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POLITICA A TRAVES DEL TIEMPO

EDAD ANTIGUA. Hace unos 5 000 años, y termina con la caída del imperio romano en el año 476
después de Cristo (siglo V).

La edad antigua es el periodo de a historia que se inicia con la intervención de la escritura hacia el 3000
a.c y finaliza con la caída del imperio romano de occidente en el 476 d. c.

Durante la Edad Antigua surgieron las primeras grandes civilizaciones como el Antiguo Egipto, la Antigua
Grecia y la Antigua Roma.

Durante este periodo aparecieron los primeros estados centralizados, se invento la escritura, se
desarrollaron diferentes sistemas políticos que siguen existiendo hasta el día de hoy (como la
monarquía y la democracia).

Aunque estas sociedades no desarrollaron una idea particular de la política, si mantuvieron una serie de
características especificas que les permitía organizarse socialmente.

En la historia de las primer civilizaciones solo se conocieron dos formas políticas: la ciudad y el
imperio, las cuales tenían grandes características:

1- La ciudad: Las primeras ciudades- Estados aparecieron en Mesopotamia sumeria hacia el 3500
a.c. se trataba de un núcleo urbano que ejercía la autoridad sobre un territorio, el cual era
campo de abastecimiento. La ciudad era el campo político y religioso y se simbolizaba en el
templo y en el palacio. Ambos estaban unidos por el carácter sagrado de la urbe lo que la
convertía en el eje de las actividades religiosas, económicas, artísticas, y administrativas.
Grecia y Roma también comenzaron su ejercicio político a partir de la ciudad- Estado, paso
previo para convertirse en imperio. Estas ciudades eran autárquicas, es decir, se gobernaban así
mismas, pero cuando una civilización estaba dividida en varios centros políticos autárquicos se
denomina poliarquía.
2- Imperio: Por imperio se entiende como un conjunto de Estados regidos por un emperador, este
término se suele utilizar para denominar a cualquier momento histórico en el que una nación ha
tenido el control de una importante extensión de territorio.

La- “Época
Civilización sumeria
Clásica” (3500 -1750
o “Antigüedad a.C) es un período de la historia ubicado entre la Alta Antigüedad
Clásica”,
- Civilización
(cuando egipcia
aparecieron las(3300-332
primerasa.C)
civilizaciones de Oriente Próximo Antiguo) y la Baja Antigüedad (la
- Civilización griega (1200
transición hacia la Edad Media). – 146 a.C).
- Civilización Romana (753 a.C – 476 d.C).
La Época Clásica cuenta con dos representantes fundamentales: Platón y Aristóteles.

A Platón (427 a 347 a.C.) se le considera como el primer filósofo que propuso cómo debe ser un Estado, es
decir, un modelo ideal de sociedad que sirviera de guía normativa y axiológica a los Estados reales de su
tiempo, pues como comenta Bobbio (2006):

El diálogo de la República es una descripción de la república ideal, que tiene como fin la realización de la
justicia entendida como la atribución a cada cual de la tarea que le compete de acuerdo con las propias
aptitudes. (...) Pero este Estado no ha existido hasta ahora en ningún lugar (Bobbio, 2000, p. 21).
Edad Media:

La Edad Media es el período de la historia comprendido entre la caída del Imperio Romano de Occidente, en
476 d. C., y la llegada de los españoles a América, en 1492. Este periodo histórico se encuentra entre la Edad
Antigua y la Edad Moderna.

Un representante de las ideas políticas de la Edad Media es Santo Tomás de Aquino. Una de las ideas que
sostiene es acerca del origen divino de las leyes, dado que estas tienen como objetivo perfeccionar la vida
moral y social del ser humano. Son las leyes eternas, naturales, divinas y humanas que en su conjunto brindan
una orientación ética a la organización social y política de los seres humanos.

Tradicionalmente, se consideró que la Edad Media fue una época de opresión religiosa y restricción de la
cultura, las ciencias y el conocimiento. Sin embargo, diferentes estudios académicos actuales matizan esta
visión y proponen una explicación más profunda y compleja sobre el periodo.

