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UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO

DIRECCIÓN GENERAL DE LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO


ÁREA DE DERECHO
ESPECIALIDAD EN DERECHO MERCANTIL

ARMONIZACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS JURÍDICOS QUE REGULAN


LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS

Trabajo Especial de Grado, presentado


como requisito parcial para optar al Grado
de Especialista, en Derecho Mercantil

Autor: Erika Hernández Arias


Asesor: Andreyna Febres-Cordero Willet

Caracas, 30 de enero de 2008


UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO
DIRECCIÓN GENERAL DE LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO
ÁREA DE DERECHO
ESPECIALIDAD EN DERECHO MERCANTIL

APROBACIÓN DEL ASESOR

En mi carácter de Asesor del Trabajo Especial de Grado, presentado por la


ciudadana Abogado Erika Hernández Arias, para optar al Grado de
Especialista en Derecho Mercantil, cuyo título es: Armonización de los
instrumentos jurídicos que regulan las Sociedades Anónimas; considero que
dicho Trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometido a
la evaluación por parte del jurado examinador que se designe.

En la Ciudad de Caracas, a los 30 días del mes de enero de 2008.

_________________________________
Andreyna Febres-Cordero Willet
C.I. Nº 5.967.458

ii
UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO
DIRECCIÓN GENERAL DE LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO
ÁREA DE DERECHO
ESPECIALIDAD EN DERECHO MERCANTIL

ARMONIZACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS JURÍDICOS QUE REGULAN


LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS

Autor: Erika Hernández Arias

Trabajo Especial de Grado de Especialización en Derecho Mercantil


aprobado en nombre de la Universidad Católica Andrés Bello, por el jurado
abajo firmante, en la Ciudad de Caracas, a los ______ días del mes de
_________________ de _________.

___________________________ __________________________
C.I. C.I.

iii
ÍNDICE GENERAL

Aprobación del profesor asesor ……………….………………….…….……….. ii

Aprobación del jurado …………………………………………………………… iii

Índice general ……………………………………………….………….……… .... iv

Resumen ………………….……………………………….…...…………….…… vi

Introducción ……………………………………………........…………………….. 1

Capítulo I. Las fuentes del derecho y reglas de jerarquía y validez aplicables


en el país ………………………………………………………………….……….. 3
Las fuentes del derecho mercantil …………………..…………..………. 3
La ley mercantil ………………………………..………………..…. 4
La costumbre mercantil ……………………...…………………… 5
El Código Civil …………………………………..…………………. 7
Reglas de jerarquía y validez de instrumentos legales aplicables en el
país ………………………………………………….………………….……7
Jerarquía de los instrumentos legales …………………………. 7
Validez de los instrumentos legales ……………………….……. 9

Capítulo II. Instrumentos legales vigentes hasta octubre de 2007 aplicables a


las sociedades anónimas ………..……………………………………………… 12
En materia de constitución simultánea ………………….……….... 12
Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela
………………………………………………..………………….… 17
Código de Comercio …………………………………………...... 17

iv
Ley sobre el Registro Público y el Notariado …………………. 30
En materia de funcionamiento ……………………………….…….. 35
Derecho mercantil ………………………………………..……… 35
Derecho laboral ………………………………………..…………. 40
Derecho tributario ……………………………………..…………. 47
Otras regulaciones aplicables a las sociedades anónimas … 64
En materia de disolución y liquidación …………………………..… 76
Código de Comercio venezolano ……………………….……… 79
Código Civil ............................................................................. 86
Ley de Registro Público y Notariado …………………..………. 88

Capítulo III. Contraste de los instrumentos legales vigentes hasta el mes de


octubre del año 2007 y que rigen a las sociedades anónimas …………...… 91

Capítulo IV. La aplicabilidad de los instrumentos legales de acuerdo con las


normas relativas a la jerarquía y validez aplicables en el país ………….... 101

Conclusiones ………………………………………………………………….. 105

Referencias bibliográficas …………………………………………………….. 109

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UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO
DIRECCIÓN GENERAL DE LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO
ÁREA DE DERECHO
ESPECIALIDAD EN DERECHO MERCANTIL

ARMONIZACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS JURÍDICOS QUE REGULAN


LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS

Autor: Erika Hernández Arias


Asesor: Andreyna Febres-Cordero Willet
Fecha: enero 2008

RESUMEN
Dado el creciente número de instrumentos jurídicos aplicables a las
sociedades anónimas venezolanas, se hace necesaria la armonización de
dichos instrumentos para facilitar la creación y funcionamiento de estas
sociedades. La investigación realizada tenía como objetivo presentar una
opción para facilitar el manejo de la gran cantidad de normas aplicables a la
constitución, operación y liquidación de las sociedades anónimas, y un
mecanismo para la resolución de eventuales situaciones de ilegalidad o
inconstitucionalidad de instrumentos jurídicos y conflictos entre los que son
aplicables a una situación jurídica.
El estudio es documental de corte monográfico, a nivel descriptivo, y como
instrumento para la investigación y clasificación de la información se utilizó
una matriz de análisis de contenido; analizándose e interpretándose de
acuerdo a los argumentos a contrario sensu y maiore ad minus.
Con el estudio realizado se aporta un instrumento que permite a las
sociedades anónimas ubicadas en el Municipio Los Salias del Estado
Miranda, entender y aplicar con facilidad las normas vigentes hasta octubre
de 2007, que le son aplicables en materia de constitución, funcionamiento y
liquidación; con las consideraciones necesarias para manejar correctamente
la gran cantidad de reglas que se han venido generando con mucho
desorden en los últimos años.
De ésta manera se contribuye con la mejora de las condiciones de
interpretación y aplicación de las normas que les son aplicables a dichas
sociedades anónimas, facilitando el ejercicio de sus derechos y cumplimiento
de obligaciones, promoviendo su creación y por ende apoyando el desarrollo
económico del país. Aunque resultó innecesaria la aplicación de normas de
validez y jerarquía por la ausencia de conflictos entre normas, se dirigió el
proceso de armonización a ordenar las normas vigentes que rigen a las
sociedades anónimas, para facilitar su manejo a través de este instrumento
práctico.
Descriptores: Armonización, Sociedades Anónimas.

vi
INTRODUCCIÓN

En los últimos años el ordenamiento jurídico venezolano ha sufrido


importantes cambios por la modificación de leyes existentes y la aprobación
de instrumentos nuevos. Este fenómeno ha generado dificultad para la
aplicación de los instrumentos legales.

La situación planteada, que es especialmente compleja para el caso de las


sociedades anónimas por la cantidad de instrumentos que les son aplicables,
hizo necesario establecer una opción para facilitar el manejo de esa gran
cantidad de normas aplicables a su constitución, operación y liquidación, así
como un mecanismo para la resolución de eventuales situaciones de
ilegalidad o inconstitucionalidad y conflictos entre normas aplicables a una
misma situación jurídica.

Para ello, se identificaron las fuentes del derecho mercantil y las reglas de
jerarquía y validez aplicables en el país; se desglosaron los instrumentos
legales vigentes hasta el mes de octubre de 2007 aplicables a las sociedades
anónimas; se contrastaron dichos instrumentos legales con las reglas de
jerarquía y validez; y, por último se analizó la aplicabilidad de los mismos de
conformidad con el contraste hecho, quedando dichas etapas explicadas en
cuatro capítulos, subdivididos por instrumentos legales y aspectos regulados,
en el trabajo realizado.

Dada la potencial variedad de situaciones, se centró el estudio en el


Municipio Los Salias del Estado Bolivariano de Miranda, tomando en
consideración el ordenamiento jurídico vigente hasta el mes de octubre de
2007 (específicamente las fuentes de derecho mercantil formales directas,
entendidas como forma de manifestación externa del derecho positivo),

1
2

aplicable a las sociedades anónimas en materia de constitución simultánea,


funcionamiento y liquidación; sin entrar a considerar actividades específicas
con regímenes especiales.

Al afectarse el funcionamiento de las sociedades anónimas, por la creciente


generación leyes y la constante reforma de las ya existentes, puede
generarse una barrera para su constitución y productiva operación, y por
ende, afectarse el desarrollo económico y social del país, por lo que se
presentó como una oportunidad el desarrollo de un estudio que ha permitido
armonizar las leyes vigentes, en los términos antes señalados, facilitando y
limitando los problemas de aplicación e interpretación, aportándose un
instrumento práctico para el manejo de las normas aplicables.

Para la realización del estudio se seleccionó y delimitó el problema, mediante


la revisión de fuentes bibliográficas, legales y jurisprudenciales, lo que
permitió definir los objetivos de la investigación, en los términos antes
expuestos; luego, se recolectó y clasificó la información a través de una
matriz de análisis de contenido; analizándose e interpretándose de acuerdo a
los argumentos a contrario sensu y maiore ad minus. Para finalmente
elaborar el presente informe, documental, monográfico y a un nivel
descriptivo.

Del análisis realizado resultó que la tarea de armonización se limitó a ordenar


la gran cantidad de leyes vigentes que rigen a las sociedades anónimas, para
facilitar su manejo y permitir que las mismas cuenten con un instrumento que
les facilite el cumplimiento de sus obligaciones y ejercicios de sus derechos,
sin, salvo los puntos introducidos como parte del contraste de normas del
Código de Comercio y la Ley de Registro Público y del Notariado, tener la
necesidad de resolver conflictos de inconstitucionalidad o ilegalidad.
CAPÍTULO I
LAS FUENTES DEL DERECHO Y REGLAS DE JERARQUÍA Y VALIDEZ
APLICABLES EN EL PAÍS

La teoría de las fuentes del derecho mercantil no es distinta de la teoría


general de las fuentes del derecho; aunque presenta algunas variaciones con
respecto a su aplicación en razón de su jerarquía derivadas de los artículos 8
y 9 del Código de Comercio. Con respecto a las normas de validez de las
leyes aplicables en el país, el derecho mercantil sigue la teoría general.

Las fuentes del derecho mercantil

Las fuentes del derecho se entienden usualmente en tres sentidos: históricas,


materiales y formales. Olaso (1997, p. 118) define las fuentes históricas
como los “documentos históricos que hablan o se refieren al derecho”; las
materiales como “los problemas que surgen de la realidad histórica de cada
pueblo y que son regulados por el derecho”, y por último interpreta las
fuentes formales en tres sentidos: como capacidad para crear la norma,
como proceso de formación y como forma de manifestación externa del
derecho positivo.

Por otro lado, el prenombrado autor (p. 119) clasifica las fuentes formales en
directas e indirectas. Las primeras “cuando encierran en sí las normas
jurídicas aplicables” y las segundas son las que ayudan a interpretar, aplicar,
producir, etcétera, las fuentes formales directas.

El presente trabajo se concentra en el análisis de las fuentes de derecho


mercantil formales directas, entendidas como forma de manifestación externa
del derecho positivo.

3
4

La ley mercantil

Es el conjunto de principios normativos de derecho positivo que disciplina la


materia comercial.

No sólo debe considerarse ley mercantil aquellas que sean denominadas


como tal por el legislador, debe observarse la naturaleza de las relaciones
que regula y su contenido.

Además es preciso recordar que la materia mercantil se determina por un


criterio objetivo y otro subjetivo. El primero se refiere a los actos de comercio
y el segundo a la cualidad de comerciante. En ese sentido, la ley será
mercantil cuando regula exclusivamente esa materia y cuando la regula
directa o indirectamente (Código de Comercio y leyes especiales como el
caso de la Ley de Mercado de Capitales, Ley de Almacenes Generales de
Depósito, Ley General de Bancos y otras Instituciones Financieras, Ley del
Contrato de Seguro, para sólo nombrar algunas).

La ley mercantil puede tener dos tipos de naturaleza: de carácter supletorio o


permisivo, que son la mayoría, dado que regula, principalmente, relaciones
entre particulares, donde prevalece la autonomía de la voluntad de los
contratantes; o de carácter imperativo o prohibitivo, que responden a
mecanismos de fiscalización, regulación, control o supervisión por parte del
Estado para tutelar, mediante su potestad, no sólo sus intereses, sino los de
los particulares en actividades y relaciones de tipo comercial, empresarial o
económico, mediante reglas especiales.

Cabe agregar una corriente doctrinaria que incluye dentro de la ley mercantil
al contrato celebrado entre las partes, sostenida principalmente por Mármol.
5

La costumbre mercantil

Borjas (1981, p. 281) define la costumbre como “una regla de conducta


constante y uniforme observada por los miembros de una comunidad social
con la convicción de que corresponde a una necesidad jurídica o que
obedece a un imperativo jurídico”.

Nace de manera espontánea por la necesidad de regulación que no hace la


ley de una situación o relación.

Cabe recordar, dos aspectos fundamentales en el estudio de la costumbre


como fuente del derecho mercantil, por una parte, el origen del derecho
mercantil nacido como un derecho co nsuetudinario (Italia, siglo XIII) de
donde viene su aceptación como fuente principal y, por la otra, el carácter
especial del derecho mercantil lo que le atribuye a la costumbre, en particular,
un rango de aplicación preferente dentro de la jerarquía de las fuentes, como
fuente supletoria de la ley frente a las disposiciones del derecho común.

De acuerdo con el artículo 9 del Código de Comercio, a diferencia de lo que


ocurre en el derecho público, y más específicamente, co n el derecho civil, la
costumbre mercantil es de obligatoria aplicación, si es: uniforme, reiterada en
el tiempo, pública y generalmente aceptada en el país o determinada
localidad.

Es importante aclarar que es la costumbre praeter legem, creadora de


nuevos preceptos con carácter vinculante, fuente formal del derecho
mercantil, cuya función, como así lo expresa el artículo 9 del Código de
Comercio, es suplir el silencio de la ley mercantil, no limitado al silencio del
Código de Comercio, sino al de todo el conjunto de leyes especiales
6

mercantiles. Dicho en otras palabras, no puede la costumbre mercantil


derogar una ley, ni de carácter dispositivo, toda vez que la costumbre contra
legem no tiene asidero en el sistema legislativo venezolano, basado en el
precepto contenido en el artículo 7 del Código Civil que expresamente señala
que las leyes no pueden derogarse sino por otras leyes, al igual que lo
establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y no vale
alegar contra su observancia el desuso, ni la costumbre o práctica en
contrario, por antiguos y universales que sean.

Morles (1998, p. 126) distingue tres categorías de costumbre mercantil,


entendida como usos o prácticas de los comerciantes: los usos
interpretativos: “aquellos cuya eficacia deriva del hecho de constituir indicio
de una cierta voluntad”; los usos que integran una norma legislativa: “su
fuerza vinculatoria reside en que son invocados por la ley; y la verdadera y
propia costumbre mercantil: “tiene el carácter de norma de derecho…
constituye una regla de derecho cuya observancia uniforme y constante es la
razón fundamental de su legitimidad”.

Para Pinzón, citado por el mismo Morles (p. 129), lo que existe son distintas
funciones de la costumbre mercantil: usos interpretativos, que consisten en
“determinar el sentido de las palabras o frases técnicas del comercio”, usos
legislativos, para “completar determinadas disposiciones de la ley, en las que
expresamente se invocan las costumbres de los comerciantes mismos”, y
usos de derecho, que consisten en “llenar lagunas de la ley, como verdadera
ley comercial”.

Finalmente, cabe destacar el valor y la importancia de la costumbre, como


fuente principal, en la formación del derecho comercial internacional.
7

El Código Civil

Se ha discutido en la doctrina sobre si puede el Código Civil ser considerado


como fuente de derecho mercantil, de acuerdo con lo enunciado en el
artículo 8 del Código de Comercio.

Quienes rechazan esa posición, que son la mayoría de los autores, señalan
que se trata sólo de una fuente supletoria derivada de la conexión o remisión
hecha por el Código de Comercio, común en el derecho.

Reglas de jerarquía y validez de instrumentos legales mercantiles


aplicables en el país

Jerarquía de los instrumentos legales

En general, se adopta en el país la conocida pirámide de Hans Kelsen como


principio de clasificación de las normas jurídicas de acuerdo a su jerarquía.

Según Kelse n, las normas supremas, límites y de las cuales deben derivarse
el resto, son las constitucionales. Ellas se encargan de regular la estructura
del Estado y las relaciones entre los particulares y el Estado, dividir los
poderes públicos, así como establecer los derechos, deberes y garantías
ciudadanas.

En segundo grado, se encuentran las normas ordinarias, que se dividen en:


leyes, actos de gobierno y actos parlamentarios sin forma de ley. La ley se
define en el artículo 202 de la CRBV como el acto sancionado por la
Asamblea Nacional como cuerpo legislador. La CRBV diferencia las leyes
8

ordinarias de las orgánicas (artículo 203), teniendo las últimas un mayor


grado de jerarquía, con respecto a las ordinarias, dentro de la clasificación de
Kelsen. Los actos de gobierno son aquellos emanados del Poder Ejecutivo y
que aplican de forma directa la Constitución. Y por último, los actos
parlamentarios sin forma de ley son aquellos que realiza el Poder Legislativo,
pero que no necesitan del cumplimiento de las formalidades establecidas
para la creación de las leyes.

La CRBV ha establecido que los tratados internacionales adoptados en


materia de integración se considerarán parte integrante del ordenamiento
jurídico vigente y se aplicará de forma directa y preferente a la legislación
interna (artículo 153).

En tercer lugar se ubican las normas reglamentarias, las cuales no pueden


alterar el espíritu, propósito y razón de las leyes que desarrollan.

En el último grado, se encuentran las normas individualizadas, dentro de las


cuales se cuentan las sentencias, los actos unilaterales y bilaterales de
voluntad, los actos administrativos de efectos particulares y los negocios
jurídicos.

En el derecho mercantil la jerarquía de las fuentes presenta particularidades


como ya se ha señalado anteriormente, aunque se sigue en términos
generales la clasificación de Kelse n.

De los artículos 8 y 9 del Código de Comercio venezolano surge la mayor


discusión sobre la prelación de las fuentes de derecho mercantil. Quienes
han hecho una interpretación exegética de los artículos 8 y 9 del Código de
Comercio, pero no cónsona co n el carácter especial, más no excepcional, del
9

derecho mercantil, lo han resuelto de la siguiente manera: en primer lugar


debe aplicarse la ley mercantil, que incluye por una parte al Código de
Comercio, y por otra las leyes especiales mercantiles, teniendo todas la
misma jerarquía, en segundo lugar debe aplicarse la costumbre mercantil
(que algunos autores consideran incluso parte de la ley mercantil), y luego el
Código Civil, que como ya se mencionó anteriormente, no es considerado
fuente de derecho mercantil, sino que se aplica supletoriamente, por remisión.

En un orden más estricto, y atendiendo a la tesis de la especialidad del


derecho mercantil y al principio consagrado en el artículo 4 del Código Civil
que señala que cuando no hubiere disposición precisa de la ley, se tendrán
en consideración las disposiciones que regulan casos semejantes o materias
análogas, y si hubiere todavía dudas se aplicarán los principios generales del
derecho, la mayoría de los autores coinciden con el siguiente orden de
prelación: 1. Ley mercantil; 2. La costumbre mercantil; 3. La analogía; 4. El
Código Civil; y por último, 5. Los principios generales de derecho.

Validez de los instrumentos legales

La ley es obligatoria, es decir entra en vigencia, desde el momento de su


publicación en la Gaceta Oficial o desde la fecha posterior que ella misma
indique (artículo 1 del Código Civil) y no será retroactiva, salvo cuando
imponga menor pena (artículo 24 CRBV). Esto se refiere a lo que llama
Hernández (1993, p. 199) la vigencia temporal de las leyes; además, el autor
habla de la vigencia espacial, referida a la validez de las mismas desde un
punto de vista territorial.

Es posible que dos normas entren en conflicto, lo que significa que su


aplicación es incompatible, es decir que la aplicación de la una no es posible
10

sin la violación de la otra. Estos problemas se resuelven, en principio,


mediante la derogación, que es anular una norma a través de otra.

En ese sentido los artículos 74 y 218 de la CRBV establecen que las leyes
sólo podrán ser derogadas por otras leyes y abrogadas por referendo, salvo
las excepciones establecidas en ella misma; pero además las leyes pueden
perder su vigencia cuando son esencialmente temporales y se cumple el
término para su duración.

Según Tosta (1981, p. 200) de existir instrumentos jurídicos con vicios de


inconstitucionalidad o ilegalidad (es decir, en el caso de instrumentos distinta
jerarquía), serán válidos hasta el momento en que sean declarados nulos por
un Tribunal u otro organismo competente, de acuerdo con los mecanismos
establecidos en el ordenamiento jurídico; señala la autora que si la norma no
deseada conserva su validez, sería antijurídica y se rompería la unidad del
orden jurídico.

