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DISCURSOS AMOROSOS, SUBJETIVIDAD Y FORMAS DE RELACIONAMIENTO

DE MUJERES JÓVENES UNIVERSITARIAS

Paola Andrea Ribero Ortega


María Catalina Velasco Murcia
María Juliana Yáñez Villamizar

Director de trabajo de grado:


Manuel Roberto Escobar Cajamarca

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Noviembre de 2020
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Agradecimientos

A Manuel Roberto, por tu apoyo, cuidado y dedicación en el desarrollo de este trabajo.

A Aleja, por tus reflexiones y autenticidad.

A Eri, por tus palabras esperanzadoras, tu vulnerabilidad y honestidad.

A Lis, por tu ternura, cariño y cuidado.

A Malu, por tu potencia y sinceridad.

A Nata, por tu lucidez y diversión.

A Mari, por tu resiliencia, valentía y fortaleza.

Que amar sea libertad, apertura y tranquilidad. Por ustedes, por nosotras, y por todas.
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Tabla de contenido

1. Introducción 3
1.1 Pregunta de Investigación 4
1.2 Objetivo General 4
1.3 Objetivos Específicos 4
1.4 Justificación 4
2. Marco teórico 9
2.1 Discursos históricos sobre el amor 11
2.2 “El cuerpo: materialización de la subjetividad romántica” 18
2.3 Mujer, feminidad y género 20
2.4 Mujeres jóvenes 27
3. Metodología 3
4. Hallazgos 4
4.1 Discursos amorosos 44
4.2 Mujer, feminidad, género 49
4.3 Cuerpo y subjetividad 55
4.4 Mujer jóven 57
4.5 Decepciones amorosas 59
4.6 Influencia familiar en los discursos 62
4.7 Racionalización de la vivencia amorosa 64
4.8 Relaciones actuales 66
5. Análisis y discusión 68
6. Conclusiones 73
7. Referencias 76
8. Anexos 78
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1. Introducción

“Tienes razón…/ Lo intentaste / y lo intentaste / y lo intentaste / y luego probaste otra vez, /


pero quizá, / simplemente, / no son ellos quienes tienen que quererte. / Ahora te pregunto:
¿qué más da? / - El único amor que necesitas es el tuyo.” - Amanda Lovelace

¿Quién enseña a amar? ¿De qué maneras se ama a los/as otras? ¿Qué efectos tienen

estas maneras de amar en la propia vida y en la de las/os demás? A pesar de que el amor

parece ser un tema recurrente en la sociedad contemporánea, es también un elemento frente al

cual no se hace conciencia; ni de cómo se vive, ni de sus consecuencias en la vida de las

personas.Teniendo en cuenta esta problemática, el presente trabajo se interesó por entender el

amor y sus implicaciones en la vida de las mujeres jóvenes universitarias. Así, se encuentran

diferentes elementos que constituyen la vivencia del amor dentro de las personas

participantes, a saber, el ser mujeres, ser jóvenes, y encontrarse en un contexto sociocultural

occidental, marcado por sistemas de producción de subjetividad como el capitalismo y el

patriarcado.

Bajo esta confluencia de factores a analizar, se pudo entender cómo las experiencias

amorosas de estas mujeres se encuentran, aún, marcadas por discursos hegemónicos que

avalan la presencia de vulneraciones físicas, psicológicas y emocionales, atravesadas también

por concepciones patriarcales acerca de la mujer y su lugar en las relaciones amorosas.

No obstante, si bien se han vivido violencias e injusticias hacia estas mujeres, también

se hace evidente en ellas un deseo por vivir el amor desde el cuidado, dándose el lugar que se

merecen en una relación. Dentro de su condición de jóvenes, estas mujeres tienen en común

un discurso sobre el amor distante de aquél que les fue enseñado pero que, sin embargo,

conserva particularidades acordes con las historias de vida de cada una, siendo entonces que

la subjetividad juega un papel primordial en sus necesidades, deseos y límites actuales.


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Así, las preguntas y objetivos que fundamental el presente trabajo, así como las

razones por las cuales se cree importante abordar esta problemática, se encuentran a

continuación:

1.1 Pregunta de Investigación

¿De qué manera los discursos amorosos configuran la subjetividad y las formas de

relacionamiento de las mujeres jóvenes universitarias?

1.2 Objetivo general

Identificar las implicaciones que los discursos amorosos tienen en la subjetividad y formas de

relacionamiento de las mujeres jóvenes universitarias.

1.3 Objetivos específicos

● Analizar las formas de los discursos amorosos en el relacionamiento erótico-afectivo

de las mujeres entrevistadas.

● Reconocer los efectos que estos discursos tienen sobre el mundo emocional y las

formas de interacción de las mujeres entrevistadas.

● Identificar la influencia de los discursos amorosos hegemónicos en las experiencias

significativas que han tenido las mujeres entrevistadas.

1.4 Justificación

El amor y los discursos referidos a este, son un tema que socialmente se comparte y

genera una serie de expectativas, sobre la forma en la que se debería llevar a cabo y la manera

en la que tanto hombres como mujeres asumen un rol específico, se relacionan románticamente

y conforman una sociedad. En ese sentido, el amor resulta ser una experiencia común en las

personas y sociedades, al punto que se torna complicado pensar en un mundo sin él y los

discursos e imaginarios que sobre él se generan; así, cada una de las culturas humanas promueve

ideas acerca de la concepción de un relacionamiento romántico. De esta manera, se va

construyendo en los seres humanos una necesidad de vinculación amorosa, que resulta siendo
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más impuesta que innata; si bien es cierto que necesitamos conexión y cercanía por nuestras

características de seres sociales, los discursos de Occidente han constituido la pareja como una

necesidad, permitiendo así una serie de prácticas posiblemente perjudiciales a largo plazo, para

ambas personas involucradas.

Es así como los discursos que nos enmarcan han estado fuertemente influenciados por

el Patriarcado, estrategia de opresión hegemónica dentro de la sociedad Occidental; los

discursos amorosos resultan marcados, entonces, por imaginarios patriarcales acerca de las

personas y sus maneras de relacionarse. Para iniciar, el amor se entiende como exclusivamente

heterosexual, siendo entonces que entra en juego una heteronormatividad profundamente

marcada, donde otras formas de amor son ignoradas o, incluso, mal vistas dentro de la sociedad

Occidental. Es así como el amor debe estar constituido por un hombre y una mujer, desde una

concepción de género tradicional y conservadora, que biologiza y naturaliza lo que, en esencia,

es una construcción sociocultural: el género; y al ser una concepción tradicional, abarca

estereotipos de género que los hombres y las mujeres deben cumplir. De este modo, se entiende

que en el amor la mujer debe tener un rol pasivo y sumiso ante el hombre, quien a su vez tiene

un rol activo y dominante dentro de la relación. Estos imaginarios conllevan, entonces, a

establecer una relación monógama y fiel como el ideal de relacionamiento, pues ésta resulta la

mejor descripción del sometimiento femenino a los intereses patriarcales. El resultado de una

relación de este estilo resulta ser un vínculo matrimonial y el establecimiento de una familia,

instituciones que, como tales, juegan un papel importante en el mantenimiento del sistema

capitalista y patriarcal que caracteriza a la sociedad Occidental. Todo esto resulta posible,

además, porque es común un imaginario del amor como algo mágico, etéreo y casi divino, que

trasciende el entendimiento humano y, por tanto, se justifica el sometimiento dado que no es

posible entenderlo del todo.


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No obstante, en los últimos años se ha observado una variación en las maneras como

los occidentales han entendido el amor, pues ésta ya no resulta en concepciones tradicionales,

centradas en la exclusividad, el matrimonio, el compromiso a largo plazo. Cada vez es más

común encontrar discursos que igualan el amor al consumo, implicando que entre más parejas

eróticoafectivas haya, mejor aún. Es un discurso fuertemente marcado por el capitalismo, que

va cobrando cada vez más fuerza y que, a pesar de su aparente carácter liberador (pues si no

existe compromiso, no hay nada que nos ate), resulta igual de subyugante que los discursos

tradicionales. Los sistemas de opresión son hábiles en ajustar la naturaleza cambiante de la

sociedad a sus necesidades.

Lo anterior implica que, a pesar de las variaciones que ha tenido la forma de entender

el amor en estas latitudes, éstas han contribuido a que las personas vayan construyendo una

subjetividad que les permita ajustarse a las demandas socialmente instauradas sobre el amor:

sus maneras de ser y estar en el mundo serán encaminadas a cumplir con los requisitos que de

ellos se esperan, en tanto a sus parejas y sus expectativas frente a ellas.

Siguiendo lo dicho, ha sido posible observar y resaltar que a las mujeres se les han

impuesto más cargas simbólicas acerca de este tema y el relacionamiento romántico, en cuanto

a estereotipos, obligaciones y necesidades. Con respecto a esto, las cargas simbólicas impuestas

en las mujeres en la sociedad occidental y Colombiana, se dan en un rol pasivo de

relacionamiento, necesariamente heterosexual y monógamo, en donde la reproducción prima

en el ámbito de su sexualidad; la mujer es quien debe casarse prontamente, asumir el cuidado

de la familia, llevar a cabo las labores domésticas y atender las necesidades del esposo.

Esto se ve reflejado en las formas de relacionamiento amoroso de mujeres jóvenes (que

no necesariamente se encuentran bajo un contrato matrimonial), ya que a partir de esto es

posible que lleguen a asumir un rol de pasividad y complacencia, donde lo que prima son los

deseos y necesidades de sus parejas. Lo dicho repercute, entonces, en la autopercepción que


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van generando las mujeres en todas las etapas de su vida; de esta manera, se entienden como

personas y mujeres, a partir de lo que pueden hacer por otros, y su autovalía va a depender de

que sus actos de “amor” y “servicio” sean agradecidos y reconocidos por sus parejas. Es así

como su autopercepción y autoestima podría empezar a depender de otras personas, dejando de

lado la posibilidad de construir una concepción propia de sí mismas.

Ahora bien, la población con la que se decidió trabajar son las mujeres jóvenes

universitarias, debido a que generacionalmente los discursos amorosos significativos de las

mismas pueden variar de acuerdo a las concepciones hegemónicas o salirse completamente de

estas, generando tanto una satisfacción como una insatisfacción en el momento de establecer

un relacionamiento de pareja, de acuerdo a las vivencias que han tenido en edades tempranas,

modelos de crianza, apego, nociones de sí mismas y la subjetividad que se nutre de todos estos

factores. Resulta pertinente, pues, definir qué se entiende por mujeres jóvenes, pues si bien es

cierto que resulta útil delimitar la juventud de acuerdo con la edad, lo que se ha descubierto

desde los estudios culturales es que el concepto de “juventud” parece ser una construcción

sociocultural, más que una definición biológica o etárea. En ese sentido, se entiende que los

criterios que definen a una mujer joven varían de acuerdo con los imaginarios colectivos que

se presentan en un contexto determinado.

Así pues, entre los factores que se tendrán en cuenta para la presente investigación

acerca de cómo es una mujer joven, encontramos los siguientes: por un lado, que estas mujeres

sean aún dependientes de sus padres; puede ser que vivan con ellos, o que éstos sigan siendo su

principal sustento económico. En ese sentido, una mujer joven también se caracteriza por no

llevar mucho tiempo en el mundo laboral, o incluso, el no haber iniciado en él del todo. Por

otro lado, se puede entender la juventud como un momento en que las aspiraciones particulares

se encuentran íntimamente ligadas al presente; es así como los planes que se hagan, estarán

principalmente centrados en el futuro más inmediato, dejando en un segundo plano las


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proyecciones ligadas al matrimonio, la reproducción, etc, que pueden ubicarse en un futuro algo

más lejano. En relación con esto, la presente investigación también considera que la juventud

actual se caracteriza por llevar a cabo sus propias prácticas, dejando de lado las imposiciones

que las generaciones anteriores puedan hacer sobre sus vidas; así pues, las/os jóvenes de hoy

en día deciden contraer matrimonio, empezar una familia, salir de la casa de sus padres, en

momentos diferentes de su vida a como sus padres o sus abuelos lo decidieron. Es decir, las

normativas sociales conservadoras (aún bastante presentes en Colombia) acerca de cómo debe

llevar su proyecto vital una persona joven, se ven modificadas por estas/os jóvenes cuyas

realidades distan mucho de ser similares a las de sus progenitores.

Son todos estos, pues, factores socioculturales que caracterizan a la juventud de hoy en

día; más aún, que definen a las mujeres jóvenes actuales. Es por esta razón que se tendrán en

cuenta estos criterios para la presente investigación.

Finalmente, como investigadoras consideramos relevante este grupo, debido a que esta

etapa descrita es donde se comienzan a configurar las relaciones amorosas significativas, que

permearán posibles relacionamientos futuros y la forma en la que estos se construyen. Por otra

parte, estas experiencias han generado en nosotras como sujetos, una cercanía, vivencias y la

conformación de una historia individual, en tanto somos mujeres y también pertenecemos a esta

generación descrita; así mismo, son experiencias que están presentes constantemente en el

ámbito personal y académico.


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2. Marco Teórico

A partir de lo expuesto anteriormente plantearon puntos clave que orientaron la presente

investigación, los cuales vale la pena abordar de manera conceptual, dado su protagonismo al

momento de investigar sobre las vivencias reales de las mujeres jóvenes en relación a los

discursos amorosos, la subjetividad, y las maneras de relacionamiento.

Es debido a esto que en los próximos apartados se discutieron, por una parte, aquello

que históricamente se ha entendido como “discursos amorosos”. Centrándonos en lo que, desde

Occidente, ha definido el amor, se hará una revisión de diferentes autores que han dedicado al

menos una parte de sus estudios, pensamientos y reflexiones a la experiencia amorosa, a fin de

tener una mayor claridad sobre lo que en nuestra sociedad actual entendemos como amor o, al

menos, a fin de entender cuáles discursos y pensamientos han influido en la manera como hoy

entendemos y vivimos el amor. Asimismo, se hará un intento por entender la subjetividad y su

incidencia en la identidad, teniendo presente la importancia que estos factores tienen en la

delimitación de la vivencia amorosa.

Por otra parte, se abordaron temas vinculados a la mujer, la feminidad y el género,

puesto que el objeto de estudio principal de la presente investigación son las mujeres y,

específicamente, la manera como éstas se enfrentan al amor, acogen y reproducen los discursos,

e interactúan a partir de éstos. Finalmente, se abordarán teórica y conceptualmente temas

relacionados con lo que implica ser mujer joven, puesto que la categoría de juventud y las

experiencias que de ésta se derivan, tiene implicaciones diferentes según el género al que cada

quién se circunscribe.
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2.1 Discursos históricos sobre el amor

A lo largo de los años ha sido posible realizar un rastreo de las diferentes formas de

relacionarse erótico-afectivamente entre las personas de diferentes edades, debido a que

generalmente es un tema de gran interés social, teniendo en cuenta diferentes características

como la cultura, identificaciones sociodemográficas, grupo poblacional, orientación sexual,

sexualidad, identidad y subjetividad.

El concepto de amor, las diversas concepciones, expectativas e idealizaciones que se

abordaban acerca de este, se comienzan a conocer desde “la urdimbre inmensamente compleja

de significados que empapan, orientan y dirigen toda la vida en la sociedad considerada y a los

individuos concretos que corporalmente la constituyen” (Rodríguez, 2006, p. 68), es decir, una

serie de ideas comunes que dirigen y permean la forma en la que las personas se desenvuelven

erótico-afectivamente, con sus iguales en un contexto y cultura específicos. Su génesis se

encuentra en sociedades antiguas como Roma, Grecia y Egipto, las cuales han aportado a la

contrucción de los discursos occidentales, cuyas características radican en un conjunto de

expectativas, reglas y parámetros de socialización, que se ven permeados por la cultura, la época

y las formas implícitas y explícitas de configurar relaciones erótico-afectivas entre los seres

humanos.

Seguidamente, en los siglos XI y XII emergieron conceptos acerca del relacionamiento

emocional, erótico, más allá de la amistad y los sentimientos filiales, entre sujetos, los cuales

se reunen y se les llaman “discursos amorosos”; estos son entendidos como un conjunto de

imágenes, imaginarios, costumbres y emociones características (ej. enamoramiento y

felicidad), que trascienden histórica y contextualmente, evolucionando de acuerdo a las diversas

épocas. La necesidad social de amar y ser amado siempre ha estado presente en los seres

humanos y depende de las reglas que la sociedad impone, para lograr desplegar el afecto y

deseo hacia otro. Adicionalmente, dentro de estos discursos se establecen bases fundamentales
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para la comprensión de los mismos, es decir, características puntuales que establecen la

estructura de lo aceptado socialmente e interiorizadas por cada sujeto: es importante que se

proponga una forma particular de formar una unión de pareja, es decir, que cada sujeto que la

conforme tenga un sexo diferente, lo cual se une directamente a las formas de establecer

comunicación e interacción, dando a entender que lo femenino representa la pasividad y lo

masculino la actividad. Así mismo, se introduce el género el cual “determina la construcción

cultural de lo masculino y femenino; y una dimensión estética que incluye las formas en las que

lo amoroso se realiza: lenguaje, arreglo personal, manejo del cuerpo, de la voz, tono de las

relaciones, etc.” (Rodríguez, 2006, p.70).

De esta forma, a lo largo de la historia han ido surgiendo diversos discursos amorosos

de acuerdo a las diferentes épocas, los cuales han ido cambiando y transformándose al mismo

ritmo que la sociedad, pero manteniendo parcialmente aspectos tradicionales. Desde la época

antigua hasta la modernidad se han establecido imaginarios y construcciones simbólicas acerca

del sentimiento amoroso y lo que este conlleva, por medio de teorizaciones de diversos autores:

Uno de los primeros pensadores que abordó el tema del amor en la Grecia Clásica fue

Platón, para quien el cuerpo o el alma eran los conceptos que primaban fundamentalmente

(espiritualidad), haciendo referencia a un amor bonito, bello, ideal, romántico que

posteriormente serían llamado “amor romántico”. Así, el amor va más allá de los placeres

carnales y las tentaciones terrenales, se ubica en la espera, el control del cuerpo, la contención

de los instintos, siguiendo el discurso espiritual que primaba en la época.

De esta forma, el discurso que Platón “define el amor como el deseo de la posesión

constante de lo bueno, entiéndase también el bien o la belleza absoluta, que no reside en el

físico, sino en la búsqueda de conocimiento que se colma por el ejercicio de la razón”

(Rodríguez, 2006, p. 71). Es así como el sexo y la sexualidad no priman en estos ideales, ya

que es una distracción en el amor y su intento por aprender y adquirir sabiduría.


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En esta concepción se encajan las características anteriormente descritas de los

discursos amorosos, en donde para formar una pareja los sujetos deben tener sexos diferentes,

donde la procreación es lo que se debe alcanzar, mediada por una institución sumamente

importante para la sociedad llamada matrimonio.

Por otra parte, el realismo de Ovidio reconocía el amor de una forma completamente

diferente a como lo expresa Platón, ya que lo tilda como terrenal en tanto se tornaba hacia la

sexualidad, generado por un instinto natural en el ser humano. Así mismo, el concepto de

felicidad se torna relevante y se liga a la constante satisfacción de los impulsos carnales. El

cuerpo es la herramienta por medio de la cual se llega a la plenitud humana (consumación del

sexo), complaciendo los deseos del espíritu.

De esta forma, este autor plantea que “el amor es el que se da entre hombre y mujer,

incorporando a esta última a la escena por primera vez” (Rodríguez, 2006, p. 72). Ovidio se

caracterizó por materializar su pensamiento en obras literarias que ilustraban tanto a hombres

como a mujeres, acerca de la forma en la que debían saber y aprender a amar, en donde debían

seducirse y corresponderse mutuamente, visualizándose como pares.

Finalmente, la belleza física no es lo que guía el amor verdadero, sino el alcance de la

sabiduría e inteligencia, a lo cual se accede con el paso de los años, no precisamente durante la

juventud.

En cuanto a San Agustín, este hace referencia al completo amor a la fe y la religión,

específicamente la cristiana, la cual giraba en torno a cuatro ideas fundamentales que agrupaban

el amor ideal: “eros (búsqueda del bien supremo), filia (fraternidad entre los hombres), nomos

(amor como rectitud) y ágape (amor como creador de la bondad en el mundo)” (p. 74). Así,

Dios era contemplado como el máximo alcance y manifestación del amor, dejando de lado el

amor entre las personas terrenales. Además, se resalta una lucha constante en contra de los
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impulsos carnales y los placeres, los cuales pasan a un plano secundario, negado y pecaminoso,

nocivo para lograr la experiencia divina.

Después de estos planteamientos, surgió el amor cortesano, derivado de la concepción

de un amor digno, alto y elegante, al cual comienzan a hacer referencia diversos artistas de la

época (ej, poetas, trovadores, etc.), el cual consistió en una fusión entre el amor hacia una

persona y el amor hacia la religión, dignificando la unión sin incluir el matrimonio para esto,

es decir, la unión sagrada por sí misma.

De esta forma, se establecieron unos pasos a seguir para que tanto hombre como mujer

se cortejen y unan: 1. la mujer le coquetea al hombre para darle esperanzas de una oportunidad

amorosa con ella, 2. Esta le concedía un beso, 3. Después, con el paso del tiempo se le era

concedido un abrazo y 4. Finalmente, la entrega total como persona (plano sexual), ya que “el

objetivo del amor es la plenitud sexual dentro del plano ético” (Rodríguez, 2006, p. 77). Del

mismo modo, el amor trasladado a la sexualidad ejercida entre hombre y mujer, se reconoce

como el acto más espléndido y pleno al que puede llegar una pareja.

Así, surgieron dos concepciones fundamentales que continúan siendo válidas hoy en

día, acerca de la percepción del amor: “el amor nos lleva a la gloria y también al infierno. Es

fuente de todo placer y todo sufrimiento. Nos atrae irresistiblemente, nos da placer, y luego nos

castiga” (Rodríguez, 2006, p.79), es decir, el sentimiento amoroso es algo hermoso que puede

causar dolor en el camino para llegar a él.

Luego, el amor romántico apareció para embellecer la idea de unión y llevarlo al plano

humano y terrenal, haciendo un mayor énfasis en el enamoramiento infinito, ya que cuando dos

personas se conocían y se daban cuenta de que eran el uno para el otro, nada los separaría hasta

proclamarse en matrimonio (unión definitiva), el cual se llevaba a cabo por fines económicos,

sociales y que con el amor romántico, se vincula al amor. A este respecto, cabe resaltar lo

también mencionado por Thomas (1994), quien plantea un entendimiento del amor basado en
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la fusión. Para la autora, el amor se vive de manera simbiótica, donde los enamorados

(basándose en el presupuesto de un amor heterosexual), se vinculan entre sí a partir de la

unicidad. El amor los vuelve uno mismo, dejan de ser seres individuales para convertirse en

una sola persona. Esto implica, pues, que la vida entera de los enamorados se centra en su

relación. Los demás aspectos vitales, entiéndase la familia, los/as amigas, el trabajo, pasa a un

segundo plano o, como mínimo, se tienen que compartir con la pareja. La vida, en consecuencia,

es su pareja.

Continuando con lo planteado por Rodríguez, en el amor romántico no era permitido el

abandono físico ni del sentimiento, una vez que se formalizaba la unión entre dos personas, así

continuaron por el resto de sus vidas, hasta que la muerte los separe y sin importar dificultades

que se presenten a lo largo del camino. Se refuerza nuevamente el sistema moral social, en

donde el amor es una virtud y se alcanza con esfuerzo, reproducción, rectitud y compromiso

eterno. Lo anterior cobra sentido, cuando se entiende que en el amor romántico, el amor se ve

como una fusión de seres, que pasan a ser iguales. Si la vida misma es la pareja y la relación

que con ella se tiene, la separación resulta imposible, impensable; una ruptura implicaría un

abandono de la propia vida, llevando a un dolor profundo y desgarrador, donde no se contempla

siquiera la posibilidad de existir sin la pareja (Thomas, 1994).

Finalmente, Freud fue quien se encargó de postular una noción de desarrollo psicosexual

en la persona, la cual consistía en varias etapas (oral, anal, fálica, de latencia y genital), en

donde en esta última se lograba salir del narcisismo y el sujeto era capaz de elegir como objeto

amoroso una persona del sexo opuesto; de esta forma se configuraban las expectativas erótico-

afectivas en pareja, sus características, idealizaciones y fundamentos. Para él, el dicho amor

constaba de dos corrientes esenciales: la sensual por medio de la cual se generaba el deseo y la

afectiva que conllevaba cariño y ternura.


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También, durante las infancia, los cuidadores ejercían un rol importante en las formas

de amar y ser amados que las personas demostrarán en el futuro, es decir, estos los preparan

para las experiencias erótico-afectivas que llegarán a sus vidas. Un apartado crucial en la obra

de Freud, acerca de esta temática es el siguiente:

“el sentido de sí mismo de los adultos como susceptibles de ser amados, tanto

por saludable autoestima como por la pasión de sí mismo en bruto, se deriva, en

forma importante, del sentimiento penetrante de haber sido apreciados

temprana, segura e incondicionalmente. Sólo es posible dar amor después de

haberlo recibido y saberlo” (Rodríguez, 2006, p. 86).

Por otro lado encontramos lo que postulaba el autor Chul Han (2014) en su obra titulada

Agonía del Eros, argumentando que el amor está en crisis debido a que en la actualidad las

relaciones tienden a durar cada vez menos, a ser pasajeras y carentes de significado, como

consecuencia de una sociedad que cada vez es más narcisista. En un afán de protegerse de los

posibles daños que conlleva el acto de enamorarse, en términos psicoanalíticos, Chul Han

argumenta que la libido es invertida en la propia subjetividad y por ende el sujeto narcisista no

es capaz de reconocer al otro en su alteridad ni de reconocer su diferencia. Los límites

personales no están claramente establecidos y el otro se le presenta como una extensión de sí

mismo, por lo cual las necesidades o deseos que importan son las propias. Siendo así, el amor

se convierte en un campo dirigido por la razón de manera que se puedan satisfacer todas las

expectativas personales a la vez que se calcula cuánto se puede llegar a invertir en una relación

sin atentar contra el nivel de libido invertido en el sí mismo.

En el Eros, esto no sucede así. Ahí se abre la posibilidad de encontrarse con el otro, de

experimentar con el otro, partiendo desde su alteridad. El Eros no presenta una lógica del

rendimiento, no busca poseer al otro, ni se le subordina ante los deseos concentrados en el ego.

Chul Han realiza aquí una fuerte crítica al capitalismo y a esta lógica del rendimiento que se ha
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instaurado en la sociedad, como consecuencia de la sustitución del poder por el deber. Podemos

ver que hoy en día se incentiva al ser humano a tomar acción y responsabilidad de su propia

vida como gobernante de sí mismo, pero esto es una falacia de libertad; el colocar toda la

responsabilidad sobre sus propios hombros, la culpa del fracaso es solo suya, y como esto no

puede permitirse, el sujeto se explota a sí mismo para poder cumplir sus objetivos. “La

explotación de sí mismo es mucho más eficiente que la ajena porque va acompañada de un

sentimiento de libertad” (Chul-Han, 2014). De esta forma se incrementa la producción para

satisfacer las demandas de consumo por parte de la sociedad, mientras se imposibilita la

capacidad de resistencia por parte de quienes la conforman.

Teniendo esto en cuenta y retomando el asunto del amor, el Eros y el Narcisismo, Chul-

Han expone que la demanda de consumo presente en el sistema de capitalista también se ha

trasladado al ámbito de las relaciones erótico-afectivas, donde el otro es sexualizado como un

objeto de deseo, el discurso del amor se subscribe al de la sexualidad, y esta es comprendida

desde el rendimiento. Es así como las personas y las relaciones se convierten en un capital que

hay que aumentar. La relación erótica y afectiva comienza a ser descrita en términos de

posesión, una relación de poder donde se subordina al otro para ejercer sobre él la propia

voluntad sin tener en cuenta las diferencias que nos delimitan y sin buscar que el otro también

se encuentre satisfecho. “No es posible amar al otro despojado de su alteridad, solo se puede

consumir. En ese sentido, el otro ya no es una persona, pues ha sido fragmentado en objetos

sexuales parciales” (Chul-Han, 2014). El cuerpo se convierte en una mercancía que hay que

tener y que debe continuar produciendo deseo, o de lo contrario pierde su valor porque ya no

cumple el rol de satisfacer las necesidades narcisistas. En este sentido, como las relaciones se

establecen en medio de la condición del disfrute y la experiencia positiva, no hay lugar para los

conflictos y las heridas. Si se presenta el conflicto o el sufrimiento, hay que alejarse y pasar a

la siguiente relación. Se establece así la búsqueda de una relación inmediata con el otro donde
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no se pueda presentar la posibilidad de sentir dolor, libre de toda negatividad, bajo la lógica del

tan pronunciado discurso “el que se enamora, pierde” que a veces solemos escuchar

especialmente entre los jóvenes. Enamorarse implica la renuncia parcial de sí mismo para

permitirse el encuentro con el otro, con su alteridad, como bien se mencionó anteriormente, y

esa renuncia produce angustia porque es entendida como debilidad, como la muerte o el

apocalipsis, para el sujeto narcisista (Chul-Han, 2014).

2.2 “El cuerpo: materialización de la subjetividad romántica”

Una vez explorados los discursos amorosos que han primado en Occidente, a partir de

los postulados expuestos por algunos pensadores influyentes en nuestra parte del mundo, resultó

importante aterrizar aquello que se ha expuesto, a la vida humana. Es decir, dado que estos

postulados han tenido un papel importante en la construcción de los imaginarios colectivos

acerca del amor, asimismo han influido en las maneras como los seres humanos viven estos

imaginarios y, finalmente, estos discursos amorosos. Aquello que teóricamente se ha expuesto

sobre el amor, termina incidiendo en el cuerpo, la subjetividad y la identidad de los seres

humanos, quienes encarnan aquello que, desde lo cognitivo, se ha entendido como “amor” en

Occidente.

Así pues, el cuerpo se emplea como elemento de expresión de las personas, en el cual

surgen categorías implícitas que van ligadas entre sí, como lo son la subjetividad e identidad,

siendo explicadas juntas necesariamente, para un mayor entendimiento, reflexión y análisis

acerca de las mismas.

Desde un primer acercamiento hacia la noción de cuerpo, fue posible comprender que

este materializa la existencia del ser humano y su relacionamiento con el mundo externo; las

sensaciones y percepciones atraviesan al mismo, permitiendo que la persona se construya a sí

misma desde y a través de su cuerpo, tomándolo a su vez como propio, único e invaluable. No

obstante, factores como la influencia social, cultura y contexto permean significativamente la

Cuerpo, sexualidad
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forma en la que se configuran las vivencias corporales, su fisonomía y los códigos implícitos y

explícitos a los que el sujeto se inscribe. De esta forma, categorías como masculino y feminino

se articulan de diferentes maneras y con diversas características, las cuales se subordinan a los

estereotipos, expresiones de género y roles que la sociedad le designa tanto a hombres como a

mujeres. Esto también es aplicado a los diferentes grupos etarios existentes, sean niños,

adolescentes, jóvenes, adultos o adultos mayores, cada uno de ellos se construye desde un

discurso, subjetividad e identidad distintos.

En referencia a lo mencionado anteriormente y haciendo principal énfasis en los

jóvenes, las personas están expuestas a lo que se podría comprender cómo ilimitadas

posibilidades para ser, construirse, e interpretarse, especialmente en esta época donde se va

elaborando la noción de ser humano en la que se manifestará, tanto en el presente como en el

futuro. En este momento es cuando la subjetividad toma un rol preponderante y se comprende

como la configuración de los seres humanos tanto individuales como colectivos, generando

resistencias hacia los organismos de control instituidos en la sociedad, instaurando creencias,

saberes, expectativas y anhelos propios y reuniendo una serie de tecnologías de la apariencia

corporal (moldeamiento del cuerpo), que hacen que la persona se denomine y represente como

propia. Definición subjetividad

Adicionalmente, al hablar de una subjetividad, inevitablemente se liga con el concepto

de identidad, concibiendo a ésta última como la expresión auténtica de una persona y como una

postura clara y establecida acerca del reconocimiento propio, generando una diferenciación

marcada por la pluralidad, pero siendo aún influenciada por factores sociales, económicos,

políticos y culturales, que permean al individuo y sus acciones en la sociedad.

Finalmente, los discursos amorosos per se históricamente se han reflejado en el cuerpo

y la relación que las personas tienen con este, en dominios de la vida como la sexualidad, sea

mediante la autoexploración o en encuentros erótico-afectivos conotra persona, expresando


19
físicamente un sentir y actuar característico del vínculo romántico. Además, las rupturas

amorosas también se han caracterizado por marcar el cuerpo literal y metafóricamente, ya que

el desprendimiento de alguien se lleva consigo un pedazo de uno mismo en el acto, generando

malestares y angustias al respecto (Cabra y Escobar, 2014).

2.3 Mujer, feminidad y género

Ahora bien, dado que el cuerpo, la subjetividad y la identidad se han entendido como

construcciones individuales que, no obstante, se ven influidos por los patrones sociales y

culturales que enmarcan a la persona, resulta importante tener una mirada específica a aquellas

maneras en que las mujeres se construyen a sí mismas. Esto, debido a que sus construcciones

particulares sobre sí mismas, en relación con su cuerpo y su subjetividad, guardan un estrecho

vínculo con la manera como apropiarán los discursos amorosos que imperan en su sociedad y,

en consecuencia, se relacionarán con otros/as, en lo que a los vínculos sexo-afectivos se refiere.

Es así como las ciencias naturales trataron de explicar las diferencias entre mujeres y

hombres bajo el discurso de la biología, argumentando que la configuración del género se

producía en base al sexo. Posteriormente se dio paso al debate que aportó una consideración

distinta sobre la configuración del género, exponiendo que este realmente es una construcción

sociocultural y no una designación de la naturaleza. Sin embargo, esos discursos de la biología

y las ciencias naturales han contribuido a que se legitimen los roles socialmente asignados a

hombres y mujeres, justificando la desigualdad entre ambos en función de sus características

físicas y anatómicas. Esta configuración del género funciona como un ejercicio de poder en el

cual se relega a la mujer al espacio privado, asignándole la función del cuidado doméstico,

limita su sexualidad a la reproducción y la caracteriza como un sujeto pasivo y dócil. Además,

establece normas de cómo debe ser una mujer, dictaminando como debe vestirse, como debe

ser su cuerpo, como debe comportarse, como debe actuar y cómo relacionarse con el mundo,
20
entre otras cosas. Bajo este discurso, sólo existe una forma de ser mujer que va estrictamente

ligada al concepto de feminidad.

Joan Scott (1986) expuso cómo mediante el concepto de género es posible establecer

cuáles son algunos de los elementos más determinantes de la identidad sexual, siendo estos los

siguientes: los mitos y símbolos asociados a la tradición, a la cultura, y a la religión de las

comunidades, que a su vez continúan reproduciendo imaginarios colectivos constantemente;

los conceptos normativos que rigen a las personas en diferentes contextos y áreas, realizando

afirmaciones que buscan categorizar a la gente bajo el prototipo binario, cisgénero y

heterosexual; las demandas de las instituciones políticas, educativas, científicas, religiosas,

entre otras; y finalmente, la identidad subjetiva que se construye en relación con la historia, la

cultura y las tradiciones sociales especificas que han mediado la experiencia de cada ser humano

(Scott, 1986). Con esto, se busca reflexionar sobre cómo estos elementos han naturalizado

determinadas “categorías de identidad” femenina en las mujeres, colocándolas en una posición

de desigualdad y subordinación ante los mecanismos de poder de orden patriarcal. Es

importante tener en cuenta que una de las características del orden patriarcal radica en que este

no es propio o exclusivo a un tipo de cultura o época, sino que está instaurado mundialmente,

aunque sí es cierto que se presenta de diferentes maneras en base al contexto histórico, cultural

y social de las comunidades (Prada, 2010). Encontramos dos estrategias que se han utilizado

dentro del patriarcado para continuar subordinando a las mujeres. Por un lado, está el

patriarcado de coerción, el cual se refiere al uso de la ley y la presión social para la represión

de la voluntad; por el otro, está el patriarcado de consentimiento, en el cual existe la presunta

igualdad, pero en realidad la desigualdad continúa reproduciéndose mediante estrategias de

incitación, donde el sujeto buscará cumplir mandatos y expectativas creyendo que le son

propias. Algunos ejemplos de esta última estrategia del patriarcado podrían ser la renuncia al
21
trabajo para dedicarse al cuidado del hogar o el control del propio deseo sexual, estigmatizando

a aquellas que toman la decisión de transgredir estas normas patriarcales.

Vale la pena detenerse, entonces, en los temas concernientes a la sexualidad, puesto que

no solo resulta un mecanismo claro de control sobre las mujeres, sino que también hace parte

importante de la vida del ser humano, dada su naturaleza sexual. Cuando hablamos de

sexualidad, no solo nos referimos a la capacidad del cuerpo para expresar excitación o placer

sexual, sino que el concepto también incluye aquellos discursos y significados –tanto personales

como colectivos– que construyen la identidad de género y la identidad sexual. En este sentido,

en el escrito “Sexualidad en hombres y mujeres: Diversidad de miradas” de Cristina Benavente

y Claudia Vergara (2006), exponen como la sexualidad también está mediada por las

construcciones y representaciones sociales que se expresan a través de discursos que producen

expectativas, estigmas, temores, prohibiciones y significados sobre la sexualidad. Además,

estas autoras también mencionan que dichos significados, así como las prácticas sexuales y la

interpretación del deseo, “se construyen por la interacción de cuatro elementos: los discursos

sociales, los discursos locales, el significado construido mediante el diálogo y la experiencia

subjetiva del cuerpo.” (Benavente y Vergara, 2006). Como bien mencionamos anteriormente

en el inicio de este apartado, la identidad de género se construye en sociedad, proceso que

ocurre desde las etapas más tempranas del desarrollo cuando las características culturalmente

asociadas a lo femenino y a lo masculino son internalizadas por el sujeto en función de su sexo

biológico. Estas características de lo que es femenino y de lo que es masculino son reproducidas

constantemente por medio de la interacción social, cumpliendo el propósito de continuar

legitimando y naturalizando los símbolos, significados, normas, roles y estereotipos asociados

a la diferencia entre sexos. Esta problemática no solo afecta el desarrollo personal, cultural,

social, educativo o profesional de las mujeres, sino que también repercute fuertemente en cómo

viven y expresan su propia sexualidad.


22
En cuanto a la sexualidad de las mujeres, parte del poder que los hombres logran ejercer

sobre ellas se produce justamente por medio del control de su sexualidad. La sexualidad

masculina se impone sobre las mujeres como aquella que realmente ocupa un lugar primordial,

negando la posibilidad de que las mujeres puedan experimentar y sentir placer con la misma

facilidad, sino que más bien se vive desde la vergüenza y la culpa. Es muy poca la información

sobre educación sexual que las mujeres reciben a edades tempranas o en la preadolescencia –

etapa en donde se empiezan a manifestar cambios importantes, naturales, y de carácter

biológico–, asociando la sexualidad netamente con la reproducción y enfatizando en el riesgo

de empezar la vida sexual antes de llegar al matrimonio y/o por fuera de una relación formal,

exclusiva, monogama y heterosexual (Benavente y Vergara, 2006). A esto se suma también el

significado que se le otorga a la primera relación sexual, a la importancia de la virginidad en

las mujeres, quienes se perciben como sujetos más valiosos tanto para los hombres como para

la sociedad por el hecho de no haber iniciado aún su vida sexual. La virginidad es un elemento

de valor agregado que despierta un interés particular en los hombres debido a la posibilidad de

ser la persona con quien la mujer experimente su primer acto sexual, entendido como un

momento de gran relevancia en la vida de una persona (Benavente y Vergara, 2006).

Se establece la idea de que es la mujer quien debe controlar su deseo sexual y marcar

los límites porque, supuestamente, esto no hace parte de la naturaleza masculina y por ende

ellos viven de manera distinta su sexualidad. No obstante, si bien se argumenta que es la mujer

quien debe mantener el control de su sexualidad, esto no aplica para la búsqueda de su propio

placer. El deseo sexual femenino se ve subordinado de nuevo, entendiendo que la mujer se

convierte en el objeto deseado, mas no en el sujeto deseante. Debe continuar cumpliendo la

función de despertar atracción sexual en el hombre y satisfacer sus deseos, manteniendo el

mismo rol pasivo que hemos evidenciado en otros aspectos. Con todo lo anterior, Benavente y

Vergara (2006) buscan exponer cómo el cuerpo de las mujeres se convierte en un cuerpo que
23
no les pertenece y que siempre se encuentra ligado al otro, al cuidado y la satisfacción del otro,

para poder ser reconocido.

Así pues, lo que somos las mujeres hoy en día, nuestras maneras de ser, estar, creer,

pensar, actuar, se encuentran marcadas por construcciones sociohistóricas y culturales que nos

delimitan; lo mencionaba De Beauvoir (2014) al plantear que no se nace mujer, sino que se

hace. Esto quiere decir que lo que nos constituye como mujeres, es resultado del contexto que

nos enmarca, caracterizado por imaginarios culturales, símbolos, prácticas, que determinan las

maneras de ser, estar y actuar en el mundo; como tales, estas construcciones sociohistóricas

están íntimamente ligadas con el orden sociosexual patriarcal en el que estamos inmersas. Lo

anterior implica que la manera como se ha constituido el ser mujer, está basada en elementos

de dominación y relaciones de poder, donde la mujer es la subyugada y el resto de la sociedad

es quien subyuga.

