la película La sociedad de la nieve de J. A. Bayona en Netflix, que recoge la historia verídica del accidente de vuelo en la cordillera de los Andes en 1972, donde fallecieron 29 personas, muchos se han preguntado a qué temperatura se enfrentaron los 16 supervivientes durante los 72 interminables días en los que permanecieron en las montañas heladas. La respuesta es que la primera noche tras el accidente alcanzaron nada menos que los 30 grados bajo cero. Para sobrevivir a temperaturas tan extremadamente bajas, el cuerpo humano reacciona de varias maneras. Cómo conserva el cuerpo humano el calor Así, para intentar conservar el calor y mantener una temperatura interna estable, la primera respuesta fisiológica es contraer los vasos sanguíneos que se dirigen a las extremidades y hacia la piel, porque la prioridad es conservar el calor en los órganos vitales: cerebro y corazón. El temblor característico que nos produce el frío también responde a un intento del cuerpo por producir calor mediante las contracciones musculares y la relajación rápida. A partir de cuántos grados hay riesgo para la salud A partir de los -20 grados, empiezan los problemas y una exposición prolongada al frío si estamos mal aislados o poco abrigados puede provocar que perdamos la conciencia y fallezcamos en apenas media hora. Además, se genera la necrosis y la congelación de los tejidos. Si se alcanzan los -36 grados bajo cero se produce la llamada 'euforia del montañero', un término que se refiere a un estado de ánimo eufórico y de excitación que a veces experimentan los alpinistas cuando se encuentran en altitudes extremas y condiciones climáticas adversas. En esta etapa se deja de percibir el frío y la hipoxia (falta de oxígeno en el cerebro) provoca alucinaciones. El peligro de muerte, por lo tanto, comienza alrededor de los -25 grados cuando el organismo ya no es capaz de generar el calor necesario. Los síntomas de estar padeciendo congelación o hipotermia incluyen desorientación, balbuceos y dificultad para hablar, respiración lenta, somnolencia y torpeza. Es importante, sin embargo, tener en cuenta que ante la exposición al frío, la sensación térmica es más relevante que la cifra de la temperatura exterior. La sensación térmica puede ser considerablemente más baja que la temperatura real debido al efecto del viento y la humedad, lo que puede causar un enfriamiento más rápido del cuerpo. Por ejemplo, a 0 grados de temperatura, pero con viento soplando a 30 kilómetros por hora, la sensación térmica será de seis grados bajo cero. PERSONAJES FAMOSOS QUE PERDIERON LA VIDA EN SITUACIONES EXTRAÑAS Muchos personajes famosos han perdido la vida en condiciones y situaciones tan extrañas como inverosímiles. Ésta es una selección:
- Enrique I de Castilla: murió de una pedrada jugando con
sus amigos. La herida ocasionada por el accidente acabó con él en pocos días cuando solo tenía trece años
- Arquímedes: un soldado romano le atravesó con su
espada al ser recriminado insistentemente por el sabio griego para que no pisara unos dibujos científicos que había hecho en la playa. Al menos esta es una de las historias que se cuentan sobre el final del matemático griego.
- Jean Baptiste Lully, compositor francés: falleció por una
gangrena al clavarse en el pie el bastón de hierro con el que dirigía la orquesta, llevando el compás a base de golpes en el suelo.
- Alejandro I de Grecia: un mono le propinó un mordisco y
le contagió la rabia.
- Francis Bacon, filósofo y escritor inglés: falleció de frío
mientras rellenaba con nieve de las montañas el interior del cuerpo de una gallina muerta para un experimento sobre la conservación de los alimentos.
- Agatocles, tirano de Siracusa: se atragantó con un palillo.
- Esquilo, dramaturgo griego: según la tradición, murió
golpeado por una tortuga que se desprendió de las garras de un águila que sobrevolaba su cabeza. - Isadora Duncan, bailarina estadounidense: murió por una fractura en las cervicales debido a que su bufanda se enganchó en las ruedas del coche en el que acababa de subir.
