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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

CATEDRA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL

ASPECTOS LEGALES PARA LA CONSERVACIÓN


DEL MEDIO AMBIENTE

Angelie Arellano
C.I. 29.821.239
Sección 34
Los aspectos legales para la conservación del medio ambiente desempeñan un papel
fundamental en la protección y preservación de nuestro entorno natural. Estos marcos normativos
establecen reglas y regulaciones que guían nuestras acciones hacia prácticas más sostenibles y
responsables con el medio ambiente. Desde la prevención de la contaminación hasta la promoción
de la biodiversidad y la participación ciudadana en la gestión ambiental, estos aspectos legales son
la columna vertebral de nuestros esfuerzos para asegurar un futuro más limpio y saludable para las
generaciones venideras. Al proporcionar un marco claro de responsabilidades y deberes, los
aspectos legales para la conservación del medio ambiente nos ayudan a proteger los recursos
naturales que son esenciales para nuestra supervivencia y el bienestar de todos los seres vivos en
el planeta.

ASPECTOS LEGALES INTERNACIONALES

Los convenios internacionales, también conocidos como tratados internacionales o acuerdos


internacionales, son acuerdos formales celebrados entre dos o más países o entidades
internacionales. Estos convenios establecen reglas, normas y compromisos mutuos sobre una
variedad de temas, que van desde cuestiones ambientales y derechos humanos hasta comercio
internacional y seguridad. Los convenios internacionales son instrumentos jurídicos vinculantes
que obligan a los países que los ratifican a cumplir con las disposiciones y obligaciones
establecidas en ellos.

Dentro de la rama medioambiental a nivel internacional, podemos encontrar una variedad de


estos convenios que apoyan en la conservación de la biodiversidad y del planeta.

1. El protocolo de kyoto

El Protocolo de Kyoto es un acuerdo internacional que se adoptó en diciembre de 1997 en la


ciudad de Kyoto, Japón, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(COP3). Este protocolo es un anexo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático (CMNUCC) y establece compromisos vinculantes para los países
industrializados y desarrollados con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI).

Los objetivos principales del Protocolo de Kyoto son:

1. Establecer metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para los países
industrializados.
2. Fomentar la cooperación internacional para abordar el cambio climático.
3. Facilitar la implementación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.

El Protocolo de Kyoto introdujo el concepto de "compromisos cuantificados de reducción de


emisiones" para los países industrializados, en el que cada país tiene un objetivo específico de
reducción de emisiones en comparación con los niveles de referencia establecidos. Estos
compromisos se conocen como "objetivos de Kyoto".

Para alcanzar estos objetivos, el Protocolo de Kyoto estableció tres mecanismos de flexibilidad:

1. Comercio de Emisiones: Permite a los países que han superado sus objetivos de reducción
comprar créditos de carbono de países que han logrado reducciones más allá de sus
compromisos.
2. Implementación Conjunta: Permite a los países industrializados invertir en proyectos de
reducción de emisiones en otros países industrializados.
3. Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL): Permite a los países industrializados invertir en
proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo como una forma de
compensar parte de sus propias emisiones.

El Protocolo de Kyoto entró en vigor el 16 de febrero de 2005 y tuvo un período de compromiso


inicial que abarcó desde 2008 hasta 2012. Sin embargo, el protocolo fue ampliamente criticado
por su falta de participación de grandes emisores como Estados Unidos y China, y por no tener
objetivos vinculantes para los países en desarrollo. A pesar de ello, el Protocolo de Kyoto sentó
las bases para futuras negociaciones internacionales sobre el cambio climático y sigue siendo un
hito importante en la historia de la acción climática a nivel mundial.
2. Convenio sobre la Diversidad Biológica

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es un tratado internacional que fue adoptado
durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992 y entró en vigor en 1993. Este convenio
es el primer acuerdo global legalmente vinculante que aborda la conservación de la biodiversidad,
el uso sostenible de sus componentes y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados
de los recursos genéticos.

Los principales objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica son:

1. Conservación de la diversidad biológica: Proteger y conservar la variedad de formas de vida


en la Tierra, incluidas las especies vegetales, animales y microbianas, así como sus hábitats
y ecosistemas.
2. Uso sostenible de los recursos biológicos: Promover el uso de los recursos naturales de
manera que se asegure su disponibilidad a largo plazo y se evite la sobreexplotación.
3. Repartición justa y equitativa de los beneficios: Garantizar que los beneficios derivados de
la utilización de recursos genéticos sean compartidos de manera justa y equitativa entre los
países proveedores y los usuarios.

