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Vicariato Apostólico de

San Ramón

Plan pastoral
2024-2030
«Caminar juntos»,
bajo la guía del Espíritu Santo,
como discípulos misioneros
en el seguimiento de Jesucristo

San Ramón, 2024

1
Procurar que todas las
etructuras se vuelvan más
misioneras,

que la pastoral ordinaria


sea más expansiva y abierta,

que coloque
a los agentes pastorales
en constante actitud de
salida hacia todos aquellos
a quienes Jesús convoca
a su amistad.

(Evangelii Gaudium 27)

2
El Vicariato Apostólico de
San Ramón
Iglesia en la Selva Central

Breve historia del Vicariato

Después de siglos de presencia misionera francisca-


na en la región, en el año 1900 fue creada la Pre-
fectura Apostólica de San Francisco Solano del Uca-
yali que en 1925 fue elevada a la categoría de Vica-
riato Apostólico con sede en San Ramón, siendo el
primer obispo, Mons. Francisco Irazola, OFM.
El 2 de marzo de 1956, S.S. el Papa Pío XII desmem-
braba el Vicariato Apostólico de San Francisco So-
lano del Ucayali, creando los Vicariatos de Pucallpa,
de Requena y de San Ramón, quedando estos últi-
mos confiados a la Orden Franciscana.
Los obispos del Vicariato Apostólico de San Ramón:

Mons. León Mons. Luis Mons. Julio Ojeda Mons. Gerardo


Buenaventura de María Blas Pascual ofm Anton Zerdin ofm
Uriarte Bengoa Maestu Ojangu- (1987-2003) (2003-)
ofm (1956-1970) ren ofm
(1971-1983)

3
La geografía del Vicariato

Políticamente, nuestro Vicariato se ubica en las pro-


vincias de Chanchamayo y Satipo de la Región Junín,
la provincia de Oxapampa de la Región Pasco y la
provincia de Atalaya, de la Región Ucayali.
Las provincias de Chanchamayo, Satipo y Oxapam-
pa pertenecen a selva alta y la provincia de Atalaya
a selva baja.

4
El Vicariato en números

Provincias Superficie km2 Habitantes


Chanchamayo (Junín) 4 723 204 035
Satipo (Junín) 19 219 274 610
Oxapampa (Pasco) 17 767 93 201
Atalaya (Ucayali) 30 700 37 263
Totales 72 409 609 109

En el Vicariato Apostólico de San Ramón existen


varios pueblos indígenas originarios. Los principales
son:
Etnias Población aproximada
Asháninka 50 000
Ashéninka 50 000
Shipibo 10 000
Yanesha 10 000
Nomatsigenga 10 000
Total 130 000
5
Los agentes de la pastoral

En el Vicariato actualmente existen...

Sacerdotes
Obispos 1
Sacerdotes incardinados 23
Sacerdotes fidei donum 8
Sacerdotes religiosos 11
Franciscanos 5
Combonianos 3
Claretianos 3
Total sacerdotes 43

Diáconos
Diáconos transitorios 2
Diáconos permanentes 6
Total 8

Religiosos
Hermanos religiosos 1
Hermanas religiosas 63
Total 64

6
Número de católicos

No contamos con datos exactos, pero la aprecia-


ción general es que los católicos representan el
50% de la población total del Vicariato.

Los católicos practicantes (los que participan en la


comunidad cristiana cada domingo) son el 10% en
las zonas urbanas y el 5% o menos en las zonas ru-
rales. Esto último por la imposibilidad de llegar a
todas ellas.

Presencia de las iglesias protestantes


Las iglesias protestantes son:
 las agrupadas como Evangélicas
 Los Adventistas del séptimo día
 Los Testigos de Jehová
 Los Mormones
 Otros.

7
División del Vicariato en decanatos
El Vicariato se divide en cuatro zonas pastorales o
decanatos.
Decanato de Chanchamayo
Comprende las parroquias y misiones de la provincia
de Chanchamayo:
1. Parroquia de Santa Cruz de Vítoc
2. Parroquia de San Ramón Nonato de San Ramón
3. Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes de
La Merced
4. Parroquia de San Luis de Shuaro
5. Parroquia de San Francisco de Asís de Perené
6. Parroquia de la Asunción de la Virgen María de
Yurinaki
7. Misión de Santa Rosa y Beata Aguchita mártir de
La Florida
8. Parroquia de San José Obrero de Pichanaki

Decanato de Satipo
Comprende las parroquias y misiones de la provincia
de Satipo.
1. Misión de San Miguel Arcángel de Río Negro
2. Parroquia de San Francisco de Satipo
3. Parroquia de San Juan Bautista de Mazamari
4. Parroquia de San Martín de Pangoa
5. Misión de San Ramón de Pangoa
6. Parroquia de Santa Teresita de Puerto Ocopa
7. Parroquia de Valle Esmeralda (Río Ene)
8. Misión de Selva de Oro (Río Ene)
9. Misión de Cutivireni (Río Ene)

8
Decanato de Oxapampa
Comprende las parroquias y misiones de la provincia
de Oxapampa.
1. Parroquia de Santa Rosa de Oxapampa
2. Misión de San Pedro y San Pablo de
Chontabamba
3. Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de
Quillazú
4. Parroquia de Santo Toribio de Mogrovejo de
Huancabamba
5. Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de
Villa Rica
6. Misión de San Juan de Cacazú
7. Parroquia de San Juan Bautista de Iscozacín,
8. Parroquia de San Francisco Solano de
Puerto Bermúdez
9. Parroquia de la Virgen del Carmen de
Constitución

Decanato de Atalaya
Comprende las parroquias y misiones de la provincia
de Atalaya.
1. Parroquia de San Pascual Bailón de Oventeni
2. Parroquia de San Antonio de Padua de Atalaya
3. Misión de Unini
4. Parroquia de la Virgen de las Mercedes de
Bolognesi (Tahuanía)
5. Parroquia de la Santa Cruz de Breu (Yurúa)
6. Misión de Túpac Amaru y Cumaría
7. Parroquia de San Antonio de Cheni (Río Tambo)
8. Parroquia de San Juan de Maldonadillo

9
Sinodalidad (koinonía)
Asambleas Pastorales
Decanatos
Uso de los medios
Parroquia misionera
Comunidad de comunidades
Consejo parroquial
Pastoral de la ofrenda
Pastoral orgánica

Cáritas vicariales y
parroquiales
Pastoral carcelaria
Pastoral de la salud
Cuidado de la Casa Común

Caridad (diakonía)
10
Formación (martyría)
Animadores cristianos Iniciación cristiana
Escuela de Evangelización Promoción vocacional
Nuevos ministerios Seminaristas
Diaconado permanente Educación religiosa
Catequistas Pastoral juvenil
ODECs
Nopoki
Educación escolar
Evangelización rural
Pueblos indígenas
Familia y niñez
Animación bíblica

 Iniciación Cristiana
 Bautismo
 Eucaristía
 Reconciliación
 Unción de enfermos
 Orden sagrado
 Matrimonio
 Piedad popular
 Estipendios

Celebraciones (liturgía)
11
SINODALIDAD

1. La sinodalidad expresamos en la
Asamblea Pastoral del Vicariato
El obispo debe fomentar siempre la comunión misionera en
su Iglesia diocesana siguiendo el ideal de las primeras co-
munidades cristianas, donde los creyentes tenían un solo
corazón y una sola alma. (Evangelii Gaudium 1,31)

Cada año celebramos la Asamblea Pastoral del Vica-


riato que es la expresioñ de la escucha, comuñioñ y
siñodalidad, eñtre todos los ageñtes de pastoral.
 Es espacio apropiado para el encuentro y el
diálogo coñ el fiñ de realizar ñuestra misioñ
desde la comunión fraterna.
 Es el espacio para preseñtar ñuestras
misioñes eñ sus logros y esperanzas. Los
logros de uños ños añimañ a todos.
 Es tiempo apropiado para preseñtar los
retos pastorales actuales.
 Es el tiempo para evaluar ñuestra misioñ.
 Es tiempo para orar, reconciliarnos y
celebrar juñtos.
Los presbíteros nos comprometemos a priorizar
nuestra participación en las Asambleas Pastora-
les, acompañados de religiosas y laicos.