La manera como se expresa esta realidad en nuestras vivencias cotidianas es, por un

lado, que nuestra existencia como mujeres está definida por lo que los hombres creen de

nosotras; son ellos los que determinan quiénes somos, qué hacemos y cómo (Lagarde, 2005)

mientras que nuestro papel radica, sencillamente, en adscribirnos a estas imposiciones que nos

hacen por el simple hecho de ser mujeres. En ese sentido, es fácil que empecemos a divinizar a

aquellos a quienes les debemos, literalmente, nuestra existencia. El otro que nos construye

(quien, generalmente, se encarna en la figura masculina) se vuelve un ente al cual debemos

respetar y al que debemos dedicar nuestra vida. De esta manera, a través de otros, es que vamos

definiendo nuestra subjetividad, los universos simbólicos que nos convocan, los imaginarios

colectivos que creamos como mujeres. En consecuencia, como menciona Lagarde, se puede

plantear que las mujeres nos encontramos en una condición de cautiverio, pues estamos

limitadas en nuestra autonomía, en nuestra capacidad de decidir por nosotras mismas; en

esencia, no somos libres.


24
Más aún, continúa Lagarde, cedemos ante estas imposiciones con disposición,

voluntariamente. Nos sometemos ante este cautiverio puesto que dependemos de los hombres

que nos dominan; en una sociedad dividida por roles de género (donde, además, el género es

entendido como algo connatural e inamovible), empezamos a creer que solo somos buenas para

asumir un rol pasivo, mientras que quienes nos subyugan son verdaderos sujetos activos dueños

de su destino y con el poder, por lo tanto, de decidir sobre las/os otras/os. En relación con esto,

un elemento adicional que nos permite someternos voluntariamente a la restricción de nuestra

libertad, radica en los discursos usados para referirse a nuestra esencia natural: al ser mujeres,

somos parte de la naturaleza, pues somos creadoras y dadoras de vida, y como tal, nuestras

acciones son naturales, nos vienen dadas, por lo que son incuestionables. Estos discursos acerca

de nuestro carácter natural, nuestra vinculación con la naturaleza, es también mencionado por

De Beauvoir (2014) cuando se refiere a que son justamente estas lógicas de pensamiento, las

que legitiman las explotaciones que se hacen hacia nosotras, pues así como la naturaleza está

para ser usada según las necesidades del ser humano, así también lo están las mujeres.

Ahora bien, retomando a Lagarde, estas restricciones en nuestras subjetividades se ven

también presentes a través de los discursos amorosos imperantes. En ese sentido, si lo que se

dice de las mujeres es que somos atentas, serviciales, entregadas, etc (en esencia, que somos

para otros), entonces empezamos a entender que debemos amar para que nos amen. Y nuestra

manera típica de amar resulta siendo servir. Nos es dado servir, primero, porque según se ha

mencionado, los otros son quienes determinan nuestra existencia, razón por la cual debemos

vivir para ellos; segundo, porque así es como entendemos que nos van a amar. Esto es posible

puesto que nuestras interacciones están marcadas por la idealización de los otros, dado que son

ellos quienes nos definen. En pocas palabras, la manera como entendemos el amor, a raíz de

los discursos hegemónicos sociales, culturales e históricamente construidos sobre éste, es a

partir del ser-para-otros. Nuestros intereses románticos, lo que puede resultar beneficioso para
25
nosotras como mujeres y/o seres humanos, pasan a un segundo plano, pues empezamos a creer

que la única forma en que seremos merecedoras de amor, cariño y comprensión, es cuando

nuestra existencia se vuelca por completo a complacer a los demás.

Lo anterior es posible si se entiende que las mujeres han sido entendidas, y se entienden

a sí mismas, desde la carencia. Thomas (1994) argumenta, desde una postura psicoanalítica,

que al carecer de falo se construyen desde lo que les falta, aquello que en una sociedad patriarcal

y basada en concepciones tradicionales sobre el género, le concede el poder simbólico a los

hombres. Más aún, los órganos reproductores que sí tiene, parecen estar escondidos, y los senos

aparecen en su cuerpo tardíamente, cuando la posibilidad de constituir un sentido de sí misma

a partir de éstos, se ha perdida; parece que ya no sabe quién es. Lo que sí sabe, relata Thomas,

es quién no es: una persona sin falo y, por tanto, sin poder ni control sobre sí misma ni otros,

un ser que existe a medias o, quizás, que casi no existe. De esta manera, resulta fácil entender

las razones para volverse al otro. “Desear, para ella, consistirá principalmente en SER

DESEADA, con el objeto de sentir que finalmente existe.” (Thomas, 1994, p. 87). Se centrará

en el otro, pues la posibilidad de ser amada brindará la seguridad de saberse un ser, de saber

que existe.

2.4 Mujeres jóvenes

Finalmente, dado que la población con la que se trabajó fueron mujeres jóvenes, resulta

importante aclarar qué se entiende por ese concepto, cómo se definen socioculturalmente y qué

particularidades tienen en la vivencia de las problemáticas previamente expuestas.

Es pertinente, pues, iniciar por exponer a qué se refiere con “juventud”, qué lo

caracteriza como fenómeno sociocultural. A este respecto, Taguenca (2016) menciona que es

hasta el siglo XX, debido a los cambios socioculturales acontecidos en la época, que se empieza

a realizar una división generacional en la sociedad Occidental, a razón del cambio de

“estudiantes” a “trabajadores” que vivían los jóvenes en esta sociedad posindustrial. Refiere
26
Taguenca (2009), que a partir de este momento, sin embargo, los estudios sobre juventud se

han diversificado grandemente, logrando así una complejización del concepto donde no existe

una única e inamovible definición, pues el significado de “juventud” es diverso, cambiante y

variado, como lo son las personas mismas que se identifican bajo esta categoría; por otro lado,

aún en mayor complejidad, la existencia juvenil se encuentra marcada por contradicciones y

conflictos con los imaginarios dominantes de la época en la que se enmarca.

Así pues, lo que socialmente se considera ”joven” resulta variable de acuerdo con el

contexto social, político, económico y cultural de una época específica; es a partir de las

necesidades sociales que se determina quién es joven, cómo se ve y qué hace. Feixa (1999) hace

mención a esto al exponer que, para que el concepto de juventud exista, se deben presentar

condiciones sociales, ligadas a normas, comportamientos e instituciones, y condiciones

culturales, como imaginarios, ritos o valores alrededor de la juventud; estos elementos son

variables de acuerdo a las particularidades de cada sociedad.

Es así como, desde Feixa, se exponen las transformaciones que este concepto ha vivido

de acuerdo a los desarrollos históricos de la humanidad. Desde los “Púberes”, en las sociedades

primitivas, donde la inserción en la sociedad estaba marcada por el desarrollo fisiológico de la

persona, que garantizaba su utilidad en términos del mantenimiento de su comunidad. Pasando

por los “Efebos” de las sociedades antiguas occidentales, quienes se consideraban sujetos de

derechos una vez que atravesaban estudios útiles para las demandas de su contexto: militares o

filosóficas; cabe resaltar que para estas sociedades, los efebos eran únicamente hombres jóvenes

de clases altas, por tanto, ellos eran lo únicos que se consideraban sujetos de derecho.

Continuando con los “Mozos” de la Edad Media, donde la división etaria otrora vista,

prácticamente desaparece; es así como, en la Europa medieval, las personas se insertaban en el

mundo de los adultos desde la infancia, aprendiendo sus quehaceres y adoptando su

cotidianidad sin mayor cuestionamiento.


27
Ahora bien, en los tiempos modernos se complejiza la visión sobre los jóvenes;

prosiguiendo con los “Muchachos” de las sociedades industriales, quienes se encuentran con

sus coetáneos en diferentes espacios de socialización, a medida que se van consolidando las

instituciones reguladoras de la vida social: la familia, la escuela, el ejército y el mundo laboral;

si bien ésta diferenciación empezó en la burguesía, poco a poco fue un fenómeno expansivo,

alcanzando incluso a otras clases sociales y a las mujeres, generalmente ignoradas en las

concepciones anteriores. Finalmente, de acuerdo con Feixa, aparecen los “Jóvenes” en la

sociedad posindustrial, los cuales en principio eran vistos como los rebeldes sin causa, seres

desenfrenados que no hacían más que amenazar los valores tradicionales; el uso recreativo de

drogas, la des-idealización de la figura patriarcal, la revolución sexual, el activismo, son todas

características de las primeras juventudes en la posguerra. No obstante, a esta generación le

prosigue otra cuya inserción en el mundo se ve postergada, siendo entonces que la dependencia

a sus padres se alarga, por lo que la adscripción a las demandas sociales de la vida adulta, se da

en una etapa más tardía.

No obstante, cabe resaltar las particularidades con que se vive la juventud, teniendo en

cuenta factores económicos, sociales, culturales o de género; así, lo que previamente se ha

expuesto acerca de la juventud no puede ser tomado como una universalidad en la experiencia

juvenil. Margulis y Urresti (1998) hacen referencia a esto al mencionar que los imaginarios

acerca de la juventud como momento moratorio entre la infancia y la asunción de

responsabilidades adultas (iniciar una familia, tener hijos, casarse), desconoce las realidades de

personas cuyas condiciones socioeconómicas no se ajustan a los ideales hegemónicos. En ese

sentido, cuando se piensa acerca de la juventud como un momento de ocio, de diversión y en

el cual las únicas responsabilidades van de la mano con el estudio, se está refiriendo a las

experiencias juveniles de una clase social particular, entre media y alta, mientras que se ignora

las experiencias de jóvenes pertenecientes a clases desfavorecidas. Para éstos, mencionan los
28
autores, la presión por asumir responsabilidades socialmente consideradas “adultas” inicia

mucho antes, debido a las demandas de su entorno.

Del mismo modo, continúan Margulis y Urresti (1998), la vivencia de la juventud se ve

de maneras diversas de acuerdo al género. Así pues, la manera en que las mujeres vivirán su

juventud es diferente de cómo los hombres la vivirán. Teniendo en cuenta que entre las

demandas sociales para la mujer se encuentra el afán por la reproducción, es decir, la presión

por ser madre, la experiencia juvenil se ve atravesada por estas exigencias dadas por la sociedad

patriarcal en las que se está inmersa. Es así como dentro de la mujer jóven existen las tensiones

generadas por convertirse pronto en madre y poder cuidar de sus hijos. No obstante, en razón

de la diferencia de clase que también implica unas juventudes particulares, esta presión por

convertirse en madres se ve de maneras diferentes de acuerdo con la clase socioeconómica a la

que pertenezcan las mujeres jóvenes. Margulis y Urresti mencionan cómo, dentro de los estratos

“bajos”, la maternidad se presenta mucho antes, el acceso a anticonceptivos es menor y las

posibilidades de postergar sus decisiones reproductivas no son tan comunes como en las clases

medias y altas.

Ahora bien, es importante notar que las maneras como la sociedad construye y entiende

a los jóvenes, pueden distar considerablemente de la manera como ellos/as mismos/as se

construyen y se entienden como sujetos/as particulares. Esta dicotomía connota una distinción

entre el joven que se es, y el adulto que la sociedad espera que llegue a ser; en ese sentido, se

genera una contrariedad entre las partes (joven-adulto), que resulta en una estigmatización de

lo juvenil por parte de los adultos, dado que sus concepciones sobre los primeros distan mucho

de ser similares (Taguenca, 2009). Así pues, se aceptará a los jóvenes siempre y cuando se

ajusten a las expectativas que de ellos tienen sus mayores.

No obstante, para Taguenca (2009), un elemento característico de la juventud, que

define su identidad como contrario a lo adulto, es justamente su elemento rebelde, contrapuesto


29
a los imaginarios y deseos de los adultos; de esta manera, a partir de la rebeldía que, según

Taguenca, los caracteriza de manera general, los jóvenes empiezan a construirse a sí mismos.

Es cierto, por supuesto, que existen particularidades dentro de la población juvenil, donde es

probable que, de acuerdo a sus subjetividades, algunos jóvenes se ajusten de buen gusto a las

demandas de los adultos; sin embargo, parece ser más bien la excepción y no la norma, cuando

de entenderse a sí mismos se refiere.

Con el fin de diferenciar aquellas construcciones sobre la juventud hechas por adultos

o por los mismos jóvenes, resulta útil remitirse al concepto de imágenes culturales propuesto

por Feixa (citado en Taguenca, 2009). Para éste autor, las imágenes culturales se refieren a

ideologías, valores y ritos que solo una determinada subcultura tiene; se representan por medio

de objetos materiales o inmateriales, y son resultado de la interrelación entre la subjetividad de

los miembros y las instituciones que enmarcan a esta subcultura (en este caso, los jóvenes). A

razón del tema que ocupa este trabajo, el anterior es un elemento clave a tener en cuenta puesto

que evidencia la influencia que tiene la cultura en la construcción de la identidad de los/as

jóvenes, a la vez que expone el rol que juega la subjetividad en la construcción de esos mismos

imaginarios culturales. De esta manera, sujetos y cultura se interrelacionan, complementan,

dialogan, para construcción de unas maneras particulares de ser, estar y actuar en el mundo,

que bien pueden estar ligadas a demandas hegemónicas, o pueden ser construcciones

particulares de un grupo relativamente autónomo en referencia a la cultura dominante.

Es así como los imaginarios sobre el amor y los discursos que lo definen que

predominan entre las personas jóvenes pueden ser en gran medida construcciones propias, dado

su carácter autónomo en referencia a los universos simbólicos dominantes. En el momento en

que la juventud empieza a definirse bajo sus propias reglas, empieza a establecer formas de

relacionamiento particulares y se define de acuerdo a sus propios imaginarios, ahí empieza a

distanciarse de lo hegemónico que le rodea. Así pues, tiene sentido que sus concepciones
30
amorosas disten de aquellas con las que fueron criadas/os, que sus expectativas frente al amor

y las maneras de relacionamiento tengan particularidades, pues su deseo de autonomía frente a

sus padres o las figuras de poder se expresa de estas maneras.

A este respecto, cabe retomar a Rodríguez (2006), quien menciona las particularidades

que definen la manera como los jóvenes entienden el amor, las dinámicas y prácticas que lo

enmarcan, en contraposición con aquellos imaginarios colectivos predominantes en

generaciones anteriores. Así, menciona la autora, para los jóvenes el amor no se da por arte de

magia sino que, al contrario, requiere esfuerzo, sinceridad, confianza y compromiso. Se ve

como una construcción conjunta entre las personas implicadas, pues la imagen del amor como

lo que lo puede todo, se desvanece en las nuevas generaciones. En este sentido, se presenta una

cierta racionalización de los sentimientos, siendo entonces que no se presenta una entrega ciega

y desinteresada al otro/a, ni a las emociones que ésta/e le genera. De esta manera, continúa

Rodríguez es común en los discursos juveniles encontrar valores como el respeto por sí mismo/a

y sus intereses, cuidado del otro, autenticidad. Pareciera como si, para los jóvenes, la

corresponsabilidad fuera un elemento clave dentro de las relaciones amorosas.

Sin embargo, no se puede negar que los jóvenes siguen estando dentro de un paradigma

más amplio que su propia subcultura; para que haya un grupo “rebelde” o contumaz, debe haber

una cultura más amplia que lo quiera dominar. En ese sentido, si bien los jóvenes parecen dotar

de gran autonomía en la construcción de su identidad como tales, es innegable que se verán

influidos por la cultura hegemónica que los/as embarca. Rodríguez (2006), menciona elementos

como las ensoñaciones que giran en torno al matrimonio; los jóvenes sueñan con declarar su

amor en frente de personas cercanas, ser reconocidos/as por otros/as, lo cual en esencia implica

un deseo por contraer matrimonio que, si bien no será en un futuro cercano, sí es posible que

se dé en algún momento de su vida, ajustándose entonces a los imaginarios y discursos

tradicionales sobre el amor. El mercantilismo, fuertemente ligado al sistema capitalista y


31
neoliberal que rige a la sociedad occidental, también se encuentra presente dentro de los

discursos juveniles; así pues, el regalar cosas para demostrar amor se considera normal y, de

hecho, algo esperado. En consecuencia, algún aspecto de los imaginarios o discursos amorosos

de las personas jóvenes se verá interpelado por la cultura más amplia en la que se encuentra,

que puede caracterizarse por ser más “tradicional”, en referencia a sus propios valores,

creencias o estrategias, que podrían considerar más “vanguardistas”.

Así pues, en lo referente a los discursos, los imaginarios y las prácticas amorosas de los

jóvenes, se evidencia una interrelación entre los discursos dominantes, y aquellos construidos

por los propios sujetos, en un marco de autonomía, independencia e incluso rebeldía ante

aquella cultura que les quiere determinar su modo de proceder en el mundo, a fin de que se

ajusten a las demandas de su cultura.

Ahora bien, cabría preguntarnos, ¿cuál es la experiencia particular de las mujeres dentro

de esta concepción de juventud? Resulta pertinente aplicar un enfoque diferencial al análisis de

la juventud y de sus vivencias, dado que, como se ha hecho evidente en los apartados previos,

entenderse y construirse como mujer conlleva unas implicaciones particulares en la

construcción de la subjetividad, identidad, en las formas de relacionamiento y en los discursos

e imaginarios que se tienen sobre el amor.

A este respecto, la Organización Panamericana de la Salud (2006), presenta un recuento

de los cambios acontecidos en las mujeres durante la preadolescencia: es importante notar aquí

que la OPS hace una delimitación etaria de la juventud, distante de la definición hecha en el

presente trabajo, la cual está basada en características socioculturales. No obstante, se tendrá

en cuenta esta explicación dados los aspectos macrosociales en ella implicados. Así pues,

menciona la OPS, las personas cuya biología corresponde a lo socialmente denominado

“femenino”, suelen empezar a notar cambios en su cuerpo frente a los que se pueden sentir

incómodas, no solo por el hecho de ser un cambio en sí, sino por la atención que otros/as ponen
32
en ellas a raíz de esto; en ese sentido, el cuerpo deja de ser un territorio seguro para ellas y

empieza a ser entendido como un territorio de disputa. Adicionalmente, suelen vincularse estos

cambios con la aparición de la primera menstruación y, con ella, la posibilidad de procrear,

razón por la cual, de acuerdo a la cultura, es común que se les prepare para el matrimonio, o se

extienda la creencia de que deben ser protegidas, dado que están en peligro (elemento también

mencionado por Benavente y Vergara, 2006). Estas diferencias en su cuerpo y la atención que

en él recae la llevan a compararse con otras personas, elemento que disminuye su autoestima y

su sentimiento de suficiencia, pues se cree que debe estar a la altura de estas mujeres.

De la mano con los cambios corporales experimentados en esta etapa, empiezan a

desarrollarse el deseo y las fantasías sexuales, de las cuales no puede hablar con personas

cercanas, dado que resulta un tema tabú dentro de sus círculos sociales. Más aún, si su

orientación sexual dista de ser la heterosexual hegemónica, la vivencia de ésta se da en secreto,

o se rechaza por completo, dado que es un tema vetado (Organización Panamericana de la

Salud, 2006). A partir del rechazo a sus cambios corporales, al sexo como tema tabú, en general,

a partir del intento patriarcal de controlar todos los aspectos de la sexualidad femenina, las

mujeres empiezan a vivir su sexualidad desde la culpa, la inseguridad, el miedo, puesto que

pareciera que hubiera algo malo en ellas.

Se evidencia, entonces, que las problemáticas vividas por las mujeres, expuestas en el

apartado anterior, inician desde jóvenes. Es la etapa en que son iniciadas en sociedad, la cual

es patriarcal en sus cimientos, razón por la cual se adoptan actitudes, miedos, maneras de actuar,

que van íntimamente ligadas con las demandas de una cultura patriarcal, capitalista y neoliberal,

en donde el cuerpo es un objeto consumible y manipulable. En consecuencia, la mujer joven

misma empieza a ser considerada un objeto, quien debe servir para ser amada, cuya única

concepción de la sexualidad está marcada por la reproducción o el deseo de otros. Es en esta

etapa, en la juventud, donde se erigen las prácticas violentas hacia las mujeres. Sin embargo, a
33
modo esperanzador, es también el momento en que se presentan vinculaciones con pares, las

cuales, como se ha expuesto, pueden llevar a la producción de una cultura particular, donde su

identidad sea construida por sí misma, dejando parcialmente de lado las imposiciones hechas

hacia ella y sus congéneres mujeres, para poder experimentar el mundo de acuerdo a sus propias

concepciones.
34
3. Metodología

A partir de lo expuesto previamente en el marco teórico, la presente investigación se desarrolló

desde un enfoque cualitativo, que nos permita analizar las maneras en que las mujeres jóvenes

universitarias construyen y configuran sus diversos discursos amorosos, que atraviesan la

cotidianidad de sus vidas, para poder comprender cómo éstos se pueden relacionar con la teoría

revisada. Para este fin, se realizarán entrevistas de carácter semiestructurado a mujeres que aún

se encuentran cursando sus estudios universitarios, y que no han entrado formalmente o de

manera remunerada al mundo laboral. Ahora bien, con el interés de profundizar aún más sobre

los temas que serán dialogados durante la entrevista, también se les pedirá a las participantes

que escriban un breve relato acerca de su historia más significativa con respecto al amor y las

relaciones erótico-afectivas.

Es importante mencionar que las mujeres que participaron en esta investigación no son

una muestra representativa de la población joven universitaria. Además, tampoco lo son en

sentido estadístico, sino que es significativa dado que estas mujeres tienen características que

dan cuenta de sus construcciones socioculturales. Esto se debe a que no se tiene la intención de

realizar generalizaciones, correlaciones o hallazgos cerrados que apliquen a una población

universal a partir de los discursos que nos serán compartidos, ya que estos se han ido

configurando en la subjetividad de estas mujeres en función de sus experiencias individuales.

A pesar de que algunas personas puedan compartir similitudes en sus vivencias, cada quien le

otorga una interpretación diferente a lo que le ha sucedido. Por este motivo, nos interesan los

significados que pueden encontrarse detrás de las vivencias erótico-afectivas más importantes

para las participantes, y cómo estos se han podido ver influenciados por diversas construcciones

socio-culturales. Así pues, se incluyeron a estas participantes debido a que sus vivencias

amorosas reflejan elementos tanto placenteros como displacenteros de la experiencia romántica,

teniendo en cuenta, dentro de sus historias, elementos como los aprendizajes obtenidos a partir
35
de las relaciones que han establecido, las primeras experiencias amorosas, la vivencia de la

sexualidad y las decepciones amorosas que han vivido. Contar con estos relatos es crucial para

nosotras como investigadoras ya que los mismos nos servirán como referentes de lo que ha sido

importante para ellas dentro de las relaciones erótico-afectivas, a la vez que nos brindan una

guía diferenciada para orientar las entrevistas que vamos a realizar con cada una de ellas.

Ahora bien, la presente investigación se desarrolló desde un enfoque cualitativo. Por

tanto, es pertinente abordar con claridad qué se entiende por este concepto, dado que es el

elemento central para el análisis de los discursos amorosos, la subjetividad y las maneras de

relacionamiento de estas mujeres jóvenes universitarias.

A este respecto, cabe mencionar que la investigación cualitativa, al momento de estudiar

o entender un fenómeno particular, se interesa principalmente por cualificarlo, en vez de

medirlo o cuantificarlo (Bonilla y Rodríguez, 2000, citados en Bernal, 2006). Esto conlleva,

menciona Bernal, a que al hacer uso de esta metodología no se busca una generalización de los

conocimientos obtenidos en el ejercicio de investigar, sino más bien, se busca profundizar en

aquello que motiva el interés investigativo, abordando casos específicos que resulten

importantes y significativos para el elemento a investigar. Por lo anterior, se realiza un

acercamiento a la población o las personas que se ven directamente involucradas en el

fenómeno, pues resultan un medio pertinente para abordar la conceptualización de la realidad

que se investiga.

Con el propósito de orientar el análisis que se debe realizar a lo largo del desarrollo de

la investigación cualitativa, en Taylor y Bogdan (1990) se presenta un conjunto de tres fases

diferentes que describen los pasos a seguir para lograr una comprensión detallada de la

información recogida. La primera fase resulta ser la de descubrimiento, en la cual se buscan

rescatar los temas, interpretaciones, ideas, proposiciones, y conceptos emergentes que se dieron

a conocer tanto en la etapa de revisión teórica como en la recolección de datos vivenciales que
36
fueron compartidos por los y las participantes de la investigación. Posteriormente, en la fase de

codificación, se reúnen y examinan estos datos para así poder delimitar categorías de análisis

que permitan realizar un estudio mucho más profundo y específico. Finalmente, encontramos

el momento de la investigación en la que se interpreta la información, teniendo en cuenta su

contexto (Taylor y Bogdan, 1990; citados en Salgado, 2007).

Para esta producción de conocimiento cualitativa, sin embargo, también resulta

necesario identificar una postura epistemológica (Fernández, 2006), que dé cuenta de las

maneras como se abordará el fenómeno, los presupuestos que orientan su estudio y las

concepciones sobre la realidad que lo enmarca. En este sentido, la presente investigación

asumirá una postura constructivista al acercarse a las vivencias de los discursos amorosos que

se estudiarán. Lo anterior implica que en el presente trabajo no se intentará tener una visión

objetiva de la realidad, puesto que el constructivismo propone, como su nombre lo indica, que

la realidad es construida y conocida por los sujetos que viven en ella (Salgado, 2007). De esta

manera, lo que se denomina “realidad” está constituida por una gran diversidad de significados

y perspectivas, correspondientes a la diversidad de personas y subjetividades presentes dentro

de un contexto determinado; esta variedad de posiciones, historias y narraciones se

interrelacionan, entran en tensión y construyen una realidad intersubjetiva, histórica, simbólica

y, en consecuencia, compleja, caracterizada por la variabilidad discursiva (Fernández, 2006).

Desde esta postura epistemológica, el papel del investigador resulta ser develar esta

complejidad de narraciones y perspectivas, por medio del acercamiento a las personas que

constituyen este entramado y reconociendo, además, que su propia subjetividad se verá también

interrelacionada en el momento en que se intenta conocer la realidad contextual que enmarca

el fenómeno a estudiar; lo anterior implica, entonces, que el mismo ejercicio investigativo

resulta siendo una construcción entre investigadores y los sujetos por medio de los cuales se

estudiará el fenómeno (Salgado, 2007).


37
Ahora bien, así como la realidad es intrínsecamente compleja y variada, las maneras de

abordar el estudio de fenómenos particulares, también varían considerablemente dentro de los

métodos cualitativos de investigación. Para el presente trabajo, como diseño de investigación

se hará uso del método narrativo, dado que se buscará investigar acerca de las historias de amor

más significativas. Es así como, a través de la narración oral y escrita, se buscará ahondar en

las temáticas que rodean la presente investigación. De acuerdo con Salgado (2007), el objetivo

en un estudio con diseño narrativo es producir información sobre historias de vida y

experiencias que se relacionen con el tema de investigación, para posteriormente ser descritas

y analizadas en base a los supuestos teóricos revisados anteriormente.

Algunos recursos metodológicos que resultan útiles en este tipo de investigaciones

pueden ser las biografias y autobiografias, construidas mediante entrevistas, diarios, cartas y/o

relatos escritos. Estos insumos pueden dar cuenta de las historias vitales de una persona o grupo

específico, de una época determinada, o de episodios variados que resultan pertinentes para el

estudio (Salgado, 2007). Es por esta razón que en este tipo de investigaciones las participantes

no son escogidas al azar o de manera aleatoria, sino que por el contrario se requiere que su

aporte pueda ser significativo para el tema en cuestión. No se persigue una verdad general,

objetiva o absoluta. Interesan los relatos, discursos e interpretaciones que cada quien le otorga

a su realidad, como esta ha configurado determinados ideales y expectativas, y cómo sus

experiencias han moldeado su manera de ver el mundo.

Siguiendo con lo anterior, el análisis del discurso es el enfoque de investigación

cualitativa que se emplea en la presente investigación, para comprender e interpretar las

narrativas de las mujeres jóvenes que se entrevistarán y los relatos de su experiencia erótico

afectiva más significativa, entendiendo dichos discursos como una “creencia, práctica o

conocimiento que construye la realidad y proporciona una forma común de entender el mundo

por los individuos (...)” (Urra, Muñoz y Peña, 2013, p. 52). Por ende, cabe resaltar que una
38
característica fundamental de este tipo de expresiones, las cuales se pueden dar de forma oral o

escrita, es que cobran relevancia cuando se interrelacionan con uno o más discursos, es decir,

cuando se crean uniones de narrativas que resaltan hechos y experiencias, las cuales se ven

permeadas por expectativas y construcciones sociales que configuran categorías o conceptos

relevantes.

Así, es posible agrupar las características de los discursos en dominios específicos como

lo “textual (el discurso en tanto lengua), interaccional (el discurso en tanto práctica social) y

cognitivo (el discurso en tanto vehículo de representaciones sociales)” (Prada, 2010, p. 18). Por

ende, todo lo expresado son formas de comprender la vida de sujetos particulares que son

atravesados por ideas, sentimientos, emociones y sensaciones que van más allá de lo que

piensan, dicen y expresan y hacen parte de una cultura y contexto específicos. Adicionalmente,

cada generación representa una manera particular de establecer formas de expresión con los

demás, es decir, cada época y lugar permean los discursos de las personas y como se

desenvuelven con sus pares (Prada, 2010).

Por esto, las entrevistas cobran importancia en la investigación que se está realizando,

debido a que el tema del amor romántico y los discursos que derivan del mismo dependen de

la manera en la que cada sujeto interioriza las ideas y prácticas acerca de las relaciones erótico-

afectivas, junto con las experiencias que haya vivido a lo largo de su juventud, las cuales han

dejado ya sea expectativas, momentos satisfactorios o sentimientos negativos (ej. tristeza,

vergüenza, etc.). Adicionalmente, esta es una técnica de recolección de información que

permite generar una cercanía con las participantes, permitiendo la confianza y un espacio

seguro para que estas se expresen libremente, de acuerdo a los diversos temas a los que se hará

referencia en esta dinámica.

Por otra parte, el análisis de información por medio de este enfoque parte de ciertas

premisas cruciales, para interpretación de la misma, las cuales son las siguientes:
39
En cuanto a características generales se debe tener en cuenta que: primero, “las personas

usan sus entendimientos culturalmente disponibles como patrones coherentes de un tópico”

(Urra, Muñoz y peña, 2013, p. 52) es decir, los sujetos interpretan lo que ven y oyen de acuerdo

a conocimientos contextuales y culturales. Segundo, estos se llevan a cabo por medio de textos,

ya que lo que expresan las personas se plasma de forma escrita, con el fin de facilitar el estudio

y la comprensión de lo dicho. Tercero, la forma de hablar es una manera completamente

representativa de un discurso que se interioriza o por otro lado, hace referencia a uno en el que

se reflejan posiciones opuestas.

Seguidamente, las relaciones interpersonales también marcan hitos en la construcción

de narrativas de cada individuo, en relación con el siguiente punto: Cuarto, un discurso puede

corresponder a otros, es decir, existen diferentes perspectivas para entender un mismo objeto o

concepto, la forma adecuada para cada individuo depende de factores socioculturales

específicos. Quinto, las expresiones mencionan a personas, ya que no solo hacen referencia a

situaciones, sino también implican sujetos en las mismas, para que la narrativa tome sentido en

la realidad. Sexto, las narrativas de las personas están localizadas en un tiempo y espacio

histórico específico.

Finalmente, de acuerdo con aspectos culturales, temporales y espaciales se hace énfasis

en: séptimo, los discursos tienden a apoyar su justificación y credibilidad en instituciones

sociales establecidas y formales (ej. familia, matrimonio, etc.). Octavo, las expresiones refieren

un orden jerárquico y se ven permeadas por relaciones de poder, privilegiando sujetos y

realidades particulares (Urra, Muñoz y Peña, 2013).

Es así como para orientar las conversaciones se implementó una entrevista

semiestructurada para orientar las conversaciones que tendremos con las mujeres participantes.

A raíz de la revisión teórica previamente expuesta, se han decidido abordar cuatro temas
40
generales, los cuales se profundizarán a partir de los relatos escritos de las participantes, y el

desarrollo de la conversación durante la entrevista. Los temas a tratar serán:

1. Primeras experiencias erótico afectivas, por lo cual referimos, por un lado, a las

primeras vinculaciones amorosas no filiales que estas mujeres tuvieron y, por otro, a las

maneras como, durante sus primeros años de vida, vieron las relaciones erótico afectivas

de sus figuras de cuidado y familiares. El abordaje de esta temática nos permitirá, tanto

a las investigadoras como a las participantes de la investigación, hacer una suerte de

recuento histórico sobre el amor, a la vez que abre la posibilidad de encontrar relaciones

entre la historia particular con el amor de cada participante, y las maneras como éstas

viven el amor en la actualidad.

2. Vivencia de la sexualidad, por lo cual entendemos la manera cómo experimentan su

sexualidad con sus compañeros/as sexuales, y con ellas mismas. El sentido de conversar

con las participantes en este tema, radica en que la vivencia de la mujer con su

sexualidad se ha visto marcada por el control, el tabú, el miedo, entre otros elementos

displacenteros y coercitivos. A pesar de que reconocemos que la nuestra es una sociedad

considerablemente sexualizada, pareciera que las mujeres siguen siendo restringidas en

el libre ejercicio de su sexualidad, siendo objetos en vez de sujetos sexuales. Por lo

anterior, consideramos relevante entender las maneras como estas mujeres, en sus

particularidades, viven y conviven con su sexualidad.

3. Decepciones románticas. Se buscará dialogar acerca de algunas decepciones

románticas que las participantes no hayan tenido a lo largo de su vida, pues resulta

significativo entender cómo las decepciones amorosas influyen en sus maneras actuales

de relacionarse, con otros/as y con ellas mismas.

4. Aprendizajes en las experiencias románticas. Con todo lo anterior, consideramos

relevante dialogar, también, acerca de los aprendizajes que las participantes han
41
encontrado a partir de sus experiencias amorosas, pues es a partir de lo vivido que la

subjetividad, los discursos y las maneras de relacionarse se configuran y reconfiguran.

Se buscará entender, entonces, qué han aprendido no solo de lo que han vivido en

relación con el amor, sino lo que están viviendo en este momento, y cómo estos

elementos han transformado su subjetividad y marcado nuevas pautas de

relacionamiento con otros/as, identificando, posiblemente, sus necesidades afectivas a

partir de lo vivido.
42
4. Hallazgos

A partir de la metodología planteada, se recogieron los relatos escritos y verbales de las

diferentes mujeres que hicieron parte de la investigación. A continuación se procederá a hacer

un recuento de lo encontrado en las narraciones de las participantes, entendiendo las siguientes

categorías de análisis: “Discursos amorosos”, a partir del cual surgen cuatro subcategorías

entendidas como “Discursos hegemónicos”, “Influencia cultural en los discursos”, “Primer

vínculo erótico-afectivo” y “Concepciones propias del amor”. Una segunda macro-categoría se

denomina “Mujer, género y feminidad”, que cuenta con la subcategoría de sexualidad. A la

tercera categoría se le denominó “Cuerpo y subjetividad”, la cual no tiene una categoría

adyacente. En cuarto lugar se encuentra “Mujer joven”, que también se encuentra sola. A ésta,

le prosigue la denominada “Decepciones amorosas”, de la cual surgen las subcategorías de

“Aprendizajes”, “Transgresión de límites” y “Miedos ante nuevos vínculos”.

Las anteriores clasificaciones son resultado de la revisión documental realizada para el

presente trabajo. No obstante, a partir de las narraciones realizadas por las participantes, se

generan categorías emergentes que permiten darle lugar a las historias de vida de éstas mujeres.

Así, entre estas categorías encontramos “Influencia familiar en los discursos”, de la cual se

desprende una subcategoría que aplica únicamente para una de las participantes: “Aprobación

familiar de los vínculos erótico-afectivos”. Una segunda categoría emergente se entiende como

“Racionalización de la vivencia amorosa”, la cual se encuentra sola. Finalmente, para las

participantes que en este momento están vinculadas erótico-afectivamente con alguien, se creó

la categoría “Relaciones actuales”. La clasificación de las categorías de análisis se encuentra

resumida de manera gráfica en la tabla 1. Adicionalmente, se hizo referencia a las participantes

por medio de sus iniciales, edad y una corta descripción demográfica, para diferenciarlas y

reconocerlas, cuidando su identidad; toda la información se organizó en la tabla 2.

Tabla 1. Clasificaciones de las categorías de análisis


43

Categoría Subcategorías

4.1 Discursos amorosos 4.1.1 Discursos hegemónicos

4.1.2 Influencia cultural en los discursos

4.1.3 Primer vínculo erótico-afectivo

4.1.4 Concepciones propias del amor

4.2 Mujer, feminidad, 4.2.1 Sexualidad


género

4.3 Cuerpo y
subjetividad

4.4 Mujer joven

4.5 Decepciones 4.5.1 Aprendizajes


amorosas
4.5.2 Transgresión de límites

4.5.3 Miedos ante nuevos vínculos

4.6 Influencia familiar 4.6.1 Aprobación familiar de los vínculos


en los discursos

4.7 Racionalización de
la vivencia amorosa

4.8 Relaciones actuales

Tabla 2. Participantes de la Investigación


Participantes Descripción Demográfica

AA ● 21 años.
● Estudiante de Medicina.
● Universidad de los Andes.

LE ● 22 años.
● Estudiante de Psicología.
● Pontificia Universidad Javeriana.

ER ● 22 años.
● Estudiante de Licenciatura en Lenguas Modernas.
● Pontificia Universidad Javeriana.
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MR ● 21 años.
● Estudiante de Relaciones Internacionales y Ciencias
Políticas.
● Universidad del Rosario.

MS ● 21 años.
● Estudiante de Psicología.
● Pontificia Universidad Javeriana.

NT ● 23 años.
● Estudiante de Psicología.
● Pontificia Universidad Javeriana.

Cabe anotar, sin embargo, que si bien se realizó esta clasificación para efectos prácticos

de análisis de información, lo cierto es que las narraciones de las participantes se encuentran

imbricadas, lo que quiere decir que aquello encontrado y clasificado en determinadas

categorías, puede tener relación cercana con otras categorías. Así pues, se evidencia un

verdadero tejido de historias, vivencias y maneras de entender el amor, el cual cobra sentido en

sí mismo debido a su complejidad; es por esta razón que, si bien se realizaron clasificaciones

de la información, éstas no representan una aproximación parcializada a las vidas de las mujeres

con quienes se realizó la investigación. Se hizo un intento por resaltar cruces entre historias y

experiencias, a fin de honrar la riqueza del amor y su vivencia en las mujeres jóvenes

universitarias.

4.1 Discursos amorosos

Al empezar a analizar lo encontrado tanto en los relatos que nos fueron compartidos

como en las entrevistas realizadas a las mujeres que participaron de este estudio, encontramos

una gran variedad de discursos que se han visto influenciados por múltiples factores, tales como

la cultura, las normas sociales, los imaginarios con respecto al amor, y la experiencia que ellas

mismas han tenido al relacionarse con otros. En esta categoría buscamos dar cuenta de cómo

la configuración de estos discursos ha permeado la manera en que estas mujeres perciben y

vivencian sus relaciones erótico-afectivas.


45
4.1.1 Discursos hegemónicos

Si bien sus discursos se han ido transformado con el paso de los años y a medida que

atraviesan nuevas experiencias, se encontró que en algún momento todos se han visto

permeados por la influencia de los discursos hegemónicos, marcando lo que algunas denominan

como “el deber ser” de las relaciones, las prohibiciones que encuentran dentro de las mismas y

los elementos que resultan cruciales a la hora de determinar la calidad de los vínculos amorosos.

En este sentido, se encuentra, en las participantes, la primacía de los discursos propios del amor

romántico, los cuales dictan supuestos asociados a la idea del amor eterno y exclusivo, que todo

lo puede y que debe prevalecer por encima de cualquier otra cosa, a pesar del dolor y el

sufrimiento. Esto resulta problemático debido a que promueve el uso del sentimiento amoroso

como mecanismo de control para justificar o invisibilizar los actos violentos hacia la mujer, a

la vez que impide que ésta pueda tomar fácilmente la decisión de salir de una relación abusiva:

“Yo, en medio del engaño en el que estaba al creer que lo amaba, le daba la razón en todo y
seguía permitiendo que estos comportamientos pasaran. Claro, yo sabía que estas conductas
no eran sanas para mí, pero cada vez era más más difícil salir de él. Cada vez era más difícil
soltar. Además, antes de esta relación no había tenido otra tan larga y “seria”; y como no tenía
experiencia, todo lo que sucedía, lo normalizaba.”(ER, 22 años).

Otro discurso que parece ser predominante es el que pertenece a la religión, cuyo

fundamento recae en la norma que condena, por ejemplo, la exploración de la propia sexualidad,

antes del matrimonio, o con personas con las que no se pretende tener una relación estable y

duradera. La prohibición de las prácticas sexuales pretende generar sentimientos de culpa y

vergüenza en las mujeres que inician su vida sexual, eliminando así la posibilidad de vivirla

plenamente. Es una cuestión asociada al género, en vista de que el discurso de la “virginidad”

es un peso que realmente solo está ubicado en la sexualidad femenina, y siempre se hace

referencia a él desde la noción de pérdida.

