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ABUNDANCIA EXTREMA,

EL CORAZÓN MILLONARIO
ABUNDANCIA EXTREMA, EL CORAZÓN MILLONARIO

©2021 Veturián Arana


ABUNDANCIA EXTREMA,
EL CORAZÓN MILLONARIO
Veturián Arana

Experto en Bienestar
aplicando el Pensamiento Cuántico
“Para ser abundante hay que ser valiente”
Veturián Arana
Prólogo

El primer libro que leí sobre “hacerse rico” me dejó muy frustrado,
básicamente porque hablaba de inversiones, intereses,
propiedades, cuentas bancarias, cómo invertir en la Bolsa y esas
cosas.

Como es lógico yo quería hacer dinero porque no lo tenía y claro


sin dinero para invertir difícilmente podía hacer el dinero que
necesitaba.
Resumiendo: que no me fue de utilidad.

Tiempo después cayó otro libro en mis manos, pero era más de lo
mismo.
Y después otro, y después otro… No tengo ni idea de cuántos
libros me he leído sobre el dichoso tema y creo que en realidad no
me hicieron ganar ni un euro aunque tengo que reconocer que me
divertía mucho leerlos principalmente porque ¡me hacían soñar!
Así es que cuando me vino la idea de escribir mi propio libro
reflexioné sobre si a los demás les iba a pasar como a mi, que lo
comprarían con mucha ilusión para después darse cuenta que el
único que había tenido una ganancia era el autor.

Por lo tanto le di muchas vueltas al asunto. Sabía que quería


hacerlo, que quería mostrar a los demás mi experiencia.

Obviamente lo primero que el lector de un libro como éste quiere


es que el autor pueda demostrar que es abundante y yo puedo.
También que ese dinero no lo heredó de los papás o que apareció
gracias a algún juego de azar, que no es mi caso.
Y entonces tuve una idea.

En vez de escribir un libro a la vieja usanza escribiría más bien un


guión. Es decir, sería como un libro pero no con la intención de
publicarlo sino de usarlo para talleres y para un curso online y eso
fue lo que hice.
Una vez que el guión estuvo escrito me puse delante de la
cámara y lo grabé. Como me gusta filmar y editar vídeos me fue fácil
convertirlo en un curso online de poco más de 7 horas de duración
divididas en 12 módulos.

Antes de publicarlo me pasé los vídeos a mi mismo y quedé


convencido de que el material era bueno. Entonces le añadí algo
que ningún curso en el mundo ha hecho jamás… añadí una terapia
SAAMA (de la que soy el creador) a las Creencias Limitantes del
inconsciente. De esa manera los alumnos del curso recibirían
terapia y sabrían también la razón de sus bloqueos con el dinero.

¡Eso sí que era novedoso!


A demás añadí un dibujo con un Código para hacer un ejercicio
cada noche y un Certificado para ayudar al alumno a recordar cada
día de su vida que tiene un Corazón Millonario.

Ya solo era cuestión de ponerlo a la venta.

El Curso OnLine tuvo mucho éxito y mi equipo me convenció de


que hiciera talleres presenciales y en Streaming y claro, finalmente
ocurrió lo que tenía que ocurrir, alguien dijo:

-“Vetu, ¿por qué no escribes un libro?”

Y aquí estoy, escribiendo.


Las primeras notas las elaboré en un viaje que hice a las Islas
Seychelles en mitad del Océano Índico para grabar un vídeo curso
titulado “Los 12 Principios de Veturián Arana para manifestar tus
sueños” que quizás en algún momento quieras hacer como
complemento a este libro. Mis video cursos están en mi web
www.veturianarana.com
Te voy a aconsejar la manera correcta de leer este libro. Lo
primero es conseguir 3 bolígrafos de tres colores distintos, por
ejemplo el típico de color azul que usamos todos los días, uno negro
y uno rojo.

Escoge un color, el que quieras, y a medida que vayas leyendo el


libro ve subrayando todo aquello que “resuene” contigo, todo aquello
que te llame la atención. Al final del libro entenderás por qué y para
qué usamos esos tres colores.
Aquí comienza el libro

Como te decía, hacía mucho tiempo que tenía ganas de investigar y


de escribir sobre la abundancia. Después de trabajar durante
muchos años en el campo de las terapias energéticas y de haber
terminado creando la terapia SAAMA que enseño alrededor del
mundo, me decidí a investigar un tema de gran importancia: la
abundancia económica.
Yo nací en 1959 y crecí sin que nadie, pero nadie me enseñara lo
más mínimo de lo más mínimo sobre el dinero. Bueno, me
enseñaron que había que trabajar muy duro para que te llegara, que
había que cuidarlo mucho porque se podía ir y que siempre estabas
en peligro de que se acabara, de que desapareciera.
Ah, y una cosa más, también me enseñaron que todos los ricos
eran unos cabrones. Esa fue toda mi educación sobre economía y
abundancia.

(¿No te parece curioso que el sexo y el dinero, los dos temas que
dominan a la humanidad desde tiempos inmemorables hayan
estado siempre ausentes de la educación moderna?)
A mí me enseñaron, o más bien dicho me obligaron a aprender
la longitud del río Nilo, la altura del Everest y los nombres de los
Reyes Godos y nada de esto me ha servido ni para la abundancia
ni para mantener una buena salud ni para ser feliz ni para nada.
Nadie me dio conocimientos de economía, de finanzas, de cómo
empezar un negocio, pagar impuestos, llevar las cuentas bancarias,
intereses, bonos, inversiones, impuesto al valor añadido, trato con
contables, depreciación de material, leasing, renting, etc. Nada de
nada.

Así es que tuve que empezar desde cero. Y bueno, en el camino


he ido aprendiendo. Mi familia se esforzó mucho en convencerme
de que estudiara una carrera y que adquiera un trabajo estable,
aunque fuera muy aburrido. Eso no importaba, que fuera estable y
seguro. Yo supongo que el haber sobrevivido a una guerra y a un
exilio les hacía buscar esa seguridad. Pero ese no era mi plan. Mi
plan era vivir al máximo.

Y ese pensamiento ya es un tipo de abundancia extrema.

Te confesaré que por culpa de las circunstancias en un par de


ocasiones terminé de empleado cobrando un sueldo como quizás
haces tú ahora. No cobraba el dinero que yo necesitaba para poder
llevar la vida que yo quería sino que cobraba cada mes el salario
que otra persona había decidido que yo cobrara y que a mi no me
llegaba para nada que no fuera sobrevivir.

También esa misma persona había decidido a qué hora entraba y


a que hora salía del trabajo y si podía o no tomarme vacaciones. Me
indicaron cuál era mi mesa de trabajo, que tan largo podía llevar el
pelo, si tenía que llevar o no corbata y en cuánto me subirían el
sueldo el año que viene…

Yo simplemente no podía con eso así es que me hice autónomo y


descubrí que también era muy duro llegar a final de mes, que tenía
que buscar clientes constantemente, que me pasaba horas
persiguiendo a los que se hacían los tontos para pagar, que entre
esto y aquello en realidad trabajaba más horas que cuando era
empleado y encima sin vacaciones, ni ningún derecho laboral, ni
nada.

Si ser empleado no me funcionaba y ser autónomo tampoco ¿cuál


era la salida? Entonces se me ocurrió hacerme empresario. Bueno,
para hacerte el cuento corto descubrí que como empresario los
demás dependían de mí, que nos les gustaba el sueldo y siempre
estaban pidiendo más, que lo único en lo que pensaban era en las
vacaciones… en resumen; que todo era muy complicado.

Entonces empecé a entender que todo dependía de mí, que no


había que encontrar la abundancia afuera, que no era culpa de mi
jefe, que no era culpa de mis empleados, que no era culpa de la
sociedad, que no era culpa de nada, que tenía que ver con mi
interior, con mi mismo.

Bueno, ¿y por qué siendo yo abundante, me pongo a hacer un


curso de abundancia? Por una razón, porque ayudar a los demás es
la primera ley de la abundancia y si yo soy abundante enseñándote
a ti. Los dos nos hacemos más abundantes.

Es como la terapia SAAMA de la cual soy el Creador. Si yo ayudo


a sanar al prójimo sano yo también, pues todos somos uno. Sin
embargo, aún sabiendo que la primera ley de la abundancia es
ayudar a los demás, me llama mucho la atención ver que una gran
cantidad de mis alumnos, a pesar de ser magníficos terapeutas que
ayudan a los demás, sufren penurias económicas.

Yo pensaba: “Entonces a esta ley le pasa algo” Porque si la ley de


la abundancia es ayudar a los demás y esta gente estaba ayudando
a los demás, pues tendrían que ser abundantes, tendrían que
sentirse mejor, deberían tener más riqueza. Y no era así.
Luego descubrí un segundo grupo de terapeutas que haciendo
exactamente lo mismo que los primeros, tenía muchísima
abundancia. Entonces si a un grupo de alumnos les enseño la
misma técnica y un 75 por ciento se hacen abundantes y el otro
25% no, aquí hay gato encerrado.

Me dije ¿y cómo resuelvo esto?

Me puse a pensar cómo podía resolverlo. Y bueno, si al fin y al


cabo podríamos ayudar a personas que sufren enfermedades
terribles a sanar, si podíamos resolver problemas de pareja, si
vendíamos casas que llevaban años sin venderse, si podíamos
sanar animales que estaban a miles de kilómetros de distancia y
muchísimas cosas más... ¿cómo no íbamos a poder ayudar a la
gente con la abundancia económica?

Y por eso este libro.


Lo primero que hice fue leer, investigar qué es lo que se ofrecían
en el mercado actual. Leí muchos libros y muchos cursos de cómo
invertir en bolsa, meditaciones con visualizaciones, la teoría de las
inversiones piramidales, la mecánica de los paraísos fiscales, todo
lo que quieras.

Y me hice una idea del material que estaba a disposición de los


usuarios. Yo personalmente diría que un 99 por ciento de este
material es 100 por ciento inútil para vivir una vida de abundancia.
No quiero decir que si tienes 10 mil euros estos libros o cursos no te
enseñen cómo hacer crecer ese dinero, cómo multiplicarlo, pero eso
no es abundancia. Eso es agarrar una cifra que ya tienes y hacerla
más grande.

Pero ¿cómo llegas a esa primera cifra?


Porque es muy fácil decir “dame diez mil euros y te enseño como
invertirlos”. Pero ¿cómo llegan los primeros diez mil euros? No hay
ningún curso actual que te diga cómo llegan esos primeros diez mil
euros.
Y tener dinero en una inversión que se multiplica está bien, es
dinero, pero no es abundancia. No es la abundancia de la que
vamos a hablar.
Bueno, seguí buscando. Leí libros de análisis, reportajes, artículos
de millonarios que daban su opinión sobre qué había que hacer para
llegar a donde ellos habían llegado. No había coincidencias que me
sirvieran de patrón para llegar a convertir un ingreso de mil euros al
mes en diez mil euros al mes.

Era otra pista falsa.


Bueno, me quedaba otro camino y me fui a ver si el secreto
estaba en los entresijos de la física cuántica. Y ahí obtuve mucha
información, muy práctica. Luego, utilizando mi técnica SAAMA
pude atravesar esa selva de información y me encontré al final con
un paso que no me esperaba, que era el espiritual.
Ahora, con lo aprendido, siendo abundante yo mismo creo que te
puedo ayudar. Creo que puedo llegar a que la gente normal, la que
cada día va a trabajar y paga su hipoteca o el alquiler de su casa,
logren ser más abundantes.

Si te fijas, primero busqué en el mundo material libros sobre


invertir en bolsa. Luego, más tarde, en la cuestión emocional, cómo
lo hicieron otros. Luego me fui a la parte mental, física cuántica y
terminé en el mundo espiritual.

Cuerpo, Mente, Emociones y Espíritu. Estos son los cuatro


ingredientes que vamos a ver en este libro de “Abundancia Extrema,
el Corazón Millonario” y con estos cuatro ingredientes ¡nos va a
quedar una sopa riquísima!

Así que aquí no vamos a hablar de invertir en bolsa ni de finanzas


ni de cómo multiplicar lo que ya tienes. No vamos a hablar de
técnicas de inversión ni de ahorro.

Aquí vamos a hablar del dinero como lo que es: una idea en la
mente y una vibración en el Universo.
Capítulo 1: Primeros pasos.

Vamos a empezar por el principio, vamos a recalcular la ruta.

Primero vamos a hablar de qué es ser abundante.


Ser abundante es tener más de algo de lo que estrictamente
necesitas.

De acuerdo, bueno, y de hecho todos somos abundantes. Puedes


tener abundancia de pobreza. Puedes tener abundancia de
enfermedades, abundancia de problemas, abundancia de
sufrimiento. O puedes tener abundancia de recursos económicos,
abundancia de felicidad o abundancia de placer.
La abundancia es abundancia.
Si en este planeta hay algo que no falta es abundancia.

Para mí, personalmente, ser abundante significa tener el tiempo


para ser feliz. Utilizando el tiempo como a mí me gusta. Eso me
hace feliz.
Para mi ser abundante significa no tener que vender mi tiempo a
los demás y poderlo disfrutar yo. El tiempo es lo más importante que
todos tenemos. Es nuestro más grande patrimonio.
Yo no busco la abundancia sólo para tener muchos ceros en mi
cuenta de banco, sino para vivir emociones, las emociones que el
dinero nos da, como por ejemplo la emoción de sentirte libre, la
emoción de poder ayudar a los demás, la emoción de sentir
seguridad, la emoción de sentirte bien contigo mismo, la emoción de
hacer que la vida sea menos monótona, menos aburrida. Eso es
una maravilla.

Entonces vamos a empezar con una cosa. Quiero que hagas lo


siguiente. Quiero que hagas una lista de diez cosas materiales que
consideras importantes en tu vida.
Por ejemplo, puedes poner:
1-Mis ingresos.

2- Mis ahorros.

3-Mis inversiones.
4-Mis estudios.

5-Mi coche.

6-Mis vacaciones.
7-Mi ropa.

8-Mi casa.

9-Mi yate.
10-Mi piscina.

(Si algunos de los ejemplos no son relevantes para ti los cambias


por otra cosa. Por ejemplo, la piscina te puede dar igual y prefieres
poner “Mi equipo de música”)
Bien, entonces vamos a puntuarlas del 0 al 10. La cifra con la que
tú puntúes ese aspecto de tu vida representa como tu sientes que
ese aspecto se muestra en tu vida en este momento.

Por ejemplo:

1-Mis ingresos. 8

2- Mis ahorros. 6

3-Mis inversiones. 6

4-Mis estudios. 6
5-Mi coche. 10
6-Mis vacaciones. 10

7-Mi ropa. 9

8-Mi casa. 10

9-Mi yate. 0

10-Mi piscina. 0

Así la máxima puntuación que uno podría obtener serían 100


puntos. En el ejemplo anterior esta persona hubiera puntuado 65
puntos. Es una puntuación baja. ¡Uno debería de puntuar por lo
menos 80 puntos!

Si a ti te ha salido un 80, estás muy cerca del de tu vida ideal. Si


te salió treinta puntos por decirte algo bueno, estás muy, muy lejos
todavía.

Con este ejercicio tan simple te vas a obligar a enfocarte en lo


que realmente quieres, no tener por tener, sino tener las cosas que
realmente son importantes para ti.

Incluso puede que solo te interesen 7 cosas en vez de 10, o


quizás 15 cosas en vez de 10. Tu haz la lista que se adapte a tu
forma de ser y luego mira las cosas que necesitan más atención.

Cuando yo veo mi lista me doy cuenta de que no puse “una


mansión” y por lo tanto no la busco solo porque sea un símbolo de
abundancia. He entendido que no voy a a buscar una gran mansión
con 60 mil metros cuadrados de bosque porque no es lo quiero, no
me sirve.
Lo que quiero es una casa y tienes que tener muy claro la casa
que quieres porque esa es tu casa 10.

Si ahora tu casa es un 4, tenemos un buen recorrido que hacer.


De acuerdo, entonces haces esa lista y luego la contemplas y la
analizas.
Quizás has puesto un yate y vives en el centro del país o ni
siquiera te gusta el mar. Quizás has puesto una mansión de esas
que necesitas un ejército de personas para mantenerla y lo que
realmente quieres es un dúplex en el centro de la ciudad.

Algo muy importante para obtener cosas es saber qué es lo que


realmente quieres.

Pregunta que debes responder: ¿Qué es para mi ser abundante?


Capítulo 2:
¿Todo el mundo puede hacerse rico?

La pregunta que yo me hice en el momento en que decidí escribir


este libro sobre abundancia extrema fue si todo el mundo puede
hacerse rico.
Si yo escribo un libro sobre abundancia extrema parecería que
estoy diciendo que las personas que lo van a leer se pueden
hacerse ricas.

¿Es eso cierto?


Me puse a buscar la respuesta a esa pregunta y estuve mucho,
mucho tiempo investigando, pensando, reflexionando, leyendo,
meditando y la respuesta que encontré es no.
No, no todo el mundo puede hacerse rico, pero lo que sí descubrí
es que casi todo el mundo puede hacerse más rico.

Esto es muy importante.


Te lo voy a explicar porque realmente esto es muy importante.
Nosotros vivimos en una dimensión temporal que es
completamente dual. Esta experiencia de vida está basada en la
dualidad. Tenemos al hombre y tenemos a la mujer. Tenemos alto y
tenemos bajo. Tenemos frío, tenemos calor, tenemos duro, tenemos
blando. No existe nada en esta dimensión en la que estamos, en
que no existan las dos caras. Las cosas no pueden existir una sin su
contrario. Es totalmente imposible.

Entonces me adentré por este camino espiritual. Pregunté a mis


Guías sobre esto y la respuesta que recibí fue la siguiente: Si en la
última o penúltima, pero normalmente es la última vida tú fuiste una
persona muy rica, muy, muy rica, en ésta tienes que ser muy muy
pobre, porque el Yin y el Yang se tienen que balancear.
El Universo siempre está buscando un equilibrio perfecto.
A veces no es en la vida siguiente, puede ser en otra pero no te
escapas. Vivimos en un mundo dual y la dualidad se tiene que
equilibrar constantemente. Entonces si tú en esa experiencia de vida
pasada tuviste una cantidad tremenda de dinero, en esta vas a ser
tan y tan pobre que en este momento el dinero no está en tu
realidad.

Si tienes el concepto de la abundancia (por eso has adquirido


este libro) es que la abundancia está dentro de tu realidad. Eso es
buena noticia. Si se te permite ver la abundancia es que en esta
vida se te va a permitir que encuentres el equilibrio.

Es como un péndulo que empieza de extremo a extremo y poco a


poco se va digamos endulzando. Se van modificando un poquito y
los extremos son menores. Esto es muy buena noticia, porque
significa que si en tu realidad mental esta leer este libro es que te
está permitido pensar y experimentar la abundancia.
Y tú dices “bueno, sí, pero ¿dónde está?” Porque si la tuviera, yo
ya no estaría leyendo este libro.

Mira el rectángulo de color azul de la figura 1. Imagina que es el


espacio en el que se te permite moverte en esta experiencia de vida.
Nunca vas a poder ser, aunque quieras, más pobre de ni tampoco
más rico que lo que marca el rectángulo; esos son tus límites
particulares.

Figura 1
Todos estamos dentro de unos marcos y aquí viene lo interesante.
A través de mis investigaciones descubrí que el promedio de las
personas estamos aproximadamente donde está el rombo en el
rectángulo azul.

Estamos en promedio a un 40 por ciento de nuestras


posibilidades. Esto es increíble porque significa que definitivamente
puedes hacerte más rico. Quizás no multimillonario porque sí eso
estuviera dentro de tu marco lo más probable es que ya lo serías en
este momento.

Por lo tanto, lo más probable es que ya no seas multimillonario en


esta experiencia de vida (aunque nunca se sabe…) Pero no te
preocupes porque quizás estás a un 40% de tus posibilidades o
quizás a un 60% pero seguro estás por debajo de tu máximo
potencial.
Esto significa que todos podemos crecer en abundancia, unos
más otros menos. Todos podemos vivir mejor de lo que vivimos.

Si estás, por decir algo, a un 40 por ciento de tu potencial eso no


significa que si estás ganando 1.500 euros al mes vayas a ganar
máximo 3.700, porque no estamos hablando del 40 por ciento de
ingresos, estamos hablando del 40% de tu potencial de generar
abundancia.

O sea que a lo mejor no son 3700 si no a lo mejor son 300 mil o


tres millones. No lo sabemos. Eso es lo interesante que tenemos
que ir a descubrir. Cuánto potencial tenemos para crecer y qué es el
potencial de generar abundancia.

El potencial de generar abundancia es tu abundancia personal en


resonancia con la abundancia del Universo.

Abundancia personal y abundancia del Universo.

Mira, te voy a dar un ejemplo que puede servir aquí. En el año


2012 yo puse de fondo de pantalla en mi computadora varias
fotografías de muchas cosas que quería que entraran a mi vida y las
quise poner ahí en el escritorio para que mientras trabajaba
estuviera en conciencia de que esas eran mis metas. Y una de ellas
era una masía que es una casa rural típica de la zona en la que vivo
(Catalunya, España) grande y solariega de amplios muros de piedra,
muy rústica, con un jardín hermoso. Esa es la típica Masía catalana.
Un tipo de casa que me gusta mucho. Normalmente estas casas
tienen 200 o 300 o más años y eran antiguamente granjas de
trabajo.

Bueno, yo quería una masía. A demás la quería en una zona que


se llama el “Vall de Llémena”. Ya te lo digo ahora, eso era muy difícil
de conseguir porque ya no se construyen masías. Las que hay son
las que hay y normalmente de dos tipos; las que han sido
reconstruidas y son carísimas (hablamos que comienzan en un
millón de euros) o las hay en ruinas y reconstruirlas vale lo mismo,
un millón de euros.

El Vall de Llémena es una zona muy bonita. Está a 10 minutos de


la salida de la autopista AP7 que te lleva en una hora a la magnífica
ciudad de Barcelona, en 30 minutos a Francia, en 35 minutos a las
costas del mar Mediterráneo y en 20 minutos a la preciosa ciudad
de Girona. Como es lógico la salida de la autopista AP7 subió los
precios de esta zona y todos lo que tienen dinero (Girona es una
zona muy rica) quieren vivir aquí.

Y yo quería una masía justo en esas montañas, mirando a ese


precioso valle. No quería pagar un millón de euros (las bonitas de
verdad están alrededor de 5 millones) ni quería pasarme 4 años
reconstruyendo una masía abandonada. Quería alquilarla para ver si
me gustaba vivir en una zona rural y que ya estuviese lista para
entrar a vivir y claro, con un alquiler que aunque fuera alto estuviera
dentro de mi presupuesto.

¿Misión imposible? Quizás. Entonces me dije a mi mismo; “Este


es un problema que no tienen que ver conmigo. Es un problema que
tiene que ver con el Universo. Yo la voy a pedir y el Universo que se
preocupe de resolver el cómo”.
Entonces me puse a mirar fotografías en Internet de Masías de
todo tipo, grandes y pequeñas, arriba de la montaña y al lado de un
río, cerca de poblaciones o en mitad de la nada y encontré una que
por su forma me gustó ya que era el tipo de masía que yo tenía en
la mente. La puse de fondo de escritorio en mi computadora y ahí se
quedó.

Estuve, no sé, un año y medio trabajando cada día con esa foto
de fondo de escritorio hasta que un día cambié de ordenador y entre
una cosa y la otra la foto desapareció.

Entonces llega el año 2017 o sea, 4 años después y estoy a punto


de irme a un viaje a Hawaii y la noche anterior antes de salir de viaje
me llega un correo electrónico de un amigo y me envía la fotografía
que él había visto de una masía en esa zona, una masía preciosa y
de alquiler.
Yo la veo y digo: “Wow, esto es lo que yo quiero, pero mañana
salgo para Hawaii y no tengo tiempo para hacer llamadas, no tengo
tiempo de ir a verla”
Todo lo que pude hacer antes del viaje fue entrar a la página web
de la inmobiliaria que alquilaba la masía y poner que me interesaba
recibir más información. Envié el email y pensé “si va a ser para mí
será, y si no, pues no será”
Total, me fui de viaje a Hawaii y regresé 15 días después. Lo
primero que hice fue mirar internet para ver si todavía estaba la
masía pero ya no estaba.
Pensé: “Bueno, es normal”

Una semana después me llega un correo electrónico de la


inmobiliaria y me dice que la masía que yo había marcado como
favorita la habían quitado para subirla de precio y que estaba otra
vez en el mercado. Pensé que si la habían subido de precio
quedaría ya fuera de mi presupuesto porque normalmente si sacas
una propiedad para aumentar el alquiler es para pedir quizás 300 o
500 euros más.

Bueno, miro y le habían subido el precio 40 euros, que es


totalmente ridículo. Subes, no sé, 250 o 500 euros, pero no 40
euros. Bueno, la habían sacado, le habían subido 40 euros más al
alquiler y la habían vuelto a poner en el mercado. Me pareció muy
raro y pensé a ver qué pasa aquí. Llamé a la inmobiliaria y acordé
una cita. Fui con mi pareja a verla a finales de abril del 2017 y en
agosto de 2017, cuatro meses después, mi pareja y yo ya
estábamos viviendo en La Masía.

Una masía preciosa, perfecta. Exactamente igual como yo la


quería; mirando a las montañas del Vall del Llémena. Todo
maravilloso. Recién pintada. Pero lo sorprendente de esta historia
es que cuando entro a vivir a la masía y vuelvo a conectar los
ordenadores y los discos duros, encuentro la carpeta con la
fotografía original, la del 2012, la que yo había agarrado de Google
aleatoriamente, la que había tenido de fondo de pantalla… Cuando
vi la foto dije “no puede ser, esto no puede ser…” Yo ahora estoy
viviendo en la masía que saqué aleatoriamente de Internet en el
2012 y que había puesto como fondo de pantalla y que había estado
deseando. ¡Es la misma casa!

Si a mi se me permitió imaginarme y verme dentro de la masía es


que estaba dentro de mi realidad, estaba dentro de ese rectángulo
azul.

Cuando hablo de que tu abundancia resuena con la abundancia


del Universo significa que no rechina, que no rebota, que no se
expulsa mutuamente, que no hay un rechazo… Significa que hay
una amabilidad, significa que hay una resonancia, que se funden,
que entran en sintonía, que entran en coherencia. Y en el momento
en que tú y el Universo entráis en coherencia entramos todos en
coherencia. Empiezan a pasar lo que llamamos milagros.
Regresemos un momento otra vez al rectángulo azul y pensemos
aunque quizás no podamos salirnos de los marcos establecidos
¿qué tal si Veturián tiene razón y estoy muy por debajo de mi
potencial, de lo que si se me permite?

Pregunta que debes responder: ¿Tengo confianza en que el Universo


me apoya?
Pre-capítulo 3:
Entonces ¿se trata de poner una fotografía
de fondo de pantalla?

No. ¡Ojalá solo fuese eso! Es un proceso más complejo pero al


mismo tiempo es un proceso realmente sencillo.

No existe una fórmula, no existe una pastilla. Existe un proceso.


Supongamos que tu quieres apuntarte al Maratón de Nueva York
porque te gusta mucho correr y esa es tu gran ilusión. Es un
maratón duro, cuesta casi 400 dólares apuntarse y tienes que correr
42 kilómetros rodeado o rodeada de 50.000 corredores que tienen el
mismo objetivo que tu. No se te ocurriría comprar un libro titulado
“Cómo correr y ganar el Maratón de Nueva York en 3 fáciles pasos”
pero quizás si comprarías un libro cuyo título dijese “Cómo
prepararse para ganar el Maratón de Nueva York”. La diferencia
entre un título y otro es que el segundo te está hablando de algo
lógico; prepararse.
Es fácil entender que para competir en un evento deportivo como
ese no puedes tener sobrepeso, ser incapaz de correr para agarrar
el autobús y fumar una cajetilla de tabaco al día. Entonces, ¿Qué
tendrías que hacer?

Esto es lo que tienes que hacer:

Situar esa meta como la Gran Prioridad en tu vida y para lograrlo


entrenarías cada día con lluvia o sin lluvia, en invierno y en verano.
Sabrías que no vale la pena apuntarte si no puedes hacer 42
kilómetros de un tirón, también te apuntarías a un grupo en alguna
red social de gente con similares objetivos que se animasen
mutuamente, Quedarías con gente para entrenar, comprarías la
ropa adecuada, aprenderías sobre nutrición deportiva, evitarías el
alcohol, investigarías como sanar lesiones musculares y sobre todo
entrenarías cada día. Todo esto tiene lógica, ¿verdad?
¿A qué viene todo esto? A que ser abundante es lo mismo. No
hay un libro con 3 pasos fáciles (bueno, si los hay, pero son un
engaño) lo que hay es un proceso de aprendizaje y de
entrenamiento. Para correr en el maratón de Nueva York el deporte
de correr debe ser para ti un modo de vida. Para ser abundante de
verdad también debe ser para ti un modo de vida.
Así es que este libro te va a mostrar ese “modo de vida”. Veremos
todo lo que hace falta para llegar a la meta, vamos a entrenar la
mente igual que un corredor entrena su cuerpo. Quizás a ti te guste
otro tipo de deporte, pero el ejemplo de arriba lo puedes aplicar a
cualquier cosa, desde tocar el violín en una orquesta hasta ganar un
rally sobre hielo, nadie lo logra “en tres fáciles pasos” sino haciendo
de esa pasión tu vida y este libro es para aquellos que tienen una
pasión por la abundancia.

Pregunta que debes responder: ¿Tengo pasión por ser abundante?


Capítulo 3: Hablemos de la tribu del Amazonas y
del mendigo sentado en la acera.

Si tienes la idea de que algo es posible es porque lo es. Porque de


lo contrario no dejarían que esa idea brillara en tu mente. Para que
algo brille en tu mente, para que tú lo puedas concebir, tiene que
estar dentro de tu realidad.
Te daré el ejemplo de una tribu en el Amazonas que ve pasar un
avión y también te daré el ejemplo de un mendigo que ve una
limusina pasar.

Hablemos de la tribu del Amazonas primero.


Imagínate una tribu que está sentada alrededor del fuego en
mitad de la selva. Están cocinando y descansando. De repente
estas personas escuchan un ruido proveniente del cielo y todas
voltean hacia arriba a ver qué es porque ruido puede ser igual a
peligro.
El ruido proviene de un avión que está pasando.

No saben qué es un avión, pero como tienen la impresión de que


no es algo peligroso regresan a sus quehaceres y siguen hablando
de sus cosas, ni siquiera comentan lo que han visto. ¿Sabes por
qué? Porque no lo han visto. Sus ojos vieron el avión, pero su mente
no. Es decir, ¿qué es un avión? Un avión es un artefacto enorme de
muchas toneladas que se eleva en el aire debido a unas leyes de la
física, que lleva un piloto y un copiloto, que quema gasolina, que
lleva mucha gente sentada que van comiendo y viendo películas,
gente que pueden estar yendo de viaje o pueden estar yendo a
trabajar, o pueden estar viajando porque se van a casar en algún
sitio remoto o a pasar unas vacaciones en un resort de lujo.
Personas que han salido de un aeropuerto, llevan pasaportes con
visados, llevan cámaras de hacer fotos, bikinis de flores y tarjetas de
crédito.
Todos estos conceptos no existen en la realidad de las personas
de esa tribu del Amazonas. Por tanto, verían un objeto, verían una
cosita, un punto en el cielo, pero no ven un avión porque en sus
mentes no existe el concepto avión, jamás han visto uno de cerca y
jamás han entrado en uno.
Te voy a dar otro ejemplo sobre un mendigo sentado en la calle.
Vamos a suponer el típico mendigo sentado en la acera. Vamos a
decir que es Nueva York por decir algo. Tenemos en la acera un
mendigo sucio, con las barbas y el pelo largo. Está sentado en el
suelo sobre unos cartones. En un momento dado ve una colilla de
cigarrillo sobre el asfalto, cerca de una alcantarilla. El mendigo se
levanta a recogerla y justo en ese momento pasa una lujosa
limusina negra, grande y brillante. El mendigo se espera a que pase
la limusina y cuando ya ha pasado se agacha y recoge la colilla.

El mendigo se esperó a que pasara algo grande y negro, algo que


en su mente está registrado como algo peligroso porque sabe que
es un coche. Sabe que es un coche porque circulaba junto a otros
coches, pero un coche es un coche, en su mente no existe la
realidad de una limusina.

Él está inmerso en su realidad (que es la que se le ha dado para


vivir en esta experiencia de vida) y su realidad es mirar si han caído
monedas en su platito de limosnas y ver cuántas colillas tiene en el
bolsillo.

Con solo mirar su plato sabe si hay suficientes para cenar y con
solo mirar su bolsillo sabe si hay suficiente tabaco como para pasar
la noche. Puede medir esas cosas y puede pensar “ojalá hubiera
más monedas” y también “ojalá hubiera más colillas” pero no puede
decir ojalá yo fuera en esa limusina bebiendo champagne hablando
con mi teléfono móvil con mi asesor de bolsa para ordenarle que
compre más acciones de una petrolera de Arabia Saudí.

No está en su realidad. No ve eso, no lo ve. Son cosas que están


tan lejos de su realidad inmediata que simplemente no las ve. No
existen.