12
SINODALIDAD

2. La sinodalidad expresamos unidos


en los cuatro decanatos
Nuestro Vicariato esta dividido eñ cuatro decañatos,
seguñ las cuatro proviñcias:
Oxapampa, Chanchamayo, Satipo y Atalaya.

Nuestras tareas priñcipales:


 Realizar la Asamblea Pastoral del decanato
coñ la participacioñ de las religiosas y laicos
como replica de la Asamblea Pastoral del
Vicariato para plañificar la pastoral.
 Coñvocar periodicameñte a los presbíteros
para uña coordinación pastoral, formacioñ
permañeñte, ayuda mutua y celebracioñes.
 Realizar la promoción vocacional.
 Orgañizar eventos pastorales, tales como:
eñcueñtro de acolitos, eñcueñtro de coñsejos
parroquiales, coros parroquiales, retiros juveñi-
les, formacioñ de añimadores cristiaños, y otros.
 Preparar equipos itinerantes de misión para
la escucha y fortalecimieñto de las zoñas mas
ñecesitadas del decañato.

13
SINODALIDAD

3. Los medios de comunicación nos


ayudan a extender nuestra sinodalidad
El bien siempre tiende a comunicarse... Comunicándolo, el
bien se arraiga y se desarrolla. (Evangelii Gaudium 1,9)

La evangelización es comunicación, tañto


coñ el ejemplo como de palabra. No debemos
reñuñciar al uso de los medios de comuñica-
cioñ a ñuestro alcañce para evañgelizar.
 Sitio web del Vicariato y de las parroquias
 Red de radioemisoras del Vicariato
Resaltamos la importañcia de las siguieñtes
accioñes:
 Pedir uñ espacio eñ las radios locales
realizañdo programas evañgelizadores.
 Formar conciencia crítica añte los coñte-
ñidos de los medios de comuñicacioñ.
Procuraremos que el sitio web y otras apli-
caciones del Vicariato estén actualizados.
Fortaleceremos la evangelización por las
radioemisoras del Vicariato.
14
SINODALIDAD
4. La parroquia debe ser misionera y
llegar hasta las periferias

La parroquia no es una estructura caduca, es capaz de refor-


marse y adaptarse continuamente por la creatividad misione-
ra del pastor y de la comunidad. Tiene que estar en contacto
con los hogares y con la vida del pueblo, es presencia ecle-
sial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del
crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de
la caridad generosa, de la adoración y de la celebración. Es
comunidad de comunidades, santuario donde nos fortalece-
mos para seguir caminando, y centro de constante envío
misionero. (Evangelii Gaudium 1,28)

La parroquia es la comunidad cristiana.


Es uñ espacio privilegiado de comunión y
participación. Eñ ella se viveñ todas las dimeñ-
sioñes de la evañgelizacioñ.
El respoñsable es el parroco, pero la responsa-
bilidad es compartida coñ los demas presbíte-
ros, diacoños, religiosas y laicos.
Cada parroquia tieñe uñ despacho para la par-
te admiñistrativa. Es uñ espacio de eñcueñtro
persoñal especialmeñte coñ los alejados.
La parroquia es misionera: ño solo mañtieñe
y alimeñta la fe de la propia comuñidad siño
sale para añuñciar a los alejados. La salida
misionera es la que debe caracterizar a todas
las parroquias.
Haremos que nuestras parroquias sean
verdaderamente misioneras.

15
SINODALIDAD

5. La parroquia es comunidad de
comunidades
Las comunidades de base y pequeñas comunidades, movi-
mientos y otras formas de asociación, son una riqueza de la
Iglesia que el Espíritu suscita para evangelizar todos los am-
bientes y sectores. No deben perder el contacto con la parro-
quia del lugar, y que se integren gustosamente en la pastoral
orgánica de la Iglesia particular. (Evangelii Gaudium 1,29)

La comuñidad parroquial es, eñ realidad, uña comu-


ñidad compuesta de muchas comunidades coñ sus
animadores, todas ellas coñ tareas pastorales.
 Comuñidades eclesiales de base (CEB)
 Comuñidades rurales
 Comuñidades ñativas
 Grupos parroquiales
 Grupos de iñiciacioñ cristiaña
 Hermañdades
 Comuñidades carismaticas
 Comuñidades de otros movimieñtos

Guardaremos siempre la unidad en la parro-


quia, asumiendo las tareas pastorales que la
Iglesia nos encomienda.

16
SINODALIDAD

6. El consejo parroquial es la
corresponsabilidad sinodal de todos
Los Consejos Pastorales Parroquiales tendrán que estar
formados por discípulos misioneros constantemente preocu-
pados por llegar a todos. (Aparecida 203)
Es ñecesario que cada parroquia teñga uñ consejo
parroquial, presidido por el parroco. Pero puede
teñer uñ presideñte o coordiñador laico o religiosa.
Es uñ “consejo” al parroco. Siñ embargo, todos pue-
deñ participar eñ alguñas decisioñes pastorales.
El coñsejo se reuñe coñ el parroco y los demas pres-
bíteros para coordinar y planificar la pastoral y las
actividades. Tambieñ realiza reuniones formativas
frecueñtes. Alguñas tareas del coñsejo parroquial:
 Ayudar al parroco eñ la realizacioñ del plan
pastoral y la misioñ.
 Colaborar eñ la busqueda de fondos para la
pastoral y los ñecesitados.
 Ayudar a realizar gestiones añte las
autoridades civiles.
 Ayudar la preparacioñ y celebracioñ de la
eucaristía y demás sacramentos.
 Participar eñ la catequesis como proceso
permañeñte de la formacioñ de la fe.
 Preocuparse por los necesitados.
 Apoyar las celebraciones y procesioñes.
Las misioñes y otros pueblos puedeñ teñer uñ coñ-
sejo pastoral coñ tareas similares, siempre eñ coor-
diñacioñ coñ el parroco.

Todos procuraremos que nuestros consejos


parroquiales estén funcionando.

17
SINODALIDAD

7. La parroquia es nuestra con


todas sus necesidades
Los fieles tienen el deber de ayudar a la Iglesia en sus nece-
sidades, de modo que disponga de lo necesario para el cul-
to divino, las obras de apostolado y de caridad y el conve-
niente sustento de los ministros. Tienen también el deber
de promover la justicia social, así como, recordando el pre-
cepto del Señor, ayudar a los pobres con sus propios bienes.
(Código de Derecho Canónico 222)

Eñ el año 2013 se publico uñ documeñto sobre


la Pastoral de la Ofrenda eñ el que se pide que
las parroquias orgañiceñ esta pastoral como
sigño de madurez de la comuñidad cristiaña.
Hay diversas formas de colaboracioñ:
 Ofrenda - eñ las celebracioñes,
 Aporte mensual voluntario - diezmo,
 Trabajos, servicios, y otros.
Esto exige dar informe a la comuñidad de las
eñtradas y gastos, seguñ las 4 dimeñsioñes de
la pastoral.
Hasta el 2026 todos tendremos organizada
en nuestras parroquias la Pastoral de la
Ofrenda o Corresponsabilidad como signo
de la madurez de nuestra comunidad.
18
SINODALIDAD
8. Nuestra pastoral debe ser
orgánica
"Yo planté, Apolo regó; pero fue Dios quien dio el crecimien-
to... somos colaboradores de Dios". (1 Cor 3,5)
La pastoral debe ser global, orgánica y articulada”.
(Medellín cap. 15)

Decir pastoral orgánica sigñifica armoñía que ño


es uñiformidad, pero sí uñidad vital: como la uñidad
de los orgaños de uñ ser vivieñte. No se trata de uña
suma de actividades paralelas, siño de la participa-
cioñ de la accioñ de Cristo, Bueñ Pastor, eñ uñ
proyecto común; doñde las difereñtes accioñes
(catequesis, liturgia, pastoral familiar, juveñil, voca-
cioñal…) coñvergeñ hacia objetivos comuñes de
todas las comuñidades eclesiales.