3. Acuerdo de París

El Acuerdo de París es un acuerdo internacional sobre el cambio climático adoptado en


diciembre de 2015 durante la vigésima primera conferencia de las partes de la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), celebrada en París, Francia. Es
un hito significativo en los esfuerzos globales para abordar el cambio climático y sus impactos.

Los principales objetivos del Acuerdo de París son:

1. Limitar el calentamiento global: El acuerdo establece como objetivo limitar el aumento de


la temperatura global muy por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales, y
continuar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1.5°C. Se reconoce que
limitar el calentamiento global a 1.5°C reduciría significativamente los riesgos y efectos
adversos del cambio climático.
2. Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): Los países que son parte
del acuerdo se comprometen a tomar medidas concretas para reducir sus emisiones de gases
de efecto invernadero. Esto incluye la presentación de contribuciones determinadas a nivel
nacional que detallan los objetivos de reducción de emisiones y las acciones que cada país
llevará a cabo para alcanzar esos objetivos.
3. Adaptación al cambio climático: El acuerdo reconoce la necesidad de fortalecer la
capacidad de adaptación de los países para hacer frente a los impactos inevitables del
cambio climático. Se hace hincapié en la importancia de la cooperación internacional y el
apoyo financiero para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse y construir resiliencia.
4. Financiamiento: Se establece un objetivo de movilizar financiamiento climático
significativo de fuentes públicas y privadas, tanto a nivel nacional como internacional. Esto
incluye la financiación de la mitigación y la adaptación al cambio climático, así como el
apoyo a la transferencia de tecnología y la construcción de capacidad en los países en
desarrollo.

El Acuerdo de París entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, después de que al menos 55


países que representan al menos el 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero
ratificaran el acuerdo. Hasta la fecha, casi todos los países del mundo han firmado y ratificado el
acuerdo, lo que demuestra un compromiso global para abordar el cambio climático de manera
colectiva.

4. Convención de Ramsar

La Convención de Ramsar, también conocida como la Convención sobre los Humedales, es un


tratado internacional que tiene como objetivo la conservación y el uso sostenible de los humedales
en todo el mundo. Fue adoptada el 2 de febrero de 1971 en la ciudad de Ramsar, Irán, y entró en
vigor el 21 de diciembre de 1975. Es el primer tratado internacional en abordar específicamente la
conservación de un tipo de ecosistema particular.

Los humedales, definidos por la Convención de Ramsar, incluyen áreas de marismas, pantanos,
turberas o aguas estancadas, naturales o artificiales, permanentes o temporales, con agua estancada
o corriente, dulce, salobre o salada, incluyendo áreas de agua marina cuya profundidad en marea
baja no exceda los seis metros.

El objetivo principal de la Convención de Ramsar es "la conservación y el uso racional de los


humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación
internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo". Para
lograr este objetivo, la Convención establece una serie de compromisos y principios que los países
firmantes deben seguir, incluyendo:

1. Designación de humedales de importancia internacional: Los países deben identificar y


designar humedales de importancia internacional (sitios Ramsar) dentro de sus fronteras,
con el fin de protegerlos y gestionarlos de manera adecuada.
2. Planificación y gestión: Los países deben adoptar medidas para planificar y gestionar los
humedales de manera sostenible, incluyendo la conservación de la biodiversidad, la gestión
del agua, la prevención de la contaminación y la promoción de un uso humano compatible
con la conservación.
3. Cooperación internacional: Los países deben cooperar a nivel regional e internacional para
compartir información, intercambiar mejores prácticas y abordar los problemas
transfronterizos relacionados con los humedales.

La Convención de Ramsar cuenta actualmente con 171 países miembros, conocidos como
"Partes Contratantes", que han designado más de 2,400 humedales de importancia internacional
en todo el mundo. Estos sitios proporcionan importantes servicios ecosistémicos, como la
regulación del ciclo del agua, la mitigación del cambio climático, la protección contra
inundaciones y la provisión de hábitats para una amplia variedad de especies de plantas y animales.

5. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de


Fauna y Flora Silvestres

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora


Silvestres, también conocida como CITES por sus siglas en inglés (Convention on International
Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora), es un acuerdo internacional entre países
que tiene como objetivo regular el comercio internacional de especies de plantas y animales
silvestres para garantizar su supervivencia.