Todos tenemos unas ciertas realidades que se nos permiten ver y


otras que no. Aquello que se te permite ver en tu mente como algo
que es una realidad, si está allí es porque existe dentro de ese
espacio del que hablábamos, el rectángulo azul y por tanto tenemos
la posibilidad de acceder a eso.

Ahora volvamos a hablar de temas como viajar en avión, o tener


un yate, o tener una limusina o lo que sea. Vamos a hablar de
palabras: “Me gustaría” es una palabra muy vacía. Cuando una
persona dice “me gustaría tener un yate” dice algo tan abstracto que
no tiene ningún significado para el inconsciente ni para el Universo.

El que dice “me gustaría” no siente que realmente lo pueda


obtener. Esas personas puede incluso que trabajen mucho y muy
duro para llegar a esa meta, pero saben que no van a llegar. Lo
están diciendo. Están diciendo que “les gustaría” pero en el fondo
del alma creen que eso no les corresponde y por lo tanto saben que
no les llegará, que en realidad no lo desean tanto porque
ultimadamente sienten a nivel íntimo del inconsciente que no lo
merecen.
Pero si tú tienes la sensación de que sí, de que sí te lo mereces,
de que sí es para ti entonces es sólo cuestión de tiempo para que
esa sensación de que es para ti se convierta en una realidad.

Si no tienes la sensación de que realmente las cosas pueden


ocurrir es porque hay un programa, una creencia en tu inconsciente
que está interrumpiendo el proceso normal de ser abundante.

He llegado a esa conclusión después de darle muchas vueltas.

Pero quizás hay algo más. Hay algo más dentro de todo esto.
Vamos a ver qué es.

Pregunta que debes responder: ¿Siento que está en mi realidad ser


abundante?
Capítulo 4: ¿Para qué quieres ser abundante?

Esta frase “para qué quieres ser abundante” es una pregunta muy
importante que te tienes que hacer. Realmente debes sentarte a
pensar ¿para qué quieres ser abundante?

No, no basta con decir “me gustaría ser abundante porque me


compraría muchas cosas” Eso no le sirve al inconsciente para unirse
a la mente y buscar la meta.
¿Para qué quieres ser abundante? Si no sabes para qué quieres
el dinero el inconsciente no te ayudará. El “para qué” te dará el
“cómo”

Esa es parte del truco. Mira, el 99 por ciento de la población no


tiene una meta definida que sea válida. Y esa es una de las razones
del fracaso. Porque no tienen un “para qué”
Fíjate, el 99 por ciento de la población que busca la abundancia
no tienen un ¿para qué? ¿Para vivir mejor? No es realmente un
¿para qué? ¿Para no tener que ir a trabajar? Tampoco es un
poderoso ¿para qué?
Un para qué lleno de fuerza por ejemplo es para ayudar a los
demás a que sean más felices o ayudar a los demás a que sean
más sanos. O incluso ayudar a los demás a que sean más
abundantes.

Tienes que entender que ayudar a los demás es la forma más


rápida de recibir abundancia. ¿Para qué te están dando
abundancia? ¿Para que no vayas a trabajar? No. Te la está dando
para que ayudes a los demás. ¡Eres un administrador!

Más adelante veremos ejemplos de cómo poder ayudar y


entenderás que esa es una de las claves del éxito.
Hay gente muy abundante que no ayuda a los demás incluso hay
muchísimas personas que utilizan su abundancia para perjudicar a
los demás, pero esos son casos “karmáticos” porque son los
personajes que juegan un papel en nuestras vidas para nuestro
avance personal. Es como ir al gimnasio, si no levantas pesas que
ofrezcan una resistencia los músculos no crecen.
La abundancia que buscas es aquella que te permita ser mejor
persona en todos los aspectos. Entonces recapacita: ¿Para qué
quieres la abundancia?

Ser abundante y tener Consciencia es la meta. Ser abundante por


las razones correctas hará que en tu próxima vuelta a la vida no
tengas que pagar ningún karma. Olvídate ahora de los millonarios
que no hacen el bien porque el Universo ya tiene un plan para ellos.

Pregunta que debes responder: ¿Para qué quiero ser abundante?


Capítulo 5:
¿Cuánto dinero quieres ganar
en el próximo año?

Bueno, ya tenemos, por así decirlo, dos reglas básicas que tenemos
que incorporar a nuestra forma de pensar, a nuestra forma de ver
las cosas. La primera es que tenemos que eliminar el “no me
merezco” y la número dos es que hay que tener un “para qué”
quiero ser abundante.

De acuerdo, entonces hay que desterrar el no me merezco. Y


luego tener claro ¿para qué quiero ser abundante? Y ahora viene el
tercer punto. Y quizás el más difícil. Ésta es la clave de la clave. Y
yo lo he visto mucho en mis alumnos y también en mis clientes de
mi consulta. La pregunta es: ¿Cuánto dinero quiero ganar al año
para sentirme abundante?
Cuando yo le pregunto a mis alumnos si quieren ser ricos todos
dicen que si. “Sí, sí, sí, sí, quiero ser rico” me dicen. Muy bien.
¿Quieres tener mucho? ¿Quieres ser abundante? ¿Quieres tener
muchos recursos? Muy bien, tanto a mis alumnos como a mis
clientes les pregunto ¿me puedes decir cuánto dinero quieres tener
en el banco de aquí a un año? Todos se quedan mirando al vacío.
Nadie sabe decir cuánto dinero quieren tener. ¿Cuánto es ser rico?
¿Cuánto dinero se merecen tener?
La pregunta es sencilla. ¿Cuánto dinero exactamente quieres
tener en la cuenta de banco en un año? Te miran y dicen “bueno, no
sé” Si no sabes cuánto dinero quieres atraer ¿Cómo vas a lograrlo?
Así es que tú agarra el bolígrafo contesta a estas tres preguntas:

A ¿Cuánto dinero me merezco recibir a lo largo de un año?

B ¿Cuánto dinero siento que puedo recibir a lo largo de un año?


C ¿Cuánto dinero realmente quiero ganar?
La diferencia entre estas tres cifras merece reflexión por tu parte.
Hay que unificarlas para que sean las mismas, no puedes tener una
cifra de lo que crees que mereces, una, lo que sientes que vas a
lograr y de lo que realmente quisieras lograr.
Las tres cifras tienen que ser la misma. El inconsciente, esa
computadora de 4 billones de bits, necesita algo muy concreto en
este momento.

Probablemente la cifra “A” es la que manda porque es la que


crees merecer según los programas que tiene. Entonces ahora
vamos a hablar de lo que llamamos la fórmula SAAMA.

Pregunta que debes responder: ¿Cuánto dinero quiero ganar en un


año?
Capítulo 6: La fórmula SAAMA.

La fórmula SAAMA es la que nos va a ayudar a comenzar a cambiar


el paradigma respecto a ganar dinero. Es una fórmula que cuando
yo la doy en mis formaciones de SAAMA hay alumnos y alumnas
que se ríen. Les hace gracia y eso está muy bien porque es una
fórmula divertida, pero al final todos se quedan un poco perplejos
dándole vueltas. Algunos se quedan con los ojos abiertos diciendo
claro, es sencillo, cómo no lo había visto antes. Yo creo que todos
nos complicamos la vida mucho. Buscamos fórmulas complicadas
porque creemos que cuanto más complicado y confuso es algo
mejor debe funcionar. Incluso dentro del mundo de la sanación
energética la gente cree que para ayudar a otra persona tienes que
estudiar años y años y luego descubren que con SAAMA se
resuelven una cantidad tremenda de problemas rápidamente sin
complicar las cosas. Porque las cosas son más sencillas de lo que
nos han hecho creer. Parte de esa programación de la que
hablábamos antes es también programarte para creer que las cosas
son complicadas, que el mundo es complicado y que vas a tener
que estudiar muchísimo o sacarte una licenciatura en Economía
para poder atraer la abundancia.
Pero es más sencillo que eso. La Fórmula SAAMA es una fórmula
matemática infalible para cambiar tu realidad. Aquí va:
2+2+2+2=8

¿Qué? ¿Cómo te has quedado? Es una fórmula matemática que


te puede abrir a la abundancia extrema.

Dos más dos más dos más dos, igual a ocho.


Esta fórmula a mí me abrió la puerta de la abundancia y la apliqué
sin darme cuenta en su momento. Es una fórmula tan simple. Fíjate
si sumas dos más dos más dos más dos, siempre da ocho. Hagas lo
que hagas, siempre da 8.
Si lo vuelves a intentar mil veces, mil veces te dará 8.
Ahora, supongamos que este 8 representa tu situación actual de
abundancia. Aquí se engloba tu vida, tu salud, amor, felicidad, la
cantidad de dinero que tienes. Cuanto tiempo tienes para el ocio. Tu
coche, todos tus viajes. Todo. Vamos a suponer que ese “8”
representa tu vida en este momento. Tu vida es ese 8. ¿De
acuerdo?

Pero hay algo en ti que dice que puedes mejorar tu vida porque si
no, no estarías leyendo este libro. Para mejorar tu vida vamos a
aplicar la Fórmula SAAMA.

Si repasas tu vida verás que tienes un cierto comportamiento, una


cierta manera de vestir, de pensar. Verás que hay comida que te
gusta y comida que no te gusta. Deportes que te apasionan y otros
que no. Verás que lees cierto tipos de libros, que lees unos ciertos
periódicos, que te gusta algún canal de televisión más que otros.
Verás que para viajar te atraen ciertos países, que te gustan ciertos
juegos de mesa, que prefieres los gatos a los perros o viceversa.
Quizás prefieres pasar las vacaciones en el mar o en la montaña.
También verás que tu vida tiene ciertas rutinas en cuanto a cómo
repartes tu tiempo entre el trabajo, tu vida social, en estudiar y
aprender y en ver la tele. Todo eso y mil cosas más es lo que tu has
creado como tu día a día. Tu abundancia responde a la suma de
todo lo que tu eres y cómo actúas en la vida.

Ahora viene la parte que tienes que entender de la Fórmula


SAAMA.

Si tú quieres que en el resultado de la suma 2+2+2+2 sea un 9 en


vez de un 8 es preciso que te conviertas en una persona distinta y
que, por lo tanto hagas cosas distintas, cosas diferentes. Algo en tu
vida tiene que cambiar.

Es obvio que cualquier ámbito de nuestra vida mejorará cuando


nosotros mejoremos como personas y siempre en este mismo
orden. Y el dinero no es ajeno a esta regla. Primero cambio yo.
Después cambian las cosas.

De modo que para que nuestra economía cambie, antes


tendremos que cambiar nosotros en algún punto. A lo largo de
muchos años como terapeuta siempre me ha llamado la atención
ver que prácticamente todos mis clientes y todos mis alumnos
querían que sus vidas cambiaran, pero no querían cambiar ellos.

Esto no tiene lógica. Tú ahora estás ganando un 8 y quieres


ganar un 9. ¿Por qué va a cambiar el 8 a un 9? Eso no tiene
ninguna lógica. Tu vida y por lo tanto tu dinero son una proyección
de tu interior. Si tu interior no cambia. Tu exterior no cambia.

Si tu salud es un 8 y quieres un 9, si tu vida romántica es un 8 y


quieres un 10, si tu vida entera es un 8 y quieres un 11… algo
tendrá que cambiar ya que si haces lo mismo, piensas igual, te
relacionas con las mismas personas, lees los mismos periódicos y
comes la misma pizza… todo seguirá igual.

Mi trabajo es que entiendas la Fórmula 2+2+2+2 igual a 8.

Esa fórmula te demuestra que 2+2 +2 +2 nunca te va a dar 9.

Tú estás ganando 8. ¿Quieres ganar 9? No vas a poder tener un


9 porque tu vida es 2+2+2 +2 igual a 8. No te va a dar 9.

Todos mis clientes, todos los alumnos quieren un 9, pero ellos


introducen en la ecuación números que dan un 8. Por lo tanto, aquí
vamos a dar un paso más hacia el conocimiento de cómo llegar a la
abundancia extrema. Al contrastar nuestras creencias con nuestros
deseos.

Fíjate, si mi deseo es un coche de alta gama y mis creencias


dicen que debo ir en un cochecito pequeño porque en mi familia
nadie ha tenido nunca un coche de lujo ¿quién ganará? ¿El deseo
de tener un coche de alta gama o las creencias de que no puedo o
no debo tener un coche de alta gama?
A nadie le gusta escuchar que cuando tus deseos no son
satisfechos es simplemente porque tu crees que deben seguir
insatisfechos.
Es mucho más fácil echarle la culpa al jefe, a la sociedad, a la
economía, al presidente del gobierno.

Mira, hay una técnica maravillosa que se llama Ho’oponopono,


que es del mundo chamánico de Hawaii, y tiene una frase de la que
yo aprendí mucho y dice: “Si está en tu realidad es tu
responsabilidad”. Ahí lo tienes, si tú vas en un cochecito esa es tu
realidad y por lo tanto tu responsabilidad. No es responsabilidad de
nadie más.

Nadie es responsable del “8” de tu vida. Solo tú.


Nadie va a venir a regalarte un coche de alta gama. Y si alguien lo
hiciera en un mes le pasaría algo. Se va a estropear, te lo van a
robar, lo vas a chocar, lo que tú quieras porque tu inconsciente te
sigue viendo como una persona que tiene que ir en un cochecito
porque eso es todo lo que te mereces.
Las personas abundantes cuando nos sentamos en la cabina de
primera clase de un avión decimos: “Me lo merezco”. Pero los que
van sentados como sardinas en la cola del avión nunca les oyes
decir “Me lo merezco”. Simplemente lo aceptan como normal. Uno
de estos dos viajeros en este mismo avión ha tomado en serio la
frase “Si está en tu realidad, es tu responsabilidad” y el otro no. Uno
va en primera y el otro no.
Normalmente los que van delante son personas más flexibles al
cambio. Sea el que sea, se adaptan a las circunstancias. Los que
van atrás se aferran a su posición. Casi te podría decir por mi
experiencia que se aferran a su forma de ser y de vivir de forma
fanática. Y no quieren cambiar. No quieren cambiar sus creencias.
No quieren cambiar sus pensamientos. No quieren cambiar nada.
Normalmente les cuesta el cambio, son más inflexibles.
Así es que su vida sigue siendo un “8”.

Y tú puedes evitar esa situación haciéndote flexible como la vara


de bambú en vez de rígido como una rama seca. La flexibilidad
debe estar en la mente, porque los problemas de abundancia sólo
tienen que ver con nuestra forma de pensar.
El dinero se genera en la mente y se acepta recibirlo en la mente.
La abundancia extrema no tiene que ver con fórmulas
complicadas de inversiones de compra y venta de divisas y
apalancamiento de propiedades, intereses y préstamos. No, es muy
fácil: 2+2+2 2=8 ¿Entiendes ahora que si en vez de un 8 quieres un
9 vas a tener que cambiar tu parte de la fórmula?

Vas a tener que poner 2+2+3+2=9


Tú has cambiado el resultado. Ahora tienes un 9. Puedes tener un
10. Puedes tener un 11. Puedes tener un 12. Da exactamente igual.
Pero vas a tener que cambiar algo de tu vida. Vas a tener que
cambiar tu forma de pensar. Vas a tener que cambiar lo que haces y
vas a tener que cambiar cómo lo haces. Vas a tener que cambiar
algo.

Ya hemos establecido que “8” es tu estado de abundancia en este


momento. Representa tu estado de abundancia actual. Si quieres
que el resultado sea distinto, es decir, que sea por ejemplo un 9,
habrá que cambiar algo.
Eso es lo más importante. Tiene que haber un cambio. Si siempre
haces lo mismo y piensas lo mismo y sientes lo mismo y hablas con
la gente igual y usa las mismas palabras, si lees el mismo periódico
que has leído toda tu vida, si ves el mismo canal de televisión
porque es lo que has hecho toda tu vida y vas al trabajo por la
misma ruta de siempre entonces todo será como ha sido toda tu
vida, todo será igual.
2+2+2+2=8
Si quieres un nueve tendrás que cambiar algo para que el
resultado sea distinto.
Ahora vamos a ver cómo vamos a aplicar esto en tu vida.

Si los números que suman 8 representan tus creencias, verás que


habrá que cambiar algo en el terreno de las creencias para que el
resultado sea diferente.
Pasemos al siguiente capítulo donde te voy a exponer las 120
creencias más típicas de nuestro entorno. Los 120 programas que
tenemos que limpiarnos para poder llegar más a la abundancia.
Pregunta que debes responder: ¿Estoy dispuesto a cambiar
cosas de mi vida?
Capítulo 7: Las 120 creencias de la escasez.

Vamos a repasar las 120 creencias más comunes que nos


mantienen en la escasez. A medida que las leas te reconocerás en
alguna de las frases porque las has oído desde la infancia e incluso
porque tu mismo las has dicho sin embargo puede haber alguna que
esté grabada en tu inconsciente y que tu no puedes reconocer.
Piensa que desde niños nos están programando en todos los
sentidos. Te voy a explicar cómo ocurre eso:
Cuando somos niños, entre los 2 y los 7 años de edad nuestra
frecuencia cerebral es entre 4 y 8Hz que es prácticamente un
estado entre hipnótico y pre-hipnótico. Ese es el momento en que
todo lo que oyes queda registrado y acabará por ser “lo que tu
piensas” aunque nunca lo pensaste por ti mismo, solo lo heredaste
de escuchar a tus padres, hermanos, tíos, maestros, televisión, etc.

Cuando pasas de los 8 años tu cerebro comienza a vibrar en lo


que llamamos el consciente que es entre 8 a 12hz y aunque aún
eres programable ya no lo eres tanto por lo que oyes sino por lo que
experimentas.
En el primer período, el de los 2 a los 7 años es cuando se forma
lo que será tu personalidad y hoy sabemos que el 70% de los
programas en los primeros 7 años ¡son negativos!
En tu caso, si quieres saber qué programas llevas grabados en el
inconsciente solo tienes que mirar tu vida…. aquello que te llega
fácil, sin esfuerzo, sin sacrificio ni dificultad es que tienes un
programa positivo.

Por ejemplo, si se te da bien hablar en público, si tienes “el don de


la palabra” y eres articulado y tienes carisma… tienes un programa
positivo que te ayuda a mostrar lo mejor de ti.

Quizás de niño o niña escuchaste una frase alentadora que te


motivó a expresarte en público.
Si aquello que deseas no llega o llega con muchísima dificultad,
trabajo y sacrificio llevas un programa negativo.
Por ejemplo, si te cuesta proyectar tus pensamientos en palabras,
te da miedo mostrarte en público, sientes que no expresas de voz lo
que sientes y piensas… tienes un programa negativo que te detiene
de mostrar lo mejor de ti.

Quizás en la infancia escuchaste una frase que te hizo sentir


vergüenza o humillación y ahora tienes ese bloqueo

Estos programas residen en el inconsciente y hay numerosos


estudios que señalan que nuestro inconsciente controla del 95% al
97% de nuestras vidas y que solo estamos “en consciencia” de un 3
a un 5% del tiempo.
Terrible, ¿verdad?

Y lo que es peor, ese inconsciente del que hablamos, donde están


todos tus programas, es como una computadora muy potente que
puede procesar alrededor de 4 billones de bits de información por
segundo mientras que el consciente solo procesa alrededor de
2.000 bits de información por segundo.
Esto significa que si de niño, entre los 2 y los 7 años escuchaste
repetidas veces “en esta casa somos pobres pero honrados” y ahora
tú has decidido ser rico tienes un problema porque por más que
hagas esfuerzos en lograr tus metas ayudado por esa computadora
que procesa 2.000 bits de información por segundo la otra, la
grande, con sus 4 billones de bits por segundo seguirá recordándote
que en tu familia “somos pobres pero honrados” y hará todo lo
posible para que te mantengas fiel a ese concepto.

El consciente (la computadora pequeña) está activa alrededor de


una hora al día mientras que el inconsciente (la computadora
grande) lo está unas 11 horas.

No necesitas que te diga que la batalla está comprometida.


Pero no todo está perdido todavía ¡porque podemos cambiar los
programas de nuestro inconsciente!

Hablaremos de esto más adelante. Ahora vamos a repasar esos


120 Programas típicos que todos llevamos en mayor o menor
medida.

Es importante que entiendas una cosa cuando los vayas leyendo.


A lo mejor tú mentalmente dices: “Eso yo no lo creo. Pero no
importa aquí lo que piensas porque el Programa puede estar
trabajando en silencio en tu inconsciente sin que tú ni siquiera lo
sepas.
Por lo tanto, no los juzgues, no digas “yo eso no lo pienso” porque
a lo mejor no lo piensas conscientemente, pero si lo piensa tu
inconsciente.

Con muchas de ellas no resonaremos porque quizás no las


hemos oído jamás ya que esta lista es un resumen de varias
culturas y niveles sociales pero ¡seguro que has escuchado y dicho
más de una!

Vamos allá:

1. El dinero no es espiritual
2. El dinero es peligroso

3. Soy demasiado tonto para ser rico

4. Traiciono a mi clan

5. Es imposible que yo sea rico

6. No merezco tener dinero

7. No es intelectual ser rico


8. Merezco ser pobre
9. Ser pobre es mi castigo
10. La gente se va a aprovechar de mi

11. Me da vergüenza ganar dinero

12. Para ganar dinero me tengo que aprovechar de los demás


13. Me da vergüenza tener dinero
14. Me da vergüenza ser rico

15. Es imposible que todas las personas sean abundantes


16. No hay suficiente dinero para todos

17. No soy capaz de generar dinero


18. SI soy rico moriré solo
19. No es espiritual ser rico

20. Nunca voy a conseguir ser rico


21. Yo no tengo tiempo para hacer dinero

22. Siempre tengo mala suerte con el dinero


23. No soy nadie para tener dinero

24. Yo no sé de negocios
25. La vida de los ricos es muy aburrida
26. El dinero es para los listos

27. No sé vivir como un rico


28. El dinero corrompe

29. Me cuesta mucho ganar dinero


30. La economía no me permite ser rico

31. Me da vergüenza ganar dinero


32. Yo no puedo tener dinero

33. En este país no se puede hacer dinero


34. En mi profesión no se puede hacer dinero
35. Ser rico sale muy caro

36. Prefiero ser pobre y vivir tranquilo


37. Para ser rico hay que trabajar demasiado

38. El dinero es difícil/muy difícil de conseguir


39. Solo puedes hacer dinero ahorrando

40. El dinero es para los elegidos


41. Tengo que conformarme con lo que tengo
42. La vida es difícil y así hay que vivirla

43. No es de buen cristiano ser rico


44. Es mi castigo ser pobre

45. En esta vida no me tocó ser rico


46. Yo he venido al mundo a sufrir
47. Yo merezco ser pobre

48. A la gente no le gustaría que yo tuviese dinero


49. Si tengo dinero me robarán

50. Si tengo dinero pagaré más impuestos


51. En realidad, no quiero ser rico

52. Soy demasiado perezoso para hacer dinero


53. Los ricos nunca son honrados

54. Cuanto más dinero tienes más problemas tienes


55. Los ricos son unos hijos de puta

56. Para que haya ricos tiene que haber pobres


57. Yo no merezco nada
58. El dinero me puede convertir en una mala persona

59. Es más noble ser pobre


60. Dios prefiere a los pobres

61. Tener dinero es ser avaricioso


62. Yo no puedo ahorrar para ser rico
63. La avaricia rompe el saco

64. Es pecado tener dinero


65. El dinero es la raíz de todo lo malo

66. Me gusta ser una víctima


67. El dinero lo maneja el diablo

68. Todos los ricos son odiados


69. No quiero vender mi alma para ser rico
70. Odio a los ricos

71. Yo no sé recibir
72. El dinero solo da problemas

73. Si quiero más riqueza es que no soy agradecido por lo que


tengo

74. Disfruto siendo pobre


75. Si soy rico perderé a mis amigos
76. Para hacer dinero hay que tener dinero

77. Para hacer dinero hay que saber invertir

78. Nací pobre y me moriré pobre


79. Si no tienes contactos no puedes hacer dinero

80. Cuando naces en un país pobre te toca ser pobre

81. Me gusta quejarme de no tener dinero


82. Con lo que yo gano nunca seré rico

83. En realidad, no quiero ser rico

84. En realidad, no sé cuánto dinero quiero ganar

85. Si tuviera más estudios sería más rico


86. El dinero me hace sentir sucio

87. Si tuviera dinero tendría miedo a perderlo

88. No sabría qué hacer si tuviera mucho dinero


89. Mis padres me enseñaron que ser avaricioso es malo

90. He hecho votos de pobreza en esta/otras vidas

91. No necesito ser rico

92. Dios no quiere a los ricos


93. La vida de lujo no es para mi

94. Si soy rico me pueden secuestrar

95. Si soy rico la gente solo me querrá por mi dinero


96. No hay que tener dinero para ser rico

97. El dinero es lo más sucio que hay

98. Soy pobre porque eso es lo que me merezco

99. Gano bien pero el dinero se me va


100. Ganar dinero no es mi meta en la vida

101. No quiero ser el más rico del cementerio

102. Para ganar dinero hay que arriesgarse demasiado


103. Solo ganan dinero los que vienen de familia rica

104. Dios me castigará si gano mucho dinero

105. Las cosas caras solo las compran los tontos

106. Este libro de Abundancia Extrema no me va a servir de nada


107. Soy demasiado joven para ser rico

108. Soy demasiado viejo para ser rico

109. Las mujeres no podemos ser ricas


110. La gente va a sospechar que yo tenga dinero

111. El dinero me da miedo

112. Ser rico me da miedo


113. Las personas creyentes no debemos pensar en el dinero
114. La culpa de la pobreza es que hay muchos ricos

115. Todos los ricos son ladrones


116. Solo robando puedes hacer dinero

117. Mi familia siempre ha odiado a los ricos

118. Cuanto más gano más gastos tengo


119. El dinero nunca me va a alcanzar para lo que necesito.

120. Nuestra familia trabaja para los ricos.

Ya hemos visto las 120 creencias más típicas que nos bloquean y
no creas que solo te bloquean a ti, a mí también y yo me las sigo
trabajando exactamente igual que tú.

Y para hacer eso necesitamos trabajar a nivel del consciente de


una manera efectiva.

Recuerda que tenemos que cambiar la forma de pensar para que


cambie la fórmula del 2+2+2+2 y podamos convertir el 8 en un 9 y
más adelante en un 10.

Entonces, la forma de pensar que quiero que cambies es creer


que la abundancia se genera fuera de ti (en el mundo externo) y que
tu trabajo es luchar para atraerla hacia ti.

En realidad la abundancia nace dentro de ti y tu trabajo es


expandirla hacia el mundo.
Si, ya sé que es un poco distinto a lo que te han enseñado. Hasta
ahora creías que los gobiernos imprimen el dinero y que si trabajas
muy duro un poco de ese dinero llegará hasta ti.
Pues no. El dinero lo “imprimes” dentro de ti y se lo das al mundo.

Mira, no eres abundante porque tengas una bonita casa, tienes


una bonita casa porque eres abundante.
¿Se entiende? Primero, en algún lugar de tu mente la fórmula
pasó de “8” a “12” y entonces llegó la casa bonita.

Otra cosa que quiero que hagas, aparte de entender que la


abundancia no es externa sino que existe dentro de ti y tienes que
expresarla, es que cuantifiques esta abundancia.

Recuerda que te di un ejercicio donde ponías cuánto dinero te


merecías, cuánto dinero sentías que podías ganar y cuánto dinero
querías ganar. Bien, revisa esa lista. Esas cifras que escribiste
seguramente han cambiado ya como resultado de lo que llevas
leído.

Bueno, hayan cambiado la cifra o no ahora es el momento de


definir cuánto dinero quieres ganar para por fin definirte como una
persona abundante. Como te he dicho, en las formaciones SAAMA
todos levantan la mano cuando pregunto si quieren ser ricos, pero
nadie me dice las cifras exactas que necesitan tener para
considerarse a sí mismos como personas ricas, como personas
abundantes.
Es como preguntarle a la audiencia si quieren viajar y todos dicen
que sí y cuando preguntas a dónde quieren viajar nadie te lo sabe
decir.
Entonces éste es el momento en el que tú tienes que decidir si
quieres viajar y tienes que decidir a dónde quieres viajar.

Es tu momento de decisión.
A todos nos cuesta mucho ponerle precio a nuestra riqueza, a
todos. Así es que te voy a dar la respuesta correcta para que no
estés todo el día, o toda la tarde, o toda la noche dándole vueltas a
cuánto quieres ganar.

La respuesta correcta en este libro de Abundancia Extrema el


Corazón Millonario es “infinita”. ¡No te pongas límites!
Este es un libro de Abundancia Extrema y eso es Abundancia
Extrema. La cifra es infinita. No poner límite a la abundancia es lo
primero. Todo el mundo cae en esa trampa. Un millón ¿es ser
abundante? ¿5 millones? ¿10 millones? ¿100 millones? No tiene
ningún sentido, que llegue lo que tenga que llegar.

Primero hay que estar dispuesto a recibir infinito y después ese


infinito se ajustará a ese marco, ese espacio en el que cada uno
tenemos permitido movernos.

Ese concepto de infinito es el que nos va a llevar al extremo


máximo dentro de ese espacio.
Ok, entonces nada de cifras vamos a recibir lo que es el infinito.

Hemos visto que la abundancia se genera dentro de ti, que no hay


que traerla de fuera.
Hemos visto que nadie es responsable de lo que no tienes más
que tú, que no es responsable tu familia, ni tu pareja, ni tus
circunstancias ni el país en el que vives, solamente eres
responsable tú.

Y hemos visto que a la abundancia extrema no se le pone límites,


es infinita.
Pregunta que debes responder: ¿Entiendo que Abundancia
es no poner límites a lo que puedo recibir? ¿Qué son mis
Creencias las que me limitan?
Capítulo 8: Abundancia no significa recibir,
significa dar.

La abundancia no tiene que venir a ti, sino que tiene que salir de
ti. No se trata de recibir, se trata de dar. Si quieres ganar mucho
dinero, antes tienes que dar. Cuanto más des y a cuantas más
personas mejor, más réditos tendrás. Más te dará a ti el Universo.
Recuerda que abundancia no es sólo dinero. Si tienes dinero,
aunque tengas poco, da. Da buenas propinas, ayuda con el dinero a
la sociedad protectora de animales, lleva un regalo a casa de tus
amigos cuando vas a cenar, invita tu el próximo café, regala la ropa
que ya no usas...
Pero no es solo dar dinero, también puedes dar felicidad, dar
compañía, dar apoyo, dar consejo, dar amistad.

Tu riqueza se incrementará notablemente cuando dedicas parte


de tu tiempo a ayudar a los demás.
Si quieres poner un negocio te aconsejo que tu principal actividad
económica esté relacionada directamente en resolverle los
problemas a los demás y los demás te van a dar su dinero en
agradecimiento, porque todos estamos dispuestos a pagar cuando
te resuelven un problema.
Por tanto la dedicación tuya a resolver los problemas a los demás
tiene que ser una actividad importante en tu vida pero también te
tiene que llenar espiritualmente. El egoísmo no es la llave para tener
más.

Vamos a suponer que has creado tu primer millón de euros. Si


piensas “bueno, me retiro, ya no trabajo más, que se vayan todos al
carajo” no estas en el camino correcto. Significa que no te gustaba
tu trabajo. Se trata de que hagas algo que te haga feliz. Eso es parte
de la abundancia extrema. Ser feliz en lo que haces. Por lo tanto,
busca una actividad en la que ayudes a los demás y que al mismo
tiempo te haga tan feliz a ti que si tuvieras varios millones, no
dejarías de hacerlo.
Ahora te voy a dar otro concepto, otra pieza del rompecabezas.

¿Sabes por qué mucha gente vive en la escasez pudiendo vivir en


la abundancia?

Porque les encanta ser víctimas.


Es otro de los programas que nos han hecho aprender desde
niños y es muy potente. De niños, ser víctimas era la manera
perfecta de llamar la atención de los adultos y se nos ha quedado
dentro ese programa porque funciona muy bien. ¡Pobre de mí! No
llego a final de mes. Victimismo para poderlo decir a los demás y
llamar la atención de los demás como cuando éramos niños.

¡Pobre de mi! trabajo como una mula y no tengo nada. Ahí está
otra vez ese victimismo. ¡Pobre de mí! Mis vecinos tienen más que
yo. Siempre ese victimismo.

¡Pobre de mí! Si fuera más inteligente hubiera logrado el éxito o


¡pobre de mí! si hubiera tenido más estudios, entonces estaría mejor
situado en la vida.

Si te fijas, el éxito ya lo lograste. Has entregado la abundancia a


cambio de dar pena y disfrutar como víctima y lo has logrado. Eso
también es abundancia. Lo dijimos al principio del curso.
Abundancia es abundancia; abundancia de salud, abundancia de
enfermedad. Pero sigue siendo abundancia.