Por otro lado, también encontramos que estas mujeres han realizado el proceso de

problematizar estos discursos hegemónicos, buscando deconstruir y construir nuevas maneras

de ver y experimentar el amor. Según lo exponen en las entrevistas, esto se debe a que han
46
podido evidenciar que estas prácticas normativas y hegemónicas no necesariamente conllevan

a tener relaciones sanas, cuidadosas, y seguras, sino que por el contrario, reproducen

imaginarios basados en la dependencia emocional, idealización del otro y del amor, la negación

del placer femenino, y la subordinación de la mujer:

“es algo que yo antes no consideraba, creía falsamente que amar implicaba “fundirse con el
otro” y volverse uno solo, pero me doy cuenta cada vez más que amar implica permitirse el uno
al otro crecer sin retener”(LE, 22 años).

No obstante, algunos elementos de estos discursos normativos continúan estando

presentes en sus narrativas, lo cual demuestra qué tan inscritos están en sus formas de entender

el amor. Sobre esto se discutirá con mayor detalle en un apartado posterior.

4.1.2 Influencia cultural en los discursos

Por otra parte, además de los discursos hegemónicos, encontramos también la influencia

cultural en la construcción del discurso amoroso. Frente a esto, las participantes explican cómo

empezaron a comprender y construir discursos amorosos desde edades muy tempranas –incluso

desde la infancia– gracias a las representaciones que veían en películas y cuentos. Frente a

estas imágenes, empiezan a construir imaginarios y expectativas frente a lo que son las

relaciones y el rol que cumple la mujer dentro de las mismas:

“las niñas se quedan con esa idea de que necesitan a un man que llegue a salvarles la vida y
pues no. Eso no debe ser así. Eso por un lado. Y por otro lado también que siempre aparece el
man… o sea las niñas han estado encerradas toda su vida y de pronto llega en primer man que
encuentran y ese fue y con ese fueron felices el resto de la vida.” (AA, 21 años).

Esto continúa sucediendo hasta la llegada de la adolescencia, donde se empiezan a

consumir otro tipo de contenidos culturales que, no obstante, siguen reproduciendo

idealizaciones peligrosas sobre el amor. Cuando se les preguntó por las ideas que pudieron

haber influenciado la construcción de ese modelo de relación a seguir, una de ellas respondió:

“Mucha parte fue ficción jajajaja como, nuestra generación creció leyendo libros como
distopías románticas. Entonces pues eran estos amores trágicos, pero muy tiernos,
entonces bueno por ese lado un poco.”(MR, 21 años).
47
Esto da cuenta del carácter fantasioso e idealizado que se ha reconocido en las relaciones

amorosas, donde quizás ya no se encuentren los elementos mágicos que estaban presentes en

los cuentos y fábulas infantiles, pero la ficción continúa siendo utilizada implícitamente para la

construcción de la realidad. Estos contenidos culturales ayudan a legitimar los mecanismos que

emplea el discurso del amor romántico y pasional que encuentra su encanto en la tragedia. A

pesar del sufrimiento que involucra encontrarse en una relación de este tipo, se convierte en

algo deseable bajo la suposición de que en el amor hay que luchar para seguir adelante y

permanecer unidos para siempre.

4.1.3 Primer vínculo erótico-afectivo

Al preguntarles a nuestras participantes por su primera relación erótica y/o afectiva,

resultó interesante ver cómo todas tuvieron esa primera experiencia siendo aún muy jóvenes,

más específicamente entre los 15 y los 18 años, cuando quizás aún no se sentían del todo listas

o cómodas para dar ese paso. En este caso, una de las participantes explica cómo cedió a la idea

de empezar a relacionarse de esta manera, a raíz de la presión social que otros ejercían sobre

ella, o porque era el modelo de lo que veía en sus pares. Por ende, este primer encuentro no

resultó ser tan significativo o especial para ella:

“Mi primera relación fue afectiva, pero fue como…osea ¿como que el man no me gustaba?
Jajajaja pero yo pensé que sí como por la presión más bien. En primer lugar porque sentía que
ya todo el mundo a mi alrededor había tenido pareja y yo nunca, y pues era la primera vez que
un man me prestaba atención de esa forma.”(AA, 21 años).

Otras mujeres describen esa vivencia desde la ilusión y el enamoramiento,

convirtiéndose en una experiencia novedosa y cercana a la adultez. Esto marca una diferencia

importante con respecto a la situación anterior, ya que ese primer acercamiento al amor sí

resultó representativo para ellas:

“era como todo lo de la primera vez, ¿no? Entonces era la primera vez que me enamoraba, la
primera vez que andaba como con alguien, pues con él también perdí mi virginidad… Sí, pues
o sea, ahora lo veo en retrospectiva… era pues… en ese momento pues yo lo sentía como muy
maduro, pero ahora mirándolo es… en realidad pues éramos niños en ese momento, como
descubriendo cosas.”(LE, 22 años).
48
4.1.4 Concepciones propias del amor

Frente a esta categoría se encontró una gran pluralidad de opiniones e ideas frente a los

elementos que componen las relaciones amorosas. Como se mencionó anteriormente en la

subcategoría de discursos hegemónicos, estas mujeres han reflexionado y problematizado

algunos supuestos sobre la manera “sana” de llevar las relaciones erótico-afectivas, haciendo

distinciones entre las normas socialmente establecidas y sus propias concepciones frente al

amor. Por ejemplo, socialmente se ha vinculado la sexualidad con el amor como si estos fueran

elementos complementarios, y si bien algunas de ellas describen que esto funciona así en su

propio caso particular, también rompen con ese esquema al mencionar que esto no

necesariamente aplica para todo el mundo:

“Ya muy en mi contexto personal (...) para mí el amor incluye la sexualidad. Yo personalmente
no logro tener una relación sexual sin una relación afectiva. Siento que se entremezclan. En mi
caso puntual como que si están muy relacionadas, pero no siento que esa sea una regla.” (AA,
21 años).

Además, también destacan una gran variedad de factores que resultan ser muy
importantes para ellas a la hora de involucrarse erótica y/o afectivamente, tales como la
confianza, el respeto, la buena comunicación, la admiración, el cuidado, la tranquilidad de
poderse permitir ser vulnerables, entre otros. Describen el amor como algo positivo y
placentero, haciendo énfasis en que si no es así, realmente no se puede hablar de amor:
“Yo estoy segura de que el amor es algo hermoso, maravilloso. Que se siente y que se vive, que
el amor no se sufre, ni duele, ni… se traiciona, ni se daña, ni… no. O sea, el amor es bonito.
Por todos los lugares. Las experiencias que he vivido no han estado entonces dentro del amor,
finalmente, porque sino pues… yo estaría en otro lugar. Pero gracias a esas experiencias es
que estoy ahorita en donde estoy, y he crecido tanto como lo han permitido esos aprendizajes
que he tenido” (ER, 22 años).

Siguiendo esta misma línea, hacen énfasis en lo que para ellas significa tener una
relación formal y lo que conlleva a clasificarla como tal. Por ejemplo, el establecimiento de
acuerdos de fidelidad y compromiso, el respeto por los límites del otro, el uso del término
“novia o novio” para oficializar la relación, y el hecho de ser presentadas ante la familia de su
pareja bajo el mismo título.
No obstante, al tratarse de concepciones propias, se encontraron también varias
diferencias entre las maneras que cada una de ellas tiene para vivir el amor, ya sea en las formas
que encuentran de expresarlo a sus seres queridos o en las expectativas que quisieran cumplir.
49
Mientras algunas de ellas describen que su relación más significativa fue la primera que
tuvieron debido a todo lo que sucedió durante la misma, o a lo que aprendieron una vez terminó,
para otras de las participantes ese evento no tuvo la misma trascendencia. Otro hallazgo que
quisiéramos resaltar fue ver cómo algunas de estas mujeres solo hicieron referencia a las
relaciones amorosas de pareja o de interacción romántica, mientras que otras de ellas hicieron
referencia a sus familias, amigos, mascotas y demás seres por los cuales también se puede sentir
un profundo amor:
“Y que de hecho ha sido mucho más amor el que ha surgido de mí y de los alrededores en los
que he estado; los que me han permitido construirme después de esas tusas paila que tenía. No
esas relaciones, esas relaciones no eran amor jaja. Amor fue lo que sucedió después, la
recuperación, la incondicionalidad de las personas que estuvieron, mis papás, incluso mis
mascotas. Eso es amor. Y… y lo veo ahora como algo muy bonito”(ER, 22 años).

4.2 Mujer, feminidad y género

Ahora bien, se procedió a analizar las narraciones de las participantes entendiendo cómo

el hecho de ser y entenderse como mujeres, con todas las implicaciones que esto conlleva, se

ve reflejado en su historia de vida, en relación con los vínculos erótico-afectivos.

En principio, se encontró que las mujeres con quienes se realizó la investigación, han

establecido vínculos amorosos a partir del volverse por completo hacia su pareja (que, en el

caso de todas menos una, solo han sido hombres), dejándose a ellas mismas de lado. Lo anterior

se expresa de maneras diferentes para cada una, siendo que algunas se referían a este hecho

como “poner a los otros por delante de mí” y otras como “el asumir responsabilidades del otro”,

No obstante, a pesar de las diferencias en el lenguaje, las implicaciones son claras: estas mujeres

estaban acostumbradas a priorizar al otro en sus vínculos erótico-afectivas. Si bien es algo que

todas, sin excepción, mencionan que han deconstruido y problematizado, sí que es una situación

que se ha presentado constantemente en sus primeras relaciones.

Esta aproximación a las relaciones, refieren las mujeres participantes, las ha llevado a

“permitir” diferentes tipos de abusos, tanto emocionales como físicos. Desde el acceder a tener

relaciones sexuales aún a pesar de que no se sientan del todo cómodas o respetadas, que no

sientan placer durante el encuentro; pasando por guardar un secreto por su pareja que nadie más
50
sabía, lo cual generaba displacer emocional; hasta sentirse usada, pues su novio del momento

le dice, explícitamente, que ella fue un experimento para él. En alguna medida, todas las

mujeres participantes relatan haberse sentido, cuando menos, incómodas e inseguras frente a

sus parejas anteriores, al punto en que les resultaba difícil comunicar qué les pasaba, terminar

la relación o plantearse límites que no estarían dispuestas que su pareja llegase a traspasar. Lo

anterior les conlleva a sentir temor ante la posibilidad de establecer nuevos vínculos erótico-

afectivos, después de sufrir los diversos abusos que han vivido.

Un descubrimiento interesante al respecto de las narraciones sobre los abusos vividos,

es la dificultad con que se dice que aquello que sucedió, generó una serie de emociones

displacenteras en las participantes. Tres de ellas relatan lo acontecido restándole importancia,

indicando que quizás no fue un abuso del todo, que las emociones que generó no fueron tan

graves, o sencillamente contaban la situación con muletillas y pensando las palabras, como

refiere el siguiente apartado:

o sea, yo lo quise mucho [a su segundo vínculo], pero al mismo tiempo siento que me hizo mucho
daño, porque… no sé, era como… no jajajaj. Era raro. Era como que… no sé, o sea, en ese
momento yo a veces me sentía un poco, como… como que, en ocasiones… sin consenso, pero
no tan… pero era raro, porque igual quería estar ahí. Como que, era así muy ambiguo y, y
no… yo como que, en ese momento no me daba cuenta de… de lo que era y no me… o sea, como
que no, no sé, no podía decir que no (LE, 22 años).

Otro elemento que parece ser recurrente en las participantes, es el de mantener

relaciones erótico-afectivas basadas en la dependencia a su pareja. A este respecto se menciona

el caso de una participante que no podía salir si no era con su novio (hecho, por lo demás,

reforzado por su familia). En el caso de otras dos participantes, referían que les había resultado

difícil reconocerse a sí mismas, en cuanto a su imagen corporal o, sencillamente, como seres

humanos, si no era a partir del reconocimiento que su pareja les daba; esto quiere decir que la

posibilidad de que estas mujeres se reconocieran por lo que son o por cómo se ven, dependía

de que su pareja lo hiciera primero. Finalmente, otra de las participantes mencionó cómo, tras
51
finalizar su primera relación amorosa, sentía que no podía respirar cuando se despertaba en las

mañanas.

Así pues, al preguntar acerca de qué les llevaba a establecer vínculos afectivos de esas

maneras, tres de las participantes mencionaron que la razón era el miedo a estar solas, o sentirse

abandonadas. Para ellas, era mejor someterse a relaciones poco cuidadosas e, incluso, violentas,

con tal de garantizar que estarán acompañadas, complaciendo constantemente a su pareja. Así,

dicha complacencia, sin embargo, se ve de distintas maneras de acuerdo con cada participante.

A este respecto, una de las mujeres cuenta:

Lo que me asusta mucho y a lo que, o sea como lo que siempre me genera conflicto al pedir o
al establecer límites, más que pedir cosas, pero a establecer límites, es… que me abandonen.
(...) Entonces… pues para mí el reclamar, y el poner límites, y el decir que no estoy de acuerdo,
y el expresar que estoy molesta, es un factor que puede llevar al abandono. Entonces como no
quiero que la persona por la cual siento afecto se vaya, o se aburra de mí, entonces pues prefiero
no decirlo. Prefiero no hacerlo evidente y prefiero más bien como, callármelo y no comunicarlo
(ER, 22 años).

En otra participante, se evidenció esto en la dificultad para poner límites. No obstante,

otra participante menciona lo siguiente:

En esos momentos, era como, ese miedo a estar sola, ¿quizá? Que podía, como… influir un
montón. Y como que, la creencia de que… tener un… pues, a alguien, a una persona, a un
hombre, a alguien… significa pues, estar como acompañada (...) yo creo que es eso, como ese
miedo al abandono de mierda. (...) Y como… voltearse hacia el otro como, para, pues… para
que no se vaya, para que esté ahí, para que me cuide, en cierto sentido. No sé si tiene sentido
eso (LE, 22 años).

No obstante, independientemente de cómo se vea esa complacencia, las mujeres

reconocen que, en varios momentos, se dejaron de lado a sí mismas y pusieron como prioridad

los deseos de su pareja. Esto se vincula, a su vez, con un factor que también se presentó en

algunas participantes: el hecho de establecer relaciones erótico-afectivas con hombres que son

mayores que ellas, pues esto les permite sentirse seguras, cuidadas y protegidas. Esto se refuerza

por el imaginario, explicitado por una de las mujeres, del hombre mayor como una figura de

autoridad, que como tal puede representar un refugio ante el mundo, quizás ante ellas mismas.

En consecuencia, otro elemento que fue recurrente en los relatos es el de la idealización de los
52
hombres con quienes crearon vínculos erótico-afectivos. Así, tres de las participantes relatan

cómo veían a su pareja como alguien perfecto, en todo sentido, y frente al cual ellas se sentían

más bien insuficientes.

Ahora bien, se pudo encontrar que en las narraciones de las mujeres salieron a colación

los imaginarios sociales que ellas veían y tenían acerca de la mujer. De esta manera, las

concepciones patriarcales en torno a la mujer como la celosa, la que hace “escenas”, aparecieron

en los relatos como factores que contribuían a que estas mujeres dejaran, por ejemplo, de

establecer acuerdos con su pareja, por el miedo a ajustarse a esos imaginarios; la posibilidad de

ser juzgadas debido a dogmas patriarcales, resultaba aterradora para muchas de ellas. O bien,

incluso, se ajustaban a estos imaginarios desde lo placentero, siendo entonces que se reconocen

(aún actualmente) como detallistas, cuidadosas o atentas. De esta manera, estas participantes

refieren ser conscientes de los prejuicios a los que se exponen por ser mujeres en una sociedad

patriarcal.

Sin embargo, cabe resaltar la tendencia de todas las participantes a criticar estos

discursos. En todas, se hizo evidente un cuestionamiento a lo que han vivido y permitido como

mujeres bajo concepciones patriarcales, no sólo dentro de sus relaciones amorosas sino

también, en el caso de una de las participantes, por parte del sistema judicial. Estas mujeres

reconocen que la sociedad les ha puesto en una posición desigual e injusta, y refieren las

diferentes resistencas que día a día ejercen contra ésta; en este caso, desde los vínculos sexo-

afectivos que establecen.

Finalmente, un elemento a resaltar fue la ausencia de discursos relacionados con el ser

mujer dentro de los relatos escritos que hicieron. Solo en una de las participantes se hicieron

evidentes elementos relacionados con el saberse mujer en una sociedad patriarcal; en las demás,

no aparecen discursos que denoten estas características.

4.2.1 Sexualidad
53
En cuanto a la vivencia de la sexualidad, las mujeres participantes mencionan un hecho

común: en la actualidad, viven sus encuentros sexuales de manera tranquila, reconociendo que

se merecen sentir placer y disfrutar con su compañero sexual. Las formas que esta tranquilidad

adopta, varía de acuerdo con las participantes, siendo entonces que puede verse como la

posibilidad de disfrutar y desinhibirse; el poder escoger con quién o no se tiene sexo; la

posibilidad de hacer las cosas con amor; el tener un encuentro donde prime la seguridad, la

confianza y la comunicación y, finalmente, la necesidad de que haya cuidado y métodos

anticonceptivos de por medio. No obstante, esta tranquilidad no siempre ha estado presente para

las participantes. En tres mujeres, aparece una tendencia, estando más pequeñas,, a rechazar la

propia exploración y, con ella, la posibilidad de sentir placer; este hecho resultaba en

culpabilidad ante el hecho de sentir deseo y curiosidad por explorar su propio cuerpo y placer.

Adicionalmente, bajo la lógica de no tener, inicialmente, una vivencia de la sexualidad

tranquila, las participantes refieren haber permitido distintos abusos en este plano. Bien sea

porque les costaba decir que no querían tener relaciones sexuales, o comunicar que les estaban

haciendo daño y no estaban disfrutando el encuentro; se hace evidente que, en un principio, la

sexualidad no había resultado amena para varias de las participantes. Lo anterior, pues, implica

que las participantes experimentaban miedo a que se vivieran estas mismas transgresiones

personales en posibles futuros encuentros sexuales con otras personas. En resumen, las mujeres

relatan no sentirse del todo seguras con sus decisiones, sus parejas o la situación en la que se

encontraban, hecho que resulta incómodo cuando de vivir la propia sexualidad se trata. Esto era

posible, además, dado que muchas refieren no haberle dado tanta importancia a la transgresión

o a su sentir frente a ésta, llegando incluso a normalizar la situación pues el hecho se repetía en

varias ocasiones.

Otro elemento común a algunas de las participantes, es el hecho de entender el “sexo”

como algo exclusivamente penetrativo. Si bien se entiende, a partir de sus relatos, que entienden
54
la sexualidad como algo un poco más amplio, el acto sexual en sí incluye, en gran medida, la

penetración. Esto se hace evidente cuando una de las participantes se refiere a la penetración

como lo último a lo que se llega en un encuentro sexual, o cuando otra resalta que el acto sexual

es significativo pues, como mujer, está permitiendo que otro “cruce el propio territorio”:

Como de que tú le estas cediendo tu espacio a otra persona. A entrar. Y eso tiene un tema no
solo de sensación, como no sé, fisiológica, biológica, como sea, sino también de que si no se
hace en las condiciones o en el momento o uno no está relajado, pues, tu lo puedes sentir como
un ataque. Porque pues puede darse (...) después de la primera vez que pasa, pues ya es algo
mucho más normal, es más tranquilo, ya después de eso puedes sentirte bien…a gusto…pero
pues siempre pasa. (MR, 21 años).

En el apartado señalado se denota, pues, una tendencia a ver el falo como un elemento

central e inamovible dentro del acto sexual, implicando además un encuentro esencialmente

heteronormativo.

Asimismo, varios de los relatos presentaron discursos tradicionales acerca de la

sexualidad. Se referían al primer encuentro sexual como algo trascendental, profundamente

significativo, que implica una transformación en la vida de una mujer. Esto connota, entonces,

que para las mujeres participantes que cuentan con este discurso sobre la sexualidad, el empezar

a tener una vida sexual activa es un hecho cargado de simbolismo. Estos discursos tradicionales

se vinculan, en las mujeres, con ideales acerca del encuentro sexual como algo que tiene que

implicar romanticismo, “melosería” o, cuando menos, cuidado, respeto, comunicación y

seguridad. De esta manera, en varias de las participantes resultaba importante que sus

encuentros sexuales sean con amor y confianza. Esto, se relaciona con un hecho recurrente en

todas las mujeres participantes: el saber que nunca tendrían relaciones sexuales con personas

que no conocen o con las que no tienen cariño. Así pues, la seguridad fue expresada por todas

las participantes como algo fundamental para que se dé un encuentro sexual y, si bien todas se

abstienen de emitir juicios ante quienes desean tener una sexualidad completamente libre,

reconocen que ellas mismas no podrían hacerlo, pues les cuesta mucho “hacerlo con cualquiera”

o “con alguien que no quieran”:


55
Para mi es un tema de que haya respeto, como mucho respeto, mucha confianza, no tienen que
ser novios necesariamente, pero es algo que ahora digo es deseable que exista una relación,
por… no solo por el tema como sentimental, psicológico, lo que tu quieras, sino también porque
eso es cuidado de uno. Físico. Tener esa estabilidad en el plano sexual. Yo siento que al menos
yo soy una persona que no podría estar con mucha gente. (MR, 21 años).

Cabe resaltar el caso de una de las participantes, quien presenta diferencias importantes

con respecto a los relatos de las demás mujeres. Para ella, la vivencia de su sexualidad ha estado

marcada por la tranquilidad, desde el principio; refiere que sus encuentros sexuales se han

caracterizado por ser libres y seguros, siempre teniendo presente los cuidados necesarios. Esto

ha sido posible porque en su casa el discurso sobre la sexualidad no estuvo marcado por tabúes

y estereotipos sociales, siendo entonces que sus padres y familiares le hablaban abiertamente

sobre sexualidad, informándole y apoyándola en lo que requiriera. Esto le ha permitido, además,

explorar su propio cuerpo y placer incluso antes de iniciar su vida sexual con otros, y

experimentar con su pareja actual también.

Finalmente, dos hechos interesantes se resaltan de los relatos escritos y verbales de las

participantes. Por un lado, se hace evidente la dificultad para hablar sobre sexo abiertamente,

en términos lingüísticos. Esto se demuestra cuando, al preguntarles sobre su sexualidad, algunas

mujeres relatan, más bien, cómo creen que debería vivirse, en vez de cómo la viven realmente;

asimismo, otra participante hace explícito que le cuesta decir la palabra misma:

[Sobre su segundo vínculo erótico] éramos amigos, pero no éramos novios, pero pues… yo
iba a su casa y… pues hacíamos… pues, o sea, teníamos sexo… jajajajaja, parce, ¿por qué
cuesta tanto decir eso? (LE, 22 años).

No obstante, éste no es un elemento del todo recurrente, pues otras mujeres sí usaban

un lenguaje abierto y seguro acerca del placer, la masturbación, los encuentros sexuales, etc.

Por otro lado, un segundo elemento que llama la atención, es la total ausencia de narraciones

ligadas a la sexualidad en el relato escrito. Ninguna de las mujeres participantes incluye el

aspecto sexual al momento de escribir sobre su historia de amor más significativa.

4.3 Cuerpo y subjetividad


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La subjetividad atravesada por la vivencia del cuerpo, fue un elemento poco presente

tanto en las entrevistas como en los relatos escritos de las participantes. Sin embargo, se

lograron rescatar algunas características, que determinan la manera como las mujeres llevan a

cabo su ser y estar en el mundo y el amor, por medio de su cuerpo.

En primer lugar, una de las participantes hizo referencia al hecho de reconocer el amor,

en parte, a través de su cuerpo, por medio de las emociones que este le genera. Adicionalmente,

a partir de su relato se entiende que aquello que ha vivido por medio del cuerpo (sean golpes,

contactos corporales, relaciones sexuales o cualquier otro tipo de experiencias) ha influido en

el establecimiento de vínculos. El cuerpo para ella termina siendo un hogar, por medio del cual

se construye y transforma, en relación con los vínculos erótico-afectivos que genera.

“No sé cuántas veces he logrado evidenciar el amor que otras personas sienten por mí e incluso,
el que yo siento por otras. Sin embargo, las ocasiones en que las que lo hice, las siento siempre
cercanas. No sólo el recuerdo de la imagen, sino también, el recuerdo de la emoción y cómo se
sentía en mi cuerpo en aquel momento. (...) Amar es hermoso y se siente en cada parte del
cuerpo. Se sabe cómo se siente cuando lo sientes”. (ER, 22 años).

A su vez, en el caso de una mujer que fue maltratada físicamente por su expareja,

resultando en una ruptura de tabique que modificó la apariencia de su rostro, el cuerpo se

muestra claramente como un elemento central en el reconocimiento de sí misma. Se refiere a la

posibilidad de verse al espejo y saber quién es, hecho que el acto violento le arrebató:

Algo tan simple como verte al espejo y decir: “marica, me veo inmunda porque tengo la nariz
fracturada y yo no soy yo”. O sea, él me pegó en tal lado, o sea los morados ya pasaron pero
yo te puedo decir: él me pegó aquí, te puedo señalar las partes y me acuerdo perfectamente
dónde fue. Te puedo recordar perfectamente qué pasó en mi cabeza después de mucho tiempo
de seguirme viendo lo que uno dice como deforme por el golpe… (MS, 21 años).
Queda claro, entonces, que la manera como construye un sentido y conciencia de sí,

está marcada por su cuerpo, cómo lo habita y cómo se ve. Asimismo, se reconoce cómo lo

vivido se sigue expresando en el cuerpo, incluso años después de acontecido el hecho

vulnerante.

Finalmente, se denotó una forma particular de habitar el cuerpo a través de la

sexualidad en la participante que refiere haber tenido una vida sexual libre y segura. Para ella,
57
la planificación es un elemento central e infaltable en sus encuentros sexuales, empezando a

hacer uso de ella desde pequeña, en comparación a sus amigas y compañeras del colegio. De

esta manera, sus particularidades en cuanto a la vivencia de la sexualidad, también se

expresan a través de la forma como se cuida de quedar embarazada, elemento esencialmente

corporal.

Por lo demás, no se hicieron evidentes narraciones explícitamente ligadas al cuerpo, la

subjetividad y el amor en las entrevistas y relatos escritos de las participantes.

4.4 Mujer joven

La juventud en los relatos de las mujeres participantes, en cambio, sí fue un elemento

bastante recurrente. En varias de ellas se denotaba la etapa vital en la que se encuentran como

un momento en que se puede salir, disfrutar de un tiempo de ocio con amigos, viajar, bailar y

divertirse. Las preocupaciones de la vida adulta, no estuvieron presentes en ninguno de los

relatos; así, la preocupación por trabajar, atender a las necesidades del hogar, no se presentaron

en ningún momento.

Más aún, las preocupaciones a las que sí se referían, se caracterizaban por ser

esencialmente juveniles, siendo entonces que, en su momento, pensaban acerca de lo que iban

a estudiar, en dónde, si querían irse de intercambio o estudiar en otra ciudad, etc. Así, se veía

el periodo del final de la adolescencia como un momento de transición (en un caso en particular,

que se entendía como inevitablemente triste), donde se generan cambios profundos en las

concepciones de sí mismas, del futuro y, también, de las parejas o vínculos erótico-afectivos

que tenían en el momento. A este respecto, cabe resaltar que todas las mujeres participantes se

encontraban en una relación en este momento que ellas mismas refieren de transición; y es

también a partir de esta etapa, que muchas de sus relaciones comenzaron a transformarse y, en

algunos casos, a terminar. Así pues, se puede decir que la juventud de estas mujeres está
58
marcada por una diferencia de clase, pues ellas han tenido la oportunidad de estudiar, viajar y

divertirse, sin las presiones del mercado laboral.

Por otro lado, fue común en una de las narraciones encontrar elementos característicos

de la juventud ligados con la resistencia a las imposiciones hegemónicas que los/as adultas les

hacen. Esta participante, pues, relata cómo entraba en conflicto constante con sus padres, pues

éstos le pedían que dejara la relación que tenía en ese momento, con quien fue su primer vínculo

erótico-afectivo:

[Contando cómo su madre le pedía que abandonara su primera relación, pues percibía que no
era cuidadosa] Y yo, súper grosera le gritaba que me dejara en paz. Que no se metiera en mi
vida y que a ellos no les importaba lo que me pasara en esa relación. Les decía que yo estaba
segurísima de que lo quería y que hasta que no dejara de sentirlo, pues eso no se iba a acabar.
Más discusiones después de eso. (ER, 22 años).

Este factor contumaz no se refiere únicamente a la relación con los padres, y no aparece

solo en esta participante. En la mayoría se hace evidente un deseo por ir en contra de los

imaginarios sociales hegemónicos acerca de la mujer, la sexualidad, la planificación, el

matrimonio, los hijos y las maneras de ser y estar en sociedad.

No obstante, en dos de los casos sí se presenta una adscripción a los ideales adultos

sobre la juventud, siendo que una de ellas expresa abiertamente no querer “experimentar” de

diferentes maneras, abrirse a nuevas formas de diversión características de la juventud. Más

aún, en su discurso reproduce explícitamente imaginarios hegemónicos acerca de los jóvenes.

Por su parte, otra de las participantes entiende la juventud (específicamente, la etapa de

transición entre el colegio y la universidad), como un momento en donde “no se sabe mucho de

la vida”, discurso netamente adulto.

Ahora bien, a pesar de la resistencia generalizada a los discursos hegemónicos desde

diferentes lugares (con contadas excepciones, como se ha visto), es importante anotar que éste

no ha sido un elemento del todo común en la historia de vida de las participantes, dado que en

algunos casos reconocían, por ejemplo, la dificultad para hablar abiertamente de sexo por ser

considerado un tabú, o el sentirse vigilada por sus padres, en cuanto a su relación. Estos factores
59
indican una sujeción a figuras de autoridad, que pueden tomar la forma explícita de padres, o

que pueden representarse a través de discursos.

Finalmente, cabe resaltar que estos elementos relacionados con la juventud, estuvieron

mayoritariamente presentes en las entrevistas, pues en las narraciones escritas solo en tres casos

apareció la categoría a ser analizada.

4.5 Decepciones amorosas

En cuanto a las decepciones amorosas vivenciadas por las mujeres entrevistadas, un

aspecto en común fue el siguiente: cada una de ellas experimentó dichas decepciones en

diferente magnitud, debido mayormente a rupturas y separaciones en las que se presenciaban

situaciones de infidelidad, vulneración, objetivación y violencias en diversos niveles.

Cabe resaltar que estas experiencias marcaron significativamente la dimensión erótico-

afectiva de las participantes, dadas las características particulares de cada vivencia, en donde

fue posible observar diversos hitos que caracterizaron dichas decepciones: aprendizajes y en

algunas de ellas miedos ante nuevos vínculos y transgresión de límites (físicos y sentimentales).

4.5.1 Aprendizajes

Así, para todas las participantes en general el aprendizaje más importante fue reconocer

el valor de sí mismas posterior a las rupturas amorosas, continuando con su vida de forma

independiente, cuidadosa y acordando límites consigo mismas para futuras relaciones o

vínculos amorosos. Además, se hacían conscientes de evitar la idealización hacia otra persona,

ya que reconocían que esto podía generar malestar y displacer en ellas, al no cumplir una serie

de expectativas de los encuentros románticos, permitiendo también normalizar aspectos

negativos que posteriormente podrían vulnerar su integridad:

Aprendí también a poner límites, que creo que es algo súper importante para uno tener una
vida saludable (...) Fue una lección bastante importante. De saber que yo puedo estar con
alguien, puedo negociar, pero que también yo decido qué hago con mi tiempo, que puedo
expresar hasta dónde llegó, en todo, como que eso. Y también deje de tener como tantas…no
sé, eso no son expectativas sino que eran más como idealizar tanto las relaciones amorosas.
(MR, 21 años).
60
Resaltando algunas particularidades puntuales de las participantes, una de ellas

expresaba que después de una decepción romántica, un aprendizaje fundamental en su vida fue

ver el amor más allá de una pareja, en todo lo que hace y en general con quienes se relaciona

(amigos, familia, etc.); después, otra participante mencionaba que para ella un aspecto

importante antes de entrar a una relación amorosa o establecer un vínculo era la necesidad de

sentirse estable y “bien”, haciendo referencia a la primacía de uno mismo antes de un otro, para

lograr compaginar con una persona de forma sana, sin lastimar o lastimarse; seguidamente, una

tercera participante mencionó como aprendizaje un rechazo y oposición a las nociones

hegemónicas del rol de la mujer en la sociedad, es decir, el distanciamiento de la concepción

de una unión marital y de reproducción futura, con el objeto de mantener el amor en pareja

constante, duradero, consistente y propio en su totalidad.

4.5.2 Miedos ante nuevos vínculos

Con respecto a lo que una de las participantes mencionó acerca de los miedos ante el

establecimiento de una relación amorosa posterior, se resaltó particularmente ese temor

constante a vincularse nuevamente con alguien, debido a situaciones anteriores vividas de

maltrato y vulneración, que la llevaron a renunciar a su forma anterior de sentir, vivir y expresar

el amor romántico, para evitar decepciones y heridas sentimentales. El proceso se complementó

con terapia psicológica, debido a la carga emocional que vivía dicha participante.

Adicionalmente, de forma implícita otras cuatro participantes, de una u otra manera, se

identificaron con esta postura, ya que al pasar por rupturas que marcaron sus experiencias

erótico-afectivas significativamente expresaban en sus discursos ideas que denotaban el temor

hacia experimentar lo mismo y que se generara un daño en su integridad, debido a que

concebían el amor como algo positivo. No obstante, aceptaban la idea de un sufrimiento

necesario en los vínculos amorosos, en parte debido a nociones culturales y sociales aceptadas

y reproducidas en este contexto.


61
4.5.3 Transgresión de límites

En cuanto a esto, fue posible evidenciar que los diversos tipos de violencia ejercidos

sobre ellas fueron incrementando, desde lo más imperceptible, hasta lo completamente

explícito. Tres participantes expresaron estas experiencias tanto en sus relatos, como en la

entrevista, denotando diversos tipos de agresiones en dimensiones de su vida amorosa como la

sexualidad, su estabilidad emocional y su integridad física.

Una de las participantes hacía referencia a una relación abusiva y donde constantemente

fue manipulada a través de arrebatarle el control de la vivencia de su sexualidad, es decir, debía

complacer constantemente de forma erótica a su pareja, así no lo consintiera, ya que esta

persona amenazaba constantemente con abandonarla si no se le satisfacía, transgrediendo sus

límites físicos y emocionales con la reiteración de una ruptura; otra participante, mencionó una

violencia constante a través de la ansiedad de separación y el rechazo producido por su pareja,

que de nuevo, irrespetaba su sexualidad, en este caso ignorando la necesidad de consentimiento

y vulnerando físicamente su cuerpo, causándole dolor y haciendo que se sintiera insuficiente e

incapaz de dejar de lado la situación; por último, otra participante es quien se vio violentada

física y verbalmente por su expareja tiempo después de finalizar la relación, haciendo que esta

tuviera que comenzar un proceso legal en su contra:

“Se transformó todo... él empezó a humillarme, a gritarme, a ofenderme, a un montón de


cosas que yo en ese momento no sabía quién era esa persona (...) esta persona en un momento
llegó, me tiró al piso, me paraba, me volvía a tirar. Él sabía, yo siento que él sabía lo que
estaba haciendo, porque él sabía como pisarme para que yo no me pudiera parar y él pudiera
tumbarme más fácilmente. Ya posteriormente me logré parar. (...) Al final me pegó en la
nariz, o sea, me metió un cabezazo en la nariz, me cogió de frente, yo le grite como: cálmate,
le puse mis manos en el pecho y él me las agarró y me empezó a apretar y yo bajé la mirada
de huevona, porque él me estaba lastimando y digo huevona porque no pensé en ese
momento, pero la verdad no pensé (…) me partió el tabique, yo sangré (...) él me gritaba
como: agradezca que estoy calmado porque sino, por mí, yo la mato (...) ya en ese momento
no y en ese momento yo no era capaz de irme, no sé por qué pero las piernas no me servían.
Yo tenía miedo de voltearme que él me agarrara de atrás, como que solo se me pasaba eso en
la cabeza, “si me volteo me va a agarrar, si me muevo me va a pegar”, algo así, entonces mis
piernas literalmente, yo siento que dejaron de funcionar…” (MS, 21 años).
En conclusión, al mismo tiempo han adquirido aprendizajes experienciales que las han

hecho más fuerte e independientes para construir su proyecto de vida por sí mismas, sin la
62
necesidad de un vínculo amoroso o teniendo una esperanza positiva de encontrar una pareja o

compañeros/as erótico-afectivos.

4.6 Influencia familiar en los discursos

Cuando se realizó la transcripción de las entrevistas y la lectura de los relatos de las

participantes fue posible evidenciar que para tres de ellas, la influencia familiar en sus discursos

amorosos comienza desde la relación que han visto entre sus padres, la forma en la que estos

sienten, expresan y viven el amor romántico, en pareja y más importante aún, en uniones

maritales de varios años. No obstante, aunque compartieron esta referencia amorosa de los

padres, cada una resaltó particularidades de la manera en la que estas concepciones han

permeado sus propias visiones de vincularse románticamente en diversos tipos de relaciones.

Una de las participantes hizo un gran énfasis en el orgullo que le generaba la relación

de sus padres, ya que difería de lo común, a pesar de ser una larga unión marital; estos se

demostraban constantemente el sentimiento afectivo que construyeron mutuamente, por medio

de expresiones físicas, tanto entre ellos como hacia las personas de sus diversos entornos. Lo

cual comentó que la llevó a idealizar la idea del amor romántico y por lo mismo normalizó una

serie de violencias en relaciones pasadas, resistiendo y persistiendo ante situaciones negativas

de abuso y traspaso de límites, con el objetivo de lograr vincularse amorosamente de la misma

forma bella y duradera que sus padres:

“Yo siempre he tenido como un…un ejemplo muy grande de amor, que son mis papás, que
llevan 25 años casados y todavía es como si estuvieran en fase de luna de miel, entonces yo
siempre he querido encontrar un amor así (...) Ellos en general son muy amorosos. Entre ellos
y con todo el mundo, y siempre tratan a toda la gente con respeto”. (AA, 21 años).

Complementándose con lo anterior, otra de las participantes hizo alusión a la relación

de sus padres como influencia para sus experiencias futuras, desde dos formas: primero, el

cuidado constante y la protección del hombre hacia la mujer, como rol fundamental del

género masculino en una relación, ya que estar en pareja le debía brindar seguridad física, en
63
tanto él era esa figura de cuidador porque ella como mujer adolescente denotaba una noción

de fragilidad; por ejemplo, si iba a salir con un chico este debía recogerla en su casa, ella no

podía llegar al lugar de encuentro por sí misma. Segundo, las anécdotas y prácticas de

conquista por medio de la que sus padres formalizaron su relación, generaron en ella altas

expectativas de lo que un hombre debía hacer para llamar su atención y conquistarla, por

ejemplo, leer poesía, generando imaginarios de compartir experiencias positivas,

significativas, románticas y socialmente placenteras con esa persona especial.

Sin embargo, otra de las participantes mencionó reiterativamente la importancia de la

relación de sus padres pero en sentido contrario, es decir, dicha relación la ha influenciado

para rechazar el discurso hegemónico del amor en el que se consolida una unión marital larga,

con fines reproductivos para formar una familia. Al mismo tiempo, se aleja de la idealización

del amor romántico y mantiene una perspectiva realista al respecto, es decir, tomando el

enamoramiento como un sentimiento que se agota y lo que queda es construir constantemente

una relación duradera, con trabajo y dedicación:

“[Influencia de la familia en encuentros erótico-afectivos]: pues muchísimo, pesa muchísimo


porque eh pues ósea mal que bien, ósea se, ósea, suena rata pero yo sé que el amor de mis
papás se acabó hace mucho, entonces también siempre he sabido como que si uno no le pone
las ganas a la vaina, pues no funciona, entonces eh obviamente influye muchísimo, por
ejemplo, ha influido muchísimo en que yo no me quiera casar, ha influido muchísimo en que
yo no quiera tener hijos, entonces por supuesto que la relación de mis papás es como un
referente”. (NT, 23 años)

4.6.1 Aprobación familiar de los vínculos

De las entrevistas y los relatos mencionados surgió una subcategoría en las

narraciones de una participante, la cual expresaba implícita y explícitamente la necesidad de

que su madre aprobara los encuentros erótico-afectivos que ella había tenido a lo largo de su

adolescencia y juventud. Su mamá ejerce un fuerte rol de autoridad sobre ella y las decisiones

que toma, estando atenta incluso a la dimensión vincular romántica de la participante; ésta

decía que presenciaba estas prácticas debido a la adopción de discursos hegemónicos de su


64
familia, en donde el rol de la mujer es de pasividad y fragilidad ante la sociedad, teniendo que

cuidarla de todo aquello que la pueda dañar, arrebatándole sus libertades y su privacidad para

asegurarse que cumple con las prácticas de género esperadas: ser recatada, dócil, sumisa,

pasiva, virtuosa y ejemplar. Adicionalmente, se hacía un gran énfasis en la sexualidad y la

influencia de la familia para que “esa primera vez” fuera con una persona que ame, ojalá en

matrimonio e idealmente para fines reproductivos:

“además bueno si lo ponemos así lo padres también influyen mucho en el hecho de: cuando
hagas tu primera vez tiene que ser con una persona que tu amas, bueno a nosotras nos dicen,
no sé como sea en el campo del hombre, pero pues en las mujeres si; tiene que ser con alguien
que tu amas, porque es muy importante, porque no a cualquiera se le entrega tu virginidad,
porque no a cualquiera debes darle tu este especial ¿no? Y así, uno entiende como: lo doy
porque lo quiero, porque lo estimo, porque me tranquiliza, porque es algo que quiero, porque
en fin de cuentas el ser humano busca su placer, ya es con quién te metes ¿no? Ahí es ya con
quien decides cogerlo, pero si o sea es el hecho, y ya por eso creo que marcó tanto”. (MS, 21
años).

