Está en la página 1de 32

#21.

5
Las tropas de Eden Assaasin revividas y la armada de sombras se alzaba en el
horizonte de los edificios, los civiles gritaban de horror, Izuku apenas lograba
recomponerse en ese edificio rodeado de civiles.

Su cabeza y las palabras de Cerberus lo hicieron titubear como nunca. Todo


empezando desde su niñez.

"Inútil sin quirk."

"Error de la naturaleza."

"Fenómeno."

La masacre de Eden Assaasin...

"Todo es tu culpa."

"Monstruo".

"Cállense...". Izuku apretó los puños bajo su cuerpo.

"¡¡Tú nos mataste!!"

"Ya basta...". Gruñó, las líneas de colores del One For All se manifestaban en su
cuerpo. Ya ni siquiera eran recuerdos, era su consciencia intentando
machacarlo internamente.

"¡¡Deberías estar muerto!!"

"Ya lo sé...". Sus ojos se apretaron con fuerza.

"¡¡Eres una desgracia que no debió existir!!"


"Lo sé...". Sus ojos se llenaron de energía de su quirk rodeando sus pupilas.

Se dio un cabezazo contra el piso.

De repente, acabó en su espacio mental, estaba de pie en ese lugar oscuro,


tampoco había rastro de Predaking, pero algo lo hizo reflexionar.

Cerberus había planeado su vida prácticamente desde que Amagi lo encontró.


Y lo usó como un maldito títere desde entonces. Nunca tuvo libertad, siempre
estuvo bajo los parámetros de alguien que lo controlaba sin siquiera necesitar
convertirlo en uno de sus soldados.

Y todo empezó... cuando conoció a una sola persona.

"Todo es... su maldita culpa... ¿Por qué tuve que dejar que mi vida se volviera
ésta basura...?".

Una mano se posó en su mano, podía saber quién era por su tranquilo tono de
voz.

.
.
.

"Sabes que este no eres tú".

.
.
.

"¿Y tú que mierda vas a saber qué soy yo, Senjohara?".

"Lo he visto. Fui la primera en verlo. Si sucumbes ahora entonces todo..."


"No eres real... solo eres la imagen que tengo en mi cabeza de ella..."

Izuku agarró su mano, se sintió satisfecho al ver el dolor en la mirada de la


maldita bastarda que lo atrajo a toda esta vida.

"También fuiste la que me causó todo esto". Ya no la miraba con ese cariño ni
calidez, solo un enorme resentimiento y hasta asco. "Tú solo querías un
reemplazo que pudieras usar y confiar tu maldita responsabilidad a pesar de
que aún enferma podías luchar". Él ya no estaba siendo racional en lo
absoluto. "Hazme un favor y desaparece de mi maldita mente ya".

La Amagi de su visión aflojó su mirada.

"¿En serio esto es lo que quieres?".

"Es lo que siempre debió ser. Si no puedo ser un cazador o héroe para poder
vivir en paz simplemente haré pedazos a lo que me impida vivir como quiero".

Una mirada de la pelinegra casi lo hizo titubear.

Se giró, varias manos de repente lo tocaron en la espalda.

"Izuku-nii..."

"Tú cállate, maldita enana. No tendría tantos problemas si te hubiera dejado


morir en aquel convoy".

"Izuku..."

"A ti nunca te importó realmente lo que me sucediera, Inko, solo fuiste una
arrimada al igual que lo fuiste con mi madre. Solo eres una basura más".

"Oye...".

"Tú, Samantha, ni siquiera lo intentes".


"Muchacho".

"Usted siempre fue incapaz de proteger a su maldita familia, señor Katsumi".

Todos intentaron hablarle. Detenerlo.

.
.
.

Solo háganme un favor...

Y muéranse de una vez, estorbos.

.
.
.

La energía roja consumió a toda la gente que él había llamado su familia en


cuestión de segundos.

Ya no había cadenas que lo aten. Ya no había nada que lo detuviera. Todas sus
restricciones mentales fueron aniquiladas en un instante.