En igual sentido Aftalión y otros (1994, p. 540) señalan que para que una
norma de inferior jerarquía, contraria a la superior, sea inválida es necesario
que se recurra en los plazos y de acuerdo con el procedimiento establecido
en el ordenamiento para ello, y además que sea declarada inconstitucional o
ilegal, según el caso, por el ente competente.

Los conflictos que puedan presentarse entre normas de igual jerarquía, se


resolverán considerando el factor tiempo, es decir, la norma más reciente
tiene preponderancia sobre la más antigua, es el significado del adagio lex
posterior derogat priori.
11

De acuerdo con Borjas (1981, p. 293) cuando dentro de la ley mercantil


aparezca alguna contradicción debe aplicarse la contenida en la ley posterior,
siguiendo el adagio lex posterior derogat priori; y si han sido promulgadas al
mismo tiempo, caso hipotético, se aplicará la contenida en la ley especial,
sobre la general. Igual ocurre en el caso de la costumbre mercantil,
aplicándose la especial y local sobre la general.
CAPÍTULO II
INSTRUMENTOS LEGALES VIGENTES HASTA OCTUBRE DE 2007
APLICABLES A LAS SOCIEDADES ANÓNIMAS

El ordenamiento jurídico venezolano ha experimentado en los últimos años


modificaciones importantes, debido a cambios realizados a instrumentos
legales existentes y la aprobación de algunos nuevos.

Esta dinámica se ha observado de manera acelerada, lo que justifica que se


limite el presente estudio en términos de tiempo al análisis de los
instrumentos jurídicos que regulan la actividad de las sociedades anónimas a
aquellas vigentes hasta el mes de octubre de 2007.

En materia de constitución simultánea

Para la constitución de las sociedades anónimas es necesario el


cumplimiento de requisitos establecidos en la ley, y los mismos pueden
agruparse, de acuerdo con Morles (2001, p. 831) de la siguiente manera:
elementos generales de fondo, elementos especiales de fondo y elementos
de forma.

Los elementos generales de fondo son aquellos necesarios, de acuerdo con


el ordenamiento jurídico venezolano, para la celebración de un contrato
como es el de sociedad, a saber: capacidad, consentimiento libre de vicios,
objeto lícito y causa lícita.

La capacidad para ser parte de un contrato de sociedad mercantil, es poco


limitada, incluso los niños y adolescentes pueden ser parte de un contrato de
sociedad mercantil; sin embargo, en la doctrina se presenta discusión sobre

12
13

tres situaciones: sociedades entre cónyuges, facultades del factor (se


prohíbe al factor, actuando en nombre propio y al mismo tiempo de su
principal, constituir una sociedad; salvo dispensa del propio representado) y
participación de una sociedad de capitales en una sociedad de personas
(existe jurisprudencia italiana que rechaza la posibilidad de que una sociedad
de capitales pueda ser socia de una sociedad de personas, pero en
Venezuela no hay jurisprudencia al respecto y en principio si no está
prohibido expresamente por el legislador, no debería restringirlo el intérprete).

En relación con la sociedad entre cónyuges, el problema es más de fondo.


Los principios generales de derecho han determinado que las sociedades
requieren la pluralidad de personas para su constitución, aún cuando la
posterior concentración de la representación patrimonial no implique su
disolución, como es el caso de las sociedades anónimas.

En ese sentido, se presenta la controversia en relación con los cónyuges, ya


que de no haber ellos celebrado capitulaciones matrimoniales, se podría
estar frente a una violación del principio antes señalado, entendido como el
requisito de pluralidad de socios.

En Venezuela, parte de la doctrina, entre ellos García (2004, p. 386) señala


que no pueden, los cónyuges que comparten una sociedad de gananciales,
considerarse como personas diferentes a los efectos de constituir una
sociedad anónima, sino como una sola institución con patrimonio propio; sin
embargo, no hay una prohibición expresa en la ley, por lo que por principio
general de derecho, no debería ser limitado por el intérprete, tampoco se ha
conseguido jurisprudencia sobre el particular. En la práctica no se observan
mayores inconvenientes para la formación de sociedades mercantiles entre
cónyuges, en todo caso, cuando la sociedad haya sido constituida con el
14

propósito de eludir responsabilidades legales, los acreedores o afectados


podrían intentar acción basada en los principios de simulación fraudulenta.

Otro de los elementos generales de fondo, es el consentimiento libre de


vicios. De acuerdo con el ordenamiento jurídico venezolano, los vicios del
consentimiento son: error, violencia y dolo. De ocurrir alguno de ellos, puede
dar lugar a la impugnación de contrato y anulación del vínculo afectado por
el vicio o al contrato mismo.

El tercer elemento es el objeto lícito, lo que significa que el conjunto de


actividades u operaciones que van a realizar las sociedades y para lo cual se
constituyen, no deben ser contrarias a la ley, el orden público y las buenas
costumbres. De igual manera debe atenderse a las prohibiciones legales de
ejercer determinadas actividades especiales que son generalmente
reservadas a algunos tipos de personas, naturales y jurídicas, a las que se
les exige el cumplimiento de determinados requisitos particulares.

Adicionalmente, la teoría general de los contratos establece que el objeto


debe ser posible y determinable.

Morles (2001, p. 845) es de la opinión que una sociedad cuyo objeto es


únicamente “realizar cualquier acto de lícito comercio”, debe ser rechazada
como carente de objeto porque el artículo 213, ordinal 2° del Código de
Comercio se refiere a la “especie de los negocios a que se dedica”, por lo
que se debe delimitar el campo de actividades económicas en que la
empresa va a desenvolver su acción. Complementa su posición señalando
que no precisar el objeto pondría a la sociedad en los linderos de la sociedad
universal, prohibida por la ley; mientras que determinarlo permite establecer
15

si la sociedad cumple con su fin, si ocurre un supuesto de disolución y


permite controlar la actuación de los administradores.

El último de los elementos generales de fondo es la causa lícita, la cual se


identifica, de acuerdo con la doctrina, con el fin del contrato. Uría, citado por
Morles (2001, p. 846) precisa sobre el contrato de sociedad, que la causa
hay que buscarla en la circunstancia que la sociedad se constituye para el
ejercicio en común de una determinada actividad económica con ánimo de
repartir los beneficios.

Los pactos leoninos, podrían afectar la causa lícita del contrato de sociedad,
sin embargo, conforme a la ley, sólo se declararía la ilicitud del pacto y no de
todo el contrato.

Por otra parte, los elementos especiales de fondo del contrato de sociedad,
son: reunión de dos o más personas, aportes, fin económico común y la
affectio societatis.

Para la constitución de la sociedad se requiere la reunión de dos o más


personas, aunque el Código de Comercio (artículo 341) permite la posterior
concentración de la representación patrimonial en una sola persona, sin que
ello implique la necesaria disolución de las sociedades anónimas.

Existen excepciones establecidas en leyes especiales, que no son objeto de


análisis en el presente trabajo, como es el caso típico de Petróleos de
Venezuela Sociedad Anónima.
16

En segundo lugar, al momento de constitución, todos los socios tienen la


obligación de realizar aportes al fondo de la sociedad para conformar el
capital que será el límite de responsabilidad de la sociedad anónima.

El aporte en las sociedades anónimas puede realizarse en dinero, que es el


más frecuente, y en especie; asimismo podrán ser a título de dominio (caso
de aporte en dinero) o a título de uso.

En este punto es preciso mencionar que el aporte a título de uso presenta


tres dificultades que deben ser consideradas, a saber: se trata de
obligaciones de tracto sucesivo, lo que representa un inconveniente al
momento de controlar el valor del uso; además presenta inconvenientes en
relación con la redacción del documento constitutivo-estatutario que deberá
mencionar el capital suscrito y pagado, cómo se pagaría en dinero al
accionista que aporta a título de uso su parte, si hubiese que liquidar
anticipadamente la sociedad; y por último, presenta dudas sobre cómo
reflejar dicho aporte en los balances.

El fin económico común es producir utilidad para repartir entre los socios, de
acuerdo con las reglas establecidas en el documento constitutivo y estatutos
sociales.

Por último, el elemento de la affectio societatis, que es el elemento subjetivo


y se traduce en la intención o voluntad de asociarse y colaborar en la
empresa y que debe concurrir en todos los socios.

Finalmente, los elementos de forma, son aquellos establecidos en el


ordenamiento jurídico, especialmente en el Código de Comercio y que se
analizan de seguidas.
17

Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela

Dentro del Título III de la CRBV relativo a los deberes, derechos humanos y
garantías, se encuentra, en el Capítulo VII específicamente, la regulación de
los derechos económicos.

Uno de esos derechos económicos, de acuerdo con la CRBV, es el que


tienen las personas de dedicarse a la actividad económica de su preferencia
así como la libertad de empresa.

La misma CRBV establece excepciones a esa libertad, como lo son el


desarrollo humano, seguridad, sanidad, protección del ambiente y otras de
seguridad social como es el caso de los monopolios, el abuso de la posición
de dominio y la demanda co nce ntrada. Señala además la CRBV, aquellas
limitaciones que establezcan las leyes por las razones antes mencionadas.

Código de Comercio

La constitución de las sociedades anónimas se regula más específicamente


en el Código de Comercio, que es el instrumento que rige en especial la
materia.

En él se establece que las sociedades mercantiles se rigen por los convenios


entre las partes, por el Código de Comercio y el Código Civil. En el mismo
artículo (200, parágrafo primero) se hace la salvedad que el Estado,
mediante los organismos administrativos competentes, vigilará el
cumplimiento de los requisitos legales establecidos para la constitución y
funcionamiento de las sociedades anónimas.
18

En el Código de Comercio se establecen para las sociedades anónimas, dos


formas de constitución. Una de ellas es la sucesiva, que se hace por
suscripción pública, mediante un acto en el que los promotores deben hacer
un prospecto que indique el objeto de la sociedad, el capital social, número
de acciones y su descripción, los aportes y condiciones en que deben
hacerse, los beneficios de los promotores y las principales cláusulas de los
estatutos. Para este tipo de constitución existe un procedimiento especial
que no es materia del presente estudio, previsto como se ha señalado antes
en el Código de Comercio y complementado por las disposiciones de la Ley
de Mercado de Capitales y disposiciones de tipo administrativo dictadas por
la Comisión Nacional de Valores, pero que bien podría dar origen a trabajos
posteriores que se enfoquen específicamente en esa materia.

Por otro lado, se regula la constitución simultánea de la sociedad anónima,


también conocida como de capital cerrado, objeto de estudio en el presente
trabajo, que es un proceso más sencillo y la forma de constitución más
utilizada actualmente. Consiste en que todos los actos necesarios para la
constitución de la sociedad se realizan conjuntamente, la manifestación de
voluntad de los accionistas, mediante la redacción y firma del documento
constitutivo-estatutario de la sociedad, nombramiento de los administradores
y comisarios, la suscripción del capital y entrega de los aportes, entre otros
(artículo 247).

Es importante también aclarar lo relacionado con el documento constitutivo y


estatutos de la sociedad. Según el Código de Comercio coexisten dos
documentos que deben otorgar los socios al momento de la constitución: el
documento constitutivo y los estatutos sociales.
19

Como lo explica Acedo y otro (2000, p. 120) anteriormente la constitución de


la sociedad anónima dependía de un acto administrativo, sin embargo,
posteriormente hubo un cambio, adoptándose el sistema normativo
perfeccionado por la publicidad. Es así como la sociedad nace luego de
celebrado el contrato social, que es el documento constitutivo, y el mismo
cumple con todas las formalidades de registro y publicación establecidas en
las leyes, sin necesidad de la aprobación del Estado a través de un acto
administrativo, lo que antes justificaría la necesidad de documentos
separados.

Por otro lado, el Código de Comercio hace referencia a los estatutos sociales
como un documento distinto, aunque constantemente se refiere a ellos
(documento constitutivo y estatutos) de forma conjunta. El mejor ejemplo es
el artículo 213 que se refiere a los elementos que regulan la estructura y el
funcionamiento de la sociedad, y que deben expresarse en el documento
constitutivo y los estatutos de las sociedades anónimas.

El punto lo aclara Vivante, citado por Acedo y otro (2000, 122) cuando señala
que el documento constitutivo y los estatutos “son partes integrantes del
mismo acto pero que, si el acto constitutivo es un contrato, el estatuto forma
simplemente uno de sus elementos”.

La Sección II del Título VII de Código de Comercio venezolano vigente regula


lo relacionado a la forma del contrato de sociedad.

El artículo 211 dispone que el contrato de sociedad puede otorgarse por


documento público o por documento privado.
20

Además, el artículo 213 del Código de Comercio, enumera lo que debe


expresar el documento constitutivo y los estatutos de las sociedades
anónimas, como se mencionó anteriormente, a saber:

1. Nombre y domicilio social, de sus establecimientos y de sus


representantes: la denominación social puede referirse a su objeto, tener
cualquier nombre de fantasía o de personas, a discreción de los socios, pero
de acuerdo con el artículo 202 debe tener la mención de “Compañía o
Sociedad Anónima”, ó sus siglas.

Hay denominaciones reservadas por ley a actividades especiales como es el


caso de bancos y seguros, entre otras.

Otra limitación en materia de denominación social, es que no exista en una


misma jurisdicción donde se constituye la nueva figura, empresas con
nombres iguales, para evitar confusiones (derivada de la interpretación
análoga del artículo 28).

Es importante señalar que la denominación social, que aparece en el


documento constitutivo-estatutario de la sociedad, inscrito en el Registro
Mercantil correspondiente, puede no coincidir con el utilizado para hacer
propaganda o mercadear la empresa, o nombre comercial, que según el
artículo 190 de la Decisión 486 del Régimen Común sobre Propiedad
Industrial de la Comisión de la Comunidad Andina, se entenderá como
cualquier signo que identifique a una actividad económica, a una empresa, o
a un establecimiento mercantil, pudiendo ser entre otros, su denominación
social, razón social u otra designación inscrita en un registro de sociedades
mercantiles; y esto es permitido por la ley siempre y cuando no se utilice co n
intención de engaño al público.
21

El domicilio social es aquel establecido por los socios explícitamente en el


documento.

2. Objeto social: de acuerdo con el código debe señalarse la


especie de los negocios a que se dedicará la sociedad; en este sentido son
válidos los comentarios anteriores sobre el objeto lícito.

3. Capital suscrito y pagado: para la constitución de la sociedad es


necesario que el capital esté suscrito en su totalidad y pagado por cada
accionista, por lo menos el veinte por ciento o lo señalado en el documento
constitutivo-estatutario de conformidad con lo acordado por los socios, del
monto suscrito.

4. Identificación de los socios y número y valor nominal de las


acciones suscritas por cada uno, y la forma de pago del valor insoluto, en el
caso que los accionistas hayan enterado en caja sólo un porcentaje del
monto suscrito.

En este punto es importante mencionar que a partir del año 1975, con el
Reglamento de la Ley Aprobatoria de la Decisión 24 del Acuerdo de
Cartagena, ley para Venezuela, elimina las acciones al portador y ordena
que el capital de las sociedades por acciones, como las sociedades
anónimas, esté representado por acciones nominativas. De esta manera se
deroga del Código de Comercio toda referencia y regulación sobre las
acciones al portador.

Las acciones deben ser de igual valor y dan a sus tenedores iguales
derechos, si los socios, a través de los estatutos no disponen otra cosa
(artículo 292). Esto significa que pueden existir acciones comunes o
22

privilegiadas, que son aquellas que otorgan distintos derechos, como


preferencias administrativas o patrimoniales.

Las acciones dan a sus titulares tres categorías de derechos: el derecho


político que se manifiesta con el derecho a voto; el derecho económico o a
obtener dividendos y ser eventual acreedor de una cuota de liquidación; y el
derecho administrativo que se traduce en inspección, fiscalización y control.
Por principio, aunque nada señala la ley, debe existir proporcionalidad entre
la participación patrimonial y la incidencia en los derechos dentro de la
sociedad por el riesgo asumido.

En relación con el valor de las acciones, es preciso mencionar que existen


distintos tipos de valores, así: valor nominal (el previsto en los estatutos),
valor de mercado (el resultado de la oferta y la demanda en el mercado), y
valor de liquidación (el resultante luego de cerrar el ejercicio de la empresa,
pagando deudas y cobrando acreencias, para dividirlo entre el número de
acciones existentes). No necesariamente ellos coinciden.

En otro orden de ideas, es indispensable hacer referencia a la


desmaterialización de las acciones, que es un proceso por el cual dejan de
existir los títulos o certificados impresos y los derechos quedan evidenciados
por medio de anotaciones en cuenta. Con el avance de la tecnología y la
dinámica del comercio, se ha hecho necesario flexibilizar las teorías
tradicionales de los títulos valores, como es el caso de las acciones, para dar
cabida a una más fácil circulación de los derechos. En ese sentido tiene una
importancia medular la Ley de Mensajes de Datos y Firmas electrónicas.
23

En todo caso, si los socios deciden elaborar los títulos de las acciones, los
mismos deberán contener la información prevista en el artículo 293 del
Código de Comercio.

5. El valor de los créditos y demás bienes aportados: esto se trata


del caso en que se hagan aportes en especie. Si el aporte de los socios se
realizara en especie, debe indicarse y describirse y, si no se ha fijado por los
contratantes el valor de las cosas aportadas, se presume convenido el precio
corriente en el día fijado para la entrega, en la plaza donde la compañía
tenga su domicilio. No obstante, con la entrada en vigencia de la Ley de
Registro Público y del Notariado, el ordinal 2º del artículo 56, exige se
acompañe un avalúo realizado por un perito independiente colegiado, punto
a analizarse más adelante.

En la doctrina existe discusión sobre el pago total del capital social cuando el
aporte es en especie; sin embargo, Morles (2001, 872) explica que la
aplicación analógica del artículo 313 que regula a las sociedades de
responsabilidad limitada no tiene cabida para las sociedades anónimas,
porque para estas últimas rige el principio de la integración parcial del capital
social establecido en el artículo 249 del Código de Comercio.

Para aportar bienes sometidos al sistema registral, es necesario cumplir con


todas las estipulaciones previstas en la ley especial que regula la materia.

Por último, vale la pena mencionar que la jurisprudencia y la doctrina es


unánime en el sentido de prohibir las restricciones absolutas para la
circulación de las acciones, aunque aceptan las restricciones parciales, como
es el caso típico del derecho de preferencia que se da a los socios de
adquirir las acciones de la empresa.
24

Son también válidos los comentarios hechos anteriormente sobre los aportes.

6. Las reglas con sujeción a las cuales deberán formarse los


balances y calcularse y repartirse los beneficios (normas contables a ser
aplicadas): el Código de Comercio dicta pocas reglas relativas a la
contabilidad que deben llevar las empresas (estipula los libros obligatorios
para todo comerciante y en particular para las sociedades anónimas) y de
elaboración del balance de las mismas.

De acuerdo con el artículo 304, los administradores presentarán a los


comisarios, con un mes de antelación por lo menos el día fijado para la
asamblea que ha de discutirlo, el balance respectivo con los documentos
justificativos, y en él se indicará claramente el capital social realmente
existente y las entregas efectuadas y las demoradas, además debe
demostrar los beneficios realmente obtenidos y las pérdidas experimentadas,
fijando las partidas del acervo social por el valor que realmente tengan o se
les presuma. A los créditos incobrables no se les dará valor.

Adicionalmente, el artículo 305 estipula que los comisarios deben presentar


un informe explicativo de los resultados del examen del balance y de la
administración, las observaciones que éste les sugiera y las proposiciones
que estimen convenientes, respecto a su aprobación y demás asuntos
conexos.

No pueden pagarse dividendos a los accionistas sino por utilidades líquidas y


recaudadas (artículo 307).
25

Por último es importante señalar que, una vez aprobado, una copia del
balance y del informe de los comisarios deberán ser agregados al expediente
de la compañía en el Registro Mercantil correspondiente.

7. Junta administrativa: en la práctica varía el nombre, lo


importante es que se debe indicar el número de personas que la integran,
que podrán ser una o más, sus derechos y obligaciones, cuáles de ellos
ejercerán la representación de la sociedad, si actuarán conjunta o
separadamente, el tiempo que durarán en sus funciones (de no haber
estipulación durarán dos años, pudiendo ser reelegibles), si pueden o no ser
socios y las causas para revocarlos. Además deberá mencionarse lo relativo
a las reuniones de la junta: frecuencia, quórum, votación, toma de decisiones,
responsabilidad, entre otros.