Adoptada en 1973 y en vigor desde 1975, la CITES es un instrumento clave en la conservación


de la biodiversidad y en la lucha contra el comercio ilegal de especies amenazadas. Su objetivo
principal es garantizar que el comercio internacional de especies silvestres no amenace su
supervivencia y que sea sostenible a largo plazo.

La CITES clasifica las especies en tres apéndices, según su grado de protección y el control que
requieren:

1. Apéndice I: Incluye especies en peligro de extinción para las cuales el comercio


internacional está prohibido, excepto en circunstancias excepcionales. Esta categoría abarca
especies como el rinoceronte, el elefante africano, ciertas especies de tigres y muchas otras
que están en grave peligro.
2. Apéndice II: Incluye especies que no están necesariamente en peligro de extinción en todo
su ámbito de distribución, pero que podrían estarlo si su comercio no está estrictamente
regulado. El comercio internacional de estas especies está permitido, pero sujeto a ciertas
regulaciones y restricciones para garantizar su supervivencia a largo plazo. Ejemplos
incluyen ciertas especies de loros, tortugas marinas y maderas preciosas.
3. Apéndice III: Incluye especies que un país ha identificado como necesitadas de protección
y para las cuales ha solicitado la cooperación de otros países para regular su comercio. El
comercio internacional de estas especies está regulado solo a petición del país que las
incluyó en el Apéndice III.

La CITES funciona a través de un sistema de permisos y certificados que los países deben emitir
para autorizar la importación, exportación y reexportación de especímenes de especies reguladas.
También promueve la cooperación internacional en la lucha contra el comercio ilegal de vida
silvestre y apoya programas de conservación y desarrollo sostenible en comunidades que dependen
de la fauna y flora silvestres para su subsistencia.
ASPECTOS LEGALES EN VENEZUELA

En Venezuela, los aspectos legales abarcan un amplio espectro de leyes, regulaciones y


normativas que rigen diversos aspectos de la vida en el país.

1. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela asegura que todos los ciudadanos y


la sociedad en su conjunto tienen el derecho a vivir en un entorno seguro, saludable y equilibrado
desde el punto de vista ecológico. En este sentido, el Estado, en colaboración con la sociedad, tiene
la responsabilidad de garantizar que la población pueda vivir en un ambiente libre de
contaminación. Esto implica la protección especial del aire, el agua, el suelo, las costas, el clima,
la capa de ozono y la biodiversidad, conforme a lo establecido por la ley.

La conservación del medio ambiente en la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela está abordada en varios artículos, que establecen los principios y deberes relacionados
con la protección ambiental.

Algunos de los artículos más relevantes son:

1. Artículo 107: Estable que la educación ambiental es un componente obligatorio en todos


los niveles y modalidades del sistema educativo en Venezuela, así como en la educación
ciudadana no formal. Esto significa que todas las instituciones educativas, tanto públicas
como privadas, están legalmente obligadas a incluir la educación ambiental en su currículo
académico hasta el ciclo diversificado.
2. Artículo 127: Establece que es un deber fundamental del Estado, con la participación activa
de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de
contaminación, donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono y las
especies vivas sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley.
3. Artículo 128: Reconoce el derecho de los ciudadanos a ser consultados de manera previa a
la adopción de medidas que pudieran afectar de manera directa su calidad de vida o el medio
ambiente.
4. Artículo 129: Establece que la administración pública está obligada a proteger el ambiente,
mediante políticas orientadas a prevenir y controlar la contaminación, garantizar la
conservación de la diversidad biológica, promover el uso sostenible de los recursos
naturales y fomentar la educación ambiental.
5. Artículo 130: Reconoce el derecho de los ciudadanos a exigir reparación por daños
ambientales, así como a participar en la gestión ambiental y en la formulación, ejecución y
control de las políticas públicas que afecten al ambiente.
6. Artículo 135: Establece que los parques nacionales, monumentos naturales, reservas
forestales, reservas de fauna silvestre, áreas bajo régimen de administración especial y
demás áreas que se determinen por ley, son bienes del dominio público destinados a la
conservación de la diversidad biológica y de los recursos naturales, así como a la protección
del ambiente, los paisajes y los lugares de valor histórico, cultural o científico.

Estos artículos constitucionales son fundamentales para la protección y conservación del medio
ambiente en Venezuela, estableciendo los principios, derechos y deberes relacionados con la
protección del entorno natural y la biodiversidad.

