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Que amar sea libertad, apertura y tranquilidad. Por ustedes, por nosotras, y por todas.
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Tabla de contenido
1. Introducción 3
1.1 Pregunta de Investigación 4
1.2 Objetivo General 4
1.3 Objetivos Específicos 4
1.4 Justificación 4
2. Marco teórico 9
2.1 Discursos históricos sobre el amor 11
2.2 “El cuerpo: materialización de la subjetividad romántica” 18
2.3 Mujer, feminidad y género 20
2.4 Mujeres jóvenes 27
3. Metodología 3
4. Hallazgos 4
4.1 Discursos amorosos 44
4.2 Mujer, feminidad, género 49
4.3 Cuerpo y subjetividad 55
4.4 Mujer jóven 57
4.5 Decepciones amorosas 59
4.6 Influencia familiar en los discursos 62
4.7 Racionalización de la vivencia amorosa 64
4.8 Relaciones actuales 66
5. Análisis y discusión 68
6. Conclusiones 73
7. Referencias 76
8. Anexos 78
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1. Introducción
¿Quién enseña a amar? ¿De qué maneras se ama a los/as otras? ¿Qué efectos tienen
estas maneras de amar en la propia vida y en la de las/os demás? A pesar de que el amor
amor y sus implicaciones en la vida de las mujeres jóvenes universitarias. Así, se encuentran
diferentes elementos que constituyen la vivencia del amor dentro de las personas
patriarcado.
Bajo esta confluencia de factores a analizar, se pudo entender cómo las experiencias
amorosas de estas mujeres se encuentran, aún, marcadas por discursos hegemónicos que
No obstante, si bien se han vivido violencias e injusticias hacia estas mujeres, también
se hace evidente en ellas un deseo por vivir el amor desde el cuidado, dándose el lugar que se
merecen en una relación. Dentro de su condición de jóvenes, estas mujeres tienen en común
un discurso sobre el amor distante de aquél que les fue enseñado pero que, sin embargo,
conserva particularidades acordes con las historias de vida de cada una, siendo entonces que
razones por las cuales se cree importante abordar esta problemática, se encuentran a
continuación:
¿De qué manera los discursos amorosos configuran la subjetividad y las formas de
Identificar las implicaciones que los discursos amorosos tienen en la subjetividad y formas de
● Reconocer los efectos que estos discursos tienen sobre el mundo emocional y las
1.4 Justificación
El amor y los discursos referidos a este, son un tema que socialmente se comparte y
genera una serie de expectativas, sobre la forma en la que se debería llevar a cabo y la manera
en la que tanto hombres como mujeres asumen un rol específico, se relacionan románticamente
y conforman una sociedad. En ese sentido, el amor resulta ser una experiencia común en las
personas y sociedades, al punto que se torna complicado pensar en un mundo sin él y los
discursos e imaginarios que sobre él se generan; así, cada una de las culturas humanas promueve
construyendo en los seres humanos una necesidad de vinculación amorosa, que resulta siendo
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más impuesta que innata; si bien es cierto que necesitamos conexión y cercanía por nuestras
características de seres sociales, los discursos de Occidente han constituido la pareja como una
necesidad, permitiendo así una serie de prácticas posiblemente perjudiciales a largo plazo, para
Es así como los discursos que nos enmarcan han estado fuertemente influenciados por
discursos amorosos resultan marcados, entonces, por imaginarios patriarcales acerca de las
personas y sus maneras de relacionarse. Para iniciar, el amor se entiende como exclusivamente
marcada, donde otras formas de amor son ignoradas o, incluso, mal vistas dentro de la sociedad
Occidental. Es así como el amor debe estar constituido por un hombre y una mujer, desde una
estereotipos de género que los hombres y las mujeres deben cumplir. De este modo, se entiende
que en el amor la mujer debe tener un rol pasivo y sumiso ante el hombre, quien a su vez tiene
establecer una relación monógama y fiel como el ideal de relacionamiento, pues ésta resulta la
mejor descripción del sometimiento femenino a los intereses patriarcales. El resultado de una
relación de este estilo resulta ser un vínculo matrimonial y el establecimiento de una familia,
instituciones que, como tales, juegan un papel importante en el mantenimiento del sistema
capitalista y patriarcal que caracteriza a la sociedad Occidental. Todo esto resulta posible,
además, porque es común un imaginario del amor como algo mágico, etéreo y casi divino, que
los occidentales han entendido el amor, pues ésta ya no resulta en concepciones tradicionales,
común encontrar discursos que igualan el amor al consumo, implicando que entre más parejas
eróticoafectivas haya, mejor aún. Es un discurso fuertemente marcado por el capitalismo, que
va cobrando cada vez más fuerza y que, a pesar de su aparente carácter liberador (pues si no
existe compromiso, no hay nada que nos ate), resulta igual de subyugante que los discursos
Lo anterior implica que, a pesar de las variaciones que ha tenido la forma de entender
el amor en estas latitudes, éstas han contribuido a que las personas vayan construyendo una
subjetividad que les permita ajustarse a las demandas socialmente instauradas sobre el amor:
sus maneras de ser y estar en el mundo serán encaminadas a cumplir con los requisitos que de
Siguiendo lo dicho, ha sido posible observar y resaltar que a las mujeres se les han
impuesto más cargas simbólicas acerca de este tema y el relacionamiento romántico, en cuanto
a estereotipos, obligaciones y necesidades. Con respecto a esto, las cargas simbólicas impuestas
de la familia, llevar a cabo las labores domésticas y atender las necesidades del esposo.
posible que lleguen a asumir un rol de pasividad y complacencia, donde lo que prima son los
personas y mujeres, a partir de lo que pueden hacer por otros, y su autovalía va a depender de
que sus actos de “amor” y “servicio” sean agradecidos y reconocidos por sus parejas. Es así
Ahora bien, la población con la que se decidió trabajar son las mujeres jóvenes
estas, generando tanto una satisfacción como una insatisfacción en el momento de establecer
un relacionamiento de pareja, de acuerdo a las vivencias que han tenido en edades tempranas,
modelos de crianza, apego, nociones de sí mismas y la subjetividad que se nutre de todos estos
factores. Resulta pertinente, pues, definir qué se entiende por mujeres jóvenes, pues si bien es
cierto que resulta útil delimitar la juventud de acuerdo con la edad, lo que se ha descubierto
desde los estudios culturales es que el concepto de “juventud” parece ser una construcción
sociocultural, más que una definición biológica o etárea. En ese sentido, se entiende que los
criterios que definen a una mujer joven varían de acuerdo con los imaginarios colectivos que
Así pues, entre los factores que se tendrán en cuenta para la presente investigación
acerca de cómo es una mujer joven, encontramos los siguientes: por un lado, que estas mujeres
sean aún dependientes de sus padres; puede ser que vivan con ellos, o que éstos sigan siendo su
principal sustento económico. En ese sentido, una mujer joven también se caracteriza por no
llevar mucho tiempo en el mundo laboral, o incluso, el no haber iniciado en él del todo. Por
otro lado, se puede entender la juventud como un momento en que las aspiraciones particulares
se encuentran íntimamente ligadas al presente; es así como los planes que se hagan, estarán
más lejano. En relación con esto, la presente investigación también considera que la juventud
actual se caracteriza por llevar a cabo sus propias prácticas, dejando de lado las imposiciones
que las generaciones anteriores puedan hacer sobre sus vidas; así pues, las/os jóvenes de hoy
en día deciden contraer matrimonio, empezar una familia, salir de la casa de sus padres, en
momentos diferentes de su vida a como sus padres o sus abuelos lo decidieron. Es decir, las
normativas sociales conservadoras (aún bastante presentes en Colombia) acerca de cómo debe
llevar su proyecto vital una persona joven, se ven modificadas por estas/os jóvenes cuyas
Son todos estos, pues, factores socioculturales que caracterizan a la juventud de hoy en
día; más aún, que definen a las mujeres jóvenes actuales. Es por esta razón que se tendrán en
Finalmente, como investigadoras consideramos relevante este grupo, debido a que esta
etapa descrita es donde se comienzan a configurar las relaciones amorosas significativas, que
permearán posibles relacionamientos futuros y la forma en la que estos se construyen. Por otra
parte, estas experiencias han generado en nosotras como sujetos, una cercanía, vivencias y la
conformación de una historia individual, en tanto somos mujeres y también pertenecemos a esta
generación descrita; así mismo, son experiencias que están presentes constantemente en el
investigación, los cuales vale la pena abordar de manera conceptual, dado su protagonismo al
momento de investigar sobre las vivencias reales de las mujeres jóvenes en relación a los
Es debido a esto que en los próximos apartados se discutieron, por una parte, aquello
Occidente, ha definido el amor, se hará una revisión de diferentes autores que han dedicado al
menos una parte de sus estudios, pensamientos y reflexiones a la experiencia amorosa, a fin de
tener una mayor claridad sobre lo que en nuestra sociedad actual entendemos como amor o, al
menos, a fin de entender cuáles discursos y pensamientos han influido en la manera como hoy
puesto que el objeto de estudio principal de la presente investigación son las mujeres y,
específicamente, la manera como éstas se enfrentan al amor, acogen y reproducen los discursos,
relacionados con lo que implica ser mujer joven, puesto que la categoría de juventud y las
experiencias que de ésta se derivan, tiene implicaciones diferentes según el género al que cada
quién se circunscribe.
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2.1 Discursos históricos sobre el amor
A lo largo de los años ha sido posible realizar un rastreo de las diferentes formas de
abordaban acerca de este, se comienzan a conocer desde “la urdimbre inmensamente compleja
de significados que empapan, orientan y dirigen toda la vida en la sociedad considerada y a los
individuos concretos que corporalmente la constituyen” (Rodríguez, 2006, p. 68), es decir, una
serie de ideas comunes que dirigen y permean la forma en la que las personas se desenvuelven
encuentra en sociedades antiguas como Roma, Grecia y Egipto, las cuales han aportado a la
expectativas, reglas y parámetros de socialización, que se ven permeados por la cultura, la época
y las formas implícitas y explícitas de configurar relaciones erótico-afectivas entre los seres
humanos.
emocional, erótico, más allá de la amistad y los sentimientos filiales, entre sujetos, los cuales
se reunen y se les llaman “discursos amorosos”; estos son entendidos como un conjunto de
épocas. La necesidad social de amar y ser amado siempre ha estado presente en los seres
humanos y depende de las reglas que la sociedad impone, para lograr desplegar el afecto y
deseo hacia otro. Adicionalmente, dentro de estos discursos se establecen bases fundamentales
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para la comprensión de los mismos, es decir, características puntuales que establecen la
proponga una forma particular de formar una unión de pareja, es decir, que cada sujeto que la
conforme tenga un sexo diferente, lo cual se une directamente a las formas de establecer
cultural de lo masculino y femenino; y una dimensión estética que incluye las formas en las que
lo amoroso se realiza: lenguaje, arreglo personal, manejo del cuerpo, de la voz, tono de las
De esta forma, a lo largo de la historia han ido surgiendo diversos discursos amorosos
de acuerdo a las diferentes épocas, los cuales han ido cambiando y transformándose al mismo
ritmo que la sociedad, pero manteniendo parcialmente aspectos tradicionales. Desde la época
del sentimiento amoroso y lo que este conlleva, por medio de teorizaciones de diversos autores:
Uno de los primeros pensadores que abordó el tema del amor en la Grecia Clásica fue
Platón, para quien el cuerpo o el alma eran los conceptos que primaban fundamentalmente
posteriormente serían llamado “amor romántico”. Así, el amor va más allá de los placeres
carnales y las tentaciones terrenales, se ubica en la espera, el control del cuerpo, la contención
De esta forma, el discurso que Platón “define el amor como el deseo de la posesión
(Rodríguez, 2006, p. 71). Es así como el sexo y la sexualidad no priman en estos ideales, ya
discursos amorosos, en donde para formar una pareja los sujetos deben tener sexos diferentes,
donde la procreación es lo que se debe alcanzar, mediada por una institución sumamente
Por otra parte, el realismo de Ovidio reconocía el amor de una forma completamente
diferente a como lo expresa Platón, ya que lo tilda como terrenal en tanto se tornaba hacia la
sexualidad, generado por un instinto natural en el ser humano. Así mismo, el concepto de
cuerpo es la herramienta por medio de la cual se llega a la plenitud humana (consumación del
De esta forma, este autor plantea que “el amor es el que se da entre hombre y mujer,
incorporando a esta última a la escena por primera vez” (Rodríguez, 2006, p. 72). Ovidio se
caracterizó por materializar su pensamiento en obras literarias que ilustraban tanto a hombres
como a mujeres, acerca de la forma en la que debían saber y aprender a amar, en donde debían
sabiduría e inteligencia, a lo cual se accede con el paso de los años, no precisamente durante la
juventud.
específicamente la cristiana, la cual giraba en torno a cuatro ideas fundamentales que agrupaban
el amor ideal: “eros (búsqueda del bien supremo), filia (fraternidad entre los hombres), nomos
(amor como rectitud) y ágape (amor como creador de la bondad en el mundo)” (p. 74). Así,
Dios era contemplado como el máximo alcance y manifestación del amor, dejando de lado el
amor entre las personas terrenales. Además, se resalta una lucha constante en contra de los
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impulsos carnales y los placeres, los cuales pasan a un plano secundario, negado y pecaminoso,
de un amor digno, alto y elegante, al cual comienzan a hacer referencia diversos artistas de la
época (ej, poetas, trovadores, etc.), el cual consistió en una fusión entre el amor hacia una
persona y el amor hacia la religión, dignificando la unión sin incluir el matrimonio para esto,
De esta forma, se establecieron unos pasos a seguir para que tanto hombre como mujer
se cortejen y unan: 1. la mujer le coquetea al hombre para darle esperanzas de una oportunidad
amorosa con ella, 2. Esta le concedía un beso, 3. Después, con el paso del tiempo se le era
concedido un abrazo y 4. Finalmente, la entrega total como persona (plano sexual), ya que “el
objetivo del amor es la plenitud sexual dentro del plano ético” (Rodríguez, 2006, p. 77). Del
mismo modo, el amor trasladado a la sexualidad ejercida entre hombre y mujer, se reconoce
como el acto más espléndido y pleno al que puede llegar una pareja.
Así, surgieron dos concepciones fundamentales que continúan siendo válidas hoy en
día, acerca de la percepción del amor: “el amor nos lleva a la gloria y también al infierno. Es
fuente de todo placer y todo sufrimiento. Nos atrae irresistiblemente, nos da placer, y luego nos
castiga” (Rodríguez, 2006, p.79), es decir, el sentimiento amoroso es algo hermoso que puede
Luego, el amor romántico apareció para embellecer la idea de unión y llevarlo al plano
humano y terrenal, haciendo un mayor énfasis en el enamoramiento infinito, ya que cuando dos
personas se conocían y se daban cuenta de que eran el uno para el otro, nada los separaría hasta
proclamarse en matrimonio (unión definitiva), el cual se llevaba a cabo por fines económicos,
sociales y que con el amor romántico, se vincula al amor. A este respecto, cabe resaltar lo
también mencionado por Thomas (1994), quien plantea un entendimiento del amor basado en
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la fusión. Para la autora, el amor se vive de manera simbiótica, donde los enamorados
unicidad. El amor los vuelve uno mismo, dejan de ser seres individuales para convertirse en
una sola persona. Esto implica, pues, que la vida entera de los enamorados se centra en su
relación. Los demás aspectos vitales, entiéndase la familia, los/as amigas, el trabajo, pasa a un
segundo plano o, como mínimo, se tienen que compartir con la pareja. La vida, en consecuencia,
es su pareja.
abandono físico ni del sentimiento, una vez que se formalizaba la unión entre dos personas, así
continuaron por el resto de sus vidas, hasta que la muerte los separe y sin importar dificultades
que se presenten a lo largo del camino. Se refuerza nuevamente el sistema moral social, en
donde el amor es una virtud y se alcanza con esfuerzo, reproducción, rectitud y compromiso
eterno. Lo anterior cobra sentido, cuando se entiende que en el amor romántico, el amor se ve
como una fusión de seres, que pasan a ser iguales. Si la vida misma es la pareja y la relación
que con ella se tiene, la separación resulta imposible, impensable; una ruptura implicaría un
Finalmente, Freud fue quien se encargó de postular una noción de desarrollo psicosexual
en la persona, la cual consistía en varias etapas (oral, anal, fálica, de latencia y genital), en
donde en esta última se lograba salir del narcisismo y el sujeto era capaz de elegir como objeto
amoroso una persona del sexo opuesto; de esta forma se configuraban las expectativas erótico-
afectivas en pareja, sus características, idealizaciones y fundamentos. Para él, el dicho amor
constaba de dos corrientes esenciales: la sensual por medio de la cual se generaba el deseo y la
de amar y ser amados que las personas demostrarán en el futuro, es decir, estos los preparan
para las experiencias erótico-afectivas que llegarán a sus vidas. Un apartado crucial en la obra
“el sentido de sí mismo de los adultos como susceptibles de ser amados, tanto
Por otro lado encontramos lo que postulaba el autor Chul Han (2014) en su obra titulada
Agonía del Eros, argumentando que el amor está en crisis debido a que en la actualidad las
relaciones tienden a durar cada vez menos, a ser pasajeras y carentes de significado, como
consecuencia de una sociedad que cada vez es más narcisista. En un afán de protegerse de los
posibles daños que conlleva el acto de enamorarse, en términos psicoanalíticos, Chul Han
argumenta que la libido es invertida en la propia subjetividad y por ende el sujeto narcisista no
mismo, por lo cual las necesidades o deseos que importan son las propias. Siendo así, el amor
se convierte en un campo dirigido por la razón de manera que se puedan satisfacer todas las
expectativas personales a la vez que se calcula cuánto se puede llegar a invertir en una relación
En el Eros, esto no sucede así. Ahí se abre la posibilidad de encontrarse con el otro, de
experimentar con el otro, partiendo desde su alteridad. El Eros no presenta una lógica del
rendimiento, no busca poseer al otro, ni se le subordina ante los deseos concentrados en el ego.
Chul Han realiza aquí una fuerte crítica al capitalismo y a esta lógica del rendimiento que se ha
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instaurado en la sociedad, como consecuencia de la sustitución del poder por el deber. Podemos
ver que hoy en día se incentiva al ser humano a tomar acción y responsabilidad de su propia
vida como gobernante de sí mismo, pero esto es una falacia de libertad; el colocar toda la
responsabilidad sobre sus propios hombros, la culpa del fracaso es solo suya, y como esto no
puede permitirse, el sujeto se explota a sí mismo para poder cumplir sus objetivos. “La
Teniendo esto en cuenta y retomando el asunto del amor, el Eros y el Narcisismo, Chul-
desde el rendimiento. Es así como las personas y las relaciones se convierten en un capital que
hay que aumentar. La relación erótica y afectiva comienza a ser descrita en términos de
posesión, una relación de poder donde se subordina al otro para ejercer sobre él la propia
voluntad sin tener en cuenta las diferencias que nos delimitan y sin buscar que el otro también
se encuentre satisfecho. “No es posible amar al otro despojado de su alteridad, solo se puede
consumir. En ese sentido, el otro ya no es una persona, pues ha sido fragmentado en objetos
sexuales parciales” (Chul-Han, 2014). El cuerpo se convierte en una mercancía que hay que
tener y que debe continuar produciendo deseo, o de lo contrario pierde su valor porque ya no
cumple el rol de satisfacer las necesidades narcisistas. En este sentido, como las relaciones se
establecen en medio de la condición del disfrute y la experiencia positiva, no hay lugar para los
conflictos y las heridas. Si se presenta el conflicto o el sufrimiento, hay que alejarse y pasar a
la siguiente relación. Se establece así la búsqueda de una relación inmediata con el otro donde
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no se pueda presentar la posibilidad de sentir dolor, libre de toda negatividad, bajo la lógica del
tan pronunciado discurso “el que se enamora, pierde” que a veces solemos escuchar
especialmente entre los jóvenes. Enamorarse implica la renuncia parcial de sí mismo para
permitirse el encuentro con el otro, con su alteridad, como bien se mencionó anteriormente, y
esa renuncia produce angustia porque es entendida como debilidad, como la muerte o el
Una vez explorados los discursos amorosos que han primado en Occidente, a partir de
los postulados expuestos por algunos pensadores influyentes en nuestra parte del mundo, resultó
importante aterrizar aquello que se ha expuesto, a la vida humana. Es decir, dado que estos
acerca del amor, asimismo han influido en las maneras como los seres humanos viven estos
humanos, quienes encarnan aquello que, desde lo cognitivo, se ha entendido como “amor” en
Occidente.
