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Devocional de hoy viernes 2 octubre 2020

Dios te ve más allá de las apariencias


Pero el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia ni por su
estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el
corazón.
(1 Samuel 16:7)

Cuando Samuel fue a casa de Isaí para ungir a uno de sus hijos como
rey de Israel, al principio el profeta observó a Eliab y pensó: «Sin duda
que este es el ungido del Señor».

Samuel, a pesar de servir a Dios con excelencia, pensó que Eliab - al


ser una persona de buena apariencia - sería la persona capacitada para
ejercer tal función. Este tipo de juicio es común en los seres humanos,
pero Dios trabaja de otra forma. Dios es capaz de escudriñar el corazón
y él sabe el potencial que cada uno tiene dentro de sí.

Para Dios lo más importante es un corazón dispuesto a ser moldeado


por él. El Señor capacita a quien escoge y esto fue lo que sucedió con
David. Dios rechazó a Eliab y escogió al hijo pequeño «buen mozo,
trigueño y de buena presencia». Aun siendo el menor de la casa Dios
capacitó a David día tras día para ser un gran instrumento en sus
manos.

Por eso, es importante que tengas un corazón dispuesto a recibir la


instrucción de Dios sin preocuparte únicamente de las apariencias.
Puede que los demás no reconozcan el valor real que hay en ti,
pero Dios sabe cuánto vales. En su momento él te levantará y te
capacitará. De esta forma todos reconocerán lo que Dios ha hecho en
tu vida y tú mismo percibirás todo lo que has crecido gracias a la obra
de Dios.

El Señor ve el corazón:
 Hay ciertos desafíos que parecen ser más grandes que nuestra
capacidad para afrontarlos. Acude a Dios en oración y mantén tu
corazón abierto a su instrucción. Él te capacitará para vencer todos los
desafíos.
 Según vamos adquiriendo experiencia debemos mantener nuestros ojos
y nuestros oídos atentos a Dios. Permite que tus vivencias te ayuden a
estar más cautivado por el Señor.
 Un corazón siempre dispuesto a aprender es una vida dispuesta a
crecer en Cristo. Recuerda que Jesús vino al mundo y fue siervo.
Sírvele de corazón y recibe su capacitación.

Para orar:
Señor Dios, quiero aprender más de ti. Haz tu obra en mí. Tal vez no
tenga todas las capacidades que me exigen, pero sé que tú capacitas a
quien escoges. Quiero crecer bajo tu dirección. En el nombre de Jesús,
amén.

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