Predaking cayó del cielo junto a él, las cadenas aún lo retenían a él.

"⟨Sabes que estás abandonando tu humanidad, ¿verdad?⟩"

"¿Tengo cara de que me importe?".

Alzó la mano, y las cadenas de Predaking temblaron por unos segundos antes
de reventarse, dejando libre al imponente dragón.
"No más restricciones. Haremos cenizas ésta puta ciudad de mierda".

Una sonrisa maliciosa se formó en las fauces del dragón.

"⟨Adelante. Hagamos que retumbe por completo la tierra⟩".

.
.
.
.
.

Uno de los civiles lo reconoció y se acercó a él.

"Gracias, Genji, estamos salvados aho-

Su cabeza fue sujetada por la mano de Izuku.

.
.
.

"Yo no he venido a salvar a basuras incapaces de cuidarse solas".

.
.
.

"E-Espe-

El cráneo del hombre explotó por los aires. Ya basta de mierdas, ya basta de
culpas, ya basta de que la gente solo lo mire por lo que cree. ¿A quién le
importa? De todos modos ya estaba condenado.
Sus ojos brillaron, el resplandor rojo predominaba en la razgadura de dragón.

Había vuelto a esa faceta de la que Amagi lo había sacado. Ese estado mental
en el que no le importaba destruir a quien tuviera delante al mínimo
movimiento. Ya no era ese cazador honorable, solo era una bestia
desesperada por desgarrar a su enemigo.

.
.
.
.
.
.

Cerberus veía todo desde atrás de su armada, Igris estaba a su lado.

"Ahí viene".

La figura del muchacho se alzó de entre los escombros. Estaba destrozado en


su traje y cuerpo, se veía en la mismísima mierda pero sus manos sostenían
sus espadas con una fuerza que ya quisieran poseer los guerreros de las filas
de Cerberus.

"Toda mi vida ha sido una mierda...". Murmuró, recordando toda la basura


que había tenido que vivir. "Y todo lo que he hecho hasta ahora ha sido
aguantar".

Las imágenes de su familia lentamente en su mente fueron consumidas por


las llamas de su ira.

"Qué si cuidar a una familia que ni siquiera comparte lazos sanguíneos


conmigo y solo me han traído más sufrimiento que cosas buenas..". La imagen
de su madre y de Cha Hae In empezaron también a arder. "Qué si cumplir una
condena...". Ahora la pelea con All For One, las imágenes de All Might,
Edgeshot y Mikaela empezaron a quemarse también junto a la U.A y su sueño
infantil de ser héroe se volvían cenizas. "Qué si tengo que luchar por otros...
Qué si debo pagar por mis pecados... Qué mi vida ya no me pertenece... Qué
cumplir una promesa..."

Cada vez que hablaba su ira más se mostraba. Los rayos empezaron a surgir.

"He vivido infierno tras infierno por las basuras que se hacen llamar mi familia
que solo sirven para decirme que todo va a salir bien sin dimensionar la
mierda por la que tengo que pasar. Y yo soy más idiota por no hacérselos
saber". Los rayos rojos envolvieron sus armas. "No estancia en Corea fue igual
de mierda en realidad, día a día iba al jodido hospital por una estúpida meta
que por idiota me había propuesto". Dio tres pasos, la sangre salpicó de su
cuerpo. "Estoy harto".

Su mirada se posó en Cerberus a la distancia.

"No se a cuánta gente me llevaré por delante hoy, Cerberus..."

.
.
.

"Pero cada una se mis células..."

"Me está pidiendo a gritos que te arranque la cabeza sin importar el


modo".

.
.
.

La energía de su quirk empezó a fluctuar de un modo incontrolable.


.
.
.

Y no pienso restringirme más tiempo.

Definitivamente hoy voy a matarte.

.
.
.

Cerberus mantenía su expresión. Solo lo veía como un niño haciendo un


berrinche.

.
.
.

Te invito a intentarlo.

.
.
.

