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TRIBUNAL SECCIONAL DE ETICA MEDICA DE CUNDINAMARCA

Ley 23 de 1981

BOGOTA, D.C., VEINTIOCHO DE JULIO DEL AÑO DOS MIL VEINTIDOS

SALA PLENA, SESION MIL QUINIENTAS ONCE

SE PROCEDE A VERIFICAR EL CUMPLIMIENTO DE LO ESTABLECIDO EN EL


ARTICULO 52 DE LA LEY 1437 DE 2011 DENTRO DEL PROCESO ETICO
DISCILINARIO No. 3344 EN EL ESTADO EN QUE SE ENCUENTRA.

VISTOS

El 17 de febrero del año 2017 recibió esta Corporación el oficio 027017 del 16 de febrero
de 2017 por medio del cual el Tribunal Seccional de Etica Médica de Bogotá, remitió por
competencia los documentos enviados por la Superintendencia Nacional de Salud, relacionados
con la queja de la señora Yolanda Cruz Pulido por presuntas irregularidades en el actuar del
personal médico en la atención del señor José Miguel Cruz Vargas (q.e.p.d.).

A folios 4 y 5 del expediente se encuentra la queja de la señora Yolanda Cruz Pulido dirigida a la
Superintendencia Nacional de Salud en la que narra la atención médica que le fuera dispensada a
su padre, José Miguel Cruz Vargas, en la Clínica Nuestra Señora del Rosario de la Calera el día
14 de mayo del 2015, cuando le fue practicada cirugía plástica ambulatoria de carcinoma de tórax
izquierdo. Informa que el cirujano solo tuvo en cuenta el resultado de la biopsia, sin solicitar
exámenes adicionales para evaluar el estado clínico, desconociendo así las enfermedades que él
padecía como la cirrosis hepática alcohólica, la diabetes e hipertensión. Manifiesta que el
cirujano debió solicitar exámenes de coagulación, ya que después de la cirugía su padre tuvo
hemorragias en la herida quirúrgica por lo que fue llevado dos veces a urgencias, siendo un
paciente con regular expectativa de vida, y la intervención quirúrgica termina perjudicando o
empeorando su salud. Así mismo informa que no se le explicaron los riesgos y consecuencias de
la cirugía ambulatoria, haciéndole firmar un consentimiento, creyendo que era lo más
conveniente para beneficio de su padre. El señor José Miguel Cruz fallece el día 20 de mayo del
año 2015 en la Clínica Jorge Piñeros Corpas.

LA ACTUACION

En Sala Plena de fecha 7 de marzo del año 2017, se aceptó la queja presentada y se declaró
abierto el correspondiente proceso ético disciplinario correspondiéndole su instrucción al doctor
Manuel Enrique Cadena Gutiérrez. A partir de dicha fecha se realizaron las siguientes
actuaciones procesales:

1.- Mediante acto administrativo del 7 de marzo de 2017 se decretó la práctica de pruebas. (Folio
37 del expediente)

2.- Con oficio 0303/17 de fecha 13 de marzo del año 2017 se solicitó a la Clínica Nuestra Señora
del Rosario de La Calera copia de la historia clínica del señor José Miguel Cruz Vargas. (Folio 38
del expediente)

3.- Mediante acto administrativo del 28 de marzo de 2017 se efectuó nuevo reparto del proceso
correspondiéndole su instrucción al doctor Arturo Vergara Gómez. (Folio 39 del expediente)

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4.- Con oficio 0363/17 de fecha 4 de abril del año 2017 se solicitó a ESIMED copia de la historia
clínica del señor José Miguel Cruz Vargas. (Folio 40 del expediente)

5.- El 3 de mayo del año 2017 recibe esta Corporación copia de la historia clínica de ESIMED
correspondiente al señor José Miguel Cruz Vargas. (Folios 41 al 219 del expediente)

6.- Con oficio 0715/17 de fecha 10 de julio de 2017 se citó a declaración juramentada a la señora
Yolanda Cruz Pulido. (Folio 221 del expediente)

7.- Declaración juramentada rendida ante esta Corporación por la señora Yolanda Cruz Pulido el
día 1 de agosto de 2017. (Folios 222 al 225 del expediente)

8.- Con oficio 0811/17 de fecha 2 de agosto del año 2017 se solicitó a la Sub-Gerente Nacional
de Salud ESIMED S.A., informar cual es el procedimiento para autorizar una cirugía ambulatoria
y el procedimiento para su realización, incluyendo la toma del consentimiento informado. (Folio
227 del expediente)

9.- Con oficio 0812/17 del 2 de agosto de 2017 se solicito a la Sub-Gerente Nacional de Salud de
ESIMED Copia del consentimiento informado que autorizaba la cirugía ambulatoria realizada en
la Clínica Nuestra Señora del Rosario de la Calera el día 14 de mayo de 2015 al señor José
Miguel Cruz Vargas. (Folio 228 del expediente)

10.- El 27 de septiembre de 2017 se recibe comunicación de la Gerente Nacional de Salud de


ESIMED S.A., en la que informa que el consentimiento informado solicitado, se encuentra en la
historia clínica de forma digital, así mismo informa que la historia clínica no es un documento
modificable, “asevera la validación que el consentimiento, si fue firmado, presentando
autorización para el procedimiento realizado”. (Folio 229 del expediente)

11.- Copia de notas de enfermería de fecha 14 de mayo del año 2015, de la historia clínica del
paciente José Miguel Cruz Vargas, en la que aparece anotación que dice: “Paciente con
consentimiento previamente firmado”. (Folio 230 del expediente)

12.- Copia de la boleta de solicitud de Sala de cirugía. SC Torre de especialistas Autopista Norte,
de fecha 6 de mayo de 2015. Para realización de Resección de tumor benigno o maligno de piel al
señor José Miguel Cruz Vargas. (Folio 232 del expediente)

13.- Consentimiento informado Intervención Quirúrgica o Procedimiento Especial de fecha 6 de


mayo del año 2015, en el que se autoriza al doctor Yesid Martínez Díaz y a los asistentes de su
elección en la IPS SC Torre de Especialistas Autopista Norte a realizar al señor José Miguel
Cruz Vargas, la intervención quirúrgica de “Plastia en ZO W en área especial (cara, cuello,
manos, pies, pliegues de flexión, genitales), más de cinco. Sin firmas. (Folio 233 del expediente)

14.- Copia de la historia clínica de la IPS ESIMED Autopista Norte 104 correspondiente al señor
José Miguel Cruz Vargas. (Folios 234 al 240 del expediente)

15.- Con oficio 0283/18 de fecha 17 de abril de 2018 se solicitó a la Sub-Gerente Nacional de
Salud ESIMED, copia del consentimiento informado firmado por el paciente y/o familiar que
autorizó la cirugía ambulatoria al señor José Miguel Cruz Vargas,