El documento co nstitutivo-estatutario debe señalar, de conformidad con el


artículo 244, la cantidad de acciones que deben los administradores
depositar en la caja social con el objetivo de garantizar su gestión. Esas
acciones serán inalienables y se marcarán con un sello especial que indique
su inalienabilidad; cuando la cuenta de los administradores sea aprobada, se
les pondrá una nota indicando que ya son enajenables.

Asimismo a los administradores, en los estatutos sociales pueden nombrarse,


o estipularse la posibilidad de nombrar, agentes, gerentes generales,
representantes judiciales, y demás figuras operativas de la empresa, de
hacerlo, deben también estipularse las funciones de los mismos,
nombramiento, retribución y otras normas prácticas que faciliten el manejo de
dichas figuras.
26

Por último, no existe en el Código de Comercio ninguna prohibición en esa


materia, sin embargo la doctrina es unánime al opinar que los
administradores deben ser siempre personas naturales.

8. Comisarios: debe indicarse el número, que puede ser uno o


varios, y si su actuación será individual o co njunta. También debe
mencionarse la duración que tendrán en el cargo, aunque se infiere de los
artículos 274 y 275 que la duración es de un año.

Nada menciona el código sobre los requisitos que deben cumplir los
comisarios, sin embargo existen leyes especiales que cubren ese silencio. En
este sentido, los comisarios deben, entre otras cosas: ser o no socios, ser
Licenciados en Contaduría Pública, en Administración o Economista,
inscritos, miembros activos y solventes de sus respectivos colegios; ser
personas naturales, lo que resulta obvio de lo anterior; no ser
administradores de la sociedad, ni empleados de la misma.

Deben nombrarse en el documento constitutivo-estatutario de la sociedad los


comisarios que ejercerán las funciones hasta la celebración de la primera
asamblea ordinaria o extraordinaria convocada para tal fin.

9. Asambleas y derecho a voto, si son distintas a las estipuladas


en el mismo código: de acuerdo con el código las asambleas son ordinarias y
extraordinarias. Para considerarse constituidas es necesario un quórum de
más de la mitad del capital social.

La asamblea ordinaria se reúne una vez al año, por lo menos y los estatutos
deben mencionar la fecha para la celebración de la misma, para tratar los
27

temas establecidos en el artículo 275 y cualquier otro que los socios decidan
incluir vía estatutaria.

Las asambleas extraordinarias, por otro lado, se reunirán siempre que exista
interés en ello.

En relación con la convocatoria, es recomendable establecer mecanismos


más efectivos por la vía de estatutos, ya que el código establece la
convocatoria por la prensa.

El artículo 280 enumera una serie de temas para los que es necesario un
quórum especial para su discusión y aprobación (tres cuartas partes del
capital social para su discusión y el voto favorable de quienes representen
por lo menos la mitad de ese capital), haciendo la salvedad que los estatutos
podrían modificar tal disposición.

Por último, es recomendable incluir en el documento constitutivo-estatutario


de la sociedad las reglas relativas a la representación de los socios,
convenios y unidad del voto, casos especiales en los que se requiera
mayoría simple o calificada para aprobar materias, manejo de conflictos de
intereses en las asambleas, tanto ordinarias como extraordinarias.

10. Ejercicio fiscal y duración de la empresa: la duración de la


sociedad anónima debe ser definida, con lo cual se elimina la posibilidad de
establecer una duración ilimitada, prórrogas indefinidas, o automáticas
sucesivas sin término. Asimismo debe señalarse la fecha en que inician las
operaciones de la sociedad.
28

El ejercicio fiscal no necesariamente debe coincidir con el año calendario,


debe ser una decisión estratégica, tomada por los socios de acuerdo con la
actividad que desarrollará la empresa.

Por último el artículo 213 menciona como requisito el acompañamiento de los


documentos que contengan las suscripciones de los socios y el comprobante
de haber depositado el monto de las acciones suscritas o el porcentaje
pagado.

A modo de referencia, se puede citar el caso del Registro Mercantil Tercero


de la Circunscripción Judicial del Distrito Capital y Estado Bolivariano de
Miranda, en el cual se solicitan como documentos adicionales para la
inscripción: copia de la cédula de identidad de todas las personas nombradas
en el documento, copia del carnet del colegio del comisario y carta de
aceptación del cargo firmada por el mismo, en caso de inventario por aporte
en especie el mismo debe estar firmado por un Contador Público o un
Administrador, además de una carta de certificación acompañada de las
copias de cédula de identidad del firmante y su carnet del colegio, si el aporte
es en dinero debe anexarse la certificación del pago y planilla de reserva de
denominación social.

En otro orden de ideas, el artículo 212 hace referencia al procedimiento de


publicación del documento constitutivo de la sociedad, para que la misma
pueda tener eficacia frente a terceros distintos a sus socios.

Es importante aclarar, antes de continuar con este punto que, desde la


publicación de la última reforma del Código de Comercio vigente, se han
modificado en el país a través de leyes especiales los sistemas de registros y
notarías por lo cual se pueden observar algunos cambios en las
29

denominaciones y requisitos específicos exigidos en los Registros


Mercantiles para la inscripción de las sociedades, lo cual será explicado con
más detalle, de conformidad con lo establecido en la Ley del Registro Público
y del Notariado, que se analiza en el punto siguiente.

Establece el artículo 215 del Código de Comercio que dentro de los quince
días siguientes al otorgamiento del documento constitutivo de la sociedad
anónima, los administradores, conforme el principio registral de rogación,
deben presentar dicho documento y los estatutos al Registrador Mercantil
para que él, previa comprobación de que se cumplieron los requisitos
exigidos por la ley, lo admita y ordene el registro, fijación y posterior
publicación del documento constitutivo y mande a archivar los estatutos.

De no cumplirse con todas las formalidades establecidas en la ley para la


constitución de las sociedades, estaríamos ante la presencia de las
denominadas sociedades irregulares o de hecho, que de acuerdo con la
doctrina tienen dos características fundamentales: en principio el contrato
social es válido, y no se han observado las formalidades de constitución
prescritas.

De acuerdo con el artículo 219 la sociedad no se tendrá por legalmente


constituida, mientras no se cumplan las formalidades establecidas en la ley y
la consecuencia de ello es que los socios fundadores, los administradores o
cualesquiera otras personas que hayan obrado en nombre de este tipo de
sociedades, quedarán personal y solidariamente responsables por sus
operaciones.

Para precisar sobre la validez de una sociedad anónima que no ha cumplido


todas las formalidades de constitución se distingue entre aquellas de capital
30

cerrado y aquellas que capital abierto. En el caso de las primeras, objeto de


estudio en el presente trabajo, los socios o suscriptores pueden pedir que se
les libere de la obligación contraída si transcurridos tres meses desde la
fecha de vencimiento del plazo establecido para el registro del acta
constitutiva, esa formalidad no haya sido cumplida (artículo 220). Con esto se
presume que antes del vencimiento de esos tres meses establecidos como
plazo en la ley, la sociedad existe.

En relación con la personalidad jurídica de las sociedades irregulares, existe


mucha discusión en la doctrina. Por una parte, hay autores que opinan que
las sociedades irregulares no tienen personalidad jurídica “aduciendo que las
formalidades caracterizan el elemento personal y lo presuponen”, y otros
defienden la posición contraria, señalando que las sociedades irregulares
tienen personalidad jurídica partiendo del “principio tradicional de que no hay
patrimonio sin afectación”, adicionalmente quienes defienden esta posición
argumentan que personalidad jurídica de la sociedad nace de la estipulación
contractual y no del cumplimiento de formalidades (Goldschmidt, 2003, 436).

La jurisprudencia, só lo por citar sentencia de la extinta Corte Suprema de


Justicia de fecha 13 de julio de 1983, ha establecido que las sociedades
irregulares ha establecido que las sociedades irregulares tienen existencia y
personalidad jurídica que las legitima para obrar en juicio, tanto activa como
pasivamente, tal y como quedó recogido en el artículo 139 del Código de
Procedimiento Civil.

Ley de Registro Público y del Notariado

Esta ley, que derogó el Decreto Número 1554 con fuerza de Ley de Registro
Público y del Notariado de fecha 13 de noviembre de 2001, entró en vigencia
31

a partir del 1° de enero de 2007, a excepción de las normas establecidas en


su Título V, referente a las tasas e impuestos que tuvieron plena vigencia
desde su publicación en la Gaceta Oficial el día 22 de diciembre de 2006,
tiene como objeto regular la organización, funcionamiento, administración y
las competencias de los registros principales, mercantiles, públicos y de las
notarías.

De conformidad con esta ley es necesaria una búsqueda previa en el


Registro Mercantil de la denominación social que se desea dar a la empresa
para cumplir con la interpretación dada al artículo 28 del Código de Comercio,
de acuerdo con la cual no deben existir en una misma jurisdicción empresas
con nombres iguales.

Luego de redactar el documento constitutivo-estatutario de la sociedad


anónima debe presentarse, no más de treinta días hábiles luego de haber
realizado la reserva de la denominación social, al Registrador Mercantil para
que, dentro de los tres días hábiles siguientes contados a partir de la
presentación, lo admita a los fines de su inscripción, salvo que los socios
hayan decidido habilitar el proceso por un caso de urgencia. Una vez inscrito
el documento, será devuelto a los socios.

Los requisitos necesarios para la constitución de las sociedades anónimas


incorporados por este instrumento, son:

1. El documento constitutivo-estatutario a ser presentado ante el


Registro Mercantil debe estar redactado y visado por un abogado
debidamente colegiado y autorizado para el libre ejercicio profesional
(artículo 22).
32

2. El capital social debe ser suficiente de acuerdo con criterios de


racionabilidad relacionados con el objeto social.

3. Los aportes en especie deben tener el valor declarado en el


documento y a efectos de asegurar el cumplimiento de esta obligación se
debe acompañar un avalúo realizado por un perito independiente colegiado.

4. Debe indicarse la dirección en la que la sociedad tenga su


asiento y esta se considerará su domicilio a todos los efectos legales.

5. La duración de la sociedad no debe ser excesiva.

En caso de negativa de inscripción el acto debe ser motivado y se seguirá el


proceso establecido en ésta ley y la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos.

También se regula en esta ley lo relativo a las tasas e impuestos


relacionados con la inscripción del documento en el Registro Mercantil.

En cuanto a las tasas establece el artículo 86 que en materia no co ntenciosa


mercantil se causarán a favor del Servicio Autónomo de Registros y Notarías,
las siguientes tasas:

1. Por la inscripción de cualquier tipo de sociedades, dos unidades


tributarias (2 U.T.), más una décima de unidad tributaria (0,1 U.T.) por cada
folio que contenga el documento o actuación.

2. Por cada folio de documento que se acompañe con el recaudo


presentado para inscripción, tres décimas de unidad tributaria (0,3 U.T.).
33

3. Por cualquier otro tipo de documento que se presente para su


inscripción no incluido en los numerales anteriores, ocho décimas de
unidades tributarias (0,8 U.T.), más tres décimas de unidad tributaria (0,3
U.T.) por cada folio que contenga el documento.

4. Se causarán como gastos de procesamiento, el servicio por


sistema de fotocopiado tres centésimas de unidad tributaria (0,03 U.T.) por
cada una de las fotocopias necesarias para el procesamiento de registro de
los documentos o actuaciones, así como para las copias certificadas,
certificaciones, constancias y copias simples que deban ser emitidas o sean
solicitadas por los interesados.

5. Cinco décimas de unidad tributaria (0,5 U.T.) por la búsqueda y


selección denominaciones sociales.

Adicionalmente se establecen tasas por actuaciones fuera del recinto y


traslados.

En cuanto a los impuestos el artículo 91 establece que la materia no


contenciosa mercantil causará impuestos a favor del Fisco Nacional, Estadal
o Municipal, según sea el caso, de la siguiente forma:

1. Otorgamiento de denominaciones sociales ante el Registro


Mercantil, dos unidades tributarias (2 U.T.).

2. Por la inscripción o registro de las sociedades de comercio en el


Registro Mercantil, se pagará una centésima de unidad tributaria (0,01 U.T.)
34

por cada unidad tributaria (1 U.T.) o fracción menor de una unidad tributaria
(1 U.T.) del capital suscrito.

3. A favor de la Hacienda Pública Municipal se pagará, de acuerdo


con el artículo 92, el aporte a la bienes inmuebles de la siguiente manera:

• Hasta dos mil unidades tributarias (2.000 U.T.), una unidad


tributaria (1 U.T.).
• Desde dos mil una unidades tributarias (2.001 U.T.) hasta tres
mil quinientas unidades tributarias (3.500 U.T.), dos unidades tributarias (2
U.T.).
• Desde tres mil quinientas una unidades tributarias (3.501 U.T.)
hasta cuatro mil quinientas unidades tributarias (4.500 U.T.), tres unidades
tributarias (3 U.T.).
• Desde cuatro mil quinientas una unidades tributarias (4.501
U.T.) hasta seis mil quinientas unidades tributarias (6.500 U.T.), cuatro
unidades tributarias (4 U.T.).
• Desde seis mil quinientas una unidades tributarias (6.501 U.T.)
en adelante, cinco unidades tributarias (5 U.T.).

Si el inmueble se encuentra ubicado en varias jurisdicciones municipales, el


monto del tributo se prorrateará entre cada uno de ellos, en proporción a la
extensión territorial que del inmueble abarque cada jurisdicción.

El impuesto al que se refiere este artículo, deberá haber sido pagado por el
adquirente para el momento de la inscripción del respectivo documento.
35

En las zonas urbanas o rurales, donde no existan levantamientos catastrales,


no se podrán cobrar los impuestos antes referidos.

Por último, el artículo 100, referido a las exenciones, estipula que los
empresarios de pequeñas, medianas y grandes empresas del sector
industrial, que habiendo declarado su voluntad expresa de adherirse al
acuerdo macro de corresponsabilidad para la transformación industrial, y
hayan llegado a determinados compromisos y suscrito acuerdos específicos
con el Gobierno Nacional, estarán exentos de los impuestos, tasas y demás
contribuciones a que se ésta ley.

En materia de funcionamiento

El funcionamiento de las sociedades anónimas es complejo, se ven


sometidas simultáneamente a una gran cantidad de regímenes legales
distintos, que serían muy difíciles estudiar a profundidad en el marco del
presente trabajo; por lo que se han elegido los que se consideran principales
o más relevantes en la vida cotidiana de las sociedades anónimas, como lo
son el mercantil, el laboral y el tributario. De los cuales se hará referencia a
sus instituciones relevantes y aspectos fundamentales, sin entrar a analizar
detalles de cada una en particular, lo que podría ser materia de trabajos
distintos, independientes, por la especificidad de cada figura.

Derecho mercantil

Al hacer estudiar la constitución de las sociedades anónimas, se hizo


referencia a la mayoría de los aspectos prácticos de las mismas, como es el
caso de la administración, asambleas, el control de los comisarios, el capital,
36

etcétera, por lo que en este título se hará referencia a otros aspectos que
igualmente son prácticos, y pertenecen a la cotidianidad de las empresas.

1. Aspectos corporativos: los administradores, además de los


libros contables, deben llevar el libro de accionistas, en el cual consta la
identificación de los mismos, el número de acciones que poseen y las sumas
que haya entregado por cuenta de las acciones; el libro de actas de
asambleas, que se levantan después de cada sesión y contienen el nombre
de los concurrentes, con los haberes que representan y las decisiones y
medidas acordadas, las cuales deberán estar firmadas; y el libro de actas de
la junta de administradores. Los administradores permitirán a los accionistas
inspeccionar los libros de accionistas y de actas de asambleas.

Los artículos 19, 217, 221 y 222 del Código de Comercio enumeran las
decisiones que deben ser inscritas en el Registro Mercantil y publicadas para
que puedan tener validez frente a terceros.

En otro orden de ideas, establece el artículo 262 del Código de Comercio


que anualmente debe separarse de los beneficios líquidos una cuota de
cinco por ciento, por lo menos, para formar un fondo de reserva, hasta que
este fondo alcance a lo prescrito en los estatutos, y no podrá ser menos del
diez por ciento del capital social. Además señala que ese fondo, mientras no
ocurra la necesidad de utilizarlo, podrá ser colocado en valores de cómoda
realización; pero nunca en acciones u obligaciones de la compañía, ni en
propiedades para el uso de ella.

Otra obligación de los administradores, establecida en el artículo 265 del


Código de Comercio, es la de formar cada seis meses un estado sumario de
37

la situación activa y pasiva de la compañía para ponerlo a disposición de los


comisarios.

Las sociedades anónimas pueden establecer sucursales casas en distintas


jurisdicciones mercantiles, caso en el cual debe hacerse la participación,
registro y publicación de su creación.

Para satisfacer necesidades de financiamiento los socios pueden decidir en


asamblea, y previa autorización de la Comisión Nacional de Valores, emitir
obligaciones, que son títulos valores emitidos en masa y de fácil colocación.
Esta figura se regula en los artículos 300 y siguientes del Código de
Comercio y la Ley de Mercado de Capitales.

2. Aspectos contables: las sociedades anónimas, al igual que todo


comerciante, deben llevar en idioma castellano su contabilidad, la cual
comprenderá, obligatoriamente, el libro diario, el libro mayor y el de
inventarios. Además puede llevar los libros auxiliares que estime conveniente
para el mayor orden y claridad de sus operaciones.

Todos los libros, incluyendo los corporativos, deben ser presentados al


Registro Mercantil antes de empezar a usarlos, para que se coloque en el
primer folio de cada libro la nota correspondiente, fechada y firmada por el
Registrador Mercantil y se estampa en todas las demás hojas el sello de la
oficina.

El artículo 36 del Código de Comercio prohíbe a las sociedades alterar en los


asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas, dejar blancos en el
cuerpo de los asientos o a continuación de ellos, poner asientos al margen y
hacer interlineaciones, raspaduras o enmendaduras, borrar los asientos o
38

partes de ellos, y arrancar hojas, alterar la encuadernación o foliatura y


mutilar alguna parte de los libros. Esto significa que la enmienda de un error
cometido al formar un asiento se hace en otro distinto, en la fecha en que se
notare la falta.

Los libros y sus comprobantes deben ser conservados durante diez años, a
partir del último asiento de cada libro, por igual período de tiempo debe
conservarse la correspondencia recibida y las copias de las cartas remitidas.

Los estados financieros de la empresa deben ser un reflejo de la situación


financiera real de la misma, en un momento determinado o entre dos fechas.

Existen cuatro tipos de estados financieros: el balance general, que muestra


los activos por un lado, y los pasivos y capital por otro, representando la
sumatoria de derechos y obligaciones de la empresa, en una fecha
determinada; el estado de ganancias y pérdidas (o de resultados), que refleja
la totalidad de los ingresos y egresos de la sociedad entre dos fechas
establecidas, estos dos estados financieros son los considerados esenciales,
pero además está el estado de flujo de efectivo o de fondos, que muestra
cómo se mueve el dinero y en unión de los anteriores conforman el grupo de
los estados financieros obligatorios. Adicionalmente a ellos existen otros
estados financieros como el estado de movimientos de cuentas de
patrimonio, estado de costos y gastos y estado de movimientos de
inversiones, por mencionar algunos.

Para la elaboración de los estados financieros deben observarse los


principios de contabilidad generalmente aceptados.
39

3. Contratos mercantiles: las obligaciones mercantiles tienen


particularidades con respecto a las de derecho común que vale la pena
señalar:
• La solidaridad pasiva se presume si no existe un acuerdo en
contrario.
• Los intereses se causan de forma automática.
• El deudor mercantil que paga tiene derecho a exigir un recibo y
no está obligado a conformarse con la sola devolución del título de la deuda
sin la correspondiente nota de pago.
• No se causa la novación por la entrega de documentos
negociables.
• El poseedor de un título al portador roto o deteriorado, pero
identificable, tiene derecho a exigir al emitente un título duplicado o
equivalente; y si prueba su destrucción tiene derecho a reclamar en juicio un
duplicado o equivalente.
• La prescripción mercantil ordinaria es decenal, pero se
estipulan casos excepcionales.
• Los medios de prueba de las obligaciones mercantiles se
enumeran en el Código de Comercio (artículos 124 y siguientes) y en el
Código de Procedimiento Civil (artículo 395).
• Normas especiales en materia de revocación de la oferta y
perfeccionamiento de los contratos.
• La fecha cierta de los contratos mercantiles pueden probarse
por todos los medios enunciados en el Código de Comercio.
• Se aplica como fórmula de garantía el derecho de retención.