En conclusión, las influencias familiares han permeado las experiencias erótico-

afectivas de las participantes mencionadas, desde las idealizaciones creadas acerca del amor

romántico y las expectativas acerca de una relación, hasta la forma de ejercer su sexualidad

por medio del vínculo amoroso, en pro de proteger la integridad, virtud y castidad de la mujer.

4.7 Racionalización de la vivencia amorosa

Al observar lo expresado en los relatos y las entrevistas de las participantes, dos de ellas

se destacaron por hablar abierta y explícitamente acerca de esta categoría. Su forma de vivenciar

experiencias erótico- afectivas es bastante particular, en tanto generaron un discurso en contra

de las concepciones hegemónicas de vincularse con otra persona, ya sea desde una esfera

relacional- afectiva o netamente erótico-sexual.

Una participante hacía constante referencia al rechazo de la idealización acerca de que

necesariamente una relación debe ser larga, es decir, al comenzar dicho vínculo con esta persona

era completamente consciente de que duraría el tiempo que se pudiera, sin pensar acerca de

expectativas futuras como una unión marital; simplemente, su ideal a alcanzar era la madurez

en la relación, un vínculo consolidado con libertades, límites claros y expectativas realistas.


65
Adicionalmente, a esta participante se le tornó complejo aceptar que su pareja iba a comenzar

a involucrarse en diversas dimensiones de su vida, como por ejemplo la tradición social presente

en este contexto que es conocer al núcleo familiar de cada uno; esto debido a que su concepción

propia de respeto consigo misma le hacía tratar de preservar constantemente sus espacios a

solas:

“Eso al inicio fue como, muy inconsciente, yo le empecé a poner como un pare a la relación.
Entonces yo después de cierto punto como que no la deje evolucionar demasiado. Entonces,
digamos, ehmm…nosotros éramos como a hacernos promesas y cosas, pero yo nunca como que
mire la posibilidad de que…de que eso fuera un noviazgo largo ni que llegáramos a
comprometernos más, no en el sentido de casarnos ni nada, sino ser una pareja más madura…
¿tal vez?” (MR, 21 años).

“a mi antes me daba como mucho miedo era como a integrar a la persona a mi vida. Entonces,
ehm…yo antes separaba demasiado los espacios. Yo soy una persona que a mí me gusta mucho
compartir, pero también me gusta mucho tener tiempo a solas…” (MR, 21 años).

Otra de las participantes hizo mención acerca de la racionalización del primer encuentro

sexual, expresando que su concepción de la “primera vez” estaba ligada más a un gusto físico,

que a lo que dictan los discursos hegemónicos de un hito por medio del cual se “consuma el

amor de dos personas” (Rodríguez, 2006), haciendo referencia a una necesidad natural de un

primer encuentro erótico durante la adolescencia, que simplemente es concebido como “una

relación más”, a lo largo de los vínculos erótico-afectivos que se van estableciendo. No

obstante, al mismo tiempo la cultura y el contexto generaron en ella que la concepción de “la

primera vez” se catalogara especial y se arraigara a su discurso, permitiéndole rechazar estas

posturas, pero al mismo tiempo retomarlas implícitamente:

“[Hablando de su primer encuentro sexual]: igual uno todavía tiene esta idea de “ah
mi virginidad” ¿sabes? Como: me quitó la virginidad y mucha gente es como: no,
super especial, que todavía recuerdo que fue mi primer novio, mi primera relación, le
ponen mucho peso emocional al primer encuentro, en cambio en mi caso fue como:
no pues marica un man que me gustaba, me atraía, un man como al que yo le gustaba
y le atraía y ehh, pues compartimos un momento y ya está, ¿sabes? Como que no es
una cuestión de: oh lo recuerdo porque es muy especial; o sea si fue especial, pero no
es una cuestión que, ¿sabes? Es muy normi, es muy una relación más”. (NT, 23 años).
De esta forma, ambas participantes racionalizan acerca de hitos y puntos clave en la

conformación de vínculos erótico-afectivos, yendo en contra de los discursos hegemónicos,


66
pero al mismo tiempo reproduciéndolos con prácticas implícitas en su actuar, al momento de

establacer cualquier tipo de relación con otro igual.

4.8 Relaciones actuales

En este caso, solo tres de las seis participantes se encuentran en una relación romántica;

cada una de ellas tiene la misma noción acerca de su vínculo en el momento, es decir, todas

expresaron que las parejas con las que están actualmente han contribuido positivamente en el

relacionamiento, destacando el crecimiento conjunto, experiencias bonitas y agradables y

apoyo constante, proporcionando espacios individuales de realización personal (académica,

laboral, etc.), límites claros, consensos y decisiones conjuntas. Del mismo modo, cada una

mencionó particularidades desde su manera propia de ejercer prácticas románticas.

Una de las participantes hizo referencia a que se encuentra en una relación estable y a

distancia, en donde el estar lejos ha aportado enriquecedoramente, ya que cada uno valora al

otro desde el cuidado y el respeto, permitiendo que ambos cumplan metas tanto personales

como conjuntas. Además, para la participante la relación significa estar abierta a posibilidades

nuevas en donde puede salirse de los discursos hegemónicos y vincularse libremente, desde su

propia forma de amar:

“Este ha sido un amor de aprendizajes y de crecimiento en conjunto. Ha sido un viaje de


emociones que hemos emprendido de la mano. Este amor ha sido para mí todo un reto porque
constantemente quiebra mis ideas y me abre nuevas posibilidades, nuevos horizontes y nuevas
perspectivas. Es un camino cambiante, con altos y bajos, quiebres y arreglos, alegrías y
tristezas. Es toda una complejidad que cada día revela algo nuevo(...) Hemos estado separados
a miles de kilómetros por 5 meses y hemos buscado querernos desde ahí, desde acompañarnos
en la distancia con amor y cuidado, queriendo siempre lo mejor para el otro. Con esto no quiero
decir que estemos totalmente volteados hacia el bienestar del otro, olvidando el propio, al
contrario, nos damos espacio para trabajar otros aspectos de nuestras vidas, estar con la
familia, hacer nuestras propias cosas…” (LE, 22 años).

Por su parte, otra de las mujeres mencionó que se encuentra iniciando una relación, la

cual le ha permitido dejar atrás miedos del pasado, debido a que en un momento de su vida fue

violentada físicamente por una ex pareja. Este nuevo vínculo romántico le ha facilitado dejar

de lado las cargas impuestas por el rol de género femenino (pasividad, tolerancia y
67
normalización a la violencia, etc.) y ejercer sus prácticas amorosas de forma libre. No obstante,

continúa apegándose de cierta forma a los discursos amorosos hegemónicos, desde ideas como:

ejercer la sexualidad única y exclusivamente con quien se ama y la idealización de prácticas

masculinas significativas para la conquista de la mujer:

“pero pero si, hasta cierto punto fue cuando él [su relación actual] empezó a oficializar las
cosas sin que yo me diera cuenta y el hecho de que él decía: cuando yo le digo amor a alguien
es porque yo ya voy enserio; para mi eso fue como: ah okay perfecto; cuando yo recibo
mensajes diciéndome amor, yo quedé como en stand by como: uy ¿qué pasó aquí?; ahí fue
cuando yo me di cuenta de que ya me gustaba (...)Y hasta ahí, ahí vamos, creo que seguimos en
luna de miel porque pues todo ha sido muy bonito, todo ha sido muy romántico; unas peleas
bobas ahí de malos entendidos que se arreglan dialogando, lo cual me parece importante y ha
sido clave pues siento como en estos momentos para mi, como para yo estar tranquila ¿no? ”
(MS, 21 años).
Finalmente, una última participante mencionaba una práctica completamente

significativa para ella, la cual llamaba “maneras sanas de liberar tensiones”, en donde buscaba

espacios con su pareja como ir a jugar paintball o participar en escape rooms, cada uno en un

equipo diferente, para competir y dejar de lado situaciones negativas que hayan pasado

últimamente, debido a circunstancias externas (universidad, trabajo, etc.). Así, a ella y a su

pareja les es posible construir el respeto mutuo:

“[Hablando acerca de maneras de llevar la relación]: formas de liberar la tensión sanamente,


entonces por ejemplo íbamos a jugar Paint ball, pero obviamente nos hacíamos en equipos contrarios,
entonces era como: pues oye si te disparo en el juego, o sea, no es mi culpa o por ejemplo íbamos a
como a hacer escape rooms y el era como: listo, pero tu en el equipo contrario, entonces era como
formas también ¿sabes? Como entre comillas sanas de liberar tensiones y nosotros molestábamos…”
(NT, 23 años).
De acuerdo con lo anterior, cada participante pudo consolidar una relación actual libre,

respetuosa, estable y con límites claros, después de haber atravesado situaciones negativas con

ex parejas, que las hicieron concientizarse de la forma displacentera en la que se estaban

reproduciendo en sus vidas prácticas de los discursos amorosos hegemónicos. Adicionalmente,

retomaron su independencia personal, sin importar que se encuentren vinculadas

románticamente con alguien, desprendiéndose de la necesidad de volcarse sobre el otro para ser

feliz en pareja.
68
5. Análisis y discusión

En el presente análisis se encontró que las participantes expusieron una fuerte influencia

del discurso amoroso heteronormativo y monógamo, donde se realizan acuerdos previos ligados

con la exclusividad y la fidelidad a la hora de establecer una relación formal con alguien del

sexo opuesto. Establecen como elementos indispensables la presencia de la confianza, el

respeto, la complicidad y el cariño a la hora de tener una “pareja”. En ese sentido, se rescata

que las participantes no mencionan en ningún momento la posibilidad de establecer una relación

que se distancie de los ideales hegemónicos en los vínculos románticos, de acuerdo con lo

propuesto en Rodríguez (2006) y Prada (2010). Sin embargo, demuestran también cómo estas

concepciones hegemónicas, propias del discurso del amor romántico, les han generado un

profundo malestar a la hora de vincularse erotico-afectivamente, ya que estas experiencias no

han resultado en relaciones sanas y seguras para ellas.

A lo largo de su adolescencia y adultez joven, estas mujeres se han visto interpeladas

por las falencias que posee el discurso hegemónico del amor romántico, ya que perpetúa

vulneraciones, transgresiones de límites e irrespetos hacia el otro, por medio de prácticas

violentas en distintos niveles. A diferencia de lo que sucedía en las generaciones pasadas, donde

las mujeres no mostraban resistencia ni problematizaban los vínculos displacenteros y/o

violentos en los que estaban involucradas, las participantes de este estudio han demostrado estar

en el proceso de deconstruir y reconstruir su propio discurso amoroso, alejadas de los supuestos

normativos-tradicionales; no obstante, reproduciendo aspectos positivos y negativos del

discurso hegemónico. Esto también sucede en cuanto a la idealización del amor, el

establecimiento de un deber ser, y la concepción de que el amor se consuma y expresa en la

sexualidad como si fueran complementarias.

Otra observación importante por hacer acerca de los discursos tiene que ver con el paso

de la infancia a la adultez, representado en la llegada a los 18 años, donde adquirir el estatus de


69
mayor de edad implica una transformación en el reconocimiento social que adquiere la mujer,

y que ella misma se da. Este cambio, asociado al mundo adulto, implica para las participantes

una transición de niña a mujer, donde las maneras en que se vinculan erótico-afectivamente

comprenden un mayor grado de madurez, en comparación con aquellas relaciones que

establecían siendo adolescentes.

Estos imaginarios, perpetrados también por discursos socioculturales, contribuyen a

legitimar concepciones hegemónicas que ejercen control sobre las experiencias de las mujeres.

Así, estos discursos se reproducen dentro de microsistemas tales como la familia, el colegio,

etc, quienes no solo hacen mención a la importancia transicional que implica la mayoría de

edad, sino que ejercen dispositivos de poder y control sobre la vivencia del amor, la sexualidad

y el género. De esta manera, se encontró que dentro de los círculos cercanos de las participantes,

predominan imaginarios patriarcales sobre la mujer y las relaciones amorosas, determinando

así la manera como se desarrollan en las diferentes esferas de la vida; es un mecanismo que

reproduce prácticas y discursos vulnerantes, donde la mujer es quien se vuelve hacia la pareja,

depende de ella y la idealiza, teniendo así un lugar inferior en la relación.

Ahora bien, resulta evidente, en los relatos de las participantes, que no son las

instituciones sociales las únicas responsables de incitar imaginarios problemáticos acerca de las

relaciones, la mujer y su lugar en éstas, sino que los elementos de consumo mediático, como

los cuentos infantiles, la literatura juvenil, e incluso las canciones que resuenan socialmente,

tienen un papel importante en el mantenimiento de ideales tradicionales, vinculados a la idea

del amor romántico como dependencia y fusión con el/la otra; así, se hace evidente cómo la

cultura sigue teniendo un rol significativo en la preponderancia del status quo, por lo que no

mucho ha cambiado desde lo planteado por Thomas (1994).

Estos elementos parecen entrar en concordancia con lo que Scott (1986), refiere al

patriarcado de consentimiento, donde la opresión no se ve explícitamente, sino que se mantiene


70
a través de manipulaciones sutiles. No obstante, algo importante a resaltar es el hecho de que,

por muy sutiles que parezcan estas concepciones patriarcales y hegemónicas, la realidad es que

son discursos explícitos, pero que parecen no serlo dado lo normalizados que están en la

sociedad. Como consecuencia de esto, los imaginarios sobre el amor romántico se fueron

estableciendo desde mucho antes de que estas mujeres se empezaran a vincular erótico-

afectivamente, siendo entonces que estas maneras de relacionarse, se fundamentan desde la

infancia.

Así pues, se hizo evidente en las vivencias de las participantes, que el entenderse

mujeres, con las implicaciones que esto tiene en una sociedad marcada por el patriarcado, ha

definido en gran medida las formas como, al menos siendo más jóvenes, establecieron vínculos

amorosos con sus parejas. Desde la dependencia, hasta la idealización, pasando por el centrarse

en el otro, todos han sido elementos que de una u otra manera se mencionan repetidamente en

las entrevistas y relatos escritos analizados. Los miedos, las inseguridades, las emociones

displacenteras, las dificultades de comunicación, parecen haber sido constantes en sus

relaciones amorosas. De esta forma, se puede decir que sus maneras de generar vínculos con

otros y con ellas mismas, se pueden equiparar a un cautiverio, como expresa Lagarde (2005);

como tales, dichos cautiverios dificultan que estas mujeres puedan ser conscientes de las

dinámicas abusivas en las que se encuentran dentro de una relación y, por ende, salir de ésta.

Adicionalmente, un hecho en común a resaltar radica en que todas vivieron estas vulneraciones

(bien sea por parte de sus parejas o por discursos hegemónicos imperantes), siendo aún muy

jóvenes.

Los abusos vividos dentro de las relaciones que establecieron, pues, parecen haber

estado presentes también en el ámbito sexual, siendo que no se vivía, de manera general, una

sexualidad tranquila y empoderada, sino que su prioridad parecía ser el deseo de su pareja,

dejando de lado su propio placer y comodidad. No obstante, también fue evidente que en todas
71
las mujeres participantes se ha generado una transformación radical en cuanto a la vivencia de

la sexualidad, pues en sus discursos se evidencia una sexualidad donde ellas se sienten cómodas

en la posibilidad de comunicar y decidir acerca de con quiénes se involucran, cómo, cuándo,

qué necesitan para cuidarse y su lugar dentro de estos encuentros. En este aspecto, se resaltan

maneras muy subjetivas de desarrollarse en esta dimensión, dado que cada una expresa maneras

particulares de tomar decisiones y disfrutar su sexualidad, acordes con las experiencias que han

tenido.

Ahora bien, al respecto de las deconstrucciones que estas mujeres han realizado, no

solamente en el ámbito sexual sino en muchos otros aspectos del amor y su vivencia, cabe

rescatar lo mencionado previamente acerca de cómo estas mujeres viven en tensión, entre lo

que quieren y empiezan a construir por sí mismas, y lo que les fue enseñado de pequeñas, que

se mantiene aún imbricado en sus discursos, prácticas y relaciones. Entendiendo lo que estas

mujeres mencionan en sus relatos, parece ser que su lucha contra aquello que les vulneró en

algún momento de sus vidas, es constante. Estas mujeres quieren romper el modelo patriarcal

que las oprimió desde la infancia, pero aún parecen tener un camino por recorrer.

Así pues, se encontró también que estas deconstrucciones (por difíciles que resulten por

momentos), han sido posibles debido a las mismas violencias y abusos que estas mujeres han

atravesado. Todas mencionan que es a partir de las decepciones románticas que

experimentaron, las cuales estuvieron vinculadas a algún tipo de irrespeto y vulneración, que

pudieron empezar a cuestionarse lo que quieren y no quieren, lo que merecen y lo que no, al

momento de establecer relaciones erótico-afectivas.

En este camino, entonces, han logrado imaginar concepciones propias de vivir el amor

y las relaciones, donde prime el cuidado por sí mismas, la comunicación, la confianza, la

transparencia, la tranquilidad, el apoyo mutuo, el respeto, entre otras cualidades. Todas estas

mujeres, sin excepción, mencionan que el amor debe vivirse desde lugares constructivos, donde
72
puedan tener un lugar que ellas mismas se dan. Los imaginarios del amor romántico (que son,

por lo demás, patriarcales en su esencia), acerca de la fusión, la dependencia, la sumisión a las

necesidades del otro, se transforman cada día, para convertirse en imaginarios donde ellas

puedan tener vínculos sanos, tanto con ellas mismas como con otros.

Para lo anterior, ha resultado importante tener una aproximación racional al amor,

generar una des-idealización tanto del mismo, como de sus parejas, con el fin de poder entender

claramente qué es un hecho violento, qué situaciones están dispuestas a permitir y cuáles no,

qué necesitan, cómo pueden comunicarlo, qué desean en un encuentro sexual, etc. Se hace

evidente en estas mujeres la necesidad de comprender el amor como algo más allá que una

sensación corporal o emocional, sino como un hecho que requiere compromiso, acciones

concretas y diálogo. A partir de entender el amor como algo más allá de lo etéreo, les ha sido

posible convivir en sus relaciones de acuerdo con lo que cada una quiere, necesita y se merece.

Lo dicho se evidencia, para algunas de las participantes, en el hecho de que han podido

establecer relaciones donde primen los elementos que consideran importantes; estas mujeres

han podido construir con sus parejas actuales desde estos lugares propios, encontrando sus

necesidades con las de su pareja, teniendo claros sus límites y logrando, así, una convivencia

que, desde sus discursos, se denota sana.


73
6. Conclusiones

A partir de lo vivido y analizado, queda claro que el amor ha sido un elemento central

en la vida de las mujeres participantes. Desde los discursos hegemónicos imperantes, junto con

las implicaciones que éstos han tenido para el bienestar físico y emocional de las mujeres

participantes, hasta las deconstrucciones y construcciones propias que han realizado, se

entiende que el amor y su vivencia genera maneras propias de ser y estar en el mundo, acordes

con las experiencias subjetivas de cada una.

Así pues, se evidencia cómo la normalización de la violencia como parte del discurso

amoroso idealizado, sigue estando aún presente en estas generaciones. Dado que se les enseñó

a ver el amor como algo mágico, trascendental y sublime, han permitido una gran cantidad de

transgresiones a su ser, su cuerpo y sus emociones, pues era “lo que siempre pasaba”. Estos

discursos hegemónicos que entienden el amor como fusión y dependencia, avalan una gran

cantidad de dinámicas patriarcales y destructivas, donde la mujer no es más que un objeto a ser

amado y deseado, permitiendo así sujeciones injustas, dado que ellas deben ajustarse a las

demandas que implica ser DESEADA, mas no DESEANTE.

De esta manera, las mujeres están acostumbradas desde la infancia a convertirse en

quienes los demás quieren que sean, a fin de merecer el cariño condicional que reciben. Se les

enseña a complacer, desde diferentes lugares y de diversas maneras, pues es la única condición

bajo la cual serán queridas. Más aún, para que esto sea posible, se les enseña que no pueden

quererse a sí mismas, y que la única manera en que pueden hacerlo es a partir del

reconocimiento que su pareja les da. Es por esta razón que se mantienen las demandas acerca

de las relaciones como exclusivamente monógamas, pues la posibilidad de ser una persona

merecedora depende únicamente de que el sujeto con quien se tiene un vínculo, le quiera.

La consecuencia de todo esto es que como mujeres se permiten transgresiones, pues no

se sabe quiénes son sin su pareja, qué quieren, qué se merecen, cómo lo merecen y qué necesitan
74
de sí mismas para merecerlo. Es una carencia de su autoreconocimiento, que empieza en la

infancia y se mantiene hasta las primeras relaciones erótico-afectivas, siendo aún jóvenes. Así,

incluso en la adolescencia se viven violencias que generarán miedos a establecer nuevos

vínculos y encuentros sexuales, pues si lo único que se ha vivido son abusos, se entiende que

así será siempre, dado que son hechos que se normalizan, no solo por lo experimentado, sino

también por los dispositivos sociales de poder y control presentes en las instituciones sociales

más cercanas a ellas.

No obstante, se ha encontrado en estas mujeres la resiliencia para aprender de estas

decepciones y transgresiones, y empezar a generar nuevas maneras de relacionamiento, que les

permitan crecer con sus vínculos, y no gracias a ellos. Es evidente que para estas mujeres el

amor es ahora algo diferente a lo que se les ha enseñado, pues reconocen que se merecen tener

un lugar activo, donde puedan ser quienes son sin ajustarse a las demandas sociales, o que su

pareja pueda tener acerca de ellas. Las mujeres participantes, entonces, reconocen que son, que

existen, y que no necesitan de alguien más para merecer ese reconocimiento. Para ellas, las

maneras de amar sana y cuidadosamente empiezan por sí mismas. Así, les es posible poner

límites, saber hasta dónde pueden ir sus parejas, y hasta dónde pueden ir ellas. Han entendido

que el amor no se limita a un sentimiento, sino que es una construcción conjunta, donde cada

persona puede tener un lugar, crecer a su ritmo, pero en compañía de otro(s).

Así pues, a pesar de los hechos vulnerantes vividos, reproducidos y sufridos gracias a

los discursos hegemónicos sobre el amor, las mujeres de esta generación han logrado construir

maneras propias de amar, que si bien están aún influidas por aquello que han interiorizado, son

suyas, establecidas a partir de lo que han atravesado y que se transforman de acuerdo con su

subjetividad.

Ahora bien, un interés particular de la presente investigación, es resaltar el hecho de que

no resulta justo tener que pasar por estas vulneraciones, para entender que aquello acontecido
75
fue un acto violento. Valdría la pena seguir transformando, deconstruyendo y construyendo

nuevamente, para que las mujeres de las nuevas generaciones no tengan que pasar por lo que

estas mujeres (y quienes escriben esta investigación) pasaron. No es justo que una mujer tenga

que ser violentada, para entender que se merece algo mejor en el amor y consigo misma. Es por

esto que, a partir de lo aprendido, narrado y entendido junto con las mujeres participantes, la

presente investigación le apuesta a maneras de vivir el amor, la sexualidad, el género, que nos

permitan ser, que abran nuevas posibilidades. Amar, desde nuevos lugares y desde diferentes

dimensiones, es revolucionario.

Para concluir, queda claro que un reto por asumir es el de favorecer la educación

emocional a las mujeres de las nuevas generaciones, así como el fortalecimiento de canales de

apoyo psicológicos y psicosociales ante estas problemáticas, dado que su normalización

demanda que se preste atención a sus implicaciones, y se haga lo posible por transformarlas. Es

aquí donde la psicología como disciplina juega un papel importante, pues permite indagar por

nuevas formas de vivir y construir el amor, llevando a cabo una problematización de los

discursos que validan la experiencia erótico-afectiva como una forma de opresión hacia las

mujeres. En la construcción de nuevas comprensiones sobre el amor, la psicología puede abrir

un campo de posibilidades donde la infelicidad y subordinación de las mujeres no sean el pan

de cada día en las relaciones amorosas. Finalmente, cabe resaltar que sería enriquecedor

extender el estudio de esta problemática a los hombres y las diversas masculinidades existentes,

con el fin de ampliar la perspectiva del amor de forma bilateral, reconociendo también otros

sujetos y sus subjetividades particulares.


76
7. Referencias

Benavente, M. C., Vergara, C. (2006). Sexualidad en hombres y mujeres. Diversidad de


miradas. Editorial FLACSO, Santiago, Chile.

Bernal, C. (2006). Metodología de la Investigación. México: Prentice Hall.

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subjetividad. IDEP. IESCO. Bogotá.

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Feixa, C. (1999). De jóvenes, bandas y tribus. Editorial Ariel. Barcelona, España.

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actual: Conocimientos situados y acción política [52 párrafos]. Forum Qualitative
Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research, 7(4), Art. 38

Lagarde, M. (2005). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y
locas. Editorial Universidad Autónoma de México.

Lovelace, A. (2019). Aquí la princesa se salva sola. Barcelona, España. Editorial Planeta.

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Viviendo a toda: jóvenes, territorios culturales y nuevas sensibilidades. Ma. Cristina
Laverde, editora. Bogotá, Colombia.

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Definición del Empoderamiento desde la Perspectiva de las Adolescentes. Recuperado
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Prada, N. (2010). Placeres Peligrosos (Tesis de maestría). Universidad Nacional de


Colombia, Bogotá, Colombia.

Rodríguez M, Z. (2006). Paradojas del amor romántico: relaciones amorosas entre jóvenes.
Instituto Mexicano de la Juventud.

Salgado Lévano, A. C. (2007). Investigación cualitativa: diseños, evaluación del rigor


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Scott, J. W. (1986). El género: una categoría útil para el análisis histórico.


77

Taguenca, J. A. (2009). El concepto de juventud. Revista Mexicana de Sociología, 71(1). 159-


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Taguenca, J. A. (2016). Sociología de la juventud. Una revisión. Cuaderno Venezolano de


Sociología, 25(3). 183-195.

Thomas, F. (1994). Los estragos del amor. Bogotá, Colombia. Editorial Universidad
Nacional.

Urra, E., Muñoz, A., & Peña, J. (2013). El análisis del discurso como perspectiva
metodológica para investigadores de salud. Enfermería universitaria, 10(2), 50-57.
78
8. Anexos

1. Guía de entrevista

a. -¿Cuál y cómo fue tu primera experiencia erótico-afectiva? Cuéntanos al


respecto por favor.
b. - ¿Cómo has vivido tu sexualidad con otra u otras personas?
- ¿Cómo se ha transformado la vivencia de tu sexualidad a lo largo de los
años?
c. - ¿Cuál ha sido tu mayor decepción romántica?
- ¿Qué caracteriza para ti una decepción romántica?
d. ¿Qué aprendizajes te han dejado tus experiencias erótico-afectivas?
e. ¿Qué cambios has percibido en tu forma de relacionarte erótico-afectivamente a
lo largo de los años?
- En base a tus experiencias previas ¿Qué cosas son importantes para ti en
una relación, sea formal o informal?
2. Relatos de las participantes
a. Relato 1 (AA, 21 años)
En mi vida he tenido varias relaciones y en todas ellas he aprendido cosas nuevas sobre mi,
sin embargo la más significativa es mi relación actual. Esto es porque, si bien de todas he
aprendido cosas muy valiosas como cosas que me gustan, cosas que no me gustan, como
reacciono a situaciones difíciles en la relación, como merezco que me traten, cuanto valgo,
entre otras cosas, las he aprendido a la mala. Es decir, las he aprendido a punta de peleas,
discusiones y corazones rotos. Sin embargo, en mi relación actual mi novio me recuerda las
cosas ya aprendidas todos los días y me enseña nuevas cosas siempre desde el respeto, el
amor y la paciencia. Por ejemplo, en relaciones pasadas aprendí lo mucho que valgo y que
merezco un buen trato al darme cuenta que no merecía que me ignoraran, me gritaran o en
general que me maltrataran de ninguna forma. Actualmente, mi novio me lo recuerda todos
los días consintiéndome, haciendo todo a su alcance para que yo me sienta bien y
recordándome todas las cosas maravillosas que ve en mi. Por ejemplo, en el pasado aprendí
que las peleas no solucionan los problemas después de que note que solo llevaba a tensión y a
más peleas a futuro y actualmente puedo seguirlo afirmando a que cada vez que hay una
diferencia lo hablamos en lugar de pelear y nos hacemos cada vez más unidos aprendiendo
más de nosotros mismos y llegando a acuerdos. Adicionalmente me ha enseñado a ser más
relajada, a disfrutar más cada instante, a no preocuparme por cosas que no han pasado, a ver
las cosas desde otra perspectiva y muchas otras cosas que me han hecho crecer como persona
y sentirme mejor día a día.
b. Relato 2 (ER, 22 años)
Mi historia de amor más significativa
No sé exactamente cuántas historias de amor he vivido en mi vida porque pienso que
casi todo, si es que no es todo, se construye con amor; o en su defecto, desamor. No sé cuántas
veces he logrado evidenciar el amor que otras personas sienten por mí e incluso, el que yo siento
por otras. Sin embargo, las ocasiones en que las que lo hice, las siento siempre cercanas. No
sólo el recuerdo de la imagen, sino también, el recuerdo de la emoción y cómo se sentía en mi
79
cuerpo en aquel momento. Hubo particularmente una que involucra los dos lados: la sensación
de no ser amada y el serlo.
Hace algunos años me encontraba en una relación con una persona que creía que amaba.
Me cuesta, evidentemente, identificar cuándo lo que siento es amor y no un enamoramiento,
capricho, ¿necesidad buscada de manera inadecuada?, bueno. Eso. Con esta persona estuvimos
casi cuatro años juntos, en un noviazgo que, al final, comenzó a incorporar aspectos no sanos
para ninguna de las partes. Estábamos en un momento en el que yo sabía que las cosas se iban
a acabar pronto. Esto pasa. La intuición a veces no miente y sí pienso que una sabe cuándo las
relaciones cambian para mal.
Los contactos diarios con esta persona se convertían en peleas fuertes en las que él
terminaba tratándome como si no valiera nada. Me decía constantemente que estaba cansado
de perder tiempo conmigo, que yo lo hacía una mala persona y que era mi culpa el que me
gritara, me insultara y casi, me golpeara. Yo, en medio del engaño en el que estaba al creer que
lo amaba, le daba la razón en todo y seguía permitiendo que estos comportamientos pasaran.
Claro, yo sabía que estas conductas no eran sanas para mí, pero cada vez era más más difícil
salir de él. Cada vez era más difícil soltar. Además, antes de esta relación no había tenido otra
tan larga y “seria”; y como no tenía experiencia, todo lo que sucedía, lo normalizaba.
Una de esas noches en las que solíamos discutir por llamada, más que hablar, él me dijo
que creía que ya era hora de dejar quietas las cosas que pasaban entre los dos. Que ya era hora
de terminar. Yo le respondía, llorando, que por favor no permitiera que las sensaciones
displacenteras terminaran la relación que teníamos. Ahora me pregunto ¿cuál relación? Me dijo
que estaba cansado de mí y que yo ya no le servía. En seguida comencé a pensar que la razón
por la cual él estaba diciéndome eso era porque estaba con alguien más y no me había dicho.
Entonces le pregunté en medio de mi llanto:
— Alejandro, ¿es porque estás con alguien más?

— No, no es por eso. Es que ya no quiero nada contigo. Hay que aprender a terminar las cosas
— Me dijo.

