con el fin de participar
plenamente de la vida en sociedad y así evolucionar a una sociedad más inclusiva y justa.

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