La armada de sombras avanzó, Izuku hizo lo mismo, ahora tenía un plan y no


se iba ni a molestar en que los civiles no mueran. Si no podían huir entonces
de nada le servía siquiera intentarlo.

(Inserte: Transformers 3 - It's our fight)


Era un solo hombre contra un ejército inmortal y este hombre no podía
esperar a barrer el suelo con ellos.

Blade fue la primera en atacar.

"Desaparece".

Un movimiento de su espada Lostvayne envuelta en energía fue suficiente


para que Cerberus se altere al verla desintegrarse en energía roja.

"¡¿...?!"

No sabía que hizo, pero ya no pudo regenerar a ese soldado.

"No me digas que... en serio lo activó..."

"Majestad".

Igris se preparó para saltar, pero Cerberus lo detuvo.

"Espera mi señal."

"Como ordene".

El caballero desapareció en la sombra de su amo en un instante.

Soldado tras solado caía y sin posibilidades de regenerarse. Ya no podía traer


a su armada de regreso una vez era destruida.

Izuku despejó un pelotón enorme de Eden Assaasin en cuestión de segundos.

"¡¡No pudieron matarme en vida, menos podrán ahora que solo son
cadáveres!!". Gritó, una sonrisa desquiciada adornaba su cara, no podía parar
de reír al ver a tantos soldados perecer.

Ya no era Izuku.
Los gigantes y Kaijus lo atacaron en conjunto.

"¡Predaking!"

Un grito salió de su boca y giró su Katana cargada de energía.

"¡¡[RYUUJIN NO KEN WO KURAE]!!"

En esta ocasión lo que se formó fue un tornado enorme que cubrió a Izuku e
iluminó todo, generando un efecto similar al cielo morado de Cerberus.

Una pata reptiliana gigante piso fuerte el suelo, luego otra, después otra, una
cola se mostró, un largo cuello también, los cuernos surgieron, los dientes se
afilaron, los ojos brillaron, las inmensas alas también surgieron.

Predaking se había manifestado en su forma completa en el campo de batalla


al ya no tener las restricciones y poseyendo la autoridad de su portador con
un cuerpo formado a base de la energía del One For All, lo primero que hizo
fue darle una mirada de muerte a los gigantes del ejército de sombras.

"⟨¡¡ROOOOOAAAAAAAA!!⟩"

Dejó salir un rugido poderoso, tanto que hizo temblar la tierra cercana, un
edificio cayó por la onda expansiva y la sobrecarga de energía que incluso
competía en luminiscencia contra el cielo de Cerberus.

A sus pies, estaba Izuku con el 100% de su quirk activado.

Dragón y Shimada intercambiaron una pequeña y corta mirada, antes de


sonreír como verdaderos sanguinarios.

"¿Puedes sacarme de encima a esos titanes?"

Predaking los miro, tres gigantescos dragones, 8 gigantes humanoides con


armas.
.
.
.

⟨Hace 100 años uno solo habría acabado con la raza humana⟩

.
.
.

"¿Estás titubeando, dragón de mierda?". Preguntó Izuku con una sonrisa


burlona en su cara.

Predaking sonrió enseñando los colmillos palmeando el suelo con su enorme


cola.

"⟨Para nada⟩".

La batalla dio inicio de nuevo.

Una carrera fue emprendida por ambos, los dragones y hechiceros atacaban
con fuego que a Predaking no le hacían no cosquillas e Izuku solo absorbía
toda la energía en su espada mientras iba cortando todo lo que se le atraviese
en medio.

Los dragones se lanzaron a Predaking, pero eso solo le ahorró al dragón el


tener que ir tras ellos.

A uno lo mordió del cuello arrancando su cabeza como si fuera un dulce de


goma y a otro lo partió en dos de un zarpazo para terminar agarrando con su
cola a uno para estrellarlo contra varios gigantes, uno dio un salto pero
Predaking le disparó un cañón de energía verde de su boca que lo hizo caer.
Izuku destruía a las tropas en tierra lentamente.

