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EUCARISTÍA DOMINGO DE RESURRECCIÓN 2022

MONICIÓN INICIAL:
¡Aleluya, aleluya, Cristo ha resucitado! Esta es la victoria que, reunidos como hermanos,
proclamamos y celebramos de manera solemne, unidos con toda la Iglesia. Pero,
además, esta celebración está revestida de una alegría inmensa, provocada por nuestra
esperanza en la vida eterna: si por medio del bautismo hemos muerto con Cristo al
pecado, sabemos que también resucitaremos con Él. Jesucristo Resucitado nos libra de la
muerte definitiva, gracias al Espíritu Santo que ha sido derramado en nuestros corazones.
Dispongámonos entonces, con un corazón nuevo y lleno de luz, a celebrar estos sagrados
misterios.

Monición única para todas las lecturas


Todas las lecturas de hoy se hacen eco de la buena noticia de Pascua: “Éste es el día en
que actuó el Señor”. El evangelio nos traslada a la entrada del sepulcro vacío para que,
con el discípulo amado, veamos y creamos. En este mismo sentido, la carta a los
Colosenses exhorta a vivir unidos a Cristo resucitado; él es fuente de nuestra vida y razón
de nuestro testimonio, como refleja el discurso de Pedro en la primera lectura del libro de
Hechos de los Apóstoles.

Oración de los fieles


1. Por la Iglesia, para que, renovándose sin cesar, pueda anunciar al mundo la vida
nueva en Cristo, roguemos al Señor.
2. Por los bautizados en la noche de Pascua y que ahora forman parte de nuestra
Iglesia, para que, despojados del hombre viejo y revestidos del hombre nuevo, a
imagen de Cristo, perseveren en la fe, que han sellado en el bautismo, roguemos
al Señor.
3. Por los que rigen los destinos de los pueblos, especialmente por los gobernantes
de nuestro país, para que gobiernen y legislen en pro del resurgimiento de los más
desposeídos de nuestra sociedad, roguemos al Señor.
4. Por la humanidad que sufre, para que el Señor Jesús, el Viviente, encienda en ella
la esperanza de la liberación de todo mal, roguemos al Señor.
5. Por nosotros, que celebramos esta Pascua; para que, cuando aparezca Cristo,
vida nuestra, aparezcamos juntamente con él en la gloria, roguemos al Señor.
Presentación de las Ofrendas
Cristo ha resucitado y vive entre nosotros; presentémosle ahora
las ofrendas del pan y el vino, y con ellos nuestras vidas para que
nos permita un día gozar de la gloria de su resurrección.
BENDICIÓN DE LA MESA

CANTO: Hoy el Señor Resucitó y de la muerte nos libró…

Lectura: Juan 20, 1 – 9

VOZ 1: “FUE”: todo encuentro nos pide salir de nosotros mismos y este camino lo
empieza María. Nunca es bueno quedarnos encerrados rumiando el propio dolor,
es necesario salir.

VOZ 2: “VIO”: María Magdalena vio pero no supo ir más allá de los signos. Es
necesario darle espacio a la evidencia aunque no siempre se comprenda.

VOZ 3: “CORRIÖ”: Tenemos necesidad de compartir, los temores, las dudas, las
incertidumbres, las soledades. María corrió a compartir con los apóstoles” Se han
llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”.

CANTO: Hoy el Señor Resucitó

VOZ 4: (Mientras entra una hermana con el vino) Dejémonos penetrar por la
alegría desbordante que nos trae la Resurrección de Jesús y que celebra hoy la
Iglesia y toda la naturaleza que exulta de gozo al contemplar el triunfo de Jesús
sobre la muerte y el mal.

ORACION: Bendito seas Señor por esta comida que vamos a compartir y que es
signo de paz, de alegría y de fraternidad. Bendice a quienes han hecho posible
que llegue a nuestra mesa, da pan a aquellos que tienen hambre y hambre de
Dios a los que tienen pan. Por Jesucristo Nuestro Señor.

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