Hay que enfocarnos en el tipo de abundancia que queremos


tener. Lograr algo ya es tener éxito. Y por tanto todo el mundo es
exitoso porque todo el mundo logra lo que quiere.
Yo que me dedico a ver clientes en mi consulta veo cantidades
enormes de dolores, enfermedades, síntomas y síndromes. Tener
una enfermedad para dejar de ir a trabajar es todo un éxito.
Imagínate, esa persona ha logrado convencer a una máquina
perfecta de salud extremamente compleja y maravillosa como es el
cuerpo, para que se enferme y poder dejar de ir a trabajar. Todo un
éxito, un éxito rotundo.

Vamos a poner un poquito más de sal en la herida. Ser un


fracasado es ser un egoísta, porque el que triunfa puede ayudar a
los demás de mil maneras pero el que fracasa tiene la excusa
perfecta para no tener que ayudar a nadie.

Piensa ¿cuánta gente fracasa para no tener que ayudar a los


demás? Siempre hablamos del inconsciente. Si no entiendes que
todos somos uno y que la salvación es un trabajo de todos, te será
muy difícil crear abundancia, crear una abundancia sana.
Si tú eres abundante tienes los medios para ayudar a los que no
lo son. Nuestra labor es aliviar el sufrimiento si podemos. Si no
tenemos recursos estamos a salvo de tener que ayudar a los
demás.

Esto que te digo es muy triste, ya lo sé. He visto personas que por
esto y aquello se han quedado a cargo de unos padres mayores con
los cuales hay muchos problemas emocionales de la infancia sin
resolver. Esas personas han boicoteado su abundancia para tener
una excusa, a nivel inconsciente, para no hacerse responsables de
esos padres y con un poco de fracaso y un poco de victimismo
manipulan a los demás familiares para que otros se hagan cargo de
los padres.

El inconsciente es muy extraño, tiene vida propia, pero al ser un


lugar oscuro de nuestra personalidad la Luz de nuestra Consciencia
lo puede iluminar y hacer que cambiemos de comportamiento.

Piensa también que ser un fracasado o ser un mediocre cuesta


más esfuerzo que tener éxito porque el éxito es algo natural en el
ser humano y detenerlo y convertirlo en fracaso toma mucho trabajo.
Pregunta que debes responder: ¿Me hace feliz ayudar a los
demás?
Capítulo 9: El Efecto Espejo en la Abundancia y
otras cosas

Casi todo el mundo admira a los actores y a las actrices y a los


famosos en general por el glamur de sus personajes y por el dinero
que ganan y como viven. Quiero que te des cuenta de que cuando
admiras a alguien es porque aquello que ves fuera de ti tú ya lo
llevas dentro, si no te sería imposible verlo en los demás. Por eso te
digo que la abundancia está dentro de ti.
Tú con tu mente consciente ves a esas personas (y a todo el
mundo) como algo fuera de ti, algo externo, pero tu mente
inconsciente solo se ve a si misma reflejada en los demás.

Si tu admiras a alguien por algo determinado, ese “algo” lo tienes


que tener tu dentro de ti, de lo contrario te sería imposible verlo
fuera. El mundo entero es un maravilloso espejo que nos refleja lo
bueno y lo malo que está en nuestro interior.
Analiza qué es lo que te atrae de esos personajes que tu has
elegido y date cuenta de que ese “algo” que tu ya lo llevas dentro.
Todas las personas que ves son un espejo de tu inconsciente, son
un espejo de tu interior. Entonces, si todas las personas que veo son
espejos míos, las opiniones que yo tenga de ellos en realidad son
las opiniones que yo tengo de mí mismo.
Cuando veo un rico en la televisión o en el periódico y pienso,
aunque sea a nivel inconsciente, “a saber lo que habrás robado para
ser tan rico”, estoy hablándome a mí mismo y demostrando que creo
que no se puede hacer dinero sin robar.

Cuando veo a un pobre y pienso “es obvio que eres un inútil y por
eso eres pobre” estoy hablándome a mí mismo y demostrando que
creo que la pobreza está relacionada con ser un inútil y que yo me
siento un inútil y por lo tanto merezco vivir en la escasez.
Todo lo que tú estás pensando del otro lo estás pensando de ti.
Todo lo que tú juzgas en el otro, lo juzgas en ti. Tu inconsciente no
ve al otro, solamente se ve a sí mismo. Cuando yo juzgo a alguien
me estoy juzgando a mí mismo.
Deja hoy de juzgar la abundancia de los demás. Si quieres hacer
algo dales un buen aplauso en tu mente porque te estarás
aplaudiendo a ti mismo, estarás aplaudiendo a tu abundancia.

Bien, ahora quiero que agarres una hoja de papel y hagas dos
columnas; la columna A y columna B.

En la columna A vas a poner todo aquello que crees posible para


ti en base a cómo ves tu vida, tus ingresos, tus estudios, tu familia,
tus amigos, es decir en base a tu realidad actual. Todo lo que crees
que puedes llevar a cabo en tu vida, digamos que es un listado de
éxitos, de metas conseguidas para cuando tengas 65 años.
Aquí va un ejemplo:

Comprar un terreno y construir mi propia casa.

Tener un piso de verano en la playa.


Dar educación Universitaria a mis hijos.

Dejar de fumar.

Tener un buen coche familiar y un 4x4 para salir a la montaña.

Ir de vacaciones a Bora Bora.

Y En la columna B pones aquello que te gustaría pero que ves


difícil que se manifieste debido a quién eres, cuánto ganas, tu
entorno social, etc. Por ejemplo:
Que la casa que construya tenga una gran piscina.

Que mi segundo coche sea un Toyota de alta gama.


Visitar Bora Bora y también Hawaii y Australia.

Retirarme con un millón de euros ahorrados.

Comprar un buen piso a cada uno de mis hijos.

Tener un yate de 12 metros para salir a navegar.

Ahora piensa por qué crees que tu “personaje” puede lograr las
cosas de la columna A y no las de la columna B. ¿Qué diferencia
hay si todo es energía? ¿Si todo lo que existe son átomos vibrando?
Es exactamente igual un yate que una piedra, un gato que una flor,
un coche que otro porque todo son átomos, todo son moléculas,
todo es vibración.

Por lo tanto, la diferencia entre que esto sí lo puedo tener y esto


no lo puedo tener, es simplemente un concepto mental. La columna
A y la columna B están en tu mente. Tú has decidido ya lo que
puedes lograr y lo que no puedes lograr.

Tenemos que empezar a cambiar en la mente y darnos cuenta de


que un coche y otro coche son moléculas de hierro. Son moléculas
de hierro vibrando. No hay otra diferencia más que la que tú le
quieras dar.

Esto sí y esto no es simplemente el reflejo de tus creencias.

Bien, ahora vamos a hacer lo siguiente. Quiero que hagas otra


lista. Necesito que hagas una lista de las personas de tu entorno, es
decir, tu familia entera, tus amigos, los conocidos, digamos, más
cercanos, tus compañeros de trabajo, de profesión. Una lista de
todos los que te rodean y los vas a dividir también en dos columnas.

Quiero que pongas a todas las personas que tú sientes o crees


que te van a apoyar en tu nuevo camino en la columna 1 y en la
columna 2 vas a poner a todas las personas que sientes o crees que
se van a reír de ti, criticarte o decirte que te has vuelto loco, que
pongas los pies en la tierra y que dejes de soñar.
Ahora junto al nombre de cada persona de las dos columnas
dales una puntuación del 0 al 10 según qué tan abundantes son.

Mira la lista y saca tus propias conclusiones. Aquellos que sientes


que no te van a apoyar son obstáculos para tu grandeza y notarás
que generalmente son los menos abundantes. Y los que te van a
apoyar son tus aliados y también notarás que generalmente son los
más abundantes y felices.
Es un ejercicio duro porque en estas dos columnas aparecen
personas que te son muy cercanas pero que quizás te están
bloqueando la abundancia y habrá que tener eso en cuenta.
Hay que elegir. Hay que tomar la iniciativa. Hay que dar un paso
adelante. Tienes que decidir si sigues complaciendo a los que te
bloquean y seguir formando parte de su realidad o si te acercas más
a aquellas personas que te convienen para lograr la abundancia.
La abundancia tiene un precio. Tendrás que ver si estás dispuesto
a pagar el precio.
La abundancia es para los valientes.

Esas personas que admiras (los actores, actrices, políticos,


empresarios, deportistas, etc) son personas que tuvieron en más de
una ocasión que dar un paso adelante, tuvieron que dejar el miedo
atrás.

Son personas que más de una vez han caído, han fracasado, se
han decepcionado y frustrado, pero se han vuelto a levantar y han
seguido esforzándose por conseguir su sueño.

Finalmente, imagínate que ya tienes todo lo que quieres de la lista


que hiciste, la lista de la columna B.
Ahora, en este siguiente ejercicio vas a justificar todos esos
deseos. Por ejemplo, pusiste que querías un Toyota 4x4 de alta
gama. Estupendo. Ahora escribe por qué y para qué lo quieres. Por
ejemplo, “Quiero un Toyota 4x4 de alta gama porque me gusta
mucho salir de viaje y adentrarme en el campo. Me encantan los
coches. Creo que Toyota es muy buena marca y me durará mucho y
de alta gama porque me gusta mucho la comodidad”

Perfecto, esa es una buena explicación que te ayudará a entender


tus razones y también a los demás.
“Quiero un yate de 12 metros de eslora porque la sensación de
libertad que me da el mar no me la da nada y siempre he adorado el
mar. Siempre he sentido un alma marinera dentro de mí.”
No hay nada que discutir. Ve y cómprate el yate.

Vivo en una casa en el campo con unas vistas maravillosas,


porque siempre he adorado la paz y me encanta salir a pasear por
el bosque y a demás me encanta la jardinería.
Tengo un millón de euros en el banco porque voy a crear una
aplicación para móviles que va a permitir a las personas que tienen
problemas de movilidad a encontrar restaurantes y tiendas que
tengan rampa, que tengan los baños especiales para ellos, que
tenga parking específico, que tengan todo lo que ellos necesiten,
desde baños adaptados, ropa específica para personas que están
en silla de ruedas, o que están obesos, etc. Y necesito ese dinero
para desarrollar y lanzar esta aplicación para móviles y celulares.

Es importante que justifiques de verdad lo que quieres, porque si


tú no puedes en tu corazón justificar por qué quieres una casa
bonita en el campo te será muy difícil conseguirla y si lo haces será
a un gran precio, a un gran sacrificio.

Si tu crees que para mostrar tu éxito debes tener una casa en el


campo con jardín, pero en el fondo te importa un pepino la casa en
el campo con jardín y de hecho te gustaría más un apartamento en
mitad de la ciudad, con tiendas, restaurantes, supermercados y
cines cerca notarás que dentro de ti hay dos personajes: Uno que
quiere presumir de su éxito con símbolos estandarizados y otro que
quiere vivir feliz en la casa que de verdad desea.
Buscar la abundancia sólo para presumir no funciona. Buscar la
abundancia para tapar tus inseguridades no funciona. Buscar la
abundancia por que sí no funciona.
Ese es el camino que te puede lleva a la depresión, a la soledad y
a la tragedia, porque es un sueño de separación, de ser más que los
demás solo para sentirte distinto, es decir, separado.
Muchas personas acaban teniendo dinero porque tienen que
demostrarle a su familia, a la gente o a su pareja algo. Tú no tienes
que demostrar nada. Tú tienes que buscar la abundancia porque ya
la tienes de nacimiento, es tuya por derecho universal. Nada en el
Universo es carente, todo en el Universo es abundancia.
Buscar el éxito para sentirte distinto, diferente de los demás, es
realmente una justificación muy pobre y no es culpa tuya. Es la
forma en que nos han programado a todos. Porque no solo nos
programan con frases contrarias a la abundancia como las 120 que
hemos visto antes sino también a través de caricaturas, de series de
televisión y de películas desde que eres un niño o una niña hasta el
día de hoy.
¿Recuerdas a Rico Mac Pato de los de los dibujos animados de
Disney (en inglés le llaman Scrooge McDuck y me parece que en
Latinoamérica era Tío rico y en España Tío Gilito) bueno, pues era
el cabrón de la serie. Era el malo y curiosamente era el rico.
Desde Rico Mac Pato hasta el señor Burns de Los Simpsons las
caricaturas de niños están llenas de mensajes contrarios a la
abundancia.
Y tú te has pasado la niñez sin darte cuenta, viendo esas
caricaturas, sin saber que te estaban programando. Pero ahora lo
sabes. Ahora te das cuenta de que las cosas no son como tú creías
que eran.
Bien, y qué me dices de la serie Dallas que con sus 397 capítulos
fue una de las series más vistas en el planeta. La serie basada en el
libro “Los hombres de Dallas” escrito por Burt Hirschfeld cuenta la
vida de los Ewing, una familia super multimillonaria metida en el
negocio del petróleo (Ewing Oil) y por lo tanto muy influyente en el
estado americano de Texas. La serie transcurre en un rancho
llamado Southfork. Fue una serie vista en todo el mundo durante 14
temporadas y marcó a toda una generación de tele espectadores.
¿Recuerdas quién era el protagonista principal? Se llamaba (en la
serie) J.R. Ewing (que lo interpretó un actor llamado Larry Hagman
que murió en el 2012) y hacía del hijo mayor, mujeriego y sin
escrúpulos y caracterizado por la avaricia, el ansia infinita de poder
y de dinero.

Todo el mundo aborrecía a ese personaje y sin darnos cuenta


poco a poco nosotros empezamos a odiar a ese mismo personaje
que llevamos dentro y sin darnos cuenta terminamos pensando, a
nivel inconsciente, que no puede haber abundancia sin ser un J.R.
Ewing, es decir, una mala persona a la que todo el mundo aborrece.

Quizás te ha venido a la mente otra serie llamada “Dinastía” con


la familia Carrington de temática similar y muchas otras más
incluyendo películas como “Wall Street: el dinero que nunca duerme”
o “El Lobo de Wall Street” o el “Conde de Monte Cristo” o “Un
Cuento de Navidad de Dickens”
Y de la religión mejor no hablar. “Bienaventurados los pobres
porque de ellos será el reino de los cielos, ¿de verdad? La frase de
Jesús significó originalmente “carentes de Ego” pero a la Iglesia ya
le fue bien darle ese significado de pobreza económica para que no
te quejes y sigas tirando hacia adelante como puedas con la
esperanza de que Dios te deje entrar a su Reino porque has sabido
ser pobre.
Porque ser pobre toma tanto esfuerzo y sacrificio como ser
abundante.
Todas estas cosas que he mencionado han ido creando en tu
mente una visión distorsionada de lo que significa tener dinero.
Desde las letras de las canciones mexicanas hasta los clásicos de
la literatura Universal nos va la sociedad programando para sentir
que ser pobre es mejor que ser rico… ¡aunque nos pasemos el día
comprando revistas de cotilleo para ver cómo viven los ricos!

En todas las épocas los mensajes en contra de ser rico han sido
los mismos y eso nos ha ido programando y es hora de tomar
conciencia y decir no, las cosas no son así. Hay muchos ricos
cabrones y hay muchos pobres cabrones. Ser buena o mala
persona es independiente de tu nivel de vida.
Como los ricos salen en los medios de comunicación con sus
escándalos y esas cosas es más fácil juzgarlos que a los pobres de
los que nadie sabe nada pero como miembros de la especie
humana somos todos iguales.

Solo recordarte cuantos dictadores asesinos no han provenido de


la clase baja como Benito Mussolini o de la clase media como Adolf
Hitler.

Si quieres ver los estragos que ha hecho la programación en tu


entorno pon atención a las conversaciones de tus familiares y
amigos en las comidas o reuniones. Escucha, juega a que eres un
detective buscando a las personas que hablan negativo sobre el
dinero y que hablan negativamente de los que tienen dinero y te
asombrarás.

Verás que hay una gran cantidad de personas a tu alrededor que


se pasan el día quejándose de la vida y comentando las desgracias
que ven en las noticias y que oyen en la peluquería, comentando
que a éste lo robaron, que el otro se murió, que aquél tuvo un
cáncer, que aquél lo dejaron, que aquel es un cornudo.

Siempre esa negatividad, que si la vida está muy cara, que el


vecino del quinto está enfermo y sus hijos pasan de él, que si la
crisis económica nos va a llevar todos al carajo, que si la corrupción,
que si la política va fatal, accidentes, robos, asesinatos.

¿Cuántos amigos y familiares se sientan a hablar de cosas


positivas, de qué yate se comprarían, de cómo diseñarían su
piscina, de que línea aérea tiene la mejor clase Business de si es
mejor Bora Bora o las Seychelles?

Y ahora es cuando piensas ¿de qué voy a hablar con mis amigos
y familiares cuando tenga que elegir que modelo de yate me
compro? ¿Tendré algo de qué hablar con ellos? ¿Y si hago como
Veturián dice y me alejo de los que viven y defienden la escasez no
estoy traicionando a mi clan?

La respuesta es si.

La respuesta es la abundancia tiene un precio.


Ahora es el momento de aceptar tu vida tal y como es y dejar de
lado este libro o decidir que es el momento de aceptar que si algo
no cambia en la fórmula 2+2+2+2 siempre te seguirá dando 8.
Tienes que estar seguro de que vas a poder soportar frases
como:

“Hay niños muriéndose de hambre y tú comprando ropa de


marca”

“Te han tomado el pelo, mi reloj también da la hora y cuesta la


mitad”.
“La mona, aunque se vista de seda, mona se queda”

“Hay cosas más importantes que el dinero, ¿sabes?”

“Es que acaso te avergüenzas de tu familia”


Vas a ir recibiendo muchos ataques encaminados a ir minando tu
fortaleza hasta que te derrumbes. Te vas a tener que enfrentar a
frases que están construidas por el inconsciente de los demás para
hacerte a ti sentir culpable. Aunque en realidad el que las pronuncia
se las está diciendo a sí mismo, porque tú eres su espejo.
Es muy fácil; si yo no valgo nada yo quiero que tú no valgas nada
para que los dos estemos al mismo nivel y no me estés reflejando a
mí todo el tiempo algo que yo ya sé pero que no quiero aceptar.
Porque si tú triunfas, si tú tienes éxito me estás poniendo un espejo
delante que me hace ver mi fracaso, mi propia frustración.

Recuerda que los demás, igual que tú, reaccionan desde el


inconsciente. No hay culpables. No puedes ir a tu familia y decirles
que tienes escasez en tu vida porque ellos te programaron así, que
es su culpa.

Todo lo que tienes que hacer simplemente es darte cuenta, entrar


en consciencia, descubrir de donde vienen tus programas y muchas
veces solo eso logra milagros porque te libera de mucha carga
generacional.

En un trabajo llamado el proyecto Atlas de Oportunidades, de la


Fundación Felipe González, publicado por el diario El País en el
2021 se muestra algo obvio, que la desigualdad se hereda. Como es
lógico un joven de familia rica tendrá más oportunidades de
estudios, de viajar y finalmente más conexiones laborales pero
también hay que tomar en cuenta la forma de hablar de su familia en
temas como el dinero o la riqueza.

En mi caso no es que esa forma de hablar fuese distinta, es que


en mi casa jamás se hablaba de dinero, era tabú y si se mencionaba
a alguien con dinero siempre le seguía un adjetivo malsonante.
Como te imaginas si tu ves que tus padres desprecian a las
personas abundantes y tu quieres gustarles a ellos que al fin y al
cabo son tus padres, debes hablar, actuar y pensar igual y
sobretodo ¡no convertirte en alguien abundante!
Ahora quiero que mires tu entorno, que mires de dónde vienen las
frases, quiénes te han influido en tu familia y quiénes son
abundantes y quiénes no lo son.

En tu próxima comida familiar di algo sobre tener inversiones en


la bolsa y escucha la respuesta. Fíjate si hablan de manera positiva,
con interés, con curiosidad o si mencionan que la bolsa es cosa de
ricos, o solo para gente importante que sabe de finanzas o si es
cosa de gente sin escrúpulos o lo que sea.

Tú simplemente escucha. Pregunta a los miembros de tu familia o


amigos cercanos si han averiguado o han estudiado cómo invertir
dinero en la bolsa. Pregúntate si estás rodeado de gente que piensa
en cómo invertir, en cómo ganar, en cómo poner un negocio, en
cómo multiplicar la abundancia, en cómo ayudar a los demás o si
estás rodeado de gente que tiene una idea negativa del dinero, un
cierto rechazo a ser abundante y a la gente que es abundante.

Estudia tu entorno porque tú eres parte de ese entorno y para


poder cambiar la fórmula de 2+2+2+2 = 8 a lo mejor habrá que
hacer una toma de conciencia sobre el entorno en el que estás.
Escucha lo que se dice en las comidas o en las reuniones sobre
ahorrar dinero. Yo te pregunto ¿has crecido en un entorno de gente
que guarda porque tienen miedo al futuro o de gente que guarda
para poder invertir?

Hay gente que crece en ambientes donde se guardan los cupones


de descuento del supermercado porque el litro de leche es más más
barato el miércoles o que esperan a ir al cine los jueves porque es
más barata la entrada.

La lista de preguntas que puedes hacerte sobre cómo te


influencia tu familia, tus amigos y tu entorno laboral es muy grande,
muy larga, pero creo que ya entiendes de qué va.

Se trata de que mires si la relación entre el dinero, lo que es


ganarlo, hacer que crezca y gastarlo, está relacionado con miedo a
que no llegue, miedo a perderlo o si hay “abundancia mental” en tu
entorno.

Hay gente que siente culpabilidad por tener dinero y que siente
culpabilidad por gastarlo.

Hay gente que siente placer por tener dinero y que siente placer
al gastarlo.
Tú tienes que elegir a qué grupo perteneces.

Te voy a dar un ejemplo personal. Debido a mi pasión por enseñar


SAAMA por el mundo me toca viajar mucho. Son viajes de ida y
vuelta desde España a Latinoamérica y a Estados Unidos. Los
pasajes de avión normales cuestan de promedio unos 1.300 euros,
más o menos.
Tengo amigos que también viajan a esos países y encuentran
pasajes por 700 euros después de estar tres días buscándolos por
internet.
En vez de ir directos a la Ciudad de México se van a Italia y a las
4 de la mañana agarran un avión que los lleva a Egipto y desde
Egipto hacen escala en Panamá y llegan dos días después hechos
una piltrafa y entonces se ponen a trabajar.

Lo que yo hago es llamar a mi asesor en Air France y compro


pasajes en Business el día que quiero a la hora que quiero. Me
cuestan 3.000 euros de promedio o sea que en un viaje de 10 horas
pago 300 euros la hora de vuelo.
Ahora que has leído esto te pregunto, ¿qué has sentido dentro de
ti? ¿Te sentirías culpable por gastarte 3.000 euros en un viaje de 10
horas?
¿Sabes que dice la gente “normal”? Que es una idiotez gastarte
ese dinero en un viaje de 10 horas. Que 10 horas se aguantan de
cualquier manera, en cualquier asiento.
Entonces ¿por qué lo hago yo?

Te diré por qué.


Cuando llego al aeropuerto me atienden en un mostrador rápido
sin hacer cola. Subo primero al avión. Arriba de mi enorme y
cómodo asiento tengo todo el espacio del mundo para mi maleta de
mano. Siempre hay espacio para mis bultos de mano. Mi monitor de
entretenimiento es enorme. Mi asiento se reclina como yo quiero
hasta estar totalmente horizontal. Me dan unas zapatillas, unos
calcetines y un neceser con cepillo, peine, pasta de dientes,
bolígrafo, cremitas, etc. Me reciben con champagne o zumos (tantos
como quiera) y me ponen mantel y cubiertos de metal para
desayunar, comer o cenar. Puedo pedir el vino que quiera y escojo
la comida de un menú que muchos restaurantes quisieran tener. Me
dan a escoger distintos tipos de panes. Pido café expresso y me lo
hacen. No hago cola para ir al baño. Tengo un casillero para guardar
mis cosas y muchos compartimientos alrededor de mi espacio. Me
dan auriculares de verdad, como los que tengo en casa. En vez de
23 kilos de equipaje puedo subir el doble. El capitán sale a
saludarme. Las millas que acumulo por vuelo son el doble de las
normales así es que tengo vuelos gratis cada año. Viajo como un
rey. La persona que hay delante de mi no me puede molestar con el
respaldo de su asiento ni yo a la que llevo detrás, duermo acostado
y al llegar soy el primero en bajar del avión. Llego descansado y feliz
a trabajar.
Siento que todo eso me lo merezco. ¿Me lo merezco más que los
demás? ¡No! ¡Todos nos lo merecemos!
El punto interesante aquí es el siguiente. Si no tienes el dinero
para ir en primera no pasa nada o quizás sí lo tienes pero te es más
importante invertirlo en un negocio que estás por realizar, construirte
una casa o viajar a las islas Bora Bora. Perfecto. El problema nace
si tienes dinero pero no lo usas porque tienes miedo a quedarte sin
él o porque ves el viajar en primera desde la misma óptica de “no
merezco” que el resto de la gente de la caja.
Nadie que se sabe merecedor y abundante dejaría de vivir bien
por imitar los pensamientos del resto de la gente. Si piensas como
ellos acabarás como ellos.
Para que veas como “merecer” es un concepto mental y no una
realidad te contaré que estaba un día hablando con un conocido que
me decía que gastar en un billete de primera para un viaje de 9
horas era una reverenda tontería pero que si el viaje durara 15
horas entonces ya se lo pensaría.

Esa persona estaba atrapada en algoritmos de la caja. En buscar


una excusa que tuviera cierta lógica. Te diré un secreto, yo viajo en
primera hasta en los vuelos de Barcelona a París que duran una
hora y media. Yo merezco no a partir de unas horas de vuelo, yo
merezco en cada minuto.
El concepto es “me lo merezco” y si puedo pagarlo lo hago. Un
día rompí las cadenas de la culpabilidad con las que me ataban los
fantasmas de mi familia, de mi entorno, de mi educación.
Mi familia hubiera dicho que podría haber ahorrado ese dinero
para el futuro, por si acaso. Es decir, proyectaban su miedo al futuro
y lo proyectaban en mi. Yo no tengo miedo al futuro. Sé que el
Universo es abundante y yo soy uno con el Universo.
Nuestra abundancia es directamente proporcional al nivel de
autoestima que tenemos de nosotros mismos. Y puesto que yo me
quiero mucho eso se refleja en mi mundo.
No dejes que la gente te diga que no vales nada y que por lo tanto
tu mundo tiene que ser un mundo que no vale nada.
Mira, la primera vez que yo volé en primera clase tendría como 30
años y me lo pagó una empresa. Volé con British Airways desde
Bombay en la India hasta Londres. Y te voy a confesar una cosa, te
diré lo que sentí en ese viaje; me sentí muy agradecido de que las
circunstancias me permitieran la experiencia, pero me sentí muy
raro. Me sentí como que me había colado en un mundo al que no
pertenecía. Me sentía culpable de estar sentado allí. Sentía que los
demás me miraban raro, como diciendo: “Bueno, y éste ¿qué hace
aquí? ¿Cómo es que lo han dejado entrar?”
Es fácil ver que en esa época yo estaba todavía atrapado por los
paradigmas heredados de mi entorno. Yo sabía que existía “primera”
pero nunca tuve interés ni es saber cómo era ni cuánto costaba
simplemente porque yo era el mendigo sentado en la acera viendo
pasar la limusina. No estaba en mi realidad. Sin embargo, en esa
ocasión el destino me hizo probar la dulce miel de la abundancia.
Nunca más creí que volvería a vivir esa experiencia porque pensaba
que sería demasiada casualidad que las cosas se volvieran a dar.
Verás, yo estaba haciendo un trabajo de fotógrafo de prensa en la
India y la revista que me contrató me quería de vuelta
inmediatamente en Londres y no había billetes en turista así es que
me pusieron en primera.

La segunda vez fue casi 15 años más tarde. Había ido a México
con mi equipo para dar un curso SAAMA. Volé desde Barcelona a
México sentado atrás, en un asiento estrecho, sin poderme mover,
rezando para que el pasajero de delante no reclinara su asiento.
Realmente odiaba esos vuelos. Se me hacían interminables y super
incómodos. Pero ese viaje coincidió con que era mi cumpleaños y
entonces pensé en hacerme un bonito regalo a mi mismo y cambié
el pasaje de regreso a España por uno de primera clase.

Entré al avión y me senté en mi asiento. Mire a mi alrededor. Mire


la cabina. Mire a la gente, mire a las azafatas. Miré por la ventanilla
y volví a mirar la cabina. Cerré los ojos y sentí muy dentro de mí que
estaba en el lugar correcto. Que ya había llegado al sitio que me
correspondía. No me justifiqué, solo lo acepté.
Comparé lo que había sentido años atrás y noté una enorme
diferencia. La primera vez estaba agradecido por poder atisbar un
mundo que me era ajeno. La segunda vez sentí que ya pertenecía a
ese mundo.
Y me prometí a mi mismo que mi vida iba a ser así de ese
momento en adelante. Y nunca más he volado en turista, ni siquiera
en un viaje corto de los que hago de Barcelona a Dublín, o de
Barcelona a Holanda, o de Barcelona a París. Yo siempre voy en
Primera.
Ese cambio de mentalidad, ese “click”, ese decir “basta”, ese
reconocerme y amarme ha sido tan magnífico en mi vida que ha
afectado la vida de otras personas. Por ejemplo, como siempre viajo
con mi pareja pues ella también va ahora en primera y en varias
ocasiones hemos llevado a todo mi equipo de colaboradores en
primera. Y no lo ha pagado mi empresa, lo he pagado yo de mi
bolsillo y pocas cosas en la vida me han hecho tan feliz.

La decisión de cambiar mi vida también afecta a la gente de mi


entorno.

Ahora te toca a ti.


Pregunta que debes responder: ¿Me merezco la abundancia?
Capítulo 10: Pensar fuera de la caja.

A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que la mirada de la


Abundancia es la mirada fuera de la Caja.

Es hacer y pensar distinto.


¿Qué haría una persona de la Caja que quisiera poner una
peluquería? Buscar un local que estuviera bien de precio, poner un
letrero que dijera por ejemplo “Peluquería Bella Vista”, visitar otras
peluquerías para ver cuánto cobran, establecer unos precios un
poco más bajos para ser competitivos, conseguir una gama de
productos de belleza que no fuesen muy caros para venderlos y
poder ganar un extra, comprar unos muebles bonitos de Ikea,
pintarlo todo bien y hacer una semana de descuento al 50% para
atraer clientes… ah si! Y abrir una web porque todo el mundo la
tiene.

Hasta aquí todo perfecto.


Ahora pensemos: ¿qué haría una persona fuera de la Caja que
quisiera poner una peluquería? Buscar el mejor local posible, aquel
que está frente a la parada del autobús o de camino al mercado o
cerca de un gimnasio, aunque sea más caro. Poner un letrero que
dijera, por ejemplo: “Tú lo vales”, visitar otras peluquerías para ver
cuánto cobran y establecer unos precios un poco más altos porque
vamos a dar más calidad y buscamos una clientela más selecta. Eso
enlaza con el nombre del negocio: “Tú lo vales”. Conseguir la mejor
línea de productos de belleza, productos selectos. Poner muebles,
pero nunca baratos, aunque haya que poner menos. Pintar todo el
local de cualquier color menos del color que hayan usado las demás
peluquerías cercanas y como promoción de apertura regalar un libro
sobre cuidados personales. También abriríamos una web donde
daríamos un PDF gratuito con consejos sobre el cuidado del pelo a
cambio de “atrapar” el email del cliente y poderle escribir un boletín
mensual con noticias sobre el mundo de la moda, la peluquería,
dietas, ejercicios, etc.
¿Algo más? ¡Claro que si! Zapatillas desechables para que las
clientes estén cómodas (las mujeres son felices cuando compran
sus zapatos, pero también son felices cuando se los pueden quitar
un rato) una buena máquina de Nespresso para ofrecerles cafés
gratuitos además de tés, galletitas de buena calidad sin azúcar,
leche desnatada y leche de soja.
¿Algo más? ¡Claro que si! Una pantalla de televisión en la sala de
espera con pases de moda. Unos baños que parezcan de un spa,
nada de toallitas de papel sino de tela, de esas blancas y pequeñas
enrolladas como la de los balnearios, así como buenos jabones
perfumados.

¿Quieres que siga? Un rincón para que los niños pequeños se


entretengan, libros interesantes en la recepción en vez de revistas
de cotilleo, separadores entre asientos para un poco de intimidad
durante el corte de pelo (en las peluquerías de mujeres puedes ver
cosas que nunca más podrás olvidar), quizás una sección pequeña
para que los hombres esperen a su pareja. A las clientes se les
puede ofrecer un ipod con auriculares para oír música y un sistema
de pelucas con distintos cortes para que se hagan una idea del
resultado final. También podemos poner una fuente de agua con un
Buda o una pecera con peces de colores… puedo seguir hasta que
te aburras.
¿Para qué quiero vender un reloj de plástico si puedo vender un
Rolex de oro?

Y no, no es más arriesgado que poner la típica peluquería porque


la gente esta cansada de comprar siempre lo mismo, ¡quieren cosas
nuevas!

Te aseguro que el segundo ejemplo no es más caro que el


primero, quizás un 20% pero te ofrece un 100% más de
posibilidades de éxito.
Si quieres abundancia, tienes que hacer las cosas distintas.
Recuerda, 2+2+2+2=8

Y esta forma de pensar tienes que aplicarla a todo lo que hagas


en la vida. A todo.