Beru lo interceptó pero Izuku se lo quitó de encima tan fácil con su Blue Glow
que se preguntó porque no lo había usado antes, luego le lanzó varios
Shurikens envueltos de energía a la cara y el cuerpo que lo atravesaron hasta
el otro lado dejando agujeros enormes en su cuerpo.

Beru rucio, regresó con sus garras afiladas apuntando al cuello de Izuku, pero
un corte hizo que su brazo fuese destruido dejando manco al rey hormiga
quien no pudo defenderse cuando Izuku lo apuñaló en el pecho con su arma,
lentamente Beru empezó a ser desintegrado por la energía de este niño.

Solo un monarca podía destruir a los soldados de otro.

Y eso siempre se trató de las Sombras contra la Destrucción.

Dejó a Beru caer como si fuera un muñeco de trapo mientras desaparecía en


partículas rojas en el aire.

Luego se giró para ver a Eden Assaasin, y no dudó en arrasar con todos ellos
mientras sus ataques eran bloqueados por su espada que había estado
acumulando.

Uno tras otro los soldados iban cayendo como moscas mientras Cerberus solo
miraba.

Entonces, finalmente, un escuadrón pareció detenerlo, pero un estallido de


energía les demostró lo errado que estaba su juicio.

"¡¡CERBERUUUUUUUUS!!"

El muchacho que había vivido un infierno toda su vida y se había hartado de


todo ahora estuvo cara a cara contra el causante de todo.

Balanceó su espada que estaba brillando como nunca.


"¡¡FINAL...

La luz iluminó todo.

...DRAGON...

Un solo movimiento faltaba.

...SLA-

"Igris".

*Suash*

"... *¡Pluaj!*..."

Izuku escupió sangre mientras era suspendido en el aire, su energía se apagó


de repente.

Cerberus solo lo vio de reojo con ese brillo azul en sus ojos.

"Al igual que tu madre... "Pecas de sobreconfiado."

La puñalada del manodoble de Igris había pasado exacto destrozando su


columna y todas sus vértebras, la mirada del chico se apagaba mientras Igris
sacaba su espada de su cuerpo dejándolo caer al suelo.

"Gh..."

Un último murmullo ahogado con sangre se escapó de su boca cuando su


columna se venció y sus huesos que la conformaban salieran volando como si
le hubiesen extirpado un cáncer.

Su espada, su preciada espada Lostvayne cayó al suelo.


Y entonces... el ataque se lanzó. Un poderoso rayo de energía acumulada
surgió de esa pequeña arma.

Dicho ataque iluminó toda la ciudad como un faro mientras se desviaba al


cielo destruyendo un edificio en el proceso.

Predaking cayó al suelo siendo empalado por lanzas y garras gigantes de sus
enemigos de sombras, su forma física se empezó a desintegrar y no pudo
hacer nada cuando lo destruyeron a base de poder de fuego. El enorme
dragón se esfumó sin dejar rastros.

Los ojos rojos de Izuku regresaron a su estado verde normal mientras estaba
en el suelo.

Cerberus paso su mano por su mejilla cuando sintió líquido caliente bajar por
ahí, sonrió levemente viendo cómo sangraba por primera vez en años.

"¿Tanto por una gota de sangre? Qué desperdicio".

La espada de Izuku empezó a agrietarse, y Lostvayne, la compañera más leal


que ha tenido Izuku, simplemente se rompió com el vidrio.

Izuku solo lo veía con ojos apagándose, ya no tenía fuerzas, ese golpe había
sido fatal para él.

"No importa que tan fuerte seas". Decía Cerberus sacudiendo su traje de
negocios. "Nadie puede pelear sin columna".

Los ojos de Izuku finalmente se apagaron, pero logró escuchar las últimas
palabras de Cerberus antes de perder la consciencia.
.
.
.
.
.

"Fuiste un fracaso...

... Desde que tuviste la osadía de nacer en este mundo".

.
.
.
.
.