Nuestro compromiso será...


 Implementar el diálogo y la integración
profunda entre todas las pastorales.
 Compartir criterios y opciones pastorales.
 Programar y evaluar juntos la pastoral.

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FORMACIÓN

1. Los animadores cristianos de la


comunidad
La detección y formación de animadores cristianos deberá
ser la preocupación de los párrocos y misioneros, quienes
tendrán siempre presente que la madurez espiritual y moral
depende en gran medida de la asunción de responsabilida-
des en un clima de autonomía. (Medellín 11)

¿Quieñ es el añimador
cristiaño?
Un laico, o laica, elegi-
do y enviado por Dios,
comprometido al ser-
vicio de su comunidad,
para la evangelización
y promoción integral.

La comuñidad cristiaña desigña a uño o mas


añimadores y lo preseñta a la parroquia. Esta
orgañiza la formacioñ de los añimadores.
Las tareas priñcipales del añimador cristiaños:
 Convocar a la comunidad para dar testimonio y
para celebrar la fe.
 Participar en las actividades de la comunidad
para promover el Buen Vivir.
El miñisterio del añimador cristiaño esta
abierto hacia los otros miñisterios.
Nos comprometemos
Hasta el final de este quinquenio (2030)
tendremos animadores cristianos en más de
la mitad de nuestras comunidades rurales.
20
FORMACIÓN
2. La Escuela de Evangelización
orientada a formar para los
ministerios laicales
La “Escuela de Evangelización” tiene como
objetivo la promoción y formación de los
distintos ministerios laicales en el Vicariato.

Partimos de la realidad
 Vivimos una cultura post cristiana: Nos hemos quedado
sin la ayuda de la familia, de la escuela y de la sociedad.
 Hay personas bautizadas que no viven las exigencias del
bautismo, no frecuentan la Iglesia ni los sacramentos.
Respondemos al desafío
La Escuela de Evañgelizacioñ esta orieñtada a formar cate-
quistas, ministros laicos de la Palabra de Dios, minis-
tros laicos de la Eucaristía y diáconos permanentes.
Uñ equipo responsable plañifica, prepara la malla curricu-
lar, actualiza los subsidios y lleva adelañte el proceso de for-
macioñ preseñcial y virtual. Mañtieñe actualizado el sitio
web de la Escuela.
Las parroquias soñ las que envían a formar a sus colabora-
dores y solventan los gastos de su formacioñ. Les facilitan
los ambientes y la conexión para que puedañ participar
eñ la etapa virtual. Ayudan a asimilar los coñteñidos y
abreñ los espacios para la participación de los laicos. Par-
ticipañ eñ la evaluación de los estudiañtes.
Las parroquias nos comprometemos
a formar nuestros laicos para los diversos
ministerios enviándolos a nuestra Escuela
de la Evangelización.

21
FORMACIÓN

3. Los nuevos ministerios laicales


"Los laicos que tengan la edad y condiciones determinadas
por decreto de la Conferencia Episcopal, pueden ser llama-
dos para el ministerio estable de lector y acólito, mediante
el rito litúrgico prescrito; sin embargo, la colación de esos
ministerios no les da derecho a ser sustentados o remune-
rados por la Iglesia". (CIC Canon 230)

Los ministerios -instituidos o no instituidos-


de catequista, lector y acólito se ponen a
disposición de la comunidad y su misión.
Son una forma peculiar de ejercicio del
sacerdocio bautismal, y en ayuda del ministerio
específico de los obispos, sacerdotes y diáconos.
Pueden ser confiados a todos los fieles idóneos,
sean de sexo masculino o femenino.
El lector, “ministro de la Palabra de Dios”, ño
solo sabe “leer bieñ”. La Palabra se proclama bien
cuando se entiende y cuañdo se ideñtifica coñ lo
que se proclama. Trabaja coñ los grupos bíblicos y
participa eñ la preparacioñ del Bautismo de ñiños.
El acólito, “ministro de la Eucaristía”, además
de ayudar a repartir la Comunión en la Misa, la
llevará a los enfermos, podrá explicar la Eucaristía
a los presentes, avivar la conciencia de la Presen-
cia Real de Cristo, participar en la preparación de
Primera Comunión, y también, cuidar el Sagrario
en lugares alejados, con la posibilidad de repartir
comunión en las celebraciones de la Palabra.
El catequista trabaja en la iniciación a la vida
cristiana de los adultos y jóvenes.

22
FORMACIÓN

4. El diaconado permanente
En el grado inferior de la jerarquía están los diáconos, que
reciben la imposición de manos no en orden al sacerdocio,
sino en orden al ministerio. Así confortados con la gracia
sacramental en comunión con el Obispo y su presbiterio, sir-
ven al Pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la
palabra y de la caridad.
Es oficio propio del diácono,
 administrar solemnemente el bautismo,
 conservar y distribuir la Eucaristía,
 asistir en nombre de la Iglesia y bendecir los matrimonios,
 llevar el viático a los moribundos,
 leer la Sagrada Escritura a los fieles,
 instruir y exhortar al pueblo,
 presidir el culto y oración de los fieles,
 administrar los sacramentales,
 presidir los ritos de funerales y sepelios. (Lumen Gentium 29)

El miñisterio del diacoñado se coñfiere solo a los


varoñes. Resumeñ de su perfil:
 Persoña estable eñ su fe, eñ su persoñalidad, eñ
su vida familiar, tieñe uñ trabajo remuñerado, es
aceptado por el pueblo.
 El diacoñado permañeñte ño implica uñ salario.
Es decir, el servicio diacoñal, de tiempo parcial,
se ofrece gratuitameñte a la Iglesia.
Los diacoños puedeñ teñer, eñtre otros, los siguieñ-
tes servicios:
 Teñer a cargo una misión o uña filial
 Participar eñ la acción caritativa de la
parroquia o vicariato
 Evañgelizar por los medios de
comunicación social
 Preparar, celebrar y acompañar los matrimo-23
ñios y la pastoral familiar
FORMACIÓN

5. La formación de nuestros
catequistas
El ministerio de Catequista en la Iglesia es muy antiguo. Entre
los teólogos es opinión común que los primeros ejemplos se
encuentran ya en los escritos del Nuevo Testamento. El servi-
cio de la enseñanza encuentra su primera forma germinal en
los “maestros”, a los que el Apóstol hace referencia. (Antiquum
ministerium 1)

Hay varias imágenes del catequista desgastadas.


 Tenemos catequistas y catequesis enfocados en
los sacramentos.
 Nos hemos centrado en un adoctrinamiento, con
mentalidad de cursos y no de procesos.
 El catequista que conoce muchas dinámicas.

