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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Salud


Universidad las Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”
Maturín – Estado Monagas

Tema 1

Profesor: Bachilleres:
Lic: Elizabeth Hidrogo Marielbis Betancourt
Elisa Chacón

Maturín, enero 2024


Introducción

Los pacientes pueden quejarse de sensaciones anormales o pérdida de


sensaciones, también suelen utilizar el término “entumecimiento” para señalar la
pérdida de la sensibilidad, aunque puede tener otros significados y es necesario
aclarar la intención del paciente.

Los síntomas sensitivos pueden ser consecuencia de alguna enfermedad


situada en cualquier punto de las vías sensitivas periféricas o centrales. Se debe
definir las características, el sitio, la forma de comienzo, la propagación y el perfil
cronológico de los síntomas sensitivos e identificar cualquier factor
desencadenante o mitigador. Las características anteriores y la presencia de
cualquier síntoma acompañante permitirán identificar el origen de las
perturbaciones sensitivas, y también los signos físicos.

Los síntomas o los signos sensitivos se circunscriben a veces al territorio de


nervios periféricos individuales o raíces nerviosas. La afectación de un lado del
cuerpo o una extremidad completa sugiere una lesión central. El ataque distal de
las cuatro extremidades sugiere una polineuropatía, una lesión de la médula
cervical o del tronco del encéfalo o si las alteraciones son transitorias, alguna
perturbación metabólica como el síndrome de hiperventilación. Las molestias
sensitivas leves pueden denotar la presencia de “convulsiones” o fenómenos
isquémicos cerebrales, así como perturbaciones metabólicas.

La pérdida sensitiva por disociación se caracteriza por la desaparición de


algunas modalidades sensitivas y conservación de otras. Tales manifestaciones
pueden identificarse en pacientes con trastornos periféricos o centrales, y en
consecuencia, deben ser interpretados dentro del contexto clínico en que se
manifiestan.
TEMA 1

Disfunción sensitiva
La disfunción sensitiva se manifiesta por disminución o ausencia de la
percepción del dolor y la temperatura, así como reflejos tendinosos profundos
apagados o ausentes. El reflejo corneal está reducido o ausente. La fuerza
muscular está conservada y no hay atrofia.

La disfunción sensitiva es uno de los tipos más frecuentes de neuropatía


periférica. Se caracteriza por la aparición de síntomas y signos relacionados con la
percepción de sensaciones y se produce como consecuencia de lesiones en los
nervios. Los términos utilizados para describir las alteraciones sensitivas incluyen
hipoestesia, anestesia, hipoalgesia, parestesias, disestesias e hiperestesia.
También puede ser una neuropatía hereditaria sensitiva y autonómica poco
frecuente caracterizada por una disminución de la percepción dolorosa y de la
temperatura, ausencia de reflejos tendinosos profundos, ataxia propioceptiva,
alteración del barorreflejo aferente y neuropatía óptica progresiva.

Órganos sensoriales (cuántos son)


Los principales órganos sensoriales del ser humano son: La lengua, el oído, la
nariz, los ojos y la piel.

Lengua: Es uno de los órganos sensoriales más importantes. Como te hemos


comentado en la introducción los órganos sensoriales son los que otorgan
facultades a los seres humanos y otros animales. En este caso, queremos
comenzar hablándote del sentido del gusto.

Gracias a él, se puede percibir un amplio abanico de sabores que, a su vez,


repercuten multitud de respuestas a los diferentes estímulos que recibimos de
todo aquello que sentimos a través de la lengua. Y es que no captamos solos
sabores diferenciados gracias a ella, sino también la textura y la temperatura de
las cosas que introducimos en nuestra boca.
La lengua es un órgano que cuenta con casi 10.000 papilas gustativas. Estas se
encuentran distribuidas por la parte superior de la misma donde, las más sensibles
a sabores dulces y salados se encuentran en la punta, y aquellas capaces de
percibir sabores ácidos y amargos se sitúan en los lados y en la parte posterior
respectivamente.

Oído: El oído es el responsable de captar las vibraciones que nos llegan del
exterior y transformarlas en impulsos nerviosos para que lleguen a nuestro cerebro
para ser interpretadas. El oído se divide en tres zonas todas conectadas entre sí.

 Zona externa del oído: está compuesta por el pabellón auditivo u oreja y el
conducto auditivo externo. El oído externo cuenta con glándulas que
producen cera y pelos, mediante los cuales logra dirigir las ondas sonoras
hacia la siguiente zona: el oído medio.
 Zona media del oído: está formada por el tímpano que es el encargado de
conducir las ondas sonoras hacia el oído interno. Además, este está
conectado, gracias a la trompa de Eustaquio, con la nariz y la garganta que
regula la entrada y salida de aire con el fin de equilibrar las posibles
diferencias de presión.
 Zona Oído Interno: aquí se encuentran una serie de canales membranosos
situados en la parte densa del hueso temporal y que se dividen en tres
partes caracol, vestíbulo y canales semicirculares, comunicadas entre sí.

Será gracias a los en la presión del aire que recoge la zona externa los que
lleguen al tímpano para que se produzca la vibración que tras pasar por la cadena
de huesecillos nos envíe la información a nuestro cerebro. Del mismo modo, los
pelos situados también en la zona externa informarán de la posición de la cabeza
con respecto a los cambios de presión.

Nariz: Es otro de los órganos sensoriales más importantes. Un


órgano responsable de que podamos percibir olores, aunque no se limita a esto.
De hecho, muchas de las sensaciones que percibimos en nuestra boca y que
atribuimos al sentido del gusto son en realidad olfativas y tienen su origen en los
nervios olfativos. El olfato es, además, nuestro sentido más
estrechamente relacionado con la memoria.

