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LA MASONERIA
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tor, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de
esta obra por cualquier medio o procedimiento.
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INDICE.
INTRODUCCION. 9
I. EL MITO SUMERIO 41
1.1 ATANDO CABOS. 41
1.2 MITO DEL ORIGEN DEL HOMBRE SUMERIO. 53
1.3 LA DESTRUCCION DEL HOMBRE. 56
1.4 LA CIVILIZACION DESPUES DEL DILUVIO. 69
1.5 ¿DONDE ESTABA EDIN PARA LOS SUMERIOS? 75
1.5.1 La legendaria tierra de Dilmun. 76
1.5.2 Dilmun la tierra de la inmortalidad y el jardín del edén. 80
1.5.3 Dilmun, Ciudad-Estado comercial del mundo antiguo. 81
1.5.4 Dilmun y los fenicios. 82
1.5.5 La tierra de Punt. 87
1.5.6 El Libano. 89
1.6 EL POEMA DE GILGAMESH. 90
1.7 LA TIERRA DEL CEDRO. 92
1.8 LAS TABLAS DEL DESTINO Y ENKI. 97
1.8.1 La narración de “El Robo del Destino”. 100
1.8.2 Enki entrega los me a Inanna. 108
II. LOS DIOSES EN EGIPTO. 117
2.1 LOS HERMANOS EN LUCHA. 118
2.2 LA MUERTE DE OSIRIS. 119
2.3 EL HIJO DE OSIRIS. 123
2.4 LOS DIOSES Y LA SUCESIÓN. 133
2.5 HORUS VENCE A SETH. 137
III. LOS DIOSES SUMERIOS Y EGIPCIOS. 141
3.1 LO QUE CUENTAN LAS TABLILLAS DE BARRO. 141
3.2 LAS EVIDENCIAS SUMERIAS. 145
3.2.1 El paralelo 30. 147
3.2.2 El misterioso año 3,760 a. C. 150
3.3 LAS EVIDENCIAS EGIPCIAS. 151
3.3.1 Ra y su templo de Karnak. 151
3.3.2 El dios Jnum. 158
3.3.3 La Gran Esfinge. 161
3.3.4 Las tres pirámides y el Cinturón de Orión. 166
3.3.5 El faraón Akenatón. 169
IV. LOS ANUNNAKIS EN EL TANAJ Y LA BIBLIA. 171
4.1 LA CONEXIÓN HEBREA. 171
4.2 MUCHOS DIOSES EN EL TANAJ Y ANTIGUO TESTAMEN-
TO. 174
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4.3 NEFILIM Y ÁNGELES ¿DIOSES MENORES? 178
4.4 LOS DIOSES DEL EDEN: ¿SERPIENTES O REPTILES CON
PIERNAS? 180
4.5 CREACIÓN Y CAIDA DEL HOMBRE. 181
4.6 EL HÍBRIDO HOMBRE MONO-ANUNNAKI Y ADAN. 183
4.7 ADAN, EL HOMBRE PRIMITIVO DEL EDEN. 185
4.8 LA CREACIÓN DEL HOMO SAPIENS. 187
4.9 EL HOMBRE PIERDE SU DIVINIDAD. 188
4.10 EL HOMBRE PIERDE LONGEVIDAD. 188
4.11 EL EXTRAÑO HABITANTE DEL EDEN. 189
4.11.1 ¿La circuncisión una práctica egipcia o hebrea? 194
4.12 LOS DESCENDIENTES: CAIN Y SET. 202
4.13 LOS HIJOS DE SET: ENOS, CAINAN, MALALEEL Y JA-
RED. 205
4.14 EL MISTERIOSO ENOC. 207
4.15 LAMEC EL ASESINO DE CAIN. 211
4.16 LOS HIJOS DE LAMEC. 212
4.17 EL SACERDOTE MELQUISEDEC. 214
4.18 ¿NOÉ HIJO DE NEFILIM? 215
4.19 LAS CIUDADES HEBREAS. 219
4.19.1 Jerusalén 222
4.20 DEL DIOS ENLIL AL HEBREO ELYON. 226
4.21 ¿MUCHOS NOMBRES O MUCHOS DIOSES? 229
4.22 DE DIOSES SUMERIOS A DIOSES HEBREOS. 237
4.23 ANU ES LLAMADO EL POR LOS HEBREOS. 245
4.24 ANU EL MÁS ALTO Y EL ELYON HEBREO. 250
4.25 ¿ANU ES YHWH? 255
4.26 EL AKITU Y EL CANTAR DE LOS CANTARES. 262
4.26.1 El antiguo Festival Akitu y la humillación del Rey. 265
4.26.2 Akitu, cantar de los cantares y masonería. 269
V. DE ZIGURATS A PIRAMIDES. 281
5.1 EL ZIGURAT. 283
5.1.1 Los zigurats más conocidos. 287
5.1.2 Los tipos de zigurats. 296
5.2 ZIGURAT O PIRAMIDE DE SAQQARA. 298
5.2.1 Serapeum. 300
5.2.2 El misterioso e enigmático constructor Imhotep. 303
5.2.3 Los egipcios hacían piedras artificiales. 308
5.2.4 Ni templos ni tumbas, ¡Son escuelas esotéricas! 312
5.2.5 La ceremonia del Djed. 315
VI. ¿COMO ENCAJA TODO ESTO? 319
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6.1 EL DESARROLLO HISTORICO DE LOS SUMERIOS, EGIP-
CIOS, HEBREOS Y OTROS EN EL MUNDO. 319
6.1.1 Los inicios de Sumer (4,000 a. C.) 327
6.1.2 La unificación de Egipto (3,200 a. C.) 330
6.1.3 La invasión semita a la media luna fértil (3,000 a. C.). 332
6.1.4 Las primeras pirámides egipcias. 334
6.1.5 Las tres pirámides de Guiza. 338
6.1.6 La escritura con fines históricos. 340
6.1.7 El imperio Acadio. 342
6.1.8 Los guti. 347
6.1.9 El patriarca Abraham. 354
6.1.10 Los hurritas y el caballo. 360
6.1.11 El código de Hammurabi. 364
6.1.12 Los hurritas. 369
6.1.13 Los fenicios. 373
6.1.14 Akenatón y el monoteísmo. 374
6.1.15 Del hierro al acero. 379
6.1.16 Troya. 381
6.1.17 El Imperio Asirio. 383
6.1.18 Los hebreos. 385
6.1.19 Los filisteos. 390
6.1.20 Los israelitas. 396
6.1.21 El rey David. 411
6.1.22 El rey Salomón. 414
VII. EL MEDIO ORIENTE Y EL NACIMIENTO DE LA MASONE-
RIA. 425
7.1 ¿QUÉ DICEN LOS ANTIGUOS DOCUMENTOS MASÓNI-
COS? 435
7.1.1 Manuscrito Regius 1,390. 435
7.1.2 Manuscrito Cooke. 436
7.1.3 Manuscrito Dowland. 438
7.1.4 Manuscrito Gran Lodge N° 1. 439
7.1.5 Manuscrito Iñigo Jones. 442
7.1.6 Manuscrito Dumfries N° 4. 443
7.1.7 La masonería según las escrituras. 447
7.1.8 Manuscrito Graham 1,726. 450
7.1.9 Discurso del caballero de Ramsay del 26 de diciembre de
1,736. 451
7.1.10 Discurso del caballero de Ramsay en la Recepción de Franc-
masones 1,737. 452
7.1.11 La historia temprana de la masonería luego de 1,717: George
7
Oliver. 452
7.2 ¿QUE DICEN LAS TABLILLAS SUMERIAS SOBRE LOS
MASONES? 455
7.2.1 El origen de la palabra masón. 460
7.2.2 Las ciudades en los mitos sumerios, acadios y babilonios. 462
7.2.3 Los Ritos de Construcción. 481
7.2.4 El rey arquitecto Gudea. 498
7.2.5 Enki el dios de la arquitectura sumeria. 504
7.2.6 Los masones operativos sumerios. 513
VIII. EL DESCENSO DE INANNA AL INFRAMUNDO Y LOS
MISTERIOS INICIATICOS. 517
8.1 EL DESCENSO DE INANNA AL INFRAMUNDO, LA ENSE-
ÑANZA INICIATICA. 519
8.2 INANNA Y OTROS MITOS POSTERIORES. 529
8.3 LA NIÑEZ DE INANNA Y EL ÁRBOL HULUPPU. 533
8.4 LA REINA INANNA. 534
8.5 EL PRIMER VIAJE AL INFRAMUNDO DE ENKI Y LOS ME
ENTREGADOS A INANNA. 536
8.6 ¿PORQUE INANNA DESCIENDE AL INFRAMUNDO? 537
8.7 QUE OCURRE CON ERESHKIGAL E INANNA 541
8.8 EL DESCENSO Y LOS MISTERIOS. 543
8.9 LAS SIETE PUERTAS DEL INFRAMUNDO Y LA INICIA-
CION. 551
8.10 LA DISTORSIÓN DEL SIMBOLISMO DE LA SERPIENTE.
554
8.11 EL ORIGEN SUMERIO DE LA MASONERÍA. 559
BIBLIOGRAFIA. 567
8
INTRODUCCION.
El génesis del universo ha sido una gran interrogante para el ser
humano y a lo largo de los años, se han formulado una variedad de
planteamientos para encontrar una respuesta, y son cuatro las teo-
rías de mayor aceptación que lo explican:
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lugar a las primeras estrellas y galaxias, formando así lo que cono-
cemos como el universo.
10
La teoría del universo oscilante, sostiene que nuestro universo
sería el último de muchos surgidos en el pasado, luego de sucesi-
vas explosiones y contracciones. El momento en que el universo se
desploma sobre sí mismo atraído por su propia gravedad es cono-
cido como Big Crunch, y marcaría el fin de nuestro universo y el
nacimiento de otro nuevo. Esta teoría fue planteada por el profe-
sor Paul Steinhardt, profesor de física teórica en la Universidad de
Princeton.
11
el Sol empezó a brillar–. Por entonces el universo se había enfriado
a unos 100 grados bajo cero.
Son muchas las teorías sobre cómo se formaron los planetas del
sistema solar, pero fuera como fuera, la edad de la Tierra se estima
en 4,600 millones de años. Al principio era una masa incandescen-
te, cuya superficie tardo poco en enfriarse. Parte de la atmósfera se
licuó y se crearon así los mares y océanos. La composición química
de la atmósfera y de los océanos era muy diferente de la actual: No
existía la capa de ozono que nos protege de los rayos ultravioleta, la
atmósfera soportaba una intensa actividad eléctrica. Las condicio-
nes existentes permitieron la formación de compuestos químicos en
las aguas, cada vez más complejos y variados, que culminarían con
la aparición de formas de vida.
12
En el periodo carbonífero (iniciado hace 360 millones de años)
se extienden los anfibios, aparecen los primeros reptiles, la tierra se
llena de musgos y helechos, cuyos restos formarán las cuencas de
carbón.
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Los primates vivían cómodamente en los árboles, alimentados
de frutos, y casi sin predadores. Sin embargo, hace 14 millones de
años las cosas empezaron a cambiar. Muchos primates abandona-
ron su hábitat arbóreo –tal vez su vida fácil condujo a la superpo-
blación y algunos grupos fueron expulsados de los bosques, hacia
las sabanas, un ambiente hostil para los animales incapaces de di-
gerir hierba y pobremente dotados para la caza–.
Ramapithecus
14
El Ramapithecus se extinguió hace 8 millones de años, pero no
era el único primate. Hubo más especies en las mismas circunstan-
cias que sobrevivieron más o menos tiempo. Estos monos cazado-
res reciben el nombre de homínidos.
15
su vez, es el paleolítico inferior. El Homo habilis se extendió rápi-
damente por el territorio habitado por los australopitecos.
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serio para el Homo erectus, que empezó a proliferar, pero, al igual
a lo ocurrió con los australopitecos, requería una gran cantidad de
territorio para cubrir sus necesidades, lo que les extendió paulatina-
mente por toda la Tierra. No obstante, el número total de habitantes
no superaba el medio millón. Tras un breve periodo interglaciar
sobrevino la tercera glaciación, desde hace algo más de 200,000
años hasta hace algo más de 100,000 años. A su término el Homo
erectus ya ocupaba medio planeta: poblaba toda África, buena par-
te de Asia y casi toda Europa (excepto el norte). Había aprendido
a fabricar cabañas que le protegía de la intemperie en ausencia de
cuevas naturales, que hasta entonces habían sido su único refugio.
17
El Homo sapiens y el Homo neanderthalensis se extendieron
por Europa, Asia y África. Cazaban todo tipo de animales y se
adaptaron con eficiencia a cada medio ambiente. Hace unos 40,000
años el Homo sapiens se convirtió en el primer poblador humano
de Australia. Hace unos 35,000 años empezó a manifestar su supe-
rioridad cultural frente al hombre de Neandertal, dando inicio así al
paleolítico superior. Una buena prueba de esta superioridad es que
la población mundial pasó en un tiempo muy breve de poco más de
un millón de habitantes a casi cinco millones.
A esta época corresponde los restos más antiguos del arte pre-
figurativo (incisiones y marcas decorativas en hueso y en piedra).
Las primeras muestras conocidas de arte figurativo (cabezas y cuar-
tos delanteros de animales pintados en piedra) datan de hace unos
30,000 años. Este avance hay que asociarlo a una significativa evo-
lución intelectual. Es imposible poner fechas a esto, pero el hombre
adquirió la capacidad de pensamiento abstracto, es decir, la capaci-
dad de pensar en algo sin necesidad de ningún estímulo externo que
le impulsara a ello. Así mismo desarrolló el lenguaje articulado:
los homínidos llevaban mucho tiempo comunicándose entre sí con
gran eficiencia, pero siempre mediante signos cuyo significado lo
fijaba el contexto (un grito en un momento dado podía ser la señal
de iniciar un ataque conjunto a una presa, o el indicio de algún
peligro cuya naturaleza había que percibir directamente, etc.). El
lenguaje articulado suponía la posibilidad de aludir a algo de forma
unívoca independientemente del contexto. Tal vez las figuras es-
quemáticas fueron al principio un método de ponerse de acuerdo en
el significado de las palabras, de convenir qué caza iban a buscar,
tal vez se quedó como costumbre hacer dibujos de las presas que
esperaban cazar, tal vez llegaron a imaginar que dibujar los anima-
les era una forma mágica de atraerlos.
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seres dependía que hubiera buena caza y que las mujeres tuvieran
hijos. La imaginación del Homo sapiens ante lo desconocido, crea-
ba creencias de toda índole, acompañadas de ritos y costumbres.
Nace las “manifestaciones artísticas” pero será difícil saber qué
finalidad concreta tendrían los objetos producidos. Se tiene estatui-
llas femeninas fabricadas hace 27,000 años y paulatinamente pro-
dujeron nuevas imágenes pictóricas, bajorrelieves y esculturas cada
vez más perfeccionadas.
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dor hace unos 12,600 años, habría sido impracticable antes, ya que
carecían de recursos cruciales como las herramientas, la madera
para combustible, y animales de caza que eran esenciales para el
estilo de vida del cazador-recolector. “A pesar de que el corredor
físico estuvo abierto desde hace 13,000 años, hasta varios cientos
de años más tarde no fue posible utilizarlo”. Fundamentalmente,
porque antes de hace unos 12,600 años no había plantas, ni anima-
les en el corredor, lo que significa que los seres humanos que pasan
a través de él no habrían tenido recursos vitales para sobrevivir. Si
esto es cierto, entonces los primeros americanos, que ya estaban
presentes al sur mucho antes de esta fecha, hicieron el viaje por
otra ruta. Probablemente migraran a lo largo de la costa del Pacífi-
co antes del 13,000 a. C., tal como puede ser corroborado con los
restos humanos hallados en Pedra Furada (Brasil) fechados hacia el
año 50,000, Monte Verde (Chile) de 33,000 años, El Cedral (Méxi-
co) de 31,000 años, Paccaicasa (Perú) de hace 17,000 años. Como
fuera, el hombre no tardó mucho en poblar la totalidad de la Tierra.
20
Glacial Glaciación de Würm o Wisconsin 80,000 Pleistoceno
años.
Pos glacial Actual 20,000 Holoceno, Otros consideran hace
10,000 años.
* m. a. Millón de años.
Tal vez los ejemplos más antiguos de este tipo de poblados (no
muy numerosos al principio) son una serie de asentamientos esca-
lonados en el tiempo en el noreste de África, en el actual Egipto, los
primeros de los cuales datan de hace 19,000 años. Al parecer, sus
habitantes recogían anualmente cosechas de cebada y trigo silves-
tres. Por aquel entonces todo el norte de África era una selva rica
en fauna y vegetación, pero pronto terminaría el periodo glaciar y
comenzaría un proceso de desertificación que originaría el desierto
del Sahara. Pero la zona noreste continuó siendo fértil mucho tiem-
po gracias al río Nilo, que es el río más largo del mundo y nace en el
lago Victoria, en el ecuador africano, y lleva sus aguas hacia el nor-
te hasta el Mediterráneo. De todos modos, en la antigüedad, ningún
hombre “civilizado” sabía de dónde surgía el Nilo, pues una serie
de cataratas impedían seguir su curso río arriba a través de la selva.
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La costa de Canaán recibe el nombre de Palestina al sur y Fe-
nicia al norte, si bien estos nombres están relacionados con pue-
blos que habitarían la región posteriormente. La media luna fértil
avanza hacia el este por el llamado corredor sirio y luego desciende
hacia el sur siguiendo el curso de dos ríos que fluyen paralelamente:
el Éufrates y el Tigris, que finalmente se unen poco antes de des-
embocar en el Golfo Pérsico. En la antigüedad el mar cubría una
extensión mayor de terreno seco actual, de modo que el Éufrates y
el Tigris tenían desembocaduras separadas. La tierra comprendida
entre estos dos ríos y, por extensión, sus alrededores, se conoce
como Mesopotamia, que limita al este con los montes Zagros. Se
conocen restos de cazadores-recolectores que poblaron estos mon-
tes hace casi 13,000 años.
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solítica se extendió desde Palestina hasta Siria siguiendo la me-
dia luna fértil. Mientras el noreste de África permaneció en estado
mesolítico durante varios milenios, en el Oriente Próximo (región
del oriente más próxima al Mediterráneo llamado Oriente Próximo
por los europeos y Oriente Medio o Medio Oriente por los anglo-
sajones) se producen cambios relativamente rápidos. Los hombres
sedentarios tuvieron ocasión de estudiar más a fondo el comporta-
miento de las plantas y los animales. Lentamente, descubrieron que
era posible retener y alimentar a algunos animales en lugar de ma-
tarlos, de modo que se podía disponer de su carne cuando fuera más
necesaria. Hay indicios de que por esta época, en un asentamiento
que más tarde sería la ciudad de Jericó, ya se había domesticado el
carnero. Poco a poco, los hombres de la parte occidental de la me-
dia luna fértil se hicieron pastores y agricultores.
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Hacia el 7,500 se empezó a cultivar el trigo en Jericó, y se do-
mestico el cerdo y la cabra. Por esta época la agricultura y la gana-
dería llego a la Alta Mesopotamia –esto es a su parte norte, la más
alejada del mar–. Palestina continuaba a la cabeza de la civilización:
Hacia el año 7,000, las viejas cabañas circulares habían sido susti-
tuidas por casas de planta rectangular, subdivididas en habitaciones
y con las paredes y el suelo cubiertos de arcilla. Sus pobladores
enterraban a los difuntos bajo sus casas, pero antes les separaban el
cráneo, lo cubrían de arcilla y lo adornaban con pinturas.
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Durante el VII milenio, la población en la media luna fértil au-
mentó notablemente. Se domesticó al buey. En Siria se exploraron
muchas innovaciones, como la fabricación de recipientes de cal,
técnicas que no tuvieron continuidad. La agricultura se extendió
por la península de Anatolia (Turquía). Hacia el año 6,500 encon-
tramos una agrupación de pueblos de cerca de 6,000 habitantes,
con casas y santuarios de ladrillo crudo y frescos de divinidades
femeninas y toros. A finales del milenio aprendieron a fundir el co-
bre para fabricar adornos, puntas de lanza y objetos diversos, pero
el metal era escaso y el descubrimiento no tuvo mucha repercusión.
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te el sexto milenio fue la construcción de fortalezas, signo de que
sus habitantes sufrían frecuentes incursiones de pueblos nómadas
vecinos. En Egipto las condiciones eran más propicias que las de
Mesopotamia o Canaán, por lo que la región permaneció ajena a
los avances de estas regiones y continuó en su tradición mesolítica
de caza y recolección durante todo el milenio. La cultura neolítica
se extendió desde el oriente próximo hacia Europa. Hacia el año
6,000 aparecen las primeras comunidades agrícolas en el sureste
de Europa y a lo largo del milenio se extendieron a lo largo de la
costa mediterránea. Por otra parte, también apareció la agricultura
alrededor del valle del Indo (en el actual Pakistán).
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por otro grupo humano que también hablaba una misma lengua,
conocida como Afroasiático o Camitosemítico. No obstante, el de-
sierto del Sinaí supuso una separación permanente entre Arabia y
África, por lo que las variantes dialectales del Afroasiático de Ara-
bia formaron pronto un grupo de lenguas bien diferenciadas de las
africanas, conocidas como lenguas semíticas. Las tribus de Arabia
se hicieron ganaderas, mientras que las del norte de África conti-
nuaron viviendo durante mucho más tiempo de la caza y la recolec-
ción, pues el territorio era más fértil.
27
hacia Egipto. En torno al 4,500 el sur de Canaán fue invadido por
un pueblo que conocía la fundición del cobre. Por la misma época
aparecen los primeros poblados neolíticos en Egipto, junto al lago
Moeris, algo al oeste del curso del Nilo. Las inmediaciones del Nilo
hubieran requerido un sistema de canales similar al de Mesopota-
mia para ser aprovechadas adecuadamente, por lo que las zonas
cercanas (pero prudencialmente alejadas de las súbitas crecidas del
río) eran más adecuadas para una población que acababa de descu-
brir la agricultura y la ganadería.
Los estudiosos indicaran años más o años menos, pero dan con-
formidad a la presencia y efectos de los diversas eras de la tierra.
Por otra parte las evidencias arqueológicas permiten bosquejar la
evolución de los pueblos y culturas. En lo que aún no se ha logrado
consenso es en el origen del hombre. Persisten en su propuesta los
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creacionistas y los evolucionistas, sin embargo hace relativamente
corto tiempo se ha propuesto que ambas se complementan, con la
participación de un nuevo factor. La participación de seres inteli-
gentes en la modificación del ADN.
29
Probablemente no habría mucho que objetar a esta nueva co-
rriente del “diseño inteligente”, próxima al creacionismo, sino fue-
se porque ha sido presentada como opuesta al evolucionismo, en
aquello que precisamente constituye su elemento esencial, la se-
lección natural que opera sobre la diversidad surgida por azar. Sin
embargo no hay ninguna incoherencia entre la creencia en un Dios
Creador del Universo y la selección natural. ¿Por qué no pudo Dios
incluir en su diseño creador la selección natural? En verdad no hay
nada que se contraponga a ello.
30
han distorsionado en el tiempo y con las sucesivas transcripciones
a otras lenguas diferentes al original. Los evolucionistas recono-
cerían que hay bases científicas en el Bereshit y el Génesis, y los
creacionistas se percatarían de lo que el texto dice realmente. Por
otra parte ambos juntos no tienen las respuestas suficientes.
Bereshit 2.
7 Vayítser Adonay Elohim et-ha’adam afar min-ha’adamáh va-
yipaj pe’apav nishmat jayim vayehí ha’adam lenéfesh jayáh (He-
breo lengua original).
31
aliento de vida, y el hombre se convirtió en un alma viviente (Tra-
ducción literal del Hebreo)
Son estos dos aspectos, sobre quién creó al hombre y por qué,
los que mejor explican este aspecto son los sumerios. No olvide-
mos que el Tanaj o Antiguo Testamento de la Biblia, originalmente
fueron escritos en hebreo, mientras que el Nuevo Testamento de la
Biblia fue escrito en griego. El Tanaj que es en la Biblia el “Antiguo
Testamento” posteriormente será completado con el “Nuevo Tes-
tamento” para formar la Biblia cristiana actual, la misma que será
formalizada en Roma en el Concilio de Nicea.
32
trovertida y los datos excesivamente interpretados.
33
Ellos llegaron a la Tierra sembraron la vida aquí y crearon al hom-
bre moderno. Lo instruyeron en la ciencia y crearon un mundo ci-
vilizado. Civilización tras civilización surgieron en el Antiguo y
el Nuevo Mundo. Un día partieron y nos dejaron la promesa de
regresar… y lo harán, dicen algunos, otros sostienen que se queda-
ron entre nosotros y constituyen las castas influyentes del mundo.
El hombre de las civilizaciones antiguas los adoró como dioses,
tradición que fue sustituida por la adoración de un solo dios en las
religiones monoteístas que han sobrevivido y constituyen las reli-
giones más influyentes del mundo.
34
explicación de la repentina aparición del Homo sapiens. Los dioses
alienígenos manipularon y mejoraron las especies animales exis-
tentes. Esto dio lugar a la creación de las primeras formas primi-
tivas de la humanidad que precedieron a la nuestra actual. Estas
primitivas formas de vida son el hombre de Neandertal, el homo
erectus y el hombre de Cromañón, que conforme a esta teoría, fue-
ron en principio experimentos genéticos extraterrestres.
35
expansiones en los nuevos territorios, a su vez serán los dioses de
estas nuevas áreas geográficas y sus poblaciones les darán nuevos
nombres. Todos ellos tuvieron un origen común, pero serán conoci-
dos con diferentes nombres, conforme a la lengua que cada cultura
o civilización habla.
36
W.J. Hugham en rápida sucesión (1,869 – 1,872) publicó las
Constitutions of the Freemasons, Masonic Sketches y los Old Char-
ges de los francmasones británicos.
37
organización previa al siglo XII, por el contrario, se debe afirmar en
forma contundente que el arte ya existía de mucho antes.
38
admitir que la francmasonería sea descendiente de estas antiguas
fuentes, es similar a aceptar, que los gobiernos democráticos actua-
les son descendientes de los de Grecia, Roma y otras culturas más
antiguas, donde habían principios e instituciones que funcionaban,
y de los cuales tomamos sus principios y construimos sobre ellos
los nuestros, conforme a nuestras necesidades de espacio-tiempo.
39
40
I. EL MITO SUMERIO
El “Diseño Inteligente” y la “Manipulación Genética”, aparen-
temente es una propuesta nueva, sin embargo existe antiquísimas
evidencias escritas de origen sumerio, que fue dejada por la más
enigmática civilización que surgió en el Medio Oriente. Tras desci-
frarse su escritura, conocemos en detalle la narración que contiene,
y a la luz de la ciencia actual, la narración posee un sólido soporte
científico, cuya aceptación es cada día mayor entre los estudiosos
de las diferentes doctrinas religiosas y los hombres de ciencia. El
único inconveniente es que trastoca las enseñanzas que por siglos
impartieron las religiones.
41
trones del viento y del terreno, entre otras cosas, algunas zonas de
la Tierra que en la actualidad están provistas de agua, eran estériles
aún, y algunas zonas que en la actualidad sólo tienen lluvias esta-
cionales, tenían lluvias durante todo el año por entonces.
Los niveles del mar eran más bajos, por la gran cantidad de
agua almacenada como hielo sobre la tierra. Las evidencias indican
que durante las dos eras glaciales principales, los niveles del mar
estaban entre 180 y 215 metros más bajos que en la actualidad. Esto
quiere decir, que había mayor tierra firme, donde ahora hay mares
y costas. En las zonas donde los ríos corrían, se creaban profundas
gargantas y cañones, si sus cursos atravesaban terrenos rocosos; si
sus lechos discurrían por terrenos blandos y arcillosos, llegaban a
los mares glaciares a través de inmensas tierras pantanosas. Ese era
el panorama de la Tierra, cuando llegaron los nefilim, elohim, anun-
nakis o seres del espacio exterior. Como es natural preguntamos,
¿Dónde establecieron su primera morada estos seres?
42
los dos ríos, Tigris y Éufrates, que sin duda era la mejor opción,
pues tiene los campos petrolíferos más ricos del mundo que se ex-
tiende desde el Golfo Pérsico hasta las montañas donde nacen el
Tigris y el Éufrates. Los betunes, los alquitranes, las peces y los
asfaltos borboteaban o manaban en la superficie de forma natural.
No es casual que los sumerios tenían nombres para las diversas
sustancias bituminosas: petróleo, crudos, asfaltos naturales, rocas
asfálticas, alquitranes, asfaltos pirogénicos, masillas, ceras y peces.
Tenían nueve nombres diferentes para los distintos betunes, mien-
tras los egipcios sólo tenían dos y en sánscrito, había tres.
43
las divinas ordenanzas...
Fundó cinco ciudades en lugares puros,
les dio sus nombres,
las dispuso como centros.
44
EN.KI (señor del suelo firme) también llamado E.A (cuya casa
es el agua) eran de lo más apropiado. Eridú, que quedó como centro
de culto y sede del poder de Enki a lo largo de toda la historia de
Mesopotamia, se construyó sobre un terreno elevado artificialmen-
te por encima de las aguas pantanosas. Esto se encuentran en un
texto llamado “Enki construye su Templo (E-ENGURRA)”:
“Él trajo...;
estableció la limpieza de los ríos pequeños”.
45
Mi casa, su sombra se extiende sobre el Pantano de la Serpien-
te...
las carpas agitan sus colas en él entre los pequeños juncos gizi”.
46
Luego el poema pasa a describir y registrar, los logros de Enki.
El marcó el pantano,
puso en él carpa y... pescado;
Marcó el matorral de cañas,
puso en él... juncos y juncos verdes.
A Enbilulu, el Inspector de Canales,
lo puso al cargo de los pantanos.
Fue él el que puso la red para que no escaparan los peces,
de cuya trampa no... escapa,
de cuyo cepo ningún pájaro escapa,
... el hijo de ... un dios al que le gustan los peces,
Enki puso al cargo de los peces y los pájaros.
A Enkimdu, el de la zanja y el dique,
Enki lo puso al cargo de la zanja y el dique.
Él cuyo... molde dirige,
a Kulla, el hacedor de ladrillos del País,
Enki lo puso al cargo del molde y el ladrillo.
47
extinto. El Ararat domina la meseta de Armenia, en la actual fron-
tera de Turquía, Irán y Armenia. Se eleva en los lados este y norte
hasta los 900 metros de altitud, y en el noroeste hasta los 1,500
metros. El macizo tiene unos cuarenta kilómetros de diámetro, un
inmenso torreón que emerge de la superficie de la Tierra.
48
de “país sin retorno”. KUR.UN.GI.A, significa literalmente: “país
donde los dioses-que-trabajan, en profundos túneles amontonan
[los minerales]”.
49
25-[Así, ellos abrieron] el curso del Tigris,
[Y des]pués, [el del Éufrates].
50
“¡Vayamos a ver al encargado, [nuestro jefe],
Para que nos libre de nuestra [pesa]da tarea!
Al valiente soberano de los dioses,
[Ven]id, vayamos a sacarlo de su casa –
45- [A Enlil (el valiente), el so]berano de los dioses,
[Ven]id, vayamos a sacarlo de su casa!”
[Entonces…] abrió la boca
[Y se dirig]e a los dioses, sus hermanos:
“[…], el encargado de tiempos pasados (?)…
51
Mientras se [sen]taban los grandes Anun[naku],
Enlil se puso de pie: se a[bría] el debate.
105- Enlil, habiendo abierto, entonces, la boca,
Se dirige a [los gra]ndes [dioses]:
“¿Ellos se ha[n rebela]do contra mí?
¡Pues bien, me batiré…!
¡Oh dioses!, ¿Qué es lo que han visto mis ojos?
110- ¡El combate se ha extendido hasta mi puerta!”
Anu abrió entonces la boca
Y se dirige a Enlil el valiente:
“(Si quieres saber) la razón (?) por la que los Igigu
Han asediado tu puerta,
III) – 115- Que Nuska salga [a preguntarla (?)]:
[Encárgale que cumpla esa] misión
Ante tus hijos!”
52
5´Pero Anu abr[ió] la boca
[Y se di]rige a los dioses, sus hermanos:
“¿Por qué los [cul]pamos?
¡Su carga era pesada, su trabajo inf[inito]!
[Cada di]a […]
10´[Su grito de auxilio] era [cosa se]ria:
[Nosotros no (les) o]ímos dar voces…
Pero no todo era problema, ellos tenían una solución que pro-
pusieron:
53
como creara al hombre.
54
Después de que Enki hubiese amasado esta arcilla,
Llamó a los Anunnaku, los grandes dioses,
Y a los Igigu convertidos, ellos también,) en grandes dioses,
Que escupieron sobre la arcilla.
235- Después, [Ma]mmi abrió la boca
[Y se di]rige a los grandes dioses:
[“¡El tr]abajo que me habías encargado,
Ya lo he realizado!
Habéis inmolado a ese dios con su “alma”,
240- Y yo os he librado de vuestra pesada tarea,
Imponiendo vuestra labor al Hombre.
Cuando vosotros concedáis a los Hombres
El rumor de la pululación
¡Yo soltaré vuestra cadena y seréis “libres”!”
Una vez que ellos oyeron este discurso,
245- Corrieron a abrazarle los pies:
“Hasta ahora, decían, te llamábamos Mammi:
Que, a partir de este momento, tu [no]mbre
Sea Señora de Todos los Dioses (Belet-kala-ili)!”
Instrucción de la reproducción de los hombres
Entonces, entraron en la sala de los destinos
250- Enki el príncipe (?) y la experta Mammi
55
15´Ante la Matriz divina, hacedora de destinos,
Se las empareja
Y se las reúne dos a dos.
Y, así, Mammi traza
Las reglas (del parto) de los seres humanos:
“En la habitación en que se tiende,
Encamada, la parturienta,
Tendrá que estar durante siete días la pared de ladrillo.
20´Se deberá rendir honores a la Señora de los dioses,
A Mammi la experta.
La comadrona estará alegre
En la habitación de la encamada parturienta.
Y, cuando ella haya dado a luz,
La joven madre permanecerá en el lecho, de acuerdo con su
voluntad…
56
[Y el territorio se había ampliado]
Y la población multiplicado.
El pa[ís, como un to]ro, alzaba tanto la voz
355- Que [el ruido] molestó al dios soberano
57
[¡Ni] imploréis más [a vuestras diosas]!
Y sólo frecuen[tad a Namtar]:
¡Sólo a él [ofrecedle] vuestros platos cocinados!”
El [acep]tó gustoso esas ofrendas
410- [Y, con]fuso por culpa de tatos presentes,
[Suspen]dió su acción maléfica:
Así [se pus]o [fin a la epidemia]
Y de nuevo [prosperaron (?)].
58
Después, inter[viniste] tú,
[Para liberar a los hombres, soltando sus cadenas
Y permitiéndoles una rica producción]!
Enki se ríe de las medidas que ordenó Enlil y de las que prepara.
En su rincón,
[En plena as]amblea de los dioses, a Enki le entró la risa
59
Su vuelta a la n[ada]?
(Vosotros habéis decidido). ¡Hagamos que, en este sentido,
preste juramento (!)
Enki, el príncipe (?)!”
40´Y Enki, ab[riendo] de nuevo la boca,
Se dirige (otra vez) a los di[oses, sus hermanos]:
“¿Por qué me queréis ligar con un juramento?
¿Acaso puedo yo alzar la mano contra [mis] cri[aturas]?
Y ese Diluvio del que hab[láis],
45´¿Qué es? ¡Yo [lo ignoro]!
¿Soy yo quién [lo] tiene que producir?
¡No, ésa es tarea [de Enlil]!
¡Que se él, él, quien tome la decisión [y dé las órdenes]:
Y, entonces, que Sullat y [Hanis]
50´Partan [encabezando] (el fatal cortejo);
Que Ner[gal arranque] los soportes de las compuertas celestes;
Que [Ninurta] vaya
A hacer que se desbor[den las presas de aquí arriba]!
60
Enki advierte a Atra-Hasis
61
¡Estará cerrado por todos los lados,
Y su equipación deberá ser sólida
Y su calafateado grueso y resistente!
Después, yo haré que lluevan
62
25- ¡E[nki] había perdido la razón,
[Al ver (?)] como eran arrancados sus hijos
[An]te sus ojos!
[Nin]tu, la gran señora,
Ponía de manifiesto [su ho]rror en sus labios,
30- Mientras los Anunnaku, los grandes dioses,
[Segu]ían débiles por culpa del hambre y la sed.
Ante este espectáculo, la diosa estalla en sollozos,
La comadrona divina. Ma[mmi], la experta:
“¡Que desaparezca este día (, gritaba,)
35- Que regrese a las tinieblas!
Pero, ¿Cómo yo, en la asamblea de los di[oses],
He podido, junto con ellos,
Enlil, mediante un discurso tan hábil
40- Como el de la famosa Tiruru,
Ha convertido mis palabras en vanas!
Sin embargo, yo, en persona,
He escuchado la llamada de socorro de los hombres:
¡Mi progenie, sin que yo haya podido hacer nada,
45- Ha ido cayendo como moscas!
¿Cómo voy a seguir quedándome aquí,
Ahogados mis gritos, en este lugar de luto?
Voy a subir al Cielo
Para no permanecer por más tiempo
50- En esta funesta residencia (?).
Allí arriba se ha trasladado Anu, nuestro jefe (?),
Y los dioses, sus hijos, que escucharon su llamada,
Después de haber decidido, de manera desconsiderada, el Di-
luvio
¡Y (haber) condenado a los humanos a esta hecatombe!”
Todos los dioses, estaban abatidos y lloraron con los labios apre-
tados; la Tablilla IV del Poema de Atrahasis, describe la situación a
bordo de una nave donde los anunnaki compartían alojamiento con
la Diosa Madre.
63
ya! –
¡Como trozos de madera arrojados, helos aquí, apilados sobre
la orilla!
10- Al verlos, yo derramaba lágrimas:
¡Ahora, ya acabé de lamentarme por ellos!”
¡El llanto calmó su corazón!
Así gemía Nintu,
Suspirando (?) sin emoción (?),
15- Y los dioses, con ella, se lamentaban por la tierra.
Harta de desesperación,
La diosa tenía ganas de beber cerveza:
Allí donde ella estaba, llorando,
Estaban también ellos, como corderos
20- Apretujados alrededor de un abrevadero,
Con sus labios secos por causa de la angustia,
23 + 22- Y titubeantes por causa de la inanición.
Enki, estaba también en otra nave, pero tenía motivos para sen-
tirse menos pesimista. Las evidencias sugieren que también había
planeado el encuentro con Atrahasis, en el Ararat, la montaña más
elevada de la zona.
64
ta un destino concreto.
65
VI) 1- En […]!
¡Que [estas] “moscas”
Formen un collar de lapislázuli en [mi] cuello,
Para recordarme, siempre, estos días [funestos (?)]!”
Enlil se enfurece al constatar que lo han engañado
5- Pero, cuando En[lil el valiente] vio el barco,
Se encolerizó con los Ig[igu], (y exclama)
“Todos nosotros, los grandes Anunnaku,
Habíamos decidido, en conjunto, prestar un juramento (se trata
del juramento secreto
relacionado con el Diluvio S19).
¿Por qué, entonces, un ser vivo
Ha escapado a la destrucción?
10- ¿Cómo ha sobrevivido un hombre a la carnicería?”
Anu, entonces, abrió la boca
Y se dirige a Enlil el valiente:
“¿Quién, además de Enki,
Habrá podido hacer esto?
15- ¡Yo [por mi parte (?)], no he revelado nuestro propósito
(?)!”
66
Entonces se tomaron las últimas medidas para evitar en el futuro
la superpoblación de los humanos. Enki pide a Nintu que lo haga.
67
ofrenda”. Entonces, comprendieron que el alimento que el hombre
cultivaba y el ganado que criaba eran esenciales para la sobreviven-
cia. “Cuando, por fin, Enlil llegó y vio el arca, montó en cólera”.
Pero la situación y la persuasión de Enki prevalecieron; Enlil hizo
las paces con los restos de la Humanidad y se llevó a Atrahasis/
Utnapistim en su nave a la Morada Eterna de los Dioses.
68
rio norte y 2,000 años después en el hemisferio sur, conforme al
estudio, realizado por el equipo de T.J. Fudge y Eric Steig, de la
Universidad de Washington en Seattle, y Kendrick Taylor del DRI
(Desert Research Institute) en Reno, Nevada. Durante este período
el Homo sapiens se dispersó, del Asia hacia todos los continentes e
islas incluido América, que tuvo comunicación, por el estrecho de
Bering, que se convirtió en el “puente de Bering” o “puente Berin-
gia”, transitado por personas y animales.
Probable aspecto de la tierra hace 20,000 años. En esta época, las zonas
habitadas más cálidas eran el Congo africano e Indonesia. El amarillo represen-
ta el refugio franco-cantábrico (Cromañón), el verde el Mediterráneo Oriental
(probable zona de mezcla entre neandertal y “hombres modernos”) y el rojo el
refugio altaico (yacimientos de Okladnikov y Denisova).
69
extrema, los nefilim dejaron a un lado sus inhibiciones con respecto
al Hombre, y se pusieron de inmediato a enseñar al Hombre las téc-
nicas del cultivo de la tierra y de la cría del ganado. La superviven-
cia, dependía de la rapidez con la cual se desarrollara la agricultura
y la cría de animales para sustentar a los nefilim y a la Humanidad
que se iba a multiplicar rápidamente. Los nefilim pusieron su avan-
zado conocimiento científico en la tarea.
El arca en el Ararat.
70
complicada labor agrícola, según narra el Tanaj y la Biblia.
Inicio de la agricultura.
71
llanos– y que hizo posible el cultivo en las montañas manteniendo
a distancia las aguas de la inundación. “Él cerró el paso a las mon-
tañas como con una puerta”. El nombre de esta tierra montañosa
al oriente de Sumer, E.LAM, significaba “casa donde germinó la
vegetación”. Después, dos de los ayudantes de Enlil, los dioses Ni-
nazu y Ninmada, extendieron el cultivo de cereales a las llanuras
para que, con el tiempo, “Sumer, el país que no conocía el grano,
conociera el grano”.
72
También los anunnaki llegaron a la conclusión de que necesi-
taban un intermediario entre ellos y las masas de seres humanos.
¡Los elu así lo decidieron! Elu en acadio, significa “los nobles”,
“los elevados”. Así pues, ellos, como puente entre los señores y
la Humanidad, introdujeron la “Realeza”, el “Reino” en la Tierra,
nombrando un soberano humano que asegurara el servicio de la
Humanidad a los dioses y canalizara las enseñanzas y las leyes de
los dioses al pueblo.