Durante el desarrollo de la actividad comercial las sociedades anónimas


celebran infinidad de contratos, algunos de los más importantes son: la
40

compra venta mercantil, la fianza mercantil, la prenda mercantil, el contrato


de transporte, asociación en participación y otros convenios de asociación, la
comisión mercantil, el préstamo mercantil, el arrendamiento financiero, el
factoring, el fideicomiso, el depósito mercantil, la cuenta corriente comercial,
concesión, agencia, franquicia, entre otros.

Derecho laboral

El derecho laboral, regulado por la CRBV, Ley Orgánica del Trabajo y su


reglamento, leyes especiales y convenios internacionales, ha sido uno de los
más dinámicos en los últimos años, sufriendo modificaciones a través de
cambios a las leyes ya existentes y creaciones de nuevas que sin duda
generan un impacto considerable en la actividad de las empresas.

Sin duda que considerar cada una de las leyes y obligaciones laborales a
profundidad no es objeto del presente estudio, por lo que se hará una breve
referencia a cada una de las obligaciones que debe cumplir la sociedad
mercantil como patrono.

Los patronos tienen principalmente las siguientes obligaciones:

1. Ley Orgánica del Trabajo y su reglamento: regulan el derecho


laboral desde el punto de vista individual y colectivo. En materia de derecho
laboral individual, el patrono debe, entre otras cosas:

• Publicar en lugar visible de la oficina, los horarios de trabajo,


que deben cumplir con unos requisitos establecidos y los límites máximos
señalados en la CRBV dependiendo del tipo de jornada.
41

• Llevar los libros de horas extras, aún cuando no se utilicen y de


usarse deben cumplirse las formalidades de ley.
• Compensar los días de descanso y domingos laborados.
• Llevar el libro de vacaciones, así como asegurar el disfrute
efectivo de las mismas.
• En materia de fuero maternal, debe respetar la inamovilidad de
un año, los permisos pre y post natales, otorgar el período de lactancia y
otorgar el derecho de guarderías para los niños menores de cinco años, si
ocupa más de veinte trabajadores y el o la trabajadora percibe menos de
cinco salarios mínimos.
• Pagar la participación en las utilidades de la empresa a los
trabajadores.
• Realizar reportes trimestrales ante el Ministerio del Poder
Popular para el Trabajo y Seguridad Social para informar las novedades
sobre la nómina de la empresa.
• Pagar la prestación de antigüedad que tiene el trabajador
después de tres meses de prestar servicios ininterrumpidamente, la misma
es equivalente a cinco días de salario por cada mes.
• Otros.

Es recomendable que en las empresas se celebren contratos de trabajo


unificados, por escrito, que expresen con claridad el tipo de relación laboral
que se tiene con el trabajador y se observen todos los requisitos de ley. De
igual manera es obligatorio que cada trabajador tenga un archivo en el que
se registre todas las eventualidades de la relación laboral.
42

Por otro lado, se regula el derecho colectivo del trabajo, referido a la


organización sindical, que es un derecho reconocido en la CRBV. En la ley,
su reglamento y convenios internacionales se regula todo lo relativo al
derecho de sindicalización que tienen todos los trabajadores y las
implicaciones que tiene ello para las empresas.

2. Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de


Trabajo y su reglamento: contiene una gran cantidad de obligaciones para
los patronos, al punto que en opinión de muchos especialistas es una
normativa imposible de cumplir en su totalidad.

Algunas de las obligaciones que derivan de esta normativa son:

• La conformación del comité de seguridad y salud laboral, entre


los trabajadores y los patronos en partes iguales; y su registro en el Instituto
Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales.
• Respetar las condiciones de salud y medio ambiente de trabajo
para evitar enfermedades ocupacionales, como por ejemplo suministrar agua
potable, sanitarios, asientos ergonómicos, etcétera.
• Notificar los riesgos laborales.
• Notificar los accidentes laborales y enfermedades ocupacionales,
de acuerdo con la normativa.
• Proveer e instruir sobre implementos y equipos de seguridad y
protección personal.
• Contratar de un sistema de atención primaria y botiquín de
primeros auxilios.
• Comprobar que sus contratistas cumpla las obligaciones
derivadas de esta normativa.
43

• Hacer exámenes médicos constantes a los trabajadores.


• Promover actividades de recreación para los trabajadores.
• Otros.

3. Ley Orgánica Prestacional de Vivienda y Hábitat: a través de


esta ley se busca satisfacer el derecho a la vivienda; mediante de la creación
de fondos, entre los cuales se destaca la cuenta de ahorro obligatorio para la
vivienda de cada trabajador.

De acuerdo con esta ley desde la fecha inicial de incorporación del trabajador
al ahorro habitacional se debe aportar un tres por ciento (dos por ciento el
patrono y uno por ciento el trabajador) del ingreso total mensual, desglosado
por cada uno de los aportes de ahorro obligatorio realizado por el trabajador
y por cada una de las contribuciones obligatorias del patrono al ahorro del
trabajador, y a ello se sumarán los rendimientos generados mensualmente
por las colocaciones e inversiones del fondo, asignados al trabajador, desde
la fecha inicial de su incorporación al ahorro habitacional y cualquier otro
ingreso neto distribuido entre las cuentas de ahorro obligatorio de cada
trabajador.

Es obligación de los empleadores retener las cantidades por concepto de


aporte de los trabajadores y efectuar sus propios aportes en el Fondo de
Ahorro Obligatorio para la Vivienda, dentro de los primeros cinco días hábiles
de cada mes.

4. Ley Orgánica de Seguridad Social y Ley del Seguro Social: de


acuerdo con la primera ley, toda persona, de acuerdo a sus ingresos, está
obligada a cotizar para el financiamiento del Sistema de Seguridad Social,
44

los patronos tienen que registrarse en el sistema y hacer la afiliación de


todos sus empleados desde el inicio de la relación laboral. Mientras dura la
etapa transitoria, se mantiene el sistema anterior de seguridad social.

La inscripción en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales es


obligatoria para las empresas a partir del primer trabajador que contraten.

Se obliga al empleador a calcular, retener y enterar los porcentajes


correspondientes a las cotizaciones, sobre todo salario causado. El monto
del aporte para el patrono varía, del nueve al once por ciento de lo pagado
anualmente, dependiendo de la clasificación de riesgos de la empresa.

La ley obliga a los Notarios y Registradores a no dar curso a ninguna


operación de venta, cesión, arrendamiento, donación o traspaso a cualquier
título del dominio de una empresa si no presenta el certificado de solvencia
con el Sistema de Seguridad Social, también deberá presentarse si la
empresa desea participar en licitaciones de cualquier índole que promuevan
los órganos y entes del sector público así como para hacer efectivo cualquier
crédito contra éstos.

La base contributiva para el cálculo de las cotizaciones, tendrá como límite


inferior el monto del salario mínimo urbano y como límite superior diez
salarios mínimos urbanos, los cuales podrán ser modificados gradualmente
conforme a lo establecido en las leyes de los regímenes prestacionales.

5. Ley Orgánica del Régimen Prestacional de Empleo: regula el


comúnmente conocido paro forzoso, o la situación de desempleo involuntario
que puede sufrir un trabajador, con el objeto de protegerlo durante máximo
cinco meses que dure su situación con una cantidad equivalente al sesenta
45

por ciento del salario de referencia, calculado sobre los últimos doce meses
laborados.

La afiliación al régimen es obligatoria para todos los trabajadores y se cotiza


con el dos coma cinco por ciento del último salario normal devengado por el
trabajador, con un tope equivalente a diez salarios mínimos urbanos. De ese
porcentaje, el patrono debe pagar el ochenta por ciento y el trabajador el
veinte.

El patrono tiene la obligación de afiliar a su trabajador durante los primeros


tres días de haberlo contratado, así como luego informar sobre su
desincorporación los tres días siguientes del cese de la relación. De igual
manera, está obligado a realizar las actualizaciones pertinentes, y a pagar
oportunamente las cotizaciones, los primeros cinco días de cada mes.

6. Ley de Alimentación para los Trabajadores: el patrono que tiene


a su cargo más de veinte trabajadores debe otorgar el beneficio de
alimentación a aquellos que devenguen menos de tres salarios mínimos. El
patrono cumple la obligación, que es entre dos coma veinticinco unidades
tributarias y cero coma cincuenta unidades tributarias por jornada, a través
de comedores, tarjetas electrónicas, cupones o tickets, o la contratación del
servicio de comida elaborada.

7. Ley para las Personas con Discapacidad: a través de esta ley


se obliga a las empresas a incorporar a sus planteles de trabajo no menos
del cinco por ciento de personas con discapacidad permanente, de su
nómina total.
46

Se utilizará a efectos de esta obligación la definición de personas con


discapacidad del artículo 6 de la misma ley.

8. Ley del INCE: las empresas que tienen cinco o más


trabajadores deben aportar trimestralmente al Instituto Nacional de
Capacitación y Educación dos por ciento de los sueldos, salarios, jornales y
remuneraciones pagadas. Los trabajadores aportan el cero coma cinco por
ciento de las utilidades anuales recibidas. El patrono debe retener y reportar
ese aporte. Adicionalmente esta ley obliga a aplicar el programa nacional de
aprendices.

Adicionalmente, debe considerarse que por Decreto Número 5752, se


extendió la inamovilidad laboral hasta el 31 de diciembre de 2008, lo que
significa que para terminar una relación laboral con un trabajador se debe
seguir un proceso de calificación de despido, establecido en la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo.

Por último, se debe mencionar la creación del registro de empresas y


establecimientos, en el que deberán estar inscritas y actualizadas, para
obtener la solvencia laboral, aquellas empresas que deseen contratar con el
sector público, además se creó el Servicio Autónomo Nacional de
Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos, en el cual
deben inscribirse las empresas consultoras que igualmente quieran contratar
con el sector público, y el Servicio Nacional de Contratistas para aquellas
que deseen contratar con Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima y otras
empresas del Estado.
47

Derecho tributario

El sistema fiscal se fundamente en los artículos 133, 316 y 317 de la CRBV.


De acuerdo con el primero toda persona debe coadyuvar a los gastos
públicos mediante el pago de tributos. Los otros regulan específicamente el
sistema tributario, estableciendo los principios que deben regirlo.

Según el artículo 316 CRBV el sistema tributario procurará la justa


distribución de las cargas públicas según la capacidad económica del
contribuyente. El artículo 317 señala que no pueden cobrarse tributos, ni
otorgarse incentivos fiscales, que no estén establecidos en la ley, y en ese
sentido las mismas leyes tributarias deben señalar su lapso de entrada en
vigencia. Además establece el principio de no confiscatoriedad.

Por otro lado, se ñala el mismo artículo, que no pueden establecerse


obligaciones tributarias pagaderas en servicios personales y que la evasión
fiscal será sancionada de conformidad con la ley y podrá ser castigada
penalmente. Por último el artículo 317 establece que la administración
tributaria nacional gozará de autonomía técnica, funcional y financiera de
acuerdo con lo aprobado por la Asamblea Nacional y su máxima autoridad
será designada por el Presidente de la República.

En ese mismo orden de ideas regula el Código Orgánico Tributario el sistema


tributario; que en especial en su artículo 4 recoge el principio de legalidad
tributario contenido en la CRBV.

Dentro del concepto de tributo se engloban tres tipos de prestaciones: los


impuestos, cuyo fundamento es el destino dado a las rentas para satisfacer
los gastos generales del Estado; las tasas, que son retribuciones que el
48

Estado obtiene por la prestación de determinados servicios; y las


contribuciones, que son las prestaciones que cobra el Estado por obras o
servicios realizados en beneficio de la colectividad (Candal, 2005, 29).

Los tributos que gravan a las sociedades pueden ser divididos, para facilitar
su estudio, en razón de los niveles político-territoriales, de la siguiente
manera:

1. Municipales: la potestad tributaria de los Municipios encuentra


su origen en el artículo 179 de la CRBV, de acuerdo con el cual los
Municipios tienen ingresos por “… 2º. Las tasas por el uso de sus bienes o
servicios; las tasas administrativas por licencias o autorizaciones; los
impuestos sobre actividades económicas de industria, comercio, servicios, o
de índole similar, con las limitaciones establecidas en esta Constitución; los
impuestos sobre inmuebles urbanos, vehículos, espectáculos públicos,
juegos y apuestas lícitas, propaganda y publicidad comercial; y la
contribución especial sobre plusvalías de las propiedades generadas por
cambios de uso o de intensidad de aprovechamiento con que se vean
favorecidas por los planes de ordenación urbanística; 3º El impuesto
territorial rural o sobre predios rurales, la participación en la contribución por
mejoras y otros ramos tributarios nacionales o estadales…”.

Considerando que el presente estudio se enfoca en las sociedades que


funcionan en el Municipio Los Salias del Estado Miranda, debe atenderse,
además de a la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM) como
marco, a las ordenanzas que más específicamente regulan cada uno de los
impuestos mencionados, en razón de la facultad otorgada por la CRBV.
49

Los tributos que inciden en la actividad empresarial a nivel municipal, son los
siguientes:

• Impuesto sobre inmuebles urbanos: regulado en los artículos


173, 174 y 175 de la LOPPM; recae sobre las sociedades anónimas si son
titulares de derechos reales sobre bienes inmuebles urbanos ubicados en
jurisdicción del Municipio, o si son beneficiarias de concesiones
administrativas sobre los mismos bienes.

Es un impuesto que se justifica porque estos inmuebles tienen a disposición


servicios públicos prestados por los Municipios.

La base imponible de este impuesto es el valor del inmueble, que se calcula


a partir de lo estipulado en la oficina de catastro del Municipio.

En el Municipio Los Salias rige para esta materia la Ordenanza de Impuesto


sobre Inmuebles Urbanos (Quinta reforma), publicada en la Gaceta Municipal
del 20 de octubre de 2005. En ella se detallan los requisitos de inscripción en
el Registro Catastral, la determinación de la base imponible y liquidación del
impuesto, fiscalizaciones y controles, inmunidades, exenciones y
exoneraciones, sanciones, etcétera.

• Impuestos sobre transacciones inmobiliarias: se estipula en el


artículo 177 de la LOPPM y en la Ordenanza sobre Transacciones
Inmobiliarias publicada en la Gaceta Municipal del 15 de octubre de 2007, y
apenas entró en vigencia el 1º de enero de 2008.
50

Se gravará con este impuesto a las sociedades en la medida que realicen


inscripciones, autenticaciones y protocolizaciones de documentos referentes
a transacciones inmobiliarias, en el Registro Público, Mercantil, Principal y
Notarías. El cálculo se hace de conformidad con el artículo 3 de la ordenanza
que coincide con el artículo 92 de la Ley de Registro Público y del Notariado.

• Impuesto sobre vehículos: estipulado en los artículos 192 al 195


de la LOPPM y en la Ordenanza sobre Impuesto de Vehículos, publicada en
Gaceta Municipal del 24 de octubre de 2005.

Aplicará a las sociedades anónimas domiciliadas en el Municipio Los Salias,


si son propietarias de vehículos de tracción mecánica.

Es un impuesto que se justifica por el desgaste que ocasiona el tránsito del


vehículo por las vías del Municipio y el necesario mantenimiento que debe
realizar como consecuencia de ese desgaste.

En la ordenanza se anexa un Cuadro Clasificador para el Cálculo del


Impuesto de Vehículos, para determinar el monto que corresponde a cada
uno, el cual se paga anualmente.

• Publicidad y propaganda comercial: regulado en los artículos


201, 202 y 203 de la LOPPM y la Ordenanza de Propaganda y Publicidad
Comercial (Segunda reforma) del Municipio Los Salias, publicada en Gaceta
Municipal del 28 de octubre de 2005.

Grava todo aviso, anuncio o imagen que con fines publicitarios sea exhibido,
proyectado o instado en bienes públicos o inmuebles privados, repartidos de
51

manera impresa o trasladado mediante vehículo dentro de la jurisdicción del


Municipio, para que puedan ser observados por el público.

Aplica a las sociedades anónimas como anunciantes, es decir, como la


persona cuyo producto o actividad se beneficia de la actividad publicitaria
comercial, o sea con el uso de anuncios publicitarios, carteles o mensajes,
destinados a conocer, informar, promover, divulgar o vender bienes y
servicios, empresas o establecimientos mercantiles y similares, con el fin de
atraer de forma directa o indirecta a consumidores, usuarios y compradores.

Las empresas cuyo objeto sea la publicidad tienen una regulación particular
dentro de la misma ordenanza.

Dependiendo del medio utilizado para realizar la publicidad o propaganda, se


establecen requisitos particulares, detallados en la Gaceta Municipal
mencionada anteriormente.

• Impuesto sobre actividades económicas: es el principal


impuesto municipal que incide en la actividad empresarial. Se regula en los
artículos 204 y siguientes de la LOPPM y la Ordenanza de Impuestos sobre
Actividades Económicas (Cuarta reforma) publicada en Gaceta Municipal del
1º de junio de 2006 del Municipio Los Salias.

Grava el ejercicio habitual dentro de la jurisdicción del Municipio de cualquier


actividad lucrativa de carácter independiente, aún cuando dicha actividad se
realice sin la previa obtención de licencia, sin menoscabo de las sanciones
que sean aplicables por dicha falta.
52

Aunque no se exige tener la licencia para el pago del impuesto, si es


requisito para el funcionamiento dentro del Municipio el tramitar la Licencia
de Actividades Económicas de acuerdo con las exigencias y formalidades
establecidas en la ordenanza (dentro de los que destacan el permiso de
Sanidad y el del Departamento de Bomberos de la jurisdicción, por sólo
mencionar algunos).

De acuerdo con el artículo 208 de la LOPPM se entiende como actividad


industrial aquella dirigida a producir, obtener, transformar materia prima,
ensamblar o perfeccionar uno o varios productos naturales o sometidos
previamente a otro proceso industrial preparatorio; como actividad comercial
aquella que tiene por objeto la circulación y distribución de productos y
bienes para la obtención de ganancias o lucro y otras derivadas de actos de
comercio, distintos a servicios (artículos 2 y 3 del Código de Comercio); y
como actividad de servicios aquella que comporta principalmente
prestaciones de hacer, sea que predomine la labor física o la intelectual.

Se excluyen los servicios prestados bajo relación de dependencia, los


servicios profesionales civiles y las inmunidades político-territoriales, en
razón del artículo 180 CRBV, así como las actividades reservadas al Poder
Nacional.

También se excluyen, de acuerdo con la ordenanza, las actividades


desarrolladas exclusivamente en mercados populares autorizados por la
Administración Tributaria Municipal, las pensiones familiares cuya capacidad
máxima de alojamiento es de cinco personas y las actividades artesanales
ejercidas en la propia residencia y sin intervención de terceros.
53

Se grava el ingreso bruto del empresario, es decir lo que percibe


independientemente de los costos, por esa razón tiene un impacto altísimo
en la actividad empresarial y debe formar parte de los presupuestos de los
negocios. La alícuota para determinar el monto a pagar se determina de
acuerdo a cada actividad y con vista al Clasificador de Actividades
Económicas estipulado en la ordenanza antes señalada.

Específicamente se excluye de la base imponible (artículo 213 de la LOPPM):


el impuesto al valor agregado y sus reintegros, los subsidios o beneficios
fiscales similares obtenidos del Poder Nacional o Estadal, los ajustes
meramente contables en el valor de los activos siempre que no se realicen o
materialicen como ganancia, el producto de la enajenación de bienes del
activo fijo de la empresa y de un fondo de comercio de manera que haga
cesar los negocios, las cantidades recibidas de empresas de seguros y
reaseguros como indemnización por siniestros y el ingreso bruto atribuido a
otros Municipios en los que se desarrolle el mismo proceso económico .

Si la empresa tiene sucursales en otros Municipios debe llevarse una


contabilidad separada para determinar la porción de impuesto que se debe
enterar en cada Municipio.

Se paga una vez al año, coincidente con el año civil, pero pueden hacerse
adelantos, y se calcula con base a lo percibido ese año.

Para que la actividad sea gravable debe realizarse a través de un


establecimiento permanente o permanecer en jurisdicción del Municipio por
lo menos tres meses. Las sedes administrativas pagarán un mínimo
tributable, que es un monto fijo fijado por el Municipio.
54

2. Estadales: la potestad tributaria de los Estados se encuentra


estipulada en el artículo 167 de la CRBV.

Los tributos estadales generan poco impacto dentro de la actividad de las


empresas y se concentra en la Ley de Timbre Fiscal; que regula lo relativo a
las estampillas y el papel sellado.

Dicha ley se ha visto modificada en algunas de sus partes por la más


reciente Ley de Registro Público y del Notariado.