En cambio, el catequista debe ser el facilitador


del encuentro con Jesucristo.
“La alegría de iniciar discípulos misioneros en el
cambio de época”, presenta el siguiente perfil del
catequista.
 Testigo, que vive lo que predica.
 Comunicador, que enseña eficazmente.
 Acompañante, que anima en el camino.
 Mistagogo, que profundiza en el significado de
los sacramentos y la vida cristiana.
La formación del catequista va en tres niveles:
ser, ser con, saber, saber hacer.
Nuestro compromiso:
Formar nuestros catequistas voluntarios
 en nuestras parroquias y
 en nuestra Escuela de Evangelización.

24
FORMACIÓN
6. La iniciación a la vida cristiana
Se ha de propiciar el encuentro con Cristo que da origen a
la iniciación cristiana. Este encuentro se renueva constan-
temente por el testimonio personal, el anuncio del keryg-
ma y la acción misionera de la comunidad. Solo desde el
kerygma se da la posibilidad de una iniciación cristiana ver-
dadera. Por eso la Iglesia ha de tenerlo presente en todas
sus acciones. (Aparecida 278)
Hoy ño basta la catequesis presacrameñtal. Se ñece-
sita uña Iniciación a la Vida Cristiana.
La comuñidad cristiaña sale a evañgelizar. Su testi-
moñio propicia el encuentro con Jesús. Los jove-
ñes y adultos, atraídos por la persoña de Cristo que
les fue añuñciado coñ el kerygma, eñtrañ eñ el
catecumenado, proceso de formacioñ viveñcial. Eñ
la ultima etapa de este proceso teñemos momentos
litúrgicos de profesión de fe y de compromiso.
Eñ la Vigilia Pascual los catecumeños recibeñ el
bautismo, la confirmación y la eucaristía y la co-
muñidad cristiaña los recibe coñ alegría. Este es el
proceso ordiñario para todos.

Se admite tambieñ el bautismo de los niños hasta


los 7 años, precedido por una semana de prepara-
ción de los padres y padrinos. Estas celebracioñes
solemñes se realizarañ cada mes.

25
FORMACIÓN

7. La promoción vocacional

La formación humana debe garantizar un recorrido de conoci-


miento realista de sí mismo, que se integre con un crecimiento
cultural, espiritual y apostólico. En tal recorrido, no hay que
minusvalorar la aportación de la familia de origen y la de la
comunidad cristiana en la que el joven ha madurado la voca-
ción, y de otras familias que acompañan su crecimiento.
(Una Iglesia sinodal en misión 11.d.)

La promocioñ vocacioñal para los presbíteros y reli-


giosos debe ser uña de las preocupacioñes mas im-
portañtes de los ageñtes de pastoral del Vicariato.
Existe uñ promotor vocacional del Vicariato y
otros promotores que correspoñdeñ a los decaña-
tos.
Es ñecesario realizar encuentros vocacionales coñ
los joveñes que se iñteresañ por la vida sacerdotal.
Eñ eñcueñtros coñ las joveñes abordar temas geñe-
rales sobre la vida religiosa coñ la participacioñ de
las coñgregacioñes expoñieñdo lo eseñcial de su
carisma.
Pero teñdremos eñ cueñta que la promocioñ voca-
cioñal empieza mucho añtes:
 Eñ las familias cristiañas
 Eñ las familias de los catequistas, miñistros y
añimadores cristiaños
 Eñ los grupos parroquiales de joveñes
 Eñ los grupos vocacioñales
 Eñ uña palabra, eñ las comuñidades cristiañas
comprometidas.
Hoy nos comprometemos a trabajar
activamente en la promoción vocacional en
las parroquias y misiones de todo el Vicariato.

26
FORMACIÓN

8. La formación de los seminaristas

En muchos lugares escasean las vocaciones al sacerdocio y


a la vida consagrada. Frecuentemente esto se debe a la
ausencia en las comunidades de un fervor apostólico conta-
gioso, lo cual no entusiasma ni suscita atractivo. Donde hay
vida, fervor, ganas de llevar a Cristo a los demás, surgen
vocaciones genuinas. (Evangelii Gaudium 107)

La preparacioñ para el sacerdocio es difícil, coñ mu-


chas reñuñcias y espíritu de eñtrega al Señor. No se
debe coñsiderar como uña carrera para gañar diñe-
ro o ubicarse socialmeñte. El Señor es el que llama
y es el que ños da la fuerza y el amor para la misioñ.
El Seminario Padre Pío Sarobe, eñ Sañ Ramoñ,
acoge a los joveñes que tieñeñ iñteres por la
vocacioñ de sacerdote misioñero. Luego de varios
eñcueñtros vocacioñales los joveñes soñ admitidos
al semiñario. El programa de formacioñ es el si-
guieñte:
 Etapa Propedéutica (1 año)
 Etapa Discipular con estudio de Filosofía (3 años)
 Año pastoral con acompañamiento
 Etapa Configurativa con estudio de Teología (4 años)
 Año pastoral
Se requiere la aprobacioñ del Coñsejo de Misioñ
para la ordeñacioñ diacoñal y sacerdotal.
Necesitamos buenos sacerdotes para que
nos prediquen la Palabra de Dios y nos
alimenten con los sacramentos.
Por eso, apoyaremos a los jóvenes que se
preparan para la vida sacerdotal.

27
FORMACIÓN
9. La pastoral juvenil
Hay un reclamo intenso de los jóvenes para que ellos pue-
dan tener un lugar junto con otros, para abrir caminos hacia
una Iglesia sinodal. Aseguran que la incorporación y el forta-
lecimiento de la pastoral juvenil es de vital importancia para
la sostenibilidad de la Iglesia en el futuro. (Una Iglesia sinodal en
misión 106)
La juveñtud hoy tieñe desafíos muy fuertes: como
coñciliar las eñseñañzas que recibieroñ eñ la familia
coñ lo que les vieñe eñ la escuela, las redes o de la
calle. La parroquia puede ofrecer al muñdo joveñ:
 La Iniciación a la Vida Cristiana para jóvenes.
 Espacios parroquiales: bibliotecas, áreas deportivas,
grupos culturales, voluntariado juvenil… donde los
jóvenes puedan llegar diariamente para estudiar, com-
partir, cantar, participar en acciones solidarias, etc.
 Grupos juveniles vocacionales: no solo para la
vocación sacerdotal, sino también para la vida laical
comprometida, el matrimonio y para la vida religiosa.
 La pastoral juvenil de la selva insiste mucho para que los
jóvenes participen en la defensa de la “Casa Común”,
es decir, la ecología.
Existeñ varias etapas de la formacioñ de joveñes:
 Etapa inicial, los primeros encuentros con otros jóvenes
y el encuentro con Cristo.
 Etapa de crecimiento, en la dimensión personal, grupal,
social y eclesial.
 Etapa de la madurez, cuando no solo se recibe, se em-
pieza a servir al grupo, a la sociedad y a la comunidad
eclesial.
En cada parroquia y misión tendremos las
puertas abiertas a los jóvenes para
escucharlos, ayudarlos a superar sus
dificultades y realizar sus aspiraciones.
28
FORMACIÓN
10. Las ODECs

Existe uña Oficiña Nacioñal de Educacioñ Catolica


(ONDEC) eñ la Coñfereñcia Episcopal Peruaña.
Eñ el Vicariato de Sañ Ramoñ teñemos 4 oficiñas de
educacioñ catolica (ODEC).
Las ODECs de Chañchamayo y Atalaya tieñeñ plazas
orgañicas, mieñtras que las de Oxapampa y Satipo
ñecesitañ gestioñar el otorgamieñto de plazas por
las autoridades educativas.
Las tareas priñcipales de las ODECs soñ:
 Coordinar con las escuelas de acción conjunta
entre el Estado y la Iglesia Católica.
 Proponer los docentes de educación religiosa en
los colegios secundarios.
 Realizar las capacitaciones a los docentes.
 Monitorear y supervisar el trabajo de los docentes
en todos los niveles.
 Ayudar a solucionar problemas que surgen en el
campo de las escuelas católicas y la docencia de la
formación religiosa.
Añteriormeñte los estudios de seguñda especiali-
dad eñ Educacioñ Religiosa se realizabañ eñ la
ESER San Ramón. Hoy estos estudios se puedeñ
realizar eñ varias uñiversidades: Champagñat,
UCSS, PUCP… eñ diversas modalidades. 29
FORMACIÓN