Así pues, el cuerpo se emplea como elemento de expresión de las personas, en el cual
surgen categorías implícitas que van ligadas entre sí, como lo son la subjetividad e identidad,
Desde un primer acercamiento hacia la noción de cuerpo, fue posible comprender que
este materializa la existencia del ser humano y su relacionamiento con el mundo externo; las
misma desde y a través de su cuerpo, tomándolo a su vez como propio, único e invaluable. No
Cuerpo, sexualidad
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forma en la que se configuran las vivencias corporales, su fisonomía y los códigos implícitos y
explícitos a los que el sujeto se inscribe. De esta forma, categorías como masculino y feminino
se articulan de diferentes maneras y con diversas características, las cuales se subordinan a los
estereotipos, expresiones de género y roles que la sociedad le designa tanto a hombres como a
mujeres. Esto también es aplicado a los diferentes grupos etarios existentes, sean niños,
adolescentes, jóvenes, adultos o adultos mayores, cada uno de ellos se construye desde un
jóvenes, las personas están expuestas a lo que se podría comprender cómo ilimitadas
como la configuración de los seres humanos tanto individuales como colectivos, generando
corporal (moldeamiento del cuerpo), que hacen que la persona se denomine y represente como
de identidad, concibiendo a ésta última como la expresión auténtica de una persona y como una
postura clara y establecida acerca del reconocimiento propio, generando una diferenciación
marcada por la pluralidad, pero siendo aún influenciada por factores sociales, económicos,
y la relación que las personas tienen con este, en dominios de la vida como la sexualidad, sea
amorosas también se han caracterizado por marcar el cuerpo literal y metafóricamente, ya que
Ahora bien, dado que el cuerpo, la subjetividad y la identidad se han entendido como
construcciones individuales que, no obstante, se ven influidos por los patrones sociales y
culturales que enmarcan a la persona, resulta importante tener una mirada específica a aquellas
maneras en que las mujeres se construyen a sí mismas. Esto, debido a que sus construcciones
vínculo con la manera como apropiarán los discursos amorosos que imperan en su sociedad y,
Es así como las ciencias naturales trataron de explicar las diferencias entre mujeres y
producía en base al sexo. Posteriormente se dio paso al debate que aportó una consideración
distinta sobre la configuración del género, exponiendo que este realmente es una construcción
y las ciencias naturales han contribuido a que se legitimen los roles socialmente asignados a
físicas y anatómicas. Esta configuración del género funciona como un ejercicio de poder en el
cual se relega a la mujer al espacio privado, asignándole la función del cuidado doméstico,
establece normas de cómo debe ser una mujer, dictaminando como debe vestirse, como debe
ser su cuerpo, como debe comportarse, como debe actuar y cómo relacionarse con el mundo,
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entre otras cosas. Bajo este discurso, sólo existe una forma de ser mujer que va estrictamente
Joan Scott (1986) expuso cómo mediante el concepto de género es posible establecer
cuáles son algunos de los elementos más determinantes de la identidad sexual, siendo estos los
los conceptos normativos que rigen a las personas en diferentes contextos y áreas, realizando
entre otras; y finalmente, la identidad subjetiva que se construye en relación con la historia, la
cultura y las tradiciones sociales especificas que han mediado la experiencia de cada ser humano
(Scott, 1986). Con esto, se busca reflexionar sobre cómo estos elementos han naturalizado
importante tener en cuenta que una de las características del orden patriarcal radica en que este
no es propio o exclusivo a un tipo de cultura o época, sino que está instaurado mundialmente,
aunque sí es cierto que se presenta de diferentes maneras en base al contexto histórico, cultural
y social de las comunidades (Prada, 2010). Encontramos dos estrategias que se han utilizado
dentro del patriarcado para continuar subordinando a las mujeres. Por un lado, está el
patriarcado de coerción, el cual se refiere al uso de la ley y la presión social para la represión
incitación, donde el sujeto buscará cumplir mandatos y expectativas creyendo que le son
propias. Algunos ejemplos de esta última estrategia del patriarcado podrían ser la renuncia al
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trabajo para dedicarse al cuidado del hogar o el control del propio deseo sexual, estigmatizando
Vale la pena detenerse, entonces, en los temas concernientes a la sexualidad, puesto que
no solo resulta un mecanismo claro de control sobre las mujeres, sino que también hace parte
importante de la vida del ser humano, dada su naturaleza sexual. Cuando hablamos de
sexualidad, no solo nos referimos a la capacidad del cuerpo para expresar excitación o placer
sexual, sino que el concepto también incluye aquellos discursos y significados –tanto personales
como colectivos– que construyen la identidad de género y la identidad sexual. En este sentido,
y Claudia Vergara (2006), exponen como la sexualidad también está mediada por las
estas autoras también mencionan que dichos significados, así como las prácticas sexuales y la
interpretación del deseo, “se construyen por la interacción de cuatro elementos: los discursos
subjetiva del cuerpo.” (Benavente y Vergara, 2006). Como bien mencionamos anteriormente
ocurre desde las etapas más tempranas del desarrollo cuando las características culturalmente
a la diferencia entre sexos. Esta problemática no solo afecta el desarrollo personal, cultural,
social, educativo o profesional de las mujeres, sino que también repercute fuertemente en cómo
sobre ellas se produce justamente por medio del control de su sexualidad. La sexualidad
masculina se impone sobre las mujeres como aquella que realmente ocupa un lugar primordial,
negando la posibilidad de que las mujeres puedan experimentar y sentir placer con la misma
facilidad, sino que más bien se vive desde la vergüenza y la culpa. Es muy poca la información
sobre educación sexual que las mujeres reciben a edades tempranas o en la preadolescencia –
de empezar la vida sexual antes de llegar al matrimonio y/o por fuera de una relación formal,
las mujeres, quienes se perciben como sujetos más valiosos tanto para los hombres como para
la sociedad por el hecho de no haber iniciado aún su vida sexual. La virginidad es un elemento
de valor agregado que despierta un interés particular en los hombres debido a la posibilidad de
ser la persona con quien la mujer experimente su primer acto sexual, entendido como un
Se establece la idea de que es la mujer quien debe controlar su deseo sexual y marcar
los límites porque, supuestamente, esto no hace parte de la naturaleza masculina y por ende
ellos viven de manera distinta su sexualidad. No obstante, si bien se argumenta que es la mujer
quien debe mantener el control de su sexualidad, esto no aplica para la búsqueda de su propio
mismo rol pasivo que hemos evidenciado en otros aspectos. Con todo lo anterior, Benavente y
Vergara (2006) buscan exponer cómo el cuerpo de las mujeres se convierte en un cuerpo que
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no les pertenece y que siempre se encuentra ligado al otro, al cuidado y la satisfacción del otro,
Así pues, lo que somos las mujeres hoy en día, nuestras maneras de ser, estar, creer,
pensar, actuar, se encuentran marcadas por construcciones sociohistóricas y culturales que nos
delimitan; lo mencionaba De Beauvoir (2014) al plantear que no se nace mujer, sino que se
hace. Esto quiere decir que lo que nos constituye como mujeres, es resultado del contexto que
nos enmarca, caracterizado por imaginarios culturales, símbolos, prácticas, que determinan las
maneras de ser, estar y actuar en el mundo; como tales, estas construcciones sociohistóricas
están íntimamente ligadas con el orden sociosexual patriarcal en el que estamos inmersas. Lo
anterior implica que la manera como se ha constituido el ser mujer, está basada en elementos
es quien subyuga.
La manera como se expresa esta realidad en nuestras vivencias cotidianas es, por un
lado, que nuestra existencia como mujeres está definida por lo que los hombres creen de
nosotras; son ellos los que determinan quiénes somos, qué hacemos y cómo (Lagarde, 2005)
mientras que nuestro papel radica, sencillamente, en adscribirnos a estas imposiciones que nos
hacen por el simple hecho de ser mujeres. En ese sentido, es fácil que empecemos a divinizar a
aquellos a quienes les debemos, literalmente, nuestra existencia. El otro que nos construye
respetar y al que debemos dedicar nuestra vida. De esta manera, a través de otros, es que vamos
definiendo nuestra subjetividad, los universos simbólicos que nos convocan, los imaginarios
colectivos que creamos como mujeres. En consecuencia, como menciona Lagarde, se puede
plantear que las mujeres nos encontramos en una condición de cautiverio, pues estamos
voluntariamente. Nos sometemos ante este cautiverio puesto que dependemos de los hombres
que nos dominan; en una sociedad dividida por roles de género (donde, además, el género es
entendido como algo connatural e inamovible), empezamos a creer que solo somos buenas para
asumir un rol pasivo, mientras que quienes nos subyugan son verdaderos sujetos activos dueños
de su destino y con el poder, por lo tanto, de decidir sobre las/os otras/os. En relación con esto,
libertad, radica en los discursos usados para referirse a nuestra esencia natural: al ser mujeres,
somos parte de la naturaleza, pues somos creadoras y dadoras de vida, y como tal, nuestras
acciones son naturales, nos vienen dadas, por lo que son incuestionables. Estos discursos acerca
de nuestro carácter natural, nuestra vinculación con la naturaleza, es también mencionado por
De Beauvoir (2014) cuando se refiere a que son justamente estas lógicas de pensamiento, las
que legitiman las explotaciones que se hacen hacia nosotras, pues así como la naturaleza está
para ser usada según las necesidades del ser humano, así también lo están las mujeres.
también presentes a través de los discursos amorosos imperantes. En ese sentido, si lo que se
dice de las mujeres es que somos atentas, serviciales, entregadas, etc (en esencia, que somos
para otros), entonces empezamos a entender que debemos amar para que nos amen. Y nuestra
manera típica de amar resulta siendo servir. Nos es dado servir, primero, porque según se ha
mencionado, los otros son quienes determinan nuestra existencia, razón por la cual debemos
vivir para ellos; segundo, porque así es como entendemos que nos van a amar. Esto es posible
puesto que nuestras interacciones están marcadas por la idealización de los otros, dado que son
ellos quienes nos definen. En pocas palabras, la manera como entendemos el amor, a raíz de
partir del ser-para-otros. Nuestros intereses románticos, lo que puede resultar beneficioso para
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nosotras como mujeres y/o seres humanos, pasan a un segundo plano, pues empezamos a creer
que la única forma en que seremos merecedoras de amor, cariño y comprensión, es cuando
Lo anterior es posible si se entiende que las mujeres han sido entendidas, y se entienden
a sí mismas, desde la carencia. Thomas (1994) argumenta, desde una postura psicoanalítica,
que al carecer de falo se construyen desde lo que les falta, aquello que en una sociedad patriarcal
hombres. Más aún, los órganos reproductores que sí tiene, parecen estar escondidos, y los senos
a partir de éstos, se ha perdida; parece que ya no sabe quién es. Lo que sí sabe, relata Thomas,
es quién no es: una persona sin falo y, por tanto, sin poder ni control sobre sí misma ni otros,
un ser que existe a medias o, quizás, que casi no existe. De esta manera, resulta fácil entender
las razones para volverse al otro. “Desear, para ella, consistirá principalmente en SER
DESEADA, con el objeto de sentir que finalmente existe.” (Thomas, 1994, p. 87). Se centrará
en el otro, pues la posibilidad de ser amada brindará la seguridad de saberse un ser, de saber
que existe.
Finalmente, dado que la población con la que se trabajó fueron mujeres jóvenes, resulta
importante aclarar qué se entiende por ese concepto, cómo se definen socioculturalmente y qué
Es pertinente, pues, iniciar por exponer a qué se refiere con “juventud”, qué lo
caracteriza como fenómeno sociocultural. A este respecto, Taguenca (2016) menciona que es
hasta el siglo XX, debido a los cambios socioculturales acontecidos en la época, que se empieza
“estudiantes” a “trabajadores” que vivían los jóvenes en esta sociedad posindustrial. Refiere
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Taguenca (2009), que a partir de este momento, sin embargo, los estudios sobre juventud se
han diversificado grandemente, logrando así una complejización del concepto donde no existe
variado, como lo son las personas mismas que se identifican bajo esta categoría; por otro lado,
Así pues, lo que socialmente se considera ”joven” resulta variable de acuerdo con el
contexto social, político, económico y cultural de una época específica; es a partir de las
necesidades sociales que se determina quién es joven, cómo se ve y qué hace. Feixa (1999) hace
mención a esto al exponer que, para que el concepto de juventud exista, se deben presentar
culturales, como imaginarios, ritos o valores alrededor de la juventud; estos elementos son
Es así como, desde Feixa, se exponen las transformaciones que este concepto ha vivido
de acuerdo a los desarrollos históricos de la humanidad. Desde los “Púberes”, en las sociedades
por los “Efebos” de las sociedades antiguas occidentales, quienes se consideraban sujetos de
derechos una vez que atravesaban estudios útiles para las demandas de su contexto: militares o
filosóficas; cabe resaltar que para estas sociedades, los efebos eran únicamente hombres jóvenes
de clases altas, por tanto, ellos eran lo únicos que se consideraban sujetos de derecho.
Continuando con los “Mozos” de la Edad Media, donde la división etaria otrora vista,
prosiguiendo con los “Muchachos” de las sociedades industriales, quienes se encuentran con
sus coetáneos en diferentes espacios de socialización, a medida que se van consolidando las
si bien ésta diferenciación empezó en la burguesía, poco a poco fue un fenómeno expansivo,
alcanzando incluso a otras clases sociales y a las mujeres, generalmente ignoradas en las
sociedad posindustrial, los cuales en principio eran vistos como los rebeldes sin causa, seres
desenfrenados que no hacían más que amenazar los valores tradicionales; el uso recreativo de
prosigue otra cuya inserción en el mundo se ve postergada, siendo entonces que la dependencia
a sus padres se alarga, por lo que la adscripción a las demandas sociales de la vida adulta, se da
No obstante, cabe resaltar las particularidades con que se vive la juventud, teniendo en
expuesto acerca de la juventud no puede ser tomado como una universalidad en la experiencia
juvenil. Margulis y Urresti (1998) hacen referencia a esto al mencionar que los imaginarios
responsabilidades adultas (iniciar una familia, tener hijos, casarse), desconoce las realidades de
el cual las únicas responsabilidades van de la mano con el estudio, se está refiriendo a las
experiencias juveniles de una clase social particular, entre media y alta, mientras que se ignora
las experiencias de jóvenes pertenecientes a clases desfavorecidas. Para éstos, mencionan los
28
autores, la presión por asumir responsabilidades socialmente consideradas “adultas” inicia
de maneras diversas de acuerdo al género. Así pues, la manera en que las mujeres vivirán su
juventud es diferente de cómo los hombres la vivirán. Teniendo en cuenta que entre las
demandas sociales para la mujer se encuentra el afán por la reproducción, es decir, la presión
por ser madre, la experiencia juvenil se ve atravesada por estas exigencias dadas por la sociedad
patriarcal en las que se está inmersa. Es así como dentro de la mujer jóven existen las tensiones
generadas por convertirse pronto en madre y poder cuidar de sus hijos. No obstante, en razón
de la diferencia de clase que también implica unas juventudes particulares, esta presión por
que pertenezcan las mujeres jóvenes. Margulis y Urresti mencionan cómo, dentro de los estratos
posibilidades de postergar sus decisiones reproductivas no son tan comunes como en las clases
medias y altas.
Ahora bien, es importante notar que las maneras como la sociedad construye y entiende
construyen y se entienden como sujetos/as particulares. Esta dicotomía connota una distinción
entre el joven que se es, y el adulto que la sociedad espera que llegue a ser; en ese sentido, se
genera una contrariedad entre las partes (joven-adulto), que resulta en una estigmatización de
lo juvenil por parte de los adultos, dado que sus concepciones sobre los primeros distan mucho
de ser similares (Taguenca, 2009). Así pues, se aceptará a los jóvenes siempre y cuando se
Taguenca, los caracteriza de manera general, los jóvenes empiezan a construirse a sí mismos.
Es cierto, por supuesto, que existen particularidades dentro de la población juvenil, donde es
probable que, de acuerdo a sus subjetividades, algunos jóvenes se ajusten de buen gusto a las
demandas de los adultos; sin embargo, parece ser más bien la excepción y no la norma, cuando
Con el fin de diferenciar aquellas construcciones sobre la juventud hechas por adultos
o por los mismos jóvenes, resulta útil remitirse al concepto de imágenes culturales propuesto
por Feixa (citado en Taguenca, 2009). Para éste autor, las imágenes culturales se refieren a
ideologías, valores y ritos que solo una determinada subcultura tiene; se representan por medio
los miembros y las instituciones que enmarcan a esta subcultura (en este caso, los jóvenes). A
razón del tema que ocupa este trabajo, el anterior es un elemento clave a tener en cuenta puesto
jóvenes, a la vez que expone el rol que juega la subjetividad en la construcción de esos mismos
dialogan, para construcción de unas maneras particulares de ser, estar y actuar en el mundo,
que bien pueden estar ligadas a demandas hegemónicas, o pueden ser construcciones
Es así como los imaginarios sobre el amor y los discursos que lo definen que
predominan entre las personas jóvenes pueden ser en gran medida construcciones propias, dado
que la juventud empieza a definirse bajo sus propias reglas, empieza a establecer formas de
distanciarse de lo hegemónico que le rodea. Así pues, tiene sentido que sus concepciones
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amorosas disten de aquellas con las que fueron criadas/os, que sus expectativas frente al amor
A este respecto, cabe retomar a Rodríguez (2006), quien menciona las particularidades
que definen la manera como los jóvenes entienden el amor, las dinámicas y prácticas que lo
generaciones anteriores. Así, menciona la autora, para los jóvenes el amor no se da por arte de
como una construcción conjunta entre las personas implicadas, pues la imagen del amor como
lo que lo puede todo, se desvanece en las nuevas generaciones. En este sentido, se presenta una
cierta racionalización de los sentimientos, siendo entonces que no se presenta una entrega ciega
y desinteresada al otro/a, ni a las emociones que ésta/e le genera. De esta manera, continúa
Rodríguez es común en los discursos juveniles encontrar valores como el respeto por sí mismo/a
y sus intereses, cuidado del otro, autenticidad. Pareciera como si, para los jóvenes, la
Sin embargo, no se puede negar que los jóvenes siguen estando dentro de un paradigma
más amplio que su propia subcultura; para que haya un grupo “rebelde” o contumaz, debe haber
una cultura más amplia que lo quiera dominar. En ese sentido, si bien los jóvenes parecen dotar
influidos por la cultura hegemónica que los/as embarca. Rodríguez (2006), menciona elementos
como las ensoñaciones que giran en torno al matrimonio; los jóvenes sueñan con declarar su
amor en frente de personas cercanas, ser reconocidos/as por otros/as, lo cual en esencia implica
un deseo por contraer matrimonio que, si bien no será en un futuro cercano, sí es posible que
discursos juveniles; así pues, el regalar cosas para demostrar amor se considera normal y, de
hecho, algo esperado. En consecuencia, algún aspecto de los imaginarios o discursos amorosos
de las personas jóvenes se verá interpelado por la cultura más amplia en la que se encuentra,
que puede caracterizarse por ser más “tradicional”, en referencia a sus propios valores,
Así pues, en lo referente a los discursos, los imaginarios y las prácticas amorosas de los
jóvenes, se evidencia una interrelación entre los discursos dominantes, y aquellos construidos
por los propios sujetos, en un marco de autonomía, independencia e incluso rebeldía ante
aquella cultura que les quiere determinar su modo de proceder en el mundo, a fin de que se
Ahora bien, cabría preguntarnos, ¿cuál es la experiencia particular de las mujeres dentro
la juventud y de sus vivencias, dado que, como se ha hecho evidente en los apartados previos,
de los cambios acontecidos en las mujeres durante la preadolescencia: es importante notar aquí
que la OPS hace una delimitación etaria de la juventud, distante de la definición hecha en el
en cuenta esta explicación dados los aspectos macrosociales en ella implicados. Así pues,
“femenino”, suelen empezar a notar cambios en su cuerpo frente a los que se pueden sentir
incómodas, no solo por el hecho de ser un cambio en sí, sino por la atención que otros/as ponen
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en ellas a raíz de esto; en ese sentido, el cuerpo deja de ser un territorio seguro para ellas y
empieza a ser entendido como un territorio de disputa. Adicionalmente, suelen vincularse estos
razón por la cual, de acuerdo a la cultura, es común que se les prepare para el matrimonio, o se
extienda la creencia de que deben ser protegidas, dado que están en peligro (elemento también
mencionado por Benavente y Vergara, 2006). Estas diferencias en su cuerpo y la atención que
en él recae la llevan a compararse con otras personas, elemento que disminuye su autoestima y
su sentimiento de suficiencia, pues se cree que debe estar a la altura de estas mujeres.
desarrollarse el deseo y las fantasías sexuales, de las cuales no puede hablar con personas
cercanas, dado que resulta un tema tabú dentro de sus círculos sociales. Más aún, si su
Salud, 2006). A partir del rechazo a sus cambios corporales, al sexo como tema tabú, en general,
a partir del intento patriarcal de controlar todos los aspectos de la sexualidad femenina, las
mujeres empiezan a vivir su sexualidad desde la culpa, la inseguridad, el miedo, puesto que
Se evidencia, entonces, que las problemáticas vividas por las mujeres, expuestas en el
apartado anterior, inician desde jóvenes. Es la etapa en que son iniciadas en sociedad, la cual
es patriarcal en sus cimientos, razón por la cual se adoptan actitudes, miedos, maneras de actuar,
que van íntimamente ligadas con las demandas de una cultura patriarcal, capitalista y neoliberal,
misma empieza a ser considerada un objeto, quien debe servir para ser amada, cuya única
etapa, en la juventud, donde se erigen las prácticas violentas hacia las mujeres. Sin embargo, a
33
modo esperanzador, es también el momento en que se presentan vinculaciones con pares, las
cuales, como se ha expuesto, pueden llevar a la producción de una cultura particular, donde su
identidad sea construida por sí misma, dejando parcialmente de lado las imposiciones hechas
hacia ella y sus congéneres mujeres, para poder experimentar el mundo de acuerdo a sus propias
concepciones.