3. Nacionales: antes de entrar a estudiar la competencia tributaria


del Poder Público Nacional y los impuestos en particular, es preciso hacer
referencia al Registro Único de Información Fiscal (RIF), creado a través de
la Providencia Número 0073 del 6 de febrero de 2006, a los fines de control
tributario.

Las sociedades anónimas deben inscribirse en el RIF, dentro del término de


los treinta días hábiles siguientes a su constitución o inicio de actividades, lo
que ocurra primero, como sujeto pasivo de tributos administrados por el
Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y tributaria (SENIAT)
y por los trámites que efectúan ante el mismo.

El número de RIF que se asigna es único, exclusivo y excluyente, de carácter


permanente, personal y de uso obligatorio en cualquier documento, solicitud,
trámite, petición o actuación que se presente o realice ante el SENIAT, así
como en las declaraciones, facturas u otros documentos equivalentes que
presente o emita la sociedad anónima. El certificado que a tales efectos se
expide es personal e intransferible, y tiene una vigencia de tres años
55

contados a partir de la fecha de emisión, debiendo renovarse en un lapso no


mayor de treinta días hábiles después de su vencimiento.

Además de las obligaciones anteriores, debe la empresa exhibir copia


fotostática del certificado de registro en lugar visible de sus oficinas, dejar
constancia del número de RIF en las solicitudes o documentos que dirijan a
los organismos oficiales, en los libros de contabilidad y demás libros
auxiliares exigidos por las normas tributarias, en las etiquetas y empaques,
del número de RIF del fabricante o importador y en los anuncios de
publicidad en cine, televisión, periódicos, revistas, folletos, volantes, vallas e
Internet.

Cuando ocurra una modificación en la denominación social, objeto social,


junta directiva, en los accionistas, domicilio fiscal o electrónico, venta del
fondo de comercio o de todas sus existencias, cese de las actividades
económicas habituales y reinicio de las mismas, sujeción o no de tributos y
disfrute de exenciones, exoneraciones y demás beneficios o incentivos
fiscales; instalación, mudanza o cierre de establecimientos, atraso,
liquidación o quiebra, modificación de categoría por ocurrencia de hechos
tales como transformación, fusión, reorganización empresarial, etcétera, y
cualquier otra modificación que pudiera afectar la situación de la sociedad,
debe comunicarse al SENIAT dentro de los treinta días hábiles siguientes de
haberse producido el cambio para que pueda actualizarse la información.

Ahora bien, de acuerdo con el artículo 156 ordinal 12º de la CRBV, es de la


competencia del Poder Público Nacional la creación, organización,
recaudación, administración y control de los impuestos sobre la renta, sobre
sucesiones, donaciones y demás ramos conexos, el capital, la producción, el
valor agregado, los hidrocarburos y minas, de los gravámenes, a la
56

importación y exportación de bienes y servicios, los impuestos que recaigan


sobre el consumo especies alcohólicas, tabaco, y los demás impuestos,
tasas y rentas no atribuidas a los Estados y Municipios.

En materia de tributos nacionales, además de atender a las leyes y


reglamentos en materia tributaria, se debe estar pendiente de todos los
decretos, resoluciones y providencias emanadas del SENIAT.

Los tributos que inciden en la actividad de las sociedades anónimas son:

• Impuesto sobre la renta: está regulado en la Ley de Impuesto


sobre la Renta (LISLR) y su reglamento (RLISLR).

El Impuesto sobre la Renta (ISLR) grava el enriquecimiento neto (territorial,


extranjero y ajustado por inflación), es decir los obtenidos después de restar
de los ingresos brutos, los costos y deducciones permitidos en la ley, anuales
y disponibles, bien sea en dinero o especie, producido por una inversión o la
rentabilidad de un capital, por el trabajo bajo relación de dependencia o el
ejercicio libre de la profesión, y en general, los enriquecimientos derivados de
la realización de cualquier actividad económica o de la obtención de un
privilegio, obtenido dentro del territorio nacional.

La declaración definitiva debe ser presentada una vez al año, dentro de los
tres meses siguientes a la terminación del ejercicio gravable del
contribuyente, salvo para aquellos contribuyentes que tengan un calendario
especial de actividades, ya que puede ser el año civil u otro período de doce
meses elegido como ejercicio. El pago deberá hacerse en una sola porción
57

dentro del plazo concedido para presentar la declaración definitiva


(Providencia 1697).

El monto a pagar por razón de ISLR varía dependiendo del monto del ingreso,
que se calcula primero convirtiendo el enriquecimiento neto en Unidades
Tributarias y de acuerdo con la siguiente escala de tarifas, que co nstituyen
los niveles de gravamen, expresadas en porcentajes, estas tarifas son
progresivas, es decir, a mayor renta mayor porcentaje de imposición:
- Por la fracción comprendida hasta 2.000 Unidades Tributarias: 15%
- Por la fracción que exceda de 2.000 hasta 3.000 Unidades Tributarias: 22%
- Por la fracción que exceda de 3.000 Unidades Tributarias: 34%

Por último, debe restarse el sustraendo si lo hubiere. El sustraendo es la


cantidad que se resta al resultado obtenido después de aplicarle el
porcentaje al enriquecimiento neto, para no gravar los niveles o escalas
anteriores de rentas con ese nivel de gravamen.

También, se descargan las rebajas por inversiones establecidas en la LISLR,


los impuestos retenidos en el ejercicio, anticipos por enajenación de
inmuebles, anticipo por declaración estimada, etcétera.

De acuerdo con lo previsto en la LISLR, están obligados a presentar


declaración estimada de sus enriquecimientos correspondientes al año
gravable en curso, los contribuyentes que dentro del año inmediatamente
anterior, hayan obtenido enriquecimientos netos superiores a 1500 Unidades
Tributarias, a los fines de la determinación y pago del anticipo de impuesto.

Es preciso recordar que en el caso de consorcios, el impuesto se grava en


cabeza de las personas jurídicas integrantes de los mismos.
58

La Administración Tributaria ha dispuesto que la declaración definitiva y pago


del ISLR, se efectúe a través del procedimiento electrónico disponible en la
página Web del SENIAT (www.seniat.gov.ve) o de formularios impresos
dispuesto para ello (Forma DPJ 26).

Es importante hacer referencia a la figura del agente de retención, que es


aquel que por sus funciones públicas o privadas, interviene en actos u
operaciones en los cuales deben efectuar ciertos pagos o abonos en cuenta
al contribuyente y son obligados por la ley a efectuar la retención de una
porción del impuesto que en definitiva correspondería cancelar a ese
contribuyente, por lo cual, una sociedad anónima dentro de su actividad
puede fungir como agente de retención, debiendo observar todas las
formalidades establecidas en la ley.

Debe hacer la retención por las siguientes causas al momento del pago o
abono: sueldos y salarios, honorarios profesionales por actividades no
mercantiles, intereses de capitales, comisiones, pagos a no residentes, fletes,
cánones de arrendamiento de bienes muebles e inmuebles, impuestos
proporcionales, enajenación de acciones, contratistas y subcontratistas de
obras, adquisición de fondos de comercio, rentas presuntas, ganancias
fortuitas, primas de seguros y reaseguros, publicidad y propaganda.

Una vez efectuada la retención, el agente de retención es el único


responsable ante la Tesorería Nacional por el importe retenido. De no
realizar la retención responderá solidariamente con el contribuyente y podrá
ser castigado por el delito de enriquecimiento ilícito si ha hecho la retención
sin luego enterarla al fisco.
59

Las sociedades anónimas deberán también hacer la retención, de la porción


no sujeta a ISLR a nivel corporativo, por impuesto al dividendo que pagarán
los accionistas por las utilidades repartidas líquidas y exigibles aprobadas en
asamblea de conformidad con lo dispuesto en el Código de Comercio
(Candal, 2005, 89).

Las exenciones se regulan en el artículo 14 de la LISLR; entre otros, están


exentas del impuesto las entidades venezolanas de carácter público, las
instituciones benéficas y de asistencia social, los asegurados y sus
beneficiarios por las indemnizaciones que reciban en razón de contratos de
seguros, las empresas estatales nacionales que se dediquen a la explotación
de hidrocarburos y actividades conexas.

Las exoneraciones las dicta el Ejecutivo Nacional, en base a lo establecido


en el artículo 197 de la LISLR.

• Impuesto al valor agregado: se rige por la Ley que Establece el


Impuesto al Valor Agregado (LIVA) y sus cuatro reglamentos.

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un impuesto que grava la


enajenación de bienes muebles, la prestación de servicios y la importación y
exportación de bienes y servicios, que se aplica en todo el territorio nacional
y que deberán pagar las sociedades en su condición de importadores de
bienes, fabricantes, productores, ensambladores, comerciantes y prestadores
de servicios independientes.

Por otro lado, existen los contribuyentes formales del IVA, que son aquellos
sujetos que realizan exclusivamente actividades u operaciones exentas o
60

exoneradas del impuesto por medio de decretos; estos sujetos aún cuando
no estarán obligados al pago del impuesto, deberán cumplir con los deberes
formales establecidos por el SENIAT.

Igualmente existe para el caso de este impuesto, la figura del agente de


retención, que podrá ser designado por el SENIAT ya que por sus funciones
públicas o actividades privadas intervenga en operaciones gravadas por el
impuesto.

Por otro lado, los agentes de percepción son aquellos que por sus funciones
públicas o por razón de sus actividades privadas intervengan en operaciones
gravadas y son designados por el SENIAT como responsables del pago del
IVA que deba devengarse en las ventas posteriores.

La base imponible es lo pagado por la enajenación, servicio, etcétera, más


todo los adicionales que se han cobrado y menos las deducciones, tales
como rebajas, bonificaciones y descuentos.

Actualmente la alícuota aplicable a la base imponible es del nueve por ciento,


y puede ser modificada a través de la Ley de Presupuesto Anual, en un límite
mínimo de ocho por ciento y máximo de dieciséis y medio por ciento.

Existen algunas actividades gravadas con una alícuota menor a la


establecida, como por ejemplo la venta y/o importación de ganado caprino,
ovino y especies menores destinados al matadero y para la cría, por
mencionar sólo una; asimismo hay actividades gravadas con una alícuota
mayor, como el caso de la venta de motocicletas de cilindradas superior a
500 cc., excepto aquellas destinadas a programas de seguridad del Estado.
61

A los fines de determinar el impuesto a pagar, el contribuyente debe restar


del monto de los débitos fiscales que legalmente le correspondan, es decir lo
que debe enterar, el monto de los créditos fiscales que pueda sustraer por
derecho, es decir, lo que pagó con motivo de la adquisición o importación de
bienes muebles o servicios, siempre que correspondan a costos, gastos o
egresos propios de su actividad económica habitual, en el período de
imposición, el cual corresponde a un mes calendario.

Si el monto de los créditos fiscales deducibles en un período de imposición


fuere superior al total de los débitos, la diferencia resultante será un crédito
fiscal a favor del contribuyente que se traspasa al período de imposición
siguiente o a los sucesivos y se suma a los créditos fiscales de esos nuevos
períodos de imposición hasta su deducción total.

El derecho a deducir el crédito fiscal al débito fiscal es personal de cada


contribuyente y no puede ser transferido, excepto los recuperados por los
exportadores de bienes o servicios, o cuando se trate de la fusión o
absorción de sociedades.

Las exenciones, exoneraciones y actividades no sujetas se regulan en los


artículos 16 al 19 y 65 LIVA.

Los contribuyentes deben presentar declaración jurada (Forma IVA 30 o a


través de la página Web http://www.seniat.gov.ve) por las operaciones
gravadas y exentas, dejando constancia de la suma de los débitos fiscales
que consten en las facturas y las sumas de los impuestos soportados y que
le han sido trasladados como créditos fiscales; las notas de débito y crédito
correspondientes; el impuesto retenido o percibido en el período de
imposición como responsable a título de agente de retención o de percepción.
62

Asimismo, deben declarar si existen excedentes de crédito fiscal del período


de imposición anterior, y determinar el impuesto por pagar o el excedente del
crédito fiscal resultante.

De igual manera los contribuyentes deben cumplir con deberes formales:


Inscripción en los registros correspondientes, emisión de facturas,
declaración y pago del impuesto, llevar los libros correspondientes y
conservación de documentos.

Los contribuyentes formales deben: estar inscritos en el RIF; emitir


documentos que soporten las operaciones de venta o prestaciones de
servicio por duplicado; llevar una relación cronológica mensual de todas las
operaciones de venta y compra, en sustitución de los libros de ventas y
compras; presentar la información contenida en la relación de compras y de
ventas, a solicitud del SENIAT; y, presentar declaración informativa por cada
trimestre o semestre del año civil.

• Otros impuestos: existen impuestos específicos para empresas


dedicadas a actividades especiales, no objeto del presente estudio, como la
venta al mayor y al detal de bebidas alcohólicas, importación y exportación
de bienes y servicios, juegos de invite o azar y tabaco, por sólo mencionar
algunas; las cuales deberán atender a las disposiciones de cada ley
particular, como por ejemplo Ley Orgánica de Aduanas, Ley de Impuestos
sobre Cigarrillos y Manufactura de Tabaco, Convenios para evitar la doble
tributación, Ley de Impuestos a las Actividades de Juegos de Envite o Azar y
Ley de Impuesto al Alcohol y Especies Alcohólicas, entre otras.
63

Adicionalmente, existen impuestos que aplicarán a las sociedades anónimas


en casos eventuales como por ejemplo la Ley de Impuesto sobre Sucesiones,
Donaciones y demás Ramos Conexos cuando la empresa es beneficiaria de
una donación. Sin embargo, conviene hacer referencia a dos leyes
adicionales:

- Ley de Impuesto a las Transacciones Financieras de las Personas Jurídicas


y Entidades Económicas sin Personalidad Jurídica: aunque no forma parte
del alca nce del presente estudio, por haber entrado en vigencia el 1° de
noviembre de 2007, es preciso hacer una breve referencia a su objeto.

Crea un impuesto que grava las transacciones financieras, en un uno como


cinco por ciento. Se gravan: los débitos en cuentas bancarias, de
corresponsalía, depósitos en custodia o en cualquier otra clase de depósitos
a la vista, fondos de activos líquidos, fiduciarios y en otros fondos del
mercado financiero o en cualquier otro instrumento financiero, realizados en
bancos y otras instituciones financieras; la cesión de cheques, valores,
depósitos en custodia pagados en efectivo y cualquier otro instrumento
negociable, a partir del segundo endoso; la adquisición de cheques de
gerencia en efectivo; las operaciones activas efectuadas por bancos y otras
instituciones financieras entre ellas mismas, y que tengan plazos no
inferiores a dos días hábiles bancarios; la transferencia de valores en
custodia entre distintos titulares, aún cuando no exista un desembolso a
través de una cuenta; la cancelación de deudas efectuadas sin mediación del
sistema financiero, por el pago u otro medio de extinción; los débitos en
cuentas que conformen sistemas de pagos organizados privados, no
operados por el Banco Central de Venezuela y distintos del Sistema Nacional
de Pagos; y los débitos en cuentas para pagos transfronterizos.
64

Los sujetos obligados son las personas jurídicas, incluso sociedades


irregulares, por los pagos que hagan con cargo a sus cuentas en bancos o
instituciones financieras; las personas jurídicas y las entidades económicas
sin personalidad jurídica, calificadas como sujeto pasivo especial, por las
cancelaciones que hagan sin mediación de instituciones financieras y las
personas jurídicas y entidades económicas sin personalidad jurídica,
vinculadas jurídicamente con los sujetos pasivos del impuesto, por las
cancelaciones que hagan sin mediación de instituciones financieras.

- Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación: de conformidad con


esta ley las grandes empresas, calificadas como tales por la misma ley
(aquellas que tienen ingresos brutos anuales superiores a cien mil Unidades
Tributarias), deberán aportar anualmente una cantidad correspondiente al
medio por ciento de los ingresos brutos (las que se dediquen a actividades
de hidrocarburos deberán aportar el dos por ciento y las que se dediquen a
actividades minera y eléctrica el uno por ciento) obtenidos en el territorio
nacional, en inversiones en ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones.

Otras regulaciones aplicables a las sociedades anónimas

Como se ha señalado anteriormente, las sociedades anónimas están


simultáneamente sometidas a una gran cantidad de regímenes legales
distintos, que serían muy difíciles resumir en el presente trabajo, razón por la
cual se eligieron los considerados más relevantes; sin embargo, no se deben
perder de vista algunos aspectos que podrían impactar sobre la actividad
empresarial, por lo que se ha querido hacer una breve referencia a los
siguientes temas:
65

1. Propiedad intelectual: los bienes inmateriales o intelectuales


tienen un valor patrimonial, se encuentran en el comercio y son objetos de
negocios jurídicos, pero se diferencian de los bienes materiales porque son
inagotables y el titular no puede ser despojado de ese bien, aun cuando sí
puede ser privado de su exclusividad, compartiendo su uso con otras
personas.

La propiedad intelectual es la que se tiene sobre una creación intelectual de


un ser humano, la cual se exterioriza para una finalidad determinada, se
puede negociar y protege la ley (Uzcátegui, 1991, 14).

Los derechos intelectuales tienen dos vertientes: el derecho de autor y el


derecho de propiedad industrial. El primero responde principalmente a una
inquietud espiritual, científica, artística y lo fundamental es esa inquietud que
se transmite a través de una idea, es definido en el Diccionario de Ciencias
Jurídicas, Políticas y Sociales como “el que tiene toda persona sobre la obra
que produce y especialmente el que corresponde por razón de las obras
literarias, artísticas, científicas o técnicas para disponer de ellas por todos los
medios que las leyes autorizan”.

El derecho de propiedad industrial, por otra parte, está fundamentalmente


dirigido a resolver problemas que surgen en la industria y el comercio, y
comprende las marcas, las patentes y la competencia desleal.

Las marcas son los signos, figuras, leyendas o combinación de estos,


nuevos, que utiliza el industrial o comerciante para distinguir su actividad,
producto o servicio; las patentes son el sistema de protección de creaciones
del intelecto humano nuevas, con altura inventiva y aplicación industrial bien
66

definida; y la competencia desleal es la utilización de procedimientos, formas


no honradas en el comercio y la industria.

Los derechos intelectuales se rigen por los principios de temporalidad,


territorialidad, exclusividad y universalidad.

Se regulan principalmente por tratados internacionales, por ejemplo el


Convenio de Berna sobre la Protección de las Obras Literarias y Artísticas
(1982), la Convención Universal sobre el Derecho de Autor (1966), el
Convenio de Adhesión a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
(1984); pero además la CRBV establece en su artículo 98, la protección legal
de las creaciones a través del derecho de autor y el reconocimiento y
protección de la propiedad industrial en los términos establecidos en la ley y
los tratados internacionales suscritos y ratificados por la República.

2. Títulos valores: conforman la manera más ágil para la


circulación de créditos. Están constituidos por documentos, necesarios y
suficientes, que incorporan un derecho. Los elementos de los títulos valores
son: la incorporación del derecho en el documento, literalidad, legitimación y
titularidad, y la autonomía. Se caracterizan por la formalidad, la abstracción,
la circulación y la solidaridad. Los principales títulos valores son la letra de
cambio, el cheque y el pagaré.

La letra de cambio es definida por Pisani (1997, 18) como el “título que
contiene la orden de pagar o hacer pagar al beneficiario del mismo, al
vencimiento, una cantidad determinada de dinero en la forma establecida en
la ley”. Con este instrumento se busca diferir los pagos y sirve como garantía
de obligaciones contraídas, por lo que es muy empleada en el ámbito
comercial.
67

El cheque es definido por Vivante, citado por Morles (2000, 1975) como “el
documento necesario para ejercitar el derecho literal y autónomo indicado en
el mismo”. Aunque es el medio más común para disponer de los fondos
disponibles en una cuenta corriente bancaria, tiene una regulación muy
pobre y sigue en gran parte las normas de la letra de cambio encontradas en
el Código de Comercio.

Por último, el pagaré es un “título de crédito a la orden mediante el cual el


librado se obliga personalmente a pagar a otra persona a su orden la
cantidad de dinero estipulada y en la fecha prevista. Promesa que puede
estar garantizada por los demás signatarios del título” (Goldschmidt, 2003,
710).

3. Velo corporativo: como ya es sabido en las sociedades


anónimas los socios están sólo obligados al pago de aportes, es decir, su
responsabilidad se limita al monto de ellos; por esa razón, no son
responsables por las obligaciones contraídas por la persona jurídica, ni por
los actos ilícitos en que se vea envuelta, porque la sociedad es la que
responde con su capital.