Izuku y todo su mundo se puso negro al finalizar esas palabras.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Los ojos esmeralda de Izuku se abrieron. Era de día. Estaba en una camilla de
hospital. No podía mover nada más que sus ojos. Estaba conectado a
intravenosas. Su cuerpo estaba vendado. Pero podía escuchar el sonido de las
máquinas de monitoreo cardíaco.

'¿Donde... estoy?' pensó.

Entonces escuchó un sonido, alguien estaba pelando una manzana en forma


de conejo y los ponía en un plato cada vez que acababa un pedazo.

"Me gustan las manzanas, ¿sabes?". Escuchó esa maldita voz, era Cerberus.
"Lo dulce y crocante en un solo lugar. Prefiero las rojas precisamente por
tener esa mayor concentración de azúcar y no tanto cítrico como las verdes".

'¿Qué pasó...?' Izuku lo miraba con impotencia, no podía mover nada. Como si
quisiera darle una puñalada más, Cerberus le ofreció un pedazo de manzana.

"¿No piensas lo mismo?". Preguntó, una sonrisa burlona en su cara. "¿No


quieres? Bueno, más para mi. A diferencia de ti yo sí puedo comer sólidos".
Tras decir eso se llevó un pedazo de manzana a la boca mientras se reclinaba
en su silla. "Ayer hiciste un desastre por nada".

El hombre encendió la televisión. En este programa se podía ver a Cha Hae In


siendo arrestada.

"El titular es "Genji inicia un ataque terrorista contra Tokio matando a 273
civiles en el proceso. Sung Jin-Woo tuvo que interferir eliminando la
amenaza", ellos saben que si revelan que alguien más tiene el poder de Sung,
osea yo, solo cundiría el pánico en Corea y no tendrían confianza en su
protector más fuerte. Al final los cazadores son iguales a los héroes, siempre
harán todo para salvar sus pellejos". Decía como si fuese lo más normal del
mundo. "¿Y tú? Legalmente estás muerto. Además de asegurarme de que no
vuelvas a moverte en tu vida al arrancar tu columna y quemarla. Era el único
modo en el que me aseguraría de que te quedes sin ser una amenaza latente".

El hombre se estiró gruñendo con sueño soltando un bostezo. Eso fue lo único
que logró el ataque de Izuku; quitarle el sueño de esa noche. Y debía sentirse
orgulloso de tal resultado.

"En fin. Ya no serás un problema para nadie, ni para mí ni para tu estúpida


familia. Ellos nunca me importaron. En realidad nada me detuvo de ir y
masacrarlos yo mismo".

Izuku lo miro, la confusión en su mirada hizo a Cerberus, o más bien, a Takeshi


Senjohara, sonreír.

"Seguro te preguntas por qué no me deshice de los cazadores de Corea o la


liga yo mismo. Bueno es simple: no me conviene". Respondió alzando un
dedo. "No me interesa ser un gobernante como al idiota de All For One que
solo quería ser adorado como un retorcido mesías. Ni como el purgador de
Stain. A mi no me interesa nada de eso. No soy un peleador, no soy un idiota
con complejo de Dios como esos retrasados. Soy un empresario que vende
herramientas de apoyo a héroes y villanos por igual. ¿Crees que me conviene
que alguno de los bandos caiga? Pfff, obvio no. Me quedo sin negocio. Eso
sería una muy mala decisión. Pero ahora supongo que acabé haciendo un
desbalance en la báscula de poder. Aunque solo quiero ver en qué acaba todo.
Pero quiero que sepas que no te guardo rencor. Al contrario, te estoy
agradecido. Ahora tengo el camino libre en el bajo mundo de hacer lo que
quiera". Su sonrisa se volvió de suficiencia. "Así que te doy las gracias. Solo
por eso no te he dejado morir todavía. Quiero que veas cómo todos tus
esfuerzos se vuelven inútiles sin importar que hagas. Y no te preocupes, no
tengo planes de atacar a los Senjohara. Nunca los tuve, mi problema era con
Eden Assaasin, Amagi y tu. Ellos no me interesan en lo más mínimo. Ni siquiera
el raro quirk de Kaga. Eso solo fue para que te movilices y hagas tu desastre".

