Está en la página 1de 17

1

En cinco lo hago...

PROCRASTINACIÓN Y TOMA DE DECISIONES

Introducción:

En un mundo caracterizado por una creciente cantidad de responsabilidades y

eleccion, la procrastinación y la toma de decisiones se han convertido en dos

aspectos cruciales que afectan profundamente la vida de las personas en la

sociedad actual. Desde dejar tareas importantes para el último minuto hasta

enfrentar decisiones críticas con incertidumbre y ansiedad, estos fenómenos son

experiencias comunes que influyen en nuestra productividad, bienestar y éxito en

diversas áreas de la vida. La procrastinación, ha sido enfocada desde diversas

vertientes, principalmente desde la falta de hábito y el nivel de desorganización que

induce la postergación. Siendo, de este modo, planteada desde un repertorio de

conductas que esta sujeto al reforzamiento de comportamientos que desencadenan

efectos en el aprovechamiento del tiempo y el logro de las metas.

La procrastinación y toma de decisión, son estudios mutuamente implicados en la

actualidad, siendo un tema que atañe a todas las disciplinas. Las diversas doctrinas

cada una desde su enfoque específico, han buscado explicar las motivaciones

detrás de las acciones de los individuos en la sociedad.

Entre los destacados estudios en relación a la toma de decisiones, un proceso

cognitivo complejo, ha sido objeto de estudio por parte de Daniel Kahneman y Amos

Tversky, quienes revolucionaron el campo con su teoría de las perspectivas y los

sesgos cognitivos. Kahneman, en su influyente libro 'Thinking, Fast and Slow',

explora cómo las personas toman decisiones racionales e irracionales bajo


2

condiciones de incertidumbre y riesgo. Su trabajo ha destacado la importancia de

los atajos mentales y los sesgos en la toma de decisiones. En esta teoría, se

observa cómo, en situaciones de incertidumbre, las personas tanto en Argentina

como en todo el mundo a menudo cometen errores y toman decisiones irracionales

debido a la falta de heurísticas adecuadas que guíen su proceso de resolución de

problemas. Esto es comprensible, ya que cuando alguien se enfrenta a una decisión

sin suficiente información, es probable que tome decisiones ineficientes.

La toma de decisiones es un proceso amplio y complejo que afecta a las personas

en Argentina en su vida diaria, y una de las problemáticas que enfrentan es la

procrastinación, que está influenciada por las fluctuaciones en el estado de ánimo.

Esto se traduce en la tendencia a posponer tareas, incluso cuando se poseen las

habilidades y el conocimiento necesarios para llevarlas a cabo. La procrastinación

es un problema común en el entorno laboral en Argentina y puede afectar la

productividad y la realización de objetivos organizacionales.

En los últimos años, la investigación sobre los procesos cognitivos relacionados

con la toma de decisiones en la sociedad se ha centrado en aspectos esenciales

como por ejemplo, comprender la tendencia humana hacia el error en situaciones

de incertidumbre, como también, examinar la influencia de las emociones y la

personalidad en los procesos cognitivos que influyen en la toma de decisiones.

La interacción entre las emociones y la cognición ha sido un tema recurrente a lo

largo de la historia de la investigación psicológica en Argentina. Recientemente, los

avances en la neuroimagen, como las Tomografías Computarizadas Axiales (TAC)

y el PetScan (Tomografía de emisión por positrones), han demostrado que las


3

emociones pueden influir directamente en la actividad cerebral y en la capacidad de

atención de las personas, especialmente cuando experimentan ansiedad.

La presente investigación se centra en cómo influye la procrastinación en la calidad

de las decisiones que toman las personas en situaciones de incertidumbre. Es decir,

que la misma se enfoca hacia la relación entre la tendencia a procrastinar y su

impacto en la toma de decisiones, especialmente cuando las decisiones implican

incertidumbre o riesgo.

Se pretende analizar si existe relación entre las tendencias a procrastinar y si estas

influyen en la capacidad de toma de decisión en las personas. Ambos procesos,

han sido observados como fenómenos independientes uno del otro, dejando de lado

las posibilidades de interacción mutua.

También, se aspira a comprender cuál es el papel de los sesgos cognitivos y

emocionales en la procrastinación y cómo afectan la calidad de la decisiones

tomadas.