Estas tres agrupaciones fueron, sin lugar a dudas, tres de las “re-
giones” sobre cuyo asentamiento discutieron los grandes anunnaki.
A cada una de las tres fue una de las divinidades principales. Una
de éstas fue, Sumer, la región de los pueblos semitas, el lugar donde
surgió la primera gran civilización del Hombre.
73
Las otras dos también se convirtieron en focos de civilizacio-
nes florecientes. Alrededor del 3,200 a. C. –unos quinientos años
después del surgimiento de la civilización sumeria– hicieron su
primera aparición en el valle del Nilo, el estado, reino y civilización
que con el tiempo, sería la gran civilización de Egipto.
74
Por otra parte, no se puede negar que las pirámides egipcias,
son, por debajo de su “piel” de piedra, imitaciones de los zigurats
mesopotámicos, y existen razones para creer que el ingenioso ar-
quitecto que diseñó los planos de las grandes pirámides y supervisó
su construcción era un sumerio al que se veneraba como un dios.
75
Una de las tablillas del Mito de Enki y Ninhursag, la describe
como “Una tierra virginal y prístina, donde los leones no matan,
los lobos no se llevan a los corderos, los cerdos no saben que los
granos son para comer”. Aparentemente, en este lugar tuvo escena
la historia épica de la creación protagonizada por Enki, Ninhursag y
Nammu, relatada en el Enuma Elish. A Dilmun es donde fue envia-
do Ziuzudra (Utnapishtim o Atrahasis), luego del diluvio, para vivir
por siempre. Además, era la morada de Ninlil, la diosa del aire.
76
en gran parte a las traducciones modernas de los textos sumerios
y acadios, que dan interpretaciones diversas a los textos origina-
les. Una fuente importante de información sobre esta tierra son los
acontecimientos de los viajes de Gilgamesh.
77
el Primer Milenio antes de Cristo, y china y el Mediterráneo en el
último período, del siglo III al siglo XVI d. C.
78
El lugar, está situado en una ubicación estratégica, muy impor-
tante en la red política regional del Golfo, jugando un papel político
muy activo a través de muchos períodos de tiempo diferentes, que
dejaron sus huellas en los diferentes estratos del tell. Qal’at al-Ba-
hrain es un ejemplo único de un paisaje antiguo que sobrevive con
elementos culturales y naturales. La UNESCO lo ha declarado Pa-
trimonio de la Humanidad desde el 2,008.
79
que vivían en el 2,400 a. C., aproximadamente, habla de barcos de
madera de Dilmun que llegan a su ciudad, Lagash y a Ur, trayendo
Marfil; de acuerdo con los textos también estos llevaban lapislázuli,
madera, oro y cobre.
11-16 In Dilmun the raven was not yet cawing, the partridge not
cackling. The lion did not slay, the wolf was not carrying off lambs,
the dog had not been taught to make kids curl up, the pig had not
learned that grain was to be eaten.
80
En el término semita “Shumu” se traduce tradicionalmente
como “nombre”, y presenta dificultades para entender el texto. El
término “shem” que se utiliza en el Tanaj y el Antiguo Testamento
es igual que el “Shumu” de los sumerios.
81
Las naves de Dilmun anclaban en los muelles de las ciudades de
Mesopotamia junto a los de Egipto y Etiopía desde por lo menos
mediados del tercer milenio a. C.
Sargón II, gobernante asirio del siglo VII a. C., anunció: “Yo
traje bajo mi control Bit-Iakin a las orillas de los amargos mares
hasta la frontera de Dilmun. Uperi, rey de Dilmun, cuya morada
se sitúa, como un pez, treinta dobles-horas en medio del mar del
sol naciente, oyó hablar de la fuerza de mi soberanía, y envió sus
regalos”.
82
mente de Tiro, se revela en las acontecimientos económicos de Ebla
del último tercer milenio, donde su nombre sirvió como estándar
real para el oro, que se refiere generalmente como el “Gin de Dil-
mun” o “Siclo de Dilmun”.
83
Las áreas costeras del Líbano fueron habitadas por los cananeos
que más adelante vinieron ser llamados fenicios por los griegos. La
primera de estas ciudades era la ciudad de Gubla (Byblos para los
Griegos) y su historia regresa al 3,500 a. C. Byblos y más adelante
otras ciudades como Tiro, Sidón, Berytus (Actualmente Beirut), y
Aradus emergieron bajo el control de Egipto cerca del año 2,700 a.
C., cuando se hicieron célebres exportando cedro, aceite de oliva, y
los vinos a Egipto. La evidencia del comercio con Egipto es de épo-
cas de antes de cualquier dinastía y continuó ininterrumpidamente
por muchos siglos. Las tierras montañosas proporcionaron madera
a los palacios, templos, y barcos de los faraones.
84
En los días de Hiram I rey de Tiro, los bosques fueron talados,
para extraer madera y productos agrícolas del Líbano, que fluyeron
fuera a través de sus numerosos puertos. Parte de esta madera fue
a parar a Jerusalén para la construcción del Templo de Salomón
donde era arquitecto Hiram Abif. Con la expulsión de los Hicsos o
Amalecitas por las fuerzas unidas de Ahmose y Saúl, la tierra fue
dividida entre los tres líderes.
85
y has adquirido oro y plata en tus tesoros.
Las piedras más grandes del mundo utilizados para construcción son las de
Baalbek-Líbano, con un peso de más de 1,200 toneladas. Se dice que Baalbek
fue en el pasado un puerto donde descendían naves del espacio exterior.
86
piedras de fuego”. Que también es la tierra del jardín del Edén y él
era el querubín guardián: “Tú eras el sello de la perfección, lleno
de sabiduría, y acabado de hermosura”.
87
La reina Hatshepsut de la Dinastía XVIII, hizo un viaje a esta
fabulosa tierra que ella describe detalladamente en los relieves de
las paredes de su templo cerca de Tebas. Los relieves narran sobre
su llegada a esta tierra en nave, ella se encontró con la realeza de la
tierra de Punt que investigó si ella llegó “por los caminos del cielo
o por el mar”. Era legendario en la tierra de Punt que los dioses, o
aquellos favorecidos por los dioses, podían llegar a esta tierra en
barco o aeronave.
88
nos, perros, pieles de pantera del sur, y siervos y sus hijos...
1.5.6 El Libano.
89
norte se abre en el llano sirio en Homs.
Líbano fue una elección natural para los sumerios después del
diluvio, para ser el sitio del Nuevo Edén, el paraíso de los dioses. Su
alejamiento y fronteras protegidas también realzaron su valor como
balneario privado y la localización del nuevo puerto espacial. Las
tierras le fueron asignadas a Utu/Shamash, el principal astronauta,
junto con la ciudad de Baalbek como su cuartel general. Llamado
en la Biblia, Beth-Shemesh era literalmente la casa de Shamash.
90
compuesta en el período babilónico medio cerca del Siglo XIII a.
C. Fragmentos de este poema también se han encontrado en otros
idiomas como el Antiguo Babilónico Semita, hitita o el semita del
noroeste y también el sumerio original. Algunos de estos fragmen-
tos datan desde fechas tan lejanas como el 2,000 a. C.; confirmando
la visión que las hazañas de Gilgamesh fueron también conocidos
en el Medio Oriente en el tercer milenio a. C.
91
y Enkidu es condenado a morir.
92
das de fuego” quienes fueron colocados en la entrada este al jardín
del Edén para cuidar el árbol de la inmortalidad y para evitar que
Adán y Eva vuelvan a entrar, en las narraciones del Tanaj y el An-
tiguo Testamento.
Esto explica por qué expulsaron a Adán y Eva “al este del
Edén”: Porque esa entrada era cuidada por el Querubín. Es nece-
sario indicar que Damasco está al este de la entrada a la tierra del
Líbano. Damasco es la ciudad más vieja del mundo continuamente
ocupada y se aduce que fue fundada por Adán y Eva después de que
salieran del Edén.
93
turaleza, especialmente en el período de inundación. Así el lugar
sagrado de los dioses fue movido al Líbano y la ciudad del espacio
se estableció allí.
94
La triada sumeria está constituida por An o Anu y sus dos hijos:
Enlil y Enki (Ea). Estos dioses tenían sus propios santuarios en di-
versas ciudades-estado.
95
Zigurat de Nippur para el dios Enlil.
96
Los Sumerios creían que su papel en el universo era servir a los
dioses. Con este fin, los antiguos sumerios dedicaron gran parte de
su tiempo, para asegurar el favor de los dioses. Esto se hizo con el
culto y sacrificio. Sin embargo los altos dioses, se creía que tenían
cosas más importantes que hacer, que asistir a las oraciones de to-
dos los días del hombre común. Y así los dioses personales fue-
ron concebidos, como intermediarios entre el hombre y los dioses
superiores. Los dioses personales escuchaban las oraciones y las
retransmiten a los altos dioses.
97
dioses. Eran leyes fundamentales para que los sumerios entiendan
la relación entre los humanos y los dioses, para garantizar el equili-
brio del universo y con ello, la sociedad.
Hasta ahora nadie conoce como eran los me, aunque son repre-
sentados como objetos físicos. No sólo estaban almacenados en un
lugar prominente en el E-Abzu, sino que Inanna pudo mostrarlo a
98
la gente de Uruk después de que llegara con ellos en su barco. Al-
gunos eran objetos físicos, como los instrumentos musicales, pero
otros eran “técnicas” o “tecnología” como la albañilería, curtiem-
bre, fabricación de cerveza, o abstracciones como la “victoria”.
99
1.8.1 La narración de “El Robo del Destino”.
La narración cuenta:
Enlil, dios del aire y el guardián de las Tablas del Destino, esas
pastillas mágicas de Potencia de la que fue escrito todo lo que fue,
todo lo que es, todo lo que fuera, se puso a la puerta de entrada de
su palacio, de ladrillos con incrustaciones brillantes azul y oro la
luz del sol de la montaña.
Sí. Ah, sí. ¡Lo mejor es poner esta criatura fuerza innegable
para trabajar en la causa del Bien de inmediato!
100
Enlil dijo Anzu, he decidido. Servirás de hecho, como usted de-
seaba. De hecho, seréis un Guardián. Usted deberá ayudar a pro-
teger las Tablas del Destino.
Se dijo que lo que vio fue una expresión de placer que cruza esa
cara salvaje. Pero por siacaso, Enlil obliga a Anzu a la verdad y la
honestidad con palabras que significaría la muerte al ser en caso
de rotura.
Bueno y bien, dijo Anzu, y juró los votos sin una palabra de
queja, luego ronroneó como un gran gato. Yo estoy contento.
Así que lo que parecía. Y en los días que siguieron, Enlil dijo
a sí mismo que había hecho una buena elección. A pesar de su
tamaño y fuerza, Anzu hizo un sirviente dócil, completamente obe-
diente. Se agachó, fuerte y estable, justo fuera de la cámara de las
tabletas, no dejando que nadie pase para guardar a Enlil. Poco a
poco, las sospechas de Enlil se desvaneció y su confianza comenzó
a crecer.
¡Daño!
Sí, Anzu, incluso los dioses podría ser perjudicada por dichas
artefactos de gran alcance De hecho, la locura se encuentra dentro
de su fuerza - para demasiado clara visión del pasado y el futuro
101
es una locura. Enlil se detuvo, sacudiendo la cabeza. Ellos te des-
truirian, Anzu.
Oh, tonto!
Anzu cogió las Tablas del Destino, extendió sus poderosas alas
y se elevó de distancia.
Anzu cogió las Tablas del Destino, extendió sus poderosas alas y se elevó.
102
¡Mía! él chilló, y su grito resonó y rehizo eco a través de las
montañas. Los poderes de los dioses son míos!
En todo ese caos piadoso, nadie sabía que estaba viendo. Ni-
nurta era joven como los dioses contados tales cosas, el hijo menor
de la Diosa Madre Ninhursag-Ki, y aún no probada.
103
de insultos. Pero había indefensos. Él era fuerte y ágil, y no es
una mera apariencia de ello. Ninurta era un espléndido arquero y
atraído por la flecha como él algún día sería atraído por un rayo.
Pero los otros dicen que soy demasiado joven para ser parte
de sus consejos. Y sin embargo, ¡mira! ¡Tienen miedo, todos ellos!
¿No se dan cuenta de lo que sucederá si Anzu mantiene las table-
tas? Él es una criatura del caos. Él va a destruir el mundo.
Deje que los demás hablan. Si nadie más podría actuar, Ninurta
decidido, entonces lo haría. Retomando su arco y carcaj de flechas,
negándose a dejarse pensar en el peligro, Ninurta partió solo a las
montañas, donde se dijo Anzu tenía su guarida.
Eso hizo que Anzu sea aún más terrible. ¡He barrido todos los
ritos, todos los rituales! le gritó a Ninurta. ¡No queda nada para
adorar, solamente a mí! ¡Yo controlo los mismos dioses! ¿Quién
eres tú, pequeña cosa, no se atreva e desafiar a mí?
104
que yo mando poderes? Anzu chilló. ¿Y te atreves a desafiar a mí?
Ocultos allí, entre las rocas, el joven dios se quedó sin aliento y
trató de planear. Mientras Anzu celebró pleno de poder, las flechas
eran inútiles; él acaba y bate lejos cualquier roca lanzada contra
él, e incluso sería furiosa la tormenta sin tocarlo.
Ninurta gimió.
105
La paciencia y la razón, Adad habían aconsejado. Adad sólo
podría estar en lo cierto.
¡Volver!
No. Uno se fue, pero Ninurta horrorizada, vio que estaba daña-
do, su emplumado desgarrado. No volaría cierto.
106
nurta disparó la última flecha recta hacia él.
No, Anzu yacía sin vida y Ninurta retorció su camino libre, ara-
ñazos y sangrado de los bordes de esas plumas, y se puso en pie.
En lo alto, las grandes nubes oscuras todavía se alzaban, su poder
sin cumplir, y Ninurta, ni siquiera penso en lo que hizo, levantó una
mano cansada a ellos y dijo, “Lluvia”.
Ah, ¡pero las tabletas no deben ser dejados aquí! Ninurta los
reunió rápidamente, envolviéndolos con seguridad en tela arran-
cada de su túnica, sintiendo las fuerzas salvajes crecientes en ellos
aun así. Y por un momento más, fue ferozmente tentada.
No, Ninurta les dijo. No soy tan tonto. O Vano que usted perte-
nece volver donde estabas encerrado con seguridad lejos.
107
1.8.2 Enki entrega los me a Inanna.
108
Juntos bebieron más y más cerveza.
Con sus vasos de bronce llenos hasta desbordarse,
Con los vasos de Urash, Madre de la Tierra,
Brindaron uno por la otra, se desafiaron uno a la otra.
Enki, intoxicado por la bebida, brindó por Inanna:
“¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi altar sagrado!
Daré a mi hija Inanna
¡El alto sacerdocio! ¡La Divinidad!
¡La corona noble y permanente! ¡El trono de la realeza!
Inanna respondió:
“¡Los acepto!”
Enki levantó su copa y brindó por Inanna una segunda vez:
“¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi recinto sagrado!
Daré a mi hija Inanna
¡La Verdad!
¡El descenso al inframundo! ¡El ascenso del inframundo!
¡El arte de hacer el amor! ¡El beso del falo!
Inanna respondió:
“¡Los acepto!”
Enki levantó su copa y brindó por Inanna una tercera vez:
“¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi recinto sagrado!
Daré a mi hija Inanna
¡El sacerdocio sagrado del cielo!
¡La exaltación de las lamentaciones! ¡El regocijo del corazón!
¡La capacidad de juzgar! ¡La toma de decisiones!”
Inanna respondió:
“Los acepto”
(Catorce veces Enki levantó su copa por Inanna.
Catorce veces le ofreció a su hija cinco me, seis me, siete me.
Catorce veces Inanna aceptó los me sagrados.)
Entonces Inanna, de acuerdo con su padre,
Confirmó los me que Enki le había dado:
“Mi padre me ha dado los me:
Me ha dado el alto sacerdocio
la divinidad.
la corona noble y permanente.
el trono de la realeza.
Me ha dado el noble cetro.
el bastón de mando.
el patrón sagrado para medir y la línea.
el alto trono.
109
el pastoreo.
la majestad.
Me ha dado la princesa sacerdotisa.
la divina reina sacerdotisa.
el sacerdote de los encantamientos.
al sacerdote noble.
al sacerdote de las libaciones.
Me ha dado la verdad.
el descenso al inframundo.
el ascenso del inframundo
la Kurgarra.
Me ha dado la daga y la espada.
la vestimenta negra.
la vestimenta colorida.
la desatadura del cabello.
la atadura del cabello.
Me ha dado la norma.
el carcaj.
el arte de hacer el amor.
el beso del falo.
el arte de la prostitución.
el arte de favorecer.
Me ha dado el arte de la lengua honesta.
el arte de la lengua calumniante.
el arte de adornar el lenguaje.
a la prostituta de culto.
la taberna sagrada.
Me ha dado el altar sagrado.
la sagrada sacerdotisa celestial.
el resonante instrumento musical.
el arte del canto.
el arte del dignatario.
Me ha dado el arte del héroe.
el arte del poder.
el arte de la traición.
el arte de la integridad.
el saquear ciudades.
la exaltación de las lamentaciones.
el regocijo del corazón.
Me ha dado el engaño.
la tierra rebelde.
110
el arte de la benevolencia.
el viaje.
la morada segura.
Me ha dado el oficio del carpintero.
el oficio del calderero de cobre.
el oficio del escriba.
el oficio del herrero.
el oficio del talabartero.
el oficio del batanero.
el oficio del constructor.
el oficio del tejedor de juncos.
Me ha dado el oído perceptivo.
el poder de la atención.
los ritos sagrados de purificación.
el corral de forraje.
el apilar de los carbones calientes.
el redil.
el miedo.
la consternación.
la congoja.
Me ha dado al león, de amarga dentadura.
el encendido del fuego.
el apagar el fuego.
el brazo fatigado.
la familia allegada.
la procreación.
Me ha dado el enardecer la contienda.
la prudencia.
el consuelo del corazón.
la capacidad de juzgar.
la toma de decisiones.”
(Aun tambaleándose por la bebida) Enki habló a su sirviente
Isimud:
“Mi sukkal, –Isimud–“
La joven –está por partir– hacia Uruk.
Es mi deseo que llegue a su ciudad –sin peligro–.”
Inanna reunió todos los me.
Los me fueron colocados en la Barca Celestial.
El Barco Celestial, con los me sagrados, se alejó del muelle.
Cuando la cerveza salió de quien la bebió,
Cuando la cerveza salió del Padre Enki,
111
Cuando la cerveza salió del gran Dios de la Sabiduría,
Enki observó el Abzu.
Los ojos del Rey del Abzu examinaron a Eridu.
El Rey Enki observó a Eridu y llamó a su sirviente Isimud, di-
ciendo:
“Mi sukkal, –Isimud–”
“Mi rey, Enki, Estoy a tu servicio”
“¿El alto sacerdocio? ¿La Divinidad?
¿La corona noble y permanente?
¿Dónde están?”
“Mi rey las ha cedido a su hija.”
“¿El arte del héroe? ¿El arte del poder?
¿La traición? ¿El engaño?
¿Dónde están?”
“Mi rey los ha cedido a su hija”.
“¿El oído perceptivo? ¿El poder de la atención?
¿La toma de decisiones?
¿Dónde están?”
“Mi rey los ha cedido a su hija”.
(Catorce veces preguntó Enki a su sirviente Isimud;
Catorce veces Isimud respondió, diciendo:
“Mi rey los ha dado a su hija.
Mi rey ha dado todos los me a su hija Inanna.”)
Entonces Enki habló, y dijo:
“Isimud, ¿Dónde está ahora la Barca Celestial con los me sa-
grados?”
“La barca celestial está (a un embarcadero de distancia de Eri-
du).”
“¡Ve! Llévate a las criaturas enkum 5.
Haz que devuelvan la Barca Celestial a Eridu!”
Isimud le dijo a Inanna:
“Mi reina, tu padre me ha enviado a ti.
La palabras de tu padre son palabras de majestad.
No deben ser desobedecidas.”
Inanna respondió:
“¿Qué ha dicho mi padre?
¿Qué ha agregado Enki?
¿Cuáles son sus palabras de majestad que no deben ser des-
obedecidas?”
Isimud dijo:
“Mi rey ha dicho:
112
‘Deja que Inanna avance hacia Uruk;
Tráeme la Barca Celestial con los me sagrados de vuelta a Eri-
du.’ ”
Inanna lloró:
“¡Mi padre ha cambiado su palabra!
¡Ha violado su voto - ha roto su promesa!
¡Me habló mi padre con engaños!
Con dolo declaró:
‘¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi recinto sagrado!’
¡Te ha enviado a mí con engaños!”
Apenas había dicho Inanna estas palabras, cuando las criatu-
ras enkum se apoderaron de la Barca Celestial.
Inanna llamó a su sirvienta Ninshubur, diciendo:
“¡Ven, Ninshubur, tú fuiste una vez Reina del Oriente;
Ahora eres la fiel sirvienta del recinto sagrado de Uruk.
El agua no ha tocado tu mano,
El agua no ha tocado tu pie.
Sukkal mía que me aconseja sabiamente,
Guerrera que lucha a mi lado,
Salva la Barca Celestial con los me sagrados!”
(Ninshubur tajó el aire con su mano.
Profirió un grito que destrozó la tierra.)
Las criaturas enkum fueron expulsadas de vuelta a Eridu.
Entonces Enki llama a su sirviente Isimud por segunda vez, di-
ciendo:
“Mi sukkal, –Isimud–“
“Mi rey, Enki, estoy para servirte”
“¿Dónde está la Barca Celestial ahora?”
“Está (a dos embarcaderos de Eridu).”
“¡Ve! Lleva cincuenta gigantes uru,
Que ellos se lleven la Barca Celestial”.
Los cincuenta gigantes voladores uru se apropiaron de la Barca
Celestial.
Pero Ninshubur la rescató para Inanna.
Enki llama a su sirviente Isimud por tercera vez, y dice:
“Mi sukkal, –Isimud–“
“Mi rey, Enki, estoy para servirte”
“¿Dónde está la Barca Celestial ahora?”
“Acaba de llegar a Dulma”.
“¡Rápido! Toma los cincuenta monstruos lahama
Haz que traigan la Barca Celestial.”
113
Los cincuenta monstruos lahama se apoderaron de la Barca
Celestial.
Pero Ninshubur rescató la Barca para Inanna.
La cuarta vez Enki envió a los kugalgal, los del sonido pene-
trante.
La quinta Enki mandó a los enunun
Pero siempre Ninshubur rescataba la barca para Inanna.
Enki llamó a su sirviente Isimud por sexta vez, y dijo:
“Mi sukkal, –Isimud–.”
“Mi rey Enki, estoy a tu servicio.”
“¿Dónde está la Barca Celestial ahora?”
“Está por entrar a Uruk.”
“¡Rápido! Toma a los guardianes del canal Iturungal,
Haz que traigan la Barca Celestial.”
Isimud y los guardianes del canal Iturungal se apropiaron de la
Barca Celestial,
Pero Ninshubur rescató la Barca para Inanna.
Entonces Ninshubur dijo a Inanna:
“Mi reina, cuando la Barca Celestial
Entre por el portal Nigulla a Uruk,
Haz que el agua fluya sobre nuestra ciudad;
Haz que los barcos de aguas profundas surquen con velocidad
nuestros
canales.
Inanna respondió a Ninshubur:
“El día que la Barca Celestial
Entre por el portal Nigulla a Uruk,
Haz que el agua profunda anegue las calles;
Y fluya sobre las veredas.
Haz que los ancianos den su consejo,
Las ancianas ofrezcan su consuelo del corazón.
Los jóvenes muestren el poder de sus armas;
Y que los niños pequeños rían y canten.
¡Haz que todo Uruk esté de fiesta!
Que con cánticos el alto sacerdote salude a la Barca Celestial.
Y profiera plegarias grandiosas.
Haz que el rey mate bueyes y borregos.
Que escancie cerveza en la copa.
Que resuenen el tambor y el pandero.
Que se toque la dulce música del tigi.
Que todos los confines proclamen mi noble nombre.
114
Y que mi gente cante mis alabanzas.
Y así fue,
El día que la Barca Celestial entró por el portal Nigulla a Uruk;
Las aguas profundas anegaron las calles;
Las aguas profundas fluyeron sobre las veredas.
La Barca Celestial llegó a puerto en el altar sagrado de Uruk;
La Barca Celestial llegó a puerto en la morada sagrada de
Inanna.
Entonces Enki llamó a su sirviente Isimud por séptima vez, y
dijo:
“Mi sukkal, –Isimud–”
“Mi rey, Enki, estoy a tu servicio”
“¿Dónde está la Barca Celestial ahora?”
“La Barca Celestial está en el Muelle Blanco”
“¡Ve! Se maravillan de ella en el Muelle Blanco.
La reina ha despertado admiración en el Muelle Blanco.
Inanna maravilla con sus portentos en el Muelle Blanco por la
Barca Celestial.”
Los me sagrados fueron descargados.
Mientras los me que Inanna recibió de Enki eran descargados,
Eran anunciados y presentados al pueblo de Sumeria.
Entonces más me aparecieron, más me de los que Enki había
dado a Inanna.
Y estos, eran anunciados también,
Y estos, eran presentados también a la gente de Uruk:
“Inanna trajo los me:
El colocar la vestidura sobre el piso.
El halago.
El arte de las mujeres.
La ejecución perfecta de los me.
Los tambores tigi y lilis.
Los panderos ub-, meze-, y ala-….”
Inanna habló y dijo:
“Donde la Barca Celestial llegó a puerto,
Ese lugar será llamado el Muelle Blanco.
Donde los me sagrados fueron presentados,
Lo nombro el Muelle Lapislázuli”.
Entonces Enki habló a Inanna, y dijo:
“¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi recinto sagrado!
Que los me que llevaste contigo permanezcan en el recinto sa-
grado de tu ciudad.
115
Que el alto sacerdote pase en cánticos sus días.
Que los ciudadanos de tu ciudad prosperen,
Que los niños de Uruk se regocijen.
El pueblo de Uruk es aliado del pueblo de Eridu.
Que la ciudad de Uruk sea restaurada a su gran posición.
116
II. LOS DIOSES EN EGIPTO.
Cuando Ra gobernaba el Mundo, fue advertido de que su hija
Nut, diosa de los espacios celestes, tenía intercambio secreto con
Geb, dios de la Tierra, y si en algún momento tuviese un niño, este
gobernaría la humanidad, por lo que Ra maldijo a Nut de manera
que nunca podría tener un hijo en ningún día y ninguna noche del
año (“Así nunca Nut pueda dar a luz niño alguno ni en el transcur-
so del mes ni en el transcurso del año”). Nut pidió consejo al gran
Thot, dios de la sabiduría, quien por cierto estaba enamorado de la
diosa, de la que también había obtenido favores en su momento.
Este, por su sabiduría, encontró la forma de evitar la maldición.
Thot acudió a Jonsu, dios lunar, cuyo brillo era entonces casi como
el del Sol y lo desafió a un juego de mesa, en el que Jonsu apostaba
su propia luz. Ambos jugaron y la suerte siempre estaba de parte de
Thot, hasta que Jonsu fue derrotado. La apuesta consistía en 1/72
parte de la luminosidad diaria de la Luna, y desde entonces Jonsu
no ha tenido suficiente fuerza para brillar a lo largo del mes, por
eso mengua y se recupera. Con esta luz Thot creo 5 nuevos días,
conocidos como epagómenos, en el calendario que hasta entonces
constaba de 12 meses de 30 días cada uno y los añadió justo al final
117
del año, de manera que no pertenecían ni al año viejo ni al nuevo.
Así Nut pudo tener a sus 5 hijos, y al mismo tiempo se cumplió la
maldición de Ra.
118
2.2 LA MUERTE DE OSIRIS.
119
de la misma forma que había acabado con la de su marido.
120
la diosa, por eso una noche, ávida de curiosidad acudió a espiar a
Isis y cuando vio que su hijo era arrojado al fuego fue a rescatar-
lo, privándole de la inmortalidad. Isis entonces pronunció las si-
guientes palabras: “¡Oh madre imprudente! ¿Por qué has cogido al
niño?, sólo unos días más y todas sus partes mortales habrían sido
destruidas por el fuego y, como los dioses, habría sido inmortal y
joven por siempre”. En ese instante Isis adoptó su verdadera forma
y la reina advirtió que se encontraba ante una diosa. Los reyes ofre-
cieron a Isis los mejores regalos que podían imaginar, pero ella sólo
pidió una cosa: el gran pilar de tamarisco que sujetaba el palacio y
todo lo que en él estuviese contenido. Cuando se lo ofrecieron Isis
lo abrió, sin ningún esfuerzo, y tomó el cofre, devolviendo el pilar
al Rey cubierto por una fina tela ungida en esencias y flores. Este
trozo de madera se mantuvo en Byblos como el pilar que una vez
albergó el cuerpo de un dios, y como tal, fue largamente venerado.
Cuando Isis recogió el cofre que contenía el cuerpo difunto de su
marido, se estremeció, dejándose caer sobre él y de ella emergió un
lamento tan profundamente agudo que el más pequeño de los hijos
del rey quedó como muerto en ese mismo instante. Isis cargó el
cofre en un barco ofrecido por el rey y partió hacia Egipto en com-
pañía del mayor de los hijos del rey. En la travesía a lo largo del río
Fedros (Ouadi-Fedar actualmente) soplaba un viento extremada-
mente fuerte y violento. Isis, en un momento de irritación, desecó el
curso. Cuando Isis se creía segura y sola decidió abrir el cofre que
contenía el cuerpo de su marido, a quien besó. Pero el príncipe se
encontraba cerca observándola. Isis le descubrió y fue tal la mirada
que surgió de sus ojos que el hijo del rey falleció en el momento.
121
con quien estaba enfrentada en su rivalidad con Osiris y con Anu-
bis, hijo de Osiris y Neftis. En su búsqueda iba acompañada y pro-
tegida por 7 escorpiones, viajando por el Nilo en una barca de pa-
piro, y los cocodrilos en reverencia a la diosa ni tocaron los trozos
de Osiris ni a ella. Por eso en épocas posteriores cuando alguien
navegaba por el Nilo en un barco de papiro se creía a salvo de los
cocodrilos, pues se pensaba que estos todavía creían que era la dio-
sa en busca de los trozos del cuerpo de su marido. Poco a poco Isis
fue recuperando cada uno de los trozos del cuerpo, envolviéndolos
en cera aromatizada, y en cada lugar donde apareció un trozo, Isis
entregó a los sacerdotes la figura, obligándoles a jurar que le darían
sepultura y venerarían, además de consagrarle el animal que ellos
mismos decidiesen al que venerarían con los mismos honores en
vida, cuando muriese y tras su muerte. Sólo un pedazo quedó por
recuperar, el miembro viril, comido por el lepidoto, el pagro y el
oxirrinco, especies que quedaron malditas a partir de ese momento,
y nunca más ningún egipcio tocaría o comería pez de esta clase –
estas especies inspiraban terror a los egipcios–. Isis reconstruyó el
cuerpo y con su magia asemejó el miembro perdido, consagrando
así el falo, cuya fiesta celebrarían más tarde los egipcios. Gracias a
Anubis fue embalsamado, convirtiéndose en la primera momia de
Egipto, y lo escondió en un lugar que sólo ella conocía y que per-
manece oculto y secreto hasta este día.
122
Esto es la narración que hace Plutarco, la misma que es diferen-
te a otras donde Horus nace luego que Isis es fecundado por el falo
recuperado de Osiris.
Isis había hallado todos los trozos excepto el falo, que había
sido devorado por unos peces. Asistida por Anubis, Isis restauró
el cuerpo de su marido practicando la Ceremonia de Apertura de
Ojos y Boca y la momificación. Isis por medio de la magia, se con-
virtió en un milano y aleteó ante el dios provocando un aire rea-
nimador. Se posó sobre él y misteriosamente fue fecundada por su
esposo quedando embarazada de Horus, al que daría a luz en la
mítica isla de Jemis en el Delta. Horus se convierte en el hijo pós-
tumo de Osiris.
Horus ahora debía pelear con su tío Seth, para recuperar el trono
de su padre y salvar la vida de su madre y el suyo. Y es aquí preci-
samente donde la mitología sumeria y egipcia se complementa en
un engranaje asombroso.
123
habían conspirado contra su señor en la región que recibió el nom-
bre de Ua-Ua desde aquel día.
En las alturas de los cielos, desde el Disco Alado, vio a los ene-
migos, y cayó sobre ellos por detrás. De la parte de delante soltó
contra ellos una Tormenta que no podían ver con sus ojos, ni oír con
sus oídos. Aquello les llevó la muerte a todos en un instante; ningún
ser quedó con vida a su paso. Después, Horus volvió al barco de Ra
con el Disco Alado, “que brillaba con muchos colores”, y escuchó
a Toth, dios de las artes mágicas, haciendo oficial su victoria. Toth
dijo: “¡Oh, Señor de los dioses! El Divino ha vuelto en el gran Dis-
co Alado, brillando con muchos colores...”
124
Horus había divisado a los enemigos en Syene (el Asuán de hoy).
Las leyendas dicen que fue en Edfú donde Horus estableció una
fundición de metal divino, donde se forjaban singulares armas de
“hierro divino”. También era allí donde Horus entrenaba a un ejér-
cito de mesniu (Gente de Metal). Se les representó en las paredes
del templo de Edfú con el aspecto de hombres de cabeza rapada,
con una túnica corta y un grueso collar, con armas en ambas manos.
Por otra parte, entre los jeroglíficos de “hierro divino” y “gente
de metal” había un arma con forma de arpón que no se ha podido
descifrar.
125
Conforme a estas leyendas egipcias, los mesniu fueron los pri-
meros hombres en ser armados por los dioses con armas hechas de
metal.
126
las aguas, la victoria de Horus parecía completa; y Toth pidió que se
celebrara: Toth dijo a los otros dioses, “¡Oh Dioses del Cielo, ale-
grad vuestros corazones! ¡Oh Dioses de la Tierra, alegrad vuestros
corazones! El joven Horus ha traído la paz, después de realizar
extraordinarias hazañas en esta campaña”. A partir de entonces se
adoptó el Disco Alado como emblema del Horus victorioso. Desde
aquel día existen los emblemas metálicos de Horus. Se forjó como
emblema el Disco Alado, situándolo en la parte delantera del barco
de Ra. Y junto a él puso a la diosa del norte y a la diosa del sur,
representadas como dos serpientes.
127
organizaron a su alrededor.
128
Cuando terminaron los combates, Ra expresó su satisfacción
por las hazañas de “estas Gentes de Metal de Horus”, y decretó,
que a partir de entonces, “morarán en los santuarios” y se les servi-
rá con libaciones y ofrendas “como recompensa, porque han dado
muerte a los enemigos del dios Horus”.
129
Shu gobernó 700 años
Geb gobernó 500 años
Osiris gobernó 450 años
Seth gobernó 350 años
Horus gobernó 300 años
Los siete dioses gobernaron 12,300 años.
Más tarde, durante 350 años, no hubo soberano para todo Egip-
to; fue una época caótica, durante la cual diez soberanos humanos
mantuvieron la realeza en This. Fue después cuando Mén estable-
ció la primera dinastía humana de faraones, y construyó una nueva
capital, consagrada al dios Ptah.
130
Manetón– un reinado de 300 años. Este papiro, data de la época de
Ramsés II, enumera a 38 soberanos semidivinos después de los di-
vinos: “Diecinueve Jefes del Muro Blanco y diecinueve Venerables
del Norte”.
131
brillante cuerpo celeste, los expertos asumen que Ra significa “bri-
llante”. Sin embargo hay mayor certeza que uno de los apodos de
Ra, “Tem”, tiene la connotación semita de “el Completo, el Puro”.
132
Cielos; y que, al decir de Geb y de Nut que eran el Padre y la Madre
de los dioses que reinaron después en Egipto, los egipcios creían
que los dioses habían nacido de la unión de la Tierra y el Cielo.
Era por esa ave, cuyo nombre era el mismo que el del artilugio
en el cual Ra aterrizó en la Tierra, que Geb realizaba grandes obras
en la tierra y Nut “extendía el firmamento del cielo”. Parece ser que
estas hazañas las realizaban los dioses en la “Tierra de los Leones”;
era allí donde Geb “había abierto la tierra” para el gran objeto
esférico que llegaba desde los “cielos extendidos” y aparecía por
el horizonte.
Fue de estos dioses de Egipto, de los que más trataron los relatos
egipcios; pero, al representar a Seth, nunca se le mostró sin su dis-
fraz animal: nunca se le veía el rostro, y el significado de su nombre
desafía aún hoy a los egiptólogos, que por otra parte es idéntico al
nombre dado en la Biblia al tercer hijo de Adán y Eva: Set.
133
Los dioses –más tarde, los hombres– podían tener, además de
la esposa oficial, una o más concubinas, así como engendrar hijos
a través de amoríos ilícitos, y la primera regla de la sucesión se
modificó: el heredero al trono debía ser el primogénito de la es-
posa oficial. Si la esposa oficial no tenía un hijo, el primogénito
de cualquiera de las concubinas se convertiría en el heredero. Sin
embargo, si en cualquier momento, incluso después del nacimiento
del primogénito heredero, el soberano tenía un hijo con su propia
hermanastra, este hijo suplantaba al primogénito y se convertía en
el heredero legal. Esta costumbre fue la causa de muchas rivalida-
des y conflictos entre los Dioses del Cielo y la Tierra.
¿A dónde queremos llegar con esto? Nut había tenido tres hijos:
el primogénito era Osiris y el último Seth. También había dado a
luz a dos hijas, Isis y Neftis. Pero no todos estos hijos tenían por
padre a Geb: sólo Seth y Neftis eran hijos de éste. Osiris y su se-
gundo hermano en realidad tenían por padre a Ra, que llegó hasta
su nieta sigilosamente; e Isis tenía por padre a Toth, que, “estando
asimismo enamorado de la misma diosa”, le correspondió de varias
formas “en recompensa por los favores que había recibido de ella”.
134
quete en honor de la reina, al cual fueron invitados todos los dioses.
Una vez más, Isis partió, esta vez en busca de los miembros dis-
persos de su hermano y marido. Según unas versiones, Isis enterró
los pedazos allá donde los encontró, dando inicio al culto de Osiris
en aquellos sitios; según otras versiones, Isis juntó las partes que
encontró, dando inicio a la costumbre de la momificación. Todos
coinciden en que encontró todos los pedazos excepto uno: el falo
de Osiris.
135
Se han encontrado muchas leyendas relativas a los aconteci-
mientos que siguieron: las leyendas, copiadas y recopiadas en papi-
ros, conformaron los capítulos de El Libro de los Muertos, o se uti-
lizaron como versículos en Los Textos de la Pirámide. Todas juntas,
nos revelan un importante drama en el que hubo maniobras legales,
secuestros por cuestiones de estado, el regreso mágico del mundo
de los muertos, homosexualidad y, por último, una gran guerra, un
drama en el cual el premio era el Trono Divino de los dioses.
136
2.5 HORUS VENCE A SETH.
Horus aceptó, pero lo que Seth tenía en mente no era hacer las
paces: al caer la noche, les prepararon el lecho, y ambos yacieron
en él. Y, durante la noche, Seth hizo que su miembro se pusiera
rígido, y se lo puso entre las nalgas a Horus.
137
cuando se marchaba.
Ra decidió que Isis y Horus podían hacer con Seth y con los
otros “conspiradores” capturados lo que se les antojara.
138
Horus disparo un “arpón” a Seth; en esta ocasión, Seth recibió el
golpe, y perdió los testículos...
Los grandes dioses pidieron una tregua y, una vez más, convo-
caron a los adversarios ante el Consejo de los Dioses. Sabemos algo
de los detalles de las deliberaciones gracias a un texto que el faraón
Shabako (siglo VIII a. C.) ordenó inscribir en una columna de pie-
dra. En él, el faraón afirma que el texto es una copia hecha a partir
de un viejo manuscrito de cuero, “devorado por los gusanos”, que
se encontró enterrado en el gran templo de Ptah en Menfis.
139
140
III. LOS DIOSES SUMERIOS
Y
EGIPCIOS.
Las tablillas sumerias, acadias y asirias, narran que sus dioses
llegaron del espacio y por sus propias necesidades crearon la hu-
manidad.
El hombre que había sido creado por los nefilim o también lla-
mados anunnakis (los que del cielo bajaron), prosperaron en gran
número. Sus hijas se hicieron agradables a los ojos de los anunna-
kis y ellos procrearon hijos con ellas, generando malestar entre los
líderes. Uno de ellos llamado Enlil, quería eliminarlos y no pudo.
141
ño y le dijo que salve a la Humanidad a través de su hijo Ziusu-
dra (Noé, Utnapishtim o Atrahasis), Mediante un subterfugio, Enki
instruye a Ziusudra para que construya una nave sellada que no se
hundirá. Cuando se inicia el diluvio, Enki le proporciona un nave-
gador que sube a bordo, llevando las simientes de vida de la Tierra,
mientras los nefilim o anunnakis parten al espacio.
142
Tierras Más Allá de los Mares. Y Anu y su esposa Antu llegan en
una visita memorable. Los líderes se dan cuenta de que son mario-
netas del Destino y asignan cuatro regiones. Solo a tres regiones de
civilización tendrán acceso la Humanidad.
143
Sarpanit, la esposa de Marduk, y Nabu, su hijo, ruegan por su
vida, ante los grandes dioses. Ningishzidda (Thot), conocedor de
los secretos del Monte, llega hasta Marduk.
144
tierra. Fue un poderoso cazador delante de Jehová; por lo cual se
dice: Nimrod, el poderoso cazador delante de Jehová. Y el prin-
cipio de su reino fue Babel [Babilonia], Erech [Uruk], Accad y
Calneh, en la tierra de Shinar [Sumeria]”.
145
alcanzando el firmamento, vuelto hacia el cielo”. Asentado sobre
“una plataforma que no puede tumbar”, el pilar era usado por Enlil
para “pronunciar la palabra” en la dirección del cielo.
146
tos o artilugios tecnológicos.
Las ciudades sagradas de las cuatro regiones citadas por los tex-
tos sumerios quedaban en el paralelo 30 norte. Esa localización no
es mera coincidencia, es el resultado de un acuerdo entre Ea, Enlil,
Enki y Ninurta, y sus descendientes, en constante disputa.