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realizada en la clínica Nuestra Señora del Rosario de La Calera. (Folio 241 del expediente)

16.- El 30 de abril del año 2018 recibe esta Corporación el oficio JCT-175-2018 suscrito por la
doctora Ana Leonor Arroyave Ortega, Representante Legal de Estudios e Inversiones Médicas
S.A. – ESIMED S.A, dando respuesta al oficio 0283/18, informando que revisada la
información que entrego la hoy extinta Corporación IPS Saludcoop a Estudios e Inversiones
Médicas S.A. ESIMED S.A., no se encontró que dicha entidad haya entregado el consentimiento
informado que autorizó la cirugía ambulatoria al señor José Miguel Cruz Vargas, realizada en la
clínica Nuestra Señora del Rosario de La Calera. (Folios 242 al 266 del expediente)

Para resolver la Sala Plena,

CONSIDERA

Declarada la apertura del presente proceso disciplinario ético profesional, efectuado el reparto
correspondiente y encontrándose el proceso en etapa de instrucción procedería en esta instancia
escuchar en versión libre a los médicos involucrados en la atención del paciente. No obstante,
y debido a un cambio de postura en cuanto a la prescripción y/o caducidad de los procesos ético
disciplinarios, es deber de esta Corporación proceder a declarar la caducidad de la facultad
sancionatoria dentro del presente proceso, tal como se fundamenta a continuación.

I. DE LA NORMA LLAMADA A SUPLIR LOS VACIOS DE LA LEY 23 DE 1981 Y SU


DECRETO REGLAMENTARIO 3380 DE 1981

En el transcurso de los años se ha debatido ampliamente cuál es la norma llamada a llenar los
vacíos que presenta la Ley 23 de 1981 y su Decreto Reglamentario 3380 de 1981 respecto al
trámite de los procesos ético disciplinarios.

Sea, lo primero indicar que la misma Ley 23 de 1981, en su artículo 82 indica que “En lo no
previsto en la presente Ley, se aplicarán las normas pertinentes del Código de
Procedimiento Penal.”

Entonces cabe preguntarse, ¿Si la misma Ley de Ética Médica prevé que los vacíos que presenta
se suplan con la reglamentación procedimental penal, entonces por qué el debate?

La principal razón para que no haya consenso al respecto es porque pese a que la misma ley
establece una clara remisión al Código de Procedimiento Penal, lo cierto es que los Tribunales de
Ética Médica no pertenecen a la rama judicial, sino a la ejecutiva, pese a que sus funciones son
claramente judiciales.

En efecto, los Tribunales de Ética Médica son entidades de carácter privado investidas de una
función pública por disposición legal, pues tal como indica el artículo 73 de la Ley 23 de
1981, “Los Tribunales Etico-Profesionales en ejercicio de las atribuciones que se le
confiere mediante la presente ley, cumplen una función pública, pero sus integrantes
por el solo hecho de serlo no adquieren el carácter de funcionarios públicos.” La función
pública a la que se refiere el artículo citado está contenida en el artículo 63 de la misma ley en
cita, así:

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ARTICULO 63. Créase el Tribunal Nacional de Etica Médica con sede en la Capital de
la República, con autoridad para conocer de los procesos disciplinarios ético-
profesionales que se presenten por razón del ejercicio de la medicina en Colombia.

Y más adelante el artículo 67 estableció:

ARTICULO 67. En cada Departamento, Intendencia o Comisaría se constituirá un


Tribunal Seccional Ético-profesional.

Es decir, que los Tribunales de Ética Médica son autoridades administrativas. En tal virtud, el
artículo 82 de la Ley 23 de 1981 ha debido hacer la remisión a la normatividad administrativa y
no a la penal, no obstante, en dicho momento histórico el legislador consideró que la
normatividad apropiada para realizar la remisión era la procedimental penal y en verdad, que el
trámite del proceso penal de dicha época, de corte inquisitivo, era similar al trámite del proceso
disciplinario ético profesional, por lo que no se encontró mayor dificultad en la aplicación de la
normatividad procesal penal en los eventos en que la Ley 23 de 1981 presentaba vacíos
normativos.

Con el paso de los años, se fueron derogando las normas contentivas del procedimiento penal y
expidiendo nuevos Códigos de Procedimiento Penal, hasta el código contenido en la Ley 600 de
2000, de tipo mixto, pues mantenía el proceso de corte inquisitivo en la primera etapa del proceso
penal surtido en la Fiscalía General de la Nación y creaba un procedimiento de corte acusatorio
para la segunda parte del proceso, que se surtía ante el Juez de conocimiento. Incluso con este
nuevo código no se presentaban mayores dificultades al aplicar las normas del proceso penal al
proceso disciplinario ético profesional.

Sin embargo, la situación cambió drásticamente con la expedición del Código de Procedimiento
Penal, a través de la Ley 906 de 2004, donde se establece el proceso penal de tipo acusatorio, el
cual es completamente diferente al proceso disciplinario ético profesional regulado por la Ley 23
de 1981, haciendo difícil y en ocasiones imposible su aplicación frente a los vacíos de la Ley de
Ética Médica.

Es en esta situación que se empieza a cuestionar cuál debe ser la norma llamada a suplir los
vacíos que presenta la Ley 23 de 1981, ante la imposibilidad de dar aplicación a los preceptos de
la Ley 906 de 2004, surgiendo entonces tres posiciones:

1. La primera, adoptada por el Ministerio de Salud y Protección Social y por este Tribunal,
indicaba que la norma a aplicar en los procesos disciplinarios ético profesionales, frente a
los vacíos de la Ley 23 de 1981, por expresa remisión del artículo 82 de la citada ley, era
el Código de Procedimiento Penal contenido en la Ley 906 de 2004, en aquello que no
fuere incompatible con la naturaleza del proceso disciplinario ético profesional; y, en
aquello que fuere incompatible se daría aplicación a la Ley 600 de 2000, indicando que la
misma, conforme con algunas jurisprudencias de las Altas Cortes, no estaba
completamente derogada sino que coexistía con la Ley 906 de 2004. Frente a temas no
tratados por el Código de Procedimiento Penal, se aplicaba la norma pertinente del
Código Penal, en virtud del principio de integración.

2. La segunda, adoptada por el Tribunal Nacional de Ética Médica y algunos Tribunales


Seccionales de Ética Médica, indicaba que la norma a aplicar frente a vacíos normativos
de la Ley 23 de 1981, era el Código Disciplinario Único,

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contenido en la Ley 734 de 2002, pues si bien ésta se dirige a los servidores públicos y a
los particulares que ejercen función pública o manejan recursos públicos, comparte con la
Ley 23 de 1981 el carácter disciplinario del proceso.