Ahí te va otro ejemplo. ¿Recuerdas que te mencioné al principio


del libro la masía que yo había conseguido? Recuerdas que no la
pude ir a visitar porque salía de viaje a Hawai? Pues mira, hay
quienes van a Hawaii a casarse o de luna de miel. ¿Sabes a qué fui
yo? Fui con mi expareja porque nos estábamos separando. Yo le
había prometido que la llevaría para su cumpleaños y la llevé.
Tomamos 8 aviones en total y todos en primera. Yo invité a los
aviones, los mejores hoteles, las comidas, el viaje en helicóptero, los
regalos y los caprichos. Y tú preguntarás ¿para qué invertir ese
dinero en algo que ya no tenía futuro? Pues para tener un recuerdo
digno de un rey. Yo sé que podía guardar ese dinero para otra cosa,
pero dime tú ¿qué otra cosa? ¿Hay algo mejor que un lujoso viaje a
Hawaii con la persona con la que has compartido muchos años de
tu vida? Han pasado ya un tiempo desde ese viaje y cada vez que lo
recuerdo sonrío. Llevo años sonriendo así es que valió la pena. Ser
abundante de corazón es algo que le gusta al Universo.

Si los demás quieren divorciarse en los tribunales que lo hagan.


Tu haz las cosas distintas.

¿Y si guardaba ese dinero para el futuro? Por si acaso. ¿Por si


acaso qué? Sé que soy merecedor del mejor futuro posible y que
merezco lo mejor en cada momento y por lo tanto, si yo merezco lo
mejor en cada momento, tú también mereces lo mejor en cada
momento. Es así de fácil. Porque tú y yo somos iguales.

“El dinero del viaje a Hawaii se lo podías haber dado a los pobres”
te dicen los de la caja para activar tu culpabilidad. Yo no tengo
ninguna culpabilidad, ¿sabes por qué? Porque ese dinero que me
gasté en el viaje a Hawaii lo gané ayudando a los demás. Por eso
es tan importante que tu máquina de la abundancia se nutra de
ayudar a los demás. Porque así no dejas abierto el flanco de la
culpa por donde te pueden atacar.

Tienes que pensar siempre fuera de la caja. La caja es donde vive


todo el mundo, dando vueltas ciegamente, se dan un golpe con una
pared, con la otra, con la otra, y nunca miran más allá. Solo esperan
morirse para liberarse de la caja.
La gente de la caja no entiende que todo acto es neutral. Es sólo
cuando lo filtramos a través de nuestras creencias que
dictaminamos si es bueno o malo. Y eso siempre según nosotros.
Gastarte el dinero en un buen coche, unas vacaciones o un viaje
en primera no es ni bueno ni malo. Es un acto neutral. Es la persona
que recibe esa información y la filtra a través de sus creencias la
que dictamina si, para él o ella, es bueno o malo. Con cambiar las
creencias estas a salvo.
Y ahora pregúntate: ¿Qué he hecho últimamente dentro de mis
posibilidades económicas para mi, para sentirme bien, para
premiarme? Saberte premiar dentro de tus posibilidades
económicas es muy importante. Si todo es esfuerzo y sacrificio y no
hay premio… que lo haga otro.

Ahora estudiaremos la Ley del 80/20 que de tan sencilla parece


imposible que funcione pero funciona muy bien. Esta Ley también es
conocida por la Ley de Pareto en honor a su descubridor Vilfredo
Federico Pareto (1848-1923) que fue unos de esos personajes
multifacéticos que estudió para ingeniero, pero se dedicó también a
la filosofía y a la economía.

Esta ley busca que obtengamos los mayores logros con el mínimo
de esfuerzo y dice que “Aproximadamente el 80% de las
consecuencias provienen del 20% de las causas”.

Si tuvieras una empresa podrías investigar si el 80% de todo lo


que vendes proviene del 20% de tus clientes, lo que te indicaría que
un enorme volumen de clientes (80%) solo te están dando un 20%
de ganancias. Así podrías dejar de invertir recursos en convencer a
ese 80 de clientes que solo te dan un 20 de ganancias y poner más
recursos en ese 20% de clientes que te dan el 80% de tus ingresos.
Aplicando la Ley de Pareto a la Abundancia podríamos estudiar si
el 80% de tus obstáculos hacia el dinero provienen solamente de un
20% de personas y esas serían las personas que hay que evitar.
También podrías aplicar esta ley en cualquier cosa donde necesites
saber como el 20% de algo produce el 80% de lo que quieres
controlar.
De esta manera si colocas tu mirada y tus esfuerzos en ese 20%
vas a controlar el 80% de los resultados. Quizás solo aplicando el
20% que más te ha gustado de este libro logres un 80% de
resultados mientras que el otro 80% lo puedes descartar pues solo
te darían un 20% de resultados.
Si te das cuenta el 80% de tus esfuerzos solo te dan un 20% de
tus ingresos. Es hora de cambiar y buscar cómo lograr un 80% de
ingresos solo con el 20% de esfuerzo.
Pregunta que debes responder: ¿Estoy dispuesto a salir de la
caja?
Capítulo 11: El Director de Orquesta
y el primer violín

Y ahora agarra lápiz y papel, porque te voy a dar unas reglas que
apoyarán tu abundancia extrema.
Mira, no sé si a ti te gusta la música clásica. No sé si has ido a
conciertos. De todas maneras, este ejemplo te va a servir igual.
Cuando vas a un concierto de música clásica y si no solo te esperas
a que empiece, sino te fijas en el protocolo verás una cosa muy
singular. Fíjate, primero entran todos los músicos que forman la
orquesta. Pueden ser 40, o pueden ser 100, o pueden ser 120. Eso
depende. Pero primero entran todos los músicos y se sientan. Hay
un pequeño espacio de tiempo y entonces entra el primer violín.
Puede ser un hombre o una mujer. Llega y se sienta. Pasan unos
segundos y después entra el director de la orquesta, que es al que
todo el mundo aplaude y el director va y saluda al primer violín.

No parece tener mucha importancia el protocolo, pero sí los


conceptos que hay detrás. Esta persona a la cual el director va a
saludar, al primer violín es la segunda persona más importante
después del director, porque es el responsable de los otros primeros
violines y de todos los instrumentos de cuerda. Además de tener
que tocar su parte solo, también se encarga de que todos los
instrumentos de la orquesta estén afinados. Él es el que da el visto
bueno al afinado de todos los instrumentos.

Incluso muchas veces estas primeras figuras trabajan en la


contratación de otros músicos y se encargan de muchas otras cosas
dentro de la orquesta.
Todos los músicos tocan su parte. Solamente aquello que les
corresponde. Pero el director de la orquesta sigue absolutamente
toda la obra. Una obra que además es su interpretación de lo que el
autor de la composición quería plasmar a través del lenguaje de las
notas musicales.
Este director impone su criterio, es decir, su interpretación
particular de esta partitura. Los músicos no tocan lo que les da la
gana. Ellos obedecen ciegamente al director porque para eso es el
director. Y así la orquesta respira como si fuera una sola persona,
que en el fondo es lo que es.
El director siempre está subido en una pequeña tarima, y desde
ahí puede controlar a todos los músicos. Y éstos, a su vez, pueden
verlo desde cualquier punto. Y hay una comunicación constante,
visual y física entre, digamos, el cerebro o la cabeza y el cuerpo de
la orquesta.

Con esos apuntes que te estoy dando ya te puedes imaginar


cómo manejo yo mi empresa, ¿verdad? La empresa la manejo
exactamente igual que si fuera una orquesta. Yo soy el director y por
lo tanto la obra se interpreta según mi inspiración. Y cuento con un
primer violín para todo lo que es administrativo. Y ese primer violín
se encarga de todos los demás músicos de mi orquesta.

Tengo un grupo muy bueno de “músicos” en varios países del


mundo. Me he rodeado de la mejor gente y esta gente está
motivada. Saben que todos trabajamos en la misma orquesta, que la
orquesta es pequeña, pero que hacemos muchísimo ruido.

Prácticamente todo lo hacen mis colaboradores bajo mi dirección.

Si vas a lanzar un negocio busca un “primer violín”, tú lo puedes


llamar manager, subdirector, gerente, como lo quieras llamar, eso es
igual, pero búscate un primer violín en el que puedas delegar al 100
por ciento y rodéate de aquellos que son buenos en lo suyo, porque
el éxito se consigue en equipo. Y ese éxito después hay que
distribuirlo en el equipo. Hay que repartir la abundancia con el
equipo y tú simplemente dedícate a interpretar la obra, porque tú
fuiste el que tuviste la visión del futuro, te adelantaste a los demás,
tuviste una idea y se tiene que aplicar según tu concepto.
Hoy por hoy estamos en la era del conocimiento, que es un paso
más allá de la era de la que venimos, que es la era de la
información. En este momento tu riqueza, la abundancia extrema,
está en tu conciencia, en el conocimiento. No envejezcas sin
aprender algo nuevo. Cada día compra las revistas que compran los
jóvenes, entra a los canales de YouTube donde hay tendencias
sobre cualquier tema. Y no dejes que te asusten las nuevas
tecnologías, porque la tecnología es la base de la abundancia
extrema.

Antes, tiempo atrás, era tener terrenos o tener una fábrica de


algodón o tener una naviera. Hoy es tecnología. Si aprendiste a
caminar, a leer, a escribir y a conducir un vehículo, puedes aprender
cualquier cosa en la vida, puedes con todo. Por lo tanto, sigue
creciendo siempre.

Por favor nunca fracases. No hagas caso de los que dicen que
hay que aprender a fracasar para llegar al éxito. Que cuanto más
fracasas, más cerca estás del éxito. Mira, que fracase su madre. Yo
nunca he aceptado el fracaso simplemente por una razón, porque
no existe. Cuando el castillo de naipes se ha caído, nunca vi un
fracaso. Vi un aprendizaje increíble para que me saliera mejor en el
próximo intento. No utilices la palabra fracasar. Fracasar es volver a
poner los naipes igual para que se te vuelva a caer una vez más el
castillo. Por eso el fracaso no existe. Si has hecho un negocio, has
hecho una inversión. Si has hecho un aprendizaje de cualquier tipo y
se cayó todo lo miras y dice “¡Wow! ¡Qué lección más maravillosa!”
Y vuelves a construirlo, pero de otra manera. Si lo construyes igual
eso sí sería un fracaso.

Como yo intento nunca cometer el mismo error dos veces, pues


nunca he fracasado, solo he aprendido. Y como nunca he aceptado
la palabra fracaso, nunca he tenido que aceptarme a mí mismo
como alguien que fracasa. Yo nunca fracaso. Yo solamente aprendo
y lo logro. Aprendo y lo logro. Solamente aprendo algo y logro un
éxito. Y claro, si miras los naipes y nunca te atreves a hacer tu
propio castillo podemos decir que eso sí es un auténtico fracaso.

Pero no es tu caso, porque tú eres un estudiante de “Abundancia


Extrema, el Corazón Millonario”

Nunca hagas caso a los que viven en la escasez, aunque sean


tus papás, o sea tu pareja, de hecho, sean quienes sean. Ni se te
ocurra seguir sus consejos. Si ves que ellos viven en la escasez. Es
de lógica no hacerles caso.

Mira, por darte un ejemplo: Tienes un amigo y tu amigo tiene un


cochecito que compró de segunda mano hace 9 años. Y además tu
amigo vive en un pisito de 60 metros cuadrados en las afueras de la
ciudad, a una hora en tren del lugar donde trabaja. Ese lugar al que
va cada día sin ninguna ilusión, sabiendo que lo mejor que le puede
pasar es que el año que viene le suban el sueldito un 1,3% y lo peor
que lo echen a la calle en el próximo recorte de personal y no pueda
ni siquiera pagar el pisito. Ahora tenemos un amigo que tiene un
pisito, un sueldito, que vive muy lejos de su trabajo y tiene un
cochecito de segunda mano que ya compró hace 9 años. Este
personaje es un tipo que se espera todo el año para poder ir a la
playa una semanita en verano y se va a un camping barato porque
es más económico que un hotel. Vamos a suponer que también es
una persona que cuida sus zapatos para que le duren lo máximo y
siempre lleva el mismo reloj de plástico. Luego ves que se pasa el
día mirando catálogos de teléfonos móviles para ver cuál es el más
barato. Y lo que es peor, recorta los cupones del supermercado para
poder ir a comprar un litro de leche con un 10 por ciento de
descuento si va los días 19 y 20 del mes. No te estoy hablando de
un extraterrestre. Conozco miles de personas que viven así. Son
personas que cuando te sientas a hablar con ellos se quejan de que
el gobierno acaba de subir la luz un 6 por ciento, que el litro de
gasolina subió en enero un 4 por ciento y que están amargados
porque tienen un sueldo pequeño.
Son las circunstancias de su vida. No estamos juzgando a nadie.
Lo que yo te quiero preguntar es si le vas a pedir consejo u opinión
sobre tus planes para ser extremadamente abundante a alguien que
no tiene ni idea de qué es la abundancia.

El peor consejo que puedes recibir en tu vida vendrá siempre de


aquellos que son personas que no llegan a final de mes. Estos
personajes son los que te dice que pongas los pies en la tierra, que
no arriesgues lo que tienes ahorrado así que te voy a pedir un favor,
solo pide consejo y opinión a los que viven como tú quieres vivir.
Rodéate de gente triunfadora. Busca asesores legales y financieros
que apoyen tus sueños. Contrata a empresas que lleven las cuentas
de otros triunfadores. No vayas a buscar al contable más barato. No
busques a la prima de un amigo que se acaba de graduar, pero no
tiene clientes y trabaja desde su habitación solo porque ha puesto
una mesita y una calculadora y ahora te va a llevar la contabilidad
de tu empresa.

No, lo que vas a hacer es ir a contratar una empresa donde haya


gente capacitada que estén llevando las cuentas de gente que les
va bien.

No puedes recibir consejos de abundancia de personas que


recortan el cupón de la leche o que van los jueves al cine porque es
más barato y menos si tiene dinero para ir cualquier día de la
semana, pero va el jueves porque es más económico.

Estas personas piensan en pequeño. Es como si te diera


consejos sobre natación una persona que no sabe nadar es como si
te dijera cómo conducir un automóvil una persona que no tiene el
carnet de conducir. Es como si yo, que no tengo ni idea de cómo
pilotar un avión, te diera consejos para que pilotaras un avión. ¡Te
vas a estrellar!

Pregunta: ¿Te sientes el director de la orquestra de tu vida?


Capítulo 12: Hemos llegado
a la física cuántica.

Este capítulo trata de lo práctico a lo cuántico. Esta sección te va


a encantar y hará que veas el mundo de una manera totalmente
distinta. Vas a ver un mundo de posibilidades.
Para comenzar revisaremos algunos conceptos básicos de la
física cuántica. No te preocupes si no entiendes todo porque tu
inconsciente si lo va a entender. Sobretodo no pienses ¿qué tiene
esto que ver con la abundancia extrema? Porque eso lo vas a
averiguar a su debido tiempo. Así es que vamos ahora a caminar
por el fascinante mundo de la física cuántica.

La física cuántica estudia aquellas partículas sumamente


pequeñas. Si tú agarras un microscopio y miras tu cuerpo de cerca
te vas a encontrar células. Un cuerpo está compuesto de células
(Alrededor de 50 billones) Pero estas células no son lo más
pequeño. De hecho, estas células están compuestas a su vez por
moléculas, y estas moléculas a su vez están formadas por átomos.
Todo lo que nos rodea son átomos, átomos vibrando. Esos átomos
no son lo más pequeño que hay. Dentro hay electrones y después
protones y aún cosas más pequeñas y finalmente… nada visible.
Solo nanotornados de energía pura.

La Abundancia Extrema tiene mucho que ver con la física


cuántica porque una vez que nos damos cuenta de que no existe
nada en el Universo que no sea energía vibrando podemos empezar
a ver el dinero de otra manera.
Te voy a contar una cosa muy curiosa. Creemos que el Sol emite
luz pero el Sol solo emite fotones que nuestro cerebro traducen
como luz. Todo a nuestro alrededor esta oscuro. Mientras lees este
libro estas en obscuridad absoluta. Tu cerebro, al recibir las
vibraciones de los fotones los convierte en luz. Este libro que estás
leyendo son átomos vibrando, igual que la ventana, la mesa, tu taza
de café. Todo lo que nos rodea son vibraciones. Son ondas que
vibran. Tus pensamientos, tus emociones, tus sentimientos son
energía que vibra. De eso está compuesto todo el Universo.
Por lo tanto el dinero también es energía que está vibrando. Un
edificio, un coche, cualquier cosa que para nosotros es una “cosa”
no es más que un bloque compuesto de átomos vibrando que dentro
no llevan nada más que energía. Eso es increíble, porque entonces
te das cuenta de que tu casa, tu edificio y la farola de la calle son
solo energía que está vibrando. Este es el extraño mundo de la
física cuántica.

En este nivel del que estamos hablando, en el nivel cuántico,


aquello que consideramos como una realidad tangible, sólida y
visible, en realidad ni es tangible, ni es sólida, ni es visible, es
solamente vibración. Y nuestro cerebro, a través de los sentidos,
interpreta y crea una imagen en nuestro cerebro. Y nosotros
decimos lo que es, pero realmente son ondas vibrantes.

Absolutamente todo existe solamente como ondas de energía y


se mantienen siempre en ese estado hasta que una conciencia las
observa y entonces se materializan en partículas dentro de lo que
llamamos el espacio y el tiempo. Es decir, se hacen reales a
nuestros sentidos. Por lo tanto, te recomiendo que entres a YouTube
y que veas cualquiera de los videos que hablan del “Experimento de
la doble rendija” porque ahí te van a explicar este fenómeno: Cómo
la energía que se mueve como ondas cuando es observada por la
conciencia se convierte en partículas y se convierte en “la realidad”
y por lo tanto todo lo que pensamos sobre la abundancia y la
abundancia misma, ya expresada en algo tangible y sólido como
puede ser un yate, sigue las leyes de la física cuántica. Para que el
yate se materialice en tu vida tiene que pasar de ser una onda de
probabilidades a algo materializado por el efecto de tu conciencia.

Esa energía que le estamos llamando “yate” se mueve


simplemente como ondas de energía en la Mátrix pero cuando
aparece un observador, estas ondas colapsan y las ondas se
convierten en partículas. Y a esto se le llama el efecto observador. Y
esto ha traído a los científicos de cabeza durante más de un siglo.
Esto no es algo que se inventó ayer. Hace 100 años que le están
dando vueltas a cómo es posible que la Conciencia haga que la
energía cambie de onda a partícula.

Ahora sabemos que es así, aunque no sabemos por qué, aunque


se cree que es debido a la “inteligencia” innata de la energía. El
hecho de que sea inteligente es muy útil pues puede “entender”
nuestros pensamientos.

Ahora sabemos que cuando observamos la energía ésta se


modifica. Es curioso pensar que todos los objetos sólidos que
vemos a nuestro alrededor están sencillamente compuestos de
energía, es decir, de minúsculas partículas subatómicas que bailan.
Y nosotros creemos que son sólidas y eso es debido a que lo hacen
tan rápido que vemos un objeto sólido. Por ejemplo, el ordenador
que estoy utilizando en este momento para escribir este libro lo veo
como un objeto sólido, pero son millones y millones de átomos
vibrando. Es simplemente energía vibrando a una frecuencia tan
baja que yo lo puedo ver. Si vibrara a una frecuencia mucho más
alta yo no lo podría ver.

¿Entonces es real o no es real? ¿Qué está pasando?


Piensa que es igual que ir al cine. Cuando vas al cine ves una
película proyectada y en realidad nada se está moviendo. Te están
proyectando fotografías estáticas, fotografías a una velocidad de 24
fotografías por segundo y entre fotografía y fotografía no hay nada.
No hay movimiento. Es una foto. Otra foto. Otra foto. Otra foto.
Estas 24 fotografías enviadas a tu cerebro en un segundo implican
que al cerebro no le da tiempo de ver que hay un espacio entre
fotografía y fotografía y tú crees que estás viendo algo en
movimiento.

Si tú filmas a un actor caminando, lo que estás haciendo es que le


haces una fotografía con la pierna en un sitio y otra con la pierna un
poco más adelante y otra foto ya apoyando el pie y cuando
proyectas esas fotos seguidas jurarías que ves a un actor que está
caminando. Entonces ¿qué es real? ¿cuál es la realidad?
Si el mundo que me rodea es una ilusión óptica vamos a soñar.
Vamos a ver hasta dónde podemos llegar. Los científicos también
han descubierto que las partículas subatómicas también toman
decisiones y lo hacen porque tienen inteligencia. Es decir, tienen
conciencia. La energía tiene conciencia. La energía es inteligente.

Hay un libro que se llama “Deja de ser tú. La mente crea la


realidad” Es de Joe Dispenza (Te daré más bibliografía al final de
este libro) y dice la siguiente frase:

“Tu conciencia (mente)


afecta la energía (materia)

porque tu conciencia es energía


y la energía tiene conciencia”.
Es una maravilla. Es una de esas frases que le das vueltas y le
das vueltas y cada vez te gusta más. Y está comprobado porque en
el “Experimento de la doble rendija” que te mencionaba, cuando
hacen pasar una onda de energía y no la miden deja al chocar con
la pantalla la marca característica de una onda, pero cuando la
observan para ver qué está haciendo esa onda se convierte en
partículas y deja una huella totalmente distinta.
Entonces, después de repetir esto durante décadas y no entender
por qué en uno de los últimos experimentos se les ocurrió poner una
pantalla antes del observador y otra después del observador para
demostrar que esas ondas que no iban a ser observadas dejarían
huella como onda, y las otras, que sí serían observadas dejarían
huella como partícula y van y descubren que las dos habían dejado
huella como partículas. ¿Por qué? La única respuesta que existe es
porque la energía ¡ya sabía que iba a ser observada!
La energía tiene conciencia.
Nuestra mente afecta a la materia, nuestra mente afecta la
energía. Te he dicho lo mismo dos veces, porque energía y materia
son lo mismo. Y lo demostró Einstein con la fórmula que todos
conocemos que es E= mc2, que demuestra que la energía y la
materia son exactamente lo mismo. Son simplemente dos estados
distintos de vibración. Si vibra lo suficientemente bajo para que mis
ojos estén dentro del rango, diré mesa o cafetera, si está fuera del
rango diré energía o pensamiento, es decir, cosas que no veo.
Así es que el dinero, siendo una energía, tiene conciencia. Por lo
tanto, el dinero al tener conciencia sabe a dónde va y qué es lo que
tiene que hacer. Esto es maravilloso, es un descubrimiento
tremendo.
Cada partícula del Universo sabe perfectamente qué está
ocurriendo con todas las otras partículas del Universo, porque todo
está conectado. Sabe qué decisiones están tomando las otras
partículas y responde de acuerdo a una ecuación gigantesca y
perfecta, acercándose a quien vibra igual, pero teniendo conciencia
de si esa persona debe aprender algo de una experiencia en
particular, esa experiencia va primero. Es donde la física cuántica y
la espiritualidad se tocan, se abrazan y es absolutamente increíble.

Te voy a dar un ejemplo. Gary Renard, Maestro de Un Curso de


Milagros y que es autor de los cuatro libros que más he
recomendado en mi vida (La Desaparición del Universo, Tu Realidad
Inmortal, El amor no ha Olvidado a Nadie y Las Vidas en que Jesús
y Buda se Conocieron) en un momento determinado viaja a
Barcelona a dar unos cursos y cuando hace la maleta para regresar
a Estados Unidos mete 24.000 dólares entre la ropa. Y como todos
bien sabemos, si tú pones dinero en la maleta, lo detectan y te lo
roban. ¿Por qué Gary mete 24 mil dólares en la maleta en vez de
llevarlos consigo mismo? Bueno, porque el inconsciente te hace
hacer cosas para que juegues en coherencia con todo lo que está
pasando en el Universo. Así es que Gary regresa a Estados Unidos
y al llegar a casa descubre que el dinero había desaparecido. La
pérdida de ese dinero le regaló a Gary una enorme oportunidad de
practicar el perdón tal y como sus maestros ascendidos Arten y
Pursah le habían enseñado precisamente en esos cuatro libros. Más
tarde le explicaron qué había pasado con ese dinero; fue el pago de
una deuda kármica, de una experiencia de una vida anterior donde
Gary le había robado a una persona una cantidad similar y el
Universo puso a los espíritus de esas dos personas en contacto
para que la deuda quedara pagada. Maravilloso, ¿no te parece?

El Universo es coherencia, es equilibrio. Todo tiene un sentido.


Todo tiene un por qué y un para qué. Nada es coincidencia, nada es
casual.

Por lo tanto el dinero es energía y al ser energía tiene Conciencia


y ese monto de 24.000 dólares sabía cuál era su papel en el Gran
Teatro de la Vida y sabía perfectamente bien lo que tenía que hacer.
El dinero es partículas de energía y las partículas pueden viajar
de un punto del Universo a otro instantáneamente sin tener que
cruzar el espacio. Porque no hay espacio. No hay espacio y no hay
tiempo, simplemente se manifiesta en cualquier sitio en cualquier
lugar. Y pueden además hacerlo en diferentes líneas temporales.

Lo que les da esa “inteligencia” a esas partículas es que


provienen de La Fuente, son parte del Todo. Y el Todo es esa fuente
que nos nutre, que nos da, que nos lo da todo. La Fuente siempre
está mostrando mensajes y viendo cómo reaccionamos a las
casualidades. Sí desde el perdón y el amor o desde el juicio y el
miedo.

Y para esto quiero darte un ejemplo muy gráfico, un ejemplo que


me pasó a mí en un viaje muy reciente con mi compañera, te lo voy
a relatar tal cual ocurrió. Solamente voy a cambiar los nombres de
los personajes para poder respetar su privacidad. Un diciembre
hace muy poco mi equipo y yo estábamos haciendo una Formación
SAAMA en la ciudad de Girona. En esa Formación una chica se
acerca a mi pareja y le dice que en su ciudad (Dublín, Irlanda) va a
haber una feria llamada Mente, Cuerpo y Espíritu. Y nos lo dice por
si nos apetecía ir. Cuando regresamos a casa lo comentamos y
decidimos ir y dar una conferencia así es que le escribimos al
director del evento con una propuesta y rápidamente nos contestó
que la propuesta le había agradado y nos confirmó la fecha en la
que íbamos a dar nuestra conferencia.
Así es que compramos dos boletos de avión en primera de
Barcelona a Amsterdam y de Amsterdam a Dublín y descubrimos
que como teníamos un montón de millas de todos los viajes que
hacemos durante el año para enseñar SAAMA solo teníamos que
pagar unos 100 euros. Y yo dije “Wow, me lo están poniendo fácil”
Si “Los de Arriba” consideran que uno está yéndose por un camino
equivocado siempre vas a notar alguna “dificultad”. Pero aquí el
camino era suavecito. Pensé: “Vamos a ver qué pasa. Vamos a ver
qué sorpresas nos tiene el Universo. Encontramos un hotel precioso
a 50 metros de donde se iba a dar la charla y era un hotel muy del
aire de Downton Abbey.

Una semana antes del viaje a Irlanda fuimos a una comida


familiar y en esa comida un primo sacó el tema de un personaje muy
famoso que tenía un problema de salud y todos estuvieron hablando
de esto un buen rato. Yo escuchaba sin mucho interés y me
preguntaba por qué le daban tanta importancia a ese tema. Bueno,
la cuestión es que la noche antes del viaje vimos un programa sobre
temas alternativos. Ya me dirás que tendrá que ver todo esto, el
famoso, el programa de televisión y el viaje a Dublín. Bueno,
aparentemente nada, pero espera…Salimos para Amsterdam un
jueves de abril y tuvimos un vuelo fantástico. Para la llegada a
Dublín yo había contratado que nos viniera a buscar un chofer y el
buen hombre estaba esperándonos. Nos subimos al coche y nos
llevó al hotel que le indiqué. Al llegar a la recepción descubrimos
que nos había llevado al hotel equivocado. Como no existen las
casualidades me quedé pensando “¿cuál es el mensaje? Y con esa
idea en la cabeza me fui a la cama una vez logramos llegar al hotel
correcto. Al día siguiente nos presentamos en las oficinas del
director de la feria y éste nos dio una hoja con los horarios de todas
las conferencias. Al repasar los horarios descubrimos que no habían
puesto nuestra conferencia. Tenía que ser originalmente a las 4 de
la tarde, pero no estaba nuestro nombre en la hoja. No existíamos.
Nosotros dijimos: “Aquí está pasando algo”. Como sabemos que
todo está en manos del Espíritu Santo adivinamos que algo se
estaba moviendo tras el escenario.
Entonces el director, que estaba muy apenado, nos prometió que
iba a anunciar por megafonía cada 20 minutos nuestra charla.
Aprovechamos el resto del día para pasear un poco por la feria.
Después de un rato nos sentamos a tomar un café y vimos que
había un stand donde tres mujeres vestidas de blanco hacían
masajes Shiatsu. Le pregunté a mi pareja si le gustaría que le
regalara un masaje y me dijo que si. Fuimos al stand y nos atendió
una señora muy angelical.
Al terminar el masaje a mi pareja la masajista me preguntó a mi si
yo quería un masaje y le dije que si pero después de mi conferencia.
Quedamos que regresaría a su stand a las 5 de la tarde. Como ya
eran las tres y media de la tarde Nuria y yo fuimos a preparar la
zona que nos habían dado. Pusimos la pantalla y el proyector,
pusimos las sillas y puse mi trípode con mi cámara para filmar la
ponencia. Estábamos felices porque íbamos a dar nuestra primera
conferencia en inglés en Dublín.
A las cuatro no había llegado nadie, que es muy raro porque
habíamos ido a otras de las conferencias durante el día y la gente
era súper puntual. A las cuatro y diez no apareció nadie. A las
cuatro y 15 nada. Y a las cuatro y veinte tomé una fotografía de la
sala con todas las sillas vacías de recuerdo. No había aparecido ni
un alma. Veíamos gente que paseaba, que iban de una sala a otra
sala, que comían, que jugaban con los niños, pero nadie se
acercaba a nuestro espacio.

En un momento dado se acerca un señor, se sienta en una de las


sillas, se ata los zapatos, se levanta y se va. No había ni siquiera el
aburrido que no sabe qué hacer un sábado por la tarde y va a una
conferencia.

Podríamos entender que fuese poca gente pero que no fuese


nadie era estadísticamente imposible. Nos dijimos “Está clarísimo
que no hemos venido a dar esta charla”. Primero nos llevaron al
hotel equivocado, luego desapareció la publicidad de nuestro evento
y más tarde, a pesar de los anuncios por megafonía, no fue nadie a
la charla. Estaba claro que no habíamos ido a Dublín a dar la
conferencia. Entonces, ¿A que habíamos ido? Solo quedaba
esperar a ver qué planes tenía el Universo para nosotros.

Cuando estábamos empezando a recoger las cosas llego el


director que ya no sabía dónde meterse de la vergüenza. Hace venir
a ponentes del extranjero para nada lo hacía sentirse mal. Estaba
tan desesperado el hombre que nos pidió que le diéramos la
conferencia él y se la dimos, no en 45 minutos, pero resumida en 15
y después recogimos todo y muertos de la risa y a la expectativa de
lo que fuese a pasar nos fuimos a que me dieran mi masaje.
Mientras me daban mi masaje me conecté con el Espíritu Santo y
le pregunté por qué no había ido nadie a mi conferencia y escuché
como respuesta que sí había habido gente y que habían escuchado
mi presentación, pero en otra dimensión temporal. Cerré los ojos y
me dejé llevar por las sensaciones del Shiatsu.

Al terminar el masaje la masajista, al oírnos hablar en español nos


preguntó de dónde éramos. Cuando le mencionamos que de
Catalunya nos dijo que tenía un amigo que era muy famoso y que
estaba pasando por un problema de salud. Nos sorprendió saber
que era la misma persona de la que habían estado hablando mi
familia en la comida antes del viaje. Entonces nos preguntó que
hacíamos esa misma tarde y nos invitó a cenar en su casa. “Vivo a
una hora de Dublín” nos dijo como la cosa más normal del mundo.

En una situación normal hubiera pensado qué hacemos yendo a


cenar a casa de una señora que acabamos de conocer y que a
demás queda a una hora de camino en coche, pero como todo era
tan raro y estábamos esperando conocer el por qué de todo lo que
estaba pasando pues dijimos que si.

Cuando fuimos a buscar su coche al estacionamiento


descubrimos que tenía un Range Rover Sport nuevecito de alta
gama. ¿Cómo es que la señora que me acababa de dar un masaje
por 40 euros tiene un coche que vale 150.000 euros?
Una hora después llegamos a un magnífico castillo. Si, he dicho
un castillo. Así como te lo cuento. Un castillo de verdad en mitad de
la campiña, rodeado de prados llenos de venados, con lagos,
embarcaderos y lo que quieras.

Después de enseñarnos el interior que mejor no te lo cuento


porque no te lo creerías, nos llevó a cenar a un restaurante
maravilloso y en la plática descubrimos que su primer novio, hace ya
algunos años atrás, había sido el presentador del programa de
televisión que habíamos visto la noche antes del viaje.
Que cosas ¿verdad?