Durante la Edad Media, el poder de los Estados europeos se vio debilitado a favor de señores feudales, grandes
terratenientes que se ocupaban de la seguridad de sus tierras. La organización política, económica y social giró
en torno a los feudos, en los que los campesinos trabajaban a cambio de la protección y el amparo de su señor
feudal. Además, durante este periodo surgió la religión musulmana y se expandió por la península arábiga, el
Medio Oriente, el norte de África y el sur de Europa. En contraposición, la Iglesia cristiana se desarrolló como
una fuerza fundamental en Europa, que dio identidad cultural a las diferentes unidades políticas en el
continente.

Desde la caída del Imperio Romano de Occidente, se disolvió la unidad política, cultural y administrativa que
existía en torno al mar Mediterráneo. El continente europeo, el norte de África y el Cercano Oriente asiático
pasaron a ser áreas de disputa entre diversos pueblos e identidades culturales.

Reinos romano-germánicos. Durante el siglo V d. C., diferentes pueblos de origen germano se establecieron en
los dominios del Imperio romano. Con la caída del Imperio, estos pueblos se convirtieron en reinos
independientes. Aunque algunos desaparecieron rápidamente, otros prosperaron durante varios siglos. Los
principales reinos romano-germánicos fueron los de los visigodos, suevos, francos, burgundios, ostrogodos,
vándalos y anglosajones.
Imperio carolingio. Durante los siglos VIII y IX d. C., bajo la dinastía de los carolingios, el reino franco logró
consolidar su autoridad política y territorial a través de una alianza con el papado cristiano. Durante el
reinado de Pipino el Breve y Carlomagno, el Imperio se consolidó estableciendo lazos de fidelidad personal
con la aristocracia guerrera, a cambio de tierras y privilegios reales. A la muerte de Carlomagno en 814 d. C.,
estallaron disputas por la sucesión del imperio, que finalmente terminó dividiéndose en diferentes reinos.

Feudalismo. Con la segunda oleada de invasiones (normandos, magiares, sarracenos y eslavos), los reinos
herederos del imperio Carolingio debieron recurrir a la aristocracia guerrera para defender los territorios, y
su poder se fue debilitando. En el continente europeo se impuso un sistema político, económico y social
llamado feudalismo, en el que los señores feudales (de origen guerrero o religioso) administraban justicia,
protegían y controlaban sus territorios.

Fortalecimiento de las monarquías. La crisis del siglo XIV disminuyó el poder de los señores feudales y
permitió el fortalecimiento de la autoridad de los reyes. Inglaterra, Francia y los reinos cristianos de la
península ibérica se aliaron con las burguesías locales e impulsaron políticas para controlar a los nobles.

Estados Pontificios. Además de ser la religión imperante en Europa, la Iglesia Cristiana se constituyó como un
poder político territorial, cuyos principales territorios se encontraban en la península itálica. En términos
políticos, el Papa se atribuía la función de representar a Dios en la Tierra y afirmaba estar por encima de
cualquier autoridad terrenal. En el ámbito económico, la Iglesia era dueña de extensas propiedades y
acumulaba riquezas que obtenía a través de limosnas, el diezmo, donaciones y herencias de reyes y señores
feudales. Desde el siglo XI, el Papa cristiano convocó a los reyes y señores cristianos a reconquistar Jerusalén,
que estaba bajo el poder de los califatos musulmanes. Entre 1096 y 1291 d. C., se sucedieron las guerras
cruzadas que, si bien tuvieron algunas victorias temporales, fueron finalmente derrotadas por los
musulmanes.
Modernidad:

La modernidad es un conjunto de procesos sociales e intelectuales que surgieron en Europa a partir del
siglo XV, al comienzo del Renacimiento, y que marcaron el fin de la Edad Media.

El pensamiento político moderno estuvo fuertemente ligado al desarrollo de los Estados absolutos. Para el
siglo XVII se dio una de las transformaciones a nivel político más importantes de la historia, y esta fue
justamente la consolidación del absolutismo monárquico.