34
3. Metodología
desde un enfoque cualitativo, que nos permita analizar las maneras en que las mujeres jóvenes
cotidianidad de sus vidas, para poder comprender cómo éstos se pueden relacionar con la teoría
revisada. Para este fin, se realizarán entrevistas de carácter semiestructurado a mujeres que aún
manera remunerada al mundo laboral. Ahora bien, con el interés de profundizar aún más sobre
los temas que serán dialogados durante la entrevista, también se les pedirá a las participantes
que escriban un breve relato acerca de su historia más significativa con respecto al amor y las
relaciones erótico-afectivas.
Es importante mencionar que las mujeres que participaron en esta investigación no son
sentido estadístico, sino que es significativa dado que estas mujeres tienen características que
dan cuenta de sus construcciones socioculturales. Esto se debe a que no se tiene la intención de
universal a partir de los discursos que nos serán compartidos, ya que estos se han ido
A pesar de que algunas personas puedan compartir similitudes en sus vivencias, cada quien le
otorga una interpretación diferente a lo que le ha sucedido. Por este motivo, nos interesan los
significados que pueden encontrarse detrás de las vivencias erótico-afectivas más importantes
para las participantes, y cómo estos se han podido ver influenciados por diversas construcciones
socio-culturales. Así pues, se incluyeron a estas participantes debido a que sus vivencias
teniendo en cuenta, dentro de sus historias, elementos como los aprendizajes obtenidos a partir
35
de las relaciones que han establecido, las primeras experiencias amorosas, la vivencia de la
sexualidad y las decepciones amorosas que han vivido. Contar con estos relatos es crucial para
nosotras como investigadoras ya que los mismos nos servirán como referentes de lo que ha sido
importante para ellas dentro de las relaciones erótico-afectivas, a la vez que nos brindan una
guía diferenciada para orientar las entrevistas que vamos a realizar con cada una de ellas.
tanto, es pertinente abordar con claridad qué se entiende por este concepto, dado que es el
elemento central para el análisis de los discursos amorosos, la subjetividad y las maneras de
medirlo o cuantificarlo (Bonilla y Rodríguez, 2000, citados en Bernal, 2006). Esto conlleva,
menciona Bernal, a que al hacer uso de esta metodología no se busca una generalización de los
aquello que motiva el interés investigativo, abordando casos específicos que resulten
que se investiga.
Con el propósito de orientar el análisis que se debe realizar a lo largo del desarrollo de
diferentes que describen los pasos a seguir para lograr una comprensión detallada de la
rescatar los temas, interpretaciones, ideas, proposiciones, y conceptos emergentes que se dieron
a conocer tanto en la etapa de revisión teórica como en la recolección de datos vivenciales que
36
fueron compartidos por los y las participantes de la investigación. Posteriormente, en la fase de
codificación, se reúnen y examinan estos datos para así poder delimitar categorías de análisis
que permitan realizar un estudio mucho más profundo y específico. Finalmente, encontramos
necesario identificar una postura epistemológica (Fernández, 2006), que dé cuenta de las
maneras como se abordará el fenómeno, los presupuestos que orientan su estudio y las
asumirá una postura constructivista al acercarse a las vivencias de los discursos amorosos que
se estudiarán. Lo anterior implica que en el presente trabajo no se intentará tener una visión
objetiva de la realidad, puesto que el constructivismo propone, como su nombre lo indica, que
la realidad es construida y conocida por los sujetos que viven en ella (Salgado, 2007). De esta
manera, lo que se denomina “realidad” está constituida por una gran diversidad de significados
Desde esta postura epistemológica, el papel del investigador resulta ser develar esta
complejidad de narraciones y perspectivas, por medio del acercamiento a las personas que
constituyen este entramado y reconociendo, además, que su propia subjetividad se verá también
resulta siendo una construcción entre investigadores y los sujetos por medio de los cuales se
se hará uso del método narrativo, dado que se buscará investigar acerca de las historias de amor
más significativas. Es así como, a través de la narración oral y escrita, se buscará ahondar en
las temáticas que rodean la presente investigación. De acuerdo con Salgado (2007), el objetivo
experiencias que se relacionen con el tema de investigación, para posteriormente ser descritas
pueden ser las biografias y autobiografias, construidas mediante entrevistas, diarios, cartas y/o
relatos escritos. Estos insumos pueden dar cuenta de las historias vitales de una persona o grupo
específico, de una época determinada, o de episodios variados que resultan pertinentes para el
estudio (Salgado, 2007). Es por esta razón que en este tipo de investigaciones las participantes
no son escogidas al azar o de manera aleatoria, sino que por el contrario se requiere que su
aporte pueda ser significativo para el tema en cuestión. No se persigue una verdad general,
objetiva o absoluta. Interesan los relatos, discursos e interpretaciones que cada quien le otorga
narrativas de las mujeres jóvenes que se entrevistarán y los relatos de su experiencia erótico
afectiva más significativa, entendiendo dichos discursos como una “creencia, práctica o
conocimiento que construye la realidad y proporciona una forma común de entender el mundo
por los individuos (...)” (Urra, Muñoz y Peña, 2013, p. 52). Por ende, cabe resaltar que una
38
característica fundamental de este tipo de expresiones, las cuales se pueden dar de forma oral o
escrita, es que cobran relevancia cuando se interrelacionan con uno o más discursos, es decir,
cuando se crean uniones de narrativas que resaltan hechos y experiencias, las cuales se ven
relevantes.
Así, es posible agrupar las características de los discursos en dominios específicos como
lo “textual (el discurso en tanto lengua), interaccional (el discurso en tanto práctica social) y
cognitivo (el discurso en tanto vehículo de representaciones sociales)” (Prada, 2010, p. 18). Por
ende, todo lo expresado son formas de comprender la vida de sujetos particulares que son
atravesados por ideas, sentimientos, emociones y sensaciones que van más allá de lo que
piensan, dicen y expresan y hacen parte de una cultura y contexto específicos. Adicionalmente,
cada generación representa una manera particular de establecer formas de expresión con los
demás, es decir, cada época y lugar permean los discursos de las personas y como se
Por esto, las entrevistas cobran importancia en la investigación que se está realizando,
debido a que el tema del amor romántico y los discursos que derivan del mismo dependen de
la manera en la que cada sujeto interioriza las ideas y prácticas acerca de las relaciones erótico-
afectivas, junto con las experiencias que haya vivido a lo largo de su juventud, las cuales han
permite generar una cercanía con las participantes, permitiendo la confianza y un espacio
seguro para que estas se expresen libremente, de acuerdo a los diversos temas a los que se hará
Por otra parte, el análisis de información por medio de este enfoque parte de ciertas
premisas cruciales, para interpretación de la misma, las cuales son las siguientes:
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En cuanto a características generales se debe tener en cuenta que: primero, “las personas
(Urra, Muñoz y peña, 2013, p. 52) es decir, los sujetos interpretan lo que ven y oyen de acuerdo
a conocimientos contextuales y culturales. Segundo, estos se llevan a cabo por medio de textos,
ya que lo que expresan las personas se plasma de forma escrita, con el fin de facilitar el estudio
representativa de un discurso que se interioriza o por otro lado, hace referencia a uno en el que
de narrativas de cada individuo, en relación con el siguiente punto: Cuarto, un discurso puede
corresponder a otros, es decir, existen diferentes perspectivas para entender un mismo objeto o
específicos. Quinto, las expresiones mencionan a personas, ya que no solo hacen referencia a
situaciones, sino también implican sujetos en las mismas, para que la narrativa tome sentido en
la realidad. Sexto, las narrativas de las personas están localizadas en un tiempo y espacio
histórico específico.
sociales establecidas y formales (ej. familia, matrimonio, etc.). Octavo, las expresiones refieren
semiestructurada para orientar las conversaciones que tendremos con las mujeres participantes.
A raíz de la revisión teórica previamente expuesta, se han decidido abordar cuatro temas
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generales, los cuales se profundizarán a partir de los relatos escritos de las participantes, y el
1. Primeras experiencias erótico afectivas, por lo cual referimos, por un lado, a las
primeras vinculaciones amorosas no filiales que estas mujeres tuvieron y, por otro, a las
maneras como, durante sus primeros años de vida, vieron las relaciones erótico afectivas
de sus figuras de cuidado y familiares. El abordaje de esta temática nos permitirá, tanto
recuento histórico sobre el amor, a la vez que abre la posibilidad de encontrar relaciones
entre la historia particular con el amor de cada participante, y las maneras como éstas
sexualidad con sus compañeros/as sexuales, y con ellas mismas. El sentido de conversar
con las participantes en este tema, radica en que la vivencia de la mujer con su
sexualidad se ha visto marcada por el control, el tabú, el miedo, entre otros elementos
anterior, consideramos relevante entender las maneras como estas mujeres, en sus
románticas que las participantes no hayan tenido a lo largo de su vida, pues resulta
significativo entender cómo las decepciones amorosas influyen en sus maneras actuales
relevante dialogar, también, acerca de los aprendizajes que las participantes han
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encontrado a partir de sus experiencias amorosas, pues es a partir de lo vivido que la
Se buscará entender, entonces, qué han aprendido no solo de lo que han vivido en
relación con el amor, sino lo que están viviendo en este momento, y cómo estos
partir de lo vivido.
42
4. Hallazgos
categorías de análisis: “Discursos amorosos”, a partir del cual surgen cuatro subcategorías
adyacente. En cuarto lugar se encuentra “Mujer joven”, que también se encuentra sola. A ésta,
presente trabajo. No obstante, a partir de las narraciones realizadas por las participantes, se
generan categorías emergentes que permiten darle lugar a las historias de vida de éstas mujeres.
Así, entre estas categorías encontramos “Influencia familiar en los discursos”, de la cual se
desprende una subcategoría que aplica únicamente para una de las participantes: “Aprobación
familiar de los vínculos erótico-afectivos”. Una segunda categoría emergente se entiende como
participantes que en este momento están vinculadas erótico-afectivamente con alguien, se creó
por medio de sus iniciales, edad y una corta descripción demográfica, para diferenciarlas y
Categoría Subcategorías
4.3 Cuerpo y
subjetividad
4.7 Racionalización de
la vivencia amorosa
AA ● 21 años.
● Estudiante de Medicina.
● Universidad de los Andes.
LE ● 22 años.
● Estudiante de Psicología.
● Pontificia Universidad Javeriana.
ER ● 22 años.
● Estudiante de Licenciatura en Lenguas Modernas.
● Pontificia Universidad Javeriana.
44
MR ● 21 años.
● Estudiante de Relaciones Internacionales y Ciencias
Políticas.
● Universidad del Rosario.
MS ● 21 años.
● Estudiante de Psicología.
● Pontificia Universidad Javeriana.
NT ● 23 años.
● Estudiante de Psicología.
● Pontificia Universidad Javeriana.
Cabe anotar, sin embargo, que si bien se realizó esta clasificación para efectos prácticos
categorías, puede tener relación cercana con otras categorías. Así pues, se evidencia un
verdadero tejido de historias, vivencias y maneras de entender el amor, el cual cobra sentido en
sí mismo debido a su complejidad; es por esta razón que, si bien se realizaron clasificaciones
de la información, éstas no representan una aproximación parcializada a las vidas de las mujeres
con quienes se realizó la investigación. Se hizo un intento por resaltar cruces entre historias y
experiencias, a fin de honrar la riqueza del amor y su vivencia en las mujeres jóvenes
universitarias.
Al empezar a analizar lo encontrado tanto en los relatos que nos fueron compartidos
como en las entrevistas realizadas a las mujeres que participaron de este estudio, encontramos
una gran variedad de discursos que se han visto influenciados por múltiples factores, tales como
la cultura, las normas sociales, los imaginarios con respecto al amor, y la experiencia que ellas
mismas han tenido al relacionarse con otros. En esta categoría buscamos dar cuenta de cómo
Si bien sus discursos se han ido transformado con el paso de los años y a medida que
atraviesan nuevas experiencias, se encontró que en algún momento todos se han visto
permeados por la influencia de los discursos hegemónicos, marcando lo que algunas denominan
como “el deber ser” de las relaciones, las prohibiciones que encuentran dentro de las mismas y
los elementos que resultan cruciales a la hora de determinar la calidad de los vínculos amorosos.
En este sentido, se encuentra, en las participantes, la primacía de los discursos propios del amor
romántico, los cuales dictan supuestos asociados a la idea del amor eterno y exclusivo, que todo
lo puede y que debe prevalecer por encima de cualquier otra cosa, a pesar del dolor y el
sufrimiento. Esto resulta problemático debido a que promueve el uso del sentimiento amoroso
como mecanismo de control para justificar o invisibilizar los actos violentos hacia la mujer, a
la vez que impide que ésta pueda tomar fácilmente la decisión de salir de una relación abusiva:
“Yo, en medio del engaño en el que estaba al creer que lo amaba, le daba la razón en todo y
seguía permitiendo que estos comportamientos pasaran. Claro, yo sabía que estas conductas
no eran sanas para mí, pero cada vez era más más difícil salir de él. Cada vez era más difícil
soltar. Además, antes de esta relación no había tenido otra tan larga y “seria”; y como no tenía
experiencia, todo lo que sucedía, lo normalizaba.”(ER, 22 años).
Otro discurso que parece ser predominante es el que pertenece a la religión, cuyo
fundamento recae en la norma que condena, por ejemplo, la exploración de la propia sexualidad,
antes del matrimonio, o con personas con las que no se pretende tener una relación estable y
vergüenza en las mujeres que inician su vida sexual, eliminando así la posibilidad de vivirla
es un peso que realmente solo está ubicado en la sexualidad femenina, y siempre se hace
Por otro lado, también encontramos que estas mujeres han realizado el proceso de
de ver y experimentar el amor. Según lo exponen en las entrevistas, esto se debe a que han
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podido evidenciar que estas prácticas normativas y hegemónicas no necesariamente conllevan
a tener relaciones sanas, cuidadosas, y seguras, sino que por el contrario, reproducen
imaginarios basados en la dependencia emocional, idealización del otro y del amor, la negación
“es algo que yo antes no consideraba, creía falsamente que amar implicaba “fundirse con el
otro” y volverse uno solo, pero me doy cuenta cada vez más que amar implica permitirse el uno
al otro crecer sin retener”(LE, 22 años).
presentes en sus narrativas, lo cual demuestra qué tan inscritos están en sus formas de entender
Por otra parte, además de los discursos hegemónicos, encontramos también la influencia
cultural en la construcción del discurso amoroso. Frente a esto, las participantes explican cómo
empezaron a comprender y construir discursos amorosos desde edades muy tempranas –incluso
desde la infancia– gracias a las representaciones que veían en películas y cuentos. Frente a
estas imágenes, empiezan a construir imaginarios y expectativas frente a lo que son las
“las niñas se quedan con esa idea de que necesitan a un man que llegue a salvarles la vida y
pues no. Eso no debe ser así. Eso por un lado. Y por otro lado también que siempre aparece el
man… o sea las niñas han estado encerradas toda su vida y de pronto llega en primer man que
encuentran y ese fue y con ese fueron felices el resto de la vida.” (AA, 21 años).
idealizaciones peligrosas sobre el amor. Cuando se les preguntó por las ideas que pudieron
haber influenciado la construcción de ese modelo de relación a seguir, una de ellas respondió:
“Mucha parte fue ficción jajajaja como, nuestra generación creció leyendo libros como
distopías románticas. Entonces pues eran estos amores trágicos, pero muy tiernos,
entonces bueno por ese lado un poco.”(MR, 21 años).
47
Esto da cuenta del carácter fantasioso e idealizado que se ha reconocido en las relaciones
amorosas, donde quizás ya no se encuentren los elementos mágicos que estaban presentes en
los cuentos y fábulas infantiles, pero la ficción continúa siendo utilizada implícitamente para la
construcción de la realidad. Estos contenidos culturales ayudan a legitimar los mecanismos que
emplea el discurso del amor romántico y pasional que encuentra su encanto en la tragedia. A
pesar del sufrimiento que involucra encontrarse en una relación de este tipo, se convierte en
algo deseable bajo la suposición de que en el amor hay que luchar para seguir adelante y
resultó interesante ver cómo todas tuvieron esa primera experiencia siendo aún muy jóvenes,
más específicamente entre los 15 y los 18 años, cuando quizás aún no se sentían del todo listas
o cómodas para dar ese paso. En este caso, una de las participantes explica cómo cedió a la idea
de empezar a relacionarse de esta manera, a raíz de la presión social que otros ejercían sobre
ella, o porque era el modelo de lo que veía en sus pares. Por ende, este primer encuentro no
“Mi primera relación fue afectiva, pero fue como…osea ¿como que el man no me gustaba?
Jajajaja pero yo pensé que sí como por la presión más bien. En primer lugar porque sentía que
ya todo el mundo a mi alrededor había tenido pareja y yo nunca, y pues era la primera vez que
un man me prestaba atención de esa forma.”(AA, 21 años).
convirtiéndose en una experiencia novedosa y cercana a la adultez. Esto marca una diferencia
importante con respecto a la situación anterior, ya que ese primer acercamiento al amor sí
“era como todo lo de la primera vez, ¿no? Entonces era la primera vez que me enamoraba, la
primera vez que andaba como con alguien, pues con él también perdí mi virginidad… Sí, pues
o sea, ahora lo veo en retrospectiva… era pues… en ese momento pues yo lo sentía como muy
maduro, pero ahora mirándolo es… en realidad pues éramos niños en ese momento, como
descubriendo cosas.”(LE, 22 años).
