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FICHA PERSONAL

Gahel Farith Sánchez Acosta. Celular: 93786952


Nacido el 01 de septiembre del 2002; Hospital San Francisco, Juticalpa.

▪ Datos familiares:

Hijo de Pedro Amador (QDDG) Y Lesbia Cenovia Sánchez quien después de la muerte
de su primer pareja contrajo matrimonio con Marlon Meza; residentes en el municipio
de San Francisco de Becerra, donde ella trabaja como maestra de educación primaria
en una escuela rural de la aldea Bella Vista que dista a 1 hora del casco urbano y él es
dueño de una pequeña empresa de venta de material para construcción.

En la vivencia religiosa actual, después de nacer, vivir y obtener los sacramentos en el


seno de la Iglesia católica, por problemas ajenos a mi conocimiento decidieron dejar de
asistir y ahora con muy poca regularidad asisten a una congregación protestante. Sin
embargo, aunque en el inicio de este proceso, no tomaron la noticia como el mejor plan
que podía emprender para mi vida, incluso fui desterrado de casa de mis abuelos; pero
ahora después de 2 años la realidad se ha ido transformando en un entorno familiar
mejor donde mis padres han acepto que cualquier cosa que realice lo haga porque ha
nacido de mí.

El núcleo familiar está compuesto por 5 hijos y evidentemente 2 padres, soy el segundo
de mis hermanos, los dos que llegaron después de mí están en EEUU por motivos de
salud y estudio ( mis padres estuvieron en EEUU y ahí nacieron ellos dos, obteniendo
así la nacionalidad estadunidense).

▪ Datos vocacionales

Perteneciente a la Diócesis de Juticalpa, de la parroquia San Francisco de Asís en el


municipio de San Francisco de Becerra. Mi vocación nació de una manera tan
misteriosa; cuando ya estaba por empezar a construir mi vida, comenzando una carrera
universitaria y con una novia con la que había prometido casarme y ya habían miles de
proyectos en mente. Comencé a sentir una inquietud, ¿sacerdote? ¿yo? En ese
momento hasta me reí y me dije: “deja de pensar tonteras”.

Estuve coordinando la pastoral juvenil en la parroquia lo cual me hizo muy cercano a


mi párroco y en un momento se lo expresé y todavía llevo sus palabras: “nada pierdes
con intentar”. Comencé a asistir a los encuentros vocacionales y cada vez me interesaba
más la vida del sacerdote y sus servicios en la sociedad. Al final de mi primer año de
acompañamiento decidí tomar total seriedad así que por eso pedí un año más, y después
de la ruptura amorosa con mi novia sentí que todos los planes míos se habían
desvanecido y solo me queda una cosa: la confianza de Dios.

Así pues, en el 2022 hice mi proceso total y fui aceptado; todavía hay noches en las que
le digo al señor: ¿Me elegiste a mí? ¿sacerdote yo? Y con una sonrisa me abandono
totalmente en seguir buscando la voluntad de Dios en mi vida. Solo estoy seguro de una
cosa, todavía estoy discerniendo pero mirando hacia el sacerdocio. En mi proceso, el
promotor vocacional padre Alejandro Ruíz fue quien me acompañó los 2 años y también
recibí de mi párroco mucha ayuda y motivación. A continuación, el 2023 ingrese
directamente al seminario mayor, al año introductorio, donde pasé tantas experiencias
bonitas y únicas, también unas pocas malas experiencias; siento que es un año único en
la formación del seminario ayudando a no entrar de lleno la realidad de la vida en la
formación sacerdotal.

▪ Datos del proceso formativo

Actualmente en I de filosofía, siendo miembro de la dimensión humano-comunitaria del


grupo de vida y, además, estoy trabajando en el servicio del invernadero, en donde nos
encargamos de producir verduras para todos los hermanos del seminario.

El año propedéutico 2023, tuve el acompañamiento del padre Bernardino Lazo; el


encargado de nosotros diócesis de Juticalpa es el padre Juan Antonio Hernández y
como acompañante del grupo de vida es el padre Ángel Gabriel López.

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