2. Ley Orgánica del Ambiente

La Ley Orgánica del Ambiente es una ley marco en Venezuela que establece los principios, normas
y procedimientos para la conservación, protección, defensa y mejoramiento del ambiente y de los
recursos naturales en el país. Fue promulgada en el año 2006 y se basa en los principios
constitucionales que reconocen el derecho de todos los ciudadanos a disfrutar de un ambiente sano
y ecológicamente equilibrado.

Entre los aspectos más importantes de la Ley Orgánica del Ambiente se encuentran:

1. Principios Ambientales: Establece una serie de principios rectores para la gestión


ambiental, incluyendo el principio de prevención, precaución, participación ciudadana,
responsabilidad ambiental, entre otros.
2. Ordenamiento Territorial y Ambiental: Define los instrumentos para el ordenamiento del
territorio y el ambiente, con el objetivo de promover un desarrollo sustentable y
equilibrado.
3. Conservación y Protección del Ambiente: Establece normas para la conservación y
protección de los ecosistemas, la biodiversidad, el agua, el aire, el suelo, entre otros
recursos naturales.
4. Responsabilidad Ambiental: Define las responsabilidades de los particulares, empresas y
entidades públicas en la prevención y reparación de los daños ambientales.
5. Educación Ambiental: Establece la obligatoriedad de la educación ambiental en todos los
niveles del sistema educativo, así como en la educación ciudadana no formal.
6. Participación Ciudadana: Promueve la participación activa de la sociedad en la gestión
ambiental, garantizando el acceso a la información ambiental y la participación en la toma
de decisiones.

En resumen, la Ley Orgánica del Ambiente en Venezuela es una herramienta legal fundamental
para la protección y conservación del ambiente, así como para promover el desarrollo sostenible y
la participación ciudadana en la gestión ambiental del país.

3. Ley Penal del Ambiente

La Ley Penal del Ambiente es una legislación específica que establece normas y sanciones
penales para prevenir y sancionar los delitos ambientales en un país determinado. Su objetivo es
proteger y preservar el medio ambiente, así como garantizar la conservación de los recursos
naturales y la biodiversidad mediante la imposición de penas a aquellos que infrinjan las
disposiciones legales relacionadas con el ambiente.

En el contexto de Venezuela, la Ley Penal del Ambiente forma parte del marco legal ambiental
del país. Esta ley establece las conductas prohibidas que constituyen delitos contra el ambiente,
así como las sanciones aplicables a quienes las cometan. Entre los delitos ambientales que pueden
estar tipificados en esta ley se encuentran la contaminación del aire, agua y suelo, la tala ilegal de
árboles, la caza furtiva de especies protegidas, el tráfico ilegal de flora y fauna silvestres, entre
otros.

La Ley Penal del Ambiente se divide en varias secciones que abordan diferentes aspectos de la
protección ambiental y la aplicación de la justicia ambiental. Algunas de las áreas que pueden ser
cubiertas por esta ley incluyen:
1. Tipificación de Delitos Ambientales: Establece los tipos de conductas que constituyen
delitos contra el ambiente, como la contaminación, la destrucción de hábitats naturales, el
tráfico ilegal de especies protegidas, entre otros.
2. Sanciones Penales: Define las penas y sanciones aplicables a quienes cometan delitos
ambientales, incluyendo multas, penas de prisión, decomiso de bienes, entre otras medidas
punitivas.
3. Procedimientos Legales: Establece los procedimientos legales para la investigación,
enjuiciamiento y castigo de los delitos ambientales, así como los derechos y garantías
procesales de los acusados.
4. Responsabilidad Ambiental: Define la responsabilidad de las personas físicas y jurídicas
por los daños ambientales causados y establece los mecanismos para la reparación y
compensación de dichos daños.

4. Ley de Diversidad Biológica

La Ley de Diversidad Biológica es una legislación que tiene como objetivo principal la
conservación, protección y uso sostenible de la biodiversidad en el país. Fue promulgada en el año
2000 y establece las bases legales para la gestión ambiental y la conservación de los recursos
biológicos y genéticos venezolanos.