48
4.1.4 Concepciones propias del amor
Frente a esta categoría se encontró una gran pluralidad de opiniones e ideas frente a los
algunos supuestos sobre la manera “sana” de llevar las relaciones erótico-afectivas, haciendo
distinciones entre las normas socialmente establecidas y sus propias concepciones frente al
amor. Por ejemplo, socialmente se ha vinculado la sexualidad con el amor como si estos fueran
elementos complementarios, y si bien algunas de ellas describen que esto funciona así en su
propio caso particular, también rompen con ese esquema al mencionar que esto no
“Ya muy en mi contexto personal (...) para mí el amor incluye la sexualidad. Yo personalmente
no logro tener una relación sexual sin una relación afectiva. Siento que se entremezclan. En mi
caso puntual como que si están muy relacionadas, pero no siento que esa sea una regla.” (AA,
21 años).
Además, también destacan una gran variedad de factores que resultan ser muy
importantes para ellas a la hora de involucrarse erótica y/o afectivamente, tales como la
confianza, el respeto, la buena comunicación, la admiración, el cuidado, la tranquilidad de
poderse permitir ser vulnerables, entre otros. Describen el amor como algo positivo y
placentero, haciendo énfasis en que si no es así, realmente no se puede hablar de amor:
“Yo estoy segura de que el amor es algo hermoso, maravilloso. Que se siente y que se vive, que
el amor no se sufre, ni duele, ni… se traiciona, ni se daña, ni… no. O sea, el amor es bonito.
Por todos los lugares. Las experiencias que he vivido no han estado entonces dentro del amor,
finalmente, porque sino pues… yo estaría en otro lugar. Pero gracias a esas experiencias es
que estoy ahorita en donde estoy, y he crecido tanto como lo han permitido esos aprendizajes
que he tenido” (ER, 22 años).
Siguiendo esta misma línea, hacen énfasis en lo que para ellas significa tener una
relación formal y lo que conlleva a clasificarla como tal. Por ejemplo, el establecimiento de
acuerdos de fidelidad y compromiso, el respeto por los límites del otro, el uso del término
“novia o novio” para oficializar la relación, y el hecho de ser presentadas ante la familia de su
pareja bajo el mismo título.
No obstante, al tratarse de concepciones propias, se encontraron también varias
diferencias entre las maneras que cada una de ellas tiene para vivir el amor, ya sea en las formas
que encuentran de expresarlo a sus seres queridos o en las expectativas que quisieran cumplir.
49
Mientras algunas de ellas describen que su relación más significativa fue la primera que
tuvieron debido a todo lo que sucedió durante la misma, o a lo que aprendieron una vez terminó,
para otras de las participantes ese evento no tuvo la misma trascendencia. Otro hallazgo que
quisiéramos resaltar fue ver cómo algunas de estas mujeres solo hicieron referencia a las
relaciones amorosas de pareja o de interacción romántica, mientras que otras de ellas hicieron
referencia a sus familias, amigos, mascotas y demás seres por los cuales también se puede sentir
un profundo amor:
“Y que de hecho ha sido mucho más amor el que ha surgido de mí y de los alrededores en los
que he estado; los que me han permitido construirme después de esas tusas paila que tenía. No
esas relaciones, esas relaciones no eran amor jaja. Amor fue lo que sucedió después, la
recuperación, la incondicionalidad de las personas que estuvieron, mis papás, incluso mis
mascotas. Eso es amor. Y… y lo veo ahora como algo muy bonito”(ER, 22 años).
Ahora bien, se procedió a analizar las narraciones de las participantes entendiendo cómo
el hecho de ser y entenderse como mujeres, con todas las implicaciones que esto conlleva, se
En principio, se encontró que las mujeres con quienes se realizó la investigación, han
establecido vínculos amorosos a partir del volverse por completo hacia su pareja (que, en el
caso de todas menos una, solo han sido hombres), dejándose a ellas mismas de lado. Lo anterior
se expresa de maneras diferentes para cada una, siendo que algunas se referían a este hecho
como “poner a los otros por delante de mí” y otras como “el asumir responsabilidades del otro”,
No obstante, a pesar de las diferencias en el lenguaje, las implicaciones son claras: estas mujeres
estaban acostumbradas a priorizar al otro en sus vínculos erótico-afectivas. Si bien es algo que
todas, sin excepción, mencionan que han deconstruido y problematizado, sí que es una situación
Esta aproximación a las relaciones, refieren las mujeres participantes, las ha llevado a
“permitir” diferentes tipos de abusos, tanto emocionales como físicos. Desde el acceder a tener
relaciones sexuales aún a pesar de que no se sientan del todo cómodas o respetadas, que no
sientan placer durante el encuentro; pasando por guardar un secreto por su pareja que nadie más
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sabía, lo cual generaba displacer emocional; hasta sentirse usada, pues su novio del momento
le dice, explícitamente, que ella fue un experimento para él. En alguna medida, todas las
mujeres participantes relatan haberse sentido, cuando menos, incómodas e inseguras frente a
sus parejas anteriores, al punto en que les resultaba difícil comunicar qué les pasaba, terminar
la relación o plantearse límites que no estarían dispuestas que su pareja llegase a traspasar. Lo
anterior les conlleva a sentir temor ante la posibilidad de establecer nuevos vínculos erótico-
es la dificultad con que se dice que aquello que sucedió, generó una serie de emociones
indicando que quizás no fue un abuso del todo, que las emociones que generó no fueron tan
graves, o sencillamente contaban la situación con muletillas y pensando las palabras, como
o sea, yo lo quise mucho [a su segundo vínculo], pero al mismo tiempo siento que me hizo mucho
daño, porque… no sé, era como… no jajajaj. Era raro. Era como que… no sé, o sea, en ese
momento yo a veces me sentía un poco, como… como que, en ocasiones… sin consenso, pero
no tan… pero era raro, porque igual quería estar ahí. Como que, era así muy ambiguo y, y
no… yo como que, en ese momento no me daba cuenta de… de lo que era y no me… o sea, como
que no, no sé, no podía decir que no (LE, 22 años).
el caso de una participante que no podía salir si no era con su novio (hecho, por lo demás,
reforzado por su familia). En el caso de otras dos participantes, referían que les había resultado
humanos, si no era a partir del reconocimiento que su pareja les daba; esto quiere decir que la
posibilidad de que estas mujeres se reconocieran por lo que son o por cómo se ven, dependía
de que su pareja lo hiciera primero. Finalmente, otra de las participantes mencionó cómo, tras
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finalizar su primera relación amorosa, sentía que no podía respirar cuando se despertaba en las
mañanas.
Así pues, al preguntar acerca de qué les llevaba a establecer vínculos afectivos de esas
maneras, tres de las participantes mencionaron que la razón era el miedo a estar solas, o sentirse
abandonadas. Para ellas, era mejor someterse a relaciones poco cuidadosas e, incluso, violentas,
con tal de garantizar que estarán acompañadas, complaciendo constantemente a su pareja. Así,
dicha complacencia, sin embargo, se ve de distintas maneras de acuerdo con cada participante.
Lo que me asusta mucho y a lo que, o sea como lo que siempre me genera conflicto al pedir o
al establecer límites, más que pedir cosas, pero a establecer límites, es… que me abandonen.
(...) Entonces… pues para mí el reclamar, y el poner límites, y el decir que no estoy de acuerdo,
y el expresar que estoy molesta, es un factor que puede llevar al abandono. Entonces como no
quiero que la persona por la cual siento afecto se vaya, o se aburra de mí, entonces pues prefiero
no decirlo. Prefiero no hacerlo evidente y prefiero más bien como, callármelo y no comunicarlo
(ER, 22 años).
En esos momentos, era como, ese miedo a estar sola, ¿quizá? Que podía, como… influir un
montón. Y como que, la creencia de que… tener un… pues, a alguien, a una persona, a un
hombre, a alguien… significa pues, estar como acompañada (...) yo creo que es eso, como ese
miedo al abandono de mierda. (...) Y como… voltearse hacia el otro como, para, pues… para
que no se vaya, para que esté ahí, para que me cuide, en cierto sentido. No sé si tiene sentido
eso (LE, 22 años).
reconocen que, en varios momentos, se dejaron de lado a sí mismas y pusieron como prioridad
los deseos de su pareja. Esto se vincula, a su vez, con un factor que también se presentó en
algunas participantes: el hecho de establecer relaciones erótico-afectivas con hombres que son
mayores que ellas, pues esto les permite sentirse seguras, cuidadas y protegidas. Esto se refuerza
por el imaginario, explicitado por una de las mujeres, del hombre mayor como una figura de
autoridad, que como tal puede representar un refugio ante el mundo, quizás ante ellas mismas.
En consecuencia, otro elemento que fue recurrente en los relatos es el de la idealización de los
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hombres con quienes crearon vínculos erótico-afectivos. Así, tres de las participantes relatan
cómo veían a su pareja como alguien perfecto, en todo sentido, y frente al cual ellas se sentían
Ahora bien, se pudo encontrar que en las narraciones de las mujeres salieron a colación
los imaginarios sociales que ellas veían y tenían acerca de la mujer. De esta manera, las
concepciones patriarcales en torno a la mujer como la celosa, la que hace “escenas”, aparecieron
en los relatos como factores que contribuían a que estas mujeres dejaran, por ejemplo, de
establecer acuerdos con su pareja, por el miedo a ajustarse a esos imaginarios; la posibilidad de
ser juzgadas debido a dogmas patriarcales, resultaba aterradora para muchas de ellas. O bien,
incluso, se ajustaban a estos imaginarios desde lo placentero, siendo entonces que se reconocen
(aún actualmente) como detallistas, cuidadosas o atentas. De esta manera, estas participantes
refieren ser conscientes de los prejuicios a los que se exponen por ser mujeres en una sociedad
patriarcal.
Sin embargo, cabe resaltar la tendencia de todas las participantes a criticar estos
discursos. En todas, se hizo evidente un cuestionamiento a lo que han vivido y permitido como
mujeres bajo concepciones patriarcales, no sólo dentro de sus relaciones amorosas sino
también, en el caso de una de las participantes, por parte del sistema judicial. Estas mujeres
reconocen que la sociedad les ha puesto en una posición desigual e injusta, y refieren las
diferentes resistencas que día a día ejercen contra ésta; en este caso, desde los vínculos sexo-
mujer dentro de los relatos escritos que hicieron. Solo en una de las participantes se hicieron
evidentes elementos relacionados con el saberse mujer en una sociedad patriarcal; en las demás,
4.2.1 Sexualidad
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En cuanto a la vivencia de la sexualidad, las mujeres participantes mencionan un hecho
común: en la actualidad, viven sus encuentros sexuales de manera tranquila, reconociendo que
se merecen sentir placer y disfrutar con su compañero sexual. Las formas que esta tranquilidad
adopta, varía de acuerdo con las participantes, siendo entonces que puede verse como la
posibilidad de hacer las cosas con amor; el tener un encuentro donde prime la seguridad, la
anticonceptivos de por medio. No obstante, esta tranquilidad no siempre ha estado presente para
las participantes. En tres mujeres, aparece una tendencia, estando más pequeñas,, a rechazar la
propia exploración y, con ella, la posibilidad de sentir placer; este hecho resultaba en
culpabilidad ante el hecho de sentir deseo y curiosidad por explorar su propio cuerpo y placer.
tranquila, las participantes refieren haber permitido distintos abusos en este plano. Bien sea
porque les costaba decir que no querían tener relaciones sexuales, o comunicar que les estaban
sexualidad no había resultado amena para varias de las participantes. Lo anterior, pues, implica
que las participantes experimentaban miedo a que se vivieran estas mismas transgresiones
personales en posibles futuros encuentros sexuales con otras personas. En resumen, las mujeres
relatan no sentirse del todo seguras con sus decisiones, sus parejas o la situación en la que se
encontraban, hecho que resulta incómodo cuando de vivir la propia sexualidad se trata. Esto era
posible, además, dado que muchas refieren no haberle dado tanta importancia a la transgresión
o a su sentir frente a ésta, llegando incluso a normalizar la situación pues el hecho se repetía en
varias ocasiones.
como algo exclusivamente penetrativo. Si bien se entiende, a partir de sus relatos, que entienden
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la sexualidad como algo un poco más amplio, el acto sexual en sí incluye, en gran medida, la
penetración. Esto se hace evidente cuando una de las participantes se refiere a la penetración
como lo último a lo que se llega en un encuentro sexual, o cuando otra resalta que el acto sexual
es significativo pues, como mujer, está permitiendo que otro “cruce el propio territorio”:
Como de que tú le estas cediendo tu espacio a otra persona. A entrar. Y eso tiene un tema no
solo de sensación, como no sé, fisiológica, biológica, como sea, sino también de que si no se
hace en las condiciones o en el momento o uno no está relajado, pues, tu lo puedes sentir como
un ataque. Porque pues puede darse (...) después de la primera vez que pasa, pues ya es algo
mucho más normal, es más tranquilo, ya después de eso puedes sentirte bien…a gusto…pero
pues siempre pasa. (MR, 21 años).
En el apartado señalado se denota, pues, una tendencia a ver el falo como un elemento
central e inamovible dentro del acto sexual, implicando además un encuentro esencialmente
heteronormativo.
significativo, que implica una transformación en la vida de una mujer. Esto connota, entonces,
que para las mujeres participantes que cuentan con este discurso sobre la sexualidad, el empezar
a tener una vida sexual activa es un hecho cargado de simbolismo. Estos discursos tradicionales
se vinculan, en las mujeres, con ideales acerca del encuentro sexual como algo que tiene que
seguridad. De esta manera, en varias de las participantes resultaba importante que sus
encuentros sexuales sean con amor y confianza. Esto, se relaciona con un hecho recurrente en
todas las mujeres participantes: el saber que nunca tendrían relaciones sexuales con personas
que no conocen o con las que no tienen cariño. Así pues, la seguridad fue expresada por todas
las participantes como algo fundamental para que se dé un encuentro sexual y, si bien todas se
abstienen de emitir juicios ante quienes desean tener una sexualidad completamente libre,
reconocen que ellas mismas no podrían hacerlo, pues les cuesta mucho “hacerlo con cualquiera”
Cabe resaltar el caso de una de las participantes, quien presenta diferencias importantes
con respecto a los relatos de las demás mujeres. Para ella, la vivencia de su sexualidad ha estado
marcada por la tranquilidad, desde el principio; refiere que sus encuentros sexuales se han
caracterizado por ser libres y seguros, siempre teniendo presente los cuidados necesarios. Esto
ha sido posible porque en su casa el discurso sobre la sexualidad no estuvo marcado por tabúes
y estereotipos sociales, siendo entonces que sus padres y familiares le hablaban abiertamente
explorar su propio cuerpo y placer incluso antes de iniciar su vida sexual con otros, y
Finalmente, dos hechos interesantes se resaltan de los relatos escritos y verbales de las
participantes. Por un lado, se hace evidente la dificultad para hablar sobre sexo abiertamente,
mujeres relatan, más bien, cómo creen que debería vivirse, en vez de cómo la viven realmente;
asimismo, otra participante hace explícito que le cuesta decir la palabra misma:
[Sobre su segundo vínculo erótico] éramos amigos, pero no éramos novios, pero pues… yo
iba a su casa y… pues hacíamos… pues, o sea, teníamos sexo… jajajajaja, parce, ¿por qué
cuesta tanto decir eso? (LE, 22 años).
No obstante, éste no es un elemento del todo recurrente, pues otras mujeres sí usaban
un lenguaje abierto y seguro acerca del placer, la masturbación, los encuentros sexuales, etc.
Por otro lado, un segundo elemento que llama la atención, es la total ausencia de narraciones
tanto en las entrevistas como en los relatos escritos de las participantes. Sin embargo, se
lograron rescatar algunas características, que determinan la manera como las mujeres llevan a
En primer lugar, una de las participantes hizo referencia al hecho de reconocer el amor,
en parte, a través de su cuerpo, por medio de las emociones que este le genera. Adicionalmente,
a partir de su relato se entiende que aquello que ha vivido por medio del cuerpo (sean golpes,
el establecimiento de vínculos. El cuerpo para ella termina siendo un hogar, por medio del cual
“No sé cuántas veces he logrado evidenciar el amor que otras personas sienten por mí e incluso,
el que yo siento por otras. Sin embargo, las ocasiones en que las que lo hice, las siento siempre
cercanas. No sólo el recuerdo de la imagen, sino también, el recuerdo de la emoción y cómo se
sentía en mi cuerpo en aquel momento. (...) Amar es hermoso y se siente en cada parte del
cuerpo. Se sabe cómo se siente cuando lo sientes”. (ER, 22 años).
A su vez, en el caso de una mujer que fue maltratada físicamente por su expareja,
posibilidad de verse al espejo y saber quién es, hecho que el acto violento le arrebató:
Algo tan simple como verte al espejo y decir: “marica, me veo inmunda porque tengo la nariz
fracturada y yo no soy yo”. O sea, él me pegó en tal lado, o sea los morados ya pasaron pero
yo te puedo decir: él me pegó aquí, te puedo señalar las partes y me acuerdo perfectamente
dónde fue. Te puedo recordar perfectamente qué pasó en mi cabeza después de mucho tiempo
de seguirme viendo lo que uno dice como deforme por el golpe… (MS, 21 años).
Queda claro, entonces, que la manera como construye un sentido y conciencia de sí,
está marcada por su cuerpo, cómo lo habita y cómo se ve. Asimismo, se reconoce cómo lo
vulnerante.
sexualidad en la participante que refiere haber tenido una vida sexual libre y segura. Para ella,
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la planificación es un elemento central e infaltable en sus encuentros sexuales, empezando a
hacer uso de ella desde pequeña, en comparación a sus amigas y compañeras del colegio. De
corporal.
bastante recurrente. En varias de ellas se denotaba la etapa vital en la que se encuentran como
un momento en que se puede salir, disfrutar de un tiempo de ocio con amigos, viajar, bailar y
relatos; así, la preocupación por trabajar, atender a las necesidades del hogar, no se presentaron
en ningún momento.
Más aún, las preocupaciones a las que sí se referían, se caracterizaban por ser
esencialmente juveniles, siendo entonces que, en su momento, pensaban acerca de lo que iban
a estudiar, en dónde, si querían irse de intercambio o estudiar en otra ciudad, etc. Así, se veía
el periodo del final de la adolescencia como un momento de transición (en un caso en particular,
que se entendía como inevitablemente triste), donde se generan cambios profundos en las
que tenían en el momento. A este respecto, cabe resaltar que todas las mujeres participantes se
encontraban en una relación en este momento que ellas mismas refieren de transición; y es
también a partir de esta etapa, que muchas de sus relaciones comenzaron a transformarse y, en
algunos casos, a terminar. Así pues, se puede decir que la juventud de estas mujeres está
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marcada por una diferencia de clase, pues ellas han tenido la oportunidad de estudiar, viajar y
Por otro lado, fue común en una de las narraciones encontrar elementos característicos
de la juventud ligados con la resistencia a las imposiciones hegemónicas que los/as adultas les
hacen. Esta participante, pues, relata cómo entraba en conflicto constante con sus padres, pues
éstos le pedían que dejara la relación que tenía en ese momento, con quien fue su primer vínculo
erótico-afectivo:
[Contando cómo su madre le pedía que abandonara su primera relación, pues percibía que no
era cuidadosa] Y yo, súper grosera le gritaba que me dejara en paz. Que no se metiera en mi
vida y que a ellos no les importaba lo que me pasara en esa relación. Les decía que yo estaba
segurísima de que lo quería y que hasta que no dejara de sentirlo, pues eso no se iba a acabar.
Más discusiones después de eso. (ER, 22 años).
Este factor contumaz no se refiere únicamente a la relación con los padres, y no aparece
solo en esta participante. En la mayoría se hace evidente un deseo por ir en contra de los
No obstante, en dos de los casos sí se presenta una adscripción a los ideales adultos
sobre la juventud, siendo que una de ellas expresa abiertamente no querer “experimentar” de
transición entre el colegio y la universidad), como un momento en donde “no se sabe mucho de
diferentes lugares (con contadas excepciones, como se ha visto), es importante anotar que éste
no ha sido un elemento del todo común en la historia de vida de las participantes, dado que en
algunos casos reconocían, por ejemplo, la dificultad para hablar abiertamente de sexo por ser
considerado un tabú, o el sentirse vigilada por sus padres, en cuanto a su relación. Estos factores
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indican una sujeción a figuras de autoridad, que pueden tomar la forma explícita de padres, o
Finalmente, cabe resaltar que estos elementos relacionados con la juventud, estuvieron
mayoritariamente presentes en las entrevistas, pues en las narraciones escritas solo en tres casos
aspecto en común fue el siguiente: cada una de ellas experimentó dichas decepciones en
afectiva de las participantes, dadas las características particulares de cada vivencia, en donde
fue posible observar diversos hitos que caracterizaron dichas decepciones: aprendizajes y en
algunas de ellas miedos ante nuevos vínculos y transgresión de límites (físicos y sentimentales).