147
Según la tradición sumeria Eridu era la más antigua de las ciu-
dades de Mesopotamia. La antigüedad de la ciudad fue demostrada
por los arqueólogos, habiéndose datado en torno al 4,900 a. C. Se-
gún las tablillas que mencionan la “Lista Real Sumeria” los prime-
ros reyes mitológicos, sucesores del reinado del cielo, son los de
Eridu: En Eridu, Alulim llegó a ser rey; gobernó durante 28,800
años. Alaljar gobernó durante 36,000 años. Dos reyes gobernaron
durante 64,800 años. Entonces Eridu cayó y el reinado fue dado a
Bad-tibira.
148
lis también floreció como lugar de aprendizaje durante el período
griego; las escuelas de filosofía y astronomía se dice que fueron
frecuentadas por Pitágoras, Platón, Solón y otros filósofos griegos
como Eudoxo quien aprendió aquí la verdadera longitud del año y
mes.
149
Nadie sabe de hecho cuando fue fundada Lhasa (Latitud:
29°39′8″ N y Longitud: 91°10′19″ E), la ciudad sagrada del bu-
dismo, situada en el Tíbet. Sin embargo, es un hecho que ella,
como Eridu (Latitud 30°49´2” N y Longitud 45°59´45” E), Helió-
polis (Latitud 36°30´7” N y Longitud 7°25¨57” E), Harapa (Lati-
tud: 30°37´52” N y Longitud: 72.52´5” E) y Persépolis ( Latitud
29°56´7” N y Longitud 52°53´29” E), se localizaba en el paralelo
30.
150
pesar del paso de los equinoccios en la era de Piscis y de la llegada
inminente de la Era de Acuario, Todavía estamos usando el zodiaco
de Aries.
151
A Enlil no se le identifica por su nombre, sólo son sus hechos.
Por otra parte, el nombre como la “genealogía” de Enki se con-
serva: Enki –llamado Enoc por los hebreos– es hijo de Anu y es
“justo”. A su padre Anu le dicen el “malvado” Caín.
Eridu (k) y Erec se cree actualmente que son dos ciudades di-
ferentes, pero posiblemente esto es equivocado y Erec es simple-
mente una forma corta de Eridu (k). La forma más completa Er-i-du
(k) puede ser traducido como “ciudad del montón”, es decir, la ciu-
dad del templo elevado. También se puede analizar como E-Ri-Du
(“Casa Montículo”). Traducido más libremente esto se convierte
en “Casa con el vértice resplandeciente” o “La casa de la Re del
montón”. En Babilonia, el hijo de Enki (Ptah) fue llamado Marduk
(Re), un nombre que también parece estar relacionado con el de
Eridu. Aún más claro, el hijo de Enoc se llama Irad en la Biblia. La
correspondencia entre estos dos nombres, Eridu e Irad, es aún más
estrecha que la de Erec y Enoch. Irad significa “fugitivo”. Entre los
152
dioses, no era tanto Anu (Caín), pero su nieto Marduk / Re (Irad)
era conocido como el proscrito. El dios Marduk-Ra no fue expul-
sado una vez, sino dos veces. Una desgracia, después de todo este
estudio de palabras, no es más claro que en el texto bíblico ya sea
Erec / Eridu fue construido por Anu y el nombre de su hijo Enki, o
que sí fue construido por Enki y el nombre de su hijo Marduk.
153
Thoth (Utu/Nabu/Ningishzidda), el dios de la escritura, la sa-
biduría, la meditación, la curación, la momificación, y el último
guardián de las Pirámides.
154
Las crónicas sumerias, que relacionan a Enki con las tierras
africanas del Nilo, resultan importantes porque corroboran los re-
latos egipcios con relatos mesopotámicos, y vinculan a los dioses
sumerios, especialmente Enki, con los dioses de Egipto.
El dios egipcio Ptah que era el dios sumerio Enki, tras hacer
habitables de nuevo las tierras de África, Enki dividió el continente
africano entre sus seis hijos. El dominio más meridional se lo con-
cedió a NER.GAL (“Gran Vigilante”) y a su esposa Ereshkigal. Un
poco más al norte, en las regiones mineras, se instaló GIBIL (“El
del Fuego”), a quien su padre enseñó los secretos de la metalurgia.
ANIN.A.GAL (“Príncipe de las Grandes Aguas”) se le dio, como
su nombre indica, la región de los grandes lagos y las fuentes del
Nilo. Aún más al norte, en los pastos mesetarios del Sudán, reinó el
hijo menor, DUMU.ZI (“Hijo Que Es Vida”), cuyo apodo era “El
Apacentador”. Entre los expertos se discute aún la identidad de otro
de los hijos de Enki. Pero no hay duda de que el sexto hijo –en rea-
lidad el primogénito de Enki y su heredero legal– fue MAR.DUK
(“Hijo del Montículo Puro”).
155
nombres personales incluían el nombre divino de RA; y en tablillas
del tiempo de la III Dinastía de Ur se menciona “Dingir Ra” y su
templo E.Dingir.Ra. Más tarde, tras la caída de esta dinastía, cuan-
do Marduk logró la supremacía en su ciudad favorita, Babilonia, su
nombre sumerio KA.DINGIR (“Puerta de los Dioses”) se cambió
por KA.DINGIR.RA - “Puerta de los Dioses de Ra”. Ciertamente,
el ascenso de Marduk hasta su encumbramiento tuvo sus inicios en
Egipto, donde su monumento más conocido –la Gran Pirámide de
Gizeh– jugó un papel crucial en su turbulenta carrera. Pero el Gran
Dios de Egipto, Marduk/Ra, anhelaba gobernar toda la Tierra, y
hacerlo desde el antiguo “Ombligo de la Tierra” en Mesopotamia.
Esta ambición fue la que le llevó a abdicar el trono divino de Egipto
en favor de sus hijos y nietos. No se imaginaba que esto iba a llevar
a dos Guerras de las Pirámides y casi a su muerte.
Dadas las similitudes entre Ptah y Enki por una parte, y entre
Marduk y Ra por otra, no nos debería de sorprender en absolu-
to que en los textos egipcios se relacione a Ra con las instalacio-
nes espaciales y sus obras de construcción. En esta labor, recibía
la ayuda de Shu y de Tefnut, Geb y Nut, y de Toth, el dios de lo
mágico. La Esfinge, la “guía divina” que mostraba el camino hacia
el este, exactamente a lo largo del paralelo 30, tenía los rasgos de
Hor-Akhti (“Halcón del Horizonte”) –el epíteto de Ra–. Una estela
erigida cerca de la Esfinge en tiempos faraónicos lleva una inscrip-
ción que indica directamente a Ra como el ingeniero (“Extendedor
de la Cuerda”) que construyó el “Lugar Protegido” en el “Desierto
Sagrado”, desde el cual podía “ascender bellamente” y “atravesar
los cielos”: “Tú extendiste las cuerdas para el plano, tú diste for-
ma a las tierras…Tú hiciste secreto el Mundo Inferior… Tú te has
construido un lugar protegido en el desierto sagrado, con nombre
oculto. Tú ascendiste por el día enfrentándoles… Te elevas bella-
mente…Cruzas el cielo con un buen viento…Atraviesas el cielo en
la barca celestial…El cielo está jubiloso, la Tierra grita de alegría.
La tripulación de Ra ensalza cada día; él emerge en triunfo”. Los
textos egipcios afirman que Shu y Tefnut ayudaron a Ra en sus
ingentes obras relacionadas con el espacio, “sosteniendo los cielos
sobre la Tierra”. El hijo de ambos, Geb, “amontonar, apilar”, se
entregó, según los expertos, a obras que tendrían que ver con eso,
apilar; un sugerente indicio de que pudo ser él el encargado de la
construcción de las pirámides.
156
“En el año 363, Su Majestad Ra, el santo, el Halcón del Ho-
rizonte, el Inmortal que vive para siempre, estaba en el país de
Khenn. Estaba acompañado por sus guerreros, pues los enemigos
habían conspirado contra su señor… Horus, el Medidor Alado,
llegó a la barca de Ra. Él le dijo a su antepasado: ‘Oh, Halcón
del Horizonte, he visto al enemigo conspirando contra tu Señorío,
para arrebatarte la Corona Luminosa’… Entonces, Ra, el santo, el
Halcón del Horizonte, le dijo a Horus, el Medidor Alado: ‘Noble
vástago de Ra, mi descendiente: Ve rápido, derriba al enemigo al
que has visto”. Así comienza un relato inscrito en las paredes del
templo de la antigua ciudad egipcia de Edfú. Sitchin cree que es
la historia de lo que pudo denominarse la Primera Guerra de la
Pirámide, una guerra que tuvo sus raíces en la interminable lucha
por el control de la Tierra y de sus instalaciones espaciales, y en los
tejemanejes de los Grandes Anunnaki, especialmente de Enki/Ptah
y de su hijo Ra/ Marduk.
ZS. - Aunque pareciera que los dioses a los que los egipcios
veneraban eran totalmente diferentes a los que los Sumerios y los
Babilónicos adoraban, de hecho eran los mismos Anunnaki. Me ex-
plico, la deidad llamada Ptah, en la mitología egipcia, no era otra
que la sumeria Enki, que dirigió al primer grupo que vino a la tierra
y lideró con éxito la ingeniería genética que hizo que pasáramos
de los homínidos al Homo Sapiens; en Egipto, este dios, tiene el
mismo rol. Otro ejemplo, su hijo, el gran Dios Ra, era el mismo que
el Hijo de Enki, Marduk (en Mesopotamia). Thoth, el arquitecto di-
vino y guardián de los secretos de los dioses, conocido en el sumer
157
como Ningishzidda, y así más y más.
PH. - ¿Por lo tanto hablan igualmente de un lejano planeta?
ZS. - Sí, los antiguos egipcios hablan del Planeta del millón de
años, una manera diferente de nombrar a Nibiru. Es el planeta en el
cual, los faraones tenían la esperanza de ir al morir, para encontrase
con los dioses en su propio planeta y tener la inmortalidad. La mi-
tología egipcia y el viaje faraónico a la otra vida es el argumento de
mi segundo libro (Reeditado también en España) Escalera al cielo,
mostrando y explicando textos e ilustraciones para demostrarlo.
PH. - ¿Y qué ocurre con las demás civilizaciones antiguas?
ZS. - Es muy curioso, porque cuando descifras el significado de
algunos de los nombres de varios dioses de los Hititas, los Asirios,
Cananeos, etc., en el antiguo mundo encontramos que aunque los
nombres sean diferentes, significan exactamente lo mismo en todos
y cada uno de sus lenguajes.
158
En el templo de Esna en el Alto Egipto, Jnum era celebrado
como creador de todo el pueblo. El pueblo de Esna hoy en día,
exceptuando la escasa arquitectura islámica de calidad, es un es-
cuálido racimo de construcciones. La principal calle que lleva al
templo desde el río está justamente al norte de la antigua entrada
ceremonial, ahora enterrada profundamente bajo la ciudad moder-
na. Todo lo que perdura del templo de Jnum es la sala hipóstila,
que es fundamentalmente de época romana. Las inscripciones de
las columnas y muros están hechas en la forma voluntariamente
complicada de la escritura jeroglífica fomentada por los sacerdotes
escribas de la época grecorromana. Sin embargo, de las liturgias
e himnos grabados en Esna es de donde obtenemos la percepción
más clara de Jnum como creador y dios del torno de alfarero.
Jnum
159
la digestión. En consonancia con sus responsabilidades procrea-
doras, ideó los órganos sexuales para que permitiesen un máximo
confort sin perder por ello la eficiencia durante las relaciones sexua-
les. Supervisó la concepción en la matriz y dio inicio a las épocas
de trabajo. Recitado en la Fiesta del Torno del Alfarero, el himno
mencionado debía de semejarse a un manual médico versificado.
Otras descripciones destacan que el trabajo de Jnum en el torno es
un proceso continuo y no únicamente restringido a los egipcios,
sino que también abarca a los que hablan lenguas extranjeras. Él es
pues, un creador universal que formó a los dioses y a las gentes, a
los animales, los pájaros, los peces y reptiles. Se ha sugerido que la
idea de Jnum moldeando al ser humano en su torno de alfarero, se
remonta muy atrás en Egipto en los relieves e inscripciones.
160
era Khnum, el regulador de la inundación anual del Nilo”. Ambos
nombres, Ptah y Khnum, significan “moldeador” o “Formador”.
Tú forma magnífica,
Aquí los dioses inmortales amoldaron...
Junto a las pirámides lo colocaron...
Un monarca celestial que sus enemigos desafían...
Guía Sagrado de la Tierra de Egipto.
161
Khufu habla también de un viejo sicomoro que crecía al lado
de la Esfinge y fue dañado “cuando el Señor del Cielo descendió
en el Lugar de Hor-en-Akhet” (el dios-halcón del horizonte). Eso,
en realidad, era el nombre más frecuente de la Esfinge en las ins-
cripciones de los faraones, siendo sus epítetos, entre otros, ruti (“el
león”) y hul (“el eterno”).
162
el horizonte justo en el Este, en perfecta alineación con la Esfinge.
Asimismo, la constelación zodiacal de Leo estaba localizado hacia
el Este. Sin duda alguna, la Esfinge estaba apuntando hacia el Cin-
turón de Orión en el año 10,500 a. C., cuando se encontraba en su
punto más bajo en el meridiano sur en plena Era del León.
163
las patas de la escultura. Además de eso, un himno de la época de
la XVIII Dinastía revela que las dos “cavernas” permitían que ella
funcionara como un centro de comunicaciones. Según ese cántico,
el dios Amen, asumiendo las funciones del celestial Hor-Akhti, ob-
tiene “percepción en el corazón, comando en los labios... cuando
entra en las dos cavernas que están bajo sus pies”. Entonces:
164
en-Akhet (la Esfinge) decía: “¡Puede pasar!” Los dibujos del Libro
de los Dos Caminos, que ilustran ese viaje, muestran que había dos
caminos que, saliendo de cerca de la Esfinge, llevaban al Duat.
165
Sky: The High Wisdom of Ancient Egypt” que hace doce milenios,
la Esfinge de Guiza fue construida representando el cielo de esa
época y estaba basada en la dirección del punto vernal de la tierra
que apuntaba directamente hacia la Constelación de Leo, teniendo
la forma inicial de un león, que fue degradado por la erosión y
posteriormente restaurado, recibiendo su actual forma mitad león
mitad hombre. Argumentan que han encontrado marcas en la Esfin-
ge que muestran una erosión por agua de lluvia. Durante la última
glaciación que también data de esa época en la cual el Sahara era un
auténtico vergel, donde llovía a menudo hacia el año 10,500 a. C.
166
era una de las pocas constelaciones inequívocamente identificable
en el Egipto antiguo con el nombre de Sah, a la que los egipcios
relacionaban con Osiris. Así el nombre de Sah ya aparece en el
Complejo de la pirámide en Saqqara donde fueron grabados, por
primera vez, textos en las Pirámides, bajo el reinado de Unís (últi-
mo rey de la V dinastía del Reino Antiguo) quien reinó alrededor
del año 2,340 a. C.
Los autores afirman que lo que esta teoría propone va más allá
de ser una simple coincidencia astro arqueológica. Dicen que las
tres pirámides de Guiza, pertenecientes a los faraones Keops, Ke-
frén y Micerinos de la IV Dinastía, están alineadas con gran exac-
titud, pese a su monumentalidad, con el cinturón de Orión. Esto no
es exacto: las tres estrellas de Orión forman un ángulo que difiere
por unos pocos grados con el que forman las pirámides. Pero, si se
calculan los cambios precesionales del cinturón de Orión a lo largo
de los siglos, se comprueba que hubo un momento en que estas
tres estrellas estuvieron alineadas exactamente igual en relación a
la Vía Láctea que las pirámides en relación al río Nilo: hacia el
10,500 a. C.
167
rámides construidas en dinastías posteriores, tienen su imagen en
el cielo. Las pirámides son: Dahshur, Abusir, Zawyet el-Aryany y
Abu Roash.
168
pedido que le ayudase a verificar su teoría de que el “pozo de ven-
tilación” meridional de la Cámara del Rey señalaba directamente
a Orión cuando se construyó la Gran Pirámide, hacia el 2,550 a. C.
Virginia Trimble hizo los cálculos necesarios y pudo decirle a Ba-
dawy que tenía razón: en efecto, el pozo de ventilación señalaba di-
rectamente el Cinturón de Orión hacia el 2,550 a. C. La posición de
las tres pirámides es: Latitud 29°58´38” N y Longitud 31°7´56” E.
169
existe en la meseta de Gizeh, pirámides y esfinge nos describe el
Universo tal y como lo vieron sus constructores. El año 10,500 a.
C., y aún antes, según otros estudios científicos, marcan el inicio de
una civilización perdida que nos dejaron sus huellas a través de sus
monumentos y escritos, certificando la relación estelar con el hom-
bre de aquellas épocas, verdaderos profesionales en Arquitectura,
Astronomía y Tecnología. Para Zecharia Setchin, esos antiguos
constructores fueron los anunnakis o nefilim.
170
IV. LOS ANUNNAKIS EN EL TANAJ
Y
LA BIBLIA.
La literatura religiosa además del Libro del Bereshit y Génesis
que hablan de la época antes del Diluvio, son El Libro de Enoc,
El Libro del Jubileo, Las enseñanzas gnósticas, Los Pergaminos
del Mar Muerto, El Haggadah o la tradición oral de los judíos, las
escrituras rabínicas, los trabajos de Flavio Josefo (Josephus), y mu-
chos otros trabajos pseudoepígrafos. En ellos, lo que está claro es
que Sumeria fue la fuente principal de los acontecimientos de las
historias del Tanaj y la Biblia, y de otras escrituras religiosas occi-
den tales, a pesar que los apologistas de las escrituras sagradas han
intentado evitar o nublar las cuestiones del Bereshit y el Génesis,
sin embargo los hechos históricos demuestran que sus antecedentes
están en el valle de Mesopotamia.
171
civilizaciones del Medio Oriente: acadios, babilonios y asirios he-
redaron mucho de la cultura sumeria, que posteriormente fue trans-
ferida al oeste a las tierras de Palestina, Siria, Líbano y Anatolia.
172
Los cuentos y mitos sumerios, de dioses del cielo y de la tierra,
la creación del hombre y el diluvio, fueron la fuente de la cual las
naciones del mundo antiguo dibujaron su conocimiento y creencia.
Pero no son solo el Tanaj y la Biblia los escritos que narran so-
bre asuntos religiosos hebreos y cristianos, hay muchos otros textos
llamados “Apócrifos” y textos judíos llamados “Pseudoepígrafos”,
que fueron dejados de lado debido en gran parte a la feroz rivalidad
política y religiosa en los primeros días entre sectas de judíos, cris-
tianos y gnósticos. De hecho, el Pseudoepígrafo fue perdido total-
mente en la herencia transmitida.
173
es Eva quien da vida a Adán. La serpiente en el jardín de Edén es
una criatura noble y virtuosa. Pero el maniqueísmo fue perseguido
tan ávidamente en Europa hasta el siglo XIII, en una época en que
había pocos ejemplares de la Biblia y la mayoría de la población
era analfabeta. Si leemos la Biblia veremos que lo dicho por los
maniqueistas y los gnósticos es lo mismo.
Génesis 11.
27 Estas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram,
a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot.
28 Y murió Harán antes que su padre Taré en la tierra de su
nacimiento, en Ur de los caldeos.
29 Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres; el nombre de la
mujer de Abram era Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Mil-
ca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.
30 Más Sarai era estéril, y no tenía hijo.
31 Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo
de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con
ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron
hasta Harán, y se quedaron allí.
174
32 Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y murió
Taré en Harán.
Génesis 12.
1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu
parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandece-
ré tu nombre, y serás bendición.
3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren
maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era
Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
5 Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su her-
mano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que
habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán;
y a tierra de Canaán llegaron.
6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem,
hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra.
7 Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré
esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había apare-
cido.
8 Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó
su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó
allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.
9 Y Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el Neguev.
175
padre se vincula a sus fieles mediante promesas a un antepasado,
que revela a su descendencia.
176
tuarios cananeos consagrados a El, que frecuentaron los patriarcas.
La revelación de estos dioses se efectuaba durante los sueños. Los
patriarcas asimilaron a El al dios del padre. Sin embargo, no se
aceptaron los rasgos mitológicos de El ni sus cualidades típicas.
177
de crear a Adán es traída, con palabras usadas en plural: “y Elohim
(plural) dijo: Déjenme crear al hombre a nuestra imagen y luego a
nuestra semejanza” (Bereshit 1: 26).
Bereshit 6
1 Al tiempo, cuando los hombres empezaron a multiplicarse en
la tierra, e hijas fueron nacidas a ellos,
2 los hijos de Elohim vieron que las hijas de los hombres eran
atractivas; y ellos tomaron esposas para sí, cualquiera que esco-
gieron.
3 YAHWEH dijo: “Mi Ruaj no permanecerá entre estos hom-
bres para siempre, porque ellos son carne; por lo tanto, sus días
serán 120 años.”
4 Ahora los gigantes estaban sobre la tierra en aquellos días, y
después de eso, cuando los hijos de Elohim (Nefilim) se llegaron a
las hijas de los hombres, y ellos engendraron hijos a ellas; aquellos
fueron los gigantes de la antigüedad, hombres de renombre.
178
El término bíblico para estas deidades menores parece haber
sido Nefilim. ¿La descendencia de los Nefilim se refleja en la lite-
ratura de Mesopotamia? ¿Podrían ser los Anunnakis que también
descendieron en el período antediluviano? Veremos que éstos eran
diferentes nombres para un mismo grupo de seres.
179
depositaron en un lugar seguro fuera de la ciudad.
180
o clásico no tenía ninguna palabra para la serpiente, por sí mismo.
La palabra “drakon” fue aplicada a las serpientes así como a otras
fabulosas criaturas parecidas a las serpientes. Por ejemplo, serpen-
teo o culebreo del camino era “drakonforos” y “drakonktonia” sig-
nificaba matando una culebra o serpiente. No olvidemos que una de
las lenguas al que inicialmente se tradujo las escrituras hebreas del
Tanaj o la Biblia fue el griego.
181
les, proporcionando a Elohim de plata, oro, gemas, y perlas, de esta
manera es revelando que una de las actividades principales de los
dioses serpiente antes del advenimiento del hombre, era la minería
y la agricultura.
182
éstos fue descrito como débil de cuerpo y espíritu. Ella le dio a la
criatura pan para comer, pero él lo rechazaba. No podía sentarse,
ni estar parado, ni doblar sus rodillas. Eventualmente se dieron por
vencidos y decidieron que esta criatura era una completa falla. Fi-
nalmente, después de muchos ensayos y errores, Enki y Ninkhursag
encontraron una fórmula de trabajo.
183
mente este hombre mono fue utilizado en los experimentos de los
Anunnakis. Este hombre mono está descrito claramente en el Poe-
ma de Gilgamesh, como el hombre salvaje que “se convierte” en
un ser civilizado y fue el compañero de Gilgamesh en sus muchas
aventuras. Este hombre salvaje llamado Enkidu, es una criatura que
se alimenta de hierba y vive entre los animales, hasta que un caza-
dor se queja ante el rey de la ciudad de Uruk. Gilgamesh que es el
Lugal (rey), se entera de él que es una criatura que no usa ninguna
ropa, y que esta cubierto de pelo; es bastante inteligente para relle-
nar los hoyos que el cazador había cavado para atrapar animales
salvajes y que también había liberado las trampas; Él vive con los
animales, corre con las gacelas y comparte sus lugares de beber.
184
avanzadas en medios de transporte y comunicaciones, sino también
en las ciencias biológicas.
185
El Libro del Bereshit y el Génesis deja claro que Adán no su-
daba en el Edén antes de su caída. Esto se desprende del hecho que
después de comer la fruta prohibida, le castigaron con eso, porque
le dijeron: “Con el sudor de tu rostro (frente) te ganarás tu pan”.
Adán no sudaba antes de su caída por la simple razón que el sudar
es característico de los mamíferos y no de los reptiles. Así conclu-
yen los que proponen que los anunnakis eran reptiles.
El cambio genético final fue hecho por Enki, que no estaba au-
torizado para hacerlo y causó enemistad entre los dioses, entre Enlil
y Enki. A Enki se le recuerda como el creador, el defensor, y el
benefactor de la humanidad. Enlil era quien despreciaba a la hu-
manidad y los aborrecía, intentando eliminarlos de diversas formas
hasta que aprovecho el diluvio para desaparecerlos, pero Enki salvo
algunos.
186
plantas en abundancia para llenar los graneros de los Anunnakis.
187
teró de su desnudez. Fue algo bueno para el hombre, pero algo que
no todos los creadores quisieron que tuviese.
Había dos árboles en el jardín del Edén, pero sólo el Árbol del
Conocimiento era tabú. El hombre tenía acceso al Árbol de la vida
o de la inmortalidad puesto que no le fue prohibido. Ahora que él
188
había alcanzado la capacidad de procrear, la deidad bíblica se pre-
ocupó que él podría también tomar parte del árbol de la vida y de
tal modo alcanzar inmortalidad: “¿Qué si él tendía su mano y to-
maba también del árbol de la vida y comía, viviría por siempre? El
Señor Dios lo desterró del jardín del Edén, hasta al suelo del cual
fue tomado. Él condujo al hombre hacia fuera y lo dejó al este del
jardín del Edén, el arcángel y la espada ardiente, para custodiar
el camino al árbol de la vida” (Bereshit o Génesis 3: del 22 al 24).
189
de Edén que menciona el Tanaj y la Biblia, era la serpiente. A él le
fueron otorgados cualidades que rivalizaban y sobrepasaban a las
de Adán. El Bereshit y el Génesis afirma que “La serpiente era la
más astuta de todas las bestias salvajes que dios había hecho”. El
Haggadah describe a la serpiente como alta, de dos piernas y con
poderes mentales superiores. Era el Señor de todas las bestias del
Edén: “Dios habló a la serpiente: yo te he creado para que seas el
rey de todos los animales. Te he creado para estar en posición ver-
tical”, pero en el Haggadah no dice que él caminó como un hombre.
190
para todas las grandes criaturas temibles tales como serpientes,
grandes reptiles, y otros animales aterrorizantes. Así el término
“drakon” se transportó a través de canales semánticos a la asocia-
ción de una gran serpiente alada y con patas como dragón en la
literatura y cultura occidental.
191
cuerpos, y los rasgos mamíferos les eran repugnantes.
Moisés y el Seraphim.
192
En el Antiguo Testamento, el papel de la serpiente como curador
se ilustra en el incidente de la “Serpiente de bronce” o “Seraphim”
que fue levantada sobre un mástil y se convirtió en la cura para las
dolencias de las tribus durante su éxodo de Egipto liderados por
Moisés.
193
la nave espacial, donde Enlil lo colocó en un ritual: “Hasta ahora,
Utnapishtim había sido solamente un hombre, pero ahora Utnapi-
shtim y su esposa serán dioses como nosotros”. Él fue enviado a
vivir “en el origen de los dos ríos donde se levanta Shamash”, en la
tierra de Dilmun. Distinto a lo que le sucedió a su contraparte Noé,
quien no alcanzó la inmortalidad. Los dioses del Tanaj y el antiguo
testamento bíblico, eran dioses más celosos e inflexibles.
194
y realizadas en piedra caliza, semejando en ocasiones penes cir-
cuncidados, lo que vendría a reforzar la teoría de Smith, egiptólogo
inglés, que refería que la circuncisión era uno de los signos de las
culturas heliolíticas diseminadas por el mundo 15,000 años atrás.
195
a realizar el procedimiento tenían también motivos higiénicos, mo-
tivos de pureza, así como se consideraba un requisito para contraer
matrimonio y como un tratamiento para la denominada gangrena
del prepucio. Los instrumentos quirúrgicos más sofisticados eran
originarios de Egipto y por eso es que griegos y romanos conside-
ran a Egipto como la cuna de la medicina.
196
llo. Los sacerdotes de Cibeles se convertían en eunucos. Muchos
de los egipcios que reverenciaban el instrumento de procreación
ofertaban a los Dioses Isis y Osiris creadores de la vida sobre la
tierra una pequeña parte del miembro que perpetuaba la especie
humana”.
197
No hay duda que la circuncisión como símbolo de compromiso,
de renovación de pacto ancestral, representa un distintivo judío. Un
símbolo que los ha separado de los cristianos desde que Saúl, pos-
teriormente Pablo de Tarso decidiera eliminar la circuncisión como
requisito de ingreso a la iglesia primitiva cristiana, basado en que
Abraham fue traído a la fe de Dios antes de su circuncisión.
198
Herodoto en el siglo V a. C. reporta que “Los colchidianos,
egipcios y etíopes son los únicos pueblos que han siempre practi-
cado la circuncisión. Los fenicios y los sirios palestinos reconocen
que ellos adoptaron sus hábitos de los egipcios. Los sirios viviendo
en el valle de Thermodon puntualizaron que recientemente habían
olvidado o borrado la costumbre de los colchidianos. Estos son los
únicos pueblos que practican esto y se nota que observan las mis-
mas reglas que los egipcios”.
199
(Griego), Frater (Latín), Brother (inglés) y Bruder (alemán) y en
árabe el término es “Khitan”
200
la práctica del padre primitivo. “Saher” no solo significa sagrado o
consagrado sino que también significa diabólico y abominable. La
circuncisión es el substituto simbólico para la castración inicial-
mente infligida por el Padre primitivo sobre sus hijos en la plenitud
de su poder y por adoptar este símbolo, demuestra que uno estaría
gustoso a someterse uno mismo al deseo paterno aun si requiere el
más doloroso sacrificio.
201
Bereshit o Génesis 17: 2 antes de ordenar la circuncisión dice: “Te
multiplicaré más y más en gran manera y procede entonces a enun-
ciar el pacto”.
Bereshit 4 o Génesis 4.
16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de
Nod, al oriente de Edén.
17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a
Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del
nombre de su hijo, Enoc.
202
Caín es vengado siete veces, entonces Lamec será vengado setenta
y siete veces” (Bereshit y Génesis 4: 23 y 24).
Cuando Eva concibió y dio a luz a Caín, ella dijo, según el Be-
reshit y el Génesis: “He alumbrado a un hombre con la ayuda de
Dios” (Bereshit y Génesis 4: 1). En el caso de Abel, sin embargo, el
texto dice simplemente: “Y ella parió después a su hermano Abel”
(Bereshit y Génesis 4: 2). Las escrituras sugieren así, que de los
dos, el nacimiento de Caín involucró a la deidad. Otras aclaracio-
nes de la paternidad de Caín se encuentran en “El Apocalipsis de
Adán”, un documento gnóstico del primer siglo d. C., en donde
Adán revela a su hijo Set: “El Señor, que nos creó, creó un hijo de
sí mismo y de Eva, tu madre”.
203
Caín, la cual no se describe en el Bereshit o Génesis.
Bereshit 4: 15 o Génesis 4: 15
Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será
castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo
matase cualquiera que le hallara.
Bereshit 4: 24 o Génesis 4: 24
Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta ve-
ces siete lo será.
204
tencia se puede remontar, a través de los escritos de los griegos,
sirios, egipcios, abisinios, hebreos y otros pueblos antiguos. Podría
decir que examina las pruebas aparentemente sin relación, porque
debe haber algo detrás de él.
En el referido libro nos relatan que Eva dio a Luz su primer hijo
y con él una hija, a su hijo llamo Caín y a su hija Luluwa que sig-
nifica “hermosa”, porque era más hermosa que su madre. Cuando
los niños fueron destetados, Eva concibió una vez más, y cuando su
embarazo llegó a término, dio a luz a otro hijo e hija. Y ellos fueron
llamados Abel, el hijo, y Aklia, la hija. Cuando llego la hora de ca-
sar a los hijos con sus hermanas, Adán dispuso que Caín lo hiciera
con Aklia y Abel con Luluwa, situación que no agrado a Caín oca-
sionando que él trabajara con desgano y odiara a su hermano, hasta
que finalmente asesino a Abel. Luego sin permiso ni bendición de
su padre Adán, Caín tomo por esposa a Luluwa, que le dio hijos.
Adán y Eva tuvieron un quinto hijo que fue Set. El Segundo Libro
de Adán y Eva, dice que Adán y Eva tuvieron cinco hijos: Caín.
Luluwa, Abel, Aklia y Set.
205
deidad había decidido no intervenir ya en los asuntos del hombre
y le permite producir su propia descendencia. Set se casa con su
hermana, y nace Enós.
Enós vivió 905 años; a los 90 años engendró a Cainán, que sig-
nifica el “Forjador del metal” o el “artesano”, poco se sabe de
206
Cainán de las fuentes antiguas. Puesto que la segunda ciudad cons-
truida fue llamada Badtibira o “Ciudad para el procesamiento de
los metales”, parece haber una asociación, pero otros simplemente
dicen que es especulación.
Enoc tenía 165 años cuando su hijo Matusalén nació y vivió 200
años más. “Enoc caminó con Dios, después no estaba más, porque
Dios lo tomó”. Se ha interpretado la frase “caminó con Dios” como
que él ascendió al cielo durante el curso de su vida. Sin embargo
esta frase implica, la existencia de una narrativa más completa so-
bre Enoc, que puede haberse perdido o fue omitida en el Tanaj y el
Antiguo Testamento.
207
nicos”. La figura de Enoc era muy significativa en el movimiento
espiritual, como lo atestiguan los Pergaminos del Mar Muerto. Su
historia y escrituras son tratadas en el Libro de los Jubileo, y él des-
empeña un papel activo en el Apocalipsis Hebreo de Enoc que se le
atribuye al erudito palestino Ismael.
Después de una breve estancia aquí volvió al cielo (tal vez una
Nave espacial) por seis años del jubileo. Al parecer durante este pe-
ríodo conmutó entre la Nave y la Tierra. La literatura apocalíptica
menciona su residencia en Edén y en el Monte Qatar, un lugar no
identificado que podría ser la ciudad de Sippar en Mesopotamia.
208
fueron otorgadas. Parece que Enoc recibió una cierta forma de “di-
vinidad” aquí en este tiempo. Entonces una “pluma para la escritu-
ra veloz” le fue dada a Enoc y libros le fueron leídos mientras que
copiaba el dictado rápidamente sobre las “maravillas y los secretos
del cielo”.
209
originalmente. Enoc voló hasta el cielo en una nave o “carruaje
ardiente” y en sus palabras “los vientos me hacían volar y me apu-
raban hacia el cielo”.
210
los días de la eternidad. Pero antes de eso, ustedes habrán visto la
destrucción sus seres queridos”.
211
eran gente ordinaria. El asesinato de Caín fue serio, puesto que él
era mitad anunnaki y protegido por los dioses como uno de ellos.
212
sobre la llegada del desastre, “entonces preservaré al hijo de tu hijo
Lamec, su primer hijo Noé”. Matusalén también fue advertido de la
llegada de la catástrofe.
213
aterrados por un enorme miedo porque el niño estaba completa-
mente desarrollado como un niño de 3 años de edad y habló y ben-
dijo al Señor. Y Noé y Nir miraron y contemplaron la insignia del
sacerdocio que estaba en su pecho. Era gloriosa en apariencia”.
Cuando Nir fue informado que pronto una gran catástrofe en-
volvería la tierra y destruiría la humanidad, su hijo Melquisedec
no perecería. Un mensajero apareció para llevarse a Melquisedec,
y él dijo: “Cuando la gente encuentre al niño, ellos lo agarrarán y
matarán”. Así Melquisedec fue llevado a lo alto de su nuevo hogar,
la nave espacial en la órbita de la tierra.
214
17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes
que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de
Save, que es el Valle del Rey.
18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios
Altísimo, sacó pan y vino;
19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo,
creador de los cielos y de la tierra;
20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en
tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las perso-
nas, y toma para ti los bienes.
22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a
Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra,
23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré
de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram;
24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de
los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales
tomarán su parte.
215
napishtim fue hecho inmortal y enviado a vivir con los dioses. Por
alguna razón los sacerdotes hebreos decidieron no inmortalizar a
Noé.
Bereshit 9
20 Noaj, un labrador, fue el primero en plantar una viña.
21 El bebió tanto del vino que se emborrachó y se acostó des-
nudo en su tienda.
22 Ham, el padre de Kenaan, vio a su padre vergonzosamente
expuesto, salió y se lo dijo a sus dos hermanos.
23 Shem y Yefet tomaron un manto, lo pusieron sobre ambos de
sus hombros y, caminando hacia atrás, entraron y cubrieron a su
padre que estaba desnudo. Sus rostros estaban vueltos, así que no
vieron a su padre acostado allí vergonzosamente expuesto.
24 Cuando Noaj se despertó de su vino, él supo lo que su hijo
menor le había hecho.
25 Él dijo: “Maldito sea Kenaan; él será un sirviente de sir-
vientes a sus hermanos”.
Génesis 9
20 Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña;
21 y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en me-
dio de su tienda.
216
22 Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo
dijo a sus dos hermanos que estaban afuera.
23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre
sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez
de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnu-
dez de su padre.
24 Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había
hecho su hijo más joven,
25 y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus
hermanos.
217
Por lo tanto, que Cam haya visto “la desnudez de su padre”, alu-
de a una relación sexual de Cam. Pero ¿Con quién? ¿Con su padre
Noé? A primera vista no es eso lo que sugiere el texto; no hay aquí
ninguna referencia a un acto homosexual. Además, que dos veces
se diga que “Cam es el padre de Canaán” más bien nos aleja de un
posible acto homosexual.
Levítico 18.
6 Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para des-
cubrir su desnudez. Yo Jehová.
7 La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no des-
cubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez.
8 La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás; es la
desnudez de tu padre.
9 La desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu ma-
dre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no descubrirás.
Vayikra 18.
6 Ninguno de ustedes se acercará a nadie que sea pariente cer-
cano para tener relaciones sexuales; Yo soy YAHWEH.
7 No tendrás relaciones sexuales con tu padre, y no tendrás
218
relaciones sexuales con tu madre. Ella es tu madre – no tengas
relaciones sexuales con ella.
8 No tendrás relaciones sexuales con la esposa de tu padre; esa
es la prerrogativa de tu padre.
9 No tendrás relaciones sexuales con tu hermana, la hija de
tu padre o la hija de tu madre, ya sea que nazca en casa o en otro
lugar. No tengas relaciones sexuales con ellas.
219
damos, era comunicarse no sólo con los territorios más próximos,
sino también con toda la Tierra, para dominarla. Necesitaban un
Centro de Control de la Misión, similar al que quedaba en la línea
de trayectoria de vuelo en la Mesopotamia antediluviana, necesita-
ban instalar un nuevo espacio-puerto en la península del Sinaí. Ba-
albek se halla en la Latitud 34°0´16.88” E y Longitud 36°12´39.74”
E.
220
da sobre el uso de esta gigantesca plataforma pétrea, es que fue una
pista de aterrizaje de naves anunnaki, el cual es creible ya que la
tecnología cananea, griega o romana no podría haberla edificado.
El hombre, por más sabio que pueda haber sido, no tuvo nada
que ver con eso. Baalbek, fue construido por los dioses y sólo para
los dioses.
221
tar a Jehová. Posteriormente edifico un altar en Bet-el a Jehová. En
el encinar de Mamre que se encuentra en Hebrón también levanto
un altar a Jehová. Posteriormente y después de haber realizado el
pacto con Jehová, el patriarca Abraham habito en la tierra de los
filisteos y en Beerseba planto un árbol tamarisco e invoco el nom-
bre de Jehová Dios Eterno. Estos fueron pues las primeras ciudades
santas para los hebreos, porque en ellas levantaron altares a su dios.
Luego de la muerte de Abraham, Hebrón sería otra de las ciudades
hebreas importantes, porque allí se enterró los restos del patriarca
junto a los de Sara. También Jérico y Samaria serán ciudades he-
breas importantes.
4.19.1 Jerusalén
222
Jerusalén era un centro de culto bien establecido de “EL, el Su-
premo, el justo del Cielo y de la Tierra”. El nombre más antiguo de
la ciudad es Ur-Shalem, la “Ciudad de Shalem” o, traduciendo el
nombre propio, la “Ciudad del Ciclo Completado”, que sugiere una
asociación con El Dios de las órbitas o con asuntos orbitales. En
cuanto a quién podría haber sido Shalem, los estudiosos proponen
varias teorías. Unos, como Benjamín Mazer, en su artículo “Jeru-
salén before the David Kingship”, dicen que se trata de Shamash,
el nieto de Enlil. Otros prefieren identificarlo con Ninib, el hijo de
Enlil. Pero, en todas las teorías no existe impugnación de la cone-
xión de las raíces de Jerusalén con el panteón mesopotámico.
223
a ser la capital del reino de Judá, mientras que Samaria se convirtió
en la capital de Israel. Jerusalén tiene varias etapas de dominación
extranjera en su Historia, tras ejercer de capital del reino indepen-
diente de Judá. Primero bajo la influencia asiria, que sometieron al
reino de Judá al pago de tributo, luego los babilonios (597 - 546 a.
C.) tomaron y arrasaron la ciudad, deponiendo al último rey y des-
terrando a la clase dirigente a Babilonia. Los babilonios destruyen
el Templo construido a Yahvé, en julio del 587 a. C.
224
de Dios”. Ese lenguaje es casi idéntico al usado en la descripción
bíblica sobre el descenso de Dios en el monte Sinaí.
225
En el año 539 a. C., el rey persa Ciro II el Grande conquistó el
Imperio babilónico y permitió el regreso de las comunidades judías
deportadas, a la provincia de Judá; éstas regresaron a Jerusalén y
reconstruyeron la ciudad y el Templo.
An o Anu (Dios del cielo), Enlil (El dios del viento), Enki (Dios
controlador del agua dulce, de las profundidades debajo de la tie-
226
rra y señor de la tierra), Nammu (La diosa-madre), Inanna (Diosa
del amor y de la guerra, llamada Ishtar por los acadios), Utu (El
dios Sol) y Nanna (El dios luna)
227
de Erra son idénticas a las usadas en el relato bíblico de la destruc-
ción de Sodoma y Gomorra:
228
aspecto en detalle hemos tratado en nuestro libro “Abraham el Pa-
triarca Guerrero”.
Shemot 20 o Éxodo 20
7 No usarás a la ligera el Nombre de ( הוהיYHWH) tu Elohim,
porque ( הוהיYHWH) no dejará sin castigo a alguien que use Su
Nombre a la ligera
229
¿Cuáles son los nombres concretos con los cuales Dios se ha
revelado a los hebreos?
Nombres básicos
Shemot 3 o Éxodo 3
13 Moshe dijo a Elohim: Mira, cuando yo me presente delante
de los hijos de Yisra’el y diga a ellos: El Elohim de sus padres me
ha mandado a ustedes; y ellos me pregunten: ¿Cuál es Su Nombre?