Entre los principales aspectos que aborda la Ley de Diversidad Biológica en Venezuela se
encuentran:

1. Conservación de la Biodiversidad: Establece medidas y políticas para la conservación de


los ecosistemas, especies y genes de valor biológico en Venezuela, con el fin de mantener
la diversidad biológica del país.
2. Uso Sostenible de los Recursos Naturales: Promueve el uso responsable y sostenible de los
recursos biológicos venezolanos, garantizando su aprovechamiento de manera equitativa y
sin comprometer su disponibilidad para las generaciones futuras.
3. Protección de los Conocimientos Tradicionales: Reconoce y protege los conocimientos
tradicionales de las comunidades indígenas y locales asociados a la biodiversidad,
garantizando su respeto y su papel en la gestión de los recursos naturales.
4. Acceso a los Recursos Genéticos: Establece regulaciones para el acceso a los recursos
genéticos venezolanos, garantizando que su utilización sea transparente, equitativa y
beneficiosa para el país y las comunidades locales.
5. Investigación y Educación: Promueve la investigación científica sobre la biodiversidad
venezolana y la educación ambiental, con el objetivo de aumentar el conocimiento y la
conciencia sobre la importancia de conservar y utilizar de manera sostenible los recursos
biológicos del país.

5. Ley Forestal de Suelos y Aguas

La Ley Forestal de Suelos y Aguas es una legislación que tiene como objetivo principal regular
el manejo, conservación y aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, suelos y aguas
en el país. Esta ley establece las bases legales para la gestión integral de los bosques, suelos y
cuerpos de agua, con el fin de garantizar su conservación y protección, así como promover su uso
sostenible en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Entre los principales aspectos que aborda la Ley Forestal de Suelos y Aguas Venezuela se
encuentran:

1. Conservación de los Recursos Forestales: Establece medidas y políticas para la


conservación y protección de los recursos forestales, incluyendo la regulación de la tala de
árboles, la prevención de la deforestación y la promoción de la reforestación y restauración
de áreas degradadas.
2. Uso Sostenible de los Suelos: Promueve el manejo adecuado de los suelos agrícolas y
forestales, con el fin de prevenir la erosión, la degradación y la pérdida de fertilidad,
garantizando su aprovechamiento sostenible para la producción agrícola, forestal y
ganadera.
3. Protección de los Cuerpos de Agua: Establece normas y regulaciones para la protección y
conservación de los ríos, lagos, lagunas y otros cuerpos de agua en Venezuela, con el fin
de preservar su calidad y evitar la contaminación y degradación.
4. Ordenamiento Territorial: Promueve la planificación y el ordenamiento territorial, con el
objetivo de garantizar un uso adecuado y sostenible de los recursos forestales, suelos y
aguas, así como prevenir conflictos por el uso del territorio.
5. Participación Ciudadana: Reconoce la importancia de la participación de las comunidades
locales y de la sociedad en general en la gestión de los recursos forestales, suelos y aguas,
garantizando su acceso a la información y su participación en la toma de decisiones.

6. Ley sobre Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos

La Ley sobre Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos es una legislación que tiene como
objetivo principal regular el manejo, transporte, almacenamiento, tratamiento y disposición final
de sustancias, materiales y desechos que representan un riesgo para la salud humana y el medio
ambiente debido a su toxicidad, inflamabilidad, corrosividad, reactividad u otras características
peligrosas. Esta ley establece las bases legales para la gestión integral de los desechos peligrosos
en el país, con el fin de prevenir la contaminación y proteger la salud pública y el ambiente.

Entre los principales aspectos que aborda la Ley sobre Sustancias, Materiales y Desechos
Peligrosos se encuentran:

1. Clasificación de Sustancias y Materiales Peligrosos: Establece criterios y procedimientos


para la clasificación de sustancias y materiales peligrosos, así como la identificación de los
desechos que se consideran peligrosos y requieren un manejo especializado.
2. Registro y Autorización: Establece la obligación de registrar y obtener autorizaciones para
la importación, producción, almacenamiento, transporte y manejo de sustancias, materiales
y desechos peligrosos, con el fin de garantizar su manejo seguro y adecuado.
3. Planificación y Gestión de Residuos: Promueve la elaboración de planes y programas para
la gestión integral de los desechos peligrosos, incluyendo la reducción en su origen, la
reutilización, el reciclaje, el tratamiento y la disposición final adecuada.
4. Responsabilidad Ambiental: Establece la responsabilidad de los generadores, transportistas
y gestores de desechos peligrosos por los daños ambientales causados, así como las
sanciones aplicables en caso de incumplimiento de la normativa ambiental.
5. Educación y Capacitación: Promueve la educación ambiental y la capacitación en materia
de manejo de sustancias, materiales y desechos peligrosos, con el fin de aumentar la
conciencia sobre los riesgos asociados y promover buenas prácticas ambientales.

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