Está en la página 1de 4

ALUMNA: SARAH RUIZ

CUENTA: 202010060166
INVESTIGACION DE: TRATADOS Y SU
NATURALEZA
INVESTIGACION DE LOS TRATADOS

Un tratado es un acuerdo internacional, celebrado por escrito entre sujetos de derecho


internacional, a saber: entre Estados, o entre Estados y organizaciones internacionales, que
se rige por el derecho internacional y genera obligaciones vinculantes para quienes lo
suscriben. El régimen jurídico aplicable a los mismos es la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados de 1969 y la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
entre Estados y Organizaciones Internacionales de 1986. Los tratados internacionales
vinculan al Estado colombiano una vez se han surtido las etapas del proceso de aprobación
requeridas para su entrada en vigor: celebración, aprobación y perfeccionamiento.

Frente a la celebración, este es un procedimiento internacional que inicia con el proyecto de


texto, seguido del proceso de negociación y finaliza con la adopción y firma del instrumento.
Posterior a ello, se debe surtir un procedimiento interno, a través del cual el Estado
colombiano debe verificar sí, en efecto, el instrumento internacional puede o no formar parte
del ordenamiento jurídico interno. Dicho proceso se lleva a cabo mediante dos etapas. En un
primer momento, se requiere la aprobación del Congreso de la Republica, la cual es otorgada
mediante Ley aprobatoria del Tratado, y posteriormente, la Corte Constitucional es quien se
encarga de declarar la exequibilidad o no de dicha Ley. Una vez surtido el mencionado
tramite interno, el Gobierno se encuentra facultado para manifestar el consentimiento en
obligarse por los términos del instrumento a nivel internacional, siendo desde ese momento
que se encuentra formalmente vinculado a las obligaciones que del mismo se deriven.