Le pedí varias veces que me dijera la verdad. Me respondía de nuevo con insultos y
excusas. Yo le prometí que iba a cambiar y que iba a hacer lo que me pidiera para que no me
terminara. Dios, qué nivel de inconsciencia tenía en ese momento. Finalmente, me dijo que ya
estaba cansado de hablar. Después de todo, ya estaba tarde y él quería dormir, después de haber
trabajado y estudiado tanto. Le dije que por favor solucionáramos eso antes de que se fuera y
me dijo:
— Érika, estoy cansado de ti, ¿no me entiendes? ¡Ya no quiero que me llames, no quiero que
me escribas, ni que me busques, no me hables, no quiero verte nunca más! ¡Déjame dormir! —
Me decía a grito entero el imbécil ese.
Yo no dije nada. Estaba atónita, asustada. Me sentía herida, rechazada, insuficiente,
intranquila, abandonada y él lo sabía. Él sabía que me había roto. Él sabía que me estaba
lastimando. Él sabía que yo lo quería, que era importante para mí y que lo que estaba pasando
me iba a afectar profundamente. Mientras sentía todo eso y pensaba qué iba a ser de mi vida
80
desde ese momento en adelante pasaron 2 minutos. Él me dijo que iba a colgar. Que ya era
suficiente. Recuerdo perfecto que su última frase fue: “Cuídate mucho”. Por supuesto que esta
era una de las frases manipuladoras que solía decirme cada vez que discutíamos. Como si ya
nunca volviéramos a hablar. Pues esta vez sí sería así. Colgó.
No recuerdo haber sentido tanto miedo en una noche más que en esa. Yo no sabía qué
hacer. No sabía en dónde meterme o si morirme. No sabía qué iba a ser de mi existencia si no
era al lado de esta persona. Pocas veces he tenido momentos tan duros como ese. Lo recuerdo
bien. Recuerdo cómo lo sentía y en dónde lo sentía. Incluso, cuando traigo esas sensaciones a
mi cuerpo, me dan náuseas. Fue horrible. Horrible porque además sentía que no tenía a nadie
más porque esa había sido la manera en cómo había construido mi relación con él: era
dependiente. A él le contaba todo. Con él hacía todo. Más de lo que merecía. Terminé relaciones
con amigos cercanos porque a él le molestaba que saliera con ellos. Discutía constantemente
con mis padres porque, como siempre, tienen un sexto sentido en el que saben cuándo alguien
no es transparente. No me importaba, Hacía lo que él me pedía; y si eso involucraba discutir a
gritos con mis papás, obvio que lo iba a hacer porque pues, el novio primero, ¿no? El amor
primero...
La relación con ellos se deterioró bastante. No quería llegar a mi casa nunca porque
sabía que una pelea fija me esperaba. Claro, ya sabía yo sobre qué íbamos a hablar. Este tipo ni
siquiera podía acercarse a la portería porque mis papás no soportaban verlo después de tantas
situaciones en las que me habían visto, literalmente, vuelta mierda. Ellos no querían verme
sufrir y me lo dijeron. Me lo dijeron tantas veces... Fueron tantos momentos en los que, con
lágrimas, mi mamá me suplicaba que soltara eso. Me repetía constantemente que algo iba a salir
mal. Que no quería verme quebrada y lastimada. Que por el amor que les tenía a ellos, soltara
esa relación. Y yo, súper grosera le gritaba que me dejara en paz. Que no se metiera en mi vida
y que a ellos no les importaba lo que me pasara en esa relación. Les decía que yo estaba
segurísima de que lo quería y que hasta que no dejara de sentirlo, pues eso no se iba a acabar.
Más discusiones después de eso.
Durante esa noche en la que él me terminó y me obligó a desaparecer de su vida me
preguntaba: ¿A quién le voy a pedir ayuda? Si voy y les digo a mis padres lo que me pasa seguro
me gritan, me regañan, me echan en cara las cosas, no me van a apoyar porque nunca lo hacen,
pensaba. Fue una noche difícil. Fue una noche difícil...
Mis padres y mis amigos terminaron enterándose de que se había acabado la relación.
Ellos felices, obvio. Mis amigos me apoyaron mucho desde el principio. Yo estaba pasando por
un momento duro en el que me costaba mucho quedarme sola. Cada vez que pasaba, me sentía
desesperada y asustada. Yo seguía sin saber algo de esta persona. No podía escribirle ni buscarle
porque me lo había pedido. Justo una semana después estaba cumpliendo años una amiga y
decidimos celebrar en el Carmen de Apicalá, en una casa que su familia tiene. Estaríamos en
este lugar dos días. Pensé que me serviría mucho salir y distraerme. Entonces fui. Fue
maravilloso. Me divertí, aprendí, me sentí cómoda, bailé, canté, viví y estuvo bien. Estuvo bien
estar sin él. Algo curioso que pasaba en este lugar era que el internet no funcionaba bien por lo
que casi no tuve contacto con el celular. Eso me permitió desentenderme y prestarle atención a
otras cosas.
81
Sin embargo, el día en que nos estábamos devolviendo para Bogotá, sucedió que, en un
punto, los datos de mi celular comenzaron a funcionar. Me puse a chismosear si alguien había
escrito algo importante y entonces vi un estado de esta persona, de la cual no sabía nada desde
hacía una semana. Con algo de ansiedad y curiosidad lo abrí para saber más o menos en qué
estaba. ¡Vaya sorpresa! Eran una serie de videos en los que él aparecía besando a otra persona
con una canción significativa que yo le había dedicado. Casi me da algo ese día. Otra vez la
ansiedad, el rechazo, el abandono, la insuficiencia e incapacidad... Otra vez los miedos a flor
de piel. No podía creer que, después de haberle rogado tantas veces que me dijera la verdad, no
lo hiciera y me engañara de esa forma. O sea, literalmente era la muestra del reemplazo que me
había dado. No recuerdo muy bien a la chica en el video, pero sí que lo recuerdo a él. Clarito lo
veo incluso después de haber pasado tres años.
Me quedé el resto del camino contenida. Con unas ganas de romperme inmensas. Creo
que esa ha sido la ocasión en la que más me he guardado y tragado mis ganas absurdas de llorar.
Decidí no contarles nada a mis amigos. No quería arruinar el momento. Mi ánimo cambió
radicalmente. Me fui en silencio durante el resto del viaje. En realidad, me puse una cinta
imaginaria en la boca que prometí no quitarme hasta que me subiera en un taxi de camino a mi
casa. Cuando me bajé del carro en el que íbamos y me despedí, casi que corrí a coger el taxi
porque ya no aguantaba más. Se me había hecho el tiempo eterno. Sin embargo, llorar en el taxi
tampoco me permitía sentirme cómoda. Entonces no lo hice. Mis papás me recibieron en la
portería del conjunto. Me abrazaron y me dijeron que les alegraba tenerme de vuelta.
Yo seguía muy contenida y luché por no desbordarme en ese momento. Ellos no sabían
lo que estaba pasando. No sabían que estaba pasando por uno de los peores momentos en mi
vida. Me preguntaron qué me pasaba. Yo estaba muy seria y miraba siempre al suelo mientras
caminábamos hacia el apartamento. Me preguntaron si algo había pasado con mis amigos. Me
preguntaron si me habían hecho o dicho algo que me hubiera generado malestar. Respondí que
no. Yo estaba decidida a no decirles porque pensaba que no me apoyarían. En seguida abrimos
la puerta, casi que corrí a mi cuarto y me encerré. Mis papás, confundidos, se fueron a su cuarto.
Pasó un minuto y me dije: “necesito contarles. Necesito que lo sepan. Necesito ayuda”.
Salí de mi cuarto, entré callada al de ellos, me senté en su cama, saqué mi teléfono y les
mostré el video que yo había visto. Comencé a llorar con sollozos mientras lo sostenía con mi
mano. Veía cómo sus caras se transformaban mientras lo veían. Yo seguía llorando. Lo
entendieron todo. Se quedaron mirándome y me dijeron: “Puedes llorar. Nosotros te cuidamos”.
Me desbordé inmediatamente. Ellos me abrazaron y estuvieron conmigo mientras me repetían
“Aquí estamos. Nosotros te amamos. Te amamos mucho”.
Fue ese instante en el que comencé a darme cuenta de tantas cosas... Me sentí cuidada,
comprendida, apoyada, importante. Me sentí amada. Amada incondicionalmente por mis
padres. Por estos seres a los que había gritado y despreciado tantas veces por alguien que yo no
merecía. En ese momento entendí cómo funciona un amor sano y auténtico. Nos quedamos
abrazados unas cuantas horas mientras yo me desahogaba. Fue un hito. Aún cuando lo escribo
y lo recuerdo, lloro.
82
A partir de ese momento casi todo se transformó en un ángulo de 180°. La relación con
mis padres creció, se fortaleció y yo me sentía más enamorada que nunca de ellos. Sí, de ellos.
De esos seres maravillosos que me había dado el universo. Esas personas que no estaba
dispuesta a perder otra vez. Comenzamos a hablar más, a reírnos más, a vivir más. Y yo,
comencé a entender que no necesitaba a Alejandro y que, por el contrario, el que me él me
obligara a salir de su vida había sido más bien un favor. Finalmente, él me ayudó a liberarme
de lo que me pasaba. Me ayudó a encontrarme de nuevo conmigo misma y encontrar a las
personas que realmente amo y me aman. Recuperé algunas relaciones que había roto con
amigos. Comencé a vivir de maneras distintas. La vida comenzó a sonreírme por todos lados.
Ese año, al final, tuvimos las que para mí han sido hasta hoy las mejores vacaciones de
mi vida: salimos, comimos, reímos, hablamos, bailamos, hicimos casi de todo. Me sentí real y
auténticamente amada y amando. Lo descubrí y lo reafirmé con ellos. Hasta hoy, son las
personas a las que más amo en este mundo y por fuera. Yo no sé cómo agradecerles su existir
conmigo y en mí...
Muchas veces, durante la vida, amamos. Amamos a muchas personas, a muchas cosas,
a muchos lugares. Muchas veces lo hacemos con quienes no lo merecen y dejamos de ver y
reconocer a quienes permanecen ahí, independientemente de lo que nos suceda. Amar es
hermoso y se siente en cada parte del cuerpo. Se sabe cómo se siente cuando lo sientes. Pero
más hermoso es aún cuando yo misma me permito sentirlo con quienes me merezco y se lo
merecen. Aprendí que es importante no dar por sentado nada. No acostumbrarme a la idea de
que, porque tengo a mis papás a unos metros de distancia, entonces los normalizo y dejo de ver
lo hermoso que sucede cada vez que estoy con ellos.
Esta historia me recuerda particularmente a una frase de un libro que me gusta mucho:
“Lo esencial es invisible a los ojos” -Antoine de Saint-Exupéry, Le Petit Prince.
c. Relato 3 (LE, 22 años)
Hoy escribiré sobre el amor. Hablaré del amor que hoy invade mi sentir, que me sacude el
alma, que me permite soñar y me hace feliz. Este ha sido un amor de aprendizajes y de
crecimiento en conjunto. Ha sido un viaje de emociones que hemos emprendido de la mano.
Este amor ha sido para mí todo un reto porque constantemente quiebra mis ideas y me abre
nuevas posibilidades, nuevos horizontes y nuevas perspectivas. Es un camino cambiante, con
altos y bajos, quiebres y arreglos, alegrías y tristezas. Es toda una complejidad que cada día
revela algo nuevo. Este amor me ha permitido antes que nada a aprender a amar
cuidadosamente, amar sin querer acaparar, amar lo imperfecto, amar entendiendo las
diferencias, amar respetando.
Algo que ha sido muy significativo para mí ha sido el aprender a establecer confianza,
aprender a escuchar al otro y estar ahí para él, y también en el sentido contrario, aprender a
escucharme y permitir compartir mis sentimientos, mi vulnerabilidad, confiando que va a ser
acogida con amor. Aunque esto aún es un proceso para nuestro amor, cada día aprendemos
del otro y aprendemos maneras de querernos con cuidado. Particularmente, esto ha sido algo
nuevo para mí, algo que no había encontrado con nadie en mi vida más que con mi mejor
amiga. Es reconfortante saber que hay alguien que está ahí tanto para momentos de crisis
como para momentos cotidianos. Creo que este es un gran pilar de nuestro amor, el poder
83
estar ahí para el otro y esto, aún en la distancia. Hemos estado separados a miles de
kilómetros por 5 meses y hemos buscado querernos desde ahí, desde acompañarnos en la
distancia con amor y cuidado, queriendo siempre lo mejor para el otro. Con esto no quiero
decir que estemos totalmente volteados hacia el bienestar del otro, olvidando el propio, al
contrario, nos damos espacio para trabajar otros aspectos de nuestras vidas, estar con la
familia, hacer nuestras propias cosas… y creo que esto es importante para mí porque es algo
que yo antes no consideraba, creía falsamente que amar implicaba “fundirse con el otro” y
volverse uno solo pero me doy cuenta cada vez más que amar implica permitirse el uno al
otro crecer sin retener.
Y bueno, puedo decir que estoy enamorada, que Enrique me enamora como es, me enamora
lo que ha surgido entre nosotros. Me enamora todo de él, sus cualidades y defectos, me
enamora saber que puedo construir con él, que somos compañeros de vida, en el día a día. No
puedo saber qué nos depara el futuro pero sí sé que hoy, es uno de mis polos a tierra, mi
cómplice y mi amore.
d. Relato 4 (MR, 21 años)
Mi historia amorosa más significativa es sobre el tiempo que tuve con quien fue mi primer
novio. Él se llama Santiago y a hoy, cinco años después de haber terminado nuestro noviazgo
es una de las personas que más aprecio por todo lo que me enseñó.
Nos conocimos en el colegio, en décimo porque sencillamente terminamos en el mismo salón
y eventualmente sentados al lado y en un par de trabajos. Nuestra amistad empezó siendo grupal
más que uno a uno, nosotros junto a Paula y Sebastián nos hicimos muy cercanos y
molestábamos. Él siempre ha sido muy inteligente y bueno para los números y a mi me empezó
a ir muy mal en física ese año, por lo que él se ofreció a ayudarme. De ahí empezamos a salir,
al cine, a tomar helado, solo a hablar y era más que obvio que nos gustábamos. Sin embargo,
yo no me sentía preparada para tener algo en ese momento.
Nos volvimos novios hasta el año siguiente (2015) cuando estábamos en 11. Él espero algo
más de un año con tal de que yo me sintiera cómoda. Duramos cerca de un año y la relación fue
tormentosa hacia el final, pero agradezco todo lo que vivimos porque me hizo una persona más
fuerte y honesta conmigo misma, y por encima de todo aprendí que yo valgo mucho.
Esto último lo digo porque yo no me creía suficiente, paralelo a nuestra relación tuve problemas
serios con la comida y para decidir carrera, sentía que debía ser más, y que no me merecía nada
de las cosas buenas que me estaban pasando, y él, con sus defectos era una de las más grandes.
Santiago fue capaz de hacerme entender que yo era suficiente para mí misma, que no tenía
necesidad de ser la niña perfecta a la que yo aspiraba.
Aprendí a ser honesta y a poner límites. Eso fue en gran parte mi problema, por eso no me
sentía cómoda con la relación y por lo tanto no supe disfrutarla, me sentía sin aire
constantemente y me cargué con todas las necesidades emocionales que Santiago tenía cuando
ni siquiera podía con las propias.
Con todo, mi lección más grande de esta relación la obtuve este año, luego de mucho tiempo
sin vernos ni hablarnos, supe que el amor de verdad si existe y que es muy importante expresar
y reconocer que si no estamos bien nosotros es muy difícil sacar adelante un proyecto de pareja.
Esa es la razón más importante del porqué estoy escribiendo sobre lo que viví con este hombre.
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Este año, en cierto modo por la pandemia, volvimos a escribirnos con interés genuino en saber
que es de la vida del otro y entender ciertas cosas de lo que vivimos que solo salen a flote en
retrospectiva. Supe que él se sentía culpable de cosas que me ocurrieron y pude reconocerle
errores de mi parte que me pesaban hace años. Volvimos a hablar como amigos, riéndonos de
las cosas que nos pasaron, limamos asperezas que nos quedaron y sobre todo, encontramos que
ese amor nunca se fue, pero no en el sentido romántico de las cosas (incluso llegamos a la
conclusión que siempre fuimos más amigos que novios) sino en que nunca dejamos de estar
pendientes, que a hoy nos apoyamos en los proyectos que cada uno tiene.
Esa es la lección más grande que el amor cambia y no tiene una única forma. Que cuando no
espera nada, porque ambos sabemos que nuestra relación no va para atrás y que no vamos a ser
lo más cercano de la vida, es cuando tiene más valor.
e. Relato 5 (MS, 21 años)
Relato “Historia de un amor”
La relación de la que les voy a contar me marco de muchas maneras, desafortunadamente
unas más negativas que otras, pero comenzare por lo positivo. Cuando inicie mi relación con
esta persona estaba cursando grado 11, estudiábamos juntos y aunque toda la vida lo
habíamos hecho nunca nos habíamos hablado, sin embargo, ese año cambiaron muchas cosas
y una de ella fue hablarme con él. Si les soy honesta no sé cómo me conquisto solo me
acuerdo que después de hablarnos por un tiempo, empecé a realizar cosas que para mí no eran
normales como: arreglarme más, esperar para verlo y con ello a esperar la hora de recreo para
quedarme hablando a solas con él. Haciendo todo esto me di cuenta que me gustaba, pero no
éramos “nada” seguíamos siendo amigos y así duramos como por 3 meses. Luego en el prom,
resulto una conversación sobre nuestros futuros, de cuando nos graduáramos, yo le comenté
lo que quería estudiar pero que también esperaba poder irme del país, en esas me acuerdo que
él se puso a llorar y me dijo que no me quería perder, y fue ahí cuando me dijo si quería ser su
novia, obviamente respondí que si porque si no la historia no continuaría.
Empezamos a vivir un montón de cosas, fue mi primer novio serio respecto a lo que
significaba tener una relación “madura” había salidas, apoyo y compañía. Y así fue
trascurriendo el tiempo, en el cual yo me enamore de él. A medida que pasaba el tiempo se
convertía en alguien importante para mí, fue el hombre de “mi primera vez” lo cual lo hacía
más especial. No voy a negar que tuvimos discusiones, pero eran pasajeras como cualquier
otra, pues no todo iba a ser de color rosa, pero a pesar de ello, luego de haber cumplido el año
de relación las cosas empezaron a deteriorarse, empecé a pelear con el más seguido por
cuestiones que sucedían en mi casa las cuales impedían que me viera con él. Tanto era el
conflicto que mi familia y mi pareja me hacían escoger entre ellos, y se enojaban cuando
ponía a uno sobre el otro. Las cosas fueron empeorando y yo llegué a un punto de cansancio
muy alto, estaba exhausta de toda la situación y el hecho de estar “en el medio” escogiendo a
uno de los dos era demasiado demandante en todo aspecto (emocional, psicológico y físico),
en ese punto decidí terminar la relación.
Siendo franca no termine con él porque dejara de quererlo, al contrario, lo quería, pero no
aguante más, y fue aquí donde se complicaron las cosas (aquí es donde comienzo con lo que
me marco de forma negativa) … creí haber terminado la relación en buenos términos, sin
embargo, no fue así. Un día, tiempo después de haber terminado el me busco y me dijo que
me quería devolver un dinero que le había prestado (nunca se lo cobre porque fue más una
85
ayuda que le brinde en su momento), yo le dije que bueno, que no se lo estaba pidiendo pero
que está bien, así que le pregunte que donde nos veíamos, él me dijo que cerca de mi casa,
puso fecha y hora y así acordamos. Llegado el día y la hora me vi con él, me saludo muy
efusivo lo cual me sorprendió, pero no le preste importancia, me pregunto cómo estaba y todo
el cuento, hablamos por 5 minutos y al momento de entregarme el dinero me dijo “¿quieres
hablar?” obviamente se refería a nuestra relación y yo francamente le dije que no, que lo
quería mucho pero que me sentía más tranquila de no tener tantos problemas. Aun no
entiendo que fue lo malo que le dije, pero el cambio completamente en ese momento, fue
como si se hubiera transformado, me empezó a ofender, a humillarme a tal punto que me tiro
al piso de maneras repetidas y luego me golpeo. Esta parte de la historia ha sido lo que mas
me marco, puesto que nunca espere eso de él y jamás en mi vida se me ocurrió pasar por algo
como esto. Hoy en día continuo con un proceso legal en su contra y aunque sanar las heridas
no es trabajo fácil, se ha logrado poco a poco. A él no lo odio considero que lo perdone y le
agradezco por enseñarme a ver lo mucho que valgo y que de igual forma merezco lo mejor y
no menos que eso.
f. Relato 6 (NT, 23 años)
Relación más significativa.
Mi relación más significativa es mi relación actual, nos conocimos en una cena de
cumpleaños de una amiga que tenemos en común. La cena era a las 6 y como soy una
obsesiva con el tiempo llegué a las 5:58 al local, él llegó a las 6:00 en punto al local y la
mamá de la niña llegó a las 6:02. Cómo éramos solo tres personas tuvimos que sentarnos en la
misma mesa (y cerca) para poder hablar. Casualmente, yo en ese momento empezaba
psicología en la Javeriana (llevaba dos semanas estudiando) y Daniel ese semestre se
graduaba de psicología en la Javeriana por lo que, sabiendo que teníamos esto en común nos
pusimos a hablar de psicología y de la Javeriana. Cuando todo el mundo llegó él y yo ya
teníamos interés por ver qué más podría pasar entre nosotros por lo que él propuso que
después de la cena fuéramos a tomar cerveza con otros amigos. Terminando la cena en efecto
fuimos a tomar cerveza con otras personas que estaban en la cena y Daniel nos pidió el celular
a todos para poder organizar un plan de cómo hacer pizza casera pues una de las niñas
presentes había estudiado gastronomía en el SENA y pues estaba ofreciendo enseñarnos a
todos cómo hacer pizza. Después de crear el grupo de WhatsApp empezamos a hablar sobre
quien vivía más lejos y decidimos que Daniel (que vivía en el portal 80) y yo (que vivo en la
170 con 9na) éramos los que más lejos vivíamos. Cuando la noche llegó a su fin cada quien se
fue para la casa, pero Daniel de una me empezó a escribir para ver en efecto, quien de los dos
vivía más lejos y desde ahí seguimos hablando y hablando sin parar. Al mes de conocernos y
de empezar a salir, él me pidió el cuadre y pues yo le dije que sí, desde ese momento ya
vamos tres años juntos y seguimos contando.

Él es mi relación significativa porque hemos vivido muchas cosas en estos tres años,
empezando porque es mi primera relación tan larga. También, con él experimenté quedarme
en la casa de un chico a dormir todo un fin de semana, llevarlo a planes familiares, invitarlo al
cumpleaños de familiares y que él me invitara a mí. En fin, juntos hemos vivido muchas cosas
importantes que hacen que la relación tenga más relevancia y significado en mi vida.
3. Matrices de análisis para entrevistas y relatos
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a. Matriz 1 (AA, 21 años)
Categorías Subcategorías Fragmentos

Discursos Discursos - [Al preguntarle si ha encontrado alguna diferencia entre salir


sobre el amor hegemónicos con hombres y mujeres] en cuanto a mi experiencia
personal en la relación, no. O sea realmente… pues,
normalmente lo que dicen las mujeres hetero cuando notan
que los hombres son muy complicados es como “ay me voy
a volver lesbiana”, y pues no, las mujeres también son muy
complicadas jajajajaja. Pero entonces digamos en ese
aspecto, no (...) Pero en cuanto al estigma social, sí. O sea
si yo en este momento salgo de la mano de mi novio pues
nadie va a decir nada. Todo perfecto. Pero digamos en el
momento que yo saliera de la mano de Daniela o algo así
todo el mundo nos miraba como…¿Y esas viejas qué? (...)
Pero no tanto el hecho de la relación como tal, sino el
estigma que le da la gente y como lo incómodo que lo hacen
sentir a uno estando por ahí, existiendo, normal.
- Es raro porque yo siento que en definición no están
relacionadas. Una parte es la vida afectiva y otra es la vida
sexual. Y pues normalmente cuando hay una relación
afectiva también hay una relación sexual, pero puede haber
una relación sexual sin una relación afectiva. No pasa
nada.
- Pues tanto en mis relaciones afectivas como sexuales, que
pues para mi son la misma cosa, pues tengo que sentirme
cómoda con la persona, confiar mucho, estar segura… tener
mucho de respeto. No es solo cariño. Porque uno puede
decir “ay es que me hizo esto”, pero es que me quiere.
Entonces no. Se necesita mucho respeto…que las cosas sean
mutuas… no puede haber una relación sin confianza
también. Y no solo amorosa sino en todas las relaciones.
- Durante la relación lo tomé como normal, como “no pues
todas las parejas pelean, es normal, llorar de vez en cuando
no pasa nada, solo es un malentendido”, bla, y así, como
con esas excusas.
- Pues sí, que no hay relación perfecta y que las peleas pasan
y ya. Que no es qué tanto peleen sino que lo superen. Pues,
me parece que eso es cierto, pero hasta cierto punto. Y yo
no halle ese punto en la relación. Entonces peleábamos casi
todos los días. Yo lloraba mínimo una vez a la semana, pero
entonces él me decía como “no, pero las peleas son
normales en una relación” y yo “sí sí, tienes razón”.
87

- El amor sí tiene muchas cosas buenas pero también es un


compromiso y una responsabilidad.

Influencia - También pues cosas que uno aprende en televisión y de la


cultural sociedad en general y todo. Como que… no hay relación
perfecta, y las parejas pelean, y es un malentendido… pero
no pasa nada… y eso se arregla y pues todo bien. Entonces
yo lo veía más como “va a pasar y vamos a estar bien”.
- Ahora lo veo más objetivamente, como… digamos que entre
comillas ya se más cuales son los factores que llevan a tener
un amor así. O sea obviamente me falta mucho por
aprender, pero estoy en el proceso, mientras que antes solo
era como…a lo Disney. Como “noo, sí, un día va a llegar
mi príncipe azul!” Y ya, y todo bien. “Todo va a ser
perfecto solo porque todo va a ser perfecto” (...) Antes yo
pensaba que el amor iba a aparecer y ya. Solo así por arte
de magia.
- En las películas –en especial en Disney– como que las cosas
solo funcionan y todo está bien y todo es perfecto. Y todo es
mágico. Y la vida real no es tan así, ¿no? Uno espera
cuando uno es chiquito pues como que…le meten las ideas
en las cabeza.
- En esos aspectos puntuales como el amor o muchas
historias de princesas como el papel de la mujer y cosas
así…sí siento que pueden afectar un poco negativamente.
Porque las princesas, digamos, siempre son las delicadas y
las sumisas y como que necesitan al príncipe azul para ser
felices, y pues no.
- Y las niñas se quedan con esa idea de que necesitan a un
man que llegue a salvarles la vida y pues no. Eso no debe
ser así. Eso por un lado. Y por otro lado también que
siempre aparece el man… o sea las niñas han estado
encerradas toda su vida y de pronto llega en primer man
que encuentran y ese fue y con ese fueron felices el resto de
la vida.

Primer - Mi primera relación fue afectiva, pero fue como…osea


encuentro ¿como que el man no me gustaba? Jajajaja pero yo pensé
erótico- que sí como por la presión más bien. En primer lugar
afectivo
porque sentía que ya todo el mundo a mi alrededor había
tenido pareja y yo nunca, y pues era la primera vez que un
man me prestaba atención de esa forma.
88

- Mi primera impresión de las relaciones fue cómo ¿por qué a


la gente le gusta tanto esta vaina?
- [Cuando se le preguntó por su primera relación
significativa] Pues la relación justo después de él. Que es la
que yo realmente cuento como mi primer novio. Porque fue
la que realmente significó algo para mí. Pues él era
bastante mayor que yo (...) Me gustaba mucho hablar con
él. Como que cada vez que hablábamos yo me sentía muy
feliz, y de pronto él me dijo que yo le gustaba y pues para
mi eso fue como… wow.

Concepciones - A partir de esa [refiriéndose a ese primer noviazgo] sí las


propias siguientes relaciones que tuve ya fueron con personas que
me gustaron. O sea, no tan a la ligera como al primero que
me prestara atención de una, no, sino ya pues asegurarme
que a mí también me gustara.
- Ya muy en mi contexto personal (...) para mí el amor incluye
la sexualidad. Yo personalmente no logro tener una
relación sexual sin una relación afectiva. Siento que se
entremezclan. En mi caso puntual como que si están muy
relacionadas, pero no siento que esa sea una regla.

Género Roles de - A mí no me gustaba el man, pero yo si le gustaba a él,


género mucho, y pues yo también era su primera relación y él
estaba como muy ilusionado. Entonces… pues no lo quería
lastimar (...) Pues en mi cabeza de niña de 15 años,
demasiado inteligente jajajajajaja, lo más sensato fue
intentar que él me terminara. Con eso pues la decisión
habría sido de él y yo no lo lastimé y todo bien.
- La razón por la que me mantenía ahí… o sea la razón por la
que entre ahí y por la que me mantenía ahí era porque todo
el mundo era como “ay sí qué divinos y la pareja”.
- Si no lo estoy disfrutando qué rayos estoy haciendo. Se
supone que esto es una experiencia chévere.
- Él sí me dejó muy claro que él quería eso [tener relaciones
sexuales], y… yo al principio como que no quería. Porque
yo igualmente todavía estaba chiquita y todo. Pero pues al
final el fue como… ¿Muy paciente? Por así decirlo. Y pues
nunca hizo nada sin mi permiso ni nada. Y al final… pero
igual sí… me insistía bastante. Entonces… pues al final le
termine diciendo que sí. Y pues no me arrepiento la verdad.
Pero digamos que si hubiera sido 100% mi decisión, de
pronto no habría comenzado ahí, porque todavía estaba
89

muy chiquita, y no veía la necesidad de entrar a ese mundo


todavía. Pero… pues sí. Tampoco me arrepiento. Pero,
digamos que sí fue también un poquito la insistencia de él.
- Igualmente siempre es distinto pues mujer a un hombre,
digamos las mujeres suelen ser más delicadas, más
atentas.... los hombres tienen otras características.
- Sentirme tranquila, no sentirme juzgada, y pues saber que si
digo que no, pues va a ser no. Y si digo que sí, pues sí. Que
la decisión va de ambos lados y no es solo lo que una
persona quiere. He tenido momentos en que eso se ha
borrado un poquito, pero generalmente intento que así sea.
- A veces uno tiene en la cabeza que la mujer tiene que ser
más sumisa y yo no sé qué. Y pues yo era como no, no le
puedo decir que no a mi novio. Entonces en esos aspectos
yo permití muchos de los abusos entre comillas que pasaron
en esa relación. Pues, bajo esa mentalidad.
- Yo soy como muy de poner a todo el mundo antes que yo,
que eso no está bien, pero pues eso ya es problema mío.
Entonces pues yo sabía que él tenía un pasado conflictivo,
que él había pasado por muchas cosas, que la familia no
tenía la mejor relación…entonces muchas veces cuando
pasaban cosas así, en vez de yo pensar que eso estaba mal,
yo pensaba como ay pobrecito, se está sintiendo mal, ha
pasado por muchas cosas…entonces como que lo veía más
como una víctima y no como un…victimario? Entonces sí,
yo misma sacaba las excusas de pobrecito, pero él está
intentando cambiar.
- Creo que en parte es la sociedad. Porque creo que
socialmente a las mujeres que ponen límites se ven como ay
no que vieja tan cansona, tan delicada, no se le puede decir
nada…entonces creo que a veces por eso es más difícil decir
cuáles son tus límites y entonces no digo nada.
- Entonces yo intento hacer lo mismo, aunque a veces me
pasa que termino en el otro extremo porque termino
poniendo a los demás primero y por encima de mí,
entonces…soy yo la que sale afectada. Pero lo hago porque
los amo y quiero que estén bien, sin embargo… a veces si
me afecta. Entonces tengo que trabajar en eso. Pero en
general…trato de tratar siempre a la gente de esa manera.

Sexualidad - Ahí fue mi primera experiencia erótica. Pues, sexual. No


llegó a...pues relación sexual como tal, pero pues si fue
como las primeras experiencias ahí básicas.
90

- Como todavía estaba chiquita y todo, ósea igual si fue mi


decisión, pero si sentía un poquito la presión y aparte
porque él era mayor y todo, pero ya desde ahí para adelante
ya todos han sido mi decisión. Ósea nunca ha pasado nada
que yo no he querido y si ha pasado algo es porque yo he
querido, como ya más apropiado a mí misma.
- Al comienzo como que era más reservada con eso porque
tenía la idea en la cabeza de que no que eso la primera vez
es muy importante, y que toca esperar a la persona indicada
(...), pero ya después digamos que con él, que fue la primera
experiencia, me di cuenta que pues ósea igualmente es mi
vida, y hay que cuidarse y hay que tomar las decisiones
inteligentemente y todo, pero pues que tampoco es nada de
otro mundo. Que simplemente es pues parte de la vida y ya.
Entonces pues eso me ayudó a sacarme esa mentalidad de
la cabeza. Entonces…lo mismo, como que me he hecho más
dueña de mi vida sexual. No es lo que los demás digan. Lo
que es, es lo que yo diga es porque es mi vida sexual y mis
experiencias.
- Para mi es todo. Osea…desde el tema de…pues sí, la
penetración, pero también todo lo que lleva a eso sin que
pase todavía. Para mí un acto sexual puede tener todo eso,
menos la penetración, y aun así es sexo. Pero si es como…a
lo que se llega. Como la última parte de ese momento.

Cuerpo y - Desde la primera relación que tuve después del man, ya


subjetividad digamos…en mi primera relación, besar al man era algo
supremamente incómodo. Se sentía horrible. Y ya desde la
siguiente, el primer beso fue como Woow!! Ya entendí!!
Porque pues ya precisamente había una conexión.

Mujer joven - Al principio precisamente como él era bastante mayor que


yo él fue como no pero no podemos, pero bla bla bla,
entonces pues eso me afectó un poco pero pues después
igualmente lo intentamos. Y pues realmente todo fue muy
distinto. Igualmente pues no fue la relación ideal,
claramente, y pues también como era mayor que yo pues
habían muchos problemas, la gente nos miraba raro cuando
estábamos en la calle, igualmente era muy raro que
estuviéramos en la calle porque mis papás casi no nos
dejaban salir, eh…en el club se lo teníamos que ocultar al
maestro…todo. Entonces pues si. Pero…pues si obviamente
91

fue muy distinto de que las cosas eran reales y se sentían de


verdad.
- No teníamos nuestra privacidad, por lo que yo todavía era
muy chiquita y él era mucho más grande que yo, entonces
mis papás estaban todo el tiempo encima.

Decepciones Decepciones - La comunicación era extraña, porque no se porque eso no


amorosas lo he descubierto hasta el día de hoy, pero cuando
estábamos chateando como que todo bien y hablábamos
todo el día todos los días y no había problema. Pero cuando
estábamos en frente era como…eh… (...)Y pues
eventualmente él se consiguió a otra.
- He tenido varias, y todas han sido duras, pero digamos que
la más dura en realidad fue la primera. Porque…pues la
primera no él que te dije que fue realmente mi primer novio
que equis, sino el que yo cuento como mi primer novio, pero
osea esa fue la más dura porque fue la primera vez que me
rompieron el corazón, por así decirlo, y pues el man,
además fue como doble corazón roto porque el man me
terminó, y pues ya yo pensé que no había razón, yo no
entendía, ni nada, y como…unos meses después fue que me
enteré que me termino porque me había cambiado por otra.

Aprendizajes Relato
- De todas he aprendido cosas muy valiosas como cosas que
me gustan, cosas que no me gustan, como reacciono a
situaciones difíciles en la relación, como merezco que me
traten, cuanto valgo, entre otras cosas, las he aprendido a
la mala. Es decir, las he aprendido a punta de peleas,
discusiones y corazones rotos.
- En relaciones pasadas aprendí lo mucho que valgo y que
merezco un buen trato al darme cuenta que no merecía que
me ignoraran, me gritaran o en general que me maltrataran
de ninguna forma.
- En el pasado aprendí que las peleas no solucionan los
problemas después de que note que solo llevaba a tensión y
a más peleas a futuro.
Entrevista
- Esa particularmente me ayudó a darme cuenta que si bien
es feo y duele y es una persona con la que uno tenía…estaba
ilusionado y pues ya no, como que el cambio de planes
total, pues no es el fin del mundo y la vida sigue, llegan
personas nuevas, y así. Entonces pues igualmente no deja
92

de doler cuando alguien se va. Pero me ha ayudado como


a…pues en esa aprendí a lidiar mucho más y pues en cada
una he aprendido más aún a lidiar con eso. Pues, ya. Duele,
y si quiero llorar, lloro. Porque pues eso es normal. Pero
pues dura poco y pues ya.

Transgresión - En mi última relación, antes de mi novio actual, fue un poco


de límites abusiva. Pero yo no me había dado cuenta. Entonces como
que yo intentaba…ósea, como que las cosas que podrían
verse como un abuso ya con cabeza fría fuera de la
relación, en ese momento yo era como no no, eso no es
nada. Entonces digamos cuando mi pareja quería y yo le
decía que no, él me empezaba a insistir, pero digamos que
yo obviamente no pensaba como que me está violando, no,
sino que simplemente quiere y me está insistiendo y ya. No
hay problema. Eventualmente yo accedía, pero solo porque
él me insistía mucho. Y yo decía cómo no pues…como le voy
a decir que no a mi novio.
- Esa relación finalmente la terminé yo porque eventualmente
me estaba haciendo mucho daño emocionalmente, ya estaba
llorando casi que todos los días, incluso a mis papás los
estaba lastimando, mi abuela lloró viéndome llorar, y ahí
me di cuenta como okay, esto no puede seguir así.
- Fue ya cuando terminamos y él empezó a acosarme y
distintas cosas que ahí caí en cuenta de que esto
definitivamente era una relación abusiva y esto no está bien.

Influencia - Yo siempre he tenido como un…un ejemplo muy grande de


familiar de amor, que son mis papás, que llevan 25 años casados y
los discursos todavía es como si estuvieran en fase de luna de miel,
amorosos
entonces yo siempre he querido encontrar un amor así.
- Ellos en general son muy amorosos. Entre ellos y con todo
el mundo, y siempre tratan a toda la gente con respeto.

b. Matriz 2 (ER, 22 años)


Categorías Subcategorías Fragmentos

Discursos Discursos Relato


sobre el amor hegemónicos - pienso que casi todo, si es que no es todo, se construye con
amor; o en su defecto, desamor.
- Me cuesta, evidentemente, identificar cuándo lo que siento es
amor y no un enamoramiento, capricho, ¿necesidad buscada
de manera inadecuada?, bueno.
93

- Yo, en medio del engaño en el que estaba al creer que lo


amaba, le daba la razón en todo y seguía permitiendo que
estos comportamientos pasaran. Claro, yo sabía que estas
conductas no eran sanas para mí, pero cada vez era más más
difícil salir de él. Cada vez era más difícil soltar. Además,
antes de esta relación no había tenido otra tan larga y
“seria”; y como no tenía experiencia, todo lo que sucedía, lo
normalizaba.
- No recuerdo haber sentido tanto miedo en una noche más que
en esa. Yo no sabía qué hacer. No sabía en dónde meterme o
si morirme. No sabía qué iba a ser de mi existencia si no era
al lado de esta persona. Pocas veces he tenido momentos tan
duros como ese. Lo recuerdo bien. Recuerdo cómo lo sentía y
en dónde lo sentía. Incluso, cuando traigo esas sensaciones a
mi cuerpo, me dan náuseas.
- Hacía lo que él me pedía; y si eso involucraba discutir a
gritos con mis papás, obvio que lo iba a hacer porque pues,
el novio primero, ¿no? El amor primero…
- [refiriéndose a sus padres] Ellos no querían verme sufrir y me
lo dijeron. Me lo dijeron tantas veces... Fueron tantos
momentos en los que, con lágrimas, mi mamá me suplicaba
que soltara eso. Me repetía constantemente que algo iba a
salir mal. Que no quería verme quebrada y lastimada. Que
por el amor que les tenía a ellos, soltara esa relación.
- Salí de mi cuarto, entré callada al de ellos, me senté en su
cama, saqué mi teléfono y les mostré el video que yo había
visto. Comencé a llorar con sollozos mientras lo sostenía con
mi mano. Veía cómo sus caras se transformaban mientras lo
veían. Yo seguía llorando. Lo entendieron todo. Se quedaron
mirándome y me dijeron: “Puedes llorar. Nosotros te
cuidamos”. Me desbordé inmediatamente. Ellos me
abrazaron y estuvieron conmigo mientras me repetían “Aquí
estamos. Nosotros te amamos. Te amamos mucho”.
- Muchas veces, durante la vida, amamos. Amamos a muchas
personas, a muchas cosas, a muchos lugares. Muchas veces
lo hacemos con quienes no lo merecen y dejamos de ver y
reconocer a quienes permanecen ahí, independientemente de
lo que nos suceda.
Entrevista
- las primeras experiencias eróticas, amorosas (porque pues
en ese momento yo pensaba que si quería a esta persona y
demás entonces pues… como que lo estaba viendo desde
esos dos lugares, desde lo erótico y desde el amor).
94

- “las niñas… incluso cuando tienen sexo pues solamente


tienen sexo con personas con las que van a estar por el resto
de su vida y con esa persona y punto”, ¿no?
- [refiriéndose a la masturbación] Y recuerdo que además,
también ligándolo con esto de la religión pensaba como
“acabo de cometer un pecado por no…” ¿sabes? Como
“por infringirme y hacer estas cosas irrespetuosas que son
cero aceptadas, a Dios no le parece bien esto, y si mis papás
se enteran entonces…” Literal cuando yo era pequeña
prometía muy desde el lugar como “no tocarse nunca”,
porque pues está mal, porque es un pecado, porque es tabú,
porque… entonces desde ese lugar.
- [hablando de su primera relación amorosa] pasaba que esta
persona a veces me reclamaba porque yo no me
preocupaba, o porque yo no le escribía o porque… no sé
porque él se molestaba por algo y yo lo dejaba, hasta que se
le quitara y me volviera a hablar. Pero a él no le gustaba
porque su historia con las relaciones anteriores (porque él
sí había tenido relaciones anteriores; largas, además), pues
era otra. Y él estaba acostumbrado a que fueran y lo
buscaran, le dijeran, le hablaran, pero pues yo no. Entonces
me conflictuaba.
- Y así terminó, básicamente. O sea como que terminó desde
lo paila, terminó desde lo denso, desde lo que no
funcionaba, desde lo que hacía daño, desde lo que no era
cuidadoso para ninguno. Y así fue, hasta el final.
- idealizo a alguien jaja, además tampoco sé lo que está
pensando el otro, no sé cómo el otro me quiere, no sé lo que
quiero del otro, no se lo comunico, la otra persona no me lo
comunica, entonces terminamos las partes (porque pueden
ser muchas partes), confundidas y con información muy
distinta.
- usualmente no me involucro con personas que no he
querido. Me cuesta mucho solamente mantener relaciones
sexuales con las personas. Particularmente con los hombres.
- amor no es solamente el que te da una pareja, que también
era algo que me… sí, como, que inconscientemente
perpetuaba, en mi vida.
- Y a pesar de todo lo que he vivido, como de las cosas
densas, y de… sí, los… las crisis emocionales que he
vivido… a causa de estas relaciones, no me han hecho
pensar que odio el amor. No jaja. Como que, por el
contrario sigo enamorada.
95

Primer Relato
encuentro - Con esta persona estuvimos casi cuatro años juntos, en un
erótico-afectivo noviazgo que, al final, comenzó a incorporar aspectos no
sanos para ninguna de las partes. Estábamos en un momento
en el que yo sabía que las cosas se iban a acabar pronto.
- Los contactos diarios con esta persona se convertían en
peleas fuertes en las que él terminaba tratándome como si no
valiera nada. Me decía constantemente que estaba cansado
de perder tiempo conmigo, que yo lo hacía una mala persona
y que era mi culpa el que me gritara, me insultara y casi, me
golpeara.
- Él me dijo que iba a colgar. Que ya era suficiente. Recuerdo
perfecto que su última frase fue: “Cuídate mucho”. Por
supuesto que esta era una de las frases manipuladoras que
solía decirme cada vez que discutimos. Como si ya nunca
volviéramos a hablar. Pues esta vez sí sería así. Colgó.
Entrevista
- [refiriéndose a la primera experiencia erótica] Recuerdo que
fue con el primer novio que tuve, cuando tenía… ¿Qué? Por
ahí unos… ¿15 años, tal vez?
- Al principio fue todo muy bello jaja. Yo todavía estaba
como, súper enamorada, súper encaprichada con esta
persona… Había sido la única relación “seria” entre
comillas que estaba teniendo.
- al principio todo funcionaba bien, como que había
comunicación entonces casi no había peleas, no discutíamos
por nada, quizá porque no necesitaba discutir por algo, y yo
era súper nueva en las relaciones, entonces pues tampoco
sabía exactamente cómo comportarme y al principio fue
difícil el entender cómo sentir confianza para expresarme
afectivamente con una pareja. Entonces a mí me costaba
resto, por ejemplo darle picos incluso en la calle a esta
persona, porque me daba pena, o me costaba agarrarle la
mano, porque no quería ser muy… intrusiva o… sí, intrusiva
es la palabra. Entonces me costaban ese tipo de
comportamientos, y fue algo que me llevó mucho tiempo.
- Después comencé, creo, como a entenderme un poco más,
como en términos del lenguaje corporal y comunicativo,
entonces ya me fui acomodando. Igual fue mucho tiempo,
entonces pues también… aprendía desde estos lugares,
desde dónde me sintiera cómoda.
- él se comunicaba conmigo bastantemente, por diferentes
medios, salíamos, pues yo conocí a sus papás, pues
96

obviamente él conocía a los míos, venía súper seguido a mi


casa, yo iba también muy seguido a su casa, además que
también conocía a su mamá desde contextos anteriores,
entonces me andaba súper bien con ella…
- Después las cosas como que comenzaron a cambiar
absurdamente entonces ya después de… dos años y medio de
relación, las cosas comenzaron a transformarse
radicalmente. Y entonces ya en vez de comunicarnos que nos
molestaba algo, él solo me criticaba o me gritaba o me
terminaba de un momento para otro.
- Por ejemplo yo con la primera relación que tuve con Pepe y
yo le decía como “parce, nosotros…” Bueno, no le decía
parce, le decía “amor.” Jajajaj. “Decidimos que íbamos a
tener una relación monógama, y a mí algo que en este
momento me destrozaría mucho, es que tú termines con otra
persona mientras estás conmigo, y no me lo digas, y no me
termines y… y haya ese… O sea, como que yo viva
engañada además porque no estás siendo sincero conmigo y
no me lo comunicaste, y además estás rompiendo con el
cuidado, y además me estás reemplazando, y además me
estás abandonando, y además…” Y lo hizo. Y… pues fue re
paila.

