Pastoral Familiar Santa Rita de Casia

Encuentro 5
LOS JÓVENES, LA GENEROSIDAD Y EL DISCERNIMIENTO

Cantamos: Himno a la familia.

Ubicación:
Queridos hermanos, llegamos a la última reflexión de esta semana de la familia, y por supuesto
no podemos finalizar sin hablar de los jóvenes, porque muchos de ellos se distinguen por su
entrega generosa, su alegría y compromiso.

Objetivo:
Los jóvenes en conjunto a las familias reconocen que el discernimiento vocacional es una tarea necesaria para encontrar
su lugar en la Iglesia y la sociedad, a través del redescubrimiento de la voluntad de Dios.

Oración inicial:
Señor queremos agradecerte esa mirada de amor que tienes para cada uno de nosotros, danos un corazón siempre joven
para entregarte nuestras fuerzas y concédenos esa mirada atenta a las necesidades de los más débiles.
Ayúdanos a escuchar tu llamada a dejarlo todo y seguirte, que no tengamos miedo de soltar lo que tenemos para ir
detrás de tus huellas.
Que tu Espíritu nos ayude a discernir el bien del mal y que podamos siempre seguir lo que es grato a tus ojos. Amén.

Me asomo a la realidad. (Ver)

La familia López González, formada por Don Jorge, que es empleado de una empresa por muchos años, Doña Sofía que es
ama de casa, Roberto de 26 años, recién egresado de la universidad y con su primer trabajo, Pedro de 18 años que se
encuentra estudiando la licenciatura y Ana de 15 años de edad que acaba de ingresar al bachillerato, se caracterizan por
ser una familia ejemplar. Por mencionar algunas características de los López González, son buenas personas por tener
buenas actitudes, buenos modales, buenas relaciones personales, buenos resultados académicos, cumplen siempre con
sus responsabilidades tanto del trabajo como de la escuela, siempre cumpliendo con sus deberes sociales y civiles.
Cierto día, Sofía platicando con su hija Ana, mientras realizaban la cena de Año Nuevo, le preguntó que cual eran sus
propósitos para el nuevo año, a lo cual Ana le comentó que ella quería seguir estudiando para poder tener un buen
trabajo y así disfrutar la vida, - Quiero viajar, comprarme lo que quiera, tener muchos amigos, divertirme, tener mis propias
cosas así como lo hace ya mi hermano Roberto -. Sofía se quedó pensando lo que su hija le había comentado, ya que su
hijo mayor ya hace eso, es soltero y no tiene planes de vida, solo quiere trabajar y “disfrutar de la vida” , no quiere tener
hijos ni formar una familia.
Sofía le platico a su esposo de lo que había conversado con su hija, el cual se extrañó mucho por la respuesta de su hija,
pero Don Jorge no le causo ninguna duda la respuesta, ya que él sabe que sus hijos son buenos muchachos, lo que le
inquieta a Doña Sofía es que a ninguno de ellos los ve casados. Doña Sofía con cierta inquietud le pregunto a su madre, la
abuelita María si estaba bien lo que sus hijos quieren como plan de vida, a lo cual le respondió que una de las vocación es
la soltería, si ellos asi lo eligen, todo estará bien. Sofía logro estar más tranquila pero no sabía si sus hijos estaban
decidiendo la vocación correcta, ya que nunca fomento ni enseño las diferentes vocaciones que hay.

Preguntas de reflexión
¿En algún momento el matrimonio de Don Jorge y Doña Sofía tuvieron alguna platica sobre que vocación deberían
orientar a sus hijos cuando ya fueran adolescentes?
¿Aunque a los hijos del matrimonio se les crio para que tuvieran buenos valores y fueran personas respetables en la
sociedad, porque no quieren tener hijos?
¿Deben sentir que no hicieron un buen trabajo como padres al no orientar a sus hijos en formar una familia?

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Me dejo iluminar por Dios. (Pensar) Efesios 4:1, 1 Corintios 7:20,

¿Qué dice el texto? ¿De qué trata la lectura? ¿Cómo ilumina la lectura a la historia?

Guía para el animador

Los jóvenes se encuentran inmersos en una realidad distinta a la de sus padres, realidad llena de desafíos y de
oportunidades. En estas circunstancias los proyectos que tienen los padres hacia los hijos, no siempre son los mismos.
Los jóvenes buscan el sentido de su vida en comunidades que los apoyen, los inspiren, que sean auténticas y abiertas:
comunidades que les empoderen.
Como miembros del pueblo de Dios, es fundamental mirar que los jóvenes son un lugar teológico, es decir la presencia de
Dios está en ellos, son presente y son futuro de la Iglesia y la sociedad.
La realidad que vivimos hoy, es que muchos jóvenes no se deciden a discernir lo que Dios pide porque, ante tantos
fracasos matrimoniales, ante tanta infelicidad y egoísmo el joven vive la vida sin hacerse la pregunta vocacional ¿Qué
quiere Dios de mí? y descubrir que todo camino, toda vocación exige una respuesta y una renuncia.
Los padres o tutores deben acompañar al joven a realizar su proyecto de vida, el cual incluya el aspecto vocacional.
Como padres pocas veces sabemos qué piensan nuestros hijos sobre su vocación y nuestras expectativas nos impiden
acercarnos con una aceptación incondicional al plan que Dios tiene para ellos.
Reflexionemos:
¿Cuáles son tus expectativas como padre sobre la vida de tus hijos (qué esperas de ellos)?
¿Alguna vez les has preguntado a tus hijos por su vocación?
¿Consideras que la vocación sacerdotal o religiosa es una verdadera opción para tus hijos?
¿Con qué temores te enfrentas al considerar que tus hijos pueden consagrarse a Dios?
¿Le propones o invitas a tus hijos a tomar sus Círculos Vocacionales con el mismo interés como cuando los llevaste al
catecismo o con el mismo interés que les propones una carrera profesional?

Conclusión
Construyamos puentes de comunicación que hagan sentir a los hijos que su familia es un lugar seguro donde recibirán el
apoyo para seguir el plan que Dios tiene para ellos y así descubrir su vocación.

Me comprometo y transformo mi realidad. (Actuar)

Como familia te invitamos a realizar la oración por las vocaciones durante una semana, para pedir por el correcto
discernimiento y acompañamiento de nuestros miembros de la Iglesia y familia.
Como joven considerar tomar los procesos vocacionales y discernir ese llamado que Dios tiene para mí en el matrimonio,
vida consagrada o sacerdocio.

Agradezco a Dios. (Celebrar)

Hazme desear y elegir sólo lo que me conduce a mi fin.
Dios eterno y todopoderoso, tú que nos has creado, a mis hermanos y hermanas, y a mí, para alabarte, respetarte servirte,
y llegar un día hasta ti.
Tú nos has dado a los hombres todas las cosas de la tierra, para que con tu ayuda vivamos conforme a nuestra vocación.
Concédeme la clarividencia de discernir lo que me conduce a ti, para que lo elija; y lo que me separa de ti, para que lo
rechace.
Concédeme tu Espíritu Santo, para que desee y elija lo que me conduce al fin para el que he sido creado. Amén.

Dulce madre…

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