Está en la página 1de 2

LA ENTRADA DEL SEÑOR EN subraya desde hace algunos años, la

JERUSALÉN participación de los jóvenes.

Texto bíblico: Mateo 21, 1-17 Jesús, personaje central


Como en todos los iconos mistéricos el
La Semana Santa o gran Semana de los personaje central es el Señor. Se presenta
cristianos, que hace memoria en la liturgia de lleno de majestad, sentado sobre un asno, que
los acontecimientos salvadores de Jesús en con frecuencia tiene los rasgos de un caballo.
Jerusalén, se abre con el Domingo de Ramos. Su vestido y el manto combinan los dos
Una pascua semanal que precede la pascua colores de su doble naturaleza, divina y
anual. Un solemne ingreso que es ya un humana. Su cabeza está aureolada con la
anuncio de la victoria de Cristo, aunque entre silueta de la cruz. A veces a ambos lados de su
el ingreso y la victoria estén los trágicos días cabeza están indicadas las iniciales de su
de la pasión. Las palmas y los olivos anuncian nombre: JC XC. Lleva en la mano izquierda el
la victoria de la cruz. La humilde presencia de rollo blanco de la revelación, mientras con su
Cristo, sentado sobre un asno, indica el mano derecha bendice o indica a sus
cumplimiento de las Escrituras. discípulos y los niños que lo aclaman.
La meditación sobre este icono nos Se trata de un icono teofánico, que revela el
puede ayudar a entrar de una manera misterio de Cristo en un episodio de su vida
profunda y sentida en la experiencia que es ya anticipación de lo que va a vivir en
litúrgica que representa. el misterio pascual.
De la palabra a la imagen. De la imagen Jesús se presenta como Rey. El asno le hace
a la fiesta de trono. Los discípulos y los niños lo
aclaman. La profecía de Zacarías lo había
La plasticidad del episodio evangélico, predicho: “Decid a la hija de Sion: He aquí
narrado por los cuatros evangelistas (Mt 21 1- que tu Rey viene a ti manso y montado en
17; Mc 11-1-11; Lc 19, 28-40; Jn 12, 12-19), no una asna…”. Lo proclaman las voces de los
podía menos de suscitar dos reacciones que lo aclaman: “¡Bendito el Rey que viene en
transmitidas por la tradición en su liturgia. La nombre del Señor!” (Lc 19,28). Un Rey que,
primera es precisamente la representación de en su entrada a la ciudad de la paz y de la
la imagen del ingreso de Jesús en Jerusalén gloria del Señor que habitaba en el templo,
que ya vemos en el Codex Purpureus de hace proclamar la paz en el cielo y la gloria
Rossano Calabro. La segunda es la imitación en las alturas.
litúrgica por los cristianos del solemne Jesús se aproxima como Siervo. Siervo de la
ingreso de Cristo en la ciudad santa. De voluntad del Padre en el cumplimiento de sus
hecho, entre las celebraciones de la Semana designios. Siervo de los hombres en su
Santa de las que la peregrina Egeria nos decisión de afrontar el misterio de la pasión
transmite los detalles, es de notar la que se salvadora. La profunda humildad y
celebraba el Domingo de la Gran Semana en mansedumbre con que se acerca a Jerusalén
Jerusalén. El pueblo se reunía en la colina de dan el tono de esa entrega amorosa, de ese
Betfagé, se leían los textos sagrados alusivos riesgo voluntariamente aceptado por amor.
al ingreso de Jesús en la ciudad y se
organizaba una solemne procesión hasta la Jesús se revela como Mesías. El
basílica de la Anástasis. Se acompañaba al cumplimiento de las profecías, la aclamación
obispo, como hicieran los discípulos con solemne del que es Bendito y viene en
Jesús, y los jóvenes y niños, algunos en brazos nombre del Señor, lo revelan como el Mesías
de sus madres, agitaban ramos de olivo y prometido y por un momento aclamado por
palmas para recordar el episodio evangélico. un puñado de discípulos fieles y de niños
En las iglesias de Oriente es un domingo en el inocentes. A quienes preguntan quién es, la
que tienen un especial protagonismo los gente responde sin titubeos: Este es el profeta
niños, así como en la Iglesia de Roma se Jesús, de Nazaret de Galilea (Mt 21,11).
Jesús se acerca como Esposo. La liturgia El otro grupo, con unos detalles elocuentes, es
oriental hace resonar el tropario: “Que viene el de los niños. Su pequeñez contrasta en el
el Esposo, salid a recibirlo”. Una exhortación icono con las medidas de los otros personajes.
a la vigilancia y una palabra reveladora de la A veces casi no se distinguen a primera vista,
situación de Jesús que va a dar la vida por su sobre todo los dos o tres muchachos subidos
Esposa, la Iglesia. Una estrofa del oficio a la cima de un árbol del que arrancan las
oriental nos lo recuerda: ramas que van a ser los signos del triunfo.
Otros niños, siempre diminutos en sus
“como si se tratara de ir a una bodas puras y medidas, ponen a los pies de Jesús, junto al
sin sombra, corren los niños que no conocen asno que lo lleva en su grupa, sus propios
el mal y cantan himnos. Gritemos también vestidos de diversos colores. El dinamismo
nosotros cantando con los ángeles: Hosanna del icono lo dan precisamente estas figuras
en lo más alto del cielo al que posee la más diminutas, los pequeños del Reino, que Jesús
grande misericordia”. defiende en sus aclamaciones. Y amenaza que
si los hacen callar hablarán las piedras. Es el
Los testigos del misterio triunfo de la inocencia, la elocuencia de los
niños, la manifestación de los que acogen el
El icono presenta a Jesús enmarcado Reino con su sencillez. En algunos iconos
entre dos grupos, como en la están también presentes las madres que
Resurrección de Lázaro. llevan a sus hijos en brazos para que alaben y
reconozcan al Señor.
Detrás de él, o acompañándole, en torno al
asno que le hace de trono, está el grupo fiel de Volvamos de nuevo la vista al icono.
los discípulos. Por un momento, antes del Contemplemos al Señor sentado en el asnillo.
escándalo de la pasión, son protagonistas y Hemos recordado que es el Rey, el Siervo, el
partícipes del triunfo del Maestro. Han Esposo, el Mesías. El icono proyecta en el
ejecutado sus órdenes y le han traído el asno y futuro la imagen del crucificado y del
el pollino. Han puesto sus mantos sobre el Resucitado.
asno para que el Maestro fuera cómodo. Lo
han aclamado con sus cantos. Forman una
piña, antes de la futura dispersión, y gozan
por la revelación mesiánica de su Maestro,
pregustando un triunfo que no será definitivo
ni a su medida.

Frente a Jesús está el grupo de los habitantes


de Jerusalén. No todos son enemigos. Pero su
actitud hierática y su rostro adusto parecen
identificarse con la recriminación que algunos
le hacen, pidiendo que haga callar a los niños.
Jesús es signo de contradicción. El ingreso
que ha organizado en la ciudad santa en un
tiempo en que se junta mucha gente por la
Pascua, su tolerancia ante las aclamaciones
mesiánicas es una auténtica provocación. Una
gota que puede hacer desbordar el vaso.
Como así va a suceder. El grupo, a la entrada
de la ciudad santa, parece representar esa
actitud de hostilidad, de rechazo y finalmente
de condena con que Jesús será sacado de esa
ciudad en la que entra solemnemente,
cargado con la cruz de la ignominia y de la
muerte.

También podría gustarte