4.5.1 Aprendizajes
Así, para todas las participantes en general el aprendizaje más importante fue reconocer
el valor de sí mismas posterior a las rupturas amorosas, continuando con su vida de forma
vínculos amorosos. Además, se hacían conscientes de evitar la idealización hacia otra persona,
ya que reconocían que esto podía generar malestar y displacer en ellas, al no cumplir una serie
Aprendí también a poner límites, que creo que es algo súper importante para uno tener una
vida saludable (...) Fue una lección bastante importante. De saber que yo puedo estar con
alguien, puedo negociar, pero que también yo decido qué hago con mi tiempo, que puedo
expresar hasta dónde llegó, en todo, como que eso. Y también deje de tener como tantas…no
sé, eso no son expectativas sino que eran más como idealizar tanto las relaciones amorosas.
(MR, 21 años).
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Resaltando algunas particularidades puntuales de las participantes, una de ellas
expresaba que después de una decepción romántica, un aprendizaje fundamental en su vida fue
ver el amor más allá de una pareja, en todo lo que hace y en general con quienes se relaciona
(amigos, familia, etc.); después, otra participante mencionaba que para ella un aspecto
importante antes de entrar a una relación amorosa o establecer un vínculo era la necesidad de
sentirse estable y “bien”, haciendo referencia a la primacía de uno mismo antes de un otro, para
lograr compaginar con una persona de forma sana, sin lastimar o lastimarse; seguidamente, una
de una unión marital y de reproducción futura, con el objeto de mantener el amor en pareja
Con respecto a lo que una de las participantes mencionó acerca de los miedos ante el
maltrato y vulneración, que la llevaron a renunciar a su forma anterior de sentir, vivir y expresar
con terapia psicológica, debido a la carga emocional que vivía dicha participante.
identificaron con esta postura, ya que al pasar por rupturas que marcaron sus experiencias
necesario en los vínculos amorosos, en parte debido a nociones culturales y sociales aceptadas
En cuanto a esto, fue posible evidenciar que los diversos tipos de violencia ejercidos
explícito. Tres participantes expresaron estas experiencias tanto en sus relatos, como en la
Una de las participantes hacía referencia a una relación abusiva y donde constantemente
límites físicos y emocionales con la reiteración de una ruptura; otra participante, mencionó una
incapaz de dejar de lado la situación; por último, otra participante es quien se vio violentada
física y verbalmente por su expareja tiempo después de finalizar la relación, haciendo que esta
hecho más fuerte e independientes para construir su proyecto de vida por sí mismas, sin la
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necesidad de un vínculo amoroso o teniendo una esperanza positiva de encontrar una pareja o
compañeros/as erótico-afectivos.
participantes fue posible evidenciar que para tres de ellas, la influencia familiar en sus discursos
amorosos comienza desde la relación que han visto entre sus padres, la forma en la que estos
sienten, expresan y viven el amor romántico, en pareja y más importante aún, en uniones
maritales de varios años. No obstante, aunque compartieron esta referencia amorosa de los
padres, cada una resaltó particularidades de la manera en la que estas concepciones han
Una de las participantes hizo un gran énfasis en el orgullo que le generaba la relación
de sus padres, ya que difería de lo común, a pesar de ser una larga unión marital; estos se
de expresiones físicas, tanto entre ellos como hacia las personas de sus diversos entornos. Lo
cual comentó que la llevó a idealizar la idea del amor romántico y por lo mismo normalizó una
“Yo siempre he tenido como un…un ejemplo muy grande de amor, que son mis papás, que
llevan 25 años casados y todavía es como si estuvieran en fase de luna de miel, entonces yo
siempre he querido encontrar un amor así (...) Ellos en general son muy amorosos. Entre ellos
y con todo el mundo, y siempre tratan a toda la gente con respeto”. (AA, 21 años).
de sus padres como influencia para sus experiencias futuras, desde dos formas: primero, el
cuidado constante y la protección del hombre hacia la mujer, como rol fundamental del
género masculino en una relación, ya que estar en pareja le debía brindar seguridad física, en
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tanto él era esa figura de cuidador porque ella como mujer adolescente denotaba una noción
de fragilidad; por ejemplo, si iba a salir con un chico este debía recogerla en su casa, ella no
podía llegar al lugar de encuentro por sí misma. Segundo, las anécdotas y prácticas de
conquista por medio de la que sus padres formalizaron su relación, generaron en ella altas
expectativas de lo que un hombre debía hacer para llamar su atención y conquistarla, por
relación de sus padres pero en sentido contrario, es decir, dicha relación la ha influenciado
para rechazar el discurso hegemónico del amor en el que se consolida una unión marital larga,
con fines reproductivos para formar una familia. Al mismo tiempo, se aleja de la idealización
del amor romántico y mantiene una perspectiva realista al respecto, es decir, tomando el
que su madre aprobara los encuentros erótico-afectivos que ella había tenido a lo largo de su
adolescencia y juventud. Su mamá ejerce un fuerte rol de autoridad sobre ella y las decisiones
que toma, estando atenta incluso a la dimensión vincular romántica de la participante; ésta
cuidarla de todo aquello que la pueda dañar, arrebatándole sus libertades y su privacidad para
asegurarse que cumple con las prácticas de género esperadas: ser recatada, dócil, sumisa,
influencia de la familia para que “esa primera vez” fuera con una persona que ame, ojalá en
“además bueno si lo ponemos así lo padres también influyen mucho en el hecho de: cuando
hagas tu primera vez tiene que ser con una persona que tu amas, bueno a nosotras nos dicen,
no sé como sea en el campo del hombre, pero pues en las mujeres si; tiene que ser con alguien
que tu amas, porque es muy importante, porque no a cualquiera se le entrega tu virginidad,
porque no a cualquiera debes darle tu este especial ¿no? Y así, uno entiende como: lo doy
porque lo quiero, porque lo estimo, porque me tranquiliza, porque es algo que quiero, porque
en fin de cuentas el ser humano busca su placer, ya es con quién te metes ¿no? Ahí es ya con
quien decides cogerlo, pero si o sea es el hecho, y ya por eso creo que marcó tanto”. (MS, 21
años).
afectivas de las participantes mencionadas, desde las idealizaciones creadas acerca del amor
romántico y las expectativas acerca de una relación, hasta la forma de ejercer su sexualidad
por medio del vínculo amoroso, en pro de proteger la integridad, virtud y castidad de la mujer.
Al observar lo expresado en los relatos y las entrevistas de las participantes, dos de ellas
se destacaron por hablar abierta y explícitamente acerca de esta categoría. Su forma de vivenciar
de las concepciones hegemónicas de vincularse con otra persona, ya sea desde una esfera
necesariamente una relación debe ser larga, es decir, al comenzar dicho vínculo con esta persona
era completamente consciente de que duraría el tiempo que se pudiera, sin pensar acerca de
expectativas futuras como una unión marital; simplemente, su ideal a alcanzar era la madurez
a involucrarse en diversas dimensiones de su vida, como por ejemplo la tradición social presente
en este contexto que es conocer al núcleo familiar de cada uno; esto debido a que su concepción
propia de respeto consigo misma le hacía tratar de preservar constantemente sus espacios a
solas:
“Eso al inicio fue como, muy inconsciente, yo le empecé a poner como un pare a la relación.
Entonces yo después de cierto punto como que no la deje evolucionar demasiado. Entonces,
digamos, ehmm…nosotros éramos como a hacernos promesas y cosas, pero yo nunca como que
mire la posibilidad de que…de que eso fuera un noviazgo largo ni que llegáramos a
comprometernos más, no en el sentido de casarnos ni nada, sino ser una pareja más madura…
¿tal vez?” (MR, 21 años).
“a mi antes me daba como mucho miedo era como a integrar a la persona a mi vida. Entonces,
ehm…yo antes separaba demasiado los espacios. Yo soy una persona que a mí me gusta mucho
compartir, pero también me gusta mucho tener tiempo a solas…” (MR, 21 años).
Otra de las participantes hizo mención acerca de la racionalización del primer encuentro
sexual, expresando que su concepción de la “primera vez” estaba ligada más a un gusto físico,
que a lo que dictan los discursos hegemónicos de un hito por medio del cual se “consuma el
amor de dos personas” (Rodríguez, 2006), haciendo referencia a una necesidad natural de un
primer encuentro erótico durante la adolescencia, que simplemente es concebido como “una
obstante, al mismo tiempo la cultura y el contexto generaron en ella que la concepción de “la
“[Hablando de su primer encuentro sexual]: igual uno todavía tiene esta idea de “ah
mi virginidad” ¿sabes? Como: me quitó la virginidad y mucha gente es como: no,
super especial, que todavía recuerdo que fue mi primer novio, mi primera relación, le
ponen mucho peso emocional al primer encuentro, en cambio en mi caso fue como:
no pues marica un man que me gustaba, me atraía, un man como al que yo le gustaba
y le atraía y ehh, pues compartimos un momento y ya está, ¿sabes? Como que no es
una cuestión de: oh lo recuerdo porque es muy especial; o sea si fue especial, pero no
es una cuestión que, ¿sabes? Es muy normi, es muy una relación más”. (NT, 23 años).
De esta forma, ambas participantes racionalizan acerca de hitos y puntos clave en la
En este caso, solo tres de las seis participantes se encuentran en una relación romántica;
cada una de ellas tiene la misma noción acerca de su vínculo en el momento, es decir, todas
expresaron que las parejas con las que están actualmente han contribuido positivamente en el
laboral, etc.), límites claros, consensos y decisiones conjuntas. Del mismo modo, cada una
Una de las participantes hizo referencia a que se encuentra en una relación estable y a
distancia, en donde el estar lejos ha aportado enriquecedoramente, ya que cada uno valora al
otro desde el cuidado y el respeto, permitiendo que ambos cumplan metas tanto personales
como conjuntas. Además, para la participante la relación significa estar abierta a posibilidades
nuevas en donde puede salirse de los discursos hegemónicos y vincularse libremente, desde su
Por su parte, otra de las mujeres mencionó que se encuentra iniciando una relación, la
cual le ha permitido dejar atrás miedos del pasado, debido a que en un momento de su vida fue
violentada físicamente por una ex pareja. Este nuevo vínculo romántico le ha facilitado dejar
de lado las cargas impuestas por el rol de género femenino (pasividad, tolerancia y
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normalización a la violencia, etc.) y ejercer sus prácticas amorosas de forma libre. No obstante,
continúa apegándose de cierta forma a los discursos amorosos hegemónicos, desde ideas como:
“pero pero si, hasta cierto punto fue cuando él [su relación actual] empezó a oficializar las
cosas sin que yo me diera cuenta y el hecho de que él decía: cuando yo le digo amor a alguien
es porque yo ya voy enserio; para mi eso fue como: ah okay perfecto; cuando yo recibo
mensajes diciéndome amor, yo quedé como en stand by como: uy ¿qué pasó aquí?; ahí fue
cuando yo me di cuenta de que ya me gustaba (...)Y hasta ahí, ahí vamos, creo que seguimos en
luna de miel porque pues todo ha sido muy bonito, todo ha sido muy romántico; unas peleas
bobas ahí de malos entendidos que se arreglan dialogando, lo cual me parece importante y ha
sido clave pues siento como en estos momentos para mi, como para yo estar tranquila ¿no? ”
(MS, 21 años).
Finalmente, una última participante mencionaba una práctica completamente
significativa para ella, la cual llamaba “maneras sanas de liberar tensiones”, en donde buscaba
espacios con su pareja como ir a jugar paintball o participar en escape rooms, cada uno en un
equipo diferente, para competir y dejar de lado situaciones negativas que hayan pasado
respetuosa, estable y con límites claros, después de haber atravesado situaciones negativas con
románticamente con alguien, desprendiéndose de la necesidad de volcarse sobre el otro para ser
feliz en pareja.
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5. Análisis y discusión
En el presente análisis se encontró que las participantes expusieron una fuerte influencia
del discurso amoroso heteronormativo y monógamo, donde se realizan acuerdos previos ligados
con la exclusividad y la fidelidad a la hora de establecer una relación formal con alguien del
respeto, la complicidad y el cariño a la hora de tener una “pareja”. En ese sentido, se rescata
que las participantes no mencionan en ningún momento la posibilidad de establecer una relación
que se distancie de los ideales hegemónicos en los vínculos románticos, de acuerdo con lo
propuesto en Rodríguez (2006) y Prada (2010). Sin embargo, demuestran también cómo estas
concepciones hegemónicas, propias del discurso del amor romántico, les han generado un
por las falencias que posee el discurso hegemónico del amor romántico, ya que perpetúa
violentas en distintos niveles. A diferencia de lo que sucedía en las generaciones pasadas, donde
violentos en los que estaban involucradas, las participantes de este estudio han demostrado estar
Otra observación importante por hacer acerca de los discursos tiene que ver con el paso
y que ella misma se da. Este cambio, asociado al mundo adulto, implica para las participantes
una transición de niña a mujer, donde las maneras en que se vinculan erótico-afectivamente
legitimar concepciones hegemónicas que ejercen control sobre las experiencias de las mujeres.
Así, estos discursos se reproducen dentro de microsistemas tales como la familia, el colegio,
etc, quienes no solo hacen mención a la importancia transicional que implica la mayoría de
edad, sino que ejercen dispositivos de poder y control sobre la vivencia del amor, la sexualidad
y el género. De esta manera, se encontró que dentro de los círculos cercanos de las participantes,
así la manera como se desarrollan en las diferentes esferas de la vida; es un mecanismo que
reproduce prácticas y discursos vulnerantes, donde la mujer es quien se vuelve hacia la pareja,
Ahora bien, resulta evidente, en los relatos de las participantes, que no son las
instituciones sociales las únicas responsables de incitar imaginarios problemáticos acerca de las
relaciones, la mujer y su lugar en éstas, sino que los elementos de consumo mediático, como
los cuentos infantiles, la literatura juvenil, e incluso las canciones que resuenan socialmente,
del amor romántico como dependencia y fusión con el/la otra; así, se hace evidente cómo la
cultura sigue teniendo un rol significativo en la preponderancia del status quo, por lo que no
Estos elementos parecen entrar en concordancia con lo que Scott (1986), refiere al
por muy sutiles que parezcan estas concepciones patriarcales y hegemónicas, la realidad es que
son discursos explícitos, pero que parecen no serlo dado lo normalizados que están en la
sociedad. Como consecuencia de esto, los imaginarios sobre el amor romántico se fueron
estableciendo desde mucho antes de que estas mujeres se empezaran a vincular erótico-
infancia.
Así pues, se hizo evidente en las vivencias de las participantes, que el entenderse
mujeres, con las implicaciones que esto tiene en una sociedad marcada por el patriarcado, ha
definido en gran medida las formas como, al menos siendo más jóvenes, establecieron vínculos
amorosos con sus parejas. Desde la dependencia, hasta la idealización, pasando por el centrarse
en el otro, todos han sido elementos que de una u otra manera se mencionan repetidamente en
las entrevistas y relatos escritos analizados. Los miedos, las inseguridades, las emociones
relaciones amorosas. De esta forma, se puede decir que sus maneras de generar vínculos con
otros y con ellas mismas, se pueden equiparar a un cautiverio, como expresa Lagarde (2005);
como tales, dichos cautiverios dificultan que estas mujeres puedan ser conscientes de las
dinámicas abusivas en las que se encuentran dentro de una relación y, por ende, salir de ésta.
Adicionalmente, un hecho en común a resaltar radica en que todas vivieron estas vulneraciones
(bien sea por parte de sus parejas o por discursos hegemónicos imperantes), siendo aún muy
jóvenes.
Los abusos vividos dentro de las relaciones que establecieron, pues, parecen haber
estado presentes también en el ámbito sexual, siendo que no se vivía, de manera general, una
sexualidad tranquila y empoderada, sino que su prioridad parecía ser el deseo de su pareja,
dejando de lado su propio placer y comodidad. No obstante, también fue evidente que en todas
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las mujeres participantes se ha generado una transformación radical en cuanto a la vivencia de
la sexualidad, pues en sus discursos se evidencia una sexualidad donde ellas se sienten cómodas
qué necesitan para cuidarse y su lugar dentro de estos encuentros. En este aspecto, se resaltan
maneras muy subjetivas de desarrollarse en esta dimensión, dado que cada una expresa maneras
particulares de tomar decisiones y disfrutar su sexualidad, acordes con las experiencias que han
tenido.
Ahora bien, al respecto de las deconstrucciones que estas mujeres han realizado, no
solamente en el ámbito sexual sino en muchos otros aspectos del amor y su vivencia, cabe
rescatar lo mencionado previamente acerca de cómo estas mujeres viven en tensión, entre lo
que quieren y empiezan a construir por sí mismas, y lo que les fue enseñado de pequeñas, que
se mantiene aún imbricado en sus discursos, prácticas y relaciones. Entendiendo lo que estas
mujeres mencionan en sus relatos, parece ser que su lucha contra aquello que les vulneró en
algún momento de sus vidas, es constante. Estas mujeres quieren romper el modelo patriarcal
que las oprimió desde la infancia, pero aún parecen tener un camino por recorrer.
Así pues, se encontró también que estas deconstrucciones (por difíciles que resulten por
momentos), han sido posibles debido a las mismas violencias y abusos que estas mujeres han
experimentaron, las cuales estuvieron vinculadas a algún tipo de irrespeto y vulneración, que
pudieron empezar a cuestionarse lo que quieren y no quieren, lo que merecen y lo que no, al
En este camino, entonces, han logrado imaginar concepciones propias de vivir el amor
transparencia, la tranquilidad, el apoyo mutuo, el respeto, entre otras cualidades. Todas estas
mujeres, sin excepción, mencionan que el amor debe vivirse desde lugares constructivos, donde
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puedan tener un lugar que ellas mismas se dan. Los imaginarios del amor romántico (que son,
necesidades del otro, se transforman cada día, para convertirse en imaginarios donde ellas
puedan tener vínculos sanos, tanto con ellas mismas como con otros.
generar una des-idealización tanto del mismo, como de sus parejas, con el fin de poder entender
claramente qué es un hecho violento, qué situaciones están dispuestas a permitir y cuáles no,
qué necesitan, cómo pueden comunicarlo, qué desean en un encuentro sexual, etc. Se hace
evidente en estas mujeres la necesidad de comprender el amor como algo más allá que una
sensación corporal o emocional, sino como un hecho que requiere compromiso, acciones
concretas y diálogo. A partir de entender el amor como algo más allá de lo etéreo, les ha sido
posible convivir en sus relaciones de acuerdo con lo que cada una quiere, necesita y se merece.