Dicho lo anterior, se enfoca en entender cómo los sesgos cognitivos (como el sesgo

de confirmación o la aversión a la pérdida) y emocionales (como la ansiedad o el

perfeccionismo) pueden estar relacionados con la procrastinación y cómo estos

factores pueden influir en las decisiones que las personas toman. Esta investigación

apunta hacia los mecanismos psicológicos detrás de la procrastinación y su impacto

en la toma de decisiones. La pregunta de investigación planteada es: ¿Se presenta

una relación significativa entre la procrastinación y la toma de decisión?

Antecedentes

Primeramente, Farias (2023) en su investigación titulada: Procastinacion y terapia

de aceptación y compromiso, un abordaje en valores, menciona lo siguiente. Que


4

desde la perspectiva de la terapia de aceptación y compromiso, que posteriormente

llamare: ACT, la procrastinación puede entenderse como un patrón rígido de

comportamiento caracterizado por experiencias desagradables. Y establece que en

algunas investigaciones sobre el marco conceptual de ACT sobre la Procrastinación

existen evidencias de que se asocian con niveles más bajos de aceptación,

atención plena y compromiso con la acción.

Este es, entonces, el motivo por el cual, al considerar la procrastinación como un

conjunto limitado de comportamientos destinados a evitar situaciones incómodas y

apegarse a pensamientos rígidos y literalizados sobre sus acciones o autoimagen,

la adopción de la flexibilidad psicológica, en conjunto con el desarrollo de los

diversos procesos, se convierte en una estrategia viable para diversificar las

acciones que están alineadas con los valores personales.

Finalmente establece que para que se alcancen objetivos de manera adecuada, el

desarrollo de aptitudes de aceptación brindara a los sujetos la capacidad de

entrenarse y poner en práctica una mayor disposición para enfrentar esas

experiencias. Esto posibilitará que el manejo de dichas situaciones sea más

adaptativo y funcional, en lugar de recurrir de inmediato a acciones de evasión y

evitación. Además, estas acciones estarán en consonancia con los valores

académicos, como el compromiso en el avance de la carrera, generando

sentimientos de satisfacción y orgullo por los logros obtenidos.

Lo antes mencionado resulta pertinente para la presente investigación ya que

establece tanto definiciones sobre la variable procrastinación como un proceso

terapéutico que posibilitara una adecuada modificación en la conducta, pudiendo

tomarlo de base para futuros tratamientos.


5

Suarez, et al. (2022) describen en su articulo el proceso de adaptación y

factorización de dos instrumentos de medición: la Nueva Escala de Procrastinación

Activa, NAPS, y el Cuestionario de Toma de Decisiones de Melbourne, MDMQ. En

este estudio, se involucraron 515 estudiantes cuyas edades oscilaban entre los 18 y

42 años con una media de 20.35 años y desviación estándar de 3.08. La muestra

estuvo compuesta en su mayoría por mujeres el 79.4% y hombres, 20.6%.

Para determinar la estructura factorial de estas escalas, se empleó la técnica de

modelado exploratorio de ecuaciones estructurales, MESE y se utilizó el método de

media y varianza ajustada por mínimos cuadrados ponderados WLSMW como

método de estimación. Los resultados, según el autor, indican que un modelo de

cuatro factores fue la factorización óptima para cada una de las escalas, abarcando

diferentes aspectos del constructo examinado.

En la Escala de Procrastinación Activa EPA, se identificaron los siguientes factores:

satisfacción con los resultados, preferencia por trabajar bajo presión, decisión

deliberada de posponer tareas y habilidad para cumplir con plazos. Por otro lado, en

la Escala de Toma de Decisiones, DTS, los factores identificados fueron: estrés e

insatisfacción, vigilancia, tendencia a evitar situaciones y procrastinación en la

realización de tareas.

Se observó que tanto la EPA como la ETD presentan coeficientes de fiabilidad

superiores a 0.80, lo que sugiere que ambas escalas son consistentes en la

medición de las dimensiones hipotéticas relacionadas con la procrastinación. En

resumen, estos instrumentos muestran propiedades psicométricas adecuadas y


6

resultan útiles para evaluar los perfiles de procrastinación entre estudiantes

universitarios.

Esta investigación planteada por los autores resulta pertaqinente ya que

proporciona una base sólida para futuros estudios que aborden la procrastinación y

su relación con la toma de decisiones en el contexto académico, ya que otorga

instrumentos fiables para la medición de las dos variables seleccionadas.

