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LOS

PLANETAS
LOS PLANETAS
Representan el qué de la carta natal. Según su ciclo se
clasifican en personales y transpersonales, estos últimos no
llegan a dar una vuelta al zodíaco en una vida humana.

Luna:
2 días por signo - 28 días ciclo entero.
Sol:
30 días por signo - 365 días ciclo entero.
Mercurio:
18 a 40 días por signo.
Venus:
28 a 40 días por signo.
Marte:
40 días por signo
Júpiter
de 6 a 18 meses por signo.
Saturno:
2 a 2 años y medio por signo - 26 años ciclo entero.
Urano:
7 años por signo - 85 años ciclo entero.
Neptuno:
15 años por signo - 180 años ciclo entero.

Plutón:
25 años por signo - 300 años ciclo entero.
LA LUNA

Las emociones, los afectos y los deseos.


La infancia, los hábitos protectores, la conducta instintiva.
Pasiva, femenina, receptiva e introvertida. Señala lo que ha
sido una persona y está tratando de vencer.

Representa una sintonía con el pasado que se manifiesta de


forma automática, un tipo de sentimiento y de manera de ser
de los cuales hemos de ser conscientes a fin de sentirnos
interiormente seguros y cómodos con nosotros mismos.

Este elemento y las experiencias relacionadas con él,


alimentan nuestra necesidad interior a gusto con nosotros
mismos: mediante esta forma de expresión satisfacemos una
necesidad interior que puede dar estabilidad a nuestra
personalidad.

El elemento de la Luna también nos dice cómo reaccionamos


instintivamente ante nuestras experiencias, con qué energía
nos adaptamos espontáneamente al flujo de la vida.
EL SOL

Es la vitalidad, la expresión más íntima del yo. Representa el


ego, la individualidad.
El impulso creativo, la idea del yo que puede ser realizada.

Es activo, masculino, emisor y extrovertido. Indica hacia


dónde quiere ir una persona. Con frecuencia es el dominante
en nuestra psicología, debido a que revela la sintonía de
nuestra vitalidad básica, nuestra identidad y nuestra
capacidad de autoproyección, así como las características
fundamentales de nuestra conciencia.

El elemento de nuestro signo solar revela la fuerza interior


básica que motiva todo lo que hacemos, y también nos ofrece
una perspectiva de cómo vemos la vida y qué expectativas
tenemos de la experiencia vital.

Representa un tipo de carga energética que requiere una


realimentación o recarga continua para que no se agote. Es el
carburante que necesitamos para sentirnos vivos, es el poder
que nos permite revitalizarnos y enfrentarnos a las tensiones
y exigencias de la vida cotidiana.
MERCURIO

Nuestros procesos de pensamiento y cómo expresamos


nuestros pensamientos.

Mercurio simboliza el impulso a establecer contacto y a tener


una comunicación recíproca con los demás, así como todas
las formas de coordinación, incluída la coordinación del
sistema nervioso.

Su elemento en una carta determinada representa el flujo


interno (mediante la percepción) y el flujo externo (mediante
la pericia, el lenguaje y la destreza manual) de la inteligencia;
muestra la necesidad de ser comprendidos por otras
personas que tengan ideas afines, así como la necesidad de
aprender de la información procedente del mundo externo.
VENUS

Hacia afuera: forma de recibir y dar amor, afecto y placer


sensual.

Nuestra forma de expresar afecto y cariño y de demostrar


nuestros sentimientos.

Hacia adentro: formas de experiencia y los tipos de expresión


que alimentan nuestra necesidad de sentir intimidad con los
demás y que nos ayudan a sentirnos amados y apreciados.

Venus está relacionado con el <<ego femenino>>. Una mujer


necesita experimentar las características del signo de su
Venus a fin de sentirse femenina. También muestra cómo
recibe y se da a sí misma en el amor.

Indica cómo enfocan una relación que a la larga puede llegar


al sexo, así como las relaciones sociales menos íntimas.