Sales de tu casa, cierras tu consulta, te gastas el dinero en un


viaje de avión, hotel, taxis y comidas para dar una conferencia que
no existe y entonces el Universo te sitúa en un punto donde hay dos
caminos, el camino del Ego (enojarse, gritarle al director,
demandarlo, irte disgustado de Irlanda…O el camino del Espíritu
Santo (perdonarlo todo y entregarlo) y un camino te lleva a la
amargura y el otro a un castillo fabuloso con una persona lindísima y
una cena estupenda.

Eso es Abundancia. Poder convertir cualquier cosa en oro. Eso es


lo que hace un Corazón Millonario.
Dos meses después de regresar a casa llaman a mi consulta y se
presenta el personaje famoso, aquel que mencionaba mi familia en
la comida antes del viaje, aquel que era amigo de nuestra anfitriona
en Irlanda y hasta la fecha llevamos una buena amistad tanto con el
famoso como con la masajista.

En el Universo se están creando nuevas posibilidades todo el


tiempo. La Mente abundante en cada situación, sea la que sea, ve
posibilidades.

Este tipo de cosas te van a ocurrir a ti y muy probablemente ya te


han ocurrido y quizás no te has dado cuenta.
Cuando tu corazón está contento emite un tipo de vibraciones que
se convierten en algo real.

Vas a empezar a ver que aparecen circunstancias, posibilidades,


“coincidencias” en tu vida. El Universo va a entrar en coherencia
contigo y te va a empezar a dar experiencias, situaciones, personas,
abundancia, salud, muchísimas cosas que te van a ir llegando.
A partir de que generas abundancia en la mente y a partir de que
generas amor en tu corazón, entonces las cosas que tú deseas
porque están en tu conciencia se convierten en realidad.
Vamos a seguir hablando un poquito de física cuántica porque es
muy interesante. Recuerda, sólo tienes que escoger qué quieres
observar y cómo lo quieres observar. Eso es todo lo que importa. El
comportamiento de estos paquetes de partículas cuánticas de las
que hemos estado hablando hasta ahora es difícil de entender para
nuestro hemisferio izquierdo, que estaba basado en la lógica
newtoniana, la lógica clásica, la de siempre.

Pero la mecánica cuántica sigue avanzando y los científicos están


estudiando cómo es posible que algo sólo exista como un mar de
posibilidades hasta que se materializa al entrar en juego un
observador, es decir, al entrar en juego una conciencia, para
desaparecer de nuevo en el mar de posibilidades.
Cuando esa Conciencia, ese observador, pone su intención y
atención las cosas ocurren. Aprendamos esto: Donde nosotros
ponemos la intención y la atención, donde nosotros ponemos la
Conciencia, las cosas se materializan. No sabemos por qué, pero
eso no nos impide utilizar su magia para conseguir lo que queremos,
que es la abundancia. Tampoco sabemos cómo funcionan muchas
cosas de nuestra vida moderna y sin embargo las estamos
utilizando cada día en nuestro beneficio.

Por lo tanto, vamos a hacer lo mismo con la física cuántica. No


vamos a cuestionar ni a juzgar si esto es posible o no. Vamos
simplemente a utilizarlo. Por lo tanto, la abundancia expresada de
mil formas se materializa cuando ponemos nuestra Intención no en
quejarnos (porque entonces la intención y la atención están ahí) si
no en agradecer. Tenemos abundancia y mucha sólo hay que poner
atención en ella.

Sabemos que todas las mentes están conectadas a un enorme y


gigantesco Inconsciente Colectivo tal y como dijo Carl Gustav Jung
por lo tanto, todos estamos conectados con hombres y mujeres muy
ricos y también con hombres y mujeres muy pobres.

Estamos conectados con toda la humanidad. Todos estamos


conectados. Por lo tanto, hay conexión con la gente que está en la
miseria, pero también hay conexión con la gente que está en la
abundancia.

Y ahora, con la intención y la atención, vamos a enfocarnos en las


personas abundantes. La física cuántica nos demuestra que todo y
todos estamos conectados. El hecho de que creamos que estamos
separados es solamente una ilusión proporcionada por el ego que
busca constantemente la división entre las personas.
La realidad es que todos somos uno y por lo tanto la conexión es
total. Así es que, ¿qué te parece si ahora te doy una serie de
nombres de personas de mucho éxito? Personas con las que tú, sin
saberlo estás conectado.
Lee la lista y subraya las personas con las que resuenas de
alguna manera, con aquellas que te caen bien, que te gustan, con
las que te identificas por algo, quizás porque te dan buen rollo,
porque los admiras, por que te gustan… La razón no importa.

Vamos a empezar:
Jeff Bezos (Amazón)

Leo Messi (Futbolista)

Alice Walton (Wal-Mart)


Bill Gates (Microsoft)

María Sharapova (Tenis)

Justin Bieber (Cantante)

Cristiano Ronaldo (futbol)


Jacqueline Mars (Mars Inc)

Warren Buffet (Bershire Hathaway)

Serena Williams (Tenis)

Susanne Klatten (BMW)


Elton John (Cantante)
Fernando Alonso (Piloto)

LeBron james (Basketball)


Kim Yuna (Patinaje artístico)
Laurene Powell (Viuda de Steve Jobs)

Zuckerwerk (Facebook)
Diddy (Cantante)
Roger Federer (Tenis)

Beyoncé (Cantante)
Abigail Johnson (Fidelity Investments)
Bruce Springsteen (Cantante)

Amancio Ortega (Inditex)


Paul McCartney (Cantante)
Jackie Chan (Actor)

Beate Heister (Supermercados Aldi)


Carlos Slim (Telecomunicaciones)
Liliane Bettencourt (LÓreal)

Tom Cruise (Actor)


David Copperfield (Mago)

Sebastial Vettel (Piloto)


Jennifer López (Actriz)
Tiger Woods (Deportista)

Dolly Parton (Cantante)


Usain Bolt (Deportista)
Toni Robbins (Speaker y motivador)

T.Harv Eker (Empresario)


La lista es inacabable. Todos son millonarios. En esta lista el que
tiene menos tiene 120 millones.
Pues tú y yo estamos conectados con ellos y ellos están
conectados entre ellos también.

Todos ellos tienen algo en común. Han llegado a lo más alto del
camino que eligieron o al que llegaron quizás sin darse cuenta, pero
todos llegaron a la cima.

Quizás la persona con la que tú resuenan no está en esta lista,


eso no importa ya que puedes añadirla tu. No importa quien sea
pero que haya llegado a la cima. Y ahora ¿qué vamos a hacer con
este listado? ¿Para qué sirven estos nombres?
Lo que vas a hacer con la lista es un pequeño ejercicio que yo lo
encuentro muy útil y que te va a hacer también entender todo esto
de la conexión entre todas las personas, entre todos los seres
humanos.
Lo primero es tomar el nombre de una persona, de aquella
persona abundante con la que te has identificado y vas a cerrar los
ojos y te vas a poner la mano en el corazón y dices:
“Conecto con (nombre del personaje escogido)” Guardas un
silencio y le vas a preguntar en silencio a tu corazón si está
conectado con esa persona. Algo dentro de ti te va a decir si lo
estás, puede ser una intuición, puede ser que veas su cara con
mucha claridad de golpe, si estás de pie puede que te balancees
hacia adelante, que tengas un suspiro fuerte, si estás sobre la cama
quizás veas una luz verde en tu “Pantalla Mental”. Algo va a pasar
en cuanto seas consciente de esa conexión.
Si sintieras que no pasa nada vuelve a empezar y pide de nuevo
la conexión
Y cuando tengas la conexión dices:

-“Pido que (nombre del personajes) me pase cuánticamente la


información que me sea útil para llegar, como él o ella a lo más alto
de mis posibilidades en el camino de la abundancia”
Esta frase no tienes que hacerla exacta, la puedes modificar a tu
gusto. Y lo puedes repetir dos o tres veces. Este ejercicio lo haces
cada día. Yo a veces solamente lo hago los domingos, por ejemplo,
en la mañana, que estoy tumbado en la cama. Pero es esencial que
conectes con la persona con la que más vibres porque si resuena
con esa persona, con su trabajo, con su energía, es porque algo de
esa persona llevas dentro. Si no, no resonarías. Por eso es
importante que sea alguien que te caiga bien, alguien que esté
dentro de tu mundo, de las cosas que a ti te gustan.

Cuando estés conectado y te hayas estado conectando cada día


notarás que hay un momento en que sientes que ya no hay algo tan
distinto entre esa persona y tú, ya no sientes que hay una diferencia.
Ya estás empezando a vibrar con él o con ella. Después de una
semana ten conciencia de cómo tu actitud hacia las cosas empieza
a cambiar, como tus creencias cambian, como tus opiniones
cambian, cómo tu estado de humor cambia porque estás todo el
tiempo conectándote con esa persona que te vibra y que ha llegado
muy alto. Y algo de esa información se está transmitiendo.

Mira, a lo mejor tú nunca has hecho buceo o no has hecho surfing


porque no vives cerca del mar o porque no se te ha presentado la
oportunidad. Simplemente no lo has practicado. Ser
extremadamente abundante es lo mismo. Quizás en este momento
aún no lo has vivido. Sin embargo, no debes dudar de que tienes la
habilidad innata para recibir abundancia, para disfrutarla y para
extenderla. Yo no dudo que puedo hacer surfing. No lo he practicado
porque no he tenido la oportunidad. No se me ha presentado, pero
está en mi. Tengo un cuerpo con los elementos necesarios para
hacer surfing. Si puedo ir en bicicleta, puedo hacer surfing, si puedo
caminar o puedo conducir un coche, puedo hacer muchas otras
cosas. Todas las posibilidades están dentro de nosotros. Por lo
tanto, esta habilidad de la abundancia ya está dentro de nosotros.
Es una habilidad natural en todos nosotros, porque nacimos
abundantes, porque somos hijos de la abundancia. Acuérdate,
nuestra madre es Pachamama, que es extremadamente abundante
y nuestro padre es el Universo que rebosa de abundancia.
Pregunta: ¿Has decidido conectar con algún famoso?
Capítulo 13. Seguimos con la física cuántica.

Ahora vamos a aprender algo nuevo también, que es que en cada


decisión que tomamos el futuro se parte en dos y existen dos
posibilidades; aquella antes de tomar la decisión y aquella en que la
tomas. Esto es parte de esta forma tan compleja de funcionar de la
física cuántica. El hecho es que existen muchos Universos
paralelos, que también es uno de los conocimientos que nos da la
ciencia, es otro de los grandes atractivos del mundo cuántico.
Mira, una partícula existe como posibilidad en miles de espacios
simultáneamente. Y cuando pones tu intención sobre ella, sobre
esta partícula en particular y la observas, se materializa, pero se
materializa en miles de espacios y tiempos simultáneamente. Esto
se llama la teoría de Everett Willard Graham y es parte de la
cuántica moderna. Por lo tanto, te das cuenta de lo complejo que es
todo comparado con el simple acto de ir comprar el pan a la
esquina. Eso es una realidad, pero es una realidad simple. Ahora
estamos entrando realmente en lo complejo que es el Universo. Te
puede sonar raro pero el mundo de la física cuántica es muy real.
De hecho, es más real que el mundo que ves con tus limitados ojos
que están solamente interpretando vibraciones, como habíamos
visto mas atrás en el libro.
Eso que creemos que es la realidad, el coche, la panadería, el
pan, el dinero... solamente son vibraciones que están ocurriendo y
que tú estás interpretando. Estás viendo el mundo a través de tus
sentidos. Pero esos sentidos abarcan una diminuta parte de la
realidad. Lo que nos interesa aquí es lo que no se ve. Y me interesa
que entiendas que lo que ves no es lo que causa las cosas, es sólo
el efecto. Lo que causa las cosas es tu mente. Aquí está la
abundancia y aquí está el potencial de crearla y de manifestarla.
Solamente aquí, no está en ningún otro sitio, está en tu mente. Tu
mente causa la abundancia. Y tu mente causa la escasez. Estos dos
Universos paralelos coexisten simultáneamente. Eres tanto pobre
como rico. Pero ¿cuál de los dos se materializa? ¿Cuál de estos dos
Universos, estas dos posibilidades, se materializa? Ya te lo digo, se
va a materializar aquello donde pongas tu atención y tu intención.
Si tu intención y tu atención es todo el tiempo “no tengo”, “que
caro es esto”, “ojalá tuviera”, “ya se me rompió y no me puedo
comprar otro”, todo ese tipo de pensamientos allí es donde estás
poniendo tu intención. Y ese es el Universo que se está
materializando para ti. Pon tu atención en el otro Universo, en el de
la abundancia, y ten en cuenta que la observación de los demás
hacia tu vida, es decir, tus amigos, tus compañeros de trabajo, tus
familiares, también afecta a tu realidad. Todas estas personas
alrededor tuyo también son observadores y también están afectando
tu realidad. Si ellos te ven pobre, si ellos te ven inútil, si ellos te ven
fracasado, eso también afecta a tu realidad.

Por eso es necesario rodearse de gente que te vea abundante,


rodearte de gente exitosa y dejar de frecuentar personas victimistas
que se quejan de todo y se ven a sí mismos como fracasados,
porque eso es parte de observar el Universo. Y nosotros
necesitamos manifestar un Universo de abundancia en el que ya
existes. Están los dos, está el Universo de la pobreza y el Universo
de la abundancia. Observa el de la abundancia y no dejes que nadie
esté mirando el otro porque lo van a hacer real y te van a convencer
de que ese es el real, el que te corresponde a ti. Solo tu puedes
escoger el que te corresponde a ti.

Quizás estás pensando ¿y qué hago si quiero algo y está fuera de


mi presupuesto? No dices “que caro es esto”, dices “No es caro,
solo voy a esperar el momento adecuado para comprarlo. No dices
“ojalá tuviera”, dices “ya es mío, está por llegar”, no dices “ya se
rompió y no puedo comprar otro” dices “ya se rompió y ahora voy a
pedir al Universo uno mejor”.

El Universo entero se está creando y recreando a una velocidad


tremenda en cualquier segundo. Tú puedes intervenir y modificar
algo con tu intención. El Universo es maleable, se forma y se
conforma según nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y
nuestras emociones. Y eso es constante todo el tiempo. Cada
segundo tu vida entera está a tu disposición para que la moldes
como más te guste a ti, no a los demás, sino a ti.

Ahora, en el presente no existe nada más. Olvídate del pasado.


No estés dándole vueltas a lo que te pasó. Concéntrate en el ahora
que es donde está la abundancia. Ahora puedes moldear tu vida
porque lo único que existe es el ahora. Si te dedicas a revisar el
pasado cuando lo estás recordando lo estas creando otra vez.
Ahora es lo único que existe y es lo único que nos interesa. No
dejes que tu mente se vaya desde el ahora hacia atrás, porque
siempre va a buscar cosas negativas, porque esa es la función del
Ego y no permitas que se vaya al futuro y menos a un futuro negro...
Que si la pensión, que si la vejez, que si la enfermedad.

Fíjate en esto: Warren Buffett, uno de los hombres más ricos de la


tierra tiene 91 años y va cada día a la oficina a ver en qué puede
invertir su dinero para que le dé más réditos. La gente de la caja a
los 91 solo piensan “ya solo me queda morirme”. Joe Biden,
presidente de Estados Unidos, llegó a la presidencia a los 78 años,
a una edad en que la gente de “la caja” se sientan en el parque a
darle de comer a las palomas. Richard Branson, el dueño de Virgin
tiene 71 años y está todo el tiempo ideando nuevas empresas
punteras. Valentino Rossi tiene 42 años y no se baja de la moto y
compite contra rivales 20 años más jóvenes. Jeff Bezos con sus
120.000 millones de dólares (podría gastar un millón de dólares al
día y le duraría su fortuna 329 años) tiene 57 años y ahí lo tienes
igual que Bill Gates con 65 años o Elon Musk de Tesla (50 años)
que cuando le dijeron que había superado a Jeff Bezos de Amazon
como la persona más rica del planeta dijo: “Qué extraño. Bueno,
vuelta a trabajar...” El actor y director de cine Clint Eastwood tiene
90 años y acaba de estrenar “Richard Jewell y que me dices de Mick
Jagger que con 77 años sigue subiéndose a los escenarios.

Ellos están en el ahora, no están pensando en el futuro como algo


que les va a impedir realizar sus sueños. Si lo hicieran quizás no se
levantarían de la cama.
Por lo tanto tú tampoco puedes estar en ningún otro sitio que no
sea el ahora. Así es que ahora es el momento adecuado para
comenzar tu camino de abundancia. Cada segundo estás en el
ahora, siempre estás en el ahora, siempre estás listo para comenzar
a ser abundante o para comenzar a ser más abundante. Los
fracasos del pasado a la basura. Los miedos del futuro a la basura.
No trabajes y no te esfuerces para ser abundante el año que
viene o de aquí a cinco años. En el mundo newtoniano, el de la caja,
la gente que hace cursos de abundancia, hacen planes de inversión
para ser ricos en 5 o 10 o 15 años. ¿Dónde están aplicando la
atención y la intención? Las están aplicando en un mundo que no
existe. ¿Por qué? Porque es una invención. El futuro es una
invención. Es decir, si tú realmente crees que no vas a ser
abundante hasta de aquí a diez años no lo vas a ser por más
fórmulas que hagas porque en cada “ahora” tu abundancia esta “a
diez años vista”.
En el mundo cuántico decimos que somos ricos ahora porque no
hay ningún otro tiempo. Yo soy abundante hoy. Es la orden que el
Universo entiende. Entonces el Universo te va a preguntar ¿qué es
ser abundante para ti? Enséñame cómo eres abundante y se espera
a que tú se lo demuestres. Y si tú le demuestras pensamientos de
pobreza, de escasez, de tristeza, de victimismo el Universo piensa
que eso es ser abundante para ti y te da más de lo mismo.
Este es el momento clave en el que enviamos al Universo
imágenes nuestras de abundancia. La fuerza creadora del Universo
entonces materializa las experiencias y los objetos y tú los vives.
Pero para que las imágenes salgan de tu mente bien definidas y
bien formadas deben estar limpias y claras. Una vez limpias y claras
puedes enviar tus imágenes de abundancia, de felicidad, de
agradecimiento por todo lo que tienes, por todo lo que te rodea y el
Universo dice “Ah, eso es ser abundante para ti, estar contento, ser
feliz, tener salud, tener elementos materiales para ayudar a los
demás.” ¡Perfecto!
A eso es a lo que llamamos “resonar con las imágenes”. Antes de
limpiarlas debes resonar con ellas. Sí tú te ves conduciendo un
súper coche, pero la imagen en tu mente está sucia de duda, sucia
de culpa, sucia de no creértelo el Universo no puede ver la imagen y
la descarta hasta que tú tengas las cosas claras. Por eso hay que
hacer imágenes muy bonitas desde el sentimiento de felicidad y
emplear imágenes muy limpias, sin duda y sin culpa, para que el
Universo las reciba y las entienda. Por eso es importante ver
imágenes reales de casas, de coches, de cruceros, de joyas, de lo
que tú quieras. Las buscas en internet, las miras y te enfocas en el
área del corazón.
Si no resuena tu corazón con la imagen de ese yate busca otra
foto, otro yate, más grande o más pequeño busca la imagen que
hace que tu corazón lata más rápido. Te voy a dar un ejemplo. Un
día decidí cambiar mi Opel Antara 4x4 y quise saber con qué
modelo de coche resonaba mi corazón así es que me puse a mirar
fotografías en internet y encontré el Madza CX5. Ya tenemos en
casa el CX3 y pensé que los dos harían buena pareja. Me puse la
mano sobre el corazón y vi que resonaba con ese modelo de coche.
Entonces me dije: “Es fácil que este coche llegue a mi vida”. Y seguí
buscando más coches en internet y de repente encontré un Jaguar
F-Pace 4x4 y me gustó muchísimo. Me puse la mano en el corazón
mientras veía la imagen del Jaguar y mi corazón estaba que si, que
no, que quizás… Ok, entonces cerré los ojos, pensé en mi entorno,
pensé en toda la gente que me rodea, mis amigos, mi familia... Me
imaginé conduciendo el Jaguar y me sentí incómodo. ¿Qué estaba
pasando? Mis creencias me permitían un coche, pero no el otro. El
modelo de Madza que me gustaba costaba unos 40.000 euros, el
modelo de Jaguar que me gustaba costaba unos 70.000. Con uno
sentía que me lo merecía, con el otro no.
Entonces me pregunté dónde estaba el problema, los dos no son
más que planchas de metal con 4 ruedas y un volante. La única
diferencia es simbólica: uno vale 40.000 y otro 70.000. La diferencia
real es que mi mente aceptaba una cifra y no la otra. ¿Por qué? Una
cifra es algo simbólico. Entonces me pregunté a mí mismo qué
pasaría si la cifra fuese 60.000. Seguí sintiendo rechazo por la cifra,
pero ya no tanto. Me di cuenta de que era mi mente la que me
impedía tener una cosa, pero me “autorizaba” a tener otra. Y ¿quién
es el dueño de mi mente? ¡Yo! Mi mente tiene que trabajar para mi
mayor felicidad así es que me puse a trabajar en mi abundancia.
Busqué una manera de entender la diferencia que hay entre 40 mil y
70 mil. Y lo reduje a lo más básico. Algo vale 4 euros y algo vale 7.
Vamos a suponer que voy a un restaurante y estos espaguetis valen
4 euros y este bistec vale 7. ¿Me sentiría mal si pido el bistec? No.
Muy bien, entonces pasé a imaginar que compraba unos zapatos y
me gustaban dos modelos, unos de 40 euros y otros de 70. ¿Me
sentiría mal si compro los de 70? No. Muy Bien. Entonces puse otro
“0” en mi juego mental e imaginé que iba a comprar una cámara de
vídeo y encontraba una de 400 y otra de 700 euros. ¿Me sentiría
mal en comprar la cámara de 700 euros? No. Muy bien, sigamos. Le
puse otro cero e imaginé que iba a comprar un viaje y me
encontraba que me ofrecían dos, uno de 4.000 euros y otro de
7.000. ¿Me sentiría mal escogiendo el de 7.000? No. Perfecto. Le
puse otro cero, 40.000 por un Madza o 70.000 por un Jaguar y ahí
noté algo que me era incómodo y dije: “¿Por qué mis creencias me
llevan a aceptar una cifra de 7.000 pero no una de 70.000? ¡Es solo
un maldito cero!
En ese punto entendí que todo era cuestión de “Niveles de
Aceptación del Inconsciente”. Había logrado entrenar mi mente a
aceptar el número 7.000 pero no el número 70.000. En ese
momento tuve que elegir entre quedarme en un nivel o intentar
resolver ese problema.

Lo primero fue aceptar que el bloqueo era mío, no era de mi


entorno. Nadie vino a decirme que no me lo comprara, era yo
diciéndome a mí mismo por el miedo a lo que pensaran los demás.
Entonces hice mi reflexión, le dije a mi corazón millonario, “Escucha
corazón, me siento feliz cuando conduzco mi Jaguar. La gente que
me quiere está feliz porque yo tengo un Jaguar. Me gusta mucho mi
coche, me gusta su olor, me gusta su tacto, me hace tan y tan feliz y
estoy muy agradecido. Gracias, gracias, gracias”
Esa “conversación” con sus correspondientes imágenes fueron
enviadas al Universo de una manera limpia y clara y no envié
ninguna otra imagen de ningún otro coche para no complicar el
mensaje. El Universo no elige qué imágenes presentes en tu mente
hace realidad, las va haciendo real todas. Por eso es tan importante
el control de nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestros
sentimientos. Porque el Universo las hace reales todas. La imagen
que tienes del mundo es como verás el mundo. La imagen que tú
tienes en la mente de lo que es el mundo, de lo que es la vida, es el
mundo y la vida que se te van a poner delante y que van a ser una
realidad para ti.

Ten conciencia de las imágenes que tu mente proyecta, porque


así será tu mundo. Porque el lenguaje con el que hablamos con el
Universo son imágenes. Igual que los animales. Yo cuando hago
telecomunicación con mi gato es siempre con imágenes, nunca es
con frases, siempre es con imágenes.

Bueno, para acortar la historia del Jaguar. Al poco tiempo de


haberme dado cuenta de la diferencia que un cero podía hacer en
mi mente, quizás por el hecho de haber tomado consciencia, dejé de
sentir esa negatividad hacia la cifra “70.000” y de hecho entré a la
web de Jaguar y comencé a configurarlo y la versión que realmente
me gustaba mucho, pero mucho, pasaba de los 85.000 euros. No
importaba, ya había superado la barrera así es que me dije: “Ahora
solo hay que esperar que se materialice”. “Arriba” el tiempo y el
espacio no existe. Aquí “abajo” nos ponemos muy nerviosos porque
queremos que las cosas ocurran ya, a lo más tarde esta semana.
Pero la realidad es otra, es como la masía en la que vivo. Tarda un
poquito, pero era exactamente la que yo quería. La vida que ahora
tienes tú en cada detalle y aspecto es la vida que tú imaginaste sin
darte cuenta en el pasado. Y me dirás que tú no imaginaste en el
pasado el cochecito pequeño y destartalado que tienes ahora. Claro
que sí lo imaginaste en el pasado. Pero no te diste cuenta. Era la
forma en la que hablabas, eran tus sentimientos, era cómo
pensabas, era la gente de tu alrededor era tu manera de vibrar con
la escasez, era pensar “No valgo”, “Quién soy yo para tener eso” era
todas esas frases de “pobre pero honrado”, de “hay que trabajar
duro y ahorrar para el futuro”, de coleccionar cupones del
supermercado para poder ahorrar en un litro de leche.
Eso ayer es lo que tú vives hoy. ¿Qué vas a pensar a partir de
este momento para que tú mañana sea distinto? ¿Ves? ¡Tú tienes el
control!
Por cierto, te preguntarás que pasó con el Jaguar. Bueno, déjame
que te cuente que en el momento de escribir estas líneas está
aparcado en el jardín de mi casa. El Universo se confabuló para que
entre esto y aquello el Jaguar F-Pace llegara. Y fíjate una cosa, el
modelo que llegó era el que yo quería, el que pasaba de los 85.000
euros. Viendo que logré superar la cifra de 70.000 sin mucho
problema ahora estoy enfocado en cifras mucho más grandes.

Antes del Jaguar, mucho tiempo atrás, estuvo un Seat 600, un


Seat 127, un Seat 133, un Renault 4, un Citroen 2CV, un Renault
10, un Ford Sierra, un VW Golf, un BMW… todos de ocasión, todos
viejos y baratos. Solo una vez tuve un Renault 5 nuevo, pero lo
perdí a los pocos meses en una separación amorosa.
Probablemente mi inconsciente pensó que no me lo merecía. Todos
los coches viejos y baratos que tuve me fueron reafirmando que ese
era mi camino natural y lo peor de todo es que la gente que me
rodeaba estaba igual o peor porque había algunos que ni coche
tenían.

Hoy ya sé que los pensamientos “pequeños” dan resultados


pequeños.
Desde muy joven siempre quise tener coche porque para mí era
muy importante sentirme libre. Desde los 18 años en adelante
siempre tuve uno detrás de otro, es decir ya era de cierta manera
abundante. El Universo nunca me negó tener coches porque era lo
que yo más deseaba, pero me daba aquellos que yo creía que
merecía. En esa época yo tenía pensamientos pequeños sin darme
cuenta.
Ahora quiero que revises tú en que parte de tu vida tienes
pensamientos pequeños. Tú eres el único que tiene control sobre
tus pensamientos. Tú sabrás lo que haces con tus pensamientos. Tú
eres el que los envía al Universo y por lo tanto, tú estás en control
de tu pobreza y estás en control de tu abundancia. ¡No dejes que
pase por tu cabeza ni el más mínimo pensamiento pequeño! Esto es
muy importante y te lo vuelvo a repetir. No mires catálogos de
móviles a ver cuál es el más barato. No busques a ver si los chinos
han sacado algún modelo muy barato. Mira los de categoría más
alta. Mira las especificaciones y piensa cuál es el que te conviene a
ti, no por precio sino por especificaciones de acuerdo al uso que tu
le das. Ahora le estás diciendo al Universo “yo solo contemplo este
modelo, todo el resto no me interesa. Tengo imágenes positivas de
mi vida con un buen teléfono móvil para llevar mi empresa, llevar
mis redes sociales, etc.”

“Y quiero tener un coche que me dé mucho placer conducir,


quiero tener una cama que me dé un buen descanso, quiero tener
una cocina en la cual disfrutar de cocinar.” Hay que imaginar
siempre cosas hermosas. Hay que pensar siempre en cosas
positivas. Hay que dejar de ser una víctima y dejar de quejarse.
Cuando te quejas ¿crees que el Universo está escuchando tu
protesta? No, cuando te quejas, el Universo está pensando “Eso es
lo que quiere”. Porque una queja es como un correo electrónico que
acabas de enviar al “Gran Almacén del Universo” para recibir el
producto que quieres.
Hay dos sistemas que unidos funcionan muy. Uno lo acabo de
mencionar que es tener imágenes positivas de una vida abundante
a lo largo del día. Y el segundo es dedicar media hora cada día a
profundizar en esas imágenes. Yo hago 30 minutos cada día, a
veces por las mañanas y a veces por las noches y por ejemplo
visualizo que salgo a dar una vuelta en un yate de los que a mí me
gustan, de un tamaño pequeño que no necesita tripulación, que lo
pueda llevar yo solito. A mí no me gustan los super yates gigantes,
no los encuentro románticos sino más bien impersonales. Me gusta
visualizar estas cosas cuando estoy relajado a punto de dormirme o
cuando estoy tomando un café en la cama y todavía no estoy del
todo despierto.

Y si me dices que tú no sabes “visualizar” te diré que estás muy


equivocado. Fíjate, quiero que visualices tu cocina. ¿Ves que fácil?
No estás ahí, pero la acabas de ver. Es una de las características
del ser humano, que podemos llevar a nuestras mentes imágenes. Y
me dirás “es que mi cocina la conozco, pero no conozco lo que es
un yate”. Sí que sabes lo que es un yate, todo el mundo lo sabe. No
importa que nunca hayas estado en uno, lo que importa es que
sientas la alegría y la emoción de estar en uno.

Ahora haz lo siguiente. Pon la mano sobre tu corazón y dile en


voz alta: Corazón Millonario. Tú, que lo sabes todo sobre mí. ¿Hay
alguna resistencia en mi inconsciente en relación al yate que estoy
visualizando?

Más o menos un minuto después de que hayas acabado la frase


con la mano en el corazón, van a pasar una de dos cosas. Si hay
resistencias vas a necesitar tomar aire. Será como querer respirar,
como que te faltara el aire. Tu corazón te está diciendo “hay
resistencias”. Sí en vez de ese ahogo simplemente tienes como un
suspiro, como si fuese un suspiro de alivio es que todo va bien. Tu
corazón te está hablando a través del cuerpo y te dice que todo está
bien.
Hay gente que este ejercicio les funciona estupendamente desde
el primer momento, pero otros se confunden entre el suspiro y el
ahogo así es que te voy a dar otra técnica.

Puedes testar con kinesiología básica tal y como lo descubrió el


Dr. Goodheart (curiosamente el apellido significa ¡Buen Corazón!) y
lo vamos a hacer en este caso con los dedos en anillo, que ahora te
voy a explicar. Claro que si ya eres terapeuta y sabes de
Kineseología, péndulo o la Quantum-Kínesis de SAAMA te será más
fácil. Cuando algo es positivo para el cuerpo, la musculatura se
refuerza y cuando algo es negativo para el cuerpo la musculatura se
debilita generalmente alrededor de un 30 por ciento más o menos
con lo cual ya es suficiente para ver el “Si” y el “No” con claridad.

Este testaje que te voy a enseñar es muy conocido. Pon el dedo


pulgar yema con yema con el dedo índice, haciendo un círculo. La
presión en las yemas de los dedos es como si estuvieses agarrando
una hoja de papel que no quisieras que se te cayera al suelo. Ahora
en voz alta vas a decirle a tu cuerpo tres veces “Cuerpo, dame un si”
y con el dedo índice de tu mano derecha vas a intentar romper el
círculo, es decir, vas a meter el dedo índice derecho dentro del
círculo y luego en un solo movimiento vas a intentar sacar ese dedo
pasándolo entre las dos yemas de tu dedo índice izquierdo y pulgar
izquierdo.

Notarás que el círculo está fuerte y que te cuesta romper el


círculo.
Ahora vas a juntar otra vez los dos dedos de tu mano izquierda, el
índice y el pulgar, otra vez como si estuvieras sujetando una hoja de
papel. Vas a decir tres veces en voz alta “Cuerpo dame un no” y una
vez más vas a intentar romper el círculo con el índice de tu mano
derecha y verás con que facilidad se abren los dedos esta vez.
Cuando el cuerpo escucha la palabra “Si” o recibe una vibración
positiva se refuerza. Cuando recibe una vibración negativa se
debilita.
Perfecto, ahora podemos regresar al ejercicio del corazón.
Después de ponerte la mano sobre el área del corazón y quieras
saber si hay un programa positivo para ese yate o si por el contrario
hay un programa negativo harás la prueba de los deditos y sabrás si
el inconsciente te dice que si o te dice que no.