Características de la modernidad

- La modernidad surgió como fenómeno social e intelectual en Europa occidental en el siglo XV.
Coincidió con el comienzo de la Edad Moderna y se extendió posteriormente a la mayor parte del
mundo.
- En términos intelectuales, la modernidad supuso el abandono de la ortodoxia religiosa en el modo
de comprender el universo e intervenir en el mundo, y su reemplazo por la razón, la lógica y el
método científico.
- El énfasis puesto por la modernidad en el individuo crítico y racional se relacionó en el ámbito del
pensamiento y el arte con el abandono del teocentrismo en favor del antropocentrismo, manifiesto
en el humanismo y el Renacimiento. Los efectos de la Reforma protestante pudieron haber
contribuido también a sustentar este hincapié en el individuo.
- En términos políticos, la modernidad supuso la conformación de Estados-nación y el despliegue de
ideologías políticas que fomentaron la división de poderes, como el liberalismo.

Se desarrolla el pensamiento de Thomas Hobbes (1588-1679), quien en esencia rechaza el carácter


institucional de los soberanos y vuelve a poner sobre la mesa de discusión el tema de la soberanía,
desarrollado por Bodin en el Renacimiento (Chevallier, 1967). El tema se presenta oportuno, puesto que el
Estado moderno, entonces, se había configurado como un detentor de la propia soberanía, oscilante entre
la función autoritaria suprema y la posibilidad de unir sus funciones al ejercicio del poder.

Por otro lado, en la Francia monárquica del Siglo XVII cobran importancia los desarrollos de Jacques Bossuet
(1627-1704). El autor afirma que en el curso de los acontecimientos humanos no existe fortuna o azar sino
un providencialismo o intervención divina. El autor justificará su propuesta tomando elementos de
Aristóteles, Hobbes y la tradición bíblica cristiana, para llegar a la conclusión de que existe un Estado de
conflicto que evoluciona hacia una configuración política y social y al establecimiento de un gobierno. Sin
embargo, se apartará de la perspectiva de Hobbes al defender el derecho soberano de un monarca y el
absolutismo monárquico (Bossuet, 1974).
ILUSTRACION:

La Ilustración es el periodo histórico que va de 1750 a 1800 y es caracterizado como una época de
desarrollo intelectual sin precedentes en la que predominó el pensamiento filosófico y científico, el cual
tenía como su enfoque principal el uso de la razón como agente de resolución de los problemas
imperativos del hombre y la sociedad.

En la historia del pensamiento político, la Ilustración representa un momento de madurez intelectual y se


concentrará en el análisis del Estado en sí. En este periodo, el Estado ya no es una construcción o una
abstracción, sino una institución formal, con poder y coerción en consolidación. En esta línea de ideas, el
pensamiento político advertirá que, para para comprender y justificar el origen de la autoridad del estado, es
necesario que el poder civil desarrolle una teoría científica y formal. En la Ilustración también podemos
encontrar el desarrollo de múltiples teorías sobre el Estado en las que la discusión central se enfoca
nuevamente en la soberanía y en la resistencia jurídica a Estados despóticos.

El contexto político de la Ilustración:

Dos factores políticos influyeron en el surgimiento del pensamiento ilustrado:

La Revolución Gloriosa (1688) en Inglaterra, que instauró una monarquía parlamentaria e impulsó nuevas
formas de entender la relación entre la política, el pensamiento y el crecimiento económico.

La vigencia del absolutismo en Francia, cuyo monarca absoluto gobernaba “por derecho divino” sobre una
sociedad dividida en estamentos, en la que el clero y la aristocracia tenían privilegios heredados. Algunos
ilustrados franceses veían en Inglaterra un modelo de “progreso” frente al oscurantismo religioso y la tiranía
política del Antiguo Régimen francés.