3. La tercera, adoptada por el Tribunal Nacional de Ética de Odontología, indicaba que la


norma a aplicar era el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, expedido mediante la Ley 1437 de 2011, en atención a que los tribunales
de ética de odontología son autoridades administrativas y adelantan procesos
administrativos sancionatorios.

II. DE LA NORMA A APLICAR RESPECTO A LA PRESCRIPCION DE LA ACCION


DISCIPLINARIA ETICA PROFESIONAL

Frente a las tres posiciones divergentes que se fueron acuñando por las diferentes autoridades, el
Ministerio de Salud y Protección Social, solicitó un concepto a la Sala de Consulta y Servicio
Civil del Consejo de Estado, acerca de cuál era la norma aplicable al proceso disciplinario ético
profesional en materia de prescripción de la acción, a lo cual la citada Corporación respondió,
mediante concepto del 5 de diciembre de 2006, con número de radicado 11001-03-06-000-2006-
00064-00(1756), en los siguientes términos:

“1. En la actualidad los términos de prescripción de la acción y de la pena aplicables en


el proceso disciplinario ético médico son los contemplados en los artículos 83 y 89 del
Código Penal vigente, ley 599 de 2000, con la reducción prevista en el artículo 531 del
Código de Procedimiento Penal, ley 906 de 2004.

2. 3. El término de prescripción de la acción y de la pena en los procesos disciplinarios


ético médicos iniciados antes y después de la vigencia de la ley 906 de 2004 es de
cinco años conforme a los artículos 83 y 89 del Código Penal, reducidos en una cuarta
parte por aplicación favorable del artículo 531 de la ley en cita. El término de
prescripción es único y por lo mismo no procede remitirse a las penas previstas para los
distintos delitos.”

En el texto del concepto el Consejo de Estado explica que, debido a que el término de
prescripción de la acción no se encontraba reglamentado en el Código de Procedimiento Penal,
que era la remisión expresa que hacía el artículo 82 de la Ley 23 de 1981, en aplicación del
principio de integración se debía acudir al Código Penal, Ley 599 de 2000, donde en sus artículos
83 y 89 establecían que la misma era de cinco años.

Como indicamos en el acápite anterior, este Tribunal acogió la postura número uno, es decir,
remitirse a la legislación penal (Código de Procedimiento Penal y Código Penal), para llenar los
vacíos normativos de la Ley 23 de 1981, apoyándose en el concepto del Consejo de Estado
referido y en la respuesta emitida por el Ministerio de Salud y Protección Social1, frente a
consulta elevada por este Tribunal al respecto, donde conceptuó lo siguiente:

“Al respecto, vale destacar que la respuesta que se emitirá a su consulta, tendrá como
único marco de referencia y orientación, las funciones que, en ejercicio de la

1
Oficio del 6 de febrero de 2020, con radicado No. 202025300173501, suscrito por el doctor Oswaldo Barrera Guauque, Coordinador, Grupo de
Ejercicio y Desempeño de Talento Humano en Salud.

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competencia de segunda instancia para procesos ético profesionales, ejerce la


Dirección de Desarrollo del Talento Humano en Salud, en virtud de lo dispuesto por el
artículo 89 de la ley 23 1981 y la resolución 00740 del 2017, expedida por el Ministerio
de Salud y Protección Social.

(…)

Teniendo como punto de partida que las normas que regulan el proceso ético medico
profesional, no contemplaron la institución de la prescripción como tampoco los
términos que esta debe acoger. resulta apenas obvio, que dentro del marco del debido
proceso judicial y administrativo, es necesario acudir a alguna normativa que limite en el
tiempo el ejercicio de la acción ética.

Con ese objetivo, la Dirección de Desarrollo del Talento Humano en Salud, al momento
de resolver los recursos de apelación que por ley le ha correspondido, ha acogido
integralmente la integración normativa que, ante sus vacíos normativos, propone la
misma Ley 23 de 1981: "Artículo 82. En lo no previsto en la presente Ley, se aplicarán
las normas pertinentes del Código de Procedimiento Penal'

En este orden de ideas y con el propósito de resolver el mismo problema jurídico que se
plantea en la petición de su consulta, se han emitido las resoluciones 3408, 5036, 5037
y 5093 de 2018, así como la resolución 2469 de 2019. En estos actos administrativos,
se anotaron las consideraciones por las que se ha tenido como conclusión, que la
norma por la cual se deben guiar los términos de prescripción de la acción ética de las
profesiones de la medicina y la odontología. son los establecidos por la Ley 600 de
2000 y, en consecuencia, corresponde a un periodo de cinco años. los cuales se
interrumpen con la notificación del pliego de cargos, para comenzar a correr de nuevo
por otro tanto.

Teniendo en cuenta que los términos de su consulta se resuelven en forma precisa y


detallada, en cada una de las Resoluciones sabre las cuales se hizo mención líneas
atrás, esta Coordinación, compartirá textualmente lo que al respecto se señaló en la
Resolución 2469 de 2019. en la cual, si bien es cierto se resuelve un caso de la
profesión de la Odontología, el problema jurídico ofrece iguales características, por
cuanto tanto la ley de ética médica como la de odontología, ofrece idénticos vacíos
normativos respecto a los términos de prescripción.

Así, en la Resolución que se transcribe, respecto a establecer cuáles son los términos
de vigencia de la acción ética profesional, se registró lo siguiente:

“(…)

Ahora bien, en lo que respecta a la vigencia de la acción ética profesional que juzga a
los odontólogos, la norma especial no definió la forma ni los términos en que se debe
aplicar esta institución jurídica que, entre otras, de configurarse, extingue la posibilidad
de continuar con la actuación procesal.

A partir de lo anterior, surge un problema jurídico por resolver y se trata, precisamente


de establecer, ¿cuál es la norma que debe llenar los vacíos que, en materia de vigencia
de la acción ética, dejó la ley 35 de 1989 y el decreto reglamentario 491de1990?

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Al respecto, resulta necesario consultar qué establecieron las normas objeto de análisis,
cuando se pretende resolver un asunto no previsto por su propio cuerpo normativo. En
tal sentido, las normas que se analizan, consagran lo siguiente:

"Ley 35 de 1989. Artículo 78. En lo no previsto en la presente Ley, se aplicarán las


normas pertinentes del Código de Procedimiento Penal

Decreto 491 de 1990, articulo 34. En lo no previsto en la Ley 35 de 1989 y su


reglamento, se aplicarán las normas pertinentes del Código do Procedimiento Penal"

Como se señaló en el capítulo anterior, teniendo en cuenta las diferencias que existen
entre las formas propias del juicio penal y ético profesional, dos son las condiciones que
harían posible la remisión normativa al Código de Procedimiento Penal: i) que la materia
objeto de integración normativa no se encuentre regulada por la norma especial y ii) que
lo que será objeto de remisión, no se oponga a la naturaleza que es propia del proceso
ético profesional.