Si preguntas, “Tengo algún programa contrario a conseguir mi


yate” e inmediatamente haces la prueba y no puedes romper el
círculo tu inconsciente te está diciendo que sí hay un programa. Si
por el contrario el círculo se rompe es que no hay un programa
contario a que navegues por las azules olas del mar.

Ahora ya sabes si hay o no hay un maldito programa pero eso es


solo un “diagnóstico”, ¿dónde está el “tratamiento”?

Aquí está el “tratamiento”. Pones la mano una vez más sobre el


corazón y dices en voz alta: “Corazón Millonario. Tú, que sabes todo
sobre mí, te ordeno borrar las resistencias al yate que estoy
visualizando”

Y vuelves a hacer el testaje de los deditos. Si el programa sigue


ahí repites la frase una y otra vez hasta que el programa quede
anulado.

Es muy importante hablarle al corazón. Y es muy importante darle


la orden de lo que tú quieres que te ocurra. Porque tu corazón es el
que lo maneja absolutamente todo. Hablarle a tu corazón es algo
muy poderoso. ¿Cuándo fue la última vez que sentiste el corazón?
¿Cuándo corriste detrás del autobús y te palpitaba? Pero si no
palpita normalmente no nos acordamos de que está ahí y es el gran
cerebro de tu cuerpo, ese gran cerebro que está conectado con tu
mente.

Piensa que el corazón tiene neuronas, neuronas como las del


cerebro. Se han descubierto aproximadamente 40.000 neuronas
pensantes. Por lo tanto, el corazón piensa, y todo el mundo sabe
que las personas que han recibido un trasplante de corazón
adquieren los hábitos que tenía el donante, ya sea gustos
deportivos, ya sea de comida, incluso sueños y características muy
personales. Porque quien tú eres está en tu corazón.

Por la médula espinal baja y sube información desde los órganos


al cerebro y del cerebro a los órganos.
El Corazón y el Cerebro están conectados a través de las vías
eferentes (descendientes) y las aferentes (ascendentes) pero el
90% de las vías nerviosas que los conectan ascienden del corazón
al cerebro.

Es decir, el corazón le está enviando un 90% de información al


cerebro y el cerebro al corazón un 10%. ¡Es el corazón el que
manda! Siempre hemos creído que el cerebro controlaba todo
nuestro cuerpo. Resulta que el corazón le da más información al
cerebro que no el cerebro al corazón.

Fíjate en lo siguiente, en el día 22 de la concepción, es decir


cuando el bebé tiene 22 días el corazón ya comienza a latir y a los
22 días el feto todavía no ha desarrollado el cerebro. No hay
cerebro, pero hay corazón.

Créeme, un corazón millonario es lo mejor que puedes tener, pero


lo tienes que descubrir. Tu nivel de abundancia exterior es el
equivalente a tu nivel de abundancia interior y tu interior está en
manos de tu corazón.
Quiero que te fijes que hay una gran diferencia entre planear y
trabajar hacia un resultado y pensar y sentir como si ese resultado
ya hubiera ocurrido.
Me explico. Yo lo que quiero es que cuando pienses en el yate
pienses como si ya estuviera hecho, no como si fuera ha ocurrir. No
es planear cuánto cuesta un yate, cuántos meses, cuántos años de
inversión. Si trabajas hacia un objetivo tu mente dirá que estás de
camino al objetivo. Pero si piensas y sientes como si el objetivo ya
hubiera ocurrido para tu mente, entonces el objetivo ya ha sido
logrado. Si estás pensando lo obtendré tu mente dice siempre
“estamos de camino, pero no hemos llegado”
Si tú ves la fotografía del yate y la ves en tu mente, como si ya
hubiera ocurrido, tu mente dice “Ya ha ocurrido”. Si trabajas para un
objetivo, envías frecuencias de esfuerzo. Si trabajas desde un
objetivo ya logrado envías frecuencias del logro realizado. Aquí no
hay que trabajar. Aquí no hay que esforzarse. Aquí hay que
imaginar. Hay que vibrar. Y hay que preguntarle al corazón si no hay
nada en tu inconsciente que esté bloqueando esa imagen.

Mira, verdad que si tienes un dolor en alguna parte del cuerpo


significa que el cuerpo te está avisando de que algo va mal. Por
ejemplo, te duele el codo. El codo está enviando información a tu
cerebro. Ese dolor te hace sufrir y tomas acción. De la misma
manera si no obtienes algo que deseas y te hace sufrir es que algo
va mal.
Nunca debe de haber sufrimiento.
Visualizar que tienes el yate y luego sufrir porque no lo tienes no
es hacer el ejercicio bien. Debes mantener la vibración de felicidad
largos períodos de tiempo. Si por ejemplo estás tumbado en la cama
visualizando que has salido a dar una vuelta en tu yate, cuando te
levantas y vas a la cocina debes sentirte como alguien que acaba de
regresar de dar una vuelta en el yate y no como alguien que está
amargado porque no lo tiene. Piensa cómo te sentirías de haber
estado esta mañana dando un paseo en el yate y mantén esa
vibración de felicidad el resto del día.
Solo se avanza cuando no hay sufrimiento.

Dicen que es imposible predecir el futuro, sin embargo, en


realidad si lo piensas es muy sencillo. Lo que estoy pensando hoy
se manifestará mañana, será lo que me encontraré en mi futuro. Así
de simple. Si yo estoy manifestando sufrimiento hoy por no tener el
yate, se va a mantener así, porque esa es la proyección hacia el
futuro. Por lo tanto, tengo que imaginar que ya tengo el yate y vivirlo
y disfrutarlo como si ya fuera mío. Y eso es lo que estoy creando
para el futuro.
Yo he vivido la experiencia de tener a mi alrededor personas que
se reían de mis sueños y me he alejado muy discretamente de esas
personas. No quiero a mi lado personas que no saben soñar o que
sueñan en pequeñito. Porque esas personas que no sueñan o
sueñan en pequeñito también están contribuyendo y afectando mi
vida. Si yo les digo a esas personas que cuando cierro los ojos ya
estoy disfrutando de mi yate, ya sé cómo es en cada rincón, ya
siento las olas y el sol, la brisa y la diversión no quiero que me
hundan mi sueño. Y te lo digo porque me ha pasado. Un día
investigué que licencia necesitaba para pilotar un yate y la respuesta
fue “Estas loco, si no tienes un yate ¿para qué coño quieres la
licencia? Y les contesté “Sí que tengo un yate, aquí está“ y me
señalé la cabeza. “Déjate de tonterías y pásame el azúcar” Un
tiempo después, cuando vivía en Inglaterra me apunté a un curso de
Patrón de Yate y luego a uno de Vela. Ya viviendo de regreso en
Barcelona me apunté a otro de vela. Y si me preguntas si ya tengo
el yate te diré que si, aquí en mi cabeza. Tanto es así que nos
estamos construyendo una casa con mi pareja y también estamos
redecorando un piso que tenemos en la playa para poder disfrutar
del yate. Así es que para mi ya es una realidad. Tan real hoy como
lo fue el primer día que se me ocurrió la idea de tener un yate.
(¡Incluso ya tiene nombre!)
Por eso me preocupo de rodearme de gente que sueñe muy
grande, porque esa gente me va a influir a mí positivamente. Si a
ellos les va bien, a mí me va bien. Si ellos quieren que a mí me vaya
bien, a ellos les va a ir bien porque todos somos Uno.

Pregunta: ¿Qué cifra crees que tienes que superar?


Capítulo 14. ¿Qué razón tienes para ser
abundante?

Ahora vamos a hablar de que siempre hay una razón detrás de lo


que quieres, porque la razón es lo que de verdad va a mover la
energía, ¿qué quiero decir con esto? Quiero decir que cuando mi
mente dice que quiere una casa grande tiene que haber una razón
detrás. ¿Por qué quiero una casa grande? ¿Para qué quiero una
casa grande? Si queremos modificar el inconsciente, tenemos que
hacer cosas que tengan una cierta lógica para que el inconsciente
nos apoye.
Una casa grande tiene que existir para resolver un problema ya
que el inconsciente está diseñado para resolver problemas, está
programado para nuestra supervivencia. El inconsciente es el que
mueve montañas para resolver situaciones. Por lo tanto, si yo quiero
algo que mi inconsciente detecta que es una solución a un
problema, me va a apoyar. Si es algo absurdo habrá una falta de
coherencia entre lo que son mis deseos y lo que son mis
necesidades.

He descubierto que si mis deseos y mis necesidades van de la


mano todo funciona mejor. Cuando detecto una necesidad busco un
deseo que la cubra. Querer tener una casa grande cuando a lo
mejor yo lo que realmente quiero es una casa pequeña, acogedora,
fácil de limpiar, muy bonita, a las orillas de un lago es una situación
donde no hay coherencia. Recuerda que abundancia no es tener la
casa más grande si no la casa que quieres. Si estás luchando por
tener una casa grande solo para mostrar tu abundancia te va a
costar mucho más esfuerzo y a lo mejor ni siquiera la consigues.

Lo que debes hacer es que haya coherencia entre tu consciente y


tu inconsciente.
Coherencia sería “necesito una casa grande y deseo una casa
grande” Necesito y deseo. Las dos deben resonar dentro de mí. Por
ejemplo, necesito una casa grande porque las casas pequeñas me
asfixian y además necesito una casa grande porque necesito una
biblioteca y un estudio de grabación y puedo tener invitados y que
no estén unos encima de otros. Lo más importante para mi es que
puedo destinar distintos espacios para las distintas actividades que
necesito hacer. A mi me gusta tener un estudio de vídeo, un taller
para hacer cosas, una habitación para tener juegos, una biblioteca,
una sala para ver cine... bien, entonces es obvio y lógico que
necesito una casa grande. Eso tiene una cierta lógica. Si quiero una
casa grande solo por el gusto de tenerla, pero en realidad estoy
preocupado con la limpieza, los impuestos, los arreglos, el jardinero,
el hecho de vivir lejos de mis amigos o de una tienda o cualquier
otra situación conectada con el hecho de tener una casa grande
pues no habrá coherencia y la señal estará distorsionada.
Si algo no resuena en mí simplemente no gasto energía
intentando que se materialice en mi vida. Antes lo hacía, pero ahora
ya no. Te doy otro ejemplo. A mi me gustan mucho los coches y si te
gustan los coches y eres abundante se supone que debes tener un
Porsche o un Ferrari o algo por el estilo.

A mi un Porsche 718 Boxer de dos plazas no me resuelve ningún


problema (y eso que es más barato que Jaguar que tengo) y un
Ferrari que cuesta el doble que el mío tampoco. Ni el Porsche ni el
Ferrari llegarían por el camino de tierra a mi casa en la montaña y a
la primera nevada me quedaría tirado. Necesitaría 20 coches
deportivos de ese estilo para meter las bolsas de la compra que me
caben en el mío. Los coches deportivos son imprácticos, muy poco
versátiles y solo sirven para lograr altas velocidades y la verdad yo
prefiero el confort y el lujo en un coche amplio y potente. No me veo
metiendo los leños de la chimenea en un Ferrari, ni en un
Lamborgini ni en un MacClaren.
Por lo tanto, no hubiera habido coherencia en la búsqueda del
Porsche 718 Boxer pero si la hubo en la búsqueda del Jaguar F-
Pace que es 4x4, muy amplio, cómodo y con un maletero que no se
acaba nunca. Mi necesidad y mi deseo se unieron. Esa es la cave.

Buda nos enseñó que el sufrimiento viene del deseo porque


cuando el deseo no se cumple es sufrimiento. Mi filosofía en
Abundancia Extrema es que no hay deseos incumplidos por lo tanto
no hay sufrimiento. Mis deseos, todos, ya están cumplidos en mi
mente y no me preocupa cuándo se van a manifestar. No sufro por
esperar a que lleguen y lo que es más importante, no sufro si
después de que llegaran se van porque los genero de nuevo.

Antes de vivir en la masía en la montaña vivía en un piso en la


ciudad de Girona y era igual de feliz que soy ahora. Antes del
Jaguar tenía un Opel Antara y antes una furgoneta Citroen y antes
un Nissan Terrano y en todos ellos fui muy feliz. Mi felicidad no
depende de nada externo. Si llega el yate bien, si no también.
Nunca envío señales de dolor, pena o sufrimiento al Universo
porque no quiero más de lo mismo, solo quiero enviar señales de
felicidad para recibir lo mismo y cuanto más practico la gratitud y la
felicidad más cosas hermosas aparecen en mi vida.

Si las cosas que deseo tardan en llegar (porque siempre llegan)


no hay sufrimiento. Como no hay sufrimiento, no hay vibraciones
bajas. Y todo lo que yo veo en el Universo es solo felicidad. Y te
digo una cosa, si yo no puedo tener el yate, ojalá lo tengas tú. Si yo
no puedo tener algo ojalá lo tengan los demás.
¿Te digo qué es lo que más me gusta de la abundancia? Que te
quita problemas. Mientras siga en este mundo manifestado de las
formas, en este mundo del sueño, pienso soñar de la mejor manera
posible. Pero también sé que hay que tener en cuenta que este
mundo manifestado es solo un sueño y que mi meta final es la paz
interna, que solo se consigue uniendo mi mente con el Espíritu
Santo.

Todo lo que yo quiero tener, ojalá lo tenga. Lo que ya tengo


agradezco tenerlo y si se va que se vaya. No voy a ser más infeliz si
lo que deseo no llega o se va. Como no tengo nada que perder,
tengo todo que ganar. Como sé que todo esto es un sueño me da
igual porque cuando despierte probablemente me muera de la risa
de todo lo que creí que estaba viviendo mientras en realidad solo lo
estaba soñando.

Espiritualidad y dinero.

Un libro de abundancia un poco raro, ¿verdad? Es que mira,


desde mi punto de vista no es más espiritual ser pobre que ser rico,
pero tampoco es más espiritual ser rico que ser pobre.
Yo, en mi caso, me siento espiritual y me siento abundante. Y
como te digo, podré perder la abundancia, pero no voy a perder
nunca la espiritualidad. Y creo que si avanzas en tu camino
espiritual, también avanzas en tu camino terrenal, porque tanto es
arriba como es abajo.

Mira como la iglesia le enseña a la gente a pedirle cosas a Dios.


Eso no es ser espiritual, eso es ser religioso. Creer que Dios
interviene en este mundo, en este sueño, también es un error,
porque no es así. Dios no creó el mundo finito porque Dios es
infinito. Dios está mucho más allá de nuestro mundo. Lo que
nosotros llamamos nuestra realidad es un sueño, es una fantasía,
es una proyección de nuestra mente dividida y alejada de Dios.
Tenemos que regresar a Dios con la mente. Y mientras buscamos
en el camino espiritual cómo acercarnos a Dios con la mente
tenemos que vivir una vida plena en este sueño. Tenemos que vivir
un sueño feliz. No tiene ningún sentido vivir un sueño infeliz. Si
quieres entender más este principio del que estoy hablando, que te
puede haber dejado así como ¡wow! ¿de qué estamos hablando
ahora? Queríamos hablar de dinero y estamos hablando de Dios,
vas a leer varias veces tal y como menciono siempre, La
Desaparición del Universo, Tu Realidad Inmortal, El amor no ha
Olvidado a Nadie y Las Vidas en que Jesús y Buda se Conocieron.
Los vas a leer en ese orden. Todos son del mismo autor que se
llama Gary R. Renard. Cuando los leas entenderás porque te he
dicho lo que te acabo de decir.
Regresemos a la abundancia extrema, porque si me voy por la
parte espiritual me puedo perder. Bien, ahora ya sabes lo que
quieres. Ya tienes en la mente el modelo de coche exacto desde el
color del interior y del exterior hasta los caballos de potencia. Ya
sabes que debe estar todo muy claro para que el mensaje sea
limpio. Estamos enviando un email al Universo para hacer un pedido
y no quieres que te llegue algo distinto. Ya has decorado las
habitaciones a tu gusto. Ya sabes qué tipo de cuadros vas a tener.
¿Dónde está situada la casa? ¿Es una casa grande? ¿Y la piscina?
¿Tiene piscina? ¿Cuánto mide la piscina? ¿Es redonda? ¿Es
rectangular? ¿Es cuadrada? ¿Tiene trampolín? ¿Es de agua
caliente?
Recuerda que necesitas decirle al GPS del Universo adónde
quieres ir. Si no pones una dirección exacta, no vas a ningún lado.
Si hoy no estás donde quieres estar, ¿a dónde quieres ir? Ya estás
en algún sitio en la vida y estás en algún sitio en tu economía y ya
estás en algún sitio de metas logradas y de metas no logradas. Si
estás bien ahí, quédate ahí y lee este libro como algo curioso e
interesante, pero si no estás donde quieres estar lo primero es saber
a dónde quieres ir para poder darle la dirección correcta al GPS del
Universo.

Yo, por ejemplo, para mi empresa, he solicitado al Universo este


año facturar 3 millones de euros porque es el dinero que necesito
para poder llevar a cabo una serie de proyectos que tengo en
mente. Y el año que viene voy a necesitar cinco.
La abundancia no es solo para comprar cosas, también es para
aumentar el nivel de vida de las personas que me rodean, de mis
colaboradores. En mi caso quiero expandir SAAMA, quiero que
llegue más lejos para cambiar la vida de más personas, quiero
sembrar el mundo de escuelas SAAMA. Todo eso requiere dinero.
Así es que le he pedido al Universo facturar 3 millones de euros y
estoy en camino de lograrlo ya que aunque el camino es largo, una
vez que ya tienes la dirección bien puesta en el GPS del Universo
llegar es solo cosa de tiempo.

Ahora deberías parar de leer y sentarte a escribir exactamente lo


que quieres. Entra a internet y mira fotos de casas, de coches, de
viajes, de ropa, de motos, de yates, lo que sea, lo que sea que tú
necesites. Si tienes planes para tu vida, para tu negocio ¿cómo
quieres tu negocio? No puedes decir solamente “quiero poner una
joyería” ¿En donde la quieres poner? ¿Qué tan grande? ¿Cómo son
las vitrinas? Y cuando encuentres todas esas imágenes, pon la
mano en el corazón y mira a ver si vibra positivamente.

Cuando encuentres las fotos en internet, las imprimes y las pones


en tu tablón de abundancia extrema. Esta es mi joyería. Este es mi
coche. Esta es mi vida. Y cada día las vas a mirar y vas a sentir
como si ya la estuvieras viviendo. Como si ya hubiera ocurrido. No
vas a decir qué bonita la joyería que voy a tener, sino qué bonita
joyería tengo. ¡Qué feliz me hace! Y vas a agradecer al Universo
que te haya dado esa joyería, ese restaurante, ese bar, ese
gimnasio o lo que tú quieras. La mano derecha sobre tu corazón y
sentir la vibración, siente la resonancia. ¿Todo bien?, ¿Todo bien
con esa joyería? ¿Es la calle adecuada? ¿Es la vitrina adecuada?
Las marcas que vas a vender ¿son las adecuadas? Bien, adelante,
sigue imaginando.
Si no resuenas o crees que eso no está en tu realidad, o que no
te la mereces busca una imagen similar pero un poquito distinta y
busca a ver si en esa otra imagen hay resonancia. Si aún así no
encuentras la resonancia, haces el ejercicio del final del libro y eso
probablemente lo va a resolver. (La meditación del doble Millonario)
Ahora escoge un número de tres cifras, por ejemplo 3, 3, 3 y con
la mano en el corazón le vas a pedir al Universo que por favor te
muestre ese número cada vez que pueda para indicarte que el plan
de tu abundancia está en marcha.
Verás como comenzarás a encontrarte ese número. Lo verás en
las matrículas de los coches, lo verás en los números de las calles,
lo verás en los periódicos, en el precio de algo, en el reloj digital y si
no quieres un 3, 3, 3, pues pide un conejo blanco. No importa, pero
pide un símbolo. El símbolo en sí no importa es el que tu quieras
que sea.
Escoge lo que tú quieras, pero dile al Universo que por favor te
muestre ese símbolo cada vez que se dé la oportunidad para
avisarte de que estás yendo en la dirección correcta y eso te va a
dar mucha confianza. Acuérdate arriba no hay tiempo. El tiempo es
aquí abajo. Por lo tanto, las cosas pueden ocurrir en cualquier
momento.
Y si tú te sientes feliz porque ya estás en el camino correcto, vas
a pensar como una persona feliz y si piensas como una persona
feliz, pensarás e imaginarás cosas bonitas. Y si piensas e imaginas
cosas bonitas, lo que te va a llegar por parte del Universo van a ser
cosas bonitas.

Ser feliz te hará abundante. No esperes que la abundancia te


haga feliz primero. Sé feliz ahora. Sé feliz contigo mismo y con el
Gran Espíritu como sea que tú lo imagines.

Seguro que conoces a alguien que vive amargado e infeliz. Y


seguro que lo notas. Seguro que notas que sus pensamientos son
negativos. Estas personas llevan en su mente pensamientos
negativos y acaban disfrutando de lo mal que les va, se
retroalimentan ellos mismos. Las imágenes que ven su mente son
cosas que van mal ya sea el trabajo o en la salud o en lo que sea
pero todo siempre va a peor y claro que te va a decir que la vida es
un asco y ¿sabes?, tienen razón. Les pagan mal. El coche no
arranca por la mañana y el hotelito donde se fue de vacaciones con
su novia es horrible. El viaje en avión barato fue una absoluta
pesadilla. Los calamares que les sirvieron eran también asquerosos
y encima la cerveza estaba caliente. Claro, si piensas
negativamente y arrojas al Universo constantemente imágenes
pesimistas, ¿qué vas a recibir? Vas a recibir cosas negativas que te
van a confirmar lo que piensas de la vida.

Piensas negativo: Te llegan cosas negativas.


Ahora ya sabes que si piensas cosas positivas y bonitas, te van a
llegar cosas positivas y bonitas. Si logras romper ese cerco de
pensamiento negativista y te alineas con el Espíritu Santo, si logras
la felicidad interna y comienzas a pensar positivamente, si esa
felicidad interna es independiente de tus circunstancias actuales, de
tus circunstancias externas, si tú simplemente te ves feliz, si te ves
exitoso, si te ves sano, si te sientes abundante, vas a comenzar a
cambiar tu forma de pensar y entonces, ¿Qué va a ocurrir? Que las
imágenes que arrojarás al Universo serán distintas y lo que te va a
llegar será distinto y mayoritariamente será bueno. Con lo cual
podrás volver al círculo de pensamiento positivo.
He dicho mayoritariamente porque en el mundo dual ni todo
puede ser terrible, ni todo puede ser buenísimo, porque es
precisamente un Universo dual.
Eso no quita que la vida que tienes hoy es la vida que, sin darte
cuenta, imaginaste ayer. Así de sencillo, así de claro. La vida, lo que
tú estás viviendo hoy es lo que tú imaginaste en el pasado.
Si en cualquier momento del día te asalta una imagen negativa
por los programas, por las costumbres, por los hábitos, bórrala en
voz alta, bórrala y crea una imagen positiva inmediatamente.
Imagina que has enviado un email al almacén gigante e infinito del
Universo con un pedido. Porque siempre que tenemos un
pensamiento, un sentimiento, una emoción, estamos enviando un
pedido al gran almacén del Universo. Cosas negativas significa que
cuando abres el paquete que te llega te encuentras cosas negativas.
Cosas positivas significa que cuando llega el paquete y lo abres te
encuentras cosas positivas.
Siempre que te descubras que acabas de enviar un pedido
negativo lo borras inmediatamente y envías uno positivo lo antes
posible.

¿Cómo se hace? De esta manera: Imagínate que acabas de


pensar “todo es una mierda”, te acabas de dar cuenta y dices en voz
alta: “¡Borrar!” Puedes ayudarte con un gesto con la mano, como si
borraras algo escrito en una pizarra para focalizar tu intención, ya
que donde va la focalización de la intención, ahí va la energía.
Inmediatamente después dices: “Mi vida es hermosa” y dices en voz
alta: “¡Enviar!” y haces el gesto con la mano de enviar algo hacia
arriba.

Este ejercicio lo hago yo siempre y lo hacen todos los miembros


de mi equipo en SAAMA Internacional. Quizás cada vez menos y
menos porque ya no generamos pensamientos negativos, solo
pensamientos de agradecimiento.
¿Si funciona? No lo sé, solo te diré que tenemos unas vidas
increíbles.

Recuerda que eres un co-creador con el Universo de todo lo que


se materializa a tu alrededor. Todo lo que tú tienes lo has creado
junto con el Universo. Hay una parte que te corresponde por Karma,
por vidas pasadas, pero gran parte de lo que tienes es lo que tú has
imaginado o lo que tú has pensado.

Hay dos guiones que enmarcan tu actuación en la vida. Está lo


que yo llamo el Gran Guión y el Pequeño Guión. Son como dos
esferas, una esfera grande y una esfera pequeña. El Gran Guión es
tu aprendizaje en esta encarnación y es inamovible a menos que el
Espíritu Santo dictamine que ya estás libre de vivir tal o cual
experiencia, porque has demostrado que ya la has aprendido, que
ya la has superado. El Gran Guion es el que marca tu estatura, tu
pelo, donde naces, los padres que tienes. Las enfermedades que
vas a tener a lo largo de tu vida, las grandes experiencias. Eso es
inamovible. Es lo que te toca en esta “experiencia de vida”. Y luego
está el Pequeño Guion. En ese te dejan que lo escribas tú y lo
haces en base a tus creencias, que son la suma de todo lo
aprendido desde tu nacimiento, incluyendo toda la información que
baja de tu árbol familiar por el lado de la madre y por lado del padre.
Ese es el Pequeño Guion. Ese lo puedes escribir tú. El Gran Guion,
ese que es inamovible, es el que determina los máximos y los
mínimos de abundancia que tú vas a experimentar en esta vida.
Como hablábamos al principio del libro, son esos márgenes en los
que te puedes mover. Eso está dictaminado por el Gran Guion y ahí
no hay nada que hacer. El Pequeño Guion, el que tú puedes escribir,
es el que determina cómo vivirás dentro de esos márgenes. Tú
escribes ese guion en cuanto a poder ser una persona amargada o
ser una persona muy feliz, dispuesto siempre a ayudar a los demás.

Por ejemplo, el Gran Guion permite que yo tenga un coche de


100.000 euros. El Pequeño Guion, que son mis creencias, dictamina
que yo sólo merezco uno de 40.000 euros. Pues bien, el Universo
me está diciendo “tienes un crédito hasta 100.000 euros para tener
un coche” y mi Pequeño Guion dice “solo me merezco un coche de
40.000 euros”. Nuestro trabajo es utilizar todo el crédito que
tenemos en la cuenta del Universo.

Ahora me vas a decir “pero ¿cómo sé cuál es mi límite?” La


respuesta te la da la Meditación del Corazón. Cuando hagas la
Meditación del Corazón, podrás percibir dónde están los límites.

Entonces vamos a ver la Meditación del Corazón. Es la forma de


meditación más fácil que hay.
Pregunta: ¿Ya le has dado al GPS del Universo la dirección a
donde quieres ir?
Capítulo 15. La meditación del corazón y los
condicionantes.

Esta es una “meditación” muy sencilla. Si por ejemplo colocas una


fotografía de un coche, vamos a suponer de 200.000 euros, sobre tu
Corazón Millonario y cierras los ojos y enfocas toda la atención en el
corazón el te dirá con mucha claridad si vibra con esa imagen o no.
Es así de fácil.
Si no vibra, tomaremos la fotografía de otro coche más
económico, digamos de la mitad de precio y repetiremos la
operación. Y cuando tu corazón sienta la vibración de la fotografía
(que es holográfica y lleva la misma información que el coche real)
él te lo va a decir.

Si vibra es que ese coche está dentro de ti. Si no vibra, pregúntale


si puedes hacer algo para que sea aceptado por tu corazón. Si te
dice que no, tendrás que escoger otro modelo de coche. Si te dice
que si, pregúntale qué tienes que hacer para materializarlo en tu
vida y escucha atentamente. Él te dirá lo que necesitas saber.
Yo siempre escucho a mi corazón porque es la parte más pura de
mi ser. Es estar en un momento de silencio. Dejar que fluyan las
ideas. Dejar que venga algo. Permitir que la intuición se active.
Espera un poco y de repente notarás que te ha dado un mensaje.
Tu corazón siempre dice la verdad y no solo hay que preguntarle
cosas relacionadas con tener más riqueza nosotros, también le
puedes preguntar sobre los demás. Digamos que tu tienes una
pequeña empresa y quieres hacerle un regalo de Navidad a tus
colaboradores y estás indeciso… pregúntale a tu corazón.

Recuerda que si tu plan es ser abundante tienes que hacer de tu


trabajo una experiencia espiritual de amor. Es muy importante dar
porque al dar a los demás te estás dando a ti mismo. No importa si
no acabas de entender del todo esta última frase, lo importante es
que comiences a vivir el camino espiritual y comenzarás ese camino
cuando empieces a notar un gran placer cada vez que das.
Tú sabes lo que tú eres. Tú eres amor. Por lo tanto, tu trabajo
tiene que tener algo que ver con amor, con ayudar a los demás, con
estar disponible para los demás. Cada decisión dentro de tu trabajo
debe ser tomada desde el amor, cada una sin excepción, desde
darle una noticia a un empleado, hablar con un proveedor, hacerle
un pedido a alguien, recibir un cliente que se queja… todo.

Cada decisión, cada pensamiento debe ser producido desde el


amor. Cada uno sin ninguna excepción, tiene que venir del corazón
y no del Ego.

Estamos hablando de amor porque estamos hablando de


abundancia. Ama a los demás, ámate a ti mismo. Ama el dinero,
toma un fajo de billetes de cualquier denominación y dile. “Dinero, te
amo y te pido perdón por la manera en que los seres humanos te
hemos tratado, por la manera en que te hemos usado, por lo que
hemos hecho contigo y por lo que hemos pensado de ti. Te amo y
afirmo que te utilizaré siempre para una causa buena, que te
utilizaré siempre para mejorar la vida de los demás. Ven a mi amigo
dinero, que tenemos muchas cosas importantes que hacer juntos.”

Esta es la oración que yo enseño en mis talleres porque el dinero,


al ser energía proveniente de la Mátrix, es inteligente y se acerca a
aquellos que tienen buenas intenciones. Yo la hago muy seguido. Yo
toco el dinero acariciándolo. Cuando yo era niño y había ido a hacer
algún recado como por ejemplo comprar media docena de huevos,
al regresar y darle el cambio a mi mamá me decían: “Ahora lávate
las manos que has tocado el dinero”. ¿Lo ves? ¡Lávate las manos
que has tocado el dinero! Y mi mente de niño grabó que el dinero
era algo sucio. Tuve que cambiar yo solo mi paradigma y ahora
quiero que lo cambies tu y eso se hace con la Oración del dinero
que te acabo de enseñar porque al repetirla cada día vas cambiando
tu percepción interna de lo que es el dinero y cuando dejas de verlo
como algo malo, algo sucio, algo peligroso entonces dejas que se
acerque a ti ¡que es lo que el dinero quiere hacer!

La gente mete unos billetes en la cartera y se olvida del dinero


hasta que van a la compra y entonces cuando entregan el billete lo
hacen con pena, con tristeza porque sienten que lo pierden.

Abre ahora mismo la cartera, saca el dinero y contémplalo,


cuéntalo, tócalo. Fíjate en los detalles de los dibujos, el tamaño, el
color, la textura. Intenta imaginar por cuántas manos ha pasado, en
cuantas circunstancias, la gran mayoría seguro que tristes. Ahora
haz la Oración del Dinero y cuando hayas acabado, con letra muy,
muy pequeñita, escribe en una esquina la palabra AMOR. Así es
como se limpia el dinero que ha pasado de mano en mano por un
largo camino quizás de drogas, de prostitución, de deudas, de
dudas, de depresión y de esperanzas rotas. Límpialo y cuando lo
des, entrégalo con amor.

Ahora quiero enseñarte a borrar los condicionantes. Los


condicionantes son lo que dice; condiciones. Por ejemplo, si crees
que de haber heredado una empresa que comenzó tu abuelo, o de
haber ido a una buena universidad, o de no haberte casado tan
joven, etcétera, ahora serías más abundante, bueno, pues estás
utilizando condicionantes para justificar tu escasez. Te estás
haciendo la víctima.

Te estás justificando por qué vives en la escasez en vez de vivir


en la abundancia que es tu derecho natural. Ningún condicionante
es realmente un obstáculo para ser extremadamente abundante.
Todo eso de que no fui a la universidad, no soy demasiado
inteligente, me casé muy joven y tuve hijos… La abundancia
extrema se logra independientemente de todo eso.