- Maximiliano de Austria: una indigestión de melones le
quitó la vida.
- Allan Pinkerton, fundador de la agencia americana de
detectives que lleva su nombre: murió por una gangrena tras morderse la lengua. La OMS advierte de que la 'Enfermedad X', la pandemia 20 veces más mortal que la Covid, es "cuestión de tiempo"
El problema no es si vendrá o no. Ahora, el problema ya es
cuándo lo hará. Ese es el oscuro vaticinio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca de la llamada 'Enfermedad X', una epidemia de la que aún no se sabe nada, pero que se prevé sea 20 veces más mortífera que el coronavirus. Esta semana, en el contexto del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, la OMS ha pedido a los líderes mundiales que consideren la posibilidad de tal escenario. Afortunadamente, la 'Enfermedad X' es hipotética: un marcador de posición que representa patógenos aún no encontrados capaces de provocar pandemias. Tal y como recoge Science Alert, pocos humanos quedarían inmunes al patógeno si se afianzara, provocando el desmoronamiento de los sistemas de salud y el colapso de las economías mientras el mundo intentaba una vez más contener una fuerza de la naturaleza. Ya en 2015, las organizaciones miembros de la OMS reconocieron la extrema falta de preparación de la comunidad internacional ante brotes importantes de enfermedades. Pronto se inició un plan llamado Plan de Acción de Investigación y Desarrollo para Prevenir Epidemias, que enumeraba patógenos por los que teníamos buenas razones para estar atentos. Tras una reunión en febrero de 2018, el comité añadió un recuadro en blanco a su compendio de posibles causas de muerte: 'Enfermedad X'. Su intención era obligar a las autoridades a permanecer flexibles en sus preparativos y no verse limitadas por el conocimiento de enfermedades conocidas. Dos años después, la rápida propagación de una nueva forma de coronavirus pondría a prueba todos los planes para una pandemia. El resultado fue más de 7 millones de muertes, un compromiso entre prevenciones lentas y desarrollo rápido de vacunas, una cifra que podría ser a la vez mucho mejor y mucho peor. La lista de patógenos prioritarios fue examinada nuevamente incluso cuando la Covid-19 hacía estragos, y cientos de científicos se reunieron en 2022 para considerar la evidencia de 25 familias microbianas conocidas y especular sobre las amenazas que podría plantear un brote futuro En una serie de consultas con representantes de varios estados de todo el mundo, la OMS discutió cuestiones de descubrimiento, vigilancia, investigación y desafíos sociopolíticos que se afrontan para combatir un patógeno del que actualmente no sabemos nada. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que la organización ya estaba implementando medidas, incluido el establecimiento de un fondo pandémico y la construcción de un centro de transferencia de tecnología en Sudáfrica para abordar las desigualdades en la distribución de vacunas. "Por supuesto, hay algunas personas que dicen que esto puede crear pánico", dijo Tedros al panel. "Es mejor anticipar algo que pueda suceder porque ha sucedido muchas veces en nuestra historia y prepararse para ello". Así serán los humanos dentro de 1.000 años según la inteligencia artificial
La Inteligencia Artificial ha creado un futuro que nos
puede sorprender, dando algunos datos sobre cómo serán los humanos dentro de 1.000 años. Una recreación que nos invita a soñar, pero también a visualizar cómo viviremos, según esta tecnología que puede intentar recoger todos los datos de qué dispone para crear el futuro más real posible.
No debemos creer a esta IA de forma exacta, es decir, no
deja de ser algo aproximado, de la misma forma que podría empezar a escribir un humano en una novela que se hace realidad.
Los humanos dentro de 1.000 años
Como si fuera una Nostradamus o un escritor que decide
emprender una novela de ciencia ficción inspirada en el futuro, la Inteligencia Artificial también ha dado una pincelada de cómo será el mundo dentro de 1.000 años. A veces seguro que todos soñamos con ver lo qué nos espera.