Concepciones Relato
propias sobre el - La relación con mis padres creció, se fortaleció y yo me sentía
amor más enamorada que nunca de ellos. Sí, de ellos. De esos seres
maravillosos que me había dado el universo. Esas personas
que no estaba dispuesta a perder otra vez.
- [refiriéndose a sus padres] Ese año, al final, tuvimos las que
para mí han sido hasta hoy las mejores vacaciones de mi
vida: salimos, comimos, reímos, hablamos, bailamos, hicimos
casi de todo. Me sentí real y auténticamente amada y amando.
Lo descubrí y lo reafirmé con ellos. Hasta hoy, son las
personas a las que más amo en este mundo y por fuera. Yo no
sé cómo agradecerles su existir conmigo y en mí...
Entrevista
- O sea como que hay tantos tipos de vínculos como personas,
y tantas maneras diversas de relaciones, pienso que ninguna
es tabú; pienso que todas son válidas, siempre y cuando
sean cuidadosas entre sí. Y eso es algo que hace falta un
montón. Y es algo que se rompe por la no comunicación. Y
eso es en lo que difiero.
97

- es absolutamente importante tener como los principios


innegociables que son las cosas que yo no estoy dispuesta a
cambiar.
- independientemente de los acuerdos que tengamos, siempre
es importante respetarse mutuamente con muchos aspectos.
Entonces… No sé, por ejemplo la comunicación asertiva
entonces que está en que yo esté molesta, entonces que en
vez de ir a gritarte o insultarte te comunique de manera
asertiva lo que estoy sintiendo, también estoy siendo
respetuosa contigo. Pero también por ejemplo la empatía,
entonces, si resulta que cuadramos que nos íbamos a ver,
pero no nos pudimos ver porque te sucedió algo, pues
también entenderte desde ese lugar en vez de pelear porque
no nos vimos. Y… sí, y la sinceridad va, o la honestidad, o la
transparencia jaja, van juntas todas, van de la mano con:
“mira”, por ejemplo, no sé, “me pasó que… me estoy
sintiendo desconectada contigo desde hace algún tiempo y
quiero que lo hablemos porque me parece importante”, en
lugar de solamente pelear e ignorarte y mandarte a la… A
comer mierda. Sí como, también desde la comunicación,
básicamente. Yo creo que desde la vida en pareja, para mí
es importante que no haya… sí como, ningún tipo de
violencia. Ni física, ni emocional. Porque pues pueden ser
directas o indirectas. Y obviamente también pueden ser
conscientes o inconscientes de parte de cualquiera de los
lugares, de cualquiera de los dos, o los tres o los cuatro, de
los involucrados.
- Creo que también la confianza… Sí, sí. Creo que la
confianza trae tranquilidad. Y cuando en una relación de
cualquier tipo comienzas, o comienzo a sentirme intranquila
es porque hay algo que ya no está funcionando en mí, o para
con los dos, y eso es… O sea, como.... me desacomoda, y el
amor no es eso. Y las relaciones no son eso.
- Sin embargo, después, creo que básicamente salir de esa
relación me ayudó un montón a liberarme desde esos
lugares. Y comencé a explorarme mucho más, a mí, conmigo
misma. Y me ayudó a entender muchas cosas. Y desde ese
lugar también comencé a desmontar, autónomamente, el
tabú de la sexualidad y la sexualidad conmigo misma, que
pienso que es una cosa mega importante.
- Yo… no suelo involucrarme con muchas personas de
manera amorosa, o afectiva. Pero… cuando me involucro
(...) sí, como que no cuestiono, es una cosa innata, es con
98

toda jaja. O sea, me engancho con toda, ¿no? No es como


“ay, quiero, pero no quiero”, no, yo estoy segura de que
quiero. Y para mí sí es súper fácil decidir sobre esas
emociones, entonces yo sí estoy segura de quién me gusta en
este momento y quién no. Yo estoy segura de con quién
quiero estar, o con quién estaría dispuesta a estar y con
quién no. Yo estoy segura de con quién me engancharía y
con quién no. Y con quién nunca volvería jamás.
- No, yo me involucro y si nos cuadramos es como “listo,
estamos cuadrados y vamos a durar el tiempo que tengamos
que durar”, así me duela al final y demás pero pues a mí no
me asusta el compromiso, por decirlo así, yo permanezco en
mis decisiones, y para mí sí es súper fácil permanecer.
- cuando me involucro, entonces yo permito que el otro o la
otra persona me conozca muchísimo. Entonces yo desde mi
lugar, también me pongo como, desde una posición súper
vulnerable en la que comparto, pues cosas de mi vida, en la
que comparto mis sentimientos, en las que… expreso cosas
que me pasan en la vida cotidiana, porque para mí eso es
hacer un vínculo, ¿No? Que no solamente nos veamos y
tengamos sexo y adiós, y no sé cómo se llama el otro, ni sé
qué estudia, ni sé que le gusta, ni sé qué le disgusta, no. Sino
que para mí los vínculos con cualquier persona se
construyen desde compartir experiencias. Y creo
potencialmente que es así como se construye un vínculo.
Entonces cuando yo comienzo a confiar, y de nuevo traigo a
colación la confianza en el otro, y comienzo a contarle cosas
o experiencias que he tenido en mi vida, pues estoy siendo
vulnerable. Y estoy compartiendo mi vulnerabilidad con el
otro.
- Yo estoy segura de que el amor es algo hermoso,
maravilloso. Que se siente y que se vive, que el amor no se
sufre, ni duele, ni… se traiciona, ni se daña, ni… no. O sea,
el amor es bonito. Por todos los lugares. Las experiencias
que he vivido no han estado entonces dentro del amor,
finalmente, porque sino pues… yo estaría en otro lugar.
Pero gracias a esas experiencias es que estoy ahorita en
donde estoy, y he crecido tanto como lo han permitido esos
aprendizajes que he tenido.
- Y que de hecho ha sido mucho más amor el que ha surgido
de mí y de los alrededores en los que he estado; los que me
han permitido construirme después de esas tusas paila que
tenía. No esas relaciones, esas relaciones no eran amor jaja.
99

Amor fue lo que sucedió después, la recuperación, la


incondicionalidad de las personas que estuvieron, mis
papás, incluso mis mascotas. Eso es amor. Y… y lo veo
ahora como algo muy bonito.
- amor también me doy yo a mí, amor también me dan mis
papás, amor también me dan mis amigos, y yo también
construyo desde el amor con personas distintas. Y desde
distintos lugares. Y… y el amor… Y aquí sí literalmente digo
como, debe ser libre. O sea, debe ser un amor con el que se
construya, que sea auténtico, que permita y contribuya a la
tranquilidad. Es eso. Y lo que no entre ahí, no es amor.
Cualquier cosa, por más mínima, que rompa cualquiera de
esos aspectos, como la tranquilidad, la construcción, la
libertad, y el amor, no es amor.
- estas experiencias displacenteras, me permiten mucho vivir
desde… desde el, pues parce, no tengo novio pero me tengo
a mí, tengo a mis papás, tengo a mis amigos que amo con
todo mi corazón, tengo a mis perros y mis gatos que son mi
vida entera. Y estoy haciendo lo que amo, quiero seguir
haciéndolo, le encuentro sentido a mi vida con eso, y estoy
enamorada y voy a seguir haciéndolo hasta que me muera,
porque para eso nací. Y no voy a permitir que nadie me lo
quite. Porque pues no soy el otro, ¿no? No... No soy… No
soy el fruto de quienes me hicieron daño. No soy las
cicatrices que el otro tiene, con las cuales me hirió
consciente o inconscientemente, soy yo. Y desde mi lugar
decido construir desde lo que amo, que es lo mismo que me
hace feliz, obviamente. Y es eso. Y si posteriormente sucede
que tenga una pareja, o parejas… no creo que parejas, pero
pareja jaj, con la cual pueda seguir construyendo mi vida,
pues qué bonito.
- pienso que es importante vivir este momento para
prepararme, y entender mucho más desde dónde quiero vivir
el amor, por lo menos en una relación de pareja. Sí, como…
sí, que sea algo bonito. Que sea algo que esté dentro de los
aspectos que mencionaba antes.

Género Roles de género Relato


- Me dijo que estaba cansado de mí y que yo ya no le servía.
- Yo le prometí que iba a cambiar y que iba a hacer lo que me
pidiera para que no me terminara.
- Estaba atónita, asustada. Me sentía herida, rechazada,
insuficiente, intranquila, abandonada y él lo sabía. Él sabía
100

que me había roto. Él sabía que me estaba lastimando. Él


sabía que yo lo quería, que era importante para mí y que lo
que estaba pasando me iba a afectar profundamente.
- Horrible porque además sentía que no tenía a nadie más
porque esa había sido la manera en cómo había construido
mi relación con él: era dependiente. A él le contaba todo. Con
él hacía todo. Más de lo que merecía. Terminé relaciones con
amigos cercanos porque a él le molestaba que saliera con
ellos.
- Yo estaba pasando por un momento duro en el que me costaba
mucho quedarme sola. Cada vez que pasaba, me sentía
desesperada y asustada.
- No podía escribirle ni buscarle porque me lo había pedido.
- [Después de descubrir que su ex novio le había sido infiel] Me
quedé el resto del camino contenida. Con unas ganas de
romperme inmensas. Creo que esa ha sido la ocasión en la
que más me he guardado y tragado mis ganas absurdas de
llorar. Decidí no contarles nada a mis amigos. No quería
arruinar el momento. Mi ánimo cambió radicalmente. Me fui
en silencio durante el resto del viaje.
Entrevista
- en mi casa, en ese momento, eran muy poco permisivos y no
me dejaban salir ni a la esquina si no era con Pepe. O sea,
si Pepe no estaba no me dejaban salir.
- desde ese lugar la relación comenzó a volverse muy
dependiente porque entonces yo no podía ser yo, ya no
podía hacer mis cosas independientemente si yo no estaba
con él, porque él era la única persona con la que me iban a
permitir estar. Entonces ahí también está el lugar de “como
es hombre y es mayor que ella, entonces la puede cuidar”, y
entonces como estos referentes de seguridad; también hay
un machismo re paila, al cual yo también me arraigué,
inconscientemente en esos momentos.
- si nos veíamos por ejemplo, era que él se molestaba por
algo, estábamos juntos y él solo se volteaba y se iba, se iba
caminando y me dejaba a mí como, botada, literal. Entonces
yo tenía que correr detrás de él para que por favor no se
fuera y no me dejara.
- Porque pues en efecto la idealización es una construcción de
alguien que no existe. Y lo que termina pasando con eso es
que pues termino obviamente mucho más decepcionada,
afectada, herida… Incluso… abusada, cuando me permito
101

idealizar a otra persona que pues, que no es… que no tiene


la misma presentación con la que yo me lo imagino.
- [refiriéndose a las relaciones sexuales displacenteras con su
primera pareja] Pero pues igual, yo misma lo normalizaba
entonces para mí… era lo que tenía que suceder, Y siempre
sucedía igual.
- Y como además no me exploraba a mí misma, porque hasta
ese momento yo estaba como, súper cohibida conmigo,
entonces yo no sabía ni siquiera lo que era darme placer a
mí misma.
- cuando… iba a tener algunos otros encuentros sexuales, me
pasaba que yo… O sea, después de esta relación, yo iba muy
mentalizada con “voy a sentir esto mismo desagradable,
este sinsabor, esto no me va a gustar.”
- [Acerca de cómo le cuesta poner límites en las relaciones]
Eso me ha pasado siempre. Particularmente con los tipos.
Con los hombres. Incluso más que con las mujeres. Y es que
también es una cosa histórica. Sí, como la primera persona
de género y sexo masculino con la que traté fue mi papá. Y
en muchas ocasiones a mi papá lo veo como una autoridad
muy, muy densa. Entonces… pues básicamente los tipos;
super Freud, ¿no? Jaja. Básicamente los tipos con los que
he estado van, o sea vienen con ese significado autoritario
también.
- cualquier tipo de relación que he tenido, sexual o afectiva o
sexo-afectiva que he tenido durante mi vida, con tipos, ha
sido porque… Pues, con tipos mayores que yo, por ejemplo,
que son usualmente los que me pueden brindar más
seguridad, y más protección y tienen por ende un
componente autoritario mucho más alto.
- lo que me asusta mucho y a lo que, o sea como lo que
siempre me genera conflicto al pedir o al establecer límites,
más que pedir cosas, pero a establecer límites, es… que me
abandonen.
- Entonces… pues para mí el reclamar, y el poner límites, y el
decir que no estoy de acuerdo, y el expresar que estoy
molesta, es un factor que puede llevar al abandono.
Entonces como no quiero que la persona por la cual siento
afecto se vaya, o se aburra de mí, entonces pues prefiero no
decirlo. Prefiero no hacerlo evidente y prefiero más bien
como, callármelo y no comunicarlo.
- Incluso pienso ahora como que en serio he aguantado y
permitido muchas cosas paila, no solamente con él sino con
102

otras personas. Que he permitido… que me violenten,


directa e indirectamente en situaciones en las que, pues me
he sentido muy incómoda. Y con otras personas, además. Sí.
Como por el miedo a establecer límites. A que me
abandonen, o a que me reemplacen, o a que no me quieran,
o piensen que soy una fastidiosa porque estoy expresando
que me sentí molesta porque me dijeron o porque no me
dijeron… Sí. Como estos, ¿sabes? Estereotipos que dicen
como “a las mujeres nadie las entiende, porque además
quieren de todo, pero no quieren nada, pero…” Como que
“son fastidiosas” o “son las que se envidean más rápido…”
O… ¿no? Como todos estos lugares peyorativos desde los
cuales vinculan a las mujeres. O “son la escandalosas, las
showseras, las que siempre están celosas, las que..” ¿no? Sí.
Desde esos lugares es que me asusta poner límites. Y decir
que no. Y expresar cosas jajaj.
- Pero en esos momentos yo hubiera dicho que sí. Como sí, no
quiero ser calificada como la fastidiosa, la celosa o la que
se envidea muy rápido o… Bueno. Sí.

Sexualidad Relato
Entrevista
- Pienso que lo erótico entonces no es solamente tener sexo,
sino que puede ser como otro tipo de experiencias.
- yo no había estado con nadie en ese momento entonces
todas estas, pues todos estos acercamientos que sucedían
que no tuvieran que ser exactamente con lo explícitamente
sexual, como la penetración como tal o como el acto o…
pues me revolvían.
- yo, como te decía, no había tenido una experiencia sexual o
erótica, ni siquiera conmigo misma, como que me lo
prohibía muchísimo antes.
- [hablando de sus papás] Si bien cuando yo preguntaba
cosas sobre el sexo o les hacía algún tipo de comentario
sobre algo que había escuchado y no sabía qué era, pues
ellos me respondían con la súper libertad como “mira,
masturbación es esto y punto, como tocarse los genitales o
cualquier zona erógena, esto es mastrubación”. Y me lo
decían cuando yo era pequeña y demás… Pero siempre fue
un tabú como porque, pues bueno, yo soy hija única jaja,
entonces… Y soy niña jaja, entonces; pues soy mujer,
entonces en ese momento era niña, entonces mi sexualidad
103

siempre fue muy desde “las niñas no se tocan”, o “las niñas


no muestran nada”.
- mis papás sí son un poco conservadores desde ese lugar. Y
yo terminé aprendiéndolo inconscientemente por la forma en
como ellos también, inconscientemente, me lo hacían saber.
¿Sí? Porque no eran cosas que fueran explícitas, no era
como que un día se levantaran y me dijeran “nunca vas a
tener sexo”, no, porque pues nunca… ¿no?, o “tener sexo
está mal”, ¿no? Tampoco. Pero como que sí habían
comportamientos inexplícitos, indirectos, o quizá
comentarios hacia otras experiencias de otras personas en
las que ellos decían como “no, eso es una vulgaridad” o
“eso no debería hacerse” o eso…
- recuerdo un día, jajaja, y esto mini dato curioso, en el que
yo por curiosearme, o sea como cuando tenía como 13 años,
me dio por tocarme y por saber qué sentía, y si se sentía
algo efectivamente o no y no sentí nada, porque no sabía
cómo tocarme tampoco y qué me daba placer, era muy
pequeña también.
- Con esta primera persona con la que estuve por primera
vez… Como yo no sabía jaja, sobre el tema, no tenía
experiencia, no sabía qué me gustaba, no sabía qué me
incomodaba, no sabía ni siquiera dónde tocarme, además, o
dónde quería que me tocaran, por todo el tabú y demás…
las… Como los encuentros siempre (...) incluso en esos
momentos sexuales estando con él… Yo me daba cuenta de
que no lo disfrutaba.
- Y cuando lo recuerdo aún, me doy cuenta de que en algunos
momentos fui abusada y tratada injustamente, como desde el
aspecto… Desde este aspecto sexual. No particularmente
porque fuera obligada sino porque esta persona hacía cosas
que a mí no me gustaban, y yo no se lo decía. Y pues me
maltrataba. Y yo terminaba con una sensación re paila. Y
además, pues sin obviamente sentir una gota de placer, pero
pues yo lo veía a él súper excitado y extasiado conmigo, así
que… Pues yo suponía, lo normalizaba y suponía que eso
era suficiente. Yo pensaba, de hecho, en esos momentos,
como, “parce, ¿el sexo es esto? Porque si es esto, ¿por qué
a la gente le gusta? Porque a mí no me gusta y se siente
horrible, y además me da asco y además…”
- Pero creo que por fortuna encontré a personas que me
ayudaron a descubrirme también. Y desde ese lugar también
comencé a descubrir que la sexualidad sí es algo bonito, es
104

algo que se siente chévere, es algo que da placer, es algo


desde… O pues es un lugar desde el cual soltarse,
deshinibirse, y también comencé a actuar desde formas
distintas, entonces ya no me sentía abusada, ni irrespetada,
ni violentada, sino que por el contrario comenzaba a
disfrutar mucho más como los encuentros sexuales.
- [Refiriéndose a lo difícil que le resulta poner límites] Y…
desde lo sexual, es que me da mucha vergüenza jaja. Pues
con Pepe me daba mucha vergüenza decirle como “parce,
no me estás haciendo un buen sexo oral” ja. O sea “no me
siento cómoda, o no estoy sintiendo nada, o me estás
lastimando o…” Ugh, era horrible. Y recuerdo como, la
sensación de no haberle dicho nada y esperar solamente que
terminara pronto, porque me estaba sintiendo muy
incómoda.

Cuerpo y Relato
subjetividad - No sé cuántas veces he logrado evidenciar el amor que otras
personas sienten por mí e incluso, el que yo siento por otras.
Sin embargo, las ocasiones en que las que lo hice, las siento
siempre cercanas. No sólo el recuerdo de la imagen, sino
también, el recuerdo de la emoción y cómo se sentía en mi
cuerpo en aquel momento.
- Amar es hermoso y se siente en cada parte del cuerpo. Se sabe
cómo se siente cuando lo sientes.
Entrevista
- Sí, que son los límites que yo pongo que van en pro de mi
cuidado.
- Claro, lo digo y es súper fácil decirlo, como que alguien me
golpea, yo reacciono y ni mierda, como que no me voy a
dejar. Pero pues vaya uno. Porque cuando me pasó,
además, actué de una forma súper diferente a la que estoy
diciendo ahora. Pero creo que es algo que no permitiría, o
sea, no.
- Como que también creo mucho en la química que puedes
lograr con personas distintas, porque pues… de nuevo
tantos encuentros sexuales distintos como las personas que
hay en el mundo. Entonces, con todas las personas no lo voy
a vivir de las mismas maneras. Y eso también es chévere. Y
pienso que… Como que ponerle… Sí, como ese toque
personal a ese encuentro sexual cuando la otra persona o
las otras personas ponen su toque, es re chévere. Siempre y
cuando haya química y siempre y cuando… Sí, como que no
105

se violenten esos, esos límites que yo he puesto con mi


cuerpo y no se hagan cosas que no estoy dispuesta a
permitir porque pues… Eso también es muy subjetivo, ¿no?
- Es que incluso diría que desde lo sexual me engancho un
resto también, como estos contactos corporales, que por
ejemplo no se dan en una relación solamente sexual… ¿No?
Esas cosas también implican para mí el conectarse
afectivamente con el otro.

Mujer joven Relato


- Discutía constantemente con mis padres porque, como
siempre, tienen un sexto sentido en el que saben cuándo
alguien no es transparente.
- La relación con ellos [sus padres] se deterioró bastante. No
quería llegar a mi casa nunca porque sabía que una pelea fija
me esperaba.
- Este tipo [su primer novio] ni siquiera podía acercarse a la
portería porque mis papás no soportaban verlo después de
tantas situaciones en las que me habían visto, literalmente,
vuelta mierda.
- [Contando cómo su madre le pedía que abandonara su primera
relación, pues percibía que no era cuidadosa] Y yo, súper
grosera le gritaba que me dejara en paz. Que no se metiera
en mi vida y que a ellos no les importaba lo que me pasara en
esa relación. Les decía que yo estaba segurísima de que lo
quería y que hasta que no dejara de sentirlo, pues eso no se
iba a acabar. Más discusiones después de eso.
- Durante esa noche en la que él me terminó y me obligó a
desaparecer de su vida me preguntaba: ¿A quién le voy a
pedir ayuda? Si voy y les digo a mis padres lo que me pasa
seguro me gritan, me regañan, me echan en cara las cosas,
no me van a apoyar porque nunca lo hacen, pensaba.
- Justo una semana después estaba cumpliendo años una
amiga y decidimos celebrar en el Carmen de Apicalá, en una
casa que su familia tiene. Estaríamos en este lugar dos días.
Pensé que me serviría mucho salir y distraerme. Entonces fui.
Fue maravilloso. Me divertí, aprendí, me sentí cómoda, bailé,
canté, viví y estuvo bien.
- [hablando de sus padres] Me preguntaron si algo había
pasado con mis amigos. Me preguntaron si me habían hecho
o dicho algo que me hubiera generado malestar. Respondí
que no. Yo estaba decidida a no decirles porque pensaba que
no me apoyarían.
106

Entrevista
- [refiriéndose a la sexualidad] Entonces para mí esas cosas
eran mega nuevas y me generaban mucha incomodidad, y
como mucha… no sé, como que… Agh, era un hito. Como
eso, que es incluso secreto, ¿no? Como que yo no podía
decirle a nadie lo que había pasado porque para mí era
como otra cosa súper seria.
- O sea, como “salir”, cuando digo “salir con amigos” es
como a comer helado o a almorzar, o a desayunar…
- [Hablando de prejuicios comunes acerca de las mujeres]
Ahora pienso como “ni mierda esos prejuicios” como
“pues, si quiero gritarte pues te grito y punto y ya.”

Decepciones Decepciones Relato


amorosas Entrevista
- Cuando hay un intercambio de experiencias significativas, y
de emociones, con el otro… La decepción llega cuando hay
un… una acción con daño hacia esos aspectos vulnerables
que yo expresé con el otro, que yo compartí con el otro.
- Cuando hay una decepción, es cuando existe entonces un
daño, una acción con daño, consciente o inconscientemente,
hacia esas vulnerabilidades del otro. Y pues eso me pasó, en
esas dos ocasiones. Desde distintos lugares. O quizá no tan
distintos. Pero, pero eso me pasó.
- hubo muchas otras acciones con daño que tenían que ver
con otros aspectos, como los principios innegociables que
mencionaba anteriormente, que pues básicamente son una
ruptura de mi vulnerabilidad y una ruptura de mis límites
que pues no… no es cuidadosa. Y.... ahí hay una decepción.

Aprendizajes Relato
- Me sentí cuidada, comprendida, apoyada, importante. Me
sentí amada. Amada incondicionalmente por mis padres. Por
estos seres a los que había gritado y despreciado tantas veces
por alguien que yo no merecía. En ese momento entendí cómo
funciona un amor sano y auténtico.
- Y yo, comencé a entender que no necesitaba a Pepe y que, por
el contrario, el que me él me obligara a salir de su vida había
sido más bien un favor. Finalmente, él me ayudó a liberarme
de lo que me pasaba. Me ayudó a encontrarme de nuevo
conmigo misma y encontrar a las personas que realmente
amo y me aman. Recuperé algunas relaciones que había roto
con amigos. Comencé a vivir de maneras distintas. La vida
comenzó a sonreírme por todos lados.
107

- Aprendí que es importante no dar por sentado nada. No


acostumbrarme a la idea de que, porque tengo a mis papás a
unos metros de distancia, entonces los normalizo y dejo de
ver lo hermoso que sucede cada vez que estoy con ellos.
Entrevista
- Pues yo últimamente aprendí a no idealizar. A nadie jaja.
- creo que comunicar. Creo no, pienso. Comunicar; estoy
segura de que comunicar. Sobre todo cuando son estas
relaciones en las que pues no son abiertas ni cerradas, ni
son monógamas ni poligámicas.
- Entonces pienso que esto es para la idealización, la no
idealización, y la comunicación son dos cosas que he
aprendido un montón. Y junto a la comunicación el darme el
lugar que me merezco dentro de cualquier relación. Sea de
pareja, o de lo que implique… No sé, como sexo-afectiva o...
relaciones con amigos o… Sí, como cualquier tipo de
vínculo es eso, darme el lugar que me merezco y también
hacer acuerdos, que siempre es válido, también. En pro del
cuidado de las partes.
- Yo diría que el respeto… Y la transparencia, ¿sabes?
Como… que funcionan desde todos estos lugares. Y sí, que
es como respeto/slash/transparencia//slash/sinceridad u
honestidad.
- O sea que en serio es un como re “esto no me puede pasar”,
como “no puedo permitir que alguien me golpee” ya es
como “No.”
- Entonces de pronto para esta persona con la que yo había
estado al principio estas cosas que me hacía eran como,
súper cool jaja. Pero pues yo aprendí que no, desde ese
lugar, que a mí no me gusta. Entonces pues, que son cosas
que no permito y si pasa, pues, no. O sea… Sí, como que…
Para mí, dejan de ser cuidadosas.
- Si yo te cuento que con Pepé tuve una tusa re paila,
porque… Bueno, pues como que tuve una relación re paila y
que me asusta que me abandone y que me asusta… y tú
enseguida me abandonas, ahí ya hay una decepción. Sobre
todo si yo estoy involucrada emocionalmente contigo. ¿No?
Y sobre todo si yo también he percibido que tú estás
involucrada emocionalmente conmigo.

Transgresión Relato
de límites - Otra vez la ansiedad, el rechazo, el abandono, la
insuficiencia e incapacidad... Otra vez los miedos a flor de
108

piel. No podía creer que, después de haberle rogado tantas


veces que me dijera la verdad, no lo hiciera y me engañara
de esa forma. O sea, literalmente era la muestra del
reemplazo que me había dado. No recuerdo muy bien a la
chica en el video, pero sí que lo recuerdo a él. Clarito lo veo
incluso después de haber pasado tres años.
Entrevista
- [refiriéndose a Pepe] él particularmente me… Me hacía
muchos reconocimientos desde lo que hacía;
reconocimientos negativos condicionales. Y terminaba
involucrando mucho mis… sí, como lo que me compone,
como mi carrera, como mis papás, como mi casa, como la
cuestión económica incluso, entonces a veces se volvían
reconocimientos de tipo “tú eres una mantenida, tú no tienes
que trabajar para estudiar, a ti tus papás te dan todo en
cambio yo sí trabajo.” O “lo que tú haces no sirve para
nada, en cambio lo que yo hago sí.” O “mira me compré
este teléfono, el tuyo no vale nada, el tuyo es mucho peor
que el mío…”
- [hablando de las relaciones sexuales con Pepe] Incluso
recuerdo tener con él discusiones porque a veces era como
tan… brusco, como, conmigo, que terminaba haciéndome
daño. También de hecho le decía como “por favor no lo
hagas, porque me está doliendo” o… sí, no sé, como… Sí, a
veces tenía comportamientos que incluso me asustaban.
- esta persona conocía demasiado más de lo que debería…
mis vulnerabilidades, mis miedos, mis heridas, mi historia.
Desde muchos aspectos: académica, profesional, amorosa,
con mis papás, con mis amigos, o sea, me conocía
muchísimo. Y pues utilizó todo eso como… o sea, más bien
como que las acciones con daño fueron directo a esos
miedos y a esas vulnerabilidades que a mí me asustaba tanto
vivir. Y que él las sabía. Y… ahí hubo, sí como una ruptura
de esos límites y de ese cuidado, y como yo también estaba
involucrada emocionalmente, pues hubo una decepción. Y
una tusa. Horrible. Densa jajaja.

c. Matriz 3 (LE, 22 años)


Categorías Subcategorías Fragmentos

Discursos Discursos Relato


sobre el amor hegemónicos - Hablaré del amor que hoy invade mi sentir, que me sacude
el alma, que me permite soñar y me hace feliz.
109

- es algo que yo antes no consideraba, creía falsamente que


amar implicaba “fundirse con el otro” y volverse uno solo,
pero me doy cuenta cada vez más que amar implica
permitirse el uno al otro crecer sin retener.
- No puedo saber qué nos depara el futuro pero sí sé que hoy,
es uno de mis polos a tierra, mi cómplice y mi amore.
Entrevista
- [hablando de su primera relación amorosa] como que
éramos un poquito dependientes del otro.
- [sobre su primera relación amorosa] no quería tampoco
estar con mi familia tanto, sino lo único que pensaba era
como “estar con él”, ¿sí?
- [sobre su primera relación] era más como daño, así de
dependencia, porque pues nos queríamos demasiado. Pero
ya mucho. Excesivamente.
- [hablando de su primera pareja] como que cualquier cosa
ya… se exagera totalmente o se… es muy intenso.
- [refiriéndose a las relaciones sexuales con su primera pareja]
al principio siempre era como… como un lema, de hacerlo
con amor.
- [acerca de la segunda persona con quien tuvo un encuentro
sexual] podría decir que una segunda relación, pero no fue
relación porque era algo muy ambiguo, e intermitente,
entonces… ahí como que… pero igual duró un montón,
como un año, ¿por ahí?
- [hablando de la ruptura con su primer novio] era como el
sentimiento de pérdida y como de… esa persona con la que
había estado pues, por dos años, y con la que me sentía
pues, muy apegada.
- [refiriéndose a su novio actual] creo que es como… los
sentimientos que tenemos, el afecto que, pues ese gran
afecto que nos tenemos, y también el compromiso con el
otro de… construir, de estar ahí, de querernos…
acompañar, también.
- yo siempre creí que la fuente de amor debía ser como, la
pareja pues, pero en realidad… no necesariamente es la
única.
- yo pues solía como, esperar que el otro hiciera algo por mí
sin pedirlo jaja, o algo así, y eso me afectaba.
- [acerca del amor] como que ahora lo veo así, como algo que
está ahí, fundamentalmente, en nuestras vidas y en todo.

Primer Relato
encuentro Entrevista
110

erótico-afectivo - la que considero importante (porque antes, pues seguro más


chiquita no sé, tuve como cuentos ahí pero jajajaj como que
era muy tonto). Pero la primera sí… seria, fue cuando
estaba en el colegio, tenía… estaba como… no sé, ¿como 16
años?. Se llamaba Juan y, pues ¿cómo fue?, duramos como
dos años y medio.
- era como todo lo de la primera vez, ¿no? Entonces era la
primera vez que me enamoraba, la primera vez que andaba
como con alguien, pues con él también perdí mi
virginidad… Sí, pues o sea, ahora lo veo en retrospectiva…
era pues… en ese momento pues yo lo sentía como muy
maduro, pero ahora mirándolo es… en realidad pues
éramos niños en ese momento, como descubriendo cosas.
- nos empezamos a hacer daño, como que no teníamos muy
buena comunicación, y terminamos. Pues terminamos el
colegio y ahí se terminó como, el asunto.
- yo también era un poquito celosa, quizá. Pues no celosa
pero sí como que, quería estar todo el tiempo con él. Y al
final pues no, o sea yo también tenía muchas cosas en ese
momento que no me permitían como, abrirme
completamente a él.
- es que no me acuerdo porque era muy de estar como juntos,
sin hablar de cosas profundas. No sé, es que era muy raro.
Era un poco superficial pero a la vez muy, muy profundo
jajajajaj.
- pues al principio éramos como, súper tímidos, ¿no? Como
que, salíamos… Y después como que empezamos a tener
más confianza…
- yo creo que, al final, o sea como que, al final, hubo un cosa
de… de que sabíamos que íbamos a terminar (...) entonces
estaba como ese miedo a… a que no pudiéramos seguir.
Entonces al final pues, todo era como más intenso…
digamos que hacia el daño, emocional.
- [sobre su primera relación sexual] Bueno, con Juan pues, fue
que tuve mi primera relación, y realmente fue muy
respetuoso siempre y eso me… pues… me gustó mucho.
Porque, pues él era siempre muy… respetuoso, como que
esperamos a que estuviéramos como, listos los dos, o sea no
era como nada… sí, o sea, todo mucho en el respeto y pues,
desde hacerlo como, juntos, porque queríamos, y porque nos
queríamos.
- tratamos de volver algunas veces. Pero pues, no funcionó, y
ya dándonos cuenta de eso como que en serio, entre los dos,
111

como que dijimos que… no íbamos a hacerlo más, y lo


hicimos de una manera muy linda, reconociéndonos todo lo
que habíamos vivido y… que igual nos queríamos, pero
que… que ya era momento.

Concepciones Relato
propias - puedo decir que estoy enamorada, que Camilo me enamora
como es, me enamora lo que ha surgido entre nosotros. Me
enamora todo de él, sus cualidades y defectos, me enamora
saber que puedo construir con él, que somos compañeros de
vida, en el día a día.
Entrevista
- darme el espacio a mí, y saber que una relación no es de…
o sea, no implica… o sea, implica más cosas que… el otro, o
sea, es, son muchas dimensiones.
- he cambiado en eso, como en el cuidado, porque yo podía
ser un poquito… sí, controladora, como había dicho al
principio, ¿no? Y como, acaparadora, ¿tal vez?
- También… como a comunicar más las cosas. Creo que eso,
pues, he tratado de cambiar eso.
- buscando más estar en conexión conmigo y con el otro…
para, pues para que sea ameno para las, para los dos, que
podamos crecer juntos y no opacar el uno al otro.
- [refiriéndose al amor] lo veo como… algo… pues, primero,
que se construye. (...) También que está en muchos lugares,
¿no? En muchas personas, no solo en lo… en la pareja.
- el amor no es un sentimiento como tal, creo, sino… que trae
muchos sentimientos.
- ahora veo el amor así, como… como algo que… que
necesita respeto, también. Que necesita… de… dos partes, o
más, pues o sea como… sí, de dos partes, como, de mi parte,
de conectarme conmigo misma.
- [sobre el amor] lo veo más, más ligero jajaj. Como,
metafóricamente, ¿no? Como, no es como un peso, sino
como que es algo que, simplemente está, y pues también si
se va, pues sí, o sea, está bien. ¿Sí? Como que… Y siempre
implica, como, cuidado, y nada de daño jaja, o sea, eso no
es amor. Sino, sí. Cuidado por mí y por el otro.

Género Roles de género Relato


Entrevista
- estando con él [su primera pareja] había perdido mucho
como mi… sentido de vida, básicamente, porque no me
sentía… o sea, no pensaba en mí, en ningún momento. Todo
112

era como, hacia él. Entonces todo el tiempo era como…


todos mis planes se empezaron a enfocar hacia él.
- no me estaba preguntando cosas por mí, no me estaba
cuidando, sino que realmente todo estaba orientado hacia él
y eso me empezó como a… pesar mucho, porque me sentía
triste porque nos sabía como… no sé, como preguntas de
quién era, de qué me gustaba y no las reconocía, o sea… no
me reconocía.
- tengo la percepción de que yo era un poquito más depen…
sí como más, ahí, como apegada. Pero, igual habían cosas
pues que me ataban mucho a él, que él hacía. Como… pues,
no sé, él tenía como algo… o sea incluso me cuesta contarlo
porque, todavía siento que es como un secreto. Y era algo
que él solo me había contado a mí. Entonces eso me cargó
mucho, muchísimo, de responsabilidad, porque… sí, pues
porque nadie más lo sabía, entonces creo que eso me hizo
mucho daño porque me sentía muy responsable por su
bienestar general.
- [sobre su primera pareja] porque yo lo idealizaba un
montón, ahora que lo pienso; o sea, era como que… para mí
él era muy perfecto, en todo sentido.
- [refiriéndose a las relaciones sexuales con su segundo
vínculo sexo-afectivo] Con este man, realmente no fue a
veces tan respetuoso como lo quisiera.
- como que en ese momento, estaba un poco desesperada por
estar con alguien, realmente. Porque era como… como que
sí, de pronto, no sé, me daba miedo estar sola, y como que él
[su segundo vínculo sexo-afectivo] era la única persona que
estaba como, por ahí.
- o sea, yo lo quise mucho [a su segundo vínculo], pero al
mismo tiempo siento que me hizo mucho daño, porque… no
sé, era como… no jajajaj. Era raro. Era como que… no sé,
o sea, en ese momento yo a veces me sentía un poco, como…
como que, en ocasiones… sin consenso, pero no tan… pero
era raro, porque igual quería estar ahí. Como que, era así
muy ambiguo y, y no… yo como que, en ese momento no me
daba cuenta de… de lo que era y no me… o sea, como que
no, no sé, no podía decir que no.
- en esos momentos, era como, ese miedo a estar sola,
¿quizá? Que podía, como… influir un montón. Y como que,
la creencia de que… tener un… pues, a alguien, a una
persona, a un hombre, a alguien… significa pues, estar
113

como acompañada (...) yo creo que es eso, como ese miedo


al abandono de mierda.
- y como… voltearse hacia el otro como, para, pues… para
que no se vaya, para que esté ahí, para que me cuide, en
cierto sentido. No sé si tiene sentido eso.
- [contando acerca de la separación con su primer novio] Pero
literal me acuerdo al principio como, despertarme y… y
sentir que no podía respirar jaja. Me acuerdo de una vez
claramente de eso. Pero bueno. Equis.
- me sentía muy perdida porque pues, como yo estaba muy
volcada hacia él pues, implicaba, ahora, como… caminar
distinto yo, en otros caminos.
- [refiriéndose a cómo sus relaciones le han enseñado a
reconocerse a sí misma] me han enseñado pero aún, tengo…
pues o sea, quiero seguir aprendiéndolo porque como que,
continúo en ocasiones sin hacerlo.
- he cambiado en, como, en esa forma de tratar
cuidadosamente de relacionarme y no… generar esa
dependencia.

Sexualidad Relato
Entrevista
- ya cuando terminamos… [con la voz restringida] me aloqué
un poquito jajajajajaja. (...) me dio muy duro la tusa,
entonces pues ya era como que, pues no me impor… o sea,
como que dije como “bueno, pues ya, no importa”, o sea,
hacerlo con amor o sin amor igual es mi decisión o sea… no
sé, empecé como… entonces conocí como a un man. Que se
llama Sergio. Y… y bueno, con él fue la segunda vez que lo
hice.
- Y pues realmente era como que, pues yo lo veía [a Sergio]
como de… sí, no sé, como de parche, ¿por decirlo así?
Jajajaj. No sé si suena muy… Y realmente pues, para mí era
como que pues estaba muy bien, quería como explorar esa,
esa parte, de estar con otras personas.
- [Sobre Sergio] éramos amigos, pero no éramos novios, pero
pues… yo iba a su casa y… pues hacíamos… pues, o sea,
teníamos sexo… jajajajaja, parce, ¿por qué cuesta tanto
decir eso?
- [Acerca de Sergio] digamos que ahí pues, no viví como una
sexualidad muy… amena, digamos. Y… y sí, me sentí muy…
como, irrespetada en ocasiones. Pero aún así lo permití, y lo
seguí permitiendo. Y pues ahí hubo como otras personas en
114

mi sexualidad, pero pues como… que no… pues sí, como lo


que te decía, de parche jajajaj, equis.
- como la relación, ahora, con Camilo, pues es… diría que es
como mi segunda relación seria. Y sí ha sido pues, muy
respetuoso todo. Y… me he sentido muy, amada, muy
respetada, realmente, y eso como que, me sorprendió
porque… como que, a partir de la experiencia que tuve
anterior, creé una idea de que no era así… o sea que… o
sea, o no merecía eso, o no había como… no sé, como que
no recordaba que en un principio yo quería hacerlo, las
cosas con amor, y como que Camilo me lo recordó jaja. Y sí,
como que, desde ahí, o sea, me sentí muy… como más
confiada, conmigo y mi sexualidad, y mucho más… pues sí,
como… querida.

Cuerpo y
subjetividad

Mujer joven Entrevista


- en ese momento de mi vida yo estaba como muy triste, al
final del colegio. En parte porque, bueno, estaba como en la
adolescencia.
- en ese momento [al final del colegio] no… o sea, no sabía
qué hacer con mi vida, también era una transición, porque
pues tenía que escoger qué estudiar, y qué hacer después.
- él [su primer vínculo amoroso] se iba de viaje, yo también
quería como, tomarme un tiempo, irme de viaje después (...)
Al principio fue re duro. Pero… no sé, poco a poco… o sea
me fui de viaje, empecé a hacer también mis cosas…
- había terminado el colegio, estaba empezando la
universidad, ya no tenía como… mis amigos muchos se
habían ido a Francia…
- [acerca de cómo, con su pareja actual, han tenido ocasiones
en donde han estado separados] yo ya me había como, ido
algunas veces, a Francia.

Decepciones Decepciones Entrevista


amorosas - hasta ahora solo creo que he tenido una, una tusa, y es
como la de Juan. Y pues… sí, o sea realmente duró como,
dos años esa vaina, como de poder superarlo y como, darme
cuenta de que… ya era momento de, como de dejarlo, y de…
avanzar.
- [acerca de su primera relación amorosa] ya después no fue
como tan grande el dolor. Y después también hicimos como
115

un cierre, digamos, a esta tusa. Con él. Entonces eso fue


pues, creo que muy significativo.
- [sobre su tusa más grande] fue la más grande porque… o
sea, no… yo creo que por el dolor, como, emocional que
trajo. O sea, digamos que no fue algo como…
necesariamente malo, o… negativo, sino que, o sea,
contrajo como mucho dolor, por esa pérdida, pero al mismo
tiempo pues, ahora viéndolo, mucho crecimiento, para los
dos.

Aprendizajes Relato
- Este amor me ha permitido antes que nada a aprender a
amar cuidadosamente, amar sin querer acaparar, amar lo
imperfecto, amar entendiendo las diferencias, amar
respetando.
- aprender a establecer confianza, aprender a escuchar al
otro y estar ahí para él, y también en el sentido contrario,
aprender a escucharme y permitir compartir mis
sentimientos, mi vulnerabilidad, confiando que va a ser
acogida con amor.
Entrevista
- yo creo que… mis dos primeras relaciones me enseñaron
mucho como, a quererme jaja, ¿no? Y a valorarme, y a
reconocerme.
- yo soy muchas dimensiones, tengo a mi familia, tengo mis
estudios, mis cosas y… y por alguien, no… pues, no debo
opacar esas otras cosas, ni a mí misma.
- también a… como a las formas cuidadosas de amar. Y… Sí,
como… el ver… o sea, no idealizar, por ejemplo, porque…
sino, amar como en el todo, ¿sí? Como a la otra persona,
pero entendiendo pues que igual van a haber cosas que…
que no son… que no son perfectas, que van a traer cosas…
pues, conflictos… sí, o… o disgustos, pero pues… sí, eso.
Amar más cuidadosamente como, pues respetando al otro,
siendo menos celosa jajajaja. Sí, como, como entender que
también “amar” (eso lo he aprendido con Camilo), no es
como, solo… querer que te amen jaja. Como… sino,
entregar amor y… y en general, no solo a tu pareja sino al
resto también, al mundo, a las otras personas.