Cuando empezamos a notar que no estamos llegando a la


abundancia, en vez de decir ¿cómo lo resuelvo? nos rendimos
inconscientemente y empezamos a buscar excusas y decimos es
que no hemos nacido en el país adecuado, que no tenemos
habilidades de internet, que no sabemos invertir en bolsa, que
nuestro sueldo es mísero y mil cosas más. No te imaginarás las
excusas que he oído a lo largo de los años.
Tienes que recordar que ya existe la posibilidad cuántica de que
tu riqueza te esté esperando y la tienes que materializar a través de
la Conciencia, a través de la observación. Es un acto entre tu y el
dinero. No tiene nada que ver con la universidad, no tiene nada que
ver con que tu papá era alcohólico y tu mamá se fue de casa o que
tu hermana te pegaba de niño. No tiene nada que ver con eso. Son
excusas externas. Todo lo que hay alrededor tuyo, desde la arena
de la playa hasta los planetas, desde un conejito hasta la Vía Láctea
pasando por un volcán, por una palmera, por una mariposa todo,
todo eso proviene de un solo sitio. Proviene de la Mátrix. Todo el
oro, toda la plata, todos los diamantes del mundo provienen del
mismo sitio de donde provienen los volcanes o los conejos de la
Mátrix. Todo el dinero que existe y todos los ríos y todos los peces y
los tiburones y las ballenas provienen de ese mismo sitio. Y tú
también provienes de ese mismo sitio. Tú estás formado también
por átomos, igual que una ballena o un billete de 500 euros. Es lo
mismo. Todo es vibración. Si no te gusta la palabra Mátrix llámalo
Big Bang; todo nació del Big Bang. Todo. Por lo tanto, tú estás
formado de gatos, de peces, de palmeras, de dinero, de polvos de
estrellas, de tiburones, de piedras, de sillas. Todo salió del mismo
sitio, todo nació del Big Bang. No estás separado de ningún otro ser
humano, no estás separado de ninguna planta, no estás separado
de ninguna ballena y por lo tanto, tampoco estás separado del
dinero. Todo nace de un punto de explosión. Todo viene desde un
puntito y se expande.

Por lo tanto, cambia la manera de pensar, dejar de culpar a las


cosas externas. Puedes decir yo soy pobre y efectivamente, es
verdad, estás compuesto de pobreza porque es una de las
dimensiones del yin y el yang, pero ¿cuál es la otra? ¿Qué es lo
contrario? Yo soy pobre, yo soy rico y en el mundo dual no existe
una cosa sin la otra. Por lo tanto, estás efectivamente compuesto de
pobreza y de riqueza, de las dos. Las dos cosas tienen que existir
dentro de ti. Tú eres tú, lo eres todo. Eres algo totalmente completo.
Dentro de la gigantesca habitación de la vida estás con una
linternita en la mano. Está todo oscuro. ¿Cómo sabes cómo es la
habitación? Depende de dónde apuntes tu linterna (Consciencia)
verás las partes más feas de la habitación y dirás “que habitación
más fea”. Pero si apuntas la linterna en otra dirección dirás “que
habitación más bonita”. Tú tienes la linterna y tú decides qué quieres
ver. Si tú quieres ver un mundo de peligro donde es arriesgado
comenzar un negocio, eso será lo que ves y por lo tanto será tu
realidad. Eso es lo que el Universo te va a mostrar. Porque todo lo
que ves fuera de ti es una proyección de tu interior.

La vida es una pantalla del cine donde estás proyectando tu


película. Si tú quieres ver en esta pantalla un mundo de felicidad
lleno de oportunidades, pues eso es lo que vas a ver y como es lo
que tú ves es lo que el Universo te muestra y como el Universo te lo
muestra, te justifica que es verdad lo que estás viendo y sigues
viendo cosas positivas.
Recuerda: “Hay que ser valiente para ser abundante” Esta frase
me vino el día que me di cuenta que es más fácil quedarse en la
escasez que buscar la abundancia. Es más fácil ser pobre y
quejarse. Hay que ser valiente para ser abundante. Hay que ser
valiente. La abundancia, la abundancia extrema, es simple, porque
la abundancia extrema es todo lo que está fuera de la caja y tú estás
dentro de la caja. A todos nos metieron en esta caja y vivimos llenos
de límites. Ir a trabajar, pagar la hipoteca, cobrar una pensión de
miseria y morirte. “La Caja es adoctrinamiento” Tienes que tener un
trabajo estable, aunque lo odies, tienes que casarte, tienes que
tener hijos, tienes que pagar la hipoteca y luego aceptar una
pequeña pensión y luego, por favor, muérete para que no la estés
cobrando mucho tiempo. Y adiós muy buenas. Ese es el
pensamiento dentro de la Caja. Esa gente que está a las 8 de la
mañana en tráfico en el coche esperando poder llegar a la oficina a
tiempo no vaya a ser que los regañen...
A esa misma hora otras personas están tomando un avión para ir
de safari fotográfico a Kenya o subiendo a un barco para hacer un
crucero por el Caribe. Adentro de la Caja estás en una reunión
esforzándote en un plan de marketing para que los dueños de tu
empresa viajen en primera. A fuera de la caja es el que viaja en
primera.

Dentro de la caja está tu nivel de confort. Estás más o menos


confortable. Hay poco riesgo. No hay sobresaltos. Aburrido pero
tranquilo, siguiendo las órdenes de los demás a cambio de
“tranquilidad”.
Fuera de la Caja la vida es un torbellino. Es una vida mucho más
intensa. Cualquier persona que haya triunfado en cualquier área de
la vida te dirá que lo primero que hizo es dejar de pensar como los
que están dentro de la caja. Y ¿sabes qué? ¡Pensar es grátis! no
hace falta haber ido a la universidad o vivir en un país rico para
pensar fuera de la caja.

Hoy te toca a ti tomar la decisión de hacer las cosas de manera


diferente.
Digamos que quieres poner un negocio. Tienes la opción de imitar
a los que ya pusieron su negocio, pero serías uno más del montón o
puedes pensar fuera de la caja, es decir cuestionándote todo y
viendo las opciones desde la libertad de mandar al carajo todos tus
condicionantes.

A partir de ahora, cada decisión que tomes que sea creativa y que
sea diferente, diferente de como lo hacen todos los demás. Porque
si haces lo mismo ya sabes… 2+2+2+2=8

A partir de hoy ya no vives en la caja, vives fuera, a la intemperie,


bajo la lluvia, bajo las estrellas. A partir de ahora te sientes vivo, a
partir de ahora estás vivo. Ya no haces lo mismo que hacen los
demás. Acabas de cambiar un numerito de la ecuación y
2+2+2+3=9 ¡Ya ha empezado el cambio! Sigue así y llegarás a
2+8+6+9=25. Que está muy lejos de aquel “8” con el que
comenzaste.

Regresemos al ejemplo de poner un negocio. Vamos por lo más


básico, digamos una peluquería. Ahora ejercita la mente creativa y
piensa cómo pondrías una peluquería distinta a las que ya existen.
Piensa. Piensa. ¿Quizás pondrías cubículos privados donde las
personas no se sientan tan expuestas? ¿Con espejos hasta el
suelo? Quizás las clientas pueden traer distinta ropa y cambiarse y
ver diferentes formas de peinarse dependiendo de qué se van a
poner. Quizás puedes poner un área donde haya un monitor para
que vean peinados de gente famosa mientras tu clienta se está
tomando un buen café. Todo lo que se te pide es que sea una
peluquería distinta, no importa exactamente el qué, pero que sea
distinta. Y esto sirve para cualquier negocio. Si ahora mismo, ya sea
porque estás leyendo este libro o por cualquier circunstancia en la
vida, estás dándole vueltas a poner un negocio mira cómo son todos
los negocios parecidos y hazlo totalmente distinto. Algo fuera de la
caja. Eso es lo que es el éxito.
En el año 2008 yo puse junto a una socia un centro de terapias en
mi ciudad, una ciudad pequeña de 100.000 habitantes y muy
tradicional. Lo primero que hicimos fue no poner ningún título
académico en las paredes y mis tarjetas de presentación solamente
llevaban el nombre y no todo lo que sabía hacer. En el centro de
terapias abrimos un espacio amplio y bonito para que las mujeres
que estaban de compras en la plaza pudieran entrar y amamantar a
sus hijos. Era un espacio gratuito y sin embargo les ofrecíamos un
té, podían ir al baño y descansar todo el tiempo que quisieran.
Rápidamente la gente percibió que éramos distintos y eso les llamó
la atención. La gente se fijaba en nosotros. No llevábamos bata
blanca, dábamos consejos de todo tipo gratuitos y aplicábamos
técnicas totalmente novedosas y de vanguardia. Empezamos dos
personas y poco después éramos 8 autónomos viviendo del
negocio. Nos iba bien. Y ahora viene lo mejor, lo abrimos la misma
semana en que se anunció oficialmente la gran crisis económica
mundial del 2007. ¿Qué te parece?
En mi técnica SAAMA enseñamos a nuestros alumnos y alumnas
que todos los eventos, sean lo que sean, son siempre neutrales y al
filtrar esos eventos a través de nuestras creencias, nosotros
determinamos si el evento es bueno o malo. Y nosotros al decir esto
es bueno o malo generamos emociones ya sean negativas o
positivas y esas emociones van a provocar síntomas, por lo tanto
serán síntomas buenos o síntomas malos. Una gastritis es un
síntoma malo. Una risa es un síntoma bueno.
Para vivir felices fuera de la Caja hay que procurar que cuando
ocurren eventos los filtremos a través de creencias positivas para
reírnos en vez de tener una gastritis. Y eso se consigue cambiando
el paradigma mental.

Tu vida tiene que ser emociones positivas que generen síntomas


positivos. Tu vida tiene que ser pensamientos positivos. Tienes que
sentirte apoyado por gente positiva y tienes que apoyarte en gente
positiva. La abundancia es positiva. Tener mucho es positivo.
Cuando ves el símbolo “+” en una batería dices “polo positivo”. El
símbolo “más” es positivo.

Vamos a repasar la historia que te conté sobre nuestro viaje a


Irlanda y la conferencia a la que no se presentó nadie.

Ese evento era neutral y estaba esperando a que yo lo filtrara por


mis creencias y dictaminara que era un evento malo o un evento
bueno. Nosotros en aquel momento dictaminamos que seguro que
era bueno, aunque en ese momento no lo pudiéramos ver. El
resultado de nuestro estado de ánimo fue que fuimos invitados a un
maravilloso castillo donde pasamos una velada genial y donde
conocí gente muy especial. De habernos enfadado y regresado al
hotel nos lo habríamos perdido y a demás eso no hubiera cambiado
el hecho de que no se presentó nadie a la conferencia. Por lo tanto,
cualquier evento es neutral y tú harás que genere para ti energía
positiva o energía negativa. O sea, si tú conviertes los eventos en
energía negativa es muy difícil llegar a la abundancia. Nosotros no
sabemos cuál es la cadena de acontecimientos que se va a
desarrollar, no sabemos cómo está planeado todo y cuál será el
resultado final. Sin embargo, sabemos que todo es perfecto y que se
va a manifestar de la manera correcta. Por lo tanto, si no va gente a
mi presentación no es que el Universo me odie y me quiera hacer
una putada, es que tiene pensado algo mejor para mí. Si el coche
no arranca en la mañana, no es que el coche sea una basura,
significa que el Universo tiene planeado algo mejor para mí. Como
yo veo el mundo así me va bien y eso que yo quiero que hagas tú.
Si yo hubiera juzgado el evento de Dublín como un fracaso, ¿a
quién estaría juzgando? A mí mismo, porque fuera de mí no hay
nada. Si yo digo esta conferencia es un fracaso, este fin de semana
es un fracaso, este viaje es un fracaso, esta feria es un fracaso
estoy diciendo “Yo soy un fracaso” porque todo juicio, no importa si
es a una persona, a un evento, a una situación o a un pensamiento,
es un juicio a nosotros mismos. ¿Entiendes? Todo pensamiento es
hacia ti mismo siempre. Y a mí no me da la gana vivir en el fracaso.
Yo no vivo en el fracaso, aunque haga un viaje de dos mil kilómetros
y no se presente nadie eso no es un fracaso, es un éxito porque es
una gran lección de aprendizaje.
Yo soy siempre extremadamente abundante y por lo tanto
convierto cualquier evento en algo de éxito. Y eso es lo que
determina la Abundancia Extrema.
Pregunta: ¿Ya has detectado cuales son las excusas que
siempre has puesto para no ser abundante?
Capítulo 16. ¿Pasado? ¿Qué pasado?

Borrando el Pasado.

A lo largo de muchas sesiones en mi consulta le he preguntado a


mis clientes qué problemas tendrían en la vida si yo les borrara el
pasado, si solo supieran cómo se llaman y qué edad tienen. Y la
gente se te queda mirando, piensan y luego sonriendo dicen: “No
tendría ningún problema” Claro que no tendrían ningún problema.
Nos pasamos la vida en el pasado buscando las excusas para no
ser valientes hoy.
Mis clientes me decían que tenían una vida que no querían y
como excusas me explicaban que de niños les habían cambiado de
escuela, se les había muerto la abuelita a la que tanto querían, que
sus papás se divorciaron, que sus padres no les acariciaban tanto
como les hubiera gustado, que nunca les compraron aquella
muñeca que habían pedido para Navidad, que se tuvieron que
cambiar de provincia por cuestiones de trabajo y mil cosas más.
Todo son cosas del pasado, todo excusas para justificar tener una
vida triste y mediocre.

¿Solución? Borra tu pasado. Deja de buscar excusas en el ayer


para no ser feliz hoy. Deja de buscar excusas en el ayer para no ser
valiente hoy y salir a buscar lo que es tuyo por nacimiento. Todos los
problemas que tienes vienen del pasado. Si tú no hubieras
fracasado en algo en el pasado, no sabrías hoy lo que es el fracaso
y entonces no te asustaría intentar algo nuevo. Si tú no supieras de
dónde vienes, si no tuvieras ni idea de que tus padres eran
humildes, si no te acordaras de las notas que sacabas en la
escuela, si no hubieras leído nunca malas noticias en los periódicos,
si jamás hubieras visto las cosas terribles que pasan en el mundo a
través de la televisión, si nunca nadie se hubiera reído de tus
sueños, si nadie se hubiera reído de tus planes te aseguro que hoy
te verías con la capacidad de hacer y de lograr cualquier cosa.
Entonces es muy importante que borres el pasado porque ya no
está. Puesto que ya no estás en el pasado, estás en el presente.
Estás accediendo desde el presente a algo que es una memoria y
por lo tanto, la estás filtrando por tus creencias y tú le estás dando
ese valor que tiene. Ahí lo tienes, una de las cadenas que te atan a
la escasez es estar siempre recordando el pasado. De hecho, no lo
recuerdas como fue porque sin darte cuenta lo estás filtrando por tus
creencias (al fin y al cabo es un evento) y lo que estás “recordando”
es en realidad una interpretación.
Cuando miras hacia atrás y recuerdas tu escuela, la casa donde
vivías, tu infancia y esas cosas, todo lo estás filtrando por tus
creencias. Y si tus creencias son de pobreza, son de miseria, son de
amargura, de victimismo, de escasez, pues entonces todo lo que
estás recordando son cosas que concuerdan con eso. Los
recuerdos que mantienes no fueron exactamente como los estás
recordando, pero tus creencias, tus pensamientos te hacen creer
que sí, que fueron así. Y es muy curioso, cuando les pido a mis
clientes que me digan cuatro o cinco cosas importantes de su vida
me hablan de cuando tuvieron un accidente, de cuando los
expulsaron de la escuela, de un aborto, de un divorcio o de una
enfermedad… y entonces les digo: “¿Y esa es tu vida? ¿Eso es todo
lo que recuerdas? ¿No me puedes decir cuatro o cinco cosas
buenas?”

Siempre vamos hacia lo negativo porque es lo que nos han


enseñado. Ahora hay que transmutar el pasado, hay que
sobrescribir con creencias nuevas lo que creemos que fue malo.
Hay algo que tienes que saber. Las creencias no solo están
sujetando el pasado, también están sujetando tu futuro. Si tú crees
que ayer pasó esto y esto ¿qué es lo que estás proyectando al
futuro? Si de cuatro o cinco cosas claves de tu vida, las cuatro o
cinco son negativas yo ya sé cómo estás viendo tu futuro.
Cuando yo cambié mis creencias cada vez que recordaba mi
niñez en vez de acordarme de los gritos o de los castigos empecé a
recordar las cosas buenas y ¿sabes qué descubrí? Que en mi niñez
había más momentos hermosos que momentos tristes. Ahora los
recuerdos que tengo de mi infancia son hermosos. Incluso he
regresado al pasado en meditaciones y he escuchado a mis padres
decirme cosas positivas sobre el dinero. He hecho este tipo de
meditaciones tantas veces que ahora es prácticamente todo lo que
recuerdo.

La idea es muy sencilla. Si yo hubiera nacido en una familia muy


abundante seguro que habría recibido consejos encaminados a una
vida abundante. En meditaciones he regresado al pasado
(¿Recuerdas que todo es solo un sueño) y he puesto en boca de
mis padres muchas de las cosas que te he dado en este libro. Para
mi inconsciente, al haber visto tan vivamente esas imágenes y haber
vivido las emociones que les corresponden, eso fue cierto y punto.
¡Ahora puedo decir que heredé los secretos de la abundancia de
mis padres!

Ahora ve a tu pasado y escribe cuatro o cinco cosas buenas o


muy buenas que te ocurrieron. Recuérdalas, Disfrútalas. Cuatro o
cinco cosas muy buenas como cuando compraste tu primer coche,
cuando te enamoraste por primera vez, tu primer viaje en avión, tu
primer reloj o tu primer móvil, aquella vez que fuiste con tus papás al
zoológico, al mar, al cine, al parque de atracciones y decide hoy que
esos van a ser los pilares de tu vida y los pilares de tu futuro.

Cada vez que te apetezca haz una meditación de regreso al


pasado y cámbialo. Es importante que haya muchos detalles y que
hagas la misma repetición muchas veces.
En una ocasión tuve una clienta que había sufrido un ataque un
día en la biblioteca de se escuela. Le pedí que me dijera, paso a
paso y con detalle lo que le había ocurrido. Me contó cómo llegó
caminando a la biblioteca, cómo subió las escaleras y cómo… en
ese punto la interrumpí. Le pregunté como iba vestida, que llevaba
en el bolso, que tipo de día hacía, cómo era la gente con la que se
cruzó antes de llegar a la biblioteca. Aquello que no recordó le dije
que se lo inventara. Pasamos un buen rato diseñando todos los
detalles. Nunca dejé que me contara qué paso. En un momento
dado le dije: “A ver si he entendido bien, te voy a narrar lo que me
has contado”. Entonces comencé a hablar despacio con todos los
detalles posibles para que su mente fuera viendo imágenes. Cuando
estaba a punto de subir las escaleras le conté cómo había visto una
niña pequeña, de unos 8 años, llorando desconsolada cerca de las
escaleras de la biblioteca, como había ido a preguntarle qué le
pasaba y cómo le había comprado un helado de chocolate. Cuando
los padres de la niña aparecieron estaban tan contentos y
agradecidos que la invitaron a cenar y entonces hice una larga
narración, no solo de la cena, si no de todas las cosas maravillosas
que esa nueva amistad atrajo a su vida. Mi narración fue larga y le
pedí a mi clienta que la repasase exactamente como yo se la había
contado durante siete noches seguidas. Cuando las antiguas
imágenes quedaron cubiertas por las nuevas la vida de mi clienta
cambió totalmente porque para su inconsciente “lo otro” nunca había
ocurrido, solo lo que ella recordó que fue la narración que creamos
juntos.
Viendo esta experiencia me di cuenta que todos podemos
regresar y reescribir nuestra vida de la misma manera que podemos
ir al futuro y escoger cuál es el que queremos.

Recuerda que vas con una linterna y que sólo ves aquello que
iluminas. A partir de hoy no vuelvas nunca a recordar cosas malas,
no le digas a la gente cuando te pasó esto o te hicieron aquello.

Pregunta: ¿Ya has reescrito algún período o evento de tu


pasado?
Capítulo 17. Caminos neuronales
y otros detalles.

El cerebro está diseñado para que una vez que has aprendido
algo, vamos a poner por ejemplo, has aprendido a caminar, no
tengas que volver a aprenderlo cada día. Ya has aprendido y por lo
tanto en el cerebro se hacen unos caminos neuronales donde está
grabada la información de cómo es caminar. Y ocurre lo mismo con
leer y lo mismo con conducir. ¿Te acuerdas cuando empezaste a
conducir un automóvil? Estabas pendiente del volante, del retrovisor,
de los otros coches, del embrague, del acelerador, de los peatones,
de la velocidad, de las señales de tráfico y sin embargo ahora vas
conduciendo y vas cantando o hablando con tu pasajero. Eso
significa que ya has creado un camino neuronal. A medida que vas
aprendiendo cosas nuevas se van haciendo caminos neuronales
nuevos y de esa manera no tienes que estar aprendiendo
constantemente lo mismo una y otra vez.

Si quieres cambiar una ruta neuronal tienes que practicar algo


nuevo varias veces de forma rutinaria. Tienes que hacer una nueva
rutina. Y a eso lo llamamos entrenamiento. Lo hacen los policías, lo
hacen los soldados, lo hacen las enfermeras, lo hacen los
bomberos, lo hacen los cirujanos, lo hacen los militares, lo hacen los
pilotos, lo hacen todas las personas que necesitan algo automático y
muy rápido. Un entrenamiento es repetir, repetir y repetir. Repetir los
mismos movimientos, las mismas reacciones, las mismas
situaciones, hasta que se hace un nuevo camino neuronal y
entonces, cuando están ante una emergencia, ante una situación
complicada donde no hay tiempo para pararse a pensar se activa el
camino neuronal adecuado y todo ocurre automáticamente.

Lo hacen los músicos y los deportistas de toda índole y también lo


haces tú cada día en mil maneras distintas. Yo he utilizado mis rutas
neuronales esta mañana para ducharme, para hacerme un café y
ahora mientras vuelan mis dedos sobre las teclas del ordenador.
Como ya te habrás imaginado, también hay rutas neuronales
negativas. Porque son las rutas neuronales de la escasez. Buscar
siempre lo más barato es una ruta neuronal. Hablar con todo el
mundo de lo caro que es esto o aquello también es una ruta
neuronal. Entonces vamos a tener que hacer una nueva ruta y para
eso vamos a tener que practicar igual que un piloto, una enfermera
o un bombero. Vamos a practicar un pensamiento positivo y una
forma de actuación. Es decir, tú te sientas en la cama, cierras los
ojos y ya te ves en esa casa encendiendo la chimenea, te ves
subiendo al yate, llegando al puente de mando y navegando, te ves
tocando el volante de tu super coche… tienes que tocar las cosas,
mover las cosas. Tienes que hacer una ruta neuronal dentro de la
abundancia. Tienes que practicar ser abundante porque llevas
muchos años practicando la escasez y tienes rutas neuronales de
todo tipo para mantenerte en la pobreza y ahora tenemos que hacer
lo contrario.

Cada vez que nos imaginamos en un buen coche, en primera


clase en el avión, en la piscina de nuestra casa o navegando con
nuestro velero segregamos neuropéptidos. Los neuropéptidos son
neurotransmisores que van a la sangre y le indican al cuerpo lo que
tienen qué hacer y sentir. Cuando una persona tiene pensamientos
negativos y envía neuropéptidos negativos, el cuerpo agarra una
pose negativa, un color de piel negativa, una caída de ojos negativa,
enfermedades sistémicas negativas, problemas digestivos,
problemas de piel...

Esos neuropéptidos negativos son básicamente químicos, no son


nada más que químicos y si tu envías a todas las células de tu
cuerpo químicos negativos día tras día al ser sustancias químicas y
al ser un alimento repetitivo para tus células, éstas se hacen adictas.
Eres un adicto, eres un drogadicto de estos neuropéptidos y de esa
manera muchas mañanas te vas a despertar y aunque no haya
pasado nada malo, nada negativo en tu vida vas a tener
pensamientos negativos automáticamente. ¿Por qué? Porque las
células de tu cuerpo le están pidiendo su dosis de estos químicos al
cerebro y el cerebro las va a producir, pero para producirlos tiene
que producir pensamientos negativos.

Si empiezas a pensar positivo, a ver imágenes positivas, a ver


solamente películas de televisión positivas. Si dejas de leer los
periódicos con noticias que te causa malestar y de ver la televisión
con programas de baja vibración y te dedicas mejor a pensar en
cosas positivas, si todo lo que sientes son emociones positivas,
ocurre exactamente lo mismo. Creas unos neuropéptidos y estos
neurotransmisores bajan y alimentan a todas las células de tu
cuerpo hasta que de tanto hacerlo, todo tu cuerpo se vuelve
dependiente de esa vibración positiva. Como es positiva llevas la
mirada alta, miras a los ojos a la gente, estás más sano, te hacen
ilusión las cosas, quieres aprender y quieres enseñar, quieres vivir
experiencias.

Todos somos adictos porque habitamos un cuerpo regado de


químicos y hormonas. O eres adicto a químicos negativos o eres
adicto a químicos positivos. Siempre se acaba siendo adicto a una
de las dos cosas.

Entonces mañana por la mañana, cuando te despiertes, antes de


que empiecen a ocurrir cosas reales, comprueba tu estado de ánimo
y asegúrate de que la primera dosis de la mañana sea positiva.

Ese día mantén imágenes positivas en tu mente. Mira casas


bonitas en internet y deja de leer los periódicos. Mira yates en
Youtube y deja de ver la televisión. Mira comedias y deja de hablar
de cosas negativas. Júntate con gente positiva y deja de quedar con
gente que están todo el tiempo enjuiciando, criticando y quejándose.
Deja de vivir en un mundo donde la gente se pasa el tiempo
juzgando al otro y tratando de hacer daño a través de la intención a
los demás. Júntate solamente con personas que hablen de cosas
positivas, con gente que tenga ilusión, ilusión por viajar, ilusión por
conocer gente nueva, ilusión por probar comida nueva. Oblígate a
pensar positivo. El rédito que eso te va a dar es infinito. No hay
ningún banco en el mundo que te pueda dar tanto rédito, porque los
pensamientos positivos y el amor son la moneda del Banco del
Universo. Ningún banco en el mundo te va a dar los intereses que
da el Banco del Universo.
Todo lo que te he explicado en este curso lo he practicado y lo he
vivido yo. Todo. Pasé de quejarme constantemente de todo, de
culpar a los demás, de revolcarme en recuerdos negativos de la
infancia a juntarme solamente con gente maravillosa, a trabajar por
el bien de los demás, a aprender a perdonar y seguir adelante, a
reconocer que no tengo límites.

He dejado atrás a todos los que se quejaban y también a los que


me decían que yo no podía. He dejado atrás a aquellos que querían
mantenerme en la escasez para que les hiciera compañía. Me fui a
un escenario distinto y empecé a practicar todas las cosas que te he
dicho en este libro. Aprendí que la abundancia es una forma de ser,
es una forma de sentir, es una forma de pensar. Mi mundo ha
cambiado, mis ganas de vivir han cambiado, mi salud ha cambiado,
mi relación con el Universo también ha cambiado así como mi
relación con los animales, con las flores, con las plantas y conmigo
mismo.
Hace años que no tengo ningún problema porque cuando llega un
problema los miro desde el amor, lo abrazo con amor y le digo que
viene a enseñarme algo maravilloso. Y yo sé profundamente que el
Espíritu Santo sabe que ese “problema” es importante para el plan
general de mi vida.

Cuando un evento llega a mi vida actúo como si yo lo hubiera


elegido voluntariamente.
Aquél que va por la vida vibrando positivamente, aquél que va por
la vida sin quejarse, que va por la vida animando siempre a los
demás, atrae cosas positivas a su vida. Recuerda una vez más, todo
lo que sale de ti viene a ti. Todo lo que tú proyectas, cualquier juicio,
cualquier pensamiento regresa inmediatamente a ti. Cuando tú
emites amor te llega amor.
Ya sabes mi mensaje: júntate con gente que piense en
abundancia. Júntate con gente feliz. Júntate con gente que siente el
corazón y que ama y que quiere seguir siendo feliz. Júntate con
gente hermosa porque todo esto hace cambios en tu postura física,
hace unos cambios tremendos en tu actitud, hasta en tu forma de
expresarte, las palabras que utilizas. Lo vas cambiando todo poco a
poco y al ir cambiando te vas expandiendo y cada día el área de
cambio se va haciendo cada vez más amplia, cada vez más amplia,
cada vez más amplia, hasta que empieza a tocar a otras personas a
tu alrededor, empieza a tocar los objetos, empieza a tocar las cosas
materiales y también las va transformando.
Siéntate en un parque y fíjate en la gente cuando pasen, mira
cómo caminan. Observa como visten. Fíjate como hablan. Pero
sobretodo, fíjate dónde miran, si miran al suelo o a otras personas.
Mira si están sonriendo o van tristes. Practica intentar adivinar si
están teniendo pensamientos positivos en ese momento. Entrénate
a ver a las personas y percibir lo que están pensando. Es muy
importante. Es como si vivieras en una jungla y tuvieras que
aprender a percibir a los animales que hay para saber si en un
momento determinado te pueden atacar o pueden serte de utilidad.

La ciencia moderna ha hecho estudios que indican que si tú


practicas sonreír, aunque sea unos segundos, aunque estés solo en
el baño o en la cama, después de un par de minutos te puede dar
por reír y te vas a sentir feliz. Te vas a sentir feliz por dentro. Tú
tienes el control de tu felicidad. Sonríele a la gente, envía ese
pequeño gesto de amor porque te va a regresar.
En un experimento en una clínica con gente muy deprimida le
pusieron botox entre las cejas a una mujer mayor para quitarle la
típica arruga de la gente amargada. Era una mujer muy coqueta y le
pidió permiso a su médico. El doctor no vió ningún problema en que
la señora recibiera esa inyección de botox entre las cejas. Se la
pusieron y se le fue la depresión. Y entonces el psiquiatra que
llevaba a esta señora dijo voy a probarlo con un grupo de
deprimidos y les puso a todos botox. Les quitó esa arruga y se les
fue la depresión. Es decir, si tú cambias tu actitud aunque al
principio sea un poco forzado, tu actitud va a cambiar.
Descubrieron que la gente no tiene pensamientos negativos
porque estén deprimidos ¡están deprimidos porque tienen
pensamientos negativos!
Por eso es importante actuar como si ya fuésemos muy
abundantes, porque el gesto, el pensamiento, la actitud logra
milagros.
Ahora haz una lista de cosas que quieres obtener en la vida e
imagina qué tipo de pensamientos positivos te va a llevar hacia esas
metas y empieza a practicar ese pensamiento positivo. Vas a
descubrir cosas absolutamente increíbles. Hay un doctor al cual
admiro muchísimo que se llama Bruce Lipton. Lo habrás oído. Es
biólogo y se le considera el padre de la epigenética. Él descubrió
que el ADN que llevamos en el cuerpo se activa o desactiva
dependiendo del medio ambiente. Y lo más importante del medio
ambiente son los pensamientos y los sentimientos. Por lo tanto,
desarrollar una enfermedad o no depende de los factores del medio
ambiente. ¿Qué puede ser el medio ambiente? La comida, el aire
que respiras, los químicos que te pones en la piel, la contaminación,
muchas cosas, pero la principal son tus pensamientos. La diferencia
entre desarrollar una enfermedad o no depende de que el ADN la
active o no, y el ADN se activa o no debido a la influencia del medio
ambiente y la mayor influencia del medio ambiente son las
emociones y los pensamientos.
¿No te parece increíble que desarrolles o no una enfermedad, o
que desarrolles o no tu máximo potencial de inteligencia o tu
máximo potencial de memoria, o el máximo potencial de
abundancia, o lo que sea a través de las emociones y los
pensamientos?
Pregunta: ¿Estas dispuesto a controlar tu ADN con tus
pensamientos?
Capítulo 18. Encuentra tu misión y encontrarás la
abundancia.

Ahora vamos a hablar de misiones y metas en relación a la


abundancia extrema porque también necesitamos una misión y una
meta para justificar al Universo nuestras intenciones de obtener
abundancia. Es algo que realmente funciona muy bien. Es algo que
el Universo, digamos, te exige o te pide para poder darte esa
abundancia que tu vas a administrar. Luego hablaremos de
administrar.
La misión es aquello por lo cual tú quieres tener abundancia. No
vale, “porque quiero ser más rico que el vecino” Estamos en una
misión. ¿Para qué quieres la abundancia? ¿A qué has venido tú a
este mundo? ¿Cuál es tu papel en la sociedad? ¿Qué legado
quieres dejar detrás de ti?

