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Nan Sakte’ vive en la comunidad Tzi Muk, en Santa Bárbara, Huehuetenango.

Ella es una lideresa y


le ha interesado la política desde que era niña, porque crecía mientras sus padres se inmiscuían en
la política, formando parte de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) durante
las décadas de los 70 y 80. Por cierto, uno de sus hermanos, Jorge Adalberto, murió en la guerra
en manos del Ejército; aún no encuentran sus restos ni se sabe exactamente dónde murió. Nan
Sakte’ fue parte de ese movimiento y lo hizo por su convicción e interés en hacer cambiar la
situación de su municipio y de Guatemala.

El municipio de Santa Bárbara es uno de los más pobres con serios problemas de desnutrición en
el país16. En sus discursos, el gobierno de Álvaro Colom priorizó trabajar en Santa Bárbara por ser
uno de los municipios más pobres de la región. Estas realidades son las que le preocupan a Nan
Sakte’, pero eso no era todo.

Su participación en la organización de la URNG en la década de los 80 se vio frustrada por el


machismo y el racismo en las filas de dicha organización. Ella experimentó que la mayoría de
quienes participaban en la organización eran hombres, pero también que muchos mayas como ella
ocupaban puestos de subordinación. Es decir, Nan Sakte’ notó que la mayoría de los dirigentes
eran hombres ladinos. La ceguera ladina o mestiza de ver las desigualdades y la represión del
gobierno militar frustró el proyecto de Nan Sakte’ y tuvo que migrar con su esposo a México. La
historia de ella se complicó cuando secuestraron y desaparecieron a su esposo estando ya en
México.

A su regreso a Guatemala, en la década de los 90, Nan Sakte’ empezó a participar en


organizaciones de mujeres y a luchar para cambiar la situación que había vivido en sus años en la
organización revolucionaria. A pesar de sus propuestas para luchar por la igualdad de las mujeres,
se encontró con el racismo de las mujeres ladinas, quienes querían seguir subordinando a las
mujeres mayas en Huehuetenango. Al final, en el año 2007, Nan Sakte’ decidió participar en una
organización política para ocupar un puesto a nivel local en la municipalidad de Santa Bárbara: el
partido de la URNG. Se llevó otra sorpresa al ser relegada a un espacio de concejal sin ninguna
opción de ocupar algún puesto de poder. Después de las elecciones, la URNG quedó en el tercer
lugar. Durante las siguientes elecciones, en el año 2011, Nan Sakte’ quedó fuera de la organización
debido a la reorganización de la URNG. Actualmente, ninguna mujer participa como candidata de
dicho partido.

Las relaciones de poder que se reproducen en la experiencia de Nan Sakte' son múltiples y
complejas:

1. Machismo y racismo en la URNG:

 Dentro de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), existe una


reproducción de relaciones de poder machistas y racistas. Aunque la organización
tenía como objetivo luchar contra la opresión, la mayoría de los líderes y
dirigentes eran hombres ladinos, lo que excluía a mujeres como Nan Sakte' y otros
líderes mayas de posiciones de liderazgo.
2. Exclusión y Subordinación de Mujeres Mayas:

 Las mujeres mayas, como Nan Sakte', enfrentan la exclusión y la subordinación


dentro de la URNG y en la sociedad guatemalteca en general. A pesar de su
dedicación y compromiso, se les niegan oportunidades de participación política
significativa.

3. Racismo entre mujeres:

 Nan Sakte' también experimenta el racismo por parte de mujeres ladinas cuando
se involucra en organizaciones de mujeres. Esto demuestra cómo el racismo se
reproduce incluso dentro de los movimientos feministas y de mujeres, lo que
complica aún más la lucha por la igualdad de género.

4. Limitaciones en la Participación Política:

 Aunque Nan Sakte' decide participar en la política a nivel local, enfrenta


limitaciones significativas en su participación política debido a la falta de
oportunidades y la discriminación dentro de su partido político.

5. Persistencia de la Exclusión de Mujeres en Política:

 La experiencia de Nan Sakte' refleja la persistencia de la exclusión de las mujeres,


especialmente las mujeres indígenas, en la esfera política guatemalteca. Aunque
se han logrado algunos avances, las mujeres siguen enfrentando barreras
significativas para su participación política plena y equitativa.

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