¿Qué es lo que les diré?
14 Elohim dijo a Moshe: Ehyeh Asher Ehyeh (Yo soy/seré el que
soy/seré), y añadió: Aquí está lo que dirás a los hijos de Yisra’el:
Ehyeh (Yo soy o Yo seré) me ha enviado a ustedes.
15 Elohim, además, dijo a Moshe: YAHWEH, El Elohim de tus
padres, el Elohim de Avraham, el Elohim de Yitzjak y el Elohim de
Ya’akov, me ha enviado a ustedes. Este es Mi Nombre para siem-
pre; este es Mi Memorial generación tras generación.
16 Ve, reúne a los ancianos de los hijos de Yisra’el en asamblea
y di a ellos: YAHWEH, el Elohim de sus padres, el Elohim de Avra-
ham, el Elohim de Yitzjak y el Elohim de Ya’akov, se ha revelado a
mí y ha dicho: Yo he estado prestando cuidadosa atención a ustedes
y he visto lo que se les hace a ustedes en Mitzrayim;
230
fiel a sus promesas. En la situación concreta de Moisés y del pueblo
de Israel les daba la seguridad de su presencia.
231
Hoshea 2 tambien Oseas 2
16 En aquel día, dice YAHWEH tú me llamarás Ishi [mi espo-
so]; ya nunca más me llamarás baali [mi señor]
17 Porque Yo removeré de tu boca los nombres de los baalim;
ellos nunca más serán mencionados por nombre.
232
Bereshit y Génesis 22: 8 al14. El contexto es el sacrificio que
Dios demanda de Abraham en la persona de su único hijo Isaac. En
el momento oportuno el Señor provee un sustituto por Isaac. Este
nombre resalta el hecho de que nuestro Dios provee todo lo que nos
es necesario.
233
su pueblo.
234
1. El Elyón (“Dios, el Altísimo”)
235
5. El Eloé Yisrael (“Dios es el Dios de Israel”)
Otros nombres
3. Theós (“Dios”)
4. Kyios (“Señor”)
236
5. Pateér, Abba (“Padre”)
Marcos 14: 36
Romanos 8: 15
Gálatas 4: 6
Deuteronomio 32: 6
Éxodo 4: 22
Deuteronomio 14: 1
1 Corintios 8: 6
Efesios 3: 14 y 15.
237
qué tiempo exacto se remontan las creencias hacia un dios que en
los escritos mesopotámicos se translitera como “dEN-KI”, y cuya
traducción literal, aún con sus diversas sintaxis, vendría a ser “Se-
ñor de la Tierra/País”, apareciendo, en función de sus atributos,
una segunda acepción con el epíteto de “Señor de las Aguas Sub-
terráneas”.
238
la “Asthar” – y en cuyo relato transcurren varias generaciones de
divinidades hasta el nacimiento, del dios Enlil.
239
dio, comenzando el Obeid I en el “período 6” y el Obeid IV en el
“período 9”.
240
Cañaverales”, así como su preciso encaje en el evolución de las
creencias hacia la primera “concepción urbana de lo divino” duran-
te el Calcolítico y reflejado en su posterior epíteto sumerio-acadio
de “Sabio de los Dioses”, o “apkallu-ili”. Un título, éste último,
que mantendrá hasta el advenimiento del dios amorrita babilónico
Marduk y cuya sucesión en la personalidad queda reflejado en el
relato de la Creación del Enuma Elish.
“Los siete apkallu del Apsu, carpas sagradas, quienes como Ea,
su señor, fueron adornados por aquel con un ingenio extraordi-
nario…” (Pasaje de “La Epopeya de Erra”. Texto neo-babilónico,
siglo VIII a. C.).
241
en acadio, para en un momento primigenio dual, englobar la tota-
lidad de las aguas (agua dulce y agua salada), y estar poblado por
seres con un carácter benigno y maligno, en consonancia con el
mito semítico de la creación del mundo y su separación. Así, el dios
Enki/Ea, dentro de sus personalidad como “Dios Sabio”, incorpora-
rá el atributo de “divinidad exorcista”. Es decir: “Quien ‘libera’ el
agua dulce y fértil del agua salada, en un ámbito agrícola recordar
lo que significa la alcalinización de la tierra, manteniendo cierto
peso de Dios de la Fertilidad”. Una identidad que mantendrá hasta
el periodo helenístico, a finales del I milenio a. C.
242
Fertilidad Humana y del Alumbramiento, el relato bíblico volverá
a incidir en esos aspectos tradicionales de sus atributos como “di-
señador de la raza humana” en unión con sus divinidades afectas y
dentro de los generales mitemas de Oriente Próximo.
243
de las dádivas de la tierra y por ende, de la misma Humanidad.
Avanzando en el tiempo, se produce un proceso sincrético como
fruto de la incorporación de las creencias cósmicas originarias del
Pérsico. De ello, el dios patronal de Eridu(g) será acomodado a los
dogmas sumerios, compartiendo la supremacía de su panteón, y
que estará vinculado con las religiones del Indo, y cuyo vehículo de
transmisión será el comercio a través del Golfo Pérsico, situación
que se modificará ante un nuevo proceso cultural aglutinante con la
incorporación del pensamiento acadio. Una religión acadia que con
anterioridad al periodo sargónida, mantenía una dualidad suprema,
de carácter semítico, masculina/femenina que era acompañaba de
un panteón de dioses menores, caso de Šamaš, Sîn, Adad, Dagan, o
Ea que representan fenómenos y circunstancias naturales.
Elyôn que como título, será asumido por el nuevo dios traído
por la tribu de Judah, YHWH, desde el Valle de HaArava en el
Sinaí.
244
anteriores en la Tierra. A este respecto, Jehová es una deidad muy
agrandado con respecto a Ea. Según esta consideración Ea (Enki)
sería el Yahvé del Tanaj y la Biblia.
245
El Levante mediterráneo está situada al sur de los montes Tauro,
limitada por el mar Mediterráneo al oeste, el desierto árabe al sur y
Mesopotamia al este. En esta zona es donde las cruzadas del siglo
XI al XIV lucharon.
246
importantes fueron Baal Raman (Hadad), He, Yam y Mot, los cua-
les tienen atributos similares a los dioses Zeus, Poseidón o Ofion,
Hades o Tánatos respectivamente, los antiguos mitógrafos griegos
identificaron a El con Cronos, el rey de los titanes.
Dios “El” vence a dos leones (mango cuchillo ceremonial Gebel el-Arak.
247
En los mitos Ugaríticos El es llamado Bny Bnwt, que signifi-
ca “creador de todas las cosas creadas”, aunque algunos lo tradu-
cen como “dador de potencia”. El es retratado como un dios frío
y distante, “en el flujo de los [dos] ríos”, posiblemente el Edén, de
donde un río fluía para formar a los ríos Tigris, Éufrates, Guijón y
Pisón, tal como describen al Edén en el Tanaj y la Biblia.
248
la primera etapa de los israelitas en su adaptación del concepto del
dios Yahvé al mando de la “asamblea de dioses” de la mitología
cananea; la concepción del dios Yahvé como simplemente el princi-
pal entre todos los dioses. A lo largo de la historia de Israel primero
nombró a su dios Yahvé como el “altísimo” entre la asamblea de
“los hijos de El” (o “hijos de IsraEl” según la Septuaginta (Tanaj)
aunque se disputa la fecha de este poema, más tarde (en el 900 a.
C.) se hizo desparecer la corte completa de dioses y se condenó esa
idea como apostasía.
249
gado entre los israelitas del norte. Los frecuentes intercambios co-
merciales (sobre todo con Tiro) contribuían a ello. Absorbían cultos
fenicios, asirios y sidonios. Por ejemplo, según 1 Reyes 16: 31, un
hijo de El (Melqart) era el “dios de Tiro” o “el Ba’al de Tiro”. El rey
de Sidón (Ethba’al) era servidor de Baal (Habbaal). El culto de este
dios se introdujo en las tribus norteñas de Israel cuando el rey Ajab
(o Acab) se casó con Jezabel, hija de EthBaal, rey de los sidonios.
250
La aparición aquí de Melquisedec, dio el inicio a una teoría que
sostiene, que era un antiguo dios de Salem, más tarde equiparado
con el Dios de los hebreos.
Dani´el 4 o Daniel 4.
30 el rey dijo: ¿No es esta la gran Babel cual yo construí como
residencia real por mi poder y fuerza para el honor de mi gloria?
31 Y mientras la palabra aún estaba en la boca del rey cuando
una voz descendió del cielo:
¡Rey Nevujadretzar (Nabucodonosor)! Estas palabras son para
ti: El reino te ha dejado.
32 Tú serás echado de entre la humanidad, y tu habitación será
con los animales salvajes del campo, y te alimentarán con hierba
como a un buey, y siete temporadas pasarán sobre ti, hasta que
aprendas que Ha Elyon es Amo del reino de los hombres, y se lo da
a quien a El le place.
33 En la misma hora la palabra fue cumplida sobre Nevuja-
dretzar (Nabucodonosor) fue echado de entre los hombres, comió
hierba como un buey, y su cuerpo fue bañado con rocío del cielo,
hasta que su pelo había crecido como pelo de león y sus uñas eran
como pezuñas de ave.
34 Cuando este período había terminado, yo, Nevujadretzar
(Nabucodonosor), levanté mis ojos hacia el cielo, y mi razonamien-
to regresó a mí. Bendije a Ha Elyon, alabé y di gloria a El que vive
para siempre. Porque Su dominio es un dominio eterno, Su reino
permanece por todas las generaciones.
35 Todos los que habitan en la tierra son contados como nada.
El hace de acuerdo a Su voluntad con el ejército del cielo y con
aquellos que habitan en la tierra. Nadie puede soportar Su poder,
ni preguntarle: ¿Qué es lo que has hecho?
36 Fue en ese momento que mi razonamiento regresó a mí; y
251
yo vine al honor de mi reino, y mi forma natural regresó a mí. Y
mis príncipes y nobles me buscaban, y establecido en mi reino, y
más abundante majestuosidad fue añadida a mí. Así que ahora,
yo, Nevujadretzar (Nabucodonosor), alabo, y grandemente exalto
y glorifico al Rey del cielo: “Porque todas Sus obras son verdade-
ras, y Sus caminos son justos; y El puede humillar a aquellos que
caminan en soberbia”.
252
del Nuevo Testamento de la Biblia, que dice: “Mas antes, oh hom-
bre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? Dirá el vaso de
barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? Qué triste que
muchos adoptemos una actitud jactanciosa de superioridad y el
barro diga al alfarero: ¿Por qué me tratas así? ¿Por qué has hecho
esto? El Altísimo responde diciendo: Mas antes, oh hombre, ¿quién
eres tú, para que alterques con Dios?”.
253
La referencia masónica a Dios como “el más alto” está en los ri-
tuales masónicos, que también es una descripción de Ra, el dios Sol
egipcio, en su última posición, el cénit de los cielos al mediodía. El
Tanaj y la Biblia nos dice que antes que los israeli¬tas adoptaran el
nombre de Jehová, se referían al dios de nuestros padres como El
Elyon, una traducción cananea de “dios, el más alto”.
254
El Sol (Utu/Shamash), está representado en el gravado cananeo,
que resaltamos en círculo rojo. En el gravado cananeo y el gravado
sumerio, “dios el más alto”, “dios del cielo”, “Elyon”, está sentado
en su trono gobernando el universo.
255
hembra como compañera de éste: YAHWEH Elohim dijo: No es
bueno que el hombre esté solo. Hagamos para él una compañera
apropiada para que lo ayude.
Luego en Bereshit 2:
21 dice: Entonces YAHWEH Elohim trajo un trance sobre
Adam, y él durmió, y Él tomó una de sus costillas y cerró con carne
el lugar de donde había tomado la costilla.
22 De la costilla que YAHWEH Elohim había tomado del hom-
bre, El hizo una persona mujer; y El la trajo a la persona hombre.
256
envió.
14 David dijo a Gad: Esto es muy duro para mí. Caigamos en
las manos de YAHWEH, porque sus compasiones son muchísimas,
en vez de caer en las manos del hombre.
15 Así que David escogió la mortandad, y eran los días de la
cosecha de trigo; YAHWEH envió una pestilencia sobre Yisra’el
desde esa mañana hasta el término del tiempo especificado; 70,000
del pueblo murieron entre Dan y Beer-Sheva
257
esté por YAHWEH, venga a mí! Todos los hijos de Levi se juntaron
alrededor de él.
27 Él les dijo: Aquí está lo que YAHWEH el Elohim de Yisra’el
dice: ¡Cada uno de ustedes ponga su espada en su costado; vayan
de arriba abajo en el campamento, de puerta en puerta; y todo
hombre matará a su propio hermano, su propio amigo y su propio
vecino!
28 Los hijos de Levi hicieron lo que Moshe dijo, y ese día tres
mil del pueblo murieron.
29Moshe dijo: Ustedes se han dedicado hoy como Kadosh a
YAHWEH, porque cada uno de ustedes ha estado contra su propio
hijo y contra su propio hermano, para traer una bendición sobre
ustedes hoy.
30 Al día siguiente Moshe dijo al pueblo: Ustedes han cometido
un pecado terrible. Ahora subiré a YAHWEH; quizás pueda expiar
su pecado.
31 Moshe subió otra vez a YAHWEH, y dijo: ¡Por favor! Este
pueblo ha cometido un terrible pecado: ellos se han hecho un dios
de oro.
32 ¡Ahora, si es tu voluntad, perdona su pecado! ¡Pero si no lo
haces, te suplico, bórrame de tu libro que Tú has escrito!
33 YAHWEH le respondió a Moshe: Aquellos que han pecado
contra mí son los que borraré de mi libro.
34 Ahora ve y guía al pueblo al lugar que te dije; mi Malaj irá
delante de ti. Sin embargo, el tiempo para castigar vendrá; y enton-
ces Yo los castigaré por su pecado.
35 YAHWEH golpeó al pueblo con una plaga porque ellos ha-
bían hecho el becerro, el que Aharon hizo.
1 Samuel 15.
1 Cierto día, Samuel le dijo a Saúl: Fue el Señor quien me dijo
que te ungiera como rey de su pueblo, Israel. ¡Ahora escucha este
mensaje del Señor!
2 Esto es lo que el Señor de los Ejércitos Celestiales ha decla-
rado: He decidido ajustar cuentas con la nación de Amalec por
oponerse a Israel cuando salió de Egipto.
258
3 Ve ahora y destruye por completo[a] a toda la nación amale-
cita: hombres, mujeres, niños, recién nacidos, ganado, ovejas, ca-
bras, camellos y burros”.
4 Entonces Saúl movilizó a su ejército en Telaim. Eran doscien-
tos mil soldados de Israel y diez mil hombres de Judá.
5 Después Saúl y su ejército fueron a una ciudad de los amale-
citas y se pusieron al acecho en el valle.
6 Saúl envió esta advertencia a los ceneos: Apártense de donde
viven los amalecitas o morirán junto con ellos. Pues ustedes fueron
bondadosos con el pueblo de Israel cuando salió de Egipto. Así que
los ceneos empacaron sus cosas y se fueron.
7 Luego Saúl mató a los amalecitas desde Havila hasta llegar a
Shur, al oriente de Egipto.
8 Capturó a Agag, el rey amalecita, pero destruyó por completo
a todos los demás.
9 Saúl y sus hombres le perdonaron la vida a Agag y se que-
daron con lo mejor de las ovejas y las cabras, del ganado, de los
becerros gordos y de los corderos; de hecho, con todo lo que les
atrajo. Solo destruyeron lo que no tenía valor o que era de mala
calidad.
259
32 Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hom-
bre que recogía leña en día de reposo.
33 Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y
a Aarón, y a toda la congregación;
34 y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué
se le había de hacer.
35 Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hom-
bre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento.
36 Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y
lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.
260
de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el camino
que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque
yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor de mí mismo,
y por amor de David mi siervo. Y salió el ángel de Jehová y mató
a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; y
cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos
de muertos. Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, e hizo su
morada en Nínive (Yeshayahu o Isaías 37: 33 al 37).
261
tenía para afirmarlo. David era muy diferente de sus hermanos. Te-
nía el pelo rubio, ojos azules y piel rosada, como los “ángeles” de
Yahvé, por lo que fue menospreciado por su padre. Pero tanto era
su importancia a los ojos de Yahvé, que no escatimo esfuerzo de ha-
cerse de la vista gorda, cuando el rey David cometió adulterio con
Betsabe, y con la liquidación del marido de esta que fue enviado a
la guerra para que muera. Ni David ni Betsabe fueron castigados,
por el contrario su hijo Salomón se convertiría en el sucesor del
adultero David y a su muerte el pueblo hebreo se dividió entre ju-
díos e israelitas. Los israelitas abandonaron a los descendientes de
Salomón que se quedaron con la tribu de Judá, con Roboam rey de
Judá e hijo de Salomón.
262
ciudad-estado del que eran responsables. Por ejemplo, podían ini-
ciar las guerras o contiendas, que eran encomendadas por los dioses
(como puede verse en la leyenda de Enmerkar y el señor de Aratta),
siendo incluso éstos los que decidían su resultado final.
263
Primero: Un extremadamente antiguo culto de la fertilidad, que
incluía fiestas de temporada y una ceremonia de unión sagrada.
264
Nuevo escenifica la victoria original de Marduk sobre las fuerzas
de destrucción. Comenzó con una gran procesión que incluía al rey,
miembros de su corte, sacerdotes y estatuas de los dioses pasando
por la puerta de Ishtar, a lo largo de la Vía Procesional al templo
“Akitu”, dedicado a Marduk.
“La lista de promesas del rey era largo y contenía todo lo que
el clero y la gente común demanda de su gobernante”, Sólo des-
pués de que el rey terminó esta lista de garantías, bien preparado
de antemano, el jefe de los sacerdotes le golpeó con fuerza en la
mejilla, con la mano abierta, tan fuerte como pudo. “El golpe tenía
que ser decisivo y contundente, pues de acuerdo a la tradición, las
265
lágrimas tenía que fluir de los ojos del rey, como una indicación de
que Bel (y su esposa Beliya) era amables con él, y un presagio que
auguraba el éxito futuro del rey y la prosperidad del país”.
266
es el criminal?”
8. La Señora de Babilonia en cuya parte posterior es de lana
negro, y sobre su lana multicolor frente....... : .....en su parte delan-
tera es la sangre del corazón que fue derramada ...... .
9. Sakkukutu, que va alrededor de la ciudad. : Ella es su mujer
que se lamenta, y va alrededor de la ciudad.
10. ....... Es el criminal que estuvo presente con Bel: Se Ashur
.....
11. ....... Que han matado a la hija de Anu ......
12. ...... Debido a la diosa... rodea, demuestran.
13. ..... El de los distritos......
14. Los exorcistas, que van delante de él recita un encantamien-
to. Son su pueblo, y van delante de él gritando.
15. El éxtasis, que va delante de la Señora de Babilonia. Él es
un portador de noticias y llora en su pecho.
16. Los atletas, que están de pie en la puerta de Esagil: Son sus
guardias, son nombrados por él y lo guarda.
17. ... En la batalla .....
18. El perro, que cruza Esabad. Él es un mensajero. Gula envía
(a consultar) sobre él.
19. Enuma Elish, que se recita y que cantan delante de Bel en
Nisan: Que se refiere al prisionero.
20. .... Cantan ......
21. Dice oraciones y súplicas hace a ellos. Recita que antes de
Shamash: “.. Eran favores para Ashur las hice ¿Cuál es mi deli-
to?”
22. ..... Que a los rayos de Shamash ....
23. .... Que explora los cielos. Ella está rezando a Ashur, Anu,
Sin, Shamash, Adad: “¡me mantienen vivo!”
24. .... Que explora el terreno en el que el lugar de su calvario
río ha sido sacrificado: En relación con el que viene desde el lugar
de la prueba río.
25. Lo llevan al lugar de la prueba río. Ella le persigue: “¡Mi
hermano, mi hermano!” ......
26. ... Bel fue al lugar de la prueba río. : La ciudad se ha rebe-
lado contra él y hacer batalla interior. “¿Cuál es su crimen?”
27...... Que cabalga: Se va al lugar de la prueba río.
28. ..... Quien va: Este es el templo. Se le pregunta sobre ella en
el borde del lugar del calvario río.
29. .... Que llevar: El criminal .....
30. ..... Es el lugar en .....
267
31. .... Su ... al lugar del río calvario ...
32. .. .. Que no va con él. “¡No soy un criminal! ¡No voy a
ser juramentado!” Con él, el nombre de Ashur abrieron demandas
ante él. Las demandas ....
33. .... “Es justo”.
34. ... Que no va con él. Él es un hijo de Ashur y un guardia. Es
nombrado por él, y los guardias de la ciudadela a causa de él.
35. ..... Colocado para proteger .... va delante de él.
36. ..... Su guardia que lleva una corona ....
37. ..... Shamash y Adad que es. Desde el templo del prisionero
...
38. ... Él se mantuvo firme.
39. .... Se trata de la persona que se mantuvo firme …
40. Lo que lo hacen en el zigurat: Debido a que el dios lo encar-
celó desapareció y se llevó a cabo en el interior.
41. ... Que colocan, responsabilidad ... en las cucharas.
42. .... no hay. Él está presente. Responsabilidad .....
43. .... Que hace que llevar a él, al templo de su encarcelamien-
to .....
44. .... Porque no es vieja .... como su nombre.
45. .... Que no salir con Bel al templo Akitu. Él lleva a cabo la
atadura del detenido ... con él.
46. .... Al lugar de la prueba río que va. En el templo Akitu ......
47. El hombre que a los 7 días del mes ....
48. .... Que sacrifica un cerdo frente a ella el 8 de Nisan.
49. Se dice en el Enuma Elish: Cuando no se crearon los cielos
y la tierra, Anshar llegó a existir. Cuando la ciudad y el templo
llegaron a existir, Anshar había llegado a ser. El agua que sobre
Anshar .....
268
la expulsión de la estatua o símbolo de Marduk a Asiria.
269
Cohelet o Eclesiastes
7:16 No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por
qué habrás de destruirte?
7:17 No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás
de morir antes de tu tiempo?
7:18 Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes
tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo.
7:19 La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos
que haya en una ciudad.
7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el
bien y nunca peque.
7:21 Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se ha-
blan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti;
7:22 porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros
muchas veces.
7:23 Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Seré sa-
bio; pero la sabiduría se alejó de mí.
7:24 Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo halla-
rá?
7:25 Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir
la sabiduría y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez
y el desvarío del error.
7:26 Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo
corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a
Dios escapará de ella; más el pecador quedará en ella preso.
12:9 Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó
sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso
muchos proverbios.
12:10 Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y es-
cribir rectamente palabras de verdad.
12:11 Las palabras de los sabios son como aguijones; y como
clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, da-
das por un Pastor.
12:12 Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin
de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne.
12:13 El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y
guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
12:14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con
toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
270
real, tal vez en Palestina llegó a tipificar al Maestro de la Logia,
que había pasado por los diferentes grados, como aún se hace en
la masonería. De hecho, el título de Muy Sabio puede ser el vago
recuerdo de una época en la que el rector de cierto grado, se llamase
Salomón y, en todo caso, al Maestro de la logia que es el Venerable
Maestro, se le dice que está instalado en la silla del rey Salomón.
271
ción ritual del antiguo rito de fertilidad de Astarté, la diosa de la
fertilidad fenicia-cananea, conocida en sumeria como Inanna, los
acadios, asirios y babilonios como Ishtar y los israelitas como As-
tarot. La clave del problema, se encuentra dentro del propio poema
de amor oriental.
272
5:1 Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; He recogido
mi mirra y mis aromas; He comido mi panal y mi miel, Mi vino
y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh
amados.
5:2 Yo dormía, pero mi corazón velaba.
5:3 Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir? He
lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?
5:4 Mi amado metió su mano por la ventanilla, Y mi corazón se
conmovió dentro de mí.
5:5 Yo me levanté para abrir a mi amado, Y mis manos gotea-
ron mirra, Y mis dedos mirra, que corría sobre la manecilla del ce-
rrojo. 5:6 Abrí yo a mi amado; Pero mi amado se había ido, había
ya pasado; Y tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé;
Lo llamé, y no me respondió.
5:7 Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; Me golpea-
ron, me hirieron; Me quitaron mi manto de encima los guardas de
los muros.
5:8 Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi
amado, Que le hagáis saber que estoy enferma de amor.
5:9 ¿Qué es tu amado más que otro amado, Oh la más hermosa
de todas las mujeres? ¿Qué es tu amado más que otro amado, Que
así nos conjuras?
5:10 Mi amado es blanco y rubio, Señalado entre diez mil.
(Cantar de los Cantares 5).
273
es Astarté y el hombre es Tammuz o, mejor dicho, el representante
humano de ese dios.
274
puestos para tal fin, y se auto castraron en un rito de dedicación a la
Gran Diosa. Los que nunca han visto una multitud oriental llevada
hasta el frenesí religioso, no tienen idea de lo lejos que pueden lle-
gar los hombres en momentos asi.
275
estas razones, tan pronto como se hacía evidente que el viejo rey
no podía engendrar hijos, las horas de su vida estaban contadas. De
este modo podemos ver que los funerales de Tammuz representaba
el genuino dolor por la muerte de un viejo y popular rey. a quien
sin embargo, la gente sentía que debía morir por el bien de toda la
nación. Y eso ocurrió con David y Salomón, conforme a las escri-
turas del Tanaj y la Biblia.
276
casa en la cual reposara el arca del pacto de Jehová, y para el es-
trado de los pies de nuestro Dios; y había ya preparado todo para
edificar.
28:3 Mas Dios me dijo: Tú no edificarás casa a mi nombre, por-
que eres hombre de guerra, y has derramado mucha sangre.
28:4 Pero Jehová el Dios de Israel me eligió de toda la casa de
mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel; porque a
Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá a la familia de mi
padre; y de entre los hijos de mi padre se agradó de mí para poner-
me por rey sobre todo Israel.
28:5 Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado mu-
chos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono
del reino de Jehová sobre Israel.
28:6 Y me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y
mis atrios; porque a éste he escogido por hijo, y yo le seré a él por
padre.
28:7 Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se
esforzare a poner por obra mis mandamientos y mis decretos, como
en este día.
28:8 Ahora, pues, ante los ojos de todo Israel, congregación
de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos
los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena
tierra, y la dejéis en herencia a vuestros hijos después de vosotros
perpetuamente.
28:9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y
sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jeho-
vá escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los
pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te
desechará para siempre.
28:10 Mira, pues, ahora, que Jehová te ha elegido para que
edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla.
28:11 Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del
templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la
casa del propiciatorio.
(Crónicas 1).
277
intento por conquistar los favores de la Sulamita, por un decrepito
(David), que debía ser sustituido por uno más vital para fertilizar a
la diosa. Las “hijas de Jerusalén” a las mujeres de la corte de Da-
vid, y las “hijas de Sión” a las mujeres que residían en Jerusalén.
Es menester recordar que Salomón tenía 60 esposas o reinas y 80
concubinas, cuando se escribió el Cantar de los Cantares. Final-
mente el Tanaj y la Biblia, dice que Salomón tuvo 700 esposas y 80
concubinas.
278
nias secretas del culto interpretaban en forma dramática la trágica
historia de Tammuz. Podemos incluso sospechar que en la frase
“tendrán miedo de lo alto”, podemos estar seguros de que, como
en el Cantar de los Cantares tenemos un fragmento del ritual de un
culto externo, en Eclesiastés tenemos la enseñanza alegórica, re-
servada a los hombres completamente iniciados, del profundo sig-
nificado de la muerte de Tammuz. Si es así, su permanencia en la
moderna masonería es significativa y apropiada en el tercer grado.
279
280
V. DE ZIGURATS A PIRAMIDES.
La arquitectura sumeria utilizaba como materiales la mamposte-
ría de arcilla y formas cada vez más complejas de ladrillos apilados.
Como estos ladrillos no eran cocidos, las edificaciones sumerias
se deterioraban con el tiempo, por lo que fueron periódicamente
destruidas, aplanadas y reconstruidas en el mismo lugar. Este ciclo
de vida estructural planificado elevó gradualmente el nivel de las
ciudades, de manera que terminaron estando elevadas por encima
de la llanura circundante.
281
térmicas y sus menores costos de producción. El ladrillo rojo era
usado en pequeñas aplicaciones que implicaban agua, decoración y
construcciones monumentales. Una innovación tardía fue el ladri-
llo vidriado. La mampostería sumeria no utilizó argamasa, aunque
algunas veces se usó betún.
282
Los distritos adyacentes a las puertas tenían una función especial
religiosa y económica.
5.1 EL ZIGURAT.
283
llos de barro. La religión sumeria fue sofisticándose en concordan-
cia con su nueva cultura agrícola, pero nunca perdió su orientación
hacia el cielo. Los sacerdotes sumerios se convirtieron en los pri-
meros astrónomos, que desde los Zigurats observaban las estrellas
y las llegaron a conocer bien. Descubrieron cómo el Sol se desplaza
durante el año por la banda del zodíaco, y ellos dividieron esta ban-
da en doce partes y crearon mitos alrededor de cada signo zodiacal.
284
indica el geógrafo griego Estrabón, ni de un observatorio astronó-
mico como dice Diodoro de Sicilia, aunque allí se hayan podido
efectuar este tipo de observaciones a las que eran tan aficionados.
Los sumerios creían que los dioses vivían en las montañas, por
lo que tuvieron la costumbre de construir templos encima de plata-
formas naturales o artificiales, a imagen y semejanza de las mora-
das de éstos; por otra parte al estar construidos estos templos sobre
plataformas, así serían capaces de divisarlos en su llegada para ocu-
par sus nuevos hogares, ofrecidos como tributo.
285
zigurats: diez en la parte meridional (Kish, Ur, Borsippa, Nippur,
Uruk, Larsa, Eridu, Sippar, Dur Kurigalzu y Babilonia) y seis en
la zona norte (Kalhu, Dur Sharrukin, Asur, Kar Tukulti-Ninurta,
Nínive y Tall al-Rimah). A esta lista se pueden añadir los zigurats
de Choga Zanbil (Untash Napirisha) y, tal vez, el de Tepe Sialk,
ambos en Irán. Sin embargo debemos advertir que esta cifra no es
concluyente.
286
Otra curiosidad de los zigurates es que tenían 7 niveles, como
7 eran las puertas al irkalla o inframundo, que ellos llamaban “país
sin retorno”.
Nimrod fue el primer rey “en la tierra del Sinar” (Sumeria), que
tenía como su reino a Babel, Erec, Acad y Calne. Luego narra como
287
edificó “una ciudad y una torre”.
11:1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mis-
mas palabras.
11:2 Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una
llanura en la tierra de Sinar, y se estabecieron allí.
11:3 Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y co-
zámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra y el
asfalto en lugar de mezcla
11:4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre,
cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuére-
mos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
11:5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edifi-
caban los hijos de los hombres.
11:6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos
tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará
desistir ahora de lo que han pensado hacer.
11:7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua,
para que ninguno entienda el habla de su compañero.
11:8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la
tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
11:9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí
confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los es-
parció sobre la faz de toda la tierra.
(Bereshit o Génesis 11).
288
agua en la tierra de Sennaar.
21 Los constructores tardaron unos cuarenta y tres años: la al-
tura fue de 5,433 codos y dos palmos; la anchura, unos doscientos
tres ladrillos, cada uno de una altura de un tercio de sí propio, la
extensión de un muro, trece estadios, y la del otro, treinta.
22 y nos dijo el Señor, nuestro Dios: -He aquí que son un solo
pueblo y han comenzado a trabajar a una, y ya no cesarán. Ea,
bajemos y confundamos sus lenguas, que no se entiendan unos a
otros, y se dispersen por ciudades y naciones, de manera que no
tengan plan común hasta el día del juicio.
23 Descendió el Señor, y nosotros con él, a ver la ciudad y la
torre que habían construido los hijos de los hombres.
24 Mezcló todas las voces de su lengua, no entendiéndose ya
unos con otros y dejando la construcción de la ciudad y la torre.
25 Por eso se llamó Babel toda la tierra de Sennaar, pues allí
confundió el Señor todas las lenguas de los hijos de los hombres, y
desde allí se dispersaron por todas sus ciudades, según sus lenguas
y naciones.
26 El Señor envió un gran viento a la torre, que la tiró por
tierra; su emplazamiento estaba entre Asur y Babel, en el país de
Sennaar, al que dio el nombre de «ruina».
(Jubileos 10: 18 al 26).
289
dinastía de Ur quién igualmente intentó terminar el zigurat de aque-
lla ciudad del sur. Esta teoría propone que los restos del edificio
histórico de Eridú, inspiraron la leyenda mesopotámica de la torre
de Babel. Entre las razones que se aducen son el mayor tamaño y
la mayor edad de las ruinas, y el hecho de que un título de Eridu
era NUN.KI que significa “poderoso lugar”, título que más tarde
pasaría a ser el título de Babilonia. Por otro lado, ambas ciudades
también tenían templos llamado Esagila dedicados a Marduk.
290
ciudad llamada Aratta, (probablemente en la actual Irán), donde se
adoraba a la diosa sumeria Inanna, y el dios “Dumuzi”. Esto podría
significar que la gente de Aratta también era sumeria. Estas epope-
yas son vistas como prueba de los contactos comerciales con otras
tierras. Enmerkar es el primer rey, que es mencionado en tablillas
administrativas y épicas de los mitos.
291
En el hebreo antiguo, Nimrod fue originalmente escrito sin vo-
cales (como en los Rollos del Mar Muerto). Los indicadores de
vocales solamente se añadieron a los manuscritos masoréticos, des-
de el siglo V d. C., en adelante. Así, en las primeras copias del
Bereshit o Génesis el nombre Nimrod simplemente ha sido escrito
“NMRD”. El nombre Enmer también habría sido transcrito al he-
breo como “RMN”, idéntica a Nimrod pero sin la última “D”.
292
Vista frontal del zigurat de Ur
Código de Ur-Nammu
293
Las princesas y reinas sumerias solían dirigir sus propios esta-
blecimientos de negocios, enriqueciendo a los maridos. Las muje-
res cultas sumerias tenían estudios y Ennirgalanna además, era la
Entu del santuario. Ella era la diosa Ningal reencarnada en la tierra.
Ella dirigía a los escribas, firmaba los contratos, controlaba a los
contables e impartía justicia en el recinto sagrado. Evidentemente,
ella debió dirigir las obras, contratando a los obreros y arquitectos.
Por otra parte, aunque el zigurat estaba dedicado al dios lunar Nan-
nar (Sin en acadio), el templo superior se dedicó a la diosa Ishtar, de
la cual sabemos que Ennirgalanna era devota, como digna sucesora
de la gran Enheduanna.
294
en cuya cúspide estaba la Esagila que era el templo de Marduk.
295
el Grande estableció su capital en Babilonia, y cuando vio la torre
en ruinas, trató de restaurarla. Pero ello le demandó tanto trabajo,
que renunció a su proyecto.
296
ción y reconstrucción, las mismas que han sido evidenciados en
diferentes clavos y ladrillos fundacionales que se enterraban en sus
bases.
297
5.2 ZIGURAT O PIRAMIDE DE SAQQARA.
298
peum en 1,851. El conjunto de Zóser empezó a despejarse de arena
en las campañas de 1,924 hasta 1,927, llevadas a cabo por Cecil M.
Firth. El arqueólogo francés Jean-Philippe Lauer empezó a trabajar
en Saqqara en 1,926.
299
mastabas, a las que añadieron encima otras de menor tamaño has-
ta conseguir una forma piramidal, con seis mastabas superpuestas.
Para ello, el proyecto inicial se modificó, ampliando la base de la
primera mastaba varias veces hasta conseguir el resultado final.
5.2.1 Serapeum.
300
granito negro, rosado, o piedra caliza, que pesan entre sesenta y
ochenta toneladas, la mayoría de unos 4 m de longitud por 2,3 m de
ancho y 3,3 m de altura, con su respectiva tapa, de aproximadamen-
te 15 toneladas de peso. De los 24 sarcófagos sólo tres tienen algún
tipo de escritura, y pese a que en ninguno de los 24 sarcófagos se
encontró que hubiera restos de toros, a este lugar se le conoce como
la necrópolis de los bueyes sagrados, Apis.
301
Algunos egiptólogos sostienen que los egipcios, al construir su
primer gran monumento, sin experiencia previa en este terreno, en
vez de hacer un gran dolmen de cuatro pilares y una tapa, levanta-
ron una pirámide escalonada de 60 metros de altura. Y en vez de
cavar un simple pozo de unos pocos pies de profundidad, realiza-
ron una compleja red de túneles y cámaras subterráneas a 32 m de
profundidad, conectadas con la superficie mediante 11 pozos para-
lelos. Pero para cualquier visitante, la edificación, no tiene nada de
improvisado ni de un primer intento.
302
(pendiente original demasiado fuerte), o su método de construcción
(transporte de bloques a gran altura), o por dificultades de suminis-
tro.
Pirámide romboidal
303
Estatua de Imhotep, en el museo de Louvre
304
redactó un libro dedicado a Imhotep. Durante las últimas dinas-
tías egipcias, bajo la influencia helénica, los griegos identificaron
a Imhotep con su propio dios de la medicina, Asclepios, conocido
también con el nombre de Esculapio. El dios Esculapio retomo el
emblema de una serpiente (como la “uraei” del friso de cobras)
enroscada sobre un bastón, que se convirtió con el paso del tiempo
en el símbolo de la medicina occidental.
305
Bereshit 41 y Génesis 41.
29. He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la
tierra de Egipto.
30. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abun-
dancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá
la tierra.
Bereshit 41 y Génesis41.
34. Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y
quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia.
35. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen,
y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de
las ciudades; y guárdenlo.
36.Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los
siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no
perecerá de hambre.
306
Noble Heredero, Gran Sacerdote de Heliópolis, Carpintero, Escul-
tor y Fabricante de vasijas de piedra”.
Bereshit 50 o Génesis 50
25 E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios cierta-
mente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.
26 Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsama-
307
ron, y fue puesto en un ataúd en Egipto.
Shemot 13 y Éxodo13.
19 Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual ha-
bía juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente
os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.
308
guo Egipto transportar y elevar tantos millones de bloques de pie-
dra, que fue solucionado por los egipcios no extrayéndolos de las
canteras, sino más bien fabricándolos con una especie de hormigón.
Él llego a esta conclusión, porque investigó fotografías microscó-
picas de muestras de rocas provenientes de la Gran Pirámide, y ob-
servó la presencia de materiales imposibles de existir en el interior
de rocas procedentes de las canteras, entre ellos: un pelo humano
de 20 cm de largo, además burbujas de aire, restos de hilos y fibras
textiles e incluso una uña humana. Su teoría además se apoya en
la ya mencionada “Estela de Famine” (Estela del Hambre), la cual
describe a Imhotep enumerando diversas rocas y minerales de la
región de Elefantina y su propósito de utilizarlas para construir la
morada de los dioses: Hay un macizo rocoso en la montaña, en su
región del este, que contiene todos los minerales, todas las piedras
preciosas y todas las cosas necesarias para construir las moradas de
los dioses.
309
ses del Norte y del Sur, los establos para animales sagrados, la pi-
rámide del rey, todas las estatuas que se interponen en los templos
y en los santuarios. Por otra parte, todos estos productos químicos
se encuentran en presencia de Khnum y alrededor de él.
Estela de Famine.
310
(Col. 19) salvaguardar sus extremidades. Repartiese en que los
minerales raros a los minerales raros ...desde su creación nunca
nadie les procesa (para hacer piedra) para la construcción de los
templos de los dioses o la reconstrucción de los templos en ruinas...
Estela de Irtysen
311
Irtysen fue jefe de los artesanos, escriba y escultor bajo el reina-
do de Nebhepetre Montouhotep, soberano de la XI Dinastía 2,033 -
1,982. La traducción de sus jeroglíficos efectuada por parte de emi-
nentes egiptólogos como Masero (1,877) Petrie (1,895) M.Madsen
(1,909), revelaron sus dichos:
312
pótesis y su evolución” del Capítulo I: En Egipto, en la India, así
como más tarde en el periodo gótico de las catedrales, el templo
era un libro que revelaba una enseñanza “esotérica”. El esoterismo
no debería ser entendido como un enigma o una escritura secreta,
sino más bien como el “espíritu de la letra”, es decir, aquello que
no puede ser transcrito con claridad, no porque haya un deseo de
ocultarlo, sino por la incapacidad de la inteligencia “cerebral” de
comprenderlo. El carácter de los medios de transcripción de este
esoterismo debería, por lo tanto, dirigirse directamente a las fa-
cultades del lector; este lo leerá y comprenderá en función de sus
propias capacidades, sean normales o superiores (intuición, visión
espacial). Cada uno verá en la parábola o en la arquitectura del
verdadero templo lo que pueda ver: la utilidad, la estética, el mito
y la leyenda, el principio filosófico o la visión del origen material
y espiritual.
313
animal inocente y primitivo en un sabio inmortal. Según ellos, Dios
organizó un plan divino basado en la reencarnación, para que el
hombre, al experimentar en carne propia, comprendiera cómo fun-
ciona el universo.
El Ojo de Horus
314
sono con la frecuencia de la tierra. Los bloques de piedra contienen
cuarzo. Las moléculas de cuarzo al vibrar friccionan sus superfi-
cies, cargándose eléctricamente en un fenómeno que hoy conoce-
mos como “Piezoeléctrico”. La energía electrostática así acumula-
da era la utilizada para inducir estados de percepción alterada.
315
La parte central de la celebración estaba vinculada con el pi-
lar djed, que si bien no se ha podido descifrar exactamente en qué
consistía, tenía que ver con la revitalización del cuerpo y la cons-
ciencia.
316
El festival del pilar djed era una celebración que hacía referen-
cia al símbolo y a sus poderes. Se lo llevaba anualmente a Egipto y
era como una especie de regeneración espiritual para la gente. Los
sacerdotes egipcios levantaban el pilar djed el primer día de shemu.
317
cadamente colocados, como si fuesen las láminas metálicas de un
vibráfono.
318
VI. ¿COMO ENCAJA TODO ESTO?
Los detractores de la mitología siempre manifiestan, que los mi-
tos son relatos basados en la tradición y en la leyenda, creados para
explicar el universo, el origen del mundo, los fenómenos naturales
y cualquier cosa para la que no haya una explicación simple. Sin
embargo, no todos los mitos tienen qué tener ese propósito expli-
cativo. Igualmente, la mayoría de los mitos están relacionados con
una fuerza natural o deidad, pero muchos son simplemente histo-
rias y leyendas que se han transmitido oralmente de generación en
generación. En otras palabras no hay forma de comprobarlos. En-
tonces ensayemos la posibilidad de ordenar cronológicamente toda
esta información que se tiene en las tablillas sumerias, los jeroglífi-
cos egipcios, las escrituras sagradas y otros documentos con hechos
admitidos y conocidos por la historia formal, y encontraremos lo
siguiente.
