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HISTORIA DIOSES GRIEGOS

En la antigua Grecia los cultos eran realizados a los dioses griegos que habitaban el monte
Olimpo, en la región de Tesalia, Grecia. Desde ese lugar, eran adorados con tributos
realizados en templos donde los mortales pedían favores mientras les enaltecían.

En su origen encontramos a Gea, diosa de la tierra, y Uranos, dios del cielo. De su unión
nace Rea, una de las titánides que representaba el nacimiento y la vida. Rea tuvo seis hijos
con Cronos, el dios del tiempo: tres dioses y tres diosas. Sus hijos eran las deidades:
Demetér (diosa de los cultivos), Hades (dios del inframundo), Hera (diosa de la familia),
Hestia (diosa del hogar), Poseidón (dios del mar) y Zeus (dios del rayo).

Cuando a Cronos le es revelada una profecía que manifestaba que sería destronado por su
hijo así como él destronó a su padre, fue en búsqueda de todos ellos para matarles.
Cronos los devoró uno a uno, aunque Rea engañó a Cronos dándole una almohada
enrollada como si fuera el pequeño Zeus y Cronos se lo comió en un santiamén sin caer en
cuenta de la trampa.

Origen Dioses Griegos

Así, Rea puso a Zeus en una canasta y lo salvó del fin que ideaba su padre. Lo llevó a un
lugar lejano de las islas del mar Egeo, conocido como monte Dicte en Creta, donde vivía la
Ninfa Adamantea, quien lo cuidó y lo alimentó con leche de cabra montañera y miel. En la
mitología griega, Adamantea o simplemente Amaltea era una ninfa-cabra que se convertía
para proveer al pequeño del alimento. La ninfa lo mantuvo oculto y protegido de su padre
hasta que llegó a la edad adulta.

Zeus, ya adulto, se presentó ante su padre, Cronos, y liberó a sus hermanos y a otros seres
míticos, como titanes y cíclopes, que habían sido desterrados al tártaro y devorados por
Cronos también. Con la liberación de las deidades y criaturas, se libró una enorme batalla
donde Zeus se alzó con la victoria. En agradecimiento, los cíclopes, criaturas gigantes de
un solo ojo, le regalaron el poder del rayo.

Como se había dicho en la profecía, Zeus terminó por destronar a su padre, que era quien
regía las leyes del universo y el destino del mundo de los humanos. De este modo, Zeus se
convirtió en el principal dios griego del Olimpo.

Para revisar todo lo leído hasta este punto, te proponemos unas actividades. ¡Seguro que
las resuelves sin problemas!

Los dioses del Olimpo

La primera generación de dioses del Olimpo son los hijos de Gea y Cronos: Hestia,
Deméter, Hera, Zeus, Hades y Poseidón. Todos y todas vivían en descanso después de la
tragedia con Cronos. Zeus reinaba desde su trono y se convirtió en el señor de los cielos.

Dioses Olimpo

La segunda generación de dioses llegó para habitar el Olimpo. Se trataba de la


descendencia que tuvo Zeus con Hera, su hermana. Estos fueron: Hefesto, Ares, Dionisio,
Hermes, Atenea, Artemisa, Apolo y Afrodita.

Zeus

Es el el dios de los truenos y el señor del cielo. Reinaba desde su trono en el monte
sagrado del Olimpo a los demás dioses, a los semidioses y a los humanos. Se le solía
simbolizar con un rayo, un cetro o con un águila. Representaba para muchos el dios de la
justicia y la clemencia quien castigaba con su rayo a quienes presidían malas andanzas.

Tuvo muchos hijos con mujeres humanas y con diosas, y se le conocía por sus encuentros
con Gaménides. Se casó con Hera con quien tuvo ocho hijos. Los griegos solían adorarle
por medio de colosales esculturas, entre ellas, destaca la obra de Fidias que construyó una
escultura de 13 metros de altura y es considerada una de las Siete Maravillas del Antiguo
Mundo.

Hera

Diosa del hogar y matrimonio. La situación con su esposo Zeus le generaba una mala vida.
Algunos consideran a Hera como una diosa vengativa que intentó calmar su ira hacia su
esposo con otras personas. Hera pasó a ser la diosa del hogar a quien se le pedía por la
unión en el matrimonio.

Se le conoce también por su habilidad de engendrar sola a criaturas. De este modo, dio
vida a uno de los dioses del Olimpo: Hefesto, el Herrero.

Artemisa

La diosa de la caza. Su símbolo era un arco de plata con flechas, la luna y un ciervo con
cornamenta dorada que le acompañaba. Se le caracterizaba por su tenacidad y gusto por
el arte. Representaba la habilidad para los animales silvestres y la fertilidad de los
terrenos.

Artemisa solía ser invocada por la mujeres para que les brindase auspicia de amparo y
protección. También solía ser aclamada por los cazadores para encontrar buenas presas y
en los cultivos para que las siembras tuvieran una buena raíz.

Apolo

Dios de la música y la poesía. Era hermano gemelo de Artemisa. Su simbología era una lira
y un sol. Era joven y vigoroso que destacaba entre los demás dioses por sus habilidades
para la profecía y la adivinación.