En cuanto al pensamiento político ilustrado, hay autores destacados como Voltaire, Rousseau, Diderot,
Montesquieu y John Locke. El pensamiento de estos personajes estaba basado en elementos como la
filosofía empirista, el utopismo renacentista, el ideal de hombre cosmopolita, el permanente pensamiento
crítico frente a todo tipo de dogma y en una confianza en el progreso de la humanidad. Con estas ideas no
tolerarían la operación de regímenes absolutistas o monarquías y dedicarían significativos esfuerzos para
combatirlos. La materialización de los ideales ilustrados se puede encontrar en la Enciclopedia (1751-1772)
de Diderot y D´Alembert, obra que influyó fuertemente para que se llevara a cabo la Revolución Francesa.
LIBERALISMO:

Es un movimiento ideológico originado hacia el siglo XVII y consolidado en el siglo XIX Se caracteriza por la
supresión del intervencionismo estatal en las áreas económica, social, política, etc. Este movimiento fue
desarrollado por Adam Smith (1723-1790), escritor de La Riqueza de las Naciones, base fundamental de la
propia ideología liberalista. Smith considera que el Estado no tiene la atribución de intervenir en los procesos
económicos, es eso una violación a la libertad de producir de los hombres, quienes lo hacen de manera
independiente y siguiendo intereses propios sin obedecer a ninguna autoridad central. El éxito de una sociedad
consistirá en este grado de libertad.

El liberalismo retoma elementos del iusnaturalismo ilustrado y es apoyado principalmente por los llamados
economistas de la escuela clásica (Robert Malthus, Adam Smith, David Ricardo) y pensadores como Alexis de
Tocqueville (1805-1859) y John Maynard Keynes.

Época Contemporánea.

La Edad Contemporánea es el período histórico que abarca desde el inicio de la Revolución francesa en 1789
hasta la actualidad. Durante la Edad Contemporánea se dieron las revoluciones industriales que
transformaron las formas de producción, las relaciones de trabajo y el modo de vida de gran parte de la
población. Desde fines del siglo XVIII, se produjeron revoluciones liberales que buscaron implementar
regímenes políticos acordes al nuevo sistema económico capitalista que, a su vez, se consolidó a nivel
mundial. En este marco, resaltan las revoluciones de las décadas de 1820 y 1830, los movimientos
independentistas americanos y la llamada “Primavera de los pueblos” de 1848.
Desde principios del siglo XIX, las sociedades americanas coloniales lucharon por su independencia, que
lograron en casi todo el continente. Las nuevas naciones latinoamericanas se consolidaron como estados
independientes a través de guerras, periodos de inestabilidad política y regímenes autoritarios.

Etapas de la Edad Contemporánea

En la Edad Contemporánea se pueden identificar los siguientes periodos:

1789-1848: Revolución y restauración. Desde la Revolución francesa se extendió el liberalismo por Europa.
Las monarquías reprimieron las revoluciones, pero debieron adaptarse a la nueva era.

1848-1914: Capitalismo e Imperialismo. Con la Segunda Revolución Industrial se consolidó el capitalismo en


Europa y los Estados comenzaron a competir por el control de recursos, territorios y mercados.

1914-1918: Primera Guerra Mundial. La guerra entre las potencias europeas se convirtió en un conflicto
mundial, con consecuencias en muertes y destrucción sin precedentes.

1918-1939: Periodo de entreguerras. La mecanización y las nuevas formas de energía generaron un auge
productivo que se tradujo en la prosperidad económica de “los años veinte”. Sin embargo, la década de los
años treinta estuvo marcada por la Gran Depresión, una gran crisis económica que afectó a las nuevas
potencias.

1939-1945: Segunda Guerra Mundial. La mayor parte de los países del mundo quedaron alineados bajo
alguno de los bandos que se enfrentaron en el conflicto, con batallas y frentes en todos los continentes.

1945-1989: Guerra Fría. La oposición entre el bloque capitalista-occidental (liderado por Estados Unidos) y el
bloque comunista-oriental (liderado por la URSS.) marcó el desarrollo, la historia y la economía de los
diferentes países del mundo.

1989-Presente: Globalización. La incorporación de los diferentes países en una economía global generó un
proceso de integración política, social y cultural de las diferentes sociedades. Los avances tecnológicos en las
comunicaciones y en la informática revolucionaron la vida cotidiana.

Durante la Edad Contemporánea, los ideales políticos, las formas de gobierno y los diferentes poderes locales
e internacionales se fueron transformando a través de revoluciones, conflictos armados y guerras de un
alcance territorial sin precedentes.

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