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RECURSOS ANTIRRUMORES
Desmontando Tópicos Racistas (Madrid)
Usera AntiRumores (Madrid)
Stop Rumores (Andalucía)
Unidad
1
Estrategia AntiRumores de Leganés (Madrid)
Estrategia AntiRumores Cañada Real (Madrid)
Antirumores Vitoria-Gazteiz (Álava)
#Rompiendo Rumores Racistas (Madrid)
Tetuán no calla (Madrid)
Antirumours Global (Europa)
Universalidad
https://desmontandotopicos.com/exposicion-itinerante-que-no-te-lien/
https://desmontandotopicos.com/contranarrativas/
https://porcausa.org/
Voluntariado
https://porcausa.org/articulo/nuevas-narrativas-la-vida-comienza-con-la-migracion/
https://radioambulante.org/audio/juntos-a-la-distancia
https://rockcontent.com/es/blog/que-es-el-marketing-de-guerrilla/
Independencia
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad
2
LAS ESTRATEGIAS ANTIRUMORES
Así pues, parece necesario diseñar y ejecutar herramientas que desmientan rumores acerca del
fenómeno de la inmigración y la interculturalidad. Una de estas herramientas de carácter
comunitario son las estrategias AntiRumores. Se trata de una propuesta de intervención
comunitaria para impedir que, desde los prejuicios y los rumores, se evolucione hacia el discurso
del odio, evitando así que este se normalice y alcance un mayor apoyo, complicidad y aceptación
entre la ciudadanía. Esta es una estrategia de sensibilización participativa que busca el cambio
social y de mentalidad de la población, tratando de incidir en las percepciones, actitudes y
conductas de la gente. Su finalidad es prevenir la discriminación y mejorar la convivencia
implicando a actores y actrices de la comunidad.
Lo primero que vamos a analizar son los marcos mentales en los que se basan la mayoría de los
mensajes antimigratorios en la actualidad. Los marcos mentales son estructuras mentales que
conforman nuestro modo de ver el mundo. Es decir, que el marco es el sistema conceptual que
articula nuestro pensamiento, desde el que entendemos todo lo que nos rodea y está
íntimamente ligado al lenguaje a través del cual se expresa nuestra visión del mundo.
Por esta razón es importante cambiar estos marcos mentales, ya que pensar de modo diferente
requiere nuevos marcos mentales que nos hagan entender el mundo de otra forma.
Si queremos recuperar un discurso a favor de la diversidad, a favor de los derechos humanos y
de la convivencia no podemos aludir a marcos mentales antiguos (ya que evoca de manera
inconsciente el marco a evitar), si no que debemos elegir uno nuevo. Para ello, hay que elegir
un lenguaje que encaje con esta visión del mundo.
Los principales marcos mentales en los que se encuadran la mayor parte de los mensajes
antimigratorios son tres:
1. El primero de ellos cobra una fuerza excepcional a raíz de la guerra de Irak y los
atentados de las Torres Gemelas (2001), es el marco securitario. El mundo es un lugar
peligroso, estamos rodeados de amenazas, nuestra protección es lo primero y esto
conlleva tomar medidas estrictas. Apelando al miedo y la inseguridad se difunden
mensajes que promueven una percepción de los movimientos migratorios como un
riesgo y de las personas migrantes como potenciales criminales y se justifican acciones
relativas al control de los flujos migratorios y la ampliación de fronteras.
Los rumores están relacionados con el desconocimiento y el temor (cuando hay incertidumbre
o ansiedad). Nos encontramos con que la mayoría de los rumores tienen un origen difuso (siendo
en ocasiones imposible saber dónde surgió) y se extienden con rapidez por redes sociales o por
boca a boca. Se crea así un círculo vicioso compuesto por el desconocimiento, el temor y el
distanciamiento que afecta a la convivencia y perjudica la vida social.
Cuando existen ciertos estereotipos y prejuicios hacia determinado colectivo, los rumores que
inciden en este prejuicio aparecen como más creíbles, lo que incrementa los temores y provoca
el alejamiento, que a su vez refuerza el desconocimiento y la visión prejuiciosa, y así, se va
incrementando la segregación social. Este hecho se denomina sesgo de confirmación, que no
sería más que ver lo que queremos y oír lo que queremos. Implica la tendencia a buscar y
considerar de forma más intensa y selectiva aquella información que confirme lo que ya
pensamos. Por lo tanto, interpretamos más positivamente aquellos hechos que básicamente
respalden nuestras opiniones previas.
Las contranarrativas buscan contrarrestar el discurso de odio dando una respuesta de manera
positiva y argumentada que pretende deconstruir y deslegitimar el hilo argumental del mismo.
Busca confrontar directamente con una narrativa determinada, a un tópico o rumor que se ha
dicho en determinada circunstancia o que circula en algún lugar, y ponerle freno. Es importante
entender que su intención no es cambiar la ideología y el pensamiento de alguien opuesto, ya
que a nadie le gusta que le señalen que está equivocado. Si pretendemos usarla con esa
intención nos encontraremos con actitudes defensivas y sin interlocutores y, por lo tanto, no
será efectiva. Para ello es necesario tener en cuenta algunos elementos:
Usar datos locales, que nos hablen de nuestra realidad cercana, de nuestro distrito,
nuestro municipio, nuestra comunidad autónoma y en segundo término de nuestro
país, Europa o el mundo. Los datos locales nos generan una curiosidad mayor, así
como cierta emocionalidad ligada a nuestra identidad, a nuestro sentimiento de
pertenencia.
Encontrar formatos atractivos, artísticos, ganchos a través de los cuales presentar esas
contranarrativas facilitará su propagación y mejorará el impacto sobre las personas
que las reciban.
Por otro lado, encontramos las narrativas alternativas. Estas no buscan responder a un mensaje
en concreto, sino que más bien se centran construir y promover una visión diferente de la
realidad, y proponer una interpretación de la sociedad basada en una percepción positiva de las
migraciones y la diversidad, en la convivencia y en los valores democráticos. Es decir, centrarse
en los aspectos positivos de la interculturalidad, evocando un nuevo marco mental.