La música y la poesía eran su pasión. Por ello, Hermes le regaló el instrumento musical que
llevaba consigo, para que pudiese expresar sus sonetos y memorias. Apolo representaba
la armonía y el orden de la composición.

Atenea

Diosa de la sabiduría y la justicia. Era la guardiana de la capital de Grecia, Atenas. De ahí


viene su nombre. Los maestros en combate y gobernantes solían invocarle para que les
aconsejara estratégicamente en las batallas y poder dar una victoria campante.
Generalmente, se le simbolizaba con una rama de olivo o con una lechuza, en
representación a su inteligencia y astucia.

Para los griegos era considerada también como mentora de los héroes: les proporcionaba
en ocasiones una fuerza corporal sacada de su energía o el aliento necesario para
continuar en una batalla.
Hefesto

Dios de la herrería. Era conocido por ser el herrero y artesano que construía las armas de
los dioses. El material que utilizaba se fundía en el monte Etna, un volcán de Sicilia. En la
mitología Griega era representado con el fuego y con la forja del herrero.

Según algunas versiones de la mitología griega, Hera, su madre, concibió a Hefesto sola. La
criatura nació con un aspecto desgarbado y era cojo. Fue expulsado del Olimpo. Cuando
Hefesto alcanzó la madurez, Zeus le llamó para que se casara con Afrodita. Ella se había
negado a formar una familia con Zeus, su padre, y éste quiso castigarla casándola con
Hefesto. De esta manera, Hefesto recuperó su puesto en el Olimpo y tuvo una labor muy
importante para los dioses.

Afrodita

Diosa del amor, la belleza y el deseo. Por lo general era simbolizada con una rosa, perlas o
con una paloma blanca. Era reconocida en el panteón griego como la diosa más hermosa.
Afrodita fue un referente para la pasión y las personas solían brindarle culto cuando
asuntos de amor y desamor se trataba.

Según la mitología de la antigua Grecia, Afrodita nació de la espuma del mar en las playas
de Pafos, Chipre. También se cuenta, según algunas versiones, que no tuvo infancia. Nació
adulta del esperma de Urano cuando Cronos le cortó los genitales y los lanzó al mar. Era
hermana gemela de Apolo y tuvo hijos con Hefesto, con Ares y con Hermes.

Hades

Dios de la muerte y señor del inframundo. Hades vivía fuera del Olimpo, en el Averno
oscuro donde custodiaba a las almas en pena y a los condenados. Los símbolos de Hades
eran un cetro de ébano y un perro de tres cabezas que vigilaba la morada de los muertos.
Hades solía ir a buscar los muertos y transportarlos en una balsa hasta el inframundo.

Hades era el encargado de mantener un equilibrio entre los vivos y los muertos. Se le
asociaba con la invisibilidad como una de sus habilidades. Se casó con Perséfone a quien
capturó mientras estaba paseando por un campo de flores.

Poseidón

Dios del mar y los maremotos. Controlaba las aguas profundas y era capaz de
desestabilizar la tierra cuando agitaba su tridente. Era otro dios que tampoco vivía en el
Olimpo. Él habitaba en la profundidad de los océanos y, desde allí, gobernaba en su trono
marino. Se solía simbolizar con una corona del rey de los mares y con un tridente que
usaba como extensión de su poder.

En la mitología griega, Poseidón tenía habilidades para comunicarse con los seres vivos
que habitaban el mar. Tenía una gran cola de sirena que usaba para desplazarse con
agilidad bajo el agua. Los navegantes griegos solían adorarle en búsqueda de protección
ante inundaciones o hundimientos cuando salían a navegar
Ares

Dios de la guerra y las artes bélicas. Se simbolizaba con un escudo, un casco con cresta
roja y una lanza con la que siempre atinaba con facilidad divina a sus oponentes o
enemigos. Solía usar una armadura de bronce y era conocido por su temperamento
conflictivo y competitivo. Los griegos adjudicaban las batallas brutales y sangrientas a
obras de Ares. Los hijos que tuvo con Afrodita, Demios y Fobos, representan los espíritus
del terror y del miedo que se vivía en una batalla.

Hermes

Dios del comercio y la prosperidad. Sus símbolos eran unas sandalias, un casco y unas alas
blancas. Nació en la cueva del monte Cileno. Se invocaba a Hermes para pedir astucia ante
ladrones y estafadores o se le rendían rituales para que trajera riquezas a las casas.

El dios Hermes poseía grandes habilidades para el discurso y la oratoria. Reunía a los
dioses a su alrededor y contaba las nuevas noticias; además, traía y llevaba mensajes
importantes de los dioses griegos. Según se cree, era también propenso a decir mentiras y
fantasías en sus oratorias. Disfrutaba también de los poemas y prosas de Homero.

Dionisio

Dios del vino y la fiesta. En su nombre se realizaban exuberantes fiestas en las que se
bebía vino en abundancia. A Dionisio le gustaba el éxtasis, el placer, el descanso y las
obras de teatro; las cuales apreciaba mientras tomaba vino en compañía de sus
amistades. Se le representaba como un hombre joven, alegre y despreocupado. Sus
símbolos eran un ramo de uvas frescas y una copa de vino que sostenía en la mano.

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