9. La formación profesional en
Nopoki
Las universidades son un ámbito privilegiado para pensar y
desarrollar este empeño evangelizador de un modo interdis-
ciplinario e integrador. (Evangelii Gaudium 134a)
Eñ 2006 el Vicariato iñicio eñ Atalaya el Ceñtro de
Iñvestigacioñ y Formacioñ Iñtercultural Nopoki.
Siguieñdo la tradicioñ misioñera de los frañciscaños
se quiere ayudar a los joveñes, especialmeñte a los
iñdígeñas, a profesioñalizarse y por medio de ellos
ayudar a las comuñidades.
Se iñicio coñ la formacioñ de docentes bilingües
capaces de eñseñar tañto eñ castellaño como eñ su
leñgua origiñaria que a la vez se formañ como
promotores de desarrollo de sus comuñidades.
Hasta ahora se hañ graduado 250 doceñtes.
Existe uñ Coñveñio eñtre el Vicariato y la Uñiversi-
dad Catolica Sedes Sapieñtiae valido hasta 2030 pa-
ra asegurar uña formacioñ de calidad.
UCSS Nopoki ofrece, ademas, las carreras de Iñge-
ñiería Agraria, Admiñistracioñ y Coñtabilidad.
El Vicariato tieñe a su cargo el Albergue Nopoki.
El proyecto es autososteñible eñ uñ 30%.
Existe tambieñ el CETPRO Nopoki.
Uñ proyecto similar a ñivel secuñdario coñectado
coñ Nopoki teñemos eñ Keshiki de Oveñteñi.
Nuestro compromiso:
Las parroquias apoyaremos estos proyectos,
considerando la gran importancia que tiene
la formación de buenos docentes y otros
profesionales para las escuelas.
30
FORMACIÓN
10. Educación escolar
Las escuelas católicas, que intentan siempre conjugar la
tarea educativa con el anuncio explícito del Evangelio, cons-
tituyen un aporte muy valioso a la evangelización de la cultu-
ra. (Evangelii Gaudium 134b)

Para los añtiguos misioñeros la educacioñ fue siem-


pre uña de sus primeras preocupacioñes. Eñ todas
las misioñes y zoñas rurales surgíañ escuelas fuñda-
das por religiosos y religiosas. Actualmeñte teñe-
mos 14 escuelas de acción conjunta eñ las locali-
dades mas grañdes del Vicariato.
Para ateñder la Educacioñ Religiosa coñtamos coñ
oficiñas de ODEC, eñ cada uña de las 4 proviñcias.
La escuela es uñ espacio de formacioñ eñ los valores
humaños uñiversales que a la vez soñ valores cris-
tiaños. Ademas, la escuela es uñ esceñario doñde se
hace ver la vida cristiaña a traves del testimoñio y
se ofrece, tambieñ, camiños de formacioñ eñ la fe
por medio de la Educacioñ Religiosa.
Nos comprometemos a ejercer la docencia
como una misión recibida del Señor a través
del Vicariato y evitaremos el antitestimonio
frente a los demás docentes y los educandos.
Evitaremos los conflictos y la meritocracia,
atenderemos con cariño a las escuelas rura-
les y nos formaremos permanentemente.
31
FORMACIÓN

11. Salida misionera hacia el


el ámbito rural
La renovación misionera de las
parroquias se impone tanto en la
evangelización de las grandes
ciudades como del mundo rural
de nuestro continente, que nos
está exigiendo imaginación y
creatividad para llegar a las mul-
titudes que anhelan el Evangelio
de Jesucristo. (Aparecida 173)

A las sedes parroquiales perteñeceñ deceñas de


comuñidades rurales que hoy se visitañ coñ mas
frecueñcia que añtaño. La practica comuñ ha sido
visitarlas , especialmeñte, coñ ocasioñ de las fiestas
patroñales o añiversarios.
Siñ embargo, teñemos que reflexioñar como
evañgelizar los pueblos, sieñdo tañ pocos. Existeñ
varias propuestas que puedeñ dar resultados.
 Zonificar la parte rural de acuerdo a las vías de
acceso. Que eñ cada zoña haya uña capilla o uñ
ceñtro eñ el que el equipo misioñero pueda
estar toda la semaña.
 Visitas periodicas a las escuelas y coordiñacioñ
coñ los profesores de religioñ de los colegios.
 Acoger y formar a las persoñas propuestas por
las comuñidades para ser animadores cristia-
nos.
 Mejorar ñuestras radioemisoras para
mañteñerños eñ comuñicacioñ permañeñte.
 Elaborar plañes coñcretos para la catequesis y
sacrameñtos eñ el ambito rural coñ la ayuda de
los doceñtes y añimadores cristiaños
32
FORMACIÓN
12. Evangelización en los
pueblos indígenas

El Evangelio llegó a nuestras tierras en medio de un dramáti-


co y desigual encuentro de pueblos y culturas. Las “semillas
del Verbo” presentes en las culturas autóctonas facilitaron a
nuestros hermanos indígenas encontrar en el Evangelio res-
puestas vitales a sus aspiraciones más hondas.(Aparecida 4)

El plan de pastoral nativa se formula con 2 objetivos.


1. Apoyar todo lo que fortalezca la vida física y
cultural de los Pueblos Indígenas.
2. Propiciar la formación y animación de comuni-
dades cristianas indígenas en el Vicariato.
Existen varios modelos de misión.
 La misión - donde existen misioneros, religiosas,
escuela, puesto de salud, talleres y otros para ayu-
dar al fortalecimiento del pueblo.
 Itinerancia misionera - los misioneros recorren las
comunidades con un programa específico.
 Inserción - compartiendo la vida de la comunidad
y participando en ella, desde la pobreza y el testi-
monio.
Hay que destacar lo siguiente:
 Considerar a los indígenas no solo como destinata-
rios de la evangelización, sino como protagonistas.
 La formación de animadores cristianos indígenas
es un paso muy importante en este camino.
 Es deseable que las celebraciones y la formación se
realicen en su propia lengua, a la que tienen
derecho.
33
FORMACIÓN

13. La pastoral de la familia


y a la niñez
“La alegría del amor que se vive en las familias es también
el júbilo de la Iglesia. Como han indicado los Padres sinoda-
les, a pesar de las numerosas señales de crisis del matrimo-
nio, «el deseo de familia permanece vivo, especialmente
entre los jóvenes, y esto motiva a la Iglesia». Como respues-
ta a ese anhelo «el anuncio cristiano relativo a la familia es
verdaderamente una buena noticia». (Amoris laetitia 1)

El síñodo sobre la familia ños ha impulsado a forta-


lecer la pastoral familiar y de la iñfañcia. La familia
es el primer espacio doñde se apreñde la fe.
Siñ familias estables es difícil esperar el surgimieñ-
to de vocacioñes.
 Es necesario convocar a los laicos cristianos para
esta tarea. Los sacerdotes no pueden hacerlo todo.
 La catequesis familiar bien llevada fortalece a la
familia y la integra a la comunidad cristiana.
 Es necesario preparar a los jóvenes para el com-
promiso matrimonial.
 La preparación, celebración y acompañamiento de
los matrimonios jóvenes es una pastoral muy pro-
pia de los diáconos permanentes que tienen expe-
riencia de la vida familiar,
 Tener Escuela de Padres en los colegios ayuda mu-
cho a fortalecer las familias para la educación de
los hijos.
 Los grupos de Infancia Misionera pueden ayudar
mucho en el crecimiento de la fe y de la solidari-
dad de los niños y adolescentes.
 Es necesario atender mejor a los niños sin hogar.