Por otro lado, el autor Bertolín (2022) establece que la procrastinación es un

fenómeno omnipresente, polifacético y problemático. Abordando el mejor

conocimiento científico publicado al respecto, que es limitado y de calidad más bien

reducida.

Como método para su estudio, examina de forma no sistemática varias bases de

datos bibliométricas, sin pretensiones de exhaustividad, pretende que el resultado

obtenido de sus fuentes primarias fuera sintético, y evito las más especulativas.

En su escrito establece una relación con la clínica neuro-psicopatológica e

internaliza que la conducta se relaciona con el neuroticismo, y externaliza la

impulsividad. Determina que la procrastinación aumenta con la afectividad negativa

y, a menudo, ocurre en ciertos trastornos mentales en los que suele constituir una

forma permanente de comportamiento. Ademas menciona que pocos estudios han

investigado los correlatos neurales de la procrastinación. Y que esta puede ser,

además de voluntaria, consecuencia indirecta de rasgos perfeccionistas de la

personalidad, entre otros.

Concluye que en general, la mejora de las habilidades para regular las emociones

probablemente sea muy eficaz para reducir el comportamiento procrastinador. En

relación con el sueño nocturno, su postergación habitual parece relacionada


7

también con las características de la personalidad. Es por ello que plantea la

hipótesis de que cualquier intervención específica, sea o no sanitaria, que mejore la

concienciación de la propia tendencia pasiva procrastinadora propiciará su

reducción. Pero si se buscara influir específicamente sobre la salud mental del

sujeto, la intervención tendrá que practicarse exclusiva o preferentemente por

facultativos clínicos adecuados.

La mención de que una intervención dirigida a la salud mental debería ser realizada

por profesionales clínicos destaca la importancia práctica de comprender la

procrastinación en un contexto clínico. Esto es relevante para la investigación, ya

que puede arrojar luz sobre cómo las intervenciones pueden ser efectivas para

individuos que luchan con la procrastinación en relación con la toma de decisiones.

El texto, además, identifica factores de influencia en la procrastinación, como el

neuroticismo, la impulsividad, la afectividad negativa y los rasgos perfeccionistas de

la personalidad. Estos factores pueden servir como variables importantes en una

investigación que busca comprender cómo la procrastinación afecta la toma de

decisiones.

En la siguiente investigación llevada a cabo por Alvarez y Nuñez (2022) titulada

como: Relación entre procrastinación académica, ansiedad y regulación emocional.

Las autoras consideran que la procrastinación académica es un fenómeno de gran

importancia en el ámbito escolar y universitario, ya que suele estar asociada con

niveles elevados de estrés y ansiedad (Quant y Sánchez, 2012). Cuando se acerca

el momento de los exámenes, los estudiantes a menudo experimentan una gran

ansiedad debido a la presión de cumplir con expectativas académicas muy

exigentes en el entorno universitario (Rosario et al., 2008). En muchas ocasiones,

los estudiantes se ven sometidos a altos niveles de presión para satisfacer sus
8

propias expectativas, las de sus padres o las de la institución educativa. No

obstante, en ocasiones se subestiman las consecuencias que esto puede tener para

nuestra salud mental, ya que un manejo inadecuado de esta emoción puede llevar a

repercusiones más graves (Burka y Yuen, 2008).

En esta investigación además, podemos encontrar diversos estudios que han

examinado la relación entre la procrastinación académica y variables como la

ansiedad y la regulación emocional, y han encontrado una correlación negativa.

Esto significa que a medida que la procrastinación aumenta, la ansiedad tiende a

disminuir. En la misma mencionan varios autores, como Marks en 1986, han

señalado que la ansiedad desempeña un papel importante al alertar al cuerpo y la

mente sobre posibles amenazas. Su método sigue un diseño no experimental de

tipo correlacional. Participaran estudiantes de psicología entre las edades de 18 a

23 años y que actualmente se encuentre cursando la carrera de psicología.

Los datos de la muestra se recopilaron utilizando un método de muestreo no

probabilístico por conveniencia. Se llevó a cabo un análisis de potencia con el fin de

calcular el tamaño necesario de la muestra para identificar una correlación de

tamaño moderado (r=0.3) con un nivel de significancia de 0.5 y una potencia del 0.9.

El análisis de potencia determinó que se requerían un total de 109 participantes en

la muestra. Se utilizaron tres instrumentos como el Cuestionario de Regulación

Emocional, consiste en 10 preguntas, diseñado para evaluar la regulación

emocional. Como asi también la Escala de Procrastinación Académica y la Escala

de Autoevaluación de Ansiedad de Zung.