El ser humano vive unos pocos años, pero durante este
trayecto ya parece que viva varias vidas a sus espaldas. Somos muchos los que crecimos sin tecnología y ahora la vemos en el orden del día. Desde las primeras televisiones en blanco y negro, hasta la actualidad o cuando jugamos en las calles dibujando o creando nuestros propios compañeros de juegos a la vida actual donde hay mucho dónde elegir.
Parece que lleguemos de un lugar muy distinto al que
nacimos, pero forma parte de la misma generación que va evolucionando a lo largo de las décadas. Desde que nuestros abuelos nos contaban como viajaban en barco de vapor, hasta hoy en día con los viajes low cost que pueden traerte a cualquier parte del mundo, todo es posible.
De la misma forma actúa la IA que intenta trazar un mapa
de cómo vivirá el ser humano dentro de 1.000 años, algo que nadie podrá ver, ni tampoco transmitir a sus descendientes. El mundo será tan distinto que ha dado pie a que se cree una imagen totalmente distinta de la actual.
Por lo que, es importante estar muy atento de lo que nos
dice la IA, no lo vamos a vivir, pero quizás tengamos información de primera mano, en esta especie de Nostradamus que acabará dando lugar a un resultado un poco distinto. Esto es lo que parece que nos espera según los expertos en IA. ChatGPT, Bard y Copilot predice la IA cómo serán los humanos en 1.000 años Tal y como dicen estos programas son solo especulaciones, no se puede saber con exactitud qué es lo que pasará. Aunque lo más esperanzador es que sigamos sobre la faz de la Tierra, las guerras y las enfermedades, pueden provocar un escenario distinto al que tenemos ahora.
Los avances tecnológicos deberían llevarnos fuera de este
planeta, en busca de nueva vida, pero también recursos ya que estamos agotando los de la Tierra a gran velocidad. Especialmente si vemos la velocidad a la que se reproduce el ser humano y la esperanza de vida a la que estábamos llegando hace unos años.
La manera de comunicarse también preocupa a ChatGTP
que está adquiriendo una serie de premisas que nos acerca a un futuro en el que podemos hablar sin emitir sonidos. Es decir, a través de la mente o del pensamiento que irá generando un marco radicalmente distinto al actual. La genética puede haber cambiado mucho, provocando un humano modificado, sin enfermedades graves hereditarias y con un aspecto diferente. Si se pueden elegir las características todos gozarán de una gran belleza desde el momento del nacimiento, pero también podrán modificar sus rasgos si lo necesitan. La estética al servicio del ser humano cambiará muchísimo.
El tipo de transporte también puede acabar siendo muy
diferente de lo que es actualmente. Seguramente serán más rápidos y ya totalmente autónomos, por lo que solo deberemos pensar dónde queremos ir para poder llegar hasta allí. Un extra que quizás no todo el mundo está pensando ahora mismo, pero la IA, nos invita a descubrir. Son muchas las cosas de la sociedad de dentro de 1.000 años que no seremos capaces ni de adivinar. Al igual que la de hoy en día es algo imposible de predecir, nadie imaginaria un mundo en el que todos están pendientes de unos dispositivos a los que atienden en mayor medida que a sus propias vidas o seres que tienen delante. La comunicación ya ha empezado a cambiar y lo seguirá haciendo durante los próximos años.
Estamos ante un tipo de elemento que seguramente podrá
darnos algunas alegrías y sorpresas, ante un mundo que cambiará por completo durante los próximos años. 1.000 años son muchos, podemos encontrar una sociedad radicalmente distinta o directamente no encontrar nada, habernos extinguido de la misma forma que hicieron los dinosaurios hace millones de años por causas externas o internas. Este es el oscuro y frío pueblo que consiguió 'atrapar' la luz del sol
El gélido pueblo noruego de Rjukan (Noruega) presenta
una característica geográfica única: está ubicado en un valle profundo y estrecho, rodeado por altas montañas. Hasta ahí todo normal, si no fuera porque esas mismas colinas que lo rodean, también impiden la entrada de los rayos de luz del sol durante gran parte del invierno.