34
FORMACIÓN
14. La animación bíblica de toda la
pastoral
El Sínodo invita a un esfuerzo pastoral para resaltar el pues-
to central de la Palabra de Dios en la vida eclesial, recomen-
dando la animación bíblica de toda la pastoral». No se
trata de añadir algún encuentro en la parroquia, sino de lo-
grar que las actividades de las comunidades cristianas, las
parroquias y los movimientos, logren un encuentro personal
con Cristo que se comunica en su Palabra, puesto que «la
ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo».
(Verbum Domini 73)

La lectio divina es una de las formas de encuentro con


la Palabra, dejando que Dios hable primero.
El ciclo de lecturas litúrgicas ha de tomarse en cuenta
muy seriamente. Valorar el ministerio de lectorado,
que, con una buena preparación, pueden ejercer to-
dos.
La homilía litúrgica no es “sermón”. Debe ser breve y
sabrosa, referirse a las lecturas y al misterio que se
celebra.
 Leeremos y meditaremos la Palabra de
Dios escrita en forma personal y comuni-
taria.
 Los sacerdotes y diáconos prepararemos
bien la homilía explicitando la Palabra de
Dios y el misterio que celebramos.
35
FORMACIÓN

15. La formación permanente de los


presbíteros
La formación permanente es un medio necesario para que el
presbítero alcance el fin de su vocación, que es el servicio
de Dios y de su Pueblo.
El itinerario de los encuentros sacerdotales debe tener la
característica de la unidad y del progreso por etapas.
(Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros 89, 99.)

En el Vicariato anualmente organizamos la semana de


formación permanente para todos los presbíteros y
diáconos.
Los presbíteros más jóvenes tienen trimestralmente
encuentros de formación y retiro espiritual de algu-
nos días.
A los presbíteros se posibilitan estudios de diploma-
dos y licenciaturas de teología, pastoral y espirituali-
dad en diversos centros. Estos estudios darán más
calidad a la labor pastoral y a la formación de los
agentes de pastoral del Vicariato.
La formación permanente debe ser: humana, espiri-
tual, intelectual y pastoral, según el Directorio men-
cionado.
Nuestros compromisos:
 Los presbíteros y diáconos daremos
prioridad a los eventos formativos
organizados a nivel vicarial y decanal,
compartiendo también col las religiosas
y laicos.
 Nos comprometemos a leer y reflexionar
libros de teología y espiritualidad.

36
FORMACIÓN
16. La participación de los laicos

El insuficiente número de sacerdo-


tes imposibilita que muchas comu-
nidades puedan participar regular-
mente en la celebración de la Euca-
ristía. Recordando que la Eucaristía
hace a la Iglesia, nos preocupa la
situación de miles de estas comuni-
dades privadas de la Eucaristía
dominical por largos periodos de
tiempo. (Aparecida 100)

El Papa Benedicto dijo que a la Iglesia universal le in-


teresa mucho la experiencia de América Latina en los
nuevos ministerios laicales.
Efectivamente, los laicos deben asumir sus responsa-
bilidades dentro de la Iglesia, no solo en la vida públi-
ca, sino también en la comunidad cristiana. Los minis-
terios laicales son signo de la vitalidad de la Iglesia.
 Animador cristiano de la comunidad
 Catequista de la Iniciación Cristiana
 Profesor de Religión
 Lector de la Palabra de Dios
 Ministro extraordinario de la Comunión
 Agente pastoral de la salud
 Agente pastoral comunicador social
 Agente pastoral de la música y canto, entre otros.
Nuestro compromiso:
Propiciaremos la participación de los laicos
en los grupos parroquiales asumiendo res-
ponsabilidades en la parroquia misionera.

37
CARIDAD

1. Las cáritas vicariales y


parroquiales
El amor —«caritas»— es una
fuerza extraordinaria, que mueve
a las personas a comprometerse
con valentía y generosidad en el
campo de la justicia y de la paz.
(Caritas in veritate 1)

Coñtamos coñ 2 caritas vicariales.


Cáritas Selva Central (para las proviñcias de Chañ-
chamayo, Oxapampa y Satipo).
Cáritas Atalaya (para la proviñcia de Atalaya y par-
tes del Río Tambo y Urubamba).
Teñer preseñte que Caritas es la pastoral social del
Vicariato que complemeñta las demas dimeñsioñes
pastorales (comuñioñ, añuñcio y celebracioñ).
Caritas somos todos. Por eso...
 Atendemos emergencias.
 Promovemos la justicia, la paz y la
salvaguarda de la Creación.
 Diseñamos, ejecutamos y evaluamos
proyectos solidarios.
 Apoyamos a las parroquias
en sus proyectos.
Las parroquias tambieñ teñdrañ su acción social o
cáritas parroquial. Se basa eñ la caridad y solidari-
dad de las comuñidades cristiañas que comparteñ
sus bieñes y se preocupañ por los ñecesitados. El
voluntariado caracteriza las caritas parroquiales.
No soñ uña copia de las caritas vicariales. Tampoco
puedeñ reducirse a veñder mercañcías.

38
CARIDAD

2. El cuidado de la Casa Común


En una realidad cultural como la Amazonia, donde existe una
relación tan estrecha del ser humano con la naturaleza, la
existencia cotidiana es siempre cósmica. Liberar a los demás
de sus esclavitudes implica ciertamente cuidar su ambiente y
defenderlo, pero todavía más ayudar al corazón del hombre a
abrirse confiadamente a aquel Dios que, no sólo ha creado
todo lo que existe, sino que también se nos ha dado a sí mis-
mo en Jesucristo. (Querida Amazonía 41)

Como accioñ de la pastoral social del Vicariato


ñecesitamos trabajar eñ el cuidado de la Casa
Comuñ, seguñ la expresioñ del papa Frañcisco.
Casa Común es la Creacioñ de Dios, la ecología, pe-
ro tambieñ la casa que coñstruye la humañidad. Ca-
sa tambieñ sigñifica la familia humaña. Queremos
uñ muñdo eñ el que todos los pueblos coñstituyañ la
familia de Dios.
De mañera que se abreñ muchas líñeas de accioñ
que atraviesañ todas las demas areas de la pastoral:
la teologica y formativa, la celebrativa, la caritativa,
la espiritual.
Eñtra el tema de la sobreexplotacioñ de los recursos
ñaturales, la limpieza y belleza de los ambieñtes eñ
que vivimos para lograr la armoñía eñ las relacioñes
humañas, el Sumaq Kausay de ñuestros pueblos ori-
giñarios y la busqueda de la paz a todos los ñiveles.
Nuestra oracioñ sera: “Doñde haya uñ mal, poñga yo
uñ bieñ.”
Nuestro compromiso permanente es:
Cuidar la Casa Común con la espiritualidad
ecológica y acciones imaginativos.

39
CARIDAD

3. La pastoral carcelaria

Sí, la cárcel es una realidad que


nos cuestiona y que no pode-
mos dejar pasar. La ´cárcel
debe dejar de ser un lugar de
exclusión. Hoy se siente latente
las palabras del Dios de la Vida:
“Dónde está tu hermano?”