El hombre se puso de pie.


"Debo reconstruir mí ciudad. Si me disculpas, tengo trabajo que hacer". Tomó
su chaqueta y se dirigió a la puerta con ella sobre su hombro. "Te vendrán a
hacer tu baño de esponja después. No te preocupes si vez que te falta algún
órgano o varios para mañana. En tu estado no notarás la diferencia". Tras
decir eso se dio la vuelta, tomó una manzana de la cesta y abandono la
habitación. "Te mantendré vivo para que pagues tus pecados aunque
estarías mejor muerto".

Izuku quiso gritar, pero no podía, no tenía aliento ni fuerzas para exclamar
nada.

'¡Regresa! ¡Regresa! ¡Regresaaaaaaa!'

Ahora su vida había acabado. No era más que un vegetal en una mesa. ¿Así
sería ahora? ¿Hasta acá llegó? No podía ni escuchar a Predaking... no había
nadie para ayudarlo.

Todo se había acabado...

.
.

¿O no?

.
.

"¿Hmm?" Izuku abría lentamente los ojos, noto rápidamente que estaba en
ese vagón... "¿Qué...?"

A su mente llegó todo lo que vivió en esa pelea con Cerberus. Casa parte sin
falta.

La forma en la que mandó a la mierda toda su humanidad...

No resistió, se levantó y procedió a vomitar profusamente con las imágenes de


toda la gente cuyas vidas cegó.
"Tardaste más de lo que pensé". Nighteye estaba sentado al lado de donde
Izuku estaba antes. Parecía cansado, sudado. "¿Ahora entiendes la
situación?".

Izuku gruñó, se lanzó contra el hombre agarrándolo del cráneo haciéndolo


dejar una enorme abolladura en la pared metálica tras él.

.
.
.

¿De qué mierda se trata este juego, maldito?

.
.
.

"Deberías... enfocar tus esfuerzos en otra cosa...".

"¡Responde mi pregunta!".

"No podía... dejarte ir tras tener esa visión ésta mañana...". Decía a duras
penas el héroe. "Entiende por favor, no podemos perderte. Eres el cazador
más fuerte de Corea y el segundo hombre más fuerte de Japón solo detrás de
All Might".

Izuku estaba a nada de reventar el cráneo del héroe... sin embrago, a su mente
vino lo que hizo antes y soltó a Nighteye, dejándolo caer al suelo tomando aire
desesperadamente mientras gotas de sangre bajaban de su nariz al suelo.

"Iré de todos modos". Dijo el chico firmemente.


"No, no lo harás...". Pronunció Nighteye con voz ronca. "No cambiarás nada
aunque vayas..."

"¿Y eso quien lo decide?".

"Solo cálmate, escucha a la razón por una vez en tu vida. ¿Quieres que todo lo
malo que le pase a la gente en esa visión por tu culpa, se cumpla? Aún estás a
tiempo de entrar en razón..."

"¿No fue lo mismo que le dijeron a Lady Nagant para ponerle una correa y
obligarla a hacer lo que quisieran?".

"No estás pensando con claridad... estás demasiado alterado".

"Jódete, Night-

El héroe paso sus piernas junto a las rodillas de Izuku derribando al chico con
demasiada facilidad para la diferencia de nivel entre ambos.

"Si estuviera en el estado mental adecuado, no te habría sido capaz de


derribar".

Izuku se quedó viendo al techo, se levantó, se dio cuenta de que sus piernas
temblaban. Está sensación, este sentimiento, está punzada... ¿Estaba
asustado?

"El valor no viene solo del poder, Shimada..." Decía Nighteye.

"..."

Izuku no dijo nada. Tomó sus cosas y se retiró del tren. Nighteye solo pudo
suspirar mientras también salía tranquilamente.

El héroe camino por lo que debieron ser cuarenta minutos hasta que llegó a
un callejón oscuro.
"Está hecho". Dijo a la oscuridad. "Logré desviar el destino. ¿Eso fue todo?".