Lo dicho se evidencia, para algunas de las participantes, en el hecho de que han podido
establecer relaciones donde primen los elementos que consideran importantes; estas mujeres
han podido construir con sus parejas actuales desde estos lugares propios, encontrando sus
necesidades con las de su pareja, teniendo claros sus límites y logrando, así, una convivencia
A partir de lo vivido y analizado, queda claro que el amor ha sido un elemento central
en la vida de las mujeres participantes. Desde los discursos hegemónicos imperantes, junto con
las implicaciones que éstos han tenido para el bienestar físico y emocional de las mujeres
entiende que el amor y su vivencia genera maneras propias de ser y estar en el mundo, acordes
Así pues, se evidencia cómo la normalización de la violencia como parte del discurso
amoroso idealizado, sigue estando aún presente en estas generaciones. Dado que se les enseñó
a ver el amor como algo mágico, trascendental y sublime, han permitido una gran cantidad de
transgresiones a su ser, su cuerpo y sus emociones, pues era “lo que siempre pasaba”. Estos
discursos hegemónicos que entienden el amor como fusión y dependencia, avalan una gran
cantidad de dinámicas patriarcales y destructivas, donde la mujer no es más que un objeto a ser
amado y deseado, permitiendo así sujeciones injustas, dado que ellas deben ajustarse a las
quienes los demás quieren que sean, a fin de merecer el cariño condicional que reciben. Se les
enseña a complacer, desde diferentes lugares y de diversas maneras, pues es la única condición
bajo la cual serán queridas. Más aún, para que esto sea posible, se les enseña que no pueden
quererse a sí mismas, y que la única manera en que pueden hacerlo es a partir del
reconocimiento que su pareja les da. Es por esta razón que se mantienen las demandas acerca
de las relaciones como exclusivamente monógamas, pues la posibilidad de ser una persona
merecedora depende únicamente de que el sujeto con quien se tiene un vínculo, le quiera.
se sabe quiénes son sin su pareja, qué quieren, qué se merecen, cómo lo merecen y qué necesitan
74
de sí mismas para merecerlo. Es una carencia de su autoreconocimiento, que empieza en la
infancia y se mantiene hasta las primeras relaciones erótico-afectivas, siendo aún jóvenes. Así,
vínculos y encuentros sexuales, pues si lo único que se ha vivido son abusos, se entiende que
así será siempre, dado que son hechos que se normalizan, no solo por lo experimentado, sino
también por los dispositivos sociales de poder y control presentes en las instituciones sociales
permitan crecer con sus vínculos, y no gracias a ellos. Es evidente que para estas mujeres el
amor es ahora algo diferente a lo que se les ha enseñado, pues reconocen que se merecen tener
un lugar activo, donde puedan ser quienes son sin ajustarse a las demandas sociales, o que su
pareja pueda tener acerca de ellas. Las mujeres participantes, entonces, reconocen que son, que
existen, y que no necesitan de alguien más para merecer ese reconocimiento. Para ellas, las
maneras de amar sana y cuidadosamente empiezan por sí mismas. Así, les es posible poner
límites, saber hasta dónde pueden ir sus parejas, y hasta dónde pueden ir ellas. Han entendido
que el amor no se limita a un sentimiento, sino que es una construcción conjunta, donde cada
Así pues, a pesar de los hechos vulnerantes vividos, reproducidos y sufridos gracias a
los discursos hegemónicos sobre el amor, las mujeres de esta generación han logrado construir
maneras propias de amar, que si bien están aún influidas por aquello que han interiorizado, son
suyas, establecidas a partir de lo que han atravesado y que se transforman de acuerdo con su
subjetividad.
no resulta justo tener que pasar por estas vulneraciones, para entender que aquello acontecido
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fue un acto violento. Valdría la pena seguir transformando, deconstruyendo y construyendo
nuevamente, para que las mujeres de las nuevas generaciones no tengan que pasar por lo que
estas mujeres (y quienes escriben esta investigación) pasaron. No es justo que una mujer tenga
que ser violentada, para entender que se merece algo mejor en el amor y consigo misma. Es por
esto que, a partir de lo aprendido, narrado y entendido junto con las mujeres participantes, la
presente investigación le apuesta a maneras de vivir el amor, la sexualidad, el género, que nos
permitan ser, que abran nuevas posibilidades. Amar, desde nuevos lugares y desde diferentes
dimensiones, es revolucionario.
Para concluir, queda claro que un reto por asumir es el de favorecer la educación
emocional a las mujeres de las nuevas generaciones, así como el fortalecimiento de canales de
demanda que se preste atención a sus implicaciones, y se haga lo posible por transformarlas. Es
aquí donde la psicología como disciplina juega un papel importante, pues permite indagar por
nuevas formas de vivir y construir el amor, llevando a cabo una problematización de los
discursos que validan la experiencia erótico-afectiva como una forma de opresión hacia las
de cada día en las relaciones amorosas. Finalmente, cabe resaltar que sería enriquecedor
extender el estudio de esta problemática a los hombres y las diversas masculinidades existentes,
con el fin de ampliar la perspectiva del amor de forma bilateral, reconociendo también otros
Cabra, N., & Escobar, M. (2014). El cuerpo en Colombia. Estado del arte cuerpo y
subjetividad. IDEP. IESCO. Bogotá.
Chul Han, B. (2014). La agonía del Eros. Editorial Herder. Barcelona, España.
De Beauvoir, S. (2014). El segundo sexo. Penguin Random House Grupo Editorial. Bogotá,
Colombia.
Lagarde, M. (2005). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y
locas. Editorial Universidad Autónoma de México.
Lovelace, A. (2019). Aquí la princesa se salva sola. Barcelona, España. Editorial Planeta.
Rodríguez M, Z. (2006). Paradojas del amor romántico: relaciones amorosas entre jóvenes.
Instituto Mexicano de la Juventud.
Thomas, F. (1994). Los estragos del amor. Bogotá, Colombia. Editorial Universidad
Nacional.
Urra, E., Muñoz, A., & Peña, J. (2013). El análisis del discurso como perspectiva
metodológica para investigadores de salud. Enfermería universitaria, 10(2), 50-57.
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8. Anexos
1. Guía de entrevista
— No, no es por eso. Es que ya no quiero nada contigo. Hay que aprender a terminar las cosas
— Me dijo.
Le pedí varias veces que me dijera la verdad. Me respondía de nuevo con insultos y
excusas. Yo le prometí que iba a cambiar y que iba a hacer lo que me pidiera para que no me
terminara. Dios, qué nivel de inconsciencia tenía en ese momento. Finalmente, me dijo que ya
estaba cansado de hablar. Después de todo, ya estaba tarde y él quería dormir, después de haber
trabajado y estudiado tanto. Le dije que por favor solucionáramos eso antes de que se fuera y
me dijo:
— Érika, estoy cansado de ti, ¿no me entiendes? ¡Ya no quiero que me llames, no quiero que
me escribas, ni que me busques, no me hables, no quiero verte nunca más! ¡Déjame dormir! —
Me decía a grito entero el imbécil ese.
Yo no dije nada. Estaba atónita, asustada. Me sentía herida, rechazada, insuficiente,
intranquila, abandonada y él lo sabía. Él sabía que me había roto. Él sabía que me estaba
lastimando. Él sabía que yo lo quería, que era importante para mí y que lo que estaba pasando
me iba a afectar profundamente. Mientras sentía todo eso y pensaba qué iba a ser de mi vida
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desde ese momento en adelante pasaron 2 minutos. Él me dijo que iba a colgar. Que ya era
suficiente. Recuerdo perfecto que su última frase fue: “Cuídate mucho”. Por supuesto que esta
era una de las frases manipuladoras que solía decirme cada vez que discutíamos. Como si ya
nunca volviéramos a hablar. Pues esta vez sí sería así. Colgó.
No recuerdo haber sentido tanto miedo en una noche más que en esa. Yo no sabía qué
hacer. No sabía en dónde meterme o si morirme. No sabía qué iba a ser de mi existencia si no
era al lado de esta persona. Pocas veces he tenido momentos tan duros como ese. Lo recuerdo
bien. Recuerdo cómo lo sentía y en dónde lo sentía. Incluso, cuando traigo esas sensaciones a
mi cuerpo, me dan náuseas. Fue horrible. Horrible porque además sentía que no tenía a nadie
más porque esa había sido la manera en cómo había construido mi relación con él: era
dependiente. A él le contaba todo. Con él hacía todo. Más de lo que merecía. Terminé relaciones
con amigos cercanos porque a él le molestaba que saliera con ellos. Discutía constantemente
con mis padres porque, como siempre, tienen un sexto sentido en el que saben cuándo alguien
no es transparente. No me importaba, Hacía lo que él me pedía; y si eso involucraba discutir a
gritos con mis papás, obvio que lo iba a hacer porque pues, el novio primero, ¿no? El amor
primero...
La relación con ellos se deterioró bastante. No quería llegar a mi casa nunca porque
sabía que una pelea fija me esperaba. Claro, ya sabía yo sobre qué íbamos a hablar. Este tipo ni
siquiera podía acercarse a la portería porque mis papás no soportaban verlo después de tantas
situaciones en las que me habían visto, literalmente, vuelta mierda. Ellos no querían verme
sufrir y me lo dijeron. Me lo dijeron tantas veces... Fueron tantos momentos en los que, con
lágrimas, mi mamá me suplicaba que soltara eso. Me repetía constantemente que algo iba a salir
mal. Que no quería verme quebrada y lastimada. Que por el amor que les tenía a ellos, soltara
esa relación. Y yo, súper grosera le gritaba que me dejara en paz. Que no se metiera en mi vida
y que a ellos no les importaba lo que me pasara en esa relación. Les decía que yo estaba
segurísima de que lo quería y que hasta que no dejara de sentirlo, pues eso no se iba a acabar.
Más discusiones después de eso.
Durante esa noche en la que él me terminó y me obligó a desaparecer de su vida me
preguntaba: ¿A quién le voy a pedir ayuda? Si voy y les digo a mis padres lo que me pasa seguro
me gritan, me regañan, me echan en cara las cosas, no me van a apoyar porque nunca lo hacen,
pensaba. Fue una noche difícil. Fue una noche difícil...
Mis padres y mis amigos terminaron enterándose de que se había acabado la relación.
Ellos felices, obvio. Mis amigos me apoyaron mucho desde el principio. Yo estaba pasando por
un momento duro en el que me costaba mucho quedarme sola. Cada vez que pasaba, me sentía
desesperada y asustada. Yo seguía sin saber algo de esta persona. No podía escribirle ni buscarle
porque me lo había pedido. Justo una semana después estaba cumpliendo años una amiga y
decidimos celebrar en el Carmen de Apicalá, en una casa que su familia tiene. Estaríamos en
este lugar dos días. Pensé que me serviría mucho salir y distraerme. Entonces fui. Fue
maravilloso. Me divertí, aprendí, me sentí cómoda, bailé, canté, viví y estuvo bien. Estuvo bien
estar sin él. Algo curioso que pasaba en este lugar era que el internet no funcionaba bien por lo
que casi no tuve contacto con el celular. Eso me permitió desentenderme y prestarle atención a
otras cosas.
81
Sin embargo, el día en que nos estábamos devolviendo para Bogotá, sucedió que, en un
punto, los datos de mi celular comenzaron a funcionar. Me puse a chismosear si alguien había
escrito algo importante y entonces vi un estado de esta persona, de la cual no sabía nada desde
hacía una semana. Con algo de ansiedad y curiosidad lo abrí para saber más o menos en qué
estaba. ¡Vaya sorpresa! Eran una serie de videos en los que él aparecía besando a otra persona
con una canción significativa que yo le había dedicado. Casi me da algo ese día. Otra vez la
ansiedad, el rechazo, el abandono, la insuficiencia e incapacidad... Otra vez los miedos a flor
de piel. No podía creer que, después de haberle rogado tantas veces que me dijera la verdad, no
lo hiciera y me engañara de esa forma. O sea, literalmente era la muestra del reemplazo que me
había dado. No recuerdo muy bien a la chica en el video, pero sí que lo recuerdo a él. Clarito lo
veo incluso después de haber pasado tres años.
Me quedé el resto del camino contenida. Con unas ganas de romperme inmensas. Creo
que esa ha sido la ocasión en la que más me he guardado y tragado mis ganas absurdas de llorar.
Decidí no contarles nada a mis amigos. No quería arruinar el momento. Mi ánimo cambió
radicalmente. Me fui en silencio durante el resto del viaje. En realidad, me puse una cinta
imaginaria en la boca que prometí no quitarme hasta que me subiera en un taxi de camino a mi
casa. Cuando me bajé del carro en el que íbamos y me despedí, casi que corrí a coger el taxi
porque ya no aguantaba más. Se me había hecho el tiempo eterno. Sin embargo, llorar en el taxi
tampoco me permitía sentirme cómoda. Entonces no lo hice. Mis papás me recibieron en la
portería del conjunto. Me abrazaron y me dijeron que les alegraba tenerme de vuelta.
Yo seguía muy contenida y luché por no desbordarme en ese momento. Ellos no sabían
lo que estaba pasando. No sabían que estaba pasando por uno de los peores momentos en mi
vida. Me preguntaron qué me pasaba. Yo estaba muy seria y miraba siempre al suelo mientras
caminábamos hacia el apartamento. Me preguntaron si algo había pasado con mis amigos. Me
preguntaron si me habían hecho o dicho algo que me hubiera generado malestar. Respondí que
no. Yo estaba decidida a no decirles porque pensaba que no me apoyarían. En seguida abrimos
la puerta, casi que corrí a mi cuarto y me encerré. Mis papás, confundidos, se fueron a su cuarto.
Pasó un minuto y me dije: “necesito contarles. Necesito que lo sepan. Necesito ayuda”.
Salí de mi cuarto, entré callada al de ellos, me senté en su cama, saqué mi teléfono y les
mostré el video que yo había visto. Comencé a llorar con sollozos mientras lo sostenía con mi
mano. Veía cómo sus caras se transformaban mientras lo veían. Yo seguía llorando. Lo
entendieron todo. Se quedaron mirándome y me dijeron: “Puedes llorar. Nosotros te cuidamos”.
Me desbordé inmediatamente. Ellos me abrazaron y estuvieron conmigo mientras me repetían
“Aquí estamos. Nosotros te amamos. Te amamos mucho”.
Fue ese instante en el que comencé a darme cuenta de tantas cosas... Me sentí cuidada,
comprendida, apoyada, importante. Me sentí amada. Amada incondicionalmente por mis
padres. Por estos seres a los que había gritado y despreciado tantas veces por alguien que yo no
merecía. En ese momento entendí cómo funciona un amor sano y auténtico. Nos quedamos
abrazados unas cuantas horas mientras yo me desahogaba. Fue un hito. Aún cuando lo escribo
y lo recuerdo, lloro.
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A partir de ese momento casi todo se transformó en un ángulo de 180°. La relación con
mis padres creció, se fortaleció y yo me sentía más enamorada que nunca de ellos. Sí, de ellos.
De esos seres maravillosos que me había dado el universo. Esas personas que no estaba
dispuesta a perder otra vez. Comenzamos a hablar más, a reírnos más, a vivir más. Y yo,
comencé a entender que no necesitaba a Alejandro y que, por el contrario, el que me él me
obligara a salir de su vida había sido más bien un favor. Finalmente, él me ayudó a liberarme
de lo que me pasaba. Me ayudó a encontrarme de nuevo conmigo misma y encontrar a las
personas que realmente amo y me aman. Recuperé algunas relaciones que había roto con
amigos. Comencé a vivir de maneras distintas. La vida comenzó a sonreírme por todos lados.
Ese año, al final, tuvimos las que para mí han sido hasta hoy las mejores vacaciones de
mi vida: salimos, comimos, reímos, hablamos, bailamos, hicimos casi de todo. Me sentí real y
auténticamente amada y amando. Lo descubrí y lo reafirmé con ellos. Hasta hoy, son las
personas a las que más amo en este mundo y por fuera. Yo no sé cómo agradecerles su existir
conmigo y en mí...
Muchas veces, durante la vida, amamos. Amamos a muchas personas, a muchas cosas,
a muchos lugares. Muchas veces lo hacemos con quienes no lo merecen y dejamos de ver y
reconocer a quienes permanecen ahí, independientemente de lo que nos suceda. Amar es
hermoso y se siente en cada parte del cuerpo. Se sabe cómo se siente cuando lo sientes. Pero
más hermoso es aún cuando yo misma me permito sentirlo con quienes me merezco y se lo
merecen. Aprendí que es importante no dar por sentado nada. No acostumbrarme a la idea de
que, porque tengo a mis papás a unos metros de distancia, entonces los normalizo y dejo de ver
lo hermoso que sucede cada vez que estoy con ellos.
Esta historia me recuerda particularmente a una frase de un libro que me gusta mucho:
“Lo esencial es invisible a los ojos” -Antoine de Saint-Exupéry, Le Petit Prince.
c. Relato 3 (LE, 22 años)
Hoy escribiré sobre el amor. Hablaré del amor que hoy invade mi sentir, que me sacude el
alma, que me permite soñar y me hace feliz. Este ha sido un amor de aprendizajes y de
crecimiento en conjunto. Ha sido un viaje de emociones que hemos emprendido de la mano.
Este amor ha sido para mí todo un reto porque constantemente quiebra mis ideas y me abre
nuevas posibilidades, nuevos horizontes y nuevas perspectivas. Es un camino cambiante, con
altos y bajos, quiebres y arreglos, alegrías y tristezas. Es toda una complejidad que cada día
revela algo nuevo. Este amor me ha permitido antes que nada a aprender a amar
cuidadosamente, amar sin querer acaparar, amar lo imperfecto, amar entendiendo las
diferencias, amar respetando.
Algo que ha sido muy significativo para mí ha sido el aprender a establecer confianza,
aprender a escuchar al otro y estar ahí para él, y también en el sentido contrario, aprender a
escucharme y permitir compartir mis sentimientos, mi vulnerabilidad, confiando que va a ser
acogida con amor. Aunque esto aún es un proceso para nuestro amor, cada día aprendemos
del otro y aprendemos maneras de querernos con cuidado. Particularmente, esto ha sido algo
nuevo para mí, algo que no había encontrado con nadie en mi vida más que con mi mejor
amiga. Es reconfortante saber que hay alguien que está ahí tanto para momentos de crisis
como para momentos cotidianos. Creo que este es un gran pilar de nuestro amor, el poder
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estar ahí para el otro y esto, aún en la distancia. Hemos estado separados a miles de
kilómetros por 5 meses y hemos buscado querernos desde ahí, desde acompañarnos en la
distancia con amor y cuidado, queriendo siempre lo mejor para el otro. Con esto no quiero
decir que estemos totalmente volteados hacia el bienestar del otro, olvidando el propio, al
contrario, nos damos espacio para trabajar otros aspectos de nuestras vidas, estar con la
familia, hacer nuestras propias cosas… y creo que esto es importante para mí porque es algo
que yo antes no consideraba, creía falsamente que amar implicaba “fundirse con el otro” y
volverse uno solo pero me doy cuenta cada vez más que amar implica permitirse el uno al
otro crecer sin retener.
Y bueno, puedo decir que estoy enamorada, que Enrique me enamora como es, me enamora
lo que ha surgido entre nosotros. Me enamora todo de él, sus cualidades y defectos, me
enamora saber que puedo construir con él, que somos compañeros de vida, en el día a día. No
puedo saber qué nos depara el futuro pero sí sé que hoy, es uno de mis polos a tierra, mi
cómplice y mi amore.
d. Relato 4 (MR, 21 años)
Mi historia amorosa más significativa es sobre el tiempo que tuve con quien fue mi primer
novio. Él se llama Santiago y a hoy, cinco años después de haber terminado nuestro noviazgo
es una de las personas que más aprecio por todo lo que me enseñó.
Nos conocimos en el colegio, en décimo porque sencillamente terminamos en el mismo salón
y eventualmente sentados al lado y en un par de trabajos. Nuestra amistad empezó siendo grupal
más que uno a uno, nosotros junto a Paula y Sebastián nos hicimos muy cercanos y
molestábamos. Él siempre ha sido muy inteligente y bueno para los números y a mi me empezó
a ir muy mal en física ese año, por lo que él se ofreció a ayudarme. De ahí empezamos a salir,
al cine, a tomar helado, solo a hablar y era más que obvio que nos gustábamos. Sin embargo,
yo no me sentía preparada para tener algo en ese momento.
Nos volvimos novios hasta el año siguiente (2015) cuando estábamos en 11. Él espero algo
más de un año con tal de que yo me sintiera cómoda. Duramos cerca de un año y la relación fue
tormentosa hacia el final, pero agradezco todo lo que vivimos porque me hizo una persona más
fuerte y honesta conmigo misma, y por encima de todo aprendí que yo valgo mucho.
Esto último lo digo porque yo no me creía suficiente, paralelo a nuestra relación tuve problemas
serios con la comida y para decidir carrera, sentía que debía ser más, y que no me merecía nada
de las cosas buenas que me estaban pasando, y él, con sus defectos era una de las más grandes.
Santiago fue capaz de hacerme entender que yo era suficiente para mí misma, que no tenía
necesidad de ser la niña perfecta a la que yo aspiraba.