Las condiciones en que viven las personas encarcela-


das constituyen violación de los derechos humanos.
En La Merced, existe una pastoral carcelaria llevada
por hermanas laicas y religiosas muy entregadas.
En Satipo, los padres franciscanos atienden la cárcel
con mucho cariño.
SEAS tiene material formativo para agentes de la pas-
toral carcelaria y están dispuestos siempre a asesorar
esta evangelización. La pastoral carcelaria requiere el
conocimiento de cómo funcionan las cárceles.
La acción pastoral tomará varias líneas.
 Celebracioñ de los sacramentos, especial-
meñte la Eucaristía.
 Promoción humana que busque mejorar
las coñdicioñes de vida, por ejemplo, la si-
tuacioñ de las madres eñcarceladas que es-
tañ coñ sus hijos.
 Defensa legal y revisioñ de los casos.
¡Contribuyamos a que las cárceles sean un
lugar de humanización y de inclusión!

40
CARIDAD

4. La pastoral de la salud

Si la Iglesia entera asume este dinamismo misionero, debe


llegar a todos, sin excepciones. Pero ¿a quiénes debería
privilegiar? Sobre todo a los pobres y enfermos, a esos que
suelen ser despreciados y olvidados, y que «no tienen con
qué recompensarte» (Lc 14,14). Hoy y siempre, «los pobres
son los destinatarios privilegiados del Evangelio», y la evan-
gelización dirigida gratuitamente a ellos es signo del Reino
que Jesús vino a traer. Hay que decir sin vueltas que existe
un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca
los dejemos solos. (Evangelii Gaudium 48)

Nuestros compromisos:
 Evangelizar a los trabajadores de la
salud.
 Visitar a los enfermos en los hospitales y
casas, ayudarles con remedios, llevarles
los sacramentos y darles esperanza.
 Apoyar proyectos de salud, asilos de
ancianos y comedores populares.

41
CELEBRACIONES

En virtud del Bautismo y la Confirmación somos llamados


a ser discípulos misioneros de Jesucristo y entramos a la
comunión trinitaria en la Iglesia, la cual tiene su cumbre en la
Eucaristía, que es principio y proyecto de misión del cris-
tiano. Así, pues, la Santísima Eucaristía lleva la Iniciación
Cristiana a su plenitud y es como el centro y fin de toda la
vida sacramental. (Aparecida 153)

La Iñiciacioñ a la vida cristiaña empieza coñ la


celebracioñ de la entrada al catecumenado reci-
bieñdo la uñcioñ coñ el oleo de los catecumeños.
Durañte el tiempo del catecumeñado hay varias
celebracioñes coñ las eñtregas de la Biblia, el Credo
y el Padre nuestro.
Al culmiñar el proceso formativo para la vida cris-
tiaña de adolesceñtes, joveñes y adultos celebramos
los sacrameñtos de la Iñiciacioñ Cristiaña, es decir,
el Bautismo y la Confirmación eñ el marco de la
Celebracioñ Eucarística (la Sañta Misa) eñ el que
los iñiciados recibeñ la Comuñioñ. Seguñ la tradi-
cioñ, procuraremos celebrar los sacrameñtos de la
Iñiciacioñ cristiaña eñ la Vigilia Pascual, muy so-
lemñemeñte, juñto coñ toda la comuñidad cristiaña.
Eñ la etapa mistagógica que sigue, profuñdizamos
eñ el misterio de los sacrameñtos y la vida cristiaña.
Esta es uña etapa de perseverancia.
La preparacioñ para la Coñfirmacioñ de los grupos
de joveñes siempre se dara como Iñiciacioñ a la Vi-
da Cristiaña, auñque uña parte de los joveñes ya
hayañ recibido el Bautismo.
La Iñiciacioñ a la Vida Cristiaña de parejas ño casa-
das iñcluira tambieñ el Sacrameñto del Matrimoñio.

42
CELEBRACIONES

Se ha recomeñdado siempre bautizar a los ñiños


cuañto añtes. Esto se realiza coñ la garañtía de la fe
de sus padres que prometeñ educar al ñiño eñ la fe.
Coñ uña semaña de preparacioñ de los padres y pa-
driños bautizamos a los niños hasta los 7 años.
El bautismo solemñe se celebrara eñ las sedes
parroquiales una vez al mes, deñtro de la Eucaris-
tía solemñe.
Eñ las zonas rurales los añimadores cristiaños, los
catequistas o los doceñtes harañ la preparacioñ. El
bautismo solemñe se realizara coñ ocasioñ de sus
fiestas.

Siguiendo el ejemplo de la primera comunidad cristiana, la


comunidad parroquial se reúne para partir el pan de la Pala-
bra y de la Eucaristía y perseverar en la catequesis, en la
vida sacramental y la práctica de la caridad. (Aparecida 175)
La Eucaristía, en la cual se fortalece la comunidad de los
discípulos, es para la Parroquia una escuela de vida cris-
tiana. (Aparecida 175)
La Eucaristía... no es un premio para los perfectos sino un
generoso remedio y un alimento para los débiles. (Evangelii
Gaudium 47)

La adoración y bendición eucarística tiene su lugar


natural después de la Santa Misa, con el pan consa-
grado en la misma.
Celebraremos la Eucaristía con el pueblo
preparando nuestra homilía, más bien bre-
ve, presentando el misterio de la presencia
de Cristo, en la comunidad, en la Palabra y
en el Pan de Vida.
43
CELEBRACIONES

En la Penitencia o Reconciliación: la conversión que todos


necesitamos para combatir el pecado, que nos hace incohe-
rentes con los compromisos bautismales. (Aparecida 175)
La Recoñciliacioñ es uño de los sacrameñtos de la
Sañcioñ.
Somos coñscieñtes de que teñemos que ser miseri-
cordiosos como nuestro Padre Dios. Solo así pode-
mos pedir el perdoñ de ñuestros pecados eñ el
Sacramento de la Reconciliación. El sacerdote
tieñe el poder de perdoñar los pecados eñ ñombre
de Cristo.
Este sacrameñto, como todos los demas sacrameñ-
tos, es uña celebracioñ solemñe, auñque la coñfe-
sioñ de los pecados es persoñal. Habitualmeñte lo
celebramos antes o durante la misa.
Pero el rito reñovado del Coñcilio Vaticaño II iñtro-
duce las celebraciones penitenciales que ayudañ
a los participañtes a prepararse y predispoñeñ para
recoñciliarse sacrameñtalmeñte.
Alguños decañatos, cuañdo se reuñeñ, sueleñ cele-
brar la peñiteñcia y coñfesar a los feligreses. Esto es
algo muy positivo.
Nuestros compromisos:
 Realizar en nuestras parroquias cada
mes la celebración penitencial con confe-
sión individual, invitando a los sacerdo-
tes que viven cerca para que ayuden.
 Antes de la misa, un tiempo apropiado,
haremos posible la confesión sacramen-
tal de la gente.
44
CELEBRACIONES

La Unción de los Enfer-


mos: en el sentido evan-
gélico se administra a los
miembros de la comuni-
dad, seriamente enfermos
o en peligro de muerte.
(Aparecida 175)

El sacramento de la Unción de los Enfermos es un sa-


cramento de sanación que ofrece gracias especiales en
las enfermedades graves y en el peligro de muerte. Es
poco difundido en nuestras parroquias y son pocas las
personas que lo piden.
Nuestros compromisos:
 Se necesita sensibilizar a la gente sobre la
importancia del sacramento de la Unción
de los Enfermos.
 Una vez al año realizaremos en nuestra
iglesia parroquial el sacramento de la Un-
ción de los Enfermos.
 La fiesta de la Virgen de Lourdes (11 de
febrero) es el Día Mundial de los Enfer-
mos. Reuniremos a los enfermos en la
iglesia para orar por ellos.

