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Afrontando el caos.

Gran parte de la incomodidad del ser humano radica en esa tendencia a querer sentir el suelo
seguro bajo sus pies y aferrarse al sueño del bienestar constante.

A menudo las personas se resisten a los cambios porque ellos retiran ese suelo.

Esa resistencia al cambio provoca mucho sufrimiento y nos priva de libertad.

¿Qué pasaría si en vez de estar perdidos en la incertidumbre simplemente la aceptáramos como


un hecho que no podemos cambiar y nos relajáramos?

Podemos manejar el caos aprendiendo a transformar nuestros pensamientos a medida que los
cambios llegan. Se puede aprender a improvisar y confiar en que tendremos todos los colores en
la caja de rotuladores para darle los colores necesarios a cada escenario que se nos presente.
Podemos aprender a aceptar la incertidumbre y dejar la batalla contra ella.

Una vez superadas esas barreras, disfrutaremos de una visión mucho más bella y real de la vida.

Afrontando el caos.

Gran parte de la incomodidad del ser humano radica en esa tendencia a querer sentir el suelo
seguro bajo sus pies y aferrarse al sueño del bienestar constante.

A menudo las personas se resisten a los cambios porque ellos retiran ese suelo.

Esa resistencia al cambio provoca mucho sufrimiento y nos priva de libertad.

¿Qué pasaría si en vez de estar perdidos en la incertidumbre simplemente la aceptáramos como


un hecho que no podemos cambiar y nos relajáramos?

Podemos manejar el caos aprendiendo a transformar nuestros pensamientos a medida que los
cambios llegan. Se puede aprender a improvisar y confiar en que tendremos todos los colores en
la caja de rotuladores para darle los colores necesarios a cada escenario que se nos presente.
Podemos aprender a aceptar la incertidumbre y dejar la batalla contra ella.

Una vez superadas esas barreras, disfrutaremos de una visión mucho más bella y real de la vida.

Afrontando el caos.

Gran parte de la incomodidad del ser humano radica en esa tendencia a querer sentir el suelo
seguro bajo sus pies y aferrarse al sueño del bienestar constante.

A menudo las personas se resisten a los cambios porque ellos retiran ese suelo.

Esa resistencia al cambio provoca mucho sufrimiento y nos priva de libertad.

¿Qué pasaría si en vez de estar perdidos en la incertidumbre simplemente la aceptáramos como


un hecho que no podemos cambiar y nos relajáramos?

Podemos manejar el caos aprendiendo a transformar nuestros pensamientos a medida que los
cambios llegan. Se puede aprender a improvisar y confiar en que tendremos todos los colores en
la caja de rotuladores para darle los colores necesarios a cada escenario que se nos presente.
Podemos aprender a aceptar la incertidumbre y dejar la batalla contra ella.

Una vez superadas esas barreras, disfrutaremos de una visión mucho más bella y real de la vida.
Afrontando el caos.

Gran parte de la incomodidad del ser humano radica en esa tendencia a querer sentir el suelo
seguro bajo sus pies y aferrarse al sueño del bienestar constante.

A menudo las personas se resisten a los cambios porque ellos retiran ese suelo.

Esa resistencia al cambio provoca mucho sufrimiento y nos priva de libertad.

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Podemos aprender a aceptar la incertidumbre y dejar la batalla contra ella.

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Podemos aprender a aceptar la incertidumbre y dejar la batalla contra ella.

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