El metasomatismo es un proceso geológico en el cual las rocas son alteradas químicamente

debido a la interacción con fluidos hidrotermales, magmas o gases. Este proceso puede ocurrir
en una amplia variedad de condiciones geológicas y puede resultar en cambios significativos en
la composición mineralógica y la textura de las rocas afectadas.

Durante el metasomatismo, los fluidos transportan iones disueltos y otros componentes

químicos que pueden reaccionar con los minerales de la roca original, provocando la disolución
de algunos minerales y la formación de nuevos minerales. Este proceso puede tener lugar en
diferentes escalas, desde pequeñas alteraciones localizadas hasta la formación de grandes
zonas de metamorfismo.

El metasomatismo juega un papel importante en la formación de depósitos minerales, ya que

puede concentrar y redistribuir metales y otros elementos valiosos. Por ejemplo, los fluidos
hidrotermales ricos en metales pueden transportar y depositar minerales como el oro, la plata,
el cobre y el zinc en las zonas de alteración metasomática.

Además, el metasomatismo puede contribuir a la formación de yacimientos de minerales

industriales y piedras preciosas, así como influir en la evolución de la corteza terrestre y en la
génesis de ciertos tipos de rocas metamórficas.

En resumen, el metasomatismo es un proceso geológico fundamental que puede tener

importantes implicaciones en la formación de depósitos minerales, la evolución de la corteza
terrestre y la génesis de ciertos tipos de rocas.