Relaciones Relato
actuales - Este ha sido un amor de aprendizajes y de crecimiento en
conjunto. Ha sido un viaje de emociones que hemos
emprendido de la mano. Este amor ha sido para mí todo un
116

reto porque constantemente quiebra mis ideas y me abre


nuevas posibilidades, nuevos horizontes y nuevas
perspectivas. Es un camino cambiante, con altos y bajos,
quiebres y arreglos, alegrías y tristezas. Es toda una
complejidad que cada día revela algo nuevo.
- cada día aprendemos del otro y aprendemos maneras de
querernos con cuidado. Particularmente, esto ha sido algo
nuevo para mí, algo que no había encontrado con nadie en
mi vida más que con mi mejor amiga. Es reconfortante
saber que hay alguien que está ahí tanto para momentos de
crisis como para momentos cotidianos.
- Hemos estado separados a miles de kilómetros por 5 meses
y hemos buscado querernos desde ahí, desde acompañarnos
en la distancia con amor y cuidado, queriendo siempre lo
mejor para el otro. Con esto no quiero decir que estemos
totalmente volteados hacia el bienestar del otro, olvidando
el propio, al contrario, nos damos espacio para trabajar
otros aspectos de nuestras vidas, estar con la familia, hacer
nuestras propias cosas…
Entrevista
- siempre… pues, hemos hablado de… nosotros, como de
nuestro amor, digamos, y de cómo queremos construir
nuestra relación. Digamos que se ha dado, pero lo hemos
hablado mucho, como, y volteado jaja, por decirlo así.
- creo que es algo que hemos como, dicho mucho y es como
que… queremos como, construir a pesar de las dificultades
o el conflicto, o… Sí, como… y que nuestro amor sea una
decisión, más que solo sentimiento.
- cada vez que hemos tenido como, algún conflicto o algo,
buscamos cómo resolverlo, de alguna manera y… como,
continuar. Sin evitarlo, ¿no? Como, hablarlo y… digamos
que, ahora en la distancia… pues yo creo que eso ha sido
algo importante, como, saber que vamos a darla toda igual,
si estamos lejos.
- ya llevamos también un año. Creo que el tiempo hace
también que… digamos si hubiera habido esta separación al
principio, es posible que no hubiera sobrevivido nuestro
amor, pero como, al haber estado un año y algunos meses
pues… no sé, es como más fácil.
- nos dimos cuenta de cosas que nos molestaban en distancia,
¿no? Como que, la primera vez que yo me fui [del país] fue
re… o sea, no nos hablábamos casi, y eso pues nos
molestaba. Ahora hablamos como todos los días.
117

- con Camilo eso también ha permitido que nos


mantengamos, porque… pues, estando a la distancia igual
podemos como… crecer cada uno por su lado, pero pues
estando juntos. Y eso, creo que también, pues nos ha
mantenido.

d. Matriz 4 (MR, 21 años)


Categorías Subcategorías Fragmentos

Discursos Discursos Relato:


sobre el amor hegemónicos - Volvimos a hablar como amigos, riéndonos de las cosas que
nos pasaron, limamos asperezas que nos quedaron y sobre
todo, encontramos que ese amor nunca se fue, pero no en el
sentido romántico de las cosas (incluso llegamos a la
conclusión que siempre fuimos más amigos que novios) sino
en que nunca dejamos de estar pendientes, que a hoy nos
apoyamos en los proyectos que cada uno tiene.
Entrevista:
- Yo toda la vida he sido una persona como muy creyente en
Dios y en estas cosas, he tenido como formas con las
religiones y con las iglesias y esto, pero siempre lo he hecho.
Como desde muy chiquita, me lo he llegado a cuestionar y he
llegado a la conclusión de que sí creo. Y cuando éramos
novios y eso, acá en mi casa pues mis papás de una forma
muy respetuosa y muy sutil trataron de decirle como oye…hay
alguien que te quiere y todo el cuento. Oraron por él y toda
la cosa.
- (con respecto a su primera relación) En esa conversación
empezamos a hacernos preguntas de cosas que habían
pasado, de errores que ambos habíamos tenido, pero sobre
todo de que ambos habíamos estado pendientes del otro (...)
si terminamos y si, no somos novios ni amigos ni nada por el
estilo, pero ahí queda como un…cariño muy grande y yo digo
pues ya si tu, o sea, yo en este momento no puedo ni quiero
esperar nada de él porque es una persona que quiero, pero
que no es parte de mi vida. Y lo mismo con él. Incluso digamos
que yo en este año como que he tenido varios proyectos con
la universidad, el emprendimiento, con lo que sea, el tipo
siempre está ahí. Como oye muy bien, te felicito, yo sabía que
lo podías hacer…y yo decía como ¿de dónde salió esto?, ¿sí?
Pero yo me pongo a mirar y en realidad es algo que nunca
dejó de pasar. Ese apoyo y esa admiración mutua… como que
118

siempre estuvo ahí, entonces como que esa es la parte más


grande y por lo que lo escogí.
- Yo tenía como una idea de lo que tenía que ser un noviazgo.
Y bueno, eso no estaba pasando, entonces yo me sentía
frustrada. Y lo otro es que yo desde el inicio, no sé porqué,
bueno, en parte por mi entorno tal vez, me dejé meter en la
cabeza este cuento de que uno no se casa con el primero que
conoce.
- Entonces pues bueno, así como a grandes rasgos eso fue lo
que pasó y por lo que pienso que fue como mi relación
amorosa como más importante, aparte que el resto de mis
relaciones amorosas no han sido ni tan duraderas ni tan
profundas, entonces pues….
- Porque yo era, pues bueno, todavía lo tengo un poco en mi,
como en mi personalidad, pero yo era muy cuadrada con las
cosas tienen que ser así y así y así en una relación. Como,
formal. Y que yo quería que todo fuera super formal y bueno
(...) tu puedes querer tener una relación con alguien, pero eso
no quiere decir que desde el momento en que se conocen ya
tiene que pasar todo eso y que esas cosas no tienen que pasar
en orden, obviamente uno tiene sus límites, pero pues de
cierta manera no es el deber ser, sino que tú haces acuerdos
contigo misma.
- Pues uno como que así sea de manera inconsciente uno tiene
un referente de las cosas por las que ha pasado (...) de cierta
forma me acostumbré a un trato. Como…yo puedo decir si,
tuvimos problemas y todo lo que sea, pero el tipo conmigo era
súper caballeroso ¿si? Entonces él era muy cuidadoso
conmigo, muy pendiente, y pues luego terminé saliendo con
un tipo que nada que ver con eso. Ósea como que si nos
gustábamos y todo, pero él no era así. Entonces eso a mí como
que me generó un poco de conflicto porque yo si esa
expectativa si la tenía. Porque yo decía si, pues el… ¿cómo se
llama?…si, el deber de las cosas.
- mientras me lleve bien con esa persona y nos queramos, nos
admiremos…eso. La admiración se volvió como un punto
básico para mí. Si tu no admiras a la persona, no…es muy
difícil como…como que le vuelvas a encontrar el encanto,
porque las relaciones siempre llegan a un punto en que se
vuelven monótonas.
- Si tú vuelves...eres capaz de volver a ver a la otra persona con
esos ojos de descubrirla, te vas a encontrar con cosas muy
bonitas que vuelven y lo enlazan a uno otra vez con esta
119

persona. Ehm…También, bueno, eso si es como algo básico y


es que tiene que haber respeto. Ósea si esa persona puede
tener como sus diferencias políticas, religiosas, lo que tú
quieras, pero si no es capaz de respetar tus puntos de vista,
es muy muy difícil. Otra cosa que para mí es importante es
como que haya una afinidad mínima en temas. Obviamente
no tenemos que ser iguales, pero pues tenemos que tener
cosas de las que hablar sin que sea el uno explicándole todo
al otro. Y ya como en la relación, y esto es como la cosa más
cliché del mundo, pero tiene que haber comunicación
constante y tiene que ser fluida.
- Yo pienso que hay que tener principios como compartidos en
cuanto a… ¿cómo se llama esto? A lo que son las relaciones,
pero si ya hay un punto en el que dos personas ven que pueden
durar mucho tiempo juntos pues van a estar muy ligados a lo
que quieren. Ya teniendo como un plan de vida, pues empezar
a tener como estas conversaciones y hacer acuerdos.
- También de cierta manera como que ya no espero tanta
emoción en el sentido en que uno cuando está más chiquito
uno espera que todo sea como no, el me dio un beso y paso
tal cosa y me llevo la flor y ¿si? Como que todo sea un
momento súper wow. Pues, ahora soy mucho más partidaria
de si, tener momentos bonitos y románticos y de tal, pero de
tener eh como…un soporte, de tener tranquilidad, eh…de
tener estabilidad en la relación porque de nada sirve de tener
estos momentos si se la pasan peleando o si pasa algo tú no
puedes llamar a esta persona.
- también algo que antes yo como que no había caído tanto en
cuenta es que…los amigos del novio son prestados jajajaja yo
antes decía no, podemos ser todos amigos (...) Hay que
llevarse bien con ellos, hay que pasarla tranquilo, ojala pues
si, tenerles confianza y todo, pero pues ellos son amigos de él
¿si? Y mis amigos son mis amigos, y en el momento en que
haya problemas o se separen o lo que sea, ellos tomarán
partido para el lado que tenían anteriormente.
- nos han pintado como muchas…muchos mitos, muchas
expectativas que no tienen nada que ver. Respecto a eso
porque digamos…lo que te digo, yo crecí en una familia
cristiana. Mis papás hoy como que no van a la iglesia ni nada
pero pues cuando nosotros teníamos entre 5 y 13-14 años
eran muy pegados a la iglesia. Entonces una anécdota es que
nosotros…yo tendría… ¿12 años? Mis papás nos pusieron un
120

dvd de un señor hablando de porque uno tenía que llegar


virgen al matrimonio.
- Entonces como que nos meten en la cabeza que tiene que
pasar de cierta manera y que después de eso, perdiste algo.
Nos enseñaron a “perdiste tu virginidad” y no “empezaste tu
vida sexual” que… puede significar lo mismo, pero
entenderlo es muy diferente.

Influencia - Luego también empezó con los amigos de uno. Pues es que
cultural este me trajo chocolates, entonces, me tienen que traer
chocolates. O bueno, no cosas tan materiales, sino…no sé,
tiene que verse así o así, entonces todo eso. O incluso, pienso
yo, la música (...) uno cree que lo que dice la letra de la
canción lo tengo que estar sintiendo yo, y a mí no me pasaba
eso.
- yo he sido una… ¿Cómo se llama? Una fanática de la época
victoriana y…pues, he leído libros y visto películas y todo eso,
y en ese momento, y se me viene a la cuenta como mucho
después, ellos tenían una especie de…unas reglas sociales
muy marcadas. Respecto a todo y respecto a las relaciones
amorosas. Entonces como que muchas de esas vainas las
interiorice de que eran parte del deber ser.
- También creo que la parte cultural del tema de series y eso
tiene mucho que ver porque los programas para adolescentes
siempre tienen esa escena (sexual).
- Mucha parte fue ficción jajajaja como, nuestra generación
creció leyendo libros como distopías románticas. Entonces
pues eran estos amores trágicos, pero muy tiernos, entonces
bueno por ese lado un poco.

Primer Relato:
encuentro - Mi historia amorosa más significativa es sobre el tiempo que
erótico-afectivo tuve con quien fue mi primer novio. Él se llama Santiago y a
hoy, cinco años después de haber terminado nuestro noviazgo
es una de las personas que más aprecio por todo lo que me
enseñó. Nos conocimos en el colegio, en décimo porque
sencillamente terminamos en el mismo salón y eventualmente
sentados al lado y en un par de trabajos. Nuestra amistad
empezó siendo grupal más que uno a uno, nosotros junto a
Paula y Sebastián nos hicimos muy cercanos.
- De ahí empezamos a salir, al cine, a tomar helado, solo a
hablar y era más que obvio que nos gustábamos. Sin embargo,
yo no me sentía preparada para tener algo en ese momento.
Nos volvimos novios hasta el año siguiente (2015) cuando
121

estábamos en 11. Él esperó algo más de un año con tal de que


yo me sintiera cómoda.
Entrevista:
- Nosotros nos conocimos en el colegio (...) nos volvimos
amigos como de…forma…grupal, entonces, él con uno de sus
mejores amigos y yo con una de mis mejores amigas que
empezamos a hablar y a molestar y bla bla bla. Y así pasó
como…6 meses tal vez hasta que nos volvimos como más
cercanos, pero los dos (...) Y ya nos volvimos novios
en…julio? Del siguiente año. 2015. Yo ya estaba en 11.
Pensando en temas de la universidad, de graduarnos….

Concepciones - Yo…no digo que no fuera celosa, pero pues nada


propias así…exacerbado. Yo era más bien como muy tranquila y yo
siempre he sido más como de…¿Cómo se llama eso? Como
de que si quieres estar conmigo, pues vas a estar conmigo, y
si no pues chao.
- Yo digo que el tipo me amaba desde un inicio, y yo lo empecé
a querer mucho después y al fin y al cabo también lo amaba,
pero como que pues eso tenía sus formas. Yo soy mucho de
expresarme con palabra escrita y con canciones. Yo…a mi me
cuesta decir esas cosas. Ósea las digo, pero muy…busco más
como decirlo así o tener como ciertos detalles con las
personas.
- en mis oraciones yo decía yo quiero que este man esté bien
porque lo quiero ¿sí? Independientemente de que yo ya no
supiera nada de él y que no habláramos. Entonces yo decía
como yo sé que es una buena persona, yo se que lo quiero un
montón, como, en la distancia y que ya pues obviamente ahí
ya no va a pasar nada más. Pero si espero que esté bien.
- También me…me llevó al otro extremo en un punto de no
querer nada serio. Entonces eso…eso como que nunca
funcionó jajajaja porque yo definitivamente no soy así ni sirvo
para eso.
- Creo que es más como el…mi deber ser. Tal vez. Porque pues
cada quien tiene una vivencia muy distinta. Lo primero es que
ya no le pongo como tanta tara al modelo de la persona ¿si
me entiendes? Porque uno antes decía es que tiene que ser así
y así. Uno primero arranca dejando de lado la parte física. Y
pues bueno, siento yo que también hay cosas que a uno le
gustan en la personalidad de la gente, pero que ya no se
vuelven como tan taxativas. (...). Eso lo pensé durante mucho
122

tiempo en la universidad, luego me di cuenta que nada que


ver.
- yo soy mucho más en pro de que haya un involucramiento con
la familia. A mí eso antes no me gustaba. Porque me daba
miedo que me preguntaran después. Básicamente. Pero ahora
es como no pues si es tu novio, la persona con la que estas
saliendo, lo que quieras, eh…pues, si conoce a tu familia,
conoce más de quien eres tu. Y si tu conoces a su familia, pues
da…es...juega igual.
- Ósea es que te guste a ti. Y que tú digas como si, quiero estar
con esta persona. Lo otro es que pues eso tiene que pasar en
tranquilidad. Eso no es como…de la universidad que dicen
cómo no, vamos al salón de acá. No, eso para mí no es
chévere. Uno tiene que estar en su cuento y tranquilo.
Eh…para eso. Obviamente me quite de la cabeza como el
tema del matrimonio porque eso no tenía ni pies ni cabeza.
- yo pasé por un punto en que era como tienes que tener tu
familia completa, unida, feliz, y contenta a un bueno okay la
gente tiene sus papás separados. Puedo lidiar con eso
mientras tu hayas hecho tu…mientras tu estés bien con eso.
- lo que si me marco bastante es que con la gente con la que
yo he salido después si he buscado que tengan una relación
como más armoniosa con su familia. Pues yo digo nadie tiene
una familia 10 de 10 porque todos a pesar de que estemos
bien tenemos problemas y discusiones, pero yo decía como
que en esa relación eso pesó mucho.

Género Roles de género Relato:


- yo no me creía suficiente, paralelo a nuestra relación tuve
problemas serios con la comida y para decidir carrera, sentía
que debía ser más, y que no me merecía nada de las cosas
buenas que me estaban pasando, y él, con sus defectos era
una de las más grandes. Santiago fue capaz de hacerme
entender que yo era suficiente para mí misma, que no tenía
necesidad de ser la niña perfecta a la que yo aspiraba.
- Aprendí a ser honesta y a poner límites. Eso fue en gran parte
mi problema, por eso no me sentía cómoda con la relación y
por lo tanto no supe disfrutarla, me sentía sin aire
constantemente y me cargué con todas las necesidades
emocionales que Santiago tenía cuando ni siquiera podía con
las propias.
Entrevista:
123

- Había como muchos problemas sobre todo en la casa de él y


a mí me cargaba. Porque yo buscaba como…hacerle la vida
más fácil y todo.
- Porque yo me sentía como muy presionada por su felicidad
¿si? Como que…de cierta manera yo me dejaba influenciar
mucho por eso y creo que era muy vulnerable en ese sentido.
Yo no sabía poner límites y por eso también se fue al carajo
como todo.
- Yo sentía que yo no merecía una persona como él ¿sí? Porque
pues uno dice, en su momento, yo lo miraba y yo decía pucha
pero es que este man…es súper lindo, es muy inteligente, es
agradable, te hace reír, hasta sabe bailar…que a mí me
encanta eso. Entonces como que yo no me creía merecedora
de eso. Pero, desde la amistad y pues en el noviazgo él me
hizo entender que eso no era así. Que si él decidía estar
conmigo era porque él lo decidía, no por cosas como distintas
ehmm…que yo me había dejado creer, sobre todo por
supuestas amigas que decían “pero yo no entiendo ustedes
porque están juntos ¿sí? Si él es así y tú eres… así”. (...) eso
sí me hizo darme cuenta de mi valor, y no en el sentido de
estos tipos que cogen e idealizan a la novia, sino que él me
decía no pues es que…uno, yo quiero estar contigo, y dos, tu
eres tremenda vieja. Entonces como que en ese proceso yo lo
interioricé un poco, a pesar de mis inseguridades, y yo decía
okay, él está conmigo porque quiere estar conmigo. Y si él
quiere estar conmigo es por algo.
- Me aleje mucho de los hombres en el sentido de un tipo que
me interesara o me pareciera lindo, yo no…no, ni me
esforzaba en hablarle ¿si? Porque estaba como muy dolida,
estaba perdida.
- (refiriéndose a sus primeras experiencias cercanas a la
sexualidad) Okay, bueno, pues estuvo cerca de pasar muchas
veces. Literalmente, pues…y fueron como 3 veces. Y yo le dije
tu no. Hoy no. Y las primeras fue como muy tranquilo, pero
ya a la última como que…sentí que me respondió con rabia.
Como que ¡¿por qué no?¡ Entonces eso a mi obviamente me
hizo sentir mal, pero uno sobre todo como mujer uno sabe que
por encima está que yo me sienta cómoda. Y porque
literalmente es invadir tu espacio personal. O sea, está dentro
tuyo.
- nosotros venimos como con ese chip del catolicismo de que
adoramos a la figuras maternales, y es muy chistoso porque
pues si eres mamá, tienes que haber tenido sexo, pero no acá
124

porque es la virgen María. Entonces…y todo eso se relaciona


pureza, con dulzura, ósea nos casamos de blanco..
- como que yo ya me veía como que íbamos a terminar. De
cierta forma. Yo estaba como…no solo mentalizada, sino que
lo sentía, y yo decía pucha…la situación está bien difícil como
para seguir y yo decía como…sería muy egoísta de mi parte
que le dijera no. Aparte eso no es como que yo pueda decirle
no, no terminemos.

Sexualidad - Bueno, uhmm…voy a aclarar que con él no pasó nada. Si,


nada. Ehmm…más allá de besos y toqueteos y eso. Porque,
bueno, lo primero es que yo no estaba lista. Como…no estaba,
no me sentía preparada, no…ni por el carajo. Ehm…y él creo
que terminó con resentimiento con eso, pero a mi no…no me
quedan como…remordimientos al respecto porque yo me
sentía muy chiquita todavía.
- para mi es un tema de que haya respeto, como mucho respeto,
mucha confianza, no tienen que ser novios necesariamente,
pero es algo que ahora digo es deseable que exista una
relación, por…no solo por el tema como sentimental,
psicológico, lo que tu quieras, sino también porque eso es
cuidado de uno. Físico. Tener esa estabilidad en el plano
sexual. Yo siento que al menos yo soy una persona que no
podría estar con mucha gente.
- Es como de…de tu poder decirle las cosas a la persona.
Porque puede que te guste y que haya respeto, pero pues para
que estos temas tu necesitas decirle como no, así no. Porque
si no, es algo que no vas a disfrutar. Eso para mí, lo que digo,
si va muy atado como a la parte eh…sentimental. Aunque no
es una condición sin la que pueda ocurrir. Pero sí puedo decir
que es algo, para mí, deseable.
- Creo que uno de los requisitos que tiene que existir en una
relación es como que…estar de acuerdo en el tema de la
planificación. Es más, para mí deberían ser los tipos los que
se encarguen de eso porque uno sufre bastante con esas
cosas.
- pues si mi visión como ideal es que ehm…eso exista y se
explore dentro de una relación. Ya consolidada. De tiempo. Y
donde exista amor, donde exista respeto, donde ambos se
protejan, y donde tengan claro que pasa si el método de
protección como que no existe.
- Hay mucho tabú. Como…pues en las familias no…no se suele
hablar de eso(...) nunca se habla de eso con normalidad. Es
125

lo mismo que pasa con nosotras con la menstruación. Que


desde ese momento eres mujer jajajaja no, mira, dude, tengo
como 14 años. Todavía cuento como niña, hasta los 17, al
menos para el estado.
- Hay otra parte que creo que pues tú le puedes quitar todo eso,
pero es la que va en uno. Y es porque literalmente como
que…es territorio tuyo, ósea es…dentro tuyo. Entonces
uno…ósea, las sensaciones corporales y todo esto son cosas
que pues uno se puede sentir inseguro, y es normal que le
pase, porque a nosotros no nos enseñaron a conocer nuestro
cuerpo. Hablar de masturbación femenina hoy es…pues no es
lo más normal, pero al menos es tema aceptable.
- Como de que tú le estas cediendo tu espacio a otra persona.
A entrar. Y eso tiene un tema no solo de sensación, como no
se, fisiológica, biológica, como sea, sino también de que si no
se hace en las condiciones o en el momento o uno no está
relajado, pues, tu lo puedes sentir como un ataque. Porque
pues puede darse (...) después de la primera vez que pasa,
pues ya es algo mucho más normal, es más tranquilo, ya
después de eso puedes sentirte bien…a gusto…pero pues
siempre pasa.

Cuerpo y
subjetividad

Mujer joven - Yo le había dicho a él que yo no quería tener un novio en la


universidad. Como…porque…¿sí? Es otro mundo y no sé si
pueda tenerte como tan cerca.
- De entrada ambos teníamos problemas de autoestima muy
graves, y pues era una relación de…de niños. Teníamos 16-
17 años. ¿Sí? Uno no sabe qué tiene o qué no tiene que hacer.
Pero, sin embargo, nos queríamos un montón.
- Yo decía no, es mi novio del colegio y ya. Se acabó. Entonces
eso mismo me…me hizo como daño, pero como te digo, me
hizo darme cuenta de que tenía como todas esas cosas. Y
eh…otra vaina es que me ayudó mucho a creer en mí. Porque
pues yo desde muy chiquita ehmm…pues a mí me hacían
bullying en el colegio, ¿si? Como hasta ponle…primaria,
entonces yo me comí el cuento de que yo era muy fea, que yo
era la ñoña, que yo era muy difícil.
- (Refiriéndose a comunicar lo que siente) Eso lo trae también
la seguridad en uno mismo. Ósea yo siento que también era
inmadurez, como esa falta de comunicación, porque cuando
uno no sabe quién es, uno no sabe que puede pedir.
126

Decepciones - Me empecé a sentir como excluida de que, pues, siendo mi


Decepciones amorosas novio y una de mis mejores amigas pues ellos tenían sus
chistes internos, sus vainas, sus cosas, y yo lo empecé a ver
como muy raro. Y eso me empezó, pues obviamente, más la
inseguridad que yo tenía, como que esa fue la receta del
desastre. Entonces yo empecé a desconfiar mucho, me sentía
incómoda.
- Yo le dije a él como mira, yo no necesito que tú estés todo el
día pendiente de mi porque tu ya tienes suficiente con existir
solo acá, solo con una amiga y tu clase, pero como
que…eh…en ese momento las cosas empezaron ir muy mal, o
sea, no me respondía…no, yo lo llamaba de vez en cuando y
sabía que a él no le gustaba hablar por teléfono, pero pues yo
le decía oye, te extraño, necesito escucharte, bla bla bla. Así
pasaron como…fueron casi 2 semanas en que era muy
intermitente la respuesta y yo dije…esto está muy raro.
- Luego de ese tiempo como que nos dejamos de hablar del
todo, y luego mi amiga me dijo como oye, si pasó algo con él.
Pero me lo empezó a contar y yo ya me lo
había…olido…entonces yo dije como okay…no estaba loca.
También fue como parte mía, pero pues…no quiero saber. Y
ella no, yo te quiero contar porque…y yo como oye, esto es
tema de tu consciencia, tu ya me dijiste lo que yo necesito
saber, no quiero saber más.
- yo tuve una tusa como muy larga, pero como por pedacitos,
digo yo. Porque a mí no me llegó de totaso. Me llegaba… me
llegó por momentos durante como… poquito más de seis
meses.
- (refiriéndose a la infidelidad de su novio con su amiga) eso
tensionó bastante la relación con mi amiga. Con Daniela.
Pues porque ella había como se había metido con él de una
forma que yo nunca quise saber finalmente, aunque…pues
luego ella me explicó por encimita que nunca llegó como
a…temas mayores, pero que si se gustaban, si se besaron, y…
bueno. Pero pues incluso al sol de hoy es esa amiga a la que
uno dice yo no le presento a mi novio tan de entrada.

Aprendizajes Relato:
- mi lección más grande de esta relación la obtuve este año,
luego de mucho tiempo sin vernos ni hablarnos, supe que el
amor de verdad si existe y que es muy importante expresar y
reconocer que si no estamos bien nosotros es muy difícil sacar
adelante un proyecto de pareja.
127

- Esa es la lección más grande que el amor cambia y no tiene


una única forma. Que cuando no espera nada, porque ambos
sabemos que nuestra relación no va para atrás y que no
vamos a ser lo más cercano de la vida, es cuando tiene más
valor.
Enrevista:
- Lo otro fue pues obviamente por lo que me enseñó de mí y
porque aprendí a querer a alguien que no está como
en…como en mi molde de la persona que yo quería.
- Aprendí también a poner límites, que creo que es algo súper
importante para uno tener una vida saludable.
- Fue una lección bastante importante. De saber que yo puedo
estar con alguien, puedo negociar, pero que también yo
decido qué hago con mi tiempo, que puedo expresar hasta
donde llegó, en todo, como que eso. Y también deje de tener
como tantas…no sé, eso no son expectativas sino que eran
más como idealizar tanto las relaciones amorosas.
- Yo creo que todas las relaciones significativas a uno lo
ayudan a…lo cambian, y también lo ayudan a entender
ciertas cosas.
- Yo ahí entendí que obviamente uno así no quiera o uno ponga
sus límites, le va a afectar lo que el otro sienta

Influencia - Por otro lado fue de familia. Como no solo mis papás, sino
familiar en tíos, abuelos, todos decían como “cuando usted tenga novio,
los discursos la tiene que recoger en la casa”. Desde cosas tan chiquitas
amorosos
pues uno se va haciendo una idea de “ah pues sí, me tiene que
recoger en la casa”.
- Y pues obviamente como…no igual, pero, de cierta manera la
relación de los papás de uno influye también muchísimo en
eso. Y no tanto como en el matrimonio, sino que yo desde muy
pequeña pregunte como “¿y ustedes cómo eran de novios?”
y tal cosa. Incluso como que yo me puse a leer cartas y
tarjetas que ellos se mandaban, mis papás, y los libros de…no
sé, poesía que mi papá le leía a mi mamá. Entonces como
que…yo dije oye, tan bonito que a uno le lean poesía. Y puede
que uno no lo diga, pero uno empieza a decir como bueno,
esto lo podría hacer alguien con quien yo este saliendo, y eso
termina siendo una expectativa.

Racionalizaci - Eso al inicio fue como, muy inconsciente, yo le empecé a


ón del poner como un pare a la relación. Entonces yo después de
sentimiento cierto punto como que no la deje evolucionar demasiado.
amoroso
Entonces, digamos, ehmm…nosotros éramos como a
128

hacernos promesas y cosas, pero yo nunca como que mire la


posibilidad de que…de que eso fuera un noviazgo largo ni que
llegáramos a comprometernos más, no en el sentido de
casarnos ni nada, sino ser una pareja más madura…¿tal vez?
- a mi antes me daba como mucho miedo era como a integrar
a la persona a mi vida. Entonces, ehm…yo antes separaba
demasiado los espacios. Yo soy una persona que a mí me
gusta mucho compartir, pero también me gusta mucho tener
tiempo a solas.

e. Matriz 5 (MS, 21 años)


Categorías Subcategorías Fragmentos

Discursos Discursos Entrevista


sobre el amor hegemónicos - esta persona fue muy detallista en el sentido hay veces que
lo que uno dice de mujer no es necesario los detalles de
cosas materiales ¿no?, sino el saber cómo estás…
- fue como el detalle pues de pedirme un noviazgo para mi fue
muy importante, porque yo soy como una chapada a la
antigua, yo todavía creo en esas cursilerías, en las cartas y
que él se tomara el tiempo para mi fue muy especial y pues
ya había un gusto ¿por qué iba a decir no?...
Relato
- [Hablando de su relación más significativa]: Empezamos a
vivir un montón de cosas, fue mi primer novio serio respecto
a lo que significaba tener una relación “madura” había
salidas, apoyo y compañía.
- [Conflicto con su relación más significativa]: sino que me
tocaba elegir y entre la familia y el noviazgo uno no quiere
elegir porque pues ambos son iguales de importantes, claro
diferente manera pero son importantes. Tal fue esto que yo
dije: ya no más…

Primer Entrevista
encuentro - Yo creo que la primera primera primerita si lo ponemos en
erótico-afectivo relación fue la que tuve a mis quince años, con esa persona
duré tres años. La primerita, como que digo que fue algo
serio uno dice fue algo serio esa, como que la primera
experiencia amorosa fue esa.
- y pues era la novedad entonces pues yo siempre había tenido
amiguitos y amigovios que era lo que uno llamaba en su
época, que no era nada serio pero que había el gustico como
de: ay si que lindo, pero el ya fue súper directo y me dijo
como: no es que yo quiero que seas mi novia.
129

- [Hablando de su primer encuentro erótico-afectivo]: porque


yo todavía no sabía lo que era una relación seria, yo no
sabía, yo no tenía ni idea hasta que el ya empezó: bueno te
quiero presentar a mi mamá, te quiero presentar a mi papá y
yo: ¿qué es esto? ¿qué es esto Dios mío?

Concepciones Entrevista
propias - [Hablando de la relación actual]: incluso antes de esto yo le
hablé de varias cuestiones frente a mis temores de tener una
relación, lo cual me parecía importante porque sentía que él
me quería y yo si le puse ya los límites como: “mira si yo
llego a tener una relación contigo yo no quiero que suceda
A, B, C y D”, por ejemplo. Él decía: “yo estoy de acuerdo”.
- bueno, límites, por ejemplo cosas tan simples como el celar,
pongamos ese límite, las amistades también es un límite (...)
dije cómo no, el espacio de amistad es amistad, el de
relación es relación, yo respeto tus amistades, tú respeta las
mías. Y le dije, siempre y cuando no falte que la una no
afecte con la otra, en el sentido de no falta la persona, una
amiga que sea toda: ay no, no me cae bien tu novia.
- Hay un límite porque la relación es de los dos y si
permitimos que alguien más entre pues van a haber muchos
inconvenientes, ósea y desde ahí todo el tiempo estamos él y
yo creo que en un momento en el que yo tengo muchas cosas
que hacer, ando muy ocupada y tampoco voy a estar todo el
tiempo pendiente de: “ay si”, porque en este momento mi
prioridad suena muy cliché son los estudios, entonces y para
él también, entonces claro vamos en esa misma sintonía...
- El hecho de avisar, ósea como avisar: “estoy ocupada o
estoy tal cosa”. También otro límite de decir “¿qué pasa en
lo que sucede en nuestra relación?” como: “si estas mal, si
dije algo que no te gustó dime, para yo poder saber qué te
estoy haciendo”, ósea que no te enojes y me digas como:
“¿qué tienes?”. “Nada, estoy perfecta”, no, no, no, esas
cuestiones ya eran para culicagados, no, uno ya está grande
y se supone que ya es consciente de que quiere entonces
pues uno también tiene que ser consciente de que debe
hablar y pues eso también fue un límite.
- [Hablando sobre la relación actual]: Porque no te voy a
negar que al establecer una relación yo siento que he dejado
muchas cosas, como que antes sí hacía, ya no y yo algo que
he dejado claro es como primero es mi paz mental, o sea mi
tranquilidad va primero y yo no la voy a quitar por nada y
yo algo que le advertí a él fue como: si veo que me estas
quitando mi paz mental, por más cariño, por más afecto que
te tenga, me voy, porque esto se lo dejé muy claro y en eso si
130

siento que tengo palabra, porque ya no más, ósea uno ya


pone un límite y dice ya no más, ya punto.
- [Hablando del primer encuentro erótico-afectivo]: pues yo
siento que para, osea para mi en ese momento que fuera
seria seria, fue: 1. El hecho de haberme dicho textualmente
“¿quieres ser mi novia?”, 2. Que me presentara a sus
papás, a su familia, eso ya es algo más personal para mí,
como con el título “la novia, mi novia”, en ese momento y
viceversa yo también le presenté a mi mamá y ya eso que
uno empieza a que las salidas, que a comer algo, que no era
solo limitarse al colegio sino ya más externo, como afuera.

Género Roles de género Entrevista

- [Hablando de sexualidad]: si, si claro, si yo no me voy a


meter sexualmente con cualquiera, no no no, debe haber
algo ahí porque pues siento que también es mi tranquilidad
¿no? Yo con cualquier persona estoy no estoy tranquila y le
digo: venga si quiero, vulgarmente, tirar con usted, no.
- [Hablando del comienzo de su relación actual]: si te soy
honesta, yo no quería relaciones. Yo estaba muy tranquila
con mi soltería, estaba muy fresca, muy feliz, como se dice
pues disfrutando y además no tenía esas preocupaciones de:
ay, mi pareja, le debo prestar tiempo, atención, cuidado,
nada, o sea no, yo estaba tranquila porque me estaba
enfocando en mí.
- [Hablando de su relación actual]: o sea porque uno sabe
cuando una persona le gusta pero yo estaba tan resignada a
decir: no, no quiero nada, que no lo aceptaba, ósea no lo
aceptaba…
- [Hablando de sexualidad]: más que uno de mujer se critica
mucho, que estoy gorda, que estoy flaca, que las estrías, que
no que si, entonces que brinde también esa seguridad a
todas esas inseguridades entre comillas que uno tiene, que
es como: bueno, me siento tranquila exponiendo mi cuerpo
tal y como es y tu también te sientes tranquilo porque eso va
de parte y parte, ¿no?, ósea pues el hombre también tiene
sus inseguridades, no muy visibles como la de una mujer,
pero las tiene. Entonces es como: bueno tú también, no te
voy a juzgar, no me vas a juzgar, ahí ya está la confianza,
como esa vinculación, no pues no siempre se da pero si
existe esa vinculación y ya.
- Porque me pasó que por estar en mis anteriores relaciones
yo dejé a mis amigos botados. Entonces claro terminé la
relación y quedé de brazos cruzados porque quedé sin
amistades, por el simple hecho de... permití que esa persona
131

irrumpiera en mis otras relaciones, que eran


emocionalmente importantes para mí, pero creí que la
prioridad era él entonces dejaba todo por él.
- [Hablando de su primer encuentro sexual]: que tal vez para
ellos no o tal vez si, pero para uno como mujer, uno es más
detallista, uno se fija más en esos pequeños detalles y
marcan porque dicen: ay es que este día me acuerdo que yo
iba, un ejemplo, yo todavía me puedo acordar de cómo yo
iba vestida y cómo él estaba vestido, cosas así, ¿sí?,
entonces yo siento que es por más el hito que representa en
términos de la sociedad que uno ahí dice: juemadre pues es
muy significativo, porque fue, ya pasé a ser adulto entre
comillas…
- ya cuestiones externas como con mi familia, mi familia se
enteró de que yo había tenido relaciones con esta persona,
entonces pues eso fue el escándalo del siglo, porque pues eh
volviendo al tema de la sociedad, la mujer tiene que ser
hasta el matrimonio la pulcritud, la virtud, que no sé qué y
eso realmente me fastidia, pero así fueron las cosas,
entonces se denigró mi parte de mujer, pero la de él se
respetó…
- [Hablando de su relación más significativa]: mi mamá en
este caso me empezó a prohibir verme con él y él me peleaba
por no verme con él; yo quedé en la mitad, que en la mitad y
esos fueron seis meses que fueron poquito a poquito
deteriorando mucho la relación, pero nadie me preguntaba
como estaba, ósea era solo que importaba lo que mi mamá
decía, lo que mi familia decía y que él decía y estaba
literalmente estirada jalando para un lado y para el otro,
como no tenía voz ni voto ahí…
- [Hablando acerca del proceso judicial que le dejó su
relación más significativa]: y uno de mujer lo siguen
revictimizando, uno de mujer lo siguen humillando, eh
cuando inicié este proceso legal fue horrible porque mi
mamá me juzgó mucho, me acompañó siempre ósea ella iba
a todo lo que yo tenia que ir pero siempre acompañándome.
Pero en ocasiones yo prefería que no estuviera
acompañando ni apoyando en nada, con el hecho de que se
quedara callada porque eh.. el simple hecho de decirle a
uno eh..: “es que usted se lo buscó por tener novio, eso le
pasó por abrir las piernas, eso le pasó por ser regalada y las
cosas no son así” y en cambio y el mismo sistema judicial te
humilla, te humilla por ser mujer, te humilla por ser joven en
este caso, en mi caso por ser joven, si a una mujer la
humillan por ser mujer, a mi me han humillado por ser
mujer y joven, vivir esto tan pronto por decirlo de tal forma
132

y el hecho de decir: acabé de cumplir mi mayoría de edad,


asuma, mi mamá muchas veces me gritó: asuma es su
mayoría de edad, responda por usted.
- si te soy honesta, a mi todavía me da mucho miedo subirme
en este contexto social en un Transmilenio con muchos
hombres, que es mi medio de transporte, no me gusta me
siento incómoda, me siento intimidada, pero a la misma vez
como que eso fue como en los dos primeros años, ya en este
año ya ha sido como: bueno ya no me voy a dejar, como que
ya empieza el ¿qué va a hacer? Entonces si ha sido difícil el
hecho de estar rodeada de tantos hombres, a menos que
sean de confianza, pero en general esa confianza es un
proceso.
- [Hablando de su relación más significativa]: Cuando yo
entré [a la universidad], las cosas cambiaron, él empezó a
decir que yo no tenía tiempo, no respetaba de la misma
forma que yo, lo cual yo creí que iba a suceder, yo en su
momento lo respeté así no tuviera ni idea y yo pensé que él
me iba a respetar porque él ya estaba viviendo eso, antes
que yo; no hubo eso, la relación se empezó a deteriorar un
poquito, yo de todas formas seguía como: no amor, todo va
a estar bien, mira si quieres nos vemos tal día o ven a mi
casa tal día o no sé qué…
- para integrarse es muy difícil porque siempre está ese
constante fantasma que uno le dice, ese fantasma ahí
presente entonces pues es muy complejo porque tu pareja
tiene que entender de muchas cosas y a uno le da el temor de
que en cierto punto esa pareja se canse por cuestiones que
no tienen nada que ver y está en todo su derecho, pues es
muy difícil, porque uno dice: quiero tener una relación
tranquila, sana, eh sin estos problemas que tuve en el
pasado, ¿Cómo lo hago? Si tengo esa repetida vivencia en
mi presente…
- [Hablando de la relación actual]: toca mucha paciencia y
toca mucha aceptación en el hecho de decir: yo puedo, yo sé
que como mujer puedo y voy a tratar de poner mis límites,
frente a lo que me afecte y frente a relación, si hay un
momento en que digo: me estoy ahogando, pues si solicito tu
ayuda, pero si hay momentos en los que digo: se que puedo
sola y no necesito de ti para este caso, lo haré, ósea
mientras no me afecte, ósea como buscar no afectar la
relación, es que ese es el punto no afectar la nueva relación,
porque es bueno muy complejo.