Ahora bien, la figura del velo corporativo consiste en la separación de la


persona de los socios de la persona jurídica que es la sociedad. El
levantamiento de ese velo se ha justificado porque en ocasiones la forma
asociativa se ha utilizado abusivamente y con la intención de realizar actos
ilícitos en perjuicio de terceros, violando la ley o defraudándola.

En ese sentido, y frente a esos casos se ha concedido a los Tribunales la


potestad de responsabilizar personalmente a los socios y administradores de
68

las obligaciones contraídas por las sociedades creadas con la intención de


defraudar a terceros o burlar la aplicación de la ley.

En el ordenamiento jurídico venezolano se regulan situaciones que bien son


compatibles con esta figura y le pueden dar cabida para la consideración en
Tribunales, como por ejemplo el abuso de derecho; pero además recuerda
Muci (2005, pp. 62) que hay leyes especiales en el ordenamiento jurídico
venezolano que expresamente reconocen al Juez venezolano poder para
desechar la personalidad que el derecho le reconoce a la sociedad; por
ejemplo la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (artículo 25).

4. Buen gobierno corporativo: es un tema multidisciplinario que


interesa a las empresas en general. Se trata de pautas que desarrollan las
propias empresas para llevar a cabo una gestión transparente y reducir
riesgos derivados de conflicto de interés, especialmente entre el dueño de la
empresa y el administrador, la falta de control por no realizar auditorias o la
poca ética de algún funcionario. Las fórmulas son la transparencia, la
autorregulación, la ética y la no manipulación de la información.

Con estas fórmulas se busca inspirar confianza en el público, de hecho


nacieron como iniciativa de las empresas que cotizan en la bolsa pero han
resultado tan exitosas que las empresas de capital cerrado siguen el modelo.

5. Ilícitos económicos: el artículo 114 de la CRBV establece que el


ilícito económico, la especulación, el acaparamiento, la usura, la cartelización,
y otros delitos conexos serán penados severamente de acuerdo con la ley.

Este tema es muy amplio en el sentido de las normas que se han generado
en los últimos tiempos, especialmente en relación con los ilícitos cambiarios
69

derivados del control de cambio imperante en el país, sin embargo resultaba


preciso hacer mención por lo menos someramente, de la existencia de este
tipo de regulación para evitar que las empresas caigan en esos supuestos.

6. Procedimientos judiciales mercantiles: los procedimientos


mercantiles se dividen en concursales (atraso y quiebra) y no concursales
judiciales y administrativos, éstos últimos previstos en leyes especiales que
no son objeto del presente estudio.

La jurisdicción mercantil se encuentra regulada en el Libro IV del Código de


Comercio, aunque muchos de los artículos han sido derogados por otras
leyes o están en desuso, se deben estudiar con cuidado muchos otros que
siguen siendo aplicables y son importantes por el impacto negativo que
podría generar su ignorancia.

De acuerdo con el artículo 1090 del Código de Comercio, corresponde a la


jurisdicción comercial el conocimiento de las siguientes causas: controversias
sobre actos de comercio entre toda especie de personas, relativas a letras de
cambio y a pagarés a la orden en que haya a la vez firmas de comerciantes y
de no comerciantes, de las acciones contra capitanes de buques, factores,
dependientes y otros subalternos de los comerciantes, sólo por hechos del
tráfico de la persona a que están destinados; de las acciones de capitanes
de buques, factores, dependientes y otros subalternos de los comerciantes
contra los armadores y comerciantes, sólo por operaciones del tráfico de la
persona a quien sirven; de las acciones de los pasajeros contra el capitán o
el armador, y de éstos contra aquellos, de las solicitudes de detención o
secuestro de una nave, aún por deudas civiles, de las acciones del
empresario de espectáculos públicos contra los artistas y de éstos contra
aquél, de todo lo concerniente a los atrasos y a la quiebra de los
70

comerciantes, de las acciones entre comerciantes, originadas de hechos


ilícitos, relacionados con su comercio.

Una de las principales características del procedimiento judicial mercantil es


su fuero atrayente, estipulado en el artículo 1092 del Código de Comercio,
según el cual si el acto es comercial, aunque sea para una sola de las partes,
las acciones que de él se deriven corresponden a la jurisdicción comercial.
Por otro lado, se observarán las disposiciones del Código de Procedimiento
Civil para determinar el Tribunal competente.

Es importante hacer una breve referencia a los procedimientos especiales


contenciosos ejecutivos, los cuales se justifican por las características
especiales de los documentos, obligaciones, deudas, derechos subjetivos
lesionados que hacen necesaria una protección especial, que se logra a
través de procedimientos expeditos.

Los documentos objetos de este tipo de procedimientos son títulos ejecutivos


que llevan incorporados derechos, que de no haber sido honrados conllevan
necesariamente a su ejecución.

Estos procedimientos son:

• Procedimiento por intimación: aquel procedimiento mediante el cual el


titular de un derecho soportado en un título instrumental acciona contra el
obligado para que le pague una suma de dinero líquida y exigible o le
entregue una cantidad cierta de cosas fungibles o cosa mueble determinada,
con la intervención del órgano judicial que obliga al demandado a honrar su
obligación en un tiempo determinado. Se regula en los artículos 640 y
71

siguientes del Código de Procedimiento Civil. Es el procedimiento idóneo


para ejercer cheques, pagarés, letras de cambios, facturas aceptadas,
etcétera.

• La vía ejecutiva: es un procedimiento que se diferencia del juicio


ordinario en que se adelanta la fase de ejecución. Se regula en los artículos
630 y siguientes del Código de Procedimiento Civil. Debe presentarse un
documento auténtico que pruebe la obligación del demandado de pagar una
cantidad líquida y de plazo vencido; o vale o instrumento privado reconocido
por el deudor, para que el Juez acuerde inmediatamente el embargo de
bienes suficientes para cubrir la obligación y las costas, prudentemente
calculadas.

• Ejecución de hipoteca: las obligaciones garantizadas con hipotecas


se ejecutan a través de este procedimiento, previsto en los artículos 660 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil. Obviamente el documento
fundamental es el constitutivo de la hipoteca.

• Ejecución de prenda: las obligaciones garantizadas con prendas se


ejecutan a través de este procedimiento, regulado en los artículos 666 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil. El documento fundamental es
el constitutivo de la prenda, y además el interesado debe poner a disposición
del Tribunal las cosas dadas en prenda. Para el caso de prendas sin
desplazamiento de la posesión se aplica las disposiciones de la Ley de
Prenda sin Desplazamiento de Posesión.
72

Por otro lado es importante mencionar dos procedimientos societarios: el de


impugnación de actas y denuncia de responsabilidad de administradores y
comisarios.

El primero se regula en el artículo 290 del Código de Comercio, según el cual


a las decisiones manifiestamente contrarias a los estatutos o la ley, los
socios pueden hacer oposición ante el Juez competente para que éste,
oyendo previamente a los administradores, si encuentra que existen las
faltas denunciadas, suspenda la ejecución de esas decisiones, y ordene la
convocatoria a una nueva asamblea para decidir sobre el asunto.

Y con relación al segundo, de acuerdo con el artículo 291, cuando se


abriguen fundadas sospechas de graves irregularidades en el cumplimiento
de sus deberes por parte de los administradores y falta de vigilancia de los
comisarios, un número de socios que represente la quinta parte del capital
social podrá denunciar los hechos al Tribunal competente, el cual, si
encontrare comprobada la urgencia de proveer antes de que se reúna la
asamblea, podrá ordenar, luego de oídos los administradores y comisarios, la
inspección de los libros de la compañía, nombrando a este efecto, a costa de
los reclamantes, uno o más comisarios, y determinando la caución que
aquellos han de prestar por los gastos que se originen de tales diligencias.

Cuando no resulte ningún indicio de la verdad de las denuncias, así lo


declarará el Tribunal y dará por terminado el proceso. En caso contrario,
acordará la convocatoria inmediata de la asamblea.

7. Medios alternativos de resolución de conflictos: comúnmente


para la resolución de conflictos entre las empresas se utilizan medios
alternativos a la vía judicial. La propia CRBV hace referencia a estos medios
73

en los artículos 253 y 258, de acuerdo con los cuales el sistema de justicia
está constituido por el Tribunal Supremo de Justicia, los demás tribunales, el
Ministerio Público, la Defensoría Pública, los órganos de investigación penal,
los auxiliares y funcionarios de justicia, el sistema penitenciario, los medios
alternativos de justicia, los ciudadanos y los abogados autorizados para el
ejercicio; y que la ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y
cualesquiera otros medios alternativos para la solución de conflictos.

Los medios alternativos de resolución de conflictos son la negociación,


conciliación o mediación y el arbitraje.

La negociación o transacción se define en el artículo 1713 del Código Civil


como la terminación o evasión de un litigio, mediante recíprocas concesiones;
es decir, que la finalidad de una negociación es satisfacer las necesidades
de ambas partes en el mejor de los casos, pero nunca es obtener todas las
concesiones sin ceder en nada.

El Equipo de Negociación de la Universidad de Harvard, de los Estados


Unidos de América (Fisher y otros, 2005) propone un método para facilitar
la negociación y obtener resultados satisfactorios para las partes.

En primer lugar se debe tomar en cuenta cuáles son las personas que
pueden ser afectadas con el resultado de la negociación; luego se debe
separar a las personas del problema. En tercer lugar se debe plantear cuáles
son los intereses bajo las posiciones, es decir, todo aquello que subyace a la
posición de cada parte, sin que ello signifique revelar las debilidades.

Seguidamente se deben plantear las opciones y evaluarlas en función del


tiempo. Luego de realizada la lista de opciones y evaluadas las mismas, se
74

debe escoger una, momento en el cual es posible que se genere otro


conflicto, para evitarlo es necesario recurrir a las referencias o criterios
objetivos o legítimos, es decir, lo que está disponibles a todos, no depende
de la voluntad de las partes y que sin conocer los resultados que puedan
derivar de su aplicación pueden pactarse.

En este estado se trata de alcanzar un acuerdo, ejecutable y redactado


claramente.

Se recomienda antes de ir una la negociación plantearse la mejor alternativa


al acuerdo negociado, para el caso que la misma no sea exitosa, de manera
que se pueda reconocer un buen acuerdo.

Otro medio alternativo es la conciliación o mediación, aunque hay quienes


los diferencian, pero a la luz del ordenamiento jurídico venezolano son
sinónimos. Se trata de un proceso mediante el cual las partes en disputa
acuden a la ayuda de un tercero para resolver su conflicto. La mediación se
sugiere por lo general cuando se quieren mantener las relaciones y cuando
el conflicto afecta a un número importante de personas.

Tiene como elementos: relación ternal (dos partes y un tercero imparcial),


informal pero estructurado, confidencial y el mediador no toma la decisión.

Es un proceso relativamente rápido, de horas o pocos días y muy efectivo,


porque las partes comprenden sus debilidades y fortalezas.

Por último, el arbitraje es un medio alternativo de solución de conflictos que


surge de la autonomía de la voluntad de las partes, quienes delegan en un
tercero imparcial, llamado árbitro, la resolución de su controversia mediante
75

un laudo arbitral que es de obligatorio cumplimiento para las partes. En


Venezuela, el arbitraje sólo es admisible en aquellas materias susceptibles
de transacción, de acuerdo con la leyes que regulan el tema (Código de
Procedimiento Civil y Ley de Arbitraje Comercial).

Comúnmente el arbitraje se introduce en los contratos a través de la cláusula


arbitral, que por lo general es muy sencilla porque las partes prefieren acudir
a las reglas de los centros de arbitraje para regular el procedimiento y
funcionamiento del arbitraje (arbitraje institucional), aunque nada obsta para
que las partes establezcan sus propias reglas en complemento a la ley
(arbitraje independiente).

Los árbitros pueden ser de derecho o de equidad, los primeros actúan con
apego a las leyes en la motivación del laudo, mientras que los segundos se
separan de los formalismos y cuestiones netamente legales para decidir. La
conveniencia entre uno u otro, dependerá del tipo de conflicto que se busca
resolver.

Para seleccionar el mecanismo más apropiado para resolver un caso se


deben tomar en consideración algunos elementos: si lo que se quiere es
mantener la relación, confidencialidad, celeridad, soluciones jurídicas
discutibles, por una parte, y por la otra una de las partes no quiere ceder y el
conflicto es policéntrico, es recomendable acudir a un mecanismo
autocompositivo, es decir, la negociación y la mediación; de lo contrario debe
acudirse a mecanismos adversariales como el arbitraje y la vía judicial: si lo
que se busca es celeridad, imparcialidad, especialidad de quien decide,
bajos costos, buena fe de ambas partes y un resultado aún amistoso, es
recomendable acudir al arbitraje; pero si se quiere establecer precedentes, la
relación no es deseada y un proceso ejecutivo, la vía es judicial.
76

En materia de disolución y liquidación

En primer lugar resulta necesario aclarar la confusión en los términos usados


por el Código de Comercio, en relación con la disolución y extinción o
terminación de las sociedades. Aunque en el Código de Comercio se utilizan
los términos anteriores de manera indistinta, es preciso recordar que la
disolución de la sociedad no conlleva a su extinción, ya que su personalidad
jurídica se mantiene hasta tanto concluya su liquidación definitiva, es
entonces la disolución un primer paso en el proceso de extinción de las
sociedades.

Es menester hacer referencia a la doctrina francesa, citada por Morles (2001,


1498) en relación con el proceso de disolución y liquidación de las
sociedades: “De manera general, importa mantener los establecimientos de
la sociedad en estado de funcionamiento normal, a fin de conservar el valor
del fondo de comercio hasta su venta. La continuación provisional de la
explotación no es, por tanto, obligatoriamente extraña a una liquidación bien
comprendida”. Con esto se aclara un poco la falsa creencia de que el
proceso de extinción de una sociedad implica necesariamente la paralización
de sus actividades, lo que trae como consecuencia en muchas ocasiones la
pérdida del valor del negocio.

En otro orden de ideas, antes de iniciar el análisis sobre la disolución y


liquidación de las sociedades anónimas, de conformidad con lo establecido
en el Código de Comercio y demás instrumentos legales, es preciso hacer
una breve referencia a la transformación de las sociedades en una de otro
tipo.
77

Según Garrigues, citado por Acedo y otro (2000, p. 169) “la transformación
comprende la operación jurídica mediante la cual la sociedad por acto o
decisión voluntaria abandona su primiti va investidura, adopta la que
corresponde a un tipo legal distinto y se somete para el futuro a las normas
legales ordenadoras del nuevo tipo legal adoptado”.

Este tema no está regulado a profundidad en el Código de Comercio, sólo se


encuentra una referencia en el artículo 335, el cual estipula que en la
transformación de una sociedad de otro tipo en una compañía de
responsabilidad limitada, se debe observar lo dispuesto en el artículo 316,
que se refiere a las cuotas de participación y el aporte en especie para las
sociedades de responsabilidad limitada.

Sobre la transformación de las sociedades se discute en la doctrina si se


trata de una modificación al contrato social o si por el contrario la sociedad
que va a transformarse debe primero disolverse y liquidarse para luego
constituirse nuevamente, ya que hasta la última reforma del Código de
Comercio en 1955, no se mencionaba nada sobre dicha figura, pero se
aplicaba, disolviéndose y liquidándose la empresa anterior para constituir la
nueva.

En Venezuela actualmente se sigue la tesis de que la transformación de las


sociedades sólo se trata de una modificación del contrato social, y como tal
debe cumplir con las formalidades de registro y publicidad. Con lo que se
abre paso a otra discusión, referida a la mayoría necesaria para aprobar la
transformación de la sociedad anónima, especialmente si se trata de
transformar en una sociedad de responsabilidad limitada, por lo relacionado
con la veracidad del valor de los aportes hechos en especie y la
responsabilidad de los socios frente a terceros. La Corte de Casación
78

Francesa ha resuelto que el accionista que se oponga a la decisión


mayoritaria, que en el caso venezolano sería de acuerdo con el artículo 280
del Código de Comercio, deberá probar que la sociedad dio a los aportes
hechos un valor excesivo y de ser así, se necesitaría la unanimidad de los
socios para aprobar la transformación. Es recomendable para evitar este tipo
de discusiones contemplar la posibilidad de transformación de la sociedad y
su manejo en el documento constitutivo-estatutario.

Otro caso controvertido es el de la transformación de una sociedad en


nombre colectivo a una sociedad anónima, primero por la responsabilidad
personal de los socios en la sociedad en nombre colectivo, que no existe
para el caso de las sociedades anónimas, por lo que se libera a los socios de
dicha responsabilidad; y segundo por el caso de quiebra, que se extiende a
los socios para el caso de la sociedad en nombre colectivo, sin que ocurra
igual en el caso de las sociedades anónimas, por lo que después de la
transformación esa extensión a los socios no es posible.

Los efectos de la transformación de las sociedades son: 1. No se crea una


nueva sociedad mercantil; 2. Pone fin a los poderes de los órganos sociales
y a los órganos de control, a menos que se guarde silencio en el acto de
transformación, salvo que estén en contradicción con la figura adoptada; 3.
Se mantiene la participación de los socios; 4. Los acreedores conservan sus
derechos; 5. Si una sociedad de personas se transforma en una anónima los
socios continúan respondiendo solidariamente por las obligaciones anteriores
a la transformación y si una sociedad anónima se transforma en una
sociedad de personas, los socios pasan a ser solidarios incluso por las
obligaciones anteriores a la transformación.
79

Código de Comercio venezolano

De acuerdo con el artículo 340, las compañías en general se disuelven por


las siguientes causas:

1. Por la expiración del término establecido para su duración: en la


doctrina existe discusión sobre si se trata de una disolución inexorable una
vez cumplido el lapso de duración de la sociedad sin que los socios hayan
decido prorrogarlo; pero la mayoría de los autores opinan que no existe
ninguna razón jurídica para oponerse a que los socios, independientemente
de que hubiese ocurrido el vencimiento del plazo fijado inicialmente para la
duración de la compañía, decidan prorrogarlo, siempre y cuando en el acta
de asamblea correspondiente se expresen las razones por las cuales no se
reunieron los socios previamente para decidir sobre la prórroga, las
circunstancias fácticas que demuestran la continuidad en la operación, la
convalidación de los actos ejecutados durante el vencimiento del plazo de
duración original y la prórroga y lo relativo a la nueva duración y otras
decisiones pertinentes (Badell, 2004, 251).

Dicha prórroga de la duración de la sociedad deberá ser acordada por la


mayoría de los socios señalada en el artículo 280 o los estatutos, y el acta
contentiva de tal decisión deberá ser registrada y publicada de acuerdo con
el artículo 217.

2. Por la falta o cesación, imposibilidad de conseguirlo o


cumplimiento del objeto social: el objeto social cesa o se cumple cuando el
mismo es finito y se agota o consume y es imposible cuando la realidad
interna y/o que le rodea hace inviable la realización de las actividades para la
cual fue creada la sociedad. En el caso de imposibilidad de conseguir el
80

objeto social, los autores han diferenciado entre la imposibilidad material y la


imposibilidad manifiesta de tomar decisiones por la paralización de los
órganos societarios. La palabra falta se entiende en el sentido originario de
ausencia del objeto social.

3. Por la quiebra de la sociedad aunque se celebre convenio: la


quiebra, definida por Pisani (1997, p. 21) es “la cuestión relativa al déficit
patrimonial del comerciante, que le imposibilita pagar íntegramente a todos
sus acreedores”, conduce a un proceso de liquidación especialmente
regulado en el Código de Comercio que sustituye el proceso de liquidación
societaria que se explica infra.

Es preciso mencionar el artículo 1027 del Código de Comercio, según el cual


en la quiebra de una sociedad anónima que no se encuentre en proceso de
liquidación, el convenio puede tener por objeto la continuación de la empresa,
en cuyo caso se debe determinar las condiciones del ejercicio ulterior, en
consecuencia, en esos casos, pierden los interesados el derecho a hacer
valer la quiebra como causa de disolución de la sociedad anónima (Morles,
2001, 1491).

Diferente es el atraso, que no constituye una causa de disolución de la


empresa. El atraso es un proceso legal ejecutivo que permite al deudor, la
sociedad anónima, que se encuentra en una crisis de liquidez, una moratoria
para el cumplimiento de todas sus obligaciones (Giménez, 1963, 27).

