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Marián Ortiz
1. El jinete negro
En el municipio colombiano de Ocaña existe una leyenda en torno
a la figura de don Antón García, un caballero que vivió
presuntamente durante la época colonial. Por tanto, el origen de
esta narración pudo surgir durante la conquista.
Dice la leyenda que en las calles de Ocaña las gentes podían ver el fantasma del
jinete negro, don Antón García, caballero de la época colonial.
El espectro iba vestido de negro, portaba un sombrero y unas alas anchas. De sus
hombros caía una capa oscura y larga que le cubría todo el cuerpo. Su aspecto
causaba espanto y pavor a aquellos que se lo cruzaban.
Cuentan que, en vida, hizo construir un lago en una de sus fincas, cerca del río
Magdalena, para lo cual empleó mucha servidumbre. Le encantaban los caballos, y
todas las noches se podía oír su caballo negro saltar por las oscuras calles del lugar.
Cuando su esposa enfermó, don Antón García le hizo una promesa a Santa Rita,
patrona de los imposibles. Sin embargo, esta promesa se le olvidó y, cuando don
Antón García falleció, San Pedro le ordenó acudir cada noche a visitar el Santuario
de Santa Rita, hasta la consumación de los siglos.
2. La Madremonte
Este mito es popular en la región Amazónica de Colombiana y
los Llanos Orientales. También, es conocido con otros nombres
fuera de Colombia.
Además, este ser maldice a los usurpadores de terreno y los dirige a los matorrales
y pantanos en las noches más oscuras y tormentosas.
Dicen los campesinos que, para prevenir el encuentro con ella, llevan medallas
benditas y escapularios o pepas de cabalonga en el bolsillo.
3. Los amantes del Telembí
Son muchas las historias surgidas alrededor de ríos, embalses y,
otros espacios naturales, que despiertan cierto misterio.
Inchima, hija del cacique de los indios Kuaikeres, se enamoró del humilde joven
Telembí, quien también la amaba a ella. Pero su padre la prometió con Tanhuai,
cacique de la tribu de los Cuiles.
El desposorio de Inchima y Tanhuai se celebró por todo lo alto con un gran baile.
Pero la joven no estaba enamorada, así que decidió ausentarse un rato para ir a
buscar a Telembí.
Desde entonces, cuentan las gentes que en las noches de luna llena aparece el
espíritu de una mujer que porta en sus brazos el cuerpo de su amante en las orillas
del Río Telembí.
4. La Patasola
Es una narración popular en la Región Andina. Denominada así por
tener una sola pierna, este personaje mitológico representativo
del folclor colombiano ha dado lugar a diferentes narraciones
según el sitio. Es el temor de leñadores y caminantes que se
adentran en el bosque. Su origen es desconocido, aunque puede
verse como una posible narración inventada con en fin de
transmitir el terror a las personas infieles.
En esta versión extendida de la leyenda, la Patasola era una mujer
que paga las consecuencias de cometer una traición amorosa:
Cuenta la leyenda que la Patasola era una mujer joven y hermosa. Estaba casada y
tenía 3 hijos con un campesino, el cual trabajaba sin descanso en la hacienda de un
importante señor. Este se obsesionó con conocer a una mujer y, pronto, se fijó en la
Patasola.
Dicen que el alma de esta mujer deambula por sierras, caminos y campos. Se ve
como una mujer muy bella que se transforma en un monstruo con ojos rojos
cuando ha conseguido atraer a alguien.
5. Francisco el Hombre
Esta leyenda de la región Caribe tiene como protagonista a un
personaje simbólico dentro del folclor colombiano. El cual, podría
representar el prototipo de artista vallenatero. Sobre la identidad
de este posible personaje histórico existen discrepancias, aunque
apuntan a personajes como Francisco Moscote, originario de
Riohacha, quien sería uno de los primeros acordeonistas
conocidos en la zona.
Cuenta la leyenda que, una noche oscura, mientras Francisco el Hombre tocaba su
acordeón para hacer más ameno el camino. De un momento a otro, empezó a
escuchar otra melodía, pero no lograba saber su procedencia. Así, decidió batirse
en un duelo musical, hasta que por fin consiguió ver de quién se trataba en la
penumbra.
6. La leyenda de la Cocha
En Nariño se ubica una laguna llamada La Cocha, también
conocido como lago Guamués. Sobre su origen, existe un mito
antiquísimo que descubre la historia trágica de dos amantes y,
cuyo descuido, hizo nacer la laguna:
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo las tierras de Nariño carecían de agua.