Mencionado lo anterior, podemos concluir que esta investigación me parece

oportuna citarla ya que busca las posibles correlaciones entre procrastinación


9

académica, ansiedad y regulación emocional en estudiantes de psicología. Como

resultado se encontró que existe una correlación estadísticamente

significativamente negativa entre las variables de procrastinación académica y

regulación emocional. Las autoras sostienen esta afirmación basándose en los

resultados obtenidos en el valor p y el coeficiente de Pearson (r=-0.424 y p= <.001).

En otras palabras, esto indica que existe una relación inversa entre la

procrastinación académica y la regulación emocional, es decir, a medida que la

procrastinación académica aumenta, la regulación emocional tiende a disminuir, y

viceversa.

Cabe destacar que después de los 23 años, las personas suelen experimentar una

etapa de vida diferente, menos orientada al ámbito académico, lo que podría

resultar en una menor procrastinación académica en comparación con la muestra

compuesta principalmente por personas activamente involucradas en estudios.

Además, en la presente investigación, la muestra está mayoritariamente compuesta

por mujeres (68%), lo cual podría influir en los resultados en relación con la

conexión entre la procrastinación académica y la regulación emocional. Estudios

previos, como el realizado por Nolen-Hoeksema y Aldao en 2011, habían señalado

que las mujeres tienden a exhibir un nivel superior de regulación emocional en

comparación con los hombres.

Los hallazgos que se obtuvieron de esta investigación respaldan esta observación,

ya que indican que a medida que aumenta la regulación emocional, disminuye la

procrastinación académica. Esto podría explicarse en parte por la predominancia de

mujeres en la muestra de participantes que utilizaron las investigadoras.


10

Es de interés la siguiente investigación llevado a cabo en 2021 por Magning, Luna

Roció; con el objetivo de evidenciar la relación entre procrastinación académica y

estrés académico en estudiantes en Psicología de Paraná. La procrastinación

académica, que se refiere a la tendencia a postergar el inicio o la finalización de las

tareas académicas, ha sido objeto de escaso estudio por parte de los

investigadores. Solo en los últimos años ha surgido un interés renovado a nivel

mundial, posiblemente debido a su creciente incidencia en los entornos educativos,

tanto en el ámbito escolar como universitario, y a su impacto negativo en la salud y

el rendimiento académico de los estudiantes. En contraste, el estrés académico ha

recibido una mayor atención y es un concepto más familiar tanto para la comunidad

científica como para el público en general. Aunque existen múltiples definiciones

que se centran en los factores estresantes, los síntomas fisiológicos, conductuales y

psicológicos, esta investigación adopta un enfoque teórico basado en un modelo

cognitivo-sistémico, que abarca la multidimensionalidad del estrés académico al

considerar los factores estresantes, los síntomas y las estrategias de afrontamiento

activas y evitativas.

Esta investigación se llevó a cabo como un estudio de campo de tipo cuantitativo,

descriptivo-correlacional y de corte transversal. La muestra se seleccionó de

manera intencional y constó de 64 estudiantes de ambos sexos inscritos en la

Licenciatura de Psicología de la Universidad Católica Argentina. Para recopilar

datos, se utilizaron un cuestionario sociodemográfico, una versión adaptada de la

Escala de Procrastinación de Tuckman y la adaptación argentina del Inventario

SISCO para el Estrés Académico. Se tomaron precauciones éticas, como obtener la

autorización de las autoridades académicas y profesores correspondientes, así

como el consentimiento informado de los estudiantes participantes. El análisis de


11

datos se realizó utilizando el software Statistical Package for the Social Sciences

(SPSS) versión 23, que incluyó un análisis descriptivo inicial para evaluar los niveles

de procrastinación académica y estrés académico en los estudiantes, seguido de un

análisis de correlación de Pearson para examinar la relación entre ambas variables.

Los resultados revelaron una correlación estadísticamente significativa y positiva

entre la procrastinación académica y el estrés académico (R 64 = .55; p< .01), lo

que indica que a medida que aumenta el estrés, también aumenta la

procrastinación, y viceversa. Además, entre las tres dimensiones del estrés

académico, la más relacionada con la procrastinación fue la de síntomas y

reacciones fisiológicas.