319
de los sitios en Irak donde florecieron ciudades sumerias, pocos han
sido más interesante que la Lista de los Reyes sumerios, un antiguo
manuscrito grabado originalmente en la lengua sumeria, enume-
rando reyes de Sumeria (antiguo sur de Irak) y dinastías vecinas,
sus periodos de los supuestos reinados, y la ubicación de la realeza
“oficial”. En esta lista se mezclan gobernantes pre-dinásticos, apa-
rentemente míticos con los gobernantes históricos que se sabe que
han existido.
320
lado. Se cree que originalmente tenía un husillo de madera que va
a través de su centro, de modo que pudiera hacerse girar y leer en
los cuatro lados. En él se enumeran los gobernantes de las dinastías
antediluvianas (“antes del diluvio”) hasta la decimocuarta dinastía
de reyes de la dinastía de Isin (1,763-1,753 a. C.).
Reyes en el cielo.
Alorus, 162,000 años, según algunos estudiosos se trataría del
mismo dios bíblico de Adán, y en la opinión de Setchin sería Anu
el dios supremo Sumerio.
La 1ra Dinastía en la tierra.
8 reyes gobernaron en 5 ciudades un periodo de 241,200 años.
Entonces ocurrió la inundación en el año 30,378 a. C.
Reyes después de la inundación.
Después de la inundación, la monarquía fue emitida desde el
cielo por segunda vez, esta vez a la ciudad de Kish (Kic), que se
convirtió en la sede de la realeza.
1er reino de Kic (Kis).
23 reyes gobernaron 24,510 años.
1ra dinastía de Unug (Uruk).
12 reyes que gobernaron 2,310 años.
1ra dinastía de Urim (Ur).
4 reyes gobernaron 177 años.
1ra dinastía Awan (Elamita).
3 reyes gobernaron 356 años.
2da dinastía de Kic.
8 reyes que gobernaron 3,195 años.
2da dinastía Elamita.
1 rey que gobernó 360 años.
2da dinastía de Unug (Uruk).
3 reyes que gobernaron 187 años.
321
2da dinastía de Urim (Ur).
3 reyes que gobernaron 582 años.
Dinastía de Adab.
1 rey que gobernó 90 años.
La dinastía de Mari.
6 reyes que gobernaron 136 años.
La dinastía de Akad.
6 reyes que gobernaron 99 años.
3ra dinastía de Kic (Kis).
8 reyes que gobernaron 212 años.
3ra dinastía de Unug.
1 rey que gobernó 25 años.
Dinastía de Agade
12 reyes gobernaron 197 años.
4ta dinastía de Unug.
5 reyes gobernaron 30 años.
Dinastía de Gutium.
21 reyes gobernaron 95 años.
5ta dinastía Unug.
1 rey gobernó 27 años.
3ra dinastía Urim.
5 reyes gobernaron 108 años.
Dinastía de Isim.
14 reyes gobernaron 203 años
Nippur, la ciudad de los dioses, era una zona prohibida para los
seres humanos. Los reyes de las dinastías de Kic (Kis) eran dioses
(Igigi). Los reyes de la dinastía de Unug (Uruk) eran semidioses,
hijos de dioses. Así Dumuzid y En-men-barage-si vivió en la mis-
ma época de Aga y Gilgamesh.
322
vida de la mayoría de los Reyes de la lista, aspecto similar ocurre
con los primeros patriarcas del Tanaj y la Biblia.
La lista de reyes del Canon Real de Turín inicia con los dioses
que según la creencia de los antiguos egipcios, gobernaron Egipto
al principio. Para los egiptólogos, esto es mitología y sólo dan por
cierta la cronología a partir de la Dinastía I. ¿Por qué los arqueó-
logos no aceptan que los dioses gobernaron Egipto? Porque ello
implicaría admitir la presencia de seres que no eran precisamente
de este mundo, a los que llamaron dioses, o los tomaron como tales
en la antigüedad.
323
Luego aparece Horus, el hijo póstumo de Osiris, que luchó con-
tra Seth por el trono de Egipto. Después, el Canon Real de Turín
da los nombres de otros tres dioses: Thot, Maat y un Horus cuyo
nombre se ha perdido. Luego aparecen otros nueve dioses, que son
los que se encargan de la transición entre un gobierno de dioses a
otro de humanos. Estos dioses son los bau de Buto e Hierakómpolis
(Nekhen), los cuales representan a los gobernantes del norte y del
sur durante el Periodo Predinástico (anterior al 3,000 a. C.). Estos
dioses en conjunto forman los bau de Heliópolis y se relacionan con
Horus, el dios de la realeza. Es importante señalar que Buto e Hie-
rakómpolis eran las capitales predinásticas del Bajo y Alto Egipto
respectivamente. Después vienen los Shemsu Hor (Seguidores de
Horus), los cuales podrían ser los reyes predinásticos, pero aún no
está claro. Los Seguidores de Horus se representan con cuerpos
celestes, con forma de discos alados, y con armaduras impropias a
la época.
324
Turín es porque no era una lista real destinada al culto a los reyes
predecesores de un faraón como las de Abidos o Karnak, lo cual le
da más veracidad a la lista de dioses gobernantes como tal, ya que
no es producto de una fantasía mitológica.
325
ris), Ares, Anubis, Heracles, Apolo, Amón, Titoes, Sosus, y Zeus,
abarcando entre estos 9 semidioses un periodo de unos 2,645 años
aproximadamente en el reinado en Egipto. A continuación Sincelo,
sigue con una sucesión de dinastías de semidioses, y seguidores de
Horus, abarcando entre todos ellos miles de años de reinados en
Egipto, en cifras similares a las que establece Eusebio. Y todo esto,
antes de que empezara a reinar en Egipto el primer faraón según la
Historia oficial.
326
Aceptando la posibilidad de que estos dioses y semidioses go-
bernaron o vivieron en Sumeria, Egipto, Caral y la India, mucho
antes de las dinastías conocidas, ¿Quiénes eran estos dioses? ¿De
dónde llegaron? ¿Fueron ellos los constructores de los más grandes
monumentos de la antigüedad? Esa es la pregunta que surge ante
las evidencias de las transcripciones de los textos del Prisma de
Weld-Blundell, Canon Real de Turín, la Piedra de Palermo, o las
Crónicas de Manetón. Y por otro lado ¿La existencia de la Atlántida
es solo una leyenda?, ¿Es solo leyenda los Vimanas de los Vedas
hindúes?, ¿Son solo leyendas las narraciones de antiguas civiliza-
ciones que narran el diluvio universal?, ¿Es mitología los grabados
de seres alados que existen en todas las culturas antiguas del mun-
do? Ya es hora de cambiar de opinión.
327
seres sobre naturales. La naturaleza fue adorada inicialmente, como
entidades sobre sí mismos. Sin embargo con el tiempo, la forma
humana llegó a ser asociado con estas fuerzas. Dioses con forma
humana, que tienen control sobre la naturaleza.
328
había sido visitado y retornaron de ella, Enki el dios de la sabiduría
e Inanna que fue a rescatar a su amado Dumuzi. Evidentemente las
ideas sobre la vida después de la muerte, son originales de Sumeria.
329
de marcar los recipientes de barro con señales que representaran
la naturaleza y cantidad de su contenido, hasta que consideraron
innecesario, hacer marcas sobre los propios recipientes, porque era
más cómodo marcar en tablillas de arcilla, donde podían guardar
registros de las existencias, etc. Al principio cada mercader usaría
sus propios registros, pero hacia el 3,400 a. C., se extendió un mis-
mo código común.
Los reinos egipcios del delta del Nilo (el Bajo Egipto), se uni-
ficaron bajo la monarquía de Buto. Sus reyes ostentaban la corona
roja, mientras que el resto del territorio (el Alto Egipto) estaba go-
bernado por los reyes de Hieracómpolis, que ostentaban la corona
blanca. Al parecer la unificación se produjo por medios políticos.
Egipto nunca había sufrido amenazas externas, por lo que no tenía
ejércitos.
Rey Nármer
330
El rey Nármer de Hieracómpolis unificó el Alto y el Bajo Egipto
en un único reino y ciñó las dos coronas, hacia el 3,200 a. C. Él y
sus descendientes (la I dinastía de reyes de Egipto) consolidaron el
poder real y la unidad del país difundiendo la idea de que el rey era
un dios dueño de todo el valle del Nilo. Nármer estableció la capital
del reino en Tinis, de donde parece ser era originario. Construyó
la ciudad de Menfis en la frontera entre el Alto y el Bajo Egipto,
tal vez con la intención de convertirla en capital si el Bajo Egipto
recelaba de ser gobernado desde el Alto Egipto, cosa que no llegó
a suceder.
331
su propia lengua, que subsistió hasta el siglo XI d. C. El resto del
mundo continuaba su lenta evolución neolítica.
332
Egipto siguió recibiendo y asimilando los conocimientos sume-
rios. Poco después del 3,000 a. C., había adaptado su sistema de
escritura. En lugar de escribir sobre tablillas de arcilla los egipcios
usaron un soporte más sofisticado: de unas cañas que crecían en
abundancia a orillas del Nilo extraían unas fibras que entretejían
en varias capas, las empapaban en agua, las prensaban y con ello
obtenían unas láminas llamadas papiros, en las que era muy fácil
escribir con tinta. La escritura sobre papiro era mucho más cómoda
que sobre arcilla, por lo que los signos egipcios no se volvieron es-
quemáticos, como los sumerios. Al contrario, representaban figuras
muy claras. Pero seguían el principio sumerio, de que a cada pa-
labra le correspondía un signo, con toda la complejidad y elitismo
que ello conlleva. La escritura egipcia se conoce como escritura
jeroglífica. Indudablemente la escritura resultó indispensable para
la organización del estado egipcio.
333
“disfrutar” de esta clase de rituales, y exigieron ser momificados.
Sin proponerse, establecieron una competencia para ser enterrados
en tumbas fastuosas y con tesoros, pero surgieron los ladrones de
tumbas, que conseguían fácilmente grandes tesoros de oro y plata,
expoliando tumbas, pese a sus horrorizados paisanos devotos de la
vida en el más allá. Para evitar estos saqueos, promulgaron leyes
contra ellos y la amenaza de las maldiciones de la venganza divina,
a la vez que se trataba de mejorar la forma de esconder las tumbas
y de sellar sus entradas. Pero el éxito de las medidas fue escasa, ya
que pocas llegaron intactas a nuestros días.
334
poco). El primer rey de la III dinastía fue Zoser, quien estableció
definitivamente la capital en Menfis, confirmando una tendencia
ya marcada por las dinastías anteriores. Con Zoser termina un pri-
mer periodo de la historia egipcia conocido como periodo arcaico
y comienza el llamado Imperio Antiguo. La nueva dinastía llevó el
lujo de la casa real hasta extremos nunca vistos. Tal vez los nuevos
reyes temían que el pueblo recelara del cambio de dinastía, por lo
que se vieron en la necesidad de confirmar su naturaleza divina
mediante una ostentación inusitada. Entre los consejeros de Zoser
se encontraba Imhotep, considerado como el primer científico co-
nocido en la historia. Con el tiempo se crearon muchas leyendas
en torno a él. Se dijo que era un médico casi milagroso, se dijo que
era capaz de predecir un gran periodo de sequía, lo que permitió
almacenar reservas de trigo que salvaron al pueblo del hambre. Al
margen de lo que estas leyendas puedan tener de verdad, Imhotep
también fue arquitecto. Construyó la tumba de Zoser, que era de
piedra y no de ladrillo. En un principio tenía 63 metros de lado y 8
de altura, pero a Zoser no le debió de parecer suficientemente gran-
diosa, por lo que Imhotep la amplió hasta que la base midió 121 x
109 metros, luego construyó otra menor sobre la primera, y luego
otra, hasta llegar a seis pisos con una altura total de unos 60 metros.
El monumento tenía otras estructuras auxiliares a su alrededor, y
el conjunto estaba rodeado por un muro de unos 550 por 275 m y
se terminó de construir sobre el 2,650 a. C. Aunque esta bastante
deteriorada, la mastaba de Zoser o llamada también pirámide esca-
lonada de Saqqara, subsiste hasta nuestros días.
335
Las ciudades sumerias disminuyeron en número, pero las res-
tantes aumentaron de tamaño. Por entonces, la ciudad de Ur alcan-
zó la supremacía en Sumer, a expensas de Uruk. Los reyes y reinas
de Ur fueron enterrados en tumbas monumentales, acompañados de
tesoros y siervos. Los sumerios fundaron la ciudad de Assur en la
Alta Mesopotamia, junto al Tigris, que prosperó rápidamente.
336
Parece ser que tuvo que variar el ángulo, porque los cimientos no
resistían y aparecieron grietas. Posiblemente hubo un accidente en
el que se perdieron muchas vidas, y la construcción fue abandona-
da. Luego hizo otro ensayo que sí concluyó, variando la inclinación
para disminuir el peso y aumentar la estabilidad. Como aparecieron
grietas, que no aseguraba que duraría muchos años, la pirámide fue
usada como sepulcro falso, en un intento de engañar a los posibles
saqueadores de tumbas. En un tercer intento consiguió una pirámi-
de estable, siempre con la punta más inclinada. Esta pirámide es
también llamada Pirámide Acodada, Pirámide Romboidal o Pirá-
mide Sur de Dahshur.
337
Los egipcios no eran grandes marineros. Sus barcos, que hasta
entonces sólo habían recorrido las tranquilas aguas del Nilo, bordea-
ban cautelosamente la costa mediterránea hasta Fenicia y volvían
por el mismo camino. Su principal contacto fue la ciudad fenicia
de Biblos, de donde importaba entre otras cosas resinas y metales,
pero el producto más cotizado de la zona era la madera –los cedros
del Líbano gozaban de gran prestigio en el mundo antiguo–. Snefru
también envió expediciones por el mar Rojo, que llegaron a Arabia
y Somalia, de donde traían incienso, resinas y lapislázuli. La isla de
Chipre se convirtió en un importante abastecedor de cobre. Por esas
fechas, la isla de Creta entraba en la Edad del Bronce, surgiendo
una nueva civilización llamada la cultura minoica, que mantuvo
estrechas relaciones comerciales con Egipto.
338
Jufu fue sucedido por su hijo mayor Jafre (Kefrén) y luego por
su hijo menor Menkure (Micerino). Ambos construyeron pirámides
monumentales menores, junto a la de su padre. La de Jafre se termi-
nó hacia el 2,530 a. C., y la de su hermano hacia el 2,510 a. C. Las
tres pirámides forman un mismo complejo arquitectónico, cada una
de ellas estaba rodeada de mastabas menores, destinadas a otros
miembros de la familia real o de la corte, había templos, estatuas y
otros monumentos, donde el más famoso es la Esfinge, una gigan-
tesca figura con cuerpo de león y cabeza humana, que los griegos
pensaron que era de mujer, pero al parecer es una imagen de Jafre.
339
6.1.6 La escritura con fines históricos.
340
Parece ser que Urukagina fue un rey ilustrado, que trató de
impulsar reformas sociales para reducir el excesivo poder de los
sacerdotes en beneficio del pueblo. Sin embargo, los sacerdotes te-
nían más poder que el rey sobre un pueblo temeroso de los dioses.
Lagash se debilitó por sus convulsiones internas y Umma encontró
la ocasión de vengar su pasada derrota. Lugalzagesi, se apoderó
de Ur, se proclamó rey de Uruk y, desde allí, en el año 2,330 a. C.,
atacó y saqueó Lagash, y pronto adquirió el control de todo Sumer.
341
ma, Los dioses olieron el dulce aroma, Como moscas, se agruparon
sobre el sacrificio...
342
do numerosas tablillas cuneiformes con textos jurídicos, religiosos,
diplomáticos, administrativos y económicos, escritas en eblaíta. In-
cluso se han encontrado diccionarios sumerio-eblaítas. Según los
escritos acadios, Sargón llegó en sus campañas hasta la costa de
Canaán.
343
mundo hubiera tantos pueblos con tantas lenguas diferentes. Por
cuestión de coherencia, la leyenda se ubicó después del Diluvio (los
hablantes de lenguas extrañas no habían perecido totalmente con el
diluvio), lo cual por otra parte también encajaba en la historia: tal
vez los antiguos querían llegar al cielo para salvarse en caso de que
los dioses provocaran otro diluvio.
344
nicia: una columna marchó por tierra y otra transportada por mar
desembarcó hacia el sur de Biblos. El ejército derribó murallas,
incendió ciudades, destruyó cosechas, se apoderó de toda clase de
objetos valiosos y, sin duda, consiguió que las ciudades castigadas
se comprometieran a pagar el tributo.
345
Estela de Naram-Sin
346
consiste en que se ordena los números del 1 al 9 en la que las tres
filas, las tres columnas y las dos diagonales del cuadrado suman la
misma cantidad de 15. Otra leyenda atribuye a Fuxi la invención
del Loh Shu, lo que lo remonta principios del milenio.
347
Los habitantes de Mesopotamia no tardarían en descubrir que
los guti no eran mejores que los acadios. Los guti tenían el poder,
pero carecían de la cultura necesaria para emplearlo con la eficien-
cia de los acadios. Los sistemas de canales de los ríos se deteriora-
ron y sobrevino una época de hambre.
348
un dios de la fertilidad completamente desconocido en tiempos del
Imperio Antiguo.
349
Paralelamente, en 2,123 a. C., el rey Utu-Hegal, de la V dinastía
de Uruk logró expulsar a los guti de Mesopotamia, en coalición con
la ciudad de Ur. Uno de los oficiales de Utu-Hegal se erige en rey
de Ur (iniciando así su III dinastía) bajo el nombre de Ur-Nammu.
Bajo su reinado, toda Mesopotamia quedó unida en un imperio tan
grande como el acadio, pero de carácter más comercial que militar.
Aunque no es probable que fuera el primero, lo cierto es que el có-
digo de leyes más antiguo que conocemos procede de este periodo.
Es sorprendente el carácter progresista de estas leyes. Los antiguos
tendían a castigar los delitos mediante la muerte o la mutilación,
mientras que en el código de Ur-Nammu se establecen compen-
saciones monetarias. Tal vez esta idea fuera natural en un pueblo
de comerciantes. Bajo la III dinastía de Ur se construyó el mayor
Zigurat edificado hasta entonces. Su base medía 90 por 60 m y sus
muros inferiores –hechos de ladrillo– tenían un espesor de 2.5 m.
Se conservan dos plantas, pero parece ser que tenía una tercera, con
una altura total de 40 m. El sumerio volvió a ser la lengua oficial
de Mesopotamia y este periodo se considera la Edad de Oro de su
literatura.
350
ciudad. En 2,004 a. C., un ejército elamita aprovechó la anarquía
y un periodo de hambre que azotó a la propia Ur para entrar en la
ciudad y hacer prisionero a Ibbi-Suen.
351
En México aparecen los primeros núcleos urbanos con vivien-
das rectangulares de techos de paja, en sus ciudades se desarrolló
una economía autosuficiente basada en la agricultura, caza, pesca
y recolección, el metal aún era desconocido. En Perú los avances
fueron más espectaculares, allí las ciudades contaban con edificios
públicos para ceremonias como las de Cerro Sechín en la sierra de
Ancash edificados con piedra y en la costa Las Haldas donde des-
taca un templo piramidal compuesto por siete terrazas superpuestas
de adobes de tierra. En la ceja de selva se desarrollaba Kotosh.
Egipto estaba en los mejores días del Imperio Medio. Los reyes
Mentuhotep IV y Mentuhotep V tuvieron un capaz primer ministro
llamado Amenemhat, de origen tebano. De algún modo se rebeló y
en 1,991 a. C., se convirtió en rey con el nombre de Amenemhat I,
inaugurando así la XII dinastía. Trasladó la capital del imperio a Li-
sht, cerca de Menfis, pues debió de juzgar que Tebas estaba dema-
siado al sur para controlar eficazmente el Bajo Egipto. La construc-
ción de pirámides continuó, si bien éstas nunca volvieron a alcanzar
las proporciones de las del Imperio Antiguo. Amenemhat reforzó el
dominio egipcio sobre el Sinaí, restableció el comercio con el sur
y mantuvo controlada a la nobleza. Así mismo ordeno la limpieza
y restauración del canal que unía el Nilo con el lago Moeris, lo que
aumentó considerablemente la fertilidad de la región.
352
cuenta la vida de un exiliado egipcio entre las tribus nómadas de
Siria. También las ciencias progresaron. Se conoce un papiro que
explica cómo operar con fracciones, así como el cálculo de ciertas
áreas y volúmenes. Hay recopilaciones de refranes y proverbios. Se
cree que uno de ellos fue escrito por el propio Amenemhat I para
su hijo. Parece que la vida de palacio no era del todo fácil, pues
entre otros consejos leemos: Ten cuidado con tus subordinados...
ten cuidado con tu hermano, no conozcas al amigo y no intimes
con nadie...
353
Se conserva una tablilla sumeria de esta época que hace refe-
rencia a un conflicto entre un dios pastor y un dios agricultor, en
los que no es difícil reconocer a los que la Biblia presenta como
Caín y Abel. Los diez reyes legendarios de antes del Diluvio son
sustituidos por diez patriarcas de Adán a Noé. Luego viene la adap-
tación de la leyenda sobre los hombres que querían construir una
torre que llegara al cielo. Ahora es el dios judío el que lo impide
haciendo que cada cual hablara una lengua distinta. La Biblia sitúa
la historia en la ciudad de Babel o Babilonia. Al parecer los judíos
encontraron una falsa etimología que relaciona el nombre con la
palabra “confusión”, cuando en realidad Babel es una derivación de
Bab-Ilum (puerta de Dios), nombre de una pequeña ciudad meso-
potámica que tomaron los amorreos y que pronto iba a destacar en
la región. Tras una larga lista de descendientes de Noé, el Bereshit
y el Génesis prosigue con la historia de Abram. Las fuentes de esta
última parte ya no son mesopotámicas, sino cananeas. No se cono-
ce ninguna otra versión más que la del Tanaj y la propia Biblia. En
principio, toda la historia de Abram podría ser una invención muy
posterior, pero hay indicios de que existe un sustrato que se remon-
ta realmente a los finales del siglo XX o principios del XIX antes
de nuestra era. Por una parte, se describe una situación política que
cuadra con la realidad histórica: Aconteció por aquel tiempo que
Amrafel, rey de Senaar; Arioc, rey de Elasar; Codorlahomor, rey
de Elam y Tadal, rey de Naciones, hicieron la guerra contra Bara,
rey de Sodoma, y contra Bersa, rey de Gomorra, y contra Senaab,
rey de Adama y contra el rey de Bala, la misma que después se lla-
mó Segor. Todos estos vinieron a juntarse en el valle de las Selvas,
que ahora es el mar salado. Y el motivo fue que, habiendo estado
doce años sujetos a Codorlahomor, al decimotercero sacudieron el
yugo (Bereshit o Génesis 14: 1 al 4).
354
Amrafel se le presenta como rey de Mesopotamia. Probablemente
Amrafel era rey de Babel, y se le atribuye el gobierno de toda Me-
sopotamia anacrónicamente, pues poco después la ciudad domina-
ría en verdad toda la región.
355
El primogénito de Abram es Ismael y el Tanaj y la Biblia afirma
que sus descendientes poblaron la costa arábiga del mar Rojo –Más
de dos mil años después, Mahoma se consideraría descendiente de
Ismael–. Pero Ismael no era hijo de Sarai, la mujer legítima, sino de
una esclava egipcia de nombre Agar, por esto el verdadero primo-
génito es Isaac. A su vez, éste tuvo dos hijos gemelos, Esaú nació
primero y Jacob nació después cogiéndolo por el tobillo (como in-
tentando nacer antes, de ahí su nombre). Teóricamente, la posesión
de Canaán correspondía a Esaú, pero éste la vendió a su hermano
por un plato de lentejas y, mediante un engaño, Jacob logró que
Isaac ratificara el trato en su lecho de muerte.
356
La procedencia de Ur mencionada en el Tanaj y la Biblia expli-
caría esta propuesta. Tras toda la narración de la descendencia de
Abram, los judíos terminaban siendo (obviamente) sus legítimos
herederos. Son muchos los pueblos que remontan su origen a un
personaje concreto, y siempre tratan de atribuirle un origen ilustre.
Cuando se escribió el Bereshit o Génesis, la ciudad de Ur conser-
vaba la leyenda de su antigua fama, y es natural que los judíos la
eligieran como patria de su antepasado. Otros consideran, que lo
más razonable es que Abram fuera un caudillo amorreo que no con-
siguió un buen territorio en la invasión, por lo que llevó a sus hom-
bres hacia Egipto con la esperanza de encontrar mejores oportuni-
dades. Allí se encontró con un poderoso Imperio Medio que debió
de rechazarlo sin mucho esfuerzo. Naturalmente los hombres de
Abram debieron de silenciar rápidamente esta parte de la historia,
por lo que se convirtió en un punto oscuro que los judíos rellena-
ron con fragmentos posteriores: por una parte, las plagas de Egipto
están tomadas del siguiente libro del Tanaj y la Biblia, el Shemot
y el Éxodo, y el incidente entre Sarai y el rey tiene toda la traza de
ser una duplicación del incidente análogo con el rey de Gerara. Es
probable que los hombres de Abram se sintieran descontentos con
un caudillo que los llevaba de un sitio a otro infructuosamente. En-
tonces, Abram los aplacó con la historia sobre un dios portentoso
enfadado con los cananeos y los amorreos, y que estaba dispuesto
a usarlos a ellos como brazo de su venganza, de modo que con su
ayuda conquistarían todo Canaán.
357
tían en esa época.
Por esta época, las ciudades más importantes del sur de Canaán
eran Siquem, Betel, Salem, Hebrón y Beersheba. “Salem” no era la
más destacada por estas fechas, pero era la mejor emplazada, sobre
una colina con fuentes de agua, que la hacía fácil de defender y la
capacitaba para resistir asedios. Más adelante cobraría importancia
bajo el nombre modificado de Jerusalén (Nueva Salem). En gene-
ral, lo amorreos pasaron los siglos XX y XIX a. C., entre tensiones
y disputas. Durante el siglo XIX a. C., la ciudad de Kis tuvo una
358
época de predominio, pero no tardó en cedérselo a Babel. En 1,850
a. C., los amorreos tomaron la ciudad de Assur, que por aquel en-
tonces era una próspera ciudad comercial.
359
En 1,822 a. C., ocupó el trono de Larsa el rey Rim-Sin, que tuvo
que luchar frecuentemente con Isin para mantener la supremacía de
su ciudad sobre la región. En 1,814 un amorreo consiguió hacerse
con el poder de Assur, fundando una dinastía que iba a gobernar
durante mil años. Se llamaba Shamshi-Adad I. Sometió a Mari, que
por entonces era la otra gran potencia comercial del entorno, y do-
minó así el norte de Mesopotamia, formando un pequeño imperio
que más adelante crecería y sería conocido como el Imperio Asirio.
360
nocen bien las causas, pero el Imperio Medio se desmoronó y el
país se sumió en la confusión. Los egipcios registran dos dinastías
que debieron de reinar simultáneamente: la XIII dinastía gobernó el
Alto Egipto desde Tebas y la XIV dinastía gobernó el Bajo Egipto
desde Xois, en el centro del delta del Nilo.
361
En 1,750 a. C., la cultura de Creta inició un periodo de apo-
geo. Construyeron grandes palacios, con construcciones complejas,
con salas de uso religioso, de ceremonias y de banquetes. Había
almacenes con reservas de vino, aceite, grano, lana, metales, etc.
Alrededor de los palacios estaban los talleres de los artesanos meta-
lúrgicos, de los grabadores y los alfareros. Se conservan magníficas
piezas de cerámica y orfebrería. La influencia de Creta sobre las
islas del Egeo y el sur de Grecia se reforzó en esta época. Proba-
blemente, fue este periodo el que dio origen a la leyenda griega
sobre un poderoso rey cretense llamado Minos, al cual los atenien-
ses debían pagar anualmente un tributo humano para alimentar al
Minotauro, un monstruo, hijo de Minos, con cabeza de toro, que
posiblemente estaba encerrado en el palacio de Cnosos en Creta.
Evidentemente en Creta se celebraban rituales con toros.
362
de hace 12,000 años “Drona Parva”, del sánscrito al inglés. En él
se relata: “Salió disparado un proyectil brillante, poseído del res-
plandor de un fuego sin humo, y las huestes enemigas quedaron
rodeadas por una densa oscuridad: por todas partes se hizo la
oscuridad. Soplaban vientos terribles y las nubes se elevaban, ro-
jas como la sangre: los mismos elementos mostraban su confusión.
Giraba el Sol, y el mundo, achicharrado por el calor de aquella
arma, parecía presa de una fiebre. Los elefantes huían despavori-
dos, buscando refugio. Las criaturas acuáticas se abrazaban y el
enemigo caía como árboles derribados por un voraz incendio…
Corceles y carros, destruidos por la energía de aquella arma, se-
mejaban tocones sumidos por la conflagración del bosque. Por
todas partes se derrumbaban carros a millares. Y entonces, la os-
curidad se abatió sobre el ejército…”
363
al sur, llamada Borsippa. Las victorias de Hammurabi se reflejaron
en un ascenso análogo de Marduk en el cielo mesopotámico. Al
final de su reinado la epopeya de la creación ya no era la misma que
habían imaginado los sumerios. Ahora el dios Anu ya no lograba
vencer a la oscura Tiamat, sino que retrocedía mientras Marduk
(que, por cierto, resultó ser hijo de Ea - Enki) se enfrentaba sin te-
mor a la diosa del caos y la mataba. Así, Mesopotamia se enteró de
que en realidad fue Marduk el heroico dios que creó el Universo y,
por consiguiente, su legítimo gobernante. Nabu acabó siendo hijo
de Marduk, con la notoriedad que ello conlleva. No obstante, esto
no era así en Assur, cuyos habitantes se aferraron al culto del dios
Assur, que daba nombre a la ciudad.
364
y los fraudes en general. También regula el matrimonio, el divorcio
y la adopción. El marido podía divorciarse a voluntad, pero debía
restituir la dote a la esposa. Las mujeres y los niños gozaban de pro-
tección legal. Se legislaba incluso sobre los delitos pasionales. Los
hombres eran responsables de los diques y canales. Si por negli-
gencia se producía una inundación, el culpable debía pagar fuertes
multas. En cuanto a las penas, la más frecuente era la mutilación:
Si un hombre golpeaba a su padre, se le cortaba la mano, si un car-
pintero construía una casa, ésta se derrumbaba y moría el inquilino,
el carpintero debía morir, pero había atenuantes por accidente. Se
regulaba la profesión médica, su ética y sus honorarios. Un cirujano
inexperto podía perder la mano. De idéntica manera trataba sobre
los pagos a los albañiles o constructores y al arquitecto.
365
hecho de que eran extranjeros y su invasión había herido el orgullo
nacional, fue que no adoptaron los dioses y el culto nativo. Egipto
era un pueblo firmemente arraigado a su tradición y no podía con-
cebir otra forma de vida decente que no fuera la suya. Acusaron a
sus conquistadores de ateos y crueles y nunca dejaron de mostrarse
hostiles con ellos. El imperio hicso tenía su capital en Egipto, pero
su fuerza estaba en Canaán, donde fueron bien aceptados. Los hic-
sos no extendieron su dominio sobre el Alto Egipto, pero lo dejaron
sumido en un estado de caos del que tardaría en recuperarse.
366
frentada simultáneamente a los hititas al noroeste, a los hurritas al
norte y a los casitas al este. El fin de Babilonia estaba cerca.
367
ria. En 1,590 Mursil I fue asesinado por su cuñado y sucesor, Hantil
I.
368
En 1,545 el faraón Ahmés fue sucedido por su hijo Amenofis I,
quien retomó Nubia, el Sinaí y todo Canaán hasta Fenicia, como en
los tiempos del Imperio Medio. Al oeste, los pastores libios prota-
gonizaban frecuentes incursiones en territorio egipcio desde tiem-
pos de los hicsos. El nuevo faraón puso fin a esta situación ocupan-
do una buena franja del desierto libio.
Mientras tanto, hacia 1,500 a. C., los hurritas, que llevaban hos-
tigando a Mesopotamia desde hacía tres siglos, finalmente se orga-
nizaron en un estado conocido como Mitanni, que ocupó una buena
parte de lo que había sido el ahora decadente Imperio Asirio. Asur
conservó su independencia, pero fue tributaria del nuevo reino.
Mitanni arrebató también a los hititas gran parte de sus dominios,
mientras éstos seguían bajo monarquías débiles que se disputaban
el poder. El rey Telibinu trató de establecer una ley de sucesión
clara, pero no pudo evitar que el reino hitita sucumbiera ante los
hurritas de Mitanni.
369
en la sierra y los Paracas en la costa estaban en su apogeo.
Hatshepsut
370
Hatshepsut murió en 1,469, cuando Tutmosis III tenía unos
veinticinco años, que había vivido oprimido por su madrastra, pues
tras su muerte, ordenó eliminar su nombre de todos los monumen-
tos en los que aparecía, sustituyéndolo por el suyo o por el de su pa-
dre o su abuelo. Incluso dejó su tumba incompleta, que es la mayor
venganza que podía tomarse, en la mentalidad egipcia.
371
Amenofis II reinó hasta 1,412, cuando fue sucedido por su hijo
Tutmosis IV. Éste promovió una política de paz con Mitanni, y lle-
gó incluso a tomar por esposa a una de sus princesas (algo com-
pletamente inusitado hasta entonces). Con Tutmosis IV empezó a
cobrar importancia un dios que hasta entonces sólo había desem-
peñado un papel secundario en el panteón egipcio, el dios Atón. Es
probable que en ello influyera la reina.
372
ponda con la diferenciación de dos de los dialectos más importantes
del griego clásico: los griegos micénicos debían de hablar el dialec-
to jónico, mientras los griegos del interior debían de hablar el eóli-
co. La cultura micénica se extendió hasta el sur y el centro de Italia.
373
de unos moluscos con el que se elaboraban tejidos de color brillante
que no desteñían al ser lavados. Los fenicios guardaron celosamen-
te el secreto de la elaboración de este tinte, con lo que monopoliza-
ron su comercio durante siglos. La púrpura fue muy codiciada, y se
vendía a precios elevados. Entre las ciudades que más se beneficia-
ron de estas innovaciones estaban Tiro y Sidón.
374
nota al amanecer. Sin duda los sacerdotes habían preparado algún
dispositivo mecánico que dio lugar a muchas leyendas. El trono fue
ocupado por el que en un principio se llamó Amenofis IV, pero que
en 1,366, cuatro años después, cambió por el de Akenatón. Su an-
tiguo nombre significaba “Amón está complacido”, mientras que el
nuevo era “Agradable a Atón”. Con ello el nuevo faraón declaraba
su apostasía respecto del dios principal de los egipcios, Amón-Ra,
y su intento de sustituirlo por el dios Atón. El nuevo faraón tenía
ideas revolucionarias en materia religiosa. Al principio represen-
taba a Atón con cuerpo humano y cabeza de halcón, pero pronto
abandonó esta imagen y la sustituyó por una representación del Sol,
como un disco del que partían rayos que terminaban en manos. Al
igual que Ra, el dios Atón era para Akenatón el dios del sol, pero el
faraón negaba todos los mitos que los egipcios habían reunido en
torno a Amón-Ra. Para Akenatón, su dios era el mismo Sol, no un
dios antropomorfo que dominaba el Sol, sino el mismo Sol, un ente
celeste que proporcionaba la luz, el calor y la vida a la Tierra y ve-
laba por todas las criaturas. Más aún, Akenatón no se conformó con
elevar el rango de Atón entre los dioses egipcios, sino que lo con-
virtió en sumo hacedor y afirmó que era el único dios verdadero.
Se trata del primer caso de monoteísmo en la historia (la tradición
judía remonta su monoteísmo al principio de los tiempos, pero es
muy improbable que Abraham tuviera a su dios por único).
375
bablemente era una princesa asiática, como su madre. La familia
real –el matrimonio y sus seis hijas– ocupaba un lugar central en el
nuevo culto que ideó el faraón. Sus himnos hablan de amor univer-
sal y revelan un pensamiento místico y humanista. Akenatón pro-
pició también un arte natural y verista. Hasta entonces, los egipcios
representaban siempre las cabezas de perfil, el tronco de frente y las
piernas de nuevo de perfil, de modo que las poses resultaban artifi-
ciales y las expresiones faciales eran siempre similares. En cambio,
Akenatón y Nefertiti se retrataron en poses informales, en escenas
cotidianas, jugando con sus hijas, en momentos de afecto, etc. El
propio Akenatón es representado como un hombre feo, barrigudo y
de muslos gruesos, un realismo inusitado en Egipto.
376
de una posición de prestigio en Egipto. Es probable que alguno de
ellos –o varios– diera origen al mito bíblico sobre José, un cananeo
que ascendió de la esclavitud a virrey de Egipto. Bajo el reinado de
Akenatón Yanhamu estuvo en Egipto, y es plausible que ocupara el
alto cargo de “director de los graneros”, lo que acabaría vinculán-
dolo con una antigua leyenda egipcia, originariamente atribuida a
Imhotep, según la cual José interpretó los sueños del faraón y pre-
vino siete años de hambre, y así ordenó a tiempo almacenar las pro-
visiones necesarias para alimentar al pueblo en los años de escasez.
En 1,362 a. C., murió Akenatón, que tenía seis hijas, pero nin-
gún hijo que pudiera sucederle. El trono fue ocupado por uno de sus
yernos, Smenkere, que teóricamente profesaba el culto a Atón, pero
no hizo nada para impedir que todas las innovaciones religiosas
promovidas por Akenatón quedaran en el olvido. Los conversos a
la nueva religión la abandonaron rápidamente, los sacerdotes recu-
peraron todo su poder.
377
En 1,352 a. C., ocupó el trono un segundo yerno de Akenaton.
En principio se llamo Tutankatón, cambiando su nombre luego por
el de “Tutankamón”. Esto confirmaba el retorno a la religión tradi-
cional. Tebas pasó a ser de nuevo la capital del imperio y la ciudad
de Aketatón fue abandonada y se convirtió en una “ciudad fantas-
ma”. Como faraón, Tutankamón no tuvo gran importancia: tenía
unos doce años cuando inició su reinado y murió sobre los veinte.
Ha pasado a la historia por ser el único faraón cuya tumba no fue
saqueada por los ladrones, debido a que en la construcción de una
tumba para un faraón posterior la entrada de la tumba de Tutanka-
món fue cubierta por unas piedras de forma accidental, y así pasó
desapercibida.
Tutankamón
378
casándolo con una princesa. Horemheb erradicó definitivamente el
culto a Atón y reorganizó el país. Envió expediciones para restable-
cer el control egipcio sobre Nubia, pero prefirió no enfrentarse a los
hititas en Siria.
En 1,330 a. C., murió el rey asirio Ashur Uballit, que fue suce-
dido por su bisnieto Enlil-ninari.
379
tuvo lugar al sur del Cáucaso, en una zona controlada a la sazón
por el poderoso reino hitita. Las técnicas de fundición del hierro
eran mucho más complicadas que las del bronce, pues requieren
temperaturas mucho más elevadas. Además no se conocían muchos
yacimientos. Los hititas mantuvieron la nueva técnica en secreto, a
la espera de poder utilizarla a gran escala. Así, durante algún tiem-
po las regiones civilizadas ignoraron su existencia. Sin embargo,
para las tribus nómadas indoeuropeas unas pocas armas de hierro
podían ser decisivas en pequeñas luchas con tribus vecinas, así que
las nuevas técnicas se difundieron hacia el norte entre los pueblos
indoeuropeos. Se iniciaba así la Edad del Hierro.
380
mulos, aunque eran caros y pocos podían permitírselos. Había es-
clavos, pero poco numerosos y, por lo general, bien tratados. Princi-
palmente eran mujeres que se ocupaban de las labores domésticas.
Usaban el oro como dinero (a peso, sin acuñar monedas), pero sólo
para transacciones importantes, lo habitual era pagar con pollos,
medidas de trigo, cerdos, etc. La riqueza de una familia no se medía
por su dinero sino por sus posesiones. Daban gran importancia a la
elegancia y la belleza física. Sus trajes eran de lino, a modo de saco
con un agujero para la cabeza, si bien trataban de adornarlos con
bordados y otros detalles. Un buen vestido era considerado como
algo muy valioso. Las casas de los pobres eran de adobe y paja, las
de los ricos de piedra y ladrillo. Constaban de una estancia única
con un agujero en el techo a modo de chimenea. No tenían templos,
sino que las estatuas de los dioses quedaban al aire libre.
6.1.16 Troya.
381
rival para los griegos micénicos.
Troya
382
tentaba mediante 134 columnas de 21 m de altura. En 1,288 a. C.,
subió al trono hitita Hattusil III, que en 1,286 tuvo que enfrentarse
a una expedición egipcia encabezada por el propio Ramsés II. La
batalla tuvo lugar cerca de la ciudad de Kadesh. La única informa-
ción que tenemos sobre ella es la versión oficial del faraón, según la
cual el ejército egipcio fue pillado por sorpresa y se tuvo que retirar
precipitadamente, pero Ramsés decidió vencer o morir, se lanzó él
solo contra todo el ejército enemigo y lo mantuvo a raya hasta que
sus hombres se reorganizaron y recibieron refuerzos. Finalmente
los hititas fueron estrepitosamente aniquilados. No hay motivos
para creer nada de todo esto. Pasará lo que pasara en la batalla, la
realidad es que el poder hitita no disminuyó lo más mínimo, sino
que la guerra se mantuvo durante tres años, hasta que ambos reyes
firmaron una paz de compromiso en 1,283.
383
ininterrumpidamente en Assur tanto en los buenos como en los ma-
los tiempos. Salmanasar usó las riquezas y los esclavos obtenidos
con sus conquistas para embellecer Assur, la capital, y Nínive, la
segunda ciudad más emblemática del reino. Sin embargo, conside-
ró que su nuevo imperio requería una nueva capital, y así fundó a
mitad de camino entre ambas la ciudad de Calach. Mursil III murió
en 1,265, y fue sucedido por su tío Hattusil III.
384
ocupadas por Asiria). El nuevo rey supo sofocar las revueltas que
periódicamente se producían en distintos puntos de los dominios
hititas, e incluso extendió sus fronteras hacia el oeste, alcanzando
el Egeo.