"Si, bien hecho". Dijo una voz, un hombre bajó del techo de un salto. Tenía un
traje de niña completamente negro. Su voz era profunda y ronca, parecía
exhaustivamente cansado, sus ojos bajo la máscara reflejaba un brillo azul
profundo. "Con eso debería bastar".

"Espero que esto funcione... Tácit Ronin".

Tácit Ronin, uno de los villanos del bajo mundo más temibles y uno de los
enemigos del gremio Ahjin finalmente había hecho acto de presencia en
Japón.

"¿Le dijiste algo sobre nuestra conexión?". Preguntó el ninja.

"No, nada. Él no sabe nada".

El villano asintió.

"Entonces ya sabes lo que sigue".

El villano desenvainó una katana y esta se transformó en una más estilizada.

Nighteye se quitó los lentes.

"Toda mi vida he vivido para proteger a otros aunque me acaben odiando..."


Decía con melancolía en su voz. "Sin embrago, siempre he priorizado la
seguridad de los que serán claves más adelante".

"Eso es honorable, ¿sabes?". Le preguntó Ronin, dándole la satisfacción de


unas últimas palabras.
"Solo dime... ¿qué posibilidad hay de prevenir la catástrofe que me
mostraste?". Una pregunta fue lo que eligió Nighteye.

"39%". Reveló el villano, su espada se envolvía de energía azul. Nighteye


pareció desconcertado. ¿Todo esto para tan poca probabilidad? O eso pensó...
"Es lo más alto que ha estado el porcentaje". Reveló el villano espadachín.

Nighteye cerró sus ojos, recordó las razones por las que había hecho todo.

"Encaminar a Shimada Izuku como líder de Eden Assaasin al hablarle a


Senjohara Amagi de él... que sea reclutado... que se enamoren mutuamente
para darle un motivo para luchar... darle mayor facilidad de acceso a las
Kamish Fangs... la caída de Eden Assaasin... el criterio que Cerberus tendría al
respecto y todo lo que vino junto con eso... está intervención para evitar una
muerte temprana mostrándole lo que le sucederá si iba ... todo eso lo
planeamos al detalle, ¿no?".

"Así es. Está es la ocasión número 268 que estamos en esta situación. Pero
esta ocasión es la más prometedora de las miles anteriores. Lo que sucederá
no será en vano, eso te lo aseguro".

Ya cumplió su papel, su presencia solo arruinaría todo el plan

Pero estaba satisfecho, él conocía muy bien por qué hacía lo que hacía.

"Gracias por tu ayuda, Nighteye".

Ronin le agradeció, luego balanceó su espada.

.
.

El villano de un salto llegó a la cima de un edificio cercano.

"Está hecho". Dijo, apagando sus ojos a su color celeste normal.

Ante él estaba sentada una chica de pelo plateado como el metal más
brillante, vestida con armadura que asemeja a unas escalas de dragón y de su
frente salían dos largos cuernos azules y sobre su pecho que era cubierto por
un escote había un tatuaje rojo con la forma de una estrella, además de una
larga cola de segmentos azules con punta de tridente.

.
.
.

Sí que te tomáste tu tiempo.

.
.
.

El villano asintió. "Esto no se podía dejar a la ligera".

La mujer peliplateada, con una pequeña sonrisa tranquilizadora y se puso de


pie, para acto seguido preguntar: "¿Nos vamos?". A lo que el hombre asintió.

"Si, eso fue todo por hoy..."

La mujer fue envuelta en una luz, y en un segundo se convirtió en un arco de


metal que fue tomado por las manos del villano.
"Nunca te he agradecido por acompañarme, Reapper...".

"‹No necesitas hacerlo. Es mi deber como tú arma›". La voz de la fémina


sonó en su cabeza.

"‹¡¡Debiste ver cómo le corté la cabeza!!›" oyeron a una mujer más joven
exclamar.

"‹¡¡Maldita, eso no se presume!!›". La voz de otra chica que parecía de la


misma edad habló.

"A veces olvidó lo ruidosas que son a pesar de ser espadas..."