Sexualidad Entrevista
133

- mi primera relación sexual fue con mi pareja, mi siguiente


pareja al muchacho de los tres años, que con el duré un año
y fue muy raro porque yo a él si le tenía mucha confianza,
que no la tuve con mi otra pareja, entonces con él fue más
tranquila, la relación fue mucho más seria, por decir mucho
más madura. Entonces sí fue como la seguridad, la
confianza, yo quería entonces fue como… y él también,
ambos queríamos, se llegó al acuerdo, no fue como: ay de
improvisto, no, ambos llegamos literalmente como el día, la
hora, la fecha y el lugar, ehhh, no sé porque fue así pero así
resultaron las cosas y no me disgusta porque pues él respetó
muchas cosas en ese momento, los límites estuvieron ahí,
como el espacio de decir: bueno ¿estás bien? ¿cómo te
sientes?, eso como que para mi fue lo que más me brindó
tranquilidad cuando inicié.
- Ya posteriormente pues ya ha sido con otra pareja y ya las
otras dos externas si han sido como no parejas, pero sí tenía
mucho tiempo de “relación” con ellos, ósea de duración,
como amigos y queda el momento ¿no? Y ya, pero no más.
Pero me meto con uno y con otro, no no no, porque pues
también prima la seguridad de uno y uno nunca sabe con
quién está metido.
- [¿Qué elementos fueron importantes para conceder ese
primer encuentro sexual con la pareja de un año de
relación?]: pues creo que en seguridad, digo como en
tranquilidad ¿no? La primera vez siempre es como: ay
juemadre ¿qué debo hacer, qué no debo hacer? ¿Miro, no
miro? ¿Cojo, no cojo? ¿Qué debo y que no debo hacer? Y
ya, siento que, valga la redundancia, la madurez(...) Ósea y
bueno en mi pareja, bueno, se disfruta y es que la melosería,
que las palabras, que no se qué, que si más, que evoluciona
de esa forma en la que uno ya tiene más confianza, más
seguridad, más tranquilidad ¿no? Porque pues sí es cierto
que uno entre más novato, más tímido se pone ¿no?
- pues mi relato se basaba mucho en lo que tu acabas de
decir, en esa primera vez, pero porque en esta sociedad la
primera vez es algo muy importante ¿no? Está catalogado
como el hito, el acontecimiento, entonces si tú me preguntas,
fue algo que me marcó mucho…
- como adulta en el concepto de decir: bueno ya tengo la idea
de lo que quiero en este ámbito sexual y si lo estoy
permitiendo es por algo, porque estoy segura, estoy
tranquila y porque conozco lo que debo hacer y lo que no,
en el sentido de cuidarme, de prevenir, no sé, de prevenir
enfermedades, de prevenir un embarazo, porque estaba muy
joven... bueno, no estaba muy joven. Tenía mi mayoría de
134

edad, pero si en el hecho de decir: bueno, estas son las


reglas, esto se pone en la mesa y se decide y punto.
- [Hablando del primer encuentro erótico-afectivo]: con la
persona del año, eh, se habló, siempre se habló, desde el
momento en que iniciamos la relación se habló, porque el
me preguntaba mucho (porque [él] conocía a mi ex pareja,
de por si ambos estudiaron en mi colegio), entonces él me
decía: pero ¿tres años y nada? Y yo le explicaba: no, es que
no me sentía tranquila, sí no me gustó… en el sentido no me
gustó que no quería con él, no sé porque. Entonces no tengo
ni idea, pero no, no quería, no quería esa situación.
- [Hablando de su relación más significativa]: Y con él se fue
hablando, fuimos mirando, fuimos viendo como las
posibilidades ¿no?, como bueno y si se hace, y si no se hace,
y qué pasaría si sí, y qué pasaría si interactúa ya de manera
íntima y todo el diálogo permitió ver como, como esa
seguridad que él y él ese respeto de ese momento ¿no?
Como ese no me voy a sobrepasar contigo, yo voy hasta
donde tu me dejes y creo que eso fue algo que también me
gustó mucho y lo que te digo, como que yo ya sentía esa
madurez, yo decía como ya puedo, ósea ya puedo porque
pues yo sé que la madurez no se mide con años, pero yo
decía como no yo ya tengo conciencia de lo que quiero en
este caso y si él me ha brindado la tranquilidad de por
ejemplo de lo que te decía anteriormente de no juzgar mi
cuerpo, de no… juzgar como mi actuar frente a… el
momento, pues porque uno es inexperto, uno no sabe y yo
estaba tranquila porque él era, o yo creía que él también era
inexperto…
- [Primer encuentro sexual]: porque pues yo quería, él
quería, fue muy romántico, ehh ahí como dice uno: fue muy
detallista, entonces todo marcó ese día, que ay que llovió
entonces el plan arrunchis después, que me compró un
helado, ósea como esos detalles que fueron marcando que
ese día fuera más importante...
Relato
- [Hablando de su relación más significativa]: A medida que
pasaba el tiempo se convertía en alguien importante para
mí, fue el hombre de “mi primera vez” lo cual lo hacía más
especial.

Cuerpo y Entrevista
subjetividad - no sé, algo tan simple como verte al espejo y decir: marica,
me veo inmunda porque tengo la nariz fracturada y yo no
soy yo, ósea el me pegó en tal lado, ósea los morados ya
pasaron pero yo te puedo decir: el me pegó aquí, te puedo
135

señalar las partes y me acuerdo perfectamente dónde fue. Te


puedo recordar perfectamente qué pasó en mi cabeza
después de mucho tiempo de seguirme viendo lo que uno
dice como deforme por el golpe, porque si yo pudiera
operarme lo haría, pero por el mismo sistema judicial yo no
puedo operarme porque tengo que esperar a que haya un
juicio, tengo que esperar a que se compruebe que lo que
estoy diciendo es verdad...

Mujer joven Entrevista


- [Hablando de sexualidad]: bueno, yo yo me he
caracterizado por ser muy seria en ese sentido, pues como
que pues entiendo que la juventud quiere: uhh si explorar,
pero yo siento que no lo he hecho mucho, ósea tal vez si lo
he hecho fuera de una relación ha sido una vez dos veces y
ya, una o dos, pero máximo, no es como uash si los 50, no
mentiras tampoco, pero es uno o dos.

Decepciones Decepciones Entrevista


amorosas - [Relación más significativa]: pero pues ahí primó lo malo,
en este caso al final primó lo negativo…
- [Le generaba miedo hablar con él debido a la opinión
materna]: Cuando me fue a entregar el dinero sus palabras
fueron ¿quieres hablar? Y yo: ¿hablar de qué? Y dijo: pues
de nosotros. Le dije: no, ósea mi respuesta fue no y le dije
posteriormente le dije: sinceramente yo estoy mucho más
tranquila así y yo te quiero mucho, yo en ese momento le
dije: te puedo amar mucho pero yo estoy mucho más
tranquila así, la verdad me quité un peso de encima porque
ya estaba a tope…
- [Proceso legal posterior a su relación más significativa]: y
así empezó todo el proceso y por eso digo que me marcó
más eso porque desafortunadamente me tocó vivir esta parte
de la historia a mi, no de una manera que yo jamás creí que
me iba a pasar, o sea si te soy honesta uno siempre cree que
le va a pasar al otro, pero no a uno, o sea como como que
uno ve las noticias y dice: ay Dios mío, ay que pesar pero ya
cuando le pasa a uno es como: jueputa también me pasó a
mi.
- [Proceso judicial]: Yo digo como los cachos de la otra [la
anterior relación a la más significativa] no valían nada con
este proceso. Esto fue en el 2017 y estamos en el 2020 y
sigue el proceso abierto, sigue una herida que está sanando,
pero que muchas veces se como cuando uno le quita la
costrica se vuelve a abrir porque el proceso sigue ahí.
136

- que uno no espera que una persona a la que le confiaste


tanto te termine lastimando de tal forma, uno ahí si dice:
venga prefiero los cachos y se fue con otra a decir: me pegó,
me lastimó, ósea irrumpió con mi yo, con lo que yo era, con
lo que soy…
- [Haciendo referencia al miedo posterior a su relación más
significativa]: no quiero que me lastimen de igual forma…
Relato
- [Relación más significativa]: La relación de la que les voy a
contar me marcó de muchas maneras, desafortunadamente
unas más negativas que otras…
- [Relación más significativa]: luego de haber cumplido el
año de relación las cosas empezaron a deteriorarse, empecé
a pelear con el más seguido por cuestiones que sucedían en
mi casa las cuales impedían que me viera con él. Tanto era
el conflicto que mi familia y mi pareja me hacían escoger
entre ellos, y se enojaban cuando ponía a uno sobre el otro.
Las cosas fueron empeorando y yo llegué a un punto de
cansancio muy alto, estaba exhausta de toda la situación y el
hecho de estar “en el medio” escogiendo a uno de los dos
era demasiado demandante en todo aspecto (emocional,
psicológico y físico), en ese punto decidí terminar la
relación.
- Hoy en día continuo con un proceso legal en su contra y
aunque sanar las heridas no es trabajo fácil, se ha logrado
poco a poco.

Aprendizajes Entrevista

- dejar de hacer cosas como persona y como mujer romántica


si lo ponemos en ese sentido, por el simple hecho de: no
quiero que me lastimes, yo ya cambié y no voy a ser lo que
uno dice la misma boba de antes, de que me entrego
totalmente y después salgo así de lastimada…
- creo que uno de los aprendizajes más importantes es y lo
escribía en el relato, es saber lo que yo valgo, no que por
una persona yo me voy a amarrar y me voy a poner como
esa persona me ve, no, si yo valgo es algo que para mi es
importante, entonces yo digo yo valgo tanto, válgame aquí
creyéndome quien sabe que, no. Pero si yo valgo bastante y
punto y no voy a permitir menos.
- aprendí mucho en darme mi espacio, que es importante
darme mi espacio, no es el sentido de claro uno entiende
cuando tiene pareja y es la novedad pues uno empieza con
esa codependencia a la otra persona, no, ahí ya quedó claro
137

que aprendí eso, que es muy importante tener mi espacio


personal, que es muy importante tener mi privacidad, así no
se esté haciendo nada malo (porque pues la gente cree que
por tener privacidad estoy haciendo algo malo) no, es mi
privacidad, es porque es mi espacio y mi respeto conmigo
misma en el sentido de yo también digo babosadas que no
quisiera que otra persona escuchara, leyera, no...
- También aprendí el hecho de decir, no más, (...) uno es muy
pendejo a veces y dice sí a todo, así no esté de acuerdo,
acepta muchas cosas, no, también es importante que la otra
persona lo acepte a uno, ósea no aceptarlo y toda esa
presión y ponerse literalmente subordinada no, sino también
decir: yo también tengo estas cosas, no estoy de acuerdo con
tales, ósea poner también mi precedente…
- que no todo en mi vida va a ser mi relación, que hay otros
espacios ¿no? Creo que uno, cuando uno, cuando estaba
muy joven sentía que mi relación era si todo, entonces me
puse pues como un caballito tapándome los ojos, entonces
todo era él, esa persona y creo que lo aprendí, creo que
también por el hecho de no volver a dejar amistades, no
volver a irrumpir con mi circulo social por una persona, que
si puede durar mucho tiempo, puede durar muchas cosas,
pero de todas formas sigue siendo mi espacio, vuelvo al
tema de espacio, sí, mis cosas, ya a término personal,
entonces creo que eso también lo aprendí mucho.
- Y a respetarme, ósea con mi última ex pareja de toda esta
agresividad pues a decir no, a la primera, chao, al primer
simbolito de altanería, de grosería y de irrespeto hacia mi o
yo hacia esa persona, no, chao, pues porque ya ahí pasó y
no, eso no lo voy a permitir, entonces creo que también
aprendí eso y ya.
Relato
- [Hablando acerca de su relación más significativa]: A él no
lo odio considero que lo perdone y le agradezco por
enseñarme a ver lo mucho que valgo y que de igual forma
merezco lo mejor y no menos que eso.

Transgresión de Entrevista
límites - se transformó todo, eh... el empezó a humillarme, a
gritarme, a ofenderme, a un montón de cosas que yo en ese
momento no sabía quién era esa persona(...) Esta persona
en un momento llegó, me tiró al piso, me paraba, me volvía
a tirar, el sabía, yo siento que él sabía lo que estaba
haciendo porque él sabía como pisarme para que yo no me
pudiera parar y él pudiera tumbarme más fácilmente; ya
138

posteriormente me logré parar, (...) Al final me pegó en la


nariz, o sea, me metió un cabezazo en la nariz, me cogió de
frente, yo le grite como: cálmate, le puse mis manos en el
pecho y el me las agarró y me empezó a apretar y yo bajé la
mirada de huevona, porque el me estaba lastimando y digo
huevona porque no pensé en ese momento, pero la verdad no
pensé (…) me partió el tabique, yo sangré (...) el me gritaba
como: agradezca que estoy calmado porque si no por mi yo
la mato (...) ya en ese momento no y en ese momento yo no
era capaz de irme, no se porque pero las piernas no me
servían, yo tenía miedo de voltearme que él me agarrara de
atrás, como que solo se me pasaba eso en la cabeza, si me
volteo me va a agarrar, si me muevo me va a pegar, algo
así, entonces mis piernas literalmente yo siento que dejaron
de funcionar…
- él me empezó a seguir, yo lo denuncié, bueno mi familia se
enteró al día siguiente fue por un estornudo que tuve con
sangre, que mi hermanita en ese momento me dijo como:
Mari estas sangrando y ahí fue cuando mi mamá ya me
prestó atención y…y nos fuimos a denunciar.
Relato
- Aun no entiendo qué fue lo malo que le dije, pero el cambio
completamente en ese momento, fue como si se hubiera
transformado, me empezó a ofender, a humillarme a tal
punto que me tiró al piso de maneras repetidas y luego me
golpeo. Esta parte de la historia ha sido lo que mas me
marco, puesto que nunca esperé eso de él y jamás en mi vida
se me ocurrió pasar por algo como esto...

Influencia Entrevista
familiar en - además bueno si lo ponemos así lo padres también influyen
los discursos mucho en el hecho de: cuando hagas tu primera vez tiene
amorosos que ser con una persona que tu amas, bueno a nosotras nos
dicen, no sé como sea en el campo del hombre, pero pues en
las mujeres si; tiene que ser con alguien que tu amas,
porque es muy importante, porque no a cualquiera se le
entrega tu virginidad, porque no a cualquiera debes darle tu
este especial ¿no? Y así, uno entiende como: lo doy porque
lo quiero, porque lo estimo, porque me tranquiliza, porque
es algo que quiero, porque en fin de cuentas el ser humano
busca su placer, ya es con quién te metes ¿no? Ahí es ya con
quien decides cogerlo, pero si o sea es el hecho, y ya por eso
creo que marcó tanto.

Aprobación Entrevista
familiar de - [¿Qué tan importante es contarle a la madre acerca de un
encuentros encuentro erótico-afectivo?]: bastante, bastante, ósea fue
139

erótico- como primordial porque fue yo ahí si como se diría en una


afectivos canción de quince “pasó de ser niña a mujer”. El hecho de
decir: bueno ya empezamos con los noviecitos, entonces qué
pasó aquí, que cuidar a la niña, toca que te cuides, que de
todo, así no hubiera pasado nada porque con él [con su
primer vínculo erótico-afectivo] nada no pasó íntimo…
- [Situaciones en la que se transgredieron sus límites físicos]:
creo que lo único que pensaba es: no le dije a mi mamá, no
le dije a mi mamá que iba a estar aquí, no le dije y… y lo
único que pensaba es: aquí fue, ósea juemadre, eh.. me van
a encontrar en el piso y….y…y no..no va a pasar nada, no
va a pasar nada, ¿mi mamá qué va a pensar?. Entonces
como que ese fue el único pensamiento que tenía muy
presente…
- [Comentandole a la madre sobre su relación actual]:
exacto, juemadre ya aquí fue, la bendición, tenga y entonces
ya hasta ese punto en que yo ya dije como: ya acepte de que
sentía algo por esta persona, pues ya le dije a ella [la
mamá], de lo contrario no le hubiera dicho y esa persona
fue como: bueno…
- [Que la madre conociera a su actual pareja]: pero ya se dió
la oportunidad de que pudo venir porque yo lo invité, yo le
dije a mi mamá, lo dialogué con ella porque pues
obviamente, yo estaba muy nerviosa y ella me dijo como:
todo va estar bien, como mi amor déjate fluir, déjate llevar,
¿qué tal esto sea bueno?, pues porque yo le expresé todos
mis temores a él[su pareja actual] y a ella, ósea también a
mi mamá.

Relaciones Entrevista
actuales - [hablando de su pareja actual]: en esas oportunidades
fueron pasando muchas cosas como que: no me siento mal,
estoy triste y para mi era sorprendentemente raro escribirle
eso como: estoy mal, estoy triste, entonces yo yo que he
estado tan cerrada, yo que he estado en un proceso de: no
quiero hablarle a nadie de lo que estoy sintiendo y contarle
a él me sorprendió mucho...
- pero pero si, hasta cierto punto fue cuando él [su relación
actual] empezó a oficializar las cosas sin que yo me diera
cuenta y el hecho de que él decía: cuando yo le digo amor a
alguien es porque yo ya voy enserio; para mi eso fue como:
ah okay perfecto; cuando yo recibo mensajes diciéndome
amor, yo quedé como en stand by como: uy ¿qué pasó
aquí?; ahí fue cuando yo me di cuenta de que ya me gustaba.
- [relación actual]: Y hasta ahí, ahí vamos, creo que seguimos
en luna de miel porque pues todo ha sido muy bonito, todo
140

ha sido muy romántico; unas peleas bobas ahí de malos


entendidos que se arreglan dialogando, lo cual me parece
importante y ha sido clave pues siento como en estos
momentos para mi, como para yo estar tranquila ¿no?
entonces yo le digo, le puedo mandar un mensaje de: espero
estés muy bien, te escribo cuando me desocupe y él me
puede escribir después como: te extraño, sé que estás
ocupada pero quería que lo supieras y ya, pero no es la
presión de: ¿por qué no me estás escribiendo?¿con quién
estás? ¿qué estás haciendo? No, no, no. Eso es un límite
desde el principio y se dejó claro.
- El me decía muchos… ósea, como que si no estaba de
acuerdo con algo, me lo decía y decía: “yo pienso que es
mejor esta cosa”, entonces como que llegaba a ese acuerdo,
como que él entendía muchas cuestiones. Por lo que te digo,
él mismo sabía todo lo que yo estaba pasando y siento que lo
respetó, y siento que lo ha respetado hasta el momento y de
por sí todavía está muy pendiente en eso…

f. Matriz 6 (NT, 23 años)


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Discursos Discursos Entrevista


sobre el amor hegemónicos - [Hablando del amor]: entonces si como que tenía esta idea
de que puede existir alguien especial…
- como de sí, como que bueno, uno claro no me malentiendas,
pero igual sueño con que alguien me ame, me quiera, ósea
por supuesto...

Primer Entrevista
encuentro - pues digamos como que el primer noviecito que tuve y entre
erótico-afectivo comillas fue como en quinto. Era de esos como tipo: ay eh,
ve te manda a decir pepito que si quieres ser su novia, así,
de niños. Ehhh, pero pues fue muy curioso porque
obviamente uno como que ay si novios durante dos semanas
y terminamos, así como cositas así y yo no sé porque en esa
época también jugábamos mucho pico botella, ósea todos
con todos.
- pero mi punto es que con ese muchacho igual me gradué,
ósea igual seguí toda mi existencia, digamos que en quinto
fue como: ay si los noviecitos y después como que el vínculo
evolucionó y ya éramos amigos y ¿sabes? Hoy en día
ocasionalmente hablamos y si nos encontramos por acá por
la calle, pues nos saludamos y todo, entonces como que si
fue digamos entre comillas como mi primer vínculo, como
141

de una persona con la que igual el vínculo igual se modificó,


ósea si me gustaba, si tuvimos como nuestro noviazgo pero
después se volvió como una amistad.
- [Se trata de su segunda relación, pero la primera que
consideró seria]: tuve una relación eh en once, como ya
seria seria, con un amigo de mi hermana, ósea como yo digo
seria seria pero igual hoy en día pues como que no (...)
- [Acerca de que se venía a estudiar a Bogotá y su novio no]:
entonces algo de lo que le dije fue como: si yo me voy para
Bogotá y tu no te vas, pues terminamos porque yo no voy a
tener una relación a distancia y el man en efecto no se vino,
se quedó en Tunja estudiando, entonces pues terminamos
como se había predicho. Después me enteré de que era gay.

Concepciones Entrevista
propias sobre el - también sabía que era como una cuestión de, por ejemplo
amor siempre he sabido que como que no hay una única persona
para mí, como que de verdad no, cualquier persona puede
ser entre comillas mi alma gemela, depende es como del
trabajo que juntos pongamos en la relación. Entonces, no
tenía un imaginario como de: oh vamos a estar juntos por
siempre, mi primera relación, no…
- [Haciendo referencia al discurso hegemónico y al discurso
realista del amor]: entonces sí, siempre he tenido como
ambas versiones (...) pero también soy muy realista, como
no es como que alguien mágicamente me mire, amor a
primera vista y yo entonces eh nos enamoramos y no ósea,
también se que no funciona así, porque desde muy joven eh
pues lo que te digo mis papás siempre me decían como: si
muy bonito y todo pero no es así (..) [Haciendo referencia al
enamoramiento repentino de su hermana]: y pues era como:
ah bueno, ósea, pues ósea a mitades.
- [Hablando de su relación actual]: por ejemplo yo no estoy
dispuesta a negociar la violencia, cualquier, ósea como me
levantan la mano, así no me toquen, pero me la levantan, ya,
ósea, paticas pa qué tenés.
- Como el respeto, eh ósea como en todo el sentido ¿sabes?
Como en el punto en que tu dejes y no es simplemente que
tu: ay, no grites que no se qué, eso no es necesariamente
respeto, sino como el respeto a mi se me cuida mi persona,
mi integridad, mis ideas y mis cosas ¿sabes? Uno sabe
cuando le han perdido el respeto, cuando uno dice algo y es
como: jajaja si, habló ella, entonces eso también para mi es
no negociable, ósea que yo siento que he sido irrespetada,
para mi es como chao.
142

- Ah bueno entonces no es negociable para mí el


incumplimiento de acuerdos, eso tampoco lo negocio; si
acordamos algo es porque se va a cumplir, si no entonces ni
pa qué lo acordamos.
- yo creo que el amor es una decisión, una decisión que uno
toma todos los días, ósea todos los días yo tomo la decisión
de seguir con Jorge porque si no me meto con cualquiera. O
sea, no es por ser rata pero pues igual yo sigo teniendo
pretendientes, ósea no es como que yo estoy en un relación y
dejen de llegar solicitudes. Es una decisión que uno toma y
uno toma todos los días y entonces como uno la toma todos
los días, todos los días tiene que trabajar por esa decisión
que ha tomado, entonces todos los días, lo que te digo,
implica por ejemplo, es que mira yo sé que esto suena muy
rata pero a mi se me olvida escribirle a la gente, ósea yo soy
como: marica pueden pasar dos meses, si no te he escrito
pero igual sigues siendo mi amigo o mi persona, si sabes
como me importa, entonces para mi tomar esta decisión
todos los días es estar pendiente de Jorge todos los días.
- [Hablando sobre su primer relación sexual en Estados
Unidos con un amigo]: osea no, obvio y menos yo no, yo
sabía que pues ¿sabes? Sabía que iba a estar un tiempo
limitado [en ese país], entonces no necesitaba relaciones
como vínculos así super “ah”, que de hecho me pareció
muchísimo mejor porque eh como que el hecho de que fuera
mi amigo…

Influencia Entrevista
cultural en - [Hablando acerca de la masturbación]: en una época [El
expectativas colegio] si sentía como culpa o algo(...) pues lo que te digo,
amorosas creo que mucho de lo que, porque igual mi colegio eh pues
si no era de monjas ni nada, si era un colegio religioso, eh
entonces igual sí teníamos como religiones y teníamos como
estas cuestiones, entonces si existían esos discursos en el
colegio y también tenía amigas que eran cristianas, muy
cristianas, entonces como que uno mencionaba el tema y
saben eran cómo: no ¿Qué te pasa?, virgen hasta el
matrimonio, no puedes hacer nada y uno era como ¿Cómo
así? Dios mío y pues yo ya no sé pensando en explorarme o
hacerlo y estas viejas pensando en ser vírgenes hasta el
matrimonio, (...) como que no estaba pasando. Ya después
como que una amiga fue como ah si tuve sexo con mi novio y
ya, después como que se normalizó la vaina, pero en un
punto si fue como que, ósea como que más esos discursos
que circulan.
143

- es una pregunta compleja porque digamos igual como toda


niña cuando estaba chiquita pues igual tenía las películas de
Disney, como: ay el príncipe azul…

Género Roles de género Entrevista

- pero igual en el colegio a uno si le dicen esas cosas de “oh


no te toques porque te vas a ir al infierno”, a mi no me lo
decían tan literal pero si siempre era como una cuestión que
era muy tabú…
- Después de esto tuve varias relaciones como entre comillas
casuales; también como para que tengas un contexto,
nosotras [ella y su hermana] vivíamos solas en Bogotá,
entonces yo venía a Bogotá a vivir sola, yo llegué con de 15
años, empecé la universidad y como a la semana cumplí los
16, entonces ehhh pues no es como que esto acá fuera la
casa de la perdición pero pues uno si tiene más libertades
que otras personas no tienen, pues porque yo podía ehh
eventualmente traer a alguna persona o eventualmente
¿sabes? Entonces ehhh, tuve como varias relaciones como
casuales, como con amigos, obviamente amigos, nunca fue
como con un extraño que conocí en un bar, no, siempre fue
como con alguien que conociera, no porque necesitara ese
vínculo sino porque pues es por una cuestión de seguridad
¿sabes? Como: que tal que el loco de la esquina me vaya a
matar.
- [Hablando de su relación actual]: Igual no es como que me
cueste un montón porque igual quiero saber de su vida todos
los días, pero sabes como que hay veces que entre la
cantidad de cosas que tengo que hacer se me puede olvidar
cómo escribirle, entonces es como tomar esa decisión
consciente todos los días de igual estar pendiente de qué
está pasando con él o de tengo super mala memoria
entonces es la decisión consciente de acordarme de las
cosas que él me cuenta para poder más adelante como tener
conversaciones porque pues ¿sabes? Entonces si es como
eso, el amor es como una decisión, una decisión que uno
toma todos los días y que requiere como que uno pues
trabaje en eso y le invierta tiempo, invierta pues dedicación,
ganas.
- [Haciendo referencia a lo que hicieron su mejor amigo y una
pareja, para que el hecho fuera una decepción romántica]:
digamos como que no como que fuera gay sino que
literalmente me dijo que había experimentado conmigo.

Sexualidad Entrevista
144

- [Acerca de su primer encuentro sexual]: de manera libre y


segura. No pues mi primera vez fue cuando tenía 17 años y
estaba en Estados Unidos, pero el tema de la sexualidad
siempre ha sido como una cuestión muy eh abierta en mi
casa, es algo que se discute y todo, entonces no es que mis
papás me fueran mandando lista para tener sexo, pero
digamos yo si empecé a planificar antes de irme, ósea
tomamos las medidas y las cosas como pertinentes, entonces
pues lo que te digo siempre fue libre y segura y siempre ha
sido así, porque eso es como lo que me enseñaron ellos en
mi casa y como lo que pues te digo y hago.
- [Su primer encuentro sexual]: Entonces pues nada tenía 17
años, eh fue con un amigo no era una relación, ósea como
no éramos novios ni nada, simplemente como un amigo y
pues como estaba de intercambio uno no está buscando
como “el amor de mi vida”(...) entonces esta fue mi primera
vez ehh obvio uno como antes uno explora su propio cuerpo
entonces uno sabe.
- [¿De qué forma ha cambiado la manera de vivir tu
sexualidad?]: ha cambiado en que ahora tengo una relación
ehhh pues estable, con una persona como más de tres años,
entonces la sexualidad se vive distinto en pareja y también
se vive distinto como individualmente, entonces como que si
siento que en pareja hay, como hubo y ha habido,
muchísima más exploración como juntos y como que ahora
se como que más cosas me gustan a mi y todo, como que
siento que en eso ha cambiado y como que hemos hecho más
exploración porque tengo la facilidad de tener una pareja y
la confianza de hacerlo ¿no?, entonces pues es más fácil y
eso como que también me ha permitido hacer
autoexploración, como distintas cosas...

Cuerpo y Entrevista
subjetividad - pero pues ten en cuenta, lo que te digo, yo empecé a
planificar como desde los 16 años, 17 años tal vez, empecé a
planificar pues en teoría joven a lo que versus otras chicas
lo hacen, ehh, siempre tuve como la posibilidad de hablar
las cosas con mis papás y todo entonces por eso es que ha
sido así pues en mi caso.

Mujer joven Entrevista


- ósea pues literal lo que te digo, pues era por ejemplo: no le
encuentro un sentido a tu casarte y mucho menos por la
iglesia, hacer unos votos: “ay si te voy a amar, vivir en las
buenas y en las malas” y mis papás han estado en las
buenas y en las malas, pero hay deslices, no han cumplido
145

los votos ¿sabes?, pues como la totalidad, entonces como


¿para qué vas a hacer tremenda ceremonia? prometer cosas
que no vas a cumplir, cosas que pues no, solo para obligarte
a quedarte junto con una persona porque pues estas casado
¿sabes? Como es más fácil seguir casados que separarnos,
entonces pues yo soy como no se casen y ya y tranqui y ya
está.
- También por ejemplo los hijos, ósea parte de la razón por la
que mis papás siguen juntos es porque mi hermana y yo
estamos pues en la imagen, entonces es también como que,
la idea de tener un hijo es como bueno algo que te va a atar
también, entonces ¿para qué te vas a atar? Ósea no es como
que yo esté pensando que todas las relaciones vayan a
terminar mal y por supuesto no estoy pensando que mi
relación va a terminar mal, pero si es una realidad ¿sabes?
Como que si se que si uno no le pone las ganas, no le mete
la diez y todo pues no, no va a pasar.
- Yo llegué a ese colegio en quinto, entonces pues yo era
como la nueva y con esa gente con la que estuve en quinto,
con esa gente me gradué.
- Ehhh era un amigo de mi hermana, un compañero de
estudio de ella y eh duramos dos meses, pero terminamos
porque justo nos cuadramos como has de cuenta en octubre
y yo estaba en once, el ya había salido del colegio y eh
ambos íbamos a entrar a la universidad como el siguiente
año y entonces yo me iba a venir para Bogotá..
Relato
- [Hablando acerca de conocer a Jorge en una fiesta]:
Cuando todo el mundo llegó él y yo ya teníamos interés por
ver qué más podría pasar entre nosotros por lo que él
propuso que después de la cena fuéramos a tomar cerveza
con otros amigos.
- Cuando la noche llegó a su fin cada quien se fue para la
casa, pero Jorge de una me empezó a escribir para ver en
efecto, quien de los dos vivía más lejos y desde ahí seguimos
hablando y hablando sin parar. Al mes de conocernos y de
empezar a salir, él me pidió el cuadre y pues yo le dije que
sí, desde ese momento ya vamos tres años juntos y seguimos
contando.

Decepciones Decepciones Entrevista


amorosas - pues no he tenido una tusa que uno diga como “me voy a
morir”, eh porque mis relaciones eran usualmente cortas.
Lo que te digo como que en la relación actual es la que más
ha durado, que ha durado tres años, pero la que había
146

tenido antes la que más había durado habíamos durado


como seis meses.
- Pero si hubo un momento en como que me rompieron el
corazoncito y que lloré un poquito, fue porque justo estaba
en Estados Unidos y como te conté tuve este chico, este
novio que después me dijo que era gay, pero ese mismo año
uno de mis mejores amigos me estaba pretendiendo, era
como: oh no se que, Nata, ta ta ta, ta ta ta y yo era como: no
porque tú estás en Bogotá estudiando y yo no voy a tener
una relación a distancia. Entonces me cuadré con el otro
man, y el caso es que yo estaba allá en Estados Unidos y
una semana antes de irme me encontré con mi mejor amigo
y me dijo como: “ay es que te tengo que contar algo” y yo
como: “cuéntame”, me dijo como: “ay es que soy gay” y yo
como: okay y entonces fue como: no pero hablemoslo, bla
bla bla y literal me dijo: no pues es que tenía dudas
entonces estaba explorando, lalala, y yo fui como: oh fui un
experimento para ti, o sea como que pues normi pero o sea
como que en ese momento fue normi y yo me fui para
Estados Unidos y como a la semana de yo estar en Estados
Unidos me escribe pues el que había sido mi ex novio y me
dice como: ay yo te quería contar esto hace mucho, pero el y
mi mejor amigo se hicieron amigos, y me dijo: no pero yo
también soy gay bla bla bla y como que exploré contigo, bla
bla bla, como que se me juntaron las dos cosas, fueron muy
muy recientes y yo como: oh Dios mío ¿por qué me hacen
esto a mi? Y entonces me acuerdo, pues claro como que
lloré (...) Entonces digamos como que en ese momento eso
me dolió…
- [Hablando de su ex novio]: pues digamos en ese momento yo
si consideraba a este chico como mi primera relación entre
comillas seria, entonces yo era como: no marica justo mi
primera relación y ósea como: ¿Qué me espera el futuro?
¿si? Como entonces como que creo que eso fue parte de lo
que me afectó, como que y yo decía: y este man que duró
como un año cayéndome, porque fue un año, no es que haya
sido un mesecito, una semana, no, fue un año y yo decía
como: todo ese tiempo para que simplemente me salgan con:
ay si estaba experimentando, pues o sea no es claro no es
nice.

Aprendizajes Entrevista
- una es que el amor no existe, el amor se construye y el amor
se trabaja ¿sabes? Como que y no me mal entiendas, o sea
yo sé que el enamoramiento es real, los sentimientos son
reales y todo, pero también sé que esa sensación se acaba
147

eventualmente y uno tiene que trabajar como, uno tiene que


esforzarse para que las cosas sigan, para que las cosas
funcionen, para que la llama se mantenga prendida,
entonces uno de los aprendizajes que he tenido en efecto el
amor y las relaciones requieren trabajo y requieren tiempo y
requieren como inversión ¿sabes? Como uno no puede
entrar en una relación y quedarse como de manos cruzadas
y esperar a que todo funcione, eso no va a pasar...
- ¿qué otro aprendizaje he tenido? Es que creo que ese es
como el importante [el anterior] ¿sabes?, eso es
prácticamente lo que ha como literal lo que rige mis
relaciones y no solo mis relaciones como de amor, como de
amor romántico, sino también mis relaciones afectivas, ósea
como también se que tengo que invertirle a mis amigos
tiempo, conversación y todo porque si no, ¿sabes? Como si
no riego la plantica no da frutos...
- bueno también he aprendido, ósea lo que te digo he
aprendido que, que no quiero hijos, también por muchas
razones, no simplemente que sea como una relación, sino
que son una inversión, con mucha plata, mucho gasto,
entonces supongo que es como que también pienso que un
hijo es una inversión, no están mintiendo, los hijos son un
gasto, ehh, y pues eso, creo que eso es lo que más he
aprendido en mis experiencias.
- [Hablando acerca de los límites en una relación]: no, yo era
como: si te daba dos veces a la semana, te voy a seguir
dando dos días a la semana porque no tengo más y no
quiero dar más, entonces como de eso aprendí que ambas
partes se tienen que comprometer, como que uno si tiene que
estar dispuesto a ceder en ciertas cosas, pero lo que uno
tiene que tener claro a que no está dispuesto a ceder
¿sabes? Como cuáles son esas cosas que no son negociables
en una relación.
- [Hablando de la relación actual]: Entonces uno llega como,
estas son mis cosas no negociables, tu traes tus cosas que no
son negociables, miramos si podemos vivir con eso que no
se va a negociar nunca y si sí, entonces miramos que sí
podemos negociar y entonces uno ya se compromete con
ciertas cosas y pues uno construye, eso también lo aprendí,
como a identificar qué estoy dispuesta a negociar y que no
estoy dispuesta a negociar.

Influencia Entrevista
familiar en - [Concepción del amor hegemónico]: entonces pues también
los discursos ha sido eso ha cambiado y también la idea como de pues yo
amorosos
148

no crecí con estos discursos en mi cabeza pues en mi


familia…
- El discurso en mi casa era como pues mi papá es como es de
los que me dice como: no tenga un novio, tenga cinco y
todos al mismo tiempo, eh si usted quiere tirar pues tire pero
pues hágalo como con las precauciones ¿sabes? Como que
nunca fue y lo que te digo en mi casa nunca ha sido un tema
tabú como la cuestión, pero entonces si bien tenía estos
discursos como: oh no, vas a ir al infierno, pues en mi casa
era como no ósea no vaya a ser pendeja de como que el
primero que se lo dé pues ya es el amor de su vida, era como
no o sea, ¿sabes? Como aterrizadita mija.
- y lo que te digo mis papás siempre han sido como, ósea
literal como: no se case con su primer novio. Mi papá por
ejemplo hoy en día me molesta con mi relación actual, es
como: usted ya lleva mucho tiempo con su novio, ya es como
un hermano…
- por ejemplo mi hermana era muy muy, mi hermana es super
enamoradiza, se enamora como del primero, siempre era
como: si ve mire, no crea, no coma cuento, no no se que (...)
entonces siempre estaban ahí como para aterrizarnos y
también tener súper presente a mi hermana, que pues igual
es mayor, o sea como que ahorita no se nota la diferencia
pero pues hay una época de la vida en donde sí se notan
esas diferencias, entonces como que veía sus experiencias
también…
- [Influencia de la familia en encuentros erótico-afectivos]:
pues muchísimo, pesa muchísimo porque eh pues ósea mal
que bien, ósea se, ósea, suena rata pero yo sé que el amor
de mis papás se acabó hace mucho, entonces también
siempre he sabido como que si uno no le pone las ganas a la
vaina, pues no funciona, entonces eh obviamente influye
muchísimo, por ejemplo, ha influido muchísimo en que yo no
me quiera casar, ha influido muchísimo en que yo no quiera
tener hijos, entonces por supuesto que la relación de mis
papás es como un referente.

Racionalizaci Entrevista
ón del - [Hablando de su primer encuentro sexual]: igual uno
sentimiento todavía tiene esta idea de “ah mi virginidad” ¿sabes?
amoroso Como: me quitó la virginidad y mucha gente es como: no,
super especial, que todavía recuerdo que fue mi primer
novio, mi primera relación, le ponen mucho peso emocional
al primer encuentro, en cambio en mi caso fue como: no
pues marica un man que me gustaba, me atraía, un man
como al que yo le gustaba y le atraía y ehh, pues
149

compartimos un momento y ya está, ¿sabes? Como que no


es una cuestión de: oh lo recuerdo porque es muy especial;
o sea si fue especial, pero no es una cuestión que, ¿sabes?
Es muy normi, es muy una relación más.

Relación Entrevista
actual - [¿qué ha significado tu relación actual?]: una relación eh de
mucho crecimiento para mi y mucho aprendizaje, como que
ehh digamos bueno como no sé si a ti te lo conté pero si no
da igual. Yo conocí a Jorge cuando empecé psicología y él
ya la había terminado ¿no? Entonces ehh, digamos como
que Jorge ha estado conmigo todo el proceso de descubrir
cosas normales que pasan en psicología….
- [Hablando de sus primeros semestres en la universidad]:
Jorge siempre estuvo ahí como: no, mira chill eso no es tan
así. Me acuerdo que un semestre yo era como: tengo que ir
a un psicólogo ya y [él] era como: pero ¿por qué? Y yo
como: no jueputa es que mis vínculos, no o sea tengo
vínculos inseguros, ósea, ósea mal, el como: mira eso no es
así, ta ta ta ta y me dijo: pero si tu quieres ir a un psicólogo
en la universidad, tienes, puedes ir ¿sabes? Como que
siempre estuvo super dispuesto a eh como guiarme,
aconsejarme en el paso.
- entonces como que eso es una cosa que ha sido en mi
relación, como que siempre hemos estado ahí apoyándonos
y también en el sentido contrario, yo también lo apoyo a el.
Cuando yo inicié pues él ahí estaba terminando su trabajo y
literalmente como empezamos a salir y creo que llevábamos
como, es que creo que literalmente en la primera cita que
tuvimos, el ese día consiguió trabajo, entonces yo estaba con
él y literalmente desde ese primer trabajo y lo he visto
crecer como en su carrera profesional y he estado ahí como
en cada paso de su carrera también apoyándolo, como
cuando él siente que no puede con algo es como: no mira si
puedes, ta ta ta, como que hemos estado ahí y literal hemos
sido como compañeros en ese crecimiento, ósea hemos
crecido juntos cada uno en sus cosas pero siempre como
acompañándonos.
- ósea siento yo que es una relación muy respetuosa y muy
calmada, nosotros no peleamos como de gritos y cosas así,
no, ósea, ósea en verdad es que no puedo decirte que nos
hayamos levantado la voz en algún momento, porque medio
alguno de los dos la empieza a levantar y es como: me estás
alzando la voz, por favor bájala ¿sabes? Como no vamos a
hablar en esos términos, entonces no nos gritamos ni nada
sino que como discutimos y así las cosas habladitas, además
150

aparte eso también eso es otra cosa, como que hablamos las
cosas oportunamente.
- Entonces por ejemplo entendemos que cada uno necesite su
espacio, entonces literalmente hay veces que es como: hay
noche de chicos, si es como noche-chicos y a veces yo soy
como: hay pijamada con mi mejor amiga y ya o sea es un
plan como el no tiene que venir a todos mis planes y yo no
tengo que estar en todos sus planes, porque cada uno tiene,
o sea tenemos espacios juntos con amigos, los dos solos y
separados como con amigos, entonces eso también es súper
chévere, como tener, ósea como que igual a pesar de que
estamos en la relación tenemos nuestras vidas aparte…
- [Hablando acerca de maneras de llevar la relación]: formas
de liberar la tensión sanamente, entonces por ejemplo
íbamos a jugar Paint ball, pero obviamente nos hacíamos en
equipos contrarios, entonces era como: pues oye si te
disparo en el juego, o sea, no es mi culpa o por ejemplo
íbamos a como a hacer scape rooms y el era como: listo,
pero tu en el equipo contrario, entonces era como formas
también ¿sabes? Como entre comillas sanas de liberar
tensiones y nosotros molestábamos...
- El resto, eh, si lo negocio, ósea lo acordamos ¿sabes? Como
hago acuerdos con la persona, entonces por ejemplo
digamos en mi relación actual hicimos el acuerdo de como
de fidelidad ¿sabes? Como de exclusividad en todo sentido,
entonces obviamente yo no puedo tener otros compañeros
sexuales, ni romances, ni nada pero obviamente mi pareja
tampoco puede tenerlos, porque eso se acordó.
Relato
- Mi relación más significativa es mi relación actual
- Él es mi relación significativa porque hemos vivido muchas
cosas en estos tres años, empezando porque es mi primera
relación tan larga. También, con él experimenté quedarme
en la casa de un chico a dormir todo un fin de semana,
llevarlo a planes familiares, invitarlo al cumpleaños de
familiares y que él me invitara a mí. En fin, juntos hemos
vivido muchas cosas importantes que hacen que la relación
tenga más relevancia y significado en mi vida.

4. Consentimientos Informados

a. AA, 21 años
151

b. ER, 22 años
152

c. LE, 22 años
153

d. MR, 21 años
154

e. MS, 21 años
155

f. NT, 23 años
156

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