Josué pacto una alianza con las tribus de Lía para facilitar su
plan de invasión. La confederación se llamó Israel, que significa
algo así como “Dios lucha con nosotros”. Hacia 1,226 a. C., Josué
cruzó el Jordán con sus hombres y ocupó una rica franja de tierra
385
a la que llamaron Efraím (región fértil), mientras que Benjamín
ocupó la zona inmediatamente más al sur. Es posible que la tribu
original de Josué estaba formada por dos clanes poderosos, uno de
los cuales ocupó Efraím y el otro fue extendiéndose hacia el norte
hasta tener su territorio propio, llamados Manasés. Así, las tribus
de Raquel pasaron a ser tres: Efraím, Manasés y Benjamín. De la
federación original de Raquel surgió también una tribu diminuta:
la tribu de Leví, que era una clase sacerdotal que ocupó pocas ciu-
dades dispersas. Posteriormente la tribu de Leví fue considerada
como una tribu de Lía, en lugar de una tribu de Raquel.
386
padre Peleas, Orfeo y muchos otros. Troya, resultó ser un pequeño
obstáculo en el camino, pues cuando trató de impedir el paso a la
expedición, Hércules desembarcó, saqueó la ciudad y mató al rey
Laomedonte junto con todos sus hijos excepto Príamo, que era el
rey. Nada de esta narración tiene visos de realidad, más bien debe-
mos suponer que son historias inventadas por los griegos micéni-
cos, para animar al pueblo, o tal vez a los aqueos, pueblo tan poco
interesado por el mar como Egipto, y lanzarse sobre Troya para
acabar con su hegemonía.
387
Aquiles. La ciudad de Troya fue destruida y los griegos convirtie-
ron el acontecimiento en una de sus gestas más memorables.
Los egipcios que nunca habían sufrido un ataque por mar, lla-
maron “Pueblos del Mar” a los invasores. Meneptah consiguió ex-
pulsarlos a duras penas, pero el poder egipcio se vio seriamente
dañado. De Egipto, los pueblos del mar pasaron a Chipre, desde
donde amenazaron las costas de Canaán y de Anatolia.
En 1,209 a. C., murió el rey hitita Tudhaliyas IV, que fue suce-
dido por su hijo Arnuanda III. La presión de los pueblos del mar
se hacía cada vez más insoportable para todos los pueblos del Me-
diterráneo, a la vez que los pueblos indoeuropeos presionaban a la
ya descoyuntada Grecia micénica por un lado y a los hititas y otros
pueblos de la Europa oriental por otro. Mesopotamia seguía bajo
el Imperio Asirio, pero tras la muerte de Tukulti-Ninurta en 1,208
se sumió también en la crisis que afectaba a sus vecinos. Canaán
388
sufría los embates de los israelitas. En 1,207 murió Arnuanda III y
le sustituye el que iba a ser el último rey hitita: Shubbiluliuma II.
389
enemigos se recuperaban más fácilmente mientras estaba ocupada
en otros lugares. De todos modos, la situación fue sin duda caótica
e incierta para toda la zona.
390
tas, mientras la segunda fue una tribu menor que fue absorbida por
Judá.
En 1,158 a. C., murió Ramsés III, que fue sucedido por una
serie larga de reyes, todos llamados Ramsés, y por ello conocidos
como ramésidas. Se abría un periodo en el que el poder del faraón
fue decayendo en favor del poder sacerdotal. Todas las tumbas de
Tebas (excepto la de Tutankamón) fueron saqueadas.
391
así que se apresuró a pactar con Efraím.
Hacia 1,120 a. C., otra tribu eolia, los beocios, se vio obligada a
asentarse al sur de Tesalia ante el avance dorio. La región se cono-
ció desde entonces con el nombre de Beocia.
392
con las tribus del norte que habían luchado contra los cananeos en
el monte Tabor, pero sin dar a Efraím ningún trato preferente. Al
contrario, le informó tarde y parcialmente de sus planes, de modo
que cuando atacó por sorpresa a los madianitas los guerreros de
Efraím no estaban presentes, sino que Gedeón los condujo a los
vados del Jordán, por donde esperaba que huyeran los madianitas.
Así, Efraím destruyó a los madianitas en fuga, pero todo el mérito
recayó sobre Gedeón. Sin embargo, Efraím no acepto la situación e
Israel estuvo al borde de la guerra civil. Gedeón tuvo que reconocer
la supremacía de Efraím.
Las tribus de Israel tuvieron que enfrentarse cada vez con más
frecuencia a luchas internas por el poder. Hasta entonces, cada tri-
bu estaba dirigida por un caudillo o juez elegido por aclamación
popular. Esto funcionaba bien cuando los israelitas eran sencillas
tribus nómadas, pero ahora el poder significaba riqueza, con lo
que cada vez fue más codiciado. Así, con la fama que había adqui-
rido Gedeón era natural esperar que fuera sucedido por uno de sus
hijos, así que uno de ellos, Abimelec, decidió matar a sus numero-
sos hermanos para ser el único pretendiente legítimo a la judicatu-
ra. Sucesos como estos movieron a algunos israelitas a proponer
393
una monarquía hereditaria que evitara los conflictos en la sucesión.
Pero elegir un rey podía ocasionar conflictos más violentos que la
sucesión de cualquier juez. Entre tanto, las aspiraciones al lideraz-
go continuaban. En la tribu de Gad surgió un caudillo capaz, lla-
mado Jefté, que consiguió una victoria completa contra el reino de
Amón. Por lo visto, Efraím consideró que Jefté no le había con-
sultado debidamente sus planes, por lo que le exigió cuentas igual
que lo había hecho con Gedeón. Sin embargo, Jefté no se amilanó,
sino que dejó que Efraím enviara un ejército a pedirle cuentas, lo
derrotó, e incluso pudo cortarle la retirada por los vados del Jordán
hasta aniquilarlo completamente. Esto sucedió hacia el 1,100 a. C.,
y así terminó la supremacía de Efraím.
394
gitimó definitivamente el cambio dinástico. Se conservan muchos
documentos sobre ceremonias y actos de investidura encaminados
sin duda a que la antigua nobleza aceptara a los nuevos amos.
395
población jonia emigró a las islas del Egeo. La primera en recibir-
los fue Eubea, la isla mayor del Egeo y más próxima al continente.
Allí se fundó la ciudad de Calcis, cuyo nombre deriva de la palabra
griega para “bronce”. Probablemente fue un centro de trabajo del
bronce. Al este de Calcis estaba la ciudad de Eretria, que alcanzó
cierta importancia.
396
Se ha puesto en cuestión que esto tenga una base histórica, pero
indudablemente la ley mosaica existe y, aunque probablemente tie-
ne muchos añadidos posteriores, su núcleo es un complejo sistema
de leyes diseñado para regular la vida de un pueblo de ganaderos
nómadas. Además de los diez mandamientos primitivos, había todo
un sistema de leyes transmitidas oralmente que regulaban por com-
pleto la vida itinerante de los israelitas en sus aspectos penales,
sociales (regulación de la propiedad, incluida la esclavitud), reli-
giosos y hasta cuestiones de higiene y alimentación. La base del
sistema de justicia era el ojo por ojo y diente por diente: los delitos
de sangre se pagaban con la muerte y los daños a la propiedad con
multas. No es razonable suponer que dichas leyes fueron creadas
después, cuando los israelitas ya no eran un pueblo nómada (al
contrario, muchas de ellas quedaron desfasadas) y, a la vez, la ley
mosaica era demasiado refinada para haber sido ideada por toscos
pastores. Por otra parte, la leyenda de Moisés y sus antecedentes
están adornados con fábulas de indudable origen egipcio.
397
blemente, este dios se llamaba Eloím. Se conocen dos textos de
la época en la que los israelitas ya estaban asentados en Canaán,
uno correspondiente a la tribu de Efraím y otro a la de Judá, los
cuales relatan tradiciones similares, pero el dios de Efraím se lla-
ma Eloím, mientras que el dios de Judá se llama Yahveh. La tribu
de Judá fue una de las últimas que se unió a la confederación de
Israel, y es probable que identificara un dios propio con el dios de
Efraím (igual que los egipcios identificaron en su día los dioses
Ra y Amón). La versión final del Tanaj y la Biblia fue escrita por
los judíos, por lo que el nombre definitivo del dios de Moisés fue
Yahveh. De hecho, los israelitas desarrollaron más adelante la idea
de que pronunciar el nombre de dios era un sacrilegio. Es posible
que ello fuera un medio, que los sacerdotes usaron para evitar polé-
micas sobre si el dios común de los israelitas era Eloím, Yahveh, u
otro. Esto casi hace que los judíos olvidaran el nombre de su dios.
En efecto, el hebreo sólo escribe las consonantes, si bien más tarde
se ideó un sistema de signos ortográficos para indicar las vocales.
En las ediciones del Tanaj y la Biblia, sobre las consonantes YHVH
los judíos anotaban las vocales de Adonay, el Señor, que es lo que
leían en la práctica para no pronunciar el inefable nombre de Dios.
La combinación de las consonantes de Yahveh con las vocales de
Adonay produce una palabra extraña al oído hebreo que evolucio-
na de forma natural a Jehovah. Aún hoy hay creyentes que llaman
así a su dios, sin darse cuenta que este nombre es simplemente un
híbrido absurdo de vocales y consonantes de dos palabras distintas.
398
Moisés no tenía las pretensiones de Akenatón, y en ningún
momento insinuó que su dios fuera el único verdadero. Sólo decía
que su dios no toleraba que quienes le adoraban rindieran culto
también a otros ídolos. Moisés instituyó una clase sacerdotal que
cuidaba de las cuestiones del culto y le sustituían como juez en los
casos menores. Según la Biblia, el sacerdocio estaba encomendado
a la tribu de Leví, a la cual pertenecía el propio Moisés. Tal vez los
levitas fueran los cananeos que escaparon de Egipto con Moisés
cuando los hicsos fueron expulsados.
399
niños. Los israelitas aplicaron esta política siempre que la ocasión
lo permitió.
Hay una parte del relato del Tanaj y la Biblia, que no encaja
con esta interpretación, que indica una procedencia distinta. Según
esta parte, los israelitas descendían de José (en realidad de José y
sus once hermanos, pero este añadido es sin duda muy posterior),
que era cananeo, que de esclavo, había pasado a virrey de Egipto.
La leyenda de José parece provenir de los tiempos de Amenofis
III y Akenatón (cuando Moisés ya llevaría muerto mucho tiempo).
La familia de José proliferó, pero “Entre tanto, se alzó en Egipto
un nuevo rey, que nada sabía de José” (Shemot o Éxodo 1: 8) y
los israelitas fueron reducidos a la esclavitud. Después, el dios de
Moisés lanza sobre Egipto una serie de plagas hasta que el faraón
decide liberar a los israelitas, luego se arrepiente de su decisión y
sale a perseguirlos, pero el dios de Moisés abre un pasillo en las
aguas del mar Rojo y lo vuelve a cerrar cuando los israelitas ya ha-
bían pasado al otro lado, mientras el faraón egipcio moría ahogado.
¿De qué faraón escaparon los israelitas? La Biblia dice también que
los esclavos israelitas “... edificaron al faraón las fuertes ciudades
almacenes de Pitón y Ramesés” (Shemot o Éxodo 1: 11), Así que el
faraón debía de ser Ramsés II o, a lo sumo, su hijo Meneptah. Pero,
por supuesto, ninguno de ellos murió en el mar Rojo.
400
Es probable que alguna de las tribus israelitas que edificaron las
ciudades de Pitón y Ramesés escapara de la parte oriental del delta
del Nilo en tiempos de Meneptah. Las siete plagas pueden ser un
recuerdo de las calamidades que sufrió Egipto con la invasión de
los pueblos del mar y, ciertamente, éstas pudieron darles la oportu-
nidad de escapar. El nombre de la tribu de Isacar parece provenir
de Sokar, que era un dios egipcio. Las historias de los recién llega-
dos acabarían fundiéndose anacrónicamente con las leyendas sobre
Moisés, aportando más colorido a la salida de Egipto. El intervalo
tradicional de cuarenta años puede ser un compromiso entre los tres
siglos de una fuente y los pocos años de otra.
401
nuevo, el Tanaj y la Biblia recoge sin complejos, intercalado en la
historia de Jacob, sin que guarde relación alguna con lo anterior
y lo posterior, encontrándonos con este sorprendente pasaje: Que-
dose solo y he aquí que se le apareció un personaje que comenzó
a luchar con él hasta la mañana. Viendo este varón que no podía
sobrepujar a Jacob, le tocó el tendón del muslo, que al instante se
secó. Y le dijo: déjame ir, que ya raya el alba. Jacob respondió:
No te dejaré ir si no me das la bendición. ¿Cómo te llamas?, le
preguntó. Él respondió: Jacob. No ha de ser ya tu nombre Jacob,
sino Israel [que, por una etimología no del todo correcta, significa
“hombre que lucha con Dios”], porque si con el mismo Dios te has
mostrado grande, ¿cuánto más prevalecerás contra los hombres?
Preguntóle Jacob: ¿cuál es tu nombre? Respondió: ¿por qué quie-
res saber mi nombre? Y allí mismo le dio su bendición. (Bereshit o
Génesis 32: 24 - 29).
402
El Tanaj y la Biblia dan indicios de que Josué debió de aprove-
char la historia de Abraham para infundir ánimo a sus hombres. Al
parecer, Dios ordenó a Josué que los circuncidara a todos. Proba-
blemente fue Josué quien “descubrió” que el dios de Abraham (o el
de Moisés) había ratificado su alianza con el rito de la circuncisión,
rito de origen egipcio que practicaban los cananeos, pero no los
israelitas. Josué debió de explicar a sus hombres que durante los
años de peregrinaje por el desierto habían abandonado la circunci-
sión, y sin duda ése era el motivo por el que Dios no les ayudaba
a conquistar la tierra prometida, pero la orden que Dios le daba
ahora hacía presagiar que, una vez circuncidados, los reconocería
como su pueblo elegido y los conduciría triunfantes a la victoria.
Especulación aparte, es razonable pensar que unos hombres toscos
amedrentados por la opulencia de las tierras civilizadas (algo re-
vueltas, pero civilizadas al fin) redoblarían su ánimo tras un ritual
tan molesto como el que se les proponía. Un hombre dispuesto a
eso merecía sin duda los favores del “dios de los ejércitos”, como
se le empezaba a llamar.
403
to a Yahveh, en particular su recelo y desprecio hacia otros dioses,
pero lo cierto es que esta pretendida exclusividad fue siempre mi-
noritaria entre los israelitas: cada tribu había traído sus propias
creencias a las que no estaba dispuesta a renunciar. Los israelitas
adoraban a una multitud de dioses de origen sumerio, acadio, ba-
bilonio, cananeo o incluso egipcio: Baal, Astarté, Anat, etc. Estaba
muy difundida la creencia de que los muertos viajaban a un lugar
llamado Seol, sobre el que, al parecer, Dios no tenía jurisdicción,
donde permanecían para siempre, si bien se les podía invocar con
ayuda de unas estatuillas sagradas llamadas Terafim con las que
se les podía consultar y predecir el futuro. Otra manifestación re-
ligiosa israelita la constituían los profetas. Aunque el concepto de
profeta evolucionó considerablemente a lo largo de la historia, en
esta época eran una especie de místicos que entraban en trance y su-
puestamente tenían visiones adivinatorias. Los profetas en éxtasis
debían de intimidar bastante a las gentes sencillas, así que gozaban
de cierta autoridad.
404
las montañas encabezada por un líder religioso llamado Samuel,
que pronto ganó una gran reputación entre todos los israelitas. Más
tarde, cuando Samuel ya era mayor, destacó un joven benjaminita
llamado Saúl. Hacía tiempo que los israelitas se planteaban la con-
veniencia de elegir un rey, pero ahora Samuel retomó la cuestión
con más insistencia y propuso elegir a Saúl. Si Israel quería sobre-
vivir necesitaba unirse bajo un mando único. La idea no acababa de
convencer a los profetas y, aunque la mayoría de los israelitas debía
de verla con buenos ojos, el problema era que ninguna tribu parecía
dispuesta a aceptar un rey de otra tribu por el mero hecho de que
conviniera aceptar uno.
405
hijo de Saúl, derrotó a una pequeña guarnición filistea cercana a
Guibá, mientras su padre se atrincheraba en Michmash, un poco
más al norte. Los filisteos avanzaron contra Michmash, pero fue-
ron sorprendidos por una rápida incursión de Jonatán. Los filisteos
calcularon mal el número de tropas que les atacaba y decidieron re-
tirarse. Ante esta situación, Judá, sometida desde un principio a los
filisteos, decidió rebelarse y se declaró fiel a Saúl. Un ejército unido
judeo-israelita derrotó a los filisteos en Shocoh, al sur de Jerusalén,
y todo Judá quedó anexionada a Israel. Saúl llevó sus tropas a Judá
y derrotó a los amalecitas, un pueblo nómada que vivía al sur y que
causaba los típicos estragos periódicos. Así el rey mostró su poder
a Judá al tiempo que se ganaba su gratitud.
406
lo que suscitó los recelos del rey. Como David no era hijo suyo, lo
tenía más fácil para urdir su muerte, pero Jonatán le previno y Da-
vid abandonó sigilosamente Guibá y llegó a Judá, donde tuvo que
mantener una guerra de guerrillas contra Saúl. David contaba con
el apoyo de Samuel y los profetas, tal vez por el mero hecho de que
se oponía a Saúl.
407
crito pero no por escrito, sino que se transmitían oralmente. El dios
principal era Visnú, también llamado Siva, quien se ocupaba del
mundo a través de sus numerosas esposas, entre ellas la benevo-
lente Parvati, la guerrera Durga y la destructora Kali. El hinduismo
se refiere a su doctrina como sanatana-dharma, que significa algo
así como “ley cósmica universal sin origen”, pues, al contrario que
otras religiones, el hinduismo no tiene ningún fundador renombra-
do. Uno de sus aspectos más destacados es la idea de los ciclos y
la reencarnación. Por ejemplo, cuando un hombre muere, se reen-
carna en una de las cuatro clases según la medida en que hubiera
respetado el orden cósmico en sus vidas anteriores. Así, bien mi-
rado, las desigualdades por el nacimiento eran una expresión de la
justicia universal.
408
plorar el Mediterráneo occidental.
409
cénica era Cronos, pero fue abatido por el dios principal de los
dorios: Zeus, exactamente igual como Cronos había desplazado en
su día a la diosa Gea. Naturalmente, el relevo de poder no podía de-
berse a una usurpación ilegítima. La leyenda explicaba que cuando
Cronos derrocó a su padre Urano, éste le vaticinó que lo mismo le
sucedería a él. Para evitar la profecía, Cronos devoraba a sus hijos
tan pronto nacían, pero su esposa Rea reemplazó uno de ellos por
una piedra, que el padre se tragó sin apreciar la diferencia. El hijo
que se salvó fue Zeus, quien, tras una serie de vicisitudes, destro-
nó a su cruel padre y le obligo a regurgitar a sus hermanos (que
seguían vivos, porque eran inmortales). Entre ellos estaban Hera
(la que sería su última esposa), Poseidón y Hades. Los tres herma-
nos se repartieron el universo: Zeus quedó como rey de los cielos,
Poseidón como dios de los mares y Hades como dios del mundo
subterráneo de los muertos. De ellos surgiría la nueva generación
de dioses griegos que gradualmente eclipsaría a las dos anteriores
(la pelásgica y la micénica).
Igual que los sumerios situaron sus héroes míticos antes del di-
luvio, ahora los griegos situaban a los suyos en la era micénica, la
Edad de Oro que precedido a la presente Edad del Hierro, como
ellos la describían. En la historia mítica de los griegos, Europa se
convirtió en la primera pobladora de Creta, madre del rey Minos.
Había una leyenda que debió de gustar especialmente a los dorios
(si no es que fue íntegramente diseñada para ellos). Hacía referencia
a Hércules, hijo del propio Zeus y de la reina Alcmene, esposa del
rey tebano Anfitrión. Se contaban muchas historias sobre él, que lo
convertían en el héroe griego por excelencia, pero la que ahora nos
ocupa hace referencia a sus (numerosísimos) hijos, que resultaron
ser una horda de poderosos bandidos, los heraclidas. Uno de ellos
retó uno por uno a los soldados que el rey de Micenas había envia-
do para expulsarlos de Grecia. Las condiciones eran que si él les
vencía a todos, los heraclidas gobernarían Micenas, mientras que si
perdía se iría del país con todos sus hermanos, que se comprome-
tían a no volver al menos hasta cincuenta años más tarde (esto es,
en las personas de sus hijos y nietos). El caso es que perdió, por lo
que los heraclidas se fueron, pero a la tercera generación, cumplido
el pacto, volvieron y se adueñaron de Grecia. Evidentemente, los
nietos de los heraclidas eran los dorios que, por consiguiente, al in-
vadir Grecia no hicieron sino volver a la tierra de sus antepasados.
Es la versión griega de la tierra prometida de los israelitas.
410
En cuanto a los israelitas, tras la muerte de Saúl se encontraban
completamente a merced con parte del ejército llevándose consigo
a Isbóset, el único hijo de Saúl que quedó con vida, y se retiró al
este del Jordán, lejos de la influencia filistea. Los reinos hebreos,
siempre hostiles hacia los israelitas, aprovecharon las circunstan-
cias. Así, el reino de Moab absorbió totalmente a la tribu de Rubén.
Mientras tanto, David aprovechó la situación y convenció a los an-
cianos de Judá de que lo proclamasen rey de Judá, y estableció su
capital en Hebrón, una ciudad fortificada a unos 30 kilómetros de
la capital filistea de Gad. Al contrario que Saúl, el rey David era un
astuto diplomático, y supo convencer a los filisteos de que bajo su
gobierno los israelitas serían un fiel títere del que jamás tendrían
que preocuparse.
411
fuerte era indiscutible, y el único candidato era David, el poderoso
rey de Judá, yerno de Saúl. Una embajada israelita fue recibida en
Hebrón, donde suplicó a David que aceptara reinar en Israel y éste
aceptó. Era el año 991 a. C.
412
mente en las colinas (sin duda un vestigio de la antigua cultura
nómada de los israelitas: los pastores suelen venerar a sus dioses
celestes en lugares elevados). De la fértil mitología israelita, la par-
te que más posibilidades unificadoras brindaba era la referente a
Moisés y su alianza con Dios. En torno a ella se conservaba el Arca
de la Alianza, que los filisteos habían capturado y conservado en la
ciudad de Quiryat-Yearim, al norte de Judá (los filisteos temían a
los dioses extranjeros tanto como a los propios, así que no se atre-
vieron a destruir el Arca, y tampoco a introducirla en su territorio).
David llevó el Arca a Jerusalén y la situó en un santuario próximo a
su palacio. Nombró sumo sacerdote a Abiatar, el único supervivien-
te del grupo de sacerdotes que Saúl hizo ejecutar por considerar-
los partidarios de David. Posiblemente en este periodo fue cuando
empezaron a tomar forma las leyendas bíblicas que presentan a las
doce tribus de Israel viajando unidas por el desierto a las órdenes de
Moisés ayudados por su dios.
413
tan numeroso como fuera posible. Esto daba una imagen de mag-
nificencia frente a sus súbditos como a los extranjeros. Una forma
de sellar alianza con otro pueblo era incorporar al harén una de sus
princesas, que constituía un honor. El problema estaba en que las
distintas mujeres rivalizaban entre sí, y todas trataban de que sus
hijos gozaran de mayores privilegios frente a los de las demás, y era
particularmente muy delicado la cuestión de cuál de ellos heredaría
el trono. Frecuentemente, cuando el rey moría, uno de los hijos
mataba a sus hermanos, dirimiendo así la disputa por la sucesión.
Sin embargo, una jugada inteligente podía ser matar a la vez al rey
y a los hermanos, mientras éstos estaban desprevenidos esperando
la muerte de su padre.
414
David había designado como heredero a Adonías, su hijo mayor
tras la muerte de Absalón. Adonías contaba con el apoyo de Joab y
con el de Abimelec, el sacerdote. Sin embargo, la esposa favorita
de David era Betsabé, la cual gozaba de cierta influencia, la nece-
saria para intrigar en favor de su hijo Salomón. Se ganó el apoyo
del general Banaías, que sin duda vio la posibilidad de sustituir a
Joab, y el del sacerdote Sadoc, que vio la posibilidad de sustituir a
Abimelec. Al parecer, Adonías se vio prácticamente coronado rey
antes de la muerte de su padre, celebrándolo con un banquete. La
reina Betsabé jugó bien sus cartas. Ella, Banaías y Sadoc afirmaron
que David les había expresado en su lecho de muerte su voluntad
de que su sucesor fuera Salomón. Acusaron a Adonías de usurpador
y lograron volver al pueblo contra él. Joab y Abimelec no pudieron
hacer nada. El primero fue asesinado y el sacerdote tuvo que reti-
rarse de la vida pública. Banaías consiguió la jefatura del ejército y
Sadoc el sumo sacerdocio.
415
En el año 954 a. C., se terminó el templo de Yahveh, tras lo
cual Salomón inició la construcción de un palacio real, mucho más
grandioso que el templo, así como otros templos para otros dioses
distintos de Yahveh, en especial para los dioses principales de los
reinos sometidos de Moab y Amón.
|
La Biblia describe con orgullo que Salomón tenía en su harén
una princesa egipcia. Esto es cierto, pero el Egipto de esta época
no era el de antaño. La esposa egipcia de Salomón era hija de Psu-
sennes II, que gobernaba únicamente sobre el delta del Nilo, en
un reino menor que el de Salomón. Su ejército estaba compuesto
mayoritariamente por mercenarios libios. Su comandante era Shes-
honk. Indudablemente Sheshonk acabó por tener en sus manos el
poder real, hasta el punto que Psusennes II debió de verse obligado
a casar una de sus hijas con el hijo de Sheshonk, signo de que éste
albergaba aspiraciones al trono. Es probable que fue esta situación
la que llevó a Psusennes II a solicitar la ayuda de Salomón, de modo
que fue el faraón el que tuvo el honor, que una hija suya formara
parte del harén de Salomón, y no al revés.
416
Egipto volvió a estar unido. Mientras tanto, las tribus arameas que
llevaban más de un siglo infiltrándose y hostigando a los asirios,
empezaron a organizarse. Los arameos no parecen haber aportado
ninguna cultura nueva, sino que absorbieron la de los pueblos que
encontraron, en especial la de algunos reinos neohititas. Al norte de
Israel se formaron principados arameos. Un hombre llamado Rezón
fue erigido rey y estableció su capital en Damasco, muy cerca de la
frontera israelita. El nuevo reino es conocido como Siria, pero ese
es el nombre que le dieron los griegos mucho después.
417
món se hizo un considerable esfuerzo por aunar a todos los israeli-
tas y judíos en torno a un culto común, con centro en Jerusalén. Sin
embargo, dicho culto era ahora una amenaza para la monarquía
israelita. Si Israel seguía rindiendo culto al dios de Jerusalén, sus
ejércitos podrían negarse a atacar a Judá en caso de necesidad por
cuestiones religiosas. Jeroboam podría haber reconstruido Siló,
pero tal vez consideraba peligroso de todos modos compartir un
dios con Judá. En su lugar, fomentó dos centros religiosos, uno al
sur, en Betel, a sólo 16 kilómetros de Jerusalén, y otro al norte, en
Dan. En ambos colocó la figura de un toro joven, cuyo culto esta-
ba muy arraigado en Efraím, y organizó una clase sacerdotal que
cuidara de los rituales. Esto originó una perpetua enemistad entre
la realeza y la aún poderosa clase sacerdotal dedicada al culto de
Yahveh o, de Eloím (dioses), que era el nombre que los israelitas
daban al dios bíblico.
418
da de extensas genealogías de los patriarcas, que se corresponden
con nombres de pueblos y tribus. Por ejemplo, Noé, el supervivien-
te del diluvio según la versión israelita del mito, tuvo tres hijos:
Sem, Cam y Jafet. Del último descendían los pueblos más lejanos,
entre ellos los egipcios, de Sem descendían los propios israelitas y
pueblos afines, como los hebreos, mientras que Cam era el antece-
sor de los cananeos y otros pueblos sojuzgados (Canaán era uno de
los hijos de Cam). En una primera versión, Cam (o Canaán) castró
a su padre mientras éste dormía borracho. La versión final de la
Biblia suavizó el crimen de Cam reduciéndolo a “ver desnudo a
su padre y no cubrirlo”. En cualquier caso, Noé maldijo a Cam (y
a sus descendientes), condenándolo a ser “esclavo de los esclavos
de sus hermanos”, lo que justificaba que los israelitas mataran o
esclavizaran a los cananeos. Los egipcios habían importado tiempo
atrás esclavos negros procedentes del África central. Los israelitas
explicaron el color negro de su piel como signo de que eran descen-
dientes del maldito Cam, y así introdujeron en la historia una idea
que, aunque no consta explícitamente en el Tanaj y la Biblia, sería
retomada en muchas ocasiones de la tradición judía por su extrema-
da conveniencia: los negros están hechos para ser esclavos.
419
Jeroboam murió en 910 a. C. y fue sucedido por su hijo Nadab,
pero no logró mantenerse en el trono más de un año. Un general
llamado Basa dio un golpe de estado en 909 y ocupó el trono. Para
consolidar su cuestionable derecho al trono estimuló la guerra con-
tra Judá. El rey Asa envió presentes al rey sirio rogándole que ata-
cara a Israel. Benhadad I accedió complacido ante esta posibilidad
de expansión, y así se formó una alianza gracias a la cual la débil
Judá pudo resistir a Israel.
420
bezada por la ciudad de Alba Longa.
421
mencionar en la Biblia. El rey Basa de Israel tuvo que hacer las pa-
ces con Judá para poder ocuparse de Siria. Así fracasó su intento de
consolidar su dinastía con una conquista militar, como había hecho
David años atrás. Cuando murió, en 886, estalló una guerra civil y
su hijo Ela fue depuesto y ejecutado. Antes de terminar el año se
hizo con el trono un hábil general llamado Omri, que logró rechazar
a los sirios y reforzar el dominio sobre Moab. Omri comprendió
bien cuáles eran los puntos débiles del reino de Israel. Uno era la
falta de una capital bien emplazada, capaz de resistir asedios con
dignidad. Judá tenía a Jerusalén, pero Tirsa era completamente in-
adecuada. Jeroboam la había elegido principalmente para abando-
nar Siquem, para evitar suspicacias sobre una hegemonía efraimita
que hubiera podido ser mal vista por una parte considerable de los
israelitas. Un poco al oeste de Tirsa había una colina muy bien si-
tuada a mitad de camino entre el Jordán y el Mediterráneo. Pertene-
cía a la familia de Shemer, pero el rey la compró y la fortificó. Con
el tiempo se convertiría en la ciudad más grande de Israel. La llamó
Shomron, nombre derivado de su antiguo dueño, pero los griegos la
llamaron más tarde Samaria. Omri la convirtió en capital de Israel,
y lo continuó siendo hasta la desaparición del reino.
Pero Omri sabía que una capital fuerte no lo era todo. La mo-
narquía israelita no gozaba de todo el respaldo popular que sería
deseable. Más aún, el pueblo no tenía un sentimiento de unidad
nacional similar al que existía en Judá. En gran parte, la ventaja de
Judá residía en una religión fuerte, el culto a Yahveh, que al mismo
tiempo que identificaba a todo el pueblo en una causa común, legi-
timaba a la casa de David como gobernante por designio divino. El
culto a Yahveh era minoritario en Israel, y tampoco parecía buena
idea fomentarlo, pues ello podría dejar a Israel indefenso frente a
Judá. También estaba el riesgo de que una buena parte del pueblo
no lo aceptara por desprecio a los judíos. Omri se alió con el rey ti-
rio Etbaal. Ambos eran usurpadores, así que debió de ser fácil para
ambos apoyarse mutuamente para consolidar sus tronos. Etbaal ha-
bía sido sumo sacerdote, y su estrategia fue la de difundir el culto
a sus dioses, principalmente la diosa Astarté. Omri consideró que
dicho culto podría ser también adecuado para su pueblo, y decidió
apoyarlo. Para sellar su acuerdo, Ajab, el hijo de Omri, se casó con
Jezabel, la hija de Etbaal.
422
logrado mantener a duras penas la autoridad que le había legado su
padre, tras su muerte la desorganización fue en aumento y el ejérci-
to se hacía cada vez más incontrolable. El mismo año murió Tukul-
ti-Ninurta II, tras un breve reinado de cinco años. Fue sucedido
por su hijo Asurnasirpal II, quien destruyó los principados arameos
(excepto Siria), restableció la prosperidad de Asiria y reconstru-
yó la antigua ciudad de Calach, convirtiéndola nuevamente en la
capital del reino. Allí construyó un gran palacio de unos 24,000
metros cuadrados de superficie, decorado con bajorrelieves de gran
realismo, muchos de los cuales representan al rey en escenas de
caza. Asurnasirpal II es recordado como el más cruel de los reyes
asirios. Impuso una política de terror que hizo desistir a los pueblos
sometidos del más mínimo intento de rebelión, pero que dejó una
huella imborrable de odio a Asiria en todo Oriente Próximo. En sus
crónicas se menciona por primera vez a los Caldeos, otro grupo de
tribus semíticas procedentes de Arabia y que hostigaban las fron-
teras de Mesopotamia.
423
424
VII. EL MEDIO ORIENTE
Y
EL NACIMIENTO DE LA MASONERIA.
Uno de los aspectos que más opinión ha generado dentro de los
masones es: ¿Dónde se originó la masonería?
425
provincia del Imperio Romano estaban agrupados en asociaciones
profesionales denominadas Collegiae. La “Asociación de Inge-
nieros” recibía el título oficial de Fabrorum tignatoriorum collegi,
existiendo también una abreviatura para facilitar la anotación de
tan prolijo enunciado, expresada simplemente con “Fab. tig. c.”, tal
como figura en lápidas sepulcrales de sus miembros. Estos colegios
estaban organizados de manera muy similar a las logias masónicas
modernas.
426
trabajos desagradables para poner a prueba su buena voluntad y su
deseo de servicio. Los compañeros están al servicio de los maestros
que, por su parte, se ocupan de los “escritos celestiales”, es decir,
de los planos, bocetos, y de las reglas simbólicas del arte, sin las
que ninguna representación tendría sentido.
427
de un comercio particular, y hay pruebas que utilizaron ritos iniciá-
ticos primitivos. También parece que, como logias operativas esco-
cesas, las Caja Clubes comenzó a admitir miembros no inherentes
a su comercio en particular. Se ha planteado la posibilidad de que
la masonería se originó simplemente como un Club de la caja de
masones operativos que más tarde comenzaron a admitir miembros
de otros oficios.
428
existía y estaba establecida en la época del Rey Salomón y que ha
permanecido desde entonces como un sistema intacto. El masón
comprende pronto que el ritual no contiene una verdad histórica o
literal, sino una alegoría dramática mediante la cual se transmiten
los principios y axiomas fundamentales del Oficio.
429
Primero, que los fundadores eran un grupo opuesto a la intole-
rancia política y religiosa del Estado, que deseaban reunir hombres
de diferentes concepciones políticas y religiosas pero que compar-
tían un objetivo de mejoramiento social, en un momento histórico
en la cual dichas concepciones eran consideradas subversivas, y
por tanto se restringía absolutamente la discusión de estos asun-
tos con quienes no fuesen miembros. Estos rasgos parecen haberse
practicado desde que se originó la Francmasonería.
430
una especie de sucesión apostólica esotérica, cuyos seguidores de
estas escuelas, tienden a profesar, ideas heterodoxas acerca de la
naturaleza y propósito de la masonería, atribuyéndole implicacio-
nes místicas, religiosas e inclusive ocultas.
431
Todas estas formas de estudiar la masonería, consideran que
hay documentos masónicos más antiguos a 1,717 como es el caso
de Los Antiguos Cargos de los Constructores, que se remontan al
Manuscrito Regius, escrito en 1,390, que en general, se ajustan a
las normas y reglamentos de la fraternidad moderna unos 300 años
antes a lo ocurrido en 1,717 y que evidentemente hubo mucha do-
cumentación más, pero como menciona Anderson, estos fueron eli-
minados por temor a que caigan en manos inapropiadas y puedan
ser utilizadas en contra de la orden.
432
punto de inflexión en la ideología y en el avance de la francmaso-
nería”. Es decir para el mencionado escritor, la propuesta de que la
masonería tiene un origen primitivo y antiguo es de Anderson que
publica en 1,723 La constituciones que llevan su nombre.
433
plastriés morteliers se hallan escritos en el título XLVIII. El “Livre
des Metiers”, también conocido como el “Libro de Jacob”, es la
primera gran colección de regulaciones sobre los diversos negocios
en París. Los derechos existentes de los trabajadores estaban prote-
gidos por un “orden social cristiano”.
434
banquetes de convivencia, debates filosóficos y discursos científi-
cos. Sólo dos temas de discusión fueron prohibidos en las logias de
entonces: religión y política, temas que siguen estando prohibidas
en la actualidad.
435
Que siete mil su altura sombra arrojaba; El rey Nabucodonosor la
hizo construir Tan potente para la defensa de sus hombres, Que si
un tal diluvio ocurriera. La obra sumergir no pudiera; Pero tan fie-
ro orgullo tenían, y tanta jactancia, Que todo el trabajo se perdió;
Un ángel les castigó sus lenguas dividiendo, Y así nunca más uno
al otro se comprendieron.
436
generaciones de Adán, antes del Diluvio, fue un hombre llamado
Lameth, que tenía dos mujeres; de la primera, Ada, tuvo dos hijos:
uno llamado Jabal y otro Jubal. El mayor, Jubal, fue el primer fun-
dador de la Geometría y de la Construcción y construyó casas y
es llamado en la Biblia “pater habitancium in tentoriis atque pas-
torum”, es decir, padre de los hombres que viven en tiendas, o sea,
en casas. Y fue maestro de Caín y jefe de todos sus trabajadores
cuando hizo la Ciudad de Enoc, que fue la primera ciudad nunca
construida y que Caín entregó a su hijo y la llamó Enoc. Y ahora
es llamada Ephraim.
Bereshit 4 o Génesis 4
17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a
Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del
nombre de su hijo, Enoc.
18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehu-
jael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec.
19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue
Ada, y el nombre de la otra, Zila.
20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan
en tiendas y crían ganados.
21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de
todos los que tocan arpa y flauta.
22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra
de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama.
437
Enoc su hijo Irad
Irad su hijo Mehujael
Mehujael su hijo Metusael
Metusael su hijo Lamec
Lamec y su esposa Ada tuvieron dos hijos: Jabal y Jubal
Lamec y su esposa Zila tuvieron dos hijos: Tubalcaín y Naama
438
estaba escrito y lo enseñó a otros hombres. Hay mucho trabajo de
Masonería en la construcción de la Torre de Babilonia. El Rey de
Babilonia, cuyo nombre era Nemrod, bajo la petición de su primo
el Rey de Nínive, mandó allí sesenta Masones y les dio, entre otras,
estas órdenes: que fuesen fieles los unos con los otros y se ama-
sen verdaderamente, y que sirvieran noblemente a su señor para el
justo merecimiento de su paga, y para que su maestro pudiera ser
venerado por ello y recibir sus honores. Así fue como la Masonería
recibió su primer encargo.
1,583 e:.v:.
439
cuanto a la hija, fundó el oficio del tejido.
Nimrod fue el nieto de Cam, hijo este de Noé que se salvó del
diluvio junto a su padre y sus descendientes en particular se asenta-
ron en las tierras de “Sumeria” a las que conocían como el “Sinar”,
lo que no admite duda, que el reinado de Nimrod estuvo allí: Y fue
el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de
440
Sinar. De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot,
Cala, y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande.
441
de Caín, con quien construyeron la primera ciudad de “Enoc”, lue-
go del diluvio estos constructores que eran descendientes de Noé a
través de sus tres hijos Sem, Cam y Jafet, poblaron la tierra. Para
“edificar” la ciudad y la torre, requería de constructores (masones),
que había entre estos hombres y lo realizaron. La torre de Babel
fue una estructura comúnmente conocida entre los sumerios como
Zigurat.
1,607 e:.v:.
Estos hijos sabían bien que Dios tomaría venganza por el pe-
cado o por fuego o por agua; por ello escribieron las ciencias que
habían fundado en dos columnas, que serían encontradas después
de la inundación de Noé.
442
una de ellas y vivió en el año del mundo dos mil y setenta y seis, en
el reino de Ninus, y algunos piensan que era nieto de Cush, quien
era nieto de Noé, él fue el primero que comenzó a abandonar la
astrología para admirar las otras maravillas de la naturaleza; el
probó, que había un dios, creador de todas la cosas, el dividió el
día en doce horas.
1,710 e:.v:.
443
en los campos tuvieron corderos, para los que construyó abrigos
de piedra y de madera, como podéis ver en el capítulo cuarto del
Génesis.
Estos niños sabían que Dios quería vengarse sobre la tierra del
pecado por el fuego o por el agua.
444
terra y Past Master de la Logia de investigación Quatuor Coronati
N° 2076 dice:
Fue de ellas que él retomó las tradiciones según las cuales las
Logias de Francmasones habían existido desde tiempos antiguos;
igualmente retomó de allí la idea de que varias personalidades bí-
blicas históricas, y otras puramente legendarias habían sido pa-
trones, promotores o Grandes Maestros del Oficio así como de que
un cierto príncipe Edwin había convocado una gran asamblea de
Masones en York hacia el año 926 de la era cristiana. Durante
dicha asamblea les habría otorgado una constitución y les habría
ordenado reunirse trimestralmente para gobernar sus Logias. Se
da la impresión de que la Gran Logia o Asamblea siguió existiendo
en forma ininterrumpida desde esa fecha hasta 1717.
445
En la edición de 1738, Anderson parece haberle dado, desafor-
tunadamente, rienda suelta a su imaginación, pues construyó una
detallada “historia” de la Masonería Inglesa desde la supuesta
Asamblea de York, hasta la resurrección de la Gran Logia en 1717
y la continuó inclusive hasta 1738.
Por otra parte John Hamill remarca que: Debido a que la histo-
ria escrita por Anderson fue publicada con la sanción de la Gran
Logia, se le atribuyó el carácter de historia sagrada, tanto más por
446
cuanto su contenido no fue impugnado por quienes tomaron parte
en los eventos de 1717. Su trabajo resultó de tan grande acepta-
ción que continuó siendo publicado reiteradamente sin alteracio-
nes, simplemente con actualizaciones, en todas las subsiguientes
ediciones de las Constituciones de la Gran Logia hasta la última
edición de 1784 (Teoría acerca del origen de la Masonería, R.•. H.•.