Son preguntas muy importantes para entender por qué le estamos


pidiendo al Universo herramientas económicas. Si tú quieres que el
Universo te dé martillos y serruchos explícale que quieres construir
algo.
Primero tienes que saber quién eres.
Mira todo aquello que se quedará aquí cuando tú te vayas eso es
lo que no eres. No eres nada de lo que se va a quedar aquí. Por lo
tanto, no eres tu nombre ni tampoco eres tu edad, ni tampoco las
posesiones materiales que tienes, o tus conocimientos, o tus
creencias. Todo eso es finito y tú eres infinito. Por lo tanto, todo
aquello que tiene fecha de caducidad, eso no eres tú. Tú eres
infinito. Eres espíritu. Tú eres uno con el Todo. Esa es tu verdadera
esencia. Eso es realmente lo que eres. Todo lo que tiene fecha de
caducidad es falso. Y tu espíritu quiere misiones espirituales de
ayuda, de entrega, de disminuir o borrar el sufrimiento a tu
alrededor. Por tanto, tu misión es ayudar a los demás, es estar al
servicio de la vida, ya sea a través de los humanos, de las plantas,
de los animales o de la naturaleza en general.
Al Universo le encanta darle herramientas a aquellas personas
que deciden ayudar a los demás. Por ejemplo, en mi caso mi misión
es enseñar SAAMA por el mundo, porque así ayudo a borrar el dolor
emocional y puedo poner a las personas en contacto con su parte
espiritual. Y con ese fin pido abundancia, pido abundancia para mi
misión, que es ésa, disminuir el dolor físico y sobretodo disminuir el
dolor emocional y permitir que las personas entren en el camino
espiritual. Y el Universo me da todo lo que necesito para mi misión.
Por eso me dan lo que tengo y gracias a eso puedo contribuir con la
Sociedad Protectora de Animales, puedo ayudar económicamente
Amnistía Internacional, puedo seguir pagando mi membresía de
Greenpeace y de muchas otras organizaciones. El Universo me da
abundancia para que yo la administre bien. Si trabajas en lograr tu
misión, eres feliz, y si eres feliz, la abundancia llega antes, porque la
felicidad y la abundancia vibran en la misma frecuencia. Una atrae a
la otra.

Las metas son aquellos objetivos que nos llevan a la misión.


Primero tenemos una misión y luego tenemos metas. Las metas son
los pequeños objetivos que nos van acercando a la misión. Por
ejemplo, si yo fuera a hacer un listado de mis metas para poder
hacer mi misión de enseñar SAAMA por el mundo podría poner que
quiero llevar SAAMA a nuevos países, que quiero traducir los tres
nievels al inglés, que quiero lanzar un curso de especialidades,
hacer Master Clases, contratar gente que me facilite aquellas áreas
que yo controlo menos como es expandir mi canal de Youtube,
otorgar becas, hacer viajes más cómodos, mandar componer
canciones, mejorar los equipos que utilizamos, hacer mejor
marketing, dar regalos y mil cosas más.
Esas son las metas que yo establezco para llegar al objetivo final,
que es mi misión: enseñar SAAMA en todo el mundo. Por lo tanto,
ya sabes lo que te voy a decir. Medita bien. ¿Cuál es tu misión?
Cuando piensas en ella, sabrás que es la misión correcta porque
vas a sentir como mucha felicidad. Escribe tu misión lo más
detallado posible, porque tu misión es el motor de tu abundancia.

Lo repito, tu misión es el motor de tu abundancia.

Después, cuando ya tengas la misión bien clara, mira las metas


que necesitarás lograr para que esa misión se lleve a cabo y tendrás
ahí tu lista de metas. Y entonces le pides al Universo las
herramientas para hacer esas metas. Escribe cuál es tu misión,
escribe qué metas necesitas lograr para lograr la misión.

La misión es el objetivo final. Y las metas son los pasos a cumplir


para llegar a ese objetivo.

Igual que los bancos o los inversores quieren ver un plan


financiero antes de prestarte el dinero, pues lo mismo con el
Universo.

El mejor plan financiero que puedes tener, es saber exactamente


cuál es tu misión y saber qué metas tienes que cumplir para llegar a
tu destino. Estamos hablando del banco del Universo, que no es
igual que el banco que hay al final de la esquina de la calle de tu
casa.

Vamos a volver un momento a la física cuántica. Es bueno volver


a recordar algunos aspectos de la física cuántica que son
importantes porque son como el pegamento que va a hacer que
muchos de estos trocitos del rompecabezas queden bien insertados.
Vamos a recordar que las partículas subatómicas son ladrillos, son
los ladrillos de nuestro Universo físico. También vamos a recordar
que estas partículas tienen inteligencia y que hacen cosas que nos
parecen muy raras a nosotros, como poder estar en dos lugares a la
vez o moverse de un punto a otro sin cruzar el espacio y el tiempo, y
aparecer en lo que nosotros llamamos el pasado o el futuro sin
ningún esfuerzo. Cosas totalmente increíbles para nuestra mente,
nuestro hemisferio izquierdo. ¿Y por qué estoy repitiendo esto otra
vez? Porque al hablar de cosas como metas y objetivos, es fácil
regresar al hemisferio de la lógica y olvidar que ultimadamente todo
en el Universo es simplemente energía, una energía muy especial.
Recuerda que tú y el dinero estáis formados por la misma materia.
El dinero no es algo separado de ti. Tú eres el dinero y vives en un
Universo multidimensional donde todas las posibilidades se dan
simultáneamente. Depende de ti. ¿Qué faceta de este Universo
multidimensional quieres ver? No mires el mundo sólo como cifras,
sino como ideas para ayudar a los demás, porque la abundancia es
un espejo que refleja lo que somos. Ten ideas, ten ideas creativas
para ayudar a los demás. No pidas solamente un millón de dólares
porque quieres ser rico. Pide al Universo que te dé ideas para
ayudar a los demás y la abundancia vendrá detrás. Sé creativo.
Ofrece tu energía a los demás. Ofrece tu tiempo. Entrégate. Sé
generoso. Sé agradecido. Sé activo. Sé como el dinero. Una semilla
de dónde pueden nacer miles y miles de posibilidades.
Pregunta: ¿Ya sabes cuál es tu Misión en esta vida?
Capítulo 19. Abundancia y ecología.

¿Cómo podemos hacer que exista la ecología y la abundancia? Al


fin y al cabo la abundancia te lleva al consumo y el consumo es
antiecológico, ¿pero lo es? La respuesta es no si aplicamos la
Consciencia a todo aquello que hacemos.

Mi pareja y yo nos estamos construyendo una casa que tiene la


certificación de eficiencia energética más alta que hay en este
momento. Es mil veces más eficiente y ecológica que la Masía en la
que estamos de alquiler. Tendrá un sistema de recuperación de
agua pluvial, placas solares, vidrios herméticos, cargador para dos
coches eléctricos y mil cosas más. Se puede ser abundante y tener
consciencia.
Curiosamente ayer estuve en casa de unos amigos que son muy
ricos. Su casa tiene 12 duchas de agua a presión que consumen
una cantidad bárbara de agua pero no la tiran a las alcantarillas
porque tienen su propio sistema de recuperación y limpieza de agua
y en vez de lanzarla a la red pública la reutilizan. Eso es abundancia
al servicio de la ecología.

Mi Jaguar es más grande y potente que el Opel que tenía, pero


contamina menos porque tiene un motor más moderno y eficiente.
También es un ejemplo de cómo la abundancia puede ayudar a la
ecología.

Si quieres un coche eléctrico necesitas más dinero que para un


coche de gasolina.
Si quieres comida ecológica que respete a la naturaleza y a los
animales necesitas más dinero que para la comida basura. La
agricultura y ganadería industrial es la responsable de la emisión del
14% de los Gases de Efecto Invernadero.

La ropa de buena calidad dura más. Los electrodomésticos con


certificación ecológica porque consumen menos son más caros. Las
placas solares son más caras. Las bombillas led son más caras. Los
jabones del lavaplatos o de la ropa que no contaminan… son más
caros. Los móviles de alta gama duran más, así como los
neumáticos. Si eres abundante con Consciencia puedes ser más
amable con el planeta, si solo quieres ser abundante para consumir
por consumir dejarás en herencia un mundo peor y ya sabemos que
esa no es nuestra misión.
Para el año 2050, es decir, en menos de 30 años, seremos 9.600
millones de personas compartiendo el planeta. Habrá terribles
problemas con el abastecimiento de agua limpia y de comida.
Quizás quieras utilizar tu abundancia para comenzar hoy a buscar
soluciones. La abundancia no es antiecológica, la falta de
consciencia si.

Como a partir de hoy vas a ser mucho más abundante, aquí te


doy 25 consejos de cómo utilizar la abundancia para ser más
ecológico:

Pide a todos los que te suministran servicios que te envíen las


facturas por email y no por papel e intenta usar la impresora
lo mínimo posible
Cambia todas las bombillas de tu casa a led, son más caras en
el momento de comprarlas, pero duran más y consumen
menos. Una bombilla de 10watts ilumina igual que una de
60w. A demás se rompen menos.
Compra electrodomésticos de alta gama y bajo consumo. Son
más caros, pero son mejores para el medio ambiente.
Instala paneles solares. No son baratos pero el sol es gratuito y
ayudarás al planeta. Ilumina tu jardín con luces solares que
se cargan durante el día.
También puedes instalar en tu jardín un contenedor de abono
orgánico donde depositar la comida orgánica, hojas, plantas,
etc. Así ayudarás a no tirar tanta basura al contenedor de
reciclaje y tendrás abono para tu jardín.
La limpieza ensucia mucho. Tanto los jabones personales como
los de lavar la ropa, la casa o el coche, así como champús y
productos de cosmética se pueden comprar ecológicos. Sí,
son más caros, ¡pero para eso somos abundantes!
Utiliza la lavadora y el lavaplatos solo cuando estén llenos.
Instala un termostato inteligente para controlar la calefacción de
tu casa. Configúralo para que se lo más eficiente posible.
Apaga los aparatos que se quedan en modo “espera” y
desconecta los aparatos de wifi en las noches.
Utiliza un cortacésped eléctrico y ajusta las hojas de corte para
que no dejen el pasto muy corto. Las hierbas largas utilizan
menos agua porque desarrolla raíces más profundas que
encuentran la humedad bajo tierra y también ofrecen más
sombra al suelo con lo cual hay menos evaporación y gastas
menos agua en regar.
Las baterías recargables son más caras que las de usar y tirar,
pero eso es lo que queremos evitar; usar y tirar.
Compra los productos de la mejor calidad posible porque te
durarán mucho más y tendrás que reemplazarlos menos.
Esto vale tanto para la ropa como para los relojes. ¿Crees
que voy a tirar mi Rólex como he tirado tantos Casios?
Contrata un buen servicio de Feng-Shui, de inspección de
radiaciones electromagnéticas nocivas y de consumo de
energía en tu casa. Estas tres inspecciones aumentarán tu
salud y reducirán el consumo de tu hogar.
Planta árboles en tu jardín, son lo mejor para absorber el
dióxido de carbono. Y si son frutales tendrás fruta gratis. Si
no tienes jardín puedes ayudar a financiar ONGs dedicadas
a la reforestación del planeta. Y ya que estás únete a
Greenpeace. Yo llevo con ellos cerca de 15 años y hacen un
trabajo increíble.
Instala ventiladores de techo para la época de calor y así
utilizarás menos el aire acondicionado.
Otra cosa que puedes hacer si tienes jardín es poner un
contenedor de aguas pluviales para recoger el agua que se
escurre por las bajantes de la casa. Mi pareja y yo estamos
instalando un depósito de 15.000 litros para reutilizar el agua
de la lluvia.
Compra una destiladora de agua. Aumentará tu salud mucho y
podrás dejar de comprar agua embotellada en botellas de
plástico. También puedes comprar filtros para el grifo de
agua y llenar botellas de cristal reciclado.
No utilices ambientadores en spray, mejor pon flores frescas.
Si eres hombre usa la mejor maquinilla de afeitar que puedas
comprar. Aproximadamente 2 mil millones de afeitadoras
desechables terminan en los vertederos cada año y también
evitarás utilizar espuma.
Si sales a cenar a un restaurante oriental pide cubiertos de
metal. Aproximadamente 3,8 millones de árboles se talan
cada año para hacer palillos de madera. Si crees que eso le
quita el chiste a comer comida oriental cómprate tus propios
palillos, los hay lacados que son una maravilla.
Compra un coche híbrido o eléctrico. No son el fin del problema,
pero algo ayudan. Si te gusta ir en bici las eléctricas son
maravillosas y hoy en día ¡hasta Harley Davidson tiene
modelos eléctricos! Si tienes un coche diésel o de gasolina
mantén los servicios de cambio de filtros y de aceite con
regularidad. El coche irá mejor, consumirá menos y durará
más.
Lávate los dientes con cepillos y pasta ecológica. Los cepillos
de plástico hacen daño a Pachamama, pero los de bambú
biodegradable no.
Si tienes tu propio negocio compra todas las cosas de oficina de
material reciclado. La abundancia sirve para cosas como
esta.
Coloca sensores de luz en tu casa para que se enciendan
cuando entras a una habitación y se apaguen cuando te vas.
Procura hacer más reuniones por Internet y menos viajes en
avión.

Y así podríamos seguir y seguir. Casi todas las ideas que te he


dado cuestan más dinero que las mismas opciones más baratas,
pero aquí viene lo bueno; si inviertes tu abundancia en ayudar al
medio ambiente no solo ayudas al planeta, si no que ¡también
acabas a la larga ahorrando! Y ese dinero que has ahorrado lo
puedes volver a invertir, ya sea en personas (kiva.org) en animales
(pacma.es) o en la naturaleza (reforesta.es) y tu felicidad será
infinita.
Pregunta: ¿Ya sabes en qué aspectos ecológicos vas a
invertir tu abundancia?
Capítulo 20. La meditación de
“Mi doble millonario”.

Bien, nos estamos acercando ya al final de este viaje. Es


momento de que te dé una maravillosa meditación llamada “Mi
Doble Millonario”
La puedes grabar y luego escucharla, o la puedes escribir y
modificarla a tu gusto, porque no son palabras exactas, palabras
mágicas que tengan una magia especial. Es un concepto de
visualización. Tú la puedes adaptar como tú quieras, más larga o
más corta y cambiar todo lo que necesites cambiar para adaptarla a
tu personalidad, pero si la que te doy ya te sirve pues adelante.

Te la voy a describir tal y como la hago yo.


Me tumbo encima de la cama, bien tapadito y rodeado de
almohadas blanditas y seductoras. Cierro lo ojos y digo las palabras
mágicas: “Joder que relajado estoy!” Y comienzo mi visualización
del Doble Millonario.
(Importante: No hay que verse desde fuera como si vieras a una
persona, hay que visualizar desde dentro de ti, mirando desde tus
ojos hacia afuera, tal y como ves todo en la vida real)

Lo primero que veo es la puerta metálica de un ascensor. Me


acerco y se abre automáticamente. Entro y veo en un lateral los
botones numerados que señalan los pisos.

Veo como mi dedo índice aprieta el último botón, el que lleva el


número 22. Se cierra la puerta del ascensor y este comienza a
moverse. A medida que va pasando por los distintos pisos los
botones se van iluminando. Voy camino del piso 22.
Al llegar al piso 22 el ascensor se detiene y la puerta se abre.

Frente a mi veo un pasillo (imagínatelo como quieras) y comienzo


a caminar. El pasillo es largo y está bien iluminado y al final veo una
puerta cerrada, una puerta como de seguridad que tiene un cerrojo.
A medida que me acerco a la puerta llevo mi mano al cuello de
donde cuelga una cadenita con una llave.

Al llegar a la puerta introduzco la llave en la cerradura y ésta se


abre. Detrás hay mucha luz y cuando mis ojos se acostumbran veo
una sala de estar y entro.

Enseguida me doy cuenta de que he entrado en la casa de mi


doble millonario. El dueño de esta casa es Veturián en una línea
temporal paralela, es mi doble y es millonario.
Camino por la casa de mi doble y me fijo en los detalles de la sala
y el comedor; tienen todo lo que a mi me gusta.

En el comedor hay una gran mesa con un precioso mantel y


platos y cubiertos listos para recibir a muchos amigos y a mucha
familia.

En la sala de estar hay sofás de cuero mullido, libros de arte,


cuadros originales en las paredes y una televisión enorme.

La alfombra me encanta.

Por las grandes ventanas veo un maravilloso jardín lleno de flores


y esculturas y una maravillosa piscina de agua cristalina.

Hace sol y la temperatura es ideal.

Entonces escucho ruido, como de alguien hablando. Es un ruido


que viene de la cocina. Me dirijo hacia la cocina que es realmente
estupenda. Es idéntica a la que yo quiero tener: grande y lujosa. En
el centro tiene una isla de dos niveles donde se puede cocinar y
también comer.

Entonces veo a Veturián, al Veturián millonario que es mi doble y


vive en una línea temporal paralela a la mía.
Justo ahora cuelga el teléfono y se da la vuelta. Wow, se le ve tan
jóven, sano y contento.

Nuestros ojos se encuentran y me dice: “Hola Veturián, te estaba


esperando, me avisaron que vendrías. ¿Cómo estás?” “Muy bien” –
le contesto- “Feliz de verte. Vengo a que me enseñes como vivir
siendo millonario”.

“Muy bien, pues ven a darme un abrazo”- me contesta- “y nos


uniremos en uno solo”.
Los dos damos unos pasos adelante y nos fundimos en un fuerte
abrazo. En ese momento yo desaparezco dentro de él y nos
convertimos en uno.

“Venga, voy a enseñarte nuestra casa y tu concéntrate en nuestro


corazón.” “Ok” – le digo, y comienzo a sentir el palpitar de su
corazón que ahora es el nuestro. Es un palpitar fuerte, intenso,
decidido, sano y alegre.

ES EL PALPITAR DE UN CORAZÓN MILLONARIO.

Veturián me lleva a ver la casa. “Nuestra” habitación de


matrimonio es de diseño, con una enorme cama de postes llena de
almohadones.
A la derecha una gran ventana que da a un jardín que parece no
acabar nunca y desde el cual también se divisan las montañas. Una
puerta lleva a un baño muy bonito con sauna y jacuzzi, con bañera y
una gran ducha con dos salidas de agua desde el techo,
¡exactamente como la quiero yo!

Las habitaciones de nuestras hijas son muy femeninas con una


gran área de juegos. Cada una tiene su propio baño para que
cuando sean adolescentes no haya problemas! Ja ja ja. Lo tiene
todo bien pensado éste Veturián.
También visitamos el jardín con el garaje para varios coches. Veo
que tiene un Jaguar F-Pace deportivo color negro. Se ve que
tenemos los mismos gustos y también un BMW 100% eléctrico
conectado a la corriente.

Un enorme Toyota 4x4 está justo detrás de un Aston Martin muy


limpio y reluciente. No es de extrañar, ¡yo también tendría esos
mismos coches!
Caramba, hasta tiene un pequeño tractor para cortar el césped y
un Quad 4x4. Es como si me hubiera leÍdo la mente y se hubiera
comprado todo lo que yo deseo.
En un extremo del jardín hay una piscina bastante grande que se
alimenta de agua de una cascada que cae por una pared de piedra.
Veo que sale vapor del agua así es que tiene una piscina con
calefacción. Bien hecho Vetu, es lo mismo que haría yo.
A unos pasos hay unas cabañas de madera que son el Spa con
sauna, jacuzzy, áreas de masaje, Hammam, cocina, barbacoa y
bar… que maravilla.
Su corazón está feliz, lo sé porque late fuerte. Es un corazón que
está disfrutando cada latido que da.
En la parte baja de la casa hay una zona de diversión con mesas
de billar, un cine enorme con máquina de palomitas, un bar y una
discoteca. Ahí nos sentamos un momento a hablar.
“¿Qué te parece?” Me pregunta.
“Increíble”, Le contesto. “¿Cómo lo lograste?”

“Tomando las decisiones correctas a cada paso” Me responde.


“Por eso me gustaría que cuando tuvieras que tomar alguna
decisión me contactaras a través de la Meditación del Doble
Millonario y me preguntarás qué debes hacer. Intentaré darte
información. Sin embargo, si te concentras ahora mismo es los
latidos de nuestro corazón, cuando regreses a tu Línea Temporal
podrás recordar esa sensación y “pensarás” con el Corazón
Millonario”.
“Así lo haré” Le prometí.

Después seguimos paseando por la casa y finalmente nos


subimos a su Jaguar para ir a pasar un día juntos. Fue maravilloso ir
a las tiendas donde se compra la ropa, toda exclusiva y moderna
que le queda tan bien.

También fuimos a su gimnasio y a su restaurante favorito.


Todo el mundo lo trataba como alguien especial y muy querido.

Me fijé que era muy generoso con su tiempo, escuchando a todo


el mundo siempre con una sonrisa. Ofreciéndose a ayudar en lo que
fuera y dando consejos muy inteligentes.

También era generoso con las propinas e invitaba a los demás


cada vez que podía
Llegué a la conclusión de que era muy feliz porque tenía tiempo y
porque estaba al servicio de los demás.
Antes de despedirnos me dijo: “La próxima vez que me visites
iremos a dar una vuelta en mi yate, no es muy grande pero nos lo
pasaremos muy bien. Y si quieres podemos salir de viaje a algún
sitio, viajaremos en primera y nos quedaremos en los mejores
hoteles, yo me encargo de todo”.
Le di las gracias y me concentré en los latidos del corazón que
sentía. Quería recordar ese latir, esa vibración, esa sensación de
bienestar y de seguridad cuando regresara a mi Línea Temporal.
“Me despido por ahora” Le dije. “Quiero regresar a mi espacio a
poner en práctica los que he aprendido”
“Muy bien” me contestó. “Ya sabes donde estoy, soy tu doble
millonario y estoy aquí para que entiendas que los dos somos la
misma persona en dos probabilidades distintas que se expresan
según nuestros deseos.”

Y con eso regresé a la puerta con la cerradura que estaba abierta


esperándome. Pasé el umbral y despidiéndome con la mano la cerré
detrás mío.

Caminé por el pasillo hacia la puerta del ascensor, entré y apreté


el botón que decía “0”.
El ascensor comenzó a moverse hasta que se detuvo y la puerta
se abrió. Al abrir los ojos me encontré en mi cama con una
sensación de serenidad y de felicidad que era difícil de describir. El
corazón me latía con fuerza, era mi corazón latiendo con júbilo.
Un corazón millonario es un corazón feliz y un corazón feliz en un
corazón millonario.
Y esa es la meditación o visualización del doble millonario.
Modifícala como tú quieras. En mi caso me vino la idea de pasear
con él, por su pueblo, por su ciudad, por su casa, con su gente, con
sus amigos. Pero tú puedes visualizar o imaginar cualquier cosa.
Visualiza tus sueños.
Piensa que todo lo que puedes imaginar es porque ya existe.

Ahora llega el momento de la despedida pero antes de terminar


quiero decirte que puede haber un momento cuando hayas
terminado el libro en que sientas cambios dentro de ti, como si algo
se te hubiera movido. Es normal. Aprovecha ahora que toda esta
información está viva en ti para ponerla en acción.
Algunos alumnos que me escriben mencionan que al terminar mi
curso Abudancia Extrema, el Corazón Millonario tienen cambios
pero que después de un tiempo regresan a la vida normal. Esos son
los caminos neuronales. Como en todo en la vida hay que mantener
a atención y la intención enfocadas en nuestras metas para que el
cambio sea duradero. Más del 70% de mis alumnos viven ahora
vidas que no se imaginaban.
Como habrás visto ser abundante es más que saber invertir. Es
muchas cosas, podríamos decir que es una filosofía de vida. Si eres
tímido no necesitas salir a la calle en un Rolls Royce, nadie tiene
que saber que eres abundante. A mi me gustan las cosas pero hay
personas que no se sienten atraídas a los coches o a los yates pero
quizás sí a viajar, a montar Organizaciones no Gubernamentales, a
mejorar sus cultivos o a diseñar casas hechas de bambú. No
importa lo que tu quieras, lo importante es que lo consigas.

Quiero agradecerte que hayas hecho leído este libro porque


ahora tienes la oportunidad de cambiar tu vida y la vida de los
demás.

Estoy totalmente seguro de que serás más abundante y que vas a


poner esa abundancia en muy buen uso.

Mientras tanto, bendiciones para tu camino.

¡Disfruta de la abundancia Corazón Millonario!

Veturián Arana
Pregunta: ¿Has hecho ya la Meditación del Doble Millonario?
Epílogo

Ahora vamos a aplicar lo que yo llamo la “magia del número tres”.


Fíjate, es un concepto muy sencillo. La magia del número 3 es la
siguiente; Repasa este libro tres veces. En la segunda pasada verás
cosas que no leíste en la primera pasada o que leíste y no te dijeron
nada, eso es porque no estabas vibrando a ese nivel. Sin embargo,
ahora sí y en la tercera revisión verás aún cosas nuevas que no
viste en la primera y en la segunda pasada, porque tu vibración
habrá subido todavía más alto. Estas cosas las verás porque en la
primera pasada habrás subrayado lo que te llamó la atención en un
color, en la segunda en otro y finalmente en la tercera en otro. A
través de esos colores te darás cuenta de que tu nivel de vibración
ha subido.
He utilizado SAAMA para medir el “estado de consciencia” de
este libro. En el mapa de Consciencia del Dr. Hawkins se empieza
en 20 (super básico) y se acaba en mil (Buda y Jesús estaban en
mil) Con esta escala se pueden medir muchas cosas. Puedes medir
libros, puedes medir ideas, proyectos, personas, conciencias... Este
libro de Abundancia Extrema, el Corazón Millonario, dentro de la
escala de Hopkins, está vibrando a 632 y eso es alto. ¿Y eso qué
significa? Significa que gran parte de la información que has leído
en este libro funciona muy bien porque vibra muy alto. Si vibrara
muy bajo serían conceptos, ideas sueltas, cosas que realmente no
tendrían peso, no tendrían valor. Pero cuando arriba nos dicen que
vibra alto es porque realmente la información funciona.
Al fin y al cabo, no se te ha pedido que hagas nada extravagante,
no se te ha pedido que vendas tu casa y que pongas el dinero en un
negocio piramidal. En la información que has leído no hay ningún
riesgo. Todo lo que se te ha dicho son ideas creativas para que
entiendas cómo funciona el Universo, cómo funciona el mundo,
cómo funcionamos nosotros, que somos espíritus, que no somos
solamente este cuerpo. Por tanto se justifica que sigas las
enseñanzas de este libro y para eso te irá muy bien aplicar la cifra
de tres.
Cuando yo leí la Desaparición del Universo, Tu realidad Inmortal,
El amor no ha Olvidado a Nadie y Las vidas en que Jesús y Buda se
Conocieron (los cuatro de Gary R. Renard) me volví loco, pero
cuando los volví a leer me di cuenta de que había páginas enteras
que no había leído porque no estaba al nivel adecuado. Y cuando
los leí por tercera vez aprendí mucho más que en la segunda
pasada. Cuando los leí la cuarta vez encontré todavía muchísimas
cosas que no había leído. Ahora ya no sé porque lectura voy
probablemente he pasado de 12 y aún encuentro cosas… esos 4
libros son los que más he recomendado en mi vida. De hecho, tengo
un vídeo en Youtube llamado “Los 7 libros que cambiarán tu vida”
que ya tiene más de un millón y pico de visualizaciones.

Yo personalmente considero la abundancia como algo muy


importante, porque hubo una época de mi vida, sobre todo en mi
juventud, en la que no tuve abundancia. Llegaba a final de mes
como podía y muchas veces simplemente no llegaba. Hubo un
tiempo en que debía 6 meses de la hipoteca y ya me iban a echar
de casa. Eso fue antes de entender cómo funcionaba el Universo.
En aquella época toda mi energía se iba en cómo sobrevivir; me
pasaba el día preocupado y amargado.
No fue una época muy larga, pero fue lo suficientemente dura
como para que yo entendiera después que, al estar metido en esa
vorágine de intentar simplemente sobrevivir, no estaba utilizando el
potencial de mi vida. No estaba ayudando a nadie. No era útil para
la sociedad. No era útil para ningún ser humano. No era útil para mí.
No era útil para mi pareja. No era útil para nadie. Era simplemente
como una ratita que corre por todos sitios intentando encontrar algo
que comer. Y esa era toda mi función. Hoy paso mi tiempo siendo
feliz. Esa felicidad que siento me permite encontrarme bien con el
resto de los seres humanos. Me permite ayudar. Ayudo de dos
maneras. Ya que mi vida no es salir a colgarme de un barco para
detener la caza de ballenas lo que hago es darles dinero a los que si
se cuelgan de un barco para detener la caza de ballenas. Ahora
puedo dar dinero para ayudar y eso me hace tremendamente feliz.
Dar es recibir. Cuanto más das más recibes. Por otro lado, como
tengo tiempo y soy feliz, tengo más paciencia con las personas,
tengo más capacidad de escuchar. Hago proyectos que ayudan a
los demás y me dedico de alguna manera a cambiarle la vida a las
personas y cuando tú le cambias la vida a una persona esa persona
le cambia la vida a otras tres y así el efecto se multiplica.

Cuando en la noche me meto en la cama y cierro los ojos, pienso


gracias, gracias Universo por permitirme ser una herramienta y
poder ayudar y en mis charlas con “Los de Arriba” pido trabajo, pido
que me pongan a trabajar en lo que sea que ellos consideren que
puedo ser útil. A la mañana siguiente cuando me levanto siempre
hay un correo electrónico, siempre hay una llamada de teléfono,
siempre hay una sorpresa que te indica cuál es el “trabajo” que te
han encomendado. Entonces sé que voy por buen camino.

Es solo cuestión de entender que nosotros no nos vamos a llevar


ni el yate ni el Jaguar ni el Rolex ni el millón de dólares al otro lado.
Todo se va a quedar aquí, porque todo eso es finito. Nosotros no
somos los dueños del dinero que tenemos. Nosotros somos
solamente administradores. El Universo nos da abundancia para
que la administremos. Y si la administramos bien, nos da más
abundancia. Si en algún momento, por las creencias, por todo
aquello que hablamos al principio del libro te sientes raro o rara por
tener dinero recuerda que no es tuyo, lo tienes prestado, te lo han
prestado para que lo administres.

Cuando hagas tu transición, eso se va a quedar aquí. Ya se


encargarán otros de hacer con esa abundancia lo que quieran o lo
que puedan. Tu obligación es obtener abundancia pero no para
quedártela tú, no para guardarla, la puedes disfrutar, pero es una
abundancia que te están dando para ver cómo la administras ya sea
una abundancia pequeñita como dar una buena propina en el
restaurante o una abundancia más grande como pagarle los
estudios a alguien o aún más grande como construir una escuela en
algún país pobre.
No importa el nivel, lo que importa es que un porcentaje de
aquello que se te ha dado para administrarlo lo entregas y lo das
para que otros también reciban parte de esa abundancia. Y así te
conviertes en un buen administrador, un buen administrador de
dinero. El dinero es en realidad semillas y nosotros somos
campesinos, somos aquellos que trabajan la tierra y ponen la
semilla para que crezca el trigo. Entonces no te sientas mal por
recibir mucho dinero del Universo porque lo único que estás
haciendo en realidad es administrar muchas semillas.

Imagínate un roble. Un roble sale de una semillita y es enorme, da


muchísima madera, muchísimo oxígeno, da casa y abrigo a pajaritos
e insectos…

Igual que vas a administrar el dinero bien administra tus


pensamientos de la mejor manera posible.
La bibliografía que cambiará tu vida.

BRADEN, Gregg. La Matriz Divina. Hay House, Inc


2007.
Braden, Gregg. El Poder de la Profecía. Ediciones
Urano 2002Dispenza, Joe. Deja de ser tú. Ediciones
Urano 2012.
Cohen, Alan. Un Curso de Milagros (Fácil). Ediciones
Urano 2016.
COHEN, Alan. Relax into wealth. Penguin Books 2006
COEHN, Alan. Spirit Means Business. Hay House 2019
CHOPRA, Deepak. Tú eres el Universo. Ediciones Gaia
2107.
Hawkins, David. Ediciones El Grano de Mostaza 2014.
Hawkins, David. El Poder Contra la Fuerza. Editorial
Hay House Inc 2013.
Hawkins, David. El Ojo del Yo. Ediciones Obelisco 2006.
HAWKINS, David. El éxito es para ti. Ediciones Obelisco
2007.
LIPTON, Bruce. La biología de la creencia. Ediciones
Palmyra 2008.
Lipton, Bruce H. La Biología de la Transformación. La
Esfera de los Libros 2010.
MCTAGGART, Lynne. El Campo. Ediciones Sirio 2002.
MCTAGGART, Lynne. El Vínculo. Ediciones Sirio 2011.
Renard, Gary R. La Desaparición del Universo. El
Grano de Mostaza.
Renard, Gary R. Tu Realidad Inmortal. El Grano de
Mostaza.
Renard, Gary R. El Amor no ha Olvidado a Nadie. El
Grano de Mostaza.
Renard, Gary R. Las vidas en las que Jesús y Buda se
conocieron. El Grano de Mostaza. 2017
UN CURSO DE MILAGROS. Foundation for Inner
Peace 1999.
SAMSÓ, Raimon. Dinero feliz.Ediciones Obelisco 2013
SAMSÓ, Raimon. El Código del dinero. Ediciones
Obelisco. 2009
Wapnick, Kenneth. EL Mensaje de un Curso de
Milagros. El Grano de Mostaza 2015.
Wapnick, Kenneth. Despierta del Sueño. El Grano de
Mostaza 2009.
Wapnick, Kenneth. El Poder Sanador de la Bondad -
Volumen Uno: Liberarse del juicio. El Grano de Mostaza
2012.
Wapnick, Kenneth. El Poder Sanador de la Bondad -
Volumen Dos: Perdonar nuestras limitaciones. El Grano
de Mostaza 2012.
Wapnick, Gloria. Las preguntas más comunes en torno
a Un Curso de Milagros. El Grano de Mostaza 2010.
WAYNE, W. Dyer. El Poder de la Intención. Ediciones
De Bolsillo Clave 2005.

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