Así como aquella mujer se convirtió en su arco, sus espadas igual estaban
vivas... y también tenían formas humanas.

El villano simplemente se retiró en un portal de energía que abrió el mismo


con un solo movimiento en camino a quién sabe dónde.

Izuku iba saltando de edificio en edificio, su espada Lostvayne estaba en su


espalda junto a su traje mientras iba saltando sin rumbo por las calles de
Hosu.

'¡Mierda, mierda, mierda'. Se decía a si mismo en su mente. "¡¡Ya deja de


temblar!!".
El dio un salto, la voz de Predaking no se estaba presentando...

Pero hubo otra voz, una femenina...

"‹¡¡Jefe!!›".

"¡¿...?!"

Al escuchar esa palabra se desequilibró y cayó al techo de un edificio con


dolor en todo su cuerpo agarrando su cabeza.

.
.
.

Debo estarme volviendo loco...

Si, eso debe ser.

.
.
.

Decidió no pensar más en eso, tal era su cansancio mental y estrés que no se
dió cuenta del tenue brillo verde que Lostvayne emanó por un segundo, casi
como un suspiro de frustración.

.
.

Yui Kodai fue sacada de su sueño cuando un rayo de sol le pegó en la cara, al
abrir bien los ojos pudo ver qué seguía en el auto de Izuku y él estaba a su lado
en el otro asiento, con la cabeza recostada sobre el asiento con una expresión
demacrada.

"¿Ryu-jin?". Cuestionó Yui al ver el estado del chico.

Izuku abrió los ojos, sufrió para que sus labios formen una pequeña sonrisa,
no iba a desquitarse con quién no tenía la culpa de nada de lo que le pasó. Era
inocente en ese sentido al igual que las personas cuyas vidas pudo haber
matado de haber ido con Cerberus.

"¿Dormiste bien?". Le preguntó.

"...si". Contestó Yui. "Pero... parece que tu no".

"Dormí torcido". Mintió, fingiendo dolor en el cuello. "¿Hora de que te lleve a


casa?".

"Si... vamos".
Izuku encendió el motor del auto y pronto los dos dejaron aquel mirador de la
montaña.

Horas después Yui fue dejada en su residencia, la cual parecía tener todos los
estereotipos japoneses que a algún racista se le pudo ocurrir.

"Bonita casa". Elogio el pelinegro, bajando del auto.

"¿Quieres un café?". Le preguntó Yui, a lo que él se negó cortésmente.

"No, tengo... cosas que hacer. Pero me la pasé bien anoche".

"Si...". Yui se rasco la nuca. "Yo también".

"Nos vemos entonces..." Izuku se subió a su auto de nuevo, Yui no entendió


por qué si ya estaba afuera se metió de nuevo, hasta que salió de ahí con su
espada Lostvayne en mano. "Quiero que la tengas".

"¿Qué? Pero... es tu espada".

"Lo sé. Pero te protegerá más a ti que a mí."

Yui tomo la espada al mismo tiempo que Izuku aún la sostenía.


Izuku escuchó un casi ahogado "‹¡¡Noooooo, jefe, noooooo!!›" en su cabeza,
pero no le dio importancia y le dio a Yui su espada.

Pero por alguna razón Izuku sintió culpa...

"Gracias..." Dijo Yui.

"No agradezcas... debo irme".

En solo segundos Izuku ya se había ido en su auto.

Yui se quedó viendo la espada del pecoso.

"¿Qué te sucede ahora, Ryu-jin...?"

El parecía... atormentado por algo... Pero ¿por qué...?

.
.

<{[=====<{[Fin del capítulo]}>=====]}>

Perzival: ... ¿Qué les pareció?

Este debe ser el capítulo más potencialmente polémico que he hecho... Dios
santo.

En fin, espero les haya gustado.

Tuve que volver a dividirlo en dos partes por el número límite de imágenes.

Como sea, regresemos a la programación habitual...


Oh yeah.

Sin más que decir, yo soy Perzival y por ahora me despido.

Chao Chao :3

También podría gustarte