John Hamill).
447
se desviara la discusión de su propósito original estaba prohibido
hablar de la divinidad, asuntos de estado o actualidad, limitándose
los temas a tratar a la Nueva Filosofía, las materias relacionadas –
Medicina, Anatomía, Geometría, Navegación, Estática, Mecánica,
etc.– y los experimentos. Tras la restauración monárquica con el
ascenso al trono de Carlos II en 1,660, las reuniones se reanudaron
en Londres uniéndose a ellas el grupo que había permanecido en
Oxford. La primera reunión tuvo lugar el 28 de noviembre. Tras
una lectura a cargo de Christopher Wren, los asistentes decidieron
fundar una Sociedad para la promoción del Saber Experimental Fí-
sico-Matemático, reunirse una vez por semana (los miércoles), es-
tablecer una cuota de ingreso de 10 chelines y una cuota semanal de
un chelín para sufragar los experimentos. Pues a esta organización
pertenecía John Tillotson.
448
moralidad y la piedad son tan esenciales a la ciudad como la ar-
quitectura. Los constructores de Babel fueron dispersados, ya que
no poseían ni los signos de la verdadera masonería ni el espíritu
que la caracteriza.
La ciudad de nuestro Dios tiene doce puertas para que los ele-
gidos penetren por el este, por el oeste, por el norte y por el sur, a
fin de residir en el reino de Dios. La puerta estrecha es el pasaje
a lo que se llama belleza, por el cual entraremos en el corazón (al
son de) la alabanza.
449
7.1.8 Manuscrito Graham 1,726.
-Pero, ¿cómo fue posible que los trabajos de los babilonios fue-
ran erigidos antes de que el evangelio comenzara a brillar?
-¿Esto es tradicional?
450
dre, como si dijeran: Oh, Padre del cielo, ayúdanos ahora, porque
nuestro padre terrestre ya no puede hacerlo. Entonces, dejando de
nuevo el cadáver, y no sabiendo qué hacer, uno de ellos dijo: Hay
tuétano en este hueso, y el segundo dijo: Pero es un hueso seco, y
el tercero dijo: apesta.
451
oral desde Noé hasta Abraham y los patriarcas, el último de los
cuales llevo nuestro arte sublime a Egipto. Fue José quien dio a los
egipcios la primera idea para la construcción de los laberintos de
las pirámides y de los obeliscos que se han admirado en todas las
épocas. Es por esta tradición patriarcal que nuestras leyes y nues-
tras máximas se difundieron en Asia, Egipto, Grecia y entre todos
los gentiles; sin embargo, rápidamente nuestros misterios fueron
alterados, degradados, deformados y mezclados con supersticio-
nes y la ciencia secreta solo se conservó pura en el pueblo de Dios.
452
Christian Jack en su libro “La masonería: historia e inicia-
ción” dice: En 1,823, Oliver escribía estas sorprendentes líneas:
“Nuestra sociedad existía antes de la creación de este globo te-
rrestre, por entre los diversos sistemas solares”. Sólo retomaba un
mito según el cual una sociedad iniciática digna de este nombre se
confunde con el propio orden del universo. Por ello algunos her-
manos podían afirmar, sin desorden mental alguno, que la masone-
ría estaba ya viva antes de la creación de la tierra y se encontraba
distribuida por el cosmos.
453
puesto que Dios había fundado la masonería para que en ella se
reunieran los sabios.
454
ran cualquier querella y que veneraran a sus maestros que poseye-
ran los secretos del arte.
455
mezclando la arcilla húmeda con trozos de carrizo o paja. También
sabían que a los objetos de arcilla se les podía dar resistencia y
durabilidad cociéndolos en el horno. Fue gracias a estos avances
técnicos que se hizo posible la construcción de los primeros edi-
ficios del mundo, así como la elaboración de la primera cerámica
duradera.
456
creciendo a medida que el estado centralizado se constituía como
protagonista de la historia sumeria, desde la poderosa ciudad estado
de Uruk hasta la emergencia de Ur y la posterior preponderancia
babilónica. Habiéndose encontrado, de estos períodos, decenas de
miles de tablillas realizadas con motivos administrativos y econó-
micos, estos evidencian la presencia de un nutrido grupo de escri-
bas en todo este tipo de actividades. Leer y escribir eran la base de
sus tareas, tanto en lo que se refiere a redactar cartas e informes
como escribir glorificaciones, a los reyes y los dioses. Pero también
conocían las técnicas contables fundamentales, que les permitían
dirigir la administración del palacio o el templo, llevar el registro
del almacenamiento de productos, sus transacciones, el reparto de
raciones o el pago a los suministradores de productos o servicios.
457
ocupación sistemática de la parte sur de Mesopotamia, el territorio
que rodea a la desembocadura de los ríos Tigris y Éufrates, que son
terrenos fundamentalmente llano y salpicado de pantanos, maris-
mas y brazos de agua cuyo control resulta esencial tanto para pro-
tegerse de las inundaciones como para mejorar su aprovechamien-
to, extendiendo su presencia a campos no irrigados naturalmente.
Labores de este tipo corresponden a organizaciones sociales de las
familias y clanes dentro de una estructura jerarquizada en mayor o
menor grado. Así pues, se asiste en ese tiempo, tras el dominio de
las técnicas esenciales de la agricultura y la ganadería, al control de
las técnicas de regadío.
458
De un regulador construido en Lagash durante el tiempo de En-
metena da cuenta el siguiente texto: “Cuando Ningirsu ordenó sus
ofrendas regulares en el templo Girnun y determinó el destino de
Enmetena en el templo Eninnu, y Nanse lo miró con aprobación
desde Sirara, Enmetena construyó para Ningirsu el regulador del
canal Lummagin-du, de 648,000 ladrillos cocidos y 1,840 gur de
betún”.
459
construcción. Como no disponían de canteras de piedras construían
con ladrillos de diferentes tamaños, conforme a la necesidad arqui-
tectónica, por ello eran cuidadosos en estimar la cantidad de los
diferentes tipos de ladrillos, el costo de producción de cada tipo de
ladrillo, que consideraba detalladamente el costo de la excavación
del material a usarse, el costo del mezclado de la arcilla, paja y
agua, el moldeado, secado, transporte y apilado, que constituía el
costo de fabricación del ladrillo. El costo de construir el muro que
incluía la elaboración del mortero para unir los ladrillos, así como
la altura del muro. Esta sociedad de eficientes constructores, que no
contaba con canteras de piedras, tenía que hacer el mantenimiento
de sus construcciones, con regularidad, por ello hicieron cálculos
de sus costos de demolición y limpieza, siendo el “Lugal” (rey) el
primer albañil o masón, responsable de las construcciones nuevas y
del mantenimiento de las antiguas.
460
varios siglos antes que en Francia e Inglaterra. Así en una escritura
notarial efectuada en el 918 en Gravedona, en el Lago de Como
(Lombardía), un tal Petelpertus de Graveduna vende ciertas tierras
en Ponte e Clure (hoy Chiuro, distrito de Puente en Valentina) a
cierto Alloni del mismo lugar de Clure, la escritura dice: “vendo…
mia portio de accesa tam in monte quam in planis, tam de poria
quam et de solivo, qui pertinet de casa maconica”. La casa maconi-
ca se refiere a una casa hecha de cal y ladrillos o piedras.
461
dencia escrita sobre sus actividades, usos, costumbres y religión,
antes que ninguna otra cultura, y en ellas hallamos la mención de
“albañil” en los mes que entrego Enki a Inanna, texto que mencio-
namos como un ejemplo.
462
el celestial, tenía el rango de sesenta, a Enlil se le dio el rango de
cincuenta, a Ninurta, su hijo principal, Enlil le concedió el mismo
rango. El siguiente en la sucesión era el señor Enki, sostenía el ran-
go de cuarenta; a Nannar, el hijo de Enlil y Ninlil, se le asignó el
rango de treinta. A su hijo y sucesor, Utu, le tocó el rango de veinte;
al resto de los hijos de los líderes Anunnaki se les concedió el ran-
go-número de diez. Los rangos de los cincos se compartieron entre
las mujeres Anunnaki y las esposas.
463
de los Nobles Vigilantes, se llamó a la Primera Región. Después,
se decidió dejar que las gentes de cabeza negra tuvieran una ciudad
para ellos mismos; Kishi (más conocido como Kis o Kic), Ciudad
Cetro, se llamó, en Kishi comenzó la realeza del Hombre. Allí, en
terreno consagrado, Anu y Enlil implantaron el Objeto Brillante
Celestial.
464
Esta vinculación con el mundo divino se celebraba y se perpe-
tuaba cada año en la gran fiesta de año nuevo (Akitu), que sería fija-
da definitivamente en el siglo XVII a. C. Se celebraba en la ciudad
santa de Babilonia, durante el mes de nisán (mes de marzo), en esta
fiesta se entronizaba solemnemente al rey, y su reinado quedaba
confirmado un año más. Con todo, la estabilidad política sólo se
podía mantener en tanto que participaba del gobierno los dioses,
que formaron el orden a partir del caos primordial cuando crearon
el mundo. Los siete días sagrados de la fiesta trasladaban a los par-
ticipantes del tiempo profano al mundo sagrado y eterno de los dio-
ses mediante prácticas rituales. Se sacrificaba un chivo expiatorio
para borrar el año viejo que concluía. La humillación pública del
rey y la entronización de un “rey de carnaval”, tenían la función de
reproducir el caos original: se fingía una batalla para representar de
nuevo la lucha de los dioses contra las fuerzas destructoras. Estas
acciones simbólicas tenían un valor sacramental, hacía posible que
los babilonios se sumergieran en el poder sagrado o mana del que
dependía su gran civilización. Pensaban que la cultura era un logro
frágil, que en cualquier momento podía ser víctima de las fuerzas
del desorden y la desintegración. El cuarto día de la fiesta, por la
tarde, sacerdotes y cantores entraban en el santo de los santos para
recitar el Enuma Elish, el poema épico que cantaba la victoria de
los dioses sobre el caos. Esta historia era un relato de los hechos
relacionados con el origen físico de la vida sobre la tierra, un acto,
intencionalmente simbólico, para sugerir un gran misterio y dar a
conocer su poder sagrado.
465
Para el sumerio, su aprecio por la cultura urbana, consideraba
al mundo como una gran ciudad y el paraíso como una urbe. La
preeminencia de lo construido y de la cultura, sobre la naturaleza.
Lo modelado y lo intervenido, sobre lo “natural” –una visión que
sin duda, escapa a nuestro imaginario, por nuestra influencia mar-
cadamente “bíblico”–. Esta forma de ver el mundo, dio lugar a dos
géneros literarios, que son propios del Próximo Oriente antiguo.
466
confianza que sufría el rey, por una decisión o acción equivocada,
que habría disgustado al cielo. Los dioses no castigaban a la ciudad:
La dejaban simplemente a su suerte.
467
Tú que has desafiado a Enlil.
Que tus bosquecillos queden reducidos a un montón de polvo...
Que los ladrillos de arcilla de que estás
Hecha vuelvan a su abismo,
Que sean ladrillos malditos por Enki.
Que tus árboles vuelvan a sus bosques,
Que sean los árboles malditos por Ninildu.
Tus bueyes abatidos
Que así puedas abatir a tus mujeres en su lugar.
Tus carneros degollados
Que así puedas degollar a los niños en su lugar.
Tus pobres
Que así puedan ser obligados
A ahogar sus preciosos (?) hijos...
Agadé, que tu palacio, construido con el corazón alegre,
Se convierta en una ruina lamentable...
Que en los lugares donde se celebraban tus ritos y tus fiestas,
La zorra que vaga por las ruinas,
Menee el rabo.
Que en los caminos de sirga de tus barcas,
No medren más que hierbajos;
Que en los caminos de tus carros,
No medre más que la «planta que gime»;
Más aún, que en los caminos de sirga
Y los embarcaderos de tus barcas
Ningún ser humano pueda pasar,
A causa de las cabras salvajes,
De las sabandijas (?),
De las serpientes y de los escorpiones.
Que en tus llanuras,
Donde crecían las plantas que calman el corazón,
No medre más que la «caña de lágrimas».
Agadé, que en lugar de tu agua dulce,
No fluya más que un agua amarga.
Que el que diga: «Quisiera establecerme en esta ciudad»,
No encuentre sitio adecuado para instalarse; Que el que diga:
«Quisiera descansar en Agadé»,
y no encuentre sitio adecuado para dormir.
(Lamento por la destrucción de Acad).
468
tura y la intervención en un espacio físico terrenal, se corrobora en
el mito del llamado Paraíso sumerio (mito distinto del de la uru-ul-
la, pero que cuenta lo mismo, ofreciendo un punto de vista similar
sobre la urbe), es decir, un mito en el que se describe a E.din, el
espacio de los inicios: “cuando el león no atacaba, el lobo no mor-
día, los pájaros no picoteaban, los ancianos no morían, la tierra
carecía de límites, los canales estaban vacíos…”
469
Para los mesopotámicos, tanto la realeza como, la ciudad, eran
instituciones que no habían sido creadas por los hombres. Eran,
por tanto, incuestionables. Eran obra de los dioses. Cinco capita-
les, santas o sagradas como Eridu, Bad-tibira, Larsa, Sippar y Shu-
ruppak, o profanas como Kis, Uruk, Ur, Nippur y otras, se proyec-
taron desde lo alto. Los mismos reyes primigenios tan sabios como
los Siete Sabios de los inicios, con los que mantenían relaciones, y
con los que, en alguna ocasión se confundían, eran seres extraordi-
narios, héroes sin duda, que vivieron miles de años. La lista de los
primeros reyes sumerios, establecida a finales del III milenio a. C.,
remontaba hasta los orígenes de la humanidad, cuando en el mundo
solo vivían dioses. El diluvio marcó un final y un nuevo inicio. Las
ciudades constituían el marco en el que la humanidad prosperó. El
mundo no se concebía sin ciudades. Verdaderas ciudades: centros
de poder y de reparto, asentadas en un territorio que dominaban
pero del que dependían. La noción, la imagen de la ciudad era tan
nítida que, solo existía una palabra en sumerio –uru– para designar
a esta entidad. No eran necesarias metáforas ni circunloquios. La
designación de los pueblos, por el contrario, se podía hacer con
un sinfín de sinónimos. La realidad del campo era cambiante. La
relación entre la naturaleza, los pueblos y los campos, era confusa
o difícil de precisar. La relación del campo con la ciudad, era clara
y definida.
470
ha facilitado el descubrimiento de ciudades como Habura Kabiba
y, sobre todo, Ebla. La primera fue considerada como una colonia
sumeria, por el parecido entre estructuras arquitectónicas de Habu-
ra Kabiba y de Uruk. En Ebla, situada lejos del delta del Tigris y el
Éufrates, al norte del desierto sirio, se halló una de las bibliotecas
más grandes de tablillas en sumerio que se conoce. Desde los años
80, el estudio de la cultura o la lengua sumeria pasa necesariamente
por Ebla. Algunos estudiosos, ante los descubrimientos de los últi-
mos veinte años, se preguntan ¿Estas ciudades fueron colonias su-
merias?, porque se pensaba que Súmer no fundó colonias o urbes.
471
Bad-tibira, Larsa, Sippar y Shuruppak, desde donde los anunnakis
realizaban diversas actividades relacionadas a la extracción y tras-
lado de minerales como el oro. Estas ciudades fueron destruidas por
el diluvio. La familia o grupo de humanos que se salvó liderados
por Ziuzudra el Noé sumerio (Utnapishtim o Atrahasis) descendie-
ron de su barca en el monte Ararat y esperaron a que descendiera
el agua para ir repoblando el Oriente Medio. Esto explicaría dos
cosas:
472
disueltos por las aguas fluviales o freáticas.
473
tres maneras de ocupar el espacio: organización política (realeza),
urbanística (ciudad, campos cultivados, irrigación, ganadería) y
contable, estaban unidos, porque se necesitaban.
474
y pese a su laconismo los primeros textos hallados, en Uruk, del
3,300 a. C., revelan un grado de complejidad impropio de una escri-
tura balbuceante, y unas estructuras gramaticales ya consolidadas.
Es decir la escritura en la cultura sumeria se dio para perennizar
la palabra de los dioses, así el lenguaje escrito y hablado sumerio,
se utilizó hasta la época de los babilonios para referirse a las cosas
de los dioses, era el lenguaje culto y literario, que permaneció en
uso en la época de los acadios, especialmente en los rituales reli-
giosos.
475
imaginamos hoy), pero no necesariamente religiosos (aunque, toda
la ciudad, al igual que cualquier ciudad mesopotámica, pertenecía
a los dioses, que fueron éstos quienes las fundaron y velaban por
ellas).
476
llaban a quién pertenecían las tierras, junto con himnos a los dioses
protectores de la tierra y maldiciones contra los invasores.
477
emperador Sargón I se atrevió a construir de motu proprio (las tra-
diciones hebreas, cristianas y musulmanas, por su parte, atribuyen
la fundación de Agadé al impío Nemrod, creador –o arquitecto– de
la torre de Babel, según cuenta la Biblia). Por otra parte, Sargón se
deificó y se construyó un templo: puesto que Agadé era una ciudad
nueva fundacionalmente, atribuida a la decisión de los hombres y
no de los dioses, no podía presentarse como un espacio consagrado,
desde la noche de los tiempos, a los dioses principales de sumeria.
478
naban rápidamente, pese al grosor de los muros, tanto por las infil-
traciones de las aguas freáticas (todo el sur de Irak se halla a nivel
del mar), como por las ocasionales lluvias destructivas, así como el
siempre cambiante curso de los ríos que podían alejarse tanto que
desabastecían las ciudades de agua, o acercarse hasta socavar los
cimientos. Preservar la arquitectura era un signo de buen gobierno.
Además de la guerra, la función del rey era el cuidado de los san-
tuarios y de las instalaciones (canales, almacenes, vías de comuni-
cación) demostrando el control que ejercía sobre el mundo. Donde
los masones o albañiles eran altamente especializados.
479
primer ritual de los constructores, de los albañiles o masones, ritual
y costumbre que se ha perennizado hasta nuestra época actual: “La
Ceremonia de colocación de la Primera Piedra”.
480
mismas proporciones aplicadas a la construcción de las infraestruc-
turas más icónicas del mundo antiguo. Así la proporción fue utili-
zado por los constructores de todas las culturas más antiguas: Los
sumerios, egipcios, caralinos (Perú) e hindús, y continuó su aplica-
ción con los griegos y romanos hasta su universalización a través de
los masones de la edad media. ¿Esto es una casualidad?
481
que es lo mismo, templo-palacio, no podía existir la ciudad, la cual
era a su vez un reflejo del macrocosmos, que debía desenvolverse
en perfecta armonía con el microcosmos, es decir, el hombre. Si no
había esta armonía, el caos dominaría el mundo. Si no hay ciuda-
des, peligraría el hombre. Por esta razón había ritos de construcción
y/o reconstrucción.
482
cada signo zodiacal en un doceavo. Esto quiere decir que ellos ya
conocían los signos zodiacales, algunos con otros nombres, sin em-
bargo los caldeos definieron mejor estos signos y así llegaron hasta
nuestra época. Sobre este particular en nuestro libro “Los Misterios
de los Signos Zodiacales” tratamos el tema con mayor detalle.
Lo primero que había que hacer era buscar y sacar a la luz, con
ayuda de un hacha especial, santificada por el sumo sacerdote, el
Temenu, nombre sumerio del Texto de Fundación, generalmente
grabado en un pequeño cilindro o clavo votivo. Estos clavos, fabri-
cados de bronce o arcilla, con la cabeza de un dios, tenían el poder
de apartar a los espíritus malignos y arrojarlos de sus escondites.
Una vez hallado el Temenu, el rey lo untaba con miel, cerveza y
aceite y lo volvía a enterrar, teniendo buen cuidado de ocultar su
nueva posición. Esto era si se trataba de un trabajo de mantenimien-
to o reconstrucción.
483
señor, incliné mi cerviz, desaté el ropaje que cubría mi Majestad y
transporté ladrillos y arcilla sobre mi cabeza”.
La solemnidad era tal que: Él… los días Gudea prolonga las
noches de Ningirsu (?). Debido a la construcción de la casa de
su amo, ni dormía por la noche, ni tampoco lo tenga en su cabeza
durante la siesta. Ello se debía a que si el dios se considerara ofen-
484
dido o no complacido, Gudea sería castigado por el dios perdiendo
la corona.
485
el molde de ladrillo y actuó exactamente según lo prescrito, con lo
que el primer ladrillo de la casa a la existencia en el mismo llego,
mientras que todos los que estaban allí rociaban aceite o perfume
de cedro. Su ciudad y la tierra de Lagas pasaron el día con él en
la alegría.
486
Luego de comprobar que el ladrillo estaba adecuadamente he-
cho, dejo que se seque y luego lo ungió con esencia de ciprés y
bálsamo. Nuevamente se menciona a Enki que es el dios protector
de los masones sumerios.
487
al ladrillo: El “ladrillo del destino” levantó su cabeza hacia él,
/ estiró (ávidamente) su cuello hacia él para la construcción del
templo puro, / y en aquella visión nocturna, hacia su rey, / cuando
Gudea abrió sus ojos sobre su señor Ningirsu, / éste le habló so-
bre su templo y su construcción: / las grandes “fuerzas divinas”
del Eninnu él se las puso ante sus ojos. La presencia del “ladrillo
del destino” se acentuará más adelante, durante el segundo sueño,
al narrar el ritual de consagración del templo. Además se hablaba
de placas fundacionales (la segunda modalidad) en este caso una
placa de lapislázuli con un plano del templo, un cesto de albañil y
un “molde puro”, es decir, el utilizado para hacer el “ladrillo del
destino”: Una primera mujer, ¿quién era?, ¿quién no era? / Apare-
ció (luego); sobre la cabeza le sobresalía un apropiado tocado, / en
una mano tenía un cálamo de plata pura, / sobre una tablilla en sus
rodillas estaban diseñadas las “estrellas del buen cielo”./ Ella la
consultaba. / Había un segundo (hombre) como un guerrero, quien,
/ poderoso en fuerza, sujetaba una placa de lapislázuli en la mano,
/ sobre la cual establecía el plano de un templo. / Delante de mi se
hallaba una cesta pura, / se había dispuesto un molde puro, / se
había colocado el “ladrillo del destino” dentro del molde para mí.
488
alzó el ladrillo, entre su pueblo, lo llevó (allí) . . . / situó el ladrillo,
midió a pasos el templo, / estableció el diseño del templo / (como
un auténtico) Nisaba, que conoce el sentido de los números.
489
Nimrod de Assurnasirpal II (883–859 a. C.) y siete de época de Sar-
gón II (721–705 a. C.), de procedencia desconocida. Tales ladrillos
resulta una fuente de información básica por las inscripciones que
presentan. Los textos inscritos, realizados o mano o estampados a
molde, suelen ser alabanzas a los dioses titulares de las edificacio-
nes, explicando el uso y la finalidad de ésta, o bien a los soberanos
que en el futuro habrán de restaurar dichos edificios. En ocasiones
los propios moldes de estampación se incorporan a los depósitos
fundacionales, lo que se justificaría por la importancia que como
garantía de autenticidad les asignaba el Himno al Templo Eninnu;
así, en el Louvre se conserva un ejemplar de molde de terracota
para estampar inscripciones en ladrillos de fundación procedente
del templo del dios Soleil, en Larsa, 1,850 a. C.
490
lizadas en piedra caliza y lapislázuli entre el 2,500 y el 2,400 a. C.
491
cobre, de plata y magnesita (carbonato de magnesio). Con algunas
variantes, insistiendo en la titularidad y el patronazgo real, sus ins-
cripciones evocan la construcción de la ciudad, sus palacios y sus
templos, con indicación expresa de los materiales empleados tanto
en las obras de edificación como en las tareas de ornamentación; la
información se acompaña de maldiciones a quienes destruyeran las
obras realizadas por el monarca. Esta tradición se perpetuaría con
los persas aqueménides. Así, en el Palacio de Persépolis (Fars), se
han encontrado depósitos fundacionales en las distintas salas que
han permitido datarlas y adscribirlas en reinados.
492
dacionales, habiendo ejemplares constatados desde mediados del
tercer milenio a. C. Desde entonces se mantiene ejemplos hasta
época de Hammurabi, aunque la mayoría de los conservados en los
fondos museísticos analizados corresponden al tercer milenio a. C.
Los clavos de fundación a modo de cono aparecen desde mediados
del tercer milenio a. C., conservándose en el Museo del Louvre
ejemplares de las época de Gudea, Sîn-Kâshid de Uruk (siglo XIX
a. C.) y Hammurabi (siglo XVIII a. C.). En el caso de clavos de
fundación con forma de figurillas, sobre las cuales Buren (1,930-
1,931) aportó las primeras consideraciones sobre el tema: las di-
mensiones varían según el material, siendo evidentemente mayores
los de barro cocido que los de metal, que alcanzan en torno a 12 cm
de altura y 6 cm de diámetro.
493
les sobre clavos; se documento un ejemplar en cobre procedente de
Tello (2,120 a. C.) que representa a un toro y otro de una figurilla
con cabeza de león y patas de rapaz. En el Museo Británico también
existe algún ejemplar, concretamente procedente de Zerghul, en el
reino de Lagash (2,130 a. C.). En el mundo hurrita, en el que tam-
bién encontraremos casos de clavos de fundación el tema animal
era más frecuente.
494
incluso ocasionalmente más de uno, o bien uno en el centro de su
eje axial.
495
tuándose la diversidad tipológica a partir del Imperio Nuevo, sien-
do estas:
496
en sendos ladrillos del nacimiento (birth brick), en realidad adobes,
persiguiendo con ello obtener la protección del dios Meskhenet,
representado con forma de ladrillo y cabeza humana.
497
tos como el del hemiespeo de Deir er Bahari (de 23.9 cm) se ha po-
dido corroborar su uso para el transporte de bloques. Si bien, al no
existir ningún ejemplar original, se ignora sus dimensiones reales.
498
go vacío una serie de reyes relanzaron esta dinastía y prepararon el
terreno para el surgimiento del apogeo cultural que reinó en todo
el territorio sumerio y que aconteció durante la III dinastía de Ur.
499
buyen al menos veinte años de reinado, desde 2,141 a 2,122 a. C.
Según la costumbre mesopotámica, los años no se designaban me-
diante números, sino con nombres, es decir con frases que aludían
a los eventos más significativos que habían tenido lugar durante
el año. Así, el primer año de su gobierno se llamó “año en que
Gudea se convirtió en ensi (gobernador)”, y el último de que se
tiene noticia sobre él fue el “año en que fue construido el templo
Ebagara”. Gudea contrajo matrimonio con Ninalla, hija de su pre-
decesor Ur-Baba. Se le conoce una segunda mujer, con el nombre
de Nininimagina; no obstante, faltan datos que determinen si fue
ésta su primera esposa y Ninalla la segunda o si tuvo dos mujeres
al mismo tiempo.
500
Siendo el más retratado de la historia sumeria, tiene más de 30
estatuas esculpida en roca volcánica (diorita zul) o dolerita negra.
Se le representa vestido como monje, con túnica, hombros descu-
biertos y las manos juntas en actitud de oración. Producen una im-
presión de serena majestad y de intenso fervor religioso. Las efi-
gies que se apartan de este modelo de relación paterno-filial con
la divinidad, lo muestran sentado, con una tablilla en el regazo, en
la que se inscribe o está, sin duda, a punto de trazarse el plano de
un templo. Una regla y un estilete, apoyados en la amplia tablilla,
atestiguan que Gudea es el autor del plano.
501
altos y gruesos cilindros de arcilla, conservados en el Museo del
Louvre de París), en la que narra un sueño y lo que aconteció a con-
tinuación: una serie de divinidades se le aparecieron en sueños, le
comunicaron que tenía que construir un templo al dios protector de
la ciudad de Girsu (capital del estado de Lagash) y personal suyo,
Ningirsu (Señor de Girsu), y le mostraron el plano del templo, un
reflejo del plano de los cuerpos siderales el día en que debería ini-
ciar la construcción. Le dictaron, además, cómo debería operar y
qué materiales debería utilizar. Al despertarse, Gudea, extrañado e
inquieto por el sueño que no comprendía, acudió al templo de su
“madre”, una diosa, quien le explicó qué debía hacer: encontrarse
con otras divinidades a fin que le interpretasen el sueño. Al cabo
de poco, Gudea obedeció. Las obras se iniciaron tal como había
ordenado el cielo.
502
contienen descripciones arquitectónicas únicas y evidencian una
terminología constructiva tan técnica que sólo es explicable por el
gran interés que mostraba Gudea en este tipo de materias.
503
guerras constantes con el Estado vecino de Umma para hacerse con
el control de unas tierras muy extensas y productivas, y durante el
conflicto Lugalzagesi de Umma destruyó parcialmente la ciudad
sagrada de Girsu. A pesar de que Ur-Baba, predecesor de Gudea,
había emprendido labores de renovación y reconstrucción, fue el
propio Gudea quien llevó a término la restauración del conjunto.
504
El panteón mesopotámico era encabezado por An, el dios del
cielo, que tenía sus hijos:
El dios de los aires Enlil (en: señor, lil: aire o soplo, también es-
píritu), aéreo portavoz de An, y el dios de las aguas ocres, cargadas
de limo, de las marismas.
Enki (en: señor, ki: tierra, en este caso, el suelo húmedo y fan-
goso del delta).
Estos cuatro dioses, eran los dioses principales, a los que se po-
drían añadir Nergal, rey de los infiernos, Utu, el sol, Sin, o Nanna,
la luna, e Inanna, la diosa del deseo engendrador y la destrucción.
505
jor manera de resolver, por las buenas o por las malas, un problema
dado. Esta suprema divinidad era Enki: el dios que sabía desenredar
asuntos complejos, deshacer ovillos en los que era imposible seguir
el hilo o la trama de un asunto.
Enki.
506
lograr su cometido y en consecuencia los defendió de la maldición
que An, desde el cielo les lanzó. Los griegos en su época tendrán
una figura mitológica de nombre Prometeo, cuyo predecesor es el
sumerio Enki.
507
Diluvio, cesara y las aguas se amilanaran. Utnapishtim era sabio y
sabía quién era el que le mandaba esta orden, que cumplió diligen-
temente, tras informar a sus vecinos de que habían sido condena-
dos por los dioses. Apenas hubo concluido el arca, con la ayuda de
operarios y carpinteros, empezó a llover, de noche y de día. Hasta
los mismos dioses principales se asustaron de lo que habían desen-
cadenado, y se lamentaban. Algunos sumeriologos dicen que los
dioses no lo desencadenaron, solo sabían de la inminente llegada
del diluvio.
508
la tierra se recuperaba, hasta que ya era un vergel. Plantas y árbo-
les frutales, así como toda clase de animales, ofrecían un sustento
suficiente. Pero los enemigos, y las amenazas, podían aparecer en
cualquier momento. Era necesario habilitar parcelas productivas,
para asegurar su fertilidad durante todo el año, construir lugares
de invocación y de encuentro con las potencias sobrenaturales para
rogarles clemencia en caso de peligro.
509
o reordenador. Su nombre en acadio era Ea, palabra que algunos
especialistas derivan de la raíz semita ayya, que significa vida, y
que se encuentra también en el nombre de Yahvé.
510
las vacas - pluma. El pastor canta dulcemente su canción rústica,
el vaquero se pasa el día meciéndose sus bidones. Sus productos
harían honor a los finales de los almuerzos en el gran salón come-
dor de los dioses.
Líneas del 341 al 348: Ató por las cadenas y las coordina con
las bases, y con el poder de la asamblea que planeaba una casa y
lleva a cabo los rituales de purificación. El gran príncipe puso las
bases, y puso los ladrillos. Enki puso a cargo de todo esto de cuyas
bases, una vez establecidas, no ceder, cuyas buenas casas una vez
construida no colapsar, cuyas bóvedas llegar hasta el corazón de
los cielos como un arco iris ( ? ) - Mušdama, maestro de obras de
Enlil.
511
como era una divinidad, era impredecible, y bien podía revolverse
contra sus propias criaturas y destruirlas. Los hombres sabían que
sin Enki, no habrían podido sobrevivir. La ayuda que les brinda-
ba consistía siempre en la transmisión de conocimientos prácticos,
como habilitar un espacio, para construirse un techo protector don-
de guarecerse.
512
Dios, Enki, creador
De su propio, de su pensamiento
De su inteligencia, marca el mundo.
Por otra parte, Enki tenía los “Me”, que podríamos definirlo
como el Know how actual, entendiéndose en su traducción literal:
como hacer, como saber hacer o conocimientos prácticos.
513
Ley 231.- Si hizo morir al esclavo del dueño de la casa, dará al
propietario de la casa esclavo como esclavo.
Ley 232.- Si le ha hecho perder los bienes, le pagará todo lo que
se ha perdido, y, porque no ha hecho sólida la casa que construyó,
que se ha derrumbado, reconstruirá a su propia costa la casa.
Ley 233.- Si un arquitecto hizo una casa para otro y no hizo
bien las bases, y si un nuevo muro se cayó, este arquitecto reparará
el muro a su costa.
Ley 274.- Si uno tomó en alquiler el hijo de un obrero:
precio de un hombre 5 SHE de plata
precio de un ladrillero 5 SHE de plata
precio de un tejedor de plata
precio de un tallador de piedra de plata
...... de plata
...... de plata
de un carpintero de obra 4 SHE de plata
precio de un obrero de cueros ... de plata
precio de un carpintero de ribera ... de plata
precio de un obrero de la construcción ... de plata
le pagará por día.
514
diferentes documentos con valor científico, que los arqueólogos,
historiadores y universidades han publicado y que hemos puesto a
su disposición en el presente libro, donde indubitablemente se afir-
ma que el oficio de la construcción se originó en el Medio Oriente
en el seno de la civilización más antigua que dejo evidencia escrita,
y estos son los sumerios. Sin embargo allí también se originó la
enseñanza más profunda y perdurable de la iniciación: Morir para
renacer.
515
516
VIII. EL DESCENSO DE INANNA
AL INFRAMUNDO Y LOS
MISTERIOS INICIATICOS.
El documento escrito más antiguo del mundo, donde se narra el
misterio de la iniciación es “El descenso de Inanna al Inframundo”,
donde una deidad, va a la tierra sin retorno, seguido de su muerte,
resurrección y ascenso hacia el mundo cotidiano. Este documento
constituye un vasto ciclo de poemas, reconstruido a lo largo del
siglo XX, a medida que se encontraron y tradujeron más tablillas
cuneiformes que dejaron los sumerios sobre este primigenio mito.
La traducción de las tablillas, nos ofrecen la insólita visión de una
diosa que emprende con éxito la tarea imposible de ir al inframun-
do y retornar; no es un personaje secundario o incidental, como en
otros mitos posteriores, sino que ella es el centro de la acción.
517
en el siglo XVIII, información que pudiese afirmar una antigüedad
mayor a la que proporciona la Biblia y otros documentos que An-
derson utilizó para escribir “Las Constituciones” de la masonería
especulativa, la misma que pronto fue observada con documentos
de la masonería operativa, que precisaban una antigüedad mayor.
Estos documentos son las denominadas “Constituciones Góticas”,
o “Antiguos Cargos” (Old Charges), cuyas referencias basadas en
la biblia hebrea y biblia cristiana, ubican a los primeros masones
en el Medio Oriente. En estos documentos se mencionan a perso-
najes cuya existencia se ubican antes del diluvio y corresponden a
Adán y los descendientes de Caín, los mismos que fueron muertos
con la llegada del diluvio. Noé y su familia se salvaron de ella y
reiniciaron a poblar las tierras del Medio Oriente. Esto por enton-
ces fue considerado como “mito” o “leyenda”, muchos lugares que
se mencionaban no “existían”, no habían sido hallados. Conforme
avanzaban los descubrimientos arqueológicos, muchas ciudades
fueron desenterradas y encontraron tablillas de barro, con extraños
signos o símbolos cuyo significado se desconocía en los territo-
rios del actual Irak. Los estudiosos conforme encontraban mayor
cantidad de material, aligeraban la tarea de descifrar la extraña
escritura, hasta que con rigor científico se podía leer estos textos,
pero las narraciones que contenían eran más sorprendentes aún. Se
hablaba de diferentes aspectos de una civilización muy organizada,
la más antigua que había dejado registros escritos, con ciudades y
lugares que el Tanaj y la Biblia mencionaban. Las narraciones eran
coherentes con lo mencionado en el Tanaj y la Biblia, y mostraban
un panorama más rico en detalles, sobre la vida de los hombres en
el Medio Oriente y los inicios de la humanidad luego de la gran
catástrofe del diluvio.
518
descifrar tablillas sumerias, acadias y babilonias, cuyas narraciones
curiosamente no están en contradicción a las ya conocidas escri-
turas del Tanaj y la Biblia, que tomaron e integraron, antiguas tra-
diciones y mitos sumerios, para escribir los libros sagrados de las
religiones abrahamicas. Leer las tablillas descifradas y los libros
sagrados mencionados, nos proporciona un escenario más rico en
información, porque se complementan. Son las mismas historias,
narradas con fines diferentes.
519
14-19 Tomó los siete poderes divinos. Ella recogió los poderes
divinos y les tomó en su mano. Con los buenos poderes divinos,
ella siguió su camino. Se puso un turbante, tocados para el campo
abierto, en su cabeza. Ella tomó una peluca para su frente. Colgó
pequeñas cuentas de lapislázuli alrededor de su cuello.
20-25 Se colocan los granos individuales en forma de huevo
sobre su pecho. Se cubrió el cuerpo con una pala vestido, el vesti-
do de la señora. Ella puso el rímel que se llama “Que un hombre
venga, que venga” en sus ojos. Ella sacó el pectoral que se llama
“Vamos, hombre, ven” sobre su pecho. Se coloca un anillo de oro
en su mano. Sostuvo el lapislázuli varilla de medición y medición
de la línea en la mano.
26-27 Inanna viajó hacia el mundo subterráneo. Su ministro
Nincubura viajó detrás de ella.
28-31 Santo Inanna dice que Nincubura: “Ven mi fiel ministro
de E-ana, mi ministro que habla buenas palabras, mi escolta que
habla palabras de confianza”.
32-36 “En este día voy a descender a los infiernos. Cuando he
llegado en el bajo mundo, crea un lamento por mí en los montículos
ruina”. Batir el tambor para mí en el santuario. Hacer las rondas
de las casas de los dioses para mí.
37-40 “lacerar sus ojos para mí, lacerar la nariz para mí. La-
cerar sus oídos para mí, en público. En privado, lacerar sus nalgas
para mí como un pobre, vístete en una sola prenda y solo ponga los
pies en el e-Kur, la casa de Enlil”.
41-47 “Cuando haya entrado en el E-Kur, la casa de Enlil, se
lamentan ante Enlil:” Padre Enlil, no dejar que nadie matar a su
hija en el mundo subterráneo. No deje que su metal precioso pue-
de alear allí con la suciedad de los bajos fondos. No deje que sus
lapislázulis preciosos pueden dividir allí con piedra de albañil. No
deje que su hoja ser cortado hasta allí con la madera del carpinte-
ro. No deje señorita Inanna se mató en el bajo mundo”.
48-56 Si Enlil no le ayuda en este asunto, vaya a Urim En el
E-barro-Kura al Urim, cuando haya introducido el E-KIC-nu-jal,
la casa de Nanna, lamentan antes de Nanna: Padre Nanna, no deje
que nadie la muerte de su hija en el mundo subterráneo. No deje
que su metal precioso puede alear allí con la suciedad de los bajos
fondos. No deje que sus lapislázulis preciosos pueden dividir allí
con piedra de albañil. No deje que su boj ser cortado hasta allí con
la madera del carpintero. No deje señorita Inanna se mate en el
bajo mundo.
520
57-64 “Y si Nanna no le ayuda en este asunto, vaya a Eridug.
En Eridug, cuando se ha entrado en la casa de Enki, el lamento
antes de Enki”: Padre Enki, no deje que nadie mate a su hija en el
mundo subterráneo. No deje que su metal precioso puede alear allí
con la suciedad de los bajos fondos. No deje que sus lapislázulis
preciosos pueden dividir allí con piedra de albañil. No deje que su
boj ser cortado hasta allí con la madera del carpintero. No deje
que a la señorita Inanna se mate en el bajo mundo.
65-67 “Padre Enki, el señor de gran sabiduría, sabe de la plan-
ta que da la vida y el agua que da la vida. Él es el que me va a
devolver a la vida”.
68-72 Cuando Inanna viajó hacia el bajo mundo, su ministro
Nincubura viajó de detrás de ella. Le dijo a su ministro Nincubura:
“Ve ahora, mi Nincubura, y prestar atención No se olviden de las
instrucciones que le he dado”.
7377 Cuando Inanna llegó al palacio Ganzer, empujó agresiva-
mente en la puerta de los bajos fondos. Ella gritó de manera agre-
siva en la puerta del inframundo: “Ábrase, portero abrir, Abre,
Neti, abre estoy sola y quiero entrar”.
78-84 Neti, el jefe portero del mundo subterráneo, respondió
santa Inanna: “¿Quién es usted?” “Estoy Inanna yendo hacia el
este”. “Si está Inanna va hacia el este, ¿por qué tiene que viajar
a la tierra del no retorno? ¿Cómo se configura el corazón en la
carretera cuya viajero nunca vuelve?”
85-89 Santa Inanna le respondió: “Porque el Señor Gud-gal-
ana, el marido de mi hermana mayor santa Erec-ki-gala, ha muer-
to; con el fin de tener sus ritos funerarios observados, que ofrece
generosas libaciones en su estela esa es la razón”.
90-93 Neti, el jefe portero del mundo subterráneo, respondió
santa Inanna: “Quédate aquí, Inanna voy a hablar con mi amante.
Voy a hablar con mi señora. Erec-ki-gala y decirle lo que usted ha
dicho”.
94-101 Neti, el jefe portero del bajo mundo, entró en casa de
su amante Erec-ki-gala y dijo: “Mi señora, hay una chica solitaria
fuera de ella es. Inanna, su hermana, y ella ha llegado a la Ganzer
palacio. Ella empujó agresivamente en la puerta de los bajos fon-
dos. Ella gritó de manera agresiva en la puerta de los bajos fondos.
Ella ha abandonado e-ana y ha descendido a los infiernos”.
102-107 “Ella ha tomado las siete potencias divinas. Ella ha
recogido los poderes divinos y les agarrado en la mano. Ella ha
llegado en su camino con todos los buenos poderes divinos. Ella ha
521
puesto un turbante, tocados para el país abierto, en su cabeza. Ella
ha tomado una peluca para su frente. Ella ha colgado pequeñas
cuentas de lapislázuli alrededor de su cuello”.