Se observó un nivel medio significativo de procrastinación académica y estrés

académico en los estudiantes evaluados, lo que plantea la necesidad de que la

comunidad educativa preste atención a cómo estas variables podrían estar

afectando a los alumnos y cómo se pueden mejorar las condiciones del entorno

educativo para promover el bienestar y la salud de los estudiantes. También se

espera que estos hallazgos generen nuevas hipótesis de investigación para

fomentar futuros estudios sobre este tema poco estudiado en Argentina.

Finalmente, se reconoce que este estudio tiene limitaciones, como el tamaño de la

muestra limitado a una sola universidad privada en Argentina, lo que impide la

generalización de los resultados. Además, al ser un estudio descriptivo-

correlacional, no se pueden establecer relaciones causales entre las variables, y al

ser transversal, no permite el seguimiento a lo largo del tiempo de las variables

estudiadas.
12

Lo antes mencionado resulta pertinente para el desarrollo de mi investigación ya

que establece información solida sobre la variable de procrastinación tanto a nivel

teórico como a nivel práctico, para poder comprender el impacto que tiene la

procrastinación y el estrés en los estudiantes

Objetivos

Objetivos General

Analizar si la procrastinación influye en la toma de decisiones

Objetivos específicos:

1) Determinar la relación entre la procrastinación y la toma de decisiones.

2) Describir el nivel de Procrastinación y como esta influiría en la calidad de

decisiones en las personas procastinadoras.

3) Identificar si la toma de decisión racional e irracional podrían afectar al

estado de ánimo y sentimientos de incertidumbre frente a situaciones

específicas.

Marco conceptual

Analizando la definición de procrastinación, Ferrari (2001) afirma que “la

procrastinación es demora intención y frecuente para empezar o completar una

tareas hasta el punto de sentir disconfort” (p. 3) Es decir, significa que el

procastinador posterga una tarea a pesar de que sabe que puede tener una

consecuencia negativa. Los procastinadores crónicos son lo que menos enfrentan el

problema del desorden en sus hogares. Van dejando de organizar sus cosas hasta

que la situación los desborda, y el hogar se vuelve un caos, una situación que

interfiere en la calidad de sus vidas.


13

Este autor afirma lo siguiente:

Este comportamiento es que el procrastinador pierde la probabilidad de que

una tarea se complete de manera exitosa y óptima. La procrastinación,

sostiene, no es simplemente el acto de evitar una tarea, que en determinadas

circunstancias puede ser una decisión muy lógica. Silver sostiene que los

individuos que procrastinan no tienen la intención de ignorar o eludir la tarea

que están retrasando. En lugar de ello, simplemente postergan la tarea más

allá del momento óptimo en el que debería iniciarse para garantizar la máxima

probabilidad de completarla exitosamente (Ferrari, 2001.pp 30-31)

Dicho lo anterior, el problema de conducta se traduciría como aplazamiento de

actividades. Se encuentra relacionado con las tareas que son responsabilidad

de un persona en particular, las cuales conscientemente deja para después,

aun sabiendo que tiene tiempo límite para su realización. La procrastinación ha

sido investigada por varios años atrás donde refieren que las personas suelen

tener características en la personalidad como: poca iniciativa, disminución de

la capacidad de decisión, autodesconfianza. Es decir, visto desde la ciencia se

ha logrado poder establecer nexos entre la repercusión de las emociones,

tales como estos de la ansiedad, depresión, el enojo o el temor y la baja

autoestima.

Clasificación de la procrastinación:

De acuerdo a la teoría del Dr. Ferrari (2001) existen tres tipos de procrastinación:

1) Procastinadores crónicos por emoción: Se refiere a personas que destaca su

emoción al inicio de una actividad por la sobrecarga de energía que

experimentan. Muestran una especie de “drogadicción por la emoción que les


14

cause el reunir la información a última hora, organizarla, y entregarla a

tiempo, si consiguen el éxito, experimentan un gran placer y tienen a

reafirmar así mismo “Que bueno que soy”

2) Procastinadores crónicos por evitación Se destacan por no iniciar la actividad

prevista por encontrarla desagradable para ello. Si no tienen éxito respecto a

la tarea a realizar se presenta una auto desvalorización personal. Este

mismo, tiene estrecha relación con la confianza en sí mismo y su habilidad

en desempeñar de creer en tener éxitos en tareas de altas expectativas en el

futuro.