En cuanto a la primera exigencia, se encuentre satisfecha porque justamente y como


viene de anotarse, la vigencia de la acción ética profesional fue una materia que no se
reguló en las normas que establecieron el proceso ético profesional de los odontólogos,
por lo que necesario resulta la integración con otro cuerpo normativo. Además, los
artículos que abren paso a integrar los vacíos normativos que dejó la Ley 35 de 1989
con las normas del Código de Procedimiento Penal, se encuentren vigentes.

En lo que respecta al Segundo de los requisitos, esto es, que el aspecto que será objeto
de integración normativa no se oponga a la naturaleza o estructura del proceso ético
profesional, se deben tener las siguientes consideraciones:

El Código de Procedimiento Penal que se establece en la ley 906 de 2004, propone la


prescripción como una causal que extingue la acción; no obstante, los términos que la
configuran y la forma en que deben contabilizarse, aparecen señalados en el Código
Penal. Como quiera que la prescripción es una institución jurídico procesal con alcances
sustanciales y que existe estrecha e inequívoca relación entre la norma penal a nivel
procesal y sustancial, no existe ningún impedimento para acoger los lineamientos que
sobre la prescripción, fijó el legislador en el Código Penal, regulado a través de la ley
599 de 2000.

Así, el Código Penal en su parte general, también reconoce la prescripción como causal
de extinción de la acción penal; además, determina con precisión los términos y la
forma en que ha de ocurrir este fenómeno jurídico. Para el tema que es de interés, el
término de prescripción que se establece es el siguiente:

"Ley 599 de 2000. Artículo 83. Término de prescripción de la acción penal. La acción
penal prescribirá en un tiempo igual al máximo de la pena fijada en la ley, si fuere
privativa de la libertad, pero en ningún caso será inferior a cinco (5) años, ni excederá
de veinte (20), salvo lo dispuesto en el inciso siguiente de este artículo.
(…)

En las conductas punibles que tengan señalada pena no privativa de la libertad, la


acción penal prescribirá en cinco (5) años".

De acuerdo con la anterior norma y como quiera que las conductas que se juzgan en el
proceso ético, obviamente no traen como consecuencia la pena privativa de la libertad,

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el término de prescripción que corresponde con la naturaleza de la falta a la ética


profesional, se ajusta con la que el Código Penal establece para las conductas punibles
no privativas de la libertad, es decir, el término de cinco (5) años.

Esta postura se ratifica, si se tiene en cuenta que el citado artículo establece como
límite de la prescripción, el máximo de la sanción fijada en la ley para la conducta que
se juzga, lo que, para el caso procesos ético profesionales, la máxima sanción
establecida en la ley, cuando se considera la suspensión del ejercicio profesional, es el
termino de cinco (5) años. Además, este límite de tiempo, acoge el mínimo establecido
para la procedencia de la prescripción, pues como lo señala la norma, en ningún caso
podrá ser inferior a cinco (5) anos.

Así, la primera conclusión que se ha de tener para los efectos de esta segunda
instancia, es que el término de prescripción de le acción ética profesional, ocurre
cuando transcurren cinco años. Ello, por cuanto la norma especial (ley 35 de 1989),
precisa que lo que no este previsto en su cuerpo normativo, se suplirá con lo dispuesto
por el Código de Procedimiento Penal. Además, dicha integración normativa se hace
posible, teniendo en cuenta que el término de cinco años que se establece para que
ocurra este fenómeno jurídico, coincide con los siguientes postulados: corresponde con
el término establecido para las conductas punibles no privativas de la libertad, es el
mínimo de tiempo en el que debe ocurrir la prescripción y, es equivalente al máximo de
la sanción, lo que en términos de suspensión del ejercicio profesional, se adecua al
mismo espacio de tiempo de cinco (5) años.

(…)

Vale la pena señalar, que esta forma de interpretar e integrar normativamente las
disposiciones del Código de Procedimiento Penal, para establecer los términos de
prescripción de la acción ética profesional, corresponde con la línea que jurídicamente
ha venido trazando el Ministerio de Salud y Protección Social y que, en ejercicio de la
competencia que en procesos ético profesionales le corresponde en segunda instancia,
ha venido reiterado en distintas decisiones, entre otras, las Resoluciones 3408, 5036,
5037 y 5093 de 2018.

También, vale la pena señalar que no se acoge la postura jurídica que planteo la
defensa en el escrito de apelación y que a su vez, ha venido siendo defendida por los
Tribunales Seccionales y Nacional de Etica Odontológica, en la que, se concluye la
necesidad de acoger preferentemente las normas de la ley 1437 de 2011 (CPACA) y en
tal virtud, establece que los términos de vigencia de la acción ética, se deben regir
acorde con el concepto de caducidad de la facultad sancionatoria.

Al respecto, si bien es cierto el CPACA incluye dentro del ámbito de aplicación, a los
particulares que cumplen funciones administrativas a los que se les denomina
"autoridades" y que dentro de este concepto, se involucra a los Tribunales de Ética
Odontológica; también es de interés establecer que esas autoridades están sujetas a
las disposiciones de ese Código sin perjuicio de los procedimientos regulados en las
leyes especiales. Asimismo, la caducidad de la facultad sancionatoria que trata el
CPACA, establece dicho régimen en forma subsidiaria, es decir, siempre y cuando no
esté dispuesto en leyes especiales.

Para el caso objeto de análisis, ha quedado claro que la norma especial, que para el
proceso ético profesional se estableció en la ley 35 de 1989 y el decreto reglamentario
491 de 1990, contempló que los vacíos normativos, deberán acogerse de preferencia,

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por las normas del Código de Procedimiento Penal. Asi mismo, existen rezones para
concluir que la integración normativa con las normas procesales penales, además de
que resulta procedente, no se opone con la estructura procesal que identifica la acción
ética profesional de los odontólogos.

(…)

Por último, para ratificar las razones que en extenso se han venido sustentando a lo
largo de este capítulo, llama la atención de esta instancia, que el Decreto Único
Reglamentario del Sector Salud y Protección Social 780 de 2016, en la hoja 430,
artículo 2.7.2.2.2.33 contempló lo siguiente: "Aplicación residual del Código de
Procedimiento Penal. En lo no previsto en la ley 35 de 1989 y su reglamento, se
aplicarán las normas pertinentes del Código de Procedimiento Penal".