108-113 “Ella ha colocado cuentas individuales en forma de
huevo sobre su pecho. Ella ha cubierto su cuerpo con la pala ves-
tido de señora. Ella ha colocado el rimel que se llama “Que un
hombre que” en los ojos. Ella ha tirado del pectoral que se llama
“Vamos, hombre, ven” sobre su pecho. Ella ha colocado un anillo
de oro en su mano. Ella es la celebración de la varilla de medición
de lapislázuli y la medición de la línea en la mano”.
114-122 Al oír esto, Erec-ki-gala palmea al lado de su muslo.
Se mordió los labios y tomó las palabras en serio. Ella dice a Neti,
su principal Portero: “Ven Neti. Mi jefe de portero de los bajos
fondos, no descuide las instrucciones que yo les daré Deje que las
siete puertas del inframundo sean atornilladas. A continuación, de-
jar que cada puerta del palacio Ganzer sea. Abrirlo por separado.
En cuanto a ella, después de que ella haya entrado, y agachado y
tenía su ropa retirada, se la llevarán a distancia”.
123-128 Neti, el jefe del portero de los bajos fondos, prestar
atención a las instrucciones de su amante. Se atornilla las siete
puertas del inframundo. Luego abrió cada una de las puertas del
palacio Ganzer por separado. Dijo a santa Inanna: “Vamos, Inan-
na, y entrar”.
129-133 Y cuando Inanna entró, la línea vara de medir lapis-
lázuli y de medición fueron retirados de la mano, cuando entró en
la primera puerta, el turbante, tocados para el país abierto, fue eli-
minado de su cabeza. “¿Qué es esto?” “Estar satisfecho, Inanna,
un poder divino de los bajos fondos se ha cumplido. Inanna, usted
no tiene que abrir su boca contra los ritos de los bajos fondos”.
134-138 Cuando entró en la segunda puerta, las pequeñas per-
las de lapislázuli fueron retirados de su cuello. “¿Qué es esto?”
“Estar satisfecho, Inanna, un poder divino de los bajos fondos se
ha cumplido. Inanna, usted no tiene que abrir su boca contra los
ritos de los bajos fondos”.
139-143 Cuando entró en la tercera puerta, las cuentas indi-
viduales en forma de huevo fueron retirados de su pecho. “¿Qué
es esto?” “Estar satisfecho, Inanna, un poder divino de los bajos
fondos se ha cumplido. Inanna, usted no tiene que abrir su boca
contra los ritos de los bajos fondos”.
144-148 Cuando entró en la cuarta puerta, el “Ven, hombre,
venga” pectoral fue retirado de su pecho. “¿Qué es esto?” “Estar
522
satisfecho, Inanna, un poder divino de los bajos fondos se ha cum-
plido. Inanna, usted no tiene que abrir su boca contra los ritos de
los bajos fondos”.
149-153 Cuando ella entró en la quinta puerta, el anillo de oro
fue retirado de su mano. “¿Qué es esto?” “Estar satisfecho, Inan-
na, un poder divino de los bajos fondos se ha cumplido. Inanna, us-
ted no tiene que abrir su boca contra los ritos de los bajos fondos”.
154-158 Cuando ella entró en la sexta puerta, la varilla de me-
dición de lapislázuli y la línea de medición fueron retiradas de su
mano. “¿Qué es esto?” “Estar satisfecho, Inanna, un poder divino
de los bajos fondos se ha cumplido. Inanna, usted no tiene que
abrir su boca contra los ritos de los bajos fondos”.
159-163 Cuando ella entró en la séptima puerta, la pala vesti-
do, la prenda de vestir de señora, fue retirado de su cuerpo. “¿Qué
es esto?” “Estar satisfecho, Inanna, un poder divino de los bajos
fondos se ha cumplido. Inanna, usted no tiene que abrir su boca
contra los ritos de los bajos fondos”.
164-172 Después de que ella se había agachado hacia abajo y
se había quitado la ropa, que se llevaron a distancia. Luego hizo su
hermana Erec-ki-gala aumento de su trono, y en su lugar se sentó
en su trono. El Anuna, los siete jueces, dictó su decisión en su con-
tra. La miraron –era el espectro de la muerte–. Y hablaron con ella
–era la voz de la ira–. Gritaban a ella –fue el grito de culpabilidad
pesada–. La mujer afligida se convirtió en un cadáver. Y el cadáver
fue colgado en un gancho.
173-175 Después de tres días y tres noches habían pasado, su
ministro Nincubura, su ministro que habla buenas palabras, su
acompañante que habla palabras de confianza, lleva a cabo las
instrucciones de su señora, no se olvidó de sus órdenes, que no
descuidó sus instrucciones.
176-182 Hizo un lamento por ella en sus casas en ruinas. Ella
golpeó el tambor para ella en los santuarios. Ella hizo las rondas
de las casas de los dioses para ella. Ella lacerado sus ojos para
ella, lacerado su nariz. En privado se laceró sus nalgas para ella.
Como un pobre, se vistió a sí misma en una sola prenda, y solo se
puso el pie en el E-Kur, la casa de Enlil.
183-189 Cuando hubo entrado en el E-Kur, la casa de Enlil, se
lamentó ante Enlil: “Padre Enlil, no deje que nadie le de muerte de
su hija en el inframundo. No permita que su metal precioso puede
alear allí con la suciedad de los bajos fondos, no deje que sus lapis-
lázulis preciosos puedan dividir allí con piedra de albañil, no deje
523
que su boj ser cortado hasta allí con la madera del carpintero, no
deje que la señorita Inanna sea muerta en el mundo subterráneo”.
190-194 En su rabia padre Enlil respondió a Nincubura: “Mi
hija ansiaba el gran cielo y anhelaba el gran abajo también. Inan-
na ansiaba el gran cielo y anhelaba la gran continuación, así los
poderes divinos de los bajos fondos son poderes divinos, que no
deben ser anhelaba, para el que ante ellos deben permanecer en el
bajo mundo. ¿Quién, después de haber llegado a ese lugar, podía
esperar para llegar de nuevo?”
195-203 Así padre Enlil no ayuda en este asunto, así que fue
a Urim. En el E-barro-Kura al Urim, cuando ella había entrado
en el E-KIC-nu-jal, la casa de Nanna, se lamentó antes de Nanna:
“Padre Nanna, no deje que a su hija se mate en el inframundo. No
deje que su metal precioso puede alear allí con la suciedad de los
bajos fondos. No deje que sus lapislázulis preciosos pueden dividir
allí con piedra de albañil. No deje que su boj ser cortado hasta allí
con la madera del carpintero. No lo hagas dejó señorita Inanna se
mató en el bajo mundo”.
204-208 En su rabia padre Nanna respondió a Nincubura: “Mi
hija ansiaba el gran cielo y anhelaba el gran abajo también. Inan-
na ansiaba el gran cielo y anhelaba la gran continuación, así los
poderes divinos de los bajos fondos son poderes divinos, que no
deben ser anhelaba, para el que antes ellos deben permanecer en
el bajo mundo. ¿Quién, después de haber llegado a ese lugar, en-
tonces podía esperar para llegar de nuevo?”.
209-216 Así padre Nanna no le ayuda en este asunto, así que
fue a Eridug. En Eridug, cuando ella había entrado en la casa de
Enki, se lamentó ante Enki: “Padre Enki, no deje que nadie mate
a su hija en el inframundo. No permita que su metal precioso pue-
de alear allí con la suciedad de los bajos fondos. No deje que sus
lapislázulis preciosos puedan dividir allí con piedra de albañil. No
deje que su boj ser cortado hasta allí con la madera del carpintero.
No deje señorita Inanna ser muertos en el mundo subterráneo”.
217-225 Padre Enki respondió Nincubura: “¿Qué ha hecho mi
hija, Ella me tiene preocupado? Lo que ha hecho Inanna me tiene
preocupado. Lo que tiene la maestra de todas las tierras realizadas
Ella me tiene preocupado. ¿Qué tiene el hierodule...? El hecho de
ella me tiene preocupado. Así padre Enki le ayudó en esta mate-
ria. Se retira un poco de suciedad de la punta de la uña y creó el
Kur-jara. Se quitó un poco de suciedad de la punta de la otra uña y
creó la gala-tura. Para el Kur-jara ha dado a la planta que da vida.
524
A la gala-tura le dio el agua que da vida.
226-235 Entonces el padre Enki habló a la gala-tura y el
Kur-jara: Uno de ustedes rociar la planta que da la vida por ella,
y el otro el agua que da vida. Ir y dirigir sus pasos al mundo subte-
rráneo. Flit allá de la puerta como moscas. Deslizarse a través de
los pivotes de las puertas como fantasmas. La madre que dio a luz,
Erec-ki-gala, a causa de sus hijos, se ha quedado allí. Sus sagra-
dos hombros no están cubiertos por una tela de lino. Sus pechos no
están llenos como un Cagan buque. Sus uñas son como un pico (?)
sobre ella. El pelo de la cabeza se agrupa para arriba como si se
tratara de puerros.
236-245 Cuando ella dice, “Oh mi corazón”, que vais a decir.
Usted está en problemas, nuestra ama, oh tu corazón. Cuando dice
“Oh mi hígado”, que vais a decir. Usted está en problemas, nues-
tra ama, oh su hígado. (Se le pedirá entonces:) ¿Quién es usted?
Hablando desde mi corazón a su corazón, de mi hígado para su
hígado –si usted es dios, déjame hablar con usted; si está mortal,
podrá decretarse un destino para ti–. Haz que juran por este cielo
y la tierra.
246-253 Ellos le ofrecen un río lleno de agua –no lo acepte–.
Ellos le ofrecen un campo con su grano –no aceptarlo–. Pero decir
a ella: Danos el cadáver colgado en el gancho. Ella responderá:
ese es el cadáver de su reina. Decirle: ya se trate de nuestro rey, ya
sea la de nuestra reina, danos a nosotros. Ella le dará el cadáver
que cuelga en el gancho. Uno de ustedes espolvorear sobre ella la
planta que da la vida y el otro el agua que da la vida. Por lo tanto
Inanna surgió.
254-262 La gala-tura y el Kur-jara prestaron atención a las
instrucciones de Enki. Que revoloteaban por la puerta como mos-
cas. Se deslizaron a través de los pivotes de las puertas como fan-
tasmas. La madre que dio a luz, Erec-ki-gala, a causa de sus hijos,
yacía allí. Sus sagrados hombros no estaban cubiertos por una tela
de lino. Sus pechos no estaban llenos como un Cagan buque. Sus
uñas eran como un pico (?). Sobre ella, el pelo en la cabeza fue
amontonada como si se tratara de puerros.
263-272 Cuando dijo “Oh mi corazón”, que le dijo: “Usted
está preocupado, nuestra ama, oh tu corazón”. Cuando dijo “Oh
mi hígado”, que le dijo: “Usted está preocupado, nuestra ama, oh
su hígado”. (Luego se preguntó :) “¿Quién eres tú que te digo de
todo corazón a tu corazón, de mi hígado para su hígado?”. Si usted
es dioses, ¿voy a hablar con usted? Si es mortal, podrá decretarse
525
un destino para ti. La hicieron jurar este por el cielo y la tierra.
Ellos…
273-281 Se les ofreció un río con el agua –que no lo acepta-
ron–. Se les ofreció un campo con su grano –que no lo aceptaron–.
Y le dijeron: “Danos el cadáver que cuelga en el gancho”. Santo
Erec-ki-gala que responde a la gala-tura y el Kur-jara: “El cadá-
ver es el de su reina”. Y le dijeron: “Ya se trate de la de nuestro
rey o la de nuestra reina, danos a nosotros”. Se les dio el cadáver
que cuelga en el gancho. Uno de ellos roció en él la planta que da
la vida y el otro el agua que da vida. Y por lo tanto Inanna surgió.
282-289 Erec-ki-gala, dijo a la gala-tura y el Kur-jara: “Trae
tu reina…, el…se ha apoderado”. Inanna, a causa de las instruc-
ciones de Enki, estaba a punto de ascender desde los bajos fondos.
Pero a medida que Inanna estaba a punto de ascender desde los
bajos fondos, la Anuna la agarró: “¿Quién subió nunca de los ba-
jos fondos, ha ascendido ileso de los bajos fondos? Inanna para
ascender desde los bajos fondos, dejar que proporcionen un susti-
tuto de la misma”.
290-294 Así que cuando Inanna dejó el mundo terrenal, el que
está delante de ella, aunque no es un ministro, un cetro en la mano;
el que está detrás de ella, aunque no una escolta, llevan una maza
en la cadera, mientras que los pequeños demonios, como una caja
de láminas, y los grandes demonios, como las cañas de una valla,
se lo impidieron por todos los lados.
295-305 Los que la acompañaban, los que acompañaron a
Inanna, saben sin comida, sin saber beber, comer ninguna ofrenda
de harina y beber sin libación. Ellos no aceptan regalos agrada-
bles. Ellos nunca disfrutan de los placeres del abrazo conyugal, no
tienen ningún niño dulce para besar. Se arrancan la mujer de los
brazos de un hombre. Se arrancan el hijo de la rodilla de un hom-
bre. Hace la novia salir de la casa de su padre –en ley–. Toman la
esposa de distancia de los brazos de un hombre que quitan el niño
colgando de un ama de cría de mamas. Trituran sin ajo amargo
comen sin peces, que comen no hay puerros ellos, que era, quien
acompañó. Inanna.
306-310 Después de Inanna había ascendido desde el infra-
mundo, Nincubura se arrojó a sus pies en la puerta de la Ganzer.
Se había sentado en el polvo y vestido a sí misma en un trapo de
inmundicia. Los demonios dijeron a santa Inanna: “Inanna, proce-
der a su ciudad, vamos a llevarla de vuelta”.
311-321 Santa Inanna respondió a los demonios: “Este es mi
526
ministro de buenas palabras, mi escolta de las palabras de confian-
za. No se olvidó mis instrucciones. Ella no descuidar las órdenes
que le di. Ella hizo un lamento por mí en la ruina. Montículos ella
tocar el tambor para mí en los santuarios, ella hizo las rondas de
las casas de los dioses para mí, ella lacerado sus ojos para mí,
lacerado su nariz para mí... Ella lacerado sus oídos para mí en
público, en privado, ella lacerados sus nalgas para mí. Al igual que
un pobre, que vistieron a sí misma en una sola prenda.
322-328 Todo solamente dirigió sus pasos a la E-Kur, a la casa
de Enlil, y para Urim, a la casa de Nanna, y para Eridug, a la casa
de Enki. Ella lloró en presencia de Enki. Ella me trajo de vuelta a
la vida. ¿Cómo podría entregarla a usted? vayamos a otra parte.
Vamos a pasar a la Sig-Kur-caga en Umma.
329-333 En el Sig-Kur-caga en Umma Cara, en su propia ciu-
dad, se arrojó a sus pies. Se había sentado en el polvo y se vistió
con un trapo de inmundicia. Los demonios dijeron a santa Inanna:
“Inanna, proceder a su ciudad, nos lo llevaremos de vuelta”.
334-338 Santo Inanna respondió a los demonios: “Cara es mi
cantante, mi manicura y mi peluquero ¿Cómo podría darle la vuel-
ta a usted? Vayamos a otra parte. Pasemos al E-MUC-kalama en
Bad-tibira”.
339-343 En el E-MUC-kalama en Bad-tibira, Lulal, en su pro-
pia ciudad, se arrojó a sus pies. Se había sentado en el polvo y se
vistió de trapo de inmundicia. Los demonios dijeron a santa Inan-
na: “Inanna, proceder a su ciudad, nos lo llevaremos de vuelta”.
344-347 Santa Inanna respondió a los demonios: “Sobresalien-
te Lulal me sigue a mi derecha y mi izquierda ¿Cómo podría darle
la vuelta a usted? Vayamos a otra parte. Vayamos a otra parte a la
gran manzano en la llanura de Kulaba”.
348-353 La siguieron al gran manzano en la llanura de Kulaba.
Hubo Dumuzid vestido con un magnífico vestido y sentado en un
trono magnífico. Los demonios no lo agarraron por sus muslos. A
él siete de ellos vierte la leche de sus bidones. A él siete de ellos
sacudieron la cabeza como… No me dejaron jugar el pastor de la
tubería y la flauta delante de ella (?).
354-358 Ella lo miró, era el aspecto de la muerte. Ella habló
con él (?), Era el discurso de la ira (?). Ella gritó a él, era el grito
de culpabilidad pesada: “¿Cuánto tiempo más llevárselo?”. Santa
Inanna dio a Dumuzid el pastor en sus manos.
359-367 Los que la habían acompañado, que habían venido
para Dumuzid, saber sin comida, sin saber beber, comer ninguna
527
ofrenda de harina, beber no libación. Ellos nunca disfrutar de los
placeres del abrazo conyugal, no tiene ningún niños dulces de be-
sar. Se arrancan el hijo de la rodilla de un hombre. Hacen que la
novia salir de la casa de su padre-en-ley.
368-375 Dumuzid dejó escapar un gemido y se volvió muy páli-
do. El muchacho levantó las manos al cielo, a Utu: “Utu..., Usted
es mi hermano-en-ley. Soy tu relación por matrimonio que trajo
la mantequilla a la casa de tu madre me trajo leche de la casa de
Ningal. Aparta mis manos en serpiente. Manos y convertir mis pies
en los pies de serpiente, para que pueda escapar de mis demonios,
Para que no se mantienen bodega de mí”.
376-383 Utu. Acepto sus lágrimas, de Dumuzid demonios no
podían mantener el asimiento de él. Utu volvió de Dumuzid manos
en las manos de serpiente. Se volvió sus pies en los pies de serpien-
te. Dumuzid escapó de sus demonios. Como un sajkal serpiente
que…) Se apoderaron… Santa Inanna… su corazón.
384-393 Santa Inanna lloró amargamente por su marido. Ella
le desgarraba el cabello como el esparto, que arrancó hacia fuera
como el esparto. “Usted esposas que se encuentran en el abrazo
de sus hombres, ¿dónde está mi precioso esposo? Usted los niños
que se encuentran en el abrazo de sus hombres, ¿dónde está mi
hijo precioso? ¿Dónde está mi hombre? ¿Dónde…? ¿Dónde está
mi hombre? ¿Dónde…?”
394-398 Una mosca habló con Santa Inanna: “Si te muestro
donde su hombre es, ¿cuál será mi recompensa?” Santa Inanna
respondió al momento: “Si usted me muestra dónde está mi hombre
es, voy a darle este regalo: ¿Voy a cubrir…?
399-403 La mosca ayudó (?) Santa Inanna: La joven Inanna
decretó el destino de la marcha: (?). (?) En la cervecería y la taber-
na, no puede… para usted va a vivir como los hijos de los sabios.
Ahora Inanna decretó este destino y por lo que llegó a ser.
404-410 …estaba llorando. Ella se acercó a la hermana y... de
la mano (?): “Ahora, por desgracia, mi… Usted durante la mitad
del año y su hermana por la mitad del año: cuando son demanda-
dos, en ese día se alojará, cuando se exigió a su hermana, en ese
día usted será liberado”. Así santa Inanna dio a Dumuzid como
sustituto…
411-412 Santo Erec-ki-Gala - dulce es tu alabanza.
528
descripción de los “misterios” iniciáticos y de las iniciaciones en
ella, del cual toman diversas escuelas la “magia” del “morir para
renacer”, que practica la masonería y otras escuelas.
Uruk era una ciudad Sumeria en la ribera oriental del río Éu-
frates, que llegó a tener una población aproximada entre 50,000 y
80,000 personas. El período de la existencia de Uruk, cubre el final
de la era de cobre y el principio de la era de Bronce (4,000 – 3,100
a. C.), y su diosa tutelar era Inanna, la deidad femenina más pro-
minente.
529
que en las historias narradas acerca de ella siempre se resaltan sus
poderes mortíferos. A lo largo del Neolítico, el búho es una imagen
de la diosa en el mundo del “más allá”.
530
se trasladaron a diversas culturas posteriores hasta llegar al mundo
griego donde florecieron, en Frigia y otros lugares, según eviden-
cias comprobadas, desde el siglo VII a. C., hasta la llegada del cris-
tianismo y su consolidación en la época del Imperio Romano.
531
sa y sus convicciones morales y filosóficas. La obra posee un rico
lenguaje lleno de símbolos y frecuentes referencias a personajes
históricos y de la antigua mitología. A ella, numerosos artistas de
todos los tiempos, le crearon ilustraciones, destacando las de Botti-
celli, Gustave, Doré, Delacroix, Dalí y otros.
532
obvio que es un pretexto. Debe existir otra razón probable para el
descenso.
533
La intromisión de estas criaturas indeseadas, hacen que llore
Inanna, pues materializan su propia oscuridad y frente a ella se ve
impotente; por esta razón pide ayuda a su hermano, parte humano
y parte dios: Gilgamesh, que acude para ayudar a su hermana y
ahuyenta a los intrusos usando su fuerza. En pago Inanna le regala
el Pukku y el Mikku, elementos que jugaran un papel crucial en las
posteriores aventuras del héroe.
534
Condujo a Dumuzi hacia los dulces muslos de Inanna y habló:
“Mi reina, he aquí la elección de tu corazón. El rey, tu amado des-
posado. Que pase largos días en la dulzura de tus sagrados muslos.
Otórgale un reinado favorable y glorioso. Concédele el trono real,
firme en sus cimientos. Concédele el cayado de los juicios de los
pastores. Concédele la corona permanente con la noble y radiante
diadema. Desde donde el sol asciende hasta donde el sol se oculta,
Del sur al norte, Desde el mar superior hasta el mar inferior, Desde
la tierra del árbol huluppu hasta la tierra del cedro, Que su cayado
de pastor proteja toda Sumeria y Acadia.
Como labrador, que sus campos sean fértiles, Como pastor, que
sus rebaños se multipliquen, Que bajo su reinado haya vegetación,
Que bajo su reinado haya riqueza de grano. En las tierras panta-
nosas que haya peces y parloteo de aves, En el cañaveral que los
juncos jóvenes y los viejos crezcan altos, En las llanuras que los
árboles mashgur crezcan altos, En los bosques que los venados y
las cabras salvajes se multipliquen, En los huertos que haya miel
y vino, En los jardines que la lechuga y el berro crezcan altos, En
el palacio que haya larga vida. Que haya crecida en el Tigris y el
Éufrates, Que las plantas crezcan altas en sus riberas y llenen las
vegas, Que la Señora de la vegetación apile el grano en montones
y cúmulos. O mi Reina del Cielo y de la Tierra, Reina de todo el
universo, Que él disfrute de largos días en la dulzura de tu cintura
sagrada”.
Inanna dijo: “Mi amado, deleite de mis ojos, ven a mí. Nos re-
gocijamos juntos. Tomó su placer de mí. Me trajo a su morada. Me
tendió en el lecho fragante de miel. Mi dulce amor, que yace junto
a mi corazón, Con juegos de lengua, una por una, Mi hermoso Du-
muzi lo hizo cincuenta veces. Ahora, mi dulce amor está saciado”.
535
Inanna dijo: “Mi portador de capullos, tu seducción fue dulce.
Mi portador de capullos en el manzanal, Mi portador de fruta en
el manzanal, Dumuzi-abzu tu seducción fue dulce. Mi intrépido,
Mi estatua sagrada, Mi estatua ataviada con espada y diadema de
lapizlázuli, Qué dulce fue tu seducción...”
536
Inanna cuidó del árbol con su mano. Asentó con su pie la tierra
alrededor del árbol. Se preguntaba: “¿Cuánto tiempo pasará hasta
que tenga un trono brillante donde sentarme? ¿Cuánto tiempo pa-
sará hasta que tenga un lecho brillante donde acostarme?”
537
Algunos reyes antiguos se hicieron enterrar con sus cortesanos, sir-
vientes, ayudantes y con sus carrozas. Este inframundo sumerio, no
tiene nada que ver con el infierno cristiano, pues allí no hay casti-
gos ni recompensas. El inframundo sumerio, es el lugar al que van
los cuerpos de los muertos, y del que nada regresa, del que nada
se sabe, es el lugar de lo oculto, del conocimiento prohibido, de
aquello que no es accesible a la conciencia.
Las razones por las que Inanna decide visitar a su hermana ma-
yor y gemela Ereshkigal son confusas, por una parte en el relato
se aclara que su motivo era acompañar a su hermana en los ritos
de muerte de su esposo Gugalanna, quien fue muerto por Enkidu,
acompañante de Gilgamesh en su famosa aventura. Pero de eso no
se vuelve a hablar en todo el poema, lo que hace sospechar que sus
motivos podrían ser otros. Implica que Inanna no se ha contentado
con su propio dominio sino que quiere también el de Ereshkigal
¿Podría ser? Cabe esa posibilidad ya que despierta la ira de Eresh-
kigal ante la presencia de Inanna, que ha recibido ya la mejor parte
siendo diosa de la tierra y el cielo, en tanto que a ella le han dado
como herencia “la casa del polvo” el inframundo.
Sin embargo para los iniciados de las diversas escuelas, que in-
cluye a la masonería, el primer verso del poema se hace esclarece-
dor: “Desde el Gran Arriba ella prestó oído al Gran Abajo”. En
Sumeria, se usaba la misma palabra para oído y para sabiduría. En
consecuencia la motivación de Inanna para descender al inframun-
do, es su búsqueda del conocimiento. La diosa del cielo y la tierra,
deja todo para bajar al más profundo abismo. Abandona las “siete”
ciudades donde le rinden culto, y se viste con siete me para ir al
inframundo:
538
valor de amuleto y propiedades mágicas.
5. Pectoral de piedras finas. Simboliza el ímpetu valeroso.
6. Capa. Símbolo de majestad, se le puede ver un simbolismo
ascensional y celeste.
7. Cercos en torno de sus ojos. El ojo simboliza la conciencia,
la percepción intelectual, simboliza la esencia y el conocimiento
divino. Inanna resalta sus ojos por lo que resalta su cualidad cons-
ciente.
Una vez que esta en la puerta del inframundo, Inanna exige con
voz fiera al portero Neti, que se le permita la entrada. En la versión
Acadia del mito Innana/Ishtar amenaza con entrar por su propia
fuerza, tumbar la puerta y dejar que los muertos vuelvan a la tierra.
Aquí vemos una Innana prepotente y altiva, exigiendo entrar en el
reino de la inconsciencia, presentándose ante sus puertas con todos
sus logros y virtudes, de su poder y grandeza.
539
enfrentarse a la muerte, lo único que le resta conocer es el secreto
del abismo, aquello totalmente opuesto a su reino y a sí misma.
Neti hace pasar a Inanna por la primera puerta y tal como man-
do Ereshkigal, hace inclinar a la reina del cielo y la tierra, que pasa
inclinada las puertas del inframundo. En la primera es despojada de
su corona, y en cada puerta le son arrebatados todos los atributos de
la divinidad, la civilización y la consciencia con los que se vistió.
En cada puerta Inanna interroga a su verdugo sobre la razón de tal
vejación y lo único que escucha es que son las leyes de la dueña del
mundo inferior. En todo esto, permanece junto a Inanna en las siete
puertas, la duda y el ansia de conocimiento que no la abandona
jamás.
540
y le proporciona ayuda es Enki, dios de la Sabiduría, el mismo que
había entregado los me a Inanna. Enki crea dos seres que no son
ni machos ni hembras y los envía junto con el agua de la vida al
inframundo, para que se ganen el favor de Ereshkigal consolándola
en sus dolores de parto.
541
del año y su hermana lo reemplazará la otra mitad, conmovida por
sus ruegos. Esto es otra prueba del poder adquirido, ahora puede
hacer dictar quién entra y quién sale.
542
sumeria, trivializan la búsqueda de Inanna. Para los babilonios, Ish-
tar llega a descender al inframundo para rescatar a Tammuz el Du-
muzi babilonio, en una versión más sentimental y asimilable. Como
se puede percibir, el aspecto profundo de Inanna ya se había perdi-
do. En ésta, la sexualidad aparece como una faceta complementada
con otras: es esposa y amante, también madre y gobernante, pero
el verdadero carácter de la aventura del descenso al inframundo, se
puede apreciar en su plenitud en la versión sumeria.
Son muchos los estudiosos que dicen que hay una gran enseñan-
za en el poema de “Inanna y el descenso al inframundo”, sobre el
cual se construyó diversos aspectos simbólicos de los “misterios”
muy en boga en las épocas egipcia, griega, romana y posteriores
543
Dentro de los cultos mistéricos y sociedades iniciáticas, es fre-
cuente encontrar la aventura mitológica del héroe, fórmula que es-
tructura los ritos de iniciación: separación – iniciación - retorno.
544
oscuro de la personalidad, los aspectos rechazados y negados por
nosotros mismos o nuestras sociedades). Muchas veces a los héroes
se les escapa de las manos el botín que arduamente consiguieron
en el Más Allá –es el caso de Orfeo, Gilgamesh y Psique–, pero
siempre regresan más sabios, convertidos en ejemplo, y hasta con
conocimientos de carácter iniciático que le son revelados, inagu-
rando nuevas tradiciones; fue el caso de los conocimientos órficos
sobre el alma después de la muerte, que influyeron posteriormente
en el cristianismo e inauguro las tradiciones fúnebres.
545
a la vida, después de que Ereshkigal tiene su parto. Esto es el aspec-
to básico de la iniciación: volver a la vida, a través de la resurrec-
ción o renacimiento.
Estas figuras y otras seguirán ese patrón que fue instaura en Su-
meria. El descenso es pues la experiencia de la muerte, el ingreso al
vientre de la madre tierra. Allí se sepulta a los muertos, pero tam-
bién allí es donde germinan las semillas, donde están los poderes
subterráneos de la muerte y la regeneración, así como –desde otro
ángulo– existe un fondo insondable de sabiduría, que puede repre-
sentar el lado oculto de la propia psique (alma humana).
546
Inanna se encuentra con Ereshkigal en el inframundo, ambos
poderes actúan sobre cada una de ellas hasta fundirlas en una sola.
En los mitos posteriores de otras culturas, los viajeros al Inframun-
do llegan a “entrevistarse” con Hades, el Dios de los Muertos, o
con su esposa Perséfone. Inanna y Gilgamesh, no encuentran a Ha-
des, pues aún no existía los mitos griegos, pero se encuentran con
Ereshkigal la diosa del inframundo. Dante Alighieri, en su “Divina
Comedia”, se cuelga de las barbas del mismísimo demonio, pero
no establece una relación personal con él; Orfeo consiguió llegar
hasta el Dios de la Muerte embrujando con su música a todo guar-
dián que se le pusiera enfrente, y hasta dicen que durante algunos
momentos las almas del Inframundo olvidaron sus pesares; Hades,
conmovido, accedió a entregarle a Eurídice y dejarlos regresar a la
vida, pero le puso aquella condición de no mirar atrás que lo hizo
fracasar (como a todo el que queda ligado obsesivamente al pasa-
do). Psique, que baja a los Infiernos por encargo de Afrodita para
pedirle a Perséfone que le donara un poco de su belleza en un co-
frecito, logra su cometido (por desgracia, abrió el frasco y cayó en
un profundísimo sueño), para lograrlo sortea las trampas de la an-
fitriona: Perséfone sabía, que si uno come algo en el mundo de los
muertos debe permanecer allí para siempre, así como si se sienta
en la silla del olvido quedará inmovilizado, pero Psique estaba bien
asesorada. En cambio, Teseo y Piritoo, quedaron sentados por toda
la eternidad luego de que Hades los recibiera con una opípara cena,
muestra de su falsa hospitalidad; Teseo solo regresa a la superficie,
finalmente, cuando Hércules lo rescata.
547
La aclaración de lo que era el hades y el tártaro como lugares
para los griegos es pertinente, ya que el Tanaj fue escrito en hebreo
y se traslitero al griego para constituir posteriormente el “Antiguo
Testamento” de la Biblia cristiana.
548
trimonio y la ley sagrada, portadora de las estaciones y protectora
del ciclo de la vida y la muerte. Deméter es hija de Cronos y de Rea
y por lo tanto hermana de Zeus, con quien tuvo a Perséfone.
549
Cuando Deméter recupera su forma de diosa, vuelve a sentir
nostalgia por su hija, y hace que en la tierra no germine semilla al-
guna. Deméter decreta la muerte hasta que su hija regrese a su lado.
En el mito Sumerio, las semillas dejan de germinar cuando los jue-
ces del inframundo se llevan a Dumuzi consigo; hay ira en Inanna
cuando encuentra a su esposo y en Deméter cuando la apartan de su
trabajo de nodriza.
550
su descenso va acompañada de la duda y el afán de conocimiento,
mientras que Perséfone está llena de aflicción y temor, ambas pier-
den las condiciones que tenían antes de entrar y ambas regresan a
la tierra llenas de poder y honores.
551
tó y quitó el calzón de su cuerpo. “ Por qué, oh, portero, quitaste el
calzón de mi cuerpo?” “Pasa, señora mía, así son las reglas de la
Dueña del Mundo Inferior”.
552
Para los iniciados de las escuelas iniciáticas se considera que
necesitamos morir de instante en instante, de momento en momen-
to, sólo con la muerte del Ego adviene lo nuevo. Así como la vida
representa un proceso gradual, igualmente la muerte del Yo es un
proceso de interiorización gradual, en el que la “conciencia” indi-
vidual, la “esencia” del ser, se despoja lentamente de sus inútiles
vestimentas, al igual que Inanna en su simbólico descenso, hasta
quedar enteramente desnuda y despierta en sí misma ante la Gran
Realidad de la vida, libre en su movimiento.
553
errónea interior, pero luego fue rescatada a petición de los dioses
por Enki (la divinidad de la sabiduría que siempre ayuda al estu-
diante en el trabajo de eliminación de su ego y su falsa personali-
dad), y con esta ayuda retorna al mundo.
554
narrativa alude a personajes y hechos mesopotámicos, y uno de los
más enigmáticos y distorsionados aspectos están relacionados con
la serpiente que insinuó a Adán y Eva para que coman el fruto del
árbol prohibido. También se dijo, que los dioses mesopotámicos
eran conocidos por los egipcios, pero con otros nombres, y similar
situación ocurría en todas las culturas del Medio Oriente y la Media
Luna Fértil, cuyo desarrollo histórico los vincula estrechamente a
todos, en los diferentes aspectos propios de su cercanía física.
555
En un paralelismo desconcertante, encontramos en el Jardín de
Edén (el E.din sumerio), que el dios-serpiente Enki, induce a Adán
y a Eva a comer el fruto prohibido, cuya consecuencia será apren-
der de primera mano, todas las cosas de su mundo.
556
La estructura del Bereshit o Génesis es un triunfo en el pensa-
miento abstracto, pero resulta extraño al pensamiento moderno. Lo
que se debe recordar es que eso, es un vestigio de la “gran com-
prensión” que una vez impartieron los dioses, sólo a unos pocos,
pero gradualmente se perdió después de que ellos se fueron. El au-
tor del Bereshit o Génesis no quiso revelar todo lo que se tomó
como verdad acerca de los dioses. Muchos de sus métodos fueron
por entonces considerados vergonzosos e incluso categóricamente
maliciosos. No obstante, todavía es posible encontrar el significa-
do más profundo de su mensaje. El talento de enredar las tradicio-
nes conjuntamente, permitió al autor que pudiera selectivamente
esconder los secretos. Sólo las verdades y las enseñanzas mora-
les simples son tomadas por la lectura ingenua. Sin embargo, para
aquellos cuyos ojos se han abierto y se han vuelto como los dioses,
la vida está llena de sutilezas.
557
dos de diferentes religiones y culturas del mundo que no tuvieron
aparente vínculo, también hacen similar referencia. Todo ello debe
ser “decodificado” a la luz de la ciencia y conocimientos actuales y
sacudirnos del oscurantismo medieval. La ciencia ofrece el camino
más seguro que la religión, para la búsqueda de dios, para lograr el
entendimiento sobre nosotros mismos y descubrir el sentido oculto
de este universo que es nuestro hogar. Las interrogantes del hombre
de la antigüedad ha perdurado hasta ahora, y las pocas respuestas
se mantuvieron “veladas” en las diferentes escuelas iniciáticas, sin
embargo, desde la lejana Sumeria, donde nacen los registros es-
critos, los iniciados guardaron el mensaje primigenio que fue tras-
mitiéndose de generación en generación, de cultura a cultura, de
religión a religión, y de iniciado a iniciado. Ahora, todos estos co-
nocimientos, deben ser explicados por los medios más expeditivos
a todos los hombres. No es hora de guardar “secretos”, que en poco
tiempo ya no serán necesarios, porque el hombre en su natural afán
de evolucionar tarde o temprano lo hallara.
558
cumbe bajo la infinita fuerza destructiva de la gravedad. Es el fin,
la comadrona del Cosmos, la gravedad, es también su sepulturera.
559
engaña. Otra figura distorsionada es el de Inanna (Ishtar), la diosa
que es “retratada” de manera vulgar y desagradable. Ishtar (Inanna
en Sumeria), como todas las grandes diosas de la fertilidad, tiene
una serie de amantes y a cada uno de ellos, les llega en su momento
a un final trágico, aunque en realidad cada uno es reencarnación
del anterior, y que hay, un enlace que conecta al antiguo amante
con el nuevo y transfiere el alma del dios que muere a su sucesor.
Ese vínculo es casi siempre representado como una rama de acacia,
que crece en la tumba del dios muerto y en la que el alma se posa
temporalmente antes de que, una vez más, se encarne en su sucesor.
Este es pues el símbolo y la referencia más antigua de la acacia en
aspectos iniciáticos, que posteriormente será retomado en la Leyen-
da masónica de Hiram Abif con los mismos propósitos.
560
En la época medieval, los masones operativos esculpieron la
figura del jabalí y el oso en las construcciones de catedrales, y se
asociaba a la influencia celta de los masones ingleses, simbolizando
la autoridad espiritual y el poder temporal. Rene Guenon, comple-
mento esta idea y decía que estos símbolos eran de origen eminen-
temente hiperbóreo y que estaban ligados también a las tradiciones
hindú, sin embargo en el gran santuario de Astarté en Afqa, en la
fuente del río Adonis en el monte Líbano, hay una gran escultura
pétrea en la que vemos las imágenes de Adonis y Afrodita (Astarté).
El primero “es retratado con una lanza, relajado esperando el
ataque del oso, mientras ella está sentada con actitud de tristeza.
Cabe señalar que el animal no es un jabalí, cuya aparición en la
forma griega de la leyenda es, sin duda, tardía y el significado
oculto del bajorrelieve es que el desafortunado hombre es destrui-
do por la diosa Madre en su forma animal”. Esta antigua idea ha
sido conmemorada en las ceremonias masónicas modernas de Ga-
les hasta el último cuarto del siglo XIX, así como entre los masones
operativos de la edad media.
561
Hiram Abif?, considera que probablemente representa la bajada de
Dumuzi al inframundo, luego de su muerte, que originará “El des-
censo de Innana al inframundo” para recuperarlo, toda vez que era
su esposo. En los sellos, en la primera se ve al dios hundido en el
infierno en medio de lo que parecen ser conos de pino, uno de sus
emblemas, y fuera de la fosa brota un árbol joven. Sobre el dios
mortal se encuentra la diosa, que está arrojando en la fosa abierta
una “espiga de trigo”, así lo describen las autoridades del Museo,
pero parece más una granada, el símbolo de la Fertilidad y Abun-
dancia. Estos dos sellos muestran que el morir para renacer, tiene
un origen netamente sumerio, simbología que fue transmitida por
los masones de esa cultura a los posteriores a través de las escuelas
de misterios.
562
En “El descenso de Inanna al inframundo”, encontramos que
Inanna desciende al inframundo por su propia voluntad para buscar
el conocimiento. Este mundo esta prohibido para los seres vivos,
y de el que no se puede retornar. Ella se enfrentó a la diosa que
gobierna ese mundo y logro resurgir con más poder. Este mito es
diferente al de Osiris y Hiram Abif dentro de la masonería, y a otros
héroes y personajes de los diversos misterios. Al igual que el can-
didato en su iniciación masónica, se somete a la prueba de inicia-
ción por decisión propia, Inanna en la antiquísima sumeria la había
instituido al descender al inframundo en busca del conocimiento.
Este no es el caso de Osiris que es asesinado, ni es el caso de Hiram
Abif que tiene la misma suerte, así como otros personajes que tie-
nen motivaciones sujetas a decisiones de terceros, para descender
al inframundo. En la muerte iniciática masónica, esta se realiza por
libre decisión. La magia de la iniciación es morir para renacer a una
nueva vida, con más sabiduría y libre de antiguas ataduras que no
permite trascender.
563
Realidad de la vida: libre y con más sabiduría.
564
y la Biblia con tres personajes a recordar: David, Salomón y la
salumita.
Cuando el dios Anzu robó a Enlil “las tablas del Destino” o más
conocidos como “me”, cuya posesión era esencial para que el dios
gobernase el Universo. Enlil era un depositario de el y su forma
sugiere de hecho una “Palabra de poder” y su pérdida, sería la
“Palabra perdida”. Esta pérdida de la palabra de poder, condujo
al caos. Entonces, “Se envió un mensaje, buscando a alguien que
pudiera recuperarlo y se presentó Ninurta hijo de Enlil que venció
a Anzu o Pazuzu” recuperando los “me”, luego las aguas del río
Tigris reestablecieron las crecidas para regar las tierras, renaciendo
jardines y huertos, retornando la armonía. Para evitar otra situación
similar de “perdida” se entrego los “me” a Enki para que los admi-
nistrara y reine la armonía en el mundo. En similitud los masones
consideran que su labor es buscar la palabra perdida para reesta-
blecer la armonía perdida y el Venerable Maestro al igual que Enki
es el depositario de la sabiduría de la logia, que usa con prudencia
para beneficio de los iniciados.
565
bra perdida”. Pese a todo el esfuerzo, no podemos obligar a nadie,
a ver aquello para lo que aún no esta preparado. El arte, se inició
en Sumeria, y los masones operativos siempre lo dijeron, aunque a
algunos les cuesta aceptar.
566
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570
571
La construcción de edificios ha sido
una ocupación común del hombre a
través de miles de años, desde que el
hombre creó las ciudades. Pero de eso
se habla muy poco en la orden, sin
embargo, admitir que la
francmasonería sea descendiente de
estas antiguas fuentes, es similar a
aceptar, que los gobier nos
democráticos actuales son
descendientes de los de Grecia, Roma y
otras culturas más antiguas, donde
habían principios e instituciones que
funcionaban, y de los cuales tomamos
sus principios y construimos sobre
ellos los nuestros, conforme a nuestras
necesidades de espacio-tiempo.
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