4. Por la pérdida entera del capital o por la parcial de uno y dos


tercios a que se refiere el artículo 264 cuando los socios no resuelven
reintegrarlo o limitarlo al existente: para tomar esa decisión los
administradores están obligados a convocar a los socios a una asamblea que
81

deberá cumplir con los requisitos establecidos en el Código de Comercio y


los estatutos. Esta causal se justifica por la necesidad, como se ha reiterado,
que tiene la sociedad anónima de mantener la integridad de su capital, base
de su existencia.

5. Por la decisión de los socios, la cual deberá ser tomada por


mayoría calificada del artículo 280 del Código de Comercio, si los estatutos
no establecieran otra cosa. Dicha decisión deberá cumplir con las
formalidades de registro y publicidad, y producirá efecto respecto de terceros
transcurrido un mes después de dicha publicación.

6. Por la incorporación a otra sociedad: lo que se conoce como


fusión y se regula en los artículos 343 y siguientes del Código de Comercio,
antes de la liquidación porque la fusión no necesariamente conlleva al
proceso de liquidación.

La fusión puede ser de dos tipos: en una nueva sociedad y la fusión por
incorporación. Las sociedades incorporadas son las que se extinguen de
conformidad con este artículo. Además existen situaciones que la doctrina ha
denominado como fusiones impropias, como por ejemplo los holdings y take
overs, por sólo mencionar algunas.

En primer lugar se señala que la fusión de varias sociedades debe ser


aprobada, con una mayoría calificada de acuerdo con el artículo 280 si los
estatutos no han dispuesto otra cosa, por cada una de ellas.

Los administradores de todas las sociedades deben presentar al Registro


Mercantil el acuerdo de fusión y los respectivos balances, y la misma tendrá
efectos transcurridos tres meses desde dicha publicación, a menos que
82

conste el pago de todas las deudas sociales o el consentimiento de todos los


acreedores. Durante esos tres meses cualquier acreedor podrá oponerse a la
fusión y esa oposición suspenderá la fusión hasta ser decidida por sentencia
firme.

El acuerdo de fusión debe contener: motivos, fines y condiciones de la fusión;


fechas de cierre de las cuentas de las sociedades interesadas, utilizadas
para fijar las condiciones de la operación; identificación y evaluación
(indicando el método utilizado) del activo y del pasivo cuya transmisión a la
sociedad nueva o la absorbente ha sido prevista; relación de intercambio de
los derechos sociales; y el monto de la prima de fusión.

Transcurridos los tres meses sin oposición o resuelta la misma, tendrá


efectos la fusión y la nueva empresa o la subsistente asumirá todos los
derechos y obligaciones de las que se hayan extinguido.

Si de la fusión resultare una nueva empresa que tuviese un domicilio


diferente a las que le dan origen, debe nuevamente cumplirse con todas las
formalidades de registro y publicación.

Por último, en relación con la fusión se debe recordar que además de las
normas contenidas en el Código de Comercio, se debe cumplir con normativa
de otro tipo, como por ejemplo la Ley para Promover y Proteger el Ejercicio
de la Libre Competencia, para evitar los monopolios, el abuso de la posición
de dominio y la demanda concentrada, de conformidad con lo establecido en
la CRBV.
83

La figura de la escisión, relacionada con la fusión, consiste en la división de


una sociedad en diversos entes. Usualmente se distinguen dos tipos: la
escisión pura y simple y la escisión-fusión.

La primera ocurre cuando una sociedad divide y transfiere su patrimonio a


dos o más nuevas sociedades y procede a su propia disolución; y la segunda
ocurre cuando la transferencia de las porciones del patrimonio se hace a
sociedades preexistentes, lo que puede dar lugar a una escisión-fusión por
absorción o escisión-fusión por combinación.

Esta figura no está regulada por el ordenamiento jurídico venezolano; sin


embargo a la escisión pura y simple se le da el tratamiento de una venta de
activo social y la escisión-fusión recibirá el tratamiento que se da a la fusión.

Es preciso recordar que la sociedad anónima no se disuelve por haber


adquirido uno de los socios todas las acciones.

Las causales de disolución que enumera el artículo 340, según Morles (2001,
p. 1486) no son taxativas, ya que nada obsta para que los socios a través del
documento co nstitutivo-estatutario incorporen causas adicionales, distintas a
las establecidas en artículo antes señalado. Adicionalmente considera que la
aceptación por parte de la mayoría de la doctrina de la aplicación en materia
mercantil de la disolución de sociedades por justos motivos, a explicarse más
adelante, amplía sensiblemente el número de causales de disolución.

Uno de los principales efectos de la disolución de la sociedad anónima es


que los administradores no pueden realizar más operaciones, distintas a
cobrar los créditos de la sociedad, extinguir las obligaciones anteriormente
contraídas y realizar las operaciones que se hallen pendientes, y de hacerlo
84

serán personal y solidariamente responsables por las obligaciones adquiridas


(artículo 342).

Es importante mencionar que este proceso de disolución no aplica a las


sociedades anónimas irregulares, las cuales se rigen lo establecido
especialmente en el artículo 220 del Código de Comercio, anteriormente
explicado.

Disuelta la compañía se inicia el proceso de liquidación, que podrá hacerse


de acuerdo con lo establecido en el documento constitutivo-estatutario y a
falta de estipulaciones en él, de acuerdo con las normas del Código de
Comercio (artículos 348 y siguientes).

El proceso de liquidación consiste en cobrar los créditos, pagar las


obligaciones y concluir las operaciones que se hallen pendientes, para poder
hacer la división de los haberes entre los socios.

El nombramiento de los liquidadores y la determinación de los poderes que


tendrán los mismos se hacen en la asamblea que resuelve la liquidación, la
cual deberá ser registrada.

Si no se determinan en la asamblea los poderes de los liquidadores, los


mismos no podrán ejecutar otros actos y contratos que los que tiendan
directamente al cumplimiento de su encargo, sometiéndose a las
disposiciones del Código Civil sobre mandato. Quedando obligados a:

1. A formar inventario de todas las existencias, créditos y deudas


de cualquier naturaleza y a recibir los libros, correspondencia y papeles de la
sociedad.
85

2. A continuar y concluir las operaciones que estuvieren


pendientes al tiempo de la disolución.

3. A exigir cuenta a los administradores y a cualquier otro que


haya manejado intereses de la sociedad.

4. A liquidar y cancelar las cuentas de la sociedad con los terceros


y con cada uno de los socios; pero no podrán pagar a éstos ninguna suma
sobre las cuotas que pueden corresponderles mientras no estén pagados los
acreedores de la sociedad.

5. A cobrar los créditos, activos, percibir su importe y otorgar los


correspondientes finiquitos.

6. A vender las mercancías y demás bienes muebles e inmuebles


de la sociedad.

7. A presentar estados de liquidación, cuando los socios lo exijan.

8. A representar en juicio a la sociedad que se está liquidando, ya


sea como demandante o demandada.

9. A rendir, al fin de la liquidación, cuenta general de su


administración. Si el liquidador fuere el mismo administrador de la sociedad
extinguida, deberá presentar en la misma época cuenta de su gestión.

Se establece en el Código de Comercio que la responsabilidad solidaria de


los socios, o de sus sucesores, cesará a los cinco años contados a partir de
86

la disolución, siempre que se haya registrado y publicado el acta, o del


vencimiento del crédito, si fuese posterior a la disolución. Adicionalmente
establece como excepción a esa prescripción el caso de disolución por
quiebra.

Señala el artículo 352 que cuando la liquidación involucre a niños o


adolescentes, entredichos o inhabilitados, procederán sus tutores o
curadores con plenitud de facultades como si obrasen en negocios propios; y
serán válidos todos los actos que otorguen o consientan a nombre de
aquellos, sin perjuicio de la responsabilidad que contraigan si obrasen co n
dolo o negligencia culpable.

Una vez culminada la liquidación y aprobada la misma por los socios, los
liquidadores deben dirigir una participación al registro mercantil, para su
inscripción y publicación, comunicando que ha concluido la liquidación; de
ésta manera se extingue la personalidad jurídica de la sociedad.

Código Civil

En el Código Civil la disolución, liquidación y partición de las sociedades (de


los modos de extinguirse la sociedad y de la liquidación y partición) se regula
en los artículos 1673 y siguientes.

A efectos del presente estudio interesa el análisis del artículo 1679 referente
a la disolución por justa causa y la posición de la doctrina sobre su aplicación
o no en el derecho mercantil.

Señala este artículo: “La disolución de la sociedad contraída por un tiempo


limitado, no puede pedirse por uno de los socios antes de la expiración del
87

tiempo convenido, a menos que haya justos motivos, como en el caso de que
uno de los socios falta a su compromiso, o de una enfermedad habitual lo
haga inhábil para los negocios de la sociedad, u otros casos semejantes.”

Quienes sostienen que es aplicable al campo mercantil justifican su opinión


indicando que se trata en todo caso de la pérdida del affectio societatis que
debe ser una causal válida de disolución de las sociedades mercantil, porque
faltaría uno de los elementos esenciales a las mismas.

La doctrina en contra, minoritaria, se basa en que la lista de causales del


Código de Comercio es taxativa, por lo que no habría cabida a causales
diferentes a las enumeradas en el artículo 340 del Código de Comercio.

Por otro lado, considerando que el Código de Comercio no regula lo relativo


a la partición de los haberes de la sociedad entre los socios, luego de
cobrados los créditos pendientes y satisfechas las obligaciones, debe
hacerse lo que se haya estipulado en los estatutos y a falta de regulación en
ellos en ese sentido, a lo establecido en los artículos 1680 y 1683 del Código
Civil; de acuerdo con los cuales:

1. Se aplicarán en la medida de lo posible, las reglas


concernientes a la partición de la herencia, en su forma y obligaciones que
de ella resultan entre los coherederos.

2. Después de pagados los acreedores sociales, separadas las


cantidades necesarias para pagar las deudas no vencidas o litigiosas, y
después de haber reembolsado los gastos o anticipos que hubiere hecho uno
de los socios por la sociedad, se reparte el activo entre los socios.
88

3. Cada socio tomará una suma igual al valor de su aporte, a


menos que haya consistido dicho aporte en industria (no aplicable a las
sociedades anónimas), o el uso o goce de una cosa.

4. Si quedare un excedente, después de lo anterior, será repartido


entre los socios en proporción a la parte de cada uno en los beneficios.

5. Si el monto a repartir no es suficiente para pagar la totalidad de


los aportes, la pérdida se repartirá entre los socios en la proporción
estipulada.

De acuerdo con Morles (2001, p. 1501) no hay obligación de reducir a dinero


todo el activo de la sociedad, siempre que se respeten las reglas
establecidas sobre la proporcionalidad, se pueden efectuar adjudicaciones in
natura a uno o algunos socios; en el caso de las sociedades anónimas es
casi imposible hacer una partición de este tipo entre todos los socios por la
multiplicidad de los mismos.

Ley del Registro Público y del Notariado

Además de cumplir con los requisitos formales generales estipulados en esta


ley y mencionados anteriormente, como es por ejemplo la obligación de que
los documentos sean redactados y estén visados por un abogado colegiado
y autorizado para el libre ejercicio; se debe atender a lo relacionado con las
tasas e impuestos regulados por éste instrumento.

En ese sentido, el artículo 86 señala que en materia no contenciosa mercantil


se causan a favor del Servicio Autónomo de Registros y Notarías una unidad
tributaria (1 U.T.), más una décima de unidad tributaria (0,1 U.T.) por cada
89

folio que contenga el documento por el cual se declare la disolución,


liquidación, extinción o prórroga de la duración de la sociedad; tres décimas
de unidad tributaria (0,3 U.T.) por cada folio de documento que se acompañe
con el recaudo presentado para inscripción; una décima de unidad tributaria
(0,1 U.T.) más dos centésimas de unidad tributaria (0,02 U.T.) por cada folio
por agregar documentos y anexos a los expedientes; y, como gastos de
procesamiento, tres centésimas de unidad tributaria (0,03 U.T.) por cada una
de las fotocopias necesarias para el procesamiento de registro de los
documentos o actuaciones, así como para las copias certificadas,
certificaciones, constancias y copias simples que deban ser emitidas o sean
solicitadas por los interesados.

En relación con las potestades de control del Registro Mercantil, el artículo


56 estipula que el Registrador debe asegurar en los casos de fusiones los
aportes en especie tengan el valor declarado y pedirá el acompañamiento de
un avalúo realizado por un perito independiente colegiado.

Además debe registrar la decisión de reactivación de la sociedad después de


haber expirado su término, confirmándose la posición de la doctrina
mayoritaria de la posibilidad de prórroga luego de vencido el plazo de
duración de la sociedad.

Igualmente debe inscribir los actos de la sociedad disuelta y en estado de


liquidación.

Deberá atenderse lo estipulado en esta ley en caso que el proceso de


disolución y liquidación involucre bienes inmuebles o muebles sometidos al
sistema notarial o registral.
90

Por último, de acuerdo con el artículo 55, la acción para demandar la nulidad
de una asamblea de accionistas tiene una prescripción de un año contado a
partir de la publicación de acta.
CAPÍTULO III
CONTRASTE DE LOS INSTRUMENTOS LEGALES VIGENTES HASTA EL
MES DE OCTUBRE DEL AÑO 2007 Y QUE RIGEN A LAS SOCIEDADES
ANÓNIMAS

Al contrastar los instrumentos jurídicos antes analizados en materia de


constitución, funcionamiento, liquidación, y entre los tres, de las sociedades
anónimas se observa que no existen contradicciones entre ellos ni aparentes
conflictos entre normas de igual o diferente nivel jerárquico.

Lo que se encontró fue que un instrumento que complementa al otro


introduciendo, los más recientes, elementos específicos que regulan y
controlan la actividad empresarial.

No forma parte del objeto del presente estudio juzgar sobre la pertinencia de
los controles mencionados anteriormente, sin embargo, vale la pena citar, en
relación al control registral introducido por la Ley de Registro Público y del
Notariado con relación a la ausencia del mismo en el Código de Comercio, el
comentario que realiza Chacón (2004, 212) sobre este punto.

Indica la prenombrada autora que la potestad calificadora dada al


Registrador Mercantil para determinar la suficiencia del monto del capital
social, resulta una injerencia un tanto peligrosa, siendo que el control registral
debería ser dirigido a la verificación formal y de contenido de los
documentos. Continúa la autora señalando que aunque se justifica el control
en el caso particular de las sociedades anónimas porque las obligaciones se
garantizan con el monto del capital y con ello se quiere proteger a los
terceros que contraten con la sociedad, son los socios los que deciden el
objeto, conocen su capacidad de contribución y en consecuencia el capital

91
92

que podrán suscribir y pagar; por lo que esa facultad discrecional del
Registrador Mercantil puede resultar nociva para la dinámica societaria, y
más aún puede afectar los derechos de asociación y libertad económica
contemplados en la CRBV.

Concluye Chacón diciendo que se está en presencia de un caso de


intervención del Estado en la actividad de los particulares y no comparte que
la tutela de los intereses de los terceros contraríe los principios
fundamentales que rigen a la sociedad anónima.

Pareciera que los anteriores razonamientos son aplicables al control en


relación a la duración de la sociedad, prevista en el numeral 4º del artículo 56
de la Ley de Registro Público y del Notariado, y la potestad que se le ha dado
al Registrador Mercantil para rechazar el término cuando lo estime excesivo.

Por otro lado, vale la pena indicar que haciendo un contraste, más que entre
los instrumentos jurídicos, entre éstos y la realidad o práctica mercantil,
también pueden observarse inconsistencias. Nuevamente tomando como
ejemplo las regulaciones de la Ley de Registro Público y del Notariado, se
suprime en la práctica, en algunos registros, la presentación de los avalúos
hechos por peritos independientes colegiados para asegurar el valor de los
aportes hechos en especie, conforme lo exige el numeral 2º del artículo 56
eiusdem.

En otro orden de ideas, y manteniendo que no entra en el alcance del


presente estudio un análisis detallado de los supuestos, se considera
prudente recordar que hay actividades comerciales y económicas
particulares, actos de comercio, que se regulan en leyes especiales, es decir,
93

sometidas a un régimen especial, y que introduce n importantes diferencias


en relación con las leyes analizadas a lo largo del presente trabajo.

Para ilustrar esta referencia, se toma como ejemplo las empresas sometidas
al régimen de mercado de capitales: en primer lugar, según el artículo 1
ordinal 1º del Reglamento Número 2 de la Ley de Mercado de Capitales, no
es posible para las sociedades sometidas al régimen de mercado de
capitales crear acciones preferidas o privilegiadas, lo cual constituye una
excepción a la regla común de la diversidad de acciones permitida en el
artículo 292 del Código de Comercio, que señala que las acciones deben ser
de igual valor y dan a sus tenedores iguales derechos, si los estatutos no
disponen otra cosa, posibilidad aludida, a su vez, en los contenidos de los
artículos 248 y 293, ordinal 2°, del Código de Comercio.

Sobre este particular es menester indicar, que la mayor parte de las


sociedades sometidas a régimen especial no permiten la emisión de
acciones preferidas, toda vez que exigen que dichos títulos sean de igual
valor y den a los accionistas similitud de derechos y obligaciones; según el
artículo 115 de la Ley de Mercado de Capitales, las sociedades sometidas a
ese régimen deben distribuir entre sus socios por lo menos el cincuenta por
ciento de las utilidades producidas en cada ejercicio, y de ese monto mínimo,
por lo menos el veinticinco por ciento debe pagarse en efectivo, lo cual
constituye otra diferencia importante respecto de las reglas generales que en
materia de pago de dividendos contiene el Código de Comercio.

En terce r lugar, se determina un derecho para los grupos de accionistas que


representen por lo menos el veinte por ciento del capital social a designar un
miembro en la junta directiva, así como una forma especial de designar a los
comisarios de dichas empresas.
94

Asimismo, la ley de Empresas de Seguros y Reaseguros, establece


requisitos y autorizaciones especiales para promover, constituir y operar
empresas de seguros o de reaseguros y de corretaje de seguros o
reaseguros: en primer lugar, el artículo 42, exige el cumplimiento de
determinados requisitos, que también constituyen reglas particulares,
distintas a las señaladas en los instrumentos jurídicos analizados en este
estudio, y que grosso modo se indican a continuación: adoptar la forma de
sociedad anónima, con no menos de cinco accionistas personas naturales o
jurídicas; establecer como objeto fundamental la realización de operaciones
de seguros o de reaseguros; tener una junta administrativa compuesta por no
menos de cinco miembros, no ligados entre si por parentesco dentro del
tercer grado de consanguinidad o segundo de afinidad; la mayoría de los
cuales deberán ser venezolanos domiciliados y residenciados en el país;
tener por lo menos la mitad de los vice-presidentes, directores, gerentes,
sub-gerentes, consultores técnicos o jurídicos y otros empleados de rango
ejecutivo, venezolanos domiciliados y residenciados en el país; disponer que
las acciones sean nominativas y de una misma clase; tener un capital social
suscrito mínimo de acuerdo al tipo de operación que aspiran llevar a cabo y
conforme los montos establecidos en la ley o fijados por el Presidente de la
República en Consejo de Ministros, oída la opinión del Banco Central de
Venezuela, de la Superintendencia de Seguros y del Consejo Nacional de
Seguros, cuando la realidad económica del país o el desenvolvimiento de la
actividad aseguradora así lo haga aconsejable; haber enterado en caja en
dinero efectivo para la constitución de la empresa por lo menos cincuenta por
ciento del capital mínimo exigido, para cada caso, y enterar en caja la porción
suscrita no pagada del capital mínimo exigido en la fecha de su constitución
en un plazo no mayor de dos años contados a partir de dicha fecha; y que
por lo menos dos de los accionista promotores y por lo menos de los
95

administradores estatutarios, sean o hayan sido corredores de seguros


autorizados, altos empleados de empresas de seguros o reaseguros o
especialista en la materia, con no menos de cinco años en el ejercicio de su
respectiva profesión.

De igual manera, el artículo 43 eiusdem, fija una serie de requisitos


especiales para la constitución de sociedades de corretaje de seguros o de
reaseguros constituidas en Venezuela, entre los cuales se puede destacar:
que adopten la forma de sociedad anónima o de sociedad de responsabilidad
limitada; que tengan como único objeto la realización de la actividad de
intermediación de seguros; que las acciones sean nominativas y de una
misma clase; que esté enterado en caja, en dinero efectivo, por lo menos el
cincuenta por ciento del capital suscrito; que el presidente y las tres cuartas
partes de los vice-presidente, directores, gerentes u otros empleados de
rango ejecutivo y los factores mercantiles, sean venezolanos domiciliados y
residentes en el país; y, que todos los accionistas sean agentes o corredores
de seguros autorizados, con no menos de tres años de ejercicio de su
profesión.