Los indios pedían incansables al creador del universo, Ñamuy, que les
proporcionara agua.
Un día, una pareja de enamorados, que estaban muy sedientos, fueron a una cueva
en busca de agua. Allí se encontraron con un niño, a quien se la pidieron. En
realidad, aquel joven era Ñamuy, quien se había convertido en un chiquito.
Al ver a los enamorados tan sedientos, Ñamuy les dio agua en una vasija. Después,
la pareja se fue de allí agradecida hacia las tierras de la Cocha. Estaban muy
cansados, por lo que decidieron descansar en el suelo. Sin querer, el agua se
derramó del recipiente y fue expandiéndose más y más.
7. La Cabellona
Este mito se ha transmitido en algunos departamentos
de Santander y Antioquía. Este espectro aparece y desaparece
por las calles de los pueblos y va caminando muy rápido. También
se conoce como la Mechuda, por la larga cabellera que tiene:
Su objetivo es asustar a las mujeres a las que considera que son tanto o más bellas
que ella era en vida. Pues se dice de ella que vivía obsesionada con su apariencia,
hasta tal punto, que descuidaba otros aspectos de su vida.
Para ahuyentarla es necesario sacar unas tijeras, pues dicen que su gran temor es
que le corten su larga cabellera.
8. El hombre caimán
En torno a las aguas del río Magdalena, a su paso por Plato, se
originó esta leyenda alrededor de la figura de un antiguo pescador
que habitó en aquella zona. No se conoce el inicio de esta
narración, aunque fue registrada por priw0mera vez en la prensa
local hacia 1940 por Virgilio Di Filippo, periodista de la época.
Narra la leyenda que en Plato vivió un hombre llamado Saúl. Este tenía la práctica
de espiar a las mujeres que se bañaban en el río Magdalena.
Para no ser descubierto, decidió acudir a un brujo para que le preparara una
pócima que le permitiera convertirse en caimán. Así, el hechicero le preparó dos
pócimas. La primera era roja y servía para transformarse en caimán. Mientras la
segunda era blanca y le permitiría volver a su cuerpo original.
9. La Candileja
Esta narración se extiende por los Llanos Orientales y, aunque su
origen es desconocido, se fue extendiendo entre los campesinos
de generación en generación.
Su apariencia es producto del castigo que tuvo que pagar por ser
demasiado compasiva y tolerante con las fechorías de sus nietos:
Cuenta la leyenda que, hace muchos años, vivía una anciana con sus dos nietos.
Estos eran muy conocidos por sus travesuras, en las que incluso implicaban a su
abuela y la ponían en peligro. También llegaron a utilizarla como caballo de carga.
Cuando la anciana falleció, Dios la sentenció a purgar sus penas como abuela poco
severa con sus nietos entre tres llamaradas de candela, las cuales representaban a
la mujer y a sus dos descendientes.
En cambio, es muy compasiva con los niños perdidos, a quienes sirve de guía en su
vuelta a casa.
10. La Mancarita
Aunque su origen es incierto, esta narración se extiende
por Santander, el Norte de Santander y Boyacá. Tiene como
protagonista a un ser con apariencia de mujer, cuyo espectro
ahora vaga por los caminos.
Cuenta esta leyenda que, hace años, en las tierras santandereanas, vivía una mujer
manca que atendía al nombre de Rita. Tenía fama de ser muy chismosa y le gustaba
avivar discrepancias entre los paisanos.
Pronto, los habitantes del lugar la desplazaron y relegaron al olvido, pues la mujer
no hacía más que dañar sus vidas con las historias que inventaba sobre ellos.
Los sonidos que emite dejan paralizados a quienes los escuchan, ya que son una
mezcla de gritos de mujer y llanto de los niños.
11. El Mohán
En el folclore tolimense, destaca un ser mitológico conocido como
Mohan. Un personaje descrito físicamente con apariencia humana,
cabello largo, ojos grandes y pícaros y uñas largas.
Narra esta historia que, en los charcos más hondos, ríos y desfiladeros, vivía un ser
conocido como Mohán.
12. El Hojarasquín
Los bosques son lugares que siempre han despertado gran
misterio para la humanidad. En la mitología mundial existen
diferentes seres que habitan en ellos.
Cuentan los viejos campesinos que, en los bosques y montes colombianos, hay una
misteriosa figura que aparece. Algunos la describen como un cuerpo antropomorfo
repleto de musgo y hojas secas que se entremezcla con flores silvestres y otra
vegetación.
Esta aterradora figura despista a los transeúntes del bosque, pero también ayuda a
encontrar una salida a aquellos que se pierden por el monte.