TIRAI LA PIEDRA

"Jesús, pues, moviéndose otra vez mucho en sí mismo, vino al sepulcro, y era una
cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella" (Juan 11.38).

Aquí está claro que tenemos un Dios que nos importa, a punto de demostrar toda su
conmoción públicamente. Jesús lloró, pero no lloró un lamento sin esperanza como los
demás. Él sabía lo que iba a suceder, pero su compasión lo llevó a las lágrimas.

En aquel tiempo, los sepulcros

normalmente eran cuevas talladas en las montañas. Eran suficientemente grandes
para que las personas pudieran caminar de entre ellos. Los cuerpos de los difuntos
eran colocados en la tumba, y una gran piedra cerraba la entrada de la tumba.

"Jesús dijo: Quita la piedra. Marta, hermana del difunto, le dijo: "Señor, ya huele mal,
porque es ya de cuatro días" (Juan 11.39).

Una de las primeras reacciones de las personas, ante problemas de difíciles

soluciones, es sólo ver obstáculos. Eso es lo que María vio: "Señor, ya huele mal,
porque ya es de cuatro días" .

De nada adelantaría quitar la piedra de la entrada de la tumba de su hermano Lázaro.

Hacer Lázaro volver a la vida era una tarea imposible a los hombres, pero posible a
Dios. Quitar la piedra, sin embargo, era una tarea que los hombres podrían hacer. Y
Jesús dejó ese trabajo a su cargo.

"Jesús dijo: Quita la piedra. ¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?
"(Juan 11.39,40).

Un milagro requiere una asociación entre Dios y el hombre. El hombre entra con la
fe; Dios entra con la acción sobrenatural. Si el hombre no viene con usted, la fe, el
milagro no llega, porque "sin fe es imposible agradar a Dios" . Es obvio que Dios
puede hacer todo sólo, pero agrada a Dios la fe en él depositada por el hombre. Por lo
que la Biblia dice: "Deléitate en el Señor, y él va a satisfacer los deseos de tu
corazón" (Salmo 37,4).
 El evangelio de Mateo 13.57,58 registra que Jesús dejó de hacer milagros en Nazaret
debido a la incredulidad de las personas.

"Y se escandalizaron en él. Jesús, sin embargo, les dijo: No hay profeta sin honra, a
no ser en su propia patria y en su casa. Y no hizo allí muchas maravillas, a causa de
su incredulidad.

Una cosa es la fe teórica; otra cosa es la fe probada, vivenciada; es la maravillosa

experiencia de la relación hombre / Dios en los momentos más difíciles de la vida.

"Sacaron, pues, la piedra de donde el difunto yacía. Y Jesús, levantando los ojos
hacia arriba, dijo: Padre, gracias te doy, por haberme escuchado "(Juan 11.41).

Al parecer, la declaración de Jesús aquí es una referencia a los versículos 25 y 26,

que dice: "Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque
esté muerto, vivirá; Y todo aquel que vive, y cree en mí, nunca morirá. ¿Crees esto?
" . Y una respuesta a los mensajeros se describe en el versículo 4: "Y cuando Jesús
lo oyó, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que
el Hijo de Dios sea glorificado por ella."

Hay veces que, ante una tribulación, de un problema de difícil solución, nos sentimos
desanimados, abatidos, y no tenemos disposición para remover la piedra que impide
nuestro acceso a la solución de los problemas; sólo pensamos en el "mal olor" de los
problemas.

Pero Dios, que es más grande que todos los problemas, nos dice: Quitad la piedra! Si
no eliminamos la piedra de nuestra incredulidad, si no nos ejercitamos nuestra fe,
nos vamos a perder la oportunidad de decir con Job, "Sé que sólo se escucha, pero
ahora mis ojos te ven" (Job 42,5).

¿Estás pasando por alguna situación difícil? Este problema ya es de "cuatro días" y ya
"huele mal"? ¿Ha recurrido a Dios y la respuesta aún no ha llegado?
Continúa confiando, Él sabe el tiempo de darte la bendición.
No desanime, quitar la piedra significa hacer su parte para la solución del problema.
Ejerciera su fe, pero Dios espera que usted haga su parte, sin lo que usted no verá la
gloria de Dios.
 Y cuando vino Jesús a Cafarnaún, los cobradores de impuestos preguntaron si él no
pagó dracmas. Jesús pidió que Pedro fuera al mar y pescar el primer pez que subía y
abrirle la boca y sacar una moneda llamada estater. (la moneda usada para pagar el
 impuesto ya no estaba en circulación, por lo que era común que el impuesto se pagara
por dos hombres con un estante, que valía cuatro dracmas).
 Dios a través del profeta á Naamán inmersión en el río siete veces para ser curado de
la lepra.
 Jesús dijo a sus discípulos para poner en marcha de nuevo la red de mar para tener
éxito en la pesquería.
 Jesús envió a los apóstoles recogen cinco panes y dos peces al multiplicar y alimentar
a la multitud.
 Jesús les dijo a los sirvientes en las bodas de Caná de Galilea llenar los frascos con
agua que se convirtió en vino.

¿Queremos ver milagros en nuestra vida? No dudamos de las promesas de Dios. Si

se enfrenta con un problema que nos envía la piedra que sirve como una barrera a la
solución esperada, obedecen.

Dios sabe hasta dónde va nuestra capacidad de luchar, y no dejará que carguemos
cargas superiores a nuestra fuerza. Él no espera lo imposible de nosotros, y sabe el
tiempo oportuno de actuar en nuestro favor.

Jesús dijo en Mateo 11.29,30:

"Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi
carga es ligera.

Entonces, cuando ante un problema sientas que, realmente, nada puedes hacer, y que
se ha agotado toda tu capacidad física, mental, emocional y espiritual, recuerda que
Dios es mayor que todos los problemas, y que aún te queda la fe.

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