Son estas las razones por las que esta instancia, no considera viable acoger el
argumento de la defensa, en el que pretende se aplique la caducidad de la facultad
sancionatoria, conforme lo reglado par la ley 1437 de 2011, pues como se ha afirmado,
existen razones suficientes para concluir que, antes que aplicar estas normas propias
del procedimiento administrativo, se debe preferir la aplicación de las normas del
Código de Procedimiento Penal y con ellas, establecer los términos de prescripción de
la acción ética en la forma en que se ha expresado paginas atrás".

(…)

De acuerdo a las anteriores consideraciones y para responder a la tercera pregunta de


su petición de consulta, es claro que para la Dirección de Desarrollo del Talento
Humano en Salud, en ejercicio de las competencias que en segunda instancia le
corresponden, respecto a procesos que en primera instancia imponen como sanción la
suspensión en el ejercicio de la medicina por un periodo de tiempo de 6 meses a cinco
años, la norma que se acoge para suplir los vacíos que dejó la ley 23 de 1981 y decreto
reglamentario 3380 de 1981, respecto a los términos de prescripción, es la consagrada
en el Código de Procedimiento Penal establecida a través de la ley 600 de 2000.

Así, el término de prescripción que la Dirección de Desarrollo del Talento Humano en


Salud, ha considerado para la acción ética disciplinaria para las profesiones de la
Medicina y Odontología, es de cinco años, contados a partir del tiempo en que ocurrió la
conducta investigada o el de la ocurrencia del último acto, si esta llegara a ser de
ejecución permanente. Dicho término se interrumpe con la notificación del pliego de
cargos y comenzará a correr de nuevo por un término de cinco años.”

Recapitulando, para este Tribunal y dentro de las providencias expedidas con anterioridad al 20
de mayo de 2021, el término de prescripción de la acción disciplinaria ética profesional era de
cinco años, contados a partir del momento en que ocurrió la conducta investigada, conforme lo
indican los artículos 83 y 89 del Código Penal.

No obstante, la posición frente al tema planteado ha variado en estos últimos días, debido a que
se hizo público un nuevo concepto del Consejo de Estado al respecto, el cual, hasta hace poco,
estaba bajo reserva. Una vez levantada la reserva, pudimos tener acceso al mismo, y es
precisamente el concepto emitido por la Sala de Consulta y Servicio Civil del 15 de noviembre de
2016, con radicados 110012-03-06-000-2015- 00169-00 y 110012-03-06-000-2016-00136-00.

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El Consejo de Estado en el concepto referido indica, en primer lugar, que la naturaleza de la


función sancionatoria que cumplen los Tribunales de Ética Médica es administrativa. Indica
también que el Código Contencioso Administrativo contenido en el Decreto 01 de 1984, contenía
un proceso administrativo general, que a efectos de llenar los vacíos de las leyes especiales,
resultaba insuficiente, por lo que muchas leyes especiales, como la Ley 23 de 1981, realizaron la
remisión directa al Código de Procedimiento Penal. Sin embargo, esta situación cambió
drásticamente con la expedición del CPACA a través de la Ley 1437 de 2011, pues se incluyó un
capítulo dedicado al proceso administrativo sancionatorio (artículo 47 al 52), donde se indica lo
siguiente:

Artículo 47. Procedimiento administrativo sancionatorio. Los procedimientos


administrativos de carácter sancionatorio no regulados por leyes especiales o por
el Código Disciplinario Único se sujetarán a las disposiciones de esta Parte
Primera del Código. Los preceptos de este Código se aplicarán también en lo no
previsto por dichas leyes.

En atención a esta disposición, dice el Consejo de Estado, que la norma llamada a suplir los
vacíos que presenta la Ley 23 de 1981 es el CPACA en su capítulo y artículos referidos al
proceso administrativo sancionatorio. Si esta norma resultare insuficiente se deberá acudir a las
disposiciones de la primera parte del CPACA (Arts, 1 a 46 y 53 a 97) y, en su defecto, al
Código de Procedimiento Civil y al Código General de Proceso a partir del 1 de enero de 2014.

Agrega que, al haber reglamentado el CPACA el proceso administrativo sancionatorio y al haber


previsto en su artículo 47 que el mismo se aplicará a los procedimientos administrativos de
carácter sancionatorio no regulados en las leyes especiales, así como en lo no previsto por
dichas leyes, esta norma derogó tácitamente el artículo 82 de la Ley 23 de 1981, pues la
remisión realizada por el CPACA no es conciliable con la remisión realizada por la Ley de Ética
Médica.2

Concluye el Consejo de Estado que la Ley 1437 de 2011 contiene las normas de naturaleza
administrativa sancionatoria, por lo que se constituye en la norma que debe llenar los vacíos de la
Ley 23 de 1981. En ese entendido, y dado que la Ley 23 de 1981 no reglamentó lo relativo a la
prescripción de la acción disciplinaria, debemos dar aplicación a lo previsto en el artículo 52 del
CPACA, que trata no la prescripción, sino la caducidad de la facultad sancionatoria, así:

Artículo 52. Caducidad de la facultad sancionatoria. Salvo lo dispuesto en


leyes especiales, la facultad que tienen las autoridades para imponer sanciones
caduca a los tres (3) años de ocurrido el hecho, la conducta u omisión que
pudiere ocasionarlas, término dentro del cual el acto administrativo que
impone la sanción debe haber sido expedido y notificado. Dicho acto
sancionatorio es diferente de los actos que resuelven los recursos, los cuales
deberán ser decididos, so pena de pérdida de competencia, en un término
de un (1) año contado a partir de su debida y oportuna interposición. Si los
recursos no se deciden en el término fijado en esta disposición, se entenderán
fallados a favor del recurrente, sin perjuicio de la responsabilidad patrimonial y
disciplinaria que tal abstención genere para el funcionario encargado de resolver.

2
Código Civil - ARTICULO 71. <CLASES DE DEROGACION>. La derogación de las leyes podrá ser expresa o tácita. Es
expresa, cuando la nueva ley dice expresamente que deroga la antigua.
Es tácita, cuando la nueva ley contiene disposiciones que no pueden conciliarse con las de la ley anterior.

Proceso Etico Disciplinario No. 3344 10


TRIBUNAL SECCIONAL DE ETICA MEDICA DE CUNDINAMARCA
Ley 23 de 1981

Cuando se trate de un hecho o conducta continuada, este término se contará


desde el día siguiente a aquel en que cesó la infracción y/o la ejecución.

La sanción decretada por acto administrativo prescribirá al cabo de cinco (5)


años contados a partir de la fecha de la ejecutoria.

El concepto del Consejo de Estado del año 2016, referido anteriormente, fue acogido por la
entidad que hizo la consulta, esto es por el Ministerio de Salud y Protección Social, así como por
el Tribunal Nacional de Ética Médica en reciente providencia del 12 de mayo de 2021 proferida
dentro del proceso ético disciplinario No. 805 del Tribunal Seccional de Ética Médica del Tolima,
en donde decretó la caducidad de la acción disciplinaria con fundamento en lo previsto por el
artículo 52 de la Ley 1437 de 2011.