Durante meses, los residentes vivían sumidos en
una penumbra casi total, enfrentándose a una angustiosa falta de luz natural. Sin embargo, hace ahora algo más de una década, este rincón de Noruega pasó a la historia por una hazaña extraordinaria: ‘atrapar’ la luz del sol en pleno invierno. La solución a este problema surgió de la mente del visionario Sam Eyde, un ingeniero e industrial noruego. En 1913, Eyde concibió la idea de instalar espejos gigantes en las montañas que circundaban Rjukan para reflejar la luz del sol hacia el pueblo. Este proyecto revolucionario buscaba traer la luz del día a un lugar que estaba prácticamente sumido en una oscuridad invernal.
No obstante, la puesta en marcha de la idea de Eyde no
fue tarea fácil. Requirió de ingeniería innovadora y un gran esfuerzo comunitario. Lograron instalar un conjunto de espejos, conocido como “Los Espejos de Rjukan”, en la ladera de la montaña al sur del pueblo. Estos espejos eran controlados mecánicamente para seguir el movimiento del sol y reflejar su luz hacia la plaza del pueblo.
Así, la espera llegó a su fin el 3 de febrero de 2013. Y es
que, al fin, los tenues rayos de sol del invierno llegaban por primera vez a la plaza del mercado de la ciudad, gracias a aquel trío de espejos gigantes colocados en las montañas.
Aquello fue todo un acontecimiento para los lugareños.
Pese a que no fue como si recibiera la luz directa del sol, las imágenes de televisión mostraron en aquel momento que el centro de la abarrotada plaza conseguía iluminarse, al menos en parte.
Los residentes reconocían que el efecto era notable.
“Antes, cuando hacía buen día, veías que el cielo estaba azul y sabías que el sol brillaba. Pero no se veía del todo. Era muy frustrante”, señalaba Karin Roe, de la oficina de turismo local, a la agencia de noticias Associated Press. “Esto parece acogedor. Cuando entre semana no haya tiempo para llegar a la cima de las montañas, será estupendo salir una hora y sentir este calor en la cara”, expresaba. Naturalmente, la llegada de la luz solar mejoró el bienestar de Rjukan. Además, este acontecimiento atrajo la atención de turistas y consiguió revitalizar la economía local, convirtiendo a Rjukan en un símbolo de innovación y creatividad. Y aunque el proyecto de los espejos fue un éxito, también se ha tenido que enfrentar a las críticas. Algunos detractores apuntaron a que la solución había sido costosa y que la energía utilizada para mover los espejos contrarrestaba los beneficios. Sin embargo, para muchos residentes, la experiencia de tener luz solar en invierno justificaba los esfuerzos. Así es Punto Nemo, el lugar más “silencioso” de la Tierra
A pesar de que la tecnología nos hace pensar que todos
los puntos del planeta están a nuestro alcance, todavía hay lugares completamente inexplorados y llenos de misterio. ¿Existe en la Tierra algún sitio remoto donde reine el silencio y la soledad más absoluta? La respuesta es afirmativa.
De hecho, la inmensidad del planeta esconde
localizaciones del todo inexploradas en las que la nada es prácticamente total. En medio del océano Pacífico se encuentra el Punto Nemo, la ubicación más remota e inaccesible de la superficie terrestre.
El Punto Nemo ha sido designado por los científicos como
el lugar más alejado de cualquier tierra firme y por tanto uno de los más aislados del mundo. Debido a su remota ubicación, este punto es conocido por su tranquilidad y silencio. En esta zona, el “sonido humano” es prácticamente inexistente.