Para un hombre, Venus se relaciona con el romance y la


belleza, y con las imágenes que le sean especialmente
atractivas.
MARTE

Qué tipo de experiencias y formas de actividad estimulan


nuestra energía física y con qué clase de energía buscamos
afirmarnos a nosotros mismos.

Es la energía que alimenta la necesidad de excitación física y


la forma mediante la que se puede expresar la agresividad a
fin de poner a prueba la fuerza.

Describe el método específico que utilizamos para conseguir


lo que queremos. Para un hombre, Marte muestra cómo se
proyecta vigorosa, afirmativa y sexualmente.

Indica cómo expresa su poder en una relación sexual y cómo


expresa su masculinidad en todos los campos de iniciativa y
liderazgo.

En la carta de una mujer, Marte es también una fuerte imagen


masculina en su psique; está íntimamente relacionado con
una imagen románticamente excitante que enciende su
energía y la ayuda a expresarse.
JÚPITER

Impulso a expandir la conciencia, comprender y saber,


profundizar para madurar. Planeta curador.

Podemos experimentar un sentimiento protector de unidad


con un poder o un propósito más grandes y una sensación de
bienestar cuando actuamos en el nivel indicado por el
elemento de Júpiter.

Las oportunidades llegan a través de la expresión de la


energía de ese elemento. Indica un abundante depósito de
vitalidad que fluye de manera natural, lo cual redunda en
beneficio para nuestra salud.
SATURNO

Indica la tendencia a desarrollar la autodisciplina, a ser


consciente de si mismo.

Capacidad de concretar, de construir, de tener planes


concretos y realistas.

Es la fuerza que sostiene, la actitud seria y reflexiva, manejar


las cosas con realismo, responsabilidad y practicidad.

Saturno indica, por lo general, un desafío: trabajar hacia la


aceptación completa, sin temor, del nivel de experiencia
representado por ese elemento concreto.

El elemento de Saturno indica en qué nivel de expresión


tendemos a inhibirnos y dónde la energía se ve bloqueada o
limitada. Este bloqueo interior se produce porque ese nivel de
experiencia es excesivamente importante para nosotros. Por
lo tanto, tenemos tendencia a sentirnos amarrados a esa
esfera de su vida. Si intentamos expresar la energía con
demasiada fuerza o si la evitamos o la reprimimos, tendemos
a restringir su flujo natural.
URANO

Saturno fue el último planeta en delimitar el borde. Por eso


Urano representa la tendencia a desviarse de lo normal,
desafiar los límites, las normas establecidas.

Es rebelde, anárquico, pero con el chispazo reprentino del


genio creador. Intuitivo, con ideas revolucionarias, rompe con
las limitaciones del pasado, con el orden aceptado.

Urano representará la capacidad del individuo de ser


independiente, la fuerza de voluntad, la facilidad que tiene
para efectuar cambios, o de lo contrario, sufrir por los
mismos.
NEPTUNO

Tiene que ver con las facultades perceptivas más sutiles,


buscando experiencias más allá de la forma o estructura
material.

Es el planeta de la inspiración, del arte, que tiene que ver con


los temas de compositores, músicos, poetas, pintores y
religiosos.

Desarrolla el idealismo, la sensibilidad artística, la


espiritualidad, la ilusión. Mucho Neptuno da una fuerte
tendencia al escapismo, no pensar con claridad, evadir el
mundo real, engañarse a si mismo.

Un Neptuno bien trabajado nos da la capacidad de


conectarnos con los demás, de empatizar y de sentir la
necesidad de ayudar a los demás sin abrumarnos demasiado
(aquí es fundamental el desarrollo de Saturno).
PLUTÓN

Es el planeta más alejado del Sol y por eso tiene algo de


oscuridad.

Tiene que ver con la actividad profunda del inconsciente,


similar a las raíces más hondas de un árbol. Representa lo que
debe ser eliminado o transformado y tiene que ver con la fase
más crítica donde una muerte o una transformación son
inevitables.

Se relaciona con el Ave Fénix que renace de sus cenizas.


Produce cambios siempre muy profundos. El signo donde
está, marcará lo que la generación viene a transformar. La
casa marca lo que la persona debe transformar.

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