En la providencia referida el Tribunal Nacional de Ética Médica indica que aunque los conceptos
de la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado no son vinculantes, acepta los
criterios esbozados por el Consejo de Estado en su concepto, en cuanto la Ley 734 de 2002
regula un aspecto particular de las relaciones entre el Estado y las personas que mediante vínculo
laboral, contractual o de manejo y administración de bienes públicos, se encuentran en una
relación de subordinación que incorpora el control disciplinario y en consecuencia los vacíos de
la Ley 23 de 1981 deben llenarse con la Ley 1437 de 2011 y no con el Código Disciplinario
Único. Veamos el texto literal de la providencia citada:

“Por su parte los miembros del grupo de asesores del Ministerio de Salud, hicieron
consulta ante la Sala de Servicio Civil del Consejo de Estado, que consideró que el
proceso ético médico disciplinario era de naturaleza administrativa, no penal, y por
tanto, que los vacíos existentes en la Ley 23 debían ser llenados acudiendo al Código
Contencioso Administrativo (CPACA) y no al Código Disciplinario Único.

Este Concepto3 que se hizo público a finales del año 2020, considera que la Ley 1437
de 2011, sobre procedimientos administrativos y contenciosos administrativos, regula el
procedimiento administrativo sancionatorio para adelantar las actuaciones
sancionatorias en ejercicio de la función administrativa, cuando no hay ley especial por
la materia y, en todo caso, como norma supletoria o complementaria de las leyes
especiales. Expone que el CPACA en sus primeros tres artículos enuncia el propósito
del legislador de regular un procedimiento general, al cual deben ajustar sus
actuaciones las autoridades en el ejercicio de la función administrativa, salvo que se
trate de asuntos regulados por leyes especiales.

A partir de la naturaleza administrativa de la función sancionatoria que cumplen los


tribunales de ética médica - nacional y seccionales -, naturaleza que no se discute,
surge la duda acerca de si la Ley 1437 es la ley aplicable para llenar los vacíos de la
Ley 23 de 1981 o si, como lo había asumido el Tribunal Nacional de Ética Médica, se
pueden llenar con la Ley disciplinaria. Expone que, efectivamente el régimen
disciplinario es una de las expresiones de la potestad sancionatoria de las autoridades
públicas, en ejercicio de la función administrativa y que la Ley 734 de 2002 -actual Código
Disciplinario Único- regula la potestad disciplinaria de la cual es titular el Estado (artículo 1°),
asigna las competencias para su ejercicio (artículo 2), y define como destinatarios a los servidores
públicos, a los particulares en ejercicio de funciones públicas, a los indígenas cuando administran
recursos del Estado y a los gerentes de cooperativas, fundaciones, corporaciones y asociaciones que
se creen y organicen por el Estado o con su participación mayoritaria (artículo 25), y por supuesto,
tipifica las

3
Consejo de Estado Sala de Consulta y Servicio Civil Consejero Ponente: Germán Alberto Bula Escobar Radicaciones internas: 2272 - 2309
(Adición) Números Únicos: 11001-03-06-000-2015-00169-00 y 11001-03-06-000-2016-00136-00

Proceso Etico Disciplinario No. 3344 11


TRIBUNAL SECCIONAL DE ETICA MEDICA DE CUNDINAMARCA
Ley 23 de 1981

faltas y las sanciones y regula el procedimiento. Agrega que se trata entonces de una ley
especial, dentro del género de la potestad sancionatoria del Estado, orientada a
asegurar la eficacia en punto a la responsabilidad de sus destinatarios, que tienen en
común un vínculo con el Estado mediante el cual ejercen funciones públicas.

Se concluye entonces que como el procedimiento que regula esta ley especial es de
naturaleza administrativa, sus vacíos habrán de ser llenados por el procedimiento
administrativo sancionador del CPACA, y que por lo mismo la Ley 734 no es la norma
llamada a suplir los vacíos de otras leyes especiales en materia sancionatoria.

(…)

Así las cosas si bien es cierto que como lo afirma el Tribunal Seccional del Tolima, los
conceptos emitidos por la Sala de Consulta y Servicio Civil del CONSEJO DE ESTADO
de Estado no tienen carácter vinculante y este Tribunal Nacional, como se narró
anteriormente, tenía una posición mediante la cual inicialmente consideró que las
normas del Código de Procedimiento Administrativo y Contencioso Administrativo no
eran aplicables por lo ya expuesto, es el momento de cambiar su postura, ya que esta
Corporación acepta los criterios esbozados por el Consejo de Estado en su concepto en
cuanto a que la Ley 734 de 2002, Código Disciplinario Único, regula un aspecto
particular de las relaciones entre el Estado y las personas que mediante vínculo laboral,
contractual o de manejo y administración de bienes públicos, se encuentran en una
relación de subordinación que incorpora el control disciplinario, y en consecuencia los
vacíos de la Ley 23 de 1981 deberán llenarse con la Ley 1437 de 2011 y no con el
Código Disciplinario Único.
(…)

Por estas razones, expuestas de manera breve, esta Corporación ha justificado la


jurisprudencia que ha venido aplicando y que ahora se cambia al aceptar las razones
propuestas por el Consejo de Estado.

La Ley 1437 de 2011 (Código de Procedimiento Administrativo Contencioso


Administrativo - CPACA), establece el PROCESO ADMINISTRATIVO
SANCIONATORIO como un capítulo diferenciado dentro del PROCESO
ADMINISTRATIVO GENERAL y considera que el DERECHO ADMINISTRATIVO
SANCIONATORIO no necesita acudir al Derecho Penal. En el CPACA se incorporó el
procedimiento administrativo sancionatorio, con un capítulo especial destinado
a ello y su aplicación en todos los casos en los que no haya ley especial y como
norma supletoria o complementaria de las leyes especiales4. Al ser el proceso ético
médico disciplinario de naturaleza administrativa y no penal, se considera que, en lo no
contemplado en la norma, se debe remitir al CPACA y no al CPP, como tampoco al
Código Disciplinario
4
LEY 1437 ARTÍCULO 47. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO SANCIONATORIO. Los procedimientos administrativos de carácter
sancionatorio no regulados por leyes especiales o por el Código Disciplinario Único se sujetarán a las disposiciones de esta Parte Primera del
Código. Los preceptos de este Código se aplicarán también en lo no previsto por dichas leyes.
Las actuaciones administrativas de naturaleza sancionatoria podrán iniciarse de oficio o por solicitud de cualquier persona. Cuando como
resultado de averiguaciones preliminares, la autoridad establezca que existen méritos para adelantar un procedimiento sancionatorio, así lo
comunicará al interesado. Concluidas las averiguaciones preliminares, si fuere del caso, formulará cargos mediante acto administrativo en el
que señalará, con precisión y claridad, los hechos que lo originan, las personas naturales o jurídicas objeto de la investigación, las
disposiciones presuntamente vulneradas y las sanciones o medidas que serían procedentes Este acto administrativo deberá ser notificado
personalmente a los investigados. Contra esta decisión no procede recurso.
Los investigados podrán, dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación de la formulación de cargos, presentar los descargos y
solicitar o aportar las pruebas que pretendan hacer valer. Serán rechazadas de manera motivada, las inconducentes, las impertinentes y las
superfluas y no se atenderán las practicadas ilegalmente.
…..