La nariz se divide en región interna, formadas por ambas fosas nasales, el


apéndice nasal y la región externa. En las fosas nasales se encuentra también una
gran cantidad de pelos fuertes, que dificultan el paso de cuerpos extraños.

Se aceptan actualmente siete tipos de receptores, que reconocen siete


moléculas volátiles principales y que, al combinarse, dan lugar a una práctica
infinidad de olores distintos. Estas siete moléculas o tipos de olores principales
son los siguientes: Alcanfor, Almizcle, Flores, Menta, Éter (líquido para limpieza en
seco), Acre (avinagrado) y Podrido.

Ojos: Su función es interpretar las vibraciones electromagnéticas producidas por la


luz para que estás sean traducidas por el cerebro gracias al nervio óptico. El ojo o
globo ocular tiene forma esférica y está compuesto por tres capas:

 La esclerótica, cuya función es la de proteger al ojo


 La úvea formada por las coroides
 El cuerpo ciliar y el iris
 Finalmente, la retina, que es la zona sensible a la luz y por lo tanto la más
importante.

Cada movimiento del globo ocular, sin importar a que dirección enfoque, se
realiza gracias a seis músculos oculares.

Piel: Es el órgano sensorial encargado de transmitir el sentido del tacto. A través


de la piel somos capaces de percibir todo aquello que palpamos o que está en
contacto directo con nuestro cuerpo, desde objetos a sustancias.

Todo esto se consigue gracias a los receptores del tacto situado en la capa
externa de la piel denominada epidermis. De este modo todas las sensaciones
captadas por los receptores serán enviadas al cerebro mediante las fibras
nerviosas.
Un detalle importante es que cada zona de la piel no posee el mismo número
de receptores de ahí que está sea más o menos sensible.

¿Qué es una alteración sensitiva?


Son defectos en la percepción de estímulos como el tacto, la temperatura, la
presión, el dolor o la vibración.

El trastorno de procesamiento sensorial es una anomalía del funcionamiento


neurológico que genera problema a la hora de procesar los datos provenientes de
los sentidos, estando sano el órgano receptor de estímulos y el nervio que lo
conecta al resto del sistema nervioso.

¿Cuándo hay una alteración sensitiva? y demás que se consiga.


Las alteraciones de la sensibilidad se manifiestan con pérdida o disminución de
las diferentes modalidades sensitivas y con fenómenos denominados "positivos"
causados por la disfunción del sistema sensorial. Los fenómenos positivos más
frecuentes son las sensaciones anómalas descriptas como hormigueos o
pinchazos, denominadas parestesias.

Cuando hay una afectación o alteración de las aferencias sensitivas, o por el


contrario la alteración se encuentra en nuestra capacidad de procesar estos
estímulos, pueden darse respuestas aberrantes.

Las alteraciones de la sensibilidad pueden ser subjetivas u objetivas. De las


primeras, la más significativa es el dolor, que ha merecido un capítulo especial de
este libro por su importancia médica y su interés fisiológico. Otra molestia
frecuente es una sensación desagradable que se percibe en las zonas de
distribución de los nervios, casi siempre en forma distal, como hormigueos o
pinchazos que el paciente reconoce como semejantes a los que experimenta
después de una anestesia local, especialmente dentaria; son las parestesias, que
cuando adquieren un franco carácter desagradable se llaman disesiestas, aunque
en realidad ambos términos son sinónimos. Puede haber sensación de
quemadura, que en las causalgias tiene aspectos muy especiales, y que puede
ser espontánea o provocada por la estimulación táctil. El individuo puede quejarse
de sensación de “dormido”, o notar alguna parte del cuerpo como comprimida o
apretada, a menudo en cinturón.

Conclusión

La alteración sensitiva se refiere a cualquier cambio o trastorno en la


sensibilidad de una persona. Puede manifestarse de diferentes maneras, como la
disminución o pérdida de la sensibilidad, sensaciones anormales como hormigueo
o ardor, o la incapacidad para percibir estímulos táctiles o dolorosos.

Las alteraciones sensitivas pueden tener diversas causas, que van desde
trastornos periféricos hasta enfermedades del sistema nervioso central. Algunas
posibles causas incluyen:

Neuropatía: La neuropatía es una afección que afecta los nervios y puede


causar alteraciones en la sensibilidad. Puede ser causada por diversas
condiciones, como la diabetes, el consumo excesivo de alcohol, la deficiencia de
vitamina B12, entre otras.

Esclerosis múltiple: La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica del


sistema nervioso central que puede causar alteraciones sensitivas asimétricas. Es
una causa frecuente de alteraciones sensitivas en pacientes jóvenes 1.

Lesiones nerviosas: Las lesiones en los nervios periféricos, ya sea por


traumatismos, compresión o enfermedades, pueden afectar la sensibilidad en las
áreas inervadas por esos nervios.

Trastornos psicógenos: En algunas circunstancias, los trastornos psiquiátricos


conversivos pueden presentarse con alteraciones sensitivas. Estas alteraciones no
suelen respetar la distribución anatómica o pueden manifestar alteraciones
sensitivas disociadas difíciles de interpretar
Es importante destacar que la alteración sensitiva puede tener diferentes
manifestaciones y causas, por lo que es fundamental realizar una evaluación
médica adecuada para determinar la causa subyacente y establecer un plan de
tratamiento adecuado.

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