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EL PODER DEL CONTENTAMIENTO

El salmo de los contentos. Salmo 131


I- Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas
demasiado sublimes para mí. (v.1)

II- En verdad que me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre; como un
niño destetado está mi alma. (v.2)
A. El contentamiento significa vivir en paz con la provisión que Dios nos da cada día. Es precisamente
eso, lo que no nos sale de manera natural. Pablo dijo: “he aprendido a contentarme” (Fil 4.11)
B. ¿Cuál es la imagen que usa el salmista? ¿que implica la imagen de un niño destetado? Perdida
C. También, es importante comprender que el contentamiento no depende de las circunstancias externas,
sino de tener una relación estrecha con el Señor. Pablo escribe la carta a los filipenses desde una
prisión, probablemente en Roma. Entonces ¿Cómo estaba nutriendo su contentamiento?
D. El contentamiento no es tener cualquier cosa que queramos, cuando la queramos.
E. El contentamiento de David es claro; “me he comportado y he acallado mi alma” ¿cómo?
1. Vigiló las ambiciones de su corazón (v. 1)
¿Qué hay de malo en tener metas ambiciosas? Nada. Pero David había aprendido la lógica divina, de
que todo lo que su corazón deseara, estuviera dependiera de la voluntad de Dios. Si era necesario
esperar, para recibir lo que se había dispuesto para él, indudablemente lo iba hacer.

a. 1 samuel 24.1-6 (Saul en la cueva de Adulan)


b. 1 Samuel 26. 6-10 (David en el campamento de Saul)

La lógica que David aprendió sobre estar contento con la manera en como Dios trabaja, lo llevo a esperar
el tiempo de Dios. David comprendió que no hay nada que nos corresponda como derecho. Somos lo
que somos por la gracia de Dios. Aunque desafortunadamente pronto abandono este principio y se
hundió espiritualmente (Betsabé)

El apóstol pablo exhortó a los corintios a mirar sus logros como provisión de Dios y no como éxitos
personales (1 Cor. 4.7). jactarnos de lo que somos, o lo que hemos logrado también distorsiona la
verdadera naturaleza del contentamiento.
2. Controló las preocupaciones de su mente
a. ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí (v.1)
El conscientemente se negaba a permitir que su mente se preocupara por cosas que estaban fuera de
su alcance. Por ejemplo: si Dios le había dado el trono de Israel, había vencido a Goliat, era mejor que
Saul en muchos sentidos ¿Por qué Saul seguía reinando? ¿Por qué tenía que sufrir? Etc. Perseguido
como un criminal y obligado a juntarse con los marginados de la sociedad, sin duda a David le costaba
mucho entender la sabiduría y el amor de Dios. Sin embargo, se negaba a dejarse obsesionar por
encontrar alguna respuesta a todas sus preguntas. Simplemente iba a confiar en la sabiduría de Dios y
esperar el tiempo de Dios.
Es fácil perder este principio cuando no estamos contentos con la manera en que Dios administra
nuestras vidas. Jesús nos advierte que no sólo “el engaño de las riquezas” sino también “los afanes de
este siglo” y “las codicias de otras cosas” o sea las preocupaciones incluso las obsesiones pueden ahogar
la buena semilla, y por ende el estar contentos con lo que Dios nos provee.

III- Espera, oh Israel, en Jehová, Desde ahora y para siempre. (v.3)


Finalmente, concluye su poema con una exhortación a aquellos peregrinos que se dirigen a la casa del señor
a esperar siempre en el Señor. ¿Te ha pasado alguna vez que no has querido esperar en Dios, que has
tenido que tomar el control de las cosas y te has metido en líos?

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