Proceso Etico Disciplinario No. 3344 12


TRIBUNAL SECCIONAL DE ETICA MEDICA DE CUNDINAMARCA
Ley 23 de 1981

Así las cosas, este Tribunal considera que se debe modificar la postura anterior y
en esta medida aplicar la normativa de la Ley 1437 que contiene además en su
artículo 52 la caducidad de la facultad sancionatoria en los siguientes términos

“Artículo 52: Salvo lo dispuesto en leyes especiales, la facultad que tienen las
autoridades para imponer sanciones, caduca a los tres (3) años de ocurrido
el hecho, la conducta u omisión que pudiere ocasionarlas, término dentro del
cual el acto administrativo que impone la sanción debe haber sido expedido
y notificado (…)”

Es decir, se presenta un cambio de postura en la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de
Estado, en el Ministerio de Salud y Protección Social y en el Tribunal Nacional de Ética Médica.
Por su parte, este Tribunal Seccional no encuentra argumentos jurídicos para apartarse del
concepto emitido por el Consejo de Estado de fecha 15 de noviembre de 2016, y por el contrario
lo encuentra debidamente fundamentado y ajustado a derecho, por lo tanto, al igual que las
instancias superiores, lo acogerá en su totalidad.

III. DE LA CADUCIDAD EN EL PRESENTE CASO

Establecido ya que el artículo 82 de la Ley 23 de 1981, que remitía al Código de Procedimiento


Penal en lo no previsto por la misma ley, fue derogado tácitamente por el CPACA al reglamentar
el proceso administrativo sancionatorio y que por mandato del artículo 47 ibídem se aplicarán las
disposiciones de la primera parte de ese código a los procedimientos administrativos
sancionatorios no regulados por leyes especiales, así como en lo no previsto por dichas leyes, y
considerando que este Tribunal es una autoridad administrativa que ejerce una función
sancionatoria en el ámbito de los profesionales de la medicina, es claro que la norma a aplicar en
materia de prescripción y/o caducidad de la acción disciplinaria es la Ley 1437 de 2011, en
especial lo reglamentado en su artículo 52.

De acuerdo con el artículo 52 del CPACA, la facultad sancionatoria caduca a los tres años de
haber ocurrido la conducta investigada, término dentro del cual el acto administrativo que impone
la sanción debe haber sido expedido y notificado. En el caso que nos ocupa, la queja fue enviada
por la Superintendencia Nacional de Salud, recibida en la Secretaría Administrativa de este
Tribunal el 17 de febrero de 2017. En Sala Plena de fecha 7 de marzo de 2017 se aceptó la queja
presentada y se declaró abierto el proceso ético disciplinario radicado bajo el número 3344.
Efectuado el reparto, le correspondió la instrucción al Magistrado Doctor Manuel Enrique
Cadena Gutiérrez (Folio 36 del expediente). A partir de dicha fecha se realizaron las siguientes
actuaciones procesales:

1.- Mediante acto administrativo del 7 de marzo de 2017 se decretó la práctica de pruebas. (Folio
37 del expediente)

2.- Con oficio 0303/17 de fecha 13 de marzo del año 2017 se solicitó a la Clínica Nuestra Señora
del Rosario de La Calera copia de la historia clínica del señor José Miguel Cruz Vargas. (Folio 38
del expediente)

Proceso Etico Disciplinario No. 3344 13


TRIBUNAL SECCIONAL DE ETICA MEDICA DE CUNDINAMARCA
Ley 23 de 1981

3.- Mediante acto administrativo del 28 de marzo de 2017 se efectuó nuevo reparto del proceso
correspondiéndole su instrucción al doctor Arturo Vergara Gómez. (Folio 39 del expediente)

4.- Con oficio 0363/17 de fecha 4 de abril del año 2017 se solicitó a ESIMED copia de la historia
clínica del señor José Miguel Cruz Vargas. (Folio 40 del expediente)

5.- El 3 de mayo del año 2017 recibe esta Corporación copia de la historia clínica de ESIMED
correspondiente al señor José Miguel Cruz Vargas. (Folios 41 al 219 del expediente)

6.- Con oficio 0715/17 de fecha 10 de julio de 2017 se citó a declaración juramentada a la señora
Yolanda Cruz Pulido. (Folio 221 del expediente)

7.- Declaración juramentada rendida ante esta Corporación por la señora Yolanda Cruz Pulido el
día 1 de agosto de 2017. (Folios 222 al 225 del expediente)

8.- Con oficio 0811/17 de fecha 2 de agosto del año 2017 se solicitó a la Sub-Gerente Nacional
de Salud ESIMED S.A., informar cual es el procedimiento para autorizar una cirugía ambulatoria
y el procedimiento para su realización, incluyendo la toma del consentimiento informado. (Folio
227 del expediente)

9.- Con oficio 0812/17 del 2 de agosto de 2017 se solicito a la Sub-Gerente Nacional de Salud de
ESIMED Copia del consentimiento informado que autorizaba la cirugía ambulatoria realizada en
la Clínica Nuestra Señora del Rosario de la Calera el día 14 de mayo de 2015 al señor José
Miguel Cruz Vargas. (Folio 228 del expediente)

10.- El 27 de septiembre de 2017 se recibe comunicación de la Gerente Nacional de Salud de


ESIMED S.A., en la que informa que el consentimiento informado solicitado, se encuentra en la
historia clínica de forma digital, así mismo informa que la historia clínica no es un documento
modificable, “asevera la validación que el consentimiento, si fue firmado, presentando
autorización para el procedimiento realizado”. (Folio 229 del expediente)

11.- Copia de notas de enfermería de fecha 14 de mayo del año 2015, de la historia clínica del
paciente José Miguel Cruz Vargas, en la que aparece anotación que dice: “Paciente con
consentimiento previamente firmado”. (Folio 230 del expediente)

12.- Copia de la boleta de solicitud de Sala de cirugía. SC Torre de especialistas Autopista Norte,
de fecha 6 de mayo de 2015. Para realización de Resección de tumor benigno o maligno de piel al
señor José Miguel Cruz Vargas. (Folio 232 del expediente)