Aprendí a ser honesta y a poner límites. Eso fue en gran parte mi problema, por eso no me
sentía cómoda con la relación y por lo tanto no supe disfrutarla, me sentía sin aire
constantemente y me cargué con todas las necesidades emocionales que Santiago tenía cuando
ni siquiera podía con las propias.
Con todo, mi lección más grande de esta relación la obtuve este año, luego de mucho tiempo
sin vernos ni hablarnos, supe que el amor de verdad si existe y que es muy importante expresar
y reconocer que si no estamos bien nosotros es muy difícil sacar adelante un proyecto de pareja.
Esa es la razón más importante del porqué estoy escribiendo sobre lo que viví con este hombre.
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Este año, en cierto modo por la pandemia, volvimos a escribirnos con interés genuino en saber
que es de la vida del otro y entender ciertas cosas de lo que vivimos que solo salen a flote en
retrospectiva. Supe que él se sentía culpable de cosas que me ocurrieron y pude reconocerle
errores de mi parte que me pesaban hace años. Volvimos a hablar como amigos, riéndonos de
las cosas que nos pasaron, limamos asperezas que nos quedaron y sobre todo, encontramos que
ese amor nunca se fue, pero no en el sentido romántico de las cosas (incluso llegamos a la
conclusión que siempre fuimos más amigos que novios) sino en que nunca dejamos de estar
pendientes, que a hoy nos apoyamos en los proyectos que cada uno tiene.
Esa es la lección más grande que el amor cambia y no tiene una única forma. Que cuando no
espera nada, porque ambos sabemos que nuestra relación no va para atrás y que no vamos a ser
lo más cercano de la vida, es cuando tiene más valor.
e. Relato 5 (MS, 21 años)
Relato “Historia de un amor”
La relación de la que les voy a contar me marco de muchas maneras, desafortunadamente
unas más negativas que otras, pero comenzare por lo positivo. Cuando inicie mi relación con
esta persona estaba cursando grado 11, estudiábamos juntos y aunque toda la vida lo
habíamos hecho nunca nos habíamos hablado, sin embargo, ese año cambiaron muchas cosas
y una de ella fue hablarme con él. Si les soy honesta no sé cómo me conquisto solo me
acuerdo que después de hablarnos por un tiempo, empecé a realizar cosas que para mí no eran
normales como: arreglarme más, esperar para verlo y con ello a esperar la hora de recreo para
quedarme hablando a solas con él. Haciendo todo esto me di cuenta que me gustaba, pero no
éramos “nada” seguíamos siendo amigos y así duramos como por 3 meses. Luego en el prom,
resulto una conversación sobre nuestros futuros, de cuando nos graduáramos, yo le comenté
lo que quería estudiar pero que también esperaba poder irme del país, en esas me acuerdo que
él se puso a llorar y me dijo que no me quería perder, y fue ahí cuando me dijo si quería ser su
novia, obviamente respondí que si porque si no la historia no continuaría.
Empezamos a vivir un montón de cosas, fue mi primer novio serio respecto a lo que
significaba tener una relación “madura” había salidas, apoyo y compañía. Y así fue
trascurriendo el tiempo, en el cual yo me enamore de él. A medida que pasaba el tiempo se
convertía en alguien importante para mí, fue el hombre de “mi primera vez” lo cual lo hacía
más especial. No voy a negar que tuvimos discusiones, pero eran pasajeras como cualquier
otra, pues no todo iba a ser de color rosa, pero a pesar de ello, luego de haber cumplido el año
de relación las cosas empezaron a deteriorarse, empecé a pelear con el más seguido por
cuestiones que sucedían en mi casa las cuales impedían que me viera con él. Tanto era el
conflicto que mi familia y mi pareja me hacían escoger entre ellos, y se enojaban cuando
ponía a uno sobre el otro. Las cosas fueron empeorando y yo llegué a un punto de cansancio
muy alto, estaba exhausta de toda la situación y el hecho de estar “en el medio” escogiendo a
uno de los dos era demasiado demandante en todo aspecto (emocional, psicológico y físico),
en ese punto decidí terminar la relación.
Siendo franca no termine con él porque dejara de quererlo, al contrario, lo quería, pero no
aguante más, y fue aquí donde se complicaron las cosas (aquí es donde comienzo con lo que
me marco de forma negativa) … creí haber terminado la relación en buenos términos, sin
embargo, no fue así. Un día, tiempo después de haber terminado el me busco y me dijo que
me quería devolver un dinero que le había prestado (nunca se lo cobre porque fue más una
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ayuda que le brinde en su momento), yo le dije que bueno, que no se lo estaba pidiendo pero
que está bien, así que le pregunte que donde nos veíamos, él me dijo que cerca de mi casa,
puso fecha y hora y así acordamos. Llegado el día y la hora me vi con él, me saludo muy
efusivo lo cual me sorprendió, pero no le preste importancia, me pregunto cómo estaba y todo
el cuento, hablamos por 5 minutos y al momento de entregarme el dinero me dijo “¿quieres
hablar?” obviamente se refería a nuestra relación y yo francamente le dije que no, que lo
quería mucho pero que me sentía más tranquila de no tener tantos problemas. Aun no
entiendo que fue lo malo que le dije, pero el cambio completamente en ese momento, fue
como si se hubiera transformado, me empezó a ofender, a humillarme a tal punto que me tiro
al piso de maneras repetidas y luego me golpeo. Esta parte de la historia ha sido lo que mas
me marco, puesto que nunca espere eso de él y jamás en mi vida se me ocurrió pasar por algo
como esto. Hoy en día continuo con un proceso legal en su contra y aunque sanar las heridas
no es trabajo fácil, se ha logrado poco a poco. A él no lo odio considero que lo perdone y le
agradezco por enseñarme a ver lo mucho que valgo y que de igual forma merezco lo mejor y
no menos que eso.
f. Relato 6 (NT, 23 años)
Relación más significativa.
Mi relación más significativa es mi relación actual, nos conocimos en una cena de
cumpleaños de una amiga que tenemos en común. La cena era a las 6 y como soy una
obsesiva con el tiempo llegué a las 5:58 al local, él llegó a las 6:00 en punto al local y la
mamá de la niña llegó a las 6:02. Cómo éramos solo tres personas tuvimos que sentarnos en la
misma mesa (y cerca) para poder hablar. Casualmente, yo en ese momento empezaba
psicología en la Javeriana (llevaba dos semanas estudiando) y Daniel ese semestre se
graduaba de psicología en la Javeriana por lo que, sabiendo que teníamos esto en común nos
pusimos a hablar de psicología y de la Javeriana. Cuando todo el mundo llegó él y yo ya
teníamos interés por ver qué más podría pasar entre nosotros por lo que él propuso que
después de la cena fuéramos a tomar cerveza con otros amigos. Terminando la cena en efecto
fuimos a tomar cerveza con otras personas que estaban en la cena y Daniel nos pidió el celular
a todos para poder organizar un plan de cómo hacer pizza casera pues una de las niñas
presentes había estudiado gastronomía en el SENA y pues estaba ofreciendo enseñarnos a
todos cómo hacer pizza. Después de crear el grupo de WhatsApp empezamos a hablar sobre
quien vivía más lejos y decidimos que Daniel (que vivía en el portal 80) y yo (que vivo en la
170 con 9na) éramos los que más lejos vivíamos. Cuando la noche llegó a su fin cada quien se
fue para la casa, pero Daniel de una me empezó a escribir para ver en efecto, quien de los dos
vivía más lejos y desde ahí seguimos hablando y hablando sin parar. Al mes de conocernos y
de empezar a salir, él me pidió el cuadre y pues yo le dije que sí, desde ese momento ya
vamos tres años juntos y seguimos contando.
Él es mi relación significativa porque hemos vivido muchas cosas en estos tres años,
empezando porque es mi primera relación tan larga. También, con él experimenté quedarme
en la casa de un chico a dormir todo un fin de semana, llevarlo a planes familiares, invitarlo al
cumpleaños de familiares y que él me invitara a mí. En fin, juntos hemos vivido muchas cosas
importantes que hacen que la relación tenga más relevancia y significado en mi vida.
3. Matrices de análisis para entrevistas y relatos
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a. Matriz 1 (AA, 21 años)
Categorías Subcategorías Fragmentos
Aprendizajes Relato
- De todas he aprendido cosas muy valiosas como cosas que
me gustan, cosas que no me gustan, como reacciono a
situaciones difíciles en la relación, como merezco que me
traten, cuanto valgo, entre otras cosas, las he aprendido a
la mala. Es decir, las he aprendido a punta de peleas,
discusiones y corazones rotos.
- En relaciones pasadas aprendí lo mucho que valgo y que
merezco un buen trato al darme cuenta que no merecía que
me ignoraran, me gritaran o en general que me maltrataran
de ninguna forma.
- En el pasado aprendí que las peleas no solucionan los
problemas después de que note que solo llevaba a tensión y
a más peleas a futuro.
Entrevista
- Esa particularmente me ayudó a darme cuenta que si bien
es feo y duele y es una persona con la que uno tenía…estaba
ilusionado y pues ya no, como que el cambio de planes
total, pues no es el fin del mundo y la vida sigue, llegan
personas nuevas, y así. Entonces pues igualmente no deja
92
Primer Relato
encuentro - Con esta persona estuvimos casi cuatro años juntos, en un
erótico-afectivo noviazgo que, al final, comenzó a incorporar aspectos no
sanos para ninguna de las partes. Estábamos en un momento
en el que yo sabía que las cosas se iban a acabar pronto.
- Los contactos diarios con esta persona se convertían en
peleas fuertes en las que él terminaba tratándome como si no
valiera nada. Me decía constantemente que estaba cansado
de perder tiempo conmigo, que yo lo hacía una mala persona
y que era mi culpa el que me gritara, me insultara y casi, me
golpeara.
- Él me dijo que iba a colgar. Que ya era suficiente. Recuerdo
perfecto que su última frase fue: “Cuídate mucho”. Por
supuesto que esta era una de las frases manipuladoras que
solía decirme cada vez que discutimos. Como si ya nunca
volviéramos a hablar. Pues esta vez sí sería así. Colgó.
Entrevista
- [refiriéndose a la primera experiencia erótica] Recuerdo que
fue con el primer novio que tuve, cuando tenía… ¿Qué? Por
ahí unos… ¿15 años, tal vez?
- Al principio fue todo muy bello jaja. Yo todavía estaba
como, súper enamorada, súper encaprichada con esta
persona… Había sido la única relación “seria” entre
comillas que estaba teniendo.
- al principio todo funcionaba bien, como que había
comunicación entonces casi no había peleas, no discutíamos
por nada, quizá porque no necesitaba discutir por algo, y yo
era súper nueva en las relaciones, entonces pues tampoco
sabía exactamente cómo comportarme y al principio fue
difícil el entender cómo sentir confianza para expresarme
afectivamente con una pareja. Entonces a mí me costaba
resto, por ejemplo darle picos incluso en la calle a esta
persona, porque me daba pena, o me costaba agarrarle la
mano, porque no quería ser muy… intrusiva o… sí, intrusiva
es la palabra. Entonces me costaban ese tipo de
comportamientos, y fue algo que me llevó mucho tiempo.
- Después comencé, creo, como a entenderme un poco más,
como en términos del lenguaje corporal y comunicativo,
entonces ya me fui acomodando. Igual fue mucho tiempo,
entonces pues también… aprendía desde estos lugares,
desde dónde me sintiera cómoda.
- él se comunicaba conmigo bastantemente, por diferentes
medios, salíamos, pues yo conocí a sus papás, pues
96
Concepciones Relato
propias sobre el - La relación con mis padres creció, se fortaleció y yo me sentía
amor más enamorada que nunca de ellos. Sí, de ellos. De esos seres
maravillosos que me había dado el universo. Esas personas
que no estaba dispuesta a perder otra vez.
- [refiriéndose a sus padres] Ese año, al final, tuvimos las que
para mí han sido hasta hoy las mejores vacaciones de mi
vida: salimos, comimos, reímos, hablamos, bailamos, hicimos
casi de todo. Me sentí real y auténticamente amada y amando.
Lo descubrí y lo reafirmé con ellos. Hasta hoy, son las
personas a las que más amo en este mundo y por fuera. Yo no
sé cómo agradecerles su existir conmigo y en mí...
Entrevista
- O sea como que hay tantos tipos de vínculos como personas,
y tantas maneras diversas de relaciones, pienso que ninguna
es tabú; pienso que todas son válidas, siempre y cuando
sean cuidadosas entre sí. Y eso es algo que hace falta un
montón. Y es algo que se rompe por la no comunicación. Y
eso es en lo que difiero.
97
Sexualidad Relato
Entrevista
- Pienso que lo erótico entonces no es solamente tener sexo,
sino que puede ser como otro tipo de experiencias.
- yo no había estado con nadie en ese momento entonces
todas estas, pues todos estos acercamientos que sucedían
que no tuvieran que ser exactamente con lo explícitamente
sexual, como la penetración como tal o como el acto o…
pues me revolvían.
- yo, como te decía, no había tenido una experiencia sexual o
erótica, ni siquiera conmigo misma, como que me lo
prohibía muchísimo antes.
- [hablando de sus papás] Si bien cuando yo preguntaba
cosas sobre el sexo o les hacía algún tipo de comentario
sobre algo que había escuchado y no sabía qué era, pues
ellos me respondían con la súper libertad como “mira,
masturbación es esto y punto, como tocarse los genitales o
cualquier zona erógena, esto es mastrubación”. Y me lo
decían cuando yo era pequeña y demás… Pero siempre fue
un tabú como porque, pues bueno, yo soy hija única jaja,
entonces… Y soy niña jaja, entonces; pues soy mujer,
entonces en ese momento era niña, entonces mi sexualidad
103
Cuerpo y Relato
subjetividad - No sé cuántas veces he logrado evidenciar el amor que otras
personas sienten por mí e incluso, el que yo siento por otras.
Sin embargo, las ocasiones en que las que lo hice, las siento
siempre cercanas. No sólo el recuerdo de la imagen, sino
también, el recuerdo de la emoción y cómo se sentía en mi
cuerpo en aquel momento.
- Amar es hermoso y se siente en cada parte del cuerpo. Se sabe
cómo se siente cuando lo sientes.
Entrevista
- Sí, que son los límites que yo pongo que van en pro de mi
cuidado.
- Claro, lo digo y es súper fácil decirlo, como que alguien me
golpea, yo reacciono y ni mierda, como que no me voy a
dejar. Pero pues vaya uno. Porque cuando me pasó,
además, actué de una forma súper diferente a la que estoy
diciendo ahora. Pero creo que es algo que no permitiría, o
sea, no.
- Como que también creo mucho en la química que puedes
lograr con personas distintas, porque pues… de nuevo
tantos encuentros sexuales distintos como las personas que
hay en el mundo. Entonces, con todas las personas no lo voy
a vivir de las mismas maneras. Y eso también es chévere. Y
pienso que… Como que ponerle… Sí, como ese toque
personal a ese encuentro sexual cuando la otra persona o
las otras personas ponen su toque, es re chévere. Siempre y
cuando haya química y siempre y cuando… Sí, como que no
105
Entrevista
- [refiriéndose a la sexualidad] Entonces para mí esas cosas
eran mega nuevas y me generaban mucha incomodidad, y
como mucha… no sé, como que… Agh, era un hito. Como
eso, que es incluso secreto, ¿no? Como que yo no podía
decirle a nadie lo que había pasado porque para mí era
como otra cosa súper seria.
- O sea, como “salir”, cuando digo “salir con amigos” es
como a comer helado o a almorzar, o a desayunar…
- [Hablando de prejuicios comunes acerca de las mujeres]
Ahora pienso como “ni mierda esos prejuicios” como
“pues, si quiero gritarte pues te grito y punto y ya.”
Aprendizajes Relato
- Me sentí cuidada, comprendida, apoyada, importante. Me
sentí amada. Amada incondicionalmente por mis padres. Por
estos seres a los que había gritado y despreciado tantas veces
por alguien que yo no merecía. En ese momento entendí cómo
funciona un amor sano y auténtico.
- Y yo, comencé a entender que no necesitaba a Pepe y que, por
el contrario, el que me él me obligara a salir de su vida había
sido más bien un favor. Finalmente, él me ayudó a liberarme
de lo que me pasaba. Me ayudó a encontrarme de nuevo
conmigo misma y encontrar a las personas que realmente
amo y me aman. Recuperé algunas relaciones que había roto
con amigos. Comencé a vivir de maneras distintas. La vida
comenzó a sonreírme por todos lados.
107
Transgresión Relato
de límites - Otra vez la ansiedad, el rechazo, el abandono, la
insuficiencia e incapacidad... Otra vez los miedos a flor de
108
Primer Relato
encuentro Entrevista
110
Concepciones Relato
propias - puedo decir que estoy enamorada, que Camilo me enamora
como es, me enamora lo que ha surgido entre nosotros. Me
enamora todo de él, sus cualidades y defectos, me enamora
saber que puedo construir con él, que somos compañeros de
vida, en el día a día.
Entrevista
- darme el espacio a mí, y saber que una relación no es de…
o sea, no implica… o sea, implica más cosas que… el otro, o
sea, es, son muchas dimensiones.
- he cambiado en eso, como en el cuidado, porque yo podía
ser un poquito… sí, controladora, como había dicho al
principio, ¿no? Y como, acaparadora, ¿tal vez?
- También… como a comunicar más las cosas. Creo que eso,
pues, he tratado de cambiar eso.
- buscando más estar en conexión conmigo y con el otro…
para, pues para que sea ameno para las, para los dos, que
podamos crecer juntos y no opacar el uno al otro.
- [refiriéndose al amor] lo veo como… algo… pues, primero,
que se construye. (...) También que está en muchos lugares,
¿no? En muchas personas, no solo en lo… en la pareja.
- el amor no es un sentimiento como tal, creo, sino… que trae
muchos sentimientos.
- ahora veo el amor así, como… como algo que… que
necesita respeto, también. Que necesita… de… dos partes, o
más, pues o sea como… sí, de dos partes, como, de mi parte,
de conectarme conmigo misma.
- [sobre el amor] lo veo más, más ligero jajaj. Como,
metafóricamente, ¿no? Como, no es como un peso, sino
como que es algo que, simplemente está, y pues también si
se va, pues sí, o sea, está bien. ¿Sí? Como que… Y siempre
implica, como, cuidado, y nada de daño jaja, o sea, eso no
es amor. Sino, sí. Cuidado por mí y por el otro.
Sexualidad Relato
Entrevista
- ya cuando terminamos… [con la voz restringida] me aloqué
un poquito jajajajajaja. (...) me dio muy duro la tusa,
entonces pues ya era como que, pues no me impor… o sea,
como que dije como “bueno, pues ya, no importa”, o sea,
hacerlo con amor o sin amor igual es mi decisión o sea… no
sé, empecé como… entonces conocí como a un man. Que se
llama Sergio. Y… y bueno, con él fue la segunda vez que lo
hice.
- Y pues realmente era como que, pues yo lo veía [a Sergio]
como de… sí, no sé, como de parche, ¿por decirlo así?
Jajajaj. No sé si suena muy… Y realmente pues, para mí era
como que pues estaba muy bien, quería como explorar esa,
esa parte, de estar con otras personas.
- [Sobre Sergio] éramos amigos, pero no éramos novios, pero
pues… yo iba a su casa y… pues hacíamos… pues, o sea,
teníamos sexo… jajajajaja, parce, ¿por qué cuesta tanto
decir eso?
- [Acerca de Sergio] digamos que ahí pues, no viví como una
sexualidad muy… amena, digamos. Y… y sí, me sentí muy…
como, irrespetada en ocasiones. Pero aún así lo permití, y lo
seguí permitiendo. Y pues ahí hubo como otras personas en
114
Cuerpo y
subjetividad
Aprendizajes Relato
- Este amor me ha permitido antes que nada a aprender a
amar cuidadosamente, amar sin querer acaparar, amar lo
imperfecto, amar entendiendo las diferencias, amar
respetando.