En este lugar no se oye el tráfico marítimo o las actividades
industriales. Esta peculiaridad favorece un ambiente que se acerca a la verdadera quietud natural, donde el sonido principal proviene de la naturaleza. Aquí solo se escucha el susurro de las olas del océano y el canto de efímeras aves marinas.
Sin embargo, conviene señalar que incluso en el Punto
Nemo, el “silencio absoluto” es relativo, ya que siempre hay un trasfondo de ruido natural, como el viento y los sonidos del mar.
Como curiosidad, en 1997 unos oceanógrafos detectaron
un ‘rugido’ misterioso a menos de 2.000 km del Punto Nemo. Aunque en principio se especuló con la posible existencia de algún monstruo marino, más tarde se confirmó que se debía al resquebrajamiento del hielo a miles de kilómetros.
El inhóspito Punto Nemo se encuentra en medio del
océano Pacífico, a una distancia considerable de las islas más cercanas y de las rutas de navegación principal. Gracias a la tecnología moderna, los científicos han podido saber que hay una distancia equidistante de 1.600 km entre el Punto Nemo y tres islas lejanas: la isla Ducie (al norte), el islote Motu Nui (al noreste) y la Isla Maher (al sur).
Además, se localiza a 4800 kilómetros de la costa
de Nueva Zelanda y a 3200 km del norte de la Antártida. También se da la circunstancia de que, al ser un lugar tan alejado de tierra firme, los seres humanos más cercanos allí son a menudo los astronautas de la Estación Espacial Internacional. Aunque también se conoce como el polo de inaccesibilidad del Pacífico, el Punto Nemo, hace honor a su nombre (“nemo” en latín significa nadie), inspirado en el Capitán Nemo, un misterioso y solitario personaje de la mítica novela de Julio Verne, ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’. Y es que este espacio apenas es visitado por los humanos.
Fue descubierto en 1992 por Hrvoje Lukatela, un ingeniero
croata-canadiense que calculó sus coordenadas utilizando un programa de computación especializado. “La localización de tres puntos equiláteros es especialmente singular. No hay otro caso igual en la superficie de la Tierra que pueda reemplazarlos”, explicaba en su momento Lukatela. Por sus condiciones geográficas, tampoco hay constancia de vida en este lugar puesto que no se dan las condiciones necesarias para que prospere la biodiversidad. Según los expertos, la trayectoria de los vientos no arrastra hasta ahí materia viva alguna. Además, este punto se halla dentro de la corriente del Pacífico Sur, una vasta fuerza oceánica con una temperatura media de 5,8 %, que bloquea la entrada de aguas frías más nutritivas, impidiendo que haya alimento, según datos satelitales de la NASA.
Con todo, a pesar de ser un ambiente extremo, las fuentes
hidrotermales del magma volcánico, en las profundidades marinas, facilitarían que bacterias, cangrejos y otros seres vivos pudieran subsistir.
Y aunque hasta ahí lleguen pocos visitantes, tampoco este
lugar se libra de la huella humana. Y es que, según los investigadores, la corriente del Pacífico Sur acumula grandes cantidades de basura como plásticos, sedales y desechos procedentes de los barcos o las zonas costeras. Las corrientes actúan envolviendo y despedazando esos desperdicios, lo que, según los científicos podría desequilibrar el ecosistema marino. No obstante, la creencia de que es un punto biológicamente inactivo llevó a la NASA a considerar al Punto Nemo como un ‘cementerio’ de naves espaciales. Aquí es donde van a parar las naves espaciales que han quedado obsoletas, para asegurarse de que los desechos no causen daños en tierra. Todo ello ha provocado que en esa localización se acumulen más de un centenar de objetos espaciales despedazados, como fragmentos de satélites o de la estación espacial rusa Mir, que según los expertos no suponen ningún riesgo para estas aguas. La NASA ha propuesto que sea este ‘vertedero marino’ donde se deposite la Estación Espacial Internacional después de 2030. Además la agencia espacial estadounidense prevé deshacerse de telescopios espaciales en esta zona.
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