3) Procrastinación crónica disposicional: Si la persona refiere una conducta

procastinadora coherente, esto puede incluir síntomas asociadas a la

ansiedad y depresión. Contiene elementos de trastorno psicológico ya que se

encuentran tiempo de aparición asociados a situaciones estresantes que vive

la persona.

Según Ferrari (2001), afirma que los procastinadores crónicos son socialmente

muy conscientes, les concierne mucho su imagen pública y necesitan de la

aprobación social así como la aprobación de los otros y su afecto. (p. 47). Por lo

tanto, cuando se enfrentan a la tarea temen a fallar. Atribucionalmente, la falta

de esfuerzo comparado con la carencia de la habilidad es menos central.

Otro concepto importante a mencionar es la toma de decisiones, anteriormente,

mencione a rasgos generales sobre los aspectos de la misma. La toma de

decisión es un proceso cognitivo complejo que involucra la evaluación y elección

entre diferentes opciones disponibles. (Kahneman 2013, p. 577)


15

Una de las contribuciones más destacadas de Kahneman (2013) es la teoría de los

"Sistemas de Pensamiento Dual". Según esta teoría, existen dos modos principales

de pensamiento que influyen en nuestra toma de decisiones: El Sistema 1, este

sistema de pensamiento es rápido, automático e intuitivo. Se basa en el instinto, la

intuición y la experiencia previa. Las decisiones tomadas con el Sistema 1 suelen

ser rápidas y sin un procesamiento profundo de la información. Y el sistema 2

sistemas de pensamiento es más lento, deliberado y analítico. Implica un

procesamiento consciente y reflexivo de la información. Las decisiones tomadas con

el Sistema 2 requieren un mayor esfuerzo cognitivo y suelen ser más racionales y

lógicas. (p. 489)

Kahneman (2013) también introdujo el concepto de "sesgos cognitivos", que son

patrones sistemáticos de pensamiento erróneo que pueden influir en la toma de

decisiones. Algunos ejemplos de sesgos cognitivos incluyen el sesgo de

confirmación (dar más peso a la información que respalda nuestras creencias

existentes) y el sesgo de disponibilidad (dar más importancia a la información

fácilmente accesible en lugar de buscar datos más completos).

El trabajo de Kahneman ha tenido un impacto significativo en campos como la

economía, la psicología y la toma de decisiones en general. Su libro "Pensar,

rápido y lento" (Thinking, Fast and Slow) es una obra influyente que explora

estos conceptos en detalle y proporciona ejemplos concretos de cómo los

humanos a menudo toman decisiones de manera irracional debido a los sesgos

cognitivos y la interacción entre los sistemas de pensamiento dual.


16

Referencias Bibliograficas

Farías, M. (2023). PROCRASTINACION Y TERAPIA DE ACEPTACION Y

COMPROMISO UN ABORDAJE EN VALORES. ENCICLOPEDIA ARGENTINA

DE SALUD MENTAL

INFOBAE. (2019, March 1). Joseph Ferrari, el doctor en psicología que se

adelantó al boom de Marie Kondo: “El desorden lleva a postergar tareas y

aumenta el estrés.” infobae.

https://www.infobae.com/tendencias/2019/03/01/joseph-ferrari-el-doctor-en-

psicologia-que-se-adelanto-al-boom-de-marie-kondo-el-desorden-lleva-a-

postergar-tareas-y-aumenta-el-estres/

Kahneman, D. (2013). Pensar rapido, pensar despacio. Debolsillo.

Ferrari, J. R., Johnson, J. L., & McCown, W. G. (1995). Procrastination and task

avoidance: Theory, research, and treatment. Plenum Press.

https://doi.org/10.1007/978-1-4899-0227-6

Magnín, L. R., Menghi, M. S. Relación entre procrastinación académica y estrés

académico en estudiantes de psicología de Paraná .Tesis de Licenciatura.

Pontificia Universidad Católica Argentina, 2021.

https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/13817

Bertolín-Guillén, J. M. (s.f.). Neuropsicopatología y procrastinación. Sonepsyn.Cl.

Consultado el 22 de septiembre de 2023 en https://www.sonepsyn.cl/uploads/61-

2-5.pdf
17

Espaillat Álvarez Y María, L., Núñez, J. P., Álvarez, E., José, M., & Núñez, P. (n.d.).

Relación entre procrastinación académica, ansiedad y regulación emocional.

https://doi.org/10.5020/23590777.3.1.10

También podría gustarte