DE DONDE SURGEN LOS TRATADOS


La historia de los tratados se hunde en la historia de la humanidad; hay manifestaciones de tratados
desde el año 2500 a. C. Los pueblos de la antigüedad (Egipto, Babilonia, Asiria), y, aún más,
en nuestro continente americano, los pueblos precolombinos mayas, zapotecas, incas,
olmecas, teotihuacanos, aztecas, ya habían alcanzado un alto nivel de desarrollo político,
económico, cultural. Estos pueblos practicaban el comercio entre ellos y celebran alianzas,
acuerdos que indudablemente son un antecedente de los actuales tratados internacionales.
En la literatura de derecho internacional, sobre todo la que viene de Europa, se menciona que fue en
Mesopotamia en donde se encontró el tratado más antiguo, precisamente entre las ciudades
sumerias Lagash y Umma, en el año de 2500 a. C.6 En aquellos tiempos eran prácticas para
asegurar el cumplimiento de lo acordado y tenían un fuerte contenido religioso; por ejemplo,
la “ratificación” de los acuerdos celebrados se hacía mediante juramento con una connotación
de un gran significado religioso.7 Un ejemplo de tratado internacional de la antigüedad es el
Tratado de Qadesh, celebrado entre Egipto y el reino de los hititas en el año 1259 a. C. Este
tratado contiene disposiciones que se refieren a la paz; por eso podemos denominarlo como
tratado de paz, pero al mismo tiempo de alianza defensiva. Precisamente, una réplica de este
tratado, por su antigüedad y su significado (un acuerdo ancestral entre los pueblos), se exhibe
a la entrada del Consejo de Seguridad de la ONU, como un mensaje elocuente de que desde
los orígenes, el ser humano, si se lo propone, puede realizar acuerdos entre los pueblos.
También en la Grecia antigua es posible encontrar ejemplos de tratados; fundamentalmente
destacan los tratados de paz. En esos tiempos, todavía los tratados tenían un fundamento
religioso. Lo mismo sucede en el caso de la antigua Roma, aunque en este caso es notable
una evolución en la negociación de los acuerdos, pues no sólo se hacía entre partes desiguales
(vencedor-vencido), sino también entre iguales. En la Edad Media, los tratados
internacionales mantenían su fundamento jurídico-religioso. Se mantuvo la influencia del
derecho romano, germánico y de la Iglesia católica; se celebraban por los reyes y los papas;
recordemos que los papas celebraban acuerdos denominados “concordatos”. De los siglos V
al VIII, con la convergencia del Corpus Iuris Civilis (que en realidad es el derecho romano
de Justiniano), el Corpus Iuris Canonici (el derecho canónico) y las costumbres medievales,
se crea el ius commune, que es la base de todos los tratados que se celebraban en aquel
tiempo; también es de destacarse que en aquella época se incluyó en el concepto de los
tratados la buena fe (bona fide). Más tarde, en el siglo XVII el jurista Hugo Grocio estableció
los principios de interpretación de los tratados de una manera muy similar a como se hace en
el siglo XX.8 Además, tenemos los tres tratados que establecieron el marco jurídico de la Paz
de Westfalia en 1648: el Tratado de Münster del 30 de enero de 1648 entre las provincias
Unidas y España; el Tratado de Münster, del 24 de octubre entre el Sacro Imperio Romano
Germánico y Francia, y el Tratado de Osnabrück del 24 de octubre de 1648, entre el Sacro
Imperio Romano Germánico y Suecia. En opinión de la doctrina de derecho internacional,9
la Paz de Westfalia, y mejor dicho su entramado jurídico, es el parteaguas que marca el
nacimiento del derecho internacional contemporáneo de carácter estatista. Pero aun para
nuestro tema, Westfalia significa también la aparición, en el escenario jurídico convencional,
de los tratados multilaterales que incluyeron acuerdos con varios Estados, aunque esa
tendencia se hizo más patente en el siglo XIX. También es digno de mencionar que en aquella
época aparece el francés como la lengua en que se redactan los tratados, sustituyendo al latín.
Ya en el siglo XIX, con el Tratado de París de 1814, se trata de consolidar un sistema de Estados
europeos, y con esta finalidad se organizó el Congreso de Viena de 1815, que dio pie a la
celebración de diferentes tratados internacionales, y que sin duda es un antecedente de los
tratados multilaterales, que no tardaron en desarrollarse. También es útil mencionar que en
ese siglo se recurre a los acuerdos multilaterales en temas de una preocupación o interés
común de los Estados; por ejemplo, el Convenio de París para la Protección de la Propiedad
Industrial de 1883 o el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y
Artísticas, más conocido como el Convenio de Berna de 1886, que ha sido revisado en varias
ocasiones. También podemos mencionar el Tratado de Berna, del 9 de octubre de 1874, que
creó la Unión Postal General, que más tarde cambió el nombre a Unión Postal Universal, en
1878, y actualmente es un organismo especializado de la ONU. Precisamente, ese tipo de
tratados multilaterales tienen como objetivo crear una estructura administrativa, de tal
manera que el tratado es al mismo tiempo un documento orgánico, constitutivo de un nuevo
sujeto internacional. Tambien se crean prácticamente dos generaciones de organismos
internacionales, con la Liga de Naciones en 1919 y la Carta de San Francisco en 1945, y a
partir de ésta se crea un sistema de organismos internacionales al que se le ha denominado
Sistema de Naciones Unidas.12 — Esas estructuras de origen convencional tienen que ver
con organismos que monopolizan la fuerza (Consejo de Seguridad de la ONU), resuelven las
controversias (Corte Internacional de Justicia), por citar algunas características de una
arquitectura mundial que trata de tender a un gobierno mundial. — Se producen las grandes
e impresionantes codificaciones del derecho internacional consuetudinario y con normas de
desarrollo progresivo, con tratados multilaterales, como la codificación del derecho del mar,
de las relaciones diplomáticas y consulares, la misma codificación del derecho de los
tratados, del espacio aéreo, y aun del cósmico, etcétera. — En los últimos años del siglo XX,
las negociaciones internacionales en materia comercial crean estructuras parecidas a códigos
internos, que crean estándares mundiales de comportamiento.13 Por ejemplo, el Tratado de
Marrakech, por el que se crea la Organización Mundial del Comercio, y cuyo anexo 1C es
un tratado denominado Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con
el Comercio (ADPIC, o TRIP, por sus siglas en inglés).
SU NATURALEZA
Un tratado internacional es una norma jurídica de naturaleza internacional, vinculante y
obligatoria para los Estados que lo suscriben, normalmente escrita por sujetos de derecho
internacional y que se encuentra regido por este, que puede constar de uno o varios
instrumentos jurídicos y siendo indiferente su denominación. Como acuerdo implica siempre
la concurrencia mínima de dos personas jurídicas. Por ejemplo, los gobernantes de cada país
se reúnen para ponerse de acuerdo con sus límites de países para no tener problemas con sus
territorios.1

Lo más común es que tales acuerdos se realicen entre Estados, aunque pueden celebrarse
entre Estados y organizaciones internacionales. Los primeros están regulados por
la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969; los segundos, por
la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados celebrados entre Estados y
Organizaciones Internacionales o entre Organizaciones Internacionales de 1986.
Los acuerdos entre empresas públicas de un Estado y Estados no son Tratados
internacionales. La Corte Internacional de Justicia tuvo la oportunidad de pronunciarse
acerca de esta cuestión en el caso Anglo-Iranian Oil (1952). Irán había firmado un acuerdo
con la empresa Anglo-Iranian Oil para la explotación de los recursos petrolíferos. Este
acuerdo tenía dos caras: era un acuerdo de concesión y al mismo tiempo tenía la naturaleza
de un Tratado entre Irán y el Reino Unido. Esta tesis no fue aceptada por la Corte
Internacional de Justicia porque los Tratados internacionales solo pueden tener lugar entre
estados y porque los acuerdos con empresas se rigen por las normas del derecho internacional
privado.
Los tratados internacionales deben realizarse por escrito aunque pueden ser verbales. En este
último caso, no se regirían por la Convención de Viena de 1969.
Su denominación es indiferente pues, si se dan las condiciones anteriores, nos encontramos
ante un Tratado internacional independientemente del nombre que reciba.

También podría gustarte