- aprender a establecer confianza, aprender a escuchar al
otro y estar ahí para él, y también en el sentido contrario,
aprender a escucharme y permitir compartir mis
sentimientos, mi vulnerabilidad, confiando que va a ser
acogida con amor.
Entrevista
- yo creo que… mis dos primeras relaciones me enseñaron
mucho como, a quererme jaja, ¿no? Y a valorarme, y a
reconocerme.
- yo soy muchas dimensiones, tengo a mi familia, tengo mis
estudios, mis cosas y… y por alguien, no… pues, no debo
opacar esas otras cosas, ni a mí misma.
- también a… como a las formas cuidadosas de amar. Y… Sí,
como… el ver… o sea, no idealizar, por ejemplo, porque…
sino, amar como en el todo, ¿sí? Como a la otra persona,
pero entendiendo pues que igual van a haber cosas que…
que no son… que no son perfectas, que van a traer cosas…
pues, conflictos… sí, o… o disgustos, pero pues… sí, eso.
Amar más cuidadosamente como, pues respetando al otro,
siendo menos celosa jajajaja. Sí, como, como entender que
también “amar” (eso lo he aprendido con Camilo), no es
como, solo… querer que te amen jaja. Como… sino,
entregar amor y… y en general, no solo a tu pareja sino al
resto también, al mundo, a las otras personas.
Relaciones Relato
actuales - Este ha sido un amor de aprendizajes y de crecimiento en
conjunto. Ha sido un viaje de emociones que hemos
emprendido de la mano. Este amor ha sido para mí todo un
116
Influencia - Luego también empezó con los amigos de uno. Pues es que
cultural este me trajo chocolates, entonces, me tienen que traer
chocolates. O bueno, no cosas tan materiales, sino…no sé,
tiene que verse así o así, entonces todo eso. O incluso, pienso
yo, la música (...) uno cree que lo que dice la letra de la
canción lo tengo que estar sintiendo yo, y a mí no me pasaba
eso.
- yo he sido una… ¿Cómo se llama? Una fanática de la época
victoriana y…pues, he leído libros y visto películas y todo eso,
y en ese momento, y se me viene a la cuenta como mucho
después, ellos tenían una especie de…unas reglas sociales
muy marcadas. Respecto a todo y respecto a las relaciones
amorosas. Entonces como que muchas de esas vainas las
interiorice de que eran parte del deber ser.
- También creo que la parte cultural del tema de series y eso
tiene mucho que ver porque los programas para adolescentes
siempre tienen esa escena (sexual).
- Mucha parte fue ficción jajajaja como, nuestra generación
creció leyendo libros como distopías románticas. Entonces
pues eran estos amores trágicos, pero muy tiernos, entonces
bueno por ese lado un poco.
Primer Relato:
encuentro - Mi historia amorosa más significativa es sobre el tiempo que
erótico-afectivo tuve con quien fue mi primer novio. Él se llama Santiago y a
hoy, cinco años después de haber terminado nuestro noviazgo
es una de las personas que más aprecio por todo lo que me
enseñó. Nos conocimos en el colegio, en décimo porque
sencillamente terminamos en el mismo salón y eventualmente
sentados al lado y en un par de trabajos. Nuestra amistad
empezó siendo grupal más que uno a uno, nosotros junto a
Paula y Sebastián nos hicimos muy cercanos.
- De ahí empezamos a salir, al cine, a tomar helado, solo a
hablar y era más que obvio que nos gustábamos. Sin embargo,
yo no me sentía preparada para tener algo en ese momento.
Nos volvimos novios hasta el año siguiente (2015) cuando
121
Cuerpo y
subjetividad
Aprendizajes Relato:
- mi lección más grande de esta relación la obtuve este año,
luego de mucho tiempo sin vernos ni hablarnos, supe que el
amor de verdad si existe y que es muy importante expresar y
reconocer que si no estamos bien nosotros es muy difícil sacar
adelante un proyecto de pareja.
127
Influencia - Por otro lado fue de familia. Como no solo mis papás, sino
familiar en tíos, abuelos, todos decían como “cuando usted tenga novio,
los discursos la tiene que recoger en la casa”. Desde cosas tan chiquitas
amorosos
pues uno se va haciendo una idea de “ah pues sí, me tiene que
recoger en la casa”.
- Y pues obviamente como…no igual, pero, de cierta manera la
relación de los papás de uno influye también muchísimo en
eso. Y no tanto como en el matrimonio, sino que yo desde muy
pequeña pregunte como “¿y ustedes cómo eran de novios?”
y tal cosa. Incluso como que yo me puse a leer cartas y
tarjetas que ellos se mandaban, mis papás, y los libros de…no
sé, poesía que mi papá le leía a mi mamá. Entonces como
que…yo dije oye, tan bonito que a uno le lean poesía. Y puede
que uno no lo diga, pero uno empieza a decir como bueno,
esto lo podría hacer alguien con quien yo este saliendo, y eso
termina siendo una expectativa.
Primer Entrevista
encuentro - Yo creo que la primera primera primerita si lo ponemos en
erótico-afectivo relación fue la que tuve a mis quince años, con esa persona
duré tres años. La primerita, como que digo que fue algo
serio uno dice fue algo serio esa, como que la primera
experiencia amorosa fue esa.
- y pues era la novedad entonces pues yo siempre había tenido
amiguitos y amigovios que era lo que uno llamaba en su
época, que no era nada serio pero que había el gustico como
de: ay si que lindo, pero el ya fue súper directo y me dijo
como: no es que yo quiero que seas mi novia.
129
Concepciones Entrevista
propias - [Hablando de la relación actual]: incluso antes de esto yo le
hablé de varias cuestiones frente a mis temores de tener una
relación, lo cual me parecía importante porque sentía que él
me quería y yo si le puse ya los límites como: “mira si yo
llego a tener una relación contigo yo no quiero que suceda
A, B, C y D”, por ejemplo. Él decía: “yo estoy de acuerdo”.
- bueno, límites, por ejemplo cosas tan simples como el celar,
pongamos ese límite, las amistades también es un límite (...)
dije cómo no, el espacio de amistad es amistad, el de
relación es relación, yo respeto tus amistades, tú respeta las
mías. Y le dije, siempre y cuando no falte que la una no
afecte con la otra, en el sentido de no falta la persona, una
amiga que sea toda: ay no, no me cae bien tu novia.
- Hay un límite porque la relación es de los dos y si
permitimos que alguien más entre pues van a haber muchos
inconvenientes, ósea y desde ahí todo el tiempo estamos él y
yo creo que en un momento en el que yo tengo muchas cosas
que hacer, ando muy ocupada y tampoco voy a estar todo el
tiempo pendiente de: “ay si”, porque en este momento mi
prioridad suena muy cliché son los estudios, entonces y para
él también, entonces claro vamos en esa misma sintonía...
- El hecho de avisar, ósea como avisar: “estoy ocupada o
estoy tal cosa”. También otro límite de decir “¿qué pasa en
lo que sucede en nuestra relación?” como: “si estas mal, si
dije algo que no te gustó dime, para yo poder saber qué te
estoy haciendo”, ósea que no te enojes y me digas como:
“¿qué tienes?”. “Nada, estoy perfecta”, no, no, no, esas
cuestiones ya eran para culicagados, no, uno ya está grande
y se supone que ya es consciente de que quiere entonces
pues uno también tiene que ser consciente de que debe
hablar y pues eso también fue un límite.
- [Hablando sobre la relación actual]: Porque no te voy a
negar que al establecer una relación yo siento que he dejado
muchas cosas, como que antes sí hacía, ya no y yo algo que
he dejado claro es como primero es mi paz mental, o sea mi
tranquilidad va primero y yo no la voy a quitar por nada y
yo algo que le advertí a él fue como: si veo que me estas
quitando mi paz mental, por más cariño, por más afecto que
te tenga, me voy, porque esto se lo dejé muy claro y en eso si
130
Sexualidad Entrevista
133
Cuerpo y Entrevista
subjetividad - no sé, algo tan simple como verte al espejo y decir: marica,
me veo inmunda porque tengo la nariz fracturada y yo no
soy yo, ósea el me pegó en tal lado, ósea los morados ya
pasaron pero yo te puedo decir: el me pegó aquí, te puedo
135
Aprendizajes Entrevista
Transgresión de Entrevista
límites - se transformó todo, eh... el empezó a humillarme, a
gritarme, a ofenderme, a un montón de cosas que yo en ese
momento no sabía quién era esa persona(...) Esta persona
en un momento llegó, me tiró al piso, me paraba, me volvía
a tirar, el sabía, yo siento que él sabía lo que estaba
haciendo porque él sabía como pisarme para que yo no me
pudiera parar y él pudiera tumbarme más fácilmente; ya
138
Influencia Entrevista
familiar en - además bueno si lo ponemos así lo padres también influyen
los discursos mucho en el hecho de: cuando hagas tu primera vez tiene
amorosos que ser con una persona que tu amas, bueno a nosotras nos
dicen, no sé como sea en el campo del hombre, pero pues en
las mujeres si; tiene que ser con alguien que tu amas,
porque es muy importante, porque no a cualquiera se le
entrega tu virginidad, porque no a cualquiera debes darle tu
este especial ¿no? Y así, uno entiende como: lo doy porque
lo quiero, porque lo estimo, porque me tranquiliza, porque
es algo que quiero, porque en fin de cuentas el ser humano
busca su placer, ya es con quién te metes ¿no? Ahí es ya con
quien decides cogerlo, pero si o sea es el hecho, y ya por eso
creo que marcó tanto.
Aprobación Entrevista
familiar de - [¿Qué tan importante es contarle a la madre acerca de un
encuentros encuentro erótico-afectivo?]: bastante, bastante, ósea fue
139
Relaciones Entrevista
actuales - [hablando de su pareja actual]: en esas oportunidades
fueron pasando muchas cosas como que: no me siento mal,
estoy triste y para mi era sorprendentemente raro escribirle
eso como: estoy mal, estoy triste, entonces yo yo que he
estado tan cerrada, yo que he estado en un proceso de: no
quiero hablarle a nadie de lo que estoy sintiendo y contarle
a él me sorprendió mucho...
- pero pero si, hasta cierto punto fue cuando él [su relación
actual] empezó a oficializar las cosas sin que yo me diera
cuenta y el hecho de que él decía: cuando yo le digo amor a
alguien es porque yo ya voy enserio; para mi eso fue como:
ah okay perfecto; cuando yo recibo mensajes diciéndome
amor, yo quedé como en stand by como: uy ¿qué pasó
aquí?; ahí fue cuando yo me di cuenta de que ya me gustaba.
- [relación actual]: Y hasta ahí, ahí vamos, creo que seguimos
en luna de miel porque pues todo ha sido muy bonito, todo
140
Primer Entrevista
encuentro - pues digamos como que el primer noviecito que tuve y entre
erótico-afectivo comillas fue como en quinto. Era de esos como tipo: ay eh,
ve te manda a decir pepito que si quieres ser su novia, así,
de niños. Ehhh, pero pues fue muy curioso porque
obviamente uno como que ay si novios durante dos semanas
y terminamos, así como cositas así y yo no sé porque en esa
época también jugábamos mucho pico botella, ósea todos
con todos.
- pero mi punto es que con ese muchacho igual me gradué,
ósea igual seguí toda mi existencia, digamos que en quinto
fue como: ay si los noviecitos y después como que el vínculo
evolucionó y ya éramos amigos y ¿sabes? Hoy en día
ocasionalmente hablamos y si nos encontramos por acá por
la calle, pues nos saludamos y todo, entonces como que si
fue digamos entre comillas como mi primer vínculo, como
141
Concepciones Entrevista
propias sobre el - también sabía que era como una cuestión de, por ejemplo
amor siempre he sabido que como que no hay una única persona
para mí, como que de verdad no, cualquier persona puede
ser entre comillas mi alma gemela, depende es como del
trabajo que juntos pongamos en la relación. Entonces, no
tenía un imaginario como de: oh vamos a estar juntos por
siempre, mi primera relación, no…
- [Haciendo referencia al discurso hegemónico y al discurso
realista del amor]: entonces sí, siempre he tenido como
ambas versiones (...) pero también soy muy realista, como
no es como que alguien mágicamente me mire, amor a
primera vista y yo entonces eh nos enamoramos y no ósea,
también se que no funciona así, porque desde muy joven eh
pues lo que te digo mis papás siempre me decían como: si
muy bonito y todo pero no es así (..) [Haciendo referencia al
enamoramiento repentino de su hermana]: y pues era como:
ah bueno, ósea, pues ósea a mitades.
- [Hablando de su relación actual]: por ejemplo yo no estoy
dispuesta a negociar la violencia, cualquier, ósea como me
levantan la mano, así no me toquen, pero me la levantan, ya,
ósea, paticas pa qué tenés.
- Como el respeto, eh ósea como en todo el sentido ¿sabes?
Como en el punto en que tu dejes y no es simplemente que
tu: ay, no grites que no se qué, eso no es necesariamente
respeto, sino como el respeto a mi se me cuida mi persona,
mi integridad, mis ideas y mis cosas ¿sabes? Uno sabe
cuando le han perdido el respeto, cuando uno dice algo y es
como: jajaja si, habló ella, entonces eso también para mi es
no negociable, ósea que yo siento que he sido irrespetada,
para mi es como chao.
142
Influencia Entrevista
cultural en - [Hablando acerca de la masturbación]: en una época [El
expectativas colegio] si sentía como culpa o algo(...) pues lo que te digo,
amorosas creo que mucho de lo que, porque igual mi colegio eh pues
si no era de monjas ni nada, si era un colegio religioso, eh
entonces igual sí teníamos como religiones y teníamos como
estas cuestiones, entonces si existían esos discursos en el
colegio y también tenía amigas que eran cristianas, muy
cristianas, entonces como que uno mencionaba el tema y
saben eran cómo: no ¿Qué te pasa?, virgen hasta el
matrimonio, no puedes hacer nada y uno era como ¿Cómo
así? Dios mío y pues yo ya no sé pensando en explorarme o
hacerlo y estas viejas pensando en ser vírgenes hasta el
matrimonio, (...) como que no estaba pasando. Ya después
como que una amiga fue como ah si tuve sexo con mi novio y
ya, después como que se normalizó la vaina, pero en un
punto si fue como que, ósea como que más esos discursos
que circulan.
143
Sexualidad Entrevista
144
Cuerpo y Entrevista
subjetividad - pero pues ten en cuenta, lo que te digo, yo empecé a
planificar como desde los 16 años, 17 años tal vez, empecé a
planificar pues en teoría joven a lo que versus otras chicas
lo hacen, ehh, siempre tuve como la posibilidad de hablar
las cosas con mis papás y todo entonces por eso es que ha
sido así pues en mi caso.
Aprendizajes Entrevista
- una es que el amor no existe, el amor se construye y el amor
se trabaja ¿sabes? Como que y no me mal entiendas, o sea
yo sé que el enamoramiento es real, los sentimientos son
reales y todo, pero también sé que esa sensación se acaba
147
Influencia Entrevista
familiar en - [Concepción del amor hegemónico]: entonces pues también
los discursos ha sido eso ha cambiado y también la idea como de pues yo
amorosos
148
Racionalizaci Entrevista
ón del - [Hablando de su primer encuentro sexual]: igual uno
sentimiento todavía tiene esta idea de “ah mi virginidad” ¿sabes?
amoroso Como: me quitó la virginidad y mucha gente es como: no,
super especial, que todavía recuerdo que fue mi primer
novio, mi primera relación, le ponen mucho peso emocional
al primer encuentro, en cambio en mi caso fue como: no
pues marica un man que me gustaba, me atraía, un man
como al que yo le gustaba y le atraía y ehh, pues
149
Relación Entrevista
actual - [¿qué ha significado tu relación actual?]: una relación eh de
mucho crecimiento para mi y mucho aprendizaje, como que
ehh digamos bueno como no sé si a ti te lo conté pero si no
da igual. Yo conocí a Jorge cuando empecé psicología y él
ya la había terminado ¿no? Entonces ehh, digamos como
que Jorge ha estado conmigo todo el proceso de descubrir
cosas normales que pasan en psicología….
- [Hablando de sus primeros semestres en la universidad]:
Jorge siempre estuvo ahí como: no, mira chill eso no es tan
así. Me acuerdo que un semestre yo era como: tengo que ir
a un psicólogo ya y [él] era como: pero ¿por qué? Y yo
como: no jueputa es que mis vínculos, no o sea tengo
vínculos inseguros, ósea, ósea mal, el como: mira eso no es
así, ta ta ta ta y me dijo: pero si tu quieres ir a un psicólogo
en la universidad, tienes, puedes ir ¿sabes? Como que
siempre estuvo super dispuesto a eh como guiarme,
aconsejarme en el paso.
- entonces como que eso es una cosa que ha sido en mi
relación, como que siempre hemos estado ahí apoyándonos
y también en el sentido contrario, yo también lo apoyo a el.
Cuando yo inicié pues él ahí estaba terminando su trabajo y
literalmente como empezamos a salir y creo que llevábamos
como, es que creo que literalmente en la primera cita que
tuvimos, el ese día consiguió trabajo, entonces yo estaba con
él y literalmente desde ese primer trabajo y lo he visto
crecer como en su carrera profesional y he estado ahí como
en cada paso de su carrera también apoyándolo, como
cuando él siente que no puede con algo es como: no mira si
puedes, ta ta ta, como que hemos estado ahí y literal hemos
sido como compañeros en ese crecimiento, ósea hemos
crecido juntos cada uno en sus cosas pero siempre como
acompañándonos.
- ósea siento yo que es una relación muy respetuosa y muy
calmada, nosotros no peleamos como de gritos y cosas así,
no, ósea, ósea en verdad es que no puedo decirte que nos
hayamos levantado la voz en algún momento, porque medio
alguno de los dos la empieza a levantar y es como: me estás
alzando la voz, por favor bájala ¿sabes? Como no vamos a
hablar en esos términos, entonces no nos gritamos ni nada
sino que como discutimos y así las cosas habladitas, además
150
aparte eso también eso es otra cosa, como que hablamos las
cosas oportunamente.
- Entonces por ejemplo entendemos que cada uno necesite su
espacio, entonces literalmente hay veces que es como: hay
noche de chicos, si es como noche-chicos y a veces yo soy
como: hay pijamada con mi mejor amiga y ya o sea es un
plan como el no tiene que venir a todos mis planes y yo no
tengo que estar en todos sus planes, porque cada uno tiene,
o sea tenemos espacios juntos con amigos, los dos solos y
separados como con amigos, entonces eso también es súper
chévere, como tener, ósea como que igual a pesar de que
estamos en la relación tenemos nuestras vidas aparte…
- [Hablando acerca de maneras de llevar la relación]: formas
de liberar la tensión sanamente, entonces por ejemplo
íbamos a jugar Paint ball, pero obviamente nos hacíamos en
equipos contrarios, entonces era como: pues oye si te
disparo en el juego, o sea, no es mi culpa o por ejemplo
íbamos a como a hacer scape rooms y el era como: listo,
pero tu en el equipo contrario, entonces era como formas
también ¿sabes? Como entre comillas sanas de liberar
tensiones y nosotros molestábamos...
- El resto, eh, si lo negocio, ósea lo acordamos ¿sabes? Como
hago acuerdos con la persona, entonces por ejemplo
digamos en mi relación actual hicimos el acuerdo de como
de fidelidad ¿sabes? Como de exclusividad en todo sentido,
entonces obviamente yo no puedo tener otros compañeros
sexuales, ni romances, ni nada pero obviamente mi pareja
tampoco puede tenerlos, porque eso se acordó.
Relato
- Mi relación más significativa es mi relación actual
- Él es mi relación significativa porque hemos vivido muchas
cosas en estos tres años, empezando porque es mi primera
relación tan larga. También, con él experimenté quedarme
en la casa de un chico a dormir todo un fin de semana,
llevarlo a planes familiares, invitarlo al cumpleaños de
familiares y que él me invitara a mí. En fin, juntos hemos
vivido muchas cosas importantes que hacen que la relación
tenga más relevancia y significado en mi vida.
4. Consentimientos Informados
a. AA, 21 años
151
b. ER, 22 años
152
c. LE, 22 años
153
d. MR, 21 años
154
e. MS, 21 años
155
f. NT, 23 años
156