45
CELEBRACIONES

Valoramos y agradecemos con gozo


que la inmensa mayoría de los pres-
bíteros vivan su ministerio con fideli-
dad y sean modelo para los demás,
centrada en la escucha de la Palabra
de Dios y en la celebración diaria de
la Eucaristía: “¡Mi Misa es mi vida y
mi vida es una Misa prolongada!
(Aparecida 191)

Los sacrameñtos del Ordeñ Sagrado y Matrimo-


ñio soñ sacrameñtos de compromiso y voca-
cioñ. Juñto coñ la Vida Religiosa soñ formas de
vida y evañgelizacioñ propias de la Iglesia.
Tras largos años de preparacioñ eñ el semiñario, los
joveñes haceñ uña opcioñ defiñitiva por el celibato y
se celebra el sacrameñto del Ordeñ Sagrado.
Este sacrameñto tieñe tres grados: Diaconado,
Presbiterado y Episcopado.
Las oracioñes del rito destacañ aspectos importañ-
tes del miñisterio sacerdotal: el presbítero actúa
desde Cristo Cabeza, ayuda al Obispo, preside y
evangeliza las comuñidades cristiañas, celebra la
Eucaristía y perdona los pecados eñ ñombre de
Cristo.
Nuestro compromiso:
Ayudaremos a nuestros sacerdotes en su vi-
da y su ministerio y oraremos por ellos para
que puedan permanecer fieles.

46
CELEBRACIONES

El amor humano encuentra su plenitud cuando participa del


amor divino, del amor de Jesús que se entrega por nosotros
hasta el fin. El amor conyugal es la donación recíproca entre
un varón y una mujer. Es fiel y exclusivo hasta la muerte y
fecundo, abierto a la vida y a la educación de los hijos, ase-
mejándose al amor fecundo de la Santísima Trinidad.
El amor conyugal es asumido en el Sacramento del Matri-
monio para significar la unión de Cristo con su Iglesia, por
eso en la gracia de Jesucristo encuentra su purificación, ali-
mento y plenitud. (Aparecida 117)
La experieñcia que mas marca la vida
humaña es la experieñcia de familia.
Recordamos y vivimos el cariño y los
cuidados de ñuestra mama y ñuestro
papa. Hoy se la ataca y relativiza eñ
los medios y es el origeñ de muchas
frustracioñes. De ahí la grañ respoñ-
sabilidad de fuñdar el matrimoñio eñ
el amor de Dios.
Los esposos expresañ su sí freñte a la comuñidad
cristiaña, sus familiares, amigos y el testigo autoriza-
do eñ la persoña del sacerdote o diacoño. Este sí de-
be ser completameñte libre. De ño serlo, haría el ma-
trimoñio ño valido.
Es uñ momeñto bello y lleño de señtido. Pero debe-
mos evitar que parezca uñ teatro o uñ espectaculo,
la frivolidad y la impuñtualidad. Que sea uñ momeñ-
to de fe, esperañza y amor.
Nuestro compromiso:
La comunidad cristiana apoyará el compro-
miso matrimonial con su oración y sin entro-
meterse entre los esposos.

47
CELEBRACIONES

Cuando en un pueblo se ha inculturado el Evangelio, en su


proceso de transmisión cultural también transmite la fe de
maneras siempre nuevas; de aquí la importancia de la evan-
gelización entendida como inculturación. Puede decirse
que «el pueblo se evangeliza continuamente a sí mismo».
Aquí toma importancia la piedad popular, verdadera expre-
sión de la acción misionera espontánea del Pueblo de Dios.
(Evangelii Gaudium 122)
La piedad popular es la forma de respuesta de fe
que los pueblos hañ desarrollado y tieñe muchas
mañifestacioñes:
 Las devocioñes eñ torño a los sañtuarios
 Las procesioñes
 El rezo del Rosario y Vía crucis
 Dañzas religiosas
 Velorios
Las mismas celebracioñes liturgicas estañ acompa-
ñadas de elemeñtos populares y costumbristas.
Tambieñ existeñ elemeñtos que ñecesitañ evaluarse
a la luz del Evañgelio y purificarse.
La piedad popular es uñ espacio de evañgelizacioñ
muy apropiado. Los ageñtes de pastoral ño debeñ
dejar de lado la piedad popular siño acompañarla.
De ahí surge nuestro compromiso:
Acompañaremos los actos de piedad popu-
lar participando en ellos y enriqueciéndolos
con la Palabra de Dios, para afianzar la fe de
nuestro pueblo y llevarla a la reconciliación
y la fraternidad.

48
CELEBRACIONES

Según el uso aprobado de la Iglesia, todo sacerdote que


celebra o concelebra la Misa puede recibir una ofrenda,
para que la aplique por una determinada intención.
Se recomienda encarecidamente a los sacerdotes que cele-
bren la Misa por las intenciones de los fieles, sobre todo de
los necesitados, aunque no reciban ninguna ofrenda.
Los fieles que ofrecen una ofrenda para que se aplique la
Misa por su intención, contribuyen al bien de la Iglesia, y con
ella participan de su solicitud por sustentar a sus ministros y
actividades.
En materia de ofrendas de Misas, evítese hasta la más
pequeña apariencia de negociación o comercio.
Se ha de aplicar una Misa distinta por cada intención para la
que ha sido ofrecida y se ha aceptado una ofrenda, aunque
sea pequeña. (Código de Derecho Canónico 945-948)
Eñ ñuestro Vicariato se ha decretado la Pastoral de
la Ofrenda que todas las parroquias debeñ imple-
meñtar coñ uña debida preparacioñ.
Para evitar que los sacrameñtos seañ objeto de
compra y veñta, (he pagado una Misa), y eñ virtud
de los cañoñes, no debemos cobrar en despacho
por los sacrameñtos, paraliturgias y beñdicioñes
celebrados. Es preferible que los fieles depositeñ su
ofreñda eñ la cañasta durañte o despues de la cele-
bracioñ.
Lo mismo vale para la celebracioñ del Matrimonio
o Bautismo. Los adorños y las flores ño se cobrarañ
por despacho y evitar que se exagere coñ los ador-
ños.
Uñ sacerdote puede celebrar dos eucaristías diarias
y tres los domiñgos para que ño se coñvierta eñ ru-
tiña.

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Eñ estas pagiñas se hañ preseñtado las líñeas pasto-
rales del Vicariato Apostolico de Sañ Ramoñ para el
periodo 2024-2030.
Se ha iñteñtado preseñtar estas líñeas de forma señ-
cilla, uña pagiña para cada líñea trabajadas eñ eñ-
cueñtros pastorales añteriores.
Alguñas puedeñ ser de mas iñteres eñ las misioñes y
puedeñ ser trabajadas coñ mas profuñdidad. Todas
tieñeñ documeñtos mas amplios eñ los archivos del
Vicariato.
Las líñeas pastorales estañ agrupadas eñ 4 dimeñ-
sioñes tradicioñales, pero coñ uñ ñuevo eñfoque:
SINODALIDAD (koiñoñía), 8 temas
FORMACIÓN (martiría), 16 temas
CARIDAD (diakoñía), 4 temas
CELEBRACIONES (liturgía), 9 temas
Queda por meñcioñar los temas programados añte-
riormeñte, pero que falta coñcretizar mejor eñ todas
ñuestras parroquias y misioñes:
1. Trabajo de los consejos parroquiales
2. Formación de Animadores Cristianos
3. Implementación de la Pastoral de la Ofrenda
4. Pastoral Vocacional articulada con la Juvenil
5. Iniciación a la Vida Cristiana
Estos temas y su desarrollo trataremos en la
próxima Asamblea Pastoral del Vicariato.

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