Por último, conviene destacar otra diferencia respecto a las reglas comunes
del Código de Comercio en materia de celebración de asambleas, prevista en
el artículo 71 de la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros, que
establece, como parte del co ntrol y la intervención del Ejecutivo Nacional en
las actividades aseguradora, reaseguradora y conexas, que éstas requerirán
la autorización previa de la Superintendencia de Seguros para efectuar
cualquier modificación de sus documentos constitutivos y estatutos.

Finalmente, es preciso contrastar los supuestos regulados en el Código de


Comercio y en la Ley de Registro Público y del Notariado, referidos a la
96

caducidad de las acciones en contra de decisiones tomadas en asambleas.


De acuerdo con el artículo 55 de la Ley de Registro Público y del Notariado,
la acción para demandar la nulidad de una asamblea de accionistas de una
sociedad anónima se extingue al vencimiento de un año contado a partir de
la publicación del acto inscrito; por otro lado, el artículo 290 del Código de
Comercio establece que a las decisiones manifiestamente contrarias a los
estatutos o la ley, puede hacer oposición todo socio ante el Juez de
Comercio competente, y éste puede suspender la ejecución de esas
decisiones y ordenar que se convoque a nueva asamblea para decidir sobre
el asunto.

Deben entonces considerarse varios elementos: ambos artículos regulan


acciones que disponen los socios, ante los órganos jurisdiccionales, contra
las decisiones tomadas en asamblea de accionistas; la contenida en el
Código de Comercio consagra la acción conocida como “derecho de
oposición” o “recurso de impugnación”, mientras que la prevista en la Ley de
Registro Público y del Notariado es una acción de nulidad, distinta a la acción
de nulidad ordinaria, fundada en los principios del derecho común; la acción
de oposición prescrita en el Código de Comercio está sometida a un plazo de
caducidad de quince días a contar de la fecha en que se tomó la decisión
que sea manifiestamente contraria a los estatutos o la ley, en cambio, la
acción para demandar la nulidad prevista en la Ley de Registro Público y del
Notariado, está sometida a un plazo de caducidad de un año, contado a partir
de la publicación del acto inscrito; en este sentido, en preciso destacar que
esta acción somete como condición o requisito la inscripción y publicación de
la referida acta de asamblea, puesto que es a partir de dicha publicación que
comenzará a correr el lapso de caducidad, sin embargo, siendo que el
sistema registral venezolano es fragmentario, en el sentido de que no todos
los actos, contratos y documentos de los comerciantes, sociales o
97

individuales, o los derivados de la actividad comercial en general están


sujetos para su validez y eficacia frente a terceros al requisito de la
inscripción y posterior publicación, sino aquellos que expresamente sean
señalados, como por ejemplo, los previstos de manera general en los
artículos 19 y 25 del Código de Comercio y, de manera particular en el
artículo 217 eiusdem, surge un punto sujeto a interpretación y que
corresponderá ser aclarado por la doctrina y la jurisprudencia.

Considerando todo lo anterior, es preciso mencionar el tratamiento


jurisprudencial patrio dado al ejercicio de acciones contra las decisiones de
las asambleas. Como se indicó anteriormente, el Código de Comercio regula
el problema de la validez de las decisiones tomadas en asamblea,
fundamentalmente en dos artículos, el primero, el artículo 289, referido a la
obligatoriedad para todos los socios de las decisiones tomadas en asamblea,
dentro de los límites de sus facultades y conforme lo estatutos sociales, aún
y cuando no hayan concurrido a ellas, e incluso como ha sido reiterado por la
doctrina y la jurisprudencia, a los disidentes, con las excepciones
establecidas en el artículo 282 eiusdem. El segundo de ellos, el mencionado
artículo 290 que consagra el derecho de oposición o acción de impugnación
por parte de los socios en contra de las decisiones de la asamblea
manifiestamente contrarias a los estatutos o la ley.

El procedimiento, como refiere Hung (2002, p. 227) “es sui generis,


marcadamente cautelativo y se limita al cumplimiento de las actividades
señaladas expresamente en el artículo 290 del Código de Comercio. No son
aplicables los trámites del juicio ordinario, ni del juicio breve. La actuación del
Juez se concreta a convocar la asamblea o negar la convocatoria. La
confirmación de la decisión impugnada por una nueva asamblea en los
términos de los artículos 280 y 281 del Código de Comercio, finaliza el
98

procedimiento, dejando a salvo lo dispuesto en el artículo 282 eiusdem y


dejando a salvo los recursos ordinarios; concretamente la acción de nulidad
de la deliberación de la asamblea”.

Como mayoritariamente registra la doctrina consultada, la interpretación del


artículo 290 del Código de Comercio ha sido fuente de controversias, en
particular, el punto neurálgico ha sido el determinar si la acción de oposición,
consagrada en dicho artículo, es el único medio de impugnación que tienen
los socios, o si por el contrario, adicionalmente procede el ejercicio de la
acción ordinaria de nulidad.

En efecto, la extinta Corte Federal y de Casación, mediante sentencia del 13


de octubre de 1925 sostuvo que la oposición prevista en el artículo 290 del
Código de Comercio era la única vía que la legislación venezolana ofrecía a
los socios en contra de las decisiones viciadas de la asamblea de
accionistas, y si la segunda asamblea convocada a la luz del referido artículo,
ratificaba el acuerdo viciado, la decisión era obligatoria para la totalidad de
los socios, negando en consecuencia, la posibilidad del ejercicio de otra
acción autónoma.

Cincuenta años después, mediante sentencia de la Sala de Casación Civil de


la anterior Corte Suprema de Justicia de fecha 21 de enero de 1975 (caso
Templex), se cambia radicalmente el criterio sostenido por el máximo tribunal
desde 1925, estableciendo que cuando las decisiones de la asamblea
estuviesen viciadas de nulidad absoluta, el socio además del ejercicio de la
oposición señalada en el artículo 290 del Código de Comercio, puede intentar
la acción autónoma de nulidad para que, mediante sentencia, sea declarada
la invalidez del acto denunciado, toda vez que las decisiones de la asamblea
viciadas de nulidad absoluta no pueden ser subsanadas por confirmación de
99

la ulterior asamblea; por otro lado, en los casos de nulidad relativa se


concede la acción ordinaria únicamente cuando la decisión no haya sido
confirmada por la segunda asamblea dentro del procedimiento previsto en el
artículo 290 del Código de Comercio.

Cabe destacar, que mediante sentencia dictada por la Sala de Casación Civil
de la antigua Corte Suprema de Justicia, de fecha 3 de febrero de 1994, se
ratificó, en términos generales, el criterio jurisprudencial de 1975.

A juicio de Hung (2002, 231) un enfoque más ordenado del problema


planteado se logra partiendo de que el procedimiento del artículo 290 del
Código de Comercio es precautelativo y, en consecuencia, si se confirma en
segunda asamblea la decisión opuesta o si transcurre el término de los
quince días previsto en el artículo, sin que se hubiese impugnado el acto, los
interesados conservan la acción ordinaria de nulidad.

Conforme jurisprudencia reiterada, el término de prescripción de la acción


ordinaria de nulidad es de cinco años contados a partir de la fecha en la cual
la deliberación objeto de la acción es del conocimiento del interesado, todo
ello por aplicación del artículo 1346 del Código Civil y conforme la remisión
del tercer aparte del artículo 200 del Código de Comercio que prescribe que
las sociedades mercantiles se rigen por los convenios de las partes, por las
disposiciones del Código de Comercio y por las del Código Civil. Con opinión
contraria, Orsini (1997, pp. 367-369) quien manifiesta que la prescripción
quinquenal del artículo 1346 del Código Civil se refiere a las nulidades
relativas y, para el caso de las nulidades absolutas, debe aplicarse la
prescripción decenal consagrada en el artículo 1977 eiusdem relativa a las
acciones personales.
100

Expuesto lo anterior y, sumado a la duda planteada con relación a la


interpretación del artículo 55 de la Ley de Registro Público y del Notariado,
se observa lo siguiente: la Ley de Registro Público y del Notariado señala en
su artículo 1 que tiene por objeto regular la organización, funcionamiento,
administración y competencias de los registros principales, mercantiles,
públicos y las notarías. De manera que esta ley es de aplicación directa y
preferente en materia mercantil.

Entonces, vale plantear dos situaciones: la primera, si por aplicación


preferente de la jerarquía de las fuentes del derecho mercantil, la acción de
nulidad, especial por la materia y prescrita en el artículo 55 de la Ley de
Registro Público y del Notariado, es el único recurso alternativo que tienen
los accionistas para demandar la nulidad de la asamblea de accionistas,
sustituyendo el ejercicio por parte de éstos de la acción de nulidad ordinaria
prevista en el artículo 1346 del Código Civil; y la segunda es, si en atención
al tratamiento jurisprudencial desde 1975 sobre la interpretación del artículo
290 del Código de Comercio, siguen coexistiendo para los socios el derecho
de oposición prescrito en dicho artículo, el cual no fue derogado por las
disposiciones derogatorias de la referida ley y, paralelamente, el ejercicio de
la acción de nulidad especial por la materia consagrada en el artículo 55 de
la Ley de Registro Público y del Notariado.

Considerando todo lo anterior, parece prudente que en algún momento la


jurisprudencia y la doctrina, aclaren en detalle el punto para garantizar una
aplicación correcta de las normas.
CAPÍTULO IV
LA APLICABILIDAD DE LOS INSTRUMENTOS LEGALES DE ACUERDO
CON LAS NORMAS RELATIVAS A LA JERARQUÍA Y VALIDEZ
APLICABLES EN EL PAÍS

Como se señaló en el primer capítulo del presente trabajo, en el país se


adopta en materia de clasificación de los instrumentos jurídicos de acuerdo
con su jerarquía, la conocida pirámide de Hans Kelsen, aunque en materia
de derecho mercantil la jerarquía de las fuentes presenta particularidades
derivadas de los artículos 8 y 9 del Código de Comercio venezolano,
explicadas anteriormente.

Aplicando entonces los principios generales y observando las


particularidades propias del derecho mercantil puede resumirse la aplicación
jerárquica de la siguiente manera:

1. CRBV, como norma suprema encargada de regular la


estructura del Estado, las relaciones entre los particulares y el Estado, dividir
los poderes públicos y establecer los derechos, deberes y garantías
ciudadanas.

2. Ley mercantil, entendida como el conjunto de principios


normativos de derecho positivo que disciplina la materia comercial, lo que
incluye al Código de Comercio y demás instrumentos especiales, con forma
de leyes, actos de gobierno, actos parlamentarios sin forma de ley y los
tratados internacionales que regulan materias económicas.

101
102

3. Normas reglamentarias, las cuales no pueden alterar el espíritu,


propósito y razón de las leyes que desarrollan, que en el caso particular
serán las mercantiles.

4. Costumbre mercantil (praeter legem), entendida como regla de


conducta constante y uniforme observada por los miembros de una
comunidad social con la convicción de que corresponde a una necesidad
jurídica o que obedece a un imperativo jurídico, y que se aplica
obligatoriamente ante el silencio de la ley.

5. Analogía, que supone la similitud entre un precepto legal


existente que regula una situación concreta y un caso no regulado, y a
través de la cual se soluciona la situación imprevista mediante la aplicación
de la norma semejante.

6. Código Civil, aplicado por remisión hecha por el Código de


Comercio.

7. Principios generales de derecho.

8. Normas individualizadas, dentro de las cuales se cuentan las


sentencias, los actos unilaterales y bilaterales de voluntad, los actos
administrativos de efectos particulares y los negocios jurídicos.

Del análisis de las leyes mercantiles que regulan la co nstitución,


funcionamiento y liquidación de las sociedades anónimas, en los términos
planteados en el presente trabajo, se puede observar que las leyes vigentes
que representan un verdadero impacto sobre la actividad empresarial, son de
un mismo nivel jerárquico, salvo las disposiciones contenidas en la CRBV
103

que le sirven de base y son superiores, y las de menor rango que fueron
tratadas en menor medida por el mínimo impacto que generan en la vida de
las sociedades anónimas.

Por lo tanto, la mayor cantidad de instrumentos estudiados encuadran dentro


del segundo nivel jerárquico, como leyes mercantiles; aunque sin olvidar
algunas referencias que debieron hacerse a los reglamentos de las mismas
que desarrollan los preceptos básicos de las primeras.

En cuanto a su validez, como se señaló anteriormente, son obligatorias


desde el momento de su publicación en la Gaceta Oficial o desde la fecha
posterior que ella misma indique.

Por otro lado, en materia de validez se mencionó en el primer capítulo del


presente trabajo que podían dentro del sistema legal entrar normas de un
mismo o diferente nivel jerárquico en conflicto; sin embargo, durante el
análisis de las leyes mercantiles que rigen la constitución, funcionamiento y
liquidación de las sociedades anónimas, y salvo los puntos introducidos
como parte del contraste de normas del Código de Comercio y la Ley de
Registro Público y del Notariado, no se observó la existencia de conflictos
como los mencionados anteriormente, sino una regulación más exhaustiva
de situaciones particulares de las normas más recientes sobre las anteriores,
por lo tanto la aplicación de los principios de validez (la norma de inferior
jerarquía que sea contraria a la de superior jerarquía deberá ser declarada
inválida de acuerdo a los procedimientos establecidos en la ley, la ley
posterior tiene preponderancia sobre la anterior y la ley especial sobre la
general) salvo, en el asunto planteado, no han sido necesarias dentro del
proceso de armonización que se ha llevado a cabo, limitándose el mismo a
ordenar la gran cantidad de leyes vigentes que rigen a las sociedades
104

anónimas, para facilitar su manejo y permitir que las sociedades anónimas


cuenten con un instrumento que les simplifique el cumplimiento de sus
obligaciones y ejercicios de sus derechos.

Esta gran cantidad de leyes especiales han nacido con ocasión de regular y
dar respuesta, dada la vetustez del Código de Comercio, a la dinámica
comercial, a las nuevas actividades y relaciones de las sociedades anónimas
y otras sociedades mercantiles, resultando sin duda necesaria una reforma
del Código de Comercio como ley mercantil base, para adaptarlo a la
realidad y evitar la creciente disgregación de normas mediante la creación de
leyes especiales separadas que dificultan el ejercicio del comercio, como ha
sido el caso de las leyes en materia marítima y de seguros, por sólo
mencionar algunos.
CONCLUSIONES

La pronta aplicación de las instituciones incorporadas en la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela, que la diferencia de la anterior
Constitución Nacional, ha generado una gran actividad legislativa que ha
resultado en importantes modificaciones al ordenamiento jurídico a través de
la creación de nuevas normas y cambios a las ya existentes.

Ese proceso de reestructuración del régimen legal venezolano, por haberse


realizado de forma tan desordenada, ha desencadenado en la dificultad para
la aplicación e interpretación de las normas por los sujetos pasivos de las
mismas, sin escaparse a este problema las sociedades anónimas, en cuyo
caso es incluso más complejo por la gran cantidad de instrumentos que les
son aplicables y deben observar, dada la diversidad de sus actividades.

Lo anteriormente expuesto ha dio origen a la necesidad de presentar una


opción para facilitar el manejo de la gran cantidad de leyes que deben
observar las sociedades anónimas aplicables a su constitución, operación y
liquidación, obteniéndose las siguientes conclusiones:

1. Aplicados los principios generales en materia de fuentes de


derecho y observando las particularidades propias del derecho mercantil
puede resumirse la aplicación jerárquica de normas de la siguiente manera:
en primer lugar rige la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela; seguida de la ley mercantil entendida como el conjunto de
principios normativos de derecho positivo que disciplina la materia comercial,
lo que incluye al Código de Comercio y demás instrumentos especiales, con
forma de leyes, actos de gobierno, actos parlamentarios sin forma de ley y
los tratados internacionales que regulan materias económicas; en el tercer

105
106

rango se encuentran las normas reglamentarias que desarrollan la materia


comercial; después la costumbre mercantil (praeter legem); la analogía; el
Código Civil; los principios generales de derecho, y por último, las normas
individualizadas.

En materia mercantil se aplican los principios generales de validez de las


normas, a saber: las normas son obligatorias desde el momento de su
publicación en la Gaceta Oficial o desde la fecha posterior que ella misma
indique; la norma de inferior jerarquía que sea contraria a la de superior
jerarquía deberá ser declarada inválida de acuerdo a los procedimientos
establecidos en la ley; la ley posterior tiene preponderancia sobre la anterior
y la ley especial sobre la general.

2. La constitución, operación y liquidación de las sociedades


anónimas involucran el cumplimiento de hartos requisitos, formalidades y
controles que se han justificado por la protección de terceros que tengan
relación con estas figuras, limitándose la discrecionalidad que caracteriza al
derecho mercantil. En ese sentido, se limitó el estudio a las normas marcos,
de la siguiente manera: en materia de constitución simultánea de las
sociedades, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela esboza
el derecho fundamental que tienen las personas de dedicarse a la actividad
económica de su preferencia así como la libertad de empresa, co n las
limitaciones establecidas en las leyes; el Código de Comercio establece las
formalidades y requisitos que deben cumplir para existir legalmente y la Ley
de Registro Público y del Notariado las exigencias del sistema registral que
necesariamente debe darle vida legal a la sociedad. En un segundo plano se
estudió, la operación de la empresa siendo muy extenso el material que se
debe analizar para tener un conocimiento detallado de todas las obligaciones
empresariales, se resumió en los aspectos considerados principales
107

(mercantil, laboral y tributario), haciendo breves referencias a instituciones


actuales que no deben perderse de vista en la cotidianidad de las
sociedades. Y por último, en cuanto a la liquidación de las sociedades
anónimas se analizó el Código de Comercio, el Código Civil y la Ley de
Registro Público y Notariado. Todas las normas estudiadas son aplicables a
las sociedades anónimas constituidas en el Municipio Los Salias del Estado
Miranda, vigentes hasta octubre de 2007.

3. Al contrastar los instrumentos jurídicos antes mencionados con


las reglas de jerarquía y validez empleadas en el ordenamiento jurídico
venezolano, se observó que no existen contradicciones entre ellos ni
aparentes conflictos entre normas de igual o diferente nivel jerárquico, si no
una mayor regulación y control del más reciente en relación con el anterior.
Sin embargo, parece prudente que la jurisprudencia y la doctrinan aclaren el
asunto planteado sobre los artículos 290 del Código de Comercio, 55 de la
Ley de Registro Público y del Notariado y el 1346 del Código Civil: por
aplicación preferente de la jerarquía de las fuentes del derecho mercantil, la
acción de nulidad, especial por la materia y prescrita en el artículo 55 de la
Ley de Registro Público y del Notariado ¿es el único recurso alternativo que
tienen los accionistas para demandar la nulidad de la asamblea de
accionistas, sustituyendo el ejercicio por parte de éstos de la acción de
nulidad ordinaria prevista en el artículo 1346 del Código Civil?; y, en atención
al tratamiento jurisprudencial dado al artículo 290 del Código de Comercio
¿coexisten para los socios el derecho de oposición prescrito en dicho
artículo, el cual no fue derogado por la Ley de Registro Público y del
Notariado y el ejercicio de la acción de nulidad especial por la materia
consagrada en el artículo 55 de esta última?.
108

4. La mayoría de las normas analizadas en el estudio tienen el


mismo rango jerárquico, leyes mercantiles, con excepción de las
disposiciones contenidas en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, y las de menor rango que fueron tratadas en menor medida por el
mínimo impacto que generan en la vida de las sociedades anónimas. Por
otro lado, salvo lo mencionado en el numeral anterior, durante el análisis de
las leyes mercantiles que rigen la constitución, funcionamiento y liquidación
de las sociedades anónimas, no se observó la existencia de conflictos entre
normas, sino una regulación más exhaustiva de situaciones particulares de
los instrumentos más recientes sobre los anteriores, por lo tanto la aplicación
de los principios de validez no han sido necesaria dentro del proceso de
armonización que se llevó a cabo.

El proceso de armonización que se realizó se limitó a ordenar la gran


cantidad de leyes vigentes que rigen a las sociedades anónimas, en materia
de simplifique, para facilitar su manejo y permitir que las mismas cuenten con
un instrumento que les simplifique el cumplimiento de sus obligaciones y
ejercicios de sus derechos.

La dinámica comercial está exigiendo una adaptación del Código de


Comercio para evitar la creación disgregada de leyes especiales que han
generado la situación descrita que dificulta a la operación de las sociedades
anónimas y en ocasiones las obliga a disolverse, viéndose así afectada la
economía del país.
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