13.- Consentimiento informado Intervención Quirúrgica o Procedimiento Especial de fecha 6 de


mayo del año 2015, en el que se autoriza al doctor Yesid Martínez Díaz y a los asistentes de su
elección en la IPS SC Torre de Especialistas Autopista Norte a realizar al señor José Miguel
Cruz Vargas, la intervención quirúrgica de “Plastia en ZO W en área especial (cara, cuello,
manos, pies, pliegues de flexión, genitales), más de cinco. Sin firmas. (Folio 233 del expediente)

14.- Copia de la historia clínica de la IPS ESIMED Autopista Norte 104 correspondiente al señor
José Miguel Cruz Vargas. (Folios 234 al 240 del expediente)

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TRIBUNAL SECCIONAL DE ETICA MEDICA DE CUNDINAMARCA
Ley 23 de 1981

15.- Con oficio 0283/18 de fecha 17 de abril de 2018 se solicitó a la Sub-Gerente Nacional de
Salud ESIMED, copia del consentimiento informado firmado por el paciente y/o familiar que
autorizó la cirugía ambulatoria al señor José Miguel Cruz Vargas, realizada en la clínica Nuestra
Señora del Rosario de La Calera. (Folio 241 del expediente)

16.- El 30 de abril del año 2018 recibe esta Corporación el oficio JCT-175-2018 suscrito por la
doctora Ana Leonor Arroyave Ortega, Representante Legal de Estudios e Inversiones Médicas
S.A. – ESIMED S.A, dando respuesta al oficio 0283/18, informando que revisada la
información que entrego la hoy extinta Corporación IPS Saludcoop a Estudios e Inversiones
Médicas S.A. ESIMED S.A., no se encontró que dicha entidad haya entregado el consentimiento
informado que autorizó la cirugía ambulatoria al señor José Miguel Cruz Vargas, realizada en la
clínica Nuestra Señora del Rosario de La Calera. (Folios 242 al 266 del expediente)

Cabe agregar que mediante resolución 001/2020 del 19 de marzo del año 2020 se suspendieron
los términos legales dentro de los procesos Ético Disciplinarios que cursan en el Tribunal
Seccional de Etica Médica de Cundinamarca a partir del dieciocho
(18) de marzo del año dos mil veinte (2020) debido a la emergencia sanitaria decretada por el
Gobierno Nacional a consecuencia de la pandemia ocasionada por el Coronavirus SARS-Cov-2
(COVID 19), así como a la cuarentena, también decretada por el Gobierno Nacional y prorrogada
en múltiples ocasiones. Una vez se empezaron a levantar las restricciones de movilidad por
sectores en la capital y fue posible regresar a las instalaciones físicas del Tribunal, así como
también se pudieron destinar los recursos correspondientes para implementar las herramientas de
trabajo virtual, se procedió, mediante la Resolución No. 001/2021 del 18 de enero de 2021 a
reanudar los términos legales dentro de los procesos Ético Disciplinarios que cursan en el
Tribunal Seccional de Etica Médica de Cundinamarca, a partir de dicha fecha. Es decir que los
términos estuvieron suspendidos por el lapso de 10 meses.

Los hechos y conductas objeto de investigación dentro del presente proceso ético disciplinario
tuvieron ocurrencia el 14 de mayo de 2015, tal como consta en la queja. Por lo tanto, el inicio del
conteo del término de caducidad comienza en esa fecha, cumpliéndose los tres años previstos en
el artículo 52 de la Ley 1437 de 2011, el 14 de mayo del año 2018. Veamos que para esta fecha
aún estábamos en etapa de instrucción.

En conclusión, y pese a que éste Tribunal realizó todas las actuaciones tendientes al
adelantamiento del presente proceso disciplinario ético profesional, la caducidad de la facultad
sancionatoria operó en este proceso ético disciplinario el 14 de mayo de 2018, por lo que a la
fecha, aun considerando la suspensión de los términos legales decretada mediante Resolución 001
de 2020 (en virtud del cual el proceso caducó el 14 de marzo de 2019), ya ha operado el
fenómeno de la caducidad de la facultad sancionatoria por el transcurso del tiempo, conforme el
término previsto en el artículo 52 de la Ley 1437 de 2011.

Por lo expuesto, se dispone DECLARAR la caducidad de la facultad sancionatoria dentro del


presente proceso disciplinario ético profesional. En consecuencia, se dispone el archivo de las
diligencias radicadas bajo el número 3344.

Proceso Etico Disciplinario No. 3344 15


TRIBUNAL SECCIONAL DE ETICA MEDICA DE CUNDINAMARCA
Ley 23 de 1981

POR LO ANTERIORMENTE EXPUESTO EL TRIBUNAL SECCIONAL


DE ÉTICA MEDICA DE CUNDINAMARCA, CON FUNDAMENTO
EN LA AUTORIDAD QUE LE CONCEDE LA LEY 23 DE 1981,

RESUELVE

ARTICULO PRIMERO: DECLARAR la caducidad de la facultad sancionatoria dentro del


presente proceso disciplinario ético profesional, conforme lo expuesto en la parte motiva de este
proveído.

ARTICULO SEGUNDO: NOTIFIQUESE esta providencia al médico Yesid Martínez Diaz, en


la forma establecida en los artículos 66 y ss. de la Ley 1437 de 2011.

ARTICULO TERCERO: NOTIFIQUESE esta providencia a la señora Yolanda Cruz Pulido, en


la forma establecida en los artículos 66 y ss. de la Ley 1437 de 2011.

ARTICULO CUARTO: COMUNIQUESE esta providencia a la Superintendencia Nacional de


Salud.

ARTICULO QUINTO: Contra el presente acto administrativo proceden los RECURSOS DE


REPOSICIÓN, ante esta Corporación, Y DE APELACIÓN, ante el Tribunal Nacional de Etica
Médica, dentro de los diez (10) días hábiles siguientes a la fecha de su notificación, conforme lo
dispuesto por el artículo 76 de la Ley 1437 de 2011 y con el lleno de los requisitos legales
previstos en el artículo 77 de la Ley 1437 de 2011.

ARTICULO SEXTO: En firme la presente providencia, procédase a ARCHIVAR las


diligencias administrativas obrantes en el expediente.

NOTIFIQUESE Y CUMPLASE

ARTURO VERGARA GOMEZ


Presidente

LUZ NATHALIA AMAYA REDONDO JOSE MIGUEL PARRA CASTAÑEDA


Magistrada Magistrado

HERMAN REDONDO GOMEZ JORGE AUGUSTO ZAMBRANO CASAS


Magistrado Magistrado

MARIA CECILIA CADENA LLERAS


Asesora Jurídica

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