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LAS SEMILLAS SON VIAJERAS

Las plantas necesitan dispersar o propagar sus semillas lo más lejos posible para asegurar su
descendencia, hasta que alcanzan un lugar con el suficiente espacio, agua, nutrientes y luz que les
permita germinar y crecer. Cada especie vegetal ha desarrollado semillas con las mejores
características para encontrar el entorno más favorable, así como variadas formas de viajar.

Las más voladoras. Muchas plantas producen frutos y semillas con adaptaciones que permiten que el
viento las arrastre muy lejos y las deje caer a tierra como si fueran paracaídas. Estas semillas tienen
forma de alas giratorias, espirales o pelos plumosos. Un ejemplo son los villanos del diente de león o
de los cardos.

Amigas de los animales. Algunas plantas producen frutos llamativos, dulces y jugosos que atraen a
muchos animales, incluso a las personas. Después de ser comidos, sus semillas son dispersadas por
los excrementos, a veces muy lejos del lugar donde fueron ingeridas. Por eso no es extraño ver olivos
silvestres nacidos de las aceitunas tragadas por los estorninos en lugares lejanos a un olivar.

También hay semillas que viajan agarradas al pelo, las plumas o las patas de los animales, que las
transportan de un lugar a otro sin darse cuenta. Este tipo de frutos normalmente tienen una
estructura ganchuda, como los molestos arrancamoños que en alguna ocasión se nos han
enganchado en los calcetines.
Flotadoras. Algunos vegetales dependen del agua para dispersar sus semillas, así que eligen vivir
cerca de la playa o en las orillas de los ríos, donde podemos encontrar algunas semillas arrastradas
por las corrientes desde lugares lejanos. Algunos de estos frutos diseñados para flotar pueden
recorrer grandes distancias, incluso cientos de kilómetros entre islas, como sucede con los cocos.

Como cohetes. Otras plantas disponen de cápsulas explosivas desde las que expulsan sus
semillas como si fueran cohetes. Este fenómeno se conoce como auto-dispersión y sucede por la
presión que se alcanza en su interior. Este es el caso del pepinillo del diablo (fotografía: Carstor).

Pero no todas las plantas se dispersan únicamente por semillas.

Un ejemplo son las fresas. Por un lado tienen semillas en sus frutos, pero además pueden propagarse
mediante estolones, que son los brotes laterales nacidos de la mata principal y que generan toda una
familia de pequeñas plantas idénticas. Si tienes huerto o jardín puedes probar a levantar un